Frenos de Estacionamiento Eléctrico

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FRENOS DE ESTACIONAMIENTO ELÉCTRICO

Los frenos de estacionamiento eléctrico (EPB, por sus siglas en


inglés) se utilizan en los turismos para mantener el vehículo parado en
vías llanas y en pendiente: es lo que se hacía con un freno tradicional
con palanca manual.

Con el EPB, el conductor activa el mecanismo de retención con un


botón y las pastillas de freno se aplican eléctricamente a los frenos
traseros. Esto se logra a través de la unidad de control electrónico
(ECU) con un mecanismo de actuación, según recuerda ZF TRW en un
artículo técnico publicado recientemente.

Hoy en día, según el fabricante, se emplean dos sistemas en la


fabricación de vehículos: los manuales o eléctricos con mecanismo de
cable y los integrados en las pinzas de freno que pueden ser
eléctricos. En estos últimos, las pinzas de freno combinan
el accionamiento hidráulico del pedal de freno con el EPB.

El motor o la unidad de transmisión (actuador), que acciona el freno


de estacionamiento, está fijado mediante tornillos directamente sobre la
carcasa de la pinza de freno. El freno de estacionamiento se acciona a
través de un conmutador en el interior del vehículo.

La ausencia de la palanca del freno de mano libera espacio dentro


del vehículo. Además, al desaparecer los cables del freno de mano, no
se producen problemas de temperatura (como congelación de la
humedad interna de los cables) o el propio desgaste mecánico, lo que
ofrece una potencia de frenado óptima en todas las condiciones.

El EPB es un componente totalmente integrado en el sistema de frenos

A parte de ofrecer la funcionalidad del freno de estacionamiento, el EPB


es un componente totalmente integrado en el sistema de frenos, con
prestaciones como el accionamiento dinámico de emergencia y la
detección del desgaste de las pastillas de freno que, además, reduce
la degradación asociada a los sistemas mecánicos.

El EPB ayuda también a mejorar la seguridad en situaciones de


emergencia. Por ejemplo, si se produce un fallo del sistema hidráulico
(que es la única razón para aplicar el freno de estacionamiento durante la
conducción), las ruedas traseras se frenan de forma alterna intermitente
para evitar que el vehículo derrape como consecuencia del bloqueo del
eje trasero.

Además, con el EPB también puede implementarse la función de


control de ascenso de pendientes, que aplica los frenos para evitar el
retroceso al reanudar la marcha en una pendiente. Un ejemplo es la
conducción en un aparcamiento de varias plantas que esté lleno. Cuando
los vehículos avanzan lentamente y el conductor tiene que parar en una
rampa pronunciada, moverse suavemente resulta complicado.

Sin embargo, el EPB resuelve este problema al estar equipado con un


sistema de asistencia para reanudar la marcha. Este sistema abre el
freno de estacionamiento automáticamente cuando el motor ofrece
suficiente par para hacer que el vehículo se mueva de forma segura.
Y en el caso de que el motor se cale y el vehículo se desplace hacia
atrás, el sistema lo detecta y cierra automáticamente el freno de
estacionamiento.

ZF TRW ha anunciado recientemente la fabricación de su pinza de freno


de estacionamiento electrónico número 60 millones. Un hito que
pone de relieve, según el fabricante, "el éxito de su cartera de productos
EPB probados sobre el terreno, fabricándose ya en su quinta
generación".

El fabricante señala que fue "pionero" con el lanzamiento de su sistema


EPB en 2001, primero con Lancia, Audi y VW, posteriormente en
plataformas Renault, Nissan y Daimler y, más recientemente, en los
BMW X4 y i8, Jeep Renegade, Fiat 500X, Ford F150, Honda Accord,
Nissan Qashqai y Range Rover Evoque, entre otros.

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