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Santa Cena
Profeta Tito Pérez
Cuarto Servicio de Santa Cena
Guatemala, 5 de noviembre del Año De La Abundancia
Todo aquel que muere así mismo en Cristo Jesús, tiene el privilegio de resucitar. Cuando fuimos
sumergidos en las aguas del bautismo, también morimos y resucitamos a novedad de vida, las
cosas pasadas quedan atrás y todas son hechas nuevas. Ahora bien, debemos tener cuidado,
pues tenemos responsabilidad al recibir la palabra revelada, dádiva del cielo, que le plació al Señor
darnos. Revelación (G602) significa quitar la cubierta, quitar el velo. Exactamente eso ha hecho la
Palabra con nosotros, nos ha quitado el velo de los ojos.
El Señor por medio del Espíritu Santo y los ministerios primarios ahora están trabajando para que
la Amada del Señor sea levantada, pero la están preparando para llegar a la dimensión necesaria
para este encuentro con el Amado.
Ahora bien, tenemos la bendición de venir a esta santa convocación para que se cambie la vieja
naturaleza que tenemos. Hay siete palabra que se traducen pan, pero también lo vamos a aplicar a
la madurez, lo cual nos hace pensar en que la iglesia debe ser una mujer madura que se va a
casar con El Amado, la cual va a ser preparada por los cinco ministerios.
Para nosotros estas siete palabras se resumen en una, el pan de la santa cena, hablaremos
entonces del pan de la revelación y también de una de las cinco clases de vino, el vino Yayin, que
es el vino apostólico.
El vino Yayín, es el vino añejado que está en los barriles, guardado y reposado en las bodegas y
cuando el rey desea disfrutar algo exquisito a su paladar, pide el vino más añejo. Entonces el
catador prueba el vino y se lo lleva al rey para que lo beba.
Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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Génesis 14:18 LBLA Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del
Dios Altísimo.
En este pasaje Melquisedec representa al Señor Jesucristo, que sacó pan y vino para ministrar a
Abram.
Génesis 14:19 LBLA Y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del
cielo y de la tierra;
Dios, el Altísimo, bendijo a Abram, después que le entregó el pan y el vino, de la misma forma nos
ha bendecido a nosotros y es nuestro privilegio disfrutar las bendiciones que Él nos ha dado.
Hemos sido revestidos de poder, somos el cumplimiento de las promesas de Dios, descendientes
de Eva, que pisarán la cabeza del enemigo, nadie podrá oponerse a nosotros en el nombre del
Señor, pues Él está con nosotros. Después de tomar el pan y el vino, vendrá la bendición
sacerdotal sobre nuestra vida.
Génesis 14:20 LBLA y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le
dio Abram el diezmo de todo.
Una vez más está la mano del Señor, en este pasaje, es decir, los cinco ministerios. Esto significa
que todo aquel que está bajo la poderosa mano de Dios, que cree en la revelación de los cinco
ministerios, tendrá bendiciones del cielo, y verán la gloria postrera que será mayor que la primera.
Éxodo 23:20-23 LBLA He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el
camino y te traiga al lugar que yo he preparado. 21 Sé prudente delante de él y obedece su voz; no
seas rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre. 22 Pero
si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo de tus
enemigos y adversario de tus adversarios. 23 Pues mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra
del amorreo, del hitita, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo; y los destruiré por
completo.
La palabra ángel es malawk (H4397) que significa, maestro, profeta, sacerdote, mediador,
intercesor. Es decir, que nos envían delante a los ministros del Señor.
Génesis 14:21 LBLA Y el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas (H5315 nephesh,
almas) y toma para ti los bienes.
El rey de Sodoma quiso negociar con Abram para que le diera las almas. Sobre este tema, se nos
ha enseñado que debemos tener cuidado de no recibir bienes materiales comprometiendo las
almas que nos han sido dadas a cuidar, eso significa ser íntegros, y que no podemos dejarnos
sobornar.
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Debemos guardarnos, pues la santa cena nos revela quiénes somos, que somos hijos de Dios y
por lo tanto príncipes y princesas, que están en tiempos peligrosos; pero debemos mantenernos
vigilantes, tal como en el tiempo de Nehemías que Dios lo levantó como vigía, pero le fue dicho
que si no advertía el peligro al pueblo, le sería contada la sangre de las personas que murieran al
venir sobre ellos el enemigo.
Debemos echar fuera de nosotros el desanimo, Dios quiere que seamos levantados para que
podamos hacer las cosas con pasión, como tal vez lo hicimos al principio de nuestra vida cristiana.
Génesis 14:22-23 LBLA Y Abram dijo al rey de Sodoma: He jurado al SEÑOR, Dios Altísimo,
creador del cielo y de la tierra, 23 que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna
cosa tuya, para que no digas: "Yo enriquecí a Abram."
Abram tenía muy claro quién era Dios para él, por lo tanto, estaba muy seguro de no ceder ante la
tentación, es decir, ante lo que le ofreció el rey de Sodoma. Dios ha de proveer en el tiempo de Él,
para que cuando las obras que iniciamos, sean finalizadas, le podamos dar completamente la
gloria a Dios.
Juan 6:48-49 LBLA Yo soy el pan de la vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el
desierto, y murieron.
El pueblo de Israel muchas veces no pudo entender lo que le sucedía, se preguntaron qué era el
maná, sin embargo, ahora nosotros tenemos la bendición de que podemos entender lo que nos
sucede por la revelación que nos da por medio de Su Palabra y el Espíritu Santo.
Efesios 4:12 LBLA a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo;
Esto significa que aquellas personas que se santifican, son las que recibirán la revelación del cielo.
Juan 6:50-52 LBLA Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no
muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para
siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. 52 Los judíos entonces
contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Estas personas tenían conocimiento, pero no tenían entendimiento. Ahora nosotros, además de
conocimiento y entendimiento, podemos tener también sabiduría que viene del Señor a través de la
revelación.
Juan 6:53-58 LBLA Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne
del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y
bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es
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verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él. 57 Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre,
asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no
como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Hoy nos será quitada la venda que no nos deja ver más allá, declaramos que después de comer el
pan y tomar el vino, entenderemos porqué estamos en el lugar donde nos encontramos. Dios nos
ha de revelar el por qué y el para qué de las situaciones que pasamos, tal vez perdimos el trabajo
o nuestra casa, pero Dios nos está enseñando que a través de la santa cena podremos entender
cada cosa que nos suceda.
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