Vivir en El Equilibrio de La Gracia y La Fe

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Vivir en el Equilibrio de

la Gracia y la Fe

Andrew Wommack
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina
Valera de la Biblia, revisión 1960.

Título en inglés: Living in the Balance of Grace and Faith


ISBN: 978-1-59548-142-9
Copyright © 2009 por Andrew Wommack Ministries, Inc.
P.O. Box 3333
Colorado Springs, CO 80934-3333

Traducido por: Citlalli Macy y René M. Tapia


Edición en Español Copyright 2009

Impreso en los Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados bajo la Ley Internacional
de Derechos de Autor. El contenido y/o la portada no pueden ser reproducidos total o parcialmente en
ninguna forma, sin la autorización escrita de Andrew Wommack Ministries, Inc.
Contenido

Introducción .................................................................................7

Capítulo 1 Sodio y Cloruro ....................................................9

Capítulo 2 ¿Dios es Soberano? ............................................19

Capítulo 3 La Voluntad de Dios ..........................................29

Capítulo 4 Todas las Cosas Ayudan a Bien .........................39

Capítulo 5 Dios no es Tu Problema .....................................47

Capítulo 6 La Respuesta de Fe ............................................53

Capítulo 7 Haciendo que Dios Actúe ..................................63

Capítulo 8 Ya ha Sido Provisto ............................................73

Capítulo 9 Cree y Recibe .....................................................83

Capítulo 10 Prende y Sintoniza ..............................................91

Capítulo 11 Abre tus Ojos .....................................................99

Capítulo 12 El Mismo Poder ...............................................107

Capítulo 13 Acompáñala de Fe ............................................115

Capítulo 14 Dios Previó ......................................................123

Capitulo 15 Esforzarse para Descansar ................................133

Capítulo 16 Comprender el Amor de Dios ............................141


Capítulo 17 Incondicional ....................................................151

Capítulo 18 ¡Sí Reúnes los Requisitos! ...............................163

Capítulo 19 Perdonado ........................................................171

Capítulo 20 ¿Religión o Relación Personal con Dios? ........177

Notas Finales ............................................................................185


Introducción

El equilibrio entre la gracia y la fe es una verdad fundamental


importante. Independientemente de que tengas una percepción
consciente de eso o no, tratas con esto a diario.

El cuerpo de Cristo está dividido principalmente en dos grupos:


los que enfatizan la gracia (la parte de Dios) y los que enfatizan la
fe (nuestra parte).

Un grupo predica que todo depende totalmente de Dios. El otro


grupo enseña que hay muchas cosas que debemos hacer. Ambos
sostienen que el otro grupo está totalmente equivocado.

A nivel personal, podríamos describir esto de diferentes maneras,


pero todo se reduce a: “¿Cuál es la parte de Dios, y cuál es mi parte?
¿Qué debo hacer?”

La Biblia claramente revela un equilibrio entre la gracia (la


parte de Dios) y la fe (nuestra parte). Al leer este libro conforme
abres tu corazón para recibir La Palabra de Dios, el Señor tiene unas
verdades que transformarán tu vida y las quiere compartir contigo.

-7-
Capítulo 1

Sodio y Cloruro

Nos podemos familiarizar tanto con algún pasaje de las


escrituras que verdaderamente no sabemos lo que dice. Ya no le
ponemos atención porque nos es muy conocido. Efesios 2:8-9 se ha
convertido en uno de esos pasajes para muchos creyentes.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de


vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe.

Aquí están reveladas unas verdades profundas, una de las cuales


es que somos salvos por la gracia a través de la fe.

El cuerpo de Cristo está básicamente dividido en dos grupos: los


que enfatizan la gracia (lo que Dios hace) y los que enfatizan la fe
(lo que nosotros hacemos).

Un grupo predica que todo depende totalmente de Dios. Dicen:


“Lo que cuenta es la soberanía de Dios. Será lo que Él escoja”. El
otro grupo enseña: “No, tú tienes que hacer esto y esto, y esto y
esto”. Los que predican la responsabilidad del hombre normalmente
dirán que aquellos que enseñan que todo depende de Dios están
totalmente equivocados. Y los que predican que todo depende de
Dios enseñarán en contra de los que dicen: “No, tú tienes que hacer
algunas cosas”.

Tú podrías expresar este mismo tema de una manera diferente,


pero todo se reduce a esto: ¿Qué debo hacer? ¿Qué le toca a Dios, y
qué me toca a mí? La Palabra de Dios claramente revela un equilibrio
entre la gracia y la fe.

-9-
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Se ha Manifestado a Todos los Hombres

Aunque el cuerpo de Cristo generalmente se divide en dos


grupos—uno que enfatiza lo que Dios tiene que hacer, y el otro que
enfatiza lo que nosotros debemos hacer—Efesios 2:8-9 dice que
somos salvos por la gracia a través de la fe. No somos salvos por
una o la otra.

Ahora bien, para que esto sea verdad estrictamente hablando, hay
una frase entre paréntesis en la última parte del verso 5, que dice:

(Por gracia sois salvos).


Efesios 2:5

No estoy diciendo que está mal afirmar que somos salvos por
gracia. Pero estrictamente hablando, no es la gracia por sí sola la que
nos salva. Es verdaderamente importante que comprendamos este
punto. Dios ha hecho mucho por nosotros por la gracia; sin embargo,
para que nosotros recibamos lo que Él ha hecho, debe haber una
respuesta positiva de nuestra parte, que es lo que la Biblia llama “fe”.
Tiene que haber una combinación de ambas: la fe y la gracia.

No eres salvo sólo por gracia.

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a


todos los hombres.
Tito 2:11

La gracia es lo que Dios hace por ti. Es Su parte. Es algo que


fue hecho para ti antes de que existieras. La gracia no tiene nada que
ver contigo. Por definición, es “un favor que no ameritamos, que no
hemos ganado, y que no merecemos”. Si la gracia es algo que Dios
hace, y si la gracia por sí sola salvara, entonces todas las personas
serían salvas porque Tito 2:11 revela que la gracia de Dios que trae
salvación se ha manifestado a todos los hombres.

- 10 -
Sodio y Cloruro

La Gracia de Dios

La gracia de Dios es la misma para todo el mundo. Dios ha sido


exactamente el mismo para cada persona que ha vivido. Pero tú
podrías estarte preguntando: “¿Entonces por qué fulano y zutano
fueron sanados y yo no? ¿Por qué Dios los tocó a ellos y no a mí?”
El problema es: cuando ves que algo sucede, tú piensas que de
repente Dios ha hecho algo para una persona, o provisto de algo a
una persona, y que a ti no te ha provisto de ese algo. La gracia de
Dios es la misma para todos porque no está basada en, o relacionada
con, lo que haces. Dios por Su gracia, ya ha traído la salvación a
toda persona sobre la faz de la tierra (Tito 2:11).

Esto no es algo que normalmente se entienda. La mayoría de la


gente cree que es su comportamiento lo que les ganará una mayor
ventaja y el favor de Dios para que Su poder opere en sus vidas.
Pero la verdad es que, en el momento que empiezas a relacionar la
bendición de Dios—la manifestación de Su poder en tu vida—con
cualquier cosa que tú has hecho, en ese mismo momento anulas la
gracia, porque has hecho que la manifestación de la gracia de Dios
en tu vida sea proporcional a algo que tú has hecho. Si tú piensas de
esa manera, significa que no comprendes la gracia de Dios.

Dios, por gracia, ya te ha provisto de todo antes de que lo


necesitaras. Toma, por ejemplo, la salvación. Mucha gente piensa
que tú tienes que pedirle a Dios que perdone tu pecado y a Jesucristo
que venga a tu corazón para recibir la salvación. Oran así: “Jesucristo,
¿podrías venir a mi vida?”. Les dicen a otros: “Solamente pídele a
Cristo que venga a tu vida”. Eso no es la salvación.

El Pecado no Representa un Problema


Hechos 16: 30-31 es un ejemplo bíblico de alguien que recibe la
salvación. Pablo y Silas estaban en la cárcel de Filipos, y el carcelero
vino a ellos y les preguntó…

- 11 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?


Hechos 16:30

Ellos no contestaron diciendo: “Pídele a Jesucristo que venga


a tu vida” o “Arrepiéntete de tus pecados, y deja de hacer esto y
aquello”. Simplemente respondieron:

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.


Hechos 16:31

¿Creer qué? No creer simplemente que Jesucristo existió, o que


Él vino.

Jesucristo no murió solamente por la gente que Él sabía que lo


aceptaría algún día.

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente


por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 2:2

Jesucristo murió por cada pecador que ha vivido en esta tierra.


Y murió por nuestros pecados hace dos mil años, mucho antes de
que los cometiéramos. El Señor no espera hasta que le pidamos:
“Por favor, ven a nuestro corazón”, para perdonarnos de nuestros
pecados. La verdad radical es que, los pecados de todo el mundo ya
están perdonados.

Dios perdonó tus pecados antes de que existieras. Antes de que


nacieras, todos tus pecados fueron perdonados. Antes de que hubieras
cometido un pecado, Dios lo perdonó. Tus pecados están perdonados.
El pecado en realidad no representa un problema para Dios.

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Sodio y Cloruro

Ya Han Sido Perdonados

Éste no es el mensaje de la iglesia hoy por hoy. Esencialmente


la iglesia está predicando que cada vez que pecas, eso es una afrenta
para Dios. Dicen: “Tienes que obtener el perdón de ese pecado y
cubrirlo con la sangre de Cristo antes de que Dios pueda actuar en
tu vida”. Eso no es lo que Las Escrituras enseñan. La Palabra revela
que tus pecados ya han sido perdonados. Tú no tienes que pedirle a
Dios que perdone tus pecados, o que venga a tu vida. Lo que tienes
que hacer es creer en el Evangelio—que Jesucristo ya ha venido, ya
murió, ya resucitó, y ya perdonó los pecados del mundo.

Alguien podría decir: “Muy bien, si eso es verdad, entonces todo


el mundo es salvo, ¿sí?” No, porque la gracia por sí sola no te salva.
Dios, por gracia, ha hecho la provisión y ha pagado por los pecados
de todas las personas. La gente no se está yendo al infierno por la
inmoralidad sexual, por el asesinato, por la deshonestidad, o por el
robo. Todos esos pecados ya han sido pagados. El pecado que va a
mandar a la gente al infierno es el pecado individual de rechazar a
Jesucristo como su Salvador personal. Esto es lo que la Biblia revela
en Juan 16:8.

Cuando él viniere [el Espíritu Santo] redargüirá al mundo de


pecado, y de justicia, y de juicio.
Juan 16:8 Los corchetes son míos. (Reina Valera Antigua).

Luego en el verso 9, Jesucristo explicó por cual pecado el


Espíritu Santo redargüiría al mundo.

De pecado, por cuanto no creen en mí.


Juan 16:9
La iglesia ha estado desvirtuando al Espíritu Santo al decir: “Él
está aquí para castigarte cada vez que mientes, que haces trampa, y
que robas. Él te regañará cada vez que no estudies La Palabra, o que
no hagas tal o cual cosa”. Esto nos ha hecho conscientes del pecado.

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Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Ha magnificado al pecado. Pero la verdad es que Jesucristo ya ha


pagado por eso. El Espíritu Santo sólo está tratando con nosotros
sobre este asunto: “¿Has creído en el Señor Jesucristo?” Si has
hecho a Jesucristo tu Señor, entonces todos tus pecados—pasados,
presentes, y futuros (los pecados que aún no has cometido)—ya han
sido perdonados.

La Misma Para Todos Nosotros

Esa verdad haría que me expulsaran. Es por eso que mis reuniones
a nivel de ciudad comúnmente se llevan a cabo en un lugar neutral,
como un hotel o un centro de convenciones. No hay muchas iglesias
dispuestas a permitirme que comparta estas verdades que son tan
radicales.

El problema del pecado ya ha sido resuelto por la gracia (He. 9


y 10). Si es por gracia, entonces eso significa que no depende de que
le hayas pedido o no que te perdone. La verdad es que, Dios proveyó
de salvación a toda la raza humana por gracia

Una vez más, Tito 2:11 dice:

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a


todos los hombres.

La gracia de Dios es exactamente la misma para todo el mundo—


no sólo para ti, sino para toda persona sobre la faz de la tierra. A
Adolfo Hitler se le ofreció tanta gracia como se nos ha ofrecido a ti y
a mí. Jesucristo amó, murió, y pagó por los pecados de toda persona
que ha hecho cosas terribles en la historia del mundo, de la misma
manera que lo hizo por toda la gente que lo ha recibido, que lo ama,
y lo busca. La gracia de Dios es la misma para todos nosotros.

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Sodio y Cloruro

Dios, por gracia, ya ha suministrado sanidad a todos. Uno de


mis empleados que trabaja en nuestras reuniones regionales era un
tetrapléjico. Ahora puede caminar y está muy bien. Fue sanado en
forma sobrenatural. A todo tetrapléjico se le ha ofrecido exactamente
la misma gracia. Dios no es diferente con ninguno de nosotros.

Una Verdad Radical

En el momento en que empiezas a decir: “¿Bueno, por qué lo


sanó Dios? ¿Por qué la sanó de cáncer? ¿Por qué Dios hizo esto
por ellos, sin embargo no lo ha hecho por mí?” En el momento en
que empiezas a pensar de esa manera tienes que tomar en cuenta tu
comportamiento. “Bueno, no he orado suficiente. No he hecho lo
suficiente de esto o de aquello. Por esto Dios no lo ha hecho”. Ésa es
una manera de pensar equivocada.

La gracia de Dios es constante. Él es el mismo para todo el


mundo. Dios no hace acepción de personas (Ro. 2:11). Él no ama
más a una persona que a otra. Él no ha dado más provisión de alguna
cosa a una persona que a otra. Dios ha perdonado los pecados de
toda la raza humana. ¿Significa eso que todos son salvos? No,
porque no todo el mundo ha puesto fe en lo que Dios hizo por gracia.
La gracia es lo que Dios hace por nosotros independientemente de
nosotros. Antes de que tú existieras, inclusive antes de que tuvieras
una necesidad, Dios ya había creado la provisión necesaria. Antes
de que tú te desanimes, Dios ya te ha bendecido con toda bendición
espiritual, Él ya te ha suministrado abundantemente todo lo que
necesitas. Tú no tienes que pedirle al Señor que te dé gozo y paz,
que te sane, te prospere, ni que te salve. Tú no tienes que pedir
nada. Él ya te proveyó de lo necesario aun antes de que tuvieras ese
problema. ¡Eso es maravilloso!
Dios, por gracia, ya ha hecho todo. Él previó cualquier necesidad
que tú pudieras tener, y ya satisfizo todas esas necesidades a través
de Cristo. Jesucristo fue el medio a través del cual Dios intervino en

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Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

los asuntos del hombre. Él es el medio por el cual Dios suministró


todo, y eso sucedió hace dos mil años. Jesucristo no ha muerto
por los pecados de nadie más desde entonces, Él no ha sanado a
ninguna persona desde hace dos mil años cuando Él tomó nuestras
llagas en Su espalda. La salvación, la sanidad, y la liberación ya han
sido concedidas. Hoy, cuando la gente escucha la verdad y cree, de
repente lo que Dios ya ha suministrado por gracia se convierte en
una realidad para ellos. Conforme mezclan la fe con La Palabra de
Dios, lo que Él ya ha hecho por gracia empieza a manifestarse en
sus vidas.

Eres salvo por gracia a través de la fe; no es una o la otra. Ésa


es una verdad radical que comentaré y explicaré en el resto de este
libro. La comprensión de esta verdad fundamental hará una gran
diferencia en tu vida.

El Veneno

Es como el sodio y el cloruro. Tanto el sodio como el cloruro


son venenosos. Si ingieres la suficiente cantidad de cualquiera de
ellos por separado te matará. Sin embargo, si mezclas el sodio con
el cloro, se convierten en sal, y tú morirás si no la ingieres.

Si todo lo que haces es enfatizar: “Bueno, todo depende de Dios”,


eso te matará. Pero por otro lado, si todo lo que haces es enfatizar:
“Tienes que creer, y hacer esto y esto”, eso también te matará. La
verdadera fe Bíblica simplemente es una respuesta positiva a lo que
Dios ya ha suministrado por gracia. La fe no hace que Dios actúe, ni
lo obliga a hacer nada.

Si no reconoces que la fe simplemente es la manera como te


apropias de y recibes lo que Dios ya ha suministrado por gracia,
entonces la ley y el legalismo te matarán. Eso pone toda la carga en

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Sodio y Cloruro

tu espalda, lo que tampoco es bueno. La fe o la gracia—separada


una de la otra, sin mezclarlas correctamente—te matarán.

Mucha gente en la iglesia enfatiza: “Todo depende de Dios”.


Toman una actitud pasiva diciendo: “Dios es soberano. Sucede lo
que Él quiere. Lo que será, será. Whatever will be, will be. Todo
depende de Dios”. Eso te matará. Puedo nombrar algunas personas a
las que eso las ha matado. Simplemente estaban esperando que Dios
las sanara, sin comprender que también tenemos que hacer algo.

Por otro lado, hay gente que enfatiza: “Tienes que orar, estudiar,
y creerle a Dios. Tienes que hacer algo”. Se concentran tanto en esto
que piensan que lo que hacen está causando que Dios actúe. Ven a
su fe como una palanca—con la que le tuercen el brazo a Dios y lo
obligan a que actúe. Eso se convierte en algo legalista, y te destruirá.

Esencialmente, ésa es la clase de educación de la que me salí.


Pensábamos que teníamos que hacer una gran variedad de cosas para
poder ganarnos la bendición de Dios. No comprendía que el Señor
ya había dado todo por gracia. Es más, teníamos un pequeño poema
que decía así: “María tenía un corderito que se hubiera convertido
en una oveja; pero empezó a ayudar en la iglesia local y se murió
porque no podía descansar”. Trabajábamos hasta el cansancio,
haciendo un sin fin de cosas. Desde entonces, me he dado cuenta
que así no es como esto funciona. Tiene que haber un equilibrio
entre la gracia y la fe.

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Capítulo 2

¿Dios es Soberano?

La gente ha tomado la verdad de que Dios actúa


independientemente de nosotros, sin basarse en nuestro
comportamiento, y han desarrollado una enseñanza que
comúnmente es llamada “la soberanía de Dios”. Dicen: “Dios
actúa soberanamente”, queriendo decir que nosotros no tenemos
nada que ver con eso. Esencialmente, lo que están haciendo es
darle un mayor énfasis a la gracia.

Enseñan: “Dios es soberano. Si es Su voluntad, sanarás. Y si no es


Su voluntad, morirás. Depende totalmente de Dios”. Algunas personas
han exagerado esto. Hay iglesias que enseñan que algunas personas
están predestinadas para la salvación y que otras están predestinadas
para la condenación—y que Dios lo predeterminó. “No hay nada que
puedas hacer al respecto. Depende totalmente de Dios”.

El nombre teológico de este conflicto entre la gracia y la fe es


“Calvinismo contra el Arminianismo”. El Calvinismo enfatiza que
todo depende de Dios. El Arminianismo enfatiza que tú tienes una
parte que debes desempeñar, y que puedes creer y recibir, o dudar y
perdértelo. Tú puedes controlar, por tu fe, la cantidad de gracia que
experimentas de parte de Dios. Son los Calvinistas los que enfatizan
el término de “la soberanía de Dios”.

Supremo, Independiente, Excelente

No estoy en contra de esta palabra—soberano—si la usas como


el diccionario la define. Como un sustantivo, significa: “Príncipe
gobernante de un país” o “moneda de oro inglesa”. (Diccionario

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Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Pequeño Larousse). Pero por supuesto, no estamos hablando de una


moneda.

Como adjetivo, se refiere a algo o alguien “que es muy grande o


muy difícil de superar (supremo)”. Si quieres llamar a Dios soberano
dando a entender que Él es supremo, estoy totalmente de acuerdo.

La segunda definición es: “Que ejerce o posee la autoridad


suprema”. Dios definitivamente es el non plus ultra. Nadie le dice
qué hacer. Él es absolutamente supremo.

La tercera definición dice: “Estado cuyo gobierno no está


sometido al control o a la tutela de otro gobierno”. Los Estados
Unidos de América es una nación soberana. Nos independizamos de
la Gran Bretaña. Somos una nación soberana. En este sentido, Dios
también es soberano. Él es independiente. Nadie le da órdenes.

En el inglés la palabra soberano tiene un significado adicional


que es “excelente”. Si tú quieres llamar a Dios excelente, no tengo
ningún problema con eso. La palabra soberano viene de la palabra
del Latín que significa “super” o “por encima de”.

Estoy de acuerdo con eso. Si quieres usar el término soberano


como el diccionario lo usa, Dios es soberano.

Una Teología Cómoda

Pero la religión apareció y dijo que soberano significa que Dios


controla todo, y que nada puede suceder sin Su permiso. No estoy de
acuerdo con eso. No es lo que La Palabra de Dios enseña. Dios no es
soberano de la manera como la religión ha enseñado.

Una persona morirá, y alguien dirá: “Bueno, seguramente


era su tiempo”. Simplemente piensan que nadie muere si no es el

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¿Dios es Soberano?

“momento destinado por Dios”. En una ocasión estaba dirigiendo la


alabanza en una Conferencia Evangélica para Hombres de Negocios.
El conferencista acababa de llegar del funeral de dos adolescentes
que habían muerto en un accidente automovilístico. Después de
que consumieron alcohol y drogas, manejaron a alta velocidad en
una calle que estaba mojada y resbaladiza, no pudieron dar una
vuelta y se estrellaron con un poste de teléfono. Ambos murieron.
Este hombre tomó la palabra y dijo: “Bueno, sabemos que Dios es
soberano. Él hace que todo obre para bien, y Él tiene un propósito
en esto. La gente no puede morir si no es la voluntad de Dios”. La
mayoría de la gente ha escuchado, dicho, o a lo mejor inclusive
aceptado algo semejante a esto en alguna época de su vida.

Ésta es una teología cómoda. Hay cosas que no comprendemos,


así que esto es más fácil. En vez de hacer responsables a estos
adolescentes, diciendo: “No debieron haber tomado, consumido
drogas, ni manejado a alta velocidad en una calle mojada”,
simplemente decimos: “Bueno, era la voluntad de Dios”. No, no era
Su voluntad. La gente muere todo el tiempo sin que sea la voluntad
de Dios.

Dios no selecciona tu número en el cielo y por eso estás destinado


a morir. Las Escrituras revelan claramente que Jesucristo vino…

Para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la


muerte, esto es, al diablo.
Hebreos 2:14

Satanás es el que anda alrededor buscando a quien devorar (1 P.


5:8). Él es el que viene a robar, matar y destruir (Jn. 10:10). Dios
nos dijo que no comiéramos del árbol del conocimiento del bien y
el mal porque el día que de él comiéramos ciertamente moriríamos
(Gn. 2:17). Nosotros trajimos la muerte a esta vida. Iniciamos el
envejecimiento, el deterioro, la enfermedad, y las dolencias. Dios
no es el que controla si te enfermas o no. Nosotros iniciamos la
corrupción en este planeta. Dios no controla todas estas cosas.

- 21 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Mi papá murió cuando yo tenía doce años de edad. Recuerdo


que nuestro pastor vino a visitarnos, se sentó, y me vio, mientras
decía: “Andy, Dios necesitaba a tu papá en el cielo más de lo que tú
lo necesitas”. ¡Inclusive a mis doce años de edad, sabía que eso no
era verdad! Pensé: “¿Para qué necesita Dios a mi papá en el cielo?”
El Señor no mató a mi papá. Eso era una excusa. Era una manera
fácil de tratar con las cosas.

La Verdad

En la primera iglesia que pastoreé, había una pareja que había


vivido en Guatemala. Su bebé nació en el taxi, camino al hospital.
Después de que se quedó sin aire por un período de tiempo, finalmente
lo revivieron. Este niño estaba afectado de mongolismo. Tenía toda
clase de problemas, incluida la ausencia del sistema inmune. Este
niño vivió hasta los cuatro años de edad.

Murió en mis brazos mientras oraba por él. Luego, por dos
horas, oré para que resucitara de entre los muertos, pero no resucitó.
Estaba yo batallando para poder ayudarle a la familia y ayudarme a
mí mismo. Como su pastor, verdaderamente hubiera querido tener
algo confortante que ministrarles. Me sentí tentado a decir: “Bueno,
no era la voluntad de Dios que este niño reviviera”, y simplemente
echarle la culpa a Dios. Él es grande. Él puede tratar con eso.

Fui tentado, sin embargo, le dije la verdad a esta pareja: “Miren,


Dios no mató a su hijo. Ésta no es Su voluntad. En realidad no
comprendo por qué no pudimos sanarlo ni resucitarlo de entre
los muertos. Es mi falta de fe, o la falta de fe de ustedes, o una
combinación de ambas. O a lo mejor son cosas que ni siquiera
entiendo. Pero puedo asegurarles que Dios no es un asesino de
bebés”.
Aunque no fue muy confortante en ese tiempo, tenía que decirles
la verdad. Habría sido mucho más confortante inventar alguna

- 22 -
¿Dios es Soberano?

excusa religiosa, diciendo: “Dios es soberano. Nada puede suceder


sino lo que Dios permite”. Pero ésa no es la verdad.

Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.


Juan 8:32

Es conocer la verdad lo que nos hará libres. Tiempo después,


esta mujer regresó y me dijo: “Tuve miedo desde el día que nació.
Me dijeron que no tenía un sistema inmune, y que si algún día le
daba un catarro, moriría”. Me dijo: “Había presentido esto durante
cuatro años. Cuando vi que se resfrió, supe que iba a morir”. Los
doctores también le dijeron que nunca se embarazara porque era muy
pequeñita para tener hijos. Que si tenía más hijos, tendrían que nacer
por cesárea y que probablemente tanto ella como el niño morirían.
El Señor le mostró algunas cosas y se dio cuenta de la verdad. Como
no hice lo que era más fácil, sino que le dije la verdad, esa mujer
descubrió cuál era su problema, trató con eso, y tuvo cuatro hijos
más. Porque le dije la verdad, ella recibió La palabra de Dios y tuvo
otros cuatro hijos—todos fueron partos naturales en su casa. Ningún
doctor le hubiera permitido tener hijos después de ver su historial
médico, así que ella simplemente le creyó a Dios y tuvo partos
naturales en casa. Hace unos años, ella me envió una fotografía de
la graduación en la universidad de sus cuatro hijos vestidos con sus
togas y sus gorros, y me agradeció por haberle dicho la verdad.

¿Hechos de Dios?

Es comprensible querer controlar los problemas, y querer tener


una respuesta para todo diciendo: “Bueno, debe de ser la voluntad
de Dios. Él es soberano”. Pero no es la verdad, y eso te someterá a
esclavitud.

Si Dios fuera una persona de carne y hueso y si fuera culpable


de todo aquello por lo que se le culpa, lo arrestarían, enjuiciarían,

- 23 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

y ejecutarían. Si Dios fuera el que está haciendo bebés deformes,


haciendo que los matrimonios se separen, y mandando tormentas
para destruir, lo expulsarían. Si verdaderamente Él ocasionara
todos los terremotos, tornados, y otros desastres naturales a los que
llamamos en nuestros contratos “hechos de Dios”, todos los países
lo expulsarían si pudieran. La verdad es que, están desvirtuando a
Dios, diciendo mentiras acerca de Él y culpándolo por cosas que no
hizo.

La enseñanza de que Dios controla todo soberanamente es la


peor herejía en el cuerpo de Cristo porque hace pasiva a la gente.
Si verdaderamente crees que Él controla cualquier cosa que sucede,
entonces ¿cuál es el objetivo de que tú hagas algo? ¿Para qué buscar
a Dios? ¿Para qué molestarte en asistir a los servicios de la iglesia
o a las conferencias? ¿Por qué no quedarse en casa sentado en el
sillón, comiendo dulces y viendo la televisión, ya que la voluntad
de Dios va a suceder de todas maneras? ¿Por qué necesitarías hacer
algo si la voluntad de Dios sucederá y no importa si tú tienes fe en
que así sea o no? ¡Ésa es una doctrina terrible!

Algunas personas ven qué radical es esto, pero aun así lo usan
cuando es conveniente. Cuando alguien muere dicen: “Bueno,
seguramente es la voluntad de Dios”. No, Dios no es el que ocasiona
la muerte. Satanás es el autor de la muerte, y nosotros somos los
que lo soltaron en esta tierra. Dios no está matando a nadie hoy. No
puedes tomar solamente parte de esta doctrina y mezclarlo todo.
No puedes decir: “Bueno, tengo algo de responsabilidad, pero hay
algunas cosas que Dios controla. Él es soberano en esta área”. No, o
Dios controla todo, o no lo hace. Tiene que ser una opción o la otra,
pero no una combinación de ambas.

Nunca he comprendido a la gente que se enoja conmigo porque


predico esto. Dicen: “Eso es del diablo. ¡¿Cómo te atreves a predicar
eso?!” Así que les preguntó: “Si Dios controla todo, y nada puede
suceder sin que Él lo cause o lo permita, entonces yo no podría estar

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¿Dios es Soberano?

predicando esto si Dios no lo permitiera. De acuerdo a tu propia


doctrina, ¿por qué habrías de estar molesto conmigo? Debe de ser
la voluntad de Dios que yo predique esto. Si Dios verdaderamente
controla todo, entonces Él me está guiando a decir todo lo que estoy
diciendo, o no podría decirlo”.

Eso Desafía la Lógica

Si verdaderamente crees que Dios controla todo, entonces


cuando te enfermas, ¿por qué vas a un doctor y tratas de evadir la
voluntad de Dios? ¿Por qué tomas medicina para disminuir el dolor?
Si Dios ocasionó eso, y está tratando de enseñarte algo y de lograr
algún propósito de redención en tu vida, entonces ¿por qué estás
tratando de aminorarlo? ¿Por qué no aprendes tu lección y sufres
todo lo que te sea posible?

Esto desafía la lógica. Nadie creería esta doctrina a menos que


sean religiosos. Tienes que ser enseñado así, y aceptarlo con una
fe ciega. No funciona en el mundo natural. Hasta las personas que
dicen que Dios les está dando enfermedad van al doctor y tratan de
evadir “Su voluntad”. Inclusive aquellos que dicen que Dios hizo
que su matrimonio fracasara, oran al mismo Dios—quien según
ellos ocasiona todo—y le piden que intervenga. Hasta aquellos que
dicen que Dios es el que causó sus problemas financieros, y que está
usando eso porque ellos necesitan llenarse de humildad, orarán y
le pedirán misericordia y ayuda. Si verdaderamente crees que Dios
soberanamente controla todo, entonces no tiene objeto que hagamos
nada, porque la voluntad de Dios está ocurriendo soberanamente,
independientemente de nosotros.

Eso no es lo que la palabra soberano significa. Eso es una


definición religiosa y su aplicación.

- 25 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Tu Cooperación

Dios, por gracia, ha suministrado todo. Pero tú tienes libertad


total para escoger si quieres que la perfecta voluntad de Dios para ti
se realice o no. Eso no sucede sin tu cooperación.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho


más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
Efesios 3:20

La mayoría de las personas se detiene allí y aceptan este versículo


tal como es. Sin embargo, están omitiendo la parte de la que depende
el significado de todo el versículo.

Según el poder que actúa en nosotros.


Efesios 3:20

Dios no puede hacer—o podrías decir no hace— nada que esté más
allá de este poder que actúa en ti, el cual es la fe.

No es Automático

Es la voluntad de Dios que todo el mundo sea salvo.

El Señor no retarda su promesa… no queriendo que ninguno


perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2 Pedro 3:9

Dios por gracia, ya ha suministrado la salvación para todo el


mundo. Pero tú tienes que tener fe en la gracia de Dios para que se
realice. Este versículo lo deja muy claro. Es la voluntad de Dios que
todas las personas sean salvas, pero no todas las personas son salvas

- 26 -
¿Dios es Soberano?

porque no todos han respondido con fe a lo que Dios ha dicho. La


voluntad de Dios no se realiza automáticamente.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta,


y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos
son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que
la hallan.
Mateo 7: 13,14

Jesucristo dijo que habrá más gente que entre por el camino
espacioso que lleva a la destrucción que por el camino angosto
que lleva a la vida eterna. El Señor Jesucristo claramente dijo que
no todos serán salvos, y sin embargo, 2 Pedro 3:9 revela que es
la voluntad de Dios que todo el mundo sea salvo. ¿Cómo puedes
armonizar estos versículos y llegar a cualquier otra conclusión
excepto que la voluntad de Dios no se realiza automáticamente?

Tienes libre albedrío. Dios, por gracia, te ha proveído de todo.


Pero si tú no crees, no lo recibirás

- 27 -
Capítulo 3

La Voluntad de Dios
La voluntad de Dios es que todas las personas sean sanas.
Jesucristo es el ejemplo perfecto de la voluntad de Dios.

Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús


de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Hechos 10:38

Lo que Jesucristo hizo fue bueno, sanar a todos los oprimidos por
el diablo. La Biblia revela que en los últimos días la gente llamará
al mal “bien” y al bien “mal” (Is. 5:20). En Su época, Jesucristo dijo
que era bueno sanar al enfermo. Hoy, hay iglesias que afirman que
sanar al enfermo es cosa del diablo. Llaman a lo bueno “malo” y a lo
“malo” bueno. Hechos 10:38 revela que era el diablo el que estaba
oprimiendo a esa gente. Hoy por hoy, iglesias enteras están diciendo:
“Cuando te enfermas, Dios es el que te está enfermando. Te está
llenando de humildad”. Han puesto todo patas arriba, llamando a lo
bueno “malo” y a lo malo “bueno”.

Si no comprendes esto, ¿cómo vas a poder ver que el poder de


Dios se manifieste en tu vida? Si ni siquiera sabes lo que Dios está
haciendo, ¿cómo vas a poder ver que Su poder se manifieste a través
de ti hacia alguien más? Si no puedes discernir entre lo que Dios está
haciendo y lo que el diablo está haciendo, no sabrás qué es lo que
debes resistir y a qué te debes someter.

Veredas Profundas
¿Le estás echando la culpa a Dios por las tragedias en tu vida?

Santiago 1:2-4 dice:

- 29 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en


diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Se ha alterado el significado de estos versos y se han usado


equivocadamente para enseñar que Dios controla todo en tu vida.
Si a alguien no le hubieran estado enseñando eso ni lo hubieran
predispuesto con ese concepto, no interpretaría estos versículos así.
Es como un camino viejo sin asfalto en el que las carretas han ido
y venido por años. Los surcos son tan profundos que ni siquiera
puedes empezar a avanzar por ese camino sin caer en éstos. Algunos
de nosotros hemos pensado de cierta manera por tanto tiempo,
que cuando escuchamos algo, automáticamente lo cambiamos,
traducimos, e interpretamos de una manera que contradice lo que
Las Escrituras dicen.

Santiago 1:2-4 no dice que Dios trae problemas a tu vida para


ayudarte a ejercer la paciencia. Sin embargo, eso es lo que la gente
enseña con base en estos versículos. “Si quieres ser paciente,
entonces estás buscando problemas porque las diversas pruebas
producen paciencia”.

Fe Duradera

Romanos 15:4 dice:

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra


enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
Romanos 15:4

Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se


escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las
Escrituras, tengamos esperanza.

- 30 -
La Voluntad de Dios

Fíjate que dice: “por la paciencia y la consolación de las


Escrituras”. La paciencia viene de Las Escrituras.

La paciencia es la fe puesta en práctica a través de un período


prolongado de tiempo. En lugar de que sea una fe momentánea, la
paciencia es prolongada, es una fe que perdura. Tú sólo debes creer,
y continuar creyendo. Romanos 15:4 dice que la paciencia viene de
Las Escrituras.

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.


Romanos 10:17

La fe viene a través de La Palabra. También la paciencia. Son


frutos del Espíritu

Mas el fruto del Espíritu es...paciencia,….fe.


Gálatas 5:22

Cuando volviste a nacer, Dios te dio fe y paciencia. Son el fruto


de tu nuevo, espíritu vuelto a nacer.

Conocimiento Práctico

La paciencia no viene a través de dificultades. Si lo hiciera,


entonces las gentes que más han sufrido serían las más pacientes.
Eso no es verdad. Te reto para que me compruebes que la gente que
ha tenido más dificultades va a ser la más santa, devota y paciente.
La paciencia no viene a través de las dificultades y de la tribulación.

Sin embargo, si tú ya tienes paciencia a través de La Palabra de


Dios y del fruto del Espíritu Santo en tu interior, tienes que usarla
para que alcance su plena resistencia.

- 31 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

En 1969, tuve que servir en el servicio militar obligatorio. Me


mandaron al entrenamiento elemental para aprender cómo ser un
soldado—disparar un arma, lanzar granadas, y muchas otras cosas.
Después de que llegué a Vietnam, bromeábamos sobre la gente que
acababa de llegar a ese país porque por su falta de experiencia eran
muy peligrosos. Todo lo que tenían era un conocimiento teórico.
Nunca habían aplicado ese conocimiento en la práctica. Aunque
tenían el mismo entrenamiento que todos los demás, hay una mayor
comprensión sobre cómo usar el entrenamiento que viene cuando lo
pones en práctica. Serás un mejor soldado después de recibir un ataque
y de tener que poner en práctica lo que aprendiste en el entrenamiento,
que cuando estabas en el entrenamiento básico, lo habías aprendido,
pero solamente tenías un conocimiento teórico. Hay una diferencia
entre el conocimiento teórico y el conocimiento práctico.

Sin embargo, un soldado no anda por ahí buscando conocimiento


práctico. Él no toma la palabra y dice: “En este momento, sé que
todo lo que tengo es conocimiento teórico. Verdaderamente necesito
que “Charlie Cong se aparezca y me ataque para que yo pueda
convertirme en un mejor soldado”. Luego cuando ve que el enemigo
se aproxima, se levanta y corre para abrazarlo, y darle la bienvenida
porque piensa que: “¡Has venido para que yo mejore!” No, así no
funciona. Te matarán si haces eso. El enemigo no vino para que tú
mejores. Vino para matarte.

Dios no es el que te da problemas para que mejores. Si tú crees


que para eso son, entonces les darás la bienvenida y los harás parte
de ti como si vinieran de Dios. Le achacarás el mal a Dios, lo cual
está mal, y Satanás usará eso para matarte.

Pasivo

Pero si tú reconoces que tu problema no es de parte de Dios, y


dices: “Voy a pelear en contra de esto, y cuando lo venza, seré más

- 32 -
La Voluntad de Dios

fuerte que antes”. Muy bien, eso está bien. En realidad, eso es lo
que Santiago 1:2-4 está diciendo. Así como estos versos no están
diciendo que Dios te trae problemas, así mismo un enemigo no te
ataca para que seas un mejor soldado; éste viene en tu contra para
matarte.

Hay algunas cosas a las que te tienes que someter, y otras que
debes resistir.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.


Santiago 4:7

Esta enseñanza extremista sobre la soberanía de Dios—que dice


que Él controla todo—invalida este verso. Si Dios controla todo, y
nada sucede sin que Él lo desee o lo permita, ¿cuál es el propósito de
que tú resistas algo? Todo vino de Dios, y si lo resistes, terminarás
resistiéndote a Él. Este concepto equivocado te hace pasivo, y
actualmente éste es el estado en el que está la mayoría de personas
en el cuerpo de Cristo.

En relación a la enfermedad, no pueden discernir. Dicen: “A lo


mejor esto viene de Dios. Así que Señor, ¿podrías sanarme, si es tu
voluntad?” Simplemente dicen una oración, y si sanan, entonces era
la voluntad de Dios. Si no sanan, es que ya les tocaba. ¡Qué teología
tan tonta! Nunca nadie va a poder recibir algo de Dios así.

Pelea Enérgicamente

En una ocasión a un predicador le preguntaron si diezmaba. Él


contestó: “Claro que sí. Tomo todas las ofrendas que recibo y las
pongo en esta cubeta. Luego lo aviento al aire, orando: ‘Dios, si Tú
quieres algo, tómalo. Lo que caiga en el suelo es mío”’. Nunca vas
a dar un diezmo así. Tienes que ser un poquito mejor intencionado.

- 33 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Lanzar tu oración por ahí, diciendo: “Dios, si es Tu voluntad,


entonces sáname. Si ésa no es tu voluntad, entonces debe ser tu
voluntad que esté sufriendo así” es tan tonto como tratar de diezmar
al aventar tu dinero al cielo y pedirle al Señor que tome lo que Él
quiera. Así no funciona. Hay ciertas cosas que son de Dios. Tú te
sometes a éstas. Hay otras cosas que son del diablo. Tú resistes éstas.

Resistir significa “Luchar alguien con la persona o cosa que le


ataca”. Si no luchas enérgicamente en contra de eso, entonces te has
sometido a ello. Decir: “Querido Satanás, por favor déjame en paz”,
no es resistir al diablo. Tienes que enojarte, y no puedes enojarte si
piensas que Dios es parte de esto.

Los miembros de una iglesia pequeña que yo había empezado a


pastorear querían invitar a un predicador para que viniera a ministrar.
Les dije que no porque no lo conocía. Ellos argumentaron: “Bueno,
él estaba aquí antes que tú”. Así que dije: “Denme uno de sus
mensajes y lo escucharé”. En ese casete él enseñaba sobre Romanos
8:28, diciendo que todo viene de Dios.

Él admitió que tenía una lujuria demoníaca en su corazón por


las mujeres. Mientras predicaba, él sentía atracción por las mujeres
que estaban sentadas en el auditorio. Dijo que el problema se agravó
tanto que finalmente se lo contó a su esposa. Decidieron buscar
ayuda para que lo liberaran y para que le sacaran este demonio.
Cuando se dirigía a su automóvil parar ir a la cita donde iba a ser
liberado, puso la mano en la manija y una voz que él le atribuyó a
Dios (yo no creo que era la voz de Dios) le habló diciendo: “No
podrías tener este problema si yo no lo permitiera. He enviado esto
para enseñarte a tener paciencia, para que seas más santo, y para
que mejores. Si te sacan a este demonio vas a obstruir mi voluntad”.
Así que este hombre canceló su cita y se quedó con su demonio
porque pensó que Dios se lo había dado para que se convirtiera en
una mejor persona.

- 34 -
La Voluntad de Dios

¿Dios lo Permitió?

La mayoría de la gente dice: “¡Claro que no!”. Bien, es el mismo


principio. ¿Cómo puedes interpretarlo de esta manera hasta cierto
nivel, y luego decir: “Ah no, no creo en eso”?

En una ocasión escuché a una mujer a quien entrevistaron en


la televisión. Un hombre la había secuestrado a ella y a su hija
amenazándolas con una pistola. Las llevó a un lugar remoto y las
violó. Luego las puso en el suelo boca abajo, y les disparó en la parte
de atrás de la cabeza—al estilo de un fusilamiento. La hija murió, sin
embargo la mujer sobrevivió aunque tiene algunos problemas físicos
a causa de eso. La mujer estaba en la televisión diciendo: “Todas
las cosas obran para bien. Dios lo permitió, y Él está recibiendo la
gloria por eso”.

La mayoría de nosotros diría: “No, eso no lo creo”. ¿Por qué


no? Si Dios verdaderamente es soberano con base en el concepto
religioso de que Él controla todo y que nada sucede sin Su permiso,
entonces eso significa que Dios es responsable de todos los ataques
terroristas, de las violaciones, de las deformaciones, y de los
problemas en este mundo.

No puedes interpretarlo solamente de una manera que se adapte


a tu situación y después decir: “Creer algo más no es práctico”. No.
O es verdad, o no lo es.

Pero no es verdad. Dios no controla esas cosas, ni las hace.


Todo lo que Santiago 1 está diciendo es que cuando encuentres
tribulación, que te regocijes. No es que Dios la haya traído. Debes
resistir esa tribulación sabiendo que viene del diablo, pero que es una
oportunidad para que pongas tu fe en acción. Mientras pones tu fe en
acción, tendrás conocimiento práctico y el conocimiento práctico te
dará esperanza. Serás más fuerte y mejorarás porque permaneciste
firme, resististe, y peleaste en contra del diablo. Pero si solamente

- 35 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

te quedas cruzado de brazos, y permites que estos problemas te


dominen, pensando: “Muy bien, debe ser la voluntad de Dios”, no
vas a mejorar y eso te destruirá.

Un Dios Bueno, Un Diablo Malo

Hoy en día la iglesia religiosa viola Santiago 1:12-13.

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque


cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida,
que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno
es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque
Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.
Santiago 1:12-13

Están diciendo que la tentación, los problemas, las pruebas y


la persecución que enfrentan vienen directamente de Dios que
está tratando de ayudarlos a ser pacientes. En este contexto, estos
versos verdaderamente están diciendo: “Estas tentaciones, pruebas,
y tribulaciones te ayudarán para que tu paciencia se fortalezca
conforme la pongas a trabajar como un músculo y la ejercites. Pero
nunca digas que esas tentaciones, pruebas, y tribulaciones vienen de
Dios. ¡Nunca hagas eso!” Sin embargo, la iglesia religiosa hoy está
predicando exactamente lo opuesto, diciendo: “Dios es el origen de
la tragedia”. Eso destruye la fe.

Jesucristo lo dejó muy claro:

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido


para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 10:10

Si es algo bueno, es de Dios. Si es algo malo, es del diablo.


Dios es un Dios bueno. El diablo es un diablo malo. Cada vez que

- 36 -
La Voluntad de Dios

te confundas con eso, y empieces a aceptar los problemas, y a decir:


“Oh Dios, sé que Tú enviaste esto para doblarme, para llenarme de
humildad, y para ayudarme a mejorar”, acabas de adoptar esa forma
de pensar extremista sobre la soberanía de Dios. Eso destruye la fe.
Te destruirá a ti, y te hará ineficaz.

Una Relación Destruida

La gente que piensa que la voluntad del Señor se está manifestando


con o sin ellos, tienen que culpar a Dios por las cosas malas que
están sucediendo en el mundo. Piensan que es Su culpa que nuestra
nación se esté convirtiendo en una nación más impía y pagana. Lo
culpan por la muerte a través del aborto de más de 42 millones de
bebés en los Estados Unidos, al pensar que esos bebés no pudieron
haber sido asesinados si no era Su voluntad. Esta forma de pensar no
solamente te da una opinión deformada de quién es Dios, también
destruirá tu relación con Él.

Si yo fuera al que están culpando por mandar huracanes, tornados,


tragedias, enfermedades, dolencias, por ocasionar divorcios, heridas
emocionales, y la rebelión en los niños, ¿te gustaría ser mi amigo?
Si tú pensaras que yo era responsable de matar y mutilar a la gente,
¿te gustaría pasar tiempo conmigo? Sin embargo la religión dice:
“Dios es el responsable de todas esas cosas, ¿no lo amas?” Luego
nos ponemos nuestra máscara religiosa y contestamos: “Oh sí,
verdaderamente lo amo”, y luego te escondes. Tienes miedo de que
hayas hecho algo mal, y que Él pueda darte un cáncer porque te lo
mereces. Eso es tener doble ánimo, y está destruyendo la relación de
la gente con Dios.

Uno de los magnates de los medios masivos de comunicación


en los Estados Unidos de América es dueño de varios canales de
televisión. Él fue criado en un hogar religioso. Su hermana murió
cuando eran niños, y la gente de la iglesia fue a verlo y le dijeron:

- 37 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“Dios quería tener a tu hermana. Era Su voluntad que tu hermana


muriera”. Este hombre dijo: “Si hay un Dios, lo odio porque mató
a mi hermana”. Hoy él profesa ser agnóstico y está haciendo todo lo
que puede para cambiar la ética judeocristiana en los Estados Unidos
de América a través de sus redes de televisión. Está haciendo muy
buena labor al introducir toda clase de impiedad en la televisión. La
gente religiosa personificó al Señor como el que mató a su hermana,
y él se volvió contra Dios de esta manera.

Hay mucha gente en esta nación que se está volviendo contra el


Dios que está personificado como el que manda ataques terroristas,
terremotos, inundaciones, y huracanes. Los líderes religiosos
públicamente le han atribuido estas cosas al juicio de Dios.
Apropósito: el huracán Katrina no fue el castigo de Dios. Si el Señor
hubiera empezado a juzgar, no se habría detenido en Nueva Orleans.
Estas cosas no son el castigo de Dios. Simplemente son parte de
vivir en un mundo caído y dañado por el pecado. La necedad de
construir una ciudad por debajo del nivel del mar y luego construir
un gran lago por encima de la ciudad, contenido artificialmente,
también contribuyó a esta catástrofe. Verdaderamente no fue la
culpa de Dios.

- 38 -
Capítulo 4

Todas las Cosas Ayudan a Bien

Nos han enseñado una doctrina religiosa con base en Romanos


8:28. Pero si tú leyeras esta cita en su contexto y analizaras las
palabras, no caerías en la trampa de una interpretación tan errónea.
Mucha gente que no podría decirte ningún otro versículo de la Biblia
puede citar Romanos 8:28, el cual dice…

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan
a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

La gente ha interpretado esto como si dijera: “Nada puede


suceder sino solamente la voluntad de Dios”. ¡Este versículo no
dice eso! No hay nada ahí que culpe a Dios por todo lo que sucede.
Solamente está diciendo que el Señor puede tomar cualquier cosa
que suceda y hacer que eso ayude a bien.

Pero tiene sus requisitos. La primera palabra de este verso es una


conjunción “y”, que une a este verso con los versos anteriores. Y los
versículos 26 y 27 estaban diciendo que el Espíritu Santo…

Nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como


conviene, no lo sabemos… porque conforme a la voluntad de Dios
intercede por los santos.

La palabra Griega traducida como “ayuda” literalmente


significa en infinitivo, “estar con alguien para auxiliar, cooperar,
asistir”. Describe una unión, no al Espíritu Santo haciendo toda la
intercesión por nosotros. El Espíritu Santo nos ayuda cuando estamos
intercediendo, pero Él no lo hace automáticamente por nosotros. Él
coopera con nosotros.

- 39 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Cuando empezamos a hacer lo que sabemos que debemos


hacer y oramos, si le permitimos, el Espíritu Santo cooperará con
nosotros, intercederá y producirá resultados sobrenaturales. Pero
esto no sucede automáticamente. Tenemos un papel que desempeñar
en esto.

Eso es muy significativo porque algunas personas dicen: “Bueno,


todas las cosas ayudan a bien”. No, no están ayudando a bien si
no estás operando en intercesión—no solamente una intercesión
humana, sino una intercesión en la que el Espíritu Santo te llena de
energía y operas en Su poder. Cuando el Espíritu Santo interviene y
tú estás operando en una intercesión sobrenatural, entonces puedes
afirmar que sabemos que todas las cosas ayudan a bien.

A los Que Aman a Dios

Entonces hay dos requisitos más en esto. El versículo 28 dice que…

A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.

Este versículo con frecuencia se toma fuera de contexto, como


cuando la gente dice: “Bueno, Dios hace que todas las cosas ayuden
a bien”. ¿Te acuerdas de los dos adolescentes que mencionamos
con anterioridad en este libro? Estaban consumiendo drogas y
tomando alcohol, no pudieron dar la vuelta en el pavimento mojado,
y murieron. Esos adolescentes no amaban a Dios. No estoy tratando
de ser malo con ellos, sin embargo podemos deducirlo por sus
acciones (Lc. 6:43-44). La Biblia llama mentiroso a una persona
que dice que ama a Dios, pero que no lo refleja en su manera de
vivir (1 Jn. 2:4; 4:20). Consumir drogas y alcohol, sobrepasar el
límite de velocidad, violar el principio de inercia (mucha velocidad
al dar vuelta)—di lo que quieras, pero no hay indicación de que esos
adolescentes amaban a Dios.

- 40 -
Todas las Cosas Ayudan a Bien

El conferencista de la reunión evangélica para hombres de


negocios que acababa de asistir a su funeral dijo: “Bueno, sabemos
que Dios se los llevó”. No, no sabemos eso. Hay muchas gentes
que mueren y se van al infierno. No todos los que parten de esta
vida automáticamente van a estar con el Señor. Eso depende de la
decisión de cada quien.

Mi esposa Jamie y yo estábamos en Inglaterra cuando la Princesa


Diana murió en ese accidente automovilístico. A un pastor, uno de
los niños de su iglesia le preguntó: “¿Se fue al cielo la princesa
Diana?” Él contestó: “Bueno, depende de si ella conocía a Dios o
no”. Los medios masivos de comunicación tomaron eso muy fuera
de contexto, y plasmaron este encabezado en los periódicos por toda
la Gran Bretaña: “Un pastor dice que Diana está en el infierno”.
¡La gente se enojó! En Inglaterra literalmente estaban temiendo la
posibilidad de disturbios civiles porque alguien declaró la verdad de
que si ella no había hecho a Jesucristo Su salvador personal, se iría
al infierno.

No importa de quién se trate, si esa persona no ha vuelto a nacer


antes de que muera, se va al infierno. No es por todos sus pecados
individuales, sino porque no hizo a Jesucristo su salvador personal.
Eso puede ser ofensivo para algunas personas, pero es la verdad.
Tienes que creer para poder recibir.

Escoge la Vida

Como la verdad puede ser ofensiva, especialmente en un funeral,


mucha gente simplemente dice: “Dios está haciendo que esto ayude
a bien, y sabemos que están en el cielo”, cuando no necesariamente
es verdad. Hay consecuencias por nuestras acciones.

Esta doctrina religiosa de la soberanía de Dios es la misma


actitud que vemos en el mundo donde la gente se niega a aceptar

- 41 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

responsabilidad por sus acciones. En vez de admitir que tienen un


problema con la bebida, dicen: “No puedo hacer nada al respecto. Es
mi herencia genética”. No son responsables de nada. Simplemente
le echan la culpa a algo o a alguien, o a todo—a la sociedad, al color
de su piel, al lugar donde crecieron. Si no pueden echarle la culpa a
nadie más, simplemente le echan la culpa a su familia desintegrada.

Pero el Señor dijo en Deuteronomio 30:19…

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,


que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

Dios no solamente te dio el examen, sino que también te dio la


respuesta. Escoge la vida. Pero date cuenta, Él te permite escoger. Tú
tienes la capacidad para escoger. Satanás no hizo que te convirtieras
en un patán. Tú escogiste ser un patán. A lo mejor durante tu vida te
sucedieron algunas cosas malas que hicieron la vida más difícil para
ti que para otra persona, pero nadie—ni el mismo diablo—te puede
hacer algo sin tu consentimiento y cooperación.

De acuerdo a la psicología moderna, yo no puedo ser normal


porque mi papá murió cuando tenía 12 años de edad. Crecí en una
casa sin un padre. Los psicólogos afirman que estoy destinado a
tener toda clase de problemas. Tú podrás preguntarte si soy normal
o no, sin embargo mi mamá que ya tiene noventa y cinco años,
recientemente me dijo que nunca le di un problema ni por un
momento. No atravesé por una etapa de rebelión. Crecí amando a
mi madre. No me di cuenta que estaba obligado a estar lleno de
problemas si no tenía un padre. Nadie me dijo que debería tener
estos problemas.

- 42 -
Todas las Cosas Ayudan a Bien

Una Actitud Análoga

En nuestra sociedad secular, nadie acepta responsabilidad por


nada. “Es tu culpa que yo sea como soy”. En vez de culpar a los
terroristas por lo que hicieron, algunas gentes están diciendo: “Los
Estados Unidos de América hicieron que los terroristas sean como
son”. ¡Por favor!

Esta enseñanza radical de la soberanía de Dios es análoga a la


actitud del mundo secular que se niega a aceptar toda responsabilidad.
Simplemente le echamos la culpa a Dios. “Él controla todo. Todas
las cosas ayudan a bien”. No, Él no creó esos problemas. Pero sí,
Él puede tomar esas cosas y hacer que ayuden a bien. En primer
lugar, depende de que el Espíritu Santo interceda a través de ti, y en
segundo lugar, tienes que amar a Dios.

El tercer requisito, registrado en Romanos 8:28, para que Dios


haga que todas las cosas ayuden a bien es…

A los que conforme a su propósito son llamados.

El propósito de Dios es destruir las obras del diablo.

Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras


del diablo.
1 Juan 3:8

No funcionará si no estás resistiendo al diablo y peleando en


contra de tu problema. Si lo has aceptado diciendo: “Oh Dios,
gracias porque me diste este cáncer”, entonces no va a ayudar a bien.
Sólo ayuda a bien si amas a Dios, si estás resistiendo el problema,
y si tienes determinación para destruir las obras del diablo. Si tú le
permites al Espíritu Santo que obre a través de ti, entonces puedes
tomar cualquier cosa que el diablo te aviente y ayudará a bien. Pero
si aceptas el problema, y dices: “Dios, gracias porque mandaste
estas pruebas a mi vida”, eso no ayudará a bien. De hecho, te matará.

- 43 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La Siesta

Cuando mi hijo mayor tenía un año de edad, un día yo estaba


cargando una camioneta de madera para ganar un poco más de dinero.
En esa época estaba pastoreando una iglesia en Seagoville, Texas.
Hacía mucho calor, más de treinta y cinco grados centígrados, y el
suelo de la maderería era pura tierra. Joshua había estado corriendo
y jugando. Llegó la hora de su siesta y él quería acostarse en ese
suelo de tierra para dormir. Estaba sudoroso porque había estado
corriendo, yo sabía que si lo acostaba allí se ensuciaría. También
sabía que a Jamie eso no le gustaría, así que lo puse en la cabina
de esa camioneta que estábamos cargando. La ventana estaba por
encima de mi cabeza. Cuando puse a Joshua allí baje los vidrios de
las ventanas y le dije que se acostara y se tomara una siesta.

A Joshua hasta se le espantó el sueño cuando se puso de pie en la


cabina. Él había querido subirse allí todo el día. Así que se despertó,
empezó a mirar por la ventana, y a saludarme por los espejos
retrovisores. Me acerqué y le dije que se acostara y se tomara una
siesta. Me desobedeció y se levantó. Finalmente, le di unas nalgadas
y le dije que se acostara y se tomara la siesta. Sin embargo, Joshua
se encaramó por la ventana tratando una vez más de saludarme por
el espejo retrovisor, y se cayó de esa camioneta. Sólo tenía un año de
edad, se golpeó el ojo, y se cayó de cabeza en el suelo. Ese accidente
pudo haberle roto el cuello, o haberlo matado, o haberle causado
algún otro problema grave.

Estaba tendido en el suelo llorando. Corrí y lo abracé, lo sostuve


en mis brazos, y oré por él. Cuando finalmente dejó de llorar, le
dije: “Joshua, esto es lo que te estaba diciendo. Si me hubieras
obedecido, esto no habría sucedido”. Usé esa circunstancia negativa
para enseñarle una lección.

Si mi hijo hubiera sido como la mayoría de los Cristianos,


le habría dicho a sus amigos: “¡Mi papá es un papá formidable!

- 44 -
Todas las Cosas Ayudan a Bien

Me empujó de la cabina de esa camioneta, me amorató un ojo, y


me lanzó de cabeza para enseñarme a obedecerlo”. Si alguien
pudiera comprobar que un padre hace cosas como esas, el servicio
del gobierno de protección al menor vendría, lo arrestarían, y lo
encarcelarían porque ésa no es la manera correcta para disciplinar a
los hijos.

Un Verdadero Asesino de la Fe

Sin embargo, esto es lo que muchos Cristianos están diciendo.


“Dios es el que me hizo tetrapléjico porque esto lo glorifica”. Hay
un famoso ministro tetrapléjico que le echa la culpa a Dios por
su condición, pero la verdad es que esa persona saltó de una roca
a una alberca de agua que tenía un letrero que decía: “Prohibido
Nadar”. A pesar de eso lo hizo, desobedeció, se rompió el cuello, y
se convirtió en un tetrapléjico. Esta persona dice: “Dios me hizo esto
para hacerme reaccionar”.

Sin lugar a dudas Dios usó esta situación, porque esta persona
se acercó a Él mientras estaba encamada por su tetraplejia y no
tenía nada más que hacer sino escucharlo. Ahora esta persona alaba
al Señor y atrae a muchas personas hacia Él. Pero Dios no la hizo
tetrapléjica; eso es desvirtuarlo; el Señor no lo hizo.

Si todo lo que haces es enfatizar la gracia y decir: “Todo depende


totalmente de Dios. No podemos cambiar Sus planes. La voluntad
de Dios se manifiesta automáticamente. No tenemos nada que ver
con eso”, entonces en vez de que sea verdadera gracia bíblica,
se convierte en una soberanía extrema de Dios. Pensar que Dios
controla todo y que nada sucede sin Su autorización es una manera
de matar la fe.

Si verdaderamente crees eso, entonces simplemente vete a vivir


en pecado, porque a fin de cuentas no podrías hacer nada si no

- 45 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

fuera la voluntad del Señor. Sé tan carnal como quieras, porque no


podrías serlo si no fuera la voluntad del Señor. Eso desafía la lógica.
Solamente una persona religiosa creería eso. No es verdad. Sin
embargo, a eso lleva esa forma de pensar que enfatiza unos cuantos
versículos que hablan sobre el hecho de que Dios es todopoderoso, y
que Él conoce el fin desde el principio, y los exagera de una manera
desequilibrada.

- 46 -
Capítulo 5

Dios No Es Tu Problema

Aunque es una doctrina muy importante en el cuerpo de


Cristo, sólo hay dos lugares en Las Escrituras donde se menciona
la predestinación: en Romanos 8:29-30 y Efesios 1:5, 11. Algunas
personas creen que Dios ha predestinado todo.

Romanos 8:29 dice:

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.

La clave para comprender la predestinación es que Dios sólo


predestinó a los que conoció con anterioridad. “Conocer con
anterioridad” se refiere a la capacidad de Dios de conocer el futuro
por adelantado. Solamente la gente que Él ya sabía que aceptaría a
Jesucristo ha sido predestinada. Nadie ha sido predestinado a ser
salvo o a perderse. Pero después de que eres vuelto a nacer, Dios
ha predeterminado—predestinado—que tú seas conformado a la
imagen de Su hijo. Si tú no cooperas en esta vida, entonces eso
sucederá cuando Él venga.

Cuando veamos a Jesucristo…

Seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.


1 Juan 3:2
Si tú cooperaras con el Señor, entonces podrías empezar a ser
como Él aquí en esta vida. Tú puedes empezar a experimentar
gozo, paz, victoria, unción, y poder. Si has sido vuelto a nacer,
está predeterminado que terminarás siendo como Jesucristo. Si
tú cooperas, puedes experimentarlo aquí en esta vida tanto como

- 47 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

renueves tu mente. Si no cooperas, de todas maneras finalmente


serás como Jesucristo porque serás como Jesucristo cuando Él
venga. Estás predestinado a ser como Él. Eso es todo lo que eso
significa.

Buenos Planes

Dios no predestinó a nadie a llevar una vida de desorden. Él no


predeterminó a nadie a ser un fracasado.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de


vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11

Dios tiene buenos planes para ti. Él tiene un plan y un destino


para cada persona. Tú no eres un accidente. No importa si tus padres
no sabían que ibas a nacer, Dios lo sabía. Él tiene un plan para ti, y no
planeó que alguien fuera un mediocre o un fracasado. Dios no planeó
el dolor y las heridas del alma que has experimentado. Él no planeó
la tragedia. Si tú tuviste una infancia terrible, no fue Dios el que hizo
que eso sucediera. Eso sucede porque Dios le dio a la gente—a los
individuos—la libertad de escoger y de ejercer el libre albedrío.

La gente ha tomado decisiones incorrectas, y en algunas ocasiones


tú sufres por eso, pero Dios no determinó esto. Él no controla a la
gente como piezas de ajedrez ni hace que todo suceda. Si tú has
experimentado tragedias terribles en tu vida, Dios no las causó.

A mí me consuela mucho saber que Dios es un Dios bueno. Mi


papá murió cuando yo tenía doce años, pero Dios no lo mató. Me han
sucedido muchas cosas negativas en mi vida. Me han robado, han
dicho mentiras sobre mí, me han secuestrado, me han boicoteado,
me han escupido, y mucho más. Esas cosas me sucedieron, pero

- 48 -
Dios No Es Tu Problema

Dios no las ordenó. Él no es el que causó mis problemas. El diablo


intervino por lo menos parcialmente, y en la mitad de las veces o
más yo cooperé de alguna manera. Me bendice saber que Dios no es
mi problema.

Dios tampoco es tu problema. No todo depende de Él. La gracia es


lo que Dios hace por ti independiente de ti, pero no se manifiesta en tu
vida a menos que aprendas algunas cosas y que sepas cómo cooperar.
Conforme continúes leyendo este libro pondré más de estas verdades
en armonía, lo que te ayudará a comprender mejor cuál es la parte de
Dios y cuál es la tuya; te ayudará a tener fe en lo que Dios ha hecho,
en vez de fe en lo que tú has hecho. Te ayudará a comprender el poder
y la autoridad que Dios te ha dado, y te dará algunas respuestas que
verdaderamente harán una diferencia en tu vida.

Alcánzalo y Tómalo

En mi propia vida, si no hubiera arreglado estos asuntos, no


habría visto tantas cosas manifestarse como he visto. Las cosas de
Dios no se manifiestan automáticamente. Si no las buscas, no las
obtendrás. Debes buscar las cosas de Dios.

Toma, por ejemplo, el bautismo del Espíritu Santo. Mucha gente


me ha dicho: “Si Dios quiere que yo reciba el bautismo del Espíritu
Santo y que hable en lenguas, estoy listo. Depende de Él. Si quiere
dármelo, lo tendré”. Así no sucede. No puedes decir: “Si Dios quiere
que yo sea salvo, recibiré. Depende de Él”. No, ¡Debes creer!

Un día, cuando yo era niño durante la escuela bíblica de verano,


recuerdo que estaba sentado en la parte de atrás en el auditorio de
la iglesia. El hombre que estaba al frente sacó algo de su cartera y
anunció: “Le daré este billete de un dólar al primer niño que venga
aquí y lo tome”. Instantáneamente, había como veinte o treinta niños
saltando de arriba abajo alrededor de él diciendo: “¡yo lo quiero, yo

- 49 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

lo quiero!” Yo estaba pensando: “Ésta es la peor ocasión para estar


sentado en la fila de atrás (normalmente mi familia se sentaba al
frente). Sin embargo, ese hombre ignoró a esos niños, mantuvo su
mano levantada, y repitió: “Le daré este billete de un dólar al primer
niño que venga aquí y lo tome”. Todos nos estábamos preguntando:
“¿Qué quiere decir?” Todos esos niños al frente lo querían.

Como a la tercera vez que dijo: “Le daré este billete…”


finalmente se me prendió el foco y supe qué quería decir. Salté de
mi silla y corrí hacia el frente. Me abrí paso a empujones pasando
por donde estaban los otros niños, agarré el brazo de este hombre,
me trepé, y arrebaté el billete de su mano. Cuando lo hice, me vio y
dijo: “Ahora bien, tú eres el primer niño que vino aquí y lo tomó”.
Viendo a los otros niños, dijo: “Todos ustedes lo querían, y el billete
estaba disponible, sin embargo, tienen que alcanzarlo y tomarlo”.
Luego nos enseño que recibir la salvación es así.

Dios ya ha suministrado el perdón de los pecados para cada


persona, pero éste no se manifiesta automáticamente. No es la gracia
solamente lo que te salva. Tú debes creer. Tú tienes que alcanzarlo
y tomarlo. Tienes que combatir los pensamientos que el diablo pone
en tu mente cuando te dice: “Dios no podría amarte de esa manera.
Eres muy impío”, y así por el estilo. Tienes que pelear en contra de
esas cosas y perseverar. Debes alargar tu mano y con fe declarar:
“Creo lo que La Palabra de Dios dice” y tomarlo. No sucede
automáticamente.

Es tu Decisión

Sucede lo mismo con todo lo demás en la vida Cristiana. Dios ya


ha hecho la provisión, sin embargo, ¿te vas a quedar ahí diciendo:
“Qué será, será. Whatever will be, will be” y echándole la culpa a
Dios por el desorden en que se encuentra tu vida? O vas a reaccionar
y a declarar: “El Señor ha provisto para mí algo mejor que esto.

- 50 -
Dios No Es Tu Problema

Gloria a Dios, voy a descubrir cuál es mi parte, voy a hacer lo que


Dios me ha dicho que haga, y voy a recibir su poder milagroso”. Es
tu decisión.

- 51 -
Capítulo 6

La Respuesta de Fe

Tanto la gracia como la fe deben combinarse para poder ver el


poder de Dios disponible en tu vida. Por lo general el cuerpo de
Cristo está dividido en dos grupos: los que solamente enfatizan la
gracia y excluyen la fe y los que solamente enfatizan la fe y excluyen
la gracia. Enfatizar cualquiera de las dos—la gracia o la fe—está
mal si las tomas por separado.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no


de vosotros, pues es don de Dios.
Efesios 2:8

Es la combinación de la gracia y la fe lo que desata el poder de


Dios. Tomar la gracia o la fe por separado y excluir la otra es en
realidad desastroso, y eso te destruirá.

Mucha gente ha enfatizado que todo depende de Dios, hasta el


punto de excluir la verdad de que tenemos un papel que desempeñar
en lo que Él hace. Esta enseñanza extrema de la soberanía de Dios—
en la que se culpa a Dios por todo lo que nos sucede—hoy por hoy
es la peor doctrina en el cuerpo de Cristo. Hace pasiva a la gente. Si
Dios está controlando todo, cuál es el objetivo de que lo busquemos,
oremos, estudiemos La Palabra, o que hagamos cualquier otra cosa,
ya que a fin de cuentas: “Qué será, será. Whatever will be, will be.
Todo depende de Dios”. Ahí es donde está atorada una gran parte
del cuerpo de Cristo, y eso nos estorba para tomar nuestra autoridad.

- 53 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Resiste al Diablo

Santiago 4:7 dice:

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Debes reconocer que algunas cosas provienen de Dios y algunas


cosas del diablo. Satanás no es el muchacho mensajero de Dios. Esta
imagen mental de que el diablo está atado con una correa, y que
Dios es el que determina qué tan lejos se puede ir, no es verdadera.
Tú eres el que le permite a Satanás que venga.

Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda


alrededor buscando a quien devorar.
1 Pedro 5:8 (el énfasis es mío).

Él no puede devorar a cualquiera; y no te puede hacer cosas


sin tu consentimiento y tu cooperación. Una de las cosas que le da
rienda suelta al diablo en tu vida es la actitud que dice: “Bueno, no
pudo haber sucedido si no hubiera sido la voluntad de Dios”. Así
que, en realidad no puedes pelear en contra de eso. Repito, Santiago
4:7 nos dice que “resistamos al diablo”. Resistir significa “luchar
alguien con la persona o cosa que le ataca”. No puedes pelear
enérgicamente en contra de algo si piensas que Dios lo ha ordenado
y lo ha permitido. Él no es el que permite estas cosas.

La Incredulidad Limita a Dios

Considera la vez que los Israelitas salieron de la tierra de Egipto.


Hay muchas, muchas ocasiones en las que el Señor dejó muy claro
que Él quería que ellos entraran directamente a la tierra prometida
y que recibieran las promesas que Él tenía para ellos. Pero por
su desobediencia e incredulidad, se pasaron cuarenta años en el
desierto. Ésa no era la voluntad de Dios ni Su plan para ellos.

- 54 -
La Respuesta de Fe

Y volvían, y tentaban á Dios, Y ponían límite al Santo de Israel.


Salmo 78:41 (Reina Valera Antigua).

En sus corazones, regresaron a Egipto, provocaron a Dios,


y limitaron al Santo de Israel. Reitero, mucha gente ni siquiera
puede concebir esto. Piensan: “No hay nada que podamos hacer
que limite a Dios”. El Señor no nos está imponiendo Su voluntad
ni individualmente ni colectivamente como nación o grupo de
personas. Tú tienes que cooperar con Dios para ver que Su voluntad
se manifieste en tu vida.

Deuteronomio 7:15-18 habla de cómo ellos habrían tenido una


victoria absoluta. Nadie se les enfrentaría. El Señor pondría a todos
sus enemigos a sus pies—una promesa de una victoria total. Luego
el verso 17 dice:

Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más


numerosas que yo; ¿cómo las podré [Dios] exterminar?

Les acababa de prometer la victoria absoluta. “Nadie permanecerá


de pie ante ti. Ganarás todas las batallas. Todo va a funcionar. Pero
si dices esto en tu corazón y adoptas una actitud de incredulidad,
‘¿cómo podrás expulsar a estas naciones?’”

Dios no puede traer liberación a tu vida si tú te sometes a través


de la incredulidad al temor y a la duda. Eso detiene el poder de
Dios y evita que opere. Ésta es una verdad muy importante. Pero
para aquellos que enfatizan la doctrina extrema de la soberanía de
Dios—Él controla todo—lo que acabo de compartir es terrible. Me
odian porque enseño esto. Le han puesto a mi ministerio la etiqueta
de culto espurio y muchas otras porque predico que la voluntad de
Dios no se manifiesta automáticamente. Tú tienes que optar por la
voluntad de Dios. Personalmente, pienso que esto es obvio si eres un
estudiante de La Palabra.

- 55 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

No ha Sido en Vano

Pablo dijo:

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy


digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia
de Dios.
1 Corintios 15:9

Ésa es una declaración muy fuerte hecha por un hombre que


escribió la mitad del Nuevo Testamento y que vio gente resucitar de
entre los muertos. Él era un poderoso hombre de Dios, sin embargo,
Él sabía que eso no se debía a lo que él era en su ser natural. Era
por la gracia y la misericordia de Dios. Así que dijo: “Soy el más
pequeño de los apóstoles, por las cosas que hice ni siquiera soy
digno de ser llamado apóstol”. Pero el verso 10 dice:

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy.

Él le dio todo el crédito a Dios y dijo: “Es la gracia, el favor


inmerecido y la capacidad de Dios, que me fue dada, lo que me hizo
ser quien soy”. Luego continuó diciendo:

Y su gracia no ha sido en vano para conmigo.


1 Corintios 15:10

En Gálatas 2:16, Pablo dijo que si estás tratando de ser justificado


por las obras de la ley, entonces Cristo no te aprovecha para nada. Tu
fe es vana y anula la gracia de Dios.

La gracia es lo que Dios hace por nosotros, independientemente


de nosotros. No tiene nada que ver con nuestro comportamiento. Por
gracia, Dios ya ha provisto el perdón de los pecados, la sanidad, la
liberación, el gozo, y la paz. Todo lo que Dios es y tiene ya se ha
realizado por gracia. Pero la gracia por sí misma no nos transforma,

- 56 -
La Respuesta de Fe

a menos que haya una respuesta de fe de nuestra parte. Esto es lo que


el apóstol Pablo estaba diciendo.

He Trabajado Más

Su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he


trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de
Dios conmigo.
1 Corintios 15:10

Este versículo sirve como un gran ejemplo de la gracia y la fe


operando juntas. Dios por Su gracia, le hizo un llamamiento a Pablo.
Él estaba en camino para ir a asesinar a los Cristianos en Damasco.
Sin embargo, Dios se le apareció en medio de un resplandor de luz
deslumbrante, y le dio una oportunidad para responder. Ésa era
gracia. Pablo no se merecía eso. Cuando el Señor le habló, Le dijo:

Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar


coces contra el aguijón.
Hechos 9:5

El Señor ya había estado tratando de convencerlo de su error y


compungiendo su corazón. Hay varios versículos donde las gentes
se compungieron de corazón (por ejemplo, Hch. 2:37). Esto está
hablando de la contrición que da el Espíritu Santo.

Dios había estado convenciendo de su error al apóstol Pablo


desde que éste vio que Esteban fue apedreado hasta morir. Saulo,
quien se convirtió en Pablo, era aquel a cuyos pies todos los testigos
pusieron sus ropas. Él cuidó de sus ropas mientras los veía apedrear
a Esteban hasta la muerte (Hch. 7:58). Saulo vio que cuando Esteban
estaba muriendo, se arrodilló y oró:

Señor, no les tomes en cuenta este pecado.


Hechos 7:60

- 57 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Esteban vio los cielos abrirse y que Jesucristo estaba parado a


la diestra del Padre (Hch. 7:55-56). Saulo escuchó a Esteban dar
testimonio de esto unos momentos antes de que muriera, y Dios había
estado compungiendo el corazón de Saulo desde aquel entonces. El
Señor ofreció gracia para el hombre que estaba matando a Su propia
gente. ¡Ésa es la gracia de Dios!

Una Batalla Espiritual

Sin embargo, si él no hubiera respondido y trabajado más que


todos ellos, entonces posiblemente habríamos leído el reporte
de cómo se convirtió Saulo, pero él no se habría convertido en
Pablo. Él no habría sido el apóstol que escribió la mitad del Nuevo
Testamento y que hizo todos esos milagros maravillosos. Se
requiere una respuesta de nuestra parte para que la gracia y lo que
Dios ha suministrado gratuitamente para nosotros pueda funcionar
en nuestra vida.

¡Estamos en una batalla! Me sorprende ver cuánta gente no


comprende esto. Están buscando razones físicas y naturales para
explicar cómo suceden las cosas. Pero, estamos en una batalla
espiritual, y Satanás está haciendo todo lo que puede para detenerte.
Tú observas las cosas y solamente ves en el ámbito natural,
preguntándote: ¿Por qué sucede esto? Ésa es la razón por la que
la gente se desespera cuando ve que el proceso político va en una
dirección opuesta a lo que quieren. Es porque ahí es donde está su
esperanza y su fe en vez de que estén en Dios. Están poniendo su
confianza en cosas físicas y naturales para su salvación. Pero hay
una batalla espiritual desarrollándose.

Cuando tú cooperas con Dios y lo buscas con todo tu corazón,


suceden cosas buenas. Cuando no buscas a Dios, y estás operando en
el ámbito físico, suceden cosas malas porque Satanás anda alrededor
buscando a quien devorar.

- 58 -
La Respuesta de Fe

Tu consentimiento y cooperación son necesarios para que el


diablo pueda hacer algo en tu vida. No hay mucha gente que crea
eso, pero es verdad.

No estamos peleando contra sangre y carne. No es una batalla


física; es una batalla espiritual. Hay dinámicas espirituales
desarrollándose, y tú tienes que cooperar. Tú debes resistir—pelear
en contra de la incredulidad, el desánimo, y el negativismo de este
mundo—para que puedas ver que lo que Dios quiere hacer en tu
vida se manifiesta.

Dios tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros. Él no ha


creado a ninguno de nosotros para la derrota o el fracaso. Él tiene un
plan perfecto para todos, pero sólo algunas personas verán que éste
se manifiesta en sus vidas. No es porque Dios haya creado a algunos
de nosotros para que seamos unos inadaptados. No es porque Él
quiera que algunos de nosotros seamos unos fracasados. No es
porque sólo haya unos cuantos a los que Dios verdaderamente ame.
No, la gracia de Dios es la misma para todas las personas. Pero no
todos trabajan con tesón para ver cuál es el propósito y el plan de
Dios para sus vidas.

¡Hazlo!

A algunas personas el Señor les ha dado una instrucción, sin


embargo, aquí están después de uno, dos, o tres años y aun no han
hecho lo que Dios les dijo que hicieran. Simplemente no puedo
comprender eso. Ni siquiera quiero comprenderlo. Ni siquiera
quiero poder comprender cómo la gente puede vivir de esa manera.
Si Dios me dice que haga algo, ¡lo haré aunque todos los diablos del
infierno se pongan furiosos! Lo voy a hacer.

En una ocasión le ofrecimos un trabajo de administrador de


nuestra escuela nocturna a uno de nuestros graduados. En esa época,

- 59 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

ese puesto era de 20 horas por semana, y este graduado estaba


acostumbrado a ganar mucho dinero. Tiene una familia grande—cinco
hijos—si él aceptaba el puesto eso iba a significar una gran reducción
en su ingreso. Un día, mientras él estaba en mi casa haciendo algunas
cosas, dijo: “Verdaderamente creo que esto es lo que Dios quiere
que yo haga, pero tengo una familia de la que soy responsable. Esto
es apenas la mitad del sueldo que tenía. ¿Qué hago?” Me estaba
haciendo toda clase de preguntas. Simplemente le dije: “Estaba de
acuerdo contigo hasta donde me dijiste que sientes que esto es lo que
Dios quiere que hagas. Si verdaderamente crees que esto es lo que
Dios quiere que hagas, entonces simplemente hazlo”.

“Bueno, sí ¿pero…?”

Contesté: “No me importa nada más. Si tienes que deshacerte


de algunas cosas, conseguir una casa más pequeña, vender tu casa,
cambiarte a un departamento, vender tus carros—haz lo que sea
necesario para que hagas lo que Dios te pidió”.

Esta persona decidió aceptar el puesto, pero transcurrieron cuatro


o cinco meses antes de que el puesto estuviera verdaderamente
disponible. Durante esa época en nuestra escuela bíblica tuvimos
muchos cambios de personal, y le ofrecimos un mejor puesto que
pagaba casi el mismo salario que el del empleo que estaba dejando.
¡No perdió nada! Pero si no hubiera aceptado el empleo de 20 horas,
probablemente no lo habríamos contratado para el puesto que tenía
mejor salario y que era de tiempo completo.

Algunas gentes escuchan la voz de Dios, pero luego argumentan,


diciendo: “Pero Dios, ¿qué voy a hacer con tal cosa?” ¿A quién le
importa algo más? Esto no es un ensayo con vestuario. No estamos
practicando solamente. Esto es real. Si Dios te habla y te dice algo,
deberías dejar todo lo demás y hacer lo que Él te diga. Si el Señor
lo dijo, así es. Dios tiene un plan para tu vida que es superior a
cualquier cosa que tú pudieras planear por tu propia cuenta. Debes
seguirlo a Él.

- 60 -
La Respuesta de Fe

Qué privilegio es escuchar la voz de Dios. Qué honor es que


Dios todo poderoso te hable. Cuando lo hace, simplemente deja todo
lo demás y haz lo que te pida.

Prioridades Trastocadas

En una ocasión una mujer le dijo al director de nuestra escuela:


“Sé que Dios me ha pedido que venga a Colorado Springs y que
asista a Charis Bible College, pero tengo dos perros. ¿Qué hago?”

Él contestó: “Hasta donde yo sé, sí permiten perros en Colorado.


Tráelos contigo”.

Yo le dije: “Mátalos”. Ahora bien, yo amo a los perros, yo


mismo he tenido perros. Pero si un perro me estorbara para hacer lo
que Dios me pidió que hiciera, me desharía de ese perro o se lo daría
a otra familia. Haría lo que fuera necesario. ¿Por qué permitirías
que dos perros—o cualquiera que fuera tu excusa—te impidieran
obedecer a Dios?

Dios tiene un plan para ti. Él ofrece la gracia, pero esto requiere
un esfuerzo de tu parte. Tú tienes que tomar algunas decisiones. Tú
tienes que hacer lo que sea necesario para seguir a Dios, equilibrando
la gracia y la fe. Dios por la gracia, nos da dones, talentos, y
capacidades que son totalmente independientes de cualquier cosa
que merezcamos. Solamente es Su gracia. Es cierto que algunas
cosas son la parte que le toca a Dios. Él actúa a través de la gracia.
Pero luego debe haber una respuesta de fe de nuestra parte. Tú debes
combinarlas correctamente para poder ver que el poder de Dios
opera en tu vida. Si tú te adelantas a Dios y empiezas a tomar tus
propias decisiones, tratando de forzarlo a hacer cosas, eso tampoco
funcionará. Tienes que descubrir lo que Dios ha hecho por gracia—
lo que Él ha provisto, cuál es Su voluntad. Luego tiene que haber
una respuesta adecuada de tu parte, que la Biblia llama fe.

- 61 -
Capítulo 7

Haciendo que Dios Actúe

La fe es simplemente nuestra respuesta positiva a lo que Dios ya


ha hecho por Su gracia. Eso es importante.

La fe no es algo que tú haces para que Dios te responda. Ésta es


una grave idea equivocada muy popular en el cuerpo de Cristo entre
los que enfatizan la fe.

Frecuentemente toman versículos como Marcos 11:23, y


enfatizan sólo lo que tú tienes que hacer. Algunos hasta han salido
con la conclusión de que: “Estoy obligando a Dios. Estoy haciendo
que Dios actúe”. De esa manera llegamos a inventar declaraciones
como: “La Fe hace que Dios Actúe”. Dios no es el que está atorado.
Él no es el que necesita actuar. Dios actuó antes de que tuvieras
un problema. Él actuó a través de Jesucristo. Toda persona que
alguna vez será sanada, ya fue sanada hace dos mil años a través de
Jesucristo. Toda persona que alguna vez recibirá salvación ya fue
perdonada a través de Jesucristo. Toda persona que será bendecida,
que tendrá gozo, paz, o lo que sea, ya ha recibido ese bien hace dos
mil años a través de Jesucristo. Tú no necesitas que Dios actúe. Tú
no necesitas que venga y te toque o te sane. Dios ya ha provisto todo.
No puedes obligarlo a que haga nada. Si tu actitud es ésta: “Voy a
hacer que Dios me sane. Voy a hacer que el poder de Dios fluya”, eso
es la arrogancia al máximo. Causará frustración en tu vida si tratas
de torcerle el brazo a Dios para obligarlo a que haga algo. Eso no es
para nada congruente con La Palabra.

- 63 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La Fe es Tu Respuesta

La fe no hace que Dios actúe. Él ya actuó por gracia. La fe


solamente es tu respuesta positiva a lo que crees que Dios ya ha
suministrado. La fe sólo se apropia de lo que Dios ya ha suministrado
por gracia. Si Dios no lo ha suministrado por gracia, entonces tu fe
no puede hacer que suceda.

Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este


monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón,
sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será
hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11: 23,24

Este pasaje ha sido enseñado principalmente por gente que


enfatiza la fe. Dicen: “Tenemos poder y autoridad, y hay ciertas
cosas que tenemos que hacer para ver que lo que Dios quiere para
nosotros se manifieste”. Eso es verdad, pero se puede llevar a un
extremo equivocado—hasta llegar a decir que literalmente puedes
“hacer” que Dios haga cualquier cosa. “¡Cualquier cosa que quieras,
solamente tienes que decirla! Cree que recibes, y Dios tiene que
hacerlo”. Escucharás a algunas personas que describen las cosas con
esa clase de terminología: “Vamos a agarrar a Dios y no lo vamos a
soltar hasta que hagamos que el poder de Dios fluya”.

En cierto sentido, ahora mismo eso es lo que está sucediendo en


el cuerpo de Cristo en relación a la oración y la intercesión para el
avivamiento. Creen que Dios está por ahí con los brazos cruzados,
pensando: “¡Son ustedes un montón de hipócritas!” Dicen: “Dios
no está actuando ni derramando a Su Espíritu sobre la gente para
que sean salvados, sanados, y liberados, porque está enojado con
nosotros. Por lo tanto, lo que debemos hacer es motivar a la gente
para que oren y se arrepientan. Pero él no va a escuchar solamente
a uno o dos de nosotros. Debemos reunir a cientos de miles, y hasta

- 64 -
Haciendo que Dios Actúe

millones de personas. Tenemos que presionar a Dios y no soltarlo.


¡Unámonos a una cadena de oración para orar las veinticuatro horas
del día hasta que literalmente cansemos a Dios y lo obliguemos a
que desate Su poder y que envíe el avivamiento!” A lo mejor no
están usando esa terminología, pero ésa es la misma actitud que
prevalece en el cuerpo de Cristo—que estamos haciendo que Dios
actúe y que derrame Su poder. ¡Eso es un insulto para Dios! Esa
actitud está diciendo que ellos aman más a la gente que Dios.

Sé un Conducto

Cuando era más joven, hice todas estas cosas, en contra de


las cuales predico ahora. Yo mismo las he hecho, así que no estoy
en contra de la gente que está haciendo lo que estoy refutando.
Pero desde entonces, mi comprensión de La Palabra ha crecido y
madurado. Recuerdo que acostumbraba organizar vigilias de oración
que, por cierto, nunca duraban más allá de la una o dos de la mañana.
Esto fue antes de que hablara en lenguas. ¡Tú puedes orar por todo el
mundo en treinta minutos, si no sabes cómo orar en lenguas!

En una ocasión, recuerdo que estaba orando tan apasionadamente


que literalmente estaba gritando, dando alaridos, y golpeando la
pared con mi puño. Dije: “¡Dios, si tu amor por la gente de Arlington
Texas, fuera la mitad del mío, tendríamos avivamiento!” Tan pronto
como esto salía de mi boca, supe que algo estaba terriblemente
mal en mi teología. Estaba tratando de hacer que Dios tuviera tanta
compasión como yo, que es exactamente lo que la gente trata de
hacer con la oración. Dicen: “¡Dios mío, ¿no te preocupas por
nuestro país? Oh Dios, ¿por qué estás derramando tu Espíritu allá
en África? ¿Por qué no vemos muchos milagros? Dios, por favor
actúa aquí!” Es como si dijeran: “Dios, ¿no amas a estas personas
tanto como nosotros?” Algo está verdaderamente mal en esa clase
de oración.

- 65 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Cuando intercedes por alguien, sea tu cónyuge o tus hijos,


¿oras así: “Ay Dios mío, los amo tanto que no puedo vivir si no son
salvos”? ¿Piensas honestamente que tú los amas más que el Señor?
¿Por qué abordas al Señor de esa manera? Es porque no crees que
Dios ya haya hecho Su parte. Tú crees que Él está esperando que
alguien actúe y ore, y luego Él responde a su oración. Eso está mal;
pero, es la manera como la mayoría de la gente piensa hoy en día.
Ése eres tú asumiendo demasiada responsabilidad, y pensando que
puedes hacer que Dios actúe.

Hace poco en una reunión, una mujer se me acercó diciendo:


“Sé que el Señor escucha tus oraciones. ¿Podrías orar para que Dios
actúe y que salve a mi esposo?”

Contesté: “¿Qué quieres que pida en oración? ¿Cómo puedo


motivar más a Dios de lo que ya está? Ya envió a Su Hijo para que
muriera por él. Tú estás deduciendo que Dios no está tan motivado
como yo”. Le dije a esta mujer: “Estás manejando mal este asunto.
En vez de acercarte a Dios como si fuera un adversario, tratando de
obligarlo a que haga algo, deberías empezar a alabar a Dios porque
Él ama a tu esposo más que tú. Deberías empezar a alabar a Dios por
las grandes cosas que ha hecho, y sólo ser un canal a través del cual
Su amor fluya hacia tu cónyuge”.

Todo lo que Pidiereis

Muchas personas yerran cuando tratan de obligar a Dios a que


haga algo. Toman versículos como Marcos 11:24, y dicen: “Confieso
con mi boca y creo con mi corazón que puedo robar un banco y
escaparme con un millón de dólares sin que me atrapen”. ¿No dice
Marcos 11:24 “todo lo que pidiereis”? ¿No es robar un banco parte
de ese “todo lo que pidiereis”? Por supuesto que la mayoría de la
gente no cree que puedas usar Las Escrituras para tener éxito al

- 66 -
Haciendo que Dios Actúe

robar un banco, pero debes comprender por qué no debes creerlo.


¿Por qué no puedes usar Marcos 11:24 para robar un banco?

Una mujer fundó un Instituto Bíblico en Arlington, Texas, que


enfatizaba la fe. Su deseo era ser la esposa de Kenneth Copeland.
Así que se puso un vestido de novia e hizo una ceremonia nupcial
en la que se “casó” con Kenneth Copeland “en el espíritu”. Por
supuesto que él no estaba físicamente ahí. Sin embargo, ella se basó
en Marcos 11:24 y se “casó” con él en el “espíritu”. Ella deseaba que
Kenneth Copeland fuera su esposo, así que lo declaró y “usó” esta
cita bíblica con “fe” para obtenerlo.

Sin embargo, Keeneth ya estaba casado con Gloria Copeland.


Esta mujer de Arlington pensaba que Gloria era su montaña, así que
la maldijo y le ordenó que se muriera y que se saliera de su camino.
Ella prosiguió y se “casó” con Kenneth Copeland “en el espíritu”,
y solamente estaba esperando a que Gloria se muriera para que ella
pudiera consumar el matrimonio con Kenneth. Eso fue hace más de
treinta años. Todavía no ha sucedido, y no va a suceder.

La mayoría de la gente diría: “Yo no creo que alguien pueda


hacer eso”. ¿Por qué no? La Biblia claramente dice todo lo que
pidiereis. ¿No se incluye desear a otra persona en ese “todo lo
que pidiereis”? ¿No es ése un deseo? La Palabra dice que todo lo
que pidiereis cuando ores, si crees que lo recibirás, lo tendrás. Es
una promesa. ¿Por qué no puedes pedir a otra persona? ¿Por qué
no puedes maldecir a su cónyuge y ordenarle que se muera? La
respuesta a esto se encuentra en el equilibrio entre la gracia y la fe.

La fe sólo se apropia de lo que Dios ya ha provisto por gracia. Si


Dios no lo ha provisto, tu fe no puede hacer que Dios haga algo. La
razón por la que no puedes robar un banco usando Marcos 11:24 es
porque Dios no proveyó el robo para ti en Su expiación. La gracia
no lo ha provisto. La razón por la que no puedes maldecir a otra
persona y ordenarle que muera, y luego casarte con su cónyuge, es

- 67 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

porque Dios no proveyó el asesinato ni el adulterio en Su expiación.


Marcos 11:24 no hace que Dios haga algo. Ese versículo está
hablando de descubrir lo que Él ya ha suministrado. Luego, si tú
crees, la fe tomará, y se apropiará de, lo que Dios ya ha suministrado
por gracia. Si simplemente puedes comprender eso, revolucionará tu
relación con Dios.

Una Actitud Totalmente Diferente

Mucha gente está tratando de hacer que Dios haga algo. Están
batallando para recibir diciendo: “Estoy tratando de creerle a Dios, de
creerle que Él hará esto”. Una vez que comprendes lo que es el equilibrio
entre la gracia y la fe, eso elimina la dificultad para recibir de Dios. ¿Cómo
puedes dudar que Dios hará lo que Él ya hizo? Si es gracia, entonces ya
está hecho. Jesucristo ya murió por los pecados de todo el mundo. Él ya
murió por el perdón de nuestros pecados, la sanidad de nuestros cuerpos,
y la liberación de todas estas cosas. Ya está hecho. Si Jesucristo ya murió
por ti, y ya está hecho—“por cuya herida fuisteis [tiempo pasado]
sanados (1 P. 2:24, los corchetes son míos)”—¿cómo podrías dudar
que Él hará lo que ya hizo? Eso elimina la dificultad del asunto.

Mucha gente va a un servicio religioso diciendo: “Oh Dios,


estoy creyendo que me vas a sanar. Sé que vas a sanar a alguien,
y estoy creyendo que me vas a sanar a mí. Tengo fe en Ti para que
me sanes”. Hay un elemento de duda en eso. Hay incertidumbre y
ansiedad. Si todavía no ha sucedido, entonces existe la posibilidad
de que no sucederá.

Pero cuando tú vienes a un servicio religioso diciendo: “Padre,


gracias que ya he sido sanado. Ya está hecho. Sé que esta sanidad me
pertenece, y aleluya, estoy recibiendo”. Hay una actitud totalmente
diferente entre la persona que está dependiendo de, y confiando en,
lo que Dios ya ha hecho, y la persona que está tratando de hacer que
Dios haga algo.

- 68 -
Haciendo que Dios Actúe

Realmente, la audacia que muestra la gente al pensar que


podemos hacer que Dios haga cosas, es algo que desafía la lógica. Sin
embargo, esencialmente aquí es donde está la religión. La religión
está tratando de obligar a Dios; y como no creemos que Él hará algo
por una, dos, o diez personas, nos damos a la tarea de juntar a cien
millones de personas. “Si pudiéramos tener a tantas personas orando
exactamente al mismo tiempo, eso presionaría a Dios y haría que Él
actuara”. ¡Eso no tiene sentido! Eso no es lo que estas citas bíblicas
están enseñando.

Deja de Intentar, y Empieza a confiar

Necesitamos comprender que Dios, por gracia, ya ha hecho


todo. Y si Él ya lo hizo, entonces, todo se reduce a confiar en lo que
Él ya ha hecho. Sólo se trata de estirar la mano por fe para recibirlo.
Cuando te das cuenta que por las llagas de Jesucristo ya eres sano,
entonces es fácil decir: “Si ya soy sano, entonces eso significa que
en el ámbito espiritual ya tengo este poder en mi interior. En vez de
batallar, Señor, sólo voy a descansar en lo que ya has hecho. Es un
trato cerrado”.

Necesitas dejar de tratar de recibir sanidad y debes empezar a


confiar que ya has sido sanado. Hay una diferencia enorme entre
estas dos actitudes.

Cuando Jamie y yo empezábamos en el ministerio, éramos tan


pobres que tuvimos que rentar un departamento tan pequeño que
cuando el sol entraba nos teníamos que salir. Éramos muy pobres,
y era mi culpa. Algunas veces, Jamie y yo nos pasábamos semanas
enteras sin comer.

La Biblia que estaba usando para pastorear mi primera iglesia


era la que me había llevado conmigo cuando fui soldado en Vietnam.
¡Estaba destruida por el moho! Había escrito notas por todos lados,

- 69 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

y había pegado casi todas las páginas para que no se deshiciera.


Libros enteros—no sólo capítulos, sino libros—de la Biblia, habían
desaparecido, se habían desprendido. Así que cuando predicaba,
abría mi Biblia y decía: “Veamos el versículo…” y no estaba ahí.
Entonces tenía que recitarlo de memoria. Ésa es una razón por la
que puedo citar tantas Escrituras. Tenía que fingir porque ni siquiera
tenía una Biblia completa.

Finalmente, decidí que simplemente tenía que creerle a Dios y


debería empezar a ver algunas de estas verdades funcionando en
algún área de mi vida. Así que puse un hasta aquí y declaré: “¡No
más! Voy a creer que Dios me dará una Biblia nueva”. A lo mejor
te cuesta trabajo comprender esto, pero honestamente, me tomó seis
meses creer que podría obtener los veinte dólares extras para poder
comprar la Biblia. Tú podrías pensar: “Bueno, ésas simplemente
eran tus preferencias. Seguramente estabas usando el dinero para
otras cosas”. Cuando Jamie y yo estábamos recién casados, en los
primeros doce meses de nuestro matrimonio, todo nuestro ingreso
fue $1,253 dólares. Y teníamos una renta de $100 dólares por mes,
más el costo de los servicios públicos. ¡No me explico cómo salimos
adelante! Nuestro ingreso en el segundo año aumentó a $2,500
dólares anuales. Así que durante veinticuatro meses tuvimos un
total de $3,753 dólares, y estábamos batallando. Cuando digo que
me tomó seis meses creer que podría obtener veinte dólares extras
para comprar una Biblia, quiero decir que le estaba asignando una
prioridad muy importante.

Ya Lo Tienes

Durante ese período de tiempo, luché con afán. Satanás me


decía: “¡Nunca lo obtendrás. Nunca funcionará!” Desde mi punto
de vista, yo sentía que nuestro ministerio iba a tener éxito o a fracasar
dependiendo de si podría o no creer que Dios me ayudaría a obtener
los veinte dólares extras para comprar una Biblia. Después de seis

- 70 -
Haciendo que Dios Actúe

meses, finalmente tuve suficiente dinero para comprarla. Le grabé


mi nombre. Cuando salí caminando de esa librería con esa Biblia
bajo el brazo, instantáneamente dejé de dudar que la obtendría.

Con anterioridad, no pasaban ni diez minutos durante las horas


que estaba despierto, en los que no tuviera algo de temor, ansiedad,
o algún pensamiento de incredulidad que me decía: “No va a
funcionar. No puedes obtenerla. ¡Vaya con la clase de hombre de
Dios que eres! ¡Ni siquiera puedes tener fe para obtener una Biblia!”
Tuve que lidiar con esos pensamientos constantemente. Pero tan
pronto como la tuve, dejé de dudar que la obtendría. Probablemente
estás pensando: “¡Por supuesto! ¿Por qué dudarías que la obtendrías
si ya la tenías?” Precisamente a eso me refiero.

Estás ahí sentado diciendo: “Soy sano”, y luego piensas así: “Me
voy a morir. No sé si algún día mejoraré. Me pregunto cómo será mi
funeral”. Luego te das cuenta de lo que estás pensando y dices: “No,
en el nombre de Jesús”. La razón por la que estás experimentando
eso y estás lidiando con todos esos pensamientos es porque estás
pensando que Dios responderá a tu fe y te sanará. Cómo quisiera
que pudieras comprender que Dios te sanó antes de que alguna vez
te enfermaras, antes de que nacieras, antes de que tuvieras algún
problema—Dios ya te ha sanado. De acuerdo a Efesios 1:19-23, el
mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre los muertos, ya reside
en ti. Tú tienes a tu disposición poder para resucitar a los muertos.
Jesucristo te dio autoridad para usarla y hablarle a tu montaña y
ordenarle que se quite. Cuando comprendes que Dios ya lo hizo,
¿cómo podrías dudar que Él hará lo que ya hizo?

Si estás batallando y estás diciendo: “Bueno, estoy tratando de


creer, pero simplemente no sé si voy a sanar ni cuándo sucederá”,
es porque no comprendes que la fe simplemente se apropia de lo
que Dios ya ha provisto. Todavía estás pensando que Dios te va
a responder a ti—que cuando hagas todo correctamente, como
controlar tu lengua y confesar La Palabra un determinado número

- 71 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

de veces, sólo entonces Dios liberará Su poder. Todavía piensas que


Dios está reaccionando a tu fe. No, tu fe es la reacción a la gracia de
Dios. Si alguna vez confundes esas cosas, te sentirás frustrado.

- 72 -
Capítulo 8

Ya ha Sido Provisto

Yo tomé parte en el “movimiento de la fe”, por lo tanto no estoy


en contra de este. A través de esa enseñanza, recibí la revelación
de muchas verdades, y hoy por hoy todavía soy una “persona de
fe”. Sin embargo, muchas personas no comprendían que la fe se
apropia solamente lo que Dios ya ha provisto. Hicieron de la fe un
sistema de obras—algo que ellos hacían tratando de obligar a Dios
a actuar—y se frustraron. Hicieron todo lo que sabían. Presionaron
todos los botones, pero Dios no salió. Sienten que el Señor les falló
porque hicieron todas estas cosas y Dios no respondió como les
habían dicho que les respondería. Todo este problema se elimina
cuando comprendes que la fe se apropia solamente lo que Dios ya
ha provisto.

Tú no estás tratando de hacer que Dios haga algo. El problema


no es que Dios dé. Todo se reduce a que tú aprendas cómo debes
recibir. Cuando lo comprendes, eso hace la vida Cristiana muy fácil.
La razón para estudiar la Biblia no es para que puedas ganarte una
estrellita que puedas canjear por una respuesta a tus oraciones. Eso
no te va a ganar el favor de Dios. Tú estudias La Palabra para que
puedas aprender lo que Él ya ha hecho, lo que Dios ya ha provisto.
Mientras aprendes sobre tu gran salvación, la fe surge en tu interior
y entonces empiezas a creerle a Dios. Esto es mucho mejor. Esto te
dará paz en tu relación con Dios.

Inclusive cuando actúes así, probablemente habrá algunas cosas,


que tú crees que Dios ha provisto por la gracia, que no estás viendo
que se manifiesten en tu vida. Cuando eso suceda, simplemente
continúa renovando tu mente con La Palabra de Dios. La Palabra de
Dios sí funciona, pero es un proceso.

- 73 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Algunas personas se acercan a mí y me dicen: “Estoy enojado


con Dios porque falló y no hizo esto”. Ni siquiera puedo comprender
eso. Dios nunca ha dejado de hacer algo. Si alguien dejó de hacer
lo que debía, ése fui yo; fui yo quien dejó de comprender, de tomar
posesión, y de recibir. Tenía actitudes equivocadas que estorbaban
lo que Dios quería hacer; pero el Señor no es el que alguna vez me
ha fallado. No cabe duda, yo le he fallado a Dios; pero Él nunca me
ha fallado a mí.

Allá por mi época de pobreza de la que hablé en el capítulo


anterior, no fue Dios el que dejó de suministrar para satisfacer
nuestras necesidades. Fui yo el que no comprendió lo que La Palabra
dice sobre cómo recibir la provisión para satisfacer mis necesidades.
Tenía la impresión de que habría pecado contra Dios si trabajaba
en algo que no estuviera relacionado con el ministerio. Tenía un
llamado al ministerio y pensaba que tenía que obtener todo mi
ingreso del ministerio, pero finalmente aprendí lo correcto. Estaba
bloqueando la provisión de Dios—que quería desesperadamente—
por mi error de no trabajar.

Cuando comprendes que Dios por gracia ya ha hecho todo, eso


destruirá esta actitud equivocada. Él ya ha provisto todo lo que alguna
vez necesitarás. Si tú comprendes estas verdades, transformarán tu
vida. Dios ya ha hecho Su parte. No estamos tratando de obligarlo a
que haga algo. No tienes que acosar a Dios ni tienes que suplicarle.

No es una comparación

Mucha gente ha malinterpretado lo que Jesucristo estaba


comunicando en Lucas 11. Después de que enseñó sobre lo que
popularmente se conoce como “El Padre Nuestro”, relató una
parábola, diciendo:

¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a


medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque

- 74 -
Ya ha Sido Provisto

un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle


delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No
me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están
conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os
digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo,
sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo
lo que necesite.
Lucas 11:5-8

Esta parábola a menudo se enseña como si dijera: “Dios es como


este amigo. Cuando vienes pidiendo lo que necesitas, Él es propenso
a responder el equivalente de: ‘¡Estoy en la cama. Mis niños ya están
en la cama. Ya estoy dormido. No me molestes!’ Así que tienes que
continuar pidiéndole, asediándolo, sin dejarlo en paz. Tienes que
acosar a Dios, y obligarlo a que se levante y te dé lo que quieres
nada más para deshacerse de ti”. Eso no es lo que este pasaje de Las
Escrituras está enseñando.

Es un contraste, no una comparación.

Con anterioridad he usado los contrastes muchas veces.


Recuerdo a un hombre al que le estaba ministrando que acababa de
recibir el bautismo en el Espíritu Santo. Estaba encamado por una
enfermedad terminal, y no estaba seguro que Dios quisiera sanarlo.
Aunque compartí La Palabra de Dios con Él por mucho tiempo, aun
así no estaba persuadido. Mientras estaba batallando para convencer
a este hombre de la verdad, le eché un vistazo a su esposa que estaba
de rodillas al lado de la cama y pregunté: “¿Piensas que tu esposa
querría que sufrieras todo este dolor que estás padeciendo, para que
luego te murieras?”

¿Amigo?

Él contestó: “Oh, no. Mi esposa me ama muchísimo. Si hubiera


algo que ella pudiera hacer para sanarme, lo haría”.

- 75 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“Probablemente has tenido discusiones y pleitos con tu esposa


en diferentes ocasiones”.

“Sí, pero nada de lo que yo pudiera hacer la llevaría a desear que


yo pasara por todo este sufrimiento y dolor y que me muriera”.

Luego dije: “¡Y tú piensas que tu esposa—un ser humano


imperfecto—te ama más que Dios todopoderoso!”

Eso lo desarmó por completo.

Dios es amor.
1 Juan 4:8

Dios—que es perfecto—te ama infinitamente más que cualquier


ser humano imperfecto. Ése es el punto que Jesucristo estaba tratando
de explicar. Él preguntó: “¿Cuántos de ustedes tienen un amigo…?”
No se estaba refiriendo a un simple conocido—alguien a quien tratas
poco—sino a alguien a quien consideras tu amigo. Si tuvieras una
necesidad a la medianoche, y le hablaras por teléfono a un amigo,
y le dijeras: “Mi carro se descompuso. ¿Podrías ayudarme?” Si tu
amigo dijera: “Estoy acostado. Mis niños están dormidos. ¿A quién
le importa lo que te suceda? ¡Háblale a otra persona!” Tendrías que
reconocer que alguien así no es un amigo.

Lo Opuesto

Jesucristo estaba diciendo: “¿Conoces a alguien, a quien


consideres tu amigo, que te trataría con tanta rudeza?” ¡Por supuesto
que no! Un amigo no te trataría de esa manera. Entonces, ¿por qué
supones que Dios es así? ¿Por qué piensas que tienes que acosarlo?”

Este pasaje en realidad está enseñando lo opuesto a la manera


tradicional como se ha interpretado. Está diciendo que si esperas

- 76 -
Ya ha Sido Provisto

tanta misericordia y amabilidad de un ser humano, entonces, ¿cuánto


más deberías esperar que Dios conteste tu oración sin que tengas que
molestarlo? Está haciendo un contraste, y el contexto lo comprueba.
Jesucristo continuó:

Y yo os digo.

En otras palabras, inclusive en esta parábola no puedes imaginarte


a un amigo que actúe de esta manera. Pero aquí está lo que…

Os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se


os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si
su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar
de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le
dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis
dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11:9-13

En este contexto, ¿ves lo que Él está tratando de hacer? Jesucristo


le preguntó a la gente: “¿Cuántos de ustedes tratarían a sus hijos tan
mal que si les pidieran un pedazo de pan les darían una piedra? ¿Si
les pidieran un huevo, les darían un escorpión? ¿Cuántos de ustedes
tratarían a sus hijos de esa manera?” ¡Esperemos que nadie! Si lo
hicieras, aquí en los Estados Unidos de América hay agencias que
te enjuiciarían. Está mal tratar a los niños de esa manera. Ahora
bien, si nosotros que somos corruptos, pecadores, y que hacemos
las cosas para nuestro placer y beneficio propios podemos actuar
mejor, ¿cómo podemos pensar que Dios todopoderoso tiene
menos compasión que nosotros, y que tenemos que importunarlo?
Pensamos que Él no le responderá a una persona que pida que el
poder de Dios se manifieste, sino que tenemos que juntar a cien
millones de personas para manipular, molestar, y obligar a Dios para
que mande avivamiento. Hoy en día en el cuerpo de Cristo hay unas

- 77 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

actitudes que están muy mal. Necesitamos comprender el equilibrio


de la gracia y la fe.

Con Confianza y Constancia

Dios, por gracia, ha previsto las necesidades de toda la raza


humana así como las de cada uno de nosotros individualmente.
Él ha satisfecho todas las necesidades que alguna vez pudieras
tener. Antes de que tuvieras un problema, Dios ya había creado la
respuesta. Él hizo la provisión antes de que tú tuvieras la necesidad.
Dios ya ha suministrado todo. Nada vendrá a tu vida que tome a
Dios por sorpresa. Tú no tienes que acercarte a Él, rogándole que te
ayude ni diciendo: “Dios mío, no sé si vas a poder resolver esto”. El
Señor ya ha tratado con todo.

Todo ya ha sido provisto, pero eso no significa que aprovecharás


esa provisión; a menos que tengas una respuesta adecuada de fe. En
vez de llenarte de pánico y de temor, debes aprender a confiar en lo
que Él ha hecho, confiando y diciendo: “Padre, no me importa lo que
el doctor diga, yo sé lo que has dicho, y yo confío en ti. Creo que ya
has suministrado todo lo que necesito”. Cuando adoptes esta actitud
y empieces a vivirla, creará en ti un gran sentimiento de paz. Sabes
que nunca te sucederá nada que Dios no haya previsto. La provisión
estaba ahí antes de que la necesidad se presentara. Verdaderamente
te da confianza para saber que no tienes que tener temor de lo que el
diablo te arroje. No importa, porque Dios ya ha suministrado lo que
necesitas. Eso es fe.

La fe te da constancia. ¿Eres la clase de Cristiano que a veces


está arriba y a veces abajo? ¿Asciendes a la cima mientras todo es
maravilloso, y luego, cuando la tragedia llega a tu vida, desciendes
al valle? ¿Mientras estás ahí, te desesperas y empiezas a buscar a
Dios suplicando y rogando hasta que Él resuelva la situación y luego
vuelves a la cima? Si ése eres tú, eres una persona muy carnal. No

- 78 -
Ya ha Sido Provisto

estás confiando en Dios. Estás siendo guiado por lo que observas


en el ámbito natural. No comprendes que Dios por gracia, ya ha
suministrado todo. Comprender esto te da regularidad. Te permite
ser el mismo todo el tiempo porque Dios es el mismo todo el
tiempo. Aunque mis circunstancias, mi prosperidad en el aspecto
económico, mi salud, mi gozo, y otras cosas fluctúen, la provisión
de Dios es la misma. Soy capaz de ser constante. No tengo temor de
malas noticias porque sé que Dios ya ha suministrado la satisfacción
de mis necesidades. No tengo que hacer algo para hacer que Dios
responda. ¡Ésas son buenas noticias!

Muy pocos Cristianos tienen esta actitud porque muy pocos


han comprendido que somos salvos por gracia a través de la fe.
Ellos enfatizan: “Bien, depende de Dios. Estamos esperando que
haga algo. Cualquiera que sea la voluntad de Dios, eso será”. Y
son pasivos, no ejercen su autoridad y le permiten al diablo que les
dé una paliza porque han malinterpretado la soberanía de Dios. O,
están ayunando, asediando a Dios, y tratando de torcerle el brazo
para obligarlo a que haga algo. En cierto sentido, ellos mismos se
han convertido en “Dios”, y están asumiendo la responsabilidad de
hacer que todo suceda. Eso es muy frustrante.

Dar Órdenes a los Ángeles


Mucha gente se ha desviado hacia esto en relación a los ángeles.
Hay versículos que hablan sobre los ángeles y sobre cómo trabajan
para nosotros (Mt. 18:10; He. 1:14). Muchas gentes enseñan:
“Tienes que decirles a tus ángeles a dónde ir y qué hacer. Tienes
que ordenarles que te protejan cuando abordas un avión, un tren, o
un autobús. Asigna un ángel a cada esquina de tu carro para que te
protejan”. La Palabra revela que los ángeles contemplan el rostro de
Dios. Ellos no te están escuchando a ti.

Ahora bien, el diablo está escuchando lo que estás diciendo. Si


tú declaras: “Si alguien va a tener un accidente, ése soy yo. Satanás

- 79 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

sacará ventaja de esas palabras y tendrás lo que dices. Eso es hacer


que el tiro te salga por la culata. Así que sí, necesitas declarar: “Soy
bendecido, estoy protegido, y los ángeles tienen cuidado de mí”. Eso
está bien. Pero los ángeles están contemplando el rostro de Dios.

No eres tan listo como para decirle a tus ángeles lo que deben
hacer. Hay tantas cosas que suceden en nuestras vidas que ni siquiera
sabemos qué es lo que está sucediendo. Cuando lleguemos al cielo,
nos daremos cuenta que hubo muchas ocasiones en las que el
diablo trató de matarnos y ni siquiera lo supimos, porque estábamos
viviendo con gozo y paz, poniendo nuestra fe en Dios y confiando
en Él. Él dio órdenes a los ángeles y el Señor nos protegió.

Los ángeles son reales, y nos protegen. Hay ángeles allí mismo
donde estás. Pero Dios es el que les da órdenes y también cuida de
ti. Mucha gente piensa que tiene que comisionar a sus ángeles y que
sus ángeles no pueden hacer nada sin que ellos les digan qué hacer.
Tú no puedes desempeñar el papel de Dios. Sería mucho mejor
simplemente confiar en Él y dejar que sea Él quien los mande. Él
puede ver lo que tú no puedes ver. El Señor puede encargarse de las
cosas, mucho mejor que tú.

Un Esfuerzo Real

Estoy estableciendo un fundamento para las verdades que quiero


tratar más adelante en este libro. Verdaderamente tendrán un impacto
positivo en tu vida. Todo lo que estoy compartiendo es Cristianismo
elemental—Cristianismo de primer grado. Estas verdades son
verdaderamente básicas.

Si tú piensas que Dios controla todo y que está causando todas


las tragedias, enfermedades, y todo el sufrimiento emocional,
entonces más te vale no resistir todo eso, no sea que te encuentres

- 80 -
Ya ha Sido Provisto

oponiéndote a Dios. Si tú piensas que el Señor te está respondiendo,


y que tú eres el que está haciendo que Dios actúe por tu gran fe, estás
mal. No puedes asumir esa clase de responsabilidad. Simplemente
no eres capaz de hacer eso.

Dios te ama mucho más de lo que tú te amas a ti mismo. Dios


ama a tu familia más de lo que tú los amas. Él quiere que triunfes aún
más de lo que tú quieres triunfar. Dios, por gracia, ha provisto todo
lo que es necesario para que logres lo que Él quiere que hagas. Ya
ha sido hecho. Ahora todo se resume a que entremos en Su reposo y
confiemos en que Dios ya ha provisto todo lo que necesitamos. Eso
parece fácil, pero la cosa más difícil de hacer es entrar en el reposo
de Dios.

Debes esforzarte para entrar en reposo (He. 4:11 Nueva Versión


Internacional). A primera vista eso suena contradictorio, pero es la
verdad. La cosa más difícil de hacer es llegar al punto en el que
confías en que ya se hizo, y no en que hay que hacerlo. Es difícil
controlar tu lengua, tus acciones, y tu ansiedad. Esto requiere
esfuerzo. Tendrás que adentrarte en La Palabra de Dios y empezar a
ejercer dominio sobre ti mismo con ese conocimiento, en vez de con
lo que el mundo dice. Esto requerirá un esfuerzo verdadero.

Pablo dijo:

He trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia


de Dios conmigo.
1 Corintios 15:10

Dios, por gracia, ha provisto todo. Pero se requiere esfuerzo


de nuestra parte para confiar y reposar en la verdad de que Dios
ya lo hizo.

- 81 -
Capítulo 9

Cree y Recibe

Somos salvos por gracia a través de la fe (Ef. 2:8). La gracia


es lo que Dios hace por nosotros independientemente de nosotros.
No tiene nada que ver con nosotros o no sería gracia. Por lo tanto,
tú no la ganaste. No te la merecías. Dios no nos respondió a
nosotros. Más bien, la gracia es algo hecho por Dios antes de que
tengamos un problema. Se hace independientemente de nosotros—
independientemente de cualquier cosa que merezcamos.

Ésa es una verdad maravillosa. Sin embargo, algunas personas han


tomado esta verdad de que Dios hace las cosas independientemente
de nosotros—sin basarse en nuestro mérito o valor—y se han ido
a un extremo. Se olvidan que se requiere fe de nuestra parte para
desatar la gracia de Dios.

Otras personas se olvidan que Dios es el que provee todo. En


realidad piensan que nosotros, a través de nuestra fe, podemos hacer
que Dios actúe y que haga algo. Piensan que podemos manipular y
obligar al Señor a que haga cosas, lo cual también está mal.

No somos salvos sólo por fe. Ni somos salvos sólo por gracia.
Cada una separada de la otra, es un veneno. Deben tomarse juntas
de una manera correcta. Somos salvos por gracia a través de la fe.

La Verdadera Fe Bíblica

Todo el mundo se enfrenta a este problema: ¿Cuál es la parte de


Dios, y cuál es mi parte? ¿Qué hace Él, y qué hago yo? Probablemente
una de las preguntas más comunes que la gente me hace es ésta:

- 83 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“¿Qué quiere Dios que haga?” Él quiere que comprendas, creas, y


recibas lo que ya ha sido provisto.

La fe no es algo que tú haces, y después Dios te responde. Si


tienes este concepto en cualquier forma o manera, entonces tú piensas
que Dios se está fijando en tu estudio de la Biblia, tus oraciones, tu
santidad, y tu bondad; y que luego, cuando hayas hecho lo suficiente,
Él desatará Su poder. Si eso es lo que piensas, no estás operando en
una verdadera fe bíblica. Eso es legalismo y religiosidad, y es la
razón por la que las cosas no están funcionando. La fe no es algo que
tú haces para que Dios haga algo. La fe simplemente es tu respuesta
positiva a lo que Dios ya ha logrado por gracia. Es la manera como
te apropias y recibes lo que Dios ya ha provisto.

Dios no “actúa” en el momento que le crees. Si tú tienes fe en


Dios para la sanidad, Él no te responde y te sana por eso. 1 Pedro
2:24 revela que por Sus llagas, fuiste sanado hace dos mil años.

Por cuya herida [de Cristo] fuisteis sanados.

Esto está hablando de lo que sucedió en la sala de juicio de


Herodes. El Señor Jesucristo, en camino a la cruz, llevó llagas en
Su espalda (Mt. 27:26). Jesucristo no está sanando a la gente hoy
en día. Él sanó a la gente hace dos mil años. Todo el poder que
se necesita para sanar cada enfermedad, y dolencia de toda la raza
humana se generó hace dos mil años.

Poder para Resucitar a los Muertos

En el preciso instante que recibiste al Señor y que volviste a


nacer, Dios puso en tu interior ese poder de resurrección (Ef. 1:19).
Tú no necesitas que Dios te sane. Él ya lo hizo. Él ha depositado
en tu interior (tu espíritu vuelto a nacer) poder para resucitar a los
muertos. Solamente necesitas comprender lo que ya ha sido provisto

- 84 -
Cree y Recibe

por gracia, y aprender cómo dirigir esa provisión (hacia tu alma y tu


cuerpo) por fe.

Cuando el Señor me mostró esto, transformó mi vida. Éstas no


son cosas que simplemente estudié y usé para sacar un sermón de
ellas. Esto es lo que Dios ha hecho en mi vida. Ésta es mi manera
de vivir. Es mi manera de pensar. No he llegado a la meta, pero
ya arranqué. No soy perfecto, pero me han sucedido varias cosas
sobrenaturales, incluyendo la resurrección de mi hijo después de
que estuvo muerto por cinco horas.

Una noche, cuando ministrábamos mis compañeros y yo, una


dama fue sanada de un tumor en su seno. Esa cosa se disolvió
instantáneamente. Ella fue al baño y se revisó. El tumor se había
ido. En otra ocasión, ministramos a varias personas que tenían dolor,
algunos de ellos lo habían tenido por quince o veinte años, y el dolor
se fue instantáneamente. Ellos ahora son sanos. Otra noche vimos
gente sanar de problemas en la espalda, en las vías respiratorias, y
de muchas cosas más. No estoy diciendo que sepa todo, pero sé que
voy en la dirección correcta. Estoy viendo resultados que van más
allá de la capacidad humana.

Una de las cosas que transformaron mi vida fue que en lugar de


acuciar a Dios para que hiciera algo, empecé a creer en lo que Él ya
hizo. Empecé a poner mi fe en la gracia en vez de ponerla en lo que
yo podría hacer para lograr que Dios actuara. Aquí es donde muchos
se están equivocando.

Cambio de Mentalidad

Cuando mi hijo mayor era pequeño, se enfermaba de cierta dolencia


cada Diciembre en el mismo día. La situación no tenía sentido. No
creo que fuera algo físico. Creo que era un ataque demoníaco. Como
reloj, en el mismo día, todos los años se enfermaba de lo mismo.

- 85 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Después de unos años de lo mismo, al acercarse la fecha, me di


cuenta que se iba a enfermar otra vez. Cuando vi que los síntomas
estaban reapareciendo, empecé a ayunar y a orar, reprender y atar, y
muchas otras cosas. Pero Joshua estaba peor y peor. Recuerdo que
oré: “Dios, sé que esto no debe ser así. Sé que esto no es normal. La
gente no se enferma de lo mismo, el mismo día cada año. Éste es el
diablo. ¿Por qué no estamos viendo mejores resultados?”

Lo que el Señor me contestó verdaderamente cambió mi vida.


Dijo: “El problema es que no estás peleando en contra de esto
basándote en que Yo ya te sané. Tú estás tratando de ser sanado.
Tú te ves como el enfermo, que está tratando de estar bien, en vez
de verte como el sano a quien Satanás está tratando de robarle su
salud”.

Cambié mi mentalidad y declaré: “Esto está mal. Dios ya nos


sanó. Por Sus llagas fuimos sanados. Él ya puso Su poder en mi
interior y, sin embargo, estoy actuando como el que pelea para
obtener una victoria. Ya tengo la victoria. No estoy peleando para
llegar a la victoria. Vengo de una victoria. Ya soy más que un
conquistador”.

Cuando tú piensas que la sanidad está por allá, y que en el nombre


de Jesucristo vas a llegar a ese lugar, estás dudando. Aunque suena
positivo, estás creyendo: “No estoy allá”. Y si no estás allá, existe la
posibilidad de que no llegues. Pero si dices: “No, ya soy sano. Me
niego a permitir que alguien me quite lo que Dios ya me ha dado”.
¿Cómo es posible que no llegues si ya estás allí?

Completo en Cristo

Ya no me veo a mí mismo como el enfermo que está tratando de


ser sano. Soy el sano. Dios puso su poder en mi interior, y no estoy
tratando de hacer que Dios actúe.

- 86 -
Cree y Recibe

La comprensión de esta verdad fundamental, cambiará toda tu


perspectiva. Te darás cuenta que la vida Cristiana no consiste en
hacer que Dios haga algo. Consiste en renovar tu mente a la verdad
de La Palabra y recibir la manifestación física de lo que Dios ya
hizo. Sin embargo, la mayoría de la gente ve la vida Cristiana como
si fuera un sistema de siete pasos para que Dios haga esto y tres
pasos para que Dios haga aquello; la reducen a cómo hacer que Dios
haga algo, y cómo hacer que actúe.

Si hoy predicara en la mayoría de las iglesias pentecostales,


llenas del Espíritu Santo, carismáticas, o como quieras llamarlas:
“Es el tiempo de la doble porción. Dios va a derramar una doble
unción del Espíritu Santo. ¿Te gustaría tener más de Dios? ¿Quieres
que Dios haga algo nuevo en tu vida?” Podría hacer que casi el
99 por ciento de la gente corriera al altar porque están esperando
algo. Están esperando que Dios haga algo nuevo y que los toque.
Estrictamente hablando, todo eso está mal. Dios ya ha hecho todo lo
que iba a hacer.

En el interior de cada creyente vuelto a nacer existe el mismo


poder que resucitó a Cristo de entre los muertos. La plenitud de la
deidad habita en ti corporalmente (Col. 1:27; 2:9). Tú no necesitas
que Dios haga algo. No necesitas que Dios te bendiga. No necesitas
gozo o paz. Estás completo en Cristo (Col 2:10).

Sin embargo, tú podrías estar batallando con esto, pensando:


“Bueno, tú no me conoces. Estoy deprimido”. Es porque sólo te estás
fijando en lo exterior. Estás observando tus emociones. La mayoría
de nosotros no comprendemos lo que tenemos en nuestros espíritus
vueltos a nacer. En tu espíritu, ya tienes amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Ga. 5:22-23).
Ésas no son cosas que están “por allí”, y si oras lo suficiente, estudias
La Palabra, vives una vida santa, y haces lo correcto, entonces Dios
te dará amor, gozo, y paz. No, en tu Espíritu, las veinticuatro horas
al día, siete días a la semana, cada día de tu vida, tu espíritu vuelto a

- 87 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

nacer está gozándose y alabando a Dios. Nunca ha estado deprimido.


Nunca ha estado desanimado. Cuando estás deprimido y dices: “Oh,
Dios. ¿Dónde estás? Se siente como si te hubieras ido”, nunca es tu
espíritu. Eso sólo es tu carne. Reaccionas así porque te estás dejando
llevar por lo que puedes ver y sentir. Pero hay una parte espiritual
tuya que está sentada con Cristo en los lugares celestiales (Ef. 1:3;
Col 3:1). Es real.

Mi estudio básico titulado Espíritu, Alma y Cuerpo expone y


profundiza en las verdades que estoy compartiendo aquí brevemente.
Te invito a que lo obtengas. Verdaderamente te ayudará.

Dios Siempre Está Liberando Su Poder

La verdad es que, si eres un creyente vuelto a nacer, ya tienes


el mismo poder en tu interior que resucitó a Jesucristo de entre los
muertos. Tienes toda la sanidad que necesitas. Tú no necesitas que
Dios te sane. Tú tienes que descubrir lo que Él ya ha provisto. La
comprensión de esta revelación, cambiará toda tu forma de pensar.
En vez de tratar de recibir sanidad, sabrás que Dios ya te ha sanado.
Consecuentemente defenderás lo que Dios ya te ha dado. No vas a
permitir que el diablo te robe. ¡En esto reside toda la diferencia!

Cuando el Señor me reveló esta verdad, había estado peleando


con la enfermedad que por años había atacado a mi hijo el mismo
día cada año. Yo peleaba, y aunque me tomaba quince horas, un
día, o lo que fuera, finalmente veía que mi hijo sanaba. En cada
ocasión parecía que íbamos a enfrentar lo mismo una vez más.
Pero después de que el Señor me mostró esto, en diez minutos esa
enfermedad se acabó y ése fue el fin del problema ¿Por qué? Ya no
estaba tratando de ser sanado. Ya éramos sanos, y no había un diablo
lo suficientemente grande que pudiera robarme lo que Dios ya me
había dado. Es mucho más fácil defender lo que ya posees que tratar
de obtener algo que no tienes.

- 88 -
Cree y Recibe

Cuando la gente se acerca a mí y preguntan: “¿Podrías orar para


que Dios derrame Su amor en mi vida?” Me dan ganas de darles un
tirón de orejas. Lo que insinúan es que Dios, por la razón que sea,
ha detenido el fluir de Su amor, paz, gozo, o de cualquier otra cosa.
Piensan que la razón por la que no sienten amor, paz, o gozo es
porque Dios no se los ha dado. ¡Eso nunca es verdad!

La gracia es independiente de ti, y es constante. Eso significa


que no depende de ti. No depende de si estás viviendo en santidad,
o si has hecho algo bien o mal. Siempre es la misma. La gracia
de Dios nunca fluctúa ni cambia. Dios nunca está prendiéndose ni
apagándose. El Señor nunca desata Su poder en tu vida, para luego—
cuando haces algo malo—apagarlo. La religión enseña eso. Pero
Dios siempre está dispuesto. El siempre está liberando Su poder.

Avivamiento

Definitivamente estoy a favor del avivamiento, pero el enfoque


que la mayor parte del cuerpo de Cristo le da está mal. El Señor no
está en el cielo con los brazos cruzados, diciendo: “No, hasta que
más personas oren por más tiempo y con mayor intensidad. Hasta
que junten a otras 100,000 personas. Hasta que rueguen, supliquen
y se arrepientan un poco más…” Eso implica que Dios controla el
avivamiento y que depende de Él que lo “envíe”. Esta actitud dice:
“Si Dios quisiera podríamos estar experimentando un poderoso
avivamiento. Todas nuestras iglesias se llenarían y toda la nación
se acercaría a Dios”. De hecho, está diciendo: “Dios es nuestro
problema. Él es el que no está enviando avivamiento”.

No es así. Los brazos de Dios no están cruzados—están


completamente abiertos. Él está tratando de desatar Su poder a
través de nosotros. Dios quiere el avivamiento mucho más que
nosotros. No necesitamos rogarle. Solamente debemos empezar
a creer que Él ya ha puesto el avivamiento en nuestro interior. Ya

- 89 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

tenemos el mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos,


y podemos hacer las mismas obras que Jesucristo hizo. Sólo sal por
allí y resucita a algunas personas de entre los muertos. ¡Tendrás todo
el avivamiento que puedas imaginarte!

Estamos orando: “Oh, Dios. Envía avivamiento”, pero Él está


diciendo: “Tú ve y lleva el avivamiento. Yo ya puse mi poder en tu
interior—¡desátalo!” La mayor parte de la iglesia se está preguntando:
“¿Por qué Dios no ha actuado? ¿Por qué no ha hecho algo?” Dios
ya lo ha hecho todo. Él actuó a través de la muerte, el entierro, y
la resurrección del Señor Jesucristo. Todo lo que Dios hará por la
raza humana ya ha sido logrado a través de la expiación. Ya está
hecho. Está completo. Cuando Jesucristo dijo: “Consumado es”, su
misión había sido consumada. Tú no necesitas que Dios te salve, o
que te sane. Él ya te ha salvado y te ha sanado. Él ha perdonado los
pecados de todo el mundo y ha suministrado sanidad. La gracia de
Dios ya ha sido suministrada. El asunto es éste: ¿Creerás y recibirás,
o dudarás y te lo perderás?

Mi estudio titulado: ¡Ya lo tienes! ahonda y profundiza en


estas importantes verdades, y su combinación con Espíritu, Alma y
Cuerpo y Una Mejor Manera de Orar, revolucionará tu manera de
recibir los dones de Dios. De verdad, todo se resume en comprender
y aplicar estas verdades en relación a la gracia y a la fe.

Dios por gracia, ya actuó. Él ya ha hecho todo lo que iba a hacer.


A través de la expiación de Cristo, él ya ha provisto todo lo que
necesitaremos. Ahora de nosotros depende que nos lo apropiemos—
que lo recibamos—por fe.

- 90 -
Capítulo 10

Prende y Sintoniza

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,


que nos bendijo [tiempo pasado].
Efesios 1:3; (los corchetes son míos).

La palabra “bendijo” significa que ya ha sido hecho. Ya estamos


bendecidos. No dice: “Que nos bendecirá [tiempo futuro]…” Hoy
en día, la mayoría de las profecías en el cuerpo de Cristo se enfocan
en el futuro. Dicen: “¡Dios va a hacer esto, y va a hacer esto otro.
Él va a actuar y va a hacer algo nuevo!” Se presenta al Señor como
si fuera el gran “Yo voy a ser”, no como el gran “Yo Soy”. La
profecía común y corriente hoy por hoy, dice: “Algo va a suceder,
pero ahorita no está sucediendo nada”. Sin embargo, éste no es el
mensaje de la Biblia. Aquí en Efesios 1:3, La Palabra revela que ya
estamos bendecidos. (Todo el libro de efesios fue escrito desde la
perspectiva de que ya está hecho). Dios nos…

Bendijo con toda bendición espiritual en los lugares


celestiales en Cristo.
Efesios 1:3

Ésta sólo es una manera para decir que Él ya nos ha dado todas
las bendiciones terrenales y espirituales—y que ya están en nosotros
en Cristo. Dios ya ha depositado todo lo que necesitaremos en
nuestro espíritu vuelto a nacer. Ya está hecho. Dios ya ha distribuido
sus bendiciones.

Por lo tanto, es incredulidad orar: “Oh, Dios. Bendíceme”. Ya


estás bendecido. Sólo que no has escuchado la voz de Dios, no has
creído la verdad, y todavía no has visto que se manifieste. Dios ya
ha enviado la bendición para ti, pero tú todavía no la has recibido.

- 91 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Fuiste Sanado

Es un insulto para Dios que oremos así: “Oh, Dios. Sáname”. 1


Pedro 2:24: dice:

Por cuya herida fuisteis [tiempo pasado] sanados.

Si Dios dice: “Fuisteis sanados”, y luego dices: “Oh, Dios.


Sáname”, uno de los dos está mal. Permíteme sugerirte que no es
Dios el que está mal. Él dice: “Por Su herida fuiste sanado”, si fuiste
sanado, entonces estás sano. ¿Por qué le estás pidiendo a Dios que
haga algo que Él ya hizo?

“Pero tengo un diagnóstico del doctor y tengo dolor en mi


cuerpo, eso comprueba que no estoy sanado”. No, eso sólo prueba
que tu cuerpo físico todavía no ha recibido la sanidad que Dios ya
dio. Pero de acuerdo a Las Escrituras, Dios ya te sanó. El poder de
resurrección que Él ha puesto en tu interior es por supuesto suficiente
para sanar tu padrastro, tu catarro, tu dolor de cabeza, tu cáncer, o tu
Sida. Ninguna de estas cosas representa un problema para Dios. Él
ya ha depositado el poder sobrenatural para la sanidad en tu interior;
sin embargo, tú todavía se lo estás pidiendo. Eso es incredulidad.

¿Cómo piensas que yo respondería si te diera mi Biblia, pero


luego tú te acercaras a mí y me preguntaras: “Andrew, por favor,
podrías prestarme tu Biblia para que pueda buscar un versículo?”
¿Cómo responderías cuando una persona te pide que le des algo
que tú sabes que ya se lo diste? Personalmente, ni siquiera sé cómo
respondería ante algo así. Probablemente te vería pensando: “¿Qué
te pasa?”

Si Dios pudiera ser confundido, pienso que se confundiría. Hay


millones de personas que están orando: “Oh, Dios. Por favor sáname.
Estira tu mano y sana. Tengo fe en que vas a venir y me vas a sanar”.

- 92 -
Prende y Sintoniza

Ya Estamos Ungidos

También oran: “Oh, Dios. Rompe los cielos y desciende”. A lo


mejor estás pensando: “Eso está en la Biblia. ¿Qué hay de malo
con eso?” Dios ya rompió los cielos y descendió en la persona
de Jesucristo. Era adecuado que Isaías orara: “Rompe los cielos
y desciende” porque Él todavía no lo había hecho (Is. 64:1). Sin
embargo, es inadecuado orar de esta manera después de la vida,
muerte, y resurrección del Señor Jesucristo. La gente que ora de esta
manera no está valorando correctamente a Jesucristo. Esencialmente
están diciendo: “¡Sé que Jesucristo descendió, pero lo que hizo no es
suficiente. Necesito que haga algo más!”

Antes de que Jesucristo viniera, era correcto que David orara:

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu


recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites
de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y
espíritu noble me sustente.
Salmo 51: 10-12

Pero hoy por hoy, es incredulidad que un Cristiano ore de esta


manera. David era un hombre del Antiguo Testamento que no había
vuelto a nacer. Él no tenía las promesas que nosotros tenemos y
que dicen: “No te desampararé, ni te dejaré” (He. 13:5) y “yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20). Es
incredulidad que nosotros vengamos a un servicio de iglesia y que
oremos así: “Oh, Dios. Te pedimos que te reúnas con nosotros hoy”.
Además de la promesa que tenemos en Hebreos 13:5 que dice que
Él nunca nos dejará, ni nos abandonará, Jesucristo dijo:

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,


allí estoy yo en medio de ellos.
Mateo 18:20

- 93 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

No tenemos que orar y pedir para que la unción caiga. Dios


ya nos ha ungido. Cuando Jesucristo vino a Su pueblo natal de
Nazareth, en la sinagoga se puso de pie y citó del libro de Isaías
(capítulo 61) diciendo:

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido


para dar buenas nuevas a los pobres.
Lucas 4:18

Él no fue a un cuarto en la parte trasera de la sinagoga con el líder


y dijo: “Vamos a orar para que Dios te unja”. La gente siempre hace
esto conmigo cuando voy a predicar a sus iglesias. Me preguntan:
“¿Te gustaría venir acá con nosotros? Queremos orar para que Dios
te unja”. Soy tan cortés, amable y pacífico que normalmente no digo
nada. Pero, ¿cuál es el objetivo de pedirle a Dios que me unja? Si no
estoy ungido en el momento en que llegue a tu iglesia para ministrar,
no voy a obtener la unción en los próximos cinco minutos. Si tú no
crees que estoy ungido y que Dios habla a través de mí, ¿entonces
por qué me invitas a tu iglesia? ¿Por qué ir a un cuarto de la parte
trasera de la iglesia y pasarnos treinta minutos orando y pidiendo
la unción de Dios? Eso es incredulidad. Está bien desear ver la
manifestación del poder de Dios, pero no tienes que rogarle a Dios
por la unción.

Sé Congruente con La Palabra de Dios

Si Dios nos pide que hagamos algo, sería injusto de Su parte


que no nos diera lo que necesitamos para hacerlo. Por naturaleza,
soy un introvertido. Cuando era adolescente, ni siquiera podía ver a
alguien directamente a los ojos. Sin embargo, Dios me ha llamado
a que le hable a millones de personas por el mundo todos los días
a través de la televisión, el radio, y la internet. Él me ha llamado a
organizar conferencias y reuniones para abarcar diferentes ciudades,
y a ministrar en iglesias y escuelas Bíblicas. Dios sería injusto si me

- 94 -
Prende y Sintoniza

dijera que hiciera algo que no puedo hacer y no me proveyera de


lo necesario para hacerlo. Él no se limita a darnos órdenes, y luego
nos abandona a nuestras propias fuerzas hasta que le roguemos. No,
para cualquier cosa que Dios nos pida que hagamos, hay una unción
presente para realizar la tarea en cuestión.

Tú no tienes que rogarle a Dios por la unción. Es más, al acercarte


a Él diciendo: “Oh, Dios. Por favor úngeme”, estás empezando con
una actitud de incredulidad. Estás diciendo que no estás ungido
cuando las Escrituras dicen que Dios…

Nos ungió.
2 Corintios 1:21

Ya estoy ungido. Tú estás ungido (1 Jn. 2:20). Él ya ungió a


cada uno de nosotros. Así que en vez de empezar con una actitud de
incredulidad diciendo: “Oh, Dios. No estoy ungido, pero ¿podrías
ungirme?”, debes empezar a creer que Él ya te ha ungido (2 Co.
1:21) y te ha bendecido con todas las bendiciones espirituales (Ef.
1:3). Ponte en acuerdo con La Palabra de Dios, declarando: “Ya he
sido bendecido. Ya tengo amor, gozo, y paz. No necesito que Dios
me de estas cosas. Si no siento gozo, no es Dios el que no me lo ha
dado. Yo soy el que de una manera u otra bloqueo la entrada del
gozo que el Señor me envía. Lo que necesito hacer es trabajar en mi
receptor, no en el transmisor de Dios”.

En este preciso momento, hay señales de televisión dondequiera


que estés. Si tú dices: “No lo creo”, eso no significa que no están ahí.
Sólo significa que no eres muy inteligente. Tú dices: “Pero no puedo
verlas o escucharlas”. Eso no significa que no están ahí. Ahí están.
Sólo que están presentes de tal forma que tu cabeza de chorlito no
puede percibirlas.

Si tú enchufas, prendes, y sintonizas una televisión, empezarás


a ver y a escuchar un programa. Pero no es entonces cuando la

- 95 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

transmisión empezó. La transmisión ya estaba ahí. La señal se


transmite las veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Es más,
hay varias señales—tanto de televisión como de radio—ahí mismo
donde estás. Toda clase de cosas suceden a tu alrededor en el ámbito
invisible. A lo mejor tú no las percibes, pero ahí están. Cuando tú
prendes y sintonizas la televisión, no es cuando la compañía de
televisión empieza a transmitir, es cuando tú empiezas a recibir.

¿Qué Decir de Daniel?

Dios siempre, siempre, está desatando—transmitiendo—amor,


gozo, paz, paciencia, gentileza, y bondad. Y estas cosas no vienen
de la “nada”.

“¿Pero no tenemos que hacer un agujero en el cielo para atravesar


el área cubierta por los poderes demoníacos en nuestra ciudad para
que nuestras oraciones puedan llegar a Dios?” No, eso solamente
es una doctrina religiosa. “Entonces, ¿qué decir de Daniel?” Daniel
era un hombre del Antiguo Testamento. Jesucristo todavía no había
muerto ni había quebrantado el dominio del diablo.

Pero ahora, en el Nuevo Testamento, tú no necesitas que tus


oraciones lleguen más allá del techo. Ni siquiera necesitas que
lleguen más allá de tu nariz. Dios vive en tu interior. La razón
por la que agachas tu cabeza para orar es para que puedas ver a
Dios. Aceptar este concepto equivocado de que los demonios están
bloqueando el paso de nuestras oraciones hacia Dios, muestra que
no comprendes lo que el Señor ya ha hecho a través de la gracia. Ésa
es la razón por la que Satanás se está comiendo tu almuerzo y no
deja ni las migajas—careces de un conocimiento que es importante.
(Os. 4:6).

Sientes que: “¡Oh, Dios. Debemos recibir algo de tu parte!” Dios


ya actuó a través de Jesucristo, y Él puso en tu interior el mismo

- 96 -
Prende y Sintoniza

poder que resucitó a Cristo de los muertos. Tú puedes salir y hacer


las mismas obras que Jesucristo hizo. Empieza a representarlo como
a alguien que ya ha hecho todo. Deja de representar al Señor con esta
actitud: “Él podría hacerlo, si oráramos apasionadamente”. No, sal y
proclama: “¡Buenas nuevas! Dios ya lo hizo. Él ya ha suministrado
todo lo que necesitas. Él ya perdonó tus pecados. Él ya te sanó.
¿Creerás y recibirás?”

Ése es un enfoque diferente que consiste en decir: “Vamos a orar y


pedirle a Dios que actúe”. Si representáramos a Dios correctamente,
veríamos mejores resultados. Dejemos de rogarle al Señor que haga
algo y empecemos a actuar basándonos en que Él ya lo hizo. Cuando
empecemos a creer Su Palabra y a desatar Su poder, tendremos más
avivamiento de lo que nos podemos imaginar.

Revisa Tu receptor

Sin embargo, parecería que la televisión de la mayoría de los


Cristianos no está funcionando. Y en vez de revisar si está conectada,
prendida, y si el canal está bien sintonizado, lo primero que hacen
es llamar a la estación emisora. “¿Por qué no están transmitiendo?
Por favor empiecen a transmitir la señal. ¡Quiero ver el programa de
Andrew!”

Lo primero que hacemos cuando estamos enfermos es decir:


“Dios: ¿por qué no me has sanado?” Él está transmitiendo 24/7. Si
no estás recibiendo sanidad, no es Dios el que no la ha suministrado.
Eres tú el que no sabe cómo recibir. No estoy diciendo esto para
condenarte. Lleva tiempo educarse y aprender. Pero se debe
empezar por reconocer que Dios no es el que no ha sanado a nadie.
Él ya sanó todas nuestras enfermedades y dolencias, y ese poder ya
está en nuestro interior. Si no lo estamos sintiendo—si no se está
manifestando—no es Dios el que no ha dado. Somos nosotros los

- 97 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

que no hemos aprendido a recibir. Necesitamos empezar a arreglar


nuestro receptor, y no el transmisor de Dios.

No llames a la estación emisora para decir: “¡Dios, ¿qué está mal


contigo? Oh, Dios derrama tu poder. Oh, Señor envía avivamiento!”
Dios no es tu problema. Él ha estado desatando Su poder por más de
dos mil años. La razón por la que la iglesia sufre no es porque Dios
no está actuando; es porque no hemos estado recibiendo. Hemos
sido ignorantes, y Satanás nos ha estado robando.

- 98 -
Capítulo 11

Abre tus Ojos

Si tú estuvieras escribiendo una oración que será leída y rezada


por los santos dentro de dos mil años, ¿cómo orarías? Piensa al
respecto por un momento.

Las palabras podrían variar, pero el Cristiano común y


corriente hoy en día oraría más o menos así: “Oh, Dios. Te
pedimos que derrames tu poder sobre esa generación. Actúa
y envía avivamiento. Oh, Dios. Te pedimos algo nuevo…” De
alguna forma sería una manera de rogarle a Dios que haga algo
nuevo, que actúe, que haga algo.

Veamos la manera como el apóstol Pablo abordó esto (Ef. 1:15-


23). Lo único que le pidió a Dios es que nos diera la revelación de lo
que el Señor ya ha hecho. Pablo no le pidió a Dios que hiciera nada
nuevo. Simplemente dijo: “Abre sus ojos a lo que ya has hecho”. Él
estaba orando para que cada creyente reciba la revelación de lo que
ya tiene.

Espíritu y Vida

No oraré por alguien que viene a mí y pregunta: “Por favor,


¿podrías orar para que Dios derrame Su amor en mi vida?” Eso
es porque Dios ya ha derramado Su amor a través de Jesucristo.
Él envió al Espíritu Santo para que derramara el amor de Dios en
nuestros corazones (Ro. 5:5). No hay problema con el amor de
Dios. Él ama a cada uno de nosotros infinitamente más de lo que
cualquiera de nosotros ha podido comprender. No necesitamos que
Dios derrame Su amor.

- 99 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Sin embargo, si tú preguntas: “¿Podrías orar conmigo para que


reciba la revelación de lo que sé que es verdad. Sé que Dios me ama,
pero no tengo la revelación de esto. No lo comprendo, y no lo estoy
experimentando?”. En un abrir y cerrar de ojos oraré contigo por
eso. Es un placer ayudarte a arreglar tu receptor, pero me niego a
culpar a Dios de que no te ama. Dios te ama.

“Pero no siento el amor de Dios”. Bueno, entonces, tus


sentimientos están mal. No están recibiendo la transmisión. Pero no
es Dios el que no está transmitiendo Su amor. “No siento el gozo del
Señor, o Su paz”. Tus sentimientos están mal porque la verdad es
que en tu interior tienes amor, gozo, y paz, todo el tiempo.

Cada vez que has estado deprimido y desanimado, tu espíritu


ha estado regocijándose y alabando a Dios. Tu espíritu siempre está
feliz y bendecido. A lo mejor estás pensando: “No, no lo está. Sabría
si lo estuviera”. Eso no es verdad. Lo que es espíritu es espíritu,
y lo que es carne es carne (Jn. 3:6). No puedes darte cuenta de lo
que sucede en el ámbito espiritual, a menos que profundices en La
Palabra de Dios.

Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.


Juan 6:63

“Gracias, Padre”

Leamos esta oración en Efesios 1:15-16.

Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el


Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos no ceso
de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis
oraciones.

En nuestras oraciones, no muchos de nosotros damos gracias.


Nuestras oraciones se resumen a: “Oh, Dios. Necesito esto. Por

- 100 -
Abre tus Ojos

favor dame esto otro. Oh, Dios. Ayúdame…perdóname”. Ése es el


contenido de la mayoría de las oraciones de la gente. “Oh, Dios.
Dales esto, y dales lo otro. Oh, Dios, perdónalos”. Date cuenta que
el 99.9 por ciento de toda la oración se centra en tus necesidades.
No contiene mucho agradecimiento o alabanza, porque, vuelvo a
repetir, creemos que Dios no ha hecho lo suficiente. Pensamos que
Él es capaz de hacer cualquier cosa pero que no ha hecho mucho.
Sentimos que tenemos que pedirle cosas constantemente. Sin
embargo, una vez que empiezas a comprender que por gracia Él ya
ha hecho todo, entonces tus oraciones se transformarán en alabanza.

Yo no me pongo a elaborar conscientemente mis oraciones, pero


te garantizo que entre un 95 y un 99 por ciento de ellas se reduce
a decir: “Gracias, Padre. Te amo. Estimo lo que has hecho”. En
realidad no me paso nada de tiempo pidiéndole a Dios algo, porque
Él ya lo ha suministrado.

A lo mejor tú estás pensando: “¡Eres muy raro!” Bueno, yo


pienso que tú también eres raro. Y hasta que empieces a obtener
mejores resultados que yo, a lo mejor deberías considerar hacerlo
de esta manera.

Iluminado

Pablo estaba orando en Efesios 1:16-17…

No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de


vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él.

Para mayor precisión, los versículos 8 y 9 dicen que Dios ya…

Hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e


inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

- 101 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La verdad es que Dios ya nos ha dado sabiduría e inteligencia,


dándonos a conocer el misterio de Su voluntad. En los versos 16
y 17, Pablo simplemente estaba orando para que esto empezara a
funcionar. Él no le está pidiendo a Dios que haga algo que Él no ha
hecho. Él está orando para que nosotros comprendamos lo que el
Señor ya nos ha dado.

Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que


sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
Efesios 1:18

Él está orando para que tus ojos se abran—no tus ojos físicos,
sino tus ojos espirituales. Él está hablando de los ojos de tu corazón.

El Sexto Sentido

Personalmente, creo que originalmente Dios nos creó con seis


sentidos, no con cinco. Nosotros actuábamos por fe. Eva y Adán se
comunicaban con Dios a través del espíritu. En Génesis 3:7, donde
dice que sus ojos se abrieron, no se está hablando de los ojos de
su corazón. Se está hablando de que su vista (en el ámbito físico)
empezó a dominarlos. Originalmente ellos fueron creados para vivir
a través de un sexto sentido, el de la fe, a través del cual actuaban.
Pero después de que pecaron, sus ojos espirituales se cerraron y
sus ojos físicos se abrieron a la existencia en la que la mayoría de
nosotros vive ahora. Somos carnales, y simplemente nos dejamos
guiar por lo que vemos. No tenemos ninguna percepción espiritual.
Originalmente, Dios creó al hombre para que fuera capaz de percibir
las cosas del ámbito espiritual.

En 2 Reyes 6, hay un ejemplo en el que Eliseo estaba rodeado


por el ejército de Siria. Su siervo exclamó:

- 102 -
Abre tus Ojos

¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?


2 Reyes 6:15

Eliseo oró y dijo: “Señor, abre los ojos del mozo” (2 R. 6:17). Él
no estaba hablando de sus ojos físicos. Sus ojos físicos ya estaban tan
abiertos que parecían platillos viendo todas las tropas del enemigo
que los rodeaban. Eliseo estaba orando para que sus ojos espirituales
se abrieran. De repente, este joven vio con su corazón y percibió a
todos los ángeles.

Eva y Adán podían ver en al ámbito espiritual porque estaban


actuando por fe a través de los ojos de su corazón. Este ejemplo de 2
Reyes 6 es exactamente lo opuesto a lo que sucedió con Eva y Adán.
Eva y Adán degeneraron de un estado donde se guiaban por la fe a
un estado donde se guiaban por la vista. El siervo de Eliseo cambió
de ver con los ojos a ver por fe y a percibir el ámbito espiritual.

Ahora, a través del nuevo nacimiento…

Por fe andamos, no por vista.


2 Corintios 5:7

La norma para el creyente del Nuevo Testamento debería ser


caminar por fe. Deberíamos tener ese sexto sentido de la fe renovado
para que pudiéramos ver con nuestros corazones cosas que no
podemos ver con nuestros ojos físicos. Eso es lo normal.

Sobrenatural

Así que en Efesios 1: 17-18, Pablo estaba orando para que


nuestra vista espiritual—nuestra comprensión espiritual—empezara
a percibir cosas que no podemos percibir con nuestro cerebrito
de cacahuate. A través de los ojos de nuestro corazón, nosotros
empezaríamos a percibir…

- 103 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La esperanza a que Él os ha llamado.


Efesios 1:18

Esto no se refiere solamente al plan que tú tienes para ti. ¡Se


refiere al plan que Él tiene para ti!

Ahora que has vuelto a nacer, tienes un llamamiento que está más
allá de la capacidad humana. La mayoría de la gente está tratando
de descubrir lo que Dios quiere que hagan. Sin embargo, ellos están
buscando algo que sean capaces de hacer por su propia cuenta.
“Dios, ¿muéstrame qué es lo que quieres que haga?”. Si sientes que
aquello que Dios te pidió que hicieras es algo que puedes lograr por
tu cuenta, entonces realmente, todavía no has encontrado el plan
de Dios para tu vida. Dios tiene un plan para ti que es sobrenatural.
Para lograrlo, se va a requerir Su capacidad sobrenatural obrando a
través de ti.

Yo era un introvertido y no podía ver a la gente a la cara.


Ahora Dios me tiene hablándole a miles y miles de personas. Estoy
haciendo algo que es físicamente imposible para mí.

Si lo puedes hacer por tu propia cuenta, dudo que sea de Dios.


Él te llamará a hacer algo que es sobrenatural. Es la esperanza de Su
llamamiento. Dios es un Dios sobrenatural, y la mayoría de nosotros
estamos aspirando a muy poco. Estamos tratando de atinarle a la nada,
y le atinamos todo el tiempo. Necesitamos mejorar. Necesitamos
que nuestros ojos se abran y que nuestra comprensión se ilumine
para que podamos ver la esperanza de Su llamamiento—cuál es
el plan de Dios para ti, no simplemente lo que piensas que puedes
lograr por tu cuenta.

- 104 -
Abre tus Ojos

En los Santos

Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que


sepáis cuál es… y cuáles las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos.
Efesios 1:18

Date cuenta cómo La Palabra dice: para que sepáis cuáles son
(tiempo presente) las riquezas de la gloria de Su herencia en los
santos.

Cantamos esa canción que dice que cuando todos lleguemos


al cielo será un día maravilloso. En el futuro optimista eso será
maravilloso, pero en la realidad del aquí y el ahora, es una carga.
Sin embargo, La Palabra dice que hemos sido llamados…

Para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


2 Tesalonicenses 2:14

Ya hemos obtenido la gloria del Señor Jesucristo. A lo mejor


estás diciendo: “No comprendo eso”. Vas y ves en el espejo y
piensas: “¿Ésta es la gloria?” No. La Palabra no está hablando de
tu cuerpo físico o de tu alma (el ámbito mental y emocional). Pero
en el espíritu, estás lleno de la gloria de Dios. Si lo que está en el
interior de tu espíritu vuelto a nacer tuviera que ser repuesto, volver
a poner dentro de ti lo que ya tienes dejaría al cielo en la bancarrota.
La gloria de Dios mora en tu interior. Las riquezas de la gloria de su
herencia están en los santos. No están por allí, ya están en tu interior.

La mayoría de los Cristianos no saben que Dios ya ha hecho


esto. Pensamos que cuando todos lleguemos al cielo, será un día
maravilloso. Todo lo que sucederá en el cielo es que obtendrás una
revelación total de lo que ya tienes. Ésa es la razón por la que Dios
va a tener que limpiar las lágrimas de nuestros ojos. No será porque
padecimos cosas terribles, y que a duras penas llegamos al cielo, por

- 105 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

lo que estaremos llorando y lamentándonos hasta que Él nos limpie


las lágrimas. No, será porque cuando estemos ante Dios finalmente
reconoceremos lo que tuvimos todo el tiempo.

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente
no son comparables con la gloria venidera que en nosotros
ha de manifestarse.
Romanos 8:18

¡No a nosotros, sino en nosotros! Un día estaremos ante Dios y


de repente sabremos todas las cosas y conoceremos como fuimos
conocidos (1 Co. 13:12). Diremos: “Dios mío, ¿quieres decir que
todo el tiempo tuve el mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre
los muertos en mi interior? ¿Que pude haber estado resucitando a los
muertos, resolviendo esos problemas, y disfrutando de gozo, paz,
y victoria todo el tiempo?” Estaremos llorando y diciendo: “¡Oh,
Dios. Me lo perdí!” Él tendrá que limpiar las lágrimas de nuestros
ojos y, en forma sobrenatural, ayudarnos a que disfrutemos el cielo
cuando nos demos cuenta cómo le permitimos al diablo que nos
oprimiera y nos destruyera en esta vida. Las riquezas de la gloria de
Su herencia están en los santos.

- 106 -
Capítulo 12

El Mismo Poder

En Efesios 1: 19-21, Pablo oró para que nosotros tuviéramos una


revelación de…

La supereminente grandeza de su poder para con nosotros los


que creemos, según [el grado de] la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole
a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra,
no sólo en este siglo, sino también en el venidero.
(Los corchetes son míos)

Él estaba orando para que Dios nos mostrara la grandeza de Su


poder que ya está en nuestro interior. Es el mismo poder que Él usó
cuando resucitó a Jesucristo de entre los muertos.

Repito, Efesios 1:3 revela que Dios ya “nos bendijo” con


estas cosas. Pablo no estaba orando que el Señor nos diera poder, o
para que liberara más poder, o para que obtuviéramos una porción
doble del Espíritu Santo. Él estaba orando para que recibiéramos la
revelación de lo que Dios ya ha puesto en nuestro interior.

El poder que está en el interior de cada creyente vuelto a nacer


es exactamente el mismo poder que Dios usó cuando resucitó
a Jesucristo de entre los muertos. Satanás echó mano hasta de la
última gota de fuerza que tenía para oponerse a la resurrección. Él
puso todo su poder, todas sus legiones, justo enfrente de la tumba
tratando de estorbar la salida de Jesucristo. Sin embargo, el poder
que resucitó a Jesucristo de entre los muertos era mucho mayor
que toda la fuerza del enemigo. Y ahora, como un creyente vuelto
a nacer, tienes ese mismo poder en tu interior. ¡Eso es maravilloso!

- 107 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“Verdaderamente Tonto”
Me gusta la manera como la mega-iglesia a la que asistimos mi
esposa y yo escenifica esta verdad en la presentación anual de Semana
Santa. Conforme relatan la historia de Jesucristo, uno de los actores
se viste de negro y representa a Satanás. Aparece, entre otros lugares,
en la escena del desierto, para tentar al Señor, y entre la multitud
que se presentó ante Pilato, gritando: “¡Crucifícalo, crucifícalo!”
Cuando llegan a la escena de la resurrección el diablo está afuera
de la tumba empujando la piedra (que cubría la entrada a la tumba),
tratando de impedirle a Jesucristo que resucitara. De repente ocurre
una gran explosión. Después de que el humo finalmente se disipa, se
puede ver a Jesucristo parado encima de la piedra que había sellado
la tumba, y que ahora está encima de Satanás.

El diablo hizo su mejor esfuerzo, pero Jesucristo resucitó de


entre los muertos y venció todo el poder del enemigo. Sin embargo,
muchos Cristianos están diciendo: “Oh, Dios. ¿Podrías sanarme?
¿Podrías emplear de un poco de poder para que yo mejore?”

En una ocasión un muchacho se acercó a mí y me dijo: “Tengo


molestia en el cuello, me duele la espalda y tengo neuralgia en el
nervio ciático a lo largo de las piernas al grado que hace que se me
entuman los pies. También estoy enfermo de los nervios”, y empezó
a nombrar otras cosas. Simplemente lo escuché. Luego me vio y
dijo: “¿Pero sabes qué? Podría vivir con todo lo demás si Dios tan
sólo me sanara del dolor que tengo en la espalda y el cuello”.

Así que contesté: “Ah, comprendo lo que estás diciendo. Si le


pidiéramos a Dios que sane tu cuello, tu espalda, tu sistema nervioso,
tus pies—todo—las luces en el cielo podrían palidecer. No estoy
seguro que Dios pueda resolver todo esto al mismo tiempo. No
deberíamos pedirle tanto”.

Este muchacho se me quedó viendo y dijo: “¿Lo que dije fue un


poco tonto verdad?”

- 108 -
El Mismo Poder

Yo contesté: “Así es. Dijiste algo muy tonto”.

Ésta es la manera como mucha gente se dirige a Dios. Dicen:


“Oh, Dios. No estoy pidiendo mucho de ti. ¿Si no es mucha la
molestia, podrías usar suficiente poder para hacer esto?” Como un
creyente vuelto a nacer, tienes en tu interior el mismo poder que
resucitó a Jesucristo de entre los muertos. Ese poder es mayor que
el que se necesitó para crear el universo. Resucitar a Jesucristo de
entre los muertos es la manifestación más grande de poder en la
historia del universo. Sin embargo, aquí estamos diciendo: “Dios
mío. ¿Podrías sanar un resfriado?” Ha habido gente que se acerca
a mí preguntando: “¿Puede Dios curar a alguien de SIDA?” Eso
simplemente expresa qué tan dominado estás por la incredulidad.

Prende la Luz

Tienes en tu interior el mismo poder que resucitó a Jesucristo


de entre los muertos. Todo es posible. No se trata de un problema
que tenga que ver con Dios, y no es el Señor el que anda por allí
prendiendo y apagando el interruptor. Él ha puesto Su generador—
Su poder—en tu interior. Si no estás viendo el poder de Dios, no es
porque Él no ha dado. Eres tú el que no ha prendido la luz. Eres tú el
que no se ha activado ni ha desatado Su poder. Dios ya lo hizo. Por
gracia, el poder ya ha sido suministrado.

Ahora, el asunto es este, ¿vas a estirar la mano por fe para tomarlo


y usarlo, o continuarás pidiéndole a Dios como si Él no hubiera
hecho nada? ¿Vas a continuar con una actitud de incredulidad
diciendo: “Oh, Dios. Podrías actuar en mi vida”, cuando La Biblia
revela que Él ya actuó? ¿Vas a pedirle a Dios que rasgue el cielo, y
no vas a creer que Él ya lo rasgó y que bajó a través de Jesucristo?
¿Vas a pedirle que te sane a pesar de que Él dice que por Sus llagas
fuiste sanado? ¿Le vas a pedir que te dé gozo, paz, y que derrame
Su amor en tu vida, a pesar de que La Palabra dice que ya tienes el

- 109 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

fruto del Espíritu—amor, gozo, y paz? ¡Ya está en tu interior—y ésa


es una buena noticia!

Cuando ministro estas verdades, la gente por lo general se


pregunta: “Bueno, entonces, ¿qué diremos en la oración? ¡Me da
gusto que hagas esta pregunta! En gran medida, la manera de orar
del cuerpo de Cristo no revela otra cosa que incredulidad, y ésta
es la razón por la que no están obteniendo buenos resultados. Sé
que este tema es un tabú. Me doy cuenta que para algunas personas
esto parece ofensivo. Pero la gran mayoría de Cristianos no están
satisfechos con los resultados que están obteniendo. Sin embargo,
se ofenden si alguien les sugiere: “No estás orando correctamente”.
Ellos quieren seguir haciendo lo mismo, pero desean obtener
mejores resultados. Eso es una locura. Si lo que estás haciendo no
está funcionando, por lo menos deberías considerar que existe la
posibilidad de que estás haciendo algo mal. Serías mucho más eficaz
si simplemente empezaras a agradecerle a Dio lo que Él ya ha hecho,
en vez de pedirle que haga algo que no ha hecho. Se requiere fe para
agradecerle a Dios.

Si tú estás actuando con fe para recibir sanidad, pero todavía


no has visto o sentido la manifestación, empieza a alabar a Dios y
a darle las gracias. Colosenses 2:7 revela que la acción de gracias
hace que la fe abunde. Si tú empezaras a darle gracias a Dios, tu fe se
fortalecería y repentinamente empezarías a obtener resultados. Dios
te mostraría las cosas que debes hacer. Es mucho más fácil decir:
“Oh, Padre. Gracias, gracias y gracias porque ya lo hiciste”. Si
inviertes suficiente tiempo meditando en lo que Él ya hizo y dándole
gracias por eso, empezarás a creerlo. Y en el momento que lo crees,
la gracia y la fe juntas desatarán el poder sobrenatural de Dios, y
experimentarás en tu cuerpo lo que Dios ya ha provisto.

- 110 -
El Mismo Poder

El Testimonio de Una Hermana

En una conferencia para ministros del movimiento carismático,


una mujer que tenía bocio, se acercó al altar para pedir que oraran
por ella. Después de la oración, ella estaba totalmente segura de
que Dios la había sanado. Así que tomó la palabra enfrente de esta
gran congregación y empezó a alabar a Dios porque la había sanado,
aunque ella todavía tenía la glándula inflamada en el cuello. La
gente alabó a Dios junto con ella y le agradecieron a ella por su
testimonio, creyendo que el poder sanador de Dios la había tocado,
que estaba operando, y que eventualmente se manifestaría. Así que
la trataron con benevolencia y misericordia, aunque ellos todavía no
podían ver ningún resultado evidente.

Al año siguiente ella regresó a la misma conferencia, tomó la


palabra, y dio su testimonio diciendo: “Esta noche se cumple el
primer aniversario de la curación por Jesucristo de este bocio”. Sin
embargo, ella todavía tenía esa cosa grande en su cuello. Esta vez,
la gente no se alegró. No alabaron a Dios, porque pensaban que algo
estaba mal; pero no le dieron mayor importancia.

Al año siguiente ella regresó a la misma conferencia y dijo:


“Éste es el segundo aniversario de la curación realizada por Dios
de esta glándula inflamada”. La gente se molestó y habló con el
coordinador de la conferencia y le dijeron: “¡Tienes que decirle a esa
mujer que deje de testificar, porque es obvio que no ha sanado. Está
haciendo el ridículo y se está burlando de las cosas de Dios. Tienes
que decirle que deje de hacerlo!” Así que el coordinador del evento
fue y le dijo a esta mujer: “Sólo podrás dar tu testimonio cuando la
inflamación haya desaparecido”.

Esta mujer habló con el Señor esa noche y dijo esta oración:
“Dios, yo sé que Tú me sanaste. Creo que Tú me sanaste la noche
que oraron por mí. Sé que ya está hecho. Pero estos predicadores
no pueden creer, a menos que lo vean. ¿Podrías quitar esta cosa

- 111 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

para que puedan creer que ya lo hiciste?” A la mañana siguiente, se


despertó, la inflamación había desaparecido, y ella testificó: “¡Les
dije que ya estaba sanada!”

No me malinterpretes. No estoy diciendo que deberíamos andar


por allí dando testimonio de cosas que no se han manifestado.
Sin embargo, estoy diciendo que debemos llegar al punto en que
creamos lo que La Palabra dice que Dios ya hizo, con tanta firmeza,
que sea irrelevante si todavía no hemos percibido la manifestación
de La Palabra en nuestro cuerpo. Sabemos que es verdad.

Normal

No he llegado a la meta en esta área, pero ya arranqué. Ahora


puedo decir que las cosas que veo en mi interior son más reales para
mí que lo que veo en el exterior. Es la verdad.

Recuerdo que en una ocasión estaba en un servicio religioso y


allí vi—en el espíritu—que el Señor estaba entrando a ese cuarto.
Aunque mis ojos naturales estaban cerrados, lo que vi con los ojos
de mi espíritu era muy real. Es más, hasta abrí mis ojos naturales
para ver si podía verlo. Pude ver que estaba sucediendo todo lo que
había visto en mi corazón, sólo que no pude ver a Jesucristo.

En mi corazón, vi a Jesucristo caminando hacia una mujer y


tocarla, y a ella caer de bruces. Luego vi que Jesucristo caminaba
hacia donde estaba otra dama, y que ella se arrodillaba y levantaba
su brazo. Vi que el Señor empezaba a tocar a las personas una por
una. Cuando abrí mis ojos, vi el efecto físico de todas estas cosas,
pero no puede ver al Señor. En mi espíritu, pude ver al Señor. Pude
ver todo lo que estaba sucediendo antes de que sucediera en el
ámbito natural. Lo que estaba viendo con mi espíritu era más real,
más vívido, y más claro que lo que estaba viendo con mis ojos. Así
que finalmente simplemente cerré mis ojos, porque podía ver mejor
con mi espíritu que con mis ojos naturales.

- 112 -
El Mismo Poder

Esto debería ser lo normal y no lo anormal. Deberíamos andar


por fe y no por vista (2 Co. 5:7). Podemos llegar al punto en que
vemos lo que Dios ha hecho por nosotros por gracia. Luego lo
aceptamos por fe y empezamos a regocijarnos. Cuando llegues al
punto donde estés totalmente absorto en lo que Dios ha hecho y estés
alabando a Dios por eso, entonces el ámbito físico lo reflejará casi
accidentalmente, como un producto derivado. Podrías decir: “Dios,
yo sé que ya soy sano, pero ¿no sería un gran testimonio para mi
doctor si él pudiera verlo y pudiera comprobarlo con un estudio?”
Tú no tienes que verlo para creerlo. Quieres que se manifieste para
que otras personas puedan verlo.

“Lo que Tengo”

Ésta es la razón por la que podemos sanar al enfermo. La Biblia


no te dice que ores por el enfermo. Aunque Santiago 5:14 menciona
que si estás enfermo debes llamar a los ancianos de la iglesia para
que oren por ti, en ningún otro lugar de La Biblia se te ordena que
ores por los enfermos. Sin embargo, sí se nos ordena que sanemos
al enfermo.

Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad


fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Mateo 10:8

Existe una enorme diferencia entre decir: “Eres sano en el


nombre de Jesucristo. Libero el poder sanador de Dios”, y decir:
“Querido Padre. Si es tu voluntad, hazlo por Jesucristo, extiende
tu mano y sana a esa persona”. ¡Ésta es una oración tímida! No
requiere fe orar así. No se está arriesgando nada.

Necesitamos actuar con fe y hablar como Pedro lo hizo cuando


entró al templo con Juan. Al pordiosero cojo que les pidió limosna,

- 113 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

él le contestó: “En este momento, no tengo nada de dinero conmigo.


Dejé mi billetera en la casa, pero…”

Lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret


levántate y camina.
Hechos 3:6

“Lo que tengo, te doy”. La mayoría de la gente sacaría a estos


discípulos de su iglesia, diciendo: “¡Cómo te atreves a decir que tú
tienes el poder sanador de Dios!”

La Diferencia

El Señor sí dijo:

Sin mí, no pueden hacer nada.


Juan 15:5

Yo, no soy el Sanador. El poder no es mío. Por mi cuenta no


puedo sanar ni a un mosquito. Pero no estoy solo. Dios dijo que
nunca me dejaría ni me abandonaría (He. 13:5). Tengo el poder
sanador de Dios en mi interior—el mismo poder que resucitó a
Jesucristo de entre los muertos. Por eso, puedo decir juntamente con
Pedro: “Lo que tengo”. Tengo el poder sanador de Dios. Y en el
nombre de Jesucristo puedo ordenar que la sanidad se manifieste en
la gente. Éste es un enfoque totalmente diferente.

Dios ya ha provisto todo por gracia. Ahora tenemos que tomar


una actitud de fe. En vez de tratar de creer que va a suceder, debemos
creer que ya es un trato cerrado. Ya lo tienes, así que deja de tratar de
obtenerlo. Simplemente actúa con base en lo que Dios dice que Él
ya hizo. Ésa es la diferencia entre la victoria y la derrota.

- 114 -
Capítulo 13

Acompáñala de Fe

La fe toma y se apropia de, lo que Dios ya ha suministrado para


nosotros por gracia. No tenemos que pedir, rogar, o suplicarle a
Dios. Él ya ha suministrado. Todo se reduce a que nosotros creamos
y recibamos.

“Pero Andrew, ¿qué con los versículos que hablan de pedir?”

Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna


cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que
él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan 5: 14,15

No está mal pedir. Dios ya ha provisto todo, así que si nos


basamos en una interpretación estricta, tú no tienes que pedir nada.
Sólo cree y recibe, ordena y desata el poder de Dios. Lo que armoniza
estas dos actitudes está en un punto intermedio, en la actitud con que
se pide.

Una Exigencia Cortés

Considera lo que Jesucristo dijo en lo que comúnmente llamamos


“El Padre Nuestro”.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los


cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mateo 6: 9-11

- 115 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” es pedirle a Dios


que satisfaga tus necesidades diarias. Sin embargo, no es “¿Podrías,
por favor darnos este día nuestro pan?” preguntándote si lo hará.
No, más bien es una exigencia. Es como el niño que le dice a su
mamá a la hora de comer: “¿Puedo comer algo?”

¿Qué pensarías si estuvieras de visita en mi casa y mis niños


fueran pequeños, y uno de ellos entrara, se arrodillara enfrente de
mí, y con las manos juntas dijera: “Padre. Soy tan impío, y sé que no
lo merezco, pero podrías darme un pedazo de pan”? Si empezaran a
rogarme de esa manera, tú pensarías: “Algo está mal en esta casa”.

Un niño, si ha sido educado correctamente, no va entrar


bruscamente y a decir: “¡Dame algo de comer!” Eso también está
mal. Podría decir: “Por favor, ¿podrías darme algo de comer?” Está
haciendo una pregunta, pero en realidad no es una pregunta. El niño
sabe que lo amas. Sabe que vas a satisfacer su necesidad. Así que
en realidad lo está exigiendo. Pero simplemente lo está haciendo de
una manera considerada y amable.

No estoy diciendo que nunca reconozcamos nuestra necesidad


o hagamos una petición, diciendo: “Dios mío, necesito que me
proveas de algo”. Sin embargo, no es una petición implorante.
No es una petición que tenga signos de interrogación porque estés
dudando que Dios lo hará. Simplemente es una manera cortés para
acercarnos a Dios y decirle: “Padre, sé que Tú ya has suministrado
lo necesario para todas mis necesidades. Estoy listo para recibir. ¿Lo
puedo obtener ahora?”

¿Mendigo o Creyente?

No está mal pedirle algo a Dios con una actitud de fe. Pero
lanzar una petición al aire sin saber si Dios la va a contestar o no,
pensando que tienes que caminar de rodillas, rogando y suplicando,

- 116 -
Acompáñala de Fe

es un concepto religioso que es absolutamente contrario a lo que Las


Escrituras enseñan.

Imagínate que en este momento me acerco a ti diciéndote:


“Después de que termines de leer este capítulo, te daré las llaves
de mi carro. Puedes usarlo para ir a donde quieras y hacer lo que
quieras”. Si te hice esa promesa, entonces después de terminar de
leer este capítulo te acercarías a mí y me dirías: “¿Me puedes dar
las llaves de tu carro?” Tú podrías hacer eso de diferentes maneras.
Podrías estar pensando: “¿Verdaderamente me permitirá Andrew
usar su coche?” No lo puedo creer. No estoy seguro que sea verdad.
¿Verdaderamente lo hará? Así que te acercas a mí y me dices: “¿Me
puedes dar las llaves de tu carro?” como si dijeras: “¿verdaderamente
esto es verdad? ¿Verdaderamente harás esto?” Eso es incredulidad.
O podrías decir: “¿Me puedes dar las llaves de tu carro?” con una
actitud de que verdaderamente me crees, y todo lo que estás haciendo
es decir: “Ahora estoy listo. Tú lo dijiste. Aquí estoy pidiéndotelo.
¿Me puedes dar las llaves de tu carro?”

Puedes decir exactamente las mismas palabras, pero con motivos


diferentes. Tú podrías simplemente pedir algo, confiando en que lo
que dije es verdad. O podrías estar haciendo una declaración de
incredulidad. Es precisamente esta incredulidad la que he estado
contrarrestando.

La gente ora: “Señor, si es tu voluntad, por favor tócame y actúa


en mi vida”. ¡No! Sí es la voluntad del Señor. Él ya ha suministrado
todo. En vez de acercarnos al Señor como mendigos, necesitamos
ser creyentes que confiamos en Sus promesas, y que con seguridad
y gratitud aprovechamos lo que Él ya ha suministrado para nosotros.
¡Ésa es una verdad poderosa!

- 117 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Debemos Tener Cuidado

Fue esta actitud de incredulidad la que impidió que los Judíos


recibieran la provisión de Dios y que entraran a la Tierra Prometida.

Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.


Hebreos 3:19

Repito, cualquiera que crea que la voluntad de Dios se llevará a


cabo automáticamente, tiene que desconectar su mente para leer La
Biblia. No era la voluntad de Dios que los hijos de Israel se pasaran
cuarenta años en el desierto después de que salieron de la tierra de
Egipto. Esto sucedió por su incredulidad (Nm. 13-14; Sal. 78:40-
41). La voluntad de Dios no se realizó porque ellos no cooperaron
con fe. Ellos no entraron a la Tierra Prometida. La generación que
salió de Egipto murió en el desierto, por su incredulidad nunca vio
que la voluntad de Dios para ellos se manifestara.

Mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios,


debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de
ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso.
Hebreos 4:1 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

Éste versículo es inútil para aquellos que dicen que Dios hace
todo soberanamente y que nada sucede sino lo que es Su voluntad.
Hebreos 4:1 está diciendo que necesitas tener cuidado y ser
consciente. Tienes que ser diligente porque podrías perderte de la
voluntad de Dios para ti. Este versículo sería una afirmación inútil
si Dios automáticamente hiciera todo y nada sucediera sino lo que
es Su voluntad. Aunque hoy en día esta doctrina de que Dios es
responsable de todo y que controla todo predomina en la iglesia,
este versículo está diciendo justamente lo opuesto. Tú tienes que
temer—tener cuidado, ser consciente, ser diligente—porque sería
una lástima que te perdieras de algo que Dios ya ha provisto para ti.

- 118 -
Acompáñala de Fe

No Endurezcas Tu Corazón

Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena


nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra,
por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
Hebreos 4:2

Esto es exactamente de lo que hemos estado hablando. Dios


por gracia, ya había provisto un plan para ellos. Él le prometió a
Abraham en Génesis 15 que Él sacaría a sus descendientes de la
tierra de Egipto y que les daría toda la tierra de Canaán y también las
naciones adyacentes (Gn. 15:18-21). Dios prometió eso cuatrocientos
y treinta y cinco años antes de que sucediera. Cuando Él finalmente
sacó a la gente, ellos no tenían fe en Su propósito ni en Su plan. Esa
generación nunca vio que la promesa se realizara. Murieron en el
desierto. Salieron de la tierra de Egipto, pero murieron en el desierto
por su incredulidad.

Tú tienes que mezclar fe con lo que Dios quiere que hagas.


Debes escuchar y obedecerlo. Tienes que creerle a Dios para poder
ver que sus promesas se realicen en tu vida.

Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la


manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira.
Hebreos 4:3

Luego el escritor empezó a citar partes del Salmo 95, al que


también se hizo referencia en Hebreos 3.

Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis


vuestros corazones, como en la provocación.
Hebreos 3:15

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón,


como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto,

- 119 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Donde me tentaron vuestros padres,  me probaron, y vieron


mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
y dije: Pueblo es que divaga de corazón,  y no han conocido
mis caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en
mi reposo.
Salmo 95: 7-11

El Descanso del Sábado

Esas cosas se citaron en Hebreos 3. Así que en Hebreos 4, el


escritor se estaba refiriendo una vez más al versículo que David
escribió inspirado por el Espíritu Santo. De eso es de lo que se está
hablando en Hebreos 4:3, que dice:

Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera


que dijo: Por tanto juré en mi ira, no entrarán en mi reposo, aunque
las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

Esto une el reposo del que hablaba el Salmo 95 con el reposo del
Sábado que tomó Dios en Génesis 2:2. Después de que Él creó los
cielos y la tierra, Dios reposó de todas sus obras.

Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó


Dios de todas sus obras en el séptimo día.
Hebreos 4:4

Eso se refiere a Génesis 2:2

Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y


aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva
no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina
un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de
David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz,   No endurezcáis

- 120 -
Acompáñala de Fe

vuestros corazones.
Hebreos 4: 6,7

En resumidas cuentas, ésta es una manera de decir: “No seas


como los Judíos que se perdieron de algo que Dios proveyó”. Ellos
citan este versículo donde David dice que queda un descanso para la
gente de Dios. El escritor retrocede hasta el primer libro de La Biblia
y dice que esto es la misma cosa de la que Dios habló en Génesis
2 cuando Él descansó de todas Sus obras en el séptimo día. Luego
estos versículos dicen que este descanso, esta relación especial, no
se cumplió cuando los Judíos ocuparon la tierra de Canaán, porque
David apareció más de cuatro siglos después y dijo en el Salmo 95
que todavía quedaba un reposo para la gente de Dios.

Tipo y Sombra

El punto que este pasaje está estableciendo es que este reposo


espiritual no se cumplió cuando los Judíos ocuparon la tierra
prometida, porque más de cuatrocientos años después David dijo
que todavía quedaba un reposo para la gente de Dios.

Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría


después de otro día.
Hebreos 4:8

Esto está diciendo que si Josué, el mismo que guió a los hijos
de Israel hacia la Tierra Prometida, hubiera cumplido la promesa de
que hay un reposo para la gente de Dios, entonces cientos de años
después David no habría hablado de este reposo que todavía estaba
por cumplirse.

Este pasaje revela que el reposo que estos versos estaban


prometiendo no se cumplió cuando los Judíos ocuparon la tierra de

- 121 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Canaán. Está diciendo que queda un reposo reservado para la gente


de Dios, y que eso se refiere a nosotros hoy en día como creyentes
del Nuevo Testamento.

Porque si Josué les hubiera dado el reposo, [David] no


hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo
para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su
reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de
las suyas.
Hebreos 4: 8-10 (Los corchetes son míos)

Esto se vuelve a referir a la creación, cuando Dios reposó en


el séptimo día. El reposo de Dios—reposo del Sábado—era una
imagen, un tipo y una sombra de lo que estaba por venir.

- 122 -
Capítulo 14

Dios Previó
Hasta donde yo sé, en todas Las Escrituras sólo hay dos lugares
en los que se dio una razón para el día de reposo. En el Antiguo
Testamento, Éxodo 20:8-11 dice que era para que descansaras tú, tu
familia, tus sirvientes, y tus animales. El segundo lugar en el que el
día de reposo se menciona y se da una explicación de porqué Dios
lo dio, se encuentra en Colosenses.

Nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de


fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra
de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
Colosenses 2: 16,17

El verso 17 revela que los cinco puntos mencionados en el verso


16, incluyendo el día de reposo, eran una sombra de algo que estaba
por venir. Y los tipos, sombras, imágenes, y símbolos son muy
importantes si no tienes la cosa real enfrente de ti.

Por ejemplo, imagínate que nunca me has visto con anterioridad.


Si alguien dibujara un retrato mío y te lo mostrara podrías darte una
idea de cómo me veo. Pero ¿por qué habrías de continuar viendo mi
retrato si yo estuviera parado enfrente de ti? Un retrato es útil sólo
si la persona no está allí.

Si estuviera parado a la vuelta de la esquina de un edificio donde


tú estás, no podrías verme, pero podrías ver mi sombra. Mi sombra
podría darte mucha información sobre mí. Aunque no pudieras
verme, por mi sombra podrías deducir si estoy parado, o si estoy
acercándome hacia ti o alejándome de ti, o saltando de arriba a
abajo; podrías darte una idea de si soy gordo o flaco, alto o chaparro.
Pero si le diera la vuelta a la esquina de este edificio y me pudieras

- 123 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

ver, ¿qué pensarías de una persona que se postrara ante mi sombra,


tratando de abrazarla y saludarla? Si no me puedes ver, mi sombra
es lo que más se acerca a la realidad de quien soy. Pero si estoy aquí
a plena vista, ¿por qué habrías de seguir viendo mi sombra?

Una Realidad del Nuevo Testamento

En Colosenses 2: 16-17, la Biblia dice que estas cinco cosas—


una de las cuales es el día de reposo—eran una sombra de las
cosas por venir, más no la representación exacta de esas cosas.
Simplemente eran una sombra. Sin embargo, hoy por hoy tenemos
Cristianos que están tratando de observar el Sábado como día de
reposo. Hay iglesias enteras que están basadas en la observancia del
Sábado como día de reposo. Hacen que se observe de una manear
inflexible. Ellos predican que tú violas el mandamiento de guardar
el día de reposo si trabajas el Sábado. Sin embargo se han perdido
todo el simbolismo del día de reposo.

El Sábado no representa un día. Se observaba en el Antiguo


Testamento, pero ahora es una realidad del Nuevo Testamento. Eso
es de lo que Hebreos 4 está hablando. El Sábado era una imagen del
descanso—de una relación con Dios en la que estás confiando en la
obra completa de Cristo y no en tu propio esfuerzo y comportamiento.
Para comprobar esto, el escritor del cuarto capítulo de Hebreos
empezó a hablar del Sábado que el Señor instituyó.

Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el


día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día
séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra
que había hecho en la creación.
Génesis 2: 2,3

Cuando el Señor creó los cielos y la tierra, hubo orden en la


manera como Él creó las cosas. Él no creó al hombre en el primer día

- 124 -
Dios Previó

de la creación. El hombre era la joya de la corona de toda la creación


de Dios. ¿Por qué no creó al hombre primero? ¡Porque las cosas
no estaban listas para él! Si Dios hubiera creado al hombre en el
primer día de la creación, el hombre habría tenido que caminar por
el agua por cuatro días antes de que hubiera algo de tierra en donde
pudiera pararse. Luego, una vez que hubo tierra y que Dios declaró
la existencia de los árboles, el hombre habría tenido que evadir todos
los árboles maduros que estaban brotando por todos lados. Contrario
a lo que la teoría de la evolución dice, estos árboles no empezaron
como plantas y crecieron gradualmente; esto no se tomó millones
y miles de millones de años. Aunque Dios creó estas cosas en los
primeros días, todavía no estaba todo listo para el hombre.

Provisto con Abundancia

El Señor esperó a que toda la creación estuviera terminada antes


de crear al hombre. Los árboles frutales fueron creados totalmente
crecidos. Ya tenían fruta. El hombre no tuvo que esperar siete años
para que esos árboles empezaran a producir fruta. Dios creó un
mundo perfecto para el hombre. Había tierra en la que podía pararse,
comida para comer, aire para respirar, y la temperatura era perfecta.
Dios hizo a los animales para el disfrute del hombre. Él hizo todo
perfecto.

Llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue


la tarde y la mañana un día…Y fue la tarde y la mañana el día
segundo.
Génesis 1: 5,8

Los Hebreos cuentan el tiempo desde el atardecer de un día hasta


el atardecer del día siguiente. No lo cuentan de la medianoche de un
día hasta la medianoche del día siguiente. Lo cuentan de una tarde a
la tarde del día siguiente.

- 125 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Así que en el primer día, el Señor empezó al atardecer y continuó


hasta el día siguiente. Luego, justo antes del atardecer, al final del
sexto día, creó al hombre. Dios creó al hombre al final de toda
Su creación. Él ya había creado toda la comida. Todo le pareció
perfecto. Luego, inmediatamente, Dios reposó y entró al séptimo
día. Así que el hombre fue creado justo antes del Sábado, y el hombre
entró al Sábado de Dios, donde todo ya había sido suministrado con
abundancia.

Dios no creó al hombre en el primer día de la creación. El hombre


no tuvo que caminar por el agua, ni tuvo que esperar por varios días
a que Dios creara la tierra para que él pudiera pararse y la comida
para que pudiera comer. Dios había previsto todas las necesidades,
no sólo las de Eva y Adán, sino también las de toda la raza humana.
Dios previó la necesidad de todo el petróleo que estamos extrayendo
del subsuelo, y lo puso allí. Dios ha creado todo lo que necesitamos.
Si la población de este planeta fuera diez veces la actual, no habría
problema; Dios ha hecho que la tierra sea capaz de sustentarnos. Él
ha previsto todo.

Dios Reposó

Dios no está creando cosas hoy. Él no está haciendo plantas


nuevas, animales nuevos, o gente nueva.

Dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé


semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su
semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
Génesis 1:1

Dios no dijo: “Haya árboles. Haya fruta”. Si Él hubiera dicho eso


y no hubiera creado una manera para que se reprodujeran, entonces
el Señor hubiera tenido que crear nuevos árboles cada vez que uno
viejo muriera para mantener el equilibrio. Él habría tenido que decir:

- 126 -
Dios Previó

“Haya un millón de vacas nuevas hoy”, y Él habría tenido que crear


vacas nuevas. Pero cuando Él creó los animales, dijo:

Fructificad y multiplicaos.
Génesis 1:22

Dios le dio a las plantas, a los animales y a la gente—a todo—


la capacidad de reproducirse. Cuando Dios terminó la creación
diciendo: “Todo es bueno en gran manera”, y luego reposó, no fue
meramente simbólico. Dios, literalmente, no ha creado nada desde
la creación original. La creación se perpetúa a sí misma.

Dios lo creó de esta manera, así que cuando Él descansó, literalmente


dio por terminada Su obra. Estaba consumada. Esto no significa
que Él descansó porque estaba cansado. No significa que si creaba
una luna más eso hubiera hecho que Dios se desmayara de puro
cansancio; que ya no le quedaba energía para crear una vaca, o un
caballo, o un árbol más. No, no es esa clase de descanso. Es como
un artista que ha pintado una hermosa pintura. Todo es perfecto. Un
toque más con el pincel la arruinaría. Así que el artista suelta los
pinceles y descansa de su obra, no porque está cansado de agarrar
el pincel, sino porque su obra maestra ya está completa. Está hecha.
Está terminada. En este sentido, Dios descansó.

El Señor no se cansa como el hombre (Is. 40:28). Él descansó


porque todo estaba perfecto. Cuando el hombre apareció y dijo:
“Señor, tengo hambre”, Dios no tuvo que decir; “Oh, no había pensado
en eso. Mira, déjame crear un árbol frutal para que puedas comer
algo”. El Señor no respondió a la necesidad del hombre diciendo:
“Muy bien. Permíteme crear algo para ti”. No, Él había previsto toda
necesidad, y después reposó. El hombre no tuvo que pedirle a Dios
nada. Todo lo que el hombre tuvo que hacer fue extender la mano
y tomar lo que Dios ya había creado y decir: “Gracias”. Esto es a
lo que se referían el descanso y la imagen del día de descanso del
Antiguo Testamento.

- 127 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“Confía en Mí Para Todo”

Dios le dijo a Su gente que apartaran un día a la semana mientras


todos los demás estaban trabajando hasta quedarse con la lengua
de fuera. En el ámbito natural, eso no tiene sentido. “¿Cómo
puedo prosperar tanto como otras personas que trabajan siete días
por semana si yo solamente trabajo seis?” Si solamente eres tú
y tu esfuerzo, no puedes. Pero si es Dios bendiciendo la obra de
tus manos, sí puedes. Si Dios es tu fuente de provisión, y tú estás
confiando en Él y obedeciéndolo, entonces tomar un día a la semana
de cada siete en realidad te hará prosperar más que lo que progresen
todas esas personas que solamente confían en su propia capacidad.
Como la fe estaba involucrada, los Judíos prosperaron más que
todas las naciones a su alrededor, aunque ellos tomaban un día de
cada siete para el descanso.

De acuerdo a Levítico 25, Dios también les dijo que tomaran


un año de cada siete. Él les prometió bendecirlos, y con la exactitud
de un reloj, los bendecía con tres veces la cosecha normal en el
sexto año, porque ellos estaban descansando y confiando en Él. Esa
triple cosecha sobrenatural del sexto año los abastecía durante el
final de ese sexto año, todo el séptimo año cuando descansaban, y en
el octavo año mientras plantaban y esperaban la cosecha. Esto es lo
que el Sábado representaba. El meollo del asunto nunca fue observar
un día específico. El Señor odia esta actitud en la gente que sólo le
sirve un día a la semana. A través de la imagen del Sábado, el Señor
quería comunicarle a su gente esta verdad: “Yo soy tu proveedor.
Confía en Mí para todo”.

Hoy muchas personas están haciendo que otros cumplan con la


observación de un día. Yo crecí en un hogar que era algo legalista.
No éramos tan legalistas como otros, pero no cortábamos el pasto,
ni lavábamos los platos, ni hacíamos quehaceres en domingo. Para
nosotros, ése era el día de reposo.

- 128 -
Dios Previó

Hoy yo sé que el domingo no es el día de reposo. Algunas


personas que se dieron cuenta de esto, simplemente cambiaron el
día al sábado (por ejemplo, los Adventistas del Séptimo Día). Sin
embargo, continúan perdiéndose del verdadero significado. La
razón por la que la iglesia empezó a reunirse en domingo fue que
éste era el día que Jesucristo resucitó de entre los muertos. Tenía la
revelación de que hemos sido redimidos de los tipos y las sombras
del Antiguo Testamento. Ahora que estamos viviendo en la realidad
de poner nuestra confianza en Jesucristo, la iglesia estableció una
separación clara entre la ley del Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento.

Sin embargo muchos Cristianos del Nuevo Testamento hoy por


hoy todavía piensan que deben observar el Sábado de una manera
legalista. Se sienten culpables si salen y hacen ciertas cosas en el día
de descanso. Algunas personas observan el día de reposo en Sábado;
otros en domingo. Hay quienes son unos tiranos con la observancia
del día de descanso. Yo acostumbraba tomar una ruta diferente que
añadía cuarenta y cinco minutos más a mi trayecto, con tal de no
tener que pasar por la caseta de cobro y pagarle a alguien para que
trabajara el domingo.

“Dependo de Ti”

En el comienzo de mi ministerio, organicé una reunión de


avivamiento un domingo por la mañana. Unas personas querían
invitarme a comer, pero les dije: “¡De ninguna manera! No voy a
salir a comer y a ayudarle a alguien a trabajar en el día de reposo.
Me niego a ayudarle a alguien a profanar el día de reposo”. Era un
grupo numeroso de personas que estaban dispuestas a llevarme a
comer. Se fueron solos, porque yo no fui.

A lo mejor estás pensando: “Eso es un poco legalista”. Yo diría


que te quedas corto. Vamos, si vas a creer, créelo. Si quieres retroceder

- 129 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

para observar el día de reposo del Antiguo Testamento, entonces


sería más adecuado que lo hicieras como lo hacían los fariseos. Ellos
contaban el número de pasos que podías dar el Sábado.

Probablemente Juan el Bautista fue educado por los Esenios,


las mismas personas que escribieron los Rollos del Mar Muerto.
Sus escritos revelan que defecar en el día de reposo se consideraba
como trabajo. Por lo tanto, desde su punto de vista, era en contra de
la ley.

Si vas a creerlo, créelo. Es hipocresía estar bajo la ley y


solamente observar una pequeña parte de ésta. O estamos bajo la ley
del Sábado, o no lo estamos.

El día de reposo sólo era una imagen del hecho de confiar en


Dios al grado de interrumpir tus propias obras diciendo: “Dios, creo
que Tú eres mi proveedor. No voy a depender solamente de mis
esfuerzos. Voy a depender de ti”. Esto es lo que estaba representando.

Entra en Su Reposo

Dios creó todo, y reposó. Él no tiene que crear comida para que
comas, o aire para que respires. Él creó la tierra de tal manera que
los árboles limpian el aire para que haya una provisión constante de
oxígeno. Dios ya no tiene que crear nada nuevo para nosotros. Él ya
previó nuestras necesidades, y ya hizo todo. Ahora hemos entrado
en Su reposo. Estamos obteniendo beneficio de todas las cosas que
Dios creó cuando previó las necesidades de toda la raza humana.

Ésta es la razón por la que estoy en serio desacuerdo con la


gente que dice que estamos destruyendo la tierra. En realidad, es una
ofensa a Dios pensar que el hombre puede abrumar, sobreexplotar,
y destruir esta tierra que Él creó. Por ejemplo, respecto al volcán
de St. Helens,1 los expertos dijeron que se tardaría diez mil años

- 130 -
Dios Previó

para regenerarse. En el lapso de tres años, la montaña hizo lo que


pensaban que se tardaría diez mil años. La tierra tiene la capacidad
de regenerarse y limpiarse por sí misma. Un arroyo contaminado
se purificará a sí mismo en un corto período de tiempo si dejas de
contaminarlo. Esta actitud profana e impía ha exaltado al hombre a
la categoría de Dios, y el papel de Dios ha sido eliminado o reducido
drásticamente. Los que adoptan esta actitud no se dan cuenta que
Dios previó todo lo que podríamos hacer.

Esta tierra no será destruida por nosotros. Dios la destruirá con


un fuego consumidor. Nosotros no nos vamos a destruir a nosotros
mismos.

Dios lo previó todo. Él hizo todas estas cosas, y nosotros


simplemente hemos entrado a Su reposo. Nos estamos beneficiando
de lo que Dios creó hace miles de años. Ya está terminado. Todo
lo que estamos haciendo es tomar y apropiarnos de lo que Dios ya
proveyó. Eso es lo que el Sábado representaba.

1
N.T. (Es un volcán que hizo erupción en 1980).

- 131 -
Capítulo 15

Esforzarse Para Descansar


En el Nuevo Testamento, ahora tenemos la realidad que el día
de reposo representaba. Estamos descansando y confiando en lo que
Dios ha hecho a través del Señor Jesucristo. Ahora tenemos una
relación con Dios, y Él ya ha provisto todo lo que necesitaremos.

Antes de que tú necesitaras la sanidad, Dios ya te había sanado.

Por cuya herida fuisteis sanados.


1 Pedro 2:24

Tú no tienes que pedirle a Dios que te sane. No tienes que hacer


algo, para que, como respuesta, Dios te sane. No, la sanidad ya ha sido
suministrada. Todo lo que tienes que hacer es recibirla, y decir: “Gracias”.

Tú no tienes que pedirle a Dios que te bendiga. El Señor ha


enviado su bendición sobre todo lo que haces. Antes de que fueras
vuelto a nacer, antes de que tuvieras una necesidad, la bendición
de Dios ya estaba sobre ti. Tú no tienes que rogarle a Dios por tu
provisión. Simplemente descansa en Su presencia y confía en Él,
diciendo: “Padre, yo sé que ya has satisfecho mis necesidades”.
Esto es lo que el Sábado representaba. Éste es el descanso del que
Hebreos 4 habla.

Hoy en día, muy pocos Cristianos están confiando en lo que


Jesucristo ya proveyó. En lugar de eso, están operando con esta forma
de pensar: “Oh, Dios. Tengo este problema. Necesito que hagas algo
al respecto”. Están esperando que Dios cree algo, que actúe, que
haga algo nuevo para satisfacer su necesidad. No comprenden que
Dios previó su necesidad. Ellos no están confiando en el Señor, que
es a lo que Hebreos 4 de refiere.

- 133 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Padre, Está Hecho

Después de decir todas estas cosas, el autor de Hebreos dijo:

Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado


de sus obras, como Dios de las suyas.
Hebreos. 4:10

En otras palabras, has cesado de tratar de hacer que Dios haga


algo. Has cesado de tratar de hacer que Dios te bendiga. Has cesado
de tratar de ganar Su favor. Y ahora simplemente estás descansando
porque sabes que la verdad es que: “Padre, a través de Jesucristo,
Tú ya has suministrado todo”. De la misma manera como Dios creó
todo, y Él hoy no tiene que crear plantas, animales, o gente nuevos
(todo eso es el resultado de Su creación original), el Señor hizo una
nueva creación—y esa nueva creación somos nosotros.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las


cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17

Somos una nueva creación en nuestro espíritu vuelto a nacer. Y


en esta nueva creación, cuando necesitamos ser sanados, Dios no
tiene que sanarnos. Eso ya está en nuestra parte espiritual. Cuando
necesitamos prosperar, Dios no tiene que ayudarnos a prosperar. Él
ya ha enviado Su bendición y Su prosperidad hacia nuestro hombre
espiritual. Él nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales
en los lugares celestiales. Ahora, en la nueva ceración a través de
Jesucristo, todo ya está hecho.

La clave para la vida Cristiana es aprender a reposar. Confía y


di: “Padre, ya está hecho. Mi chequera dice que estoy en la quiebra,
y estoy a punto de gritar y de chillar. Siento un deseo intenso de
empezar a orar, ayunar, y hacer algo para lograr que Tú actúes. Sin
embargo, voy a descansar y a confiar en Tu Palabra. Tu Palabra dice

- 134 -
Esforzarse Para Descansar

que Tú ya has satisfecho todas mis necesidades. Ya me has bendecido.


Ya has enviado tu bendición sobre mí. Soy más bendecido que otras
personas”. La vida Cristiana consiste en aprender a descansar, y no
en aprender a trabajar y a hacer algo para que Dios actúe. Eso es de
lo que este pasaje está hablando.

Confiar y Tener Confianza

Si tú has entrado en Su reposo, entonces tus esfuerzos propios


han cesado. Ya no eres tú el que está haciendo algo para que Dios
actúe. Ahora eres el que está aprendiendo a confiar en la verdad de
que Dios ya lo ha hecho.

Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que


alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.
Hebreos 4:11 (La Biblia de las Américas)

Esto suena como un oxímoron—una unión de dos palabras de


significado opuesto. ¿Cómo te esfuerzas para reposar? Esto no habla
de flojear, ni de irte a dormir, ni de hacer nada. Esto habla de cesar
de hacer tus propias obras, de pensar que tienes que ganarte el favor
de Dios. Es cesar de pensar que tienes que hacer algo que motive a
Dios para que te ame y que conteste tus oraciones.

Decir esto: “Oh, Dios. ¿No amas a esta persona? He estado


orando por ella por veinte años. Dios mío, ¡haz algo!”, no es
descansar. Tú piensas que eres el que está motivando a Dios, y que
si no fuera por tu intercesión, el Señor permitiría que la gente se
fuera al infierno porque a Él no le importa. Si tú piensas que es
tu poderosa intercesión la que está haciendo que Dios actúe, estás
confiando en tu propio esfuerzo. No estás confiando en Él.

Reposar simplemente es confiar en Dios. Es decir: “Señor, Tú


amas a esta persona más de lo que yo podría amarla. Padre, Tú ya

- 135 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

has suministrado salvación para ella, así que yo sé que ésta es Tu


voluntad, te agradezco que Tu voluntad se va a manifestar. Aquí
estoy. Úsame. Si puedes darme una oportunidad para hablarle de
Tu amor y de tu Palabra a esta persona, yo voy a actuar”. Así es
como oras por la gente que no es salva. No le supliques a Dios como
si dependiera de Él que se salven o no. Él no es el que determina
quien se salva. Dios ya suministró la provisión. Él la suministró para
todo el mundo, pero cada persona tiene libre albedrío. Así que debes
convertirte en un conducto para que Dios fluya.

Confía en Dios

Cuando tú comprendes el significado correcto del reposo, te


das cuenta que éste representa un esfuerzo. Debes esforzarte para
descansar. Cuando el banco te está llamando y te dice: “Tu chequera
está en números rojos, y tu esposa te ha estado diciendo: ¡Haz algo!”
se requiere esfuerzo para decir: “Mi fe está en Dios. Voy a hacer lo
que Él me dijo que hiciera. Confío en Él y no me voy a llenar de
temor. Me niego a salirme del reposo De Dios. No voy a temer”.
Cuando el doctor dice que vas a morir, se requiere esfuerzo para
poder responder: “Eso no es lo que La Palabra dice. Por Sus llagas
fui sanado. ¡Fui sanado!. No voy a ser sanado. Ya fui sanado. Él ya
suministró la sanidad, no me voy a aterrorizar. Me niego a ceder al
temor”. Se requiere esfuerzo para que reposes de esa manera.

Ésta es la razón por la que estudiamos La Palabra. No estudiamos


La Palabra para hacer que Dios nos sane. Estudiamos La Palabra
para descubrir que Dios ya nos ha sanado, para calmar nuestros
temores, y para anclar nuestra fe. Entonces podemos decir: “¡Padre,
estoy actuando con base en este conocimiento que tú me has dado, y
no voy a cambiar!” Esto requiere esfuerzo.

En el área del dinero, todavía estoy aprendiendo y madurando;


todavía no he superado todos los obstáculos. Sin embargo, estoy

- 136 -
Esforzarse Para Descansar

viendo la provisión de Dios como nunca la había visto en mi vida.


Para principios del año 2009, los ministerios Andrew Wommack
debían tener un ingreso de más de $20 millones de dólares sólo para
cubrir los gastos. Y nosotros regalamos nuestros productos. Si tú
tuvieras que pensar en esto, y tomaras la responsabilidad de obtener
este dinero, eso podría quitarte el sueño. Debo obtener alrededor
de $2,000 dólares por hora, las veinticuatro horas al día, los 365
días del año. Esto está más allá de mis capacidades, y tengo que
esforzarme para reposar. Tengo que mantener mi atención en Dios,
diciendo: “Señor, esto es lo que Tú me pediste que hiciera. Tú eres el
que me dijo que hiciera esto. Por lo tanto es tu responsabilidad y no
la mía”. En realidad, mientras más se incrementan las necesidades
del ministerio, se me hace más fácil reposar. Podrías pensar que es
lo contrario, pero no es así.

En la época en que éramos un ministerio pequeño, recuerdo


que estábamos atravesando una etapa difícil en nuestra economía.
Una noche tuve un sueño. En este sueño, renunciaba al ministerio
y me alistaba en la Fuerza Aérea del ejército. Con el salario que
iba a recibir, iba a pagar todas las deudas que había contraído en
el ministerio. A lo mejor podría tardarme años, pero podría—
finalmente—pagarlas. Soy una de esas personas que sueñan a todo
color. Mis sueños me parecen tan reales que a veces se me hace
difícil determinar si estoy soñando o no. Esa noche, me desperté con
un sobresalto. Permanecí allí en la cama pensando: “Ah, solamente
era un sueño. Gracias Jesucristo, que no tengo que alistarme en la
Fuerza Aérea del ejército”. Luego Jamie se volteó y me dijo: “No
tenía nada de malo que tuvieras que alistarte en la Fuerza Aérea”.
Mi corazón empezó a latir con rapidez mientras pensé: “¡Dios mío,
no fue un sueño!” Luego me di cuenta que había estado hablando
dormido y que ella había escuchado todo el asunto.

Cuando éramos un ministerio pequeño y teníamos $20,000.00


dólares en deudas, podía pagar eso, si era necesario. Pero en el nivel
en que estamos operando hoy, no puedo pagar millones y millones de

- 137 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

dólares de endeudamiento. Así que en realidad, es más fácil para mí


reposar ahora porque esto está más allá de mis capacidades. Es como
si dijera: “Dios, si Tú no resuelves el problema, hasta aquí llegue”.
Así que no me he preocupado por dinero en años. No representa un
problema porque es algo que está fuera de mi capacidad. Tengo que
depender de Dios.

¡Haz algo!

Nuestra carne quiere participar y quiere decir: “Muy bien, ¿qué


tengo que hacer? Dios, voy a hacer algo”. Luego empiezas a orar,
a ayunar, o a hacer algo más para lograr que Dios intervenga. Cada
vez que haces eso, te has alejado de la fe en lo que Dios ya ha hecho
y te has acercado al ámbito del legalismo y de las obras, donde tú
vas a hacer algo para hacerte merecedor. Vas a hacer algo para que
Dios se vea obligado a intervenir. En el momento en que has hecho
eso, te has apartado de la gracia y de la fe, y te has adentrado en el
legalismo. Lo que verdaderamente ofende a Dios no es tu pecado,
sino la justicia propia, y la dependencia de ti mismo. Ya no necesitas
un salvador, sino que tú vas a hacer algo y vas a depender de ti
en vez de depender de Jesucristo. Ésa es la ofensa más grande que
pudieras cometer.

En cierto sentido, tú estás diciendo: “Jesucristo no es suficiente.


Tengo que hacer algo para motivar a Dios. Él tiene que actuar en
mi vida por lo que he hecho”. Dios ya ha suministrado todo. El día
de reposo ilustraba esto. De la misma manera como Dios creó todo
para el hombre—y todo lo que el hombre tenía que hacer era estirar
el brazo y recibir—así es ahora en la nueva creación. Dios ya ha
provisto todo para ti. Solamente se trata de tomarlo y apropiarte por
fe de lo que Dios ya ha provisto por gracia.

Esto va a requerir algo de esfuerzo. Vas a tener que estudiar La


Palabra. El objetivo no es impresionar a Dios con tu estudio de La

- 138 -
Esforzarse Para Descansar

Palabra ni hacer que actúe porque te has portado como un santo al


hacer esto. Tú necesitas estudiar La Palabra para renovar tu mente.
No vas a escuchar a mucha gente que diga lo que estoy diciendo. No
vas a obtener este conocimiento viendo las telenovelas. Vas a tener
que adentrarte en La Palabra de Dios y asistir a servicios religiosos.
Vas a tener que apagar la televisión y empezar a estudiar La Palabra.
Vas a tener que pasar tiempo en la presencia de Dios. Va a requerir
un esfuerzo. Vas a tener que esforzarte para reposar.

Cuando la presión de los problemas es fuerte y el diablo te está


gritando: “¡Haz algo, haz algo!”, tratando de hacer que recurras a tu
propio esfuerzo, la cosa más difícil que alguna vez podrás hacer será
permanecer firme y decir: “Mi fe está en Dios, y si Él no interviene,
seré un hombre muerto”. Eso es todo. Se requiere esfuerzo para
reposar. Es necesaria mucha fe para reposar. Ésta es una verdad
poderosa.

Dios ya ha suministrado todo. Sólo necesitas confiar en esta realidad.

Requiere Esfuerzo

Ha habido ocasiones en que la manera como he reposado ha


sido empezando a alabar a Dios por lo que Su Palabra dice que Él
ya hizo, sin importar lo que veo o siento. Cuando empiezo, a hacer
alabanza, no necesariamente siento el deseo de alabar a Dios. Siento
ganas de llorar, de echarme a correr, y de decir: “Padre, esto no está
funcionando”. Sin embargo, doy un paso de fe y empiezo a alabarlo
diciendo: “Padre, te agradezco porque estoy sano. Gracias porque
estoy bendecido. Gracias porque soy lo que Tu Palabra dice que
soy”. Simplemente empezaré a alabarlo y a entrar en Su reposo.

A lo mejor empiezo a hacerlo en la carne. A lo mejor


verdaderamente no siento ganas de hacerlo; sin embargo, lo haré

- 139 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

porque sé que es lo correcto. Y si continúo, después de un rato


empezaré a escucharme a mí mismo decir: “Eso está muy bien. Sí
creo que soy sano. Sí creo que Dios ha provisto a mis necesidades.
Sí creo que Él ya ha hecho esto”. Después de un rato, una fe genuina
empieza a surgir en mi corazón. Luego, ya no lo estoy haciendo sólo
porque sé que es lo correcto. Lo hago porque verdaderamente lo
creo. En el momento en que entro al ámbito de la fe—donde la fe se
mezcla con la gracia de Dios—¡boom! El poder de Dios se libera y
veo que las promesas de Dios se manifiestan.

Va a requerir esfuerzo. No puedes dejarte arrastrar por las


circunstancias y la gente. Vas a tener que nadar en contra de la
corriente. Vas a tener que ir en contra de tus sentimientos y en contra
de lo que las circunstancias dicen. Eso requiere esfuerzo.

Estas verdades están funcionando para mí, y también funcionarán


para ti. Dios ya ha previsto todo. Todo lo que necesitas ya está hecho.
Tú no necesitas presionar a Dios ni rogarle, pidiéndole cosas. Él
ha previsto cualquier necesidad que tú pudieras tener. Dios ya ha
provisto a tu necesidad. Ahí está el remedio. Ahora sólo tienes que
reposar. Tienes que llegar al punto donde crees—no solamente dices
que crees. La fe es una fuerza activa en tu interior, pero requiere
esfuerzo liberarla. Pero en primer lugar, debes saber y comprender
la verdad de que Dios ya ha suministrado todo.

- 140 -
Capítulo 16

Comprender el Amor de Dios

En la nueva creación, a través de lo que Jesucristo hizo, Dios


ya suministró todo. Necesitamos aprender qué es lo que ha sido
suministrado por gracia. Luego debemos aprender cómo entrar en el
reposo que eso proporciona, confiando en Dios y apropiándonos por
fe de lo que Él ya ha suministrado.

Aunque esta verdad fundacional tiene muchas aplicaciones, el


efecto principal que ha producido en mí tiene que ver con mi relación
personal con Dios. Ha impactado profundamente mi capacidad para
comprender lo mucho que Dios me ama. Todo lo demás en la vida
Cristiana es el resultado de esta relación.

Hay muchas personas que están tratando de aplicar alguna


fórmula. Están buscando una fórmula mágica, diciendo: “Dame dos
o tres instrucciones, algo que pueda hacer”. Tratan a Dios como si
fuera una máquina tragamonedas. “Dame algo donde pueda poner
una moneda para jalar la palanca y que Dios aparezca”. No funciona
de esa manera.

La verdad más importante que he aprendido de todo esto, es que


el amor de Dios por mí en incondicional. No se basa en nada de lo
que yo hago. El amor de Dios hacia mí es constante. Nunca fluctúa a
causa de mi comportamiento. Cuando mi comportamiento es mejor,
Dios no me ama más. Cuando me porto mal, Dios no me ama menos.
He llegado a reconocer que la gracia de Dios—y por lo tanto, el
amor de Dios, y el hecho de que Él me acepta—es incondicional. No
tiene nada que ver con quién soy yo. Tiene todo que ver con quién es
Él. No es porque soy encantador. Es porque Él es amor. Ésta es una
de las aplicaciones de mayor importancia de esta verdad.

- 141 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Sentimientos Sin Controlar

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que


Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos
por él.
1 Juan 4:9

¿Cómo sabemos que Dios nos ama? Esto no está basado en un


sentimiento, o en si tenemos alguna emoción. Efesios 4:19 dice que
ellos, después que…

Perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia.

Como lascivia no es una palabra que usamos con frecuencia


hoy por hoy, mucha gente simplemente se salta esta palabra sin
pensar sobre su significado. La lascivia, es la codicia y el deseo sin
controles, restricciones ni frenos. Efesios 4 está diciendo que hay
una generación de personas que habiendo perdido todo uso normal y
natural de la sensibilidad se ha entregado a la lascivia—emociones,
sentimientos y deseos sin control ni restricciones. Nosotros estamos
viviendo en una generación como esa.

Esta generación ha sobrepasado el propósito original de Dios


con respecto a las emociones. Hoy en día la gente ha elevado a
las emociones a un nivel que es totalmente impío. Literalmente
he hablado con miles de personas que me han dicho que están
deprimidos. Les he preguntado: “¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo
que te está deprimiendo?”

Contestan: “Bueno, nada. No se me ocurre nada. Simplemente


me siento así”. Ni siquiera tienen otra razón para su problema que
no sea: “Así me siento”.

Hemos puesto los sentimientos en un altar, hasta llegar al punto


en que si no sentimos algo, entonces seguramente eso no es verdad.

- 142 -
Comprender el Amor de Dios

Los sentimientos son inconstantes. Dios nos los dio, y en el lugar


adecuado están bien. Pero cuando tú permites que tus sentimientos
te dominen, estás actuando como un niño. Los niños dicen: “Bien,
no siento ganas de hacerlo”. Si eres el padre o la madre, tienes que
decirle: “No me importa si sientes ganas de hacerlo o no. Te pedí
que lo hicieras. Ahora levántate y hazlo”. No siempre sientes ganas
de ir a trabajar, pero parte de ser un adulto es que te levantas y haces
lo que tengas que hacer. Sólo una generación malcriada y próspera
como esta en la que estamos viviendo, se puede dar el lujo de hacer
lo que siente ganas de hacer.

Personas Difíciles de Complacer

Hace una o dos generaciones, la gente estaba batallando para


sobrevivir. No importaba cómo se sentían. No tenían tiempo para
sentarse y discernirlo. Estaban muy ocupados tratando de cubrir sus
gastos y haciendo lo que podían para cubrir sus necesidades. Pero
ahora andamos por ahí pensando: “Ya no siento que te amo. No
siento ganas de hacer esto”. Tú no puedes alabar a Dios mientras te
estás chupando el dedo como un bebé. ¡Sácate el dedo de la boca,
madura, y deja de permitir que los sentimientos te dominen!

Ha habido miles de personas que se han acercado a mí diciendo:


“Pero no siento que Dios me ama”.

Les contesto: “Bien, entonces tus sentimientos están mal”.

“Oh, pero necesito sentirlo”.

“¿Por qué necesitas sentirlo?”

“No es real si no lo siento”.

¡Eso es tonto! Y es lo que está destruyendo a muchos matrimonios

- 143 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

hoy en día. Sería maravilloso si todos los cónyuges trataran a su


esposo o esposa exactamente como se supone que deben hacerlo.
Sin embargo, tú estás casado con un ser humano imperfecto que
es propenso a cometer pecado. No siempre hace o dice las cosas
correctamente. Tú necesitas madurar y en algunas ocasiones ser
flexible. No importa que no siempre te trate muy bien. Haz lo
correcto—no lo que sientes que quieres hacer.

“Bueno, no siento que mi cónyuge me ame”. Sabes que sí te ama,


pero no lo sientes. A lo mejor no te lo dijo con frecuencia. Algunas
personas son lo que yo llamo “personas difíciles de complacer”.

Algo parecido sucede con los caballos; hay unos que casi puedes
matarlos de hambre y aun así se ven saludables. Estos caballos son
“fáciles de mantener”. Otros pueden ser alimentados hasta que se
mueran de una indigestión por comer tanto, y sin embargo se siguen
viendo raquíticos. Estos son “difíciles de mantener”. Hoy por hoy
nos hemos convertido en personas difíciles de complacer porque
hemos elevado los sentimientos a un nivel en el que debemos sentir
todas las cosas para creerlas. Eso es algo inmaduro e infantil. Las
emociones tienen su lugar, pero no es el lugar que ocupa para la
mayoría de las personas. Hemos ido más allá de las emociones y
hemos caído en la lascivia—hasta el grado de que necesitamos
sentir todo.

Gobierna Tus Emociones

Algunas personas podrían saber cuál es la verdad, pero eso no


importa. Lo que importa es lo que sienten. Eso es muy carnal. Es
demoníaco. Es una degradación de lo que Dios quería que fuéramos.

Hace tiempo escuché un casete de una persona que estaba


ministrando. La mayor parte de lo que ella dijo estuvo muy bien.
Sin embargo, en uno de sus ejemplos, ella estaba hablando sobre

- 144 -
Comprender el Amor de Dios

la hija de una amiga que tenía un cierto problema. Ella estaba


aconsejándola y tratando de ayudarla cuando la hija dijo: “Lo que
pasa es que mis padres no me trataron bien. No me respetaron. No
hicieron esto, ni esto”. Esta dama dijo en el casete: “Yo conozco
a los padres, son buenos padres. No fueron perfectos. No hicieron
todo correctamente. Pero lo que la hija estaba diciendo sobre ellos
no era verdad. Aunque no fueron perfectos, esos padres amaron y
respetaron a esa hija”.

Luego esta ministra dijo: “Sabía que la muchacha estaba mal,


pero no le dije nada porque no importaba si estaba mal o bien. Para
ella el maltrato era real”. Cuando escuché a esa mujer decir eso,
inmediatamente saqué el casete y lo tiré por la ventana. Detesto esa
actitud. La detesto apasionadamente.

Alguien podría decir: “Pero eso está bien. Para ella es real”. No,
está engañada. Es la verdad la que te va a liberar (Jn. 8:32). Lo
correcto hubiera sido detenerla en medio de lo que estaba diciendo
y decirle: “Tu percepción está mal. Y mientras no empieces a actuar
con sabiduría y a darte cuenta que no todo el mundo te va a mimar
y a tratarte muy bien toda la vida, mientras no dejes de echarle la
culpa a otras personas por la ofensa que tú te asignaste, y mientras
no empieces a aceptar tu propia responsabilidad, nunca vas a crecer
y a madurar”.

A lo mejor sientes algunas cosas con tanta pasión que a ti no te


importa si son verdad o no. Para ti son verdad. Te aseguro que sólo
la verdad—la verdadera verdad, no la “verdad” que tú sientes—es
la que te liberará (Jn. 8:32). Vas a tener que sacarte el dedo de la
boca y madurar y empezar a reconocer algunas cosas. El propósito
de Dios es que gobiernes a tus emociones, no que tus emociones te
gobiernen a ti.

- 145 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

“Pero no lo Siento”

Cuando la gente se acerca a mí diciendo: “¿Por favor podrías


orar por mí? Simplemente no siento el amor de Dios”. Empiezo a
leerles 1 Juan 4:9, y les digo: “¿No sabes que Dios te ama? Jesucristo
vino y murió por ti”.

“Ah, yo sé que Jesucristo murió por mí. Y sé que Dios me ama.


Pero no lo siento”.

Cuando escucho eso siento ganas de darles un tirón de orejas.


Tú sabes que Dios te ama, pero no lo sientes. No se te pone la piel
como carne de gallina. No tienes una sensación avasalladora en ese
momento. Y por eso, porque no te sientes amado, te olvidas de la
verdad, de la realidad, de La Palabra. ¡Todo porque no lo sientes!

“Andrew, ¿podrías orar para que yo sienta algo?”

¡Eso es lascivia! ¡Es algo inmoderado, perverso, y demoníaco!


No siempre tienes que sentir algo.

Sin Pretextos

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que


Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos
por él.
1 Juan 4:9

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a


su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16

- 146 -
Comprender el Amor de Dios

Si sabes eso, no tienes ninguna justificación para sentirte


deprimido, desanimado, derrotado, o solo. A lo mejor tienes razones,
pero no tienes justificación. Tienes el conocimiento que es necesario
para liberarte si simplemente meditaras en esta verdad diciendo:
“Padre, Tú me amas”.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo


aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8

Este amor que Dios nos dio a través de Jesucristo no vino como
respuesta a tu bondad, ni porque tú te lo merecías, ni porque orabas,
ayunabas, y estudiabas La Palabra. No vino porque te llenaste de
humildad y empezaste a ser una buena persona. Piensa sobre lo que
estos versos dicen: Dios mostró Su amor por nosotros—inclusive
murió por nosotros—¡siendo aún pecadores!

Un Religioso Hipócrita

Quizá has sido un pecador “bueno” o uno “malo”, pero


todos hemos pecado y estamos destituidos de Su gloria (Ro.
3:23). Comparándote con otras personas, a lo mejor te ves bien.
Pero comparado con Jesucristo, todos ofendemos a Dios. Todos
hemos quedado muy por debajo del nivel donde Dios quería que
estuviéramos. Dios no ve a alguien y dice: “Oh, casi cumple
con el estándar. Es tan bueno que tengo que ayudarle y darle un
empujoncito”. No, desde la perspectiva de Dios—la perfección—
todos hemos quedado por debajo de lo que Él quiere que seamos
(Ro. 3:23). Ninguno de nosotros merecíamos que Él desperdiciara
Su esfuerzo en nosotros, mucho menos que mandara a Su hijo a
morir por nosotros. Nadie se merece el amor de Dios.

Antes de que verdaderamente puedas comprender lo mucho que


Dios te ama, tienes que dejar de amarte tanto a ti mismo. Tienes que

- 147 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

dejar de pensar que de una manera u otra eres un trofeo de Dios, y


que Él no puede vivir sin ti. Tienes que dejar de confiar en ti mismo,
y reconocer el estado en que estás.

Aunque yo ya había sido vuelto a nacer a la edad de ocho años,


la experiencia que transformó mi vida vino cuando tenía diez y ocho
años de edad. Me había convertido en un fariseo religioso. ¡Estaba
viviendo una vida tan santa que yo era más santo que el pastor de la
iglesia! Cada semana yo evangelizaba más personas que él. En toda
mi vida nunca he dicho una palabra profana, y ya cumplí los sesenta
años. Nunca he bebido licor, ni fumado un cigarro, ni siquiera he
probado el café. No estoy diciendo que el café y el alcohol sean lo
mismo. Por cierto, hay un versículo en el que te puedes apoyar para
beber café. Marcos 16:18 dice:

Si bebieren cosa mortífera, no les hará daño.

Estaba viviendo una vida de santo, pero había caído en el engaño


de confiar en mi bondad propia. Mientras pensé que Dios me debía
algo, nunca tuve una revelación profunda de lo mucho que Dios
me amaba. Pero el 23 de Marzo de 1968, cuando tenía diez y ocho
años de edad, Dios quitó un velo de mis ojos. Fue una revelación
sobrenatural. El resplandor de Su luz me llenó y me vi a mí mismo
como la persona que verdaderamente era. Aunque había vuelto a
nacer, era un religioso hipócrita.

El Comienzo de Dios

A lo mejor tú has mentido, robado, cometido inmoralidad


sexual, y has hecho muchas otras cosas que yo nunca hice; sin
embargo, verdaderamente dudo que alguna vez te hayas visto
a ti mismo como una persona más pecadora que yo. Me vi a mí
mismo desde la perspectiva de Dios. Vi mi vileza—mi hipocresía
y mi religiosidad—y dejé de confiar en mí. En esa ocasión dejé al

- 148 -
Comprender el Amor de Dios

descubierto mi interior y confesé mi pecado por más de una hora.


Verdaderamente esperaba que el Señor me matara. Me habían dicho
que Dios había sido el que había matado a mi papá cuando yo tenía
doce años de edad. Pensaba que Dios nos juzgaba. Cuando me di
cuenta de lo malo que yo era, pensé que también era la primera vez
que Dios lo veía, y en realidad esperaba que Él me matara allí mismo.
Verdaderamente no estoy exagerando. Pensé que no iba a sobrevivir
esa noche. Así que confesé todo—no sólo mis acciones, también
mis pensamientos, emociones, y actitudes. Dejé al descubierto mi
interior, con la esperanza de que antes de que Dios me matara, me
hubiera arrepentido lo suficiente para que me llevara al cielo.

Para mi sorpresa, cuando me llené de humildad y dejé de poner


fe o confianza en mí mismo, el amor de Dios fluyó de una manera
tangible que sencillamente me transformó. Por cuatro meses y
medio fue como si me hubiera trasladado a otro lugar. Estaba absorto
experimentando la presencia de Dios. El Señor simplemente me
amó. Sin embargo, nunca hubiera entendido la profundidad del amor
de Dios si hubiera pensado que yo había hecho algo para merecerlo.

Si todavía estás defendiendo tu justicia propia, entonces nunca


entenderás verdaderamente el amor de Dios. Tienes que dejar de
confiar en ti mismo. Por eso Dios dio la ley del Antiguo Testamento.
Lo hizo para mostrar lo impío que somos—hacernos conscientes de
nuestras limitaciones. La ley condena; es severa. Su propósito era
hacerte consciente de tus limitaciones porque sólo cuando dejas de
confiar en ti mismo empiezas a confiar en Dios.

- 149 -
Capítulo 17

Incondicional

Dios por gracia, mostró Su amor para con nosotros. Siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros. Él no vio en ti algo que fuera
tan maravilloso que hiciera que ya no pudiera prescindir de ti. Fue
por Su gran amor.

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con


que nos amó,…
Efesios 2:4

El Señor está motivado para amarnos no porque seamos


adorables, sino porque Él es amor. Esto es lo que el equilibrio entre
la gracia y la fe me ha enseñado. El amor de Dios por mí no está
vinculado a ningún valor mío.

La Autoestima en Lugar de la Estima de Cristo

“Pero Andrew, esto es deprimente. Es desalentador. ¿Qué estás


tratando de hacerle a mi autoestima?” Tu ego es lo que causó que
Jesucristo viniera a esta tierra y que muriera. A lo mejor tú eres
mejor que yo, pero aun así tú has causado mucho quebranto y dolor
tanto en tu vida como en la de otros.

Como creyente de Jesucristo, no estoy interesado en la


autoestima—estoy interesado en la estima de Cristo. Estimo lo que
Jesucristo ha hecho. Estoy emocionado con lo que soy en Cristo—lo
que Dios ha hecho en mí. Pero hay una parte de mí que es corrupta.
Hay una parte que niego y rechazo conforme camino en el Espíritu
(Ga. 5:16). Hay una parte de mí que aún no ha vuelto a nacer. Mi

- 151 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

espíritu es vuelto a nacer, pero todavía tengo esta parte que es carnal.
Por lo tanto hay una parte de mi ser que no estimo.

Hay veces que te sientes terriblemente corrompido moralmente.


Hay veces que actúas como el diablo. Cuando actúas como un tonto,
deberías sentirte como un tonto. Dios nos dio las emociones. Es
algo parecido a las sensaciones de tu mano. Si estuvieras distraído
podrías apoyarte sobre una estufa que estuviera caliente y podrías
causarte un daño irreparable. Pero Dios nos dio la sensación del
dolor. A ninguno de nosotros nos gusta. Pero si tú pones tu mano
en una estufa caliente, antes de que te puedas dar cuenta qué tan
caliente está, tu mano te lo dirá. Si sientes dolor, instantáneamente
quitarás tu mano antes de que te quemes más.

Dios te dio la capacidad de sentirte deprimido o desanimado,


pero no para que pudieras vivir en ese estado.

Dios Me Ama

La Biblia dice en Isaías 26:3, Señor:

Tú guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti


persevera; porque en ti ha confiado.

Si estás deprimido, no estás manteniendo tu mente enfocada en


Dios. Estás viendo las circunstancias. Has permitido que tu atención
se aparte de Jesucristo, el autor y consumador de tu fe (He. 12:2).
La razón por la que te estás hundiendo es porque dejaste de ver a
Jesucristo. Empezaste a ver el viento y las olas a tu alrededor, y eso
te provocó temor (Mt. 14:30). Tus sentimientos tienen un propósito.

Cuando el desánimo me ataca, no lo ignoro. Reconozco que


ahí está porque no he estado meditando en Dios. No me he estado

- 152 -
Incondicional

enfocado en el Señor como debería. Así que vuelvo a enfocarme en


el Señor, y mis sentimientos se vuelven a armonizar con La Palabra.

Pero inclusive cuando no me estoy sintiendo bien, no empiezo


a dudar que Dios me ama sólo porque no lo siento. Tengo escrito en
mi corazón que Dios me ama. Es una regla absoluta— primordial—
de la que nunca me desvío.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo


aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8

Eso significa que no tuvo nada que ver con mi bondad, ni con
nada de mi persona. Todo se debió a Dios.

Mucho más

Mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él


seremos salvos de la ira.
Romanos 5:9

Dios te amó por Su gracia—no con base en tu comportamiento.


Si Él te amó, siendo tú aún pecador, tanto que murió por ti, entonces
¡cuánto más te amará ahora que eres vuelto a nacer!

La iglesia común y corriente enseña mucho menos. Ellos nunca


lo aceptarían, pero su actitud los delata. Ellos dicen: “Ven con el
Señor Jesucristo tal y como eres. Si eres un pecador, eso significa
que reúnes los requisitos. Jesucristo murió por los pecadores”. Pero
no son consistentes.

¿Qué pasaría si alguien entrara a un servicio religioso en estado


de ebriedad y apestando a alcohol? El Cristiano común y corriente

- 153 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

se acercaría a esa persona y le diría: “Dios te ama. Él puede ofrecerte


una vida mejor. Jesucristo murió por tus pecados. ¿No te gustaría que
fuera tu salvador? ¿No te gustaría recibir perdón por tus pecados?”
El Cristiano típico le ofrecería la gracia a un hombre perdido. Pero
supongamos que ese borracho hace una oración para recibir la
salvación y que regresa ebrio la siguiente semana; si profesa ser un
creyente, el mismo Cristiano que le ayudó a recibir la salvación le
diría: “¡Dios está enojado contigo. Él no te va a bendecir. Dios no
va a contestar tus oraciones. La ira de Dios se va a desatar sobre
ti! ¡Mejor arrepiéntete! ¡Arrepiéntete o quémate!” Empezarían a
sermonearlo acerca de la ira de Dios.

Ésta es la razón por la que mucha gente atraviesa por un período


cuando vuelven a nacer que llaman “la luna de miel”. Cuando eras
un pecador te dijeron: “No importa lo que hayas hecho. Ven, acepta a
Jesucristo, y obtendrás el perdón de tus pecados. Así que respondes:
“Ésa es una buena nueva”, y lo crees. Tú recibes la salvación y te
enamoras de Dios, los colores te parecen más brillantes, los sonidos
más armónicos, los aromas son más placenteros. Todo es maravilloso
porque crees que Dios te ama.

“¿Qué Es lo que Está Mal?”

Luego vas a la iglesia. Allí ves a alguien que testifica que fue
sanado de algo. Así que dices: “Bueno, yo tengo un malestar y
también me gustaría ser sanado”. En esa iglesia oran por ti, pero no
ves una manifestación instantánea. Así que preguntas: “¿Por qué no
funcionó?” Ellos te contestan: “Por el pecado”. Y tú dices: “Pensaba
que Dios me había perdonado”.

“Oh, sí. Él lo hizo en aquel momento. Pero tú has pecado desde


entonces. Ahora vas a tener que estudiar más, leer la Biblia una hora
al día, orar en lenguas, e ir a la iglesia. ¿Has estado pagando tus
diezmos? Dios no te va a bendecir a menos que pagues tus diezmos”.

- 154 -
Incondicional

De repente, sin que te des cuenta, el sentimiento que tenías de


que Dios te amaba incondicionalmente con base en Su gracia es
reemplazado con: “¡Ajá! Si voy a recibir algo de parte de Dios,
tengo que empezar a comportarme como un santo. Tengo que hacer
todas estas cosas o Dios no me bendecirá”. Dejas de poner fe en la
gracia, y en cambio empiezas a tratar de merecer y ganarte el favor
de Dios.

Pero Romanos 5:8 revela que Dios te amó tanto que siendo
aún pecador Cristo murió por ti. Romanos 5:9 dice que con más
razón ahora eres salvo de la ira de Dios a través de Él. A lo mejor
viniste a Cristo cuando estabas viviendo en adulterio. Confesaste
que Cristo es tu Señor, creyendo en tu corazón que Él fue resucitado
de entre los muertos, e instantáneamente entraste en una relación
con Dios. El adulterio no pudo impedir que te acercaras a Dios. A
lo mejor has mentido y robado. A lo mejor has sido un adicto a las
drogas o un alcohólico. Hiciste toda clase de cosas, sin embargo,
viniste al Señor. Tú creíste y aceptaste a Jesucristo como tu Señor, e
instantáneamente entraste a una relación con Dios.

Pero ahora que has vuelto a nacer, te sientes culpable. Sabes


que deberías estudiar más La Palabra. Prometiste que ibas a orar
a diario, pero no lo has cumplido. Te enojas con tu cónyuge en el
camino a la iglesia, o tuviste una discusión y no has ido a tu casa.
No fuiste a ver el partido de tus hijos, y te sientes culpable. Dios te
aceptó cuando eras un adúltero, un mentiroso, un ladrón, un adicto,
un asesino; sin embargo, ahora si no lees la Biblia a diario ni oras,
Él podría permitir que te murieras de cáncer.

Una Mentalidad de Obras

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor


Jesucristo, andad en él.
Colosenses 2:6

- 155 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Para poder creer en el Señor Jesucristo, tuviste que haber


escuchado algo sobre la gracia de Dios. Dios mostró Su amor por ti.
Siendo aún pecador, Cristo murió por ti. Hace dos mil años Jesucristo
llevó los pecados del mundo aun antes de que nacieras. Cuando tú
escuchaste la buena nueva de la gracia de Dios, tu fe simplemente la
alcanzó y se la apropió.

Pero ahora que te has convertido en un religioso, has empezado


a tratar de ganarte las cosas. A lo mejor es a través de hacer “cosas
buenas” como ayunar, orar, y estudiar La Palabra, pero tu motivo
es ganarte el favor de Dios. Tu fe ya no está basada en el amor
incondicional de Dios que proveyó todo de manera gratuita para ti.
Está basada en lo santo que eres. Tu fe está en ti y no en la gracia.

Quizá estás esquivando lo que estoy compartiendo, y te estás


diciendo a ti mismo: “Ése no soy yo”. Sé honesto contigo mismo
ante el Señor. Así viven la mayoría de las personas. Operan con
una mentalidad de obras, que es la razón por la que no están
experimentando una mejor relación con Dios ni manifestando los
beneficios de la salvación. Sienten que tienen que ganarlo, así que
constantemente están tratando de actuar en vez de recibir el amor de
Dios por gracia—poniendo fe en el favor de Dios que es inmerecido,
y que no puedes ganar. El amor de Dios por ti no tiene nada que ver
con lo bueno que eres.

Imagínate que en este momento estás en uno de mis servicios


religiosos y que alguien se cae muerto. He visto tres personas
resucitar de entre los muertos, incluyendo a mi propio hijo. Él
estuvo muerto por más de cinco horas; sin embargo, se levantó
completamente sano. He visto ciegos y sordos sanados. He visto
gente que ha sanado de cáncer, SIDA, diabetes, y muchas otras
enfermedades. Si yo dijera: “Muy bien, ¿cuántos de ustedes creen
que Dios puede resucitar a esta persona de entre los muertos?”, tú
levantarías la mano. Si continuara diciendo: “Voy a orar por él y
vamos a ver a esta persona resucitar de entre los muertos”, estarías

- 156 -
Incondicional

emocionado, te levantarías de tu asiento y te dirigirías hacia el frente


para poder ver mejor.

Pero probablemente perdería tu entusiasmo cuando dijera:


“Bien, si tú lo crees ven aquí y ora por él”. De repente, tu emoción se
evaporaría. Tu fe se transformaría en incredulidad y tu expectación
en temor. No es que dudes que Dios pueda hacerlo. Tú dudas de
la disposición de Dios para usar su poder a tu favor porque no te
sientes merecedor.

Independiente de Ti

Todavía no has comprendido que solamente se trata de la gracia


de Dios. Tú piensas que tienes que hacer algo para merecer y ganar
lo que pides. Es por eso que tienes más fe en mis oraciones que en
las tuyas. Si me conocieras tan bien como te conoces a ti mismo,
no tendrías más fe en mis oraciones que en las tuyas. ¡Es verdad!
Tú piensas que los predicadores no tienen fallas y que viven como
santos todo el tiempo. Habla con mi esposa. Te darás cuenta que ella
no me ama porque yo me lo merezca. Ella me ama a pesar de quien
soy, y no por quien soy.

El problema es que te conoces tan bien que cargas con una


conciencia de pecado. Sientes que no mereces nada porque no
comprendes totalmente que todo lo hace la gracia de Dios. Dios
todavía no ha tenido a nadie que trabaje para Él cumpliendo con todos
los requisitos. Yo no cumplo con los requisitos para hacer lo que
hago. Dios no me usa porque lo merezco. No soy lo suficientemente
santo. Tengo que esforzarme y creer en la bondad y la gracia de
Dios.

Ésta es la principal verdad que he recibido de esta revelación. La


he aplicado a mi relación con Dios, y yo comprendo Su amor por mí.
Lo he experimentado. El día que me di cuenta de lo impío que yo

- 157 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

era y que confesé todos mis pecados, fue cuando tuve la primera y
mayor revelación que he tenido del amor de Dios. Su amor no estaba
basado en mi mérito ni mi bondad. No tenía nada que ver conmigo.
Dios te ama totalmente independiente de ti. Tú no tienes que ganar
Su amor ni merecerlo. Es la gracia de Dios.

Dios, por gracia, te amó antes de que volvieras a nacer (Ro. 5:8).
Ahora que eres vuelto a nacer, Él te ama mucho, mucho, mucho
más (Ro. 5:8). Aunque seas el peor santo que conoces, Dios te ama
infinitamente más de lo que alguna vez te amó antes de que volvieras
a nacer. El amor de Dios por ti es incondicional. No tiene fin y no
cambia. Así como tú no hiciste nada para lograr que Dios te amara,
de la misma manera, no puedes hacer nada para forzar a Dios para
que no te ame. El amor de Dios por ti nunca ha dependido de algo
que tú has hecho.

Dios te ama. Si pudieras tener una revelación de eso, se


resolverían todos tus problemas.

Todas las Cosas

“Pero tú no comprendes. Me estoy muriendo. El amor de Dios


no podría resolver ese problema”.

La fe… obra por el amor.


Gálatas 5:6

Si tú comprendieras cuánto te ama Dios, tu fe se dispararía hasta


las nubes. Dios te amó lo suficiente para llevar tus pecados, sufrir la
vergüenza, y morir por ti.

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó


por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas?
Romanos 8:32

- 158 -
Incondicional

Comparado con ser perdonado y amado por Dios, ser sanado,


es algo insignificante. A lo mejor no lo has puesto en estas palabras,
pero si estás batallando para creer que Dios te va a sanar y para ver
la manifestación de esa sanidad, verdaderamente estás batallando
con el amor de Dios.

¿La Voluntad de Dios?

En una ocasión un hombre trajo a una de mis reuniones a su hija


en una silla de ruedas. Ella tenía doce años y era tetrapléjica. Su
mente estaba muy deteriorada. Ella no podía hablar ni comunicarse.
Era un vegetal. Usaba pañales. Tenía doce años, pero nunca se
había podido comunicar. Estaba respirando, pero parecía que no
tenía vida. Durante el servicio cuando declaré: “Es la voluntad de
Dios que todas las personas sean sanas”, este hombre se ofendió, se
levantó y se salió.

Las personas que lo habían traído a la reunión le dijeron: “¿Por


qué no te esperas a que el servicio termine y le preguntas a Andrew
qué es lo que quiere decir. A lo mejor te lo podría explicar? Así
que este hombre se quedó y platicamos al final del servicio. Estaba
parado en frente de su hija que estaba sentada en una silla de ruedas.
Él estaba detrás de la silla, diciéndome: “Dios la hizo así. Ésta era la
voluntad de Dios. Él está recibiendo la gloria por esto”. Este hombre
estaba malinterpretando Las Escrituras.

Le expliqué con base en Santiago 1 que Dios no es el autor de


estas cosas.

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte


de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él
tienta a nadie.
Santiago 1:13

- 159 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto,


del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra
de variación.
Santiago 1:17

Él pensó que yo estaba malinterpretando mis versículos, y yo


pensé que él estaba malinterpretando los suyos. Nos encontrábamos
en un callejón sin salida.

“¿Qué Clase de Padre Eres?”

Como este hombre ya estaba enojado conmigo, pensé: “No


tengo nada que perder”. Así que lo vi a la cara y le dije: “¿Para
empezar, dime qué clase de padre eres? ¡Ni siquiera amas a tu hija.
A ti ni siquiera te importa si alguna vez será normal. No te importa si
alguna vez caminará. No te importa si alguna vez podrá interactuar
con alguien, si alguna vez se casará. A ti no te importa! ¡Tú no amas
a tu hija!”

¡Este hombre estaba enfurecido! Había perdido los estribos,


gritándome y diciéndome: “Yo haría cualquier cosa. Si hubiera una
operación, pagaría cualquier cantidad de dinero. Si pudiera me haría
como ella, para que ella pudiera estar bien”.

Luego le dije: “¡Y tú crees que Dios ama a tu hija menos de lo


que tú la amas!”

Podríamos haber discutido sobre versículos y doctrina por toda


una eternidad. Pero cuando resumí todo al amor, él sabía que no
había nada que le hubiera impedido ayudar a su hija y sanarla si
hubiera podido. Sin embargo, en esta situación, él estaba pensando
que a Dios, que es todo poderoso, no le importaba su hija tanto
como a él. Cuando me referí a la relación padre-hijo y hablé del
amor, él tuvo que decir: “Comprendo lo que quieres decir. Si Dios

- 160 -
Incondicional

verdaderamente es Dios—si es un Dios bueno—seguramente es Su


voluntad que mi hija esté bien”.

- 161 -
Capítulo 18

¡Sí Reúnes los Requisitos!

Comprender el amor de Dios resolvería tus problemas teológicos.


Te liberaría de la creencia de que Dios es el que está ocasionando
terremotos, huracanes, tsunamis, tornados, y otros desastres para
castigar a la gente. ¡Ése no es Dios!

La religión ha estado desvirtuando al Señor. Predican el evangelio


parcialmente. Ellos cantan esta canción: “Sublime gracia del Señor,
que a un infeliz salvó”, y predican la gracia para que los pecadores
sean vueltos a nacer. Es por eso que es tan fácil ser vuelto a nacer.
Se ofrece la gracia, y la fe simplemente es una respuesta positiva a
lo que Dios ya ha hecho.

Supón que la salvación se hubiera presentado de una manera


diferente. “Jesucristo podría perdonar tus pecados. Él podría venir a
esta tierra para morir por ti si tú te arrepintieras y oraras lo suficiente.
Si tú prometieras que nunca volverás a hacer algo malo y que vas a
vivir como un santo, entonces posiblemente Dios podría hacerlo”.
Tú nunca habrías sido salvo porque habrías pensado: “Nunca
funcionará para mí”. Pero la razón por la que fue fácil para ti recibir
la salvación es porque fue ofrecida como algo consumado.

Es una buena noticia, no una buena profecía. Ya sucedió.


Ya ocurrió. Se supone que las noticias deben decirte algo que ya
sucedió. La razón por la que es fácil ser vuelto a nacer, es porque te
dijeron que Jesucristo ya había muerto por los pecados del mundo.
Él ya mostró su amor hacia nosotros porque siendo aún pecadores,
Él murió por nosotros. Éstas son noticias. Así que dices: “Bien, si es
algo que ya sucedió, lo recibiré”.

- 163 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Es fácil estirar la mano y recibir algo que ya está hecho. Si ya


está hecho, entonces no se puede dudar diciendo: “¿Lo hará Dios?”
Ésa es la razón por la que ser vuelto a nacer es relativamente fácil.
Pero luego te topas con el mismo problema con que los Gálatas se
toparon.

¡Insensatos!

Los Gálatas eran personas que habían recibido el Evangelio y


eran salvos. Pero luego, poco tiempo después, los Judíos religiosos
aparecieron y empezaron a decir: “La fe en Jesucristo no es suficiente.
También tienes que ser circuncidado, tienes que observar la ley, y
las fiestas. Tienes que empezar a hacer esto y esto”. Empezaron a
pervertir y a cambiar el evangelio. Ellos dijeron: “Puede ser que seas
vuelto a nacer por gracia, pero Dios no te bendecirá, ni contestará
tus oraciones, ni actuará en tu vida hasta que empieces a vivir como
un santo”.

Pablo respondió a esta perversión del evangelio con la redacción


de su carta a los Gálatas. ¡De todos los libros de la Biblia, éste
contiene el ataque más agresivo y violento en contra de esta clase
de incredulidad!

¡Oh gálatas insensatos!


Gálatas 3:1

La palabra que se tradujo como “insensatos” literalmente


significa “tontos”.

¿Quién os fascinó…?
Gálatas 3:1

¡Es demoníaco! ¡Están viviendo en un engaño!

- 164 -
¡Sí Reúnes los Requisitos!

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare


otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema.
Gálatas 1:8

Seguramente algunas personas pensaron: “Oh, eso es muy


cruel. No creo que él haya querido decir eso”. Pero el siguiente
versículo dice:

Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si


alguno os predica diferente evangelio del que habéis
recibido, sea anatema.
Gálatas 1:9

Pablo no quería que nadie malinterpretara lo que él estaba


diciendo. Aquí es donde el cuerpo de Cristo está hoy por hoy. Están
predicando la salvación de una manera parcial, para que seas vuelto
a nacer por gracia. Pero luego después de que eres vuelto a nacer, y
empiezas a tratar de vivir como un santo, te preguntas: “¿Dios mío,
he hecho lo suficiente?”

Tu Comportamiento

Miles de gentes se acercan a mí diciendo: “¿Por qué no me


ha sanado Dios? Yo ayuno y oro. Estudio La Palabra y pago mis
diezmos. Asisto a la iglesia y leo La Palabra. Estoy haciendo todo
lo que sé que debo hacer. ¿Por qué no me ha sanado Dios?”; con
eso me acaban de decir por qué no han sanado. Nunca mencionaron
lo que Jesucristo ya hizo por ellos. Mencionaron lo que ellos han
estado haciendo, y eso revela que su fe está en todo lo que ellos
hacen, porque piensan que Dios responde a su fe. Eso no es la gracia
y la fe.

- 165 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La fe no hace que Dios actúe. Dios ya ha provisto todo para


ti independientemente de ti. Todo lo que la fe hace es tomar y
apropiarse de lo que Jesucristo ya hizo. Si tú estás señalando tu
bondad, entonces no estás poniendo la fe en la gracia de Dios. Estás
poniendo la fe en tus esfuerzos y en tu comportamiento.

Es bueno para ti hacer todas estas cosas—orar, ayunar, leer La


Palabra, asistir a la iglesia, diezmar—pero no para influenciar a
Dios. Repito, el amor de Dios por ti no está basado en lo que haces.
Él no te salvó porque tú tenías valor en ti mismo. Él no te salvó
porque eras merecedor de ser salvo. Fue su gracia la que depositó Su
amor en ti cuando todavía eras un pecador. Tu santidad—o la falta
de ésta—no cambia el corazón de Dios hacia ti. Dios te amó antes
de que fueras santo. Ahora que eres cuasisanto, Él no te ama menos,
ni te amará más.

Pero tu santidad cambiará tu corazón en relación a Dios. Tú


necesitas estudiar La Palabra, para que tu corazón cambie; no para
que Dios te observe, te recompense y conteste tus oraciones ahora
que has sido lo suficientemente bueno. Necesitas asistir a la iglesia,
porque te ayuda a ti. Reunirte con otros creyentes te ayuda a entender
La Palabra y a relacionarte con otras personas. Necesitas asistir a los
servicios religiosos donde la gente está profundizando en La Palabra
de Dios, declarando la verdad, y viendo el poder de Dios. Necesitas
escuchar testimonios de gente que ha sido sanada, de tumores que
han desaparecido, y de milagros que han ocurrido. Es bueno para ti
y eso te ayuda.

Pero eso no hace que Dios te ame más. Él no tiene un registro


de tu asistencia a la iglesia, y tú no puedes canjear cierto número
de servicios religiosos a los que asistes por la respuesta a una
oración. Si tú nunca más vuelves a ir a la iglesia, Dios te va a
amar exactamente igual. Pero eres un tonto si no vas a la iglesia.
Constantemente estamos siendo bombardeados con la incredulidad.
Necesitas un lugar donde puedas escuchar la verdad. Necesitas estar

- 166 -
¡Sí Reúnes los Requisitos!

cerca de gente que te ame y que volteen la otra mejilla cuando les
hagas algún mal. Necesitas estar rodeado de la compañía de los
creyentes. Eres un tonto si no vas a la iglesia. ¡Pero Dios te ama,
aunque seas un tonto! Su amor por ti está basado en Su gracia, no en
tu comportamiento.

No Hay Problema

Esto me ayuda a mí. Puedo tratar de tener una buena autoestima,


pensando que nunca estoy mal y que todos los demás son el problema.
Nunca soy yo, siempre es alguien más. Pero al final, basta con que
me vea en el espejo para darme cuenta que yo hago algunas cosas
tontas. Cometo errores. Me bendice saber que el amor de Dios no es
condicional.

Recientemente le comuniqué a mis socios que nuestro


ministerio había hecho la expansión más grande en la historia de
nuestro ministerio. Dimos un paso de fe muy grande y empezamos
a transmitir programación en la estación televisora número dos en
América. Nos cuesta casi $70,000 dólares por mes, y he estado en
esta televisora diez y ocho meses. Hemos invertido en esto casi
$600,000 dólares más de lo que ha generado, así que tengo que
disminuir mis pretensiones. Algunas personas no pueden tratar con
algo así. Dicen: “Ah, ¿cometiste un error?” Bueno, no sería el primer
error que he cometido. Dicen: “No creo que yo pudiera lidiar con
algo así”. Pero para mí, no representa un problema.

Algunas personas piensan que cuando Dios toca la vida de alguien


todo es perfecto. Ésa no ha sido mi experiencia. Más bien ha sido
algo así: voy en la dirección que Dios quiere que vaya pero no estoy
haciendo todo perfectamente. Dios pudo haber escogido a alguien
mejor que yo. Él pudo haber escogido a alguien que hablara mejor
el inglés y que tuviera mucho más carisma que yo. Definitivamente
no soy el cuchillo más afilado en el cajón. Pero, gloria a Dios, estoy

- 167 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

viendo que buenas cosas suceden sólo porque sé que Dios me ama a
pesar de mí y no por mí.

Muy pocos son los que se creen “perfectos” y que piensan que
tienen lo mejor de lo mejor. La mayoría de nosotros tratamos con
sentimientos de carencia de valor y nos preguntamos: “¿Dios mío,
por qué me escogiste a mí? No reúno los requisitos”. Si tú analizas
a la gente de La Biblia, verás que a todas las personas a las que el
Señor llamó, dijeron: “¡Dios, no puedo hacerlo!” Ellos batallaron
por un período de tiempo.

Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois


muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni
muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios,
para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió
Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer
lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por
él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho
por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.
1 Corintios 1: 26-30

Dios no ha escogido a muchos poderosos, ni nobles, ni a muchas


de esas personas que lo tienen todo. Dios escoge lo vil del mundo, lo
menospreciado, y lo que no es nada, para deshacer lo que es.

Se Aceptan Solicitudes

Si eres un fracasado, un don nadie—¡reúnes los requisitos!


Dios no está en contra de la gente que tiene grandes capacidades y
talentos. Sólo que todas tus capacidades y talentos comparados con
Dios no son nada. Tienes que dejar de confiar en ti y decir: “Dios
mío, tienes que ser Tú”. Dios dice: “Si eres un don nadie, si eres vil,

- 168 -
¡Sí Reúnes los Requisitos!

si eres despreciado—se aceptan solicitudes”. Tienes que dejar de


confiar en ti y darte cuenta que no se trata de ti.

Cuando comprendes la gracia, te das cuenta que ésta no se basa


en tu bondad propia. Simplemente está basada en el amor de Dios.
Él te ama a pesar de ser quien eres, no por ser quien eres. Dios te
amó antes de que nacieras. Él te amó antes de que pecaras. Él te
ama inclusive después de que pecaste. Él mostró su amor por ti.
Ahora que lo has aceptado, Él te ama mucho, mucho, mucho más de
lo que te amó antes de que lo recibieras, porque ahora has hecho a
Jesucristo tu Señor. Tú eres parte de Él, la gracia—la bendición—de
Dios está en tu vida incondicionalmente.

Eso es lo que recibí de esa experiencia en 1968. Por primera


vez en mi vida, me di cuenta que yo era un don nadie. No tenía ni
confianza ni satisfacción personal. Cuando reconocí lo terrible de
mi situación, el amor de Dios fluyó hacia mí. Simplemente supe que
eso no tenía nada que ver conmigo. Supe que Dios me ama porque
Él es amor. Eso es lo que cambió mi vida.

- 169 -
Capítulo 19

Perdonado

Dios manifestó Su amor para con nosotros en que Él murió por


nosotros siendo aún pecadores (Ro. 5:8). Sin embargo, a través de
la religión, el diablo nos ha convencido de que el amor de Dios—Su
aceptación, y Su favor por nosotros— está relacionado con nuestras
obras y con nuestro comportamiento. Tú crees que Dios existe. Tú
sabes que Él es capaz de hacer cualquier cosa, lo que sucede, es
que tú dudas de Su disposición para que actúe a tu favor porque te
sientes condenado por tus pecados.

Mis estudios titulados La Guerra Ya Terminó, y Espíritu Alma


y Cuerpo profundizan más en estas verdades de lo que puedo
cubrir aquí.

La mayoría de la gente piensa que Dios te ofrece perdón de todos


tus pecados hasta el momento en donde vuelves a nacer. Cuando
tú aceptas a Jesucristo, tus pecados pasados son perdonados. Pero
después de eso, debes enfrentarte con cada pecado que cometes,
arrepentirte de él y cubrirlo con la sangre. Principalmente hay dos
aplicaciones de esto. La versión extrema dice: “Si tú tienes pecado
en tu vida que no ha sido confesado y murieras en un accidente
automovilístico antes de que lo confesaras, te irías al infierno.
Aunque hayas sido una persona vuelta a nacer por veinte años, si
tienes pecado sin confesar en tu vida y mueres, te vas al infierno.
Pierdes tu salvación aunque hayas tenido comunión con Dios
durante todos esos años”. La mayoría de los Cristianos creen en una
interpretación menos radical de la misma idea. Dicen: “Dios no va a
contestar tu oración, ni se va a relacionar contigo, ni te va a usar si
hay algún pecado en tu vida”. Ambas están equivocadas.

- 171 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Todos Estamos Fallando

De acuerdo a Hebreos 9, 10, y 12, Dios perdonó todos tus


pecados—pasados, presentes, y futuros. Aun los pecados que
todavía no has cometido ya han sido perdonados. Tu salvación, el
amor de Dios por ti, el que Dios te use, y conteste tus oraciones no
dependen de que tú confieses todos tus pecados. Si así fuera, yo
debería matarte en el preciso momento en que vuelves a nacer. A lo
mejor me iría al infierno, pero sería la única manera como podrías
llegar al cielo. Ésa es la única manera como podrías caminar en el
gozo del Señor. ¿Por qué? Porque pecado no es solamente las cosas
malas que haces. La Biblia dice:

Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.


Santiago 4:17

Pecado también es lo que deberías estar haciendo pero que estás


dejando de hacer. Todos los creyentes deberían amar a sus esposas
como Cristo amó a la iglesia. A lo mejor lo estás haciendo mejor
que nunca, pero no lo estás haciendo a la perfección. Se supone que
las esposas deben respetar al esposo como la iglesia debe respetar
a Cristo. A lo mejor estás actuando mejor que otras personas, pero
nadie respeta a su esposo como se supone que la iglesia debe respetar
a Cristo. Ninguno de nosotros estudia La Palabra tanto como le
gustaría y debería. Ninguno actúa con amor hacia otros exactamente
como deberíamos. Nadie es perfecto. Tú cometes pecados de los
que ni siquiera te das cuenta. Tú fallas todo el tiempo. De acuerdo a
La Biblia, pecar es fallar. Todos estamos fallando. Si tú piensas que
tienes que tener todo pecado confesado, simplemente debes darte
por vencido. Nunca lo vas a lograr.

“Pero de acuerdo a 1 Juan 1:9, ¿no se supone que debemos


confesar nuestro pecado?” Permíteme decirte que, verdaderamente
te recomiendo que obtengas un ejemplar de mi libro La Guerra

- 172 -
Perdonado

ya Terminó. En ese libro dediqué todo un capítulo para contestar


precisamente esa pregunta, que aquí lo voy a resumir brevemente.

Todos tus pecados—pasados, presentes, y hasta los que todavía


no has cometido—ya han sido perdonados (He. 9, 10, 12). En el
instante en que volviste a nacer, tu nuevo hombre—espíritu vuelto
a nacer—fue creado en justicia y verdadera santidad (Ef. 4:24). Tú
fuiste santificado y perfeccionado para siempre (He. 10:10,14). En
ese preciso momento fuiste sellado con el Espíritu Santo (Ef. 1:13).
Cuando tú pecas, el pecado no penetra el sello que cubre a tu espíritu.
No penetra ni afecta a tu espíritu. Como Dios es un Espíritu, Él te
ve de Espíritu a espíritu vuelto a nacer (Jn. 4:24). Esto significa que
Dios te ve tan justo, santo, y puro como Jesucristo es (1 Co. 6:17; 1
Jn 4:17). Así es tu espíritu vuelto a nacer, y ya está sellado. Cuando
tú pecas, ese pecado no afecta tu posición correcta con Dios. Es
a través de quien eres en Cristo—tu espíritu vuelto a nacer—que
debes tener relación con Dios.

Saca a Satanás

Sin embargo, tu cuerpo y tu alma sí se contaminan cuando pecas.


Satanás solamente viene para robar, matar y destruir (Jn 10:10). Si tú
te sometes al pecado, te estás sometiendo al autor de ese pecado—el
diablo (Ro. 6:16). El sometimiento al pecado le permite a Satanás
hacer una incursión en tu cuerpo para traer pobreza, enfermedad,
y dolencias. Le permite hacer una incursión en tu alma para traer
depresión, desaliento, y cosas similares. Así que sí, el pecado todavía
produce consecuencias—pero no en tu espíritu vuelto a nacer ni en
tu relación con Dios. Son tu alma y tu cuerpo los que se contaminan.
Si tú le permites a Satanás hacer una incursión en tu vida, él se
comerá tu almuerzo y no va a dejar ni las migajas.

Así que como creyentes, ¿qué hacemos cuando sabemos


que hemos pecado? En primer lugar, si tú estás viviendo con el

- 173 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

conocimiento y la revelación que Dios te ha dado, entonces la


sangre de Cristo te limpia hasta de los pecados que cometiste sin
darte cuenta.

Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión


unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia
de todo pecado.
1 Juan 1:17

Pero cuando tú sabes que has cometido un pecado, 1 Jn. 1:9 dice
que lo confieses.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para


perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9

“Confesar” es reconocer: “Dios, Tú estabas en lo correcto. Yo


estaba equivocado. Rechazo este pecado”. Al confesar y arrepentirte,
tú le estás cerrando la puerta al diablo. También estás extrayendo
la justicia y santidad que ya existen en tu espíritu vuelto a nacer
y las estás enviando hacia tu carne (cuerpo y alma). Esto sacará
a Satanás de tu vida. Aunque al someterte al pecado tú le diste al
diablo un derecho legal para intervenir en tu vida, cuando confiesas
este pecado, te arrepientes, y lo rechazas, liberas el poder que está
localizado en tu espíritu para que salga y te limpie de toda injusticia.

Sin Fluctuar

1 Juan 1:9 no significa que debes confesar todo pecado para


que puedas tener una relación con Dios. Eso sería imposible. ¡Ni
siquiera te das cuenta cada vez que pecas! Si hice que te enojaras
porque ataqué tus tradiciones religiosas, a lo mejor, ahora mismo,
estás pecando contra mí. Podrías estar pensando algunas cosas malas
sobre mí. Pero, te guste o no te guste, soy tu hermano en el Señor.

- 174 -
Perdonado

Quizá vamos a ser vecinos en el cielo, ¿quién puede saberlo? Si tú


me estás odiando en tu corazón, La Biblia dice que eres culpable de
homicidio (1 Jn. 3:15).

No puedes vivir de esta manera. Aunque no estés molesto


conmigo, te molestarás con alguien. Pensar que tú tienes que tener
todo confesado para poder estar bien con Dios pone la carga de la
salvación sobre ti. Es como si quisieras tratar de salvarte a ti mismo.
No, ¡solamente hay un salvador, y no eres tú! Jesucristo murió por
todos tus pecados—pasados, presentes, y hasta los del futuro. Ya
estás perdonado.

Tú debes comprender que nada de lo que has hecho hizo que


Dios te amara. No hay nada que puedas hacer para que Dios no te
ame. Él es amor (1 Jn. 4:8). Sin embargo, hay muchas cosas que
puedes hacer que te impedirán recibir este conocimiento. El pecado
te convertirá en un retrasado espiritual. Tu corazón se endurecerá—
será indiferente, insensible, y rebelde—hacia Dios (He. 3:13).

El pecar no es algo inteligente. Es algo tonto. Es emocional.


Cuando pecas, te cubres los ojos. No puedes ver ni percibir. Te haces
insensible y pierdes tu percepción. Sí, el pecado tiene consecuencias,
pero Dios es un Espíritu y Él te está viendo en el espíritu (Jn 4:24).
Aún cuando tú has pecado y le has permitido a Satanás hacer una
incursión en tu vida, el amor de Dios nunca ha fluctuado. Él te ama
tanto como siempre lo ha hecho. Él no te ama porque eres adorable.
Él te ama porque Él es amor.

Sobria, Justa y Piadosamente

A lo mejor estás pensando: “Estás fomentando el pecado”. No,


no lo estoy haciendo. Odio el pecado, probablemente hasta más que
tú. Tú no puedes decir: “Andrew, tú predicas la gracia porque te
permite vivir una vida de pecado”. He vivido más santamente sin

- 175 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

proponérmelo de lo que la mayoría de las personas han podido vivir


a propósito. Mi estándar de santidad es mucho más estricto que el
de la mayoría de la gente. La verdadera comprensión de la gracia de
Dios no fomenta el pecado.

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación


a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente.
Tito 2: 11, 12

La gracia de Dios te enseña a vivir una vida sobria, justa, y


piadosa. La gracia de Dios no ha hecho que yo vaya a vivir en pecado.
Estás despistado si piensas que estoy motivando a la gente a vivir
en pecado. Estoy motivando a la gente para que comprenda que el
amor de Dios por ellos es incondicional. Y si alguna vez recibes una
revelación de eso, servirás más a Dios sin proponértelo de lo que lo
has hecho a propósito.

- 176 -
Capítulo 20

¿Religión o Relación Personal con Dios?

El amor será una mayor motivación para servir a Dios que el


temor lo ha sido. El temor lleva en sí castigo (1 Jn 4:18). Muchos
Cristianos sufren tormento en su relación con Dios porque piensan:
“Tengo que hacer todas estas cosas para lograr que Dios me ame”.

Qué clase de relación tendrías si tu cónyuge se acercara a ti y te


dijera: “Muy bien, a menos que hagas esto y esto, no voy a convivir
contigo. Estoy llevando un registro, y a la primera que falles, no te
voy a hablar. No vas a obtener dinero de mi parte. Te voy a castigar.
Y hasta podría imponerte un cáncer si no te arrepientes y cambias”.

Así es como la religión ha presentado a Dios. “Él no va a


hablar contigo. No va a contestar tus oraciones, ni siquiera las va
a escuchar. Dios se está tapando los oídos hasta que te arrepientas.
Va a hacer un drama y se va a emberrinchar. Puede ser que mate a
tu hijo, porque está molesto, debido a que no has hecho tu lectura
diaria de la Biblia”. ¡Nadie querría vivir con una persona así!

No puedes tener una buena relación con Dios si tú la estás


basando en tu comportamiento y en tu temor. Ésta es la imagen que
la religión ha pintado de Dios, y nos preguntamos por qué la gente
está batallando para mantener una buena relación personal con Él.

Lo que Más me Gusta Hacer

Dios te ama porque Él es un Dios bueno. ¡Es la gracia! Y por


cierto, tu fe no hace que Él actúe. Dios no te está respondiendo a
ti. Tu fe es la respuesta que tú le das a Él. Tú necesitas comprender

- 177 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

que Dios te ama y que trata contigo por gracia. Él ya ha perdonado


todos tus pecados. Tú debes dejar de pecar para que no le permitas
a Satanás que haga una incursión en tu vida. Pero tu santidad—o la
falta de ésta—no es la base de tu relación con Dios.

Al comprender y aplicar estas verdades en tu vida, avanzarás


a un nivel totalmente nuevo en tu relación con Dios. Será muy
fácil creerle. ¿Si Dios te amó tanto que murió por ti cuando eras
un consumado sinvergüenza, cuánto más te ama ahora que eres un
sinvergüenza a secas? ¿Cuánto más actuará ahora Él en tu vida?
Esto reduce la vida cristiana a algo sumamente simple.

Dios me ama. Yo estudio La Palabra, no para hacer que Dios me


ame, sino porque quiero leer Su carta de amor y descubrir lo mucho
que me ama. Oro, no porque tengo que hacerlo, sino porque quiero.
No estoy contando las horas de oración para obtener algún mérito
con Dios. Oro porque amo a Dios y verdaderamente disfruto pasar
tiempo con Él.

Los líderes de la alabanza de nuestras reuniones regionales con


frecuencia cantan una canción que dice: “Lo que más me gusta
hacer es pasar mi tiempo contigo”. ¿Es esto verdadero referido
a ti? ¿Verdaderamente pasar tiempo con Dios es lo que más te
gusta hacer? Puedo decirte que sí lo es para mí. No digo esto para
exaltarme, y para condenarte. Lo comparto para motivarte y para
que te des cuenta que sí es posible. Es más, esta clase de intimidad
y relación con Dios no sólo es posible—es principalmente para lo
que Él nos creó.

Lo que la religión y la tradición te han enseñado sobre Dios es


lo que te impide disfrutar la presencia de Dios. No es fácil pasar
tiempo con alguien que consideras responsable de matar bebés, de
hacer que alguien sea un retrasado mental, y de que otros nazcan
deformes. ¿Cómo puedes acercarte a la persona que “envió” los
ataques terroristas, las tormentas violentas, y las otras cosas que

- 178 -
¿Religión o Relación Personal con Dios?

llaman “actos de Dios”? No puedes. Pero cuando comprendes la


verdad de que Él es verdaderamente bueno, lo que más te gustará
hacer será amarlo y pasar el tiempo con Él.

Un Regalo

Digo esto último con amor y compasión, pero si ésta no es


tu experiencia—entonces eres un religioso. Has sido engañado.
Tú estás poniendo fe en tu esfuerzo y estás pensando que Dios te
está respondiendo a ti. Necesitas comprender la gracia de Dios, y
comprender que tu fe simplemente es la manera como te apropias
de la bondad de Dios. Estoy seguro que esto está poniendo a prueba
gran parte de tus creencias, pero es verdad.

A lo mejor en el transcurso de la lectura de este libro, te


has dado cuenta que tu fe ha estado puesta en tus obras y en tu
comportamiento en vez de Cristo. Me gustaría darte una oportunidad
para que empieces tu relación con Dios. Sin embargo, tienes que
comprender que no te conviertes en un Cristiano por nacer en una
nación “Cristiana” ni por crecer en un hogar Cristiano. Asistir a
la iglesia no te hace Cristiano, como tampoco permanecer en una
cochera te convierte en un coche. Debes ser vuelto a nacer.

Debes renunciar a confiar en ti mismo, y debes comprender


que Dios te ama—no porque lo mereces, sino porque Él es amor.
Él envió a Su Hijo—Jesucristo—hace dos mil años para pagar por
todos tus pecados. El pago ya ha sido hecho. ¿Lo aceptarás ahora
como un regalo?

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y


creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo.
Romanos 10:9

- 179 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

La manera Bíblica de recibir este regalo es confesar con tu


boca que Jesucristo es el Señor y creer con tu corazón que Dios lo
resucitó de entre los muertos. Si lo haces, serás salvo. Pero recibir a
Jesucristo como tu Señor significa más que simplemente decir estas
palabras. Tienes que estar dispuesto a aceptar a Jesucristo como tu
Señor. Eso significa que Él tiene el control y no tú. No estoy diciendo
que lo vas a hacer perfectamente, pero tienes que estar dispuesto a
que eso suceda.

Recibe a Jesucristo Como Tu Salvador

Quizá eres una persona religiosa. A lo mejor eres una buena


persona, y piensas: “Vamos, soy lo suficientemente bueno. Dios me
aceptará”. No se trata de tu bondad ni de lo que has hecho, ni de
lo que no has hecho. Se trata de lo que Jesucristo hizo. Tienes que
llenarte de humildad y recibir la salvación como un regalo. Si nunca
lo has hecho, te invito a que recibas a Jesucristo como tu Señor
ahora mismo.

Podrías orar sinceramente con todo tu corazón diciendo algo así:

Jesucristo, renuncio a seguir confiando en mí mismo y en mis


propias obras para obtener salvación. Confieso que Tú eres mi
Señor. Creo en mi corazón que Dios te levantó de entre los muertos,
y yo recibo tu regalo de salvación ahora mismo por fe. ¡Gracias por
revelarme Tu amor y Tu gracia!

Después de que eres vuelto a nacer, también necesitas el bautismo


en el Espíritu Santo. Para la persona que solamente opera basada en
su intelecto, las verdades de La Palabra de Dios que he compartido
en este libro no serán comprensibles. El Espíritu Santo debe darte
revelación acerca de lo que he estado analizando.

- 180 -
¿Religión o Relación Personal con Dios?

El Beneficio Primordial

Yo dejé de discutir con la gente hace mucho tiempo. Al principio,


cuando comencé en el ministerio, acostumbraba discutir con la gente.
Me peleaba con ellos, usando montones de versículos, tratando de
convencerlos de la verdad. Ya no hago eso. Me he dado cuenta que
la comprensión de la verdad debe venir por revelación. Y ésa es la
obra del Espíritu Santo (Jn. 14:26; 16:13).

La revelación del conocimiento es el principal beneficio de


recibir el bautismo en el Espíritu Santo. La misma Persona que
inspiró La Biblia empezará a enseñarte qué es lo que ésta dice.
La Palabra dice que mientras oras en lenguas, estás hablando la
sabiduría oculta de Dios (1 Co. 14:2; 2:7). Luego puedes orar para
interpretar esa lengua (1 Co. 14:13). Así es como tú puedes recibir
el conocimiento de la revelación.

Es más, así es como Dios me mostró la mayor parte de estas


verdades que he compartido en este libro. Ponía yo la verdad en mi
interior al leer y estudiar Su Palabra, pero no podía comprenderla.
Así que oraba en lenguas y esperaba confiando que recibiría la
interpretación. Dios me daba la revelación y luego me explicaba
qué significaba. Estoy convencido, con base tanto en La Palabra de
Dios como en mi experiencia personal, que no puedes comprender
muchas de las cosas de Dios sin la vivificación del poder del Espíritu
Santo.

Si te parece que La Biblia es un libro esotérico, es porque el


Espíritu Santo lo escribió dirigido a tu corazón—no a tu cerebro.
Tú necesitas que el autor de este libro te lo revele a ti. Aunque orar
en lenguas es importante—y es parte del bautismo en el Espíritu
Santo—el beneficio principal que experimenté cuando recibí al
Espíritu Santo fue el conocimiento de la revelación. Finalmente
empecé a comprender y el conocimiento de la revelación estalló en
mi interior.

- 181 -
Vivir en el Equilibrio de la Gracia y la Fe

Después de que eres vuelto a nacer, necesitas ser bautizado en


el Espíritu Santo. Tú necesitas esto para poder tener éxito en la
vida Cristiana, para operar con los dones del Espíritu Santo, y para
progresar en las cosas de Dios. Como eres un hijo, tu amoroso Padre
celestial quiere darte el poder sobrenatural que necesitas para vivir
esta vida nueva. Si todavía no lo has hecho, te invito a que recibas
este don—el bautismo en el Espíritu Santo—ahora mismo.

Recibe al Espíritu Santo

Todo lo que tienes que hacer es creer, pedir y recibir.

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla;


y al que llama, se le abrirá… ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11: 10, 13

Hazlo, y ora con todo tu corazón algo parecido a lo siguiente:

Padre, reconozco que necesito Tu poder para comprender tu


Palabra y para vivir esta vida nueva. Deseo recibir Tu revelación del
conocimiento. Por favor lléname con tu Espíritu Santo. Por fe, lo
recibo ahora mismo. Gracias por bautizarme. ¡Espíritu Santo, te doy
la bienvenida a mi vida!

Felicidades—¡ahora estás lleno del poder sobrenatural de Dios!

Algunas sílabas de un lenguaje que no reconoces surgirán desde


tu corazón a tu boca (1Co. 14:14). Mientras las declaras en voz alta
por fe, estás liberando el poder de Dios que está en ti y te estás
edificando en el espíritu (1 Co. 14:4). ¡Tú puedes hacer esto cuando
quieras y donde quieras!

- 182 -
¿Religión o Relación Personal con Dios?

Realmente no interesa si sentiste algo o no cuando oraste para


recibir al Señor y a su Espíritu. Si creíste en tu corazón que lo
recibiste, entonces La Palabra de Dios te asegura que así fue.

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed


que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11:24

Dios siempre honra Su Palabra ¡créelo!

Por favor escríbeme y dime si hiciste la oración para recibir a


Jesucristo como tu Salvador o para ser lleno del Espíritu Santo. Me
gustaría regocijarme contigo y ayudarte a entender más plenamente
lo que ha sucedido en tu vida. Te enviaré un libro gratis que te
explicará la salvación y el bautismo en el Espíritu Santo. Es el
mismo libro que doy a todas las personas que reciben estos dones en
nuestras reuniones de evangelismo. Miles de personas han recibido
el don de hablar en lenguas al leer este libro. Tenemos una línea de
ayuda en la que empleamos a Cristianos maduros a quienes les dará
gusto orar contigo y enviarte este libro que se titula: El Nuevo Tú
y el Espíritu Santo. Nuestra línea de ayuda está en servicio de las
4:00 AM a las 9:30 PM (hora de montaña) todos los días de lunes a
viernes. El número de teléfono es (719) 635-1111. Llámanos—aquí
estamos para ayudarte a comprender más de, y a crecer en, tu nueva
relación con el Señor.

Bienvenido a tu nueva vida. Espero que disfrutes de una


relación íntima con Dios viviendo cada día en el equilibrio de la
gracia y la fe.

- 183 -
Otras Publicaciones de Andrew
Wommack
Espíritu, Alma y Cuerpo

El entender la relación entre tu espíritu, alma y cuerpo es fundamental para


tu vida Cristiana. Nunca sabrás en realidad cuánto te ama Dios o creerás lo que
Su Palabra dice sobre ti hasta que lo entiendas. En este libro, aprende cómo se
relacionan y cómo ese conocimiento va a liberar la vida de tu espíritu hacia tu
cuerpo y tu alma. Puede inclusive explicarte por qué muchas cosas no están
funcionando de la forma que esperabas.

Código del artículo: 701

Título en inglés: Spirit, Soul and Body


ISBN: 1-59548-063-3

El Nuevo Tú

Es muy importante entender lo que sucedió cuando recibiste a Jesús como tu


Salvador. Es la clave para evitar que La Palabra que fue sembrada en tu corazón
sea robada por Satanás. La enseñanza de Andrew provee un fundamento sólido de
las Escrituras que te ayudará a entender. La salvación es sólo el inicio. Ahora es
tiempo de ser un discípulo (aprender de Él y seguirlo). Jesús enseñó mucho más
que sólo el perdón de pecados; Él trajo al hombre a una comunión con el Padre.
Desde la perspectiva de Dios, el perdón de los pecados es un medio para alcanzar
un objetivo. La verdadera meta es tener comunión con Él y ser más como Jesús.

Código del artículo: 725

El Espíritu Santo

¡Aprenda por qué el bautismo del Espíritu Santo es una necesidad absoluta!
Vivir la vida abundante que Jesús proveyó es imposible sin esto. Antes de que los
discípulos de Jesús recibieran al Espíritu Santo, eran hombres débiles y temerosos.
Pero, cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo en El día de Pentecostés,
cada uno se volvió un poderoso testigo del poder milagroso de Dios. En Hechos

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1:8 Jesús nos dice que el mismo poder está disponible para nosotros.

Código del artículo: 726


ISBN: 1-59548-053-6

La Gracia, el Poder del Evangelio

Encuestas recientes indican que la mayoría de los Cristianos, aquellos que


aseguran ser renacidos, creen que su salvación depende por lo menos en parte de
su comportamiento y de sus acciones. Sí, creen que Jesús murió por su pecado,
pero ya que lo han aceptado como su Salvador creen que aún deben cubrir ciertos
estándares para ser lo suficientemente “buenos”. Si eso es verdad, entonces ¿cuál
es el estándar y cómo sabes que ya lo cumpliste? La iglesia ha tratado de contestar
estas preguntas por siglos y el resultado siempre ha sido una esclavitud religiosa y
legalista. Entonces, ¿cuál es la respuesta? Se debe empezar por hacer la pregunta
correcta. No es: “¿Qué debemos hacer? Más bien: “¿Qué hizo Jesús?” Este libro
te ayudará a entender, por medio del libro de Romanos, la revelación del Apóstol
Pablo de lo que Jesús hizo, nunca más preguntarás si estás cumpliendo con el
estándar.

Código del artículo: 731 ISBN 978-1-59548-094-1

Título en Inglés: Grace, The Power Of The Gospel


ISBN: 978-1-57794-921-3

La Guerra Ya Terminó

El Conflicto de mayor duración en la historia de la humanidad duró 4000


años y culminó con una victoria absoluta hace casi 2000 años. Aun así, muchos
todavía no han escuchado estas noticias y continúan peleando la batalla—la
batalla en contra del pecado y del juicio. En la cruz Jesucristo dijo: “Consumado
es”, se proclamó la victoria, y la reconciliación comenzó. Ésta era la victoria que
se prometió cuando Jesucristo nació y los ángeles declararon: “¡Gloria a Dios
en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” La paz
de la que Él habló no era la paz entre los hombres, sino la paz entre Dios y la
humanidad. El pecado ya no es el problema; el precio ha sido pagado de una vez

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por todas. ¿Fue Su sacrificio suficiente para ti? ¿Crees que Dios está restringiendo
Su bendición y que la razón es tu pecado? Las respuestas que encontrarás en este
libro te liberarán de la condenación y el temor. ¡Te liberarán para que recibas las
promesas anunciadas por Dios!

Código del artículo: 733


ISBN: 978-1-59548-119-1

Título en Inglés: The War Is Over


ISBN: 13:978-1-57794-935-0

La Autoridad del Creyente

El controversial tema de la autoridad del creyente en Cristo se discute


extensamente en la iglesia hoy. Andrew Wommack, maestro de la Biblia reconocido
internacionalmente nos trae una nueva perspectiva sobre esta importante verdad
espiritual que podría poner a prueba todo lo que has aprendido. Al escudriñar Las
Escrituras, Andrew revela la importancia espiritual de tus decisiones, tus palabras,
y tus acciones y cómo afectan tu capacidad para enfrentar los ataques de Satanás
y para recibir lo mejor de Dios. Descubre las poderosas verdades encerradas en la
verdadera autoridad espiritual y empieza a ver verdaderos resultados.

Código del artículo: 735 ISBN 978-1-59548-136-8

Título en Inglés: The Believer’s Authority


ISBN: 13-978-157794-936-7

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