30 Años de Aprismo

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30 años de Aprismo 30 años de

Aprismo
fuerte presión comunista y del ambiente de fácil optimismo, frecuente en tales asambleas,
I. EL ANTI-APRISMO COMUNISTA mantuvimos nuestra posición ideológica y el carácter del Apra como organismo político
autónomo tendiente a constituirse en Partido. De nuevo el artículo de «The Labour Monthly»
se leyó y comentó. En los debates nos opusimos a quedar incluidos bajo el comando de la
El APRA es un movimiento autónomo indoamericano sin ninguna intervención extranjera Liga Antimperialista Mundial que, sabíamos, era una organización enteramente controlada
(De mi artículo What is the Apra? de The Labour Monthly, Londres, diciembre, 1926, vol. 8, por la III Internacional, no para interés de la lucha antimperialista sino para servicio del
N° 12, p. 756, cit. en El Antimperialismo y el Apra, México, 1928. 2a ed. Santiago de Chile. comunismo.4
1936, p. 33).

A lo largo de 25 años, el movimiento aprista ha debido arrostrar a tres poderosos adversarios: Y después de hacer recuento de los debates de aquel Congreso y narrar sucintamente
el feudalismo plutocrático en el campo nacional y el imperialismo y el comunismo en el cómo logramos que en su asamblea final votara –tal lo hizo–, nuestra tesis de «los Cuatro
internacional; en el Perú, la amalgama de los tres ha formado un empedernido frente Sectores» o zonas de influencia del imperialismo en Indoamérica –que aparece en mi libro
reaccionario contra el cual los apristas hemos luchado y luchamos. Por la emancipación de la América Latina (Buenos Aires, 1927) – cierro la somera reseña
de la participación aprista en el Congreso de Bruselas con este agregado:
Como el orden en que acabo de presentar a los tres coaligados adversarios del aprismo no
hace al caso –que los tres han sido y son a porfía encarnizados e inconciliables– vale Bruselas definió, pues, la línea teórica aprista y planteó bien claramente nuestras
comenzar por el comunismo. Y lo hago así por la obvia razón de que para no pocos la diferencias con el comunismo. Era de esperarse que desde entonces el Apra fuera blanco
conocida postura antiaprista del comunismo resulta inexplicable. de críticas acerbas. Para el comunismo no puede existir otro partido de izquierda que no
Viene a guisa de lema de estas páginas una declaración que fue inclusa en un artículo mío sea el oficial de la III Internacional de Moscú, de ortodoxia stalinista. Toda organización
publicado en 1926 por la conocida revista The Labour Monthly, de Londres, bajo el título de política que no comanda Moscú debe ser execrada y combatida. Después del Congreso de
What is the Apra?, en el cual explicaba muy a grandes rasgos al público británico –lector en Bruselas de 1927, lo fue el Apra.5
gran número de ese vocero oficial del Partido Laborista–, lo que es el Apra. Al comentarla,
más tarde, escribí, ya en 1928, en el capítulo II de mi libro El Antimperialismo y el Apra: No olvide, quien se tome el trabajo de seguir ese capítulo, que la diferencia básica entre el
Desde el primer momento el Apra apareció como «un movimiento autónomo aprismo y el comunismo arranca de un postulado normativo de nuestra filosofía: la
latinoamericano sin ninguna intervención extranjera», como se dice en el artículo. Esta disparidad de las evoluciones históricas de Europa y de Latino o Indoamérica y,
declaración significaba, sin lugar a dudas, que la nueva organización no estaba sometida, ni consiguientemente, la diferencia de los problemas económico-sociales, europeos e
iba a someterse nunca, a la tercera, a la segunda, o a cualquiera otra internacional política indoamericanos. Partiendo de esta premisa –sin duda indisputable–, nuestra conclusión
con sede en Europa; y definía así su fisonomía de movimiento nacionalista, unionista y deviene clara: si los problemas económico-sociales de Europa e Indoamérica son
antimperialista indoamericano.1 diferentes, las soluciones deben también ser diferentes.
Esta tesis abona los siguientes conceptos que aparecen en el prólogo del mismo libro El
En aquel mismo libro de 1928 –y en el mismo capítulo II– compendio los fundamentos de Antimperialismo y el Apra, los cuales corroboran el enfoque histórico-social del aprismo y
esta autonómica acción aprista. La cual se respalda en nuestra originaria filosofía política esclarecen mejor aún nuestra discrepancia de la concepción comunista:
que considera a «las características muy peculiares de América, social, económica y
políticamente» y «su completa diferencia de la realidad europea», consecuentemente, «la ...tanto el comunismo como el fascismo son fenómenos específicamente europeos,
necesidad de enfocar los problemas americanos y especialmente los indo o ideologías y movimientos determinados por una realidad social cuyo grado de evolución
latinoamericanos en su total extensión y complejidad».2 Y para concluir asevero –al económica está muy lejos de la nuestra... Reconocer que la relación de Espacio y Tiempo
historiar mis conversaciones con los líderes comunistas rusos en el verano septentrional de para apreciar estas fases y grados de evoluciones, es imperativa. Y admitir que siendo las
1924–, cómo: realidades diversas, diversos han de ser sus problemas y por ende las soluciones: en
síntesis, ubicar nuestro problema económico, social y político, en su propio escenario, y no
... estas opiniones, ya emitidas personalmente en charlas con Lunacharstky, Frunze, pedir de encargo para resolver las doctrinas o recetas europeas como quien adquiere una
Trotsky y otros dirigentes rusos, me determinaron, después de una serena y muy minuciosa máquina o un traje. No reincidir en la palabrería demagógica de nuestros comunistas y
visita al gran país de los Soviets, a no ingresar al Partido Comunista, por creer, como creo, fascistas criollos que sólo producen hasta hoy «lugares comunes de la mayor vulgaridad».6
que no será la III Internacional la que ha de resolver los graves y complicadísimos
problemas de Indoamérica... De aquí que el aprismo –tal queda planteado desde su fundación, y tal lo enuncia
netamente mi libro de 1928, de cuyas páginas voy tomando estas citas para demostrar la
Entiendo yo que convencidos de que por nuestra declaración proclamando al Apra como consecuencia invariable de nuestra línea política con las ideas germinales de nuestra
«un movimiento autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e influencia doctrina jamás abandonada– no aceptó nunca el marxismo como un artículo de fe. Vale
extranjera», los comunistas perdieron totalmente sus esperanzas de captar el nuevo decir a la manera de «los patriarcas criollos de la ortodoxia marxista»,7 para quienes ésta
organismo: el Apra, así, no podía servir de instrumento al comunismo.3 es un conjunto de «preceptos sacrosantos de un credo que ellos consideran absoluto,
estático, inviolable».8
Completo mis referencias sobre «el Primer Congreso Antimperialista Mundial que se celebró
en febrero de 1927 en el Palacio de Egmont de Bruselas», al cual asistí, y comento siempre Y en el mismo capítulo, del cual copio lo anteriormente entrecomado –que es el VI de mi
en el contexto del capítulo II de El Antimperialismo y el Apra: libro de 1928– puntualizo, que si bien Plejanov había llamado al marxismo «toda una
concepción del mundo», «concepción no es dogma, y en la concepción marxista el principio
La influencia y el contralor del Partido Comunista resultaron inocultables en aquella de la negación de la negación es primordial y permanente»:9 o sea que «todo fluye, se
asamblea que reunió a las más ilustres figuras del izquierdismo mundial. A pesar de la niega, deviene, todo está en eterno retorno. En él se funda la dialéctica de la vida y de la

Víctor Raúl Haya de la Torre


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historia».10 aquel año, en volumen de 382 páginas intitulado El movimiento revolucionario
latinoamericano por la Editorial «La Correspondencia Sudamericana» de Buenos Aires. El
De suerte que el marxismo no puede ser excepción de esa ley que es medular en su preocupado lector de estos temas –y su conocimiento es recomendable particularmente
dialéctica, adoptada por la lógica hegeliana para aplicarla al materialismo histórico: lo que para los opinantes–, puede encontrar informaciones de interés en aquel mamotreto. Muchas
Engels dice de Hegel al recusarlo, apoyándose en los conocimientos del siglo XIX, cabe de ellas, referentes a episodios o a conceptos mitad y mitad preteridos y desfigurados –de
decirse de Marx a la luz de la revolución científica contemporánea: debe ser negado «como los que hoy dan pábulo eventual al tópico político– remanecerán elucidando no poco: se
todas las creaciones del pensamiento y de la acción humanas».11 Por tanto, al considerar comprobará, por ejemplo, cómo el proyecto de José Carlos Mariátegui para crear un Partido
la doctrina aprista los principios generales de la teoría marxista, no los abraza y profesa Socialista Peruano –pág. 149 del volumen mencionado– fue opugnado y repelido por el
como verdad inconcusa. Recalca la advertidora salvedad de que ella fue enunciada desde concilio comunista de Montevideo de 1929; cómo se expresó el temor de que «bajo una
Europa y para Europa, y la coteja y la confronta con las condiciones históricas y nueva etiqueta tengamos en el Perú el resurgimiento del Apra» –pág. 101–, a la cual ya
sociológicas de Indoamérica. Y niega, en consecuencia, lo que es preciso negar, y sólo entonces daban por muerta... Y cómo el partido propuesto por Mariátegui -cuya exposición
acepta aquellas ideas aplicables por su validez universal, o las que significan contribuciones de motivos es por interesante muy recomendable de leer al cabo de tantos años en la
importantes a la ciencia económica. Así puede leerse en el mismo Capítulo VI: precitada pág. 149- se le achacó «carácter confusionista», amén de condenarlo bajo la
fulminante e inapelable profecía de que iba a crear «graves dificultades» –pág. 188–. De
La doctrina del Apra significa dentro del marxismo una nueva y metódica confrontación de la esta suerte fue repudiado el presupuesto partido de Mariátegui. Y simultáneamente
realidad indoamericana con la tesis que Marx postulara desde Europa y como resultado de impartida la decisión de suplantarlo y de «crear un Partido Comunista ilegal, si no puede
la realidad europea que él vivió y estudió a principios del siglo pasado. Si aceptamos que vivir y desarrollarse dentro de los marcos de la legalidad» –págs. 106 y 163–; con la
Europa y América están muy lejos de ser idénticos, por su geografía, por su historia y por reiteración del voto de «todos los camaradas que formamos el Secretariado Sudamericano,
sus presentes económicos y sociales, es imperativo reconocer que la aplicación global y es decir, la opinión contraria a la formación del Partido Socialista» –pág. 187– ideado por
simplista a nuestro medio de doctrinas y normas de interpretación europea deben estar Mariátegui. Todo lo cual aconteció al mediar el año de 1929, cuando apenas faltaban unos
sujetas a profundas modificaciones... En lo que la interpretación de una realidad nueva, meses para el agravamiento y la muerte del ya muy enfermo autor ilustre de aquella obra
característica, complicada, como es la nuestra, tenga que negar o modificar los preceptos fundamental de la sociología de Indoamérica: Siete ensayos sobre la realidad peruana.
que se creyeron universales y eternos, se cumplirán las leyes de las contradicciones del
devenir: la continuidad condicionada por la negación. Esta actitud del Apra plantea ya una Acredito con el supracitado testimonio bibliográfico oficial del Partido Comunista –al cual
total separación de los comunistas criollos, rendidos ante el sancta sanctorum de su fría remito al lector cauteloso de no ser embaucado en estos temas– la verdadera historia del
ortodoxia, cuyo velo inmutable no se atreven a levantar.12 vituperado y excluído plan de José Mariátegui para fundar un partido socialista en el Perú. Y
pienso que es tempestivo este esclarecimiento porque con falaces fines de propaganda –y
La total separación entre el aprismo y el comunismo es, como se ve, fundamental. Arranca ya post-mortem– se ha pretendido presentar a Mariátegui como fundador del Partido
de divergentes concepciones históricas. Para el comunismo los enunciados de Marx, Comunista del Perú. Falacia que se explica por cuanto otros fueron los encargados de la
concebidos en una región y en una época dadas –Europa en el siglo XIX– son irrecusables tarea; de la cual han sido después inverecundos proditores.15
verdades de vigencia universal. Para el aprismo la concepción marxista es un antecedente
histórico importante pero no inalienable; el cual está limitado y relativizado por las Empero, lo que Mariátegui proponía –tal puede leerse en la página 149 del volumen
condiciones peculiares de su Espacio y de su Tiempo que son las que determinan su comunista arriba referido– era una agrupación partidaria, bajo el clásico nombre «socialista»
negación dialéctica al ser confrontado con una realidad diferente de la de Europa. Marx –secretamente afiliada a la III Internacional de Moscú–, pero no un «partido de clase»; el
mismo declara en el prólogo de Das Kapital que su campo de observación había sido cual, según la exposición de motivos, sería inadaptable a la realidad peruana. El partido
Inglaterra –la Inglaterra del capitalismo industrialista de mediados del siglo decimonono– y «socialista» ideado por Mariátegui se proponía afiliar a obreros, artesanos, profesionales,
que del examen de la realidad inglesa había inferido sus «ideas teóricas» como «el físico ya pequeños propietarios, estudiantes, etc., es decir, a gente de clases proletarias y medias,
observa el fenómeno físico donde él ocurre»13. El «clásico suelo» del sistema capitalista es vale decir un partido de coalición popular. Y esto es lo que abiertamente, sin
Inglaterra –añade Marx–, o sea el país que, en su época, por hallarse a la cabeza del denominaciones de préstamo europeo y –sobre todo esto–, sin vinculación alguna con
desarrollo industrial era el prototipo de todos los demás. De aquí que en una generalización Moscú– había propugnado ya el Apra desde 1924 bajo una conformación más enteriza: la
del alcance universalista el fundador del socialismo científico escribe en el mismo prefacio: organización del Partido Aprista, democráticamente contexturado por el frente único de
trabajadores manuales e intelectuales. Pues al discrepar del pretenso trasplante comunista
El país que está más desarrollado industrialmente, sólo enseña el camino de los menos a Indoamérica del «partido de una sola clase», de patrón europeo, el aprismo esgrimió
desarrollados, la imagen de su propio futuro.14 argumentos hasta hoy no contradichos: entre otros, el de la inequiparabilidad de la clase
proletaria de los grandes países capitalistas de avanzado industrialismo que hace la
O sea el dechado inglés. Lo cual fue un vaticinio europeísta, no cumplido, del proceso máquina, con la clase productora de los países coloniales o semicoloniales, cuyo incipiente
económico mundial. En el «espejo» -como algunos traductores vierten traslaticiamente la industrialismo de materia prima o medio elaborada no hace la máquina –distingo
idea paradigmática de «imagen» de Marx- apenas se reflejó la representación del porvenir fundamental sobre el que se ha de volver más adelante–.16 Y también, los diversos e
de muy contados países y de ninguno en exacta réplica. La evolución del capitalismo tomó inconfundibles grados de conciencia clasista, relativos a antiguos y capaces proletariados
inopinadas direcciones en los últimos cien años y algunas zonas no europeas del planeta de países de alto grado de civilización, y a los de breve historia y desarrollo mucho más
prosperaron económicamente sin asemejarse en nada al singular modelo inglés. lento y rezagado. Por otra parte, el caracterismo inconvertible –tan reiteradamente indicado
por las tesis apristas– de las clases medias urbanas y rurales, de Europa y de las de
Todo lo hasta ahora epitomado basta para esclarecer la divergencia de líneas doctrinarias Indoamérica, y la indispensabilidad de incorporar a las nuestras al frente único popular
entre el aprismo y el comunismo. Y descubre el motivo de la guerra sin merced que éste aprista. Pues dichas clases son las primeramente afectadas por la expansión imperialista y
nos declaró desde la «Primera Conferencia Comunista Latinoamericana», reunida en de su seno han provenido excelentes guías y vigorosos movimientos ciudadanos en
Montevideo del 1º al 12 de junio de 1929, cuya reseña oficial fue publicada en octubre de defensa de la emancipación económica de nuestros pueblos. Además, el aprismo había

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formulado un pronóstico lógicamente inferido –aparece en El Antimperialismo y el Apra, lucha antimperialista, tendría que llegar a la condición que Marx señala para la efectividad
Capítulo II, infra– y hasta ahora patentizado: el del fracaso de los partidos llamados «de del comando clasista en una revolución: «Para que la emancipación de un pueblo coincida
clase» que, a partir de 1919, la Internacional Comunista se obstinó en exportar de Europa e con la emancipación de una clase dada dentro de una sociedad burguesa, es necesario que
implantar, calcados, en Indoamérica. Pronóstico que conllevaba otro, acaso demostrado esa clase como tal represente al total de la sociedad». Y éste justamente no es el caso de
también: que sólo por la acción de un frente político de clases afines se posibilitaría un nuestra naciente clase proletaria y, menos aún, de nuestro endeble Partido Comunista en
movimiento democrático, anti feudal y antimperialista eficiente en Indoamérica. Con tales Indoamérica, que ni siquiera representa el movimiento antimperialista –que es y debe ser un
argumentos escribí en 1928: movimiento de Frente Unico– demanda, por lo tanto, una organización política de Frente
Unico también. Las Ligas Antimperialistas no bastan y el Partido Comunista sobra.18
El Partido Comunista es ante todo un partido de clase...
Casi diez años después de escrito lo anterior, los comunistas aprendieron a regañadientes
Y el Partido Comunista además de ser un partido de clase, exclusivo, cuyo origen ha sido la dura lección. Como un desesperado recurso defensivo ante la pululante penetración
determinado por las condiciones económicas de Europa, muy diversas de las nuestras, es internacional del otro imperialismo nazi-fascista, se vieron compelidos a reconocer su
un partido único, mundial –no una federación de partidos–, cuyo gobierno supremo y impotencia, y se decidieron por los efímeros «frentes populares». Estos, no embargante su
enérgico se ejerce absoluta y centralizadamente desde Moscú. transitoriedad, hicieron más sobresalientes los contrastes –tan ostensibles en nuestros
países– entre la ineptitud del pomposamente llamado «partido de clase», de control
Los países de Indoamérica no son países industriales. La economía de estos pueblos es foráneo, y la mayor vigorosidad de los conglomerados o coaliciones partidarias nacionales.
básicamente agraria o agrícola-minera. Examínense las estadísticas. El proletariado está en Aunque sea cierto, también, que el frente único o popular de partidos –sujeto a la influencia
minoría, en completa minoría, constituyendo una clase naciente. Son masas campesinas las de Moscú–, no señala por sí solo el camino adecuado, realista, para un estable
que predominan dando una fisonomía feudal o semipedal a nuestras colectividades afrontamiento de los vitales problemas de los pueblos aislados y económicamente débiles,
nacionales. Un partido de clase proletaria únicamente es un partido sin posibilidades de en sus relaciones con los confederados e industrialmente poderosos. Pues sólo el partido
buen éxito político en estos pueblos. No olvidemos la experiencia histórica: en los 3 o 4 de frente único de trabajadores manuales e intelectuales democrático, orgánico, coherente
países donde se han formado partidos comunistas, encontramos casos parecidos al de la –exento del tutelaje europeo– tal cual el Apra lo propone, puede acometer en Indoamérica
Argentina, donde la sección de la III Internacional, una de las más antiguas, se ha dividido la empresa histórica de resistir con ventaja la demasía de los Estados fuertes y de asegurar,
en dos fracciones inconciliables, cuya lucha es tenaz y enconada... Hay más el comunismo para los inermes, emancipación, convivencia y justicia.
argentino se ha dividido antes de haber alcanzado una sola representación en el
Parlamento de Buenos Aires en tantos años... En la mayoría de nuestros países la poca Al terminar este compendioso recuento de las primeras etapas de la lucha del comunismo
importancia del Partido Comunista no necesita exagerarse para reconocer que es contra el Apra –enconada y pertinazmente mantenida hasta hoy– dejo el tema para
mínima...17 retomarlo de paso, más adelante. Lo haré cuando sea preciso memorar cómo el comunismo
criollo se alió para combatirnos, no sólo con la reacción feudal-plutocrática nativa, sino que
Sólo para poner de relieve lo que, en virtud del decurso de los años, ha resultado un también, y especialmente, con los activos grupos nazi-fascistas, encamisados de diferentes
cumplido vaticinio, y que ello se debe a una ya aducida razón obvia -haber observado la colores, cuya proliferación acreció tanto en nuestras tierras desde 1933. Lo cual vale tomar
realidad indoamericana desde Indoamérica y no desde Europa -citaré unas cuantas líneas en cuenta, porque tal hecho demuestra que aquí en Indoamérica se produjo virtualmente la
más: en el capítulo II de mi libro de 1928 quedaron expuestas otras opiniones referentes a alianza nazi-comunista antes de que Stalin y Hitler la sellaran el 23 de agosto de 1939;
lo que fue palenque argumental de nuestros debates en el Congreso Antimperialista de pacto que el aprismo denunció como el frente totalitario «de la Internacional Roja con la
Bruselas de 1927 antes mencionado: a la denotación del fenómeno del imperialismo en Internacional Negra».
Indoamérica y, especialmente, a la problemática impar de las relaciones interamericanas
que él depara. Todo lo cual concierne a la incompatibilidad de las circunstancias de nuestro Y la adelantada explicación de aquel paradójico contubernio criollo en el caso de la ofensiva
acontecer económico social en este lado del mundo con las que lo tipifican en Europa y en comunista y fascista contra el Apra, no la hemos de hallar únicamente en el hecho de que
otros continentes. Y, atañen, por tanto, a una premisa doctrinaria aprista: la cual comprueba nuestro movimiento es en su integridad democrático, y, como tal, anti-totalitario. Más
que los objetivos de nuestro enfrentamiento indoamericano al imperialismo no son hondamente, en la raison d'etre de esta divergencia, se halla el divorcio de dos
identificables con los de Moscú; poder imperial también. Por manera que el Partido inconciliables líneas filosóficas cuyo significado ilumina un difundido juicio de Luis Alberto
Comunista como instrumento político de aquel poder, a cuyo servicio exclusivo se halla, no Sánchez:
sería capaz de liberar a Indoamérica del peligro imperialista. Y que las ruidosas «Ligas
contra el Imperialismo», organizadas por los agentes de Moscú, estaban destinadas a El aprismo... tiene mucho mayor significado que el de una simple teoría social y un partido
fracasar y a perecer como fracasaron y perecieron sin lograr nada; todo lo cual fue predicho político: tiene la revisión y la interpretación total de la vida indoamericana.19
por lógica inferencia:
«Revisión» e «interpretación» que desde 1924 –inspiradas por el movimiento precursor
¿Será el Partido Comunista con sede y gobierno independiente en Moscú el que conduzca registrado en la Historia de Indoamérica como La Reforma Universitaria, a cuya referencia
a Indoamérica a su victoria contra el Imperialismo? ¡Reflexionemos sobre un mapa del he de llegar– invoca nuestra emancipación del «coloniaje mental» de Europa.
mundo, ante una historia de nuestros pueblos, y con honrada conciencia de nuestra
realidad!... El Partido Comunista en Indoamérica carece de fuerza para conducir la lucha Contra esa actitud de la conciencia aprista se aprestaron todos los vasallos criollos del
antimperialista. Ni en nombre de la III Internacional, ni en nombre de su Liga Antimperialista europeísmo anclados en su subordinación. No importó que fuesen fascistas o comunistas,
Panamericana o de las Américas, condenada al fracaso, podrá nada. La fuerza de la conservadores o radicales. Por sobre toda línea de separación ideológica prevalece el
corriente antimperialista es en nuestros pueblos más antigua que la III Internacional y más tajante deslinde entre nosotros y quienes no han concebido nunca a la vida social, cultural y
vasta que los exclusivismos de su partido de clase. Para que una clase social en específicamente política de Indoamérica desenvolviéndose liberada de algún patronazgo
Indoamérica fuese capaz de dirigir victoriosamente, por sí sola, a nuestros pueblos a la tutelar europeo.

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desembozada política imperialista.
En el mismo libro de 1928 –repetidamente usado aquí como hito referencial para
documentar el indesviable derrotero de una marcha siempre proseguida– escribí estas Como asigno singular importancia, para una justa estimativa de la obra del aprismo, a su
líneas entonces inauditas: confrontamiento con la situación mundial y con la de las relaciones americanas en aquel
año de 1924, llamo hacia ellas la atención del lector. Porque eran del todo desemejantes de
Nuestro doctrinarismo político en Indoamérica es casi todo de repetición europea. Con las que a partir de 1933 –y desde entonces al aproximarse la segunda guerra– trastocaron
excepción de uno que otro atisbo de independencia y realismo, filosofía y ciencia de radicalmente el cuadro político internacional y el de nuestro hemisferio.
gobierno, jurisprudencia y teorización doctrinaria, no son en nuestros pueblos sino plagios y
copias. A derecha e izquierda hallaremos la misma falta de espíritu creador y muy Remarco la anterior advertencia a los olvidadizos de tan decisorias circunstancias, o a
semejantes vicios de inadaptación y utópico extranjerismo. Nuestros ambientes y nuestras quienes, por motivos de edad, no han vivido y presenciado alertamente toda la etapa de
importadas culturas modernas no han salido todavía de la etapa prístina del trasplante. Con profundas e inesperadas mudanzas características de los años cruciales desde 1918 hasta
ardor fanático hacemos nuestros, sin ningún espíritu crítico, apotegmas y voces de orden lo que va de la actual década. Y a despecho de su obviedad, traigo a mientes esta
que nos llegan de Europa. Así, agitamos férvidos, hace más de un siglo, los lemas de la consideración epocal, por cuanto no faltan críticos simplistas empeñados en desvincular los
Revolución Francesa. Y así podemos agitar hoy las palabras de orden de la Revolución hechos políticos pasados de su dimensión ambiental y de su dinámica ínsita, como quien
Rusa o las consignas inflamadas del fascismo. Vivimos buscando un patrón mental que nos observa aisladamente un trozo de roca o un raro animal enjaulado sin la relación
libere de pensar por nosotros mismos. Y aunque nuestro proceso histórico tiene su propio retrospectiva de sus antecedentes formativos y de sus áreas de procedencia.
ritmo, su típico proceso, su intransferible contenido, lo paradojal es que nosotros no lo
vemos o no queremos verlo. Le adjudicamos denominaciones de prestado o lo Es debido, pues, rememorar cómo en Estados Unidos el Partido Republicano había
interpretamos antojadizamente desde ángulos de visión que no son los nuestros. Esto nos triunfado sobre el Demócrata –que era el partido del presidente Wilson– en las elecciones
ha llevado a la misma falsa seguridad de los que durante siglos creyeron que la Tierra de noviembre de 1920. En ellas no alcanzaron mayorías de votos los candidatos a la
estaba quieta y que el Sol era el que giraba en torno de ella. Para nuestros ideólogos y presidencia y vicepresidencia James Cox y Franklin Delano Roosevelt, a quienes venció el
teóricos de derecha a izquierda, nuestro mundo indoamericano no se mueve, es el sol binomio Warren Harding y Calvin Coolidge. Esta derrota electoral del Partido Demócrata,
europeo el único que gira. Para ellos nuestra vida, nuestra historia y nuestro desarrollo cuyo gobierno había conducido a Estados Unidos en la victoriosa primera guerra mundial,
social sólo son reflejos y sombras de la historia y desarrollo de Europa. No conciben, por significó el derrumbe de los ideales internacionales del presidente Wilson, promotor de la
eso, sino estimarlos y medirlos, denominarlos y seguirlos de acuerdo con la clasificación Liga de las Naciones. Y el rechazo oficial norteamericano a participar en esa organización –
histórica y las normas políticas que dicta el Viejo Mundo. condenada a muerte por tal medida– ya había precedido auguralmente a las elecciones con
la votación adversa del Senado de Washington en la funesta, para el mundo, sesión del 19
Este colonialismo mental ha planteado un doble extremismo dogmático: el de los de marzo de 1920. Veredicto que inicia la predominancia del «aislacionismo», propugnado
representantes de la clase dominante -imperialista, reaccionario fascista- y el de los que por el Partido Republicano y cuya política estimuló las amenazantes avanzadas del
llamándose representantes de las clases dominadas vocean un lenguaje revolucionario ruso totalitarismo militarista en Europa que debía desencadenar la segunda guerra.23
que nadie entiende. Sobre esta oposición de contrarios, tesis y antítesis de una teorización
antagónica prestada, el Apra erige como síntesis realista su doctrina y su programa.20 El «aislacionismo» –tal como puede ser juzgado y definido por sus tendencias y por sus
resultados generales– era una política internacional norteamericana de aparente no
Esa doctrina y ese programa se articulaban en una filosofía de emancipación integral cuyas intervención: En lo que la intervención podía ser constructiva para el fortalecimiento de un
ideas informan la trayectoria de nuestro movimiento, destinado a promover la independencia organismo ecuménico coordinador de Estados y garantizador de democracias y de paz;
de los pueblos indoamericanos por obra de ellos mismos21: independencia económica, pero de encubierta y nociva injerencia en la vida económica y política de otros Estados, en
social y política pero esencialmente cultural. Del legado de la civilización europea –cuyo lo que la intervención unilateral, movida por intereses particulares es inmoral y destructiva.
crepúsculo fue previsible a partir del año decisorio de 1918–, Indoamérica debía recoger los Y cuanto a Indoamérica toca, el período «aislacionista» del régimen del Partido Republicano
valores universales perdurables de la cultura, y decidirse a buscar sus propios caminos: es coevo de la «diplomacia del dólar» y del intervencionismo armado o financiero de los
Indoamérica debe aprovechar la experiencia de la historia pero sin caer en la imitación Estados Unidos en varias de nuestras repúblicas.
servil», era nuestro lema: «El Apra... aprovecha la experiencia de la historia, la verifica en
nuestro suelo y, desechando críticas absurdas, se afirma realistamente en la dialéctica de La verdadera situación de éstas durante la vigencia de aquella política internacional
los hechos».22 implantada por las administraciones Harding-Coolidge desde 1921, fue escuetamente
descrita en un fidedigno discurso historial, pronunciado años más tarde, por el subsecretario
Como es de presumir –y más aún en aquellos años del 24 al 28– los comunistas nos de Estado de los Estados Unidos, Mr. Sumner Welles. Va aquí uno de sus párrafos
consideraron herejes y blasfemos: para ellos Europa debía seguir rigiendo, omnipresente y expresivos que diseñan lacónicamente cuál era el trasfondo de las relaciones
absoluta, la conciencia colonial de nuestros pueblos. Y si antes fueron España, Portugal, panamericanas precisamente hasta 1933; o sea en los años que siguieron a la más aguda
Inglaterra, Francia o Roma los imperios rectores, ahora debía ser Moscú. etapa de las agresiones imperialistas –los dos sucesivos períodos de Coolidge– cuando el
Apra anunció su ideario. Y son textuales palabras del entonces vocero del departamento de
II. EL ANTIMPERIALISMO APRISTA Estado de Washington las que subsiguen:

...nuestra infantería de marina de montaña montaba guardia en territorio de uno de nuestros


Cuando la primera parte del ideario aprista fue enunciada en México en 1924 –o sea la que vecinos; en otros países, aunque la infantería de marina había sido retirada, asesores
postula la unión política y económica de los dispersos y, por eso, débiles países financieros investidos de facultades dictatoriales todavía predominaban... En otro grupo de
indoamericanos, como tarea histórica del frente o alianza popular de sus trabajadores países una perpetua espada de Damocles pendía sobre la cabeza de sus pueblos a causa
manuales e intelectuales– señoreaba en el gobierno de los Estados Unidos una de las posibilidades de intervención de los Estados Unidos en sus asuntos internos para

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mantener el orden; como consecuencia de esto muchas repúblicas americanas no estaban
en condiciones de ser llamadas soberanas porque su soberanía era susceptible de ser Aquella contienda ciudadana que conmocionó a los Estados Unidos por más de diez años,
violada a voluntad por los Estados Unidos.24 dio origen –importa repetirlo– a dos fuertes y prolongadas corrientes de opinión pública: la
de los imperialistas y la de los antimperialistas. La primera ha sido identificada con el
Muchos años antes, en 1927, el senador norteamericano Henry Shipstead, a la sazón Partido Republicano y con los nombres de Mahan, Cabot Lodge y Theodore Roosevelt –el
miembro del Comité de Asuntos Extranjeros del Senado de Washington, había escrito en la presidente del big-stick, y quien en 1903 «tomó» Panamá– y la segunda ha sido asignado al
revista Current History estas concisas líneas de denuncia: indeclinable Bryan y a sus copartidarios.30 Fue esta tendencia antimperialista del Partido
Demócrata –The spirit of Bryanism–31 la triunfante desde 1932 con la elección del insigne
Los ejemplos pueden multiplicarse indefinidamente y todo ciudadano americano bien presidente Franklin D. Roosevelt, el leal «buen vecino» de Indoamérica.
informado sabe que nuestra política presente en la América Latina es de franca agresión
económica y que lleva consigo una dictadura política.25 Pero retornado a 1924 –el año de la formulación del primer ideario aprista– el cuadro
político norteamericano era el reverso del que debía cambiar enteramente diez años
El Dr. Samuel Guy Inman de la Universidad de Columbia –autor de varios libros sobre después: Calvin Coolidge, vicepresidente reemplazante del difunto Harding desde 1923, se
relaciones internacionales y miembro de todas las delegaciones oficiales de los Estados hallaba en la Casa Blanca. Y su materialista apotegma de gobierno se hizo célebre: «the
Unidos a las Conferencias ordinarias y extraordinarias panamericanas celebradas en los business of the United States is business». Su Secretario de Estado, Charles Evans
últimos tres decenios–, se había anticipado a las descripciones del subsecretario Welles y Hughes, había declarado ya en agosto de aquel año centenario de la Doctrina Monroe, y a
del Senador Shipstead. En julio de 1924, y desde las páginas de la antigua y acreditada propósito de ésta, que «el gobierno de los Estados Unidos se ha reservado para sí su
revista norteamericana The Atlantic Monthly –en la cual ya escribió Emerson– decía lo definición y aplicación».32 Las repetidas ocupaciones militares y los presionantes controles
siguiente: financieros en algunos países indoamericanos del Caribe demostraban que la política de la
facción de los imperialistas del Partido Republicano había alcanzado su apogeo. Fue
En los más pequeños países de América Latina, controlados por nuestros soldados, entonces que el designio de organizar un movimiento defensivo indoamericano se nos
nuestros banqueros y nuestros reyes de petróleo, nosotros los norteamericanos estamos impuso como un quehacer perentorio. Y aunque el proceso pormenorizado de los
desenvolviendo nuestras Irlandas, nuestros Egiptos y nuestras Indias. La política de los acontecimientos que precedieron y coadyuvaron a la fundación del Apra ha sido,
Estados Unidos en la América Latina con su combinación de pagarés, de sus barcos de fragmentariamente ya descrito –espero que me sea dable epitomarlo en un libro
guerra y de su Diplomacia del Dólar, es esencialmente imperialista y significa la destrucción autobiográfico ulterior– hallo congruente intercalar someros datos de antecedencia:
de nuestra propia nación, exactamente como se destruyeron Egipto, Roma, España y
Alemania, y todas las otras naciones que quisieron medir su grandeza por sus posesiones El antimperialismo aprista tiene sus precursores. No solamente en él para nosotros distante
materiales, antes bien que por su pasión por la justicia y por el número de sus vecinos movimiento norteamericano finisecular del bryanismo –promotor en los Estados Unidos de
amigos.26 las campañas cívicas que hubieron de repercutir a tiempo como un aldabonazo de
admonición en este lado del hemisferio– sino porque Bryan actualizó o americanizó con
Estas elocuentes confesiones de norteamericanos ciento por ciento, vienen a mi propósito inopinada semántica una terminología que más de una treintena después hicimos nuestra.
para recordar al lector que las voces «imperialismo» y «antimperialismo» y la locución Aquí en Indoamérica fueron hombres mozos de la brillante generación intelectual del 900
«diplomacia del dólar» son de troquel norteamericano. No son invenciones indoamericanas quienes desde ambos lados del río de la Plata siguieron alertas las campañas de Bryan,
y mucho menos rusas. El imperialismo norteamericano es una tendencia política que en los exaltaron el latinoamericanismo, y han legado por ello merecido renombre: José Enrique
Estados Unidos –y dentro del Partido Republicano– representaron desde fines del siglo Rodó, José Ingenieros, Manuel Ugarte, Alfredo Palacios, Leopoldo Lugones, Alberto
pasado Theodore Roosevelt y Henry Cabot Lodge, quienes seguían las ideas de Alfred Ghiraldo; con quienes coincidían en ideales bolivarianos de unionismo continental otros
Thayer Mahan, cuyos libros abogan por el engrandecimiento del poder naval coetáneos suyos, ya afamados en el campo de las letras y procedentes de diversas
norteamericano a fin de prevalecer imperialmente en el mundo. En la última década del regiones de nuestra grande y dividida nación: Rubén Darío, Enrique José Varona, Sanín
siglo XIX la pugna política entre los dos partidos históricos de los Estados Unidos polarizó Cano, Carlos Arturo Torres, Alejandro Korn, Amado Nervo, Enrique Molina, Pedro
en sendos bandos que reunían a millones de militantes ciudadanos: los imperialistas Henríquez Ureña, José Santos Chocano, José Vasconcelos, José M. Vargas Vila, Antonio
inspirados por Mahan, y conducidos por Theodore Roosevelt y Cabot Lodge –quienes Caso, y, entre quienes de cerca les seguían: Joaquín García Monge, Alfonso Reyes, Alberto
agitaban las teorías de «World-power», pero también aparecían coloreados por el racismo Masferrer, Carlos Vicuña Fuentes, Emilio Frugoni, Omar Dengo, y muchos más.33
de Josiah Strong, predicador de la providencial misión responsable del «pueblo escogido»,
o sea la raza anglo-sajona–,27 y los antimperialistas encabezados por el famoso tribuno Descolló entre ellos el publicista y orador bonaerense Manuel Ugarte por sus concitadoras
William J. Bryan, por cuatro veces candidato de su partido a la presidencia de la Unión. peregrinaciones tribunicias a lo largo de Indoamérica, en las que remozaba la invocación
Bryan, a quien los republicanos jingoistas a ultranza llegaron a calificar de «decadente unionista de Bolívar –de la que habían renegado sus epígonos militaristas y los políticos
criminal», había proclamado en sus memorables campañas oratorias de 1896 que «el criollos decimonónicos– y prevenía el peligro de la expansión imperial norteamericana. A no
imperialismo es una maldición nacional» – «a course to the nation».28 En el libro The dudarlo muy influído por las cruzadas de Bryan –cuyas noticias impresionantes, según me
American Mind de Henry S. Commager, al analizar «aquellos duros tiempos de los declaró en una carta de 1926, incitaron los entusiasmos de sus años adolescentes de lector
noventas» puede leerse este comentario de la tremenda lucha política finisecular en la que atento de la prensa de Buenos Aires–34 se propuso Ugarte realizar aquí lo que el
el probo y elocuente tribuno antimperialista Bryan fue figura central: demócrata estadounidense había hecho en su continente: recorrer nuestro territorio y
admonizar a su pueblo también sobre los riesgos del imperialismo norteamericano.
El sentido del destino, tan fuerte como siempre, fue pronto confundido con la
responsabilidad del hombre blanco y teñido de chauvinismo; pero William Jennings Bryan, Ugarte –sin desentrañar el íntegro significado económico del fenómeno imperialista, pese a
el más elocuente campeón político de los más viejos ideales, fue el líder irreconciliable del su declarada adhesión al socialismo, y sin proponerse acometer la tarea organizativa de
antimperialismo.29 una fuerza política– acertó sin embargo, en una proposición cuya lógica es paladina: a

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saber que la expansión de los Estados Unidos ha devenido como inevitable consecuencia después enaltecida con el nombre prócer de González Prada–, y en ella se estructuró un
de su poderío, y éste es una resultante de su vasta y concertada unidad continental. Si los dinámico frente único de trabajadores manuales e intelectuales, que recibió su bautismo de
cuarenta y ocho estados norteamericanos estuviesen divididos en igual número de sangre el 23 de mayo de 1923, y de cuyas filas salimos los fundadores del Apra.41
«patrias» independientes, «soberanas», rivales unas de las otras –con sus respectivos
militarismos politiqueros y sus agitadores jingoistas– no serían sino lo que son los débiles Al llegar en noviembre de aquel año desterrado a México, senté las bases de la
Estados indoamericanos: débiles porque están desunidos. O si los grandes hacendados organización continental aprista conformada al tenor de las mismas pautas orgánicas de
esclavistas del sur de los Estados Unidos hubiesen logrado del general Lee y del militarismo nuestro frente único de las universidades populares. Empero, su programa no fue aún
reaccionario norteamericano la secesión que pretendieron con la Guerra Civil de 1861 a anunciado cabalmente: el 7 de mayo de 1924 –en víspera de mi partida hacia Europa–
1865, aquella federación continental no existiría como un gran poder. Lincoln –símbolo y entregué a los estudiantes de México la bandera unionista de Indoamérica y sometí a su
jefe del gobierno civil, representativo de la democracia yanqui en armas– venció a Lee y a aprobación el primer lema de nuestro ideario: «acción conjunta de los pueblos
su ejército defensor de una clase explotadora. Al derrotarlos, no solamente impuso la indoamericanos por la unión política y económica de nuestros veintiún estados», incluso
abolición de la esclavitud –alto derecho humano– sino salvó la unidad norteamericana, Puerto Rico. A título de curioso documento testimonial, inserto citas textuales del discurso
objetivo que desde la Independencia fue para la república del Norte condición de libertad y de entrega:
de democracia.35
Con orgullo podemos afirmar que nada ha sido más eficaz al propósito de fundir en uno solo
Durante los tres primeros lustros de este siglo –hasta el año 1913– Ugarte cruzó una y otra a los veintiún pueblos indoamericanos –dispersos por el nacionalismo estrecho de las viejas
vez el continente indoamericano clamando por la unidad y demostrando la inferior condición políticas– que la obra de las juventudes. Hemos creado sobre la fría y restringida relación
de los países pequeños «balcanizados», y por ello débiles, junto a los compactados en de las cancillerías imitadoras de Europa, una solidaridad más amplia... No sólo queremos a
uniones y federaciones continentales y, por tal causa fuertes. En su camino encontró nuestra América unida sino también a nuestra América justa.... Esa bandera que yo os
aplausos y resistencias; pero, acentuadamente, férvidas simpatías estudiantiles. Miguel de entrego camaradas estudiantes mexicanos... la tenéis aquí: el rojo dirá de las aspiraciones
Unamuno –el mejor y más influyente amigo español de nuestros pueblos, y el representante palpitantes de justicia que en esta hora admirable del mundo inflama la conciencia de los
de aquella insuperada generación peninsular del 98– le escribía desde Salamanca en 1906: pueblos y que nuestra generación proclama con la nueva humanidad. ...Sobre el ancho
campo de la figura en oro de la nación indoamericana, señala las tierras vastas, que unidas
...paréceme un sueño espléndido su sueño de una confederación latinoamericana y tenga y fuertes, brindarán hogar sin desigualdades a todos los hijos de la raza humana. Aceptadla
en cuenta que al llamarla sueño no es que quiera decir que lo crea irrealizable en un porque es nuestra. Flameará primero sobre las soñadoras muchedumbres de las juventudes
porvenir más o menos remoto. Suelen ser con frecuencia los sueños vaticinios de que van abriendo el camino, y más tarde serán los pueblos... los que la agiten en el tumulto
realidades.36 estremecido de sus luchas. Os la entrego camaradas estudiantes de México porque sois
vosotros... los que tenéis derecho a llevarla. Por que sois hijos del pueblo que más
Mas los ecos del mensaje de Ugarte quedaron ensordecidos y distantes cuando el mundo gallardamente defendió la libertad de la raza; porque de vuestra propia sangre surgió el
conflagrado de 1914 a 1918 cerró toda una era de la historia universal y anunció el ejemplo de una nueva sociedad igualitaria y en avance. Olvidaos de quien os la dio, pero
advenimiento de una nueva Edad. Entonces, con la Reforma Universitaria surgió en 1918 recordad siempre que es enseña de juventud, de justicia y de unión.42
desde las aulas triseculares de la Universidad de Córdoba del Tucumán el más
trascendente movimiento de renovación intelectual acaecido en Indoamérica desde la En los meses terminales de 1924, ya en Suiza e Inglaterra, propuse el programa
Independencia.37 Una gallarda e intrépida generación veintenaria habló a los estudiantes y complementario antimperialista del Apra. El fue aprobado por nuestra primera asamblea
trabajadores indoamericanos en un lenguaje insólito pero que todos ellos entendieron. Y latinoamericana de París en julio de 1925.43
proclamó con «el derecho sagrado de la insurrección», la consigna del sacrificio cual «su
mejor estímulo», y a «la redención espiritual de las juventudes de América» como «su única El aprismo comenzaba así, por definir el imperialismo cual un fenómeno económico de
recompensa».38 expansión capitalista. De esta suerte coincidía, en principio, con la definición del marxismo-
leninismo. Ello no obstante –y he aquí un ejemplo típico de nuestra negación dialéctica de la
La Reforma Universitaria que en esencia fue el primer grito de emancipación de nuestro doctrina marxista– al observar el fenómeno imperialista desde la realidad socio-económica
«coloniaje mental» –heraldo de una nueva conciencia de Indoamérica– calificó de Indoamérica y no desde la europea, rechaza el carácter absoluto de la definición
expresivamente las viejas universidades y a sus métodos pedagógicos estancos, como «los conocida de Lenin: «El imperialismo es la última o superior etapa del capitalismo».44 A lo
virreinatos del espíritu».39 Y contra ellos –«refugio secular de los mediocres, rentas de los cual nuestra tesis replica oponiendo su negación relativista:
ignorantes, hospitalización segura de los inválidos»–,40 insurgió la juventud oteando los
rumbos de una cultura propiamente indoamericana, a la cual cerraba el paso el feudalismo En Europa el imperialismo es la última etapa del capitalismo –vale decir la culminación de
universitario sostenedor del feudalismo económico-social prevaleciente en nuestros una sucesión de etapas capitalistas que se caracteriza por la emigración o exportación de
pueblos. De aquella verdadera revolución estudiantil, velozmente propagada a todo el capitales y la conquista de mercados y de zonas productoras de materias primas. Pero en
ámbito continental, surgió la doctrina de que es misión de las universidades reformadas Indoamérica, lo que es en Europa la última etapa del capitalismo resulta la primera. Para
arrostrar el peligro social del analfabetismo de nuestras masas y consagrar los derechos del nuestros pueblos, el capital inmigrado o importado plantea la etapa inicial de su edad
pueblo a la cultura como el primer paso hacia la verdadera justicia democrática. La reforma capitalista moderna... Si examinamos la historia económica indoamericana, descubriremos
creó las universidades populares e inauguró una época de creciente acercamiento esta general característica: con el capital inmigrado se insinúa en nuestros pueblos agrícola-
estudiantil hacia las clases obreras y de generalizado interés por sus problemas mineros la era capitalista. Y es Inglaterra –donde el capitalismo define más pronto su
económicos. Y en el Perú, donde el movimiento alcanzó dimensiones singulares –dada la fisonomía contemporánea– la nación que inicia la exportación de capitales.45
reacción que él provocó en la docencia oligárquica de la Universidad Mayor de San Marcos,
baluarte de la plutocracia feudal limeña– su primera victoria culminó con el Congreso Luego, «la última etapa» en Inglaterra pero «la primera etapa» en Indoamérica. Con otras
Nacional de Estudiantes del Cuzco de 1920. –El estableció la Universidad Popular, poco palabras: lo que Lenin llama nivel superior, ápice o remate del sistema capitalista en las

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zonas altamente desarrolladas, es principio e incipiencia en las regiones infradesarrolladas la misma moneda y parecen fundirse en un mismo destino. Pero son diferentes, son
a donde el capitalismo llega por primera vez bajo la forma de fenómeno imperialista. Este opuestos; están en contradicción y en lucha... Tesis y antítesis que imponen una síntesis de
reparo formulado de acuerdo con la interpretación histórica relativista del aprismo no ha sido equilibrio y libertad dentro de un plan de nueva economía indoamericana, no apartada de la
nunca seriamente respondido.46 evolución económico-social mundial, pero capaz de detener para siempre el sojuzgamiento
y la opresión del imperialismo.52
Por consecuencia, el aprismo definió al imperialismo –desde el escenario y perspectiva
indoamericanos valido de nuevos términos formulados desde 1924–. Estos figuran en el El aprismo enfocó así el problema imperialista bajo una nueva luz; o, para apelar a una
Capítulo III de El Antimperialismo y el Apra: traslación más exacta, al contraluz del enfoque marxista europeo. A diferencia de los
secuaces del comunismo en estas latitudes, rehusamos ser repetidores de coro de los
El imperialismo que implica en todos nuestros países el advenimiento de la era capitalista contextos teóricos elaborados en un continente dispar y lejano en la geografía y en la
industrial bajo formas características de penetración, trae consigo los fenómenos historia del que es nuestro. Y no nos fue difícil exhibir cómo basta permutar los ángulos de
económicos y sociales que produce el capitalismo donde aparece originalmente.47 perspectiva de un mismo fenómeno social para que él se trasmute a su vez
correlativamente a las nuevas escalas espaciales y temporales que sirven de referencia
Y además de estas características diferenciales del origen del capitalismo industrial en los para observarlo y verificarlo. El aprismo intentó y logró descubrir nuestra realidad
países que devienen imperialistas y en los que resultan imperializados, existen otras sociológica, no pretendió forjarla. Y más de diez años antes de que la revolucionaria
tipologías dispares entre unas y otras zonas económicas: historiología de Toynbee insinuara que «el estudio de todas las actividades sociales está
gobernado por las tendencias dominantes de tiempo y de lugar,53 era ésa en esencia
El gran capitalismo, la gran industria, no han insurgido en Indoamérica como producto de su nuestra norma filosófica. Por ende, que las leyes económicas y la preceptiva política
evolución económica: han advenido, han invadido conquistadoramente y se han abierto concebidas y eficaces en una realidad histórica dada son intransferibles a otra, cuyo grado y
paso en nuestro medio destruyendo toda posible competencia; deteniendo el proceso de ritmo de evolución aparecen palmariamente disímiles. En el capítulo VIII de mi libro de 1928
formación de una verdadera burguesía nacional, y utilizando parcialmente nuestra primitiva escribí:
arquitectura económica feudal y semifeudal, para convertirla en una aliada y servidora
sojuzgada.48 Ya queda bien aclarado en estas páginas que el Apra se sitúa en el plano realista de
nuestra época y de nuestra ubicación en la geografía y en la historia económica de la
De aquí que sean peculiares en los países indoamericanos –cuya industrialización en gran humanidad. Nuestro Tiempo y nuestro Espacio económico nos señalan una posición y un
escala la inicia el imperialismo– los siguientes hechos distintivos sobre los que hace camino.54
hincapié mi libro de 1928:
En consonancia con nuestra filosofía, el imperialismo «como fenómeno económico»55 es
.....las industrias que establece el imperialismo en las zonas nuevas no son casi nunca relativo al espacio y al tiempo de donde se produce y a donde llega. No solamente por
manufactureras sino extractivas de materias primas o medio elaboradas, subsidiarias y cuanto lo que es «última», «suprema» o «superior» etapa del capitalismo en los países
subalternas de la gran industria de los países más desarrollados... altamente industrializados viene a ser «primera», o «inferior» etapa en los países coloniales
o semi-coloniales, infra-industrializados, a donde el imperialismo llega, sino por algo más:
La primera etapa del capitalismo en los pueblos imperializados no construye la máquina, ni Porque si el imperialismo significa para nuestros pueblos la instauración del período de su
siquiera forja el acero o fabrica sus instrumentos menores de producción. La máquina llega industrialización, y si la industrialización es indispensable para el progreso económico-social
hecha y la manufactura es siempre importada... Así es como al industrializarse los países de nuestros pueblos, el antimperialismo debe confrontar esa realidad.
de economía retardada viven una primera etapa de desenvolvimiento lento, incompleto.49
Este punto fundamental de nuestra discrepancia con la tesis comunista europea sobre el
En Indoamérica no hemos tenido tiempo de crear una burguesía autónoma y poderosa, imperialismo esclarece más todavía la línea doctrinaria aprista. Pues «reconociendo que la
suficientemente fuerte para desplazar a las clases latifundias –prolongación del feudalismo lucha contra el imperialismo ante todo es lucha político-económica»,56 ésta no tiene el
colonial... A las criollas burguesías incipientes, que son como las raíces adventicias de mismo carácter que la conflictiva rivalidad de dos imperialismos resultantes de la
nuestras clases latifundistas, se les injerta desde su origen el imperialismo dominándolas.50 competencia de dos grandes países industriales. Nuestro caso es otro: es el de una zona
económica infra-desarrollada que debe industrializarse para progresar y cuya
Pero en el curso de nuestra evolución económica las etapas no se suceden como las de la industrialización depende del sistema capitalista cuyo desplazamiento hacia los países
transformación de un niño en hombre. Económicamente, Indoamérica es como un niño industrializados tiene el carácter de imperialismo. Por consecuencia –escribí en mi libro de
monstruoso que al devenir hombre le creció la cabeza, se le desarrolló una pierna, una 1928–:
mano, una víscera, quedando el resto del organismo vivo pero anquilosado en diferentes
períodos del crecimiento. Examinando el panorama social de nuestros pueblos encontramos La lucha contra el imperialismo en Indoamérica no es solamente una lucha de mera
esta coexistencia de etapas que deberían estar liquidadas. Cada una conserva vitalidad resistencia, de algazara, de comités o de protestas en papeles rojos. La lucha es, ante todo,
suficiente para gravitar sobre el todo económico-político.51 una lucha política, económica... Y el antimperialismo es ante todo un gran impulso
constructivo.57
Dos tipos de economía –dos velocidades, dos intensidades económicas– actúan en la vida
social indoamericana: aquel que forma parte del sistema de los grandes capitalismos, sujeto Hemos precisado los apristas desde el comienzo que enfrentar y tratar de resolver dentro
a un ritmo más intenso, cuyo origen y comando nos es extraño, y el que constituye nuestro de las circunstancias el máximo y complejo problema que nos presentaba la peculiar
tipo propio más lento e incipiente de desarrollo nacional, concorde con nuestra propia línea realidad de un mundo económico –la cual nosotros no estábamos en capacidad de alterar–,
tradicional de evolución. Ambos inciden en nuestro suelo. Ambos tienen por base de su nos imponía responsabilidades históricas únicas. La primera de ellas es la de desbrozar el
producción a los millones de trabajadores indoamericanos. Ambos cotizan sus productos en antimperialismo aprista de los nacionalismos odiosos contra los pueblos en donde el

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sistema capitalista ha culminado. Y en el caso de Estados Unidos lo hemos dilucidado acción del fenómeno económico-imperialista: «su primera etapa».
inequívocamente: en una carta abierta dirigida desde Berlín –a principios de 1929– a un
notable jurista centroamericano puntualicé: Ahora bien, si desfeudalizar significa progresar, y si la etapa económica subsiguiente de la
feudal es la industrialización, y si ésta sólo puede cumplirse en Indoamérica dentro del
El aprismo no es una doctrina política de chauvinismo latino o indoamericano contra el sistema capitalista, o imperialista,60 es inobjetable una deducción obvia: el imperialismo es
pueblo de los Estados Unidos. Si personas mal intencionadas y peor informadas –dos un fenómeno económico de acción ambivalente; comporta peligro pero también trae
categorías de gentes que desgraciadamente abundan en nuestros países– tratan de mal progreso para los países de economía retardada. Así se explica que el antimperialismo sea
interpretar las orientaciones del Apra, nuestro deber elemental es remitirlas a los para el Apra «un gran impulso constructivo»; es decir, no un simplismo demagógico,
documentos fundamentales de nuestro partido... Nuestro programa doctrinario precisa bien nihilista, que pretende una falaz liberación económica de nuestros pueblos retrogradándolos
que el Apra sólo combate el imperialismo. El imperialismo es básicamente un fenómeno a la primitividad, sino que aboga por su industrialización civilizadora. Desde su iniciamiento
económico con proyecciones sociales y políticas. En forma alguna, ese fenómeno tiene un la doctrina aprista concretó estos conceptos que cito de mi libro de 1928:
carácter esencialmente racial o nacional. Un pueblo no es racial o nacionalmente
imperialista. Muchos pueblos hoy débiles o sometidos han sido imperios según lo Un movimiento antimperialista no supone una acción regresiva en el orden económico o un
demuestra la historia. Porque el imperialismo, ya feudal, ya mercantilista, ya capitalista – mero ímpetu lírico por un ideal gaseoso de libertad nacional. Antes bien, es un paso
caso contemporáneo de expansión de los grandes países industriales– está determinado histórico hacia adelante; hacia la emancipación social y hacia el bienestar económico de las
por condiciones económicas... En nuestra lucha contra el moderno imperialismo capitalista colectividades sojuzgadas. El antimperialismo no enarbola el postulado absurdo de «la
industrial –de los Estados Unidos, que es el imperialismo que con más vigor nos subyuga– libertad por la libertad», aunque sea a precio del progreso y de la cultura, a cambio de la
tampoco existe ni puede existir una rivalidad nacional o racista... no han faltado entre regresión. Precisamente es lo contrario: la lucha antimperialista significa la consecución de
nosotros quienes hayan visto el problema de nuestra lucha defensiva como una cuestión la libertad como palanca de progreso. No se trata de retroceder a las primitivas formas de
nacional, como una rivalidad étnica entre sajones y latinos. Esta concepción me parece vida idílica porque ellas fueron la más prístina y natural expresión de la libertad; ni es el
falsa y el aprismo la condena: nosotros luchamos contra un sistema económico que se Contrato social de Rousseau el nuevo evangelio de esta lucha. El antimperialismo –y así lo
proyecta sobre nuestros pueblos como una nueva conquista... El programa del Apra es muy propugna el Apra– debe conseguir la liberación económica de los pueblos imperializados,
claro a este respecto...58 porque el yugo que hoy pesa sobre ellos es traba para su desarrollo. Consecuentemente,
esa liberación debe estar siempre condicionada por el propósito realista de lograr el mejor
Y de todo ello aparecía netamente que entre el antimperialismo comunista, al servicio de los desarrollo y el más rápido progreso de los pueblos liberados. Si éste no fuera el objetivo
intereses del imperio soviético y al antimperialismo aprista en defensa de nuestros pueblos, eminente de la lucha antimperialista, en su verdadero significado moderno y revolucionario,
la infranqueable línea de separación marca la de dos imparangonables escenarios caeríamos en un nacionalismo ciego y negativo, racialista y retrasado. Y el antimperialismo
económico-sociales: el del Viejo y el del Nuevo Mundo. Ellos son inconfundibles. A pesar de es, ante todo, un gran impulso constructivo.61
que, desaprensivamente, los imperialistas y sus agentes y esbirros han pretendido
embrollarnos a contrapelo con el comunismo criollo, el cual ostensivamente obedece a Esto sentado, es menester examinar cuáles son las características resaltantes de la
ideologías y consignas extramericanas y sin escrúpulo ni tregua nos embiste. estructura feudal en Indoamérica que el antimperialismo constructivo aprista se propone
recusar y superar. Examen que incide en el análisis de la conformación del Estado en
III. EL ANTI-FEUDALISMO APRISTA nuestros pueblos; institución en nada semejante –que no sea en el nombre y en los dictados
burocráticos– al Estado europeo, o al de las zonas del alto capitalismo industrial como
Importa abrir este capítulo con otra cita aclaratoria de mi libro de 1928. Ella trasunta la Norteamérica.
conocida tesis aprista sobre el feudalismo indoamericano declarada desde la fundación de
nuestro movimiento: El resumen del proceso histórico de nuestros pueblos –que en términos generales abarca
además de las grandes civilizaciones originarias a todas las comunidades indígenas
No es posible, pues, separar la lucha contra el imperialismo extranjero de la lucha contra el americanas que sojuzgó la conquista hispano-portuguesa para dar origen a la sociedad
feudalismo nacional en Indoamérica. Porque no se podrá combatir al imperialismo sin feudal-colonial–, fue sincopado como sigue en mi libro de 1928:
estructurar una nueva organización de la economía nacional a base del Estado. Y no se
podrá ni controlar el Estado, ni revolucionar la economía nacional, sin la transformación La conquista trae un nuevo sistema pero no puede acabar con el sistema anterior. El
efectiva del sistema feudal de producción, cuya clase dominante controla el Estado directa o feudalismo importado no cumple una tarea de evolución integral. Se yuxtapone al sistema
indirectamente con el apoyo del imperialismo. Por eso el contenido de la lucha autóctono y deviene coexistente con él. La nueva clase feudal americana, el feudalismo
antimperialista en Indoamérica es anti-feudal.59 criollo, no consigue tampoco destruir las bases del viejo sistema... Con la independencia, la
clase feudal criolla, fortalecida en 300 años de desarrollo, logra emanciparse del contralor
Prima-facie, esta proposición es tan evidente que aun el comunista acérrimo la admite y, de la clase feudal dominante española (y portuguesa), respaldo de la corona. Este conflicto
presuroso, puede hacerla suya. Mas, sin olvidar los conceptos precedentemente expuestos de intereses tuvo su línea central en la necesidad de sostener el monopolio comercial por
sobre la estimativa aprista del imperialismo en Indoamérica, es fácil comprobar que de ella parte de la clase dominante española (y portuguesa) y la necesidad del libre-cambio por
se desprende una vía de razonamientos divergentes de los del diagnóstico dictado desde parte de la clase dominante criolla. Esta se independiza presurosa y captura el poder
Europa por los comunistas: político por una razón económica ineludible: conserva el tipo feudal de la organización
social, le añade el libre cambio y adapta a sus nuevos organismos autónomos, regímenes
«El contenido de la lucha antimperialista en Indoamérica es anti-feudal», según queda republicanos; copias de los métodos revolucionarios europeos de la época.62
dicho. Pero la desfeudalización de nuestros países lleva ímplicita su industrialización.
Y de nuevo me detengo aquí ante este tema de los calcos de métodos europeos –que
Y, ya se ha visto que el industrialismo, propiamente dicho, se inicia entre nosotros por siempre dio malas copias– para reiterar lo que ya ha sido antes dicho acerca de él, a saber:

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que «conservadores y radicales, reaccionarios y revolucionarios, no han podido jamás Esta vinculación histórica entre el feudalismo indoamericano y nuestro infortunado
explicarse los problemas de nuestros pueblos sino a imagen y semejanza de los fraccionamiento en veinte repúblicas aisladas entre sí –y por consecuencia retrasadas y
europeos»:63 débiles– fue de tal manera interpretada en mi libro de 1928. La doctrina aprista enuncia que
la nueva independencia de Indoamérica depende primariamente de la unión de sus pueblos,
Esta gran paradoja histórica tiene su más alta expresión en la influencia notoria de la la cual será resultado de la liquidación del feudalismo, pues éste los dividió:
filosofía y literatura de la Revolución Francesa como inspiración doctrinaria de nuestra
Revolución de la Independencia. Para los descontentos colonos de la América Portuguesa y Frecuentemente se ha aludido al bajo índice demográfico como causa de la concentración
Española la Revolución Francesa les sirvió de gran ejemplo.64 Y a pesar de que el de grupos sociales en torno de zonas de posible intercambio. Esta explicación también
contenido social y político del movimiento francés correspondía a una etapa económico- corresponde a la condición económica feudal –falta de vías de comunicación, deficiente
social mucho más avanzada que la que históricamente tocaba vivir a los pueblos técnica para la producción y la circulación, y para el contralor estatal o político de grandes
indoamericanos– adoptamos las voces de orden, los preceptos y las fórmulas de París zonas– que determinó la división política de las actuales veinte repúblicas. Ya el régimen
como el infalible recetario que había de darnos también «Libertad, Igualdad y Fraternidad». colonial español fue trazando las fronteras de sus dominios de acuerdo con sus condiciones
Y mientras en Francia significó el derrumbamiento del feudalismo, en Indoamérica económicas, que variaron grandemente en tres siglos. Los dos inmensos virreinatos
representó la afirmación y autonomía del poder feudal colonial. Allá la aristocracia fundados por el imperio español en América, México y Perú, fueron subdividiéndose mucho
latifundista fue aplastada y aquí los aristócratas terratenientes criollos se liberaron más tarde. La Independencia... erige los nuevos Estados sobre las bases de virreinatos,
revolucionariamente del imperio de la metrópoli y capturaron el Estado como instrumento de capitanías y audiencias, modificadas por las dos fundamentales causas que determinaron la
dominio de su clase...65 Revolución contra España: la emancipación de las clases feudales criollas... y el
establecimiento del libre cambio que trajo a América una transformación económica por la
De esta suerte, la misma ideología antifeudal de Francia burguesa fue usada aquí en «la aceleración del comercio; la formación y la prosperidad de los centros de exportación e
revolución de la clase feudal latifundista hispano (y lusitano) americana contra el yugo importación; la urgencia de fronteras aduanales y de su contralor directo y eficaz dentro de
económico y político que la corona española (y la portuguesa), le imponía».66 Y de tal determinadas zonas. Las fronteras políticas actuales de nuestros países son fronteras
paradoja sólo pudo provenir que: económicas pero correspondientes a una etapa feudal. Las demarcó la clase feudal criolla
al libertarse de España; pero no corresponden a una delimitación económica moderna anti-
resultado paradojal de la Revolución emancipadora indoamericana fueron sus regímenes feudal, y menos a una delimitación revolucionaria y científica.69
políticos nominalmente democráticos –correspondientes a una etapa económico-social
posterior, burguesa o capitalista– en contradicción con la organización feudal de la De esta suerte se relaciona el imperativo histórico de la desfeudalización -sin la cual es
producción imperante en nuestros pueblos. Por que la Independencia no destruyó el impensable el progreso económico-social y por ende cultural de nuestros pueblos- con el de
latifundio; lo afirmó. Y las ideas de los liberales y radicales franceses perdieron su valor la unión o federación de los Estados indoamericanos.
subversivo una vez instauradas las repúblicas indoamericanas: los esclavos no se libertan
inmediatamente, pese al afán democrático... No obstante el grito inicial de emancipación, la Y en este punto coincide asimismo otro enunciado cardinal aprista: el que cifra el epígrafe
esclavitud del indio continúa. El aislamiento, caro al terrateniente –única clase triunfante de de uno de los párrafos de mi artículo de The Labour Monthly de Londres de 1926, nombrado
la Revolución de la Independencia– determina la división y la subdivisión de los antiguos al inicio de esta recensión de nuestro ideario: «El imperialismo no puede ser afrontado sin
virreinatos españoles en muchas repúblicas. Todo esto sucede porque las bases una política de unidad latinoamericana»;70 el cual en mi libro de 1928 se expone
económicas sobre las que descansa la sociedad son feudales.67 rotundamente:

Y quedan subrayados los conceptos atañederos al divisionismo de nuestras repúblicas .....el Apra coloca el problema imperialista en su verdadero terreno político. Plantea como
como una expresión de feudalidad criolla; calcada también del jacobinismo nacionalista primordial la lucha por la defensa de nuestra soberanía nacional en peligro. Da a este
burgués europeo, producto de la Revolución Francesa, para probanza de lo que ha sido postulado un contenido integral y nuevo. Y señala como primer paso en el camino de
dicho, a saber: que la clase feudal indoamericana aprovechó las ideologías revolucionarias nuestra defensa antimperialista la unificación política y económica de las veinte repúblicas
foráneas hasta donde les fueron ventajosas. Así acontenció con las altas aspiraciones en que se divide la gran nación indoamericana.71
unionistas de Bolívar o con los propósitos antiesclavistas del humano San Martín,68 o con
los planes sociales de Hidalgo y singularmente de Morelos. Bolívar concibió la Revolución Y para distinguir más todavía el angular enunciado anterior se dice de «los dos primeros
de la Independencia en dos grandes etapas que debían cumplirse sucesivamente: la de la lemas del programa máximo del Apra que se complementan entre sí: acción conjunta contra
liberación primero y la de la unificación después. Pero como la vida no le alcanzó, y como él el imperialismo y para la unificación económica y política de los pueblos
encarnaba la revolución en la que ésta era designio abnegado y glorioso, tras su muerte, o indoamericanos».72
ya desde las vísperas, la apostasía alevosa –que empieza con Páez, con el espantoso
asesinato de Sucre y con el atentado de Bogotá–, oscurece el sueño bolivariano con una En otros términos, que para el aprismo la primaria acción antimperialista es la federación de
nube sangrienta. La previsora tentativa de la federación indoamericana que debió coronarse las veinte repúblicas de Indoamérica. Y que no es dable resistir al imperialismo sino
en el Congreso de Panamá, fue suplantada por la «balcanización» cuartelera de nuestras cumpliendo la obra de la unidad indoamericana; ni vale llamarse antimperialista si no se es
tiranizadas repúblicas. Contrastando con la visión profética de los padres de la Revolución un sincero y militante unionista:
Norteamericana -para quienes la liberación y la unificación fueron indesligables condiciones
y hegemonía futura de su república continental- nuestras clases feudales y sus esbirros Tender a la unificación de los países indoamericanos para formar un gran organismo
imitaron a los países europeos en el divisionismo belicista. El cual había de desembocar en político y económico que se enfrente al imperialismo –tratando de balancear un gigantesco
las guerras mundiales del siglo XX y en el derrumbe de los estados nacionales militaristas, poder para el contralor de la producción en nuestro suelo– es sin duda la tarea inicial y
desangrados y disminuídos ante el poder de las vastas uniones de los pueblos-continentes. necesaria del Apra antes y después de su victoria política en cualquiera de nuestros
países.73

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nosotros fue y es un problema político-económico, que debe resolverse constructivamente
Esta identificación del antimperialismo y el unionismo indoamericanos demarca otra con miras a una equilibrada y democrática convivencia entre dos pueblos vecinos e
inconciliable discordancia entre nuestro ideario y el comunista. Este no cooperó nunca a interdependientes; la cual deberá basarse en una auténtica justicia. Contra este propósito
unir a nuestros pueblos y antes bien buscó coyunturas para dividirlos. En 1931 la sección conspiraban y conspiran todavía los privilegiados intereses minoritarios de voraces
peruana del Partido Comunista programó el seccionamiento del país en dos «repúblicas oligarquías feudales y plutocracias egoístas, estantes a uno y otro lado de la frontera que el
quechua y aimará»;74 y en varias repúblicas han fomentado agitaciones jingoistas o han Río Grande marca entre las dos Américas.
secundado planes agresivos de dictaduras castrenses. No podrá hallarse ningún programa
comunista en Indoamérica que preconice siquiera el objetivo bolivariano de nuestra Después de fijar la definición original que la doctrina aprista dio desde 1924 del problema
unificación, debido, tal vez, a que Marx lanzó contra Bolívar denostadores epítetos tales del imperialismo en Indoamérica, y de los únicos procedimientos iniciales y constructivos
como «vil, miserable y canalla».75 para encararlos –la unión indoamericana y la desfeudalización–, restan dos proposiciones
cuestionales conexas por despejar: cuál sistema económico debe sustituir al feudalismo
Cierto es que los partidos socialistas adheridos a la II Internacional, al igual que todos los absoluto dentro de un plan de industrialización, en el que –como se ha visto– el
derechistas criollos, tampoco tomaban en cuenta el propósito del Libertador de confederar a imperialismo resulta protagónico; y cuál organización política eficiente debe vertebrar la
Indoamérica –salvo en brindis o en académicas retóricas– y en modo alguno mencionan el unión de los Estados de Indoamérica.
imperialismo:
De nuevo mi libro de 1928, compendio de las ideas germinales del aprismo, viene en mi
Sectores subalternos de organizaciones mundiales subordinan los problemas ayuda para esta revista de las tesis que han de confluir a absolver las dos interrogaciones
indoamericanos a los que más interesan naturalmente a los comandos de sus partidos. arriba planteadas y cerrar así este capítulo.
Lógicamente Europa en su objetivo... Tal ocurre con las secciones comunistas de la Tercera
Internacional y con las de ciertos sectores de la Segunda... A la concepción local, o de La doctrina aprista infiere de su interpretación histórica de Indoamérica las siguientes
nacionalismo chico, de los partidos aislados en cada república –cuya antítesis es la conclusiones:
proyección mundial de los partidos internacionales– el aprismo plantea como síntesis la
acción continental o indoamericana. Ella eleva a primera categoría política la lucha contra el A partir del primer planteamiento de nuestra filosofía política, según el cual «Europa y
imperialismo que... no puede ni limitarse a cada país aisladamente, ni confundirse con la América están muy lejos de ser idénticas por su geografía, por su historia y por sus
lucha mundial.76 presentes condiciones económicas y sociales»;85 o sea, que si sus respectivos problemas
son diferentes, diferentes deben ser sus respectivas soluciones –argumento medular de
Es pues irrefutable que el aprismo ha sido el primer movimiento político unionista todo mi libro de 1928– el aprismo afirma:
indoamericano. Y que ningún otro partido, ni de izquierda ni de derecha, ha enarbolado
hasta hoy como primer enunciado de su programa el de la reunión política y económica de Que el imperialismo es la primera o inferior etapa del capitalismo en los países
los pueblos indoamericanos, o sea el propósito de constituir los Estados Unidos de económicamente coloniales o semi-coloniales como Indoamérica y que «con el capital
Indoamérica.77 inmigrado se insinúa en nuestros pueblos agrícola-mineros la era capitalista».86 Pero que el
capitalismo así iniciado –diametralmente distinto de como apareció y se conformó Europa–
Lo cual queda evidenciado porque atenidos a todo lo hasta ahora expuesto sobre la doctrina sólo industrializa parcialmente a Indoamérica a base de la producción de materias primas;
aprista, antimperialismo y unionismo «se complementan entre sí»,78 según textualmente se pero ni hace la máquina ni llega a:
ha transcripto. O sea que «el primer paso de la defensa antimperialista» consiste en la
acción unionista continental, por cuanto para nosotros «la lucha contra el imperialismo... no crear una burguesía nacional autóctona y poderosa suficientemente fuerte para desplazar a
es una lucha de mera resistencia, de algazara, de comités o de protestas en papeles las clases latifundistas –prolongación del feudalismo colonial– que con la revolución de la
rojos».79 Es la obra de la unificación indoamericana –forzoso es apuntarlo una vez más–, y Independencia se emanciparon de la sujeción político-económica de la metrópoli, afirmando
ella «no puede ni limitarse a cada país aisladamente ni confundirse con la lucha su poder por el dominio del Estado.87
mundial».80
Por consecuencia, quedan coexistiendo en nuestros países, con las no abolidas
El encadenamiento de estas ideas conduce lógicamente a considerar que si «el contenido modalidades residuales de producción indígena, el sistema feudal y el incipiente
social de la lucha antimperialista es anti-feudal»,81 y si por serlo, su «primer paso» en ella industrialismo que inaugura la producción imperialista; las velocidades económicas ya
debe dirigirse hacia la unificación de Indoamérica –puesto que las fronteras que señaladas.
actualmente la dividen son también «correspondientes a una etapa feudal»–82 el aprismo
concreta así su primer enfrentamiento positivo al imperialismo en dos acciones simultáneas: Y el Estado –asimismo disímil del que regenta en las sociedades de avanzado
unión continental y desfeudalización nacional. industrialismo– es en Indoamérica jurídica y políticamente una expresión simbólica de
aquella coexistencia de diferentes grados socio-económicos que polarizan –como más
Y al aseverar de acuerdo con su doctrina, que para el movimiento aprista «luchar contra el resaltantes– el feudalismo y el imperialismo. Y éstos necesariamente devienen aliados.
imperialismo en Indoamérica no es sólo resistirle con gritos y protestas»83 demagógicos,
yancófobos, y a la postre inocuos –pues, el Apra repugna demagogias engañosas y rechaza Pero la teoría aprista reconoce que el imperialismo, primera etapa del capitalismo en
a los que desnaturalizan nuestra causa.84 queda netamente diferenciado, una vez más, lo nuestros países, trae la industrialización; aunque ésta no sea sino unilateral. Y representa
que los apristas hemos entendido y entendemos por imperialismo, de lo que el Imperio un período de evolución económica y civilizadora superior al del feudalismo colonialista:
Soviético y sus agentes han entendido y entienden de ello. Para éstos ha sido siempre una
rivalidad explotable bajo la forma de una instigadora propaganda jingoista anti- El tipo del imperialismo moderno, especialmente del imperialismo norteamericano –tan
norteamericana con miras a la guerra posible entre Rusia y los Estados Unidos. Para avanzado y refinado en sus métodos– sólo ofrece ventajas y progreso en su iniciación».88

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Y... produce en nuestros pueblos un movimiento ascendente de las masas trabajadoras que por períodos previos de transformación económica y política y quizás por una revolución
pasan de la semiesclavitud y servidumbre, o de las formas elementales de trabajo libre, a su social –no socialista– que realice la emancipación nacional contra el yugo imperialista y la
definición proletaria...89 unificación económica y política indoamericana.94

Vale decir que como «primera etapa del capitalismo», el imperialismo determina la Esa «revolución social –no socialista»–, según aconsejaba mi libro de 1928, debería tener
emergencia en nuestros países de la clase proletaria industrial; aunque por el tipo peculiar en cuenta el proceso de la Revolución Mexicana, sobre cuyas hazañosas peripecias escribí
de este industrialismo –no siderúrgico, no manufacturero, no de masiva producción pesada– entonces:
ese proletariado está muy lejos de deparar las mismas características, y de alcanzar la
misma experiencia y la misma conciencia de clase que los antiguos y calificados Ninguna experiencia histórica, en verdad, más cercana y más aprovechable para los
proletariados de los países imperialistas de culminante industrialismo; como en Europa y los indoamericanos, que la que nos ofrece México. En mi concepto la Revolución Mexicana es
Estados Unidos. Nuestras clases obreras industriales –de industria semi-colonial de materia nuestra revolución; es nuestro más fecundo campo de ensayo renovador. Sus aciertos y sus
prima– presentan otra caracterología.90 errores, sus fracasos y sus buenos éxitos, sus contradicciones y sus impulsos constructivos,
han de derivar para nuestros pueblos las más favorables lecciones... A las puertas del más
Luego, el imperialismo como fenómeno económico, «como primera etapa del capitalismo en poderoso e imperialista país de la tierra, México ha hecho lo que su realidad le ha permitido
Indoamérica» –etapa de ineludible industrialización progresista– es tan peligroso cuanto hacer... Y no hay que olvidar que México en su lucha revolucionaria por su independencia
necesario. Con él corremos los riesgos de la sujeción, pero sin él sería inevitable el económica fue hasta donde pudo ir solo. Ningún país aislado de Indoamérica podría haber
estancamiento y la retrogradación.91 ido más lejos. Esa es la primera lección que nos ofrece la Revolución Mexicana. Sus
limitaciones y sus derrotas son características de un pueblo que lucha aisladamente por
Sentadas las proposiciones precedentes se puede inferir que para los pueblos libertarse del imperialismo y de sus aliados internos, bajo la presión del poder formidable y
indoamericanos arrostrar el imperialismo es como defenderse de la inundación, pero sin próximo de su gran enemigo.95
hacer desaparecer el agua. Y con este adelantado parangón traslaticio se remarca una de
las basales enunciaciones apristas, discrepantes de las que sirven de asidero a las tesis del Pero México no ha resuelto aún muchos de sus graves problemas y corre el riesgo de caer
comunismo sobre el fenómeno imperialista. Las cuales tienden a dirigir la acción o en la estagnación o en el retroceso... El imperialismo es ahora un riesgo terrible para
revolucionaria a cegar los veneros y matrices mismas de todo el sistema de producción México y sólo se salvará de él por golpes de instinto o de rebeldía, o por un estudio
capitalista del cual el imperialismo es un tramo de caudalosas y dilatadas difluencias. Mi científico y una dirección más segura y sabia de su política, que en esta lucha no puede
libro de 1928 deja esclarecido con toda netitud que el capitalismo industrial que viene estar desligada del concurso revolucionario de los demás pueblos latinoamericanos.96
importado a Indoamérica con la etapa imperialista es incipiente, joven y de tipo colonial o
semi-colonial; que él es incomparable, tanto por su origen cuanto por su tipo de producción, Al denotar las enseñanzas que la Revolución Mexicana ofrece a la historia política de
con el capitalismo industrialista de las zonas del mundo en que ese régimen económico ha Indoamérica debo detenerme, siquiera brevemente, en estas observaciones que ya desde
culminado, y que, consecuentemente, ese capitalismo imperialista determina la aparición de 1924 me atreví a formular acerca de aquel histórico acaecimiento americano: «...Sucesión
una clase proletaria industrial, también distinta de la antigua y ya orgánicamente establecida maravillosa de improvisaciones, de tanteos, de tropezones, salvada por la fuerza popular,
clase proletaria industrial europea. Y esgrimiendo como arma argumental contra las por el instinto enérgico y el valor indómito del campesino revolucionario»,97 el caso de
generalizaciones comunistas sus propias enseñanzas marxistas –según las cuales el México nos demuestra que el inmenso poder del imperialismo –y del feudalismo su aliado–
sistema capitalista sólo puede ser extirpado por la obra revolucionaria de los proletariados «no puede ser afrontado sin la unidad de los pueblos indoamericanos».98
industriales de los países altamente evolucionados, donde la conciencia de clase y la
fortaleza organizativa hagan posible tal transformación– mi libro aduce: Esta es la primera y aleccionadora inferencia de la revolución agraria de México que el Apra
recoge. Por cuanto aquel movimiento, con la Reforma Universitaria, son dos sobresalientes
que la abolición radical del sistema capitalista no puede cumplirse sino donde el capitalismo sucesos continentales de este siglo, ambos precursores del aprismo. Pues del primero
ha llegado al punto cenital de su curva, vale decir en los grandes países que marchan a la arranca la corriente revisionista hacia la emancipación de nuestro «coloniaje mental», hacia
vanguardia de la industria mundial... No ha de ser, pues, en los países coloniales y semi- una nueva interpretación de la vida indoamericana; y del segundo, se derivan fecundas
coloniales, que recién viven su primera o sus primeras etapas capitalistas, donde el lecciones –en yerros y aciertos– legadas por una revolución social, que no socialista,
capitalismo pueda ser destruído...92 agraria, antifeudal y antimperialista.

De otro lado, la capacidad económica de los Estados Unidos no permite suponer el ocaso En mi libro de 1928 reiteré estos conceptos ya publicados anteriormente, desde 1924: la
próximo de su poderío, tan próximo que su caída significara nuestra emancipación insólita. Revolución Mexicana es el primer movimiento social de nuestro siglo; es anterior a la
Y aun suponiendo esto, la caída de los Estados Unidos por su fracaso militar en la revolución rusa y, claro está, a la china, aunque la prensa estadounidense de la facción
contienda con otro poder imperialista, ¿llevaría a Indoamérica a la libertad, o la reduciría a imperialista la llamara retroactivamente «bolchevique» y «comunista», del mismo modo que
la sumisión bajo un nuevo amo?93 sigue llamando hoy a todo movimiento democrático social de izquierda en Indoamérica.
Pero no es solamente una revolución agraria, anti-feudal, como ha llegado a llamársela en
Y citado todo lo precedente –que a no dudarlo previene cualesquiera objeciones de los acuñado tópico, sino algo más: es una revolución antimperialista, o un épico preludio de
europeizantes sin excepción de jaez político– viene a propósito una declaración central, ella. Este doble carácter de la Revolución Mexicana es, a mi entender, indivisible. Y tanto,
polémica pero realista, que tomo asimismo del libro doctrinario del Apra: que por él se explican las frustraciones de aquel singular movimiento.

Combatiendo las fantasías demagógicas de los profetas del comunismo criollo, que ofrecen El aprismo reconoció, pues, en la Revolución Mexicana su peculiar carácter social, no
en cada discurso paraísos rojos, el Apra sostiene que antes de la revolución socialista que socialista –aunque no pocos repetidores criollos de léxico europeo la llamaran
llevaría al proletariado –clase en formación en Indoamérica– nuestros pueblos deben pasar pomposamente así– y anotó, por ello, que «no es indispensable ser comunista para ser

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revolucionario».99 Pero sindicó como causa principal de «sus limitaciones y sus errores» al Hay, empero, algo más digno de recordarse:
aislamiento de aquella cruenta y heroica insurgencia popular. Y respaldó con esta
enseñanza una de las conclusiones vertebrales de nuestra doctrina: ningún país de La Revolución Mexicana ha demostrado que la revolución anti-feudal y antimperialista
Indoamérica podrá aisladamente liquidar el feudalismo y emanciparse económicamente, triunfante no puede utilizar tampoco el viejo aparato del Estado para hacerlo servir sus
resistiendo al imperialismo. Ambas son tareas de liberación general que rebasan los propósitos... La nueva arquitectura del Estado –del que vemos sólo un intento incumplido en
insularismos nacionalistas y reclaman la acción conjunta de los pueblos de Indoamérica. El México, pero del que aprovechamos la experiencia incomparablemente valiosa para
feudalismo y el imperialismo son sistemas económico-sociales de dimensión continental y nuestros pueblos– nos sugiere los fundamentos del verdadero Estado antimperialista
exceden, con su trama orgánica e interdependiente de intereses, a las fronteras de nuestras indoamericano.102
veinte divididas patrias; del mismo modo que fueron excedidos los linderos administrativos
de los virreinatos, capitanías y audiencias por el sistema económico colonial mercantilista Ese Estado que llamé «antimperialista», es el que el aprismo propone para Indoamérica. El
impuesto por el imperio español. Pero así como resultó ilusorio, para quienes lo intentaron, que «exige una nueva y completa estructura jurídica concorde con la nueva estructura
pretender que un virreinato, o una capitanía o una audiencia se independizaran económica»;103 o sea «el Estado Democrático de los Cuatro Poderes»104 llamado a
aisladamente, y tal como la lucha revolucionaria por la Independencia política debió realizar la obra de desfeudalización y unionismo indoamericano y a representar a «la
convertirse en lucha internacional o continental para posibilitar su victoria, asimismo tendrá democracia funcional o económica».105
que ser la empresa de nuestra emancipación económica: obra de todos, que no podrá
cumplirse sin la unión de los pueblos de Indoamérica. Nuestros pueblos deben emanciparse del imperialismo cualquiera que sea su bandera.
Deben unirse transformando sus actuales fronteras económicas en meros límites
Esta es la regula aurea que nos lega México cuya revolución termina en las metas mismas administrativos, y deben nacionalizar progresivamente su riqueza bajo un nuevo tipo de
de su, por otros motivos, exaltado y contradictorio nacionalismo. Una reforma económica Estado. Las tres clases oprimidas por el imperialismo: nuestro joven proletariado industrial,
aislada puede realizarse hasta donde sea posible considerar como nacionales los nuestro vasto e ignaro campesinado y nuestras empobrecidas clases medias constituirán
problemas de la economía cuya internacionalidad es antonomástica. Pero es incontestable las fuerzas sociales normativas de ese Estado. El no será ya instrumento del imperialismo
que allende el campo de acción «nacionalista» –en este siglo cada vez más reducido– de sino defensor de las clases que representa, vale decir de las grandes mayorías de la
los fenómenos económico-sociales se halla el anchuroso territorio orbital de los sistemas de población indoamericana. Así la industrialización científicamente organizada seguirá su
intereses que los determina, cuya trabazón demarca jurisdicciones regionales de proceso civilizador. Tomaremos de los países de más alta economía y cultura lo que
presionante interdependencia. Cierto es que el feudalismo es un régimen anacrónico de requieren nuestro desarrollo material y el engrandecimiento de nuestra vida espiritual.
producción y un estadio retrógrado de desarrollo social y político en Indoamérica. Pero no Negociaremos con ellos no como súbditos sino como iguales. Sabiendo que ellos necesitan
es nacional, aunque en cada país se valga del «nacionalismo» a su manera para aislar del de nosotros tanto como nosotros de ellos, las leyes del intercambio deben cumplirse
mundo civilizado sus excesos, y cohonestarlos valido del anfibológico principio de la equilibradamente.106
«soberanía» y de la «no intervención». Tampoco el imperialismo es un fenómeno nacional,
aunque se valga del «nacionalismo» para aislar a nuestros países unos de otros e impedir Y todo ello expresa netamente que «la etapa capitalista debe cumplirse en nuestros países
por todos los medios su coordinación. Pero el feudalismo y el imperialismo han unido bajo la égida del Estado antimperialista».107 Para la cual hace falta entender plenamente
eventualmente sus intereses, porque se sirven mutuamente. Ni el primero podría sobrevivir cómo interpreta nuestra doctrina el fenómeno económico del imperialismo, cuya resistencia
ni el segundo abusar en una Indoamérica Unida. Y además, porque la industrialización que constructiva llamada a resultar en un gran equilibrio democrático de coordinación
el imperialismo implanta no es, generalmente, la del tipo pesado y manufacturero que hemisférica sólo será factible por la unión previa de los Estados indoamericanos.
totalmente amenaza al feudalismo. Y por una razón aun de mayor monta: porque el mismo
imperialismo feudaliza; vale decir impone rigurosos regímenes de trabajo correspondientes IV. EL APRISMO EN UN MUNDO CAMBIANTE
a los feudales en ciertas vastas zonas de su tecnificada producción extractiva: frutera,
azucarera, tabacalera, maderera, y de otros renglones agrícolas, sin excluir aspectos de la
producción minera, etc.100 Todavía con mi libro en la mano puedo continuar esta revista de las ideas normativas del
aprismo y demostrar cuán lejos han ido en el mantenimiento de sus derroteros originarios.
«La Revolución Mexicana... intento admirable, cuyos errores justamente por ser palmarios, Las conmociones y trastrocamientos sin paralelo de un mundo conflagrado durante los
gravísimos, inobjetables, son nuestra mejor lección»,101 nos demostró a los últimos 30 años hicieron encallar muchos programas y afondaron innumerables
indoamericanos orientadoras verdades. No puedo dejar de recapitularlas a despecho de expectativas y designios. Y en gran manera también desautorizaron y abatieron no pocas
arriesgar la criticable redundancia, y redecir cuanto ellas nos enseñan: Que los solemnes profecías. De entre ellas las más divulgadas e indiscutidas se referían a la
«nacionalismos revolucionarios» tienen por tope el límite que les fija el carácter «revolución proletaria europea» y al derrumbe inminente del sistema capitalista; vaticinio
interamericano de nuestros problemas económico-sociales. Que los partidos que propugnan este último con el cual coincidió oblicuamente el presagioso y meteórico nazi-fascismo cuyo
el aislacionismo en su intento de solucionar aquellos problemas caen inevitablemente en el improviso poderío cubrió de terror al mundo de la tercera y cuarta década de nuestro siglo.
estancamiento; por ende cejan, cuando no se deslizan hacia el fascismo de calco. Que todo
movimiento sincera y realistamente encaminado a renovar la retrasada situación De otro lado, aquí en Indoamérica también se acariciaban multicolores ilusiones por los
económico-social de nuestros pueblos –desfeudalizándolos e independizándolos agoreros de ambos bandos:
económicamente–, debe comenzar por reconocer en la obra unionista de Indoamérica el
medio insoslayable y perentorio de alcanzar tales fines. Y que la responsabilidad histórica Para unos hay la esperanza –buenos guardadores somos de la Caja de Pandora– de que
de quienes en el futuro no quieran engañarse ni engañar acerca de la creciente algún día Indoamérica, o lo que es más fantástico aún, cualquiera de sus países aislados
interdependencia de nuestros países –o sea de la imposibilidad de desarticular su orgánica llegue a convertirse en una potencia formidable, rival de los Estados Unidos, como han
correlación socio-económica-política– gravita en un irrevocable mandato: unirnos». devenido éstos rivales de Europa... Para otros, la revolución social fulminante, la liberación
total del sistema capitalista por la dictadura del proletariado y el comunismo triunfante.

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Ambas hipótesis generalmente formuladas en los campos del nacionalismo chauvinista o en resultaría fracturado y satanizado tan pronto como se enfrentara a los Estados Unidos. ¡Se
los del revolucionarismo simplista y de prestado...108 invocarían tantas cosas!...117

Y a tales máquinas de embelecos –urdidos los unos para embriagar de fatua patriotería a Y asimismo advertía que si nuestros países no se unían, su destino iba a ser el de vasallos
los traficantes en el lucrativo fraude de hacernos creer que cada una de nuestras repúblicas de cualquier vencedor y no creadores de un mundo nuevo.118 Y todo ello para clamar una
era «la más rica del mundo» y «un universo en sí»,109 y los otros, para enajenar a los y mil veces que no había tiempo que perder; que el que se perdiese sería irrecuperable, y
calenturientos quimeristas, fanatizados con el mesianismo ruso–, hubo que responder que era deber inmediato de todos unir a nuestros pueblos. Admoniciones cuya valencia rige
discretamente: hasta hoy; especialmente la referente al tiempo irrecuperable y al papel de corifeo
reservado para nuestras veinte diseminadas –por tanto débiles y pospuestas– repúblicas
Antes que cualquiera de nuestros países lograra convertirse en un país capitalistamente indoamericanas en esta segunda posguerra.
autónomo, los Estados Unidos habrían conseguido dominar por completo su economía... De
otro lado, la capacidad económica de los Estados Unidos no permite suponer el ocaso Como puede recordarse, todos estos llamamientos realistas del aprismo fueron
próximo de su poderío...110 desvirtuados, adulterados y ahogados en oleadas de denuestos por la propaganda
comunista. A la vez que los defensores del imperialismo y del fascismo en Norte e
Aun cuando demos rienda suelta a la fantasía e imaginemos que (Indoamérica) llegara a Indoamérica nos llamaban «comunistas», éstos nos atacaban como «agentes del
formar un conjunto de potencias capitalistas rivales de los presentes imperios de Europa, imperialismo inglés» o simplemente imputándonos «fascismo».119 A esta doble acometida
América y Asia, tal hipótesis candorosa y complaciente presentaría las trágicas perspectivas se plegaron muchos llamados «intelectuales de izquierda», quienes juzgaban
de nuevas competencias y luchas incesantes y ruinosas.111 extremadamente audaz –pues para ellos resultaba irreverencia condenable– que
insistiéramos los apristas en nuestra emancipación de los patrones políticos de Europa. O
No necesitamos insistir, pues, en demostrar que históricamente no ha llegado Indoamérica que dudáramos de los oráculos rusos sobre la revolución social y la caída del capitalismo
a la hora de la dictadura proletaria, ni menos al comunismo sin clases y sin Estado...»112 para el próximo jueves; agüeros desacreditados desde 1919, que aparecían tan ilusivos
como el auspicio hitleriano, a poco prorrumpido, de que el imperio nazi-fascista perduraría
Aseveraciones éstas que hoy nadie discute –y, ¡no faltaba más!– pero que hace 25 o 30 mil años...
años levantaron desgañitada vocinglería opugnadora de la cual hay registro escrito en
buenos quintales métricos de papel impreso. El aprismo mantenía sus premisas: el capitalismo o sea la industrialización de Indoamérica
se inicia bajo la forma imperialista;120 nuestros pueblos no pueden destruir el sistema
Pero la doctrina aprista no quedaba allí. Sin pretender presciencia y sólo por inferencias capitalista cuyas raíces y núcleos focales están muy lejos de nosotros;121 el sistema
lógicas de nuestra interpretación histórica de los problemas mundiales atinentes a las capitalista por su capacidad económica «no permite suponer un ocaso próximo»;122 el
Américas –interpretación lograda desde nuestro escenario indoamericano, y sin repetir de comunismo con su dictadura del proletariado y sus soviets son impensables en
coro los dictados impartidos desde Europa– conjeturamos algunas proposiciones que años Indoamérica, cuya realidad socio-económica no es la rusa, y, «tanto el comunismo como el
y acaeceres han corroborado. Ante todo nuestra firme creencia en la inescapable caducidad fascismo son fenómenos específicamente europeos»;123 nuestra resistencia al
de la hegemonía de la civilización europea y, consecuentemente, en el desplazamiento de imperialismo no es en forma alguna una doctrina de chauvinismo contra el pueblo de los
su primer meridiano cultural a este hemisferio y nuestra indeclinable fe en un mundo nuevo Estados Unidos, porque el imperialismo es un problema económico;124 nuestra resistencia
que ha de surgir del Nuevo Mundo. Esta hipótesis ha sustentado y sustenta la conocida y antimperialista supone como «primer paso» la unión política y económica de
tenaz actitud aprista invocadora de la emancipación de nuestro «coloniaje mental», y es el Indoamérica;125 esta unión nos lleva al desenfeudamiento, por la nacionalización
fundamento de nuestra hermenéutica americanista –que no europeísta– de la evolución progresiva y la organización cooperativista de la producción de la tierra y de otras fuentes
histórica de los pueblos de este continente.113 Además, al reconocer que el sistema de riqueza; y a la organización de un tipo nuevo de Estado: el Estado antimperialista o
capitalista se halla en crisis expresamos que ella no significaba colapso inmediato sino un democrático de los cuatro poderes –Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Económico– basado en
dilatado período de predominancia norteamericana cuya duración es insospechable. Y, «la democracia funcional y económica».126
subrayamos, nuestra persuación de que una segunda guerra era «inevitable».114 Pero
advertimos que «dentro de la dialéctica del proceso histórico del capitalismo, predecir una Y luego venían otras conclusiones subsecuentes:
guerra 'no es hablar como las brujas en el primer acto de Macbeth».115 Del mismo modo
que no lo era tampoco aseverar, como aseveramos que, a no dudarlo, Estados Unidos El Estado propuesto por el Apra debe ser «ante todo un Estado de defensa económica que
tomaría parte en esa Segunda Guerra que conflagraría a Europa y al Japón también.116 E oponga al sistema capitalista que determina el imperialismo un sistema nuevo, distinto,
insistimos mucho en nuestro barrunto de la Segunda Guerra Mundial, y en la participación propio, que tienda a proscribir el antiguo régimen opresor».127 Pero el nuevo Estado, que
norteamericana para acentuar nuestro llamamiento a la unión pronta de los Estados de no podía ser «capitalista o burgués del tipo de Francia, Inglaterra o los Estados Unidos»128
Indoamérica como deber perentorio de nuestros pueblos. A fin de no quedar a la zaga en un –países donde el capitalismo tiene su origen y su asiento– no podía tampoco ser un Estado
gigante conflicto que nos iba a comprometer y que probablemente acrecentaría mucho el «feudal».129 Le denominé genéricamente «Estado antimperialista», porque él debía
poder norteamericano. En esta prosuposición el aprismo fue sin duda previsor cuando llegó organizar «un nuevo sistema de economía, científicamente planeado» bajo la forma de un
a pronunciar que: «capitalismo de Estado», pero diferente del ensayado en Europa durante la guerra; aunque
encaminado a dirigir la economía nacional y a controlar o estadizar progresivamente la
Como en la gran guerra de 1914-1918 los adversarios colosales pretenderán sumar a la producción y circulación de la riqueza. En mi libro de 1928 –escrito más de cuatro años
contienda a todos los países que les están sometidos. Pretextos no faltarán... La literatura antes de la elección de Franklin D. Roosevelt como presidente de los Estados Unidos– no
de la guerra tiende siempre a hacerla sagrada y eso no es difícil cuando la propaganda se pude poner como ejemplo de este control estatal de la economía al New Deal
organiza y se paga bien. Nuevos principios semejantes a los wilsonianos empujarían a norteamericano, pero sí hice clara referencia como «casos de estadización parcial de la
nuestras juventudes a defender contra algún enemigo de «la Justicia y el Derecho» que economía» al de la Argentina con el petróleo y al del Uruguay, con las reformas tan poco

Víctor Raúl Haya de la Torre


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estudiadas en los demás países indoamericanos que introdujeron el Partido Colorado y su nuestro país quedará sumido en la barbarie y en la degradación... Con diversas palabras,
«insigne hombre de gobierno José Batlle Ordóñez».130 El nuevo Estado, que no sería uno con distintos objetivos, no hay ciudadano consciente de Indoamérica que no guarde
«de clase», sino el democrático representativo de las tres clases mayoritarias de nuestros memoria de este lenguaje panamericanista leído u oído...
países, la campesina, la obrera y la media, «canalizaría eficiente y coordinadamente el
esfuerzo de las tres clases representadas en él» y sería la «piedra angular de la unidad No es difícil saber que el capital moderno que busca fuera del país de origen campos de
indoamericana y de la efectiva emancipación económica de nuestros pueblos».131 provechosa inversión, medios de acrecentarse, no emigra por hacer el bien, por contribuir al
progreso mundial, por atracción de aventura o por patriótico ensueño de llevar lejos su
Y ahora otra cuestión polémica que ha de plantearse sin duda por los objetantes simplistas: bandera, su cultura y su lengua. La emigración del capital se produce obedeciendo a una
¿El Estado antimperialista contratará con el imperialismo? ley económica tan imperiosa como la que impele a recibirlo a los pueblos no desarrollados
económicamente.133
Sí.
O sea que –ejemplificando con el caso de Indoamérica y los Estados Unidos– nuestros
...Vale insistir empero en un análisis más detenido de cuestiones, tan interesantes, y países necesitan tanto de los capitales norteamericanos como ellos necesitan de invertirse
encarar la afirmación tal cual es generalmente formulada pero dividiéndola en dos partes y en nuestros países.134 Y por ser así, éstos pueden estipular los requisitos de la inmigración
respondiendo a ellas separadamente: de dichos capitales:

¿Nuestros países necesitan de capitales? A la cándida tesis de los gobernantes feudales, súbditos del imperialismo que proclaman
«todo capital es bueno», se opone la antítesis de los intonsos: «No necesitamos de
La respuesta es afirmativa: Sí. capitales». La síntesis aprista enuncia que mientras subsista el presente orden económico
en el mundo hay capitales necesarios y buenos y otros innecesarios y peligrosos... es el
Si los necesitan, ¿hay que darles entrada vengan de donde vengan y vengan como Estado –el Estado antimperialista– que debe controlar las inversiones de capitales, bajo
vengan? estrictas condiciones, basadas en la necesidad que obliga al capital excedente de los
grandes centros industriales a emigrar...135
La respuesta es negativa: No.
Y estas condiciones tendrán efectividad dado que todos los Estados indoamericanos se
Y es menester explicarse: unan, a fin de no repetir los casos ya vistos de que cuando un Estado pretende condicionar
el ingreso de capitales, otro abre obsecuentemente las puertas al imperialismo y se entrega
En tanto que el sistema capitalista impere en el mundo, los pueblos de Indoamérica, como a él. Lo cual es un ejemplo demostrativo más de por qué el aprismo sostiene que sin unión
todos los económicamente retrasados, tienen que recibir capitales del extranjero y tratar con política y económica de Indoamérica el antimperialismo constructivo sólo resulta temporal,
ellos. Ya queda bien aclarado en estas páginas que el Apra se sitúa en el plano realista de incompleto, al fin de cuentas inoperante.136
nuestra época y de nuestra ubicación en la geografía y en la historia económica de la
humanidad. Nuestro Tiempo y nuestro Espacio económicos nos señalan una posición y un Cabe añadir como complemento explicatorio de la cita antecedente este principio del
camino; mientras el capitalismo subsista como sistema dominante en los países más aprismo: a los capitales extranjeros «necesarios y buenos» -los que vienen a nuestros
avanzados tendremos que tratar con el capitalismo. ¿Cómo tratar? He ahí la gran cuestión. países a contribuir a la liquidación del régimen feudal y a impulsar los métodos del
132 industrialismo capitalista en cuanto ellos significan civilización -se les debe otorgar amplias
seguridades estatales. No sólo mediante las garantías regulares reconocidas a los capitales
A esta altura de la exposición aprista –en el Capítulo VIII de mi lbro de 1928– el punto extranjeros dondequiera, sino de acuerdo con las particularizadas que les señala el Estado
neurálgico de las relaciones entre nuestros países y el capitalismo extranjero, se concreta democrático de los cuatro poderes -dentro del poder económico- cuya conformación se
en otra tesis sobre la dinámica de esas relaciones: ella respecta al fenómeno económico describe más adelante.137 Ahora bien, de los cinco conocidos principios programáticos que
imperealista; o sea a la emigración de capitales desde los países que han llegado a la el Apra enunció como las grandes generalizaciones de su rumbo de acción dije en mi libro,
última o superior etapa del capitalismo hacia aquellos económicamente retrasados. Y en para evitar cualquier ambigüedad, que ellos están presentados «en escala lógica»138 y que
discrepancia de quienes creen que si se pusiesen condiciones a los capitalistas inmigrantes «los dos primeros lemas... se complementan entre sí»:139 Resistencia frente al
éstos se alejarían, la doctrina aprista llegó a una conclusión contraria; que los hechos imperialismo y «unificación política y económica de los pueblos indoamericanos»;140 a los
también han revalidado en los últimos 30 años. Estriba en ella el subsiguiente argumento: cuales siempre hemos considerado indesligables. Motivo éste –he de repetirlo una vez
más– que ha autorizado a los apristas a desconfiar de los «antimperialismos» de pura
Es evidente que bajo el prejuicio de que «nuestros países necesitan de capitales vengan de demagogia, que no se apoyan en el único medio posible de asegurar a nuestros pueblos
donde vengan y vengan como vengan», Indoamérica los ha recibido siempre sin contra toda amenaza imperialista: unirlos.
condiciones. ¡Sin condiciones de su parte pero sometiéndose a muy duras por parte y para
beneficio de los capitalistas inmigrantes! Y este sometimiento y esta incondicionalidad En esa «escala lógica» el subsiguiente paso es «la obra grandiosa que señala el tercer
unilateral se ha debido sin duda a la ignorancia de las leyes económicas que rigen la lema del Apra: la nacionalización progresiva de la tierra y de la industria»:
exportación de capitales, totalmente desconocidas para nuestros «estadistas» y «generales-
presidentes». Por eso el imperialismo ha creado el fetiche del capital extranjero, mesiánico, vale decir la desfeudalización del campo y la liberación del campesino –peón, siervo,
redentor e infinitamente generoso. comunitario, ejidatario, pequeño propietario, etc.– y la organización del nuevo sistema
económico estatal de base cooperativa que controle las industrias, destruya los monopolios
Fetichismo e ignorancia replican llenos de pavor cuando alguien señala los peligros del imperialistas y asegure el dominio nacional de la riqueza. 141
imperialismo: «Si oponéis condiciones al capital extranjero, no vendrá nunca; entonces

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Este enunciado de la «nacionalización progresiva de la tierra y de la industria» ha servido Cuatro Poderes- y del estímulo del Cooperativismo agrícola e industrial, pero respeta y
para que críticos del aprismo de diversas procedencias se hayan dado el placer de garantiza la propiedad privada, como en México.
desfigurarlo. Mas, atenido a las ideas germinales de mi libro de 1928, hasta aquí
recapituladas, pienso que es posible entenderse con un lector no proclive a prejuzgar. No pretende la nacionalización sin más, porque pone mucho énfasis en la magnitud
científica del problema, en la perentoriedad de estudiarlo profundamente a fin de no incurrir
Ante todo nacionalizar –un vocablo que sin duda se presta a más de una interpretación– no en la gravísima responsabilidad de imponer una nominal nacionalización apresurada,
es siempre sinónimo de socializar. Hay nacionalizaciones socialistas, o meramente postiza, que venga a parar en un negocio fallido para menoscabo de la reforma misma. Por
socializaciones, pero las hay que no afectan a la institución de la propiedad privada sino al otra parte –y esto debe quedar inequívocamente dilucidado– hay que dejar ancho campo a
carácter extranjero o no nacional, de la propiedad. Este tipo de nacionalización se da en la iniciativa privada, nacional y extranjera, en su acción constructiva a fin de promover la
ciertas legislaciones de países capitalistas que no permiten la propiedad de determinadas desfeudalización y la industrialización indispensable al progreso de nuestros pueblos.147 Es
industrias, o que la limita proporcionalmente a los extranjeros. Lo cual se justifica cuando tarea doble y simultánea de impulsar y acelerar la evolución de las zonas retrasadas de
esas fuentes y medios de producción agrícola o minera, industrial o de transportes y nuestra economía:
comunicación pueden representar, o actualmente representan, intereses económico-
políticos foráneos que excedan sus derechos de propiedad. Cuando se habla de la Ahora bien, ¿cuáles son esas zonas retrasadas de la economía indoamericana que
«nacionalización» de las industrias básicas inglesas –minas de carbón, hierro e industria del necesitan impulso, transformación y un nuevo tipo de progreso? Ya lo hemos dicho, son
acero, transportes internos, electricidad, aviación civil, cables y radios o el Banco de fundamentalmente nuestros sistemas feudales, semi-patriarcales de producción primitiva;
Inglaterra– el vocablo tiene otra connotación. Porque no se trata de rescatar aquellas realidad y espíritu del latifundio predominantes aún en Indoamérica. Son los sistemas
empresas de manos extranjeras, sino de socializarlas, es decir, de expropiarlas y feudales que nos dan la clase de nuestros grandes y semi-bárbaros señores de tierras y
entregarlas a la nación representada por el Estado142. La nacionalización de los minas, dueños de siervos, amos de países y detentadores del poder. Son los aliados del
ferrocarriles de México entregó prácticamente en 1937 a los obreros, la propiedad colectiva imperialismo que día a día devienen sus agentes y sus súbditos. 148
de esa empresa. Pero «la nacionalización» del petróleo argentino, mexicano, boliviano,
brasileño, o los llamados «entes autónomos» del Uruguay, viene a ser, tal queda ya Y realizar esa tarea es hacer obra de creación social, no necesariamente socialista. Aunque
anotado, una estadización total o parcial; como lo es, dentro de la planeación cooperativa para los voceros del extremismo capitalista norteamericano –la facción de los que
aprista, la ley aprobada por el Congreso del Perú –11 de diciembre de 1946 y 28 de febrero pretenden regresar al capitalismo a una praxis librecambista decimonónica– todo lo que
de 1947– que crea la Corporación Peruana del Petróleo.143 Cual lo son asimismo las de las signifique intervencionismo del Estado, control o planeación es socialismo; al igual que es
industrias del tabaco, guano, sal y fósforos en el Perú; o la del estaño en Bolivia, pero cuya comunismo todo movimiento democrático que tienda a detener los avances y excesos
forma más completa y orgánica –vale repetirlo– es la que desde 1911, 12 y 14 se implantó capitalistas cuando pretenden imponerse en nuestros países como nuevos conquistadores
en el Uruguay con el monopolio y administración estatal de las compañías de Seguros, del con el respaldo de sus gobiernos y marinerías. Cierto es que algunos voceros oficiales de la
Banco Hipotecario, del Banco de la República –con sección de crédito rural– de la Revolución Mexicana y algunos otros empecinados en copiar hasta los nombres de los
electricidad en todo el país, de los ferrocarriles, etc., por iniciativa del Partido Colorado y en partidos políticos europeos, hablan con la más respetable sinceridad, pero sin motivo, de
especial de su jefe el insigne estadista, José Batlle Ordóñez –uno de los grandes, o acaso «socialismo» criollo. Y creen todavía que «un orden socialista» –por ejemplo, de remedo del
el más grande de los creadores de la moderna democracia de Indoamérica y cuya obra laborista británico– sería posible en nuestros países de industrialismo rudimentario y
extraordinaria es poco conocida, lo reitero, debido a la ominosa ignorancia en que viven colonos económicos del imperio capitalista extranjero. Pero verdad es también que en los
nuestros países unos de otros.144 El ex-presidente mártir de la república uruguaya, últimos 25 años –y sobre todo después de que Hitler acaudilló un Partido «Socialista»
Baltazar Brum, dirigente del mismo partido batllista, llamó al Estado-interventor –y así lo Nacional de los Trabajadores Alemanes– los «socialismos nacionales», criollos, los que
anoto en mi libro de 1928– «Estado-industrial», o sea el Estado- administrador «que no creían en un socialismo mimético, europeizante, aislacionista de cada país y ajeno al
busca dividendos, que se interesa por el mejoramiento del servicio público, que atiende y problema capital de unir a los pueblos indoamericanos como único medio de resistir a los
que paga sueldos y jornales que permiten vivir a los empleados y obreros que lo sirven». Un imperialismos, han perdido influencia. Acerca de esos partidos escribía en mi libro de 1928:
Estado «patrono altruísta y humano que se complazca con la felicidad de sus servidores y
que trate de hacerles todo el bien que esté a su alcance».145 Y el Partido Colorado nunca Los más avanzados y modernos han concedido a la acción contra el imperialismo un
ha sido socialista. limitado aspecto, casi siempre teórico y adjetivo de su programa doctrinario. En cuanto a su
organización todos los partidos de izquierda indoamericanos circunscriben su radio de
El Programa aprista sólo expresa de una manera general que «la nacionalización progresiva acción a las fronteras del país en el que han sido constituídos, o lo amplían hasta hacerlo
de la riqueza agrícola e industrial, y el cooperativismo son medios defensivos del Estado confinar con los límites del planeta. Los partidos radicales, social-demócratas y laboristas
para desfeudalizar y para resistir la demasía imperialista compensando el desequilibrio que corresponden a la primera clasificación. Aislados en un localismo casi xenófobo jamás han
su predominancia crea. No pormenoriza la doctrina general aprista, pues sería prolijo, el tipo tenido la visión del problema continental; ni siquiera han dejado sentir su acción en zonas
de nacionalización. Sólo precisa que ella no pueda ser ni socialista, ni comunista, porque geográficas aledañas. Amedrentados por los chauvinismos, o incapaces para descubrir la
socialismo y comunismo –al igual que el fascismo, como ya se ha dicho y repetido–, «son relación indestructible e ineludible de nuestros países entre sí, se mantuvieron en un
fenómenos específicamente europeos, ideologías y movimientos determinados por una arrogante aislamiento.149
realidad social cuyo grado de evolución económica está muy lejos de la nuestra».146 De
suerte que la «nacionalización progresiva de la riqueza» puede entenderse como el De aquí que en el mismo libro quedara revelada una vez más la posición aprista:
dominio, el condominio, o el contralor y vigilancia estatal, según los casos, de ciertas
fuentes de riqueza; en especial aquellas que al ser poseídas por empresas extranjeras Entre ese izquierdismo excesivamente cerrado y aquel otro tan ilimitadamente abierto, la
resultan, a través de éstas, en manos de los gobiernos a cuyas nacionalidades aquellas realidad impone un izquierdismo de inspiración y método realistas coherentes con los
empresas pertenecen. La nacionalización aprista se inclina a la estadización a través de problemas de Indoamérica. A la concepción local o de nacionalismo chico de los partidos
corporaciones de fomento -de acuerdo con el mecanismo del Estado democrático de los aislados en cada república –cuya antítesis es la proyección mundial de los partidos

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internacionales– el aprismo plantea como síntesis la acción continental o indoamericana. objetivas insospechables que ofrezcan los medios en los cuales la transformación se
Ella eleva a primera categoría política la lucha contra el imperialismo que... no puede ni produzca. La inspiración fundamental, la línea ideológica inspiradora de la acción que es
limitarse a cada país aisladamente ni confundirse con la lucha mundial.150 necesario llevar adelante organizadamente señala la dirección de nuestra marcha: sabemos
bien que va hacia la izquierda. Ese es nuestro rumbo y el rumbo es lo que importa.153
Esta franqueza en nuestros planteamientos no le dio al aprismo muchos amigos como es de
presumir, por más que nuestras relaciones con todos los partidos democráticos y socialistas Con esas ideas finalizó la «exposición sumaria de los fundamentos ideológicos de nuestro
indoamericanos hayan sido amistosas. Pero era muy duro para nosotros luchar contra el movimiento»,154 epitomados en mi libro El Antimperialismo y el Apra, el 1º de mayo de
«coloniaje mental» impuesto por Europa y, especialmente, cuando ese coloniaje venía 1928 en la ciudad de México. Desde entonces acá a las vueltas regulares del mundo y al
empavesado con divisas «antimperialistas» y banderas «revolucionarias». Nosotros normal evolucionar de las cosas se incorporaron en precipitada y aumentante confluencia
habíamos insistido en señalar dos acaecimientos históricos indoamericanos como jalones sucesos de grandor imprevisible cuyo vertiginoso decurso sólo era equiparable con la
del nuevo camino de nuestros pueblos hacia su cabal independencia en un mundo de magnitud de sus contradicciones. A la calamitosa depresión económica que desde el otoño
transformación: la Reforma Universitaria, punto de partida de nuestro desligamiento de septentrional de 1929 interrumpió de súbito la boyante prosperidad norteamericana, siguió
aquel «coloniaje mental» y la Revolución Mexicana, punto de partida de nuestra en 1932 la elección del candidato del Partido Democrático, Franklin D. Roosevelt, como
emancipación económica por la desfeudalización y el antimperialismo. Ambos antecedentes presidente de los Estados Unidos.155 Y cuando el nuevo gobernante se disponía a asumir
históricos debían aprovecharse acendrando sus enseñanzas y superando sus yerros y sus funciones –mientras la crisis arrojaba un total de 12 millones de desocupados
limitaciones; y ambos marcaban, sobre todo, un viraje obligante en nuestras escalas de norteamericanos– en Alemania, como resultado de otra elección popular, el partido
referencia; en vez de tomar como dechado a Europa debíamos volver los ojos a nuestro Nacional-Socialista llegaba con Hitler al poder.156
propio escenario indoamericano:
De la crisis económica –que aún hasta en 1937 y a pesar de las extraordinarias medidas
Vale por ahora insistir en que de la gran experiencia de la Revolución Mexicana –la más que el gobierno de Roosevelt enfrentaba el desempleo de 6 millones de norteamericanos–
profunda y valiosa hasta hoy en la historia política de Indoamérica– pueden deducirse había surgido la política revolucionaria del New Deal o Nuevo Trato con la cual se
conclusiones fundamentales y plantearse con ellas valiosos puntos de vista. Un estudio rompieron los precedentes del sistema capitalista al establecerse el intervencionismo del
científico de ese fenómeno social dará a Indoamérica mucha luz en el camino de su Estado por medio del control de los bancos y la moneda; por el crédito federal a los
liberación. México, histórica, geográfica, étnica y económicamente es una síntesis de todos propietarios y empresas que se hallasen en dificultades financieras; por el subsidio a los
los problemas que vemos ampliados en el resto de nuestra gran nación continental. México agricultores; por la regulación y el estímulo de los negocios; por la metodización de los
es el campo de experiencia de toda la vasta complejidad de fenómenos que encierran los derechos de los contratos colectivos del trabajo organizado y por el seguro social contra los
pueblos indoamericanos. Como la Revolución Francesa, «el 48» y la Comuna de París para azares de la dependencia, la desocupación, la pobreza y la vejez. Y en cuanto a
Europa pre-revolucionaria del siglo pasado, la Revolución Mexicana ha sido el primer Indoamérica, el presidente Roosevelt inició su radical revisión de las relaciones
movimiento social contemporáneo que pudiera ofrecer a nuestros pueblos una invalorable intercontinentales, tal como The Beard's Basic History of the United States las describe en
experiencia. Sus aciertos y sus errores -principalmente sus errores- aportan un fecundo líneas someras que aquí van traducidas:
acervo de enseñanzas trascendentales que conviene recoger y analizar con método
científico y con nítido y firme sentido de nuestra realidad.151 Él adoptó una política de «buena vecindad» en América Latina substituyendo por
conferencias y cordialidad la directa coerción imperialista de los años anteriores.
Si la Reforma Universitaria había preparado a una generación para su independencia
intelectual de Europa y la había encauzado hacia los problemas sociales de Indoamérica, la Él indujo al Congreso a libertar a Cuba del protectorado que se había impuesto sobre ella
Revolución Mexicana le deparó un campo experimental para el ensayo de la solución de bajo la llamada Enmienda Platt de 1901. Él firmó con encomio una ley del Congreso –de
aquellos problemas que el remoto y desemejante Viejo Mundo no podía ofrecerle: mayoría del Partido Democrático– bajo la cual el experimento imperialista en las islas
Filipinas debía liquidarse por la garantía de la independencia que debía hacerse efectiva en
La Revolución Mexicana nos da un con conjunto de hechos cuya interpretación dialéctica 1946.157
refuerzan los cimientos de una ideología social indoamericana que se anuncia ya... Por eso
nuestra tarea primordial consiste inicialmente en plantear los puntos fundamentales de una Mientras el triunfante gobierno del Partido Democrático que encabezaba Roosevelt
interpretación económica de nuestra realidad presente, descubriéndola y estudiándola, pero enfrentaba la crisis económica con salvadoras y radicales medidas de control estatal, por
procurando no detenernos demasiado en casuismos teóricos. La hora de nuestros pueblos primera vez adoptadas en su país –a las cuales los alarmados ultraconservadores del
es hora de acción y hacia ella debemos dirigir nuestras actividades. Porque de la acción capitalismo achacaban «socialismo» y hasta «comunismo»– el nuevo gobierno de los
hecha lucha, dolor y victoria es de donde surgirá la verdadera línea teórica que queremos Estados Unidos, abandonó «la coerción imperialista» y no cejó en su tendencia hacia la
ver clara y vigorosa y no anticipada excesivamente a los hechos que son los que deben «buena vecindad» en sus relaciones con Indoamérica. A pesar de la explicable cautela con
determinar su verdadero ritmo.152 que sus primeras actitudes amistosas fueron recibidas en nuestros pueblos, el presidente
Roosevelt llegó a demostrarles que a la «mala vecindad» iba a suceder de veras la que él
Así, en las páginas terminales de mi libro de 1928 se dejaban abiertos dos caminos hacia el calificaba como «buena», para distinguirla de la anterior que con el Partido Democrático
estudio y hacia la acción del aprismo. Lejos de todo dogmatismo y del menor afán de indicar había llegado, al fin, a la Casa Blanca aquella política del antimperialismo que desde fines
itinerarios circunstanciados advirtió la doctrina aprista que no era posible presentar «un del siglo pasado representó William Jennings Bryan.
panorama minucioso» del futuro de nuestros pueblos:
Si en las Américas el año 1933 señala el comienzo de una nueva época con el
Tampoco es dable... presentar un plan económico detallado sobre la organización o reparto advenimiento del Partido Demócrata a la Casa Blanca, en Europa, en ese mismo año, el
de la riqueza sin saber cómo va a organizarse la producción dentro del programa que se Partido Nacional Socialista asume el gobierno de Alemania. Con él se inicia el auge del
pretende realizar y cuyas modalidades de aplicación están sujetas a las condiciones llamado «Tercer Reich» y se abre un período de sorprendentes mudanzas en la vida política

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europea que debía desembocar en la Segunda Guerra Mundial. Merece rememorarse, ante densos sindicatos proletarios alemanes fundó los regimentados del nacional socialismo que
todo, que hasta entonces el panorama político-social de los grandes países debía haberse sirvieron de base a su gigantesco sistema de organización del trabajo.161
explicado según el simétrico dispositivo marxista: la «revolución proletaria» parecía
acaudillada por los Soviets y la «reacción del capitalismo-burgués» constituía un frente más No nos hallamos tan lejos de aquellos días de claudicación y de trastorno para haberlos
o menos cohesionado de las potencias capitalistas que encabezaban Gran Bretaña y olvidado; y quienes pretenden desacordarse de ellos al juzgar los perturbadores efectos que
Francia, y a las cuales, como enemigo implacable del comunismo y del socialismo -aunque la alianza nazi-comunista causó en nuestros países –especialmente entre sus clases
también de la democracia-, se sumaba la Italia fascista de Mussolini que en 1929 había trabajadoras– deformarán su sindéresis. De 1939 a 1941 vimos conglutinarse en la mayor
sellado paz y alianza con la Iglesia de Roma. Empero, cuando «el Partido Nacional parte de las repúblicas indoamericanas a comunistas y nazifascistas criollos, a sus políticos,
Socialista de los Trabajadores Alemanes», como resultado de una elección popular ganó el a su prensa y a sus esbirros, que así apandillados galvanizaron a las encallecidas tiranías
gobierno del Reich, el cuadro internacional se alteró improvisadamente: Italia fascista fue castrenses centro y sudamericanas.162 Y durante aquellos dos años tormentosos los
atraída por Hitler hasta hacer de Mussolini un aliado títere, y Alemania, al desembarazarse agentes de Moscú y de Berlín y Roma agitaban un «antimperialismo» desorientador. O
por sucesivos e inopinados pasos de las coyundas que le había impuesto el tratado de llamaban así a una propaganda sobrecargada de odio racista contra «los judio-americanos»
Versalles, se encumbró velozmente al nivel de una temible potencia militarista de primer a quienes se acusaba de conspirar para destruir «la libertad y la justicia de los pueblos
orden. La alianza de Alemania e Italia con el militarismo japonés extendió hasta los confines oprimidos» que Stalin y Hitler prometían al mundo. Los celebrados «frentes populares», que
del Asia el «eje» imperialista de la Internacional Negra. De esta suerte el totalitarismo hasta el triunfo de las tropas germano-italianas en España, habían aunado al comunismo
dictatorial soviético de la lucha de clases vio surgir a su lado al totalitarismo dictatorial con los partidos democráticos –o sea los que en léxico clasista europeo se denominan
nazifascista de la lucha de razas. A la tesis del socialismo marxista que anunciaba la «burgueses» y «pequeños burgueses»– fueron preteridos. Y a todo ello siguió la
hegemonía de una sola clase llamada a aherrojar a todas las demás, se enfrentó la antítesis conchabanza oportunista de las dos Internacionales –La Roja y la Negra– que vino a
del nacional-socialismo reconociendo la potestad de una sola raza, la blanca indogermana – suplantar a aquellas otras encomiadas coaliciones, las cuales en Indoamérica alcanzaron su
Herrenvolk–; la del ario «pueblo elegido», que sin diferencia de clases debía señorear a mejor éxito en el «frente popular chileno» ganador de las elecciones presidenciales de
todas las naciones mestizas del planeta.158 1938.163

Ambos totalitarismos -el comunismo y el nacional socialismo- proclamaban la revolución En Europa, la alianza intertotalitaria del comunismo y del nacional-socialismo motivó
mundial, cada uno para sus propios planes de poder, y ambos usaban un lenguaje anti- explicable estupor y reveló sus objetivos y amenazadoras consecuencias cuando en la
capitalista y anti-democrático extremoso y demagógico. Dos banderas rojas -una con la hoz desmoralizadora caída de Francia el Partido Comunista Francés sirvió tan eficazmente a los
y el martillo y la otra con la swástica- enhestaron los emblemas de los dos socialismos que, planes invasores de Hitler. En Indoamérica, donde el antagonismo indeclinable entre
tras unos años de violentos ataques, terminaron por confabularse en un sensacional pacto comunistas y nazis había sido artículo de fe, aquel promiscuo apareamiento caló muy hondo
de no agresión -una alianza agazapada pero factiva- que sirvió a Rusia para repartirse con en nuestros pueblos, acarreó desesperanzados pesimismos y engendró una cáfila de
Alemania a la destrozada Polonia y anexarse a las repúblicas bálticas al comenzar la cínicos renegados; de los que ya sin brújulas ni of thefrenos se lanzaron aturdidos e
Segunda Guerra Mundial que aquel ominoso convenio posibilitó. irresponsables a toda suerte de desfachatados renuncios y viles cambiazos. Y cuando al
cabo de casi dos años de su alianza con Stalin, Hitler la traicionó –después de que por ella
La alianza Stalin-Hitler, anunciada al mundo el 23 de agosto de 1939, demostró una vez tenía en su mano a toda la Europa continental desde los lindes de Rusia hasta el peñón de
más que «comunismo y fascismo son dos fenómenos específicamente europeos, ideologías Gibraltar– vino otra formidable apostasía comunista: Stalin, amenazado por su infiel
y movimientos determinados por una realidad social cuyo grado de evolución está muy lejos camarada de aventuras bélicas, se echó en brazos de las grandes potencias capitalistas.
de la nuestra».159 Consiguientemente, que los intereses de Rusia y Alemania, como Recibió ayuda de las dos naciones a las que hasta el 21 de junio de l941 había vituperado
grandes potencias dentro del juego tradicional de las rivalidades imperiales del Viejo Mundo, como «imperialismos burgueses enemigos de la clase obrera»: Gran Bretaña y Estados
prevalecían sobre los principios y doctrinas que muchos sinceros «colonos mentales» de Unidos, en una impresionante voltereta, más pasmosa aún que la que lo llevó a la
Europa en estas latitudes indoamericanas imaginaban intangibles. Ya la aparición e complicidad con los planes militaristas del nacional-socialismo alemán, se declaró
incremento del nacional-socialismo en los países alemanes había sido por sí solo un «democrático», antinazi-fascista feroz y declaró que la guerra no era ya «imperialista» –tal
fenómeno desconcertante. Porque ellos eran los comarcanos escenarios del la había llamado desde 1939– sino «cruzada por la libertad». No iba a pasar mucho tiempo
superavanzado industrialismo capitalista y el hogar, por ende, de un numeroso y culto sin que en el lenguaje staliniano la palabra «clase» fuera abandonada y reemplazada por la
proletariado auténtico: el mayormente desarrollado acaso de Europa, y de «conciencia de invocación nacionalista o racista. Sus proclamas al ejército ruso llegaron a colorearse del
clase» más alta y definida. Además, el marxismo que es de origen alemán, aunque como más intenso paneslavismo:
anota muy bien el historiador economista Edgar Salin, si bien es «cierto que la base es
fundamentalmente anglo-francesa y que el capitalismo que desmembra es, en lo esencial la Avivad la llama de la lucha de sus pueblos contra los alemanes, mortales enemigos y
economía inglesa de mitad del siglo XIX, pero alemana es la dialéctica y alemán también es opresores de los pueblos eslavos...¡Viva la lucha armada de los pueblos eslavos contra los
en gran medida el carácter internacional de la doctrina; alemanes, por tanto, los elementos imperialistas hitleristas! ¡Viva la unión de combatientes de los pueblos eslavos!.164
que hicieron el marxismo en vez de una teoría económica, una Weltanschuung»160.
La Tercera Internacional fue repentinamente disuelta; la libertad religiosa fue restaurada en
Ello no obstante, en la región donde al tenor de los pronósticos de Marx y Engels debía Rusia; Stalin declaró que el comunismo y el capitalismo pueden convivir en santa paz en
insurgir la tan largamente esperada revolución comunista conducida por una bizarra clase este mundo. Y ¡ay de aquel que mencionara el imperialismo británico o norteamericano! Los
obrera, la cual, conforme con la dialéctica del determinismo histórico debía cimentar el furibundos agentes de Moscú cubrieron con los peores dicterios a quienes desde el 22 de
socialismo verdaderamente científico, allí mismo se impuso la máxima brutalidad de la junio de 1941 –hasta que el presidente Truman en marzo de 1947 denunció la infidencias
reacción anti-marxista. Y allí, con el indisputable apoyo de las mayorías populares –y no de Moscú– osaron proferir siquiera la locución «imperialismo yanqui».
olvidemos que investido de un poder proveniente de elecciones ciudadanas– Hitler
desbarató los partidos de ambas ramas del marxismo, y sobre las ruinas de los antiguos y Y hasta aquí he seguido casi unilateralmente el dramático curso de los sucesos para revelar

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los altibajos y zigzagueos de la movediza línea comunista, primero contra Hitler y después poderosa fuerza de moralización y de política pura que traiga como consecuencia justicia y
aliada de él hasta que Rusia fue improvisamente invadida. Tocaría reseñar ahora cómo bienestar.167
respondió el aprismo al cambio de frente de la política inter-continental del presidente
Roosevelt de 1933 en adelante, pero es preferible reanudar la ilación cronológica del Y otra vez desde Europa, en 1929, reiteraba el llamamiento aprista contra la demagogia
proceso historial del movimiento aprista mismo, atenida a sus jalones de referencia falaz de los insensatos o de los provocadores y contra el «coloniaje mental»; dos temas de
documental y bibliográfica. insistencia indeclinable a través de treinta años:

V. EL APRISMO EN SU LINEA ...ser líder es algo difícil. Los pueblos tienen un instinto maravilloso de la realidad. Un líder
lleno de palabras y de extremismos que ofrece el sol y las estrellas, siempre es oído con
Retomo aquí –echando de nuevo la vista atrás– la enumeración documentada de los pasos beneplácito y temporalmente seguido, pero luego el entusiasmo se recoge y las masas
progresivos del aprismo, después de escrito mi libro de 1928. Y me remito a otros anteriores intuyen que aquél no es el líder que necesitan.
al gran cambio político mundial y americano de 1933.
El fracaso de todos los movimientos políticos, especialmente de los de izquierda en
Nuestra campaña ideológica no solamente abarcó a Indoamérica. Ya el 12 de mayo de nuestros países, se debe a la inconsistencia de los directores, a la falta de sentido realista
1927 en el debate universitario internacional en la Oxford Union Society con oradores de la de los ideológos que «piensan siempre en europeo» y no son comprendidos por las
Universidad de Washington, tomé el lado de la moción de Oxford contra la interpretación colectividades. Pensar en nacional –y tomo el vocablo nacional como indoamericano–... es
unilateral de la Doctrina Monroe y expuse desde mi puesto de «fifth speaker» las tesis díficil. Especialmente los intelectuales tienen miedo de rebelarse contra las ideologías
apristas.165 Luego, a partir de agosto de aquel año, proseguí en la presentación de mis importadas. Tienen miedo, porque no son creadores; son repetidores. Por eso los pueblos
ideas en Norteamérica. Y así lo relato en una carta abierta de 1929 desde Berlín: no los siguen y un excepticismo peligroso domina a las masas. Pensemos en americano;
pensemos en nuestros propios problemas, tales como ellos son, o comprendamos que son,
Yo he hablado con toda libertad en los Estados Unidos. En las Universidades de Harvard, distintos de los de Europa y de los de Asia, y sólo así descubriremos la verdadera
de Columbia, de Washington, en la International House, en la Convención de The conciencia de América. Y descubierta, surgirá una ideología que no será más de remedo,
Fellowship of Reconciliation de Ausbury Park, en el Instituto de Ciencias Políticas de de imitación, de transplante, sino de autóctona y realista contextura propiamente nuestra.
Williamstown, en inglés, en castellano, he sostenido mis ideas libremente. He sostenido
debates con profesores como Baxter y Hearing, autoridades de derecho internacional y aun Esto no es exclusivismo, ni xenofobia, ni antieuropeísmo; es realismo. Si comprendemos
con el jefe de la marina que dirigió el desembarco en Nicaragua en 1926. Debates públicos que los grados de progreso, de cultura, de civilización... son diferentes y sí... si
ante cientos y miles de oyentes. Discutíamos con ideas y no con insultos. Recuerdo que en reconocemos que esos grados diversos están determinados por otra gradación de
un debate de Williamstown, el representante de la Marina incitado por las acusaciones que intensidades económicas, no uniformes en todos los pueblos, ni en todos los continentes,
el ex-ministro norteamericano en Nicaragua y en Bolivia, Mr. Horace Knowles, hacía contra tenemos que aceptar diferencias. Y si aceptamos diferencias de concepción o de
el imperialismo, se excitó exageradamente. Mr. Knowles gritó exaltado: «Hemos asesinado apreciación, luego habremos de reconocer que son necesarias formas de acción
a miles en Haití y Nicaragua, en Santo Domingo y México». El marino ante la declaración correspondientes a cada realidad: en lo político, en lo económico, en lo social...
imprecisa arguyó:
El aprismo reclama esto de todos los trabajadores intelectuales: que no se declaren colonos
«¿Cuántos miles? ¡Precise el número!», y dio un formidable golpe sobre la mesa. Por de Europa para pensar en los problemas de nuestra América. Que no los vean desde París
consejo del profesor Shepperd de la Universidad de Columbia yo corté la disputa... 166 o desde Frankfurt,168 porque nunca los verán bien, porque siempre se equivocarán, porque
seguirá ocurriendo lo que ocurre hasta hoy: que la desorientación nos domina mientras el
En este mismo mensaje de 1929 aludo a la obra educadora de nuestro movimiento, a su peligro avanza certero, consciente de sus propios métodos y dichoso de nuestra ignorancia
preocupación ética, sindicando a quienes eran los enemigos indoamericanos del aprismo: arrogante e ineficaz.169

Por eso el gobernante que vende nuestras riquezas, el que vive de empréstitos absurdos, el Y siempre con mayor tenacidad, acicateados por el convencimiento de que la Segunda
que usa el poder para traficar con los intereses del pueblo, es enemigo del aprismo. Lo es Guerra Mundial tendría que sobrevenir y con ella fundamentales cambios en el mundo y en
también el periodista venal que intoxica la conciencia pública poniéndose al servicio del las Américas, fuimos infatigables los apristas en la misión invocatoria de la unidad
imperialismo. Lo es el intelectual individualista que no quiere organizarse y trabajar humilde continental. Durante los largos años que viví en Europa me reafirmé en la certeza de que el
y disciplinadamente en la gran tarea común. Enemigos del aprismo son todos los que por porvenir estaba reservado a las vastas federaciones o uniones continentales o inter-
picardía, por miedo o por indiferencia, por mal entendida vanidad, o por un falso concepto continentales de pueblos. Cuando el sagaz estadista alemán Gustav Stresemann, Canciller
de independencia personal no toman lado en esta gran lucha que no es sólo contra el del Reich, declaró su adhesión al proyecto de federación europea que sustentaba el
imperialismo, fuerza organizada con todos los auxilios de la técnica, sino también contra los ministro francés Aristide Briand, los apristas nos valimos de esa coyuntura para redoblar
que teniendo el deber de defender a nuestros pueblos, se venden o se rinden al otro lado, nuestra campaña unionista indoamericana. Pocas semanas antes de su muerte Herr
negando nuestro credo tres o más veces, sin llorar después como San Pedro, o Stresemann, durante una entrevista privada, me expresó en Berlín que la Federación de
vendiéndose por treinta o más monedas como Judas. nuestros países era la mejor garantía de su seguridad y de su prosperidad colectiva, de la
misma suerte que la federación europea sería «el único dique coontra los nacionalismos
...Mi anhelo como fundador del Apra ha sido siempre que ella oriente a nuestros pueblos agresivos», –aludiendo al nazista– y el solo medio «de mantener a Rusia dentro de sus
hacia sus verdaderos problemas. Que no nos desviemos con demagogias ineficaces, con fronteras librándola de la tentación diabólica de transgredir las de sus vecinos del Oeste».
gritos inútiles, con arrogancias de gesto que nada construyen... Y nuestro deber no es otro: Stresemann veía en Rusia un adversario indoblegable de la federación, la cual debía
organizarnos, disciplinarnos, orientar al aprismo en cada país según sus propios problemas necesariamente comenzar por ser «occidental»; por cuanto dijo–, «La Unión Soviética es un
característicos, según su propia realidad. No perder energías y hacer del Apra una bloque de pueblos sin rival en este continente». Y riendo de buena gana adujo que «en

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alegre confidencia» podía transmitirme su personal presunción sobre la postura conjeturable más amplia justicia social dentro de la democracia y sin necesidad de dictaduras ni de
de los «aislacionistas» norteamericanos frente a los planes federacionistas europeos: «Se comunismo. Estos dos principios de l924, medulares de nuestra doctrina, fueron
opondrán –dijo– a no ser que vean en todos ellos un negocio de hacerse pago de las proclamados por el Partido Aprista Peruano como sus guiones filosóficos.173
reparaciones; y en cuanto a la vuestra, me parece que falta en Washington la necesaria
imaginación política para columbrar que es una América Latina confederada lo más Las convenciones provinciales y el Primer Congreso Nacional del Partido Aprista me
adecuado –«y lo más lucroso», remarcó para los Estados Unidos. «Yo os aconsejaría eligieron su candidato presidencial para las elecciones de 1931; y al iniciar mi campaña pre-
empezar por unir a los más ricos y cultos de Sudamérica –añadió– a los más alejados del eleccionaria recibí y prometí cumplir el programa acordado cuyas tesis expliqué a la
control y contigüidad de los Estados Unidos y después veréis que los más pequeños ciudadanía.
chauvinistas y díscolos se os unirán. Aquí jamás pensaríamos en sumar a los Balcanes en
un plan inicial. ¡Sería dinamita! –exclamó riendo–. Porque esos países menores son muy El programa mínimo o Plan de Acción Inmediata del Partido Aprista Peruano reconoce el
nacionalistas e incapaces todavía de reaccionar saludablemente contra su impotente sistema democrático como norma del Estado justo y libre y sienta las bases del Congreso
aislamiento... Vosotros también tenéis probablemente el mismo problema con el patriotismo Nacional de Economía «con el concurso de todos los productores de la riqueza», como uno
militarista de los más chiquitos...»170 de los pilares institucionales de la democracia. Propone reformas sociales y de gobierno
que hasta entonces eran desconocidas en el Perú, y que después debieron ser, en parte,
Rememorando mi charla con Herr Stresemann, cuyos juicios eran esencialmente implantadas como resultado de nuestra campaña innovadora: la organización tecnificada de
concordantes con los de muchos otros estadistas europeos, o con el de autorizados la Estadística y la realización de Censos generales y específicos, desconocidos en el país
estudiosos de los problemas políticos mundiales a quienes consulté su opinión sobre desde 1876; el establecimiento del seguro social, de los ministerios de Educación, Salud
nuestra proyectada unidad de Indoamérica, escribí a comienzos de 1930 desde Berlín: Pública y Asistencia Social, Agricultura, Trabajo, del impulso al cooperativismo y de la
obligación del Estado a garantizar la vida, salud y bienestar moral y material y la
Con realismo evidente, la opinión europea estima que los países indoamericanos significan emancipación económica de las clases trabajadoras «procurando abolir, según lo permitan
muy poco aun en el movimiento económico y político mundial: unidos serán un factor de las circunstancias y de una manera gradual y paulatina, la explotación del hombre por el
inmensa trascendencia. Si la unión fuera total, Europa vería surgir una nación de más de hombre».174
diez y nueve millones de kilómetros cuadrados, con más de cien millones de habitantes,
dueña de riquezas inmensas y con capacidad para contener dentro de sus límites un El Programa reconoce los derechos políticos de la mujer, y «considera como atentado
número igual de pobladores al que hoy vive sobre la tierra habitada... punible contra la solidaridad social la utilización de servicios personales que no se paguen
conforme a la ley y la contravención de las leyes que protejan o beneficien a los indígenas,
...El Proyecto de la unidad de nuestros pueblos es considerado por los que creen que la menores y mujeres». Fija para la adquisición de la ciudadanía la edad de 18 años y en su
Historia es una dramática sucesión de episodios y no la expresión social de un ritmo plan de «incorporación del indio a la vida del país» acuerda medidas de garantía,
económico, como un «bello idealismo». Especialmente en los países más pequeños de conservación y modernización tecnificada de las comunidades indígenas, de sus tierras,
Indoamérica, o en los más aislados, el localismo es más agudo y la patriotería hostil y industrias, artes, de su educación, el respeto de su idioma, de su defensa frente al
egoísta más primitivamente enconada. Los pocos que con «ojos para ver» avizoran la terrateniente, de la expropiación legal de las grandes propiedades, redención de las
posibilidad del gran porvenir de Indoamérica unida, son ridiculizados, y cuando no se les hipotecas no redimibles, tornación de haciendas colectivas y cooperativas de sus más
llama habladores y bolcheviques se les aplaude piadosamente como a abogados de causas amplios derechos políticos y sociales. La defensa del campesino partidario y yanacona, del
imposibles. Empero, en los pueblos más desarrollados económicamente, la idea de la unión pequeño propietario agrícola y la intervención del Estado en los pactos entre terratenientes
indoamericana surge determinada por las enseñanzas de ese desarrollo. Las limitaciones y arrendatarios; el gravamen y división de las tierras ociosas, la revisión del régimen de
nacionales aparecen artificiales y negativas cuando la homogeneidad de problemas aguas de regadío, la irrrigación en gran escala –habida cuenta de que la costa del Perú sólo
económicos demuestra que las fronteras políticas -que tuvieron su razón histórica en la es cultivable en un 3 o 4 por ciento de su vasta extensión– y la formación de fincas rústicas
época feudal posterior a la Independencia- constituyen obstáculos para la productividad y la y ganaderas de pequeños propietarios, solventados por corporaciones y bancos estatales
rentabilidad del trabajo bajo sus formas modernas.171 cooperativos. El programa comprendía la más amplia protección al obrero industrial, a sus
derechos sindicales y a su participación en los organismos estatales técnico-económicos y
A mediados de marzo de 1931 y hallándome todavía en Europa se fundó en Lima el Partido en la obra de industrialización del país, tarea esencial por cumplir. También propugnaba el
Aprista Peruano o Partido del Pueblo.172 Fue organizado democráticamente por un programa por la inmediata nacionalización de algunos productos mineros y las reservas
movimiento ciudadano de base obrera, estudiantil y campesina que se expresó en estatales de ciertas fuentes naturales de riqueza extractiva, así como el estudio de vigentes
convenciones y congresos distritales y provinciales para culminar con el Primer Congreso contratos petroleros. Reconociendo la propiedad privada, el programa tendía a reformar y
Nacional del Partido, celebrado en Lima en agosto de l931. Y este congreso, al cual no sanear toda la arquitectura económica del país, protegiendo su incremento industrial pero
asistí, discutió y aprobó el plan de Acción Inmediata, o programa mínimo de la defendiendo al mismo tiempo, y preferentemente, los derechos de las clases obreras,
recientemente instituída agrupación política, la cual conformada un vasto «frente único de campesinas y medias, su más amplia capacitación educacional, tecnológica, económica y
trabajadores manuales e intelectuales». El Partido Aprista o del Pueblo del Perú inspiró su vital y su entrenamiento en el ejercicio de una democracia integral política y económica.175
programa en los lineamientos generales del Apra –unidad indoamericana, antimperialismo,
desfeudalización, nacionalismo económico, industrialización, educación y democracia El 23 de agosto de l931 al inaugurar la campaña electoral en la gran asamblea de masas
funcional– y reconoció así que su Programa Máximo se expresaba en los cinco puntos del que colmaba la Plaza de Toros de Acho, de Lima, expuse las ideas de nuestro programa.
ideario del Apra de 1924, como meta ideal de sus anhelos americanistas de liberación, Cito del diario limeño La Tribuna, de fecha 24 del mismo mes y año y de los folletos
justicia y cultura. Al mismo tiempo reafirmó los enunciados de la filosofía aprista que conteniendo la versión taquigráfica de aquel discurso, así como del libro Política Aprista que
informan sus pensamientos y acción política: los problemas socio-económicos de Europa en 1933 la reprodujo, sus parráfos principales:
son diferentes de los de Indoamérica, por consecuencia las soluciones deben ser diferentes;
y, en nuestro espacio y en nuestro tiempo histórico indoamericano, es posible realizar la Programa Máximo y Programa Mínimo. Como no hemos tenido nunca en el país partidos de

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principios se ha confundido con frecuencia el programa máximo del aprismo con el país...179
programa mínimo de nuestro partido... El programa máximo del aprismo tiene un significado
continental que no excluye el programa de aplicación nacional. Nosotros consideramos que Las dos Economías. La economía del Perú tiene dos aspectos perfectamente definidos: el
el Perú no puede apartarse de los problemas de América Latina o Indoamérica, y que la aspecto propiamente nacional y el aspecto de nuestra economía vinculada con intereses
América Latina no puede apartarse de los problemas del mundo. Si vivimos dentro de un extranjeros. No podemos dejar de reconocer esta doble faz de nuestra economía. Existe en
sistema económico internacional y la economía juega rol decisivo en la vida política de los todos los pueblos como el nuestro –que no están desarrollados económicamente– la
pueblos sería absurdo pensar que el Perú, que cuenta con una economía en gran parte necesidad de que una parte de la economía pertenezca o esté controlada por sistemas
dependiente de ese organismo económico internacional, pudiera vivir aislado, contra todo económicos más adelantados. Esto es fatal. Está determinado por una ley de progreso.
precepto científico y contra toda corriente de relación que es garantía de progreso.176 Pero de otro lado tenemos un aspecto de nuestra economía definidamente nacional.

Internacionalismo y Bolivarismo. Nosotros no solamente tenemos que prepararnos a ser un La economía nuestra que depende del extranjero... es una economía que pertenece a un
pueblo perfectamente contexturado, sino que tenemos que prepararnos a incorporar a ese sistema mucho más organizado, mejor respaldado y más garantizado que el aspecto
pueblo dentro del sistema de relaciones internacionales. El Perú, repito, no puede apartarse agrícola de la economía propiamente nacional. Las empresas extranjeras que traen capital,
de los problemas de América, ni América puede apartarse de los problemas del mundo. técnica y organización a nuestra agricultura y minería constituyen un aspecto de nuestra
Nuestro concepto continental no excluye nuestro concepto nacional... Nosotros tenemos economía. El otro es la empresa o el individuo agrícolas nacionales, que conservan sus
que contemplar previamente el problema nacional; ser nacionalistas integrales para ser métodos primitivos de producción y que no tienen garantías, y entonces vemos, frente a
continentales de veras, y juntos así poder incorporarnos a la marcha de la civilización frente, a la economía que depende del nacional en completa disparidad técnica. El Estado
mundial. De otro lado nuestro programa máximo continental no es sino la cristalización no ha protegido la economía nacional, de manera que sobre la economía extranjera ha
modernizada del viejo ideal bolivariano. Nosotros hemos sintetizado en un programa de gravitado la vida económica toda. No ha existido, del otro lado, la fuerza económica
unidad económica y política latinoamericana las frases inmortales de Bolívar: «Unión, unión, nacional –bajo la protección del Estado– que permita balancear la otra fuerza económica
América, que si no la anarquía te va a devorar».177 extranjera y logre establecer el desarrollo de una economía total y armónica dirigida por el
propio Estado.
Política y Economía. Dentro del concepto estrictamente económico, la América Latina o
Indoamérica constituye una zona: zona productora de materias primas; zona agrícola Una Empresa agrícola o minera que trae capital, que trae máquinas, que trae técnicos, que
minera; zona de influencia extranjera; zona de formación cuyas variantes nacionales no trae organización, que trae también cultura en el orden económico, frente a la pobre
excluyen la inmensa unidad del problema; zona, pues, que dentro de la geografía empresa agrícola minera nacional, que no tiene garantía económica, que no tiene
económica del mundo está limitada por las fronteras de América Latina. El Perú forma parte protección del Estado, ¿no representa como imagen el tractor frente al arado de palo? ¿No
de esa zona y nosotros tenemos que impulsar su incorporación, como zona económica representa a la técnica moderna frente a la técnica primitiva? ¿Qué puede resultar en una
nacional, en el gran todo de la zona económica latinoamericana.178 estructura económica donde de un lado hay técnica, capital, protección, garantía y
sostenimiento y del otro no hay sino forma elemental de producción? Evidentemente, la
Realidad peruana y realidad europea. Nosotros como pueblo -y esto es preciso que lo repita Economía tiene que gravitar hacia lo más fuerte, hacia lo más organizado...
porque forma parte de la teoría fundamental de nuestro Partido- no constituimos una
entidad homogénea. Nuestro desenvolvimiento económico y social no ha sido el Esto es, compañeros y conciudadanos, lo fundamental en el gran problema económico y
desenvolvimiento de los pueblos europeos que han pasado sucesivamente de un período político de este país: el desequilibrio, la falta de un Estado representativo de los intereses
social a otro, que han ido recorriendo una curva perfectamente clara. Nosotros no hemos propiamente nacionales. Estado que no excluya –sea dicho con toda claridad– la
vivido como los pueblos de Europa la sucesión de la barbarie por el período feudal; del intervención de los intereses extranjeros en el país. Porque esa intervención, por el hecho
período feudal por el período mercantil; de éste por el período burgués, y del período de aportar una técnica superior significa progreso, impulso y aliento para el desarrollo de
burgués por el período industrial. En nuestro país coexisten, conviven, todas las etapas del nuestra propia economía. Pero es fundamental también que esa cooperación de las fuerzas
desarrollo económico-social del mundo. Tenemos dentro de nuestras fronteras desde el económicas mas desarrolladas esté en equilibrio con las menos desarrolladas; porque si
caníbal y el bárbaro hasta el señorito que vive la vida civilizada. Somos conciudadanos del llega a insertarse en un cuerpo débil, en un cuerpo sin fuerzas propias, significa lo que una
Campa y somos compatriotas del señor feudal que está sobre las montañas. Alguna vez he transfusión de sangre hecha con exceso en un organismo débil para soportarla: en vez de
dicho que quien quiera viajar a través de la historia no tiene sino que viajar de Lima hacia darle vida le daría muerte.180
nuestro oriente. Ante una realidad así ¿cuál puede ser el carácter del Estado como entidad
jurídica? Hemos dicho que la clase que emancipó al Estado del control español fue la clase Función del Imperialismo. Aquí tiene que jugar rol importantísimo este nuevo vocablo que
latifundista, pero esa clase no puede representar siquiera a la mayoría de la nación. Vemos, muchos toman como algo siniestro: imperialismo. «Imperialismo» como lo define Hobson,
pues, que el Estado como entidad jurídica, no representa a ninguna de las clases creador de la palabra en su sentido contemporáneo, implica el uso de la maquinaria del
propiamente, porque la clase que lo redimió carecía de fuerza propia y entonces nuestras gobierno por los intereses privados, principalmente capitalistas a fin de asegurar para ellos
instituciones han vivido tambaleantes; el Estado fluctuante, representado por un hombre o las ganancias económicas fuera de un país. El imperialismo, como dice Culberston, es la
por una oligarquía. expresión económica de la civilización moderna a través de los mares. El imperialismo no
es, pues, el vocablo peligroso y atemorizante: el imperialismo es un concepto económico. El
En el Estado representativo de una oligarquía han predominado a veces personas que imperialismo es una realidad que, con las palabras de Montt, el economista democrático
tienen algo del caníbal y algo del señor civilizado... «El Estado, como decía Aristóteles, fue alemán, nadie puede negar en su evidencia histórica. Imperialismo significa la expansión de
formado para hacer la vida posible y sólo puede existir para hacer la vida justa». Pero los pueblos más desarrollados en la técnica de la produción hacia los pueblos menos
nuestro Estado no ha contribuído a hacer la vida ni posible ni buena porque ha carecido de desarrollados. El imperialismo forma parte de la fase de nuestra economía que depende de
fuerza social, de autenticidad nacional... Entonces aparece el Estado... como el instrumento los intereses extranjeros. Y como el imperialismo es fundamentamente la exportación de
de una oligarquía, y es peligroso, cuando puede ser instrumento de intereses extraños al capitales –la expansión económica hacia nuestro país–, nosotros tenemos que tomarlo en

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cuenta dentro de una observación objetiva de la economía del país. mayor producción de artículos manufacturados... Además, no somos un pueblo
verdaderamente industrial porque, como ya he dicho, no hemos producido la máquina. La
Porque no es que seamos enemigos del capital extranjero; es que consideramos máquina nos viene hecha; los pueblos que la forjan tienen su área geográfica muy lejos de
absolutamente necesario que el Estado controle el capital extranjero a fin de que su nuestro continente; joven de nuestra industria, joven de nuestro proletariado industrial.
concurso dentro de la economía nacional sea de cooperación y no de absorción. Y esta
palabra absorción no tiene intención alguna: ya ha dicho un célebre físico y economista Otro aspecto de nuestra economía es el agrario... La agricultura y la minería son las dos
europeo que muy cerca de la física está la economía. Hay leyes de física que pueden actividades clásicas de la producción nacional. Pero la agricultura no ha sido organizada ni
aplicarse a los fenómenos económicos. Y es ley natural que si ante la expansión de una lo está porque fue controlada por un Estado de tipo feudal, primitivo. Nosotros hemos sido
fuerza no hay resistencia que la limite, esa expansión aumentará hasta que se limite por sí dominados por una clase latifundista, de fisonomía colonial, obsoleta, bajo la cual no ha sido
misma. Si la resistencia es igual o mayor que la expansión entonces se habrá salvado el posible el adelanto técnico de nuestra agricultura.183
equilibrio.
Nuestra cultura. La agricultura no ha creado, desde el punto de vista nacional, un sistema
Nosotros debemos crear nuestras propias resistencias. Nosotros debemos crear nuestra propio. Todos sabemos que en este país recién se inicia –después de seis años que el Apra
propia presión económica. Y a la expansión económica que viene de fuera –impulsada por proclamó este postulado–, la creación de un banco de crédito agrícola. Todos sabemos que
las leyes que son ineludibles en la economía– debemos oponer la resistencia económica en el Perú la comunidad indígena ha carecido de derechos: el pequeño propietario no ha
que viene de dentro del país y que por su fuerza e intensidad también determina una ley tenido garantías; el llamado habilitador agrícola ha sido un verdugo y una carga para el
necesaria para que la vida nacional mantenga el equilibrio y la armonía de nuestro pequeño productor, para el pequeño campesino. Con una organización económica
organismo económico integral. completamente primitiva, sin garantía alguna –el Sindicato de Ingenieros Apristas informa
que ni siquiera hay una estadística de las hectáreas de tierra cultivable en el país–, con una
El imperialismo representa, por consecuencia, en nuestro país, la primera etapa del agricultura así, no ha sido posible crear una clase campesina culta. Y aunque ella es
capitalismo; la etapa de la industria; etapa fatal. Nosotros no podemos eludir esta etapa numéricamente la mayoría de la clase trabajadora nacional; en calidad, por su grado
industrialista que es un período superior al agrícola o feudal: El progreso impone que primitivo de técnica del trabajo –grado correlativo de cultura– no está capacitada todavía
después de la etapa feudal o agraria venga la etapa industrial. Pero nosotros proponemos para dominar por sí misma a la colectividad y conducir al gobierno del Estado. Tenemos,
que bajo el control de las clases productoras el advenimiento evite el aspecto cruento. Y nos por tanto, a la clase obrera joven como joven es nuestro industrialismo... y a la clase
proponemos –aprovechando la experiencia histórica del mundo– obtener todos los campesina que constituye nuestra mayoría, pero que por el atraso de su técnica y por el
beneficios de la industrialización, procurando amenguar en cuanto se pueda todos sus atraso de su cultura se encuentra en estado primitivo... Como clase proletaria industrial,
dolores y todos sus aspectos de injusticia y de crueldad. carece también de la conciencia suficiente para conducir los destinos de la nación.184

El capital extranjero representa en nuestro país técnica, porque el capital extranjero es el Nuestra clase media. Aparece entonces otra clase. La clase que nosotros llamamos
que trae la máquina. Nosotros no somos un pueblo verdaderamente industrial porque no genéricamente clase media: el pequeño propietario; el pequeño productor minero; el
hemos creado la máquina que nos viene de fuera. Pues bien, el capitalismo extranjero que pequeño comerciante, el intelectual, etc. Esa clase que constituye quizá mayoría del país. A
es inevitable en países como el nuestro, cumple su etapa. Lo importante es que cumpla esa clase pertenece el aspecto nacional de nuestra economía, que como ya lo he
bajo el control de un Estado que representa verdaderamente a la mayoría de la nación que demostrado, carece de protección del Estado; de técnica y de garantías. Esta clase se halla
está interesada en no ser absorbida.181 en el orden económico frente al otro aspecto de nuestra economía: el vinculado a los
intereses extranjeros. Nosotros debemos liberar al pequeño propietario que hace entrega de
¿Hay un industrialismo peruano? Ahora bien... ¿cuál es el panorama propiamente social su propiedad a la gran empresa extranjera que se la compra; al pequeño minero que hace
que nuestra economía crea en el país? Nosotros no somos un pueblo industrial; lo mismo; a la clase media toda que sufre por falta de una organización de orden puramente
consiguientemente la clase proletaria del naciente industrialismo es joven... Un niño vive, un nacional.185
niño siente dolor, un niño protesta contra el dolor, sin embargo, un niño no está capacitado
para dirigirse por sí mismo. Las clases sociales creadas como organismos económicos, por El Aprismo y las tres clases. Entonces... nos encontramos ante este gran problema: clase
sistemas también económicos todavía en desarrollo, producen fenómenos semejantes. Las proletaria industrial joven y minoritaria, como minoritario es nuestro industrialismo; clase
clases sociales van formando su conciencia, se van definiendo; y aunque sufren y aspiran campesina numerosa, mayoritaria, pero que a causa de su deficiencia técnica, está
carecen, cuando son muy jóvenes, de la capacidad suficiente para interpretar el sentimiento atrasada en sus métodos y en su cultura; y la clase media, la cual, formando parte de lo que
nacional y conducir por sí solas los destinos de la colectividad... Tal es nuestro panorama podemos llamar el sector nacional de nuestra economía, carece también de apoyo y
social: industrialismo incipiente, y, por consecuencia, clase proletaria industrial incipiente garantías del Estado y sufre las consecuencias del desequilibrio económico a que
también.182 fatalmente está subordinada nuestra organización económica nacional.

Industrias de Materias Primas. Por lo demás nuestro industrialismo es típico... No podemos Frente a estas tres clases está la oligarquía; la clase... que ha vinculado sus intereses a los
comparar nuestro industrialismo ni siquiera con el de los tiempos de su aparición en extranjeros, y que, sobre todo, domina hasta hoy y controla el Estado.
Inglaterra ni con el de su formación en el siglo pasado en Alemania porque nosotros no
producimos, repito, manufacturas. Nuestro industrialismo está limitado, nuestra gran Bien: La vinculación de lo que hay de común en los problemas de aquellas tres clases –
industria corresponde a la producción de materias primas o semi-elaboradas como se campesina, proletariado y media– constituye la base esencial socio-económica del aprismo.
llaman económicamente... Por consiguiente nuestro industrialismo tiene... una fisonomía
típica. Es un industrialismo de colaboración y de materias primas especialmente. Es un Por eso es que están de más las recetas europeas para los males nacionales. Por eso es
industrialismo de mercado limitado... cuya línea de avance tiene que ser mucho menos que está de más que ciertas gentes extranjerizantes quieren buscarle parangón o patrón a
rápido de lo que fue la del industrialismo en la época en que el mundo exigía cada vez las teorías del aprismo. El aprismo insurge absolutamente de una realidad socio-económica

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nacional... Compañeros: si somos una democracia, la democracia debe representar el enarboló como ideal programático máximo el bolivariano de la unidad política y económica
anhelo y la necesidad de la mayoría. Y la clase proletaria, campesina y media que integran de los Estados de Indoamérica; y el primero también que enfocó los problemas del
nuestro Partido constituyen la mayoría de la Nación.186 imperialismo, de la nacionalización de la riqueza, del industrialismo y de la democracia bajo
una nueva luz. Y del mismo modo que el programa máximo del Apra «contiene cinco
El Estado Aprista. Nosotros los apristas propiciamos un nuevo tipo de Estado, basado no mandatos en escala lógica»,190 así el programa mínimo –o plan de acción inmediata del
sólo en el ciudadano como cantidad, sino en el ciudadano como calidad. Por eso nuestro Partido Aprista Peruano– engranó lógicamente la inspiración americanista y los enunciados
Estado tenderá a ser un Estado de participación de todos aquellos que en una forma o en generales del ideario de 1924 con los puntos de aplicación positiva del plan partidario y
otra contribuyan con trabajo a la formación de la riqueza nacional. Queremos un Estado en basado sobre la nueva interpretación histórica sociológica de la evolución orbital de
el cual cada hombre participe sin abandonar su función vital de trabajador. Queremos un Indoamérica ya epitomada, extrajo sus conclusiones y relacionó sus plantemientos al
Estado en el cual el técnico y el experto dirijan las actividades estatales a fin de poder encarar las condiciones objetivas de la realidad peruana. El Partido Aprista sólo tenía como
rumbear científicamente hacia un nuevo camino que resuelva nuestros grandes problemas. antecesores políticos a los distantes movimientos que en grados progresivos avanzaron
Tratamos de organizar un Estado técnico, tratamos de acercarnos a la democracia hacia la concepción moderna de la democracia social: el viejo Partido Liberal fundado por el
funcional. Este es el fundamento del aprismo en cuanto a la organización del Estado.187 prócer civil de la lucha contra España, José Gálvez, el fugaz Partido Cívico Radical del
apóstol Manuel González Prada y el Partido Demócrata del expresidente Nicolás de Piérola.
El Congreso Económico-El Programa del Partido. De allí que uno de los puntos de partida Aspirante este último a una federación de Estados del Pacífico, la cual frustró la guerra
de nuestro programa sea lo que nosotros llamamos el Congreso Económico... Necesitamos fratricida con Chile, tal el mismo Piérola lo dejó escrito seguro de que esa unión se
instituir una asamblea de carácter económico en la cual estén representados todos los que verificará:
intervienen, en alguna forma, en la producción de la riqueza: capital y trabajo, nacionales y
extranjeros, puesto que forman parte de nuestra economía; comercio e industria; transporte, ... El pensamiento del Partido Demócrata no fue nunca dar al Perú aisladamente forma
agricultura, etc. El obrero y el campesino, el empleado frente al empresario y al propietario federativa, sino prepararlo a la constitución de los Estados Unidos del Sud Pacífico,
para discutir juntos nuestra realidad. Para investigar qué somos económicamente. Y una compuesto por las repúblicas en éste situadas; confederación que la funesta guerra de 1879
vez que conozcamos qué somos, qué tenemos, qué necesitamos, y qué podemos tener –no frustrara quién sabe por cuánto tiempo, pero que vendrá indefectiblemente.191
con un concepto arbitrario y empírico, sino sobre la realidad elocuente e indiscutible de las
cifras– entonces comenzar la reorganización del Estado, sabiendo a dónde vamos, y El Partido Aprista Peruano inspiró asimismo su interpretación del fenómeno económico de
sabiendo cuál ha de ser el respaldo económico de nuestras promesas políticas. nuestro país en la que genéricamente hizo la doctrina del Apra de la compleja problemática
de la economía continental. En el Perú, como en los países indoamericanos, el proceso es
...Por eso el aprismo no ha hecho un programa con lista de promesas que podía resultar similar: aparece la paradójica coexistencia o yuxtaposición de períodos del desarrollo social
inacabable en un país como el nuestro donde todo está por hacer. Porque es necesario que en Europa se suceden unos a otros, y que aquí superviven y son coevos: desde la
renovar el concepto político y, dándole un contenido económico, investigar nuestra realidad; primitividad tribal de nuestras comunidades amazónicas –cuyo salvajismo abarca acaso
descubrir nuestros medios de vida y consultar si sobre las bases de nuestra economía hasta los inferiores grados del nómada caníbal– hasta las clases industriales del
podemos construir la arquitectura de nuestra futura política...188 capitalismo-burgués, del intelectual culto, y del obrero fabril, «europeizadas», aunque muy
diferentes aún de las europeas, pasando por las vastas áreas residuales del ayllu inkaico, y
Capital Extranjero. Tengo que insistir en esta parte sobre nuestro punto de vista acerca del por las densas de la servidumbre feudal-colonial de los latifundistas de horca y cuchillo.
capital extranjero. Y quiero dar explicación aún más detallada de nuestra posición al
respecto. He dicho que nosotros consideramos que el capital extranjero es necesario en un Y al igual que en los demás países indoamericanos, en su caracterología económica son
país de elemental desarrollo económico como el nuestro. Pero también es preciso recordar perceptibles y delimitables en el Perú dos ritmos de intensidad en su desenvolvimiento: el
que la falta de conocimientos científico-económicos en el país, ha permitido que se que es periférico adventicio, pero tecnológicamente más avanzado y veloz, el cual proviene
establezca aquí como apotegma que es menester aceptarlo venga de donde venga y venga del capitalismo extranjero y es movido desde fuera de nuestros países por un sistema
como venga. El error está en la segunda parte. Porque los que argumentan que controlar el económico prevalente en el mundo, del que sólo somos zonas subsidiarias de explotación; y
capital extranjero es ahuyentarlo, ignoran una ley económica: la ley de la expansión del el que corresponde a nuestro módulo económico nativo, más pausado en su marcha y más
capital que lo empuja a venir con tanta fuerza de necesidad como a nosotros nos lleva a elemental en su metodología. Estas dos intensidades o velocidades económicas
recibirlo. Si descubrimos la posibilidad de equilibrar estas dos fuerzas, de compensar esas determinantes de la fisonomía social y política de nuestros países, en mayor o menor grado
dos leyes, entonces nosotros podremos vivir en buena relación con el capital extranjero, sin desde México hasta la Argentina, son manifiestas en el Perú. Y su expresión institucional
caer en dependencia de él; defendiendo así el equilibrio de nuestra propia economía y típica es el Estado que estructuralmente difiere tanto del Estado europeo, como Europa es
haciendo del capital extranjero un elemento cooperante para el desarrollo económico disímil de Indoamérica en su evolución socio-económica y cultural.
nacional.189
Del mismo modo, son desemejantes las clases sociales; a las que despreocupadamente se
A despecho de la extensión de las citas anteriores –reproducidas de diversas versiones adjudican denominaciones aprendidas de la nomenclatura clasista europea: «proletariado»,
taquigráficas publicadas en 1931 y compendiadas en un difundido libro de varias ediciones «burguesía», «pequeña buequesía», «paisanaje». Pero nuestro proletariado –el industrial–
en 1932 en Guayaquil y en 1933 en Lima– ellas son indispensables como probanza de la corresponde a una particularidad de industrialismo aún primerizo, que no hace la máquina, y
indesviable continuidad de las líneas doctrinarias apristas. Pues en el discurso precedente cuya línea de producción de mayor bulto es la de la industria extractiva, minera, de materia
se reencuentran las mismas ideas generales de 1924, que aparecen en mi libro de 1928, ya prima o semielaborada; clase además minoritaria y en parte campesina o media: al igual
concretadas al programa político de un partido nacional que inspiró su pensamiento y su que nuestra burguesía «capitalista» no pertenece a la misma categoría histórica y
acción política en los enunciados del Apra. tecnológica del gran burgués europeo, cuya clase condujo una etapa ilustre sin duda de la
civilización contemporánea. Pues como clase, el burgués criollo es aún un residuo semi-
Así el Partido Aprista Peruano, o Partido del Pueblo, fue el primero que en Indoamérica feudal, afortunado, enriquecido, y no el producto social de una evolución clasista

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conductora. Y nuestra «pequeña burguesía» es muy diferente de aquella constreñida y
subalterna, verdaderamente digna de aquel apelativo, en Europa: es nuestra clase media la
porción más culta, más consciente, más alerta, de nuestras colectividades: superior a la Queda ahora por confrontar los enunciados generales de la doctrina aprista sobre el
burguesía improvisada, al capitalista criollo tributario del extranjero, generalmente ignorante, imperialismo que aparecen en mi libro de 1928, citados al comienzo de esta recensión, con
mentalmente apátrida y sólo indumentado y barnizado de hombre culto. A esa clase media los del discurso programa de agosto de 1931 reproducidos en el capítulo precedente. De la
pertenece también por conciencia y tradición un buen sector de nuestro proletariado más concurrencia de ambos enfoques, el genérico continental y el específico peruano, sólo
capaz o de nuestro artesanado más antiguo; eventualmente desplazados hacia innovados resulta una, como ha de verse, reiteración esclarecida de la tesis del aprismo.
sectores de trabajo mejor retribuídos. Y de otra parte, en las clasificaciones europeizantes
apenas tiene cabida la clase que vive del latifundio y de la servidumbre del campesino, del Esta, tal ha de verificarse una vez más, discrepa conceptualmente de la interpretación
indio o del negro. De esta clase feudal salen, a las veces, intelectuales que representan al comunista-leninista del imperialismo. Y viene a propósito de la relevancia de esa
tendencioso reaccionarismo del gran terrateniente y son los voceros de las regimentadas disconformidad entre una y otra, puntualizar que el vocablo, en sí mismo entraña diversas
propagandas «hispanistas», y «lusitanistas» y de la antidemocracia. En el Perú aquellos acepciones: Dice el diccionario de la Academia de la Lengua Castellana:
detentadores de la tierra que no trabajan reciben el nombre ominoso de «gamonales». Y
hombres de su nivel psicológico y cultural, o más bajos aún, si tal inferioridad fuese dable – Imperialismo. Sistema o doctrina imperialista.
generalmente extraídos de los clanes de siervos y mayordomos de sus haciendas o de Imperialista (de imperial). Partidario de extender la dominación de un Estado sobre otro u
adscritos como tales– han sido y son en buena parte, los profesionales del «cuartelazo» otros por medio de la fuerza.
proditor; quienes repetidamente se encaratulan de «libertadores» o «restauradores» de no (2da acep.) Partidario del régimen imperial del Estado.
se sabé qué, para tiranizar brutalmente al pueblo inerme. Preconizados por sus antiguos Imperial (del latín imperialis). Perteneciente al emperador o al imperio... 196
amos –a cuya clase sirven de esbirros y verdugos–, de entre estos asaltantes del poder y
estranguladores de la democracia han salido en el Perú los entreguistas de la riqueza Y si buscamos en un diccionario inglés-americano –el más difundido de ellos: Webster's–
nacional a quienes muchas veces Washington unge, unta y condecora a título de hallaremos explicaciones para nuestro objeto un poco menos insatisfactorias:
«campeones del anti-comunismo»... En tanto que el imaginario «comunista» es el indio de
quien hace más de medio siglo escribía Ricardo Palma: Imperialism. 1. Imperial government, authority or system. 2. The policy or practice or
advocacy of seeking to extend the control, dominion, or empire of a nation.
Fatalmente, como en los tiempos de la dominación española, también nuestras leyes son Empire 1. A group of nations or states under a single sovereign power; as the empire of
letra muerta, y el indio continúa siendo rico filón explotable para el gamonal acaudalado y Alexander. 2. A state characterized by having great extent of territories and variety of
para el cura simoníaco. Por desgracia no abundan autoridades que luchen para poner peoples united under one rule, or by having emperor as the title of its ruler...» 197
barreras al torrente de los depresivos abusos.192
Según puede verse la semántica preferida de la voz imperialismo ha sido política. Y, de
Y con Palma, Manuel González Prada, su egrerio contradictor literario, aunque propincuos cierto, ha habido y hay un imperialismo de tal tipología al que se asigna aquella prevalente
ambos por la fe liberal –ejemplar y enteriza convicción de aquellas largas y nobles vidas sin significancia histórica: ella puede ser atribuible al imperio sínico, al alejandrino, al augustal,
mácula de claudicaciones– quien fue el primero que afirmó en el Perú décimonono que «la al maya, al inkaico, o si se quiere al napoleónico.198 Empero, es el imperialismo capitalista
cuestión del indio más que una cuestión pedagógica, es económica, es social».193 Del contemporáneo al que concierne definir. Y al hacerlo, sea valedera una reiteración, a
mismo González Prada es esta expresiva y actualísima descripción de la coexistencia de un despecho de que ya se conoce genéricamente lo que la locución «imperialismo económico»
Perú republicano con un Perú feudal: denota –tema al cual refluye con detenimiento este capítulo– es pertinente dejar establecido
que según el ángulo de estimativa desde el cual se le considere, él puede deparar
Si en la costa se divisa un vislumbre de garantías bajo un remedo de república, en el interior contrapuestas valencias de expresión. Pues con el concepto imperialismo, aun cuando se le
se palpa la violación de todo derecho bajo un verdadero régimen feudal. Ahí no rigen circunscriba adjetivamente al exclusivo distrito de los fenómenos económicos, suele
códigos ni imperan tribunales de justicia, porque hacendados y gamonales dirigen toda acontecer lo que en el término y noción del comercio: el cual, como función económica de
cuestión, arrogándose los papeles de jueces y ejecutores de las sentencias. Las trueque e intercambio de mercancías –ejercicio inveterado, acaso sincrónico con el devenir
autoridades políticas, lejos de apoyar a débiles y pobres, ayudan casi siempre a ricos y de las sociedades humanas desde los albores de las civilizaciones– halló la féliz
fuertes. Hay regiones donde jueces de paz y gobernadores pertenecen a la servidumbre de emblemática poético-religiosa de su anfibología y de sus entrañables contradicciones de
la hacienda. ¿Qué gobernador, qué prefecto o qué subprefecto osaría colocarse frente a un comportamiento en el mito greco-romano de Hermes o Mercurio; divinidad pastoral del
hacendado?194 olimpo homérico, y más tarde, milagroso patrón de los inventos y golpes de la fortuna, de
los mercaderes, pero también de los ladrones.199 Que mucho hay del comercio, ya lícito,
Todo lo cual lleva también a considerar que, a diferencia de las escalas sociales europeas, ya intérlope, tutelado por el veleidoso auspicio del dios que volaba al impulso veloz de sus
o como una diferenciación más entre ellas y las de Indoamérica, importa tener presente talares, en la sinuosa metodología del, imperialismo económico: de un lado proficiente y por
cierta coincidencia de clases distintas con razas desiguales. Que aunque por fortuna necesario deseable, y del otro fraudulento, avieso y subyugador, a la par que ubicuo y
nuestros pueblos se hallan en alto grado exentos de los prejuicios raciales, si es evidente multiforme en los parajes explotables y postergados de la tierra. De aquí –y sea dicho
que el indio y el negro, y en buen número el meztizo, forman parte de las clases explotadas: todavía en excusable metáfora de alusión mercurial– que es menester encararlo y
el indio, relevantemente en las regiones que fueron escenario de las grandes civilizaciones justipreciarlo con la bifronte mirada serpentina del caduceo...
andina, maya y azteca y de los extensos imperios que ellas erigieron; y el negro, en las
áreas tropicales donde las comunidades indígenas primitivas o los reinos oriundos de Ya se ha visto en el segundo capítulo de este trabajo, cómo en la última década del siglo
poblaciones menos densas fueron exterminados por los conquistadores.195 XIX la pugna de los dos mayores partidos políticos norteamericanos polarizó en sendas
tendencias ideológicas vehementemente controvertidas: el imperialismo del Partido
VI. LA INTERPRETACION APRISTA DEL IMPERIALISMO Republicano –denominado un poco abstractivamente «the world-power politics» por sus

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descollantes conductores Theodore Roosevelt y Henry Cabot Lodge– y el antimperialismo vigencia. Así se comprende que los procesos de evolución de las distintas sociedades del
del Partido Democrático abanderado por el elocuente candidato presidencial de tres mundo en el pasado y en el presente no sean sino relativamente paralelas, y que los ritmos
conmocionantes elecciones sucesivas: William Jennigns Bryan. Ambos doctrinarismos se o velocidades de sus desarrollos sean diversos y correpondientes, en cada sociedad, a un
referían a un concepto imperialista y a una negación antimperialista de predominante índole ínsita dimensión espacio-temporal, que aquellos ritmos o velocidades integran. Y así se
política, más que de vigoroso contenido económico aunque éste fuera inplícito. Y ambos explica también cómo lo que es superioridad o ápice en un espacio-tiempo-histórico dado,
eran atañederos a las relaciones de la federación continental norteamericana con sus resulta inferioridad o inicio en otro. Postulado relativista mucho más patente en los casos de
dispersos –y por dispersos débiles– vecinos hemisféricos del sur. Tal resultó cuando desplazamientos de civilizaciones y sistemas económicos, tal aconteció de Europa a
perdidoso el partido de Bryan, y tras la rápida derrota militar de España en la Guerra de América a partir del descubrimiento y la colonización. De suerte que las etapas superiores
Cuba, ésta quedó sujeta a la Enmienda Platt, y Filipinas y Puerto Rico anexadas; preludios de cultura europea vinieron a ser aquí inferiores o primerizas de la cultura colonial. Y
de la «toma» de Panamá; de la conflictiva intervención en Santo Domingo, de la inopinada mientras en Norteamérica la civilización transportada tomó en nuevo espacio una dimensión
hermenéutica rooseveltiana –«enteramente imperialista en letra y en espíritu», como dicen temporánea de ritmo acelerado –cuya velocidad debía de sobrepujar a la del espacio-
los historiadores Beard–200 y de la declaración de la política del «big stick» -en castellano tiempo-histórico originario–, en Indoamérica el tránsito espacial determinó otra dimensión,
del garrote-, sobre el derecho de intervención norteamericana en Indoamérica, si nuestras por ende otro ritmo, tardo y rezagado respecto de la velocidad del desarrollo europeo y
repúblicas «no, pueden mantener el orden y pagar sus deudas».201 norteamericano. Y mientras en Norteamérica el capitalismo industralista creció casi
simultáneamente con el europeo septentrional, en Indoamérica –dominada por los países
Aquel período de luchas entre los imperialistas y los antimperialistas norteamericanos fue tecnológicamente más retrasados del Viejo Mundo– la evolución económica quedó estanca.
cronológicamente paralelo con el boyante señorío finisecular del victoriano Imperio Así fermentaron las contradicciones sociales ya antes anotadas. Y ello explica asimismo
Británico, sustentado por el Partido Conservador inglés. Y también con las audaces que el sistema capitalista en su modalidad financiera-industrial contemporánea advenga a
actitudes disidentes de los jóvenes liberales y las espectaculares del tribuno galés David este lado del hemisferio bajo la forma de imperialismo: etapa superior allá donde el sistema
Lloyd George, rebelde opositor de la guerra anglo-boer. Simultáneamente, con pasos alcanzó su apogeo, pero etapa inferior o comenzante aquí donde el capitalismo industrial
menos altaneros pero muy eficaces, iba a la sazón habriendo su camino del partido infante era desconocida.204
el movimiento laborista; fundado en el frente intelectual por los mundialmente famosos
pronombres de la Sociedad Fabiana y el frente obrero por el viejo trabajador minero Keir Atenido, pues, a la definición de Lenin y a la objeción aprista, válgame remarcar que ambas
Hardie y sus disciplinados sindicatos obreros, el Labour Party llegó a ser la voz de los se refieren al imperialismo como fenómeno económico; cuya más sencilla y clara
trabajadores manuales e intelectuales de la poderosa sociedad industrial inglesa, guión del identificación genérica es la que he citado en mis escritos desde 1926. Ella fue escogida de
sistema capitalista.202 un symposium de investigadores economistas y sociólogos norteamericanos, en la
conferencia de aquel año de The League for Industrial Democracy:
Cabe recordar ahora que en 1902 apareció en el célebre libro del autor británico cuyó título
troqueló, como se sabe, una contra-definición: «el imperialismo, la última etapa del Imperialismo puede ser usado como un término descriptivo que implica penetración
capitalismo.» Ya quedó dicho como este rótulo fue sin más trocado, después de 1930 bajó económica para la adquisición de materias primas y mercados para realizar inversiones
inapelable orden de Moscú, por el de «el imperialismo etapa superior del capitalismo». financieras. 205
Alteración que en nada resta validez, en mi sentir, al incontestado reparo que
evidentemente motivó aquella permuta de vocablos, como se verá, ni el sentido especial Ahora bien, como fenómeno económico el imperialismo es el capitalismo que, bajo esa
que el autor le otorgó.203 forma de penetración financiera e industrial, como inversionista prestador, o para la
adquisición de materias primas y mercados, se introduce en los países no capitalistas. O
Ya desde los debates del Congreso Antimperialista Mundial de Bruselas en 1927 –como en valido de otras palabras: en las regiones del mundo moderno no económicamente
mi libro de México en 1928, y en mi discurso-programa de Lima en 1931– había insistido en desarrolladas donde el sistema capitalista –ya floreciente en los países más evolucionados–
presentar la objeción aprista que es sin duda fundamental: «el imperialismo es la última – recién se implanta, éste es siempre el resultado de una penetración imperialista que
suprema o superior, que para el caso viene igual– etapa del capitalismo». Pero sólo en las proviene de aquellos países en que el capitalismo ha alcanzado su estado superior.
zonas del mundo donde el sistema capitalista ha alcanzado su máximo desarrollo:
Todo lo cual nos autoriza a reafirmar nuestra proposición consabida: el imperialismo es la
Y es la primera etapa en las regiones no industrializadas a donde el capitalismo llega bajo la primera o inferior etapa del capitalismo en los países no industrializados; en donde este
forma antimperialista. moderno sistema de producción se establece, por obra de las inversiones financieras con
que opera la acción económica impartida desde los países capitalistas para la adquisición
Este distingo –y me tomó una breve licencia digresiva para traer a las mentes del lector mi de materias primas y de mercados, y de zonas de influencia en general.
teoría del espacio-tiempo-histórico, a la que apenas tangencialmente he de tocar aquí a
guisa de aportación para el esclarecimiento– corresponde a una estimativa relativista de la Esto sentado –y habida cuenta siempre del imperialismo como hecho económico– se puede
historia. Según ella, en las ciencias económicas y sociales no tienen aplicación universal las proseguir con un razonamiento lógicamante concorde. Si el imperialismo es capitalismo y si
leyes absolutas. Semejantemente a los fenómenos físicos –de acuerdo con la concepción el capitalismo es un sistema de produción inevitable para el progreso social, y un escalón
einsteniana recusatoria de la del tiempo y el espacio independientes y de la absoluta ineludible en el ascenso civilizador de las sociedades, surgen estas concadenadas
gravitación universal de Newton– los de la sociología y los de la economía política – interrogaciones: ¿Es el imperialismo necesario?
llamadas éstas, como se sabe, ciencias históricas– devienen indesligables de sus
intransferibles espacio-tiempo; pués éstos son relativamente comparables a lo que en la Y si él representa la etapa indispensable de la industrialización de nuestros pueblos
nueva física se denominan los «campos gravitacionales». No es dable, pues, en esas retrasados en los cuales el capitalismo sólo funciona bajo la forma de imperialismo, ¿porqué
disciplinas dictar principios urbi et orbi y soslayar la relación de los enunciados somos entonces antimperialistas? Y si el imperialismo es un mal, ¿debemos cerrarle el paso
concernientes a fenómenos socio-económicos con sus ámbitos cuatri-dimensionales de aun cuando él comporta la etapa capitalista que necesitamos cumplir para progresar?

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aprista. Como se sabe, aquélla va enderezada a la radical abolición del sistema capitalista
Antes de responder a estas preguntas, retorno a una insistencia: el imperialismo como mismo por la revolución del proletariado industrial ya maduro en Europa. Veamos ahora
etapa superior del capitalismo, en los países super-industrializados, es un fenómeno cuál ha de ser el rumbo realista que incumbe a seguir al aprismo frente a un fenómeno
económico cuya cinética consiste en el desplazamiento de sus engranajes desde sus económico importado pero advenedizo, sin olvidar que, en principio, él entraña para
centros focales de supremacía hacia zonas de vida económica rudimentaria. Y resulta así Indoamérica adelanto y civilización, por significar una forma mucho más avanzada de
que el imperialismo no solamente es el capitalismo movilizado hacia aquellos países cuyos producción.
modos de producción son preindustrialistas, sino que es la única forma de capitalismo
moderno en las dichas regiones retrasadas. Al reiterar las incontestadas interrogaciones que sirvieron de coyuntura a la antecedente
diferenciación aclaratoria –¿el imperialismo es o no necesario y si lo es por qué combatirlo,
Sólo bajo la forma imperialista, tal como ha sido descrita en las definiciones precedentes, es y si no lo es por qué tolerarlo?– debo repasar algunas tesis ya condensadas en las copiosas
que el sistema capitalista de producción aparece y actúa en las regiones del mundo de citas que se han interpolado en el contexto del presente trabajo. Y la primera de las
economía primaria o no industrializada. Y sin responder todavía a las interrogaciones conclusiones a mi propósito pertinente es deducida así:
acerca de si debemos cerrarle o no el paso al imperialismo –a despecho de que él
representa el advenimiento del sistema capitalista necesario para la evolución de nuestros ...el sistema capitalista del que el imperialismo es máxima expresión de plenitud, representa
pueblos– cabe, a prevención, adelantar aquí otro argumento: un modo de producción y un grado de organización económicos superiores a todos los que
el mundo ha conocido anteriormente... por tanto, la forma capitalista es paso necesario,
Cuando Lenin enfoca el fenómeno del imperialismo, lo hace como comunista-marxista y por período inevitable en el proceso de la civilización contemporánea... No ha de ser un sistema
tanto como enemigo máximo del sistema capitalista, al cual el comunismo tiende a destruir. eterno... pero tampoco puede faltar en la completa evolución de alguna sociedad moderna.
206
Subsecuentemente, la postura de Lenin y la de los comunistas ante el imperialismo es la
misma que ellos mantiene globalmente hacia el sistema capitalista del que el imperialismo Este postulado corroborante de la disparidad entre las interpretaciones indoamericana y
es solamente una fase, una etapa procesal de culminación. Lenin es el portavoz del europea del imperialismo se despliega lógicamente en las tesis doctrinarias apristas
comunismo y éste es una concepción filosófica y una doctrina económica y política ratificadas en mi discurso de 1931 y cuya aplicabilidad, donde quiera en Indoamérica, es
originaria de Europa –donde el capitalismo es un sistema ya viejo– determinada por la comprobable. Y de las citas de aquel documento, que conjuntamente figuran en el capítulo
evolución social de aquella zona del mundo cuyas características históricas, condiciones y anterior, entresaco las subsiguientes premisas de planteamiento:
grados peculiares de desenvolvimiento, son enteramente dispares de las de Indoamérica.
a) El imperialismo significa la expansión de los pueblos más desarrollados en la
Por consecuencia, hay que decidir prevenidamente cuál es nuestro concepto del técnica de la producción hacia los pueblos menos desarrollados.
imperialismo: o es el comunista europeo, que considera al imperialismo como superior o
última etapa del sistema capitalista al cual hay que destruir; o es el concepto indoamericano b) El imperialismo forma parte de la fase de nuestra economía que depende de los
que considera al imperialismo como la etapa inferior o primaria del capitalismo; régimen de intereses extranjeros.
economía aún joven en nuestros pueblos y que significa para ellos un paso adelante de
nuestros modos absolutamente feudales de producción. c) El imperialismo representa, por consecuencia, en nuestro(s) país(es), la primera
etapa del capitalismo; etapa de la industria; etapa fatal.
Ahora bien, si el concepto del imperialismo es comunista –o sea el europeo que asevera
que «el imperialismo es la etapa superior del capitalismo», sistema por cuya destrucción d) Nosotros no podemos eludir esa etapa capitalista, que es un período superior al
lucha el comunismo– la actitud antimperialista debe ser uniforme o consonante con la de agrícola feudal: el progreso impone que después de la etapa feudal o agraria venga la edad
Lenin: o sea la de contribuir a derribar el sistema mismo en sus etapas superiores e industrial.
inferiores. Pero si el concepto de imperialismo no es comunista o europeo, sino aprista e
indoamericano, entonces el imperialismo no es «la etapa superior o final del capitalismo», e) Y nosotros nos proponemos -aprovechando la experiencia histórica del mundo-
sino que es la inferior o primera y, consecuentemente, la actitud antimperialista obtener todos los beneficios de la industrialización procurando amenguar en cuanto se
indoamericana no puede ser la de ayudar a destruir un sistema de producción comenzante, pueda todos sus dolores y todos sus aspectos de injusticia y de crueldad. 207
que nuestros pueblos no controlan; por cuanto él es extraño al estado inferior en que aún se
halla el capitalismo en Indoamérica. Como se ve, estas cinco primeras proposiciones si bien no corresponden a una apreciación
europea del imperialismo –salvo la primera que acaso como definición global pudiera ser
Arriesgando la redundancia, es indispensable iterar que hay una definición comunista del aceptada– sólo describen al fenómeno imperialista en su caracterismo meramente
imperialismo y una definición correlativa, también comunista, del antimperialismo, y que económico. Además, ellas no presentan sino uno de sus aspectos: el que puede llamarse
ambas constituyen in toto una antilogía de las definiciones apristas del imperialismo y del bueno o favorable. Pero soslayan todavía el adverso u odioso, incitador de un espontáneo y
antimperialismo. La distancia que separa a esas dos nociones discrepantes corresponde a vasto movimiento de opinión antimperialista indoamericano, de data originaria sin duda muy
la que existe entre los imparangonables grados de evolución cultural de los pueblos anterior a las actividades comunistas en nuestro suelo o a la misma revolución rusa.
europeos y de los indoamericanos; por ende, a la absoluta disimilitud de los procesos socio-
económicos de Europa e Indoamérica. Ello no obstante, es a partir de la fase positiva, dígase creadora, del imperialismo, en su
calidad de primera etapa del capitalismo en Indoamérica –o sea como tramo inferior de su
Deslindadas las incompatibles interpretaciones del imperialismo, la europea y la trayectoria ascendente hacia los más encumbrados planos de la industrialización– que este
indoamericana –etapa superior capitalista allá, e inferior y formativa aquí–, se infieren las análisis ha de ser valedero. Por cuanto él, de comienzo, ubica distintamente al imperialismo
antagónicas orientaciones del antimperialismo europeo comunista y las del indoamericano en nuestros países a nivel de sinonimia y equipolencia con el capitalismo contemporáneo.

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El cual, en virtud de su índole y alcances de sistema económico cosmopolita, irradia desde tecnificadas, o en la producción de derivados o de factura industrial no-pesada.
sus lejanos núcleos focales y viene a arraigarse, bajo cualesquier formas de penetración,
para dominar y atraer hacia su irresistible radio de influencia a todos los modos nativos y Además, la transformación socio-económica que el imperialismo determina en los países
retardados de economía que encuentra a su paso, y que, en mayor o menor grado, indoamericanos no asume las dramáticas peculiaridades que tuvo la llamada «revolución
devienen subsidiarios del adventicio, más tecnificado y solvente. industrial» inglesa –tan pronto propagada a las comarcas aledañas de Europa– primera
etapa del joven sistema capitalista moderno. A los países situados en la región europea
De suerte que al enjuiciar al imperialismo desde el ángulo de su acción progresiva en las industrial o más allá, longitudinalmente, en dirección perieca de ella –Estados Unidos,
zonas retrasadas, y conocidas internacionalmente bajo el apelativo de cuño anglosajón Rusia, Japón– el industrialismo se extendió, pero sin variar de estructura, de tipo de
como «backward-peoples», es congruente considerar sus circunstancias. Menciono de producción, de categoría modal: es el industrialismo que hace la máquina, aunque comenzó
nuevo mi libro de 1928 al reproducir los rasgos generales de la penetración imperialista que por importarla de Inglaterra o de la contigua región nórdica europea rápidamente
entonces anoté: tecnificada. Pero cuando la difusión capitalista derivó latitudinalmente, en el sentido de los
meridianos, o sea rumbo hacia el hemisferio sur –parificación hasta ahora valedera en los
El imperialismo, que implica en todos nuestros países el advenimiento de la era capitalista anales de la dinámica procesal del antimperialismo–210 no fue para establecer una
industrial bajo formas características de penetración, trae consigo algunos de los industria pesada, o que por tal carácter se puede llamar también septentrional, nórdica o
fenómenos económicos y sociales que reproduce el capitalismo en los países donde tramontana. Que no, en estas regiones del austro económico, y como ya he recalcado:
aparece originariamente: la gran concentración industrial y agrícola, el monopolio de la
producción y circulación de la riqueza; la progresiva destrucción o absorción del pequeño ...las industrias que establece el imperialismo en las zonas nuevas no son casi nunca
capital, de la pequeña propiedad y del pequeño comercio y la formación de una verdadera manufactureras, sino extractivas, de materia prima, o medio elaboradas, subsidiarias y
clase proletaria industrial. subalternas de la gran industria de los países más desarrollados. Porque no son las
necesidades de los grupos sociales que habitan y trabajan en las regiones donde aquéllas
....el obrero de pequeña industria y el artesano independiente, al ser captados por una se implantan las que determinan su establecimiento: son las necesidades del capitalismo
nueva forma de producción, con grandes capitales, recibe un salario seguro y más alto; imperialista las que prevalecen y hegemonizan. La «primera etapa del capitalismo» en los
devienen temporalmente mejorados, se incorporan con cierta ventaja a la categoría de pueblos imperializados no construye la máquina, ni siempre forja el acero; o sólo fabrica sus
proletariado industrial: venden su trabajo en condiciones más provechosas. Así ocurre instrumentos menores de producción. La máquina llega hecha y la manufactura es siempre
también con el campesino pobre, con el peón y con el siervo indígena: al proletarizarse importada. El mercado que la absorbe es también una de las conquistas del imperialismo, y
dentro de una gran empresa manufacturera, minera o agrícola, disfrutan casi siempre de un los esfuerzos de éste tenderán persistentemente a cerrar el paso a toda competencia por
bienestar temporal. Cambian su miserable salario de centavos, o de especies, por uno más trustificación del comercio. Así es como al industrializarse los países de economía
elevado que paga el amo extranjero, siempre más poderoso y rico que el amo nacional. Es retardada, viven una primera etapa de desenvolvimiento lento, incompleto. 211
así como el imperialismo en los países de elemental desarrollo económico es factor
determinante de la formación y robustecimiento de una genuina clase proletaria moderna... Hasta aquí quedan diseñados los lineamientos distintivos del imperialismo económico,
El proletariado industrial que va formando es, pues, una clase nueva joven, débil, fascinada primera o inferior etapa del capitalismo en Indoamérica; la cual es para sus pueblos
por ventajas inmediatas cuya conciencia colectiva sólo aparece al confrontar más tarde al inevitable, porque ella significa modernización y tecnificación de su economía e,
rigor implacable de la explotación dentro del nuevo sistema.208 históricamente, progreso social. Por manera que desde este punto de vista, el vocablo y el
fenómeno que aquél designa como imperialismo son identificables con el sistema capitalista
Por eso, además de determinar el gran capitalismo una etapa económica superior a la de producción en su período y modalidad indoamericana. Pero en virtud de la índole misma
precedente del pequeño capital –como la industrialista es una etapa superior a la feudal–, de este sistema –del cual es proyección y resultante la forma imperialista que él adopta para
las masas trabajadoras que se transforman en proletariado moderno no perciben la penetrar a los países de bajo nivel económico como los nuestros–, su abolición no es tarea
violencia de la explotación del imperialismo hasta mucho más tarde. El tipo del imperialismo histórica de los pueblos situados a la retaguardia de la marcha económica. Primero, porque
moderno –especialmente el imperialismo norteamericano tan avanzado y refinado en sus los ejes y ruedas mayores del sistema no están asentados en nuestros escenarios, y
métodos– sólo ofrece ventajas y progreso en su iniciación. 209 segundo, porque al tenor de los mismos textos marxista-socialista-comunistas, es el
«proletariado culto que ha alcanzado un amplio desarrollo»,212 el protagonista histórico
Los supracitados parágrafos sintetizan y refuerzan nuestra tesis de que el imperialismo – destinado a derribar el ordenamiento socio-económico del capitalismo. Este proletariado
primera etapa del capitalismo en Indoamérica– aporta el sistema económico transformador industrial no es el de los países imperializados, de economía subsidiaria y de producción
de un régimen feudal-comercial agro-pecuario y minero en otro ya tecnificado, de dirección unilateral, circunscrita; aún muy vinculado a las extensas masas de jornaleros del campo,
industrialista; el cual establece innovados renglones de exportación de materias primas y de que Marx englobaba en el Lumpenproletariat:
elaboración incipiente de determinadas manufacturas, en vasta escala. Determina así
condiciones relativamente paraleladas a las que deparó la génesis del sistema capitalista en Los trabajadores agrícolas –elementos muy numerosos en la mayor parte de los países–
las zonas del mundo donde tuvo su origen y ha evolucionado hasta su curva cenital; cuyo eran para él, «bárbaros nativos», «trogloditas que no constituían una clase, y que no eran
paralelismo –que se debe subrayar: sólo es relativo está determinado por tres capaces, por tanto, de defender sus íntereses de clase. Por ahora «ellos no pueden
características diferenciales de dimensión espacio-temporal: la evolución desigual de las representarse a sí mismos, deben ser representados». Para Engels, estos trabajadores
economías de Europa e Indoamérica; los contrastes entre el capitalismo como naciente, y el eran «máquinas de trabajo, no hombres». 213
capitalismo como sistema importado, y la disimilitud entre el industrialismo que hace la
máquina y el que sólo la maneja. Por consecuencia, el distinto tipo y nivel cultural de un Empero, el imperialismo, que es el sistema capitalista en nuestros pueblos, a despecho de
proletariado de selección, productor de mercancías siderúrgicas y de refinada manufactura que significa un régimen de producción más avanzado, más civilizador que el feudal
–que requiere adiestrados trabajadores expertos de la improvisada, y de calificación menos dominante de Indoamérica, no redime a los trabajadores de la injusticia, aunque
requerida, clase obrera joven que labora en minas, petróleos, empresas agrícolas eventualmente mejora sus condiciones de vida y sus relaciones con la clase patronal. La

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explotación del hombre por el hombre continúa bajo nuevas formas, y a la brutalidad y la por los fines concretos de la del Norte, ya indirectamente por las urgencias defensivas de la
miseria de la servidumbre esclavizante impuesta por el latifundismo en todas las ramas de del Sur. Si Indoamérica hubiera estado unida, España y Francia no se habrían atrevido a
labor que se rigen por sus métodos, suceden otras desigualdades y otros excesos. Cierto es atacarla; si México hubiese sido inmediatamente socorrido por tropas centro y
que la industrialización imperialista posibilita la organización sindical de los productores, y sudamericanas la derrota francesa habría sido mucho más rápida y la unidad americana tal
esta innovación constituye una de sus más remarcables ventajas. Más el mayor peligro que vez hubiese sido el corolario de ese triunfo. Pero los gobernantes de nuestros países en
el imperialismo encierra para los pueblos en cuyos perímetros nacionales se produce la aquella época no abarcaron la repercusión histórica del triunfo de Lincoln en los Estados
penetración capitalista es el de que a la par que económico devenga imperialismo político. Unidos; ni columbraron las proyecciones del inmenso poder de una federación-continental
por cuya unidad habían inmolado sus vidas, con el presidente, más de seiscientos mil de
¿Cuándo es que aparece manifiestamente en Indoamérica esa conjunción del imperialismo sus conciudadanos. Guerra de la cual no quedaron odios revanchistas, ni militarismos
económico y político en sus aspectos más agudos y violentos? traficantes del fratricidio a despecho del llamado «black terror», porque el pueblo que la
ganó para su unión y libertad se puso a arar los campos de batalla con los mismos caballos
Para responder a está cuestión es menester substanciar en muy concisas líneas una larga e de los cuales se había servido para formar sus aguerridos escuadrones de lucha.221
intricada historia. El imperialismo, como exportación de capitales, lo inicia Inglaterra que fue
el país capitalista industrial más avanzado de Europa: «Comparadas con la de otros países Excepto en las mentes de profesionales agitadores odiosos o en la lengua de profesionales
las inversiones británicas han actuado como pioneros en el descubrimiento y apertura de sureños, las pasadas antipatías divisorias quedaron olvidadas, y el Norte y el Sur
nuevos campos de desarrollo», escribe C. K. Hobson, en la página 122 de su autorizado emprendieron pacíficamente el camino de la reunión: aún lo acontecido más recientemente
libro The Export of Capital de 1914. Y en mi libro de 1928 cito a un historiador mexicano, aparecía ya remoto y extraño.222
Pereyra, cuando asevera con lujo de datos, que «de 1818 a 1825» -es decir, hasta apenas
un año después de la batalla de Ayacucho y cuando todavía los últimos empedernidos De la guerra del Norte resultó la unión que es grandeza y es poder; de las guerras del Sur
españoles de Rodil no se habían rendido al gobierno de Bolívar y resistían en el Castillo del quedó el aislamiento y la debilidad. México se batió solo, y solo venció y castigó a su
Real Felipe del Callao- «ya por vía de empresas, ya por empréstitos», Inglaterra suscribió, invasor, logrando así las reformas liberales del Benemérito Juárez, pero para recaer más
según se calcula, «cerca de 56 millones de libras esterlinas nominales; cifra entonces de tarde bajo la dictadura militarista del infaltable «general-salvador-restaurador» -plaga de
consideración para la refacción de gobiernos poco boyantes». Y Chile, Gran Colombia, Indoamérica- de cuyo aferrado despotismo sólo lo libertó la Guerra Civil de 1910 que
Perú, Buenos Aires, Brasil, México y Guatemala contrataron de un millón a más de cuatro emancipó a su campesino esclavizado e inaguró una saludable vida democrática. Al Sur:
millones de esterlinas por Estado.214 A su vez, C. K. Hobson anota: «...el capital británico Perú, Chile, Ecuador y Bolivia, que hubieron de aliarse para enfrentar la nueva agresión
en Sudamérica invertido en bancos y ferrocarriles se estimó en 1866 como tres veces española hasta aplastarla en 1866, desataron los lazos de aquella unión sellada por el
mayor que lo que había sido diez años antes».215 triunfo. Acaso si José Galvéz –el jefe del liberalismo peruano, ministro civil de la Guerra, y
conductor de la victoria del Callao– no hubiese muerto heroicamente en la batalla, su
Y lo demás de la historia es bien conocido: el extraordinario progreso económico de los inluencia y su previsión habrían podido echar las bases de la confederación del Pacífico,
Estados Unidos a partir de su Guerra Civil –que movilizó en fuerzas federales del presidente llamada a transformarse en la bolivariana de Indoamérica. Pero en el Perú quedó vivo, para
Lincoln a 2.898,304 hombres y en las escisionistas del insurrecto general Lee a 1.300,000 y escamotear al mártir de la victoria, uno de los usurpadores más protervos y de los
cuyas pérdidas suman 359,528 muertos de los vencedores y 258 mil de los vencidos –fue la traficantes de la riqueza y de la sangre de nuestros pueblos más desfachatados, que haya
consecuencia política del triunfo de los principios lincolnianos de «unión y libertad», y del producido el tenebroso caudillismo militarista indoamericano: el ex-General Mariano Ignacio
«gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo»: «Creía Lincoln que el ideal de una Prado.223 Al cual, tras un ominoso derrocamiento, y ya de nuevo parapetado en la
sociedad sin clases podía ser llevado a la práctica tanto política como presidencia del Perú, cupo ignominioso papel proditor en la guerra que este país y Bolivia,
económicamente»,216 por obra de «una clase democrática grande e independiente de aliados, tuvieron con Chile en 1879. Y fue aquella lucha entre pueblos hermanos la que
pequeños propietarios». Pero está aspiración de estirpe aristotélica que el presidente imposibilitó el intento de vializar el plan federacionista –con miras a la organización de los
compartió con el gran poeta Walt Whitman217 –quien a lo largo de toda su vida alimentó un Estados Unidos del Sud-Pacífico– programado por el Partido Demócrata del Perú, fundado
odio enconado en contra de la opresión y desigualdad de las clases– 218 fue truncada por por Nicolás de Piérola, de cuyos propósitos americanistas ya se ha hecho referencia.224
las balas que asesinaron a Lincoln, cuya obra hechó las bases de los nuevos Estados
Unidos. En ellos, «la unión debe ser y será preservada» –el lema de Jackson– y su Lo expuesto sirve sólo a demostrar que de las mayores peripecias guerreras acaecidas en
democracia no puede ser «por mitad esclavistas y por la mitad libre».219 ambas Américas a mitad de la centuria pasada –la Guerra Civil en la del Norte y las
agresiones europeas a México y a los países americanos del Pacífico Sur– resultó allá, río
Es muy significativo que simultáneamente con la cruenta guerra civil de los Estados Unidos, Bravo arriba, la coherencia de un pueblo-continente, al que los cerrados intereses de una
vale decir cuando el país del norte se hallaba debilitado e incapaz de actuar en defensa del oligarquía esclavista y de un militarismo áulico pretendieron vanamente dividir; y aqui, río
hemisferio, se produjeron las dos postreras y frustradas aventuras de gran formato del Bravo abajo, precisamente lo inverso: el triunfo de la debilitante desunión y la prepotencia
imperialismo político europeo: La invasión de México, con el fugaz y sangriento señorío de del encallecido feudalismo comarcano pretoriamente escoltado por el caudillaje castrense,
Maximiliano de Hapsburgo, y la incursión española en las islas guaneras del Perú y el nuestro máximo divisor. De esta suerte la federación norteamericana ingresó en la ruta de
ataque a los litorales de ellas, fronteros en el Pacífico sudamericano, por la escuadra de su destino protagónico hacia lo que Hegel llamaba «el teatro de la historia universal»; y el
Isabel II. Las derrotas de los invasores europeos en ambos casos se consumaron primero mapa político-económico del Nuevo Mundo fijó las lindes de sus contrastados escenarios:
en el Callao –el 2 de mayo de 1866– y después en Querétaro –el 19 de junio de 1867– trece junto a los crecientemente poderosos Estados Unidos del Norte, los inermes y balcanizados
y veintiséis meses más tarde del total desastre del general Lee y del grueso de su ejército Estados Desunidos del Sur.225
escicionista en Peterburg –el 2 de Abril de 1865– cuando la bandera de la Unión
norteamericana pudo flamear ya invicta en Richmond, la capital de los esclavistas Esta dicotomía de una América cohesionada y democrática confinante con otra dividida y
rebeldes.220 Y es significativo que por un modo u otro aquellas guerras que conflagraron a tiranizada –aquélla, por compacta, poderosa y segura de sí misma, y, por democrática,
ambas Américas hicieron patente la actualidad y trascendencia de la unión continental, ya encaminada a confiado paso hacia la justicia y la cultura; en tanto que ésta, por parcelada

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endeble y disminuída y, por tiranizada, pesimista y retardataria– es fundamental en el pueblos hermanos; contenido y designio del antimperialismo constructivo aprista. Por las
enjuiciamiento histórico del imperialismo. Por cuanto al normar en ella la justipreciación del obvias razones tantas veces aducidas: porque «el imperialismo es, esencialmente, un
fenómeno y de su consubstancial complejidad problemática se discierne la dualidad de sus fenómeno económico que se desplaza al plano político para afirmarse»231. Y porque es,
causas históricas y –ya en el plano del criterio político– se comparten las responsabilidades. habida cuenta de esta doble fase de penetración y agresividad, como general y
Con efecto, si «el imperialismo significa la expansión de los pueblos más desarrollados en la peyorativamente se le conoce, define y conceptúa.
técnica de la producción hacia los pueblos menos desarrollados», en el caso americano,
aquel mayor incremento de los del Norte y, consecuentemente, su distensión hacia los Queda dicho también que el imperialismo, «primera etapa del capitalismo moderno en los
vecinos meridionales menos evolucionados, destaca una desuniformidad cuya causal países no industrializados» es inevitable; por cuanto él representa comparativamente en
importa invenir y poner de relieve. estas zonas de economía retardada lo que significó la «revolución industrial» en las
comarcas continentales, en donde el capitalismo es proveniente de una larga y oriunda
Se ha dicho mucho –y el asunto es casi tópico– de la imparidad de las condiciones geo- gestación. Luego –nunca será demasía reiterarlo– lo que es debido controlar, lo que sí es
climáticas, y de las riquezas ubérrimas que forman la natural dotación del pingüe suelo evitable, es el imperialismo político concurrente. Para conseguir uno y otro fin, la reforma
norteamericano. Cierto es todo ello. Más de una vez he discurrido, transitándolo y institucional del Estado, y su fortalecimiento por la unión de las repúblicas de Indoamérica,
reparándolo, que ese continente sobre el cual se han estructurado dos federaciones son imperativos perentorios.
democráticas de estilo institucional anglo-sajón –Cánada y Estados Unidos– es «una
Europa expandida».226 A diferencia del territorio continental e insular indoamericano –de VII. LA «BUENA VECINDAD» Y LA RESPUESTA APRISTA
todas las Indias Occidentales, que es lo que yo llamo Indoamérica: las que fueron hipánicas
y lusitanas, las francesas, inglesas y holandesas–227 el de Norteamérica, en total, reúne, a
mi ver, las gradaciones y variantes del paisaje europeo que conozco. Desde las Aquí retorno a subrayar que la doctrina aprista fue enunciada en 1924, y sinópticamente
escandinavas y nor-escocesas hasta las peninsulares itálica balcánica, sin marginar los explicada en mi libro de 1928, cuando el imperialismo en Indoamérica como fenómeno
correlatos esteparios turcos y caucásico, del panorama tejano. Pero vale poner énfasis en lo económico presentaba esta resaltante tipología: predominancia de la penetración capitalista
que va dicho arriba: se habla de Norteamérica enteriza, parangonada con Europa también norteamericana, que aceleradamente iba desplazando a la europea, resultado de la primera
en su magnitud continental; no de los Estados norteamericanos aislados. Que si se tratase Guerra Mundial,232 e identificación del imperialismo económico con el político dentro del
de 48 repúblicas independientes y soberanas, amuralladas por patriotismos aduaneros, engranado «Sistema Panamericano» en el cual la supremacía de los Estados Unidos era
émulas unas de otras, por ende alardosas, díscolas, xenófobas y militaristas –secuela incontrastable. Ella se cohonestaba jurídicamente con la interpretación unilateral de la
inevitable de los complejos del enanismo, tal lo demuestra Jonathan Swift en su calador Doctrina Monroe,233 y con el «Derecho de la Interposición Temporal»; denominación ésta –
análisis de las relaciones internacionales entre los orgullosos imperios de Lilliput y tal se ha repetido– inventada por el Secretario de Estado, Hughes, en la Conferencia
Blefuscu– no se podría aludir a pujanza ni recursos. Tampoco sería valedero paralelar Panamericana de La Habana de 1928 a fin de designar a la potestad que los gobiernos de
paisajes. Por cuanto en unos y otros la resultante, como el trasfondo, es suma, es unidad. Y Washington se auto-confirieron –desde el de Theodore Roosevelt– para invadir a las
de aquí arranca la primera secuencia de este breve enfoque: repúblicas indoamericanas, socapa de imponer en ellas «el orden», o de compelerlas a
«pagar sus deudas» por la intervención de la fuerza.234
En la simetría política del hemisferio en el que una de sus partes –cuantitativamente la
menor pero por su unidad cualitativamente la mayor–, forma un ancho y sólido Estado- Ya se ha visto que son también los mismos norteamericanos quienes llaman imperialista a
Continente, y es vecino de 20 inconsistentes Estados-naciones, cuyas áreas totalizan más ese período de la política exterior estadounidense que se abre en el último decenio del
del doble del perímetro territorial de aquél y demográficamente lo igualan,228 radica la ochocientos y, con breves altos, se prolonga hasta 1933. O como dice el profesor de la
causa principal de la expansión del sector más desarrollado hacia el que lo es menos en la Universidad de Yale Samuel Flagg Bemis en el Capítulo VIII de su libro The Latin American
técnica de producción. Pues aun admitiendo los diagnósticos y pronósticos bastante Policy of the United States:
desencantadores de algunos opinantes expertos u oficiosos acerca de la dudosa aptitud o
adecuación de nuestra América para el industrialismo manufacturero,229 bastaría la unión En la última década del siglo XIX el imperialismo cubrió con su manto al destino manifiesto y
de ella a restablecer, con la simetría política, el equilibrio económico: Lo cual no es galvanizó la fe tradicional del pueblo norteamericano en su porvenir expansivo con un
aventurado aseverar, si se recuerda que aun como productora de materias primas en alta propósito y una filosofía que iban más lejos que su antiguo instinto ciego por la realización y
escala, y madiante la tecnificación agro-pecuaria y minero-petrolera, la economía seguridad de la república continental, incluso una que abrazará a toda la América del
indoamericana llegará a ser tan indispensable a la que es su vecina como ésta a aquélla. Y Norte... Fue este nuevo imperialismo, esta imitación de la política británica la que llevó
si a tal progresiva interdependencia se adicionara una concordante planeación unificadora, erróneamente a los últimos apóstoles del nuevo destino manifiesto a regiones del globo
el exceso de presión expansiva del núcleo más poderoso encontraría cauce, tope y fuera de la órbita de los verdaderos intereses de los Estados Unidos como las islas
contrapeso: Filipinas. 235

Si la presión imperialista vence a nuestra resistencia nacional, el equilibrio que resulte no Pero en esta obra, como en cualesquiera otras atinentes al estudio de las relaciones
será el de la convivencia libre y justa: será el falso e intolerable equilibrio de hoy. Pero si interamericanas –por ejemplo: Latin America and the United States, con ediciones de 1922,
nuestra resistencia detiene la presión del imperialismo –en economía como en física 1928 y 1938, cuyo Capítulo XII se titula American Imperialismo in Haiti and Santo Domingo–
parecen gobernar los mismos enunciados– habremos salvado el equilibrio de la justicia. los vocablos «imperialismo» e «imperialista» aparecen con una connotación tanto política
Crear la resistencia antimperialista indoamericana y organizarla políticamente es la misión cuanto a económica.236 Como la tiene la locución «dollar diplomacy» adoptada por el
histórica de estos veinte pueblos hermanos. 230 Partido Republicano desde la presidencia de Taft en los Estados Unidos. 237 En ella se
entroncan las dos acepciones de la voz imperialismo –y de sus derivados– la política y la
Y dicho y repetido está: forjar, erigir esa resistencia y dotarla de un orgánico dinamismo económica. El profesor Hans Kohn de la Universidad de Nueva York escribe en la edición
político sólo será hacedera si se acomete inicialmente la empresa de unir estos veinte de 1953 de la Encyclopaedia Britannica en al artículo «Imperialism»:

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dirección política de la Internacional de Moscú, cuya concepción del imperialismo –y por
El control financiero de los pueblos más débiles, como la «diplomacia del dólar» americano consecuencia de su lucha antimperialista– fue calificada por nuestra doctrina como una
tomó el lugar del control territorial. Todas esas formas de control se basaron sobre el atraso resultante de la realidad económico-social europea y sólo aplicable a las regiones en las
técnico o la inexperiencia de los pueblos asiáticos, africanos y latinoamericanos. 238 cuales la etapa imperialista es, efectivamente, la «última» o «superior» del capitalismo. En
modo alguno el caso de Indoamérica.
Pero merece denotarse una vez más –y así se justifica esta reiteración– que cuando el
movimiento aprista se inició y se sentaron las bases teóricas de su programa era aún muy Insisto, era muy difícil desubicar de su estereotipia europea la definición del imperialismo.
difícil delimitar las diferenciaciones semánticas que sirven de marcos liminares a cada una No solamente entre los tozudos comunistas criollos, sino aun entre los que en regla general
de las dos fases del imperialismo. No solamente porque, aparte su intrínseca relación, no osan disentir de un precepto político elaborado en Europa. Esto, debido a la
correspondiente a la que existe en economía y política, una forma sigue a menudo a la otra, supersticiosa reverencia que todo lo que de ella proviene les inspira; pues, cuando
sino, también, debido a la circunstancia particular atrás apuntada. O sea, a la ascendencia discrepan, si es que se atreven, lo hacen al arrimo de replicatos también allá producidos, sin
del panamericanismo imperialista, patentizado en los procedimientos de fuerza que cuyo marchamo de copia fiel las ideas son por ellos reputadas bastardas. La autoridad de
comienzan con Panamá y con Santo Domingo, bajo la política del «garrote» –cuya Lenin era, así, considerada infalible, y la vigencia ecuménica de sus preceptos, absoluta. Si
eufemística mención inglesa es «big-stick», instaurada por el presidente Theodore él había dicho que el imperialismo es la «última o superior etapa del capitalismo», los
Roosevelt– política que remata con las cruentas «interposiciones temporales» de las tropas corifeos del dogma marxista en nuestras latitudes proclamaban que aquella verdad era
invasoras de Nicaragua durante la segunda administración de Coolidge.239 irreplicable, intangible. Aun cuando se les opusiera el rudimentario reparo de que nada
puede llegar a ser «superior o último» sin haber sido inferior o primero; ni a adulto o viejo sin
Es justo reconocer, por tanto, la dificultad con que la doctrina aprista logró su primer haber sido niño; que es el caso del capitalismo moderno en Indoamérica. Pero el colono
planteamiento elucidario del imperialismo económico y del político, al relativizar en aquél su metal, cuando otea al mundo desde el fondo lejano de su retrasado distrito, lo hace como
perspectiva espacio-temporal: última o superior etapa del capitalismo en las zonas de su valido de un imaginario periscopio que atraviesa las distantes oscuridades en que se halla
apogeo, primera o inferior en las regiones de su inicio; cenit allá, nadir aquí. Y una vez inmerso, y cuya cámara lúcida aflora en la superficie cultural europea desde cuyos ejes de
trazadas esas definiciones originarias y distintivas de la doctrina aprista sólo quedaba por perspectiva tiene una visión tubular y como retrucada del universo, de sí mismo y de su
discernir su lógica divergencia de las nociones comunistas del imperialismo y del circunstancia.
antimperialismo. Las cuales se explican también por las sendas inter-referencias de
perspectiva entre el sistema capitalista y su negación comunista en los ámbitos de Más ardua fue para la doctrina aprista todavía, la demostración de que el imperialismo,
avanzado industrialismo –dos fenómenos en un mismo espacio-tiempo-histórico–; y de otro como forma inicial del capitalismo moderno en nuestros países, cumple también una función
lado, entre la proyección de aquel sistema sobre dispares dimensiones espacio-temporales históricamente indesdeñable, necesaria y civilizadora, que éste es su aspecto constructivo y
en las que el fenómeno imperialista evidencia nuevas peculiaridades que son creador. Por manera que tanto su estimativa, como el comportamiento a seguir frente a él,
inequiparables con las de aquel del cual proviene. no podían identificarse con los del comunismo y socialismo en los países industrialmente
avanzados, en los cuales el estado imperialista no es sino una forma pinacular, irradiante y
siempre belicosa, del sistema capitalista mismo.
Cupo, pues, a la doctrina aprista formular netamente esa discriminación del imperialismo, a
despecho de tratarse de un dictado unívoco; el cual conviene tanto a un concepto El lector que haya seguido atentamente mi libro El Antimperialismo y el Apra de 1928
económico cuanto a otro político –que a su vez difieren modalmente según se les confronte descubrirá con cuánto esfuerzo se intenta presentar en él esa posición dialéctica de nuestra
con el escenario en donde son causa o con el escenario en donde son efecto. Y cupo al doctrina, aun en el campo de la terminología, por restringida, confusa. Y cómo, en una
aprismo enunciar este esencial discernimiento dicotómico, cuando la confusión acerca del época en que era tópico en boga llamarse «marxista», aun cuando no se hubiese leído a
significado del imperialismo, era a la par desconcertante entre los portavoces de los bandos Marx, fue extremadamente viva la polémica con los comunistas y con sus secuaces y
rivales capitalista y comunista. conmilitones transeúntes o solapados. Entre éstos, por anomalía no rara en nuestras tierras,
se confunden aún hoy «socialistas», aliados del latifundismo y del militarismo,
De esta suerte, los encomiadores de la «diplomacia del dólar», tanto en Norte cuanto en «revolucionarios» falangistas de camisa negra, «comunistas», millonarios y «nacionalistas»
Indoamérica, la identificaban con la prosperidad de nuestros países por obra de las grandes remedadores del nazismo; todo esto como laberíntico trastrueque de la mimesis política
inversiones de capitales que requerían seguridades. Pero como éstas no podían ser europeizante.240
garantizadas por gobiernos inestables –sujetos a la constante lucha entre los pueblos
tiranizados y los militarismos opresores– era indispensable el vigilante patronazgo Fue por ello ineludible responder a nuestros impugnadores con sus propias armas:
norteamericano, ya político-financiero, ya de «interposición temporal» armado al antojo de recordarles que el marxismo, a despecho de que se pretende hacer de él un dogma
Washington. La tesis opuesta del comunismo era la que dictó, por medio del Congreso inmutable, es, por su esencialidad dialéctica, el anti-dogma antonomástico: que ése es el
Antimperialista de Bruselas de 1927, la III Internacional de Moscú: si el imperialismo es la legado hegeliano recogido por Marx y el nexo inquebrantable que une a ambas escuelas
última o superior etapa del capitalismo, el Partido Comunista debe conducir una guerra a filosóficas. Por cuanto Marx tomó como base de su determinismo económico el principio de
muerte contra aquel sistema económico en todas sus etapas; consiguientemente los que «la contradicción es la raíz de todo movimiento y de toda vida, porque sólo cuando una
pueblos coloniales y semicoloniales deben cooperar sin condiciones a esa guerra cosa tiene una contradicción en sí misma es que ella comporta impulso y actividad».241 Y
implacable cerrando el paso desde ahora a la penetración del imperialismo, económica y de aquí que Engels escribiera:
política.
La verdadera grandeza de la filosofía hegeliana consiste en que derriba de una vez por
Tal se ha expuesto en la primera parte de esta recensión de la doctrina del aprismo, en el todas la pretensión de una validez definitiva de todas las creaciones del pensamiento y de la
Congreso Antimperialista de Bruselas nuestra representación fue la única que discrepó de acción humanas. 242
sus resoluciones. Claramente expresó al Apra su reluctancia a quedar sometida bajo la

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Entre las cuales está el marxismo; creación no divina sino humana, y sujeta a la dialéctica precursora; luego una falange de gente joven, realista y certera planteó ante nuestros
de las contradicciones o negaciones que Hegel perfeccionó y que Marx adoptó íntegra para pueblos el programa preciso.246
modular su filosofía materialista. Y ello explica aquellas muy terminantes palabras de Lenin,
tan olvidadas por sus pupilos repitientes: Empero nuestro idioma era inaudito. El izquierdismo de propensión europeísta –al que
impuso más acentuada tendencia extra-americana el comunismo– prevalecía. El primer
No se puede comprender plenamente el Capital, de Marx y particularmente su Capítulo I, traductor de Das Kapital del alemán al castellano fue el fundador del viejo Partido Socialista
sin estudiar antes a fondo y comprender toda la Lógica de Hegel. 243 Argentino, Juan B. Justo. «En su interesante sinopsis El Socialismo Argentino –Ed. La
Vanguardia, Buenos Aires, 1915, p. 13– define el movimiento revolucionario de mayo de
Exigente y tremenda condición –y es de advertir que la voz «toda» viene, de origen, 1810 en la colonia del Río de la Plata como «netamente burgués». Pero al historiar el
subrayada por el autor– para entender al marxismo en el capítulo llave de bóveda de su desarrollo del movimiento socialista argentino –fundado e impulsado por europeos
complicada estructura. El cual, con las dicientes palabras, en este caso sí inapelables del inmigrantes– constata que era «un movimiento realmente extranjero». Justo no hace
primer discípulo de Marx, resultará inasible para quien no conozca «a fondo» y comprenda mención alguna de la influencia del imperialismo y enfoca el problema social argentino
«toda» la mayestática Wissenschaft der Logik hegeliana.244 desde un punto de vista completamente europeo.247 Semejantemente, José Carlos
Mariátegui en sus famosos 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana –sin duda
En aquella dialéctica estriba este pasaje de Engels, que hace más de cinco lustros vengo el libro más orientador e importante entre los publicados en este siglo por un hombre de
citando porque me parece especialmente atañedero a los marxistas indoamericanos. Lo nuestra generación sobre problemas concretos del Perú– tampoco usa el vocablo
transcribo, con el comentario que aparece inserto en el prólogo de El Antimperialismo y el imperialismo en ninguna de sus connotaciones mundiales contemporáneas económica y
Apra: política. Apenas al reseñar «el período del guano y del salitre» y al referirse a la guerra
librada entre Chile y el Perú y Bolivia, menciona «al asalto de un imperialismo extranjero»,
Ya Engels escribía en su Anti-Duhring: «Quien quisiera subordinar a las mismas layes la que para Mariátegui es el chileno... Y en su breve ensayo sobre «el problema del indio»
economía política de la Tierra delFuego y la de Inglaterra actual, evidentemente no pasa rozando, en ocho líneas, con una referencia a la «lucha contra el imperialismo», que
produciría sino lugares comunes de la mayor vulgaridad», porque «la economía política es, «no confía ya sino en la solidaridad y en la fuerza de los movimientos de emancipación de
fundamentalmente, una ciencia histórica ('eine historische Wissenschaft'); su materia es las masas coloniales», pero cuya acción, «a la cual adhieren espíritus liberales como Albert
histórica perpetuamente sometida al mudar de la producción y del cambio» (Engels: Herrn Einstein y Romain Rolland... no puede ser considerada de exclusivo carácter socialista».248
Eugen Dührings Umwälzung der Wissenschaft, II. Abschnitt. Politische Ökonomie, I. Curiosa y notoria omisión en Mariátegui, quien calificó a su brillante labor intelectual
Gegenstand und Methode.) Pues bien, entre la Tierra del Fuego e Inglaterra no sólo existen precursora como «una contribución a la crítica socialista de los problemas y la historia del
abisales diferencias en las formas de producción y cambio. Hay más: hay dos meridianos de Perú». Y quien defendiéndose de «la barata e interesada conjetura» que lo tachaba de
civilización y un extenso continente que ofrece entre esos dos puntos extremos diversos «europizante», escribió sus notables Ensayos precedidos de la advertencia proemial de que
grados de evolución, a los que corresponden leyes particulares que debe descubrir y aplicar «no hay salvación para Indoamérica sin la ciencia y el pensamiento europeos u
la economía política. Y no sólo «producirá lugares comunes de la mayor vulgaridad» quien occidentales».249 Esto no obstante, en su primer «esquema de la evolución económica»,
pretenda sujetar a las mismas leyes las realidades económico-sociales de la Tierra de Mariátegui analiza la función decisiva del capital extranjero en el Perú, de su influencia
Fuego y de Inglaterra, sino también quien intente identificar las leyes de ésta con las de controladora en la economía peruana y de la «gradual superación del poder británico por el
cualquiera de los veinte Estados que quedan inmediatamente al norte de la Tierra de poder norteamericano». Anota asimismo que «los banqueros yanquis estudian directamente
Fuego. Ese es justamente el punto fundamental del aprismo en su análisis y estimativa de la las posibilidades de colocación en préstamos a los Estados latino-americanos. Y cuidan, por
realidad social indoamericana. Saber que entre la Tierra del Fuego –parte de Indoamérica– supuesto, de que sean invertidos para la industria y el comercio norteamericanos».250 Pero
e Inglaterra –parte de Europa– hay una serie de fases de la producción y del cambio que –queda dicho–, en ningún caso denomina imperialismo a ese fenómeno de penetración
hacen utópico todo intento de aplicación de las mismas leyes económicas y sociales a esas económica del Perú por los capitales extranjeros que predominan en su economía industrial
dos zonas del mundo. 245 y en sus finanzas. Mariátegui simplemente no usa el vocablo: ni en el sentido que tuvo en
las campañas finiseculares de Bryan en Estados Unidos, ni en el que le dio Hobson en
Así, valida de su propio idioma marxista, dialéctico, antidogmático, entendido y no redoblado Inglaterra, ni en la designación que le confirió Lenin.
como en la parla tropical, apoyó la doctrina del Apra su planteamiento relativista del
espacio-tiempo-histórico indoamericano, inequiparable con el europeo. Y fue severa su El disentimiento aprista de las interpretaciones europeizantes de la realidad social
crítica a los partidos europeizantes comunistas y socialistas que trasplantaban utópicamente indoamericana, que marcó las líneas de separación entre nuestra filosofía política y las de
la realidad del Viejo Mundo al Nuevo, a los que todos los partidos imitadores de las doctrinas y programas del Viejo mundo, suscitó
vehementes reacciones. Cuando los apristas comenzamos a «ubicar» a las teorías
leían y releían a Marx en todo o en parte, y queriendo aplicarnos la historia ajena: sociológicas, económicas y políticas en sus respectivos «espacio-tiempos», o no se
inventaron una «revolución industrial», una «clase burguesa dominante», y «el aparato del entendieron nuestros puntos de vista o fueron desechados sin considerarlos. Meramente se
Estado instrumento de esa clase». La literatura «socialista» en varios de nuestros países de condenaba la osadía de desconvenir de quienes «debían saber más que nosotros». Y ya,
hilarante candor en su mayorparte. Por eso los programas políticos no encajaban con la cuando al referirnos a Marx, intentamos «desuniversalizarlo», tal audacia desencadenó
realidad y se deformaban hasta lo ridículo. Cuando los apristas advertimos por primera vez: contra el aprismo un alud de sarcasmos, reproches e invectivas. No puedo olvidar que
«nuestros países» son colonias o semi-colonias «hubo extrañeza y protesta». Cuando la cuando creí inevitable analizar el Manifiesto comunista para demostrar que su exégesis del
nueva generación revolucionaria indoamericana lanzó sus invocaciones ante el peligro del descubrimiento de América es válida en Europa, pero no si se le analiza desde un ángulo
imperialismo –desfigurado ya por otra literatura sentimentalista, no menos irreal ni menos de observación indoamericano, mi proposición fue descalificada por irreverente.251 Sin
vaga que la de los teóricos de la izquierda– hicimos tambalear castillos de tesis, doctrinas y embargo, yo reiteraba esta sencilla reflexión: «Agréguese a cada aserto del enfoque que el
retóricas y produjimos pavoroso desconcierto. Pero nuestra acometida resultó victoriosa citado Manifiesto hace del descubrimiento y sus consecuencias la locución «en Europa» y
desde los primeros tiempos. José Ingenieros nos había ayudado con la admonición comenzaremos a entenderlo.» Así:

Víctor Raúl Haya de la Torre


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El descubrimiento de América, la circunnavegación, abrieron nuevos horizontes e Es doloroso pero necesario romper ensueños de imposibles revolucionarismos a la moda
imprimieron nuevo impulso a la burguesía... El régimen feudal o gremial que seguía europea. Es cruel pero indispensable que golpes de realidad derriben bellos e intrincados
imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. panoramas construídos apresuradamente por la tropical fantasía. Ella fue prestando de
Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros del gremio viéronse desplazados por Europa personajes, doctrinas, episodios y circunstancias hasta obtener la ilusión completa
la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue de un escenario adaptable a gustos foráneos. Pero unas cuantas fábricas de industria
suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller... El invento del vapor y de la moderna fundadas por el imperialismo o unas cuantas ciudades trazadas a la europea, o
maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción... La manufactura unos cuantos centenares de gentes vestidas en París o en Londres no pueden hacer saltar
cedió el puesto a la gran industria... La gran industria creó el gran mercado mundial ya a la historia sobre sus ineludibles etapas. Y es absurdo improvisar en nuestra realidad
preparado por el descubrimiento de América... Vemos, pues, que la moderna burguesía es, económica y social, colonial o semi-colonial, feudal y semi-feudal, una Indoamérica
como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto industrial, capitalista y dueña de todos los refinamientos de la técnica, donde el período del
de series de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y producción. dominio burgués se haya cumplido y sea llegada la hora de entonar himnos triunfales al
252 advenimiento de un gobierno exclusivamente proletario, bien ajustado a los marcos de las
teorías ortodoxas del socialismo puro. La realidad social de nuestros pueblos es otra.
Tal se ve en aquella descripción que América no aparece sino como el hemisferio extraño Nuestra presente etapa histórica no corresponde al lenguaje que usan de préstamo
recién invenido; como una de las lejanas provincias del mercado mundial cuyos focos improvisados teorizantes sociales. Un programa práctico de lucha contra el imperialismo en
centrípetos y centrífugos se hallan en Europa. Pero todo aquel desenvolvimiento económico Indoamérica no puede ser una ensalada rusa de promesas... 254
tan brillantemente delineado apenas roza nuestra historia como un reflejo. Y a cada una de
las fases de su progreso, que Marx y Engels perfilan con los netos trazos de su prosa Contra nuestro intento de aclarecer y situar el problema del imperialismo en sus verdaderos
precisa, no hay sino que agregar las dos ya dichas palabras: «en Europa». Y así se harán términos se enfrentaban, de un lado, los comunistas y su escuela colonial de teóricos
para el americano inteligibles. Mas no cuando se pretende interpretar nuestra historia, empecinados en no pensar fuera de los cánones y léxicos doctrinarios pautados desde
nuestra evolución económica y social sin antes empezar por justipreciarla desde aquí. Pues Europa, y del otro, los imperialistas norteamericanos –o sus secuaces criollos–, quienes
basta proponer al dispositivo teórico marxista de perspectiva europea, una serie de tampoco admitían reparo alguno a lo que ellos pregonaban ser el único medio de salvación
interrogaciones referida a nuestra escala de estimativa para que aquel brillante esquema, económica de nuestros países. Ciertamente, para discutir, tanto con los marxistas criollos
ecuménicamente desplegado, deba reducirse a sus restringidos términos espacio- como con los imperialistas, hacía falta que comprendieran ambos algo de la lógica de
temporales. Hegel. Porque el imperialismo sólo podía explicarse dialécticamente, en el sentido
hegeliano, como un fenómeno económico determinado por la existencia del sistema de
En el entretanto, ¿qué acontecía en América? ¿Cómo se proyectaba sobre este lado del producción que le da origen y que es, al mismo tiempo, indispensable y peligroso, útil y
planeta aquella apertura de mercados y sus secuentes transformaciones sociales? ¿Eran nocivo, progresivo e injusto, según se le considere y aplique; cual lo son la energía y la
éstas en el Nuevo Mundo del mismo carácter que las que el Manifiesto Comunista diseña máquina altamente refinadas por los adelantos científico-tecnológicos contemporáneos:
en el Viejo? ¿El tránsito del régimen feudal al manufacturero, con el desplazamiento de «los tanto más eficaces cuanto más complejas, tanto más útiles bajo controles expertos, cuanto
maestros de gremios por la clase media industrial», acaeció simultáneamente aquí? ¿«El más riesgosas en manos ineptas o movidas por voluntades egoístas.
invento del vapor y la maquinaria», que «vinieron a revolucionar al sistema industrial de
producción», y la manufactura que «cedió el puesto a la gran industria moderna», y «la Era, pues, fácil combatirnos, y lo ha sido. Nuestros adversarios de uno u otro flanco, a
clase media industrial» que «hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de derecha e izquierda, no pudieron o no quisieron entendernos. Cuando los apristas
grandes ejércitos industriales», son hechos y etapas de un desarrollo atribuibles a nuestro acentuábamos la fase inevitable y constructiva del imperialismo, como modo económico de
ámbito social? ¿No corresponde todo ello al proceso de un mundo distante y disímil cuyo la industrialización indoamericana, el comunicanista –fautor irresponsable– lanzaba el grito
poder de irradiación y atracción nos alcanza tardíamente, pero bajo modalidades dispares, de consigna: ¡claudicación! Y cuando nuestra doctrina se oponía al imperialismo político,
determinantes de fenómenos en nada equiparables a los que Marx y Engels pormenorizan? puesto al servicio del económico -especialmente al llamado panamericanismo de viejo tipo o
sea a la llamada «diplomacia del dólar» –o a los excesos e irresponsabilidades de la
De todo aquel compendio marxista de la transición económica europea del feudalismo al dictadura financiera, los voceros de ésta nos increpaban: «¡enemigos de los Estados
industrialismo moderno –y particularmente en la parte arriba citada– queda el enunciado Unidos, filo-comunistas!».
final que viene a mi propósito, y que, no obstante su profundo sentido didáctico, es muy a
menudo ignorado por los repetidores coloniales de Marx: «...que la moderna burguesía es, Ello no obstante, mantuvimos nuestra línea ideológica y –como ya lo he citado atrás– no
como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto nos intimidamos. Ni nos equivocamos, cuando en nuestro planteamiento del problema
de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y imperialista advertimos hace veinticinco años:
producción».253 Si la antecedente advertencia se percibe bien, y si se le considera y
sopesa antes de pretender copiarla y corearla, se hallará que no es posible estudiar la De otro lado, la capacidad económica de los Estados Unidos no permite suponer el ocaso
formación de las clases sociales en Indoamérica sin atender a «un largo proceso histórico» próximo de su poderío... 255
y a las «transformaciones operadas en el régimen de cambio y producción». Las cuales
aquí son en todo desiguales de las europeas y no se producen sincrónicamente con Lo cual era aventurado afirmar, según muchos, en 1927, cuando los comunistas cada día
aquéllas, pues son su resultante y consecuencia, germinadas a largo plazo y enmarcadas daban por hecha «la revolución mundial» para la semana próxima. Y cuando aún en plena
por nuevas circunstancias. crisis económica –la que sobrevino en 1929, y que durante un cuatrenio estremeció toda la
estructura financiera norteamericana– de nuevo los apristas prevenimos a quienes
En mi libro de 1928 escribí, al impugnar a los revolucionarios europeizantes empecinados contagiados, o alarmados por las propagandas regimentadas desde Moscú,
en transplantar las condiciones del Viejo al Nuevo Mundo:

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...del optimismo iluso pasan al pesimismo iluso también (y dicen): «Esto está pérdido, excesos e impedir sus abusos, y a organizar la economía de nuestros pueblos en vista a la
amigos, los Estados Unidos se van al diablo con nosotros!» Y yo retorno a decirles ahora, crisis del capitalismo que es un largo proceso. Además, no podemos dejar de poner mientes
como hace dos años, exageran. No ha llegado el momento de irnos al diablo, ni creo que en un hecho histórico: que los ejes de la gran estructura capitalista ya no están en Europa,
los Estados Unidos tengan tan cercana la posibilidad de ese viaje en verdad poco sino en Norteamérica; que a despecho de está crisis, los Estados Unidos son hoy el
agradable: las crisis tremendas deben aún repetirse. Nos queda tiempo para librarnos de las escenario axial del capitalismo. Y que esta transportación de las bases y focos del régimen
amarras y tratar de orientar nuestro propio esquife económico hacia playas seguras. 256 de producción dominante en el mundo lo ha de revitalizar pero sin dejar de transformarlo. Es
un cambio espacial que trae una indesligable renovación epocal determinada por el sistema
Considerada la crisis como proceso, y como un largo proceso, la doctrina aprista la enfocó mismo. 258
sin caer en la catastrófica demagogia del comunismo: el sistema capitalista no estaba en
vísperas de perecer, como se decía, pero, declinante, se transformaba rápidamente De aquí que cuando el aprismo abogaba por una resistencia –que no rechazo– a fin de
centralizándose por entero, en Norteamérica: equilibrar la penetración capitalista en nuestros países, sostenía y sostiene su factibilidad. Y
más aún cuando la primera de las características del proceso de la crisis tiene que ser la de
Decía yo entonces... que una de las más peligrosas ilusiones de nuestro tiempo era la acentuación de su dinámica expansionista. Pues ésta, según ya se ha denotado, obedece
imaginar que los Estados Unidos estaban creando un tipo de sistema económico aplicable a una necesidad, responde a una apetencia vital: si el capitalismo en su última o superior
simultáneamente a todos los pueblos del mundo. Bastaba saber que el mundo entero es etapa no emigra, perece. Luego nuestra tesis aparece indiscutible:
hoy directa o indirectamente tributario de la economía de Wall Street... Por eso las cinco
partes del mundo contribuyen a la prosperidad norteamericana y sería absurdo imaginar La emigración del capital se produce obedeciendo a una ley económica tan imperiosa como
que si esto no ocurriese así los Estados unidos pudieran seguir siendo poderosos, y los la que impele a recibirlo a los pueblos no desarrollados económicamente. 259
demás pueblos de las cinco partes del mundo tan ricos como ellos. 257
Y este esencial postulado –esencial porque sobre él fundamenta el aprismo todo su
Todo lo anterior –escrito desde Berlín en enero de 1931–, va en probanza de nuestra programa de relaciones entre el capitalismo imperialista y nuestros países que lo necesitan–
inconfundible justipreciación del imperialismo y del sistema económico del cual proviene. La se expresó también en la concreta y confirmada sentencia que es clave de nuestra
crisis que se precipitó en 1929 indicaba sintomáticamente que el capitalismo ingresaba en concepción del problema del imperialismo como fenómeno económico: «Nosotros
un nuevo período de su proceso de transformación. Pero –confutando a la propaganda necesitamos de los Estados Unidos tanto como ellos necesitan de nosotros».260 A partir de
comunista que, como ha de recordarse, dio por hecho en 1929-30 el derrumbe económico- esta premisa, cuya reiteración siempre es tempestiva, el ideario y programa aprista se
social de los Estados Unidos– los apristas tuvimos la fortuna de acertar; tal lo demuestran hacen más asequibles.
los dos parágrafos supracitados. A mi llegada al Perú, en julio de 1931, encontré que los
llamados «instructores» o agentes de Moscú esparcían todavía sus consignas anunciadoras Ahora bien, cuando la doctrina de la «Buena Vecindad» comenzó a dar sus frutos con la
de la inmediata ruina del sistema capitalista a consecuencia de la bancarrota de los Estados desvinculación del imperialismo político del económico; cuando el capitalismo
Unidos. Y como la crisis en aquel año sólo parecía agudizarse más y más, y las quiebras norteamericano inversionista en Indoamérica perdió la protección incondicional de
bancarias continuaban, y el desempleo de las clases trabajadoras norteamericanas Washington, ya fue más hacedero demostrar que el imperialismo, como primera y necesaria
alcanzaba cifras sin precedentes, resultaba muy difícil ser optimista y más todavía para etapa del capitalismo en los países poco desarrollados, tiene económicamente una función
quien, como yo, era un candidato presidencial. constructiva; cumple una misión histórica de progreso respecto de los sistemas de
producción precedentes. Además fue posible también resaltar que el imperialismo, exento
Sin embargo, en un discurso pronunciado el 11 de agosto de 1931 en el Teatro Popular de del padrinazgo del Departamento de Estado, podía y puede coordinarse en condiciones de
mi ciudad natal, Trujillo, pude reiterar estos conceptos: relativa equipolencia con los Estados de Indoamérica, para tratar así con ellos; y que esta
coordinación garantizaba mutuos beneficios puesto que se basa en el principio
Respondo aquí a las interrogaciones que muchos apristas y no apristas me vienen antecedentemente puntualizado: los capitales extranjeros que buscan campos de inversión
formulando, desde mi arribo al país, acerca de la crisis y acerca de las profecías del en nuestros países vienen compelidos por una necesidad económica tan perentoria como la
comunismo, que dan por hecha la ruina del sistema capitalista y, consiguientemente, el que éstos tienen de recibirlos. Por tal reciprocidad de intereses es que resulta factible a
subitáneo triunfo de la revolución rusa en el mundo. Perdóneseme que sea categórico: no nuestros Estados controlar las inversiones mediante la economía planeada o coordinada y
creo que esta tremenda crisis que ha hecho crujir al edificio del capitalismo mundial y en la legislación pertinente que garantice las justas seguridades al capital extranjero. Todo lo
especial al norteamericano, comporte la caída del sistema y menos aún el triunfo del cual depende de nosotros y no de los Estados Unidos.
comunismo. El régimen capitalista, a mi ver, ha entrado a una etapa crítica que es todo un
proceso, del cual este desbarajuste financiero y la impresionante desocupación obrera en Empero, el aprismo había reclamado que la política de la «Buena Vecindad» del presidente
los países industriales es un síntoma tremendo pero no definitivo. Aquí, en Trujillo, también Roosevelt deviniera una «garantía definitiva» y no solamente un modus vivendi; a despecho
confrontamos la paralización de los trabajos de la hasta hace poco próspera empresa de la proximidad de la Segunda Guerra Mundial que vino a comprobar nuestro enunciado
minera «La Northern» y el desempleo de miles de trabajadores. Estos dolorosos casos de de que los Estados Unidos e Indoamérica se necesitaban mutuamente. Así nuestras
reflejo se repiten donde quiera que el industrialismo siente los efectos de la crisis general. observaciones fueron siempre objetivas:
Pero, repito, ni el capitalismo va a morir mañana, ni la revolución rusa va ha suplantarlo. El
capitalismo está enfermo, pero el remedio comunista resulta peor que la enfermedad, y está Las relaciones entre las Américas han mejorado extraordinariamente durante la
muy lejos de garantizar al mundo un ordenamiento económico-social salvador y administración de Roosevelt... Creo que la política de la «Buena Vecindad» del presidente
constructivo... De nuestra parte -y esa es la doctrina aprista- no debemos olvidar que en Roosevelt hacia los pueblos indoamericanos es una garantía de seguridad, pero no una
estos países semi-coloniales imperializados, no es posible destruir un sistema cuyas raíces garantía estable. Que se trata sólo de una política que puede variar con el cambio de
se hallan en otros continentes. Nosotros debemos estar listos a encarar las inevitables crisis persona o de partido en el Ejecutivo de los Estados Unidos...
del sistema, pero a aprovechar sus aportes de tecnificación y progreso, a controlar sus

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Hay que trabajar por una buena convivencia interamericana, pero conviene tener muy en traducido en frondosas loas a la Buena Vecindad o en proposiciones menores, movidas casi
cuenta que mientras los Estados Unidos del Norte sean «potentes y grandes» y los Estados siempre por intereses estrechamente nacionales o por afanes de buenos éxitos fáciles
Desunidos del Sur sean débiles y fraccionados, nuestro destino será siempre acogernos a destinados al consumo interno. No ha habido de nuestro lado, todavía, una respuesta
la protección del más fuerte. 261 eminente de proyecciones continentales y de visión unitaria a la política del Buen Vecino. Y
no es posible que después de señalada la nueva línea de la política interamericana por el
Cuando ya casi en los umbrales de la guerra el presidente Roosevelt reafirmó su política de presidente de los Estados Unidos, sea también él quien nos enseñe el camino para
la «Buena Vecindad», los apristas recalcamos que era deber nuestro presentar, en conseguirla, completarla y darle contenido eficaz en beneficio de Indoamérica.
respuesta, un plan tendiente a convertir la «Buena Vecindad» en un sistema interamericano
de auténtica coordinación democrática, política y económica. Aspiraba así el aprismo a Deber de todos los ciudadanos de ambas Américas es cooperar al esclarecimiento de
hacer de la doctrina rooseveltiana una «garantía estable», y a transformarla en un positivo nuestra verdadera actitud frente a la situación que nos plantea el caso europeo. Pero deber
sistema antimperialista de convivencia de ambas Américas. Cito este comentario compilado mayor es el nuestro en Indoamérica. Porque aún no hemos sabido definir una posición ni
ya en mi libro La Defensa Continental: ante los propios problemas, ni ante los de nuestras relaciones con los Estados Unidos; ni
ante el formidable interrogante que la situación de Europa nos obliga a encarar en lo que
La política del Buen Vecino –tantas veces lo hemos dicho– es el paso más extraordinario incumbe a nuestra existencia misma, como comunidad soberana de los pueblos esparcidos
que haya dado un gobernante de los Estados Unidos en favor de las relaciones en países codiciados, divididos y, por ende, débiles. 263
interamericanas desde la doctrina Monroe, en su época. Es la mejor garantía temporal de
convivencia que nos haya ofrecido el vecino fuerte; garantía prolongada por la permanencia Empero, gobiernos y partidos vivían entonces dedicados, éstos a sus asuntos locales y
del presidente Roosevelt en el poder y estimulada por los inminentes peligros que para este aquéllos, a conseguir, a porfía, ventajas económicas de los Estados Unidos. Y no pocos de
Hemisferio entraña la guerra europea... El presidente Roosevelt negó todos los previos unos y otros aparecían desconcertados por las arrogancias nazi-fascistas, e intimados por
postulados intervencionistas que pretendían dar valor jurídico a la expansión la alianza germano-rusa, y dudaban ya del futuro de la democracia o propalaban, sin mayor
norteamericana en nuestros países: negó la tesis de Theodore Roosevelt sobre el derecho recato, sus vaticinios de la victoria del totalitarismo.
de los Estados Unidos para ejercer una «policía política» en Indoamérica; negó el
enunciado de Wilson cuando dijo que «había que enseñar a los latinoamericanos a elegir Fue en el peor momento para la causa de la libertad; en los días tenebrosos en que las
buenos gobernantes»; y negó la interpretación unilateral de la Doctrina Monroe, proclamada hordas del nacional-socialismo señoreaban sobre toda la Europa continental –Stalin todavía
por Mr. Hughes en 1923, y su fórmula sobre el derecho de «interposición temporal» era su aliado, Franco su sátrapa, y en Indoamérica los agentes de Alemania y Rusia
mantenida en la Conferencia de la Habana en 1928. trabajaban de consuno y conseguían la complicidad de no pocos déspotas criollos– cuando
el aprismo hizo público en las Américas su Plan para la Afirmación de la Democracia,
La política del Buen Vecino es, pues, el más enérgico y radical golpe de timón que se haya fechado en Lima, el 23 de mayo de 1941, en el cual se intenta la formulación de una
dado al panamericanismo y, por ende, al apoyo político que Washington prestó respuesta indoamericana a la doctrina de la Buena Vecindad del presidente Roosevelt.
anteriormente al imperialismo económico...

Son, empero, tan hondos y complejos los problemas que aún perturban una armoniosa
norma de convivencia interamericana que es asunto extremadamente importante VIII. «INTERAMERICANISMO DEMOCRATICO SIN IMPERIO»
encararlos. La tesis del Buen Vecino, como la Doctrina Monroe, puede prestarse en el futuro
a múltiples interpretaciones, en algunos casos peligrosas. Su indeterminación, su lirismo, no
concuerdan con la dura realidad de las cuestiones prácticas que ella tiende a absolver. Es Los CORIFEOS criollos del comunismo, del nacional-socialismo y del fascismo –hasta el 22
un ilustre enunciado, un avisor y generoso propósito, pero, apenas, un paso en el nuevo y de junio de 1941 aliados y denostadores a porfía de la democracia y en especial de los
ancho camino de las expectativas indoamericanas. 262 Estados Unidos– usaron todas sus poderosas baterías de propaganda para llevar a los más
apartados rincones del continente la acusación de que el aprismo había renegado de sus
Para responder a la Doctrina de la Buena Vecindad, el aprismo enunció una proposición principios doctrinarios. Era curioso oír o leer aseveraciones falaces lanzadas
que en las nuevas circunstancias –el radical cambio de la política de los Estados Unidos desaforadamente, y a coro, por los totalitarios de extrema izquierda y de extrema derecha.
hacia Indoamérica, la amenaza totalitaria nacional-socialista, aliada entonces de la Unión Pero era más revelador todavía comprobar su coincidencia en el ataque irresponsable y
Soviética y del comunismo, y la guerra misma que ya conflagraba a Europa– tendía hacia procaz. Ambos sectores coaligados afirmaban que la doctrina aprista había sido apostatada
una sólida coordinación interamericana. El aprismo propuso un Plan para la Afirmación de la en cuanto respecta al imperialismo; si bien no demostraban su afirmación. En cambio, para
Democracia en las Américas, en mayo de 1941. Y lo hizó después de una desoída campaña unos y otros, resultaba el hecho más lógico y justificable aquella conjunción claudicante de
de llamamiento a todos los partidos democráticos indoamericanos para que unieran sus comunistas y nazi-facistas en el monopolio político más absurdo de la historia
esfuerzos a fin de responder a la doctrina de la Buena Vecindad con una política coordinada contemporánea. En el prólogo de la primera edición de mi libro La Defensa Continental,
de nuevas relaciones inter-continentales. En el prólogo de mi libro La Defensa Continental aclaré en 1941:
recalco que,
Se ha dicho y se ha escrito por ahí que el aprismo había abandonado su posición
...es en buena parte falta nuestra que la política del Buen Vecino no se consolide, supere y antimperialista para alinearse incondicionalmente en el frente democrático que encabeza y
asegure en un sano y permanente organismo de justas conexiones entre ambos conduce el presidente Roosevelt. Y no obstante que hemos explicado ya con insistencia
continentes. Dispersa, desorientada y circunscripta la acción de nuestros gobiernos ha nuestra actitud, creo necesario reforzar la elucidación de nuestra verdadera línea política, y
tratado de aprovechar la nueva actitud de los dirigentes norteamericanos con fines limitados demostrar una vez más que el aprismo mantiene, entera y vigorizantemente, su inspiración
a un utilitarismo sin perdurabilidad y sin grandeza. En las conferencias interamericanas y su ideario.
realizadas en los últimos años, la postura de los representantes de Indoamérica sólo se ha

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Es menester, sí, recordar que el aprismo, como postulado continental antimperialista libro La Defensa Continental, estos conceptos aclaratorios:
formuló su programa cuando aún imperaba en Estados Unidos, incomprensiva y arrogante,
la diplomacia del dólar. Yo nunca he sido adversario de los Estados Unidos sino del imperialismo político
norteamericano. Y mi posición de hace quince años la mantengo leal y firmemente hasta
De 1924 a 1933, etapa inicial del movimiento aprista, Indoamérica soportó muchas hoy.
agresivas manifestaciones de la política expansionista que los gobernantes del Partido
Republicano imprimieron desde Washington. El aprismo fue la respuesta y la oposición a Creo que –como lo sostengo en mi libro El Antimperialismo y el Apra, escrito en México en
esa política. Y fue el primer movimiento órganico y concreto que enfrentó una ideología 1928 (3a. ed., Ercilla, Santiago de Chile)– los Estados Unidos son y serán nuestros vecinos
propiamente indoamericana a la tendencia intervencionista de Estados Unidos, defendida y mientras existan los pueblos de ambas Américas, y que el camino de una sabia política es
precisada por el secretario de Estado Mr. Hughes en sus conocidas declaraciones ante la VI buscar que esa vecindad sea «buena» por la convivencia justa y equilibrada, y no «mala»
Conferencia Panamericana celebrada en Cuba en 1928. por el imperialismo y la amenaza a nuestra soberanía. En este sentido los apristas no han
cambiado de actitud y –por fortuna– el gobierno de los Estados Unidos sí. La política
Desde 1933, con el advenimiento del presidente Roosevelt, se produce un saludable e imperialista del «big-stick» de los republicanos cambió radicalmente con el advenimiento del
insólito cambio de frente en la política de Washington hacia nuestros pueblos. La política del presidente Roosevelt. Y hemos de creer que mucho influyó en ese cambio la actitud de
Buen Vecino, enunciada vagamente en los primeros años de la administración del todos los antimperialistas de nuestra gran patria indoamericana; el glorioso martirio de
mandatario demócrata, se define y fortalece después. Aparece claro el deseo de establecer Sandino en Centro América y la firme política de algunos de nuestros Estados como México
un sistema de relaciones más justas entre ambas Américas. La iniciativa del presidente y Argentina, Bolivia y Chile.
Hoover para retirar de Nicaragua a los marinos invasores que combatían al heroico
Sandino, se completa con hechos más concretos al devolver la soberanía política a Santo Los apristas hemos visto con profunda simpatía esta modificación de la política gubernativa
Domingo y Haití, al abolir la Enmienda Platt, que pesaba como una cadena sobre la norteamericana. Su viraje, su cambio de frente ha sido beneficioso para las buenas
Constitución de Cuba, y al asegurar mayores garantías a Panamá en 1938. relaciones entre ambas Américas. Y aunque el fenómeno imperialista en su raíz y faz
económicas exista aún, ha sido profundamente modificado por la política del «Buen
Ante este «viraje» promisor del panamericanismo –que en mucho representa una victoria de Vecino», que ha cerrado el paso a todos los excesos intervencionistas norteamericanos en
la cruzada antimperialista indoamericana– el aprismo encaró la nueva realidad, sin nuestros pueblos que caracterizaron la política del partido republicano en México, las
exageradas ilusiones pero libre de prejuicios intolerantes. Los apristas hemos sostenido Antillas, Centro América y Panamá. 267
siempre que nuestros movimientos no son un jingoismo agresivo y terco contra el pueblo
estadounidense. Hemos distinguido en todo momento en la política panamericanista los Pero en esa misma carta –y vale hacer en ello hincapié– se destacaban otras opiniones
intereses financieros, determinadores del expansionismo imperialista, de la voluntad y conexas de nuestra doctrina y atinentes a la postura aprista ante la guerra, la cual
opinión del pueblo y de los Estados Unidos ignorante de los problemas de Indoamérica y entrañaba una amenaza que nadie pudó prever tres lustros atrás. Por tal razón llamé al
mal conducido por los gobernantes sujetos a la influencia de Wall Street. Sabemos, y no racismo nacional-socialista «un imperialismo mucho más agresivo que todos los conocidos
podemos olvidarlo, son y serán vecinos mientras existan como continentes poblados. Y –por su franca política de exterminio de los pueblos débiles y por su filosofía racista de
nuestra actitud de alerta y de protesta contra toda tendencia hegemónica del más fuerte ha conquista de los pueblos mestizos».268 Y justifiqué así la invocación del aprismo para
tenido la inspiración constructiva de buscar nuevas y más justas formas de convivencia formar un frente de lucha por la democracia advirtiendo que debíamos «cooperar a su
intercontinental. 264 defensa y exigir, a la vez, que sus principios sean aplicados a las relaciones
interamericanas a fin de que tanto política como económicamente se extingan para siempre
Y aquí subsigue una declaración complementaria de toda la trama argumental de estos todas las formas del imperialismo».269 La carta en referencia, terminaba con las líneas que
capítulos, y que, una vez más, demarca la diametral oposición entre el aprismo y el subsiguen:
comunismo:
...debemos defendernos resuelta y tenazmente de la intromisión de las internacionales
Nunca negó el ideario aprista el valor indiscutible que aportan los Estados Unidos a la Negra y Roja en nuestros países y debemos también conseguir una estable y justa relación
civilización del mundo. Y nunca, tampoco, desconoció la significación de una cooperación interamericana; entre la América industrial y la América agrícola, entre los Estados Unidos
eficiente entre la América industrial, altamente tecnificada, y la América agraria, productora del Norte y los Estados Desunidos del Sur. El viejo panamericanismo –que tanto ayudó la
de materias primas y de economía incipiente. Pero sostuvimos y sostenemos –y está es la diplomacia del dólar– debe ser reemplazado por un interamericanismo sin amos ni vasallos,
razón de ser del aprismo– que el precio de está cooperación no podía ni puede ser nuestro sin hegemonía del fuerte y sumisión rendida de los débiles. Y a esto debemos cooperar
vasallaje y que había que encontrar fórmulas nuevas de relación basadas en un principio de todos. 270
igualdad y equilibrio, imperativo que la realidad hace cada día más evidente. Así lo sostengo
y defiendo en mi libro El Antimperialismo y el Apra (México, 1928; Santiago de Chile, 1936), No se puede olvidar que de 1939 a 1941 –los años de alianza llamada «pacto de no
apoyándome en una tesis que puede resumirse en estas palabras: «Nosotros necesitamos agresión», pero que en realidad fue de usufructo de países conquistados, entre la Unión
de los Estados Unidos tal como ellos necesitan de nosotros.» Económica, política y Soviética y la Alemania nacional-socialista– el comunismo hizo el juego de la neutralidad.
militarmente, el proceso de los sucesos del mundo demuestra la verdad de esta afirmación. Para los países no contendientes, en especial los de América, la propaganda irradiada
265 desde Moscú intensificó su agitación poliforme a fin de procurar que no se sumaran nuevas
fuerzas a las defensoras de la democracia. Mientras subsistió la alianza germano-rusa la
Las ideas contenidas en las líneas precedentes son corroborantes de las que en septiembre guerra fue llamada «imperialista» por Stalin y sus súbditos. Y las quinta-columnas nacional-
de 1940 había expresado en una carta abierta a Diario de Costa Rica. Este, el 19 de agosto socialistas y comunistas fueron infatigables en sus vociferantes campañas por la «estricta
de aquel año había reproducido un artículo mío titulado Definición de nuestra neutralidad».
Neutralidad266 que he de citar más adelante; y yo precisaba en aquella carta, incluso en mi

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Debe recordarse también que el aprismo anunció desde 1928 cómo la Segunda Guerra raciales, indias y mestizas –y sólo los arios germánicos son raza superior– y nuestras
Mundial sería «inevitable»;271 aunque no pudo prever pormenorizadamente el extraño inmensas riquezas en un continente relativamente poblado... Y con el mismo fanatismo
caracterismo insospechable de esa guerra. Y al abogar por la unificación política de brutal de los españoles de la Conquista del siglo XVI aplastarían todo lo que hoy es para
nuestros pueblos, a fin de dotarlos de una dirección conjunta capaz de decidir cuál habría nosotros caro y sagrado.
de ser la posición indoamericana al estallar la nueva contienda, decía:
¿Podemos ser neutrales?...
La cuestión esencial para Indoamérica es contar con una fuerza política organizada y
disciplinada, capaz de señalar con autoridad y certeza la dirección uniforme más realista a ...Como esta guerra no es sólo económica sino política y racial, la victoria del racismo
seguir en caso de una guerra... 272 Ella es la que nos guardaría de caer arrollados en una implica la derrota de todo lo que es para nosotros vida civilizada y libertad.274
conflagración imperialista sin más perspectiva que la de ser después de la victoria siervos
de cualquier vencedor. 273 Es por eso que hay una gran diferencia para nosotros entre un imperialismo puramente
económico-social –tipo Gran Bretaña o Estados Unidos, por ejemplo– y un imperialismo
Nunca, pues, abogó el aprismo por una neutralidad sin más. Pero ya ante el racista y místico como el del Eje totalitario. Del imperialismo del primer tipo todos los
desencadenamiento de la guerra totalitaria del nacional-socialismo –que era en 1939 aliado hombres pueden redimirse. Del imperialismo racista sólo se liberarán, a medias, los blancos
de la internacional comunista y enhestaba un racismo a ultranza– nuestro movimiento sin ario-germánicos, pero los pueblos de «raza impura», los mestizos, no. 275
vacilar se adhirió a la causa de las democracias. Ella, si bien imperfecta, garantizaba la
libertad del hombre y su derecho a combatir la injusticia para superar las propias El Plan Aprista para la Afirmación de la Democracia en América se informa, como habrá de
deficiencias del régimen democrático. En julio de 1940, o sea cuando la alianza nazi- verse, en aquella realista estimativa de la Segunda Guerra Mundial. El aprismo que la había
comunista se hallaba aún en pleno vigor y el continente europeo acababa de rendirse, con antedicho como un suceso lógicamente previsible a la vista de está generación –y además,
Francia y los Países Bajos –en tanto que Gran Bretaña se defendía desesperadamente–, había anticipado que los Estados Unidos no escaparían a la lucha por venir, a despecho de
los apristas hubimos de enfrentar sin titubeos en Indoamérica una disolvente propaganda de los alardes aislacionistas y de las protestas de paz que hicieran sus gobernantes– la encaró
los agentes de ambos sistemas totalitarios en favor de la «estricta neutralidad». Desde las objetivamente en su magnitud y en su trascendencia para las Américas. Y en enero de 1938
columnas de muchos diarios y revistas del continente admonizábamos desde 1939 contra los periódicos clandestinos del Partido Aprista Peruano, al hacer un recuento de las razones
aquella peligrosa difusión: por las cuales el aprismo siempre rechazó las ideas de los Frentes Populares con los
comunistas –aludiendo a la Carta Abierta que me dirigió el gran escritor francés, Romain
Esta guerra tiene una fisonomía nueva; tiene un carácter y una repercusión diferente de Rolland, instándome a cooperar a la formación de un frente con la sección de la III
todas las contiendas anteriores... No es la actual guerra meramente europea. Es, y ésta sí Internacional del Perú–276 anunciaron: la cercanía de la guerra y la intervención en ella de
más que la del 14, auténtica Weltkrieg; de veras guerra mundial. Y, desde el punto de vista los Estados Unidos y del Japón y la probable inclinación oportunista de Rusia siempre en
del imperialismo, no es, como la del 14, típica colisión de imperios económicos, de favor del más fuerte, con miras al aprovechamiento de la victoria. 277
rivalidades puramente mercantiles.
De aquí que al estudiarse el Plan Aprista de doce puntos que van reproducidos enseguida,
La guerra de hoy mueve otras fuerzas también. Es un algo como la mística furia de los se dedicaron los siete primeros a exponer sinópticamente el enfoque considerativo de la
bélicos desbordes mahometanos, que si buscaban nuevos mercados para su comercio eran guerra y sus proyecciones sobre América. Los cinco últimos trazan a grandes rasgos, un
empujados por un fanatismo prodigioso que hacía irresistible su impulso de expansión. proyecto de coordinación inter-continental, jurídica y económica, a guisa de esbozo de un
permanente organismo democrático, modelo de sistemas regionales:
En guerras así, movidas por una filosofía que se inflama en credo y sectarismo, que mata y
asola en nombre de una divinidad, ya no se trata solamente de conseguir materias primas 1. Alternativa Política del mundo: Democracia y Totalitarismo. La organización política del
más o menos abundantes, o plazas de venta más o menos extensas. En guerras así hay un mundo presenta hoy dos posibilidades de expresión: democracia o totalitarismo. La primera
ímpetu de universalismo, de variar las rutas de la Historia que hacen imposible la se basa en la soberanía popular como base de la soberanía nacional del Estado. La
neutralidad. segunda en el absolutismo de la dictadura como norma soberana y despótica de la vida
estadual y nacional.
Por eso nos atañe, como atañe al mundo entero, la guerra actual. Porque no es que
nuestros países vendedores de nuestras riquezas naturales vayan simplemente a cambiar La democracia establece una relación entre la libertad del ciudadano, limita la libertad de los
de comprador, como algunos creen. Si la guerra fuera meramente económica... los demás Estados. El totalitarismo suprime y refunde la libertad del ciudadano dentro de la
resultados se limitarían a que en vez de que nos compre un inglés nos comprará un alemán, suprema libertad del Estado, que tiende a suprimir la libertad de los demás Estados
o que en lugar de vendernos un francés nos vendierá un italiano; la neutralidad sería refundiéndolos en una vasta organización de vasallaje total.
necesaria.
En la democracia la fuerza está al servicio del derecho. En el totalitarismo el derecho
Pero la situación es completamente otra, y por serlo, hay que establecer diferencias entre sucumbe ante la fuerza que deviene, así, la única ley. El totalitarismo regresiona el
imperialismo e imperialismo. concepto del Estado a sus formas primitivas de autocracia, dándoles nuevos fundamentos
teóricos. La democracia trata de mantener y superar las conquistas populares de la libertad
...Si triunfara el nazismo... vencernos sería la empresa necesaria para culminar la conquista individual que anunciaron como normas políticas las revoluciones inglesa, norteamericana,
del Mundo. francesa e indoamericana. 278

Contra nosotros –especialmente contra los pueblos de Indoamérica– el nazismo tendría tres Esta síntesis de la democracia y del totalitarismo expuesta en el primer punto del Plan
poderosos argumentos: nuestra debilidad –y los débiles deben perecer–, nuestras mayorías Aprista sienta la premisa de la cual arranca el encadenamiento de las proposiciones

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subsiguientes. La guerra planteaba esa alternativa: o la organización democrática basada 3. Las Américas ante el Totalitarismo. Ante la lucha entre el totalitarismo y la democracia,
en los Derechos del Hombre, y llamada a perfeccionarse en consonancia con las Cuatro ambas Américas mantienen su posición republicana: los Estados Unidos del Norte en
Libertades enhestadas por el presidente Roosevelt en enero de 1941,279 o el llamado defensa de sus instituciones políticas y económicas como nación poderosa. Y los Estados
«nuevo orden» totalitario del racismo hitleriano. La lucha encarnizada, sin merced, era por el Indoamericanos, no sólo porque su existencia como patrias libres está esencialmente
poder, por la supremacía mundial. Ante la disyuntiva política insoslayable: totalitarismo o vinculada a la existencia de la democracia, sino porque el totalitarismo significa el derecho
democracia, los apristas –consecuentes con nuestra doctrina– optamos por la causa que de conquista sobre los pueblos indefensos y –según la filosofía nazi– el postulado racista
con más seguridad franqueaba el camino hacia la cabal libertad, impensable sin justicia. del predominio étnico ario-germano sobre todos los demás pueblos de razas «impuras», de
color o mestizas como los nuestros.
2. Posición de las Américas: Patria y Democracia. El origen de las modernas patrias
americanas está vinculado, fundamentalmente, a la democracia. Los fundadores y A pesar de los problemas intercontinentales que ha creado en este Hemisferio el predominio
libertadores de las naciones de ambas Américas identificaron los conceptos de patria y de los Estados Unidos del Norte en sus relaciones con los Estados Desunidos de
democracia. Cuando después de la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas Indoamérica, ante la amenaza común y frente a un imperialismo, que además de económico
plantearon en Europa la lucha entre dos imperialismos políticos, los pueblos de Indoamérica es político, anti-democrático y racista, los 21 países del Nuevo mundo coinciden en la
no toman bando en aquella contienda: la aprovechan para independizarse. Buscan la ayuda realidad de la defensa unánime. 282
de Inglaterra y la utilizan en su beneficio. Adoptan los principios de la Revolución Francesa,
y siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos del Norte, adoptan la forma republicana La guerra estaba declarada entre el totalitarismo y la democracia. Bueno es recordar una
constitucional y funden en el ideal democrático la noción de patria. 280 vez más que el Plan, aquí comentado, se publicó cuando aún la Alemania Nacional-
Socialista y la Rusia Soviética se hallaban ligadas por el celebérrimo Pacto de no Agresión
Este resumen es sólo un epitomado registro histórico de hechos resaltantes; que no un de agosto de 1939. El destino de ambas Américas se jugaba, pues, en la misma lucha y a
juicio de cómo ellos se han realizado. Es la comprobación incontestable de que en las ellas incumbía salvarlo, juntas, porque el precio de la brega era la común libertad. El
Américas, patria y democracia son indisolubles ideales revolucionarios que aparecen con la aprismo, desde 1939, propugnó por una más positiva participación de los indoamericanos
Independencia e informan los principios de la filosofía política; y encarnan, además, un en la guerra y los términos de nuestra impugnación a la «neutralidad», que hasta 1941 fue
instintivo sentimiento multitudinario. La emancipación se nutre en Norteamérica de los empeñosa consigna solidaria de comunistas y nazi-facistas, no conocieron embozo: «No
postulados liberales de la Revolución Inglesa, y en Indoamérica, tanto del antecedente hay, pues, neutralidad automática, pasiva, a base de aislamiento e indiferencia» –esto se
vecino como de los ideales a la sazón triunfantes de la Revolución Francesa; la cual, a su decía en 1940–: «Frente al imperialismo totalitario está en peligro nuestra existencia y
vez, había reflejado decisivas influencias de aquellos dos grandes movimientos libertad como comunidad de pueblos, nuestra soberanía como conjunto de Estados, nuestra
predecesores. Y si bien los indoamericanos no pudimos imitar a los del Norte en la dignidad humana como raza y nuestra garantía como democracia». 283
previsora y venturosa federación que cohesionó a las trece colonias británicas en una sola,
y, por unida, poderosa república continental; sí, como en ella, nuestra noción de la patria «Y si no es posible ser neutral –se reiteraba en 1943– porque neutralidad implica
nació hermanada con la fe en la democracia. Y el militarismo caciquista, que suplantó a complicidad con la reacción, que es el nazi-facismo, no se puede ser tampoco beligerante a
nuestros libertadores y consiguió impedir que construyéramos la grande feliz nación medias, que es una forma de ser a medias neutral».284 La razón de este argumento se
antevista de Bolívar, no logró con sus reincidentes y sangrientos atentados contra los ponía de relieve de seguida: «Recordemos, pues, que en está guerra no sólo están en
derechos primarios de los pueblos, aniquilar en éstos su espíritu democrático; siempre juego los intereses nacionales de Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, China, Alemania,
revivió tras de la espantosa pesadilla de cada dictadura castrense –urdida en el inveterado Japón, etc., sino también se deciden los intereses del «mundo como mundo», de la
«cuartelazo» y anclada en la intimidación de las ciudadanías inermes– la esperanza del sociedad como organización, de la economía como sistema; de la humanidad como
hombre común en una civilizadora democracia. Pues él nunca renunció a su entrañable expresión de todo lo que constituye la dinámica universal de la historia» 285.
aspiración de vivir libre en el pensamiento, en la palabra y en el credo. De vivir sin miseria y
sin el paralizante temor impuesto por sus bárbaros opresores; aunque desacostumbrado a Además el Plan Aprista reparaba –tal se insinúa en el punto 5°– que los problemas
disfrutar de tales libertades no haya sabido, a las veces, cómo exigirlas y cautelarlas. Y por irresueltos entre las dos Américas no podían preterirse so color de la obligante, de la
más que el asaltante armado del poder suela paramentar su bandidaje político con el ineludible unificación de esfuerzos que la amenaza totalitaria exigía a los 21 Estados de
embaucador y consabido achaque del «patriotismo» –que «el tirano... tiene siempre cuidado este hemisferio; y enderezaba sus designios hacia la confrontación de aquellos problemas
de mantener algunas semillas de guerra para que el pueblo sienta la necesidad de un mediante un distinto ordenamiento democrático en el Nuevo Mundo:
caudillo», enseña Platón y lo confirmó Aristóteles–281 los pueblos repuestos de la
embriaguez jingoista y fratricida no la confundieron nunca: ni con la patria, que es hogar de 4 Problemas de la Democracia Interamericana. Son evidentes, sin embargo, los problemas
paz y de justicia, ni con la democracia que es la única expresión militante del patriotismo. que confronta la democracia en las Américas. En los Estados Unidos del Norte donde las
libertades democráticas han alcanzado un alto grado de vigencia y perennidad, el excesivo
De aquí que los demagógicos lemas autoritarios del caudillaje militarista criollo predominio capitalista plantea un grave problema de desigualdades económicas y sociales
«restauración», «justicia», «progreso material», «poca política y mucha administración» –o internas, y proyecta hacia Indoamérica otro problema –consecuencia del extraordinario
como el del prototipo cavernícola general Juan Vicente Goméz: «orden, paz y trabajo»– desarrollo industrial y financiero de aquella nación– en la forma de expansión imperialista
recuerden a los del totalitarismo que desencadenó en Europa y Asia la Segunda Guerra sobre nuestros países de economía incipiente.
Mundial. Allá la política terrorista de los enemigos de la Libertad se desarrolló en un
escenario mayor; aquí, al arrimo del feudalismo retardatario –y modernamente, y sin En los pueblos de Indoamérica, agro-mineros, productores de materias primas, la
hipérbole, también de la diplomacia del dólar– la democracia y la patria que concibieron los democracia ha progresado dificultosamente, logrando imponerse ya en algunos Estados.
padres de nuestra Independencia, encontraron su negación en los regímenes usurpadores Pero ha tenido como obstáculo para su completa realización, a las dictaduras u oligarquías
implantados por la fuerza. despóticas que muchas veces han sido solventadas y fortalecidas por la expansión
capitalista norteamericana.

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a través de algunos grupos de súbditos italianos salidos de sus densas colonias
Ambas Américas, desde distintos ángulos se hallaban ante la realidad de que la afirmación inmigrantes, en parte contagiadas de la megalomanía mussoliniana. Además, concurría con
y defensa de la democracia y el camino de lograrlas, es nacional e interamericano, político y la labor de los agitadores «hispanistas» dirigida desde Madrid por el falangismo de Franco y
económico. 286 la de los «lusitanistas» que el dictador portugués Oliveira Salazar aderezaba desde Lisboa
para soliviantar al Brasil.
Como queda expuesto, el Plan Aprista se proponía hacer de la solidaridad interamericana
para la defensa de las Américas un sistema estable, que fuera sustentáculo, resguardo y A los olvidadizos de aquellas circunstancias vale recordarles que, a la sazón, en España
afirmación de la democracia. Importa remarcar esta circunstancia: no se abogaba acababa de triunfar el militarismo de Franco impuesto sangrientamente por las tropas
solamente por una eventual alianza de urgencia entre nuestros Estados Desunidos del Sur germano-italianas y moras; que la Falange proclamaba «su voluntad de imperio», y que
con los Unidos del Norte, a efecto de atender a la concertada defensa inmediata, a las Indoamérica era invadida por una superabundante divulgación escrita de los ideales de «la
perentoriedades de la guerra, en suma, a salvar el trance. El propósito del Plan Aprista era hispanidad» –con pie de imprenta alemán– cuya invocación proselitista agitaba a su sabor
valerse de la coyuntura de la guerra para lograr una coherencia interamericana permanente. la «comunidad de raza, de religión y de idioma», y explicaba históricamente el satelitismo de
Pero no sólo porque los menesteres de la mutua seguridad eran apremiantes, sino porque España y Portugal respecto de Italia y Alemania: pues la Península ya había sido comarca
la guerra misma –y así la había interpretado, como queda dicho, el aprismo– era la provinciana del Imperio Romano, del cual heredamos civilización y lengua y un príncipe
culminación de un inevitable conflicto entre dos concepciones sociales y del poder. Por germano, Carlos V, emperador de Alemania, unió bajo su cetro a España y las Indias
nuestra indeclinable posición anticomunista, tanto como antifascista, y porque el Plan fue Americanas; ¿por qué entonces no pensar en una nueva fusión hispano-lusitana bajo la
concebido y hecho público cuando aún el comunismo y el nacional-socialismo se enfilaban égida del «nuevo imperio» romano o germánico que voceaba Mussolini y conducía Hitler?
en un solo frente, nuestra definición fue muy concreta al clasificar las filosofías en pugna. Y 288 ¡Sin duda, España se había embarcado en una inverecunda empresa de celestinaje
merece apuntarse –con énfasis que aquí se justifica– cómo las ideas que informaron el Plan político, de gran formato!
Aprista han permanecido substancialmente inalteradas. Aunque a poco de su inicial
difusión, los ejércitos de Hitler irrumpieron en Rusia y trastocaron, por tanto, todo el cuadro Esa demagogia enderazaba su tenaz consigna a formar partidos totalitarios y a conchabar
de la guerra. Traicionada la Unión Soviética fue compelida a convertirse improvisamente en dictadores para la secreta preparación de nuestros pueblos a su eventual entrega al
camarada de armas de las democracias capitalistas. Mas, habida cuenta de que para el nacional-socialismo alemán. Así aparecieron facciones encaminadas de remedo europeo
aprismo el sistema comunista ha significado y significa –antes, durante y después de la -con camisas negras, pardas, verdes y doradas- que se encasquetaron desafiantes
guerra– un régimen totalitario y dictatorial extraño e intrasplantable a la realidad americana, denominaciones alusivas de su vasallaje político: «nacional-socialista», «social-
nuestro Plan no podía ser efímero ni oportunista. nacionalista», «integralista», «falanges socialistas», «movimientos», «legiones», etc. Todas
estas agrupaciones se inflamaban de su agresivo y demagógico nacionalismo –con miras a
Y no lo fue. Enterizo y valedero ante la alianza del comunismo y el eje fascista, no perdió su corroer las bases de un frente intercontinental– y, al mismo tiempo, de un jingoismo
vigencia al darse el inesperado acaecimiento de la unión del comunismo y el capitalismo antiyanqui saturado del odio racista que envolvía el lema confundidor de neta estereotipia
para batallar de un solo campo. Ni debía perderla en el más probable caso de que tal hitleriana: «guerra al imperialismo judío-americano».
contubernio se rompiera. Las contradicciones de veras portentosas que bullen en los
eventos de la última guerra pusieron a prueba el contenido orgánicamente democrático del Era curioso ver –y quien quiera verificarlo revise colecciones de diarios y revistas
Plan. Y es innegable que sea cual fuere el cariz de totalitarismo que las Américas deben indoamericanos– cómo algunos órganos mayores de prensa que hoy pasan por
enfrentar, los fundamentos de la proposición aprista quedan en pie: «democráticos» secundaban agazapada o descaradamente la propaganda autoritaria y
jacobina del totalitarismo. Y como de 1939 a 1941, años de la alianza nazi-soviética, se hizo
5 Imperativo de afirmación democrática ante el peligro totalitario. Ante la realidad del peligro perceptible el ademán, ya camandulero, ya sin tapujos, de aquella prensa que ablandó sus
totalitario nacional socialista que significa la amenaza inminente de la desaparición de las críticas al comunismo y secundó con socalinas la política de Moscú defensora de la
naciones americanas como entidades libres, y la sujeción de los indo-americanos en «estricta neutralidad». 289
particular como razas «inferiores», los Estados de este hemisferio encaran el imperativo
perentorio y primario de constituir un frente democrático defensivo. Pero la defensa de la El aprismo puede, por tanto, reclamar para sí el mérito histórico de haber contribuído a
democracia no es sólo una cuestión de fuerza. Es fundamentalmente un problema de orientar decisivamente en Indoamérica la contraofensiva de aquella multiforme y
existencia real de la organización democrática de su eficacia y autoridad. Y para prestigiar y contaminadora infiltración totalitaria. Y de haberlo hecho con buen éxito en los días más
solventar el sistema democrático hay que vitalizarlo con la fe popular que lo exalta y adversos para la democracia; y cuando los impresionantes y raudos triunfos hitlerianos –
fortalece. Esto sólo es posible cuando los pueblos comprueban que sus libertades 1939, 1940 y 1941– dejaban estupefactos a millones de gentes y predisponían a no pocos a
normativas existen sin mengua en la expresión de normas permanentes de la juridicidad del corear el grito de «villano», que tanto despreciaba Don Quijote, «de aquellos que dicen:
Estado. ¡Viva quien vence!»290

No podrá afirmarse vigorosamente la democracia en la América sin la cooperación unánime Hacer frente a la conjurada embestida propagante de los totalitarios de todas las pintas y
de todos sus pueblos y de todos sus gobiernos para hacerla respetar. Sólo cuando cada rebatir los ataques contra la democracia, y especialmente contra los Estados Unidos,
pueblo y cada gobierno tienen su conciencia exacta de la unidad y de la intangibilidad de los lanzados socapa de «antimperialismo» fue ciertamente muy arduo. Mucho más para el
principios democráticos es que éstos son fuertes y perennes. 287 Apra, que al mismo tiempo que defender debía aclarar y distiguir, y cuya posición de
solidaridad con el pueblo norteamericano podía prestarse -como que se prestó- a la
Al releer hoy los párrafos anteriores llama la atención su insistencia en destacar el racismo malévola torcedura de perversos intérpretes. Ello no obstante, nuestra confutación a las
de la ideología nacional-socialista. Y ya queda dicho por qué: Hitler había dispuesto una demagógicas campañas comunistas, nacional-socialistas, falangistas y fascistas atacó
penetrante y efectiva propaganda de sus doctrinas totalitarias, impartidas desde Berlín, frontalmente lo que en ellas era indefendible: primero, el racismo de la filosofía nazi; su
sobre nuestros países. Ella confluía con la difusión del fascismo pululante desde años atrás, teoría del «Herrenvolk», su desprecio por las razas de color; y, después, su exaltación de la

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dictadura, del militarismo y de la regresión de nuestros pueblos al coloniaje: «...si el trata de suprimir la libertad o la vida de los otros, el Estado no puede ser tan soberano como
comunismo se basa en la lucha de clases, el nazi-fascismo se erige sobre la lucha de razas. para suprimir la libertad o la existencia de sus ciudadanos o las de los demás Estados.
Y si la clase es una categoría social modificable por el cambio de las condiciones
económicas de la sociedad, la raza no lo es: quienes nacen obreros o capitalistas pueden La violación de este principio implica un atentado contra la democracia y exige su defensa.
dejar de serlo... Pero quien nace indio o mestizo no va a cambiar su sangre nunca», son Por esto, sí, todos los Estados americanos deben unirse para defender su existencia
palabras repetidas en julio de 1940. Y en abril del año siguiente -bajo el título de «¿Hay un democrática de la amenaza totalitaria interior. 293
Imperialismo Democrático?» se repetía: «Un imperialismo económico es remisible...Pero el
que nace negro o indio, no ha de modificar el color de su epidermis, ni el número de grados En este punto el Plan ratifica el concepto democrático de soberanía. No solamente para
de su ángulo facial.»291 El imperialismo racista que clasificaba a los hombres según su reafirmar que la plena soberanía nacional o del Estado emana de la auténtica soberanía
color y sus rasgos fisonómicos era, consecuentemente, el más peligroso de todos. Y los popular, que es su fuente de derecho, su solera de legitimidad, sino para adelantar un
pueblos indoamericanos entendieron bien nuestro argumento. postulado que ha sido siempre preciso definir en Indoamérica: el de la ilegitimidad de los
gobiernos despóticos impuestos por los golpes de cuartel o por fraudes eleccionarios que
El Plan Aprista proponía, por tanto, la reivindicación de la democracia como baluarte contra los usurpadores amañan; los cuales invocan la soberanía nacional cuando, al tiranizar a sus
todos los imperialismos y contra todas las dictaduras totalitarias, clasistas y racistas, basado pueblos, califican como menesteres de «política interna» las atrocidades que con ellos
sobre un ordenamiento social político y económico de auténtica libertad: cometen en violación de los más elementales derechos humanos.

6 Unidad e Intangibilidad de la democracia. La democracia como estructura órganica de los Al comentar el Plan Aprista, en este peculiar aspecto, dejé apuntado en mi libro La defensa
Estados Americanos es una e intangible. No hay una categoría de democracia para cada continental que «proclamada la abstención absoluta de toda ingerencia de los Estados
país. Su fundamento es la libertad. Y el presidente Roosevelt ha definido bien los Unidos en la vida política indoamericana, el presidente Roosevelt ha debido permanecer
postulados generales e interamericanos que la enuncian y aplican jurídicamente: libertad de indiferente e impasible ante el hundimiento de la democracia en muchos de nuestros
expresión, libertad religiosa, libertad de la miseria o económica y libertad de vivir sin temor. pueblos».294 Es decir, que al declararse como norma absoluta de la doctrina de la Buena
Vecindad la «no intervención» –la cual había dado ya positivos resultados, por ejemplo
Las Constituciones de los 21 Estados Americanos consagran en principio esas libertades, cuando México nacionalizó su petróleo, o cuando el presidente de Colombia, Alfonso López,
cuyo corolario democrático es la existencia de gobiernos libremente elegidos por sus expulsó de su país a la poderosa United Fruit Co., y el gobierno de Washington se negó a
pueblos y sujetos, con ellos, a deberes y derechos legalmente fijados y coordinados. intervenir en la defensa de las empresas norteamericanas afectadas–295 los dictadores
criollos habían lucrado a su modo de aquel principio atribuyéndose plena inmunidad para
Así, una e intangible, en la democracia interamericana no caben distingos o separaciones atentar contra los derechos humanos.
respecto de su vigencia. Su afirmación y su resguardo no son tareas aisladas o exclusivas
de un Estado. Cuando la democracia peligra en cualquiera de ellos el riesgo es de todos: El Plan Aprista propone, pues, la definición de la soberanía democrática del Estado,
cuando haya que defenderla en un país, no se trata de un deber exclusivamente nacional, avaluada y legitimada por la voluntad popular: sólo pueden invocar rango de Estados
sino de un imperativo americano. Identificadas por la obra de la Independencia la soberanos aquellos cuyos poderes provienen del pueblo soberano en íntegro ejercicio de
democracia y la patria, su vinculación indestructible señala el nexo, también inseparable, sus libertades ciudadanas. Y la soberanía de un Estado no puede ser absoluta, ilímite. No
entre patria y continente; enseñanza y legado cívico de los Libertadores. 292 sólo confina con la soberanía de los demás Estados, sino con los Derechos del Hombre; los
cuales no pueden invadir o violar puesto que ellos son la esencial universal de la
Por esa democracia orgánica cabal, inalienable, vale decir imperativa para todo el democracia y ésta es una e intangible.
hemisferio, sin distingos nacionales –y defendible, también indistintamente, por todos los
pueblos cuando ella se halle amenazada dondequiera– es que debíamos luchar. Porque si Si la soberanía de un Estado no le confiere título para transgredir la soberanía de otro,
la democracia y la patria fueron identificadas por los padres de nuestras repúblicas, también tampoco le otorga autoridad, e impunidad, para atentar contra la soberanía popular y sus
ellos nos enseñaron a luchar, a la par, en defensa de la libertad tanto nacional cuanto derechos inmanentes; que éstos son la norma y sustento de aquélla. Y un Estado no puede
continental. Y si ecuacionamos libertad y soberanía, también ésta debe ser equiparada con tener calidad democrática ni alegar soberanía de tal, si destruye o anula la libertad y
los fundamentos de la democracia misma: voluntad del pueblo, de quien deriva toda potestad o jurisdicción estatal.

7 Soberanía y Democracia. Este concepto de la democracia como principio de unidad Y si la lucha contra el totalitarismo era y es la lucha por la democracia, se infiere una lógica
interamericana esclarece y corrige el desviado sentido de su auténtica significación. Porque secuencia: defenderla dondequiera que ella sea amenazada, o violada, en sus derechos
no puede existir en las Américas verdadera soberanía nacional cuando no es su norma la esenciales, por enemigos externos o internos, es, asimismo, un imperativo universal. Y
soberanía popular, que es su esencialidad democrática. En los estados totalitarios -y ella es ningún régimen gubernamental de fuerza –sea cual fuera su ideología– puede escudarse en
su característica- no tiene razón de ser está relación de soberanías que en la democracia es la soberanía del Estado para atentar contra la soberanía popular, o ciudadana. Porque
inseparable. El concepto democrático de soberanía nacional se basa en el mismo principio agrede a la democracia misma en sus derechos esenciales, que son los del hombre, y
genérico que recusa el totalitarismo, de la libertad de cada nación y de cada individuo, obliga su inmediata y solidaria defensa de parte de todos los Estados libres.
cuyas limitaciones son las libertades de las demás naciones e individuos: la libertad
nacional e individual no pueden ser absolutas. Su relatividad y límites radican en la libertad El Plan Aprista avanza luego a considerar una nueva relación del Derecho Internacional con
de las otras naciones e individuos. Y este enunciado de soberanía se aplica también a las el Derecho Privado. No únicamente para acentuar los «tránsitos y parentescos» y los
relaciones entre el gobierno y el pueblo, cuya libertad no puede ser suprimida por aquél y vínculos de gobierno y obediencia que asemejan inconfundiblemente a la familia con el
viceversa, sin destruir el equilibrio jurídico del Estado democrático. Estado,296 sino para equipararlos. Pues del mismo modo que Savigny pensaba hace un
siglo que «entre diferentes pueblos puede surgir una comunidad de conciencia jurídica
Del mismo modo que la libertad del individuo confina con la ley cuando abusando de aquella semejante a la que engendra en un pueblo el Derecho Positivo» –sobre la base de una

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«comunidad espiritual consistente, en parte, en un parentesco nacional y, sobre todo, en El esquema anterior propone las pautas de una verdadera organización democrática de
convivencias religiosas comunes», puntualiza el autor de Das Recht des Besitzes–297 en el Estados americanos, estructurada jurídicamente sobre el fundamento de los principios de
caso de las repúblicas americanas aquel vínculo consciente de hecho existe. Es la sus propias constituciones. Es la aplicación de la tesis sustentada en el Punto 5o. del Plan:
comunidad histórica de ideales democráticos, ya destacados en el Plan, que informa la «...la defensa de la democracia no es sólo una cuestión de fuerza: es, fundamentalmente un
filosofía política de lo que con término inadecuado -y sospechoso de intención imperialista- problema de existencia real de la organización democrática, de su eficacia y autoridad».
se ha llamado «panamericanismo», y que el aprismo llama interamericanismo. Y es aquella Además, el Plan era un intento para poner a prueba las teorías: precisaba procurar que las
conciencia jurídica interamericana la que permite paralelar a los Estados de este hemisferio bellas doctrinas rooseveltianas de las Cuatro Libertades y de la unidad hemisférica, soldada
con un conjunto de familias, cuyas soberanías nacionales están sujetas a la conditio sine por el ideal común de la cruzada contra el totalitarismo, no quedaran en vanas palabras. Los
qua non de la legitimidad que les confiere la soberanía del pueblo. La cual no puede ser hombres de la generación llamada «de 1920» no podíamos olvidar los ilusionantes
vulnerada sin delinquir de lesa libertad; por ende, sin que sea imprescindible su defensa. discursos del presidente Wilson; sus manifestaciones el 4 de julio de 1918 ante el Congreso
Que de igual suerte que la inviolabilidad de domicilio de una familia deja de existir para la de los Estados Unidos y ante el mundo: «Es nuestro inestimable privilegio asegurar no
justicia cuando en el hogar la autoridad paterna se convierte en opresión y crimen, solamente las libertades de América para ella sino también para todos los demás
asimismo desaparece la soberanía de un Estado en el cual la libertad y la vida de los pueblos».300 Y aquellas otras declaraciones del 1o. de septiembre del mismo año: «¿Para
ciudadanos son tiránicamente destruídos; y en tal caso, la acción conjunta de la justicia que la guerra?... Hasta que ella no sea ganada no podrán los hombres vivir libres del
democrática debe intervenir y sancionar. Porque en ambos casos, en el del hogar y en el temor... y respirar libremente mientras van a sus diarias tareas y saber que sus gobiernos
del Estado, cuando ellos son convertidos en escenarios de delitos comunes o de genocidio, son sus servidores y no sus amos».301 Pero los hombres de nuestra generación habíamos
por arbitrariedades del poder, prevalece la obligación unánime de salvaguardar los aprendido en la dura y melancólica experiencia de 20 años que los anglosajones, tanto o
derechos humanos quebrantados por medio de una efectiva justicia. más que los latinos, suelen soñar y prometer –y también no cumplir– de suerte que era
obligante por nuestra parte esforzarnos a que los ofrecimientos cristalizaran en instituciones
Sobre estas proposiciones es que el Plan formula el subsiguiente proyecto: perdurables, a fin de que después de los espléndidos anuncios de Roosevelt no aconteciera
lo mismo que tras los de Wilson: que muchos gobiernos, y entre ellos no pocos de
8 Procedimiento interamericano de defensa democrática. Los postulados anteriores Indoamérica, regresionaran a ser, como nunca, amos; amos tiránicos que imponen a sus
conducen al planteamiento de un proyecto de procedimientos para la afirmación y defensa pueblos el oprobio de vivir bajo el temor porque abaten y escarnecen las más caras
interamericana de la democracia: libertades del hombre.

a) Establecidos en todas las Constituciones de las repúblicas de ambas Américas los El Plan Aprista al proponer un procedimiento positivo para abolir la burocrática «Pan-
enunciados de las libertades democráticas que garantizan el ejercicio de la soberanía American Union» –que la diplomacia del dólar había desprestigiado– y reemplazarla,
popular como norma de su soberanía nacional, un congreso representativo de los 21 superándola, con una auténtica Organización de Estados Americanos, aspiraba a crear una
Estados del Hemisferio deberá consagrar aquellos postulados constitucionales como entidad vertical, democrática de abajo arriba, y no a suplantar, bajo diferente denominación,
expresión jurídica de la democracia del Nuevo Mundo, declarando que su vigencia es base el aparato piramidal, «perpendicular» y autoritario anterior. Comenzaba por sugerir el
una e indivisible de la democracia continental. cambio del nombre mismo de la institución y del sistema –«Panamericanismo es una
denominación que sugiere y asocia las ideas imperialistas de 'pan-germanismo', y 'pan-
b) Confrontados todos los artículos de las Constituciones de los 21 Estados de ambas asiatismo', 'pan-esclavismo'–,302 pero también proyectó una coordinación americana
Américas que estatuyen las libertades normativas de la democracia, el mismo Congreso jurídicamente medulada por una Super-Constitución o Carta Magna sustentada en las leyes
Interamericano elevará aquellos enunciados constitucionales a la categoría de obligaciones fundamentales de todas nuestras repúblicas».
internacionales americanas. Y así, cuando ellas dejen de respetarse en cualquier Estado
tendrán los demás el derecho de exigir su cumplimiento en resguardo de la existencia de la «Poner las 21 Constituciones de las Américas sobre la mesa de un Congreso o Conferencia
democracia en todo el Hemisferio. de Estados de nuestro hemisferio; confrontar los preceptos que garantizan los derechos
humanos y cívicos; conformar con ellos un tratado interamericano que oblige a todos los
c) Vinculados por estas obligaciones internacionales americanas los principios signatarios a respetar y hacer respetar aquellos derechos, y a considerar su
interdependientes de la soberanía popular con la soberanía nacional y de ésta con la quebrantamiento como un acto de agresión contra la democracia a la cual todos los Estados
soberanía continental –cuya existencia depende del respeto al sistema democrático–, el se hallan solidariamente comprometidos a defender, es lo que proponemos los
Pacto de Libertades de los 21 Estados de ambas Américas, basado en la comunidad de los apristas».303 Y estas palabras de 1941 acaso no han pérdido su validez. Mediante una
postulados democráticos de sus Constituciones, significaría la verdadera Carta Magna de la sólida y vertebrada organización jurídica de defensa de la democracia, nuestros pueblos se
democracia en el Nuevo Mundo; y, librarán de la amenaza totalitaria, sea ésta del color que fuere. Así se explica que con
referencia a la iniciativa brasileña en la Conferencia de Cancilleres en La Habana de 1940
d) Ampliando la resolución de la Conferencia Interamericana de La Habana,298 propuesta para prevenir la infiltración de las «quintas-columnas» que conspiran contra los gobiernos
por el Brasil, que establece el derecho de cualquier Estado americano para demandar la democráticos, el Plan se refiere al caso dable –y dado en Indoamérica– de que los
ayuda de los demás Estados, en caso de que su vida democrática peligre por la penetración gobiernos mismos se conviertan en las «quinta-columnas» del totalitarismo.304
política de ideas no americanas –o en otras palabras por la obra de las quintas columnas
totalitarias– los Estados de ambas Américas, mantendrán este acuerdo fundamental, pero Luego dice:
reconocerán también el derecho de cualquier Estado de las Américas a demandar la ayuda
de los demás cuando en uno de ellos se compruebe la existencia de gobiernos que, al 9 Creación de un organismo permanente de resguardo democrático. Corolario de estas
violarse las libertades democráticas, usen de sus poderes para imponer procedimientos no obligaciones internacionales para el mantenimiento y defensa de los principios normativos
americanos de tendencias totalitarias. 299 de la democracia, será la creación de un organismo permanente inter-continental que tenga
por objeto la vigilancia de su cumplimiento. Este organismo puede tomar la forma de un

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Comité Americano, con sub-comités también permanentes en cada Estado constituídos por armónica convivencia económica interamericana tiene que asentarse en una clara
representantes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y de los grandes partidos delimitación de dos grandes campos o zonas de la economía del nuevo Mundo: el de los
políticos democráticos y de las universidades si fuera posible. En los sub-comités estas Estados Unidos del Norte, preponderantemente industrializado y financiero, y el de los
representaciones se complementarán con delegados del Comité Américano, que pueden Estados indoamericanos, preponderantemente agrícola-minero y de materias primas.
ser diplomáticos e internacionalistas, especialmente designados.
Ambas zonas se complementan y se necesitan.
Este organismo interamericano –cuyas funciones serán fijadas por el Congreso de Estados
que lo merezca, tendrá el carácter de tribunal arbitral para casos de diferencias de Dar a sus relaciones un sistema de cooperación, sin hegemonía ni imperialismo, es aplicar
interpretación –o conflictos constitucionales en los que se afecte la intangibilidad a las normas de su vida económica el mismo sentido democrático de libertad y de justicia en
fundamental de las libertades democráticas «de expresión, religiosa, económica y de vivir que debe afirmarse sus relaciones políticas.
sin temor», normativas de la soberanía popular americana. Y no afectará ni intervendrá en
lo que la legislación aplicada se refiere, de acuerdo con los principios de la democracia; Para que este propósito sea practicable vale tener en cuenta las grandes modificaciones
manteniéndose, en este aspecto, la completa autonomía de cada Estado. 305 que en la estructura económico-social del mundo ha de traer el fin de la guerra, y
anticiparse constructivamente a ellas. Y con este fin, dentro de las actuales condiciones
La novedad digna de remarcarse del Punto 9o. del Plan consiste en que al tratarse de las objetivas de ambas Américas, es menester intentar un procedimiento de acción democrática
representaciones integrantes de la organización proyectada no solamente se consideran a que tienda a plantear y resolver las cuestiones esenciales del interamericanismo económico
las de los gobiernos. Se propone que las delegaciones sean completadas por sobre las siguientes bases:
representantes de los poderes legislativo y judicial, de los mayores partidos políticos
democráticos, y de ser posible, de las universidades. De otro lado, la organización no sólo a) Reunión de un Congreso Económico en cada país de las Américas, constituído por
debe estar radicada en Washington y, desde allá, regir. El Plan supone una institución representantes de todas las fuerzas vivas de su producción, circulación y consumo: capital,
interamericana distribuida en todos los países y enlazada y coherente por medio de sub- trabajo y estado; industria, agricultura y comercio –nacionales y extranjeros en el caso de
comités nacionales de vigilancia y defensa de la democracia: los países indoamericanos– con el fin de estudiar su verdadera realidad económica y
formular un plan estatal de acción interna con miras a su coordinación dentro de un
10 Acción paralela para la solución de problemas económicos interamericanos. La programa interamericano. Estos congresos que se convertirían en consejos o cuerpos
afirmación del postulado «interamericanismo democrático sin Imperio» lleva implícita la consultivos permanentes, propondrían a los gobiernos y parlamentos de cada país las
solución del problema de las relaciones económicas de ambas Américas y el de los pueblos medidas convenientes para el impulso de su organización económico-social y podrían
indoamericanos o latinoamericanos entre sí. La política del Buen Vecino no ha resuelto estimular la aplicación de sus labores hacia Conferencias Económicas Regionales.
estos problemas, ni ha insinuado siquiera fórmulas permanentes de posible solución; si bien
significa el paso más importante que en un siglo hayan dado los Estados Unidos del Norte b) Corolario inmediato de los Congresos Económicos Regionales y de las Conferencias
para crear un clima favorable al justo término de todas las diferencias entre ambas Regionales sería la reunión de un Gran Congreso Económico Interamericano, el cual,
Américas. considerando las resoluciones adoptadas en cada país, con miras a la coordinación
interamericana, acuerde un plan general que tenga en cuenta las siguientes reformas:
En el orden económico la política de Buena Vecindad –basada en un principio estricto de
no-intervención– ha tenido como efecto saludable e inmediato el total respeto a la Delimitación de dos campos económicos de las Américas y de su función de intercambio y
autonomía de los Estados americanos menos fuertes de parte del más poderoso. Y el caso cooperación. Creación de un tipo de moneda indoamericana que no sea tan elevado como
de la aplicación de este principio anti-intervencionista ha tenido su más expresivo el dólar –símbolo monetario de un standard de trabajo y de vida que no responde a nuestra
precedente ante el hecho de la nacionalización de la industria petrolera en México y de los realidad, pero en cambio estable respecto de aquél, cuya garantía y respaldo trivalente y
yacimientos del mismo producto en Bolivia. proporcional sería oro, plata y materias primas. Organización del Banco de Exportación e
Importación Interamericano en cada estado de las Américas, con funciones no sólo
Empero, la política del Buen Vecino en lo que respecta a la no intervención, tal como se le circunscriptas a préstamos y créditos aislados, sino como organismo director y garantizador
ha aplicado en sus casos inciales, plantea el imperativo de dar a su postulado de «respeto a de inversiones productivas, de comercio balanceado y de un sistema de garantías y
la soberanía nacional de cada país», un sentido de permanencia y de equidad que evite seguridades que mantengan la estabilidad del cambio, la dinamización y extensión
todo conflicto en el futuro. metodizada de créditos, el impulso del comercio entre los Estados Unidos y los Estados
Indoamericanos, y el de éstos entre sí.
Para lograrlo –teniendo en cuenta el principio de «la libertad sólo limitada por la justicia», y
la necesaria bilateralidad en la resolución de toda controversia interamericana– conviene Establecimiento y organización de la Unión Aduanera Interamericana. Impulso y
buscar las fórmulas de procedimiento democrático que establezcan un sistema de abaratamiento del transporte y vías de comunicación; nivelación de tarifas de tránsito en el
convivencia y cooperación paralelo en el orden económico al procedimiento político de Canal de Panamá para todos los Estados de ambas Américas. Estudio del cooperativismo,
afirmación y defensa de la democracia arriba sugerido. 306 de la protección económica de los trabajadores, del impulso tecnificado de la agricultura y
de la máxima capacidad de absorción intercontinental de productos. Resoluciones
Todo lo cual queda aclarado en el punto subsiguiente: complementarias para evitar todos los excesos de la hegemonía económica de los más
poderosos, y hacer del capital invertido en cada país un factor de cooperación con el
11 Procedimiento interamericano para la solución de los problemas económicos. El Estado, un instrumento de progreso y no de opresión o explotación.307
procedimiento para la solución de los problemas económicos entre los Estados de este
Hemisferio debe inspirarse, como en los de orden político, en la coordinación de dos Y el Plan Aprista termina compendiando la noción general antimperialista americana y
conceptos fundamentales: soberanía e interdependencia. Y la base de una sólida y democrática que dicta todas sus proposiciones:

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12 Superación del Panamericanismo tutelar por el Interamericanismo democrático. Para la LA IDEA central y perenne de la doctrina aprista es la de la unión de los Estados
afirmación y defensa de la democracia en este Hemisferio, la acción política y la acción indoamericanos; unión sin la cual ellos no podrán alcanzar de veras, libertad, bienestar, ni
económica, paralelamente organizadas, imponen la superación del actual ideario seguridad, ni poder. Un desparpajado escritor geopolítico estadounidense –sin duda un
panamericanista, cuya misión histórica de organismo tutelar se ha cumplido ya. Sus imperialista– el difunto Nicholas J. Spykman, a cuyo libro provocador ya me he referido, nos
métodos tienen que reformarse dentro de una nueva concepción americana de coperación y lo advierte sin más: «Los pequeños Estados, a no ser que se unan entre sí, no pueden
de justicia. Y en la función de sus relaciones hay que equilibrar en su importancia la significar sino pesas de la balanza usadas por otros... Cuando el equilibrio desaparece los
soberanía nacional o de los Estados con la soberanía continental de las Américas, cuya pequeños Estados desaparecen con él».315 Y en Indoamérica, ni la emancipación
raison d'etre es la democracia política y económica. económica puede ser tarea aislada de un Estado, si es que ella tiene por designio una obra
cabal y perdurable; ni la democracia que el aprismo propugna –la que sea capaz de
Sólo cuando las libertades democráticas medulares sean ejercidas y garantizadas posibilitar la justicia social– habrán de afianzarse sin contar con una estrecha coordinación
armónicamente en todos los grados de la vida espiritual y material de los pueblos –tanto en entre nuestras repúblicas. La interdependencia creciente, que es su trabazón medulosa,
el orden interno de cada país como en el de sus relaciones intercontinentales– será posible aparece como el determinador vital de su destino de unidad; como su constante histórica a
que los ciudadanos y los Estados de este Hemisferio puedan «vivir sin temor». Y así, el la luz de todas las circunstancias de la vida indoamericana, desde que después de lograr
interamericanismo democrático sin imperio será la meta jurídica del Nuevo Mundo; camino juntos nuestra Independencia, la frustración del Congreso bolivariano de Panamá de 1826
abierto, a su vez, hacia las grandes perspectivas renovadoras del futuro. Lima, 23 de mayo dio pábulo a los concupiscentes egoísmos caciquiles y a los endémicos caudillajes
de 1941. 308 castrenses y jingoistas que nos han balcanizado.

El «Plan Aprista para la Afirmación de la Democracia en América», aprobado por el Comité Si en la época de la «diplomacia del dólar» –dictado, como queda dicho, que es sinónimo
Nacional del Partido del Pueblo –en la fecha para nosotros histórica que lleva al pie–309 fue del imperialismo político norteamericano– la unidad de nuestros pueblos ya aparecía
copiosamente difundido en el Continente. Una traducción al inglés, hecha por amigos de la perentoria por ser el único medio realista y constructivo de concretar el antimperialismo en
Universidad de Stanford, California, permitió su circulación en Estados Unidos.310 En la Indoamérica, ella no fue menos indispensable ante la doctrina de la Buena Vecindad.
Convención clandestina Aprista del Perú, celebrada en Lima del 28 al 30 de julio de 1942, el Cuando con ésta se nos brindó una convivencia más segura, acaso estuvimos, como
voto de 300 delegados incorporó el Plan a la doctrina política de nuestro movimiento, y esta nunca, cerca de responder al llamado del presidente Roosevelt con un pedido de
resolución fue ratificada por la Convención Nacional clandestina de 1944, realizada de 28 al cooperación para unirnos continentalmente y engranar nuestro sistema interamericano. Fue,
30 de julio en Vitarte311 y en el Congreso del Partido de mayo-junio de 1948. Así, el a la sazón, que los apristas insistimos con mayor vehemencia en el propósito de conformar
enunciado de una «Acción conjunta de los pueblos de América para realizar el la alianza democrática que requería la guerra contra el totalitarismo, dentro del Plan ya
interamericanismo democrático sin Imperio», devino el sexto punto de nuestro programa revistado. Así, escribíamos:
máximo de 1924.
Es evidente que la Unión Panamericana, la fusión de las veinte repúblicas en una gran
El Plan se informa –y el profesor norteamericano Harry Kantor lo observa certeramente– federación con los Estados Unidos del Norte, es impopular entre nosotros. No lo es, en
«en la proposición de que todos los pueblos de América aspiran a ver instaurada la cambio, en una alianza leal con los Estados Unidos, ni lo es una unión bolivariana de
democracia» en nuestros Estados. Y «define a la democracia como un sistema basado en Indoamérica que iría realizándose gradual y progresivamente... Pero si el gobierno de los
la soberanía popular como norma de la soberanía nacional del Estado».312 El Plan Estados Unidos nos ayuda a unirnos y aparece nuestro continente convertido en una gran
sustenta «que la amenaza del totalitarismo sólo puede ser derrotada cuando la democracia nación de más de cien millones de habitantes, inmensamente rica afirmada por una raza
sea tan fortalecida que aquélla devenga una energía vital apoyada en la fé del pueblo: la común, por dos idiomas hermanos, por una tradición y una historia vinculados
democracia –afirma el Plan– es la misma donde quiera. Su distintivo fundamental es la profundamente, sí seremos un digno aliado del grande y buen vecino del Norte.
libertad del ciudadano combinada con la existencia de gobiernos libremente elegidos
sujetos a estables derechos y deberes legales. Desde que la democracia es indivisible, de Importa estimular un profundo y vasto movimiento de opinión realizado por nosotros dentro
acuerdo con el Plan, ella debe ser defendida por los 21 Estados cuando se halle en peligro de Indoamérica y hacia los Estados Unidos: para que nosotros comprendamos la urgencia
en cualquiera de ellos».313 Dice bien el profesor Kantor: «Lo que el Plan propone es un de la unión y ellos entiendan la importancia y conveniencia de que nos ayuden en esta gran
método de intervención colectiva para preservar la democracia».314 Y la creación de un empresa que es el único camino constructivo y sin recelos para estructurar una sólida
sistema orgánico que la renueve y robustezca para hacer de ella un firme y eficiente vínculo defensa continental.
interamericano.
Los dictadores, los políticos criollos, enemigos del espíritu de Bolívar, los jingoistas del
Dentro de un sistema tal, el imperialismo político resultaría neutralizado y el imperialismo localismo podrán oponerse, pero antes de que sea demasiado tarde, y para ayudar a la
económico –primera o inferior etapa del capitalismo en los países incipientemente defensa común, los que sabemos qué idioma habla la historia en estos tiempos decisivos
evolucionados– podría cumplir la fase constructiva de la industrialización de Indoamérica, debemos actuar. El aprismo clamó por todo esto desde hace quince años. Pero no es tarde
sólo posible con la cooperación de capitales extranjeros. La democracia dinámica, funcional, todavía para que se nos oiga.316
íntegra –la que iguala al hombre ante los deberes y derechos consagrados por la ley, no
sólo como politikonzoon sino también como homo-oeconomicus, vale decir como ciudadano Todo lo cual fue publicado en junio de 1940, un año antes de que Rusia y el comunismo se
y como trabajador manual e intelectual–, es la llamada a posibilitar la justicia social dentro vieran aventados por la tradición de sus conmilitones nacional-socialistas a la gran voltereta
de un régimen de libertad y de paz. que los puso en fila con las democracias. Y dieciocho meses por adelantado del asalto de
Pearl Harbor que había de troquelar hasta en cantilena cuatrilingue, anglo-franco-
IX. «Y DESPUES DE LA GUERRA, ¿QUE?»... castellano-portuguesa, aquello de «Las Américas unidas, unidas vencerán». Lo cual
infortunadamente, sólo quedó en eso, y nada más que en eso: en epifonema de discursos;

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en «cuña» monótona de radiodifusión; en socorridísimo tópico periodístico. Mientras tanto, encallaron en las contradicciones de conceptos, jurídicamente inconciliables, que no se
una epocal coyuntura se perdió para nosotros. supieron eludir y pasar de largo.

En 1928 habíamos dicho que si sólo cupiera al Apra realizar la obra histórica de unir a Una vez más se pretendió edificar un doctrinarismo político interamericano perpendicular de
nuestros pueblos para perecer después, arriba abajo. Se comenzó por remates y capiteles, sin atreverse a echar preventivamente
por tierra conceptos envejecidos de una jurisprudencia internacional superada, de hechura
...bien muerta estaría y funerales heroicos habría que demandar para ella al mundo si sólo europea, ajena, por tanto, a la realidad americana y a la del mundo de nuestra Edad.321
cumpliera la gloriosa tarea precursora de federar los Estados indoamericanos, después de
arrebatar el poder a las clases u oligarquías traidoras que hacen de él instrumento del Para el aprismo, cuya doctrina se erige sobre la premisa de la unidad política y económica
imperialismo. Tiempo suficiente habría de vivir para que a cada uno de los cien millones de de nuestras repúblicas, la primera noción jurídica americana por revisar es la de soberanía.
conciudadanos nuestros –o los que fueran en número al realizarse la obra estupenda– el El concepto absoluto de ella –copiado e importado de la Europa decimonónica, la de los
Apra les legara su bandera victoriosa como símbolo de liberación y de unidad nacional. Su beligerantes nacionalismos a ultranza que desembocaron en las dos guerras mundiales de
jornada sólo sería comparable, y sobrepasaría, a la independencia de España... 317 esta centuria– es antagónico con el propósito aprista de una confederación continental de
Indoamérica. De otro lado, desde la participación norteamericana en la Primera Guerra en
Y tras doce años de repetirlo, al sonar la hora de la Segunda Guerra que obligaba a los 1917322 y desde la Carta del Atlántico del 14-21 de agosto de 1941323 las democracias
Estados Unidos a reconocer la importancia de un hemisferio aliado, y a buscar nuestra atacaron frontalmente a aquel anticuado concepto de soberanía absoluta que había servido
cooperación, para la defensa común, la cual no podía ser mayor debido a nuestro de broquel, primero, al imperialismo militarista alemán y, después, a las tiranías totalitarias
debilitante fraccionamiento, los apristas difundimos una declaración, en 1940, que va super-armadas del eje germano-italo-nipón. Ambas guerras, desde el punto de vista del
inclusa como primer capítulo de mi libro La Defensa Continental: Derecho Internacional ortodoxo, han sido guerras de intervención colectiva de parte de los
Estados democráticos contra la hipertrofia de «soberanía», tanto de las llamadas «potencias
Hace años ya, muchos años, que los apristas erigimos como ideal máximo de toda actividad o imperios centrales» –Alemania y Austria-Hungría– en la contienda de 1914-18, como, en
política en nuestro continente indoamericano el de la unidad de nuestros pueblos.... la de 1939-45 contra los regímenes nacional-socialista alemán, fascista italiano y autoritario
japonés que formaban el trinomio totalitario y militarista enemigo de la democracia y de los
....Nosotros los apristas jamás desviamos nuestro camino. Ni Rusia, ni España, ni Berlín, ni derechos humanos. Por tanto, al epilogar ambas conflagraciones, los Estados vencedores
Roma modificaron nuestra clara y limpia línea de acción destinada a la obra precursora de se negaron a tratar con los gobiernos vencidos a los cuales no consideran «soberanos», y
afirmar más y más la solidaridad de Indoamérica. exigieron su previo derrocamiento a fin de acordar la paz con los pueblos directamente
interesados y con sus personeros genuinos depositarios de la soberanía.
Creímos que era tarea suficiente para una generación ésta gloriosa de cumplir el sueño de
Bolívar. Y que no había tiempo que perder en dispersar nuestras energías y nuestros El presidente Wilson justificaba la participación de los Estados Unidos en la Primera Guerra
afanes, ni por Rusia, ni por España, ni por Alemania ni por Italia. Por eso aparecimos Mundial con las subsiguientes palabras que subrayo, y que acaso sintetizan los famosos
muchas veces indiferentes ante la fascinación europea. Creímos que había de sacudirse principios renovadores de la jurisprudencia internacional encerrados en «los Catorce
aquí de toda servidumbre mental, fuera de está izquierda o de derecha. Creímos que Puntos», en «los Cuatro Principios», en «los Cuatro Fines» y en «los Cinco
nuestra justicia social podía alcanzarse sin pedir consejos a ningún amo europeo llámese Particulares»,324 clasificación ya generalizada para agrupar las tesis fundamentales
Stalin o Hitler, Franco o Mussollini. Creímos que había que adivinar el destino de un contenidas en los más memorables discursos del primer mandatario norteamericano de
Continente, rico e indefenso, poco poblado con relación a su vastedad y peligrosamente aquellos años decisivos:
dividido por políticos miopes, apóstatas de Bolívar y vasallos de Europa...
Nosotros nos hallamos ahora cara a cara a la necesidad de afirmar el derecho fundamental
Emancipémonos ya de romanticismos europeos rusófilos, anglófilos, hisponófilos e italófilos. de los hombres libres, a establecer sus propias leyes, a escoger sus propia autoridad... Y lo
Dejemos a los muertos enterrar a sus muertos, y pensemos en nosotros. No suframos más que nosotros buscamos es el reino de la ley basado en el consentimiento de los gobernados
por las desdichas ajenas que por las tantas que aquí tenemos y, abjurando de todo y sostenido por la opinión organizada por la humanidad... ¿Para qué es la guerra?... Es una
incondicional europerísmo, sintámonos hijos de la Gran Patria Indoamericana guerra de emancipación. Hasta que ella sea ganada no podrán los hombres vivir libres de
imponiéndonos la tarea estupenda de unirla y hacerla fuerte. 318 temor... 325

Y todo ello se escribía «con esa tristeza optimista que debe ser en nosotros -recordemos a Y en la Carta del Atlántico, el presidente Roosevelt y Winston Churchill proclaman con «su
Keyserling sobre el tema triste-móvil constructivo, acicate de fe»,319 con un acento de esperanza en un futuro mejor para el mundo», que «la guerra no busca engrandecimiento,
queja admonitiva por el tiempo perdido. Afanosos de recobrarlo, concebimos el Plan que es territorial o de otra clase» ni «cambios de circunscripciones que no se hagan de acuerdo
el único esbozo de una concordada interpretación doctrinaria de la Buena Vecindad con los deseos libremente expresados de los pueblos a quienes conciernen» y que
democrática. No solamente enderezada a servir de apoyo a «una política» de apuro, sino
para propender a crear una nueva filosofía jurídica interamericana. Claro está que el método ellos respetan el derecho de todos los pueblos a escoger la forma de gobierno bajo la cual
de intervención colectiva para preservar a la democracia es fundamental en nuestro ellos quieran vivir; y desean ver los derechos soberanos y el gobierno autónomo
proyecto.320 Pero él debía articularse doctrinariamente en una Carta Magna o Super- restaurados para aquellos (pueblos) que se han visto privados de tales derechos por la
Constitución interamericana, cuyo punto de partida es la revisión de conceptos obsoletos de fuerza... ...después de la destrucción de la tiranía nazi ellos esperan ver establecida una paz
soberanía. Descoyuntar esas ideas para pretender fabricar con ellas actas y declaraciones que pueda dotar a todas las naciones de los medios de existencia con seguridad dentro de
incoherentes, como formadas de remiendos –tal aparecen en gran parte de la literatura sus territorios, y que permita asegurar que todos los hombres en cualquier país, puedan
panamericanista de postguerra– no era sino recargar la impedimenta verbal con que se vivir sus vidas libres de temor y miseria. 326
desvirtuaron los acuerdos de la IX Conferencia de Bogotá. Los cuales, con tal rémora,

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Las dos guerras mundiales no tuvieron, pues, de parte de los Estados democráticos aliados, tiempo que intenta una forma de super-gobierno de Europa–332 cuya inspiración
una finalidad de conquista territorial –en realidad sólo Rusia Soviética aislada y intervencionista domina en los congresos de Aix-la-Chapelle en 1818, Troppau en 1820,
desafiantemente ha lucrado con esa forma de engrandecimiento– pero sí fueron guerras Laibach en 1821 y Verona en 1822. 333
intervencionistas. Guerras de liberación de pueblos contra tiranos y de intervención en la
estructura interna de los Estados totalitarios con el objeto de destruir sus régimenes Otros casos notorios de «intervención colectiva» europea son los de la acción conjunta de
políticos de usurpación y autoritarismo que comportaba una amenaza para las libertades del Inglaterra, Francia y Rusia en 1827 para ayudar a Grecia insurgente que luchaba por
hombre y para la paz del mundo. reivindicar su independencia de Turquía y que obligó a ésta a reconocer la independencia
griega en 1829.334 O la intervención, ya sin el concurso de Francia, para ayudar a los
A la luz de un concepto canónico, irrestricto de la soberanía del Estado, las dos guerras turcos a reprimir la sublevación egipcia que culminó con el tratado de la «cuádruple alianza»
mundiales han sido violatorias del derecho que al tenor de la perceptiva clásica se de 1840.335 O la intervención de la guerra de Crimen de 1854 a 1856 contra los planes de
denomina «souveraineté exteriéure» y la «souveraniéte intérieure»; atenido el distingo a las dominación de Rusia en Turquía; o la dominación en este último país, a raíz de las
ejemplificaciones que el célebre tradista Carlos Calvo hizo famosas.327 sublevaciones de Bosnia y Herzegovina; motivo de la guerra turco-rusa cuya culminación
fue el Congreso de Berlín de 1878, bajo la égida de Bismarck, que franquea el camino hacia
Dicen los manuales elementales de Derecho Internacional Público: la total independencia de Servia, Rumania y Montenegro.336

Chaque Etat peut librement choisir sa constitution politique, déterminer la forme de son Y en nuestra época, las «intervenciones colectivas» de 1918 y 1919 en Rusia para derrotar
gouvernement, organiser son administration sans se préoccuper de l'opinion des autres a la revolución y ayudar a los ejércitos blancos que atacaron a los soviets o
puissances.328 combinadamente, encabezados por Boris Savinkov quien se apoderó de Yeroslav, por
Kolchach que dominó Siberia, por Yudenich que atacó inútilmente Petrogrado desde
Y según esta pauta es irrecusable que Alemania, Italia y el Japón –del mismo modo que sus Estonia, y por Deninkin desde el suroeste, sustituído después de su derrota de Orel por
satélites España y Portugal– habían escogido sus constituciones políticas, determinando las Wrangel en Crimea, los contrarevolucionarios rusos recibieron decidido apoyo de Inglaterra,
formas de sus gobiernos y organizado sus administraciones sin preocuparse de la opinión Francia, Japón y Estados Unidos. Tropas británicas se apoderaron de Arcángel; regimientos
de otros poderes. Es decir, habían ejercido su derecho de soberanía interior y el de su franceses, japoneses, británicos y norteamericanos tomaron Vladivostok y ayudaron a la
soberanía exterior y, a su manera, se habían sujetado a las reglas teóricas generales de la ocupación de Siberia por los checos. Por su parte Francia con unidades de su escuadra y
independencia de los Estados. contingentes de desembarco se adueño de Odessa.337

Hitler, Mussolini, Tojo y sus aliados régulos Franco y Salazar, estaban acogidos a aquel Cuanto a la «intervención unilateral» los casos son numerosos en la política internacional
principio absoluto de soberanía categórica que aprovechaban para cohonestar sus brutales europea y harto desconocidos en la historia de las relaciones interamericanas. En uno y en
despotismos. Todos aquellos alardeaban ser portavoces de «sus pueblos», aunque de otro continente las «intervenciones unilaterales» se han producida ya bélicas, ya
éstos apenas fuera permitida una sola y regimentada voz. De tal suerte, los regímenes financieras, y deparan procedimientos de diversa tipología: en 1830 Francia interviene en
autoritarios cohonestaban sus métodos de terror, sus delitos de genocidio, socapa de Bélgica y ayuda a los rebeldes a ganar su independencia.338 Las intervenciones de Francia
procedimientos autonómicos y lícitos de Estados «soberanos» celosos de su seguridad en Austria y en Italia,339 la de Rusia en Austria para ayudarla a reprimir la rebelión de
interna. Vale decir como cualquier general usurpador de Indoamérica... Hungría,340 son otros hechos inmemorables. Y en el campo puramente diplomático, se
recuerdan la intervención oficiosa en 1851 de Prusia y Austria cuando instan al rey de
Ello no obstante, la participación norteamericana en ambas guerras dio a éstas su Piamonte a cambiar su sistema de gobierno, ingerencia que es rechazada,341 o, en 1856,
significado de cruzada, de «intervención colectiva» en la soberanía de los Estados cuando Inglaterra y Francia invitan al gobierno de Nápoles a modificar su manera de
totalitarios y en sus «asuntos internos» o «domésticos» según el tópico decir.329 ¿Cuál era administrar y, al ser desoídos, retiran sus embajadores.342
su título? La defensa de los derechos humanos, de las Cuatro Libertades de la democracia,
sin las cuales no puede darse una perdurable paz. Más definidas intervenciones imperialistas europeas de otros continentes son las de
Francia, Rusia y Alemania en la guerra chino-japonesa de 1894,343 las ya referidas
La «intervención colectiva» –que en los tiempos modernos tiene un antecedente europeo anteriormente expediciones armadas de Francia y España en México, Perú y Chile, de
antidemocrático– surge con la «declaración de Pillnitz», emitida por el emperador de mediados de siglo XIX,344 y la de Gran Bretaña, Alemania e Italia en Venezuela, el año
Alemania y el rey de Prusia en 1791, la cual da origen a la alianza monárquica contra la 1902 con el consentimiento del presidente Theodore Roosevelt. Esta última dio origen a las
Revolución Francesa. La primera victoria de está deja su hito histórico en la crucial batalla célebres Doctrina Drago ampliatoria de la Doctrina Monroe, al negar el derecho de
de Valmy, el 20 de Septiembre de 1792 que Goethe marca con famosas palabras.330 intervención militar en los países americanos a causa de préstamos impagos.345 Pero
Aparece así «la nación en armas», del soldado-ciudadano que reemplaza al soldado Indoamérica, al inaugurarse la política imperialista impuesta por el Partido Republicano, a
profesional, defendiendo a la Francia revolucionaria intervenida. Y la «coalición» que por partir de la presidencia de Theodore Roosevelt, se vio enfrentada al problema de la
consecuencia de la muerte en el cadalso de Luis XVI formaron con Austria y Prusia, «intervención unilateral», financiera, política y militar por parte de los Estados Unidos. Y ya
Inglaterra, Holanda, España, las dos Sicilias y el Papa en 1793,331 define su carácter se ha visto cómo para designar esta forma de intervención norteamericana, inventó el
intervencionista. Fue la respuesta al decreto de la Convención Nacional francesa del 19 de secretario de estado, Charles Evans Hughes, un marbete al uso: «interposición temporal»
noviembre de 1972, por el que se prometía a los pueblos que quisieran «recobrar su con éstas muy dicientes palabras cuyo texto es importante repetir:
libertad» «sécours et fraternité». Después con el objetivo expreso de derrocar a la dinastía
napoleónica y circunscribir a Francia dentro de sus fronteras tradicionales se forma la La dificultad, si alguna existe, en cualquiera de las repúblicas de América no es la agresión
«cuadrúple» o «Gran Alianza» concertada por los Tratados de Chaumont y París de 1814 exterior. Es una dificultad interna. De vez en cuando surgen situaciones deplorables que
ratificada en Viena. Y en 1915 se firma el enunciado de la célebre Santa Alianza –que todos lamentamos, en las que la soberanía se suspende, en cuyo transcurso no existe
consagra el derecho de intervención para la defensa de los principios legítimos al mismo gobierno alguno, en que durante un tiempo y dentro de una esfera limitada, no existe la

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posibilidad de ejercitar las funciones de la soberanía y de la independencia. Pues bien, es pueden ser holladas por cualquier general asaltante del poder que suplanta la soberanía
un principio de Derecho Internacional que en tal caso, un gobierno se halla plenamente popular con las bayonetas, no hay principio democrático que sea valedero y permanente. Y
justificado para proceder a lo que yo llamaría una interposición de carácter temporal, con el si alguien protesta desde dentro del país sojuzgado, su grito será ahogado en sangre. Y si
objeto de proteger vidas y bienes de sus connacionales. Podría decir que ello no constituye alguien denuncia desde más allá de las fronteras del Estado oprimido, a la tiranía totalitaria
una intervención...346 que conculca los derechos humanos y que consuma actos de genocidio y agresión contra
un pueblo, el tirano invocará la «soberanía absoluta» o inviolable del Estado que él
Con no poco fundamento la opinión pública indoamericana ha llegado a repudiar en forma personifica. Y contará con el obsecuente coro encomiástico de los gobiernos americanos –
radical, absoluta y casi supersticiosa la palabra y el concepto «intervención». Pero ante la comenzando por el de Washington– y se declarará campeón del sagrado dogma
paladina indispensabilidad de aceptar el principio de la «intervención colectiva» para la panamericano de que «toda intervención es ilícita».356
defensa de la democracia –objetivo triunfante de las dos guerras mundiales de este siglo y
condición ineludible de todo sistema democrático interestatal o intercontinental–, se ha Para posibilitar el buen éxito de esta falacia jurídica que otorga carta blanca a los
tentado el hallazgo de una nueva y forzada semántica para no llamar a las cosas por su aventureros armados, expugnadores del poder público en Indoamérica, se introdujo
nombre; lo cual sólo ahonda la confusión de conceptos que es característica en nuestra cautamente en la Conferencia de Bogotá una resolución disimulada en el Acta Final bajo un
babélica jurisprudencia interamericana. Ciertamente resulta bastante difícil convenir con el título de cándida traza: «Derecho de Legación», la cual lleva el número XXXV. Según ella,
sutilísimo distingo del ilustre secretario general de la OEA, doctor Alberto Lleras Camargo «el establecimiento o mantenimiento de relaciones diplomáticas con un gobierno, no
cuando asevera: envuelve juicio acerca de la política interna de ese gobierno».357 Y traducido al neto
lenguaje de los hechos, aquel galimatías o cultiparla «jurídico-diplomática» de tan inocua
La única intervención lícita en los asuntos internos o externos de un Estado, es aquella que facha, quiere decir que los gobiernos de facto, los derrocadores, de los regímenes
se realiza de acuerdo con los tratados vigentes, para mantener la paz y la seguridad cuando democráticos, los genocidas, los estranguladores de los derechos humanos, los totalitarios
quiera que ellas sean amenazadas por el Estado que es objeto de la acción colectiva. Mejor que implantan el terror dictatorial –siempre que se comprometan a reconocer «los tratados
aun la acción colectiva en este caso no es intervención, de donde se deduce que toda internacionales», o sea que no afecten o amenacen determinados e importantísimos
intervención es ilícita.347 intereses financieros industriales o comerciales– pueden obtener reconocimiento
diplomático de cualesquiera de los Estados americanos.358 Y con esta inocentísima
Porque toda acción individual o colectiva, de uno o varios Estados, en los asuntos de otro u proposición, furtivamente colada por los delegados de Washington –a cuyo voto aprobatorio
otros, es intervención. Y, etimológicamente, resultaría más adecuado aún el substítuto contribuyeron con ingenuo entusiasmo algunos personeros de gobiernos democráticos
«interposición» astutamente escogido por Mr. Hughes, que el de «acción», aún cuando a indoamericanos que a poco iban a ser víctimas de los arteros cuartelazos estimulados por
ésta se le confiere adjetivalmente la denotación «colectiva». aquella resolución– la suerte de la democracia representativa quedó sellada en el
hemisferio. Fue una típica maniobra de viejo corte panamericanista no derogada en la X
Lo que importa es empezar por distinguir la buena o lícita, de la mala o ilícita intervención. Conferencia de Caracas. Seguramente, si hubiese vivido a la sazón el presidente Roosevelt
Pues ésta es siempre la unilateral y de antojo del más fuerte –la «letra en blanco entregada no habría sido siquiera intentada en Bogotá: por lealtad elemental a los principios
solamente a los poderosos para que la hagan efectiva de acuerdo con sus conveniencias», democráticos apenas ganados al precio sangriento de millones de vidas, y por decencia
según las justas e iluminadoras palabras del propio doctor Lleras Camargo–348 y aquélla es política de Buena Vecindad.
también «la única intervención lícita en los asuntos internos o externos de un Estado... que
se realiza de acuerdo con los tratados vigentes para mantener la paz y la seguridad».349 El Plan Aprista para la afirmación de la democracia en América –publicado más de cuatro
Vale observar sin embargo que, ante todo, debería justificarse esa intervención colectiva años antes del final de la guerra– fue previsor en su dispositivo de una coordinación
cuando se trata de defender la existencia misma del régimen democrático indesligable de la interamericana no sólo organizada mediante representaciones de los gobiernos y sólo de
soberanía popular; sin cuyo libre ejercicio el Estado carece institucionalmente de soberanía ellos. Como se ha visto en el texto del Plan reproducido en el capítulo anterior, las normas
nacional; por cuanto el gobierno no puede ostentar el real mandato del pueblo que usurpa. estatutarias del sistema interamericano debían discutirse y sancionarse en asambleas más
Y es en este caso usurpación flagrante –el más frecuente y desmoralizador tipo de atentado vastas, genuinamente representativas de los Estados americanos y de sus pueblos, es
contra la democracia en nuestro Continente– que debe producirse la «intervención decir, de los gobiernos y de los grandes partidos políticos –sin los cuales la democracia no
colectiva» con plenaria licitud. Empero, los restringidos propósitos del Tratado puede llamarse tal–, de los parlamentos y de las universidades y de las confederaciones de
Interamericano de Asistencia Recíproca de 1947,350 de la Carta de Organización de los trabajadores. Pero aconteció que fueron exclusivamente los gobiernos –muchos de ellos
Estados Americanos y del «Pacto de Bogotá» de 1948,351 se refieren exclusivamente a originados en el proditor «cuartelazo», o en el delictuoso fraude electoral, y todos éstos
«agresiones externas» –que pueden ser de fuerza o no–, de un Estado contra otro, y que dictatoriales y con paladinos antecedentes filofascistas– los que súbitamente tornáronse
pongan en peligro la paz de América desde nuestro hemisferio o fuera de él.352 Y es aquí subcampeones de la democracia y cooperantes entusiastas de las declaraciones, pactos y
donde aparece la debilidad del llamado sistema interamericano cuyo objetivo prevaleciente tratados que dieron vida al nuevo sistema. De suerte que éste no podía ser sino resultante
es «mantener la paz y la seguridad del continente»353 y no proteger la integridad y de voluntades y propósitos mayoritariamente antidemocráticos; paramentados con la
seguridad del ordenamiento democrático basado en el intangible respeto de los derechos conocida fraseología oficialista de loas a la libertad, tan de uso entre los peores tiranos
humanos y cívicos. Pues si bien se anuncia en la Carta de Organización de la OEA que «la criollos, cuando hablan para que Washington las oiga. Así se entiende por qué en la
solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen requieren Conferencia de México y en la Revolución de Chapultepec asomen juntos conceptos
la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia jurídicos contrapuestos; parchado todo ello con votos líricos de la más gastada literatura
representativa»354 –se proclaman los «derechos fundamentales de la persona panamericanista. Y es que los gobiernos indoamericanos fueron empujados a prisa por los
humana»,355 y se señalan los que ésta tiene al bienestar, al trabajo y a la cultura, sin acontecimientos a encarar las consecuencias de la derrota del totalitarismo nazifascista. Y
distinciones de ningún género–, todo ello no es sino un conjunto de votos líricos tan así compelidos a confrontar la nueva realidad que les imponía la decisión de los «Tres
hermosos como quiméricos en la mayor parte de nuestras repúblicas. Porque confiados el Grandes» de dotar al mundo de postguerra de una organización internacional, que
cumplimiento y la tutela de aquellos preceptos a los gobiernos cuyas normas democráticas disolviera lo que quedaba de la frustrada de Ginebra, y levantara sobre sus ruinas una más

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eficiente. Atenidos a lo diseñado en sus dispositivos fundamentales en Dumbarton Oaks, los régimenes militaristas y totalitarios, violadores de los derechos humanos, delincuentes de
Estados indoamericanos debieron reunirse casi improvisadamente a fin de formular, sin genocidio y enemigos de la paz mundial.
mayor estudio, los lineamientos generales de un sistema interamericano que a las claras
adolece de graves vicios de superficialidad. De la reunión de México, inaugurada el 21 de Por otra parte, tampoco puede entenderse cómo consideran hacedera, los declarantes de
febrero de 1945, dice con laudable franqueza el Dr. Lleras Camargo lo que de ella debe Chapultepec, «la unión y la solidaridad de los pueblos americanos para la defensa de sus
saberse: derechos y el mantenimiento de la paz internacional», si sus gobiernos se aferran una
concepción decimonónica y absolutista de la soberanía del Estado. Habida cuenta de que
Esa reunión se realizó bajó la influencia de un hecho decisivo... Este hecho era la Carta de ella se basa en los mismos sofismas que sirvieron de asidero a los Estados monolíticos y
Organización de las Naciones Unidas, cuyos proyectos elaborados en Dumbarton Oaks por autoritarios, como el del militarismo kaiseriano y el nacional-socialista de Hitler, o el fascista,
representantes de grandes poderes que estaban librando su lucha contra el Eje, estuvieron o el japonés –contra cuyas tiranías se emprendieron las cruzadas intervencionistas
a la consideración de los delegados de los Estados Americanos durante todo el tiempo de la triunfantes en 1918 y 1945, que derrotaron y abolieron aquellos sistemas políticos enemigos
reunión de Chapultepec. De no haber existido la Carta de la Organización de las Naciones de la libertad del hombre–, cabe preguntar: ¿cómo puede ser conciliable el anhelo
Unidas, es posible que el sistema interamericano hubiera podido continuar su evolución democrático de «la unión y solidaridad de los pueblos americanos» con la supervivencia de
gradual y su crecimiento biológico, modelado solamente por las circunstancias, las un concepto antidemocrático de la soberanía del Estado? Y ¿cómo se concertan «la
experiencias y las necesidades.359 defensa de los derechos de los pueblos americanos y el mantenimiento de la paz
internacional», dado que prevalezca el concepto categórico, y totalitario, de la soberanía del
Vale decir por la rutina. Pero como el mudo avanzaba, a la sazón, con el acelerado compás Estado, que se opone al derecho de los pueblos y es una amenaza para la paz, cual lo
marcado por el ritmo de acontecimientos precipitantes, los gobiernos de Indoamérica demuestran las dos últimas guerras?
debieron, aunque siempre a la zaga, apresurar el paso. Si bien lo hicieron
impreparadamente. Tanto aquellos que de verdad encarnaban la soberanía del Estado El Estado imperial militarista alemán, causante de la guerra de 1914-1918, y los Estados,
legítimamente emanada de la soberanía popular –que eran los menos–, cuanto los otros: también militaristas, del Nacional-Socialismo de Hitler, del Facismo de Mussolini, y el
los dictadores y totalitarios, los castrenses y profacistas. Y fueron éstos -los más- quienes japonés –integrantes del Eje antidemocrático que desencadenó la guerra de 1939-1945–,
se atrincheraron en sus viejos palenques de «soberanía absoluta» y de «no intervención», erigieron sus absolutismos enhestando un concepto de soberanía que no emanaba del
arrimo socorrido de nuestros déspotas para cohonestar su inmunidad e impunidad. Pueblo, sino del Estado mismo, como dogma y mito. Era el tipo de Estado horizontal
formado por capas sociales superpuestas y subyugadas, las de abajo, por las presión
Ante tales dogmas, resultaba tabú intentar siquiera un discrimen. La tesis Rodríguez Larreta perpendicular del poder impuesto desde arriba. Y esa noción de soberanía se sustenta,
sobre «intervención colectiva» –que vino a ser coincidente con la del Plan Aprista de 1941, como el Estado mismo que ella erige, ya fundamentada en «el derecho divino de los
pero sin la fundamentación que la habría hecho, en mi sentir, irreparable– fue obviamente reyes»,361 ya en el dogma falaz del «Führerprinzip» dictatorial. Su raison d'etre es la fuerza
considerada peligrosa. Así se explica que tanto la llamada Acta de Chapultepec como la y el despotismo; y, precisamente, su pretensa infatibilidad se atiene a la interpretación
Declaración de México incorporen dentro de una misma lista de propósitos los más absolutista de su soberanía.
antagónicos postulados. De esta suerte, simultáneamente con el enunciado de los derechos
y deberes del novel dictado, se les acuñan aquí y acullá sus negociaciones. De todo lo cual Por el contrario, la soberanía interdependiente del Estado democrático contemporáneo es,
resulta que el pomposamente llamado sistema interamericano carece de una ilación lógica, como la democracia misma, vertical. Va de abajo a arriba y proviene de la soberanía
por ende de una filosofía, norma y condición de todo sistema jurídico en el sentido esencial popular, sin cuya plena vigencia aquélla no puede existir. Y es interdependiente por hallarse
de este concepto. Por manera que la proyectada Organización de las Repúblicas limitada por la soberanía de los otros Estados; y por su tendencia manifiesta hacia el
Americanas no podía ser sino una agrupación formal de veinte Estados dispersos, fortalecimiento de entidades super-estatales. Así, la organización de las Naciones Unidas es
polarizada por la vecindad mayestática de una federación compacta de cuarenta y ocho un prototípico caso de limitación progresiva de la soberanía absoluta de los Estados y del
Estados coherentes. En resolución, un activo y puntual conglomerado burocrático cuyas son reconocimiento del derecho de intervención colectiva en resguardo de la democracia y de la
no pocas actividades laterales eficientes, a no dudarlo, excelentemente intencionadas, pero paz.
no la expresión de un sistema orgánico. Cuando «los gobiernos representados en la
Conferencia Interamericana sobre los problemas de la Guerra y de la Paz» afirman en sus Aparece aquí claro cómo lo que importa a un Estado representativo de la libre
primeras proposiciones considerativas del Acta de Chapultepec: determinación de su pueblo, es demostrar su legitimidad soberana en el ejercicio libre de su
democracia, y engranar la inter-relación de la soberanía popular con la del Estado dentro de
Que los pueblos americanos animados de profundo amor a la justicia (sic), permanecen una sistematización interdependiente con los demás Estados. Tanto en la conformación de
sinceramente adictos a postulados del Derecho Internacional (sic)... entidades federativas regionales, cuanto, y como parte de ellas, para la estructuración de un
poder supremo ecuménico o supra estatal.
Que la nueva situación del mundo hace cada vez más imperiosa la unión y la solidaridad de
los pueblos americanos para la defensa de sus derechos y el mantenimiento de la paz
internacional, etc., etc. 360

e insisten en la condenación de la intervención de un Estado en los asuntos internos de otro


Estado, es muy difícil saber a qué Derecho Internacional prestan aquella exaltada adhesión
de «profundo amor»: si al Derecho Internacional basado en la soberanía irrestricta de los
Estados, o al que reconoce la soberanía interdependiente de ellos. Porque ésta es la norma
de convivencia entre las naciones, derivada de las dos últimas guerras mundiales: cuyas
características, tal queda dicho, son las de la intervención colectiva en la vida interna de los

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TOMO III

IDEOLOGÍA APRISTA

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