Socialismo de Carlos Marx
Socialismo de Carlos Marx
Socialismo de Carlos Marx
Las raíces intelectuales del socialismo se remontan a las ideas del filósofo griego Platón y su
obra llamada “La República” en la que hablaba sobre lo justo y lo injusto de la sociedad, en la
que unos pocos tenían el poder.
La palabra “socialismo” fue empleada por primera vez en 1766 por el monje Ferdinando
Facchinei. La usó para hacer referencia al concepto planteado en la obra de Juan Jaques
Rousseau sobre el “contrato social” entre el Estado y la comunidad (pacto que defendía la
libertad y la igualdad social).
El origen del socialismo científico ocurrió durante la Revolución Industrial. Fue una idea política
elaborada en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels en su Manifiesto Comunista que instaba a
los trabajadores (llamados proletarios) a unirse y a destituir del poder a los capitalistas. Los
antecedentes del socialismo son tan antiguos como la propia historia de la humanidad, pero el
término “socialismo” fue acuñado a principios del siglo XIX. De hecho, en las aportaciones de
los socialistas utópicos (Robert Owen) y, sobre todo, en los escritos de Karl Marx (1818-1883) y
Friedrich Engels (1820-1895) se hallan los antecedentes más inmediatos del socialismo
moderno.
El uso del término “socialista” con el sentido contemporáneo data de alrededor de 1830. Se
usó para describir al ala más radical de los diversos movimientos y filosofías políticas nacidos
durante los estallidos revolucionarios del siglo XVIII, que asociaban al capitalismo naciente los
malestares sociales de la época, en especial los seguidores de Robert Owen y Henri de Saint-
Simon.
Algunos más pragmáticos y otros más idealistas, estos movimientos compartían visiones
mayormente agrarias del socialismo, y fueron bautizados con ese nombre por Pierre Leroux en
su artículo Del individualismo y el socialismo en Revue encyclopédique de 1833.
Alcanzó su apogeo político a inicios del siglo XX, con la Revolución Rusa de 1917 que, bajo la
conducción de Vladimir Ilych Lenin (1870-1924), puso fin para siempre a la monarquía zarista.
Así se fundó el primer país socialista (marxista-leninista) de la historia, la Rusia soviética, que
después se convirtió en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Los acontecimientos de Rusia avivaron los sentimientos reaccionarios europeos. Así, fueron
utilizados para justificar ideológicamente el nacimiento del fascismo, un movimiento político
dictatorial y fundamentalmente anticomunista, que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.
Eventos semejantes ocurrieron en otras naciones del mundo, como Vietnam (la Revolución de
Agosto de 1945), Corea (tras la Guerra de Corea de 1950-1953), Cuba (la Revolución cubana de
1959), Camboya (tras la Guerra Civil Camboyana de 1967-1975), entre otros.
Sin embargo, hacia el término del siglo XX, y sobre todo tras la disolución de la Unión Soviética
en 1991, la mayoría de los países socialistas se habían sumergido en la crisis y se habían visto
obligados a reinventarse y asumir más o menos formalmente una economía de mercado. La
última década del siglo XX anunció la muerte del socialismo y el supuesto “Fin de la historia”,
en palabras del pensador japonés Francis Fukuyama.
Aun así, un nuevo experimento político tomó el título de “Socialismo del siglo XXI”, un término
del economista alemán Heinz Dietrich Steffan. Comenzó a ganar renombre mundial gracias a
su evocación en el V Foro Social Mundial por parte del entonces presidente venezolano, Hugo
Chávez Frías (1954-2013), en el marco de su autodenominada Revolución Bolivariana.
Si bien los rasgos del socialismo pueden variar enormemente de acuerdo a su puesta en
práctica, generalmente se consideran como sus características las siguientes:
En las variantes más utópicas, plantea la sociedad sin clases sociales: ni pobres ni ricos,
sino una gran masa trabajadora autogestionada. [ CITATION Raf20 \l 3082 ]
El sistema socialista se caracteriza por el Estado que administra los medios de producción de
toda la sociedad de modo que, son las empresas estatales o las cooperativas (con autogestión
de la clase obrera) las que se ocupan de dar impulso a la economía. El objetivo primordial del
socialismo es construir una sociedad justa con un reparto igualitario de la riqueza. Para eso,
necesita que los medios productivos sean administrados por una autoridad central y no por la
propiedad privada.
Sin embargo, existen opiniones contrapuestas entre los socialistas respecto a la extensión y al
tipo de propiedad pública que la sociedad debería controlar. Algunos han sostenido que casi
todo debía ser propiedad social, excepto los artículos personales como la ropa. Otros, como los
denominados social-demócratas, suelen aceptar el libre mercado como sistema económico
básico, junto con una considerable intervención del Estado para corregir desigualdades
sociales.
- Dialéctica de Carlos Marx
El método dialéctico marxista se caracteriza por los siguientes rasgos fundamentales:
1) Concibe la Naturaleza como un todo articulado y único, en el que los objetos y los
fenómenos dependen unos de otros y se condicionan mutuamente; todo se halla en una
conexión y en una acción recíproca, afirma la dialéctica;
2) Considera la Naturaleza como algo sujeto a constante cambio y renovación, donde hay
siempre algo que nace y se desarrolla y algo que muere y caduca; todo se halla en movimiento
y en cambio, enseña la dialéctica;
4) Parte del criterio de que los objetos y los fenómenos de la Naturaleza llevan siempre
implícitas contradicciones internas, que todo tiene su lado positivo y su lado negativo, su lado
de caducidad y su lado de desarrollo, y que la lucha entre lo que caduca y lo que se desarrolla
forma el contenido interno del proceso de evolución, del proceso de la transformación de los
cambios cuantitativos en cualitativos; la contradicción conduce hacia adelante, reza una de las
tesis más importantes de la dialéctica.
Estos principios del método dialéctico sobre el proceso de evolución de la Naturaleza rigen
también para la evolución de la Sociedad. Cada formación económico-social (régimen
esclavista, feudalismo, capitalismo, socialismo) representa un todo íntegro, cuyos diversos
aspectos y fenómenos (el modo de producción de los bienes materiales, el régimen político,
los procesos espirituales de la vida) están relacionados entre sí en una unidad, se hallan en una
acción recíproca. Las ideas sociales, las instituciones políticas, al tener sus raíces en las
condiciones materiales de la vida de la Sociedad, ejercen sobre la existencia social una acción
inversa, siendo el modo de producción de los bienes materiales la base de esta acción
recíproca.
La dialéctica marxista-leninista, enseña que, para llevar una política justa, hay que orientarse
hacia los sectores de la Sociedad que se están desarrollando y que tienen un porvenir, hay que
mirar hacia adelante y no hacia atrás, hay que ser revolucionario y no reformista, llevar una
intransigente política proletaria de clase. Lenin y Stalin llaman a la dialéctica y al método
dialéctico, el alma del marxismo. Toda la actividad teórica de Lenin y Stalin constituye la
ulterior elaboración y concreción del método dialéctico de Marx y Engels. [ CITATION Fil \l
3082 ]
Bibliografía
Filosofia.org. (s.f.). Metodo dialectico marxista. Diccionario Filosofico Marxista. Obtenido de
http://www.filosofia.org/enc/ros/meto1.htm