35 - Edifiquemos Nuestra Casa
35 - Edifiquemos Nuestra Casa
35 - Edifiquemos Nuestra Casa
Jesú s habla en este pasaje acerca de dos cimientos sobre los cuales se pueden edificar la
familia, estos tienen que ser considerados no só lo por los que ya está n casados, sino, por
aquellos que está n solteros para que cuando formen su nú cleo familiar los tomen en cuenta.
Los dos fundamentos que habla el pasaje son: LA ARENA Y ROCA.
I. CONFIAR EN LO MATERIAL
a) Poner el corazó n en lo material (Salmos 62:10)
Esto implica: Amar desmedidamente lo que se posee: la casa, el carro los muebles.
En otras palabras, dejar a un lado las cosas materiales y luchar juntos con su familia. Sabemos
que los padres trabajan por su familia, para poder mantenerlos, pero también deben luchar con
su familia para salir adelante. Y no es la manera de salir adelante confiando en lo material.
Angustia, decepció n, lloro, lamentos, tristeza, pérdida de la paz; todo esto viene cuando uno
está pensando en lo material. No debemos de poner nuestra mirada en lo material, porque la
Biblia dice: "Puestos los ojos en Jesús..."
Como hijos de Dios debemos tener mucho cuidado. Buscar lo honesto, si algo vamos a negociar
que sea lo má s honesto que se pueda y demostrar que somos diferentes al mundo. Si en un lado
miras que está n haciendo negocios incorrectos, tú como hijo de Dios no los sigas. Enséñ ales
có mo se debe hacer.
d) Los jó venes está n en buena edad para aprender a confiar en Dios y no en lo material.
Es una etapa, un inicio, es en esta etapa que los jó venes pueden decidir si quieren vivir el resto
de sus vidas alegres y llenos de paz (Confiar en Dios) o tristes, amargados y agobiados (Confiar
en lo material).
II. CONFIAR EN LA PROPIA OPINIÓN
a) Creer que el camino por donde va la familia es el mejor (Romanos 12:16)
Esto es: Desunió n, indiferencia, orgullo, maltrato, irrespeto, rebeldía.
En otras palabras, darle la espalda a Dios. Aconseja a tus hijos, no les enseñ es tus errores de
hablar de los demá s, sino enséñ ales a ser prudentes y a respetar a sus autoridades. Ahí vendrá
todo lo mejor para ellos. Porque pedirá n consejos y no estará n confiando en sus propias
opiniones.
d) Es vital tanto para adultos como para jó venes reconocer que no podemos confiar solo en
NUESTRA PROPIA OPINION debemos colarla con la palabra de Dios.
¡Hoy es el día de revisar nuestros fundamentos! Edifiquemos un hogar donde reine la paz de
Dios. Guardemos la santidad de Dios y enseñ emos a todos con el testimonio de nuestra familia.
Sigamos adelante y oremos en esta preciosa hora en el Nombre de Jesú s.