Prácticas Sanitarias en La Prevención de Enfermedades

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Prácticas sanitarias en la prevención de enfermedades.

3.1. Limpieza y lavado


La desinfección es el proceso mediante el cual se eliminan microorganismos infecciosos
mediante el uso de productos que se conocen como desinfectantes.
Siempre se ha tenido el concepto de que los desinfectantes usados en sanidad animal son
altamente tóxicos contrario a los desinfectantes que se utilizan en la industria
agroalimentaria, que no lo son y sus concentraciones también son muy distintas.
Los desinfectantes modernos se han ido adaptando a las necesidades y sus composiciones
son más completas, que incluyen compuestos no solamente biocidas; sino también
surfactantes que favorecen la penetración de las sustancias activas.
Estas sustancias se usan a lo largo de toda la cadena de producción y transformación
alimenticia con el fin de ayudar a prevenir la propagación de enfermedades entre los
animales.
En el procesamiento de los mismos permiten reducir el contenido de microbios en los
alimentos y de esta forma evitar también el deterioro. Y por supuesto la reducción de la
posible transmisión de agentes patógenos a los consumidores.
La desinfección eficaz se define en dos palabras que deberían ser consideradas como una
sola palabra, ya que para que pueda darse una debe existir la otra:
LIMPIEZA + DESINFECCIÓN (una palabra, un proceso)
Las operaciones de limpieza y desinfección están infravaloradas.
Antes de que la desinfección estuviera involucrada en procesos que incluyeran gérmenes
infecciosos, ya se habían utilizado desinfectantes para la aplicación sobre cadáveres o aguas
residuales con el fin de reducir los malos olores.
Esto indica que es una ciencia en constante evolución, con nuevos productos que son
versátiles en su forma de aplicación: espuma y niebla. También a este proceso de evolución
se debe incluir la tecnología, y la política que incluye la seguridad del personal y
medioambiente.
Se han impuesto también en favor de las prácticas de desinfección controles sanitarios
reglamentarios, ya que la desinfección es una manera de limitar la transmisión de
enfermedades. Pero no se puede si la población sensible se pone en contacto con animales
portadores.
La desinfección es apropiada para luchar contra aquellas enfermedades no transmitidas por
vectores, sino para las enfermedades que se contraen al entrar los animales en contacto con
secreciones corporales presentes en los galpones.
En su mayoría se hace referencia a enfermedades que son causadas por bacterias, que
pueden sobrevivir y reproducirse fuera del cuerpo de los animales, que pueden causar
enfermedades: entéricas, respiratorias, clostridiosis, turberculosis y brucelosis.
Para las enfermedades virales, se debe evitar el contacto y vacunar. Los desinfectantes
modernos son aquellos que son capaces de neutralizar los virus.
La desinfección de las superficies es fundamental para el control de virus que sobreviven
por largos periodos en el ambiente del galpón cuando estos ya han sido evacuados.
También debe pensarse en momentos en que los animales tienen baja inmunidad (ejemplo:
aplicación de vacuna en campo), y podrían encontrarse saprófitos oportunistas.
La desinfección ha sufrido importantes cambios estructurales debido a adelantos técnicos
microbiológicos y de la tecnología de la desinfección. Y ahora no basta con esto sino
también la opinión pública en pro de la salud del personal, seguridad alimentaria y
protección del medio ambiente.
Por la complejidad del proceso el personal encargado de la desinfección debe recibir una
formación sobre los procedimientos que garanticen seguridad del uso y almacenamiento de
los productos desinfectantes.

3.1.1. Concepto de higiene


Es la parte de la medicina veterinaria que se propone proteger y mejorar la salud animal y
humana; ella comprende el saneamiento, es decir, higiene del medio ambiente, la higiene
del individuo y la profilaxis, o sea, prevenir el aparecimiento de las molestias infecto -
contagiosas y parasitarias en una determinada región o país.
También podemos definir la higiene animal, como el conjunto de reglas y medidas
encaminada a conservar la salud de los animales y obtener de ellos el mayor
aprovechamiento en el menor tiempo y como los menos gastos posibles.
Existen dos modos de profilaxis:

Profilaxis Médica: Trata de evitar que se llegue a producir la infección, creando cada
individuo un estado de inmunidad mediante la vacunación, estado que permite a cada uno
luchar con sus propios recursos o resistir con éxito la agresión del agente invasor.
Profilaxis Sanitaria: Tiende a prevenir la infección cualquiera que ella sea, mediante la
aplicación de medidas higiénicas, delimitar los primeros focos a destruirlos enérgicamente
y a evitar que el contagio se extienda.
Los métodos de profilaxis sanitaria están basados en:
El establecimiento de un diagnostico precoz de las enfermedades.
La aplicación de medidas ofensivas, que tienen por finalidad sanear los efectos infectados
reconstruir la explotación en un rebaño sano.
La aplicación de medidas defensivas, que se preocupan por mantener sólida protección a
los efectivos indemnes para que se conserven sanos.

3.1.2. Higiene ambiental.


Higiene es un término que hace referencia a la limpieza y al aseo. En el caso de la higiene
ambiental, el concepto está vinculado a mantener las condiciones sanitarias del entorno
para evitar que éste afecte la salud de las personas.
Más exactamente podemos decir que la higiene ambiental es la ciencia que se dedica tanto
a la prevención como al control y a la mejora de las condiciones medioambientales que nos
rodean y que son básicas y necesarias para poder mantener una perfecta salud pública. Eso
hace, por tanto, que se dedique a cuidar especialmente el aire, el agua, los recursos
naturales, el suelo, la flora y la fauna, entre otros elementos.
Y es que de esa citada higiene depende en gran medida que los seres humanos contemos
con una buena calidad de vida. De ahí que dentro de su campo de acción se encuentren
desde los controles de plagas en viviendas o edificios pasando por el desarrollo de acciones
en materia de higiene escolar o sanitaria, entre otras.
La higiene ambiental, por lo tanto, implica el cuidado de los factores químicos, físicos y
biológicos externos a la persona. Se trata de factores que podría incidir en la salud: por lo
tanto, el objetivo de la higiene ambiental es prevenir las enfermedades a partir de la
creación de ambientes saludables.
Se conoce como medicina ambiental a la disciplina que persigue a los agentes productores
de enfermedades que fueron introducidos en el ambiente por la acción humana. La higiene
ambiental debe cuidar la salud tanto de las generaciones actuales como de las futuras.
En este sentido podemos destacar que en los últimos años se ha producido un importante
trabajo en materia de higiene ambiental para intentar acabar con la conocida como
legionelosis esporádica, una enfermedad de tipo infeccioso que apareció en la década de los
años 70. Se desconoce el origen de dicha patología, aunque se sabe que está producida por
la bacteria Gram negativa aeróbica. Se establece que ella nace fundamentalmente en lo que
son los aparatos de aire acondicionado, las torres de refrigeración e incluso el
estancamiento del agua.
3.1.3. Temperatura
La temperatura es una magnitud escalar que se define como la cantidad de energía cinética
de las partículas de una masa gaseosa, líquida o sólida. Cuanto mayor es la velocidad de las
partículas, mayor es la temperatura y viceversa.
La medición de la temperatura está relacionada con la noción de frío (menor temperatura) y
de calor (mayor temperatura), que se puede percibir de manera instintiva. Además, la
temperatura actúa como un valor de referencia para determinar el calor normal del cuerpo
humano, información que sirve para estimar estados de salud. El calor también se utiliza
para los procesos químicos, industriales y metalúrgicos.
La temperatura normal del ganado bovino adulto sano fluctúa entre 37,8 y 40,0 °C. A esta
temperatura las actividades celulares y bioquímicas operan con mayor eficiencia y eficacia.
Si los tejidos se enfrían demasiado el metabolismo es reducido, en el caso contrario el
metabolismo se acelera y existe también el riesgo de desnaturalización de las proteínas,
disrupción de la integridad de la membrana celular y posiblemente un daño permanente de
los tejidos, resultando en morbilidad de largo plazo y bajo desempeño productivo (Guyton
y Hall 1996). Sin embargo, existen diversos factores que afectan la temperatura corporal
incrementándola (edad, actividad física, alimentación, el celo y la última etapa de la
gestación) o disminuyéndola (desnutrición, esquilado, e ingestión de grandes cantidades de
agua, Bianca 1968). La temperatura corporal sigue patrones diurnos y estacionales. La
temperatura mínima del cuerpo se presenta usualmente temprano en la mañana (08:00 h) y
por la tarde (19:00 h) tanto para el verano como para el invierno. Sin embargo, aun cuando
la temperatura corporal tiende a seguir las fluctuaciones estacionales, existen diferencias en
los patrones diurnos para el invierno y el verano (Bianca 1968, Davis y col 2001, Collier y
col 2006, Mader y Kreikemeier 2006). Investigaciones conducidas en Nebraska por Mader
y Kreikemeier (2006) demostraron que el ganado de carne alcanza claramente la máxima
temperatura corporal a media tarde durante el verano, pero esta situación es menos clara
durante la época invernal. Los beneficios de una noche refrescante en la reducción del
impacto térmico diurno durante el verano han sido claramente demostrados en diversos
estudios, ya que el ganado puede así liberar el exceso de calor acumulado durante la
jornada diurna (Spain y col 2001, Spiers y col 2001, Mader y Kreikemeier 2006). Si bien la
temperatura corporal puede ser utilizada como un indicador de la susceptibilidad del animal
a la carga de calor, la existencia de un dispositivo para monitorear la temperatura corporal
no se encuentra aún disponible en términos comerciales (Mader y col 2002, Mader 2003).

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