1 EN DIOS ESPERARE en Tiempos de Pruebas
1 EN DIOS ESPERARE en Tiempos de Pruebas
1 EN DIOS ESPERARE en Tiempos de Pruebas
Noten cómo siglos después de la experiencia del patriarca Job, su vida sigue
siendo el ejemplo por excelencia de lo que significa una fe que espera en tiempos
de pruebas.
Una mujer recibió aconsejamiento para recuperarse de una crisis seria, y dijo que
una idea que le dio el consejero fue clave para su recuperación. “Lo que más me
ayudó –dijo ella– fue que él insistía en que mi dolor terminaría: ‘aunque parezca
oscuro e interminable, no durará mucho tiempo más’. Este pensamiento me ayudó
a ganar resiliencia”. Así, el consejero mantuvo viva la esperanza de la mujer. 2
Salmos 37:5-6
Volvamos a la experiencia de Job. Al inicio del libro de Job vemos cómo Satanás
ataca sin clemencia a Job. Esto nos recuerda que a la gente buena también le
suceden cosas malas. La gente buena no siempre sufre por una razón de causa y
efecto. Las enfermedades y los accidentes parecen venir de la nada, o ser
resultados de la casualidad; pero el relato de Job presenta en forma clara que el
mal está presente por Satanás. Él y los ángeles caídos atacan y asedian a los
seres humanos, en especial a los que son fieles como Job.
Job no solo fue atacado, sino que también procuro responder a tales ataques.
Aunque no podemos evitar los ataques del diablo, sí podemos estar seguros de
algunas cosas: Dios está al tanto y pone límites a la obra del enemigo (Job 1:12;
2: 6). De manera que siempre podemos esperar en El.
De hecho, Satanás dijo la verdad cuando argumentó que Dios había colocado una
valla alrededor de Job. Cuando nos entregamos a Jesús, él nos pone una marca
protectora sobre nosotros. En el libro de Apocalipsis se declara que en el tiempo
del fin los siervos de Dios serán sellados. Un sello constituye una señal de dominio
o propiedad. Dios tiene el derecho de proteger a los que son de él. Lucas registra
una declaración que señala el cuidado protector de Dios sobre nosotros, incluso
cuando nos encontramos bajo la deslumbrante mirada de Satanás: «Simón,
Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado
por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos»
(Lucas 22:31-32).
Job 1:1-4.
Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su
hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes,
quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos
los orientales. 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su
día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con
ellos. (Job 1)
Este cuadro es único, definitivamente parece que Job lo tenía todo, incluyendo un
carácter justo. La palabra que se traduce en Job 1:1 como “perfecto” viene de una
palabra que puede significar “completo”, o “lleno de integridad”. La palabra
para “recto” significa “derecho”, y puede implicar la idea de caminar sobre un
sendero derecho. Es decir, el libro comienza con una escena casi edénica, que
describe a un hombre rico, fiel e íntegro.
No obstante, tenía todo en un mundo caído.
“[Job] temía que sus hijos y sus hijas hubieran podido desagradar a Dios en medio
de sus fiestas. Como fiel sacerdote de la familia, ofrecía sacrificios por cada
miembro de ella. Conocía el carácter ofensivo del pecado, y el pensamiento de
que sus hijos pudieran haber olvidado las demandas divinas lo encaminaba a Dios
como intercesor en favor de ellos” 4.
¿De qué forma puedes aprender a tener siempre una actitud de gratitud por ellas?
Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los
cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y
Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro
como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No
le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus
manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema
contra ti en tu misma presencia. Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene
está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de
delante de Jehová. (Job 1: 6-12).
Las escenas iniciales del libro de Job nos muestran algunos puntos vitales.
Primero, revelan la realidad de otra dimensión más allá de lo que podemos
conocer, una dimensión superior con seres celestiales diferentes de Dios.
Segundo, muestran cuán interconectada está nuestra vida terrenal con el ámbito
celestial: lo que ocurre aquí sobre la Tierra no está desconectado de los seres
celestiales. Tercero, revelan un conflicto moral en el cielo, que está relacionado
con lo que ocurre en nuestro mundo.
“Pero el plan de redención tenía un propósito todavía más amplio y profundo que
el de salvar al hombre. Cristo no vino a la Tierra solamente por este motivo. No
vino meramente para que los habitantes de este pequeño mundo acatasen la Ley
de Dios como debe ser acatada; sino que vino para vindicar el carácter de Dios
ante el universo. […] El acto de Cristo de morir por la salvación del hombre no solo
haría accesible el cielo para los hombres sino también, ante todo el universo,
justificaría a Dios y a su Hijo en su trato con la rebelión de Satanás. Demostraría la
perpetuidad de la Ley de Dios, y revelaría la naturaleza y las consecuencias del
pecado” 7
Después del primer ataque de Satanás a Job, después de que le llegó la noticia de
todas las calamidades que le sobrevinieron, ¿de qué manera respondió Job? (Ver
Job 1:20-22). ¿Qué importancia tiene el hecho de que, en medio de tal tragedia,
Job “no pecó, ni profirió la menor insensatez contra Dios” 8?
En el centro del gobierno de Dios, que se basa en el amor, está el libre albedrío.
Dios quiere que lo sirvamos porque lo amamos, no porque estamos forzados a
hacerlo. “Satanás insinuaba que Job servía a Dios por motivos egoístas […].
Procuró negar que la verdadera religión emana del amor y de una apreciación
inteligente del carácter de Dios, que los verdaderos adoradores aman la religión
por la religión misma y no por la recompensa; y que sirven a Dios porque un
servicio tal es correcto en sí mismo, y no solamente porque el cielo está lleno de
gloria; y que aman a Dios porque él es digno de su afecto y confianza, y no solo
porque los bendice” (CBA 3: p. 500).
En el libro, Job demuestra que las acusaciones de Satanás son equivocadas. Sin
embargo, aunque Dios sabía lo que sucedería, Job podría haber actuado de otro
modo. Podría haber pecado, podría haber dicho alguna “insensatez contra Dios”.
Dios no forzó a Job a actuar como lo hizo. Considerando las circunstancias, su
fidelidad fue un testimonio ante los hombres y los ángeles.
Pero en todo caso nos muestra cómo esperar en Jehová en medio de las pruebas.
Salmos 42:5
5
¿Por qué te desanimas, alma mía?
¿Por qué te inquietas dentro de mí?
Espera en Dios, porque aún debo alabarlo.
¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!
Salmos 27:14
14
¡Espera en el Señor!
¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento!
¡Sí, espera en el Señor! 9
Referencias Básicas.
1. Reina Valera Contemporánea.
5.https://miescuelasabatica.wordpress.com/2016/10/15/libro-de-job-escuela-sabatica-
cuarto-trimestre-2016-introduccion/
8. Biblia de Jerusalén