30 Años de Aprismo
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30 Años de Aprismo
Aprismo
fuerte presión comunista y del ambiente de fácil optimismo, frecuente en tales asambleas,
I. EL ANTI-APRISMO COMUNISTA mantuvimos nuestra posición ideológica y el carácter del Apra como organismo político
autónomo tendiente a constituirse en Partido. De nuevo el artículo de «The Labour Monthly»
se leyó y comentó. En los debates nos opusimos a quedar incluidos bajo el comando de la
El APRA es un movimiento autónomo indoamericano sin ninguna intervención extranjera Liga Antimperialista Mundial que, sabíamos, era una organización enteramente controlada
(De mi artículo What is the Apra? de The Labour Monthly, Londres, diciembre, 1926, vol. 8, por la III Internacional, no para interés de la lucha antimperialista sino para servicio del
N° 12, p. 756, cit. en El Antimperialismo y el Apra, México, 1928. 2a ed. Santiago de Chile. comunismo.4
1936, p. 33).
A lo largo de 25 años, el movimiento aprista ha debido arrostrar a tres poderosos adversarios: Y después de hacer recuento de los debates de aquel Congreso y narrar sucintamente
el feudalismo plutocrático en el campo nacional y el imperialismo y el comunismo en el cómo logramos que en su asamblea final votara –tal lo hizo–, nuestra tesis de «los Cuatro
internacional; en el Perú, la amalgama de los tres ha formado un empedernido frente Sectores» o zonas de influencia del imperialismo en Indoamérica –que aparece en mi libro
reaccionario contra el cual los apristas hemos luchado y luchamos. Por la emancipación de la América Latina (Buenos Aires, 1927) – cierro la somera reseña
de la participación aprista en el Congreso de Bruselas con este agregado:
Como el orden en que acabo de presentar a los tres coaligados adversarios del aprismo no
hace al caso –que los tres han sido y son a porfía encarnizados e inconciliables– vale Bruselas definió, pues, la línea teórica aprista y planteó bien claramente nuestras
comenzar por el comunismo. Y lo hago así por la obvia razón de que para no pocos la diferencias con el comunismo. Era de esperarse que desde entonces el Apra fuera blanco
conocida postura antiaprista del comunismo resulta inexplicable. de críticas acerbas. Para el comunismo no puede existir otro partido de izquierda que no
Viene a guisa de lema de estas páginas una declaración que fue inclusa en un artículo mío sea el oficial de la III Internacional de Moscú, de ortodoxia stalinista. Toda organización
publicado en 1926 por la conocida revista The Labour Monthly, de Londres, bajo el título de política que no comanda Moscú debe ser execrada y combatida. Después del Congreso de
What is the Apra?, en el cual explicaba muy a grandes rasgos al público británico –lector en Bruselas de 1927, lo fue el Apra.5
gran número de ese vocero oficial del Partido Laborista–, lo que es el Apra. Al comentarla,
más tarde, escribí, ya en 1928, en el capítulo II de mi libro El Antimperialismo y el Apra: No olvide, quien se tome el trabajo de seguir ese capítulo, que la diferencia básica entre el
Desde el primer momento el Apra apareció como «un movimiento autónomo aprismo y el comunismo arranca de un postulado normativo de nuestra filosofía: la
latinoamericano sin ninguna intervención extranjera», como se dice en el artículo. Esta disparidad de las evoluciones históricas de Europa y de Latino o Indoamérica y,
declaración significaba, sin lugar a dudas, que la nueva organización no estaba sometida, ni consiguientemente, la diferencia de los problemas económico-sociales, europeos e
iba a someterse nunca, a la tercera, a la segunda, o a cualquiera otra internacional política indoamericanos. Partiendo de esta premisa –sin duda indisputable–, nuestra conclusión
con sede en Europa; y definía así su fisonomía de movimiento nacionalista, unionista y deviene clara: si los problemas económico-sociales de Europa e Indoamérica son
antimperialista indoamericano.1 diferentes, las soluciones deben también ser diferentes.
Esta tesis abona los siguientes conceptos que aparecen en el prólogo del mismo libro El
En aquel mismo libro de 1928 –y en el mismo capítulo II– compendio los fundamentos de Antimperialismo y el Apra, los cuales corroboran el enfoque histórico-social del aprismo y
esta autonómica acción aprista. La cual se respalda en nuestra originaria filosofía política esclarecen mejor aún nuestra discrepancia de la concepción comunista:
que considera a «las características muy peculiares de América, social, económica y
políticamente» y «su completa diferencia de la realidad europea», consecuentemente, «la ...tanto el comunismo como el fascismo son fenómenos específicamente europeos,
necesidad de enfocar los problemas americanos y especialmente los indo o ideologías y movimientos determinados por una realidad social cuyo grado de evolución
latinoamericanos en su total extensión y complejidad».2 Y para concluir asevero –al económica está muy lejos de la nuestra... Reconocer que la relación de Espacio y Tiempo
historiar mis conversaciones con los líderes comunistas rusos en el verano septentrional de para apreciar estas fases y grados de evoluciones, es imperativa. Y admitir que siendo las
1924–, cómo: realidades diversas, diversos han de ser sus problemas y por ende las soluciones: en
síntesis, ubicar nuestro problema económico, social y político, en su propio escenario, y no
... estas opiniones, ya emitidas personalmente en charlas con Lunacharstky, Frunze, pedir de encargo para resolver las doctrinas o recetas europeas como quien adquiere una
Trotsky y otros dirigentes rusos, me determinaron, después de una serena y muy minuciosa máquina o un traje. No reincidir en la palabrería demagógica de nuestros comunistas y
visita al gran país de los Soviets, a no ingresar al Partido Comunista, por creer, como creo, fascistas criollos que sólo producen hasta hoy «lugares comunes de la mayor vulgaridad».6
que no será la III Internacional la que ha de resolver los graves y complicadísimos
problemas de Indoamérica... De aquí que el aprismo –tal queda planteado desde su fundación, y tal lo enuncia
netamente mi libro de 1928, de cuyas páginas voy tomando estas citas para demostrar la
Entiendo yo que convencidos de que por nuestra declaración proclamando al Apra como consecuencia invariable de nuestra línea política con las ideas germinales de nuestra
«un movimiento autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e influencia doctrina jamás abandonada– no aceptó nunca el marxismo como un artículo de fe. Vale
extranjera», los comunistas perdieron totalmente sus esperanzas de captar el nuevo decir a la manera de «los patriarcas criollos de la ortodoxia marxista»,7 para quienes ésta
organismo: el Apra, así, no podía servir de instrumento al comunismo.3 es un conjunto de «preceptos sacrosantos de un credo que ellos consideran absoluto,
estático, inviolable».8
Completo mis referencias sobre «el Primer Congreso Antimperialista Mundial que se celebró
en febrero de 1927 en el Palacio de Egmont de Bruselas», al cual asistí, y comento siempre Y en el mismo capítulo, del cual copio lo anteriormente entrecomado –que es el VI de mi
en el contexto del capítulo II de El Antimperialismo y el Apra: libro de 1928– puntualizo, que si bien Plejanov había llamado al marxismo «toda una
concepción del mundo», «concepción no es dogma, y en la concepción marxista el principio
La influencia y el contralor del Partido Comunista resultaron inocultables en aquella de la negación de la negación es primordial y permanente»:9 o sea que «todo fluye, se
asamblea que reunió a las más ilustres figuras del izquierdismo mundial. A pesar de la niega, deviene, todo está en eterno retorno. En él se funda la dialéctica de la vida y de la
Y quedan subrayados los conceptos atañederos al divisionismo de nuestras repúblicas .....el Apra coloca el problema imperialista en su verdadero terreno político. Plantea como
como una expresión de feudalidad criolla; calcada también del jacobinismo nacionalista primordial la lucha por la defensa de nuestra soberanía nacional en peligro. Da a este
burgués europeo, producto de la Revolución Francesa, para probanza de lo que ha sido postulado un contenido integral y nuevo. Y señala como primer paso en el camino de
dicho, a saber: que la clase feudal indoamericana aprovechó las ideologías revolucionarias nuestra defensa antimperialista la unificación política y económica de las veinte repúblicas
foráneas hasta donde les fueron ventajosas. Así acontenció con las altas aspiraciones en que se divide la gran nación indoamericana.71
unionistas de Bolívar o con los propósitos antiesclavistas del humano San Martín,68 o con
los planes sociales de Hidalgo y singularmente de Morelos. Bolívar concibió la Revolución Y para distinguir más todavía el angular enunciado anterior se dice de «los dos primeros
de la Independencia en dos grandes etapas que debían cumplirse sucesivamente: la de la lemas del programa máximo del Apra que se complementan entre sí: acción conjunta contra
liberación primero y la de la unificación después. Pero como la vida no le alcanzó, y como él el imperialismo y para la unificación económica y política de los pueblos
encarnaba la revolución en la que ésta era designio abnegado y glorioso, tras su muerte, o indoamericanos».72
ya desde las vísperas, la apostasía alevosa –que empieza con Páez, con el espantoso
asesinato de Sucre y con el atentado de Bogotá–, oscurece el sueño bolivariano con una En otros términos, que para el aprismo la primaria acción antimperialista es la federación de
nube sangrienta. La previsora tentativa de la federación indoamericana que debió coronarse las veinte repúblicas de Indoamérica. Y que no es dable resistir al imperialismo sino
en el Congreso de Panamá, fue suplantada por la «balcanización» cuartelera de nuestras cumpliendo la obra de la unidad indoamericana; ni vale llamarse antimperialista si no se es
tiranizadas repúblicas. Contrastando con la visión profética de los padres de la Revolución un sincero y militante unionista:
Norteamericana -para quienes la liberación y la unificación fueron indesligables condiciones
y hegemonía futura de su república continental- nuestras clases feudales y sus esbirros Tender a la unificación de los países indoamericanos para formar un gran organismo
imitaron a los países europeos en el divisionismo belicista. El cual había de desembocar en político y económico que se enfrente al imperialismo –tratando de balancear un gigantesco
las guerras mundiales del siglo XX y en el derrumbe de los estados nacionales militaristas, poder para el contralor de la producción en nuestro suelo– es sin duda la tarea inicial y
desangrados y disminuídos ante el poder de las vastas uniones de los pueblos-continentes. necesaria del Apra antes y después de su victoria política en cualquiera de nuestros
países.73
Vale decir que como «primera etapa del capitalismo», el imperialismo determina la Esa «revolución social –no socialista»–, según aconsejaba mi libro de 1928, debería tener
emergencia en nuestros países de la clase proletaria industrial; aunque por el tipo peculiar en cuenta el proceso de la Revolución Mexicana, sobre cuyas hazañosas peripecias escribí
de este industrialismo –no siderúrgico, no manufacturero, no de masiva producción pesada– entonces:
ese proletariado está muy lejos de deparar las mismas características, y de alcanzar la
misma experiencia y la misma conciencia de clase que los antiguos y calificados Ninguna experiencia histórica, en verdad, más cercana y más aprovechable para los
proletariados de los países imperialistas de culminante industrialismo; como en Europa y los indoamericanos, que la que nos ofrece México. En mi concepto la Revolución Mexicana es
Estados Unidos. Nuestras clases obreras industriales –de industria semi-colonial de materia nuestra revolución; es nuestro más fecundo campo de ensayo renovador. Sus aciertos y sus
prima– presentan otra caracterología.90 errores, sus fracasos y sus buenos éxitos, sus contradicciones y sus impulsos constructivos,
han de derivar para nuestros pueblos las más favorables lecciones... A las puertas del más
Luego, el imperialismo como fenómeno económico, «como primera etapa del capitalismo en poderoso e imperialista país de la tierra, México ha hecho lo que su realidad le ha permitido
Indoamérica» –etapa de ineludible industrialización progresista– es tan peligroso cuanto hacer... Y no hay que olvidar que México en su lucha revolucionaria por su independencia
necesario. Con él corremos los riesgos de la sujeción, pero sin él sería inevitable el económica fue hasta donde pudo ir solo. Ningún país aislado de Indoamérica podría haber
estancamiento y la retrogradación.91 ido más lejos. Esa es la primera lección que nos ofrece la Revolución Mexicana. Sus
limitaciones y sus derrotas son características de un pueblo que lucha aisladamente por
Sentadas las proposiciones precedentes se puede inferir que para los pueblos libertarse del imperialismo y de sus aliados internos, bajo la presión del poder formidable y
indoamericanos arrostrar el imperialismo es como defenderse de la inundación, pero sin próximo de su gran enemigo.95
hacer desaparecer el agua. Y con este adelantado parangón traslaticio se remarca una de
las basales enunciaciones apristas, discrepantes de las que sirven de asidero a las tesis del Pero México no ha resuelto aún muchos de sus graves problemas y corre el riesgo de caer
comunismo sobre el fenómeno imperialista. Las cuales tienden a dirigir la acción o en la estagnación o en el retroceso... El imperialismo es ahora un riesgo terrible para
revolucionaria a cegar los veneros y matrices mismas de todo el sistema de producción México y sólo se salvará de él por golpes de instinto o de rebeldía, o por un estudio
capitalista del cual el imperialismo es un tramo de caudalosas y dilatadas difluencias. Mi científico y una dirección más segura y sabia de su política, que en esta lucha no puede
libro de 1928 deja esclarecido con toda netitud que el capitalismo industrial que viene estar desligada del concurso revolucionario de los demás pueblos latinoamericanos.96
importado a Indoamérica con la etapa imperialista es incipiente, joven y de tipo colonial o
semi-colonial; que él es incomparable, tanto por su origen cuanto por su tipo de producción, Al denotar las enseñanzas que la Revolución Mexicana ofrece a la historia política de
con el capitalismo industrialista de las zonas del mundo en que ese régimen económico ha Indoamérica debo detenerme, siquiera brevemente, en estas observaciones que ya desde
culminado, y que, consecuentemente, ese capitalismo imperialista determina la aparición de 1924 me atreví a formular acerca de aquel histórico acaecimiento americano: «...Sucesión
una clase proletaria industrial, también distinta de la antigua y ya orgánicamente establecida maravillosa de improvisaciones, de tanteos, de tropezones, salvada por la fuerza popular,
clase proletaria industrial europea. Y esgrimiendo como arma argumental contra las por el instinto enérgico y el valor indómito del campesino revolucionario»,97 el caso de
generalizaciones comunistas sus propias enseñanzas marxistas –según las cuales el México nos demuestra que el inmenso poder del imperialismo –y del feudalismo su aliado–
sistema capitalista sólo puede ser extirpado por la obra revolucionaria de los proletariados «no puede ser afrontado sin la unidad de los pueblos indoamericanos».98
industriales de los países altamente evolucionados, donde la conciencia de clase y la
fortaleza organizativa hagan posible tal transformación– mi libro aduce: Esta es la primera y aleccionadora inferencia de la revolución agraria de México que el Apra
recoge. Por cuanto aquel movimiento, con la Reforma Universitaria, son dos sobresalientes
que la abolición radical del sistema capitalista no puede cumplirse sino donde el capitalismo sucesos continentales de este siglo, ambos precursores del aprismo. Pues del primero
ha llegado al punto cenital de su curva, vale decir en los grandes países que marchan a la arranca la corriente revisionista hacia la emancipación de nuestro «coloniaje mental», hacia
vanguardia de la industria mundial... No ha de ser, pues, en los países coloniales y semi- una nueva interpretación de la vida indoamericana; y del segundo, se derivan fecundas
coloniales, que recién viven su primera o sus primeras etapas capitalistas, donde el lecciones –en yerros y aciertos– legadas por una revolución social, que no socialista,
capitalismo pueda ser destruído...92 agraria, antifeudal y antimperialista.
De otro lado, la capacidad económica de los Estados Unidos no permite suponer el ocaso En mi libro de 1928 reiteré estos conceptos ya publicados anteriormente, desde 1924: la
próximo de su poderío, tan próximo que su caída significara nuestra emancipación insólita. Revolución Mexicana es el primer movimiento social de nuestro siglo; es anterior a la
Y aun suponiendo esto, la caída de los Estados Unidos por su fracaso militar en la revolución rusa y, claro está, a la china, aunque la prensa estadounidense de la facción
contienda con otro poder imperialista, ¿llevaría a Indoamérica a la libertad, o la reduciría a imperialista la llamara retroactivamente «bolchevique» y «comunista», del mismo modo que
la sumisión bajo un nuevo amo?93 sigue llamando hoy a todo movimiento democrático social de izquierda en Indoamérica.
Pero no es solamente una revolución agraria, anti-feudal, como ha llegado a llamársela en
Y citado todo lo precedente –que a no dudarlo previene cualesquiera objeciones de los acuñado tópico, sino algo más: es una revolución antimperialista, o un épico preludio de
europeizantes sin excepción de jaez político– viene a propósito una declaración central, ella. Este doble carácter de la Revolución Mexicana es, a mi entender, indivisible. Y tanto,
polémica pero realista, que tomo asimismo del libro doctrinario del Apra: que por él se explican las frustraciones de aquel singular movimiento.
Combatiendo las fantasías demagógicas de los profetas del comunismo criollo, que ofrecen El aprismo reconoció, pues, en la Revolución Mexicana su peculiar carácter social, no
en cada discurso paraísos rojos, el Apra sostiene que antes de la revolución socialista que socialista –aunque no pocos repetidores criollos de léxico europeo la llamaran
llevaría al proletariado –clase en formación en Indoamérica– nuestros pueblos deben pasar pomposamente así– y anotó, por ello, que «no es indispensable ser comunista para ser
Y a tales máquinas de embelecos –urdidos los unos para embriagar de fatua patriotería a Y asimismo advertía que si nuestros países no se unían, su destino iba a ser el de vasallos
los traficantes en el lucrativo fraude de hacernos creer que cada una de nuestras repúblicas de cualquier vencedor y no creadores de un mundo nuevo.118 Y todo ello para clamar una
era «la más rica del mundo» y «un universo en sí»,109 y los otros, para enajenar a los y mil veces que no había tiempo que perder; que el que se perdiese sería irrecuperable, y
calenturientos quimeristas, fanatizados con el mesianismo ruso–, hubo que responder que era deber inmediato de todos unir a nuestros pueblos. Admoniciones cuya valencia rige
discretamente: hasta hoy; especialmente la referente al tiempo irrecuperable y al papel de corifeo
reservado para nuestras veinte diseminadas –por tanto débiles y pospuestas– repúblicas
Antes que cualquiera de nuestros países lograra convertirse en un país capitalistamente indoamericanas en esta segunda posguerra.
autónomo, los Estados Unidos habrían conseguido dominar por completo su economía... De
otro lado, la capacidad económica de los Estados Unidos no permite suponer el ocaso Como puede recordarse, todos estos llamamientos realistas del aprismo fueron
próximo de su poderío...110 desvirtuados, adulterados y ahogados en oleadas de denuestos por la propaganda
comunista. A la vez que los defensores del imperialismo y del fascismo en Norte e
Aun cuando demos rienda suelta a la fantasía e imaginemos que (Indoamérica) llegara a Indoamérica nos llamaban «comunistas», éstos nos atacaban como «agentes del
formar un conjunto de potencias capitalistas rivales de los presentes imperios de Europa, imperialismo inglés» o simplemente imputándonos «fascismo».119 A esta doble acometida
América y Asia, tal hipótesis candorosa y complaciente presentaría las trágicas perspectivas se plegaron muchos llamados «intelectuales de izquierda», quienes juzgaban
de nuevas competencias y luchas incesantes y ruinosas.111 extremadamente audaz –pues para ellos resultaba irreverencia condenable– que
insistiéramos los apristas en nuestra emancipación de los patrones políticos de Europa. O
No necesitamos insistir, pues, en demostrar que históricamente no ha llegado Indoamérica que dudáramos de los oráculos rusos sobre la revolución social y la caída del capitalismo
a la hora de la dictadura proletaria, ni menos al comunismo sin clases y sin Estado...»112 para el próximo jueves; agüeros desacreditados desde 1919, que aparecían tan ilusivos
como el auspicio hitleriano, a poco prorrumpido, de que el imperio nazi-fascista perduraría
Aseveraciones éstas que hoy nadie discute –y, ¡no faltaba más!– pero que hace 25 o 30 mil años...
años levantaron desgañitada vocinglería opugnadora de la cual hay registro escrito en
buenos quintales métricos de papel impreso. El aprismo mantenía sus premisas: el capitalismo o sea la industrialización de Indoamérica
se inicia bajo la forma imperialista;120 nuestros pueblos no pueden destruir el sistema
Pero la doctrina aprista no quedaba allí. Sin pretender presciencia y sólo por inferencias capitalista cuyas raíces y núcleos focales están muy lejos de nosotros;121 el sistema
lógicas de nuestra interpretación histórica de los problemas mundiales atinentes a las capitalista por su capacidad económica «no permite suponer un ocaso próximo»;122 el
Américas –interpretación lograda desde nuestro escenario indoamericano, y sin repetir de comunismo con su dictadura del proletariado y sus soviets son impensables en
coro los dictados impartidos desde Europa– conjeturamos algunas proposiciones que años Indoamérica, cuya realidad socio-económica no es la rusa, y, «tanto el comunismo como el
y acaeceres han corroborado. Ante todo nuestra firme creencia en la inescapable caducidad fascismo son fenómenos específicamente europeos»;123 nuestra resistencia al
de la hegemonía de la civilización europea y, consecuentemente, en el desplazamiento de imperialismo no es en forma alguna una doctrina de chauvinismo contra el pueblo de los
su primer meridiano cultural a este hemisferio y nuestra indeclinable fe en un mundo nuevo Estados Unidos, porque el imperialismo es un problema económico;124 nuestra resistencia
que ha de surgir del Nuevo Mundo. Esta hipótesis ha sustentado y sustenta la conocida y antimperialista supone como «primer paso» la unión política y económica de
tenaz actitud aprista invocadora de la emancipación de nuestro «coloniaje mental», y es el Indoamérica;125 esta unión nos lleva al desenfeudamiento, por la nacionalización
fundamento de nuestra hermenéutica americanista –que no europeísta– de la evolución progresiva y la organización cooperativista de la producción de la tierra y de otras fuentes
histórica de los pueblos de este continente.113 Además, al reconocer que el sistema de riqueza; y a la organización de un tipo nuevo de Estado: el Estado antimperialista o
capitalista se halla en crisis expresamos que ella no significaba colapso inmediato sino un democrático de los cuatro poderes –Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Económico– basado en
dilatado período de predominancia norteamericana cuya duración es insospechable. Y, «la democracia funcional y económica».126
subrayamos, nuestra persuación de que una segunda guerra era «inevitable».114 Pero
advertimos que «dentro de la dialéctica del proceso histórico del capitalismo, predecir una Y luego venían otras conclusiones subsecuentes:
guerra 'no es hablar como las brujas en el primer acto de Macbeth».115 Del mismo modo
que no lo era tampoco aseverar, como aseveramos que, a no dudarlo, Estados Unidos El Estado propuesto por el Apra debe ser «ante todo un Estado de defensa económica que
tomaría parte en esa Segunda Guerra que conflagraría a Europa y al Japón también.116 E oponga al sistema capitalista que determina el imperialismo un sistema nuevo, distinto,
insistimos mucho en nuestro barrunto de la Segunda Guerra Mundial, y en la participación propio, que tienda a proscribir el antiguo régimen opresor».127 Pero el nuevo Estado, que
norteamericana para acentuar nuestro llamamiento a la unión pronta de los Estados de no podía ser «capitalista o burgués del tipo de Francia, Inglaterra o los Estados Unidos»128
Indoamérica como deber perentorio de nuestros pueblos. A fin de no quedar a la zaga en un –países donde el capitalismo tiene su origen y su asiento– no podía tampoco ser un Estado
gigante conflicto que nos iba a comprometer y que probablemente acrecentaría mucho el «feudal».129 Le denominé genéricamente «Estado antimperialista», porque él debía
poder norteamericano. En esta prosuposición el aprismo fue sin duda previsor cuando llegó organizar «un nuevo sistema de economía, científicamente planeado» bajo la forma de un
a pronunciar que: «capitalismo de Estado», pero diferente del ensayado en Europa durante la guerra; aunque
encaminado a dirigir la economía nacional y a controlar o estadizar progresivamente la
Como en la gran guerra de 1914-1918 los adversarios colosales pretenderán sumar a la producción y circulación de la riqueza. En mi libro de 1928 –escrito más de cuatro años
contienda a todos los países que les están sometidos. Pretextos no faltarán... La literatura antes de la elección de Franklin D. Roosevelt como presidente de los Estados Unidos– no
de la guerra tiende siempre a hacerla sagrada y eso no es difícil cuando la propaganda se pude poner como ejemplo de este control estatal de la economía al New Deal
organiza y se paga bien. Nuevos principios semejantes a los wilsonianos empujarían a norteamericano, pero sí hice clara referencia como «casos de estadización parcial de la
nuestras juventudes a defender contra algún enemigo de «la Justicia y el Derecho» que economía» al de la Argentina con el petróleo y al del Uruguay, con las reformas tan poco
¿Nuestros países necesitan de capitales? A la cándida tesis de los gobernantes feudales, súbditos del imperialismo que proclaman
«todo capital es bueno», se opone la antítesis de los intonsos: «No necesitamos de
La respuesta es afirmativa: Sí. capitales». La síntesis aprista enuncia que mientras subsista el presente orden económico
en el mundo hay capitales necesarios y buenos y otros innecesarios y peligrosos... es el
Si los necesitan, ¿hay que darles entrada vengan de donde vengan y vengan como Estado –el Estado antimperialista– que debe controlar las inversiones de capitales, bajo
vengan? estrictas condiciones, basadas en la necesidad que obliga al capital excedente de los
grandes centros industriales a emigrar...135
La respuesta es negativa: No.
Y estas condiciones tendrán efectividad dado que todos los Estados indoamericanos se
Y es menester explicarse: unan, a fin de no repetir los casos ya vistos de que cuando un Estado pretende condicionar
el ingreso de capitales, otro abre obsecuentemente las puertas al imperialismo y se entrega
En tanto que el sistema capitalista impere en el mundo, los pueblos de Indoamérica, como a él. Lo cual es un ejemplo demostrativo más de por qué el aprismo sostiene que sin unión
todos los económicamente retrasados, tienen que recibir capitales del extranjero y tratar con política y económica de Indoamérica el antimperialismo constructivo sólo resulta temporal,
ellos. Ya queda bien aclarado en estas páginas que el Apra se sitúa en el plano realista de incompleto, al fin de cuentas inoperante.136
nuestra época y de nuestra ubicación en la geografía y en la historia económica de la
humanidad. Nuestro Tiempo y nuestro Espacio económicos nos señalan una posición y un Cabe añadir como complemento explicatorio de la cita antecedente este principio del
camino; mientras el capitalismo subsista como sistema dominante en los países más aprismo: a los capitales extranjeros «necesarios y buenos» -los que vienen a nuestros
avanzados tendremos que tratar con el capitalismo. ¿Cómo tratar? He ahí la gran cuestión. países a contribuir a la liquidación del régimen feudal y a impulsar los métodos del
132 industrialismo capitalista en cuanto ellos significan civilización -se les debe otorgar amplias
seguridades estatales. No sólo mediante las garantías regulares reconocidas a los capitales
A esta altura de la exposición aprista –en el Capítulo VIII de mi lbro de 1928– el punto extranjeros dondequiera, sino de acuerdo con las particularizadas que les señala el Estado
neurálgico de las relaciones entre nuestros países y el capitalismo extranjero, se concreta democrático de los cuatro poderes -dentro del poder económico- cuya conformación se
en otra tesis sobre la dinámica de esas relaciones: ella respecta al fenómeno económico describe más adelante.137 Ahora bien, de los cinco conocidos principios programáticos que
imperealista; o sea a la emigración de capitales desde los países que han llegado a la el Apra enunció como las grandes generalizaciones de su rumbo de acción dije en mi libro,
última o superior etapa del capitalismo hacia aquellos económicamente retrasados. Y en para evitar cualquier ambigüedad, que ellos están presentados «en escala lógica»138 y que
discrepancia de quienes creen que si se pusiesen condiciones a los capitalistas inmigrantes «los dos primeros lemas... se complementan entre sí»:139 Resistencia frente al
éstos se alejarían, la doctrina aprista llegó a una conclusión contraria; que los hechos imperialismo y «unificación política y económica de los pueblos indoamericanos»;140 a los
también han revalidado en los últimos 30 años. Estriba en ella el subsiguiente argumento: cuales siempre hemos considerado indesligables. Motivo éste –he de repetirlo una vez
más– que ha autorizado a los apristas a desconfiar de los «antimperialismos» de pura
Es evidente que bajo el prejuicio de que «nuestros países necesitan de capitales vengan de demagogia, que no se apoyan en el único medio posible de asegurar a nuestros pueblos
donde vengan y vengan como vengan», Indoamérica los ha recibido siempre sin contra toda amenaza imperialista: unirlos.
condiciones. ¡Sin condiciones de su parte pero sometiéndose a muy duras por parte y para
beneficio de los capitalistas inmigrantes! Y este sometimiento y esta incondicionalidad En esa «escala lógica» el subsiguiente paso es «la obra grandiosa que señala el tercer
unilateral se ha debido sin duda a la ignorancia de las leyes económicas que rigen la lema del Apra: la nacionalización progresiva de la tierra y de la industria»:
exportación de capitales, totalmente desconocidas para nuestros «estadistas» y «generales-
presidentes». Por eso el imperialismo ha creado el fetiche del capital extranjero, mesiánico, vale decir la desfeudalización del campo y la liberación del campesino –peón, siervo,
redentor e infinitamente generoso. comunitario, ejidatario, pequeño propietario, etc.– y la organización del nuevo sistema
económico estatal de base cooperativa que controle las industrias, destruya los monopolios
Fetichismo e ignorancia replican llenos de pavor cuando alguien señala los peligros del imperialistas y asegure el dominio nacional de la riqueza. 141
imperialismo: «Si oponéis condiciones al capital extranjero, no vendrá nunca; entonces
Ambos totalitarismos -el comunismo y el nacional socialismo- proclamaban la revolución En Europa, la alianza intertotalitaria del comunismo y del nacional-socialismo motivó
mundial, cada uno para sus propios planes de poder, y ambos usaban un lenguaje anti- explicable estupor y reveló sus objetivos y amenazadoras consecuencias cuando en la
capitalista y anti-democrático extremoso y demagógico. Dos banderas rojas -una con la hoz desmoralizadora caída de Francia el Partido Comunista Francés sirvió tan eficazmente a los
y el martillo y la otra con la swástica- enhestaron los emblemas de los dos socialismos que, planes invasores de Hitler. En Indoamérica, donde el antagonismo indeclinable entre
tras unos años de violentos ataques, terminaron por confabularse en un sensacional pacto comunistas y nazis había sido artículo de fe, aquel promiscuo apareamiento caló muy hondo
de no agresión -una alianza agazapada pero factiva- que sirvió a Rusia para repartirse con en nuestros pueblos, acarreó desesperanzados pesimismos y engendró una cáfila de
Alemania a la destrozada Polonia y anexarse a las repúblicas bálticas al comenzar la cínicos renegados; de los que ya sin brújulas ni of thefrenos se lanzaron aturdidos e
Segunda Guerra Mundial que aquel ominoso convenio posibilitó. irresponsables a toda suerte de desfachatados renuncios y viles cambiazos. Y cuando al
cabo de casi dos años de su alianza con Stalin, Hitler la traicionó –después de que por ella
La alianza Stalin-Hitler, anunciada al mundo el 23 de agosto de 1939, demostró una vez tenía en su mano a toda la Europa continental desde los lindes de Rusia hasta el peñón de
más que «comunismo y fascismo son dos fenómenos específicamente europeos, ideologías Gibraltar– vino otra formidable apostasía comunista: Stalin, amenazado por su infiel
y movimientos determinados por una realidad social cuyo grado de evolución está muy lejos camarada de aventuras bélicas, se echó en brazos de las grandes potencias capitalistas.
de la nuestra».159 Consiguientemente, que los intereses de Rusia y Alemania, como Recibió ayuda de las dos naciones a las que hasta el 21 de junio de l941 había vituperado
grandes potencias dentro del juego tradicional de las rivalidades imperiales del Viejo Mundo, como «imperialismos burgueses enemigos de la clase obrera»: Gran Bretaña y Estados
prevalecían sobre los principios y doctrinas que muchos sinceros «colonos mentales» de Unidos, en una impresionante voltereta, más pasmosa aún que la que lo llevó a la
Europa en estas latitudes indoamericanas imaginaban intangibles. Ya la aparición e complicidad con los planes militaristas del nacional-socialismo alemán, se declaró
incremento del nacional-socialismo en los países alemanes había sido por sí solo un «democrático», antinazi-fascista feroz y declaró que la guerra no era ya «imperialista» –tal
fenómeno desconcertante. Porque ellos eran los comarcanos escenarios del la había llamado desde 1939– sino «cruzada por la libertad». No iba a pasar mucho tiempo
superavanzado industrialismo capitalista y el hogar, por ende, de un numeroso y culto sin que en el lenguaje staliniano la palabra «clase» fuera abandonada y reemplazada por la
proletariado auténtico: el mayormente desarrollado acaso de Europa, y de «conciencia de invocación nacionalista o racista. Sus proclamas al ejército ruso llegaron a colorearse del
clase» más alta y definida. Además, el marxismo que es de origen alemán, aunque como más intenso paneslavismo:
anota muy bien el historiador economista Edgar Salin, si bien es «cierto que la base es
fundamentalmente anglo-francesa y que el capitalismo que desmembra es, en lo esencial la Avivad la llama de la lucha de sus pueblos contra los alemanes, mortales enemigos y
economía inglesa de mitad del siglo XIX, pero alemana es la dialéctica y alemán también es opresores de los pueblos eslavos...¡Viva la lucha armada de los pueblos eslavos contra los
en gran medida el carácter internacional de la doctrina; alemanes, por tanto, los elementos imperialistas hitleristas! ¡Viva la unión de combatientes de los pueblos eslavos!.164
que hicieron el marxismo en vez de una teoría económica, una Weltanschuung»160.
La Tercera Internacional fue repentinamente disuelta; la libertad religiosa fue restaurada en
Ello no obstante, en la región donde al tenor de los pronósticos de Marx y Engels debía Rusia; Stalin declaró que el comunismo y el capitalismo pueden convivir en santa paz en
insurgir la tan largamente esperada revolución comunista conducida por una bizarra clase este mundo. Y ¡ay de aquel que mencionara el imperialismo británico o norteamericano! Los
obrera, la cual, conforme con la dialéctica del determinismo histórico debía cimentar el furibundos agentes de Moscú cubrieron con los peores dicterios a quienes desde el 22 de
socialismo verdaderamente científico, allí mismo se impuso la máxima brutalidad de la junio de 1941 –hasta que el presidente Truman en marzo de 1947 denunció la infidencias
reacción anti-marxista. Y allí, con el indisputable apoyo de las mayorías populares –y no de Moscú– osaron proferir siquiera la locución «imperialismo yanqui».
olvidemos que investido de un poder proveniente de elecciones ciudadanas– Hitler
desbarató los partidos de ambas ramas del marxismo, y sobre las ruinas de los antiguos y Y hasta aquí he seguido casi unilateralmente el dramático curso de los sucesos para revelar
V. EL APRISMO EN SU LINEA ...ser líder es algo difícil. Los pueblos tienen un instinto maravilloso de la realidad. Un líder
lleno de palabras y de extremismos que ofrece el sol y las estrellas, siempre es oído con
Retomo aquí –echando de nuevo la vista atrás– la enumeración documentada de los pasos beneplácito y temporalmente seguido, pero luego el entusiasmo se recoge y las masas
progresivos del aprismo, después de escrito mi libro de 1928. Y me remito a otros anteriores intuyen que aquél no es el líder que necesitan.
al gran cambio político mundial y americano de 1933.
El fracaso de todos los movimientos políticos, especialmente de los de izquierda en
Nuestra campaña ideológica no solamente abarcó a Indoamérica. Ya el 12 de mayo de nuestros países, se debe a la inconsistencia de los directores, a la falta de sentido realista
1927 en el debate universitario internacional en la Oxford Union Society con oradores de la de los ideológos que «piensan siempre en europeo» y no son comprendidos por las
Universidad de Washington, tomé el lado de la moción de Oxford contra la interpretación colectividades. Pensar en nacional –y tomo el vocablo nacional como indoamericano–... es
unilateral de la Doctrina Monroe y expuse desde mi puesto de «fifth speaker» las tesis díficil. Especialmente los intelectuales tienen miedo de rebelarse contra las ideologías
apristas.165 Luego, a partir de agosto de aquel año, proseguí en la presentación de mis importadas. Tienen miedo, porque no son creadores; son repetidores. Por eso los pueblos
ideas en Norteamérica. Y así lo relato en una carta abierta de 1929 desde Berlín: no los siguen y un excepticismo peligroso domina a las masas. Pensemos en americano;
pensemos en nuestros propios problemas, tales como ellos son, o comprendamos que son,
Yo he hablado con toda libertad en los Estados Unidos. En las Universidades de Harvard, distintos de los de Europa y de los de Asia, y sólo así descubriremos la verdadera
de Columbia, de Washington, en la International House, en la Convención de The conciencia de América. Y descubierta, surgirá una ideología que no será más de remedo,
Fellowship of Reconciliation de Ausbury Park, en el Instituto de Ciencias Políticas de de imitación, de transplante, sino de autóctona y realista contextura propiamente nuestra.
Williamstown, en inglés, en castellano, he sostenido mis ideas libremente. He sostenido
debates con profesores como Baxter y Hearing, autoridades de derecho internacional y aun Esto no es exclusivismo, ni xenofobia, ni antieuropeísmo; es realismo. Si comprendemos
con el jefe de la marina que dirigió el desembarco en Nicaragua en 1926. Debates públicos que los grados de progreso, de cultura, de civilización... son diferentes y sí... si
ante cientos y miles de oyentes. Discutíamos con ideas y no con insultos. Recuerdo que en reconocemos que esos grados diversos están determinados por otra gradación de
un debate de Williamstown, el representante de la Marina incitado por las acusaciones que intensidades económicas, no uniformes en todos los pueblos, ni en todos los continentes,
el ex-ministro norteamericano en Nicaragua y en Bolivia, Mr. Horace Knowles, hacía contra tenemos que aceptar diferencias. Y si aceptamos diferencias de concepción o de
el imperialismo, se excitó exageradamente. Mr. Knowles gritó exaltado: «Hemos asesinado apreciación, luego habremos de reconocer que son necesarias formas de acción
a miles en Haití y Nicaragua, en Santo Domingo y México». El marino ante la declaración correspondientes a cada realidad: en lo político, en lo económico, en lo social...
imprecisa arguyó:
El aprismo reclama esto de todos los trabajadores intelectuales: que no se declaren colonos
«¿Cuántos miles? ¡Precise el número!», y dio un formidable golpe sobre la mesa. Por de Europa para pensar en los problemas de nuestra América. Que no los vean desde París
consejo del profesor Shepperd de la Universidad de Columbia yo corté la disputa... 166 o desde Frankfurt,168 porque nunca los verán bien, porque siempre se equivocarán, porque
seguirá ocurriendo lo que ocurre hasta hoy: que la desorientación nos domina mientras el
En este mismo mensaje de 1929 aludo a la obra educadora de nuestro movimiento, a su peligro avanza certero, consciente de sus propios métodos y dichoso de nuestra ignorancia
preocupación ética, sindicando a quienes eran los enemigos indoamericanos del aprismo: arrogante e ineficaz.169
Por eso el gobernante que vende nuestras riquezas, el que vive de empréstitos absurdos, el Y siempre con mayor tenacidad, acicateados por el convencimiento de que la Segunda
que usa el poder para traficar con los intereses del pueblo, es enemigo del aprismo. Lo es Guerra Mundial tendría que sobrevenir y con ella fundamentales cambios en el mundo y en
también el periodista venal que intoxica la conciencia pública poniéndose al servicio del las Américas, fuimos infatigables los apristas en la misión invocatoria de la unidad
imperialismo. Lo es el intelectual individualista que no quiere organizarse y trabajar humilde continental. Durante los largos años que viví en Europa me reafirmé en la certeza de que el
y disciplinadamente en la gran tarea común. Enemigos del aprismo son todos los que por porvenir estaba reservado a las vastas federaciones o uniones continentales o inter-
picardía, por miedo o por indiferencia, por mal entendida vanidad, o por un falso concepto continentales de pueblos. Cuando el sagaz estadista alemán Gustav Stresemann, Canciller
de independencia personal no toman lado en esta gran lucha que no es sólo contra el del Reich, declaró su adhesión al proyecto de federación europea que sustentaba el
imperialismo, fuerza organizada con todos los auxilios de la técnica, sino también contra los ministro francés Aristide Briand, los apristas nos valimos de esa coyuntura para redoblar
que teniendo el deber de defender a nuestros pueblos, se venden o se rinden al otro lado, nuestra campaña unionista indoamericana. Pocas semanas antes de su muerte Herr
negando nuestro credo tres o más veces, sin llorar después como San Pedro, o Stresemann, durante una entrevista privada, me expresó en Berlín que la Federación de
vendiéndose por treinta o más monedas como Judas. nuestros países era la mejor garantía de su seguridad y de su prosperidad colectiva, de la
misma suerte que la federación europea sería «el único dique coontra los nacionalismos
...Mi anhelo como fundador del Apra ha sido siempre que ella oriente a nuestros pueblos agresivos», –aludiendo al nazista– y el solo medio «de mantener a Rusia dentro de sus
hacia sus verdaderos problemas. Que no nos desviemos con demagogias ineficaces, con fronteras librándola de la tentación diabólica de transgredir las de sus vecinos del Oeste».
gritos inútiles, con arrogancias de gesto que nada construyen... Y nuestro deber no es otro: Stresemann veía en Rusia un adversario indoblegable de la federación, la cual debía
organizarnos, disciplinarnos, orientar al aprismo en cada país según sus propios problemas necesariamente comenzar por ser «occidental»; por cuanto dijo–, «La Unión Soviética es un
característicos, según su propia realidad. No perder energías y hacer del Apra una bloque de pueblos sin rival en este continente». Y riendo de buena gana adujo que «en
Internacionalismo y Bolivarismo. Nosotros no solamente tenemos que prepararnos a ser un La economía nuestra que depende del extranjero... es una economía que pertenece a un
pueblo perfectamente contexturado, sino que tenemos que prepararnos a incorporar a ese sistema mucho más organizado, mejor respaldado y más garantizado que el aspecto
pueblo dentro del sistema de relaciones internacionales. El Perú, repito, no puede apartarse agrícola de la economía propiamente nacional. Las empresas extranjeras que traen capital,
de los problemas de América, ni América puede apartarse de los problemas del mundo. técnica y organización a nuestra agricultura y minería constituyen un aspecto de nuestra
Nuestro concepto continental no excluye nuestro concepto nacional... Nosotros tenemos economía. El otro es la empresa o el individuo agrícolas nacionales, que conservan sus
que contemplar previamente el problema nacional; ser nacionalistas integrales para ser métodos primitivos de producción y que no tienen garantías, y entonces vemos, frente a
continentales de veras, y juntos así poder incorporarnos a la marcha de la civilización frente, a la economía que depende del nacional en completa disparidad técnica. El Estado
mundial. De otro lado nuestro programa máximo continental no es sino la cristalización no ha protegido la economía nacional, de manera que sobre la economía extranjera ha
modernizada del viejo ideal bolivariano. Nosotros hemos sintetizado en un programa de gravitado la vida económica toda. No ha existido, del otro lado, la fuerza económica
unidad económica y política latinoamericana las frases inmortales de Bolívar: «Unión, unión, nacional –bajo la protección del Estado– que permita balancear la otra fuerza económica
América, que si no la anarquía te va a devorar».177 extranjera y logre establecer el desarrollo de una economía total y armónica dirigida por el
propio Estado.
Política y Economía. Dentro del concepto estrictamente económico, la América Latina o
Indoamérica constituye una zona: zona productora de materias primas; zona agrícola Una Empresa agrícola o minera que trae capital, que trae máquinas, que trae técnicos, que
minera; zona de influencia extranjera; zona de formación cuyas variantes nacionales no trae organización, que trae también cultura en el orden económico, frente a la pobre
excluyen la inmensa unidad del problema; zona, pues, que dentro de la geografía empresa agrícola minera nacional, que no tiene garantía económica, que no tiene
económica del mundo está limitada por las fronteras de América Latina. El Perú forma parte protección del Estado, ¿no representa como imagen el tractor frente al arado de palo? ¿No
de esa zona y nosotros tenemos que impulsar su incorporación, como zona económica representa a la técnica moderna frente a la técnica primitiva? ¿Qué puede resultar en una
nacional, en el gran todo de la zona económica latinoamericana.178 estructura económica donde de un lado hay técnica, capital, protección, garantía y
sostenimiento y del otro no hay sino forma elemental de producción? Evidentemente, la
Realidad peruana y realidad europea. Nosotros como pueblo -y esto es preciso que lo repita Economía tiene que gravitar hacia lo más fuerte, hacia lo más organizado...
porque forma parte de la teoría fundamental de nuestro Partido- no constituimos una
entidad homogénea. Nuestro desenvolvimiento económico y social no ha sido el Esto es, compañeros y conciudadanos, lo fundamental en el gran problema económico y
desenvolvimiento de los pueblos europeos que han pasado sucesivamente de un período político de este país: el desequilibrio, la falta de un Estado representativo de los intereses
social a otro, que han ido recorriendo una curva perfectamente clara. Nosotros no hemos propiamente nacionales. Estado que no excluya –sea dicho con toda claridad– la
vivido como los pueblos de Europa la sucesión de la barbarie por el período feudal; del intervención de los intereses extranjeros en el país. Porque esa intervención, por el hecho
período feudal por el período mercantil; de éste por el período burgués, y del período de aportar una técnica superior significa progreso, impulso y aliento para el desarrollo de
burgués por el período industrial. En nuestro país coexisten, conviven, todas las etapas del nuestra propia economía. Pero es fundamental también que esa cooperación de las fuerzas
desarrollo económico-social del mundo. Tenemos dentro de nuestras fronteras desde el económicas mas desarrolladas esté en equilibrio con las menos desarrolladas; porque si
caníbal y el bárbaro hasta el señorito que vive la vida civilizada. Somos conciudadanos del llega a insertarse en un cuerpo débil, en un cuerpo sin fuerzas propias, significa lo que una
Campa y somos compatriotas del señor feudal que está sobre las montañas. Alguna vez he transfusión de sangre hecha con exceso en un organismo débil para soportarla: en vez de
dicho que quien quiera viajar a través de la historia no tiene sino que viajar de Lima hacia darle vida le daría muerte.180
nuestro oriente. Ante una realidad así ¿cuál puede ser el carácter del Estado como entidad
jurídica? Hemos dicho que la clase que emancipó al Estado del control español fue la clase Función del Imperialismo. Aquí tiene que jugar rol importantísimo este nuevo vocablo que
latifundista, pero esa clase no puede representar siquiera a la mayoría de la nación. Vemos, muchos toman como algo siniestro: imperialismo. «Imperialismo» como lo define Hobson,
pues, que el Estado como entidad jurídica, no representa a ninguna de las clases creador de la palabra en su sentido contemporáneo, implica el uso de la maquinaria del
propiamente, porque la clase que lo redimió carecía de fuerza propia y entonces nuestras gobierno por los intereses privados, principalmente capitalistas a fin de asegurar para ellos
instituciones han vivido tambaleantes; el Estado fluctuante, representado por un hombre o las ganancias económicas fuera de un país. El imperialismo, como dice Culberston, es la
por una oligarquía. expresión económica de la civilización moderna a través de los mares. El imperialismo no
es, pues, el vocablo peligroso y atemorizante: el imperialismo es un concepto económico. El
En el Estado representativo de una oligarquía han predominado a veces personas que imperialismo es una realidad que, con las palabras de Montt, el economista democrático
tienen algo del caníbal y algo del señor civilizado... «El Estado, como decía Aristóteles, fue alemán, nadie puede negar en su evidencia histórica. Imperialismo significa la expansión de
formado para hacer la vida posible y sólo puede existir para hacer la vida justa». Pero los pueblos más desarrollados en la técnica de la produción hacia los pueblos menos
nuestro Estado no ha contribuído a hacer la vida ni posible ni buena porque ha carecido de desarrollados. El imperialismo forma parte de la fase de nuestra economía que depende de
fuerza social, de autenticidad nacional... Entonces aparece el Estado... como el instrumento los intereses extranjeros. Y como el imperialismo es fundamentamente la exportación de
de una oligarquía, y es peligroso, cuando puede ser instrumento de intereses extraños al capitales –la expansión económica hacia nuestro país–, nosotros tenemos que tomarlo en
El capital extranjero representa en nuestro país técnica, porque el capital extranjero es el Nuestra clase media. Aparece entonces otra clase. La clase que nosotros llamamos
que trae la máquina. Nosotros no somos un pueblo verdaderamente industrial porque no genéricamente clase media: el pequeño propietario; el pequeño productor minero; el
hemos creado la máquina que nos viene de fuera. Pues bien, el capitalismo extranjero que pequeño comerciante, el intelectual, etc. Esa clase que constituye quizá mayoría del país. A
es inevitable en países como el nuestro, cumple su etapa. Lo importante es que cumpla esa clase pertenece el aspecto nacional de nuestra economía, que como ya lo he
bajo el control de un Estado que representa verdaderamente a la mayoría de la nación que demostrado, carece de protección del Estado; de técnica y de garantías. Esta clase se halla
está interesada en no ser absorbida.181 en el orden económico frente al otro aspecto de nuestra economía: el vinculado a los
intereses extranjeros. Nosotros debemos liberar al pequeño propietario que hace entrega de
¿Hay un industrialismo peruano? Ahora bien... ¿cuál es el panorama propiamente social su propiedad a la gran empresa extranjera que se la compra; al pequeño minero que hace
que nuestra economía crea en el país? Nosotros no somos un pueblo industrial; lo mismo; a la clase media toda que sufre por falta de una organización de orden puramente
consiguientemente la clase proletaria del naciente industrialismo es joven... Un niño vive, un nacional.185
niño siente dolor, un niño protesta contra el dolor, sin embargo, un niño no está capacitado
para dirigirse por sí mismo. Las clases sociales creadas como organismos económicos, por El Aprismo y las tres clases. Entonces... nos encontramos ante este gran problema: clase
sistemas también económicos todavía en desarrollo, producen fenómenos semejantes. Las proletaria industrial joven y minoritaria, como minoritario es nuestro industrialismo; clase
clases sociales van formando su conciencia, se van definiendo; y aunque sufren y aspiran campesina numerosa, mayoritaria, pero que a causa de su deficiencia técnica, está
carecen, cuando son muy jóvenes, de la capacidad suficiente para interpretar el sentimiento atrasada en sus métodos y en su cultura; y la clase media, la cual, formando parte de lo que
nacional y conducir por sí solas los destinos de la colectividad... Tal es nuestro panorama podemos llamar el sector nacional de nuestra economía, carece también de apoyo y
social: industrialismo incipiente, y, por consecuencia, clase proletaria industrial incipiente garantías del Estado y sufre las consecuencias del desequilibrio económico a que
también.182 fatalmente está subordinada nuestra organización económica nacional.
Industrias de Materias Primas. Por lo demás nuestro industrialismo es típico... No podemos Frente a estas tres clases está la oligarquía; la clase... que ha vinculado sus intereses a los
comparar nuestro industrialismo ni siquiera con el de los tiempos de su aparición en extranjeros, y que, sobre todo, domina hasta hoy y controla el Estado.
Inglaterra ni con el de su formación en el siglo pasado en Alemania porque nosotros no
producimos, repito, manufacturas. Nuestro industrialismo está limitado, nuestra gran Bien: La vinculación de lo que hay de común en los problemas de aquellas tres clases –
industria corresponde a la producción de materias primas o semi-elaboradas como se campesina, proletariado y media– constituye la base esencial socio-económica del aprismo.
llaman económicamente... Por consiguiente nuestro industrialismo tiene... una fisonomía
típica. Es un industrialismo de colaboración y de materias primas especialmente. Es un Por eso es que están de más las recetas europeas para los males nacionales. Por eso es
industrialismo de mercado limitado... cuya línea de avance tiene que ser mucho menos que está de más que ciertas gentes extranjerizantes quieren buscarle parangón o patrón a
rápido de lo que fue la del industrialismo en la época en que el mundo exigía cada vez las teorías del aprismo. El aprismo insurge absolutamente de una realidad socio-económica
Si la presión imperialista vence a nuestra resistencia nacional, el equilibrio que resulte no Pero en esta obra, como en cualesquiera otras atinentes al estudio de las relaciones
será el de la convivencia libre y justa: será el falso e intolerable equilibrio de hoy. Pero si interamericanas –por ejemplo: Latin America and the United States, con ediciones de 1922,
nuestra resistencia detiene la presión del imperialismo –en economía como en física 1928 y 1938, cuyo Capítulo XII se titula American Imperialismo in Haiti and Santo Domingo–
parecen gobernar los mismos enunciados– habremos salvado el equilibrio de la justicia. los vocablos «imperialismo» e «imperialista» aparecen con una connotación tanto política
Crear la resistencia antimperialista indoamericana y organizarla políticamente es la misión cuanto a económica.236 Como la tiene la locución «dollar diplomacy» adoptada por el
histórica de estos veinte pueblos hermanos. 230 Partido Republicano desde la presidencia de Taft en los Estados Unidos. 237 En ella se
entroncan las dos acepciones de la voz imperialismo –y de sus derivados– la política y la
Y dicho y repetido está: forjar, erigir esa resistencia y dotarla de un orgánico dinamismo económica. El profesor Hans Kohn de la Universidad de Nueva York escribe en la edición
político sólo será hacedera si se acomete inicialmente la empresa de unir estos veinte de 1953 de la Encyclopaedia Britannica en al artículo «Imperialism»:
Son, empero, tan hondos y complejos los problemas que aún perturban una armoniosa
norma de convivencia interamericana que es asunto extremadamente importante VIII. «INTERAMERICANISMO DEMOCRATICO SIN IMPERIO»
encararlos. La tesis del Buen Vecino, como la Doctrina Monroe, puede prestarse en el futuro
a múltiples interpretaciones, en algunos casos peligrosas. Su indeterminación, su lirismo, no
concuerdan con la dura realidad de las cuestiones prácticas que ella tiende a absolver. Es Los CORIFEOS criollos del comunismo, del nacional-socialismo y del fascismo –hasta el 22
un ilustre enunciado, un avisor y generoso propósito, pero, apenas, un paso en el nuevo y de junio de 1941 aliados y denostadores a porfía de la democracia y en especial de los
ancho camino de las expectativas indoamericanas. 262 Estados Unidos– usaron todas sus poderosas baterías de propaganda para llevar a los más
apartados rincones del continente la acusación de que el aprismo había renegado de sus
Para responder a la Doctrina de la Buena Vecindad, el aprismo enunció una proposición principios doctrinarios. Era curioso oír o leer aseveraciones falaces lanzadas
que en las nuevas circunstancias –el radical cambio de la política de los Estados Unidos desaforadamente, y a coro, por los totalitarios de extrema izquierda y de extrema derecha.
hacia Indoamérica, la amenaza totalitaria nacional-socialista, aliada entonces de la Unión Pero era más revelador todavía comprobar su coincidencia en el ataque irresponsable y
Soviética y del comunismo, y la guerra misma que ya conflagraba a Europa– tendía hacia procaz. Ambos sectores coaligados afirmaban que la doctrina aprista había sido apostatada
una sólida coordinación interamericana. El aprismo propuso un Plan para la Afirmación de la en cuanto respecta al imperialismo; si bien no demostraban su afirmación. En cambio, para
Democracia en las Américas, en mayo de 1941. Y lo hizó después de una desoída campaña unos y otros, resultaba el hecho más lógico y justificable aquella conjunción claudicante de
de llamamiento a todos los partidos democráticos indoamericanos para que unieran sus comunistas y nazi-facistas en el monopolio político más absurdo de la historia
esfuerzos a fin de responder a la doctrina de la Buena Vecindad con una política coordinada contemporánea. En el prólogo de la primera edición de mi libro La Defensa Continental,
de nuevas relaciones inter-continentales. En el prólogo de mi libro La Defensa Continental aclaré en 1941:
recalco que,
Se ha dicho y se ha escrito por ahí que el aprismo había abandonado su posición
...es en buena parte falta nuestra que la política del Buen Vecino no se consolide, supere y antimperialista para alinearse incondicionalmente en el frente democrático que encabeza y
asegure en un sano y permanente organismo de justas conexiones entre ambos conduce el presidente Roosevelt. Y no obstante que hemos explicado ya con insistencia
continentes. Dispersa, desorientada y circunscripta la acción de nuestros gobiernos ha nuestra actitud, creo necesario reforzar la elucidación de nuestra verdadera línea política, y
tratado de aprovechar la nueva actitud de los dirigentes norteamericanos con fines limitados demostrar una vez más que el aprismo mantiene, entera y vigorizantemente, su inspiración
a un utilitarismo sin perdurabilidad y sin grandeza. En las conferencias interamericanas y su ideario.
realizadas en los últimos años, la postura de los representantes de Indoamérica sólo se ha
Contra nosotros –especialmente contra los pueblos de Indoamérica– el nazismo tendría tres Esta síntesis de la democracia y del totalitarismo expuesta en el primer punto del Plan
poderosos argumentos: nuestra debilidad –y los débiles deben perecer–, nuestras mayorías Aprista sienta la premisa de la cual arranca el encadenamiento de las proposiciones
No podrá afirmarse vigorosamente la democracia en la América sin la cooperación unánime Hacer frente a la conjurada embestida propagante de los totalitarios de todas las pintas y
de todos sus pueblos y de todos sus gobiernos para hacerla respetar. Sólo cuando cada rebatir los ataques contra la democracia, y especialmente contra los Estados Unidos,
pueblo y cada gobierno tienen su conciencia exacta de la unidad y de la intangibilidad de los lanzados socapa de «antimperialismo» fue ciertamente muy arduo. Mucho más para el
principios democráticos es que éstos son fuertes y perennes. 287 Apra, que al mismo tiempo que defender debía aclarar y distiguir, y cuya posición de
solidaridad con el pueblo norteamericano podía prestarse -como que se prestó- a la
Al releer hoy los párrafos anteriores llama la atención su insistencia en destacar el racismo malévola torcedura de perversos intérpretes. Ello no obstante, nuestra confutación a las
de la ideología nacional-socialista. Y ya queda dicho por qué: Hitler había dispuesto una demagógicas campañas comunistas, nacional-socialistas, falangistas y fascistas atacó
penetrante y efectiva propaganda de sus doctrinas totalitarias, impartidas desde Berlín, frontalmente lo que en ellas era indefendible: primero, el racismo de la filosofía nazi; su
sobre nuestros países. Ella confluía con la difusión del fascismo pululante desde años atrás, teoría del «Herrenvolk», su desprecio por las razas de color; y, después, su exaltación de la
6 Unidad e Intangibilidad de la democracia. La democracia como estructura órganica de los Al comentar el Plan Aprista, en este peculiar aspecto, dejé apuntado en mi libro La defensa
Estados Americanos es una e intangible. No hay una categoría de democracia para cada continental que «proclamada la abstención absoluta de toda ingerencia de los Estados
país. Su fundamento es la libertad. Y el presidente Roosevelt ha definido bien los Unidos en la vida política indoamericana, el presidente Roosevelt ha debido permanecer
postulados generales e interamericanos que la enuncian y aplican jurídicamente: libertad de indiferente e impasible ante el hundimiento de la democracia en muchos de nuestros
expresión, libertad religiosa, libertad de la miseria o económica y libertad de vivir sin temor. pueblos».294 Es decir, que al declararse como norma absoluta de la doctrina de la Buena
Vecindad la «no intervención» –la cual había dado ya positivos resultados, por ejemplo
Las Constituciones de los 21 Estados Americanos consagran en principio esas libertades, cuando México nacionalizó su petróleo, o cuando el presidente de Colombia, Alfonso López,
cuyo corolario democrático es la existencia de gobiernos libremente elegidos por sus expulsó de su país a la poderosa United Fruit Co., y el gobierno de Washington se negó a
pueblos y sujetos, con ellos, a deberes y derechos legalmente fijados y coordinados. intervenir en la defensa de las empresas norteamericanas afectadas–295 los dictadores
criollos habían lucrado a su modo de aquel principio atribuyéndose plena inmunidad para
Así, una e intangible, en la democracia interamericana no caben distingos o separaciones atentar contra los derechos humanos.
respecto de su vigencia. Su afirmación y su resguardo no son tareas aisladas o exclusivas
de un Estado. Cuando la democracia peligra en cualquiera de ellos el riesgo es de todos: El Plan Aprista propone, pues, la definición de la soberanía democrática del Estado,
cuando haya que defenderla en un país, no se trata de un deber exclusivamente nacional, avaluada y legitimada por la voluntad popular: sólo pueden invocar rango de Estados
sino de un imperativo americano. Identificadas por la obra de la Independencia la soberanos aquellos cuyos poderes provienen del pueblo soberano en íntegro ejercicio de
democracia y la patria, su vinculación indestructible señala el nexo, también inseparable, sus libertades ciudadanas. Y la soberanía de un Estado no puede ser absoluta, ilímite. No
entre patria y continente; enseñanza y legado cívico de los Libertadores. 292 sólo confina con la soberanía de los demás Estados, sino con los Derechos del Hombre; los
cuales no pueden invadir o violar puesto que ellos son la esencial universal de la
Por esa democracia orgánica cabal, inalienable, vale decir imperativa para todo el democracia y ésta es una e intangible.
hemisferio, sin distingos nacionales –y defendible, también indistintamente, por todos los
pueblos cuando ella se halle amenazada dondequiera– es que debíamos luchar. Porque si Si la soberanía de un Estado no le confiere título para transgredir la soberanía de otro,
la democracia y la patria fueron identificadas por los padres de nuestras repúblicas, también tampoco le otorga autoridad, e impunidad, para atentar contra la soberanía popular y sus
ellos nos enseñaron a luchar, a la par, en defensa de la libertad tanto nacional cuanto derechos inmanentes; que éstos son la norma y sustento de aquélla. Y un Estado no puede
continental. Y si ecuacionamos libertad y soberanía, también ésta debe ser equiparada con tener calidad democrática ni alegar soberanía de tal, si destruye o anula la libertad y
los fundamentos de la democracia misma: voluntad del pueblo, de quien deriva toda potestad o jurisdicción estatal.
7 Soberanía y Democracia. Este concepto de la democracia como principio de unidad Y si la lucha contra el totalitarismo era y es la lucha por la democracia, se infiere una lógica
interamericana esclarece y corrige el desviado sentido de su auténtica significación. Porque secuencia: defenderla dondequiera que ella sea amenazada, o violada, en sus derechos
no puede existir en las Américas verdadera soberanía nacional cuando no es su norma la esenciales, por enemigos externos o internos, es, asimismo, un imperativo universal. Y
soberanía popular, que es su esencialidad democrática. En los estados totalitarios -y ella es ningún régimen gubernamental de fuerza –sea cual fuera su ideología– puede escudarse en
su característica- no tiene razón de ser está relación de soberanías que en la democracia es la soberanía del Estado para atentar contra la soberanía popular, o ciudadana. Porque
inseparable. El concepto democrático de soberanía nacional se basa en el mismo principio agrede a la democracia misma en sus derechos esenciales, que son los del hombre, y
genérico que recusa el totalitarismo, de la libertad de cada nación y de cada individuo, obliga su inmediata y solidaria defensa de parte de todos los Estados libres.
cuyas limitaciones son las libertades de las demás naciones e individuos: la libertad
nacional e individual no pueden ser absolutas. Su relatividad y límites radican en la libertad El Plan Aprista avanza luego a considerar una nueva relación del Derecho Internacional con
de las otras naciones e individuos. Y este enunciado de soberanía se aplica también a las el Derecho Privado. No únicamente para acentuar los «tránsitos y parentescos» y los
relaciones entre el gobierno y el pueblo, cuya libertad no puede ser suprimida por aquél y vínculos de gobierno y obediencia que asemejan inconfundiblemente a la familia con el
viceversa, sin destruir el equilibrio jurídico del Estado democrático. Estado,296 sino para equipararlos. Pues del mismo modo que Savigny pensaba hace un
siglo que «entre diferentes pueblos puede surgir una comunidad de conciencia jurídica
Del mismo modo que la libertad del individuo confina con la ley cuando abusando de aquella semejante a la que engendra en un pueblo el Derecho Positivo» –sobre la base de una
a) Establecidos en todas las Constituciones de las repúblicas de ambas Américas los El Plan Aprista al proponer un procedimiento positivo para abolir la burocrática «Pan-
enunciados de las libertades democráticas que garantizan el ejercicio de la soberanía American Union» –que la diplomacia del dólar había desprestigiado– y reemplazarla,
popular como norma de su soberanía nacional, un congreso representativo de los 21 superándola, con una auténtica Organización de Estados Americanos, aspiraba a crear una
Estados del Hemisferio deberá consagrar aquellos postulados constitucionales como entidad vertical, democrática de abajo arriba, y no a suplantar, bajo diferente denominación,
expresión jurídica de la democracia del Nuevo Mundo, declarando que su vigencia es base el aparato piramidal, «perpendicular» y autoritario anterior. Comenzaba por sugerir el
una e indivisible de la democracia continental. cambio del nombre mismo de la institución y del sistema –«Panamericanismo es una
denominación que sugiere y asocia las ideas imperialistas de 'pan-germanismo', y 'pan-
b) Confrontados todos los artículos de las Constituciones de los 21 Estados de ambas asiatismo', 'pan-esclavismo'–,302 pero también proyectó una coordinación americana
Américas que estatuyen las libertades normativas de la democracia, el mismo Congreso jurídicamente medulada por una Super-Constitución o Carta Magna sustentada en las leyes
Interamericano elevará aquellos enunciados constitucionales a la categoría de obligaciones fundamentales de todas nuestras repúblicas».
internacionales americanas. Y así, cuando ellas dejen de respetarse en cualquier Estado
tendrán los demás el derecho de exigir su cumplimiento en resguardo de la existencia de la «Poner las 21 Constituciones de las Américas sobre la mesa de un Congreso o Conferencia
democracia en todo el Hemisferio. de Estados de nuestro hemisferio; confrontar los preceptos que garantizan los derechos
humanos y cívicos; conformar con ellos un tratado interamericano que oblige a todos los
c) Vinculados por estas obligaciones internacionales americanas los principios signatarios a respetar y hacer respetar aquellos derechos, y a considerar su
interdependientes de la soberanía popular con la soberanía nacional y de ésta con la quebrantamiento como un acto de agresión contra la democracia a la cual todos los Estados
soberanía continental –cuya existencia depende del respeto al sistema democrático–, el se hallan solidariamente comprometidos a defender, es lo que proponemos los
Pacto de Libertades de los 21 Estados de ambas Américas, basado en la comunidad de los apristas».303 Y estas palabras de 1941 acaso no han pérdido su validez. Mediante una
postulados democráticos de sus Constituciones, significaría la verdadera Carta Magna de la sólida y vertebrada organización jurídica de defensa de la democracia, nuestros pueblos se
democracia en el Nuevo Mundo; y, librarán de la amenaza totalitaria, sea ésta del color que fuere. Así se explica que con
referencia a la iniciativa brasileña en la Conferencia de Cancilleres en La Habana de 1940
d) Ampliando la resolución de la Conferencia Interamericana de La Habana,298 propuesta para prevenir la infiltración de las «quintas-columnas» que conspiran contra los gobiernos
por el Brasil, que establece el derecho de cualquier Estado americano para demandar la democráticos, el Plan se refiere al caso dable –y dado en Indoamérica– de que los
ayuda de los demás Estados, en caso de que su vida democrática peligre por la penetración gobiernos mismos se conviertan en las «quinta-columnas» del totalitarismo.304
política de ideas no americanas –o en otras palabras por la obra de las quintas columnas
totalitarias– los Estados de ambas Américas, mantendrán este acuerdo fundamental, pero Luego dice:
reconocerán también el derecho de cualquier Estado de las Américas a demandar la ayuda
de los demás cuando en uno de ellos se compruebe la existencia de gobiernos que, al 9 Creación de un organismo permanente de resguardo democrático. Corolario de estas
violarse las libertades democráticas, usen de sus poderes para imponer procedimientos no obligaciones internacionales para el mantenimiento y defensa de los principios normativos
americanos de tendencias totalitarias. 299 de la democracia, será la creación de un organismo permanente inter-continental que tenga
por objeto la vigilancia de su cumplimiento. Este organismo puede tomar la forma de un
El «Plan Aprista para la Afirmación de la Democracia en América», aprobado por el Comité Si en la época de la «diplomacia del dólar» –dictado, como queda dicho, que es sinónimo
Nacional del Partido del Pueblo –en la fecha para nosotros histórica que lleva al pie–309 fue del imperialismo político norteamericano– la unidad de nuestros pueblos ya aparecía
copiosamente difundido en el Continente. Una traducción al inglés, hecha por amigos de la perentoria por ser el único medio realista y constructivo de concretar el antimperialismo en
Universidad de Stanford, California, permitió su circulación en Estados Unidos.310 En la Indoamérica, ella no fue menos indispensable ante la doctrina de la Buena Vecindad.
Convención clandestina Aprista del Perú, celebrada en Lima del 28 al 30 de julio de 1942, el Cuando con ésta se nos brindó una convivencia más segura, acaso estuvimos, como
voto de 300 delegados incorporó el Plan a la doctrina política de nuestro movimiento, y esta nunca, cerca de responder al llamado del presidente Roosevelt con un pedido de
resolución fue ratificada por la Convención Nacional clandestina de 1944, realizada de 28 al cooperación para unirnos continentalmente y engranar nuestro sistema interamericano. Fue,
30 de julio en Vitarte311 y en el Congreso del Partido de mayo-junio de 1948. Así, el a la sazón, que los apristas insistimos con mayor vehemencia en el propósito de conformar
enunciado de una «Acción conjunta de los pueblos de América para realizar el la alianza democrática que requería la guerra contra el totalitarismo, dentro del Plan ya
interamericanismo democrático sin Imperio», devino el sexto punto de nuestro programa revistado. Así, escribíamos:
máximo de 1924.
Es evidente que la Unión Panamericana, la fusión de las veinte repúblicas en una gran
El Plan se informa –y el profesor norteamericano Harry Kantor lo observa certeramente– federación con los Estados Unidos del Norte, es impopular entre nosotros. No lo es, en
«en la proposición de que todos los pueblos de América aspiran a ver instaurada la cambio, en una alianza leal con los Estados Unidos, ni lo es una unión bolivariana de
democracia» en nuestros Estados. Y «define a la democracia como un sistema basado en Indoamérica que iría realizándose gradual y progresivamente... Pero si el gobierno de los
la soberanía popular como norma de la soberanía nacional del Estado».312 El Plan Estados Unidos nos ayuda a unirnos y aparece nuestro continente convertido en una gran
sustenta «que la amenaza del totalitarismo sólo puede ser derrotada cuando la democracia nación de más de cien millones de habitantes, inmensamente rica afirmada por una raza
sea tan fortalecida que aquélla devenga una energía vital apoyada en la fé del pueblo: la común, por dos idiomas hermanos, por una tradición y una historia vinculados
democracia –afirma el Plan– es la misma donde quiera. Su distintivo fundamental es la profundamente, sí seremos un digno aliado del grande y buen vecino del Norte.
libertad del ciudadano combinada con la existencia de gobiernos libremente elegidos
sujetos a estables derechos y deberes legales. Desde que la democracia es indivisible, de Importa estimular un profundo y vasto movimiento de opinión realizado por nosotros dentro
acuerdo con el Plan, ella debe ser defendida por los 21 Estados cuando se halle en peligro de Indoamérica y hacia los Estados Unidos: para que nosotros comprendamos la urgencia
en cualquiera de ellos».313 Dice bien el profesor Kantor: «Lo que el Plan propone es un de la unión y ellos entiendan la importancia y conveniencia de que nos ayuden en esta gran
método de intervención colectiva para preservar la democracia».314 Y la creación de un empresa que es el único camino constructivo y sin recelos para estructurar una sólida
sistema orgánico que la renueve y robustezca para hacer de ella un firme y eficiente vínculo defensa continental.
interamericano.
Los dictadores, los políticos criollos, enemigos del espíritu de Bolívar, los jingoistas del
Dentro de un sistema tal, el imperialismo político resultaría neutralizado y el imperialismo localismo podrán oponerse, pero antes de que sea demasiado tarde, y para ayudar a la
económico –primera o inferior etapa del capitalismo en los países incipientemente defensa común, los que sabemos qué idioma habla la historia en estos tiempos decisivos
evolucionados– podría cumplir la fase constructiva de la industrialización de Indoamérica, debemos actuar. El aprismo clamó por todo esto desde hace quince años. Pero no es tarde
sólo posible con la cooperación de capitales extranjeros. La democracia dinámica, funcional, todavía para que se nos oiga.316
íntegra –la que iguala al hombre ante los deberes y derechos consagrados por la ley, no
sólo como politikonzoon sino también como homo-oeconomicus, vale decir como ciudadano Todo lo cual fue publicado en junio de 1940, un año antes de que Rusia y el comunismo se
y como trabajador manual e intelectual–, es la llamada a posibilitar la justicia social dentro vieran aventados por la tradición de sus conmilitones nacional-socialistas a la gran voltereta
de un régimen de libertad y de paz. que los puso en fila con las democracias. Y dieciocho meses por adelantado del asalto de
Pearl Harbor que había de troquelar hasta en cantilena cuatrilingue, anglo-franco-
IX. «Y DESPUES DE LA GUERRA, ¿QUE?»... castellano-portuguesa, aquello de «Las Américas unidas, unidas vencerán». Lo cual
infortunadamente, sólo quedó en eso, y nada más que en eso: en epifonema de discursos;
En 1928 habíamos dicho que si sólo cupiera al Apra realizar la obra histórica de unir a Una vez más se pretendió edificar un doctrinarismo político interamericano perpendicular de
nuestros pueblos para perecer después, arriba abajo. Se comenzó por remates y capiteles, sin atreverse a echar preventivamente
por tierra conceptos envejecidos de una jurisprudencia internacional superada, de hechura
...bien muerta estaría y funerales heroicos habría que demandar para ella al mundo si sólo europea, ajena, por tanto, a la realidad americana y a la del mundo de nuestra Edad.321
cumpliera la gloriosa tarea precursora de federar los Estados indoamericanos, después de
arrebatar el poder a las clases u oligarquías traidoras que hacen de él instrumento del Para el aprismo, cuya doctrina se erige sobre la premisa de la unidad política y económica
imperialismo. Tiempo suficiente habría de vivir para que a cada uno de los cien millones de de nuestras repúblicas, la primera noción jurídica americana por revisar es la de soberanía.
conciudadanos nuestros –o los que fueran en número al realizarse la obra estupenda– el El concepto absoluto de ella –copiado e importado de la Europa decimonónica, la de los
Apra les legara su bandera victoriosa como símbolo de liberación y de unidad nacional. Su beligerantes nacionalismos a ultranza que desembocaron en las dos guerras mundiales de
jornada sólo sería comparable, y sobrepasaría, a la independencia de España... 317 esta centuria– es antagónico con el propósito aprista de una confederación continental de
Indoamérica. De otro lado, desde la participación norteamericana en la Primera Guerra en
Y tras doce años de repetirlo, al sonar la hora de la Segunda Guerra que obligaba a los 1917322 y desde la Carta del Atlántico del 14-21 de agosto de 1941323 las democracias
Estados Unidos a reconocer la importancia de un hemisferio aliado, y a buscar nuestra atacaron frontalmente a aquel anticuado concepto de soberanía absoluta que había servido
cooperación, para la defensa común, la cual no podía ser mayor debido a nuestro de broquel, primero, al imperialismo militarista alemán y, después, a las tiranías totalitarias
debilitante fraccionamiento, los apristas difundimos una declaración, en 1940, que va super-armadas del eje germano-italo-nipón. Ambas guerras, desde el punto de vista del
inclusa como primer capítulo de mi libro La Defensa Continental: Derecho Internacional ortodoxo, han sido guerras de intervención colectiva de parte de los
Estados democráticos contra la hipertrofia de «soberanía», tanto de las llamadas «potencias
Hace años ya, muchos años, que los apristas erigimos como ideal máximo de toda actividad o imperios centrales» –Alemania y Austria-Hungría– en la contienda de 1914-18, como, en
política en nuestro continente indoamericano el de la unidad de nuestros pueblos.... la de 1939-45 contra los regímenes nacional-socialista alemán, fascista italiano y autoritario
japonés que formaban el trinomio totalitario y militarista enemigo de la democracia y de los
....Nosotros los apristas jamás desviamos nuestro camino. Ni Rusia, ni España, ni Berlín, ni derechos humanos. Por tanto, al epilogar ambas conflagraciones, los Estados vencedores
Roma modificaron nuestra clara y limpia línea de acción destinada a la obra precursora de se negaron a tratar con los gobiernos vencidos a los cuales no consideran «soberanos», y
afirmar más y más la solidaridad de Indoamérica. exigieron su previo derrocamiento a fin de acordar la paz con los pueblos directamente
interesados y con sus personeros genuinos depositarios de la soberanía.
Creímos que era tarea suficiente para una generación ésta gloriosa de cumplir el sueño de
Bolívar. Y que no había tiempo que perder en dispersar nuestras energías y nuestros El presidente Wilson justificaba la participación de los Estados Unidos en la Primera Guerra
afanes, ni por Rusia, ni por España, ni por Alemania ni por Italia. Por eso aparecimos Mundial con las subsiguientes palabras que subrayo, y que acaso sintetizan los famosos
muchas veces indiferentes ante la fascinación europea. Creímos que había de sacudirse principios renovadores de la jurisprudencia internacional encerrados en «los Catorce
aquí de toda servidumbre mental, fuera de está izquierda o de derecha. Creímos que Puntos», en «los Cuatro Principios», en «los Cuatro Fines» y en «los Cinco
nuestra justicia social podía alcanzarse sin pedir consejos a ningún amo europeo llámese Particulares»,324 clasificación ya generalizada para agrupar las tesis fundamentales
Stalin o Hitler, Franco o Mussollini. Creímos que había que adivinar el destino de un contenidas en los más memorables discursos del primer mandatario norteamericano de
Continente, rico e indefenso, poco poblado con relación a su vastedad y peligrosamente aquellos años decisivos:
dividido por políticos miopes, apóstatas de Bolívar y vasallos de Europa...
Nosotros nos hallamos ahora cara a cara a la necesidad de afirmar el derecho fundamental
Emancipémonos ya de romanticismos europeos rusófilos, anglófilos, hisponófilos e italófilos. de los hombres libres, a establecer sus propias leyes, a escoger sus propia autoridad... Y lo
Dejemos a los muertos enterrar a sus muertos, y pensemos en nosotros. No suframos más que nosotros buscamos es el reino de la ley basado en el consentimiento de los gobernados
por las desdichas ajenas que por las tantas que aquí tenemos y, abjurando de todo y sostenido por la opinión organizada por la humanidad... ¿Para qué es la guerra?... Es una
incondicional europerísmo, sintámonos hijos de la Gran Patria Indoamericana guerra de emancipación. Hasta que ella sea ganada no podrán los hombres vivir libres de
imponiéndonos la tarea estupenda de unirla y hacerla fuerte. 318 temor... 325
Y todo ello se escribía «con esa tristeza optimista que debe ser en nosotros -recordemos a Y en la Carta del Atlántico, el presidente Roosevelt y Winston Churchill proclaman con «su
Keyserling sobre el tema triste-móvil constructivo, acicate de fe»,319 con un acento de esperanza en un futuro mejor para el mundo», que «la guerra no busca engrandecimiento,
queja admonitiva por el tiempo perdido. Afanosos de recobrarlo, concebimos el Plan que es territorial o de otra clase» ni «cambios de circunscripciones que no se hagan de acuerdo
el único esbozo de una concordada interpretación doctrinaria de la Buena Vecindad con los deseos libremente expresados de los pueblos a quienes conciernen» y que
democrática. No solamente enderezada a servir de apoyo a «una política» de apuro, sino
para propender a crear una nueva filosofía jurídica interamericana. Claro está que el método ellos respetan el derecho de todos los pueblos a escoger la forma de gobierno bajo la cual
de intervención colectiva para preservar a la democracia es fundamental en nuestro ellos quieran vivir; y desean ver los derechos soberanos y el gobierno autónomo
proyecto.320 Pero él debía articularse doctrinariamente en una Carta Magna o Super- restaurados para aquellos (pueblos) que se han visto privados de tales derechos por la
Constitución interamericana, cuyo punto de partida es la revisión de conceptos obsoletos de fuerza... ...después de la destrucción de la tiranía nazi ellos esperan ver establecida una paz
soberanía. Descoyuntar esas ideas para pretender fabricar con ellas actas y declaraciones que pueda dotar a todas las naciones de los medios de existencia con seguridad dentro de
incoherentes, como formadas de remiendos –tal aparecen en gran parte de la literatura sus territorios, y que permita asegurar que todos los hombres en cualquier país, puedan
panamericanista de postguerra– no era sino recargar la impedimenta verbal con que se vivir sus vidas libres de temor y miseria. 326
desvirtuaron los acuerdos de la IX Conferencia de Bogotá. Los cuales, con tal rémora,
Chaque Etat peut librement choisir sa constitution politique, déterminer la forme de son Y en nuestra época, las «intervenciones colectivas» de 1918 y 1919 en Rusia para derrotar
gouvernement, organiser son administration sans se préoccuper de l'opinion des autres a la revolución y ayudar a los ejércitos blancos que atacaron a los soviets o
puissances.328 combinadamente, encabezados por Boris Savinkov quien se apoderó de Yeroslav, por
Kolchach que dominó Siberia, por Yudenich que atacó inútilmente Petrogrado desde
Y según esta pauta es irrecusable que Alemania, Italia y el Japón –del mismo modo que sus Estonia, y por Deninkin desde el suroeste, sustituído después de su derrota de Orel por
satélites España y Portugal– habían escogido sus constituciones políticas, determinando las Wrangel en Crimea, los contrarevolucionarios rusos recibieron decidido apoyo de Inglaterra,
formas de sus gobiernos y organizado sus administraciones sin preocuparse de la opinión Francia, Japón y Estados Unidos. Tropas británicas se apoderaron de Arcángel; regimientos
de otros poderes. Es decir, habían ejercido su derecho de soberanía interior y el de su franceses, japoneses, británicos y norteamericanos tomaron Vladivostok y ayudaron a la
soberanía exterior y, a su manera, se habían sujetado a las reglas teóricas generales de la ocupación de Siberia por los checos. Por su parte Francia con unidades de su escuadra y
independencia de los Estados. contingentes de desembarco se adueño de Odessa.337
Hitler, Mussolini, Tojo y sus aliados régulos Franco y Salazar, estaban acogidos a aquel Cuanto a la «intervención unilateral» los casos son numerosos en la política internacional
principio absoluto de soberanía categórica que aprovechaban para cohonestar sus brutales europea y harto desconocidos en la historia de las relaciones interamericanas. En uno y en
despotismos. Todos aquellos alardeaban ser portavoces de «sus pueblos», aunque de otro continente las «intervenciones unilaterales» se han producida ya bélicas, ya
éstos apenas fuera permitida una sola y regimentada voz. De tal suerte, los regímenes financieras, y deparan procedimientos de diversa tipología: en 1830 Francia interviene en
autoritarios cohonestaban sus métodos de terror, sus delitos de genocidio, socapa de Bélgica y ayuda a los rebeldes a ganar su independencia.338 Las intervenciones de Francia
procedimientos autonómicos y lícitos de Estados «soberanos» celosos de su seguridad en Austria y en Italia,339 la de Rusia en Austria para ayudarla a reprimir la rebelión de
interna. Vale decir como cualquier general usurpador de Indoamérica... Hungría,340 son otros hechos inmemorables. Y en el campo puramente diplomático, se
recuerdan la intervención oficiosa en 1851 de Prusia y Austria cuando instan al rey de
Ello no obstante, la participación norteamericana en ambas guerras dio a éstas su Piamonte a cambiar su sistema de gobierno, ingerencia que es rechazada,341 o, en 1856,
significado de cruzada, de «intervención colectiva» en la soberanía de los Estados cuando Inglaterra y Francia invitan al gobierno de Nápoles a modificar su manera de
totalitarios y en sus «asuntos internos» o «domésticos» según el tópico decir.329 ¿Cuál era administrar y, al ser desoídos, retiran sus embajadores.342
su título? La defensa de los derechos humanos, de las Cuatro Libertades de la democracia,
sin las cuales no puede darse una perdurable paz. Más definidas intervenciones imperialistas europeas de otros continentes son las de
Francia, Rusia y Alemania en la guerra chino-japonesa de 1894,343 las ya referidas
La «intervención colectiva» –que en los tiempos modernos tiene un antecedente europeo anteriormente expediciones armadas de Francia y España en México, Perú y Chile, de
antidemocrático– surge con la «declaración de Pillnitz», emitida por el emperador de mediados de siglo XIX,344 y la de Gran Bretaña, Alemania e Italia en Venezuela, el año
Alemania y el rey de Prusia en 1791, la cual da origen a la alianza monárquica contra la 1902 con el consentimiento del presidente Theodore Roosevelt. Esta última dio origen a las
Revolución Francesa. La primera victoria de está deja su hito histórico en la crucial batalla célebres Doctrina Drago ampliatoria de la Doctrina Monroe, al negar el derecho de
de Valmy, el 20 de Septiembre de 1792 que Goethe marca con famosas palabras.330 intervención militar en los países americanos a causa de préstamos impagos.345 Pero
Aparece así «la nación en armas», del soldado-ciudadano que reemplaza al soldado Indoamérica, al inaugurarse la política imperialista impuesta por el Partido Republicano, a
profesional, defendiendo a la Francia revolucionaria intervenida. Y la «coalición» que por partir de la presidencia de Theodore Roosevelt, se vio enfrentada al problema de la
consecuencia de la muerte en el cadalso de Luis XVI formaron con Austria y Prusia, «intervención unilateral», financiera, política y militar por parte de los Estados Unidos. Y ya
Inglaterra, Holanda, España, las dos Sicilias y el Papa en 1793,331 define su carácter se ha visto cómo para designar esta forma de intervención norteamericana, inventó el
intervencionista. Fue la respuesta al decreto de la Convención Nacional francesa del 19 de secretario de estado, Charles Evans Hughes, un marbete al uso: «interposición temporal»
noviembre de 1972, por el que se prometía a los pueblos que quisieran «recobrar su con éstas muy dicientes palabras cuyo texto es importante repetir:
libertad» «sécours et fraternité». Después con el objetivo expreso de derrocar a la dinastía
napoleónica y circunscribir a Francia dentro de sus fronteras tradicionales se forma la La dificultad, si alguna existe, en cualquiera de las repúblicas de América no es la agresión
«cuadrúple» o «Gran Alianza» concertada por los Tratados de Chaumont y París de 1814 exterior. Es una dificultad interna. De vez en cuando surgen situaciones deplorables que
ratificada en Viena. Y en 1915 se firma el enunciado de la célebre Santa Alianza –que todos lamentamos, en las que la soberanía se suspende, en cuyo transcurso no existe
consagra el derecho de intervención para la defensa de los principios legítimos al mismo gobierno alguno, en que durante un tiempo y dentro de una esfera limitada, no existe la
HAYA DE LA TORRE
TOMO III
IDEOLOGÍA APRISTA