Sueños y Gestalt Separata
Sueños y Gestalt Separata
Sueños y Gestalt Separata
Cada imagen onírica es una proyección de mensajes existenciales que se comunican a través
del sueño, sin que la persona conozca conscientemente su significado, encontrar el significado
le corresponde a la persona y no al terapeuta. Toda interpretación ajena no contribuye, sino
por el contrario, distorsiona su verdadero significado. Así mismo, es la persona quien
construye inconscientemente su sueño, este proceso se conoce como elaboración onírica.
Durante el día recopila una serie de imágenes e información, conocida como restos diurnos,
que utiliza durante la noche para expresar en el sueño alguna situación relevante respecto de
su vida. Cada imagen tomada de la realidad y trasladada al sueño mediante el proceso
de elaboración onírica, corresponde a un determinado significado para el cual la imagen ha
sido seleccionada obedeciendo al parecido, proximidad, relación o capacidad de representar
simbólicamente aquel aspecto de la vida que se intenta comunicar durante el sueño.
Como todo este proceso se realiza al margen de los límites del Yo y de la conciencia, se puede
considerar como un fenómeno pasivo, en el cual el contenido onírico permanece separado de
la persona, quien por lo general tiene al despertar una sensación de rareza o extrañeza
respecto a su sueño. No pudiendo identificar la cercanía que este guarda con su vida, solo
siente que es algo muy extraño e incluso ajeno y distante a su sí mismo. El mensaje expresado
en el contenido del sueño se encuentra íntimamente relacionado con experiencias, deseos,
necesidades, temores o ideas que por algún motivo entran en contradicción con la escala de
valores morales de la persona, a la vez que resultan contrarios a la idealización del Yo. Por lo
que son extraídos del campo consciente y mantenidos fuera de su alcance, empleándose una
gran cantidad de energía organísmica para este propósito.
Este material percibido de manera amenazante para la persona, se conoce en Gestalt como “la
parte negada”, equivalente al concepto freudiano del contenido de lo reprimido. Se busca por
todos los medios posibles, sin darse cabal cuenta de ello, de deshacerse de esta parte
amenazante, expulsándola del sistema self mediante el mecanismo de la proyección, entre
otros, y el cual es esencial para la elaboración onírica. La parte negada, por motivos diversos
no se constituye en figura mientras se está despierto, se traslada al fondo de la experiencia, o
del cuerpo mismo, desde donde permanece inquietante, desgastante e interfiriendo en el
proceso natural de construcción-destrucción de gestalten. Cualquier interrupción a este
proceso natural del organismo, se conoce como autointerrupción. Las autointerrupciones de
los sueños se consideran como estrategias defensivas que interfieren en la toma de conciencia
de la persona. Más que proteger al Yo de las pulsiones internas o amenazas externas
inadmisibles e indeseables, evitan el contacto, tanto interno como externo.
Castanedo (1987): En Terapia Gestalt, para explorar el mundo interno y externo del
individuo es de gran importancia trabajar con sus sueños. Por ser la terapia gestalt un enfoque
existencial, no se limita a abordar sólo la sintomatología o la estructura del carácter del
paciente, sino que considera la existencia total del ser humano. Esa existencia y su
problemática están especialmente localizadas en los sueños, ya que éstos contienen mensajes
de las situaciones conflictivas, como los vacíos, las necesidades, situaciones inconclusas, etc.,
de la personalidad.
Naranjo (1991): Nos plantea que los sueños son considerados como una proyección, donde
son proyectados asuntos asumidos y no asumidos por parte del paciente, o un mensaje
existencial que eventualmente puede ser entendido, y sin embargo no se busca alcanzar tal
comprensión pensando acerca de ello. Tanto en el trabajo de sueños como en otros aspectos
de la terapia gestáltica, uno de los caminos al darse cuenta es permitir que la experiencia
hable por sí misma en lugar de pensar acerca de ella: "entrar" al sueño en lugar de "traerlo a la
mente". Es fundamental que el sueño no sólo sea recordado, sino que también sea
revivenciado en el momento en el que se está trabajando, que sea "traído de vuelta a la vida".
Polster (1991): Señala que el concepto del sueño como proyección supone que todos los
elementos del sueño son otras tantas representaciones del que sueña. Pero nos dice que desde
una perspectiva teórica, el sueño es más que una proyección de varios aspectos de la persona
que sueña: es una etapa en la que puede activarse el contacto, de modo que describa toda su
existencia presente. La visión proyectiva del sueño es un alivio para algunas personas en
particular, sobre todo para las que encuentran en el contenido de éste aspectos que les causan
mucho miedo. Aunque el sueño puede explorarse sólo como proyección, se trata de una
preferencia estilística, no de un dogma teórico.
Para Perls (1989): Un sueño es un mensaje existencial. Comenta que las personas que no
recuerdan sus sueños son porque se niegan a encarar su existencia. Nos dice que en las
personas hay una parte donde existe una vida privada de alienación, un mundo interno y esa
parte se encuentra en los sueños. Debido a eso la persona vive los sueños como si fuera su
misma existencia, mientras los está soñando aparecen como si fueran completamente
verdaderos. El sueño es una excelente oportunidad para encontrar los hoyos en la
personalidad. Entender un sueño significa darse cuenta de cuándo se está evitando lo obvio.
En terapia Gestalt los sueños son la mejor vía para la integración. Por ejemplo, para Fritz
Perls, la experiencia emocional y la dramatización de los sueños por miembros de un grupo,
pueden conducir a la integración creadora de la personalidad. Además, Perls consideraba que
"todas las diferentes partes del sueño son fragmentos de nuestra personalidad, lo que
necesitamos es juntarlos". El trabajo psicoterapéutico acerca del sueño, propone encontrar
todos los elementos para captar su sentido. Basta retomarlos a través de la experiencia con
que se identifica a cada uno, de modo que la figura (contenido manifiesto del sueño) y el fondo
(contenido latente), sean integrados. En su obra Sueños y existencia. Terapia gestáltica, Perls
propone un diálogo con el rol del sueño solicitando a los miembros del grupo:
“Me gustaría que cada uno representara el rol de su sueño. Quiero que sean el sueño, que
inviertan el rol de modo que sean el sueño y le hablen a todo el grupo como si fueran el
sueño hablándole a ustedes mismos”.
En los sueños, el sujeto puede experimentar confusión, falta de claridad, y en cualquier caso
manifestar una falta de responsabilidad al sentirlos como algo ajeno a él.
OBJETIVO DE LA GESTALT
Cuando se está trabajando con alguna de las partes del sueño, se puede observar si la persona
está realmente asociada con el elemento con el que se está identificando o si sigue
proyectando, (hay que tomar en cuenta que la proyección es el opuesto a la identificación). El
terapeuta se fijará si la persona está en el relato o si ya vivencia las sensaciones que está
teniendo en el momento, el ritmo de voz es más lento, su postura debe de ser congruente con
el personaje que está vivenciando. A la hora en que el terapeuta está trabajando, debe
mantener su diálogo en tiempo presente, así estará con el otro constantemente. Las órdenes
se dan en positivo. (-¿dónde estás? -¿con quién estás? y no -trata de ver en dónde estás.)
También tiene que promover la focalización en sensaciones y sentimientos para mantener el
contacto emocional con la historia que se esté relatando.
Como parte del trabajo terapéutico, ha de tenerse en cuenta que ninguna de las partes del
sueño debe desaparecer. Hay que satisfacer simbólicamente las necesidades en conflicto. Es
necesario para la persona quitarse el peso de cualquiera de las partes que esté disturbándola
más, equilibrando así los dos polos. Al final del trabajo tiene que haber una integración de las
partes.
En Gestalt, el trabajo terapéutico de los sueños puede realizarse de varias formas, siempre
considerándolos como proyecciones del soñante, por lo que solamente es la persona quien
puede conocer el significado particular de su sueño.
El Modelo proyectivo:
Supone que cada elemento del sueño es una proyección del soñante y su propósito es reintegrar
las partes alienadas de éste, representadas en dichos elementos. El énfasis está puesto en la
identificación con cada elemento, su vivenciación y, posteriormente, la extrapolación a la vida del
soñante. El papel del grupo es variable, generalmente corresponde al trabajo individual en grupo.
El rol más frecuentemente desempeñado por el resto de los participantes es el de espectador y
participan sólo hasta que termina el trabajo, reportando lo que sintieron y expresándole al
soñante algún comentario. El proceso general de este tipo de intervención se muestra a
continuación:
como que deshaga las retroflexiones e incluso avance y ensaye una respuesta diferente
(ajuste creativo) en torno a las problemáticas de su vida cotidiana. Si no aterriza en sus
asuntos personales, el trabajo pierde sentido. De aquí que, a partir de la resonancia
emocional que observemos durante esta etapa, es importante que le preguntemos cosas
como: ¿Qué te dice esto de tu vida? ¿En qué te pareces a este elemento?. Es muy factible
que en la etapa anterior y en esta aparezcan asuntos inconclusos que hay que trabajar en
una especie de paréntesis, para luego regresar al sueño. A veces, sólo son insights (darse
cuenta súbitos), en otras son asimilaciones de la experiencia más lentas y menos
“aparatosas”. Las intervenciones que deriven de esto pueden llevarnos a otros tipos de
trabajo como son: polaridades, introyectos, etc.
III. Cierre del proceso: Normalmente después de trabajar uno o más segmentos del sueño y
cuando apreciamos que la persona ha logrado avances significativos en sus ajustes, es
importante que cerremos con intervenciones tales como: ¿Qué mensaje te da
finalmente tu sueño? ¿Qué puedes integrar a tu vida de cada uno de los elementos
trabajados? Este paso es muy importante y siempre debe de hacerse, haya quedado
donde haya quedado el trabajo. Sirve para integrar las partes. Recuperar lo que la
persona había separado de ella sea alguna parte, agradable o no para ella, ya que todo
el sueño es la persona misma.
El Modelo Psicodramático:
Va más allá y considera que el sueño es además de una proyección, una retroflexión por lo que la
vivenciación teatralizada es más efectiva. Aunque en el modelo proyectivo muchos autores
emplean la dramatización, cabe distinguir que lo hacen desde el propósito de que el soñante
recupere la proyección. En el psicodramático, tal y como lo propongo aquí, el sueño refleja el
sistema de relaciones que tiene el individuo con su entorno (social y físico) y la dramatización la
hace evidente. Tiene la enorme ventaja que todos los elementos pueden ser representados
simultáneamente, lo cual permite una visión más holística, menos fragmentada, del patrón de
relación del soñante con su entorno. Una intervención de esta naturaleza permite a veces
reconfigurar incluso paradigmas de vida. A diferencia del proyectivo, la participación del grupo es
crucial y mi impresión es que se logra una mayor intimidad entre los miembros y hay un impacto
radial que incluye propositivamente a todos, no sólo al soñante.
4) Se le solicita que represente al elemento que más le inquiete. (a veces puede ser él mismo, a
veces no; también se le puede hacer la solicitud directa: “Conviértete en el personaje X”)
5) Se procesa su experiencia con la representación de cada uno de los personajes (no tienen que
ser todos, a veces uno o dos bastan para que se llegue a una problemática importante).6) Se
cierra procesando el sueño como un todo, puesto en la vida de la persona. Se facilita el que
encuentre relaciones, similitudes, significados. (Con frecuencia lo que más le impacta no es lo que
puede verbalizar sino lo vivido a nivel de awareness).
El Modelo estructural/simbólico:
El énfasis está en la estructura del sueño y se concretiza a través de objetos o cojines donde el
soñante vuelve espacial dicha estructura, al ubicar cada uno de los elementos oníricos en
distancias y posiciones significativas.
En la histórica conexión de F. Perls con J.L. Moreno, se verifica la influencia ejercida por la
obra del creador del Psicodrama sobre el modelo terapéutico gestáltico.
J. L. Moreno (1892-1974), crea hacia 1923 el Teatro Terapéutico que daría origen al
Psicodrama en sus múltiples modalidades. Psicodrama es la dramatización, la representación,
la puesta en acto de aspectos de la realidad psíquica, experiencial, íntima de un sujeto. Moreno
escribe en Psicoterapia de grupo y psicodrama (1959): “En la esfera de los sueños el
psicodrama ha realizado progresos decisivos mediante los métodos de acción y de
interpretación de papeles”. “El relato de un sueño es, como se sabe, una repetición incompleta
y desfigurada del sueño original. Al hacer posible la representación del sueño por medio de
métodos psicodramáticos, puede hacerse emerger a la luz las partes inconscientes más
profundas”. “El soñador puede, después de haber representado su sueño, reconstruir su
propia vivencia”.
elocuentemente algún rasgo de mi persona que tiene que recurrir al símbolo en el sueño para
expresarse.
El trabajo psicoterapéutico de Perls con los sueños antiguos o recientes recuerda que cada
sueño contiene una situación inconclusa, una situación no asimilada. Sugiere Perls escribir el
sueño (el describirlo inicial de Moreno) con todos los detalles que aparece en él. Ayudado por
el terapeuta, el soñador trabajará convirtiéndose en cada uno de los símbolos o disfraces del
contenido onírico. De ahí nacerá el guión (argumento existencial para Moreno) del sueño. Este
guión está hecho de diálogo entre polaridades, que en psicodrama necesitarán el apoyo de los
egos auxiliares, y, en Gestalt, considerándolas como proyecciones de uno mismo se hará a
través de un diálogo intrapersonal expresivo de las diferencias y facilitador de un aprendizaje
de mutuo entendimiento y de integración. El mensaje existencial, afirma Perls, se hará cada
vez más claro. Continúa afirmando Fritz: “el sueño es una excelente oportunidad para
encontrar los hoyos de la personalidad. “Entender un sueño significa darse cuenta de cuándo
se está evitando lo obvio”. En esta misma línea explicará J.L. Moreno el acontecer del insight,
no por información del terapeuta sino por experiencia personal del protagonista o paciente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
• Castanedo (1987) Terapia Guestalt. Enfoque centrado en el aquí y el ahora. Ed. Herder,
Barcelona.
• García Licea, Fernando (2009). Procesos Básicos en Psicoterapia Guestalt. Manual
Moderno.2da Edic.. México.
• Perls (2005). Frederick S. Sueños y Existencia. Terapia Gestáltica. 17º edición, Cuatro
Vientos Editorial
• Perls, Fritz (1989). El enfoque gestáltico. Testimonios de terapia. Ed. Cuatro Vientos,
Santiago de Chile.
• Polster (1991). Terapia guestáltica. Ed. Amorrortu Editores, Buenos Aires.