NR30037
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1. INTRODUCCIÓN
La Décima Región de Chile produce alrededor del 65 % de la leche total del país . En esta
zona, los productores de leche se han preocupado de mejorar la calidad genética de sus
rebaños mediante la importación de semen congelado principalmente de la raza Holstein
Friesian. Sin embargo, este enorme esfuerzo económico no ha sido acompañado con el
desarrollo de sistemas de evaluación genética tendientes a identificar a aquellos
reproductores nacionales o extranjeros que deben ser usados como futuros reproductores y
padres de la siguiente generación. Esta falencia sin duda ha retrasado el progreso genético
que la masa bovina de leche ha podido tener y nos hace cada día más dependientes de
programas de selección genética hechos en países más desarrollados que Chile donde el
escenario económico y de manejo animal es muy diferente al nuestro.
2. CONCEPTOS BÁSICOS
Fenotipo = G a + Gd + G I + Ambiente
La genética aditiva (Ga) es el efecto dado por la suma de efectos individuales de cada gen o
alelo 1, este es el único componente del genoma de un animal que es pasado a la progenie ya
que al formarse el espermatozoide o embrión este contiene una muestra aleatoria de la mitad
de los genes del progenitor, los cuales se juntarán con otra muestra aleatoria de genes de otro
animal para formar el nuevo genotipo.
Los animales no pasan su genotipo a la progenie, lo que pasan son genes y los genotipos se
forman en cada generación con los genes de ambos sexos.
Los efectos de dominancia (positivos o negativos) se presentan cuando la suma de los efectos
individuales de cada alelo es diferente al valor del genotipo. Como los alelos no se traspasan
en pares hacia la progenie estos efectos no son traspasados a la siguiente generación; se
forman en cada generación de acuerdo a las nuevas combinaciones de alelos.
De la misma forma, los efectos genéticos epistáticos se producen por interacción de alelos de
distintos genes y estos no son pasados a la progenie. De esta forma se concluye que sólo una
parte (positiva o negativa) de un buen registro fenotípico es de origen genético y traspasable a
la descendencia, Esto es lo que se conoce como la genética aditiva o valor genético aditivo, el
resto no es pasado a la progenie.
Sería posible pasar toda la información genética de un animal a su descendencia sólo si
hacemos clones de un reproductor (aún así no está claro que toda la información sea pasada
por clonación ya que en mamíferos el ADN a clonar sólo se obtiene del núcleo y al parecer
hay evidencias que alguna información genética estaría codificada en los ácidos nucleicos
mitocondriales).
El grado de importancia de la genética aditiva con relación al valor fenotípico de una
característica está dado por la heredabilidad. Este parámetro genético nos indica qué
proporción de las diferencias de producción que vemos en un rebaño de vacas es de origen
genético aditivo. Estimaciones de heredabilidad para producción de leche fluctúan entre un 20
y 40%, lo que nos indica que en promedio el 30% de las diferencias de producción que
observamos en nuestro rebaño se deben al componente genético aditivo de las vacas y el
resto es de origen genético dominante, epistático o de origen ambiental.
Si bien es cierto que un 30% de las probabilidades de escoger a los mejores animales nos
permite obtener avance genético para la característica seleccionada, este procedimiento es
lento y siempre nos mantendrá muy por debajo del progreso obtenido en países donde se
usan herramientas más sofisticadas para determinar el componente genético aditivo de un
animal y seleccionar por esto y no por fenotipo.
3. EVALUACIÓN GENÉTICA
Chile, al igual que varios países latinoamericanos, no cuenta con un programa oficial de
evaluación y mejoramiento genético que permita centralizar los registros de controles lecheros
y evaluar los animales de forma que esta información sea de uso público y sirva a los
productores y asesores en la selección de padres para los futuros reemplazos.
Lo más caro en un programa de evaluación de animales de leche son los controles lecheros,
lo que se ha financiado totalmente por los productores de leche.
Chile cuenta con aproximadamente 80.000 vacas en control de leche, lo que corresponde al
12 % de la población total de vacas de lechería. Esto es más que suficiente para un programa
de evaluación genética que genere información confiable para el uso de los productores de
leche.
En Chile, considerando que los productores han hecho el mayor esfuerzo al implementar
control lechero pareciera ser legítimo exigir a organismos públicos tomar la iniciativa en esto.
Es necesario destacar también que la evaluación genética resumida en el Cuadro 1 indica que
los toros Holando Monta Natural, es decir los toros de fundo en promedio tienen un valor
genético de -184 kilogramos de leche. Esto significa que en su gran mayoría son inferiores al
promedio poblacional y su uso es riesgoso ya que lleva a una disminución del potencial
genético de producir leche. Sin embargo, entre los toros de fundo hubo al menos uno con una
diferencia predicha para producción de leche de +442, es decir en promedio sus hijas tienen
un potencial genético para producir 442 kilogramos de leche por sobre la media poblacional.
Este tipo de animal podría, a través de un test de progenie, haber sido identificado y usado
como reproductor en un centro de inseminación artificial.
La progenie de este último tipo de animal habría sido genéticamente superior al reproductor
canadiense y estadounidense que fueron negativamente evaluados y las divisas gastadas en
los anteriores hubiesen permanecido en el país; además, los productores habrían tenido
acceso a una mejor genética, de origen nacional y más barata. La identificación y uso en
inseminación de ese reproductor mejorador nacional hubiese significado un ingreso adicional
a la actividad lechera del criador/productor.
Vacas Toros en
Rebaños Prueba (CIA)
(Productores)
50 hijas 10 %
por toro Toros en
espera
Crianza
Encaste
Producción de leche Evaluación Genética
Control de leche
Clasificación lineal Eliminados
90 %
Cruzamientos en ganado de leche han sido usados principalmente como una manera de
absorber razas locales, es el caso del proceso de “holsteinización” que se ha manifestado en
el rebaño Overo Negro nacional.
En la última década los productores de leche han tenido acceso a material congelado de otras
razas lecheras (Jersey) y de doble propósito como Montbeliarde, Normando, etc. Estas razas
han sido introducidas por grupos de productores y representantes de ventas quienes
muestran los resultados de los cruzamientos entre las razas locales y la nueva raza.
En general el entusiasmo se produce al ver las bondades del vigor híbrido o heterosis que se
produce al cruzar dos razas diferentes y obtener la primera generación (F1); siendo evidente
una mejora en la producción de leche, en la sobrevivencia, en los parámetros reproductivos,
etc.
Las numerosas ventajas de la heterosis han sido discutidas en trabajos clásicos de genética
cuantitativa (Falconer y Mackay, 1996). El desafío se presenta cuando se encasta la F1, en
este caso si se usa nuevamente semen de la nueva raza; la F2 ya no tiene un 100 % de
heterosis y sus características no son tan sobresalientes como lo observado en la F1.
Muchos rebaños de leche de la Décima Región pueden hacer uso de las ventajas de los
cruzamientos rotacionales; ya que sus producciones no son muy altas, en promedio no
superan los 6.000 litros por lactancia, existen en el mercado oferta de diferentes razas de
producciones similares las que en programas de cruzamiento y como consecuencia del vigor
híbrido pueden superar estos niveles productivos.
Los productores que llevan control lechero de Cooprinsem pueden hacer uso del “cow index”
que es una estimación genética de cada vaca y que se incluye en los listados de información
entregados por la empresa controladora. Las vacas con un bajo índice son aquellas que por
su inferioridad genética nunca deberían ser madres de vaquillas de reemplazo del rebaño.
Esto presenta una buena oportunidad de agregarle valor a las crías al ser producto de un
cruzamiento y ser aptas para el mercado de la carne.
6. CONSIDERACIONES FINALES
Los productores lecheros por muchos años han financiado completamente el control lechero
que junto a registros de pedigrí constituyen la base para evaluar genéticamente a los animales
y así identificar a aquellos que deben usarse como padres de la próxima generación. Sin
embargo pese al esfuerzo realizado por el sector privado el país no cuenta con una entidad
especializada en la estimación del mérito genético de los animales, labor que podría asumir el
sector público.
Conocer el mérito genético de cada vaca y macho reproductor usado en el rebaño es una
herramienta necesaria para la toma de decisiones en el momento de elegir los reemplazos en
la lechería moderna.
Cruzamientos interraciales y terminales son herramientas genéticas que hacen uso del vigor
híbrido y, considerando los niveles locales de producción de leche, deberían ser usados con
mayor frecuencia en los rebaños lecheros.
7. LITERATURA CITADA
BARRÍA, N., VERDUGO, R., TUOHY, T. y JARA, A. 2002. Respuesta a la selección por
producción láctea de toros IA Holstein de Estados Unidos en una población de vacas
Holstein en Chile. XXVII Reunión Anual Sociedad Chilena de Producción Animal A. G.
Chillán-Chile. pp:197-198.