NAVIDAD
NAVIDAD
más conocida por todos es la Navidad, siendo una de las más celebradas y con
mayor peso en la cultura occidental.
¿Qué es la Navidad?
Origen de la Navidad
Breve historia de la Navidad y su evolución
¿Qué es la Navidad?
La Navidad es una fiesta cristiana, siendo considerada como una de las
festividades más importantes de esta religión debido a su gran tradición.
Generalmente se celebra el 25 de diciembre, aunque en algunas religiones como
son algunas vertientes ortodoxas se celebra el 7 de enero.
Con el paso de los años en la Navidad han surgido cada vez mayores tradiciones,
volviéndose un gran evento en todo el planeta basado en el intercambio de
regalos y en determinadas tradiciones familiares como suelen ser los grandes
banquetes, desapareciendo con ello los valores originales de esta festividad.
Origen de la Navidad
Historia de la Navidad
La Navidad es la celebración anual en la que se conmemora el nacimiento de
Jesucristo en Belén según los evangelios de san Mateo y san Lucas.
La Navidad representa para el mundo cristiano el resurgimiento de la esperanza
de salvación que trajo consigo Jesucristo… la rememoración de su mensaje de
amor, paz y redención.
Cada año desde hace aproximadamente 2.000 años, la noche del 24 de diciembre
se festeja la Noche Buena y al siguiente día la Natividad.
Sin embargo, la fecha exacta del nacimiento de Jesús es uno de los tantos
misterios aún por desentrañar acerca de su vida. El año en que ocurrió este
acontecimiento bien pudo ser entre el ocho y el cuatro antes de nuestra era; y en
lo que respecta al día, se dice que los primeros cristianos tenían la creencia de
que había sido un 25, aunque podía haber sido entre marzo y diciembre.
Lo importante para el mundo cristiano era recordar el nacimiento del niño Jesús en
Belén y mantener viva su Palabra, y así, se eligió el mes en que se desarrollaban
las celebraciones más relevantes. En Roma, las Saturnalia eran fiestas dedicadas
al dios Saturno en las cuales abundaban cantos y vinos; las Sigillaria, era la fiesta
de las muñecas; las Brumalia, conmemoraban el nacimiento del sol; las Juvenalia,
eran festivales en honor a la juventud; las Hanukkah eran las fiestas de las luces,
etcétera.
En el año 270, el emperador Aureliano consideró que, si debía fijarse una fecha
para conmemorar la Navidad, ésta debía coincidir con otras festividades entre las
que destacaba la del 25 de diciembre, las Brumalia o renacimiento del Sol. Fue
hasta mediados del siglo IV, cuando la Iglesia Romana determinó esa fecha como
el día de la Natividad y el seis de enero como el de la Adoración de los Reyes
Magos.
¿POR QUÉ SE CELEBRA EL 25 DE DICIEMBRE?
La explicación más consistente de los historiadores es que el origen de la Navidad
estuvo relacionado con una serie de decisiones tomadas por los altos mandos de
la iglesia cristiana en los siglos III y IV. Entre ellas, se considera como la más
determinante, la moción del Papa Julio I en 350 para establecer la navidad el 25
de diciembre. Esto fue decretado 4 años después por el Papa Liberio.
La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como día del nacimiento de
Jesús como estrategia en su proceso de expansión, en el que sistemáticamente
buscó absorber y fusionar sus celebraciones con los ritos paganos de los diversos
pueblos convertidos.
El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día
es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a
costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.
De todos modos, la verdadera historia del origen de la navidad no debe
distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la
esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy
bien que así sea
LOS REGALOS DE NAVIDAD
El origen de esta costumbre de Navidad se remonta a los romanos cuando, en
Saturnalia, también intercambiaban regalos unos con otros. Y como ya te
suponías, no, esto tampoco es una tradición relacionada con el cristianismo.
Obviamente, durante estas fechas, no hacemos ofrendas a Dios, si no que nos las
hacemos a nosotros mismos en forma de regalos, olvidando completamente la
figura de Cristo.
Como indica la biblia, en el momento que los Reyes Magos le ofrecen obsequios
al niño Jesús, es lo que en realidad debería ser la Navidad: unas fechas para
hacer ofrendas a Cristo.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del
oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que
ha nacido?… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y
postrándose, lo adoraron; abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro,
incienso y mirra. (Mateo 2:1-11)
¿Cuál es su respuesta?
¿Qué dice la Biblia acerca de la Navidad?
La respuesta que da la Biblia
La Biblia no revela la fecha en que nació Jesús, ni dice que debamos celebrar ese
acontecimiento. Una reconocida obra de consulta señala: “La celebración de la
Navidad no es un mandato divino, ni tiene su origen en el Nuevo Testamento”
(Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, de John
McClintock y James Strong).
Repasar la historia de la Navidad deja claro que dicha celebración hunde sus
raíces en ritos paganos. La Biblia muestra que si adoramos a Dios de un modo
que él no aprueba, en realidad lo ofendemos (Éxodo 32:5-7).
Historia de las costumbres navideñas
Celebración del nacimiento de Jesús. Los primeros cristianos no celebraban el
cumpleaños de Cristo porque “consideraban estas festividades [...] como reliquias
de las prácticas paganas” (Las cosas nuestras de cada día).
El 25 de diciembre. No hay prueba de que Jesús haya nacido en esa fecha.
Al parecer, los líderes de la Iglesia eligieron una fecha que coincidiera con la
época de las celebraciones paganas del solsticio de invierno.
Regalos, banquetes y fiestas. “Las Saturnales, fiestas romanas que se celebraban
a mediados de diciembre, sentaron en muchos aspectos el modelo para el jolgorio
navideño. De ellas se tomaron, por ejemplo, los banquetes, la entrega de regalos y
el encendido de velas.” (The Encyclopedia Americana.) A este respecto,
el Diccionario de historia de la Iglesia reconoce: “El jolgorio y el intercambio de
regalos tienen origen en el festival romano de las Saturnales (17-24 de
diciembre)”. Además, la Encyclopædia Britannica dice que durante las Saturnales
se suspendían todas las labores.
Luces navideñas. De acuerdo con The Encyclopedia of Religion, las familias
europeas decoraban sus hogares “con luces y hojas perennes de todo tipo” para
celebrar el solsticio de invierno y para protegerse de los malos espíritus.
Y el Diccionario de historia de la Iglesia afirma: “Los arbustos verdes y las luces
vienen de las Calendas de enero (1 de en., el nuevo año) con asociación con el
sol”.
Adornos hechos con acebo y muérdago. “Los druidas atribuían poderes mágicos
al muérdago en particular. Las hojas de acebo eran veneradas como una promesa
del retorno del Sol.” (The Encyclopedia Americana.)
Árbol de Navidad. La Encyclopædia Britannica señala: “El culto a los árboles era
común entre los europeos paganos y sobrevivió a la conversión de estos al
cristianismo”. Una de las prácticas derivadas de este culto es “colocar un árbol de
Navidad a la entrada o en el interior de la casa durante la fiesta invernal”.
La Navidad, ¿es una fiesta cristiana?
“El árbol puede ser tan alto y sus ramas tan extensas como convenga a la
ocasión, con tal que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de
vuestra beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean
vuestros donativos santificados por la oración.
“Las fiestas de Navidad y Año Nuevo pueden y deben celebrarse en favor de los
desamparados. Dios es glorificado cuando damos para ayudar a los que han de
sustentar familias numerosas.
“No adopten los padres la conclusión de que un árbol de Navidad puesto en la
iglesia para distraer a los alumnos de la escuela sabática es un pecado, porque es
posible hacer de él una gran bendición. Dirigid la atención de esos alumnos hacia
fines benévolos. […]
“Los más ricos también debieran manifestar interés y dar regalos y ofrendas
proporcionales a los recursos que Dios les confió. ¡Ojalá que en los libros del cielo
se hagan acerca de la Navidad anotaciones cual nunca se las vio, por causa de
los donativos que se ofrezcan para sostener la obra de Dios y el fortalecimiento de
su reino!” (El hogar cristiano, pags. 439, 440).
“En vista de que el 25 de diciembre se observa para conmemorar el nacimiento de
Cristo, y en vista de que por el precepto y por el ejemplo se ha enseñado a los
niños que es en verdad un día de alegría y regocijo, os resultará difícil pasar por
alto esa fecha sin dedicarle cierta atención. Es posible valerse de ella con un buen
propósito. […] En vez de ser ahogado y prohibido arbitrariamente, el deseo de
divertirse debe ser controlado y dirigido por esfuerzos esmerados de parte de los
padres. Su deseo de hacer regalos puede ser desviado por cauces puros y santos
a fin de que beneficie a nuestros semejantes al suplir la tesorería con recursos
para la grandiosa obra que Cristo vino a hacer en este mundo. […]
Se acerca la época de las fiestas con su intercambio de regalos, y tanto los
jóvenes como los adultos consideran atentamente que pueden dar a sus amigos
en señal de afectuoso recuerdo. Por insignificantes que sean los regalos, es
agradable recibirlos de aquellos a quienes amamos. Constituyen una
demostración de que no nos han olvidado, y parecen estrechar un poco más los
lazos que nos unen con ellos… Está bien que nos otorguemos unos a otros
pruebas de cariño y aprecio con tal que no olvidemos a Dios, nuestro mejor
Amigo. Debemos hacer regalos que sean de verdadero beneficio para quienes los
reciban. Yo recomendaría libros que ayuden a comprender la Palabra de Dios o
que acrecienten nuestro amor por sus preceptos. Proveamos algo que leer para
las largas veladas del invierno” (El hogar cristiano, págs. 436, 437).
“Al terminar el largo viaje que me trajo del este, llegué a casa a tiempo para pasar
la víspera de Año Nuevo en Healdsburg. El salón de actos del colegio había sido
preparado para una reunión de la escuela sabática. Se habían ordenado con buen
gusto guirnaldas de ciprés, hojas otoñales, ramas de coníferos y flores. Una gran
campana formada con ramas de pino colgaba del arco de entrada al salón. El
árbol estaba bien cargado de donativos, que iban a emplearse para beneficio de
los pobres y para contribuir a la compra de una campana… En esa ocasión nada
se dijo ni se hizo que hubiese de cargar la conciencia de nadie. Algunos me
dijeron: “Hermana White, ¿qué piensa Vd. de esto? ¿Concuerda con nuestra fe?”
Les contesto: “Concuerda con mi fe.”” (El hogar cristiano, pág. 458).
A esta altura probablemente el lector se este preguntando si podemos celebrar la
navidad o no. En resumen podríamos decir lo siguiente: No tenemos ninguna duda
que en ocasión de la navidad no deberíamos, egoístamente pensar simplemente
en nosotros, siendo intemperantes y glotones, sino por el contrario, es el momento
agradecer a Dios porque envió a su hijo a la tierra para salvarnos,
independientemente de la fecha exacta en la cual nació Jesús. También estamos
seguros que es una ocasión extraordinaria, para trabajar por las personas que en
esa oportunidad están más dispuestas a que le hablemos del amor de Dios.
También es una excelente fecha para realizar un trabajo a favor de los que sufren,
como lo ha estado haciendo la Iglesia Adventista del Séptimo día con el proyecto
“más amor en navidad”
HC pg. 434.1 – “Ya llega la Navidad, es la nota que resuena por el mundo, del
este al oeste y del norte al sur. Para los jóvenes, para los de edad madura y aun
para los ancianos, es una ocasión de regocijo general. Pero, ¿qué es la Navidad
para que requiera tanta atención?…”
HC pg. 434.2 – “Se dice que el 25 de Diciembre es el día en que nació Jesucristo,
y la observancia de ese día se ha hecho costumbre popular.”
“Ya llega la Navidad,’ es la nota que resuena por el mundo, del este al oeste y del
norte al sur. Para los jóvenes, para los de edad madura y aun para los ancianos,
es una ocasión de regocijo general. Pero, ¿qué es la Navidad para que requiera
tanta atención? A este día se le ha prestado demasiada atención por siglos. Es
aceptado por el mundo incrédulo, y por el mundo cristiano en general, como el día
en que nació Cristo. Cuando el mundo en general celebra ese día, no muestra
ningún honor a Cristo. Se niegan a reconocerlo como su Salvador, y a darle honra
con la obediencia voluntaria a su servicio. Muestran preferencia por el día, pero
ninguna preferencia a Aquel por quién el día se celebra—Jesucristo.”
HC pg. 434.2 – “Se dice que el 25 de Diciembre es el día en que nació Jesucristo,
y la observancia de ese día se ha hecho costumbre popular. Sin embargo, no hay
seguridad de que estemos guardando el día preciso en que nació nuestro
Salvador. La historia no nos da pruebas ciertas de ello. La Biblia no señala la
fecha exacta. Si el Señor hubiese considerado tal conocimiento como esencial
para nuestra salvación, habría hablado de ello por sus profetas y apóstoles, a fin
de dejarnos enterados de todo el asunto. Por lo tanto, el silencio de las Escrituras
al respecto nos parece evidencia de que nos fue ocultado con el más sabio de los
propósitos.”