1411 3 PB
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Misión
Español: Publicar artículos de investigación, revisión bibliográfica y artículos de
opinión, vinculados a los estudios humanísticos en el ámbito nacional e interna-
cional.
Inglés: Publish research articles, bibliographic reviews and opinion articles rela-
ted to national and international humanities field.
Portugués: Publicar artigos de pesquisa, revisão bibliográfica e artigos de opinião
relacionados com a área de humanidades no nacional e internacional.
Información básica:
Letras es la revista de investigación científica de la Facultad de Letras y Ciencias
Humanas de la UNMSM, destinada a la publicación de artículos de investigación,
revisión bibliográfica y artículos de opinión relacionados con los estudios huma-
nísticos en el ámbito peruano y latinoamericano.
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Corrección y cuidado de la edición:
Odín del Pozo
Vol. 90, N.º 132 julio-diciembre 2019
CONTENIDO
ESTUDIOS
Mauro Mamani Macedo, Carlos Huamán López, Yolanda Ruth Julca Estrada
José María Arguedas: poeta quechua de la transformación 110
RESEÑAS
Rolando Álvarez
Gonzales Fernández, Guissela (2019). Tengo el color mismo de mi Madretierra.
Rito Andino y decolonialidad en la poética de Efraín Miranda Luján. Lima: Uni-
versidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Nacional del Altiplano,
Latinoamericana Editores. 286
Resumen
Este artículo documenta los mecanismos que emplean los hablantes
bilingües del valle del Colca en su comunicación cotidiana. A partir
de evidencias, muestra unos comportamientos propios de los bilingües
en el uso del quechua que se manifiesta en todos los niveles de la
lengua, principalmente en el sistema gramatical. El contacto de lenguas
permanente e intenso entre el español y el quechua viene provocando
una serie de cambios en la estructura inmanente y trascendente de ambos
idiomas. Esta conjunción de sistemas se manifiesta en una amplia gama
de hechos que van desde la alternancia de códigos hasta las transferencias
o interferencias, entendidas como cualquier rasgo lingüístico que
se introduce en una lengua A por injerencia de una lengua B, y debe
entenderse como un fenómeno que no deteriora la estructura de las
lenguas implicadas, sino más bien como una especie de enriquecimiento
del sistema lingüístico.
La hipótesis de nuestra investigación determina que la interferencia
gramatical en los hablantes bilingües del valle del Colca y los rasgos
característicos del quechua están definidos por el contacto con el español
y por las variaciones de edad, sexo y nivel de instrucción.
Palabras claves: Contacto de lenguas; Quechua arequipeño; Interferencia
gramatical
Abstract
This article documents the mechanisms used by bilingual speakers from
the Colca Valley in their daily communication, and shows from evidence
typical behaviors of bilinguals in the use of Quechua that is manifested in
all levels of the language, mainly in the grammatical system.
The permanent and intense contact of languages between Spanish and
Quechua has been causing a series of changes in the immanent and
transcendent structure of both languages. This conjunction of systems
is manifested in a wide range of events that range from alternating codes
to transfers or interferences, understood as any linguistic feature that is
introduced in a language A by the interference of a language B, and must
Letras-Lima 90(132), 2019 4
Dante Callo Cuno
Introducción
El Perú es, sin duda, producto del mestizaje de las diferentes culturas que se han
desarrollado en su territorio y, sin la comprensión de este hecho, difícilmente
podría explicarse su idiosincrasia. En efecto, los procesos de mestizaje que se
han dado en nuestro país han sido variados y heterogéneos, diferentes en grado
e intensidad y en función de factores temporales, espaciales, históricos, sociales,
políticos o religiosos. La diversidad y riqueza lingüística y cultural son el efecto
de este complejo proceso de enfrentamiento y fusión de culturas.
Cuadro
Cuadro 1.1. Estructura
Estructura de la utilizada
de la muestra muestra utilizada
Generación 1 Generación 2 Generación 3
Grado de instrucción 1 5 5 5 5 5 5
Grado de instrucción 2 5 5 5 5 5 5
Grado de instrucción 3 5 5 5 5 5 5
2. Lenguas en contacto
awichuy ‘abuelo’
awichay ‘abuela’
En 1586, Juan Ulloa Mogollón4 había observado que los habitantes de Cabanaconde
eran diferentes a los demás collaguas de las partes altas (1965, p. 327). No solo
por la mayor fertilidad de sus tierras, sino por razones esencialmente lingüísticas.
Mientras los pobladores de las zonas más bajas y cálidas de Cabanaconde
hablaban quechua, los hombres de las tierras más altas y frías de Yanque, Lari,
Tuti, etc., hablaban aimara.
ocupan el valle: los collaguas en la zona alta del curso del Colca y los cabanas en
la zona baja (1985, p. 31). Las diferencias entre ambos grupos eran claramente
perceptibles aun a fines del siglo XIV, como se desprende de la visita realizada en
1586 por Ulloa Mogollón. Estas se manifestaban, en primer lugar, en la zona que
ambas etnias reconocían como pacarina (o pacarisca: lugar de origen).
El quechua del valle del Colca es una variedad dialectal parecida en ciertos
aspectos al quechua cusqueño y, en otros, al quechua ayacuchano. Sus diferencias
son más morfofonológicas que gramaticales. Veamos: las terminaciones –chis
(Cusco) y –chik (Caylloma); el uso del grafema /h/ en reemplazo del fonema
semivocal /y/: haykuy, yaykuy; presencia de fonemas adicionales: allpa, hallpa;
la utilización del morfema del pretérito imperfecto –ra: maskharanku mikhunata,
‘buscaban comida’; maskharanku qurpachanata,‘buscaban alojamiento’.
El quechua del valle del Colca tiene mucha influencia del aimara porque
la mayor parte de los topónimos de la zona tiene este origen. Ello se puede explicar
porque a inicios del siglo XVII, los collaguas que habitaban los pueblos de Maca
Letras-Lima 90(132), 2019 13
Interferencia gramatical en el quechua de hablantes bilingües del valle del Colca
hasta Tisco hablaban aimara. Así mismo, igual que en el quechua cusqueño los
hablantes del valle del Colca usan los fonemas oclusivos, africados y glotalizados
(p’, t’, k’, q’, ph, th, kh, qh, ch, ch’, chh): sumaq rit’i umayuq ‘majestuosa nieve
en la cabeza’, hukniraq sach’aman tukun ‘a veces se convierte en árbol’.
Como hemos podido observar, los señores que hablan usan indistintamente
el quechua y el español. Cuando no encuentran la palabra quechua en su real
dimensión —a veces desconocen su existencia—, usan el español rápidamente.
Se trata de hablantes bilingües.
‘Cuando el Inca Maita Cápac llegó a este pueblo con todos sus
guerreros, aquí vivían pocos hombres y eran pacíficos’.
Chivay, 10.06.2010
a) La variedad QAA
Los vocablos que usan los comuneros de esta zona se ven menos
interferidos por el español. El quechua mantiene su pureza lingüística en el
aspecto fonético y fonológico, morfosintáctico y léxico.
b) La variedad QAC
c) La variedad QAO
La variedad arequipeña que tiene más rasgos comunes con el dialecto ayacuchano,
lógicamente se encuentra en la frontera occidental de Arequipa. Empezando en
la provincia de La Unión, se extiende hacia el sur en forma de una herradura
siguiendo los valles de las provincias de Condesuyos y Castilla.
3.4 Fonología del quechua del valle del Colca: fonemas consonánticos y vocálicos
Oclusivas simples p t k q
Oclusivas glotalizadas p’ t’ k’ q’
Oclusivas aspiradas ph th kh qh
Africadas simples ch
Fricativas s sh h
Nasales m n ñ
Laterales l ll
Vibrante r
Semivocales w y
Finalmente, cuando se les preguntó a los hablantes bilingües del valle del
Colca sobre cuál lengua preferían para la enseñanza de sus hijos, las respuestas
corroboraron que el quechua mantiene su prestigio y vitalidad lingüística: 92% de
hablantes considera bueno que la educación de sus hijos se dé en ambas lenguas,
hecho que resulta importante pero que constituye un reto para las autoridades del
Ministerio de Educación o la Gerencia Regional de Educación de Arequipa.
Como observaremos, el quechua del valle del Colca presenta una serie
de casos de interferencia gramatical que examinaremos a continuación.
los modificadores china, ‘hembra’ y urqu, ‘macho’ (china allqu, ‘perra’; urqu allqu,
‘perro’). Se emplean también palabras especiales que se refieren específicamente,
ya sea a seres de sexo femenino o masculino: paya, ‘vieja’; machu, ‘viejo’; ñaña o
pana, ‘hermana’; turi o wawqi, ‘hermano’ (Soto, 2006).
Por otro lado, como se observa en las oraciones (2), el género masculino
Generación 2
(de 35 a 54 años)
Hombre Mujer
-u, -a -θ -u, -a -θ
La forma exclusiva -yku es usada con mayor intensidad por los hablantes
bilingües del valle del Colca de la primera y segunda generación. Los hablantes
mayores (tercera generación) mantienen aún en su comunicación cotidiana la
forma inclusiva. Sin embargo, tal como indicamos en el análisis cuantitativo,
muchos varones y mujeres de esta última generación utilizan la forma exclusiva.
Es importante indicar que los hablantes bilingües del valle del Colca no diferencian
el significado de los pronombres personales en el plural. Aquí se nota con mayor
claridad la influencia permanente del español en este proceso de eliminación de
la forma incluyente -nchis.
Quizá sea evidente que el hablante bilingüe del valle del Colca note la
pérdida de prestigio del quechua y para exaltar su identidad adopte los morfemas
de la lengua fuente. Estos usos no solo se están dando en esta región sino también
en Argentina, Bolivia y otros países.
Generación 1
(de 19 a 34 años)
Hombre Mujer
-s -kuna -s -kuna
Primaria
25% (5) 75% (15) 25% (5) 75% (15)
Secundaria 25% (5) 75% (15) 20% (4) 80% (16)
Superior 30% (6) 70% (14) 30% (6) 70% (14)
El morfema numérico -kuna del quechua del valle del Colca es sustituido
por la forma española -s en diversos niveles. En la primera generación (hablantes
varones y mujeres con nivel primario), la incidencia del morfema plural español
alcanza 25%; proporción elevada de sustitución. En el nivel secundario y superior
tenemos 25% y 30% de uso en el caso de los varones y 20% y 30% en las mujeres.
Esto significa que hombres y mujeres de esta generación mantienen aún el morfema
-kuna en su comunicación cotidiana, pero la influencia del español en el quechua del
valle del Colca crece no solo por el contacto de lenguas, sino por el desarrollo del
turismo en Caylloma y el nivel de instrucción de los hablantes. El uso del morfema
numérico español -s se viene generalizando en estudiantes bilingües de institutos
superiores de esta región, y también en alumnos bilingües de nivel universitario.
Letras-Lima 90(132), 2019 34
Dante Callo Cuno
Conclusiones
Notas
4 Ulloa Mogollón fue corregidor en la provincia de los collaguas en 1584. Dejó valiosa
documentación sobre la historia del valle del Colca que fue publicada por Marcos Jiménez
de la Espada en sus Relaciones geográficas de Indias, en 1881.
Referencias bibliográficas
Adelaar, W. (1977). Tarma Quechua: Grammar, Texts, Dictionary. Lisse: Peter
de Ridder Press.
Introducción
Una de las dimensiones que con mayor frecuencia recogen los censos
nacionales es la cuestión de la lengua. Qué lengua hablan los individuos ahora con
mayor frecuencia, cuál es la que hablaron primero y con qué nivel de proficiencia
hablan la lengua oficial (si es que lo hacen) son tres tipos de preguntas que los
censos pueden plantear a la ciudadanía sobre esta cuestión (Arel, 2002). Como
explica Arel, es raro que los países apliquen los tres tipos de interrogantes;
algunos suelen plantear las dos primeras; otros —la mayoría—, solamente una
entre estas dos preguntas (2002, p. 97). En el Perú se ha optado por incluir la
segunda en la cédula censal (pregunta 11: “¿Cuál es el idioma o lengua materna
con el que aprendió a hablar en su niñez?”), dejando de lado la interrogante por el
uso actual. Sin embargo, el hecho de que esta sola pregunta se aplique en un país
con 48 lenguas indígenas y una lengua de señas, según las fuentes oficiales, hace
que los resultados obtenidos en cada ejercicio disten de ser sencillos de procesar
y evaluar. Más bien, estas cifras revisten una serie de dificultades prácticas y
teóricas que vale la pena analizar en detalle.
Según el censo de 2017, el Perú tiene 3 799 780 hablantes de quechua como
primera lengua, que forman una proporción de 13,6% respecto de la población
total. Luego (en la sección 3) veremos que estas cifras oficiales deben ser
reajustadas ligeramente. Por el momento, exploremos con las cifras oficiales. A
continuación comparo las cifras del último censo con las del ejercicio anterior,
tanto en términos absolutos como relativos.
La nueva pregunta del censo 2017 fue la número 25: “Por sus costumbres y
sus antepasados, usted se considera...”. Las alternativas incluidas en la cédula
censal, después de un interesante debate público en los medios masivos de
comunicación, en las redes sociales y en el marco de una comisión técnica
Letras-Lima 90(132), 2019 45
Diez noticias sobre el quechua en el último censo peruano
momento, se propuso el manejo de una lengua originaria como requisito para que
un pueblo indígena pasara a formar parte de la base de datos oficial del Ministerio
de Cultura. Lo observamos también, en ocasiones, en el lenguaje académico y
administrativo cuando hablamos, por ejemplo, de “familias etnolingüísticas” y
no de “familias lingüísticas” o en el nombre del reciente “mapa etnolingüístico”,
con toda la importancia política de este último. Nos corresponde a los académicos
ayudar a desmontar esta amalgama entre lo étnico y lo lingüístico, y este resultado
del censo constituye un argumento a favor de ello. Después de todo, como afirma
Verdoodt (1997, p. 35), no es solo que los hablantes de una lengua no son siempre
miembros de un mismo grupo étnico y viceversa, sino que “para muchos, la
etnicidad no es una noción saliente” (traducción mía). Este desmontaje ayudaría
a impulsar políticas lingüísticas más amplias y flexibles, que no aten de manera
esencialista la lengua a la identidad étnico-cultural.
Además, hay más de 25 000 personas que “no escuchan, ni hablan”,
aparte de las que reportan ser hablantes de la lengua de señas peruana, que,
felizmente, también se contabiliza (a diferencia del censo de 2007, donde la
categoría correspondiente era la incorrecta etiqueta sordomudo). Dado que para
este listado de lenguas se han utilizado los nombres oficiales establecidos por
el Ministerio de Cultura, de hecho, ha habido una depuración de las etiquetas
lingüísticas antes del último censo y algún nivel de coordinación entre el INEI y
dicho ministerio durante el procesamiento de los datos.
Departamento Total
Loreto 5680
Junín 34
Lima 26
San Martín 9
Callao 1
Ica 1
Fuentes: INEI, 2017b.
Si bien, como era de esperarse, la mayor parte de hablantes de kichwa se
encuentra en Loreto —es decir, probablemente sean hablantes de las variedades de
las cuencas del Napo, el Pastaza y el Tigre, como era previsible—, hay una pequeña
cantidad que se halla en Junín y Lima. Cerrón-Palomino (1987, p. 34) informa que
Letras-Lima 90(132), 2019 50
Luis Andrade Ciudad
Una duda antigua respecto a las cifras vinculadas a las lenguas quechuas es la
presencia de hablantes de aimara en departamentos que están fuera de las zonas
tradicionalmente entendidas como “aimaras”. Se trata de regiones ubicadas al norte
o en el centro del Perú, algunas de ellas vistas tradicionalmente como “quechuas”
y otras que, se supone, han sido casi totalmente castellanizadas, como La Libertad
y Piura. En el censo de 1993 también se observó este hecho y Cerrón-Palomino
(1998, p. 126; 2000, pp. 69-70) lo interpretó como un error de los censadores al
momento de registrar los datos sobre el quechua, por lo que propuso sumar estas
cantidades a los totales correspondientes a este último idioma.
Los diez distritos con mayor densidad quechua —es decir, aquellos con una
proporción más alta de personas que declaran tener al quechua como primera
lengua respecto de la población distrital total— se ubican todos en el sur y el sur
central andino, salvo uno, Quinuabamba, en Pomabamba, Áncash, en la sierra
central. Además de Áncash, los departamentos que albergan los distritos con
mayor densidad quechua son Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Apurímac.
Para observar las tendencias con mayor detalle, compararé los diez
distritos con mayor densidad quechua en los tres últimos censos. En el cuadro 9
presento el listado anterior junto con el de los diez distritos correspondientes a los
censos de 1993, 2007 y 2017 en orden decreciente.
En general, los tres listados muestran el predominio del sur y del sur
central andino como zonas que albergan a los distritos con mayor densidad
quechua. Un distrito de la sierra central ancashina solo aparece una vez en 1993
(Shilla, Carhuaz) y otra en 2017 (Quinuabamba, Pomabamba). Comparando
los tres listados de manera más específica, llama la atención que la presencia
de distritos puneños se haya registrado solo en 1993, pero ya no en los listados
posteriores. De este modo, Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Apurímac son los
cuatro departamentos que se reparten los distritos con mayor densidad quechua
en los tres ejercicios censales, siendo la presencia de Cusco más pronunciada en
2007 que en el último censo. A continuación, observaremos la densidad de la
lengua originaria en términos provinciales y departamentales, a fin de determinar
si se confirman las tendencias distritales.
Letras-Lima 90(132), 2019 55
Diez noticias sobre el quechua en el último censo peruano
asentado allí, según la bibliografía, por lo menos desde la época del boom del
caucho (Pozzi-Escot, 1998, p. 296).
Departamento %
Apurímac 69,69
Huancavelica 64,29
Ayacucho 62,47
Cusco 54,32
Puno 42,27
Áncash 30,04
Huánuco 27,94
Madre de Dios 18,46
Arequipa 17,35
Junín 13,12
Fuente:INEI, 2017b.
A fin de observar las tendencias departamentales en los tres últimos censos,
en el siguiente cuadro presento el listado anterior junto con los correspondientes a
los de 2007 y 1993. En el gráfico 1 se representan visualmente las tendencias de
los once departamentos mencionados en los tres listados.
80%
Apurímac
70% Ayacucho
Huancavelica
60%
Cusco
50% Puno
Áncash
40%
Huánuco
30% Madre de Dios
20% Arequipa
Junín
10%
Moquegua
0%
1993 2007 2017
hablar con una sola lengua. La pregunta es “¿Cuál es el idioma o lengua materna
con el que aprendió a hablar en su niñez?” y constituye una formulación idéntica
a la de la cédula censal de 2007. En la cédula censal de 1993 la pregunta fue “El
idioma o dialecto materno aprendido en su niñez es...”.
Se sabe que añadir una pregunta al censo es sumamente costoso (los funcionarios
encargados hablan del orden del millón de soles); no obstante, argumentar a favor de
la introducción de una nueva interrogante sobre los usos lingüísticos de los peruanos
y peruanas, y mejorar la pregunta que existe actualmente, sin duda permitirá darle
un lugar más central a la diversidad lingüística y cultural en el censo nacional. Como
sabemos, los censos constituyen un instrumento clave en la construcción política y
simbólica de los Estados nacionales (Anderson, 1993; Arel, 2002; Kertzer y Arel,
2002), entre otras razones, porque “el estatus oficial de los materiales del censo
y su aire de objetividad le dan un poder único para conceder legitimidad a las
ideologías que reflejan y articulan” (Leeman, 2016, p. 355). Dado este contexto,
los actores interesados en la democratización y la búsqueda de mayor justicia en el
país deberíamos contribuir a reforzar la representación de nuestro multilingüismo y
pluriculturalidad en este importante dispositivo político y simbólico10.
Los recientes datos censales sobre los totales y las proporciones demográficas
relativas al quechua en el Perú confirman que es imposible ser categórico y tajante
al momento de evaluar los caminos de una lengua o, como sucede en este caso,
de una familia lingüística, porque dichos caminos los construyen los hablantes
y sus agrupaciones en medio de la historia. Como la investigación previa ha
demostrado (Chirinos, 1998, 2001; López y García, 2009, p. 579), las tendencias
al crecimiento o al descenso de hablantes del quechua pueden variar de manera
radical en los niveles departamentales, provinciales e incluso distritales.
Agradecimientos
Notas
1 Sin embargo, preocupa que los errores de gestión hayan afectado de manera específica
la contabilización de algunos pueblos y lenguas originarias; es el caso del pueblo
bora de la Amazonía, cuya lengua no aparece en los resultados censales de 2017 en
absoluto. En tal sentido, se podría pensar que los controles ex post son efectivos para
ajustar la contabilización de la población total y de los colectivos mayores, pero no
necesariamente de las lenguas y pueblos indígenas minoritarios.
2 El geógrafo Andrés Chirinos, autor de dos importantes trabajos sobre las lenguas
indígenas peruanas a partir de los datos censales de 1993 (Chirinos, 1998; Chirinos,
2001), piensa, por el contrario, que lo más probable es que la tendencia hacia el
decrecimiento porcentual del quechua se mantenga, aun cuando dicha tendencia podría
estar por tocar fondo. Asimismo, indica que esta percepción general no impide que
haya matices diferenciados según las distintas zonas analizadas a escala provincial y
distrital, como después veremos. Chirinos sugiere que el mencionado efecto de rebote
puede explicar, en parte, el ligero crecimiento observado (comunicación personal,
24/01/2019).
3 Para revisiones críticas, véase García, 2008; Hornberger, 2000; Howard, 2007; López,
2009; Trapnell y Zavala, 2013.
4 Sobra decir que este contraste es injusto para los hablantes de lenguas amazónicas, más
aún tomando en cuenta que, en el caso de la Amazonía, la equivalencia entre identidad
lingüística y étnica posiblemente es más fuerte que entre los hablantes de las lenguas
andinas.
5 Se sabe que en el comité técnico que acompañó la construcción de esta pregunta,
algunas representantes de organizaciones indígenas pidieron que no se incluyera
la categoría mestizo, por considerar que en un contexto de discriminación histórica
étnico-cultural, ello invisibilizaría a los pueblos indígenas.
6 En efecto, ante una consulta que realicé al respecto, el responsable de la Dirección
de Derechos de los Pueblos Indígenas del Ministerio de Cultura me respondió en un
oficio que tal coordinación había existido, y que el mantenimiento de la categoría en
discusión escapó a la intervención y asesoría que brindó el Ministerio.
7 Tengo un ejemplo personal al respecto: como parte de un proyecto de incidencia social
sobre derechos lingüísticos, coordiné un evento con una organización de derechos
humanos. El objetivo era sensibilizar a funcionarios municipales de Lima en torno a
este tema. En un primer momento, se planteó invitar solo a los trabajadores municipales
de San Juan de Lurigancho y el Cono Norte en el entendido de que allí se concentraban
los distritos que congregan más quechuahablantes en la ciudad. Al final se decidió
invitar a funcionarios de los diez distritos listados en el cuadro 7.
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Resumen
En 1924, Elvira García y García publicó un libro fundamental en la
historiografía de las mujeres en el Perú titulado: La mujer peruana a
través de los siglos: serie historiada de estudios y observaciones. Se trata
de una ambiciosa selección de más de 300 biografías distribuidas en dos
tomos.
Este artículo rescata algunas de esas biografías, enriqueciéndolas con
notas periodísticas que García y García publicó en reconocidos medios
de prensa; escritos que son hoy una radiografía del momento que vivieron
las primeras profesionales de las artes plásticas en el Perú.
Palabras claves: Biografías; Artistas peruanas; Siglo XIX; Siglo XX;
Crítica de artel
Abstract
In 1924, Elvira García y García published a book which was meant to be
essential in the history of women in Peru: The Peruvian Woman through
the centuries historical reviews of studies and comments, an astonishingly
detailed and accurate selection of more than 300 biographies compiled
in two volumes.
This article focuses on some of these biographies, enriched with reviews
that García y García published in well-known and reputed newspapers.
Such biographies represent a reflection of the times lived by the first
professionals of fine arts in Peru.
Keywords: Biographies; Peruvian artists; XIX century; XX century;
Critic.
Recibido: 19.05.19 Aceptado: 07.11.19
Introducción
Oscuridad, olvido y silencio son algunas de las palabras que suelen asociarse a
los estudios relacionados con el quehacer de la mujer a lo largo de la historia. Si
esto es todavía hoy una realidad no es difícil imaginar cómo era la situación en
la segunda década del siglo pasado. Así lo expresó Elvira García y García en las
primeras páginas de La mujer peruana a través de los siglos serie historiada de
estudios y observaciones en las que añadió que era un acto de estricta justicia
conocer lo que la patria le debe a la mujer (García y García, 1924a).
Por ello, las últimas páginas del segundo tomo son de especial interés para
conocer el movimiento social femenino en Lima de la segunda década del siglo
XX, pues en ellas la autora brinda abundantes datos sobre la actividad de diversos
colectivos, desde los específicamente creados para las mujeres trabajadoras hasta
los de proyección artístico-cultural. Por ejemplo, uno de los que consigna es el
Consejo Nacional de Mujeres del Perú, agrupación que reunía a 35 asociaciones
cuyos propósitos coincidían en la necesidad de capacitar moral, intelectual y
económicamente a la mujer. Ella misma era miembro de este Consejo.
Letras-Lima 90(132), 2019 76
Sofía Karina Pachas Maceda
una renovación del estereotipo clásico de la vida de las mujeres, cambio en el que
la educación tenía un rol relevante. Así lo expresó en la conferencia “Tendencias
de la educación femenina” de 1908, en la que las anima a continuar su aprendizaje
luego de concluir estudios escolares:
La mujer debe y puede seguir todas las carreras liberales, eligiendo
la que esté más en armonía con sus aspiraciones, con su vocación y
con sus recursos. Las puertas de la Universidad le están hoy del todo
franqueadas y pueden consagrarse con libertad a estudiar Literatura,
Ciencias Físicas y Naturales, Matemáticas, Derecho, Medicina,
Farmacia, Industrias, Comercio, Bellas Artes, Pedagogía, Filosofía,
etc., etc. [...] Déjesele á cada cual, hombre ó mujer, la responsabilidad
de seguir la carrera que más le convenga, ó la que responda mejor á
sus aspiraciones. (García y García, 2013, p. 239)
Por todo ello, La mujer peruana a través de los siglos fue un libro singular para
la época y, para el caso específico de la historia del arte peruano, su aporte resulta
aún más significativo, pues hasta ese momento ningún diccionario biográfico en
el Perú había consignado el nombre de una artista plástica. Uno de estos libros
es el de Juan Pedro Paz Soldán, quien en Diccionario biográfico de peruanos
contemporáneos (1917) insertó la biografía de nueve artistas. Cuatro años después
sacó a la luz la segunda edición en la que colocó la vida de once artistas plásticos,
ninguna de las dos ediciones considera a una artista.
Entre ellas son muy pocas las que han logrado trascender la barrera del
tiempo. La historia del arte peruano ha dedicado escasas páginas a las artistas de
este período, época de tránsito entre la práctica amateur y la profesional de las
artes. De esta forma, son tres las que hasta el momento han sido relativamente
más estudiadas, ellas son: Julia Codesido, Elena Izcue y Rebeca Oquendo9.
La tinta y el pigmento
El escenario cultural del Perú de inicios del siglo XX, al igual que otros
países latinoamericanos, estaba muy lejos de parecerse a la actividad parisina.
El ambiente artístico era mínimo, pocas salas, escasos compradores y escuetos
comentarios en prensa. Sin embargo, la apertura de la Escuela de Bellas Artes en
1919 significó una luz en ese “opaco” ambiente limeño.
Aunque pocas, por ese entonces otras mujeres también incursionaron
en la escritura sobre arte peruano. Entre los nombres que firmaron comentarios
artísticos localizamos a las intelectuales Zoila Aurora Cáceres y María Wiesse.
El aporte de Cáceres al arte peruano es relevante, pues en la segunda década del
siglo XX publicó artículos sobre emblemáticos pintores para la historia del arte
peruano, tales como Ignacio Merino y Daniel Hernández. Mientras que Wiesse,
luego de dar a conocer algunos artículos comentando exposiciones, incursionó
en la crítica de cine. Sin embargo, ninguna de ellas le dedicó más páginas a la
actividad artística ejecutada por mujeres en el Perú de la década de 1920 que
Elvira García y García10.
El quehacer periodístico no fue secundario para ella. Sus artículos
confirman el tiempo dedicado a esta labor y la opinión sustentada hace referencia
a la seriedad con la que la lleva a cabo. Sobre esto es necesario enfatizar que no
solo escribe artículos relacionados con las artistas, sino también toma la pluma
para comentar la obra ejecutada por hombres; un ejemplo es la crítica dedicada a
la exposición del pintor Bernardo Rivero, en la que destacó la manera “real” de
captar la naturaleza en sus obras (García y García, 1927a, p. 3).
Asidua visitante a la Escuela de Bellas Artes y de las escasas salas de
exposición limeñas, lo que distingue a García y García de los cronistas culturales
de la época es el contacto directo con las artistas. Estrecho vínculo logrado cuando
la periodista irrumpe en el mundo íntimo del taller, contacto no frecuente en la
época. Articulistas y críticos de arte como Carlos Solari y Luis Varela y Orbegozo
solían comentar solo las obras exhibidas en las salas y muy rara vez realizaban
entrevistas o notas en las que dejaban traslucir las ideas de los artistas. Pierden,
entonces, la oportunidad de ser testigos del proceso creativo y de tener acceso a la
obra inacabada o no vista en las salas.
Letras-Lima 90(132), 2019 82
Sofía Karina Pachas Maceda
Figura 2. Rosa
Belón García
Vale la pena especificar que a diferencia del caso del historiador de arte
Julio E. Payró, destacado por ser figura clave para el desarrollo de la cultura
visual en Argentina, quien “otorgó la misma importancia discursiva tanto a la
imagen como a la palabra, generando un relato visual del arte” (Cruz & Fara,
2013, p. 259), Elvira García y García desaprovechó la imagen de las obras para
Otros datos de interés que entregan los escritos de García y García son
los referidos a la localización de obras femeninas en museos o en colecciones
particulares. En este caso destaca lo que señaló en la biografía de María Teresa
Casanave, cuyo párrafo nos ofrece más de una novedad:
La nota mística ha sido predilecta y así pueden contemplarse en los
principales templos, los donativos de hermosos cuadros, nacidos de la
delicada mano de la señorita Casanave: el retrato del Padre Gual, en los
Descalzos; el Descendimiento, en la Recoleta; Cristo en el Monte de los
Olivos, en María Auxiliadora (recogido para corregirlo y terminarlo);
una hermosa Cabeza de Cristo con la Corona de Espinas, en la iglesia de
Tumbes; un Señor de Limpias, al que das últimas pinceladas. Un retrato
de gran parecido, del Contralmirante Grau, obsequiado al Ministerio de
Marina [...]. (García y García, 1924a, p. 536)
Abriendo camino
En febrero de 1929, Elvira García y García publicó el artículo “La mujer peruana
y el arte pictórico” en el que señaló: “Quienes hayan visitado la Exposición de
trabajos pictóricos, tanto de este año como de los anteriores, tendrán que declarar
que la mayor parte de los cuadros expuestos son obra dilecta de la delicada mano
femenina” (García y García, 1929a, p. 3). Estas líneas no son halago injustificado;
una lectura panorámica de la crítica escrita a partir de las primeras muestras
organizadas por la Escuela revela que las obras de las alumnas destacaban en
cantidad y, muchas veces, también en calidad.
Trascendencias
Una de las maneras de valorar una obra pictórica del pasado es confrontarla con
el presente. Encontrar algo en ella con lo cual reflexionar, entender mejor lo que
somos o, en el mejor de los casos, plantearnos la posibilidad de modificar nuestra
manera de mirar el mundo. Con los libros sucede lo mismo.
Estos escritos son más que una recopilación de datos; son testimonios
de mujeres, pero también son una muestra de cómo las intelectuales y artistas
lograron —con estas alianzas simbólicas— impulsar, difundir y afianzar la labor
de sus congéneres en el ámbito social y cultural de las primeras décadas del siglo
XX y proyectarlas hasta nuestros días.
Notas
1 Entre 1896 y 1948, García y García publicó catorce libros. En su tesis, el historiador
Edwin Bejarano (2011) divide la temática en tres áreas: libros sobre la mujer, la
infancia y la cooperación.
2 Uno de esos momentos es en 1923, cuando a propósito de una exposición industrial,
artística y comercial planificada por la revista Mundial escribe un artículo en el que
exhorta a los organizadores a destinar una sala a la obra femenina (García y García,
1923, p. 3).
3 En la actualidad, Elvira García y García continúa siendo un referente en la labor
educativa. Así, una de las grandes unidades escolares más antiguas de Lima, hoy
denominado Colegio Emblemático, lleva su nombre.
4 De aquí en adelante se utilizará este título, forma abreviada y la más conocida para
referirse a este libro.
5 Este artículo es un adelanto de mi tesis doctoral dedicada a las primeras profesionales
del arte peruano. Agradezco a María Emma Mannarelli su lectura y sugerencias para
mejorarlo.
6 Exmilitar, Manuel de Mendiburu es el autor del Diccionario histórico biográfico del
Perú (1931-1934). Minucioso trabajo publicado en 1874, corregido y aumentado en
la década de 1930 por Evaristo San Cristóval, en cuyas páginas, distribuidas en once
volúmenes, incluye la biografía de veinticinco artistas peruanos y extranjeros radicados
en el Perú a partir del siglo XVI hasta inicios del XIX. Entre ellos no considera a
ninguna artista plástica.
7 En el orden que le otorgó la autora ellas son: Rebeca Oquendo de Subercasseaux,
Clotilde Porras de Osma, Rosalía García de Lavalle, Rosa Angélica Romero
Sotomayor, María Francisca Elguera, Francisca Magan de Caravedo, María Teresa
Casanave, Aurora San Cristóval, Elena Izcue, Julia Codesido, María Rávago Velarde,
Rosa Belón García, Leonor Vinatea Cantuarias, Olga Mattelini, Eugenia Montagne,
Isabel Morales Macedo, Laura Zegarra, Teresa Carvallo, Cristina Malherbe , Rosa
Hurwitz y Carmen Saco.
8 Además de su indudable calidad plástica, el principal motivo por el cual Oquendo es
la artista peruana más conocida del siglo XIX tiene su explicación en su donativo de
cinco lienzos al Estado, algunos de los cuales forman parte de la muestra permanente
del Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (Pachas Maceda, 2010).
9 Este orden, además de alfabético, corresponde a las investigaciones dedicadas
específicamente a la obra de cada una de ellas. El interés por Codesido es de larga
data, mientras el de Izcue se dio a partir de la retrospectiva de 1999, cuando empieza a
conocerse entre las nuevas generaciones y en el caso de Oquendo son, en su mayoría,
breves menciones en libros.
10 Sobre el papel primordial del arte en la obra de Zoila Aurora Cáceres, véase: Pachas,
2009. En tanto, sobre la obra de María Wiesse, cfr.: Wiesse, 2014.
11 Agradezco la colaboración de Jesús Álvarez, quien realizó las tomas fotográficas
incluidas en este artículo.
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Letras-Lima 90(132), 2019 92
Sofía Karina Pachas Maceda
Resumen
En la literatura no son pocos los ejemplos que existen de novelas en
las que el personaje central recorre su mundo, desde su juventud hasta
su vida adulta, en busca de la experiencia que consolide su identidad.
Tan es así que existe una categoría particular para entender este tipo de
obras, conocidas como bildungsroman; sin embargo, es importante llevar
el análisis a un nuevo nivel, a partir de plantear categorías propias de
las ciencias sociales y concretamente de los estudios de juventud, para
entender de mejor manera ese trayecto de búsqueda y realización que
emprenden los jóvenes para insertarse socialmente. En este artículo
se ha seleccionado la novela de Mario Vargas Llosa, La tía Julia y el
escribidor, para mostrar las tensiones entre juventud y adultez.
Palabras claves: Bildungsroman; Juventud; Experiencia; Estudios
culturales; Adultez; Mario Vargas Llosa
Abstract
In literature, there aren’t a few examples of novels where the main
character travels his or her world, from a young age to an adult life,
searching for the experience that consolidates their identity, so much so
that, there is a particular literary genre to understand this type of work,
named Bildungsroman. However, it is critical to take this analysis to a
new level, proposing other categories from a social science perspective
and specifically youth studies in order to help understand the journey
young people go through to find their identity and insert themselves in
society. This article discusses the novel Aunt Julia and the scriptwriter,
written by Mario Vargas
Keywords: Bildungsroman; Youth; Experience; Cultural studies; Adult
age; Mario Vargas Llosa
Recibido: 20.07.19 Aceptado: 02.10.19
1. Noción de juventud
Para el año 1787, Jacques Louis David, uno de los pintores franceses más
importantes de su tiempo, había recibido un sinnúmero de reconocimientos que
lo situaban como uno de los artistas más importantes de su época; sin embargo,
no había pintado aún los cuadros que, dentro de su obra, mayor trascendencia han
tenido, precisamente por tener una vinculación histórico-política y por mostrar,
quizá mejor que nadie, la figura de Napoleón Bonaparte, por medio de cualquiera
de las cinco versiones que hiciera del emperador, todas ellas por encargo, montado
sobre un caballo, a veces blanco, a veces castaño, en el paso de San Fernando, en
los Alpes, rumbo a la batalla de Marengo, de la que saldría victorioso el ejército
francés sobre las tropas austriacas; pero es en este mismo año de 1787, cuando el
pintor contaba con treinta y nueve años de edad, que expuso uno de sus cuadros
más singulares, se trata de La muerte de Sócrates.
2. Contexto de la novela
Este texto del Nobel peruano fue escrito en el año 1977 y la trama está
ambientada en la ciudad de Lima, justo al iniciar la segunda mitad del siglo XX,
entre los años 1953 y 1954 para ser más exactos, y propone dos historias que se
desarrollan paralelamente; he aquí una primera cara de este prisma, pues por un
lado cuenta el surgimiento y posterior consolidación de la relación amorosa que
se entabla entre el joven protagonista de la obra, Varguitas, quien tiene apenas
dieciocho años de edad, con una mujer conocida como tía Julia, a quien la familia
del joven rechaza no solo por la relación filial política que existiría entre ellos,
sino sobre todo por ser ella divorciada y además catorce años mayor, es decir
dotada de una experiencia censurada por la sociedad de entonces.
Cosa que seguramente contribuyó a una lectura sesgada del libro, pues
cuando se publicó esta obra, el autor, que ya era un escritor reconocido y había
ganado varios premios, el más importante el Rómulo Gallegos por su segundo
libro La casa verde, con toda seguridad conocía la lógica del campo literario y
ofreció al público una nueva novela de la misma manera que lo haría cualquier
autor, es decir el solo texto esperando que el libro se defienda por sí solo.
Se aclara esto último por la siguiente razón: otro de los aspectos peculiares
de esta obra de Vargas Llosa, y, por tanto, una nueva superficie del prisma, es que la
novela tiene un pie firmemente situado en el bildungsroman; sin embargo, debido
a su temática y a la reflexión que se propone alrededor del campo artístico desde
la mirada que ofrece la literatura, hay que destacar que el otro pie de la novela lo
tiene puesto en un giro del bildungsroman “centrado en el desarrollo de un artista
y tematiza un crecimiento particular y personal” (Álamo, 2011, p. 30). Se trata
entonces de una variación de la novela de formación llamada kunstleroman.
Foucault dio cuenta de esto a través de lo que él llamó “Tabú del objeto”,
un privilegio que solo ostentan unos cuantos para hablar y opinar de lo que más
conocen; es decir, un proceso de exclusión por el que “uno sabe que no tiene
derecho a decirlo todo, que no se puede hablar de todo en cualquier circunstancia,
que cualquiera, en fin, no puede hablar de cualquier cosa” (2005, p. 14). Ello
ayuda a entender el carácter cuasi sagrado de determinadas disciplinas y las
dificultades que existen para acceder a ellas, lo cual tiene que ver también con un
punto clave desarrollado por el propio Vargas Llosa, quien afirma:
It is not true that the difference between a soap-opera writer and an
artistic writer is that a soap-writer writes for money and an artistic
writer write only for glory. No. Many artistic writers also write for
money, and writers of soap-operas sometimes write for glory and
artistic achievement. I think the difference is the difference that Roland
Barthes made between écrivante and écrivain (escribiente y escritor).
If I remember, he said an écrivante is someone who uses language
only as an instrument, an instrument through which a message, any
sort of message, can be transmitted. And écrivain, a writer, is someone
who uses language as an end in itself, as something that in itself has
justification. (Vargas, 1991, p. 115)
Ahora bien, esta distinción entre escribidor y escritor que señala el autor
es la que se plasma con más fuerza en la novela. Así, el uso que hace del lenguaje
Pedro Camacho es meramente instrumental, y transita entre las funciones conativa
y fáctica del lenguaje, la primera en la medida en que pone énfasis en el oyente,
en la audiencia, y mediante la construcción de los relatos busca crear un vínculo
de fidelidad que depende tan solo de quien escucha, por tanto pretende, como
cualquier medio de comunicación masivo, donde se producen dichas historias,
acceder a la segunda función y mantener el canal de comunicación abierto,
independientemente de las intenciones de su productor, ya que las mismas se
hayan supeditadas a las intenciones materiales del medio.
Por tanto, se hace difícil, sino imposible, separar entre el ser y la escritura.
Más aún en una novela como esta, en donde existe la ilusión de estar leyendo no
una invención, sino una historia verdadera, llena de matices, reflexiones, sucesos
y aprendizajes que van a modelar la experiencia y la forma de entender el mundo
del personaje central. Así, hay que recordar que este también es el terreno de la
novela de formación, sobre la cual resta señalar un aspecto.
quien narra el episodio, y quien líneas más adelante demostrará sus celos hacia
este personaje de relieve, un hombre maduro, centrado, respetable, atractivo, en
fin, alguien que reúne las condiciones idóneas (y en las que la voz narrativa no
se reconoce) para entablar una relación formal y que aparece solo una vez en la
historia para señalar el grado que va adquiriendo la relación entre Marito y la tía
Julia. La unión entre estos personajes permite observar un aspecto interesante de
la representación de juventud, y la misma tiene relación con esta idea de rechazo
que dentro de la novela provoca la condición de ser joven por dos razones.
proyectar una imagen que corresponda a lo que su obra significa, de modo que
si alguna vez surge la oportunidad de ser representado, como lo hizo David con
Platón en el cuadro de Sócrates comentado al inicio, la imagen que se muestre no
importe si es la de un hombre viejo y sabio o la de un joven prometedor, sino la
de alguien que trabajó la palabra incansablemente.
Notas
1 Por un lado la referida a la relación amorosa con la tía Julia, y, por otro, la que muestra
su fuerte atracción y posterior desencanto hacia la figura de Pedro Camacho, el
escribidor, cuyos radioteatros se presentan desde una suerte de realismo amarillista,
impactantes al inicio, a diferencia de los que constan al final, que son repetitivos, tal
como se constituye la producción de este tipo de subgénero narrativo.
Referencias bibliográficas
Resumen
El propósito de este artículo es demostrar que, en Katatay, José María
Arguedas representa el pachakutiy social a través de una convocatoria
para cambiar el mundo y que esta convergencia para transformar no solo
se da en el orden humano, sino que involucra toda la cosmovisión andina,
donde hombres y dioses coinciden para pasar del temor a la decisión,
y en esa ruta construir y celebrar la alegría volteando al mundo. Para
el análisis, utilizaremos la categoría cultural de pachakutiy, que tiene
una orientación cosmológico-social, ya que plantea la idea de la vuelta
de mundo o del mundo al revés; es decir, un cambio radical. Esta idea
la extendemos a la representación de los movimientos sociales que se
suscitan en los pueblos con la intención de cambiar las condiciones
deplorables de vida, que van desde juntarse para enfrentarse a naciones
para obtener su soberanía, o enfrentarse a capas sociales dominantes que
los oprimen. En tal sentido, utilizamos una metodología interdisciplinaria
que convoca categorías de la literatura, la lingüística, la antropología y
la historia con la finalidad de explorar con mayor amplitud la riqueza
expresiva del poema quechua. Con ello demostraremos cómo el temblar
(katatay) no solo es una convulsión del hombre o de una colectividad,
sino que esta tembladera alcanza a los cielos, a todo el mundo, que
participa interaccionando fuerzas para transformar, para que él mismo dé
vuelta a las formas de vida establecidas.
Palabras claves: Arguedas; Pachakutiy; Katatay; Divinidades andinas
Abstract
The purpose of this article is to demonstrate that in Katatay, José María
Arguedas represents social pachakutiy through a call to change the world
and that this convergence to transform not only occurs in the human
order, but also involves the entire Andean cosmovision, where men and
gods coincide to move from fear to decision, and on that route to build
and celebrate joy by turning the world around. For the analysis, we will
use the cultural category of pachakutiy, which has a cosmological-social
orientation, since it raises the idea of the
return of the world or the world
in reverse; that is, a radical change. This idea extends to the representation
of social movements that arise in the people with the intention of
changing the deplorable conditions of life, ranging from joining together
to face nations to obtain their sovereignty, or face dominant social strata
that oppress them. In this sense, we use an interdisciplinary methodology
that brings together categories of literature, linguistics, anthropology
and history in order to explore more fully the expressive richness of the
Quechua poem. With this we will demonstrate how trembling (katatay) is
not only a convulsion of man or of a collective, but this trembling reaches
the heavens, to the whole world, which participates by interacting forces
to transform, so that he himself returns to the established ways of life.
Keywords: Arguedas; Pachakutiy; Katatay; Andean deities
Recibido: 16.10.18 Aceptado: 22.09.19
Introducción
Katatay es título que da nombre a la compilación de siete poemas quechuas
de Arguedas1. En ellos principalmente existe un programa transformador de
situaciones socioculturales, característica presente también en su narrativa,
donde se representa la búsqueda de las trasformaciones del estado de vida de los
runakuna. Así lo advertimos en sus novelas Los ríos profundos (1958) o Todas las
sangres (1964), donde los hombres sueñan y se cargan de coraje para enfrentar
al gamonal y acabar con el sistema funesto que despojaba a los runakuna de su
dignidad humana; pues, ante los gamonales, estos tenían el valor de un animal o
de una cosa, por ello sus vidas pertenecían a la hacienda. Así, si un hacendado
quería deshacerse de un “desobediente”, lo castigaba o lo mataba. Por esa razón,
sus personajes empiezan a soñar con un mundo más justo, diferente al que
vivían y, en tal sentido, debían cambiarlo. Sin embargo, en las indagaciones y
decisiones para transformar el mundo el hombre no está solo, sino que convoca
a la comunidad y a las fuerzas de la naturaleza, porque en la cosmovisión andina
Letras-Lima 90(132), 2019 111
José María Arguedas: poeta quechua de la transformación
todo está vivo, todo siente y tiene voluntad, todo es comunidad. No hay una
separación dualista entre cultura y naturaleza, sino que esta también es parte de
la interacción social. De esta forma, la naturaleza tiene ánimo y sensibilidad, por
eso debe existir un respeto ético en su participación en normal convivencia; pero
también es capaz de contribuir con su estabilidad o desestabilización, por ello los
dioses pueden responder con lluvias devastadoras que inundan, con movimientos
telúricos que desatan avalanchas y desparecen pueblos, entonces las fuerzas del
mundo están vivas como el hombre y la sociedad.
que todos viven y por ello merecen igual respeto y atención: vivos y muertos,
plantas y piedras, animales y hombres, hombres y dioses, ríos y lagunas, cielos y
tierras; todos en una ferviente vitalidad, porque están regidos por el kawsay.
convoca a reunirse para dar vuelta al mundo, tal como lo representó el propio
Arguedas en su cuento “La agonía de Rasu Ñiti”. De esta manera, en el poema
“Katatay”, la danza es vertebral y simbólica porque busca accionar un mundo para
lograr la alegría y la fiesta liberadora, tal como está en la escena final del poema.
La idea del pachakutiy en la obra de José María Arguedas está asociada a los
cambios sociales drásticos. Esto se puede percibir en el relato oral “El sueño del
pongo”; en sus cuentos, como “Agua” y en sus novelas. Al respeto, Mercedes
López-Baralt explica que:
El relato oral quechua que recoge y traduce Arguedas en 1965, El
sueño del pongo, invierte el mundo real al premiar al sirviente o
pongo y castigar al gamonal. En su poema “Tupac Amaru Kamaq
taytanchisman (haylli taki) / A nuestro padre creador Túpac Amaru”,
de 1962, Arguedas propone el pachakuti de la subversiva andinización
de la capital limeña que antes colonizara a la sierra. (2011, p. 106)
Será también la memoria de ese tiempo en que todo era comunidad, como
retórica del desagravio y la rabia contenida que apuesta a la transformación
(pachacutiy), de los cambios que están sucediendo en el mundo y que afecta
de diversas maneras a la vida indígena, a las que no se le tiene miedo, se
las apropia, se las incluye, como se lee en el poema Katatay, Temblar [sic].
(Espino, 2012, p. 26)
Sol; o un estado más extremo, como el “Puyuchacun pacha. Estar todo nublado
por todas partes” (González Holguín, 1989 [1952], p. 299), como el estado tenso,
previo al desencadenamiento de la tempestad. De esta manera, es el pueblo el que
está nublado y no tiene claridad, lleno de temores que tiene el deber de despejar.
Está así porque han tocado el temor que hay en el corazón de las mujeres. Allí
están, allí se encuentra (tupay), en el cuerpo colectivo, porque se habla no de una
mujer, sino de mujeres en plural (warmikuna); entonces es el miedo el que vive en
el corazón de las mujeres y este temblor de miedo lo transmite a todo el pueblo.
En la versión en español lo traducen como a puyu, como sombra, que en quechua
es llanthuy. Este concepto es el que atravesará todo el poema: la oscuridad y la
luz, la sombra y el brillo. En dicho sentido, la nube/sombra puede ser leída como
un estado psicológico de sensibilidad que estaría ubicado en lo interior, incluso al
interior del corazón, en el sunqu ruru, en la parte más sensible de este; es eso lo
que está temblando, la sombra del corazón de las mujeres, que es la sombra del
corazón del pueblo. Es en ese interior donde vive el temor, pero este no surge del
interior, sino que viene del exterior, que es otra sombra que viene al encuentro,
la que supuestamente trae el cóndor. Lo cierto es que este temor alcanza casi a la
totalidad de los habitantes del pueblo, menos al tayta.
Así, aparece el Tata Inti con su poder devastador ejecutando esta crisis
extrema: “Intiqa kañanmi, uywakunata, kausayta”, que en la versión en español
expresa: “El Sol quema; quema al ganado, quema las sementeras” (Arguedas,
1984, pp. 36-37); este verso parece representar todo un escenario, el chawpi,
el que señala, el tickray, la vuelta el pachakutiy. Señala un estado de tremenda
desolación. Un pachakutiy se representa mediante la acción del agua o del fuego;
de esta forma, el agua puede inundar y desaparecer un pueblo y cerrar un periodo,
para que vuelva a surgir otro tiempo. Igual efecto puede tener el fuego, como
las erupciones volcánicas o el fuego del campo cuando se quema la hierba para
que vuelva brotar. En este caso, es el fuego del Sol el que destruye el kawsay, la
vida, que presenta una destrucción vasta de aquel dios que debe proteger y que
ahora destruye los sembríos y los animales. Este es el comportamiento de las
divinidades andinas, ya que muestran su dualidad; por ello, pueden operar cambios
drásticos —por ejemplo, el Inti aparece como un dios castigador—. Es como si
esta crisis permitiera ver más claramente la situación y luego, con un trabajo
colectivo, liberarse de ella. Recordemos que los pueblos de diferentes culturas,
cuando entraban en crisis, muchos de ellos acababan matándose, enterrándose,
destruyéndose, para que aparezca una nueva vida, un nuevo despertar. Ello lo
podemos ver en este verso en forma más clara en su versión quechua, porque el
Inti no solo quema los animales, sino algo más extremo: quema la vida (kawsay),
Letras-Lima 90(132), 2019 123
José María Arguedas: poeta quechua de la transformación
como si el dios destrozara esta vida para que brote otra, porque estaba enferma,
para lo cual se necesita una “cura cósmica” y una “cura histórica”, como plantea
Ranulfo Cavero al conectar el taqki onqoy con el pachakutiy, relación que
contribuye con la explicación de este verso chawpi:
La inminencia de la catástrofe cósmica e histórica (que el mito de
Pachacuti da cuenta), ahora acelerada por la conquista española y
traducida en el Taki Onqoy, fue metaforizada por los nativos en términos
de una “enfermedad total” que amenazó diezmar a la población entera,
donde las mismas divinidades estaban dolientes y debilitadas, la propia
sociedad y el tiempo estaban enfermos. (Melgar y Cavero, 2007, p. 59)
En el poema, el dios Inti destruye y quema la vida para hacerla brotar, así
como en el campo se quema la maleza, el pasto viejo, que no alimenta ni crece,
para que debajo del manto de ceniza pueda surgir una hierba más fuerte, nutrida
con las cenizas mismas del pasto viejo. Así, el Tata Inti quema la vida vieja para
renovarla; es la fuerza de la luz (kanchay) la que engendra y alumbra una nueva
vida. Por esta razón, lo que trae el cóndor no es el Sol, sino su brillo: “Manam
Intichu, sonqonpa kusiy, qapaq kanchariynillanmi / kundurpa sombra ñawinpi
hamuchkan” (“No es el Sol, es el corazón del Sol, su resplandor / su poderoso, su
alegre resplandor / que vine en la sombra de los ojos de los cóndores”) (Arguedas,
1984, pp. 36-37). De la misma manera como no habla de Cristo o Jesús como
totalidad, sino de su sangre, ahora habla no del Sol, del Inti, sino de su luz,
del resplandor de su corazón. Es del centro de donde brota la luz poderosa que
iluminará a los hombres, pero que también puede quemar para que surja otra vida
o se produzca una renovación, un cambio drástico. Allí podemos ver que existen
dos tipos de brillo que trae el cóndor como mensaje: como sustancia que emite
el propio Sol e ilumina, y como brillo que quema y destruye, pero que renueva.
El primero está en el saber, en lo cognoscitivo; el segundo reside en el hacer, en
lo pragmático. Ambos elementos se encuentran (tinkuy) para construir una nueva
vida, como se verá al final del poema, donde el mundo danza en alegría.
La sangre del amaru tiene poderes curativos y de esta forma puede limpiar
nuestra sangre: “Los campesinos beben la sangre de las serpientes no venenosas
inmediatamente después de decapitarlas, dicen que es un presente de sus dioses
y creen que la sangre de la serpiente purifica el torrente sanguíneo humano”
(Avendaño, 1988, p. 388). Esta propiedad de ser una sustancia regenerativa se
observa en el poema como una imprecación que formula el enunciador a los
hombres para que celebren el amanecer, pero también el significado que se
vincula con los movimientos sociales de reivindicación.
Precisamente, lanza una voz convocante para que los hombres puedan
levantarse: “¡Sayay, sayariy! Chay mana chanin kunturpa ñawinta / chaskiy;
katatay paywan” (“¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin límites! / Tiembla
con su luz”) (Arguedas, 1984, pp. 36-37). Observemos que, si antes el enunciador
pedía no temblar (ama katataychu), ahora lanza un llamado intenso a hacerlo,
Letras-Lima 90(132), 2019 126
Mauro Mamani Macedo, Carlos Huamán López, Yolanda Ruth Julca Estrada
luego se reúnen en el ojo del cóndor, pero sobre todo hay una conexión con su
proyecto de sembrar la luz y la alegría.
Con ello todo está en katatay, todo está en tusuy, en temblar el cuerpo en
el sentido de danzar. Así danzan los pueblos, los hombres, los dioses, los cielos;
todo el mundo (tiqsi-muyu) está en movimiento (muyuy), hasta las nubes (puyu),
que antes hacían temblar porque no se miraba claro y que ahora son las que cargan
el cielo y lo hacen danzar. Estas danzas rituales recuerdan los tiempos en que
los runas salían a espantar la enfermedad, porque con danzas y cantos también
se cura. También recuerdan los rituales para espantar las heladas o la sequía:
“Se organizaban procesiones en que los participantes armados tocaban tambores
y lazaban gritos de guerra para espantar la sequía y la helada que amenazaban
más al maíz que a los demás cultivos. Sacrificio de llamas, ayuno, ofrendas de
agradecimiento y demanda de favores futuros eran parte de la cosecha” (Murra,
2014, p. 150). Danzas que guerrean contra la adversidad.
Sin embargo, en el poema hay otro color de la sangre: qory yawar (sangre
de oro), cuyo color próximo es el amarillo (q’illu), que en el mundo andino está
vinculado con los dioses, a los awichus, a los abuelos y mantienen una orientación
masculina, pues se le relaciona con la luz del Sol (color de oro, amarillo). Como
el caso de las plantas (como el maíz o el trigo), de allí que simbolice el poder:
beber la sangre de oro de la serpiente, en tanto hija del Sol, da cuenta de que están
unidos por el vínculo sanguíneo y simbólico, pues son del mismo color, vienen
de la matriz fluyente del Sol, lo que implica recibir el kamak, la fuerza raigal de
sus dioses. En tal sentido, beber su sangre es beber sus principios, su cultura, su
mundo y seguir siendo alimentados por la fuerza divina, como en el Taki Onqoy,
donde la fuerza de los dioses ingresaba al cuerpo de los hombres para desde allí
operar el retorno del tiempo antiguo y bueno.
Tukuy (conclusión)
El poema “Katatay” esta asistido por una dualidad: lo oscuro, como el puyu,
Letras-Lima 90(132), 2019 133
José María Arguedas: poeta quechua de la transformación
Agradecimientos
Notas
1 En la primera edición se incluyeron seis poemas y llevó el título de Katatay y otros
poemas. Huc jayllucunapas (1972); luego, en las ediciones posteriores, se sumó el
poema “Qollana Vietnam llaqtaman / Ofrenda al pueblo de Vietnam” (traducido por
Alfredo Torero y revisado por José María Arguedas) y el título de esta compilación
de poemas queda solo con el nombre de Katatay. Actualmente tenemos reunidos 18
poemas.
2 Un primer acercamiento a este intenso poema quechua se encuentra en mi libro José
María Arguedas. Urpi, fieru, quri, sonqoyky. Estudio sobre la poesía de Arguedas
(Mamani, 2011, pp. 111-125).
Referencias bibliográficas
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Arguedas, J. M. (2007). Dioses y hombres de Huarochirí. Narraciones quechuas
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Cerrón-Palomino, R. (1994). Quechua sureño. Diccionario unificado. Lima:
Biblioteca Nacional del Perú.
Cerrón- Palomino, R. (Ed.). (2014). Arte y vocabulario en la lengua general del
strategies used in these works is carried out. Together, these three works
share the common goal of problematizing the traditional representations of
the Afro-Peruvian subject through a linguistic awareness of the nature of the
literary object. Likewise, the importance of the tradition of popular comic
culture, under the forms of carnivalized literature described by Bakhtin, is
considered in the fictional universes of the works of these authors, and not
only in the work of Gregorio Martínez, as traditionally It has been affirmed.
Keywords: Antonio Gálvez Ronceros; Gregorio Martínez; Lucía Charún-
Illescas; Peruvian Narrative; Afro-Descendant Literature; Negritude;
Orality; Carnival; Identity
Recibido: 17.04.19 Aceptado: 23.09.19
Introducción
y popular. Estos rasgos que pueden observarse en varios relatos definen una forma
distinta de representación del sujeto afrodescendiente.
tabla de valores que se mantuvo vigente, incluso, en las primeras décadas del
siglo XX (p. 37). Por ello, no resulta extraño que la novela de López Albújar haya
interiorizado, en cierto sentido, este imaginario y lo reproduzca en la lógica de
su trama narrativa. Si se observa con detenimiento, en el impensable deseo de la
mujer blanca por el sujeto afro se erige el quid de la novela. En efecto, sin este
tabú Matalaché perdería buena parte de su tensión narrativa y su carga dramática
se vería mermada drásticamente.
El otro aspecto, el deseo que provoca la mujer afro en sus amos, está ya
perfilado desde el inicio de la novela. En efecto, el suceso inicial, que da inicio a la
narración, es la visita de Baltasar Rejón de Meneses, quien tiene como propósito
amancebar a Rita, su criada mulata, con Matalaché, a raíz de la insistencia de la
señora de Rejón. La esposa de Baltasar ve a la esclava como una tentación, un
esfuerzo por brindar una representación del sujeto de color que no se reduzca solo
a su descripción externa se percibe en otros relatos como “Octubre” o “Miera”,
texto que aparece al inicio del libro en todas sus ediciones. En este relato, el
protagonista se caracteriza por proferir palabras soeces: “—Ponle ahí, Patora —
dijo don Andrés—, que su boca esuna miera, que su diente esota miera, su palaibra
un montón de miera… Miera esa mula que monta. Miera su epuela. Miera su
rebenque. Miera el sombreiro con quianda. Miera esa cotumbe e miera diandá
mirando tabajo ajeno… Léemela, Patora, a ve qué fartra” (p. 10). El remate final
incide en el rol trasgresor de la oralidad al mostrar la incompatibilidad entre el
registro escrito y el oral: “—Oye, Patora —dijo finalmente—, quítale un poco e
miera a ese papé” (p. 10).
Los cerros de esta banda son grises, de una arena gruesa, sin una
sola planta de nada. Los de la otra banda son blancos, con grandes
cuajarones de argamasa amarillenta, ocre, y una vegetación aislada,
enormes manchas de un verde plomizo, árido, formadas por toñuces
y guarangos rastreros que no crecen para arriba, como manda natura,
sino que gatean y se extienden igual que un camotal, buscando la
humedad del sereno que cuaja en el suelo durante la noche. En esta
banda solo hay arena y sequedad, detrás de los cerros se extiende el
pleno desierto, las pampas de Mocos y Arrancatrapo. (p. 91)
Nos pareció raro, a nosotros, estábamos huaqueando por cuenta de don
Usebio Carbajal, no para estudio ni para museo sino para don Usebio
que era el dueño de esas tierras, estábamos en Yauca, de Chaviña más
al sur, como quien se va para Chala, ahí justo, estábamos nosotros, la
cuadrilla, huaqueando para Usebio Carbajal, y digo que nos pareció
raro, a nosotros, porque la huaca era como un pozo, no parecía tumba
sino un pozo. (p. 108)
que refieren, sino muy pocas veces. La mayor parte de nuestro uso diario del
lenguaje está determinado por su carácter dialógico (Bajtín, 1991, p. 74). Desde
una perspectiva semejante, Pierre Bourdieu considera que el carácter social del
lenguaje, que se presenta, por lo general, como un rasgo esencial de su naturaleza,
en realidad no puede ser puesto en ejecución por todos los hablantes, ya que existe
una serie de factores que establecen diferencias entre ellos y, por lo tanto, surge
una discriminación en su mismo empleo (Bourdieu, 1985, p. 23). Por tal razón,
el uso del lenguaje hablado constituye una pieza capital que enarbola Canto de
sirena, ya que, al apelar a este registro, determina, en un solo proyecto, un tipo de
relación que reconcilia lo individual con lo colectivo.
—¿A todos los revisa personalmente? Miren eso, yo pensé que solo lo
hacía con las mujeres.
De la Piedra se sintió de mal humor. (p. 95)
Notas
1 Este libro ha tenido cuatro ediciones (1975, 1986, 1999 y 2017). En la tercera
se agregaron cinco relatos nuevos que, si bien con una temática y una apuesta
estilística similar a los originales, poseen una extensión mayor y evidencian una
mayor presencia del narrador. En tal sentido, modificaron el conjunto. Por ello, para
esbozar la interpretación propuesta se trabajará con la edición príncipe. Todas las citas
corresponden a esta edición, por lo que únicamente se consignará el número de página
correspondiente.
2 «Esto, no es una historia, es un canto: / en octubre, mes de los zorros, cantan / las
sirenas» (p. 11). Todas las referencias corresponden a la edición citada en la bibliografía,
por lo que únicamente se consignará el número de página correspondiente.
3 En el caso de Bajtín, esta comprensión del cuerpo posee un fundamento ontológico que
parte de la interacción entre el yo y el otro (cfr. Bajtín, 2015).
Referencias bibliográficas
Introducción
• marcos teóricos,
• métodos de investigación,
• prácticas y técnicas propias.
Mientras que por multidisciplinariedad se entiende la colaboración
entre especialidades para abordar un asunto en común, de forma que las diversas
áreas se coordinen para poder cooperar, sin buscar integrarse, con la finalidad de
completar proyectos o servicios, integrando aplicaciones con los resultados de la
investigación. En esta colaboración, cada especialidad trabaja autónomamente,
con sus propios estándares y procedimientos, en una aproximación yuxtapuesta
de intereses dentro de un entorno en el que se hace posible la colaboración.
Técnicas Contenidos
propias ajenos
Bibliografías
En el siglo XVII el libro dejó de ser el único tipo de impreso, al aparecer las
revistas para cubrir las necesidades informativas de los científicos. Se daba un paso
más hacia el surgimiento del periodismo científico. Las publicaciones periódicas
llegaron como necesidad de un nuevo vehículo para comunicar las aportaciones
científicas. Se necesitaba un medio más diligente que la edición de libros y más
sistemático que las reuniones de las sociedades científicas. Las publicaciones
Letras-Lima 90(132), 2019 174
José Antonio Moreiro-González
Comunicación Bibliografía...
científica
Bibliografías
Junto a la teoría del conocimiento, en el cruce entre las ciencias fundamentales y los
modos de comunicación.
Además, en conexión interdisciplinaria con otras ciencias que se ocupan de los docu-
mentos y de la información:
• Lógica,
• Psicología,
• Tecnología,
• Sociología.
Fuente: Elaboración propia
Letras-Lima 90(132), 2019 176
José Antonio Moreiro-González
para responder al reto del nuevo contexto informático, empresarial y social. De este
modo lo resaltó Taylor (1966), pues frente a la preponderancia de lo aplicativo que
era común hasta entonces, planteó una doble vertiente de estudio, la teórica —y
prioritaria— del conocimiento especializado (relacionado con las Matemáticas,
la Lógica, la Psicología y la Lingüística), y la operativa, referente a las tareas de
recuperación, organización y difusión (consideradas desde la metodología científica,
la Bibliotecología y la Informática).
Matemáticas
Lógica
Estudio teórico
(conocimiento especializado) Psicología
Lingüística
Ciencia de la
Métodos lingüisticos información
Mecanismos lógico-
semánticos
Teoría de la
Comunicación y de
la información Documentación
Five Intersecting Tetrahedra (FIT) es una gráfica que capta nuestra atención de
inmediato por su diseño. Se entiende como la representación simbólica de la
transdisciplinariedad. Cada uno de sus elementos geométricos está determinado
por cuatro caras y cada uno se enlaza con los otros, por lo que representa la
complejidad. Transdisciplinariedad y complejidad están estrechamente unidas
como formas de pensamiento relacional y como interpretaciones del conocimiento
En tal sentido, para una estructuración de los datos y una visualización más
fácil, se unió la intervención de redes como la teoría de los grafos para organizar
los conceptos y las relaciones que se dan entre conceptos, provenientes del ámbito
educativo, de la Sociología y de la Psicología. Se aprovechó eso para hacer explícitas
las relaciones mediante el uso de expresiones verbales que complementaban a los
tradicionales tesauros estáticos de sustantivos y expresaban las asociaciones que
existen entre los conceptos empleando todas las posibilidades del lenguaje natural.
Esta representación del conocimiento se lograba mediante frases simples para
elaborar los grafos: sujeto - verbo - predicado, procedimiento que después adoptó el
RDF como modelo de grafo para formalizar el conocimiento en las ontologías que,
como redes ya semánticas, además de representar, tienen que razonar. De modo
que se estableció un paralelismo necesario entre los grafos de las redes semánticas
y la creación de sentencias RDF.
ordenador; así, los conceptos son interpretables por las máquinas cuya jerarquía y
asociaciones se hacen manifiestas mediante la lógica, lo que permite los procesos
deductivos para realizar inferencias, y la validación de los axiomas y reglas de
consistencia que posibilitan la conversión entre vocabularios. El modelo de datos
lo proporciona RDF, mientras que el vocabulario para definir clases, propiedades,
subclases, dominio, categorías, comentarios y etiquetas RDF —a ello se añade la
consideración de las recomendaciones sobre confiabilidad (agentes, agencias de
certificación…)— se atienen a un tiempo y a un espacio concretos, respondiendo,
de esta manera, a la complejidad informativa y al contexto de las diferentes
representaciones semánticas. Sin duda, ante situaciones de mayor complejidad
había que dar soluciones conjuntas provenientes de múltiples dominios, actuando
en coordinación e integración de procesos.
Reflexión conclusiva
técnicos; ello dentro de la mejora continua de los métodos transferidos que pasan
a modificarse o ampliarse. De esta manera, se llegan a presentar intensos cambios
disciplinarios cuando fue imperioso alcanzar un nuevo paradigma, como sucedió
al sobrevenir la Ciencia de la Información.
Referencias bibliográficas
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BSI Group. (2005-2007). Structured vocabularies for information retrieval:
guide. Londres: British Standards Institution.
Richard Orozco C.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú
Contacto: richard.orozco@unmsm.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-9655-1322
Resumen
En este artículo, el autor muestra una tensión al interior de la obra de
Francisco Miró Quesada. Una tensión que aparece en su lucha contra los
escépticos y en su intento por salvar una razón mínima. Dicha tensión
se manifiesta tras la publicación de los Apuntes en 1963 y luego en el
Esquema en 2012. Obviamente, la tensión recorre esos 50 años. Pero el
autor también añade lo que pudo haber sido una salida a dicha tensión:
el reconocimiento y valoración de una razón limitada y pragmática. Así,
frente a la propuesta de Miró Quesada de una razón mínima con la cual
salvar el proyecto racionalista, el autor propone una visión pragmatista
de la razón, que sería el reconocimiento de las consideraciones
evolucionistas.
Palabras claves: Francisco Miró Quesada; Racionalismo; Razón
mínima; Razón limitada; Razón pragmática.
Abstract
In this article, the author shows a tension within the work of Francisco
Miró Quesada. A tension that appears in his fight against the skeptics and
in his attempt to save a minimal reason. This tension manifests itself from
the publication of the Apuntes in 1963 and then in the Outline in 2012.
Obviously, the tension goes through those 50 years. However, the author
also adds what could have been an outlet to this tension: the recognition
and valuation of a bounded and pragmatic reason. Thus, faced with the
proposal of Miró Quesada for a minimal reason with which to save the
rationalist project, the author proposes a pragmatic view of reason that
would be the recognition of evolutionary considerations.
Keywords: Francisco Miró Quesada; Rationalism; Minimum Reason;
Bounded Reason; Pragmatic Reason.
Recibido: 23.04.19 Aceptado: 18.09.19
Introducción
En 1963, Francisco Miró Quesada (en adelante FMQ) publicó un texto titulado
Apuntes para una teoría de la razón (2012d). Dicho texto había sido precedido
por un artículo con el mismo título publicado un año antes en la revista Dianoia
(Miró Quesada, 2012c). En el año 2012 apareció un nuevo texto suyo, menos
pretencioso y mucho más tímido que el anterior y que esta vez se titulaba
Esquema para una teoría de la razón (2012g). Mi propuesta busca interpretar
este paso desde los Apuntes hasta el Esquema. Las preguntas que me guían son:
¿qué buscaba el autor detrás de dicha travesía? ¿Hasta qué punto se consiguió
lo que se buscaba? ¿Qué cambios se han producido durante dicha travesía?, y
¿qué permaneció incólume a pesar de los años? Mi interés es buscar responder
a estas preguntas para luego desarrollar una idea que en mi título se enuncia con
transparencia: la defensa de una razón limitada y pragmática.
dicha tensión, sus causas y consecuencias. Todo esto, sin embargo, me permitirá ir
desarrollando una defensa de lo que yo entiendo por razón limitada. Finalmente,
en respuesta al análisis que hace FMQ respecto de lo que él llama una nueva
forma de escepticismo, refiriéndose al pragmatismo, intentaré hacer una defensa
de este, mostrando el parecido de familia que hay entre esta razón limitada y el
pragmatismo. Mi objetivo es pues interpretar la tensión en la que siempre estuvo
inserto el pensamiento de FMQ, que era menos clara en los años sesenta, pero que
se aclaró más para la primera década del 2000.
1. El contexto de la tensión
En el artículo titulado “Esbozo de mi posición filosófica” que data de 1953
(Miró Quesada, 2012a), ya FMQ mostraba con claridad cuál era el contexto que
enfrentaba y la interrogante que debía responder. Dicha presentación no dista
mucho del artículo publicado en Dianoia de 1962 y del libro Apuntes de 1963. Lo
que deja en claro no es solo que dicho contexto le es evidente, sino que además lo
interpela de una manera significativa. Voy a explicitar dicho contexto con cuatro
características que FMQ reconoce y enuncia.
significativa, sucede a partir de los trabajos de Kurt Gödel. Aunque podría parecer
que esta revolución solo sucede en el ámbito de la lógica o de la matemática,
y FMQ es prudente antes de hacer cualquier extrapolación anticipada, es cierto
sin embargo que los teoremas de Gödel han realmente provocado toda una
revolución en las posibilidades de la ciencia. La indecidibilidad, la inconsistencia
o la inderivabilidad pueden ser rasgos innegables de las teorías de las matemáticas
clásicas y, a partir de ello, de las ciencias que de ellas dependen.
escépticos como manifestaciones de una razón impura, y le dedica a esta una gran
sección del libro. Una definición general de estos escépticos dice que son los que
sostienen que es imposible saber si se puede o no fundamentar racionalmente
nuestros conocimientos (Miró Quesada, 2012g, p. 38). Con dos notas quisiera
comentar las expresiones de FMQ respecto de los escépticos. En primer lugar,
cuando nuestro autor observa el alcance del escepticismo, lo reconoce desde los
pirrónicos hasta el segundo Wittgenstein. De Wittgenstein dice que las sutilezas y
profundidad de sus argumentos muestran una nueva vida para el escepticismo, de
allí la importancia de discutir las tesis presentadas en Investigaciones filosóficas
(Wittgenstein, 1988). También es resaltable el hecho de que FMQ ve un canto de
victoria demasiado apresurado por parte de todos los escépticos contemporáneos.
Este es un aspecto importante que discutiremos más adelante, pero que vale la
pena reconocer como parte de este contexto. Lo que se está resaltando es la manera
en cómo la mayoría de los modelos escépticos contemporáneos —historicismos,
pragmatismo o relativismos— ven la situación de crisis del racionalismo como
una expresión de su victoria definitiva. Miro Quesada nota ese canto de victoria
anticipado y más bien lo reconoce como parte de este contexto más general.
admiraba ese estilo de hacer filosofía y aunque él mismo produjera textos de ese
nivel de rigor en las formalizaciones, no por ello desmerecía lo que él llamaba la
‘filosofía literaria’ (Miró Quesada, 1966). FMQ vio entre estos últimos a insignes
filósofos peruanos por quienes guardó siempre una enorme admiración. Entre
ellos destacaba a Alejandro Deustua y a Mariano Iberico, siendo este último uno
de sus profesores por quien más cariño sentía. Era pues perfectamente consciente
de esta bifurcación que se abría en la filosofía, pero vio más bien posibilidades en
ella y no razones para el menosprecio o la exclusión.
explican la realidad cultural que FMQ debía enfrentar y desde la cual buscaba
obtener una respuesta satisfactoria.
ya que ellos defienden una especie de filosofía impura. FMQ explica esa impureza
como el intento de una razón que deslegitima a la razón misma. Los escépticos, los
que pregonan el derrumbe de la razón, en el fondo lo que están intentando hacer es
mostrar, con la razón, la incapacidad de la propia razón. En sus propias palabras,
Nos quedan dos cuestiones a tratar: a) cómo es que este argumento contra
los escépticos puede entenderse como un fundamento pragmático; y b) por qué la
victoria de los escépticos significaría la muerte de la filosofía. En el primer caso,
debemos reconocer que el argumento de FMQ dice algo así: la razón no puede
derrumbar a la razón. El filósofo está mostrando una falacia en el argumento
escéptico, una falacia de circularidad. Si el escéptico debe usar la razón, y no hay
otra alternativa, entonces no puede demostrar la incapacidad de la misma razón,
pues en ese caso caería en una paradoja.
Cuando FMQ escribe su Esquema para una teoría de la razón —no una
teoría de la razón, pues no cree concebirla plenamente—, él considera en dicho
esquema la presentación de los principios de la razón. Así define como principios
de la razón: el principio de no-arbitrariedad, el principio de seguimiento, el
principio de creatividad y el principio de unidad. El desarrollo de estos principios,
su defensa y reconocimiento, son su verdadera lucha contra el escepticismo. No
obstante, como él mismo lo planteó, es solo el principio de no-arbitrariedad el
que puede universalizarse, solo dicho principio es el resquicio mínimo de ese
programa ambicioso del racionalismo clásico. La tensión en FMQ se presenta
justamente por esa disyuntiva: el racionalismo no puede sostenerse ante un
contexto tan adverso como el que hemos comentado anteriormente, pero tampoco
está en disposición para aceptar su final definitivo. Entonces aparece la respuesta
tímida, pero honesta: no se salva el racionalismo clásico, pero sí un tipo especial
de racionalismo. Un racionalismo que conserva “un mínimo de universalidad
y necesidad” como instrumento fundamental del conocimiento científico. Si la
premisa es que, de vencer el escepticismo, es la filosofía misma la que conocería su
final, entonces no puede negarse alguna forma de sobrevivencia del racionalismo.
Así lo concibe FMQ y establece que ese tipo de racionalismo que sobrevive es “la
creencia de que, aunque de manera imperfecta, la razón permite fundamentar un
campo muy grande, y siempre en aumento, de conocimientos cuyo poder suasorio
es prácticamente universal” (Miró Quesada, 2012f, p. 126).
Otro aspecto que es importante considerar para entender por qué nos
enfrentamos a una cuestión más pragmática y vital que meramente teórica, es
ver el lugar que ocupan las disquisiciones sobre la razón dentro del sistema de
pensamiento de FMQ. En un texto de 1986 titulado “La filosofía como actividad
racional”, FMQ confiesa muy sintéticamente algo que lo ha expresado en
diferentes otros textos. Dice que todo el problema de la razón y del conocimiento
es “solo un procedimiento metodológico” (Miró Quesada, 2012e, p. 97). Es
decir, que el problema de la razón nos prepara para el verdadero problema de la
filosofía, que no es otro que el problema del hombre. La filosofía toda se resume
cuando decimos que ella es la posibilidad misma de preguntarnos por el sentido
de la vida, del mundo, del ser humano y de Dios. Las preguntas epistemológicas,
es decir, aquellas que nos enfrentan al problema de la posibilidad de alcanzar
respuestas universales y objetivas por parte de la razón, no son sino preguntas
metodológicas que nos ayudan a reconocer nuestros reales límites ante las otras
preguntas antropológicas más fundamentales. El problema en el fondo no era
pues el problema de la razón, este era solo un paso previo para encarar luego la
pregunta vital. Una respuesta negativa ante el problema de la razón, cierra toda
posibilidad de desarrollo para la cuestión antropológica y entonces la filosofía
pierde sentido y la vida misma del filósofo se perjudica con ella.
en sí todas las verdades o el sentido de todo lo correcto y que sirve de último criterio
de lo que debe ser nuestra vida concreta. El proyecto racionalista se enfrascó en
la búsqueda de los principios básicos de dicha razón para hacerla más a nuestro
alcance, pero al sentir toda la objeción de los modelos kantianos, en cuanto a las
posibilidades de la propia razón para autorreflejarse, una salida poskantiana fue
rebuscar en el corazón mismo de las matemáticas esa respuesta. En gran medida, el
proyecto de FMQ bebe de la misma expectativa que animó los trabajos de Russell,
Frege o el primer Husserl: transparentar los principios básicos de la razón a partir
del análisis de los fundamentos de las matemáticas. Mi forma de encarar el problema
es distinta. Me siento más en deuda con autores como Charles Peirce, John Dewey,
William James, Charles Darwin, el segundo Wittgenstein o Thomas Kuhn, y creo
que lo que ellos nos han enseñado es que a la razón se la entiende en su ejercicio y
no fotográficamente. En otras palabras, si nuestro interés es reconocer los principios
de la razón, estos no pueden ser buscados de manera a priori, pues ellos se han ido
presentando de manera evolutiva como respuesta a las urgencias concretas de la vida
del ser humano en una naturaleza que le fue hostil y desafiante.
Deseo afianzar aún más mi argumento y para ello añadiré ahora una
reflexión ontogenética de clara raigambre piagetiana. Consideremos, pues, el
desarrollo de la razón en el ser humano, desde la niñez y su camino hasta la adultez.
Nuevamente deseo mostrar que en dicho desarrollo lo que se revela es un carácter
pragmático y limitado de esta. El esquema básico sobre el cual parece haberse
manifestado la razón a lo largo del recorrido se nos presenta como partiendo de una
necesidad, movido por un interés y alcanzando un punto de satisfacción flexible
en el cual pragmáticamente se puede reconocer una superación de la urgencia
práctica. Tal esquema es posible reconocerlo en el infante cuando construye
su espacialidad en su primer año de vida, por la formación de los significados
en los niños entre los 2 y 3 años, los escolares que elaboran su aprendizaje o
los adolescentes que resuelven problemas abstractos. En todos estos casos, el
esquema es casi el mismo. El punto de partida siempre es una situación que se
percibe como una urgencia de carácter práctico (la necesidad de desplazarse, la
necesidad de la comunicación o el conflicto cognitivo creado por el profesor).
Por lo mismo, parece claro también que siempre hay una motivación interesada.
Conclusión
Referencias bibliográficas
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Rorty, R. (1996). Consecuencias del pragmatismo. Madrid: Tecnos.
Introducción
Existe un hilo capaz de entretejer lazos estéticos entre las distintas producciones
artísticas: la sensibilidad. Como nudo primario que inicia toda mediación, lo
sensible permite que las artes puedan compartir, apropiar y migrar sus formas de
una disciplina a otra, para potenciar su expresión, su subjetividad y su capacidad
sensitiva. Tal ha sido el caso de la plasticidad y lo poético, saberes que desde la
antigua retórica hasta la crítica moderna han estrechado sus fronteras en torno
a un lenguaje unísono. De ello dieron cuenta los griegos y romanos, puesto que
“según Plutarco, es el poeta Simónides de Ceos en el siglo VI a. C. quien defendió
la pintura como ‘poesía muda’ y la poesía como ‘pintura que habla’” (Agudelo,
2012, p. 76), enhebrando con ello a la teckné y la rhetorikè al presentarlas como dos
operaciones posibles de un mismo artesano-creador. Por consiguiente, tomando
como base La Poética de Aristóteles, Horacio desarrollará su Ars Poetica, donde
declara que “poeta y pintor son hacedores de imágenes” (Agudelo, 2012, p.
77). Sin embargo, su “ut pictura poesis (como la pintura es la poesía) sentaría
las bases de una discusión que se ha mantenido hasta nuestros días” (Agudelo,
2012, p. 76). Delimitación y discusión que Gotthold Ephraim Lessing, escritor
alemán ilustrado, asentará como un legado que pronto engendrará un concepto
fundamental para la crítica literaria y artística contemporánea: la écfrasis. Como
apunta Agudelo, Lessing pretende señalar que:
Horacio no está diciendo que la pintura y la poesía sea una misma y
la misma cosa, tampoco que exista una radical diferencia entre ésta y
aquella; más bien, hay una presentación de dos artes particulares que
entran en diálogo según la comparación de Simónides. (2012, p. 77)
una defensa clásica del decoro horaciano: ‘Pues unos que se precian de pintores
/ y ponen sin discurso ni recelo, / y de ellos dijo Horacio que pintaban / en las
olas ciprés, nave en el suelo (239)” (Jiménez, 2007, p. 211). Así, Esquilache se
separa tajantemente del alabado culteranismo de su época, instalándose dentro de
una tradición estética que, hasta nuestros días, suscita innumerables discusiones y
reelaboraciones teóricas. ¿Puede, en este sentido, ser el poeta un pintor sin mutar
hacia una tarea ajena del ámbito lírico?
mori), algunos de sus sonetos generan una écfrasis literaria que pinta, mediante
versos, cuadros imaginarios y visiones reminiscentes a un movimiento pictórico
trascendental: el vanitas. A continuación, analizaremos en dicha tradición tres
sonetos —los números LI, LXXIV y XXXVII—, cuya construcción lírica muestra
la temática barroca del desengaño desde una mirada plástico-lírica.
Así, puesto que “estas dos tradiciones, una literaria y la otra visual, se
desarrollaron simultáneamente y llegaron a un auge durante la época del Barroco”
(Quintero, 2018, p. 148), es posible observar que el Príncipe de Esquilache elabora
una serie de écfrasis literarias que apuntan a la construcción de un vanitas ilusorio,
elemento que le permite potenciar la transmisión lírica del tópico del desengaño.
Conclusión
Así, desafiando los límites del signo, su legado sale de las sombras
demostrando que el arte es un hacedor misterioso, uno que mueve las fibras de lo
sensible y lo sensitivo en torno a la reflexión activa. La metáfora del desengaño
no queda encasillada entre las pinceladas o los versos, sino que se imprime en el
alma de nuestros cuerpos. Nos invita a contemplarnos desde un reloj de arena,
en la aurora, en los valles y ríos como seres de polvo. Al rehabilitar la mirada en
torno a este fantasma de las letras coloniales, su rostro espectral nos devuelve en
el reflejo de sus écfrasis la visión de nuestra propia calavera. Ojos que hoy leen y
miran la belleza del arte, ojos que serán consumidos por las brasas de la muerte
y su ceniza helada.
Notas
1 Como señala Gili Gaya: “Sedano publicó poesías suyas en los tomos 4º, 8º y 9º de
su Parnaso español, incluyéndolo hiperbólicamente entre los nueve grandes líricos de
España, al lado de Garcilaso, fray Luis de León, Lope de Vega, los dos Argensola,
Quevedo, Rebolledo y Villegas” (1961, p. 255).
2 Como señala Riffaterre: “por el contrario, la écfrasis literaria busca su admiración: al
Letras-Lima 90(132), 2019 225
La palabra como pincel del desengaño: la écfrasis y el vanitas en tres sonetos del Príncipe del
Esquilache
ser una variedad del encomio, se convierte de hecho en un blasón de la obra pictórica”
(2008, p. 162).
3 Definidos por Alberdi Soto como aquellos “ejercicios preparatorios de oratoria escritos
por los rétores griegos entre los siglos I y IV d. C” (2016, p. 23).
4 Como señala el Diccionario Akal de Mitología Universal: “Hija de Sitón, rey de Tracia;
sucedió a su padre, hospedó a Demofonte tras un naufragio (según otros a Acamante) y
se prendó de él siendo correspondida. Como Demofonte (o Acamante) debía regresar a
su patria para reorganizar la vida política de Atenas, prometió a Filis que retornaría el día
establecido para la boda. Ya que no llegó ese día, la chica, creyéndose abandonada, se
ahorcó presa de la desesperación. Atenea, conmovida por tanto sacrificio, la transformó
en almendro. Demofonte (o Acamante) regresó al día siguiente y, al no encontrar a su
amada, se abrazó al árbol y lloró desesperado. Desde aquel día las ramas desnudas del
almendro se recubrieron de ramilletes de flores blancas además de las hojas” (Mestica,
1998, p. 108).
Referencias bibliográficas
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Gili Gaya, S. (1961). La obra poética del Príncipe de Esquilache. Nueva Revista de
Resumen
El presente trabajo aborda el tratamiento descriptivo de las perífrasis de
gerundio más recurrentes en el español hablado por los niños del distrito
de La Mar (Ayacucho), cuya variante dialectal corresponde al castellano
andino propiamente dicho (Escobar, 1978). De entre las construcciones
presentadas destaca la perífrasis estar + gerundio, tanto por su recurrencia
como por su funcionalidad; esto es, el verbo “estar” como verbo auxiliar
puede combinarse con cualquier otro verbo del español y producir,
por tanto, una gama variada de construcciones perifrásticas altamente
funcionales. Presentamos, asimismo, algunas otras construcciones que, si
bien no alcanzan una gran funcionalidad, resultan características de esta
variedad de español, fuertemente influida por el sufijo -chka del quechua.
Palabras claves: Castellano andino; Morfosintaxis; Perífrasis verbales;
Gerundio
Abstract
This paper deals with the descriptive treatment of the most recurrent
gerund periphrasis in Spanish spoken by children of the district of La Mar
(Ayacucho), whose dialectal variant corresponds to the Andean Spanish
(Escobar, 1978). Among the presented constructions, the periphrasis to be
+ gerund stands out as much for its recurrence, as for its functionality; that
is, the verb “to be” as an auxiliary verb can be combined with any other
verb from Spanish and thus produce a varied range of highly functional
periphrastic constructions. We present, also, some other constructions that,
although they do not reach a great functionality, are characteristic of this
variety of Spanish, strongly influenced by the suffix -chka of Quechua.
Keywords: Andean Spanish; Morphosyntax; Verbal periphrasis; Gerund
Recibido: 17.04.19 Aceptado: 23.09.19
Introducción
La perífrasis verbal
Este término alude a una situación de reunión de dos o más verbos que funcionan
como uno solo: ambos forman una unidad estructural en la que ninguno es
complemento del otro, pero sí se puede establecer entre ellos una relación de
apoyo gramatical en la que uno es indispensable para el pleno funcionamiento del
otro; de allí las reconocidas denominaciones de verbo auxiliar para el primero y
verbo auxiliado o principal para el segundo. Como entidad unitaria y autónoma,
él se constituye en el núcleo de uno de los dos componentes de la oración, la frase
verbal o predicado y, funcionalmente, no acepta su segmentación en unidades
independientes. El verbo auxiliar aparece conjugado y conlleva los morfemas
flexivos de persona, número, tiempo y modo; en cambio, el verbo principal
adopta la forma no personal, pues no conlleva marca morfológica alguna. Este
puede aparecer en las formas de infinitivo, gerundio o participio, lo que permite
clasificar a estas construcciones como perífrasis verbales de infinitivo (1a),
gerundio (1b) o participio (1c).
(1a) Deben esperar
(1b) Están jugando
(1c) Ha llegado
En esta complejidad estructural, la información de carácter aspectual,
que describe la manera como se desarrolla el evento verbal, no reside en los
morfemas flexivos del verbo auxiliar, sino en el contenido mismo del léxico. Así,
mediante los elementos léxicos, es posible discriminar los diferentes momentos
del desarrollo verbal: el infinitivo describe el evento verbal en su punto de
partida, denota su carácter virtual; el gerundio refiere la acción en su desarrollo;
el participio informa de la culminación reciente del evento.
La perífrasis de gerundio
Reconocimiento sintáctico
No son pocos los casos que muestran la alternancia posicional del sujeto,
sobre todo cuando se trata de verbos con enclíticos:
138), solo “expresiones del tipo estar, venir, ir, seguir, más gerundio constituyen
en castellano el único sintagma gramatical que marca explícitamente, con
exclusividad, el contenido significativo de derivación verbal”. Gómez Torrego
(1988, citado por Yllera, 1999) considera perifrásticos muchos empleos de
<estar, andar, llevar, ir, venir + gerundio>; semiperifrásticos algunos empleos de
<quedar(se) + gerundio> y no perifrásticos, pero con rasgos que los aproximan a
la perífrasis, los empleos de <empezar, comenzar, acabar y terminar + gerundio>.
Clases
a) Andar + gerundio
b) Decir + gerundio
c) Estar + gerundio
d) Ir + gerundio
e) Seguir + gerundio
(12) Allí nomás me dijo: “este tu hermano no vale, mejor que no ande
diciendo” —dijo.
Es la perífrasis de uso más extendido, pues el verbo “estar” como auxiliar, en sus
diversas formas conjugadas, puede aparecer acompañando a una gran variedad de
verbos en gerundio, tanto transitivos como intransitivos. Como es característico,
presenta la acción verbal en su desarrollo coincidente con el tiempo verbal
expresado por el verbo auxiliar (presente, pasado o futuro):
del español, parece ser por el fuerte influjo del sufijo -chka del quechua. Así, en el
quechua ayacuchano, el sufijo -chka indica que una acción se halla en proceso y
equivale a la construcción progresiva del español en tiempo presente (Soto, 1993,
p. 113):
(18a) Siempre las chibolas son envidiosas y dicen diciendo que eres
hambrienta...
(19a) Por eso ha dicho diciendo: “No voy a jugar con ustedes”.
(20a) “Jesús, padre mío, allí estás... Yo soy tu hijo” —diciendo decía.
1. Acción en desarrollo
2. Acción habitual
(23d) De ahí los niños están cantando, están bailando (cantan, bailan).
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Resumen
El objetivo principal de este trabajo es analizar los procedimientos
autoficcionales presentes en La tumba del relámpago de Manuel Scorza
(1979). En primer lugar, se delimita el concepto de autoficción para luego
examinar los mecanismos autoficcionales empleados por el escritor con la
finalidad de resaltar temas como el pacto ambiguo, la memoria, el recuerdo
y la representación del autor en el mundo ficcional de la novela. Se concluye
que el relato autoficcional presenta un pacto ambiguo que relaciona hechos
ficcionales y verdaderos, al igual que permite la existencia de un doble nivel
de enunciación en el que se intercalan un nivel onírico y uno histórico al
momento de narrar la historia de las rebeliones campesinas.
Palabras claves: Manuel Scorza; La tumba del relámpago; Autoficción;
Memoria
Abstract
The main objective of this work is to analyze the autofictional procedures
present in La tumba del relámpago of Manuel Scorza (1979). In the first
place, the concept of autofiction is delimited to then examine the autofictional
mechanisms used by the writer in order to highlight themes such as the
ambiguous pact, memory and the author’s representation in the fictional
world of the novel. It is concluded that the autofictional story presents an
ambiguous pact that relates fictional and true facts, and allows the existence
of a double level of enunciation in which an oniric level and a historical
level are interspersed when narrating the history of peasant rebellions.
Keywords: Manuel Scorza; La tumba del relámpago; Autofiction; Memory
Recibido: 11.02.19 Aceptado: 19.09.19
Introducción
Las llamadas escrituras del yo han tenido un amplio desarrollo en años recientes,
especialmente desde la década de 1980, época en la cual surgieron una serie
de textos que representan un nuevo acercamiento a la práctica literaria1. Según
El ciclo novelesco creado por Manuel Scorza incluye cinco novelas que tratan
sobre las rebeliones campesinas ocurridas en los Andes centrales en la década
de 1960: Redoble por Rancas (1970), Garabombo, el invisible (1972), El jinete
presentes en La tumba del relámpago entre los que se destacan, por un lado, la
estrecha relación entre ficción y realidad propuesta por la novela con base en
la ambigüedad del pacto autoficcional, así como la construcción de un relato
coherente a través de la memoria y la escritura de recuerdos.
La tumba del relámpago inicia con el regreso del abogado Genaro Ledesma a
Cerro de Pasco con la finalidad de luchar por la causa de los campesinos. Como
los protagonistas de las novelas que componen los cinco volúmenes del ciclo,
Ledesma ha permanecido también un tiempo en prisión, espacio habitual en
el que se comparten los reclamos y se toma conciencia de los problemas de la
comunidad. Si en las novelas previas se intenta mostrar un acercamiento distinto a
la crítica realidad que viven los campesinos de los Andes centrales a través de los
héroes de la comunidad mitificados, en el caso de Ledesma se trata de un abogado
con convicciones políticas firmes que no posee un don sobrenatural. A diferencia
de Chacón, Garabombo, Herrera y Agapito Robles, personajes centrales de las
novelas del ciclo, Ledesma cuenta con un título universitario, diferencia que,
sumada a la extracción del personaje —nació y estudió en el norte del país—, le
otorga una visión distinta de los problemas y abusos que sufren los campesinos y
sus posibles soluciones.
ciclo de cinco libros, casi dos mil páginas, sin una idea [...]” (en González, 2009).
El trabajo reconstructivo y organizador de la memoria se asocia al recuerdo, a
fin de evitar una crónica que solo denuncie los hechos presentados y deje de
lado su componente literario. Es verdad que el escritor mantiene un compromiso
claro con una causa que considera justa; no obstante, según sus propias palabras,
el “compromiso que un escritor tiene que tener fundamentalmente es con la
literatura” (González, 2009).
Conclusiones
Notas
1 El contexto en que las escrituras autobiográficas se han desarrollado permite observar
el interés en unas prácticas que, ante todo, se centran en la propia individualidad y que,
en su puesta por escrito, plantean nuevas interrogantes. Al ser formas, en cierto sentido,
libres de toda atadura de construcción y estilo, en ellas se busca contar la historia de
una vida como retazos temporales, en el caso del diario, o hallar el sentido completo
de su existencia, como en el de la autobiografía. Para algunos autores, como Paul de
Man y Georges Gusdorf, las escrituras autobiográficas intentan una tarea abocada a un
imposible, pues usan la palabra escrita como mediador entre la conciencia y el texto,
la cual finalmente no muestra al ser en sí, sino más bien el intento de una racionalidad
de poner orden en su propia existencia, buscando lograr esa “transmutación de la
autoconciencia en escritura del yo” (Gusdorf, 1991, p. 13).
2 De aquí en adelante, todas las referencias a la bibliografía que citamos en francés son
traducciones propias.
3 Aunque Scorza se mostró en desacuerdo con la denominación de novelista indigenista,
que estimaba restrictiva con relación a la valía de un escritor, se consideraba heredero
de José María Arguedas, pues este fue el primero que escribió desde el interior de la
sociedad indígena (Perlado, 2004).
4 De aquí en adelante solo citaremos el número de página para referirnos a la novela La
tumba del relámpago (Scorza, 1979).
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González, J. (2009). “La guerra silenciosa”: función del mito y la confluencia entre
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Juan Carlos Rojas Rúnsiman
Resumen
Este artículo describe y analiza, desde la perspectiva lingüística y literaria,
los recursos expresivos, literarios y lingüístico-comunicativos en el huayno
ancashino, una manifestación tradicional andina en la que se combinan
poemas populares quechuas y la música tradicional rural. El estudio de fue
nivel descriptivo y abordado con enfoque cualitativo. La data recolectada
demuestra que el arte verbal quechua en el huayno ancashino evidencia el
uso de diferentes recursos léxicos, expresivo-comunicativos y literarios
para manifestar diferentes aspectos de la vida, la muerte y el amor con sus
múltiples facetas. En la composición de los versos se evidencia procesos
de resemantización y nuevos giros semánticos que adquieren las palabras
y expresiones, uso de préstamos lingüísticos y alternancia de códigos,
presentadas poética y metafóricamente. De esta manera, el huayno ancashino
interpreta poética y artísticamente el sentir y las vivencias de sus gentes y se
constituye en la riqueza cultural ancashina.
Palabras claves: Quechua; Arte verbal; Huayno; Recursos lingüísticos y
literarios
Abstract
This paper describes and analyzes, from the linguistic and literary
perspectives, the expressive, literary and linguistic-communicative resources
in the Ancash huayno, a traditional Andean manifestation in which Quechua
folk poems and traditional rural music are combined. The research was
descriptive and approached with a qualitative approach. The data collected
demonstrates that the Quechua verbal art in the Ancash Huayno evidences
the use of different lexical, expressive-communicative and literary resources
to manifest different aspects of life, death and love with its many facets. In
the composition of the verses it is evident processes of resemantization and
new semantic turns that acquire words and expressions, use of linguistic
loans and code switching, expressed poetically and metaphorically. In this
way, the Ancash huayno songs poetically and artistically interprets the
feelings and experiences of its people and constitutes the Ancash cultural
richness.
Key Words: Quechua; Verbal art; huayno; Linguistic and literary resources
Introducción
van en sintonía y ritmo de la música (Julca & Smith, 2005; Julca, 2009b, 2009c;
Julca & Julca, 2016). En suma, en Áncash, el huayno ha llegado a constituirse
en un referente cultural, que además de ser un juego artístico, poético y musical,
involucra todo un pensamiento y una forma de vida.
Métodos y materiales
Resultados
1. Diversidad temática
de la naturaleza tienen vida, sienten, sufren, se alegran como los seres humanos,
por ello son tratados por el hombre como seres humanos y se comunican
recíprocamente (Julca, 2009a, 2010). Por limitaciones de espacio, en lo que sigue
se presenta solo algunas muestras de la diversidad temática del huayno ancashino.
En los siguientes ejemplos, en el primer caso se observa el diálogo entre el hombre
y un ave (zorzal ‘yukis’); en el segundo, la invocación que hace el hombre a una
planta medicinal, la escorzonera:
(2) Yukis, yukis, qiri siki yukis; Zorzal, zorzal, zorzal con ano lleno de costra;
tamyariptin, usyariptin, cuando llueve, cuando escampa la lluvia,
¡Por Dios! ¡Por Dios! ¡Por Dios! ¡Por Dios!
nimarqayki. Me dijiste.
(‘Waychaw’, Anónimo)
(3) Escorzonera,
yerba del campo
como me dices
que eres remedio.
Si eres remedio
cura mis males
si eres veneno
quítame la vida.
(‘Escorzonera’, Anónimo)
(‘Qatiraykanqaachaw’, Anónimo)
1976, p. 73). Si bien, la métrica fue una de las características de la poesía española,
también este recurso literario está presente en el huayno ancashino. Veamos el
siguiente texto:
Discusión
humor (9) y (10); erotismo (7) y (13), sexualidad (7) y (12); perseverancia (16) y
venganza (17). Esta pluralidad temática es expresada artísticamente fundada en
los grandes valores y principios de la cultura andina. Las características temáticas
recurrentes en el huayno ancashino también las encontramos en los trabajos de
Den Otter (1985) Rosales (1991, 2009), Villafán (1992), Julca (2009b), Montoya
(2013) y Julca & Julca (2016). Es importante subrayar que el contenido temático
de las canciones cambia de canción a canción, pero también pueden cambiar al
interior de una misma canción (20). Es decir, las estrofas pueden abordar temas
diferentes, por ejemplo, la fuga, por lo general, desarrolla un tema diferente al
resto de las estrofas. Por lo tanto, la variedad temática del huayno ancashino se
expresa en las canciones e incluso al interior de cada una de las canciones.
Conclusiones
El quechua como toda lengua natural del mundo tiene suficientes recursos
expresivos, literarios y lingüístico-comunicativos. Así, en el huayno ancashino
tradicional, el quechua registra rasgos lingüísticos universales de igual o
similar consistencia que otras lenguas de prestigio para transmitir no solo
lingüísticamente, sino también estética y literariamente los elementos linguo-
culturales del pueblo andino. Por consiguiente, el quechua permite la elocuencia,
los juegos de palabras, los procedimientos retóricos; la excelencia estética de los
mensajes como se evidencia en el huayno ancashino.
Notas
1 José María Arguedas, afirma: “el indio sabe expresar sus sentimientos en lenguaje
poético; demostrar su capacidad de creación artística y hacer ver lo que el pueblo crea
para su propia expresión, es arte esencial. (…) Los que hablamos este idioma sabemos
que el kechwa supera al castellano en la expresión de algunos sentimientos que son los
más característicos del corazón indígena: la ternura, el cariño, el amor a la naturaleza.
(…) El kechwa logra expresar todas las emociones con igual o mayor intensidad que el
castellano. (…) El kechwa es un idioma suficientemente rico para la expresión del hombre
superior. En circunstancias propicias podrá dar una gran literatura” (1986, p. 28-30).
2 En general, el estudio del huayno ha merecido la atención de artistas, folcloristas,
etnomusicólogos, antropólogos, entre otros. Dichos estudios acerca del huayno se han
concentrado mayormente en el aspecto musical (rítmica, armonía, melodía), la danza y
los procesos evolutivos de cambio que lindan entre lo tradicional y lo moderno (véase Den
Otter, 1985; Romero, 1985; Vásquez y Vergara, 1990; Roel, 1990; Carrasco, 2003; entre
otros). No obstante, Mendívil (2004) señala que “se puede observar al huayno como un
fenómeno social y no solo como una pieza musical con determinados patrones melódicos
o rítmicos” (p. 37). Por nuestra parte, consideramos el estudio del huayno, además de su
concepción y estudio como música, danza y fenómeno social, también amerita una mirada
y análisis del uso del lenguaje desde la perspectiva linguo-literaria.
3 Las nuevas generaciones practican el huayno moderno o híbrido interpretado mayormente
en castellano con contenidos temáticos que escapan al mundo cultural andino. Asimismo,
se observa cambios notorios en la armonía, en la rítmica y en la melodía. Los innovadores
usan instrumentos musicales electrónicos modernos (órgano, arpa, guitarra eléctrica,
baterías electrónicos), se presentan con bailarinas con diminuta vestimenta, etcétera. En
dicho proceso, han surgido mixturas como los huaynos ‘híbridos’ que han incorporado
elementos de la cumbia e, incluso, del rock (véase Mendívil, 2004 y Zevallos-Aguilar,
2016). Al respecto, Carrasco (2003) refiere que los géneros musicales han sufrido muchos
cambios; en dicho proceso, los innovadores han realizado adecuaciones, renovaciones
y reinventos para los tiempos actuales con la finalidad que prosiga así su vigencia en
el gusto de las nuevas generaciones. Por consiguiente, como refiere García (1995), los
cambios se dan “como referente histórico y recurso simbólico contemporáneo” (p. 257).
4 Anita Fajardo, siguiendo a la canta-autora Estrellita de Pomabamba, hoy ha popularizado
a nivel regional y nacional, el chimaychi, una de las variedades del huayno ancashino que
se canta y baila en la zona norte de Conchucos, principalmente, en Pomabamba.
5 Ortiz (1997, p. 335), al analizar los cantos quechuas de Arguedas, afirma que dichos cantos
referidos a los amores bucólicos utilizan metáforas en que se describe las aventuras como
salvajes y silvestres.
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Letras-Lima 90(132), 2019 284
Félix Julca Guerrero, Laura Nivin Vargas
RESEÑAS
El análisis que en este libro realiza la autora, acucioso y lúcido, tiene dos anclajes
fundamentales en términos metodológicos: la semiótica y la hermenéutica.
Semiosis y hermenéusis nos indican que se estudia el objeto de trabajo en su
dimensión estrictamente literaria y como fenómeno sociocultural. El trabajo está
conformado por un texto introductorio, cinco capítulos y conclusión.
50, así como la definición del corpus poético que comprende; revisa la crítica en
torno a dichos poetas, el marco sociocultural en que realizan su trabajo y la actitud
de estos frente a su realidad. Al abordar “el campo poético puneño de la década
del 50”, siguiendo a Antonio Cornejo, hace un llamado a repensar la historia
literaria del Perú, de manera que sea incluyente respecto de “las manifestaciones
que se alejan de las corrientes del centralismo limeño” (p. 60). En el caso de
la poesía puneña sigue la misma estrategia de reflexión, examinando el proceso
crítico que se ocupa de ella y ensaya la posibilidad de su sistematización. Al cierre
del capítulo apunta que Efraín Miranda, para la crítica limeña que se ocupa de la
generación del 50, es prácticamente un poeta inexistente, mientras que para los
puneños es figura relevante.
de Guissela Gonzales es una respuesta al reclamo que Antonio Cornejo Polar hizo
con respecto al quehacer crítico latinoamericano en los rubros de: rigor científico
y metodológico, adecuación a la peculiaridad de la literatura latinoamericana e
integración al proceso de liberación social. Por todo lo anterior, este libro no solo
es pertinente y fundamental para los estudios literarios del Perú, sino que lo es de
manera sustantiva para los estudios literarios en general, ya que su metodología
y sobre todo su objeto de estudio tienen un valor incuestionable en el ámbito
universal de la literatura.
Rolando Álvarez
Universidad de Guanajuato, Guanajuato, México.
Contacto: jr.alvarez@ugto.mx
https://orcid.org/0000-0003-1741-9708
La reciente publicación de Marco Curatola nos centra en el estudio serio del mundo
andino, el cual recoge artículos de investigación que versan sobre temas de género,
política, mito, cerámica, religión, imagen, representación, historia y lengua en los
Andes. El texto recoge 26 artículos de investigación y uno de presentación. El
primero a manera de introducción es del mismo editor, quien orienta al lector sobre
el contenido del material que se ofrece en el texto. Así, se indica que los trabajos
presentados responden a la invitación de destacados especialistas investigadores
del mundo andino y que participaron en el Seminario Interdisciplinar de Pisac,
simposio organizado por el Programa de Estudios Andinos (PEA), dirigido por
el mismo editor, y en el que se discutieron temas y propuestas de investigación
focalizados en las sociedades indígenas de los Andes. Para los propósitos del
libro, Curatola explicita que solicitó a sus colaboradores ceñirse a un texto breve
de análisis sobre cualquier tema del pasado o del presente del mundo andino y en
el que puedan incluir su propia producción en la bibliografía. Por ello, el texto es
fácil de manejar. El lector puede encontrar textos cortos sobre temas relevantes
con una estructura de redacción sumamente cuidada y respaldada en fuentes de
documentación de primera mano. Según confiesa el editor, este proyecto empezó
el 2017 y vio su resultado en 2019.
quechua no hay indicación alguna. Cabe señalar, que sepamos, hasta ahora no ha
habido un texto como el presente que reúna tantos estudios y estudiosos sobre el
mundo andino tan bien formulado y atractivo. Felicitamos al doctor Curatola y
esperamos que pueda confeccionar y reunir prontamente un trabajo similar a este.
En su estudio preliminar, Sofía Pachas señala que el “mensaje que deja la historia
de Zoila Aurora Cáceres y el colectivo Feminismo Peruano es el de la lucha sin
tregua, con valentía y persistencia, batalla que es imposible ignorar y que hoy, ad
portas del Bicentenario de la Independencia del Perú, reclama ser contada en su
verdadera dimensión”. Este libro cumple a cabalidad el propósito que destaca la
autora a través de una profunda investigación, donde se entrelazan las voces de
quien relata con la de Zoila Aurora Cáceres y las de otras mujeres, gracias a una
importante selección de cartas y documentos.
estipulaba en su Art. 14.º los requisitos para ser ciudadanos: “Ser peruano. Ser
casado, o mayor de veinticinco años. Saber leer y escribir. Tener algún empleo o
industria o profesar alguna ciencia o arte”. Las Constituciones de 1828, 1834 y
1839 son aún mucho más explícitas al establecer en el Art. 4.°: “Son ciudadanos
peruanos todos los hombres libres nacidos en el territorio”. Mientras que el
Código Civil de 1852, además de no reconocerlas como ciudadanas, en su Art. 28
señala expresamente que las mujeres casadas dependen de sus maridos al igual
que los hijos menores dependen de sus padres. Recién en la Constitución Política
de 1933, y gracias a la lucha de las mujeres, el Art. 86 les otorgó el voto en
elecciones municipales, derecho que no pudieron ejercer hasta 1963 debido a las
interrupciones del proceso democrático.
Así como poetiza el escritor Juan Ojeda en su poema “Soliloquio”, que parte
de guía para el título del novísimo libro editado por el poeta y académico Paolo
de Lima, nosotros, quienes nos hemos sumergido en estos veinticuatro ensayos
cortos, nos damos cuenta de la sobrecogedora verdad: “lo real es horrenda fábula”.
Con esta premisa de lo real, el horror y el carácter literario, es donde se fundan
las bases para entender el proceso analítico de los académicos que durante las
clases del doctorado de Literatura Latinoamericana en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos lograron con atinada sagacidad penetrar en los avatares que
muestran las manifestaciones literarias en torno al periodo de la violencia interna
en el Perú de finales del siglo pasado.
años ochenta y noventa. Así, nos quedamos con la violencia política e interna,
que deja de lado al gran protagonista históricamente silenciando y quien recibe
el daño colateral desde ambos frentes: el inocente, urbano o rural; los textos nos
muestran que para la violencia son iguales. Ese mismo sujeto que no pertenece ni
entiende las divisiones y frentes desde donde la violencia se materializa en muerte
y destrucción, que por salvarse asistía a las reuniones senderistas, buscado por los
militares y el Estado por lo mismo, “traidor” por no morir y salvarse de ese mismo
Estado que lo pretendía proteger. Ese sujeto que los poetas y escritores toman y
le dan voz. Estos tres sujetos resultantes son la base misma del trabajo reflexivo
y crítico de los académicos en estos ensayos: el vencido (senderista), el vencedor
(Estado/militar) y el inocente.
ausencia y terror. La consecuencia es crear estos discursos por medio del aparato
simbólico no solo desde la dualidad significado-significante, sino desde un tercer
plano: el de la voz. Subsecuentemente, la aplicación de la teoría no es gratuita.
La teoría sirve a los textos y no en sentido contrario. Los autores han podido
interpretar todo el aparato literario de los textos tratados desde la teoría de una
manera que resulte novedosa a las nuevas lecturas del discurso lacaniano.
3. Secciones de la revista
Estudios
l Artículos de investigación
l Artículos de opinión
l Investigaciones bibliográficas
l Estados de la cuestión
La extensión no excederá las 22 páginas, según criterios establecidos para
los manuscritos.
Mauro Mamani Macedo, Carlos Huamán López, Yolanda Ruth Julca Estrada
José María Arguedas: poeta quechua de la transformación
RESEÑAS
Rolando Álvarez
Marco Antonio Lovón Cueva
Sara Beatriz
Letras-Lima Guardia
90(132), 2019 305
Giancarlos Nathanael Peralta Luis