Casa de La Moneda

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Antecedentes

La historia sobre la creación de la CNM se remonta a la presencia española en tierras


americanas, cuando se optó, por el uso del llamado "peso ensayado y "el tejón",
ambos de oro, elaborados rudimentariamente. Si bien ellos sirvieron para realizar
grandes transacciones, no resultaron eficientes para negocios y operaciones
pequeñas.
A mediados del siglo XVI, y a raíz de la gran producción y afluencia de plata de
América hacia España, la corona comprendió la importancia de acuñar monedas en
estas colonias; ello daría mayor beneficio económico y favorecería el control. En abril
de 1561, el entonces virrey del Perú, Diego López de Zúñiga, conde de Nieva, remitió
una comunicación al rey Felipe II, solicitando autorización para establecer una casa
de moneda, indicando las razones que justificaban su pedido.
Creación de la Casa Nacional de Moneda
La CNM fue creada el 21 de agosto de 1565, por Real Cédula de Felipe II, emitida, en
la ciudad española de Segovia, ordenando la amonedación en plata. Los trabajos se
iniciaron en 1568, utilizándose por entonces un local en las “Cajas Reales", ubicado
en una esquina de lo que hoy en día es Palacio de Gobierno, frente a Desamparados.
La creación de la Casa de Moneda de Lima buscaba ordenar la caótica y variada
emisión de moneda de diversos pesos y leyes, que amenazaban seriamente la
estabilidad política y económica del recién establecido virreinato.
Una historia accidentada motivó más de una clausura. La necesaria reapertura la
autorizó el rey Carlos II, mediante Real Cédula del 6 de enero de 1683.
La ubicación que actualmente tiene la Casa Nacional de Moneda (Junín con Paruro),
data desde 1683, año en que el entonces virrey, Melchor de Navarro y Rocaful,
duque de la Palata, adquirió dicho solar.
A través de los años, el local ha sufrido muchas modificaciones. Inicialmente fue
necesario realizar una serie de obras, como elevar el cauce del río Rímac para utilizar
las aguas del río Huatica como fuente de energía para el proceso de fabricación de
monedas.
Hasta entonces, las monedas habían sido labradas y hechas a golpe de martillo y
yunque. Esas piezas llamadas Macuquinas, aparecen con un borde irregular y su
forma no es perfectamente circular.
A raíz del terremoto de 1746, el local es derruido. Por lo cual, Don Andrés de Morales
y de los Ríos Ramírez de Arellano coloca la primera piedra del nuevo edificio el 02-
11-1748 concluyendo dicha obra en 1760.
A partir de 1751, y gracias a la implementación de un molino y tres volantes, se
acuñaron las primeras monedas de oro de cordoncillo, cuyas denominaciones fueron
de ocho, cuatro, dos y un Escudo. A estas monedas se les conoce como Peluconas
pues llevan en el anverso, el perfil del monarca Fernando VI, luciendo una larga
peluca, como se estilaba entonces.
Se acuñaron también las llamadas Columnarias, que eran monedas de cordoncillo
que en el reverso incluían el diseño de dos hemisferios superpuestos en
representación del Viejo y el Nuevo Mundo, iban flanqueados por dos columnas de
Hércules que simbolizaban la unidad y la fuerza del imperio español.
Es importante señalar que en las monedas españolas, aparecía la leyenda “Non Plus
Ultra" en referencia al límite del poder español hasta los confines del mar. Con la
conquista de América, esa leyenda se cambió por “Plus Ultra", como una
confirmación del dominio ultramarino de España, que llegaba entonces más allá del
estrecho de Gilbraltar.

También podría gustarte