La Naturaleza Constitucional de Los Colegios Profesionales
La Naturaleza Constitucional de Los Colegios Profesionales
La Naturaleza Constitucional de Los Colegios Profesionales
Asunto:
Demanda de inconstitucionalidad interpuesta por
el Colegio de Periodistas del Perú contra la Ley
N.º 26937, expedida por el Congreso de la
República, que establece la no obligatoriedad de
la colegiación para el ejercicio profesional del
periodismo (artículo 3º).
V. MATERIAS CONSTITUCIONALMENTE RELEVANTES
Previamente al pronunciamiento de fondo sobre la supuesta inconstitucionalidad de la
Ley N.º 26937, el Tribunal considera necesario realizar un análisis de las siguientes
materias, que juzga constitucionalmente relevantes:
1. Constitución y colegios profesionales
1.1. ¿Cuál es la naturaleza jurídica de los colegios profesionales?
1.2. ¿Cuál es la función constitucional de los colegios profesionales en nuestro
ordenamiento constitucional?
1.3. ¿Cuál es la finalidad constitucional de la colegiación obligatoria?
2. Derechos fundamentales y periodismo
2.1. ¿Cuál es la relación entre el ejercicio profesional del periodismo y la libertad de
expresión?
2.2. ¿Es constitucional el impedimento del ejercicio del periodismo a personas que no
ostenten el título profesional de periodistas?
2.3. ¿La colegiación obligatoria restringe inconstitucionalmente el derecho fundamental
a la libertad de expresión?
3. Relación entre la colegiación obligatoria y la responsabilidad ética del periodista
3.1. ¿Qué tipo de responsabilidad asumen los periodistas en el ejercicio de su
actividad?
3.2. ¿La no obligatoriedad de la colegiación para el ejercicio del periodismo exime de
responsabilidad a quienes lo ejercen?
VI. FUNDAMENTOS
§1. CONSTITUCIÓN Y COLEGIOS PROFESIONALES
A) LA CONFIGURACIÓN CONSTITUCIONAL DE LOS COLEGIOS
PROFESIONALES
1. La constitucionalización de los colegios profesionales, en nuestro ordenamiento, ha
sido una de las alternativas por las cuales el constituyente de la Carta Magna de
1993 optó, al definir su naturaleza jurídica, reconocerles autonomía y delegar en el
legislador la potestad de definir los supuestos en los cuales la colegiación es
obligatoria. En efecto, el artículo 20º de la Constitución señala que
Los colegios profesionales son instituciones autónomas con
personalidad de derecho público. La ley señala los casos en
que la colegiación es obligatoria.
Esta previsión constitucional impone la necesidad de que el Tribunal se pronuncie
sobre tres cuestiones importantes a saber: 1) la naturaleza jurídica de los colegios
profesionales, 2) su autonomía y 3) la colegiación.
A1) Naturaleza jurídica de los colegios profesionales
2. El primer punto de análisis corresponde a la naturaleza jurídica de los colegios
profesionales. Desde que nuestra Constitución les otorga una cobertura
constitucional, su naturaleza jurídica adquiere tal peculiaridad que ha de ser
diferenciada de otras instituciones que pueden tener cierta afinidad, tales como las
asociaciones y fundaciones, por ejemplo. En principio, los colegios profesionales, de
acuerdo con nuestra Constitución, se definen como instituciones autónomas de
Derecho Público, lo que quiere decir que su creación, a diferencia de las
asociaciones y sindicatos, está sujeta a la decisión del legislador a través de una ley.
Este es un criterio que el Tribunal ha determinado con anterioridad (Exp. N.º 0045-
2004-AI/TC, fundamento 6), al señalar que
Las personas de derecho público nacen por mandato
expreso de la ley y no por voluntad de las partes, (...)
mediante ley formal, crea personas jurídicas de derecho
público interno.
3. La determinación, por la propia Constitución, de la naturaleza jurídica de los
colegios profesionales, permite identificar algunas consecuencias importantes, de
acuerdo con la doctrina que se ha pronunciado sobre la materia. Desde que tienen
acogida constitucional, no pueden ser considerados como una figura ajena –menos
aún contraria– a las previsiones constitucionales, por lo que su pervivencia o la
eventual creación de nuevos colegios no podrá tacharse, prima facie, de
inconstitucional. Ciertamente, la Constitución no exige la existencia ineludible de
estas formas de organización profesional, pero sí les concede cobertura cuando el
legislador opta por su creación. Los colegios profesionales se deben entender como
instituciones de actuación social y colectiva compatibles con el ejercicio de las
potestades y competencias de los poderes públicos, así como con el espacio de
actuación de otras instituciones previstas constitucionalmente. Su previsión
constitucional comporta su singularización y delimitación frente a otras formas de
organización profesional[1].