El Deporte en La Sociedad de Masas: 65 Pensamiento
El Deporte en La Sociedad de Masas: 65 Pensamiento
El Deporte en La Sociedad de Masas: 65 Pensamiento
Fernando Pérez de Blas se forman peñas, coloquios, etc. En etc., cuando estos objetos son fa-
Campesino el caso de los deportes mayoritarios bricados en su mayor parte por tra-
la vivencia de los grandes partidos bajadores (niños en ocasiones) ex-
se ve facilitada por una previa so- plotados en países del Sur.
N
o cabe duda del carácter masivo cialización en las reglas, la afición • Otro peligro de la moda deportiva
que el deporte tiene en esta «so- por un equipo y hasta un «espíritu» y uno de sus mayores alicientes
ciedad del espectáculo» que dis- propio de esta emoción por unos para bastantes personas es la rela-
frutamos-sufrimos. Los grandes even- «colores». Los deportes minorita- ción existente entre la práctica de-
tos deportivos se hacen símbolos na- rios quedan para posibles hazañas portiva y la estética del cuerpo. La
cionales (es curioso que los partidos de personas o equipos en grandes explosión de los gimnasios y los
de la selección paralicen más a la gen- ocasiones (olimpiadas, mundia- centros de alto rendimiento no
te que una huelga general), se viven les…), sin muchas veces sentirse puede separarse de la paralela en
como batallas colectivas en pos de de- verdadero placer estético en ese de- centros de cirugía estética, farma-
fender cierta noción de nacionalidad porte o conocer sus normas. En de- cias deportivas y las dietas milagro-
y suponen una de las bases estructura- finitiva el deporte es un asidero so- sas. Si los clásicos hablan de mens
les que definen la filosofía de los mass cial en una posmodernidad frag- sana in corpore sano nuestra socie-
media. Desde cualquier perspectiva mentaria. Podemos decir que dad utiliza más bien el deporte
que se mire el deporte es uno de los remite a una cierta necesidad social como alienación de la espirituali-
ejes de nuestra existencia, dominante abandonada a finalidades propia- dad en un estado físico intachable.
en nuestro tiempo de ocio. Por su- mente hedonistas. Esta fuerza so- El reduccionismo fisicista que su-
puesto los deportes mayoritarios y vi- cializante provoca, no obstante, pone un gimnasio moderno es lo
vidos al día, pues poco interés se tiene también violencias, como todos sa- más contrario a la gimnasia griega,
por la historia o por la propia estética bemos y comprobamos día a día. enraizada en una cultura del saber
del deporte. ¿Cómo vivimos esta «se- • Desde la perspectiva psicológica el y no del poder. El cuerpo ahora no
ducción mediática» (J. L. Sánchez deporte supone una reminiscencia se entiende como medio de sabidu-
Noriega) de los grandes sucesos de- de la catarsis, pues provoca un des- ría, sino como acceso directo al po-
portivos? ¿De dónde proviene esa ca- pliegue de problemas y traumas der social (sexo, playas y macrofies-
pacidad de atracción que se le supone cotidianos en forma de gritos, cán- tas). Por supuesto este cuerpo no
al deporte? Unas claves. ticos y bacanales. La persona, per- está situado en una mente sana ni
• El deporte es entendido como una dida para otros tipos de experien- ayuda a conseguirla.
diversión social, así se contempla cia catártica (teatro, música, etc.),
en los grandes estadios, en los ba- por la falta de alicientes que los Frente a estas disposiciones del de-
res, en las familias reunidas alrede- medios relacionan con ellos, tan porte pueden plantearse aclaraciones
dor del televisor. Las gentes com- sólo encuentra en estos espectácu- que fundamenten la práctica deporti-
parten símbolos segán pertenezcan los más pasivos el despliegue de va en otra dimensión: El deporte es
a las hinchadas de uno u otro club, energías dormidas en la rutina co- una actividad de personas y éstas son
tidiana. La empatía catártica puede cuerpo y alma indivisos: «El hombre
verse en la utilización del plural es a cada momento, y lo uno en lo
para decir: «hemos ganado». otro, alma y carne, conciencia y gesto,
• En el campo económico el deporte acto y expresión» (Tratado del carác-
es un negocio, que mercantiliza ter, E. Mounier, O. C. II, p. )
símbolos, personas (los deportistas La estructura ontológica de la per-
se venden como cualquier objeto) y sona no es ni corporal ni espiritual
supuestos modos de entender la sino que parte de una integralidad in-
vida. Los jugadores de fútbol son dudables. Acontecimientos como el
prototipos de gente vip capaz de llanto en momentos de tristeza no
ganar (¡?) más dinero en un día que pueden ser explicados sin la unión in-
el presupuesto de varios millones trínseca de la dimensión espiritual y la
de personas para todo un año. El corporal. Por ello hacer del cuerpo un
deporte mueve millones en camise- modelo de éxito social conduce a la
tas, sponsors, publicidad, pelotas, despersonalización, además de que fa-
ACONTECIMIENTO 65 PENSAMIENTO 23