Knowing The Love - Adaptación Vkook - by Ayumubyul

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Sinopsis

Kim Taehyung, el chico más popular y mujeriego de la secundaria,


tiene un secreto que nadie podría imaginar. Lo ama, como nadie
podría amarlo nunca. ¿A quién? A Jeon Jungkook, su mejor amigo.

Jungkook es todo lo contrario a Taehyung, reservado, tranquilo, y


no tiene nada de popular. Sus únicos amigos son Jimin y Taehyung,
pero en la secundaria solo tiene a Jimin, pues Taehyung se sienta
con los populares, y para Jungkook, es terreno prohibido.

Él nunca se ha dado cuenta de que Taehyung siente algo más que


un lazo de amistad por él, y para Taehyung, será algo que nunca
nadie sabrá, que se quedará para siempre atrapado en su corazón.
Sabe que Jungkook no lo quiere de esa manera, y no planea ponerse
al descubierto, incluso cuando Jungkook comienza a salir con
Hyuna, él se traga y aguanta todo el dolor, y nadie lo nota. Nadie
nota que tras esa fachada de casanova, arrogante y popular,
Taehyung esconde un secreto, y tiene los sentimientos más sinceros
del mundo hacia él, su Jungkookie.

➤ Vkook
➤ Cliché, Romance, humor, drama
➤ Menciones de otras parejas.
Yoonmin
➤ By @ayumubyul
Adaptación.
Capítulo 1
Su pie se movía insistentemente, golpeando suavemente el piso, esperándolo como de
costumbre. Supuestamente, él debería ser el que tardara horas en arreglarse para ir a la
escuela, pero era todo al revés.

—Kim Taehyung si no bajas ahora, me iré sin ti, te lo juro —dijo exasperado.

Sus juramentos no eran en vano, así que Taehyung corrió escaleras abajo, y le sonrió
coquetamente, esperando que lo disculpara por tardarse. Jungkook rodó los ojos, como
siempre.

—Hola —dijo finalmente Taehyung. Jungkook arqueó una ceja. —¡No te enojes!

—Si me saludas, puede que no lo haga —dijo Jungkook seriamente. Taehyung se


acercó y le besó la mejilla sonoramente. Ambos rieron. —Okay, okay, vamos.

—Eres el mejor Kookie ¿lo sabías? —Jungkook asintió y ambos rieron. Como de
costumbre, caminaban al colegio, juntos.

Llegaron al colegio, y antes de entrar, se lanzaron una mirada, desde ahí ese portón de
entrada, en adelante, no se miraban. Así eran las cosas, pese a que todos sabían que
Taehyung y Jungkook eran amigos, era una especie de "regla". Jungkook se reunía con
Jimin, y Taehyung se iba con sus amigos y las chicas populares. Más de alguna vez él
se había preguntado si Taehyung se avergonzaba de ser su amigo, pero la respuesta de
Taehyung ante su alejamiento dentro de la escuela era:

"Ese mundo no es para ti Jungkook, está lleno de cosas sucias."

Y la explicación a esas "cosas sucias" nunca había llegado. Jimin llegó con su sonrisa
amable, como todos los días. Lo saludó y entraron juntos.

—¿Llegó tu amigo? —preguntó Jimin refiriéndose a Taehyung.

—Sí, se fue con sus amigos —dijo Jungkook sin darle mucha importancia.

—La rutina de siempre, ustedes hacen como que no se conocen. —dijo Jimin poniendo
los ojos en blanco —¿Por qué se lo permites?

—No es cosa de permitírselo o no Jimin, solamente que no encajo con sus amigas y
amigos, y preferimos mantener distancia. —dijo Jungkook

—Su amistad es la cosa más rara que existe. —concluyó Jimin.

—Lo sé, pero me gusta así. —musitó finalmente.


Y Jimin no mentía, la amistad de ambos era raro, desde la secundaria para adentro, eran
perfectos desconocidos, pero afuera, eran casi hermanos. Jimin nunca lo había
comprendido, incluso Taehyung le desagradaba, por sus aires de grandeza y que
prácticamente llevaba un cartel en la frente que decía "mujeriego".

Taehyung, mientras tanto, le golpeaba el hombro a Namjoon durante la clase de


matemática. Estaba aburrido, no tenía gracia la clase con el suplente. Él quería a la
profesora de siempre, aquella a la que le lanzaba miradas coquetas, y que ella se
sonrojaba. Era joven, tenía veintinueve años, y tenía un cuerpo hermoso. Taehyung
había hecho una apuesta con Namjoon respecto a ella.

—Te apuesto que me tiro a la maestra antes de fin de curso. —había dicho Taehyung.

—¿Cuál es la apuesta? —preguntó Namjoon interesado.

—Si me la tiro, tendré pase libre para usar tu moto cuando yo quiera durante todo un
año —dijo Taehyung sonriendo satisfecho. Namjoon arqueó una ceja, era imposible
que Taehyung se acostara con la señorita Park.

—Si yo gano, quiero tu consola —dijo Namjoon satisfecho de su apuesta.

—Hecho —se dieron la mano. Por lo tanto, ahora Taehyung estaba frustrado,
necesitaba conquistar a esa mujer, de alguna forma, acabaría acostándose con ella.

—Veo tu consola más cerca de mí —le susurró Namjoon al oído.

—Cállate —Taehyung le pegó una patada por debajo de la mesa. Namjoon ahogó un
grito. Y Taehyung río tapándose la boca para no hacer ruido.

—Bueno, sé que la ganaré, no te da para tirarte a Park —susurró Namjoon.

—Sí me da, estoy seguro que acabará en mi cama, o por lo menos, en la mesa mientras
yo... —dejó la frase inconclusa, y Namjoon arqueó una ceja.

—¿Le contaste a Jungkook que planeas tirarte a la profesora de matemática? —


preguntó Namjoon.

—No, ¿Por qué tendría que contarle? —preguntó Taehyung arqueando una ceja

—No lo sé, es tu mejor amigo, deberías contarle, quizás te ayude a preparar el ambiente
para tirarte a Park —dijo Namjoon divertido, soltando una carcajada.

—No, no le contaré —dijo Taehyung decidido. Namjoon sonrió divertido

Aunque si Taehyung lo pensaba bien, quizás podría ponerlo celoso al contarle que se
quiere acostar con una mujer doce años mayor que él. Se imagina la cara de Jungkook
cuando se entere, su regaño, todo absolutamente todo está en su mente. La forma en
que abriría sus hermosos ojos marrones de sorpresa, la forma en que luego de eso,
frunciría el ceño enfadado con él, luego su frase "No tienes remedio, Kim Taehyung",
y la forma en que él se reiría, divertido ante la mueca de asco cuando le dijera la forma
en que lo haría. Sería divertido, y aunque era totalmente estúpido creerlo, aún tenía la
vaga ilusión de despertar los celos en él.
Capítulo 2
Salió de la escuela, después de un agotador día. La profesora de Química la había
regañado dos veces, casi nunca le sucedía, pero hoy estaba con sueño y estaba a punto
de dormirse. Lo pillaron desprevenido con dos preguntas, y no supo que decir. Jimin
lo miró preocupado, pero solo tenía sueño, así que no le dio importancia.

Espero a Taehyung afuera, como siempre. Mientras pasaban los escolares. Miró a
Hyuna, la chica nueva, llevaba tres semanas en la escuela. Le encantaba. Su cabello
castaña y sus ojos azules lo volvían loco, y esa personalidad misteriosa, le fascinaba.

La castaña volteó y se encontró con unos ojos marrones que lo miraban, le sonrió, el
embobado le correspondió la sonrisa. Hyuna siguió su camino, mientras Jungkook
estaba en las nubes.

—Llegué —la voz de Taehyung lo sobresaltó —Estás en otro mundo, Jungkook.


¿Alguna chica? —bromeó Taehyung, aunque claramente no quería escuchar un sí de
la boca de su amigo.

—Hyuna... —susurró. —Me acaba de sonreír —dijo ilusionado.

—¿Hyuna? ¿La nueva? —preguntó Taehyung. Jungkook asintió emocionado. —Me


toca Biología con ella, es callada. —observó Taehyung —Quizás esconde algo.

—No exageres Taehyung, no lo conoces —dijo Jungkook mientras caminaban.

—Como sea —dijo Taehyung exasperado, no le gustaba mucho el tema de chicas o por
lo menos no con él. —Debo contarte algo interesante.

—¿Qué? —preguntó Jungkook.

—Hice una apuesta con Namjoon Hyung —comentó sonriendo —Debo tirarme a la
maestra de matemáticas. —dijo orgulloso.

—¡¿Qué tú qué?! —preguntó Jungkook abriendo los ojos con sorpresa, tal como
Taehyung había predicho.

—Como oíste, sino Namjoon se llevará mi consola, aparte que Park está como quiere,
tiene un trasero de los mil dioses —dijo Taehyung sonriendo y recordándola.

—Ashhh tú no tienes remedio —musitó Jungkook frunciendo el ceño. Taehyung


sonrió.

—Tengo que disfrutar, y cubrir mis necesidades biológicas —dijo Taehyung


frunciendo el ceño.
—Primero, Park tiene doce años más que tú. —dijo Jungkook fríamente —Segundo,
¿disfrutar? Terminarás pegándote una enfermedad por acostarte con tanta perra,
tercero, esas "necesidades" pueden aguantar.

—Solo porque tú no hayas probado, no significa que los que sí lo hemos probado, no
tengamos la necesidad. Realmente tengo que tirármela, sea como sea —dijo Taehyung.

—No tiene nada que ver que yo sea virgen, lo digo porque la gente normal no está
encerrada en su habitación todas las noches, con una chica o chico diferente —dijo
Jungkook arqueando una ceja.

—Tu concepto de normal, es mi concepto de nerds, sin ofender —dijo Taehyung.


Jungkook rodó los ojos.

—Como sea Hyung, haz lo que quieras, cumplí con advertirte. —dijo Jungkook —Sólo
te digo, que cuando quieras dejar de tener todas las noches una chica diferente en tu
cama, y quieras tener a la misma chica para siempre, no podrás hacerlo.

—¿Y por qué no? —preguntó Taehyung desafiante.

—Porque la chica que quiera estar contigo para toda la vida, la chica que quiera amarte
y serte fiel, no es como las putas con las que te acuestas, esa chica se tomará las cosas
enserio, y sabiendo tu pasado, ten por seguro, que nunca la encontrarás —dijo
Jungkook fríamente.

Taehyung sintió un extraño malestar en el pecho cuando dijo eso. Si tan solo supiera
que el chico que él quería amar, era él. Ahora se percató de que ellos nunca saldrían,
Jungkook lo conocía tan bien, o por lo menos conocía la fachada de casanova que
mostraba, no tenía idea lo que él sería capaz de hacer por él, Taehyung dejaría todo por
él. Así de simple.

—Tonterías —dijo Taehyung mientras miraba al frente seriamente.

—Como quieras Hyung, cambiando de tema, mis padres no están, mi hermana salió
¿veamos una película? —propuso Jungkook mirándolo de reojo.

Taehyung lo pensó, por un lado amaba estar con él toda la tarde, pero ahora se sentía
herido, se sentía vulnerable.

—Quizás mañana Kookie —dijo Taehyung dando un largo suspiro —Tengo que
estudiar.

—Está bien, entonces yo entro —indicó su casa, habían llegado. La casa de Taehyung
estaba una cuadra más allá. —Cuídate, nos vemos mañana, tratare de salir puntual —
dijo Jungkook sonriendo.
—Eso espero —dijo Taehyung riéndose suavemente —Cuídate mucho —pidió
sinceramente. Se acercó a él y besó su frente. Algo de todos los días para él, pero para
Taehyung, significaba mucho. —Adiós.

Taehyung caminó a su casa, saludó a su madre, y se tiró en la cama. Miró su techo,


durante un largo tiempo. ¿Haría bien en mantener esa fachada de mujeriego? Sí, el
creía que sí. Solo así, nunca nadie se enteraría de nada.

Se sentó, miró su celular. El fondo de pantalla era una foto de ambos, sonriendo a la
cámara, en sus vacaciones pasadas. Jungkook, siempre simple, su cabello revuelto por
el viento, su maravillosa sonrisa, sus ojos marrones, esos labios... que siempre había
soñado besar.

¿Qué dirían todos si supieran que estaba enamorado de él?

Sería la noticia del año, seguramente.

Kim Taehyung ama a un "chico" que no es popular, que no le gustan las fiestas, ni se
ha acostado con chicas. Pero él lo prefería así, prefería que fuera tranquilo, que en vez
de emborracharse, se quedara en su casa, viendo películas y comiendo helado, o
leyendo un libro, o tocando el piano o cantando. Él era así, simple, pero para Taehyung
era perfecto. No tenía nada que envidiarle ni a la porrista más hermosa, ni al deportista
mas sexy. Solía usar una simple polera y un jeans ajustados en color blanco
generalmente un poco maquillado y casi siempre, sus Converse. Aunque él lo había
visto en ropa interior, por accidente, hace unas semanas. Tenía una figura bonita, ni
muy flaco. Todo en él era perfecto, no tenía idea porque no tenía novia, bueno, su
amigo exigía mucho en las chicas, odiaba a los borrachos, fiesteros, hipócritas y todo
eso. No tenía idea como lo soportaba a él. Bueno, él lo amaba, no como él quisiera,
pero lo amaba como a un hermano. Le confiaba su vida, sabiendo que él jamás lo
traicionaría. Era lindo sentirse querido por él, pero desearía poder ser algo más que su
mejor amigo.
Capítulo 3
El sábado había una fiesta en casa de Irene, una ex novia de Taehyung, porrista, con
cuerpo hermoso, típica chica poco inteligente, linda, pero que se ha acostado con todos
los chicos de la secundaria. Taehyung había estado un par de meses con ella, pero nada
muy serio. Para Taehyung nunca era serio.

—Vamos Kook, solo una vez, no quiero ir solo —pidió Taehyung.

—No, no pienso ir Hyung, sabes que no me gusta —dijo Jungkook mientras ordenaba
su ropa en el armario.

—Por favor, eres mi amigo, te lo estoy rogando —dijo Taehyung poniendo la cara de
perrito.

—Esta vez no te servirá la cara Hyung, no pienso ir, me dejarás solo y te


emborracharás, para irte con cualquiera —dijo Jungkook rodando los ojos.

—Estará Yoongi, tú eres amigo de él, ve con Jimin —pidió Taehyung.

—Si llevo a Jimin y está Yoongi, estaré solo igual, esos dos se traen algo entre manos
desde hace mucho tiempo —dijo Jungkook.

—Estará Hyuna —dijo Taehyung finalmente. Jungkook sintió algo extraño, se volteó
y arqueó una ceja.

—¿No estás engañándome para que vaya? —preguntó desconfiado.

—No, te lo juro —dijo Taehyung —Vamos, te lo ruego —pidió nuevamente.

—Está bien, ¿A qué hora es? —dijo dándose por vencido. Taehyung lo abrazó fuerte,
Jungkook sonrió, le gustaba complacerlo, porque era como un niño pequeño, y se
emocionaba tanto cuando él le decía que sí.

—Paso por ti a las nueve Jungkook, ponte hermoso —pidió. Ojala fuera para él, pero
agregó —Ya sabes, estará Hyuna —su sonrisa se mantuvo intacta, quizás Taehyung
debería ser actor.

—Está bien —suspiró.

Taehyung se fue a su casa feliz de que Jungkook lo acompañara, pero con el amargo
sabor de que él utilizaría la ocasión para coquetearle a Hyuna. Como dolía solo
pensarlo. Él no era de haber estado con muchas chicas y los pocos con los que estuvo,
para suerte de Taehyung, casi ni las conoció.
Llegó la hora, Taehyung fue a buscarlo y parece que él se tomó enserio lo de "ponte
hermoso". Vestía unos pantalones blancos, una polera ajustada rosa y unos converse.
Lo más notable, sus mejillas estaban levemente sonrojadas, el rubor, y finalmente sus
tentadores y hermosos labios. Se veían más provocativos ¡que ganas de besarlo! Pensó
Taehyung.

—¿Qué tal? —preguntó Jungkook preocupado de su aspecto, pero pensando en Hyuna.

—Hermoso —dijo Taehyung sonriéndole, por un momento, lo observó con ternura.


Pero cuando Jungkook lo miró sonriente como siempre.

—Bien, vamos —dijo Jungkook.

Taehyung podía manejar, y utilizaba el auto de su madre. Manejó hasta la casa de Irene,
Jungkook se veía claramente nervioso. Era el hecho de que estaría Hyuna, eso le
produjo a Taehyung un dolor en el pecho. Suspiró, esperaba que no se le ocurriera
besarla frente a él, aunque lo descartó, su amigo no lo haría. Supuso.

—Llegamos —dijo Taehyung sonriendo. Le abrió la puerta antes de que Jungkook lo


hiciera, Taehyung era así con él. Si él se diera cuenta la razón... pero no, Jungkook
siempre ha sido igual.

—Está bien, me relajaré —dijo Jungkook.

Tocó el timbre, Irene le sonrió y se lanzó a sus brazos, le dio un sonoro beso en la
mejilla. Luego miró a Jungkook y le sonrió. El correspondió su sonrisa.

—Pasen —dijo. Entraron, de inmediato Taehyung vio a Yoongi, así que junto a
Jungkook se acercaron a él. Yoongi besó la frente de Jungkook y le dio la mano a
Taehyung.

—Llamé a tu amigo Jimin, quería que viniera —dijo sonriendo. Taehyung le golpeó la
pierna, jugueteando respecto a Jimin. Yoongi se sonrojó. —No digas nada Kim. —
amenazó.

—Yoongi, me engañarás con una chica —dijo fingiendo enfado.

—Aún no, príncipe tigre —dijo Yoongi sonriendo —Pero en caso de, puedes
compartirme —bromeó con una coqueta sonrisa. Ambos rieron.

—¡Jungkook! —Una voz que no era ni de Taehyung ni de Yoongi los interrumpió.


Jungkook levantó la vista y vio una muchacha castaña frente a él —¡Es genial verte
por aquí!

—Hyuna —dijo Jungkook algo nervioso. —¿Co-cómo estás? —Taehyung intentaba


disimular, pero no pudo evitar fulminarlo con la mirada.
—Bien ¿y tú? —preguntó Hyuna.

—Bien —dijo Jungkook levemente sonrojado.

—¿Vamos a tomar algo? —propuso ella. Jungkook miró a Yoongi, quien le guiñó un
ojo, miró a Taehyung quien dando un suspiro, asintió.

—Vamos —dijo Jungkook. Hyuna le dio la mano para que fuesen. Taehyung hervía
de rabia por dentro, ¡que ganas de echarla a patadas! Los siguió con la mirada hasta
verlos sentarse más allá, Jungkook tomaba cerveza, ella tomaba bebida, él se sonrojaba
y reía animado, mientras ella lo miraba a los ojos.

—¿Celos Kim? —preguntó Yoongi. Taehyung se sobresaltó.

—No, Tonto, solo que no confio en ella —dijo frunciendo el ceño. Yoongi lo miró, no
le creyó mucho. Taehyung lucía extraño esta noche, solo miraba a Jungkook con
Hyuna, la chica nueva.

—Taehyung ¿Estás seguro que no te gusta Jungkook? —pregunto Yoongi.

—¿Qué? —preguntó Taehyung. Su cuerpo se tensó —No Yoongi, ¿Estás loco? Él es


como un hermano, nunca podría verlo como otra cosa y además es un chico.

—Taehyung, hay algo que no me hace creerte —musitó Yoongi —Aparte, Jungkook
es un chico él es lindo y muy agradable, no es como tus chicas, es inteligente y muy
dulce —dijo Yoongi mientras Taehyung seguía amargándose viendo a su mejor amigo
con una chica, coqueteando. Taehyung pensó que Yoongi decía lo correcto, aunque él
ya se había percatado de todo eso hace mucho.

—Lo sé, pero no me gusta —dijo Taehyung finalmente Yoongi quedó dubitativo
respecto al tema, pero prefirió no decir nada. Justamente, Jimin, el amigo de Jungkook
había llegado. Él le sonrió ampliamente, se disculpó con Taehyung, y fue a bailar con
él. Taehyung se quedó allí, mirándolo, la forma en que pestañeaba cuando estaba
coqueteando, era hermoso. ¿Por qué no puede coquetearme de esa forma? Se preguntó
así mismo, quizás, tan solo quizás, algún día él se percataría de lo que Taehyung sentía
por él, y por fin se decidiría y estaría con él. Pero no era demasiado probable.

—¡Oppa! —la voz chillona de Irene lo sacó de sus pensamientos —¿Por qué estás solo
aquí? —no le dio tiempo de responder cuando le tomó la mano y le dijo —Ven, vamos
a bailar. —Taehyung dio un largo suspiro. Si Jungkook estaba con Hyuna, él también
tendría que estar con alguien. Se dejó llevar por la música, por el ambiente, y por el
magnífico cuerpo de Irene. La tomó por la cintura, mientras bailaban. Miró sobre el
hombro de la chica, y veía a Jungkook bailar muy cerca de Hyuna, tan cerca que dolía.
Miró a Irene, tan linda pero tan hueca. —Estás distraído esta noche, Taehyung —dijo
Irene mientras apegaba más su cuerpo al de Taehyung. —Vamos por un trago, lo
necesitas.
—Tengo que manejar, Irene —dijo él negándose.

—Solo uno Oppa —dijo ella sonriendo coquetamente. Pasaron junto a Jungkook y
Hyuna, quienes ni se percataron de la presencia de Taehyung, justo tras de ellos.

Taehyung tomó rápidamente lo que Irene le sirvió, y como lo había temido, no se


detuvo hasta estar bastante borracho. Entonces Irene lo hizo ir a bailar con ella, esta
vez, Taehyung pasaba las manos por todo el cuerpo de la muchacha, mientras se reían.
Miró otra vez por sobre su hombro, y vio a Jungkook besándose con Hyuna, muy
juntos. La punzada en el pecho aumentó, y sintió unas ganas enormes de llorar. Estaba
borracho, pero esa imagen jamás se le olvidaría, ni aunque estuviera tan borracho. No
podía evitar mirarlos, sus labios juntos, sus ojos cerrados, disfrutando. Como desearía
ser ella, como amaría poder besarlo y amarlo. ¿Por qué le sucedía esto?

Intentó no llorar, intentó resistir.

—Irene, tengo que ir a tomar aire —dijo como pudo, pasó junto a ellos, las manos de
Hyuna recorrían la espalda de su mejor amigo. Se quedó en el patio, sentado, mirando
al cielo. Quería irse, pero estaba muy borracho como para tomar su auto.

—Taehyung, ¿Estás bien? —la voz de Hoseok lo sobresaltó. Se volteó y le sonrió como
pudo.

—Sí, sólo tenía... calor —dijo.

Hoseok asintió y entró otra vez. Entonces ahora unas manos femeninas acariciaron su
pecho. Volteó, y vio a Irene. Ella sin más, casi se subió sobre él, y lo lanzó al pasto.
Mientras tanto, sus labios buscaron los de Taehyung, quien estaba tan destruido, que
no protestó. Se besaron con pasión, mientras las manos de Taehyung recorrían el
delgado cuerpo de la muchacha.

—Vamos a mi habitación —dijo Irene en su oído.

El solo la siguió. No vio a su amigo, intentó mirar a todos lados, pero no estaba.
Llegaron a una habitación pintada de rosa, con una cama grande. Irene aseguró la
puerta, mientras se desnudaba frente a Taehyung, quien decidió olvidar todo y tener
una noche de diversión. Irene se subió sobre él, y le susurró.

—Recordaremos viejos tiempos —dicho esto, besó a Taehyung mientras sus manos
iban al cierre del pantalón del muchacho.
Capítulo 4
Taehyung abrió los ojos y sintió un horrible dolor de cabeza. Miró a su alrededor, y se
encontraba envuelto en una pieza rosada. ¿Dónde rayos se había metido? Entonces,
sintió una respiración que no era la suya. Miró a su lado, vio un delgado cuerpo tapado
hasta la mitad de la espalda con la manta y sobre la almohada. Recordó entonces a
Irene. Otra vez se había acostado con ella.

En silencio, buscó su ropa y se vistió. Salió callado de la habitación, sin despertarla.


Buscó sus llaves y encendió su auto. El día estaba nuboso, especial para su estado de
ánimo. Repentinamente, a su mente llegaron las imágenes de Jungkook y Hyuna
besándose. Ahora no era el dolor de cabeza, era el dolor en el pecho, ese vacío en el
corazón. Golpeó el volante del auto, y las lágrimas comenzaron a correr por sus
mejillas.

—¡Lo odio! —se dijo a sí mismo —Lo odio por hacerme amarlo.

Ni siquiera un revolcón con Irene lo podía hacer olvidar el beso que su amigo le dio a
esa estúpida. ¿Qué tenía esa estúpida? Nada, era un completo idiota. Taehyung
bruscamente se limpió las lágrimas de las mejillas. No quería seguir llorando por él,
quizás no valía la pena.

—A quien engaño, Jungkook vale todo —susurró para sí mismo —Pero tengo que
resignarme, él no es para mí.

Suspiró y manejó hasta su casa, pasando frente a la casa de Jungkook. La ventana de


su dormitorio estaba abierta, probablemente estuviese haciendo los deberes o algo así.

Pero Jungkook estaba sentado, leyendo un libro. Aunque la concentración no era


demasiado, recordando el sabor de los labios de Hyuna. Sonrió, era una chica
agradable, simpática, y muy tierna. Le gustaba, y eso que hace mucho no le gustaba
una chica. Hyuna era ideal. Aunque seguía enfadado pues Taehyung lo había dejado,
aunque se fuese con la chica, ni siquiera le preguntó. Se había ido a revolcar con Irene.
Taehyung, no tenía solución, pensaba él. Esperaba que algún día se enamorara de
alguna chica, pero lo dudaba, dudaba que el amor tocara la puerta de la casa de
Taehyung, porque él no lo permitía. El espantaba a las chicas buenas, por ser un maldito
casanova. Rodó los ojos, solo esperaba que no terminara pegándose el Sida.

El lunes siguiente, Jungkook terminó de arreglarse el cabello. Se había tardado más de


la cuenta, quizás el motivo era que vería a Hyuna en la escuela, y le emocionaba, tenía
que verse guapo, o bueno, lo que pudiese.

Tocaron el timbre de su casa, miró la hora, era tardísimo. Probablemente Taehyung


viniera a buscarlo. Bajó corriendo las escaleras, tomó su bolso, se despidió de sus
padres y su hermana, pero su sorpresa fue mucha cuando unos ojos marrones la
miraron, y no eran los de Taehyung.
—¡Hyuna! —susurró emocionado.

—Quise pasar a buscarte ¿No te molesta? —preguntó ella con dulzura. Jungkook negó.
Así que subió al auto y se marchó a la escuela.

Mientras tanto, Taehyung salía de su casa, preguntándose porque no lo había ido a


apurar como cada día. Al salir de su casa, caminó un poco y lo vio subiéndose a otro
auto. Cuando vio al propietario del auto sonreír ampliamente lo reconoció, era Hyuna.

—¿Y esa qué se cree? —preguntó enrabiado. Tuvo que caminar solo para irse a la
escuela, iba demasiado enfadado, la rabia lo cegaba. Pateó tres piedras, una tan fuerte
que golpeó a un pobre perro, víctima de su ira. Intentaba no llorar, sería patético llegar
llorando, su reputación caería bruscamente. Entró al colegio, y se encontró con
Sungjong, uno de sus mejores amigos.

—Hola Taehyung —saludó Sungjong sonriente.

—Hola —dijo Taehyung algo desanimado.

—¿Pasa algo hermano? —preguntó Sungjong preocupado.

—No, no pasa nada —dijo Taehyung —Solo que dormí mal, eso es todo.

Caminaron hasta el salón, pues les tocaba la clase juntos. Se sentaron en sus asientos,
mientras esperaban a que el profesor llegara.

—Así que Jungkook ahora tiene novia —comentó Sungjong. Taehyung se preguntó si
no había alguna otra persona de la que hablar que no fuera Jungkook o la estúpida con
la que estaba.

—Creo, no sé. —dijo Taehyung.

—Espero que sea una linda chica, Jungkook lo merece, es un chico genial —dijo
Sungjong. Taehyung asintió, sí, él era perfecto.

—Espero —dijo Taehyung.

—¿Y ya cumpliste la apuesta con Namjoon? —Taehyung recordó entonces la apuesta,


necesitaba tirarse a la profesora.

—No, hoy comienza el plan de conquista —dijo Taehyung curvando sus labios en una
sonrisa.

—Ten cuidado, o ella se quedará sin trabajo por tirarse a uno de sus alumnos —dijo
Sungjong divertido.
—Lo disfrutará —dijo Taehyung seguro de sí mismo. Sungjong asintió divertido,
mientras Taehyung no prestó atención a la clase de Literatura. Pensaba en Jungkook...
aún, en cómo sin siquiera avisarle, se había ido con ella a la escuela. Quizás las cosas
comenzarían a cambiar desde ahora, debería acostumbrarse.

En el almuerzo, dio una mirada a la mesa donde usualmente estaban Jungkook y Jimin,
pero solo estaba Jimin solo, comiendo algo distraído. Miró a su alrededor y en otra
mesa estaba Jungkook con Hyuna, divertidos charlando, riéndose, coqueteando y
tomados de la mano. Ese apretón en el pecho vino otra vez.

—Hola Taehyung —una aguda voz lo sobresaltó. Irene le besó la mejilla.

—Hola —dijo algo brusco.

—Hola Taehyung —la voz de una de las porristas del equipo, lo distrajo. Kyungree lo
miró coqueta, también se había acostado con ella.

—Hola —fingió una sonrisa. Estaba distraído de las superficiales conversaciones de


las chicas, Namjoon jugaba con Sungjong, mientras Hoseok también estaba sumido en
sus pensamientos. Taehyung suspiró, viéndolo como Jungkook se acercaba a Hyuna
coquetamente.

El día había sido un fiasco, estaba harto. Pero llegó la hora de matemática, lo que había
esperado.
Capítulo 5
Taehyung observó a la maestra Park entrar. Llevaba una ajustada falda que le llegaba
un poco arriba de la rodilla, una blusa algo escotada que se ajustaba a su curvilíneo
cuerpo, el cabello tomado en un moño algo desordenado, sus lentes, y brillo labial en
sus carnosos labios. Sonrió, hoy sería el primer paso.

—Bien chicos, saquen sus libretas, comenzaremos con algo de ecuaciones —Taehyung
no escuchaba mucho lo que decía, miraba su trasero moverse al compás de sus caderas
cuando caminaba, imaginó lo bien que se sentiría tocarlo y sonrió. Namjoon le dio un
codazo, moviendo las cejas. Taehyung sonrió satisfecho, ya sabía qué hacer. Se dedicó
a molestar a Namjoon, quien lo regañó un montón de veces, no puso atención y no
contestó las preguntas. —¡Kim Taehyung! Se acabó, hoy te quedas hasta las cuatro en
castigo, te espero en mi oficina ¿escuchaste? —Taehyung asintió, pareciendo
arrepentido, pero cuando nadie más le puso atención y la profesora Park lo fulminó con
la mirada, él le guiñó un ojo, haciendo que la profesora Park se sonrojara. Sonrió
satisfecho, hasta que sonó el timbre de salida.

—Te veo mañana, disfruta el castigo —dijo Namjoon lanzándole una mirada divertida
a Taehyung.

—Claro, te veo —dijo Taehyung sonriendo.

—Kim Taehyung, camina conmigo por favor —dijo la profesora seriamente, Taehyung
asintió. Caminó tras de ella, mirando descaradamente su trasero. Sonrió, si todo
resultaba bien, quizás hoy cumpliría la apuesta. Miró en su mochila si llevaba
preservativos, las emergencias siempre lo requerían. Sonrió, allí estaban. Si su plan
resultaba favorable, hoy la tendría en sus brazos, en el peor de los casos, debía esperar
unos días.

Llegó a su oficina, era amplio y acogedor, tenía las paredes pintadas de blanco, le daba
luminosidad al lugar. Colgaban cuadros de artistas famosos, había una estantería llena
de libros, la mayoría matemáticos. Había un escritorio en el que había una foto de la
profesora y una niña pequeña... ¿Tendría una hija? Lo averiguaría, quizás eso podía
complicarle las cosas.

—Toma asiento —dijo ella seriamente. Se quitó la chaqueta, pues la oficina realmente
estaba algo calurosa. Se sentó en el asiento, un poco inclinada, mientras revisaba algo
en su laptop. Taehyung miró su escote y sonrió.

—Profesora, por favor, no sea tan severa —pidió Taehyung evitando reírse.

—Te he hablado muchas veces para que te comportes. —dijo ella seriamente —Y nada
pasa, ¿Qué está mal contigo Kim?

—Dígame Taehyung —dijo él mientras se echaba en la silla y cruzaba sus piernas.


—Bueno, Taehyung ¿Pasa algo? —preguntó ella —No tienes malas calificaciones,
pero tu comportamiento me sofoca.

—¿Mi comportamiento? —preguntó Taehyung —¿Yo la sofoco? —sus palabras iban


claramente en doble sentido, la profesora se avergonzó un poco.

—Claro que tu comportamiento me aburre, eres muy terco —dijo ella. —ahora, saca
tu cuaderno de matemática —ordenó. Él asintió, el plan iría lento para que resultara,
tenía una hora para hacerlo, y lo haría, estaba seguro.

—Bien —dijo él. Ella le habló de unos ejercicios y mientras él lo realizaba, ella lo
miraba de reojo. Nunca se había sentido tan nerviosa e incómoda con un alumno,
mucho menos uno doce años menor que ella. Incluso había sobrevivido a los acosos de
los universitarios. —No entiendo esto —dijo Taehyung. La señorita Park estaba parada
viendo por la ventana, se acercó al lado de Taehyung y se agachó un poco para ver de
qué se trataba. Taehyung sonrió coquetamente, mientras ella hablaba y hablaba. Veía
su escote claramente.

—¿Entendiste? —Taehyung negó con la cabeza. Ella suspiró fuertemente.

—Necesito una profesora más dedicada —Taehyung se levantó bruscamente. Ella se


sintió muy nerviosa y cohibida —No sé si me entiende.

—No Kim, no te entiendo —dijo ella

—Alguien más... cercano —susurró Taehyung con voz ronca y sensual. La profesora
avergonzada, había caminado de espaldas a la pared por inercia, mientras Taehyung se
le acercaba. —Alguien que pueda enseñarme más personalmente —susurró cerca de
su oído.

—Kim Taehyung, vuelve a tu asiento —dijo ella intentando sonar firme, pero la voz
que soltó no resultó para nada bien. La mano de Taehyung ahora estaba en su cintura.
Estaban cerca de la puerta, por lo que usó su otra mano para poner el seguro.

—No quiero que nadie interrumpa mi educación —dijo muy cerca de sus labios. Park
MinHa lo miró casi con miedo, pero en realidad, la situación la tenía al borde.

—Taehyung, vuelve a tu... —entonces Taehyung sin decir nada, bruscamente le dio un
beso en la boca, apegándola a su cuerpo, mientras su otra mano recorría
descaradamente el muslo de la profesora. En un principio, ella se resistió, pero ante
cada toque del muchacho, cedió lentamente. El la besó casi con violencia, mientras
buscaba el cierre de su falda. MinHa gemía ante sus toques, mientras él la desnudaba
con cuidado. Sacó los papeles sobre el escritorio y la laptop y la acostó contra la
superficie, subiéndose sobre ella.
Tiempo después, Taehyung tenía la apuesta en sus manos. Sonrió triunfante mientras
MinHa gemía bajo él, Namjoon le debía mucho. Ahora podría usar su moto cuando él
quisiera, esa moto que Namjoon cuidaba con recelo y nadie era merecedor de usarla.

Mientras Taehyung se abrochaba los pantalones, y MinHa acomodaba la oficina, a su


mente vino él, Jungkook, el chico de sus sueños. Repentinamente se sintió mal, cuando
le contara, la voz de Jungkook sería de decepción.

—Esto... —Park aún estaba agitada —Queda entre nosotros.

—Las veces que quiera, señorita Park —dijo Taehyung. Miró el recuadro que ella
recogía del suelo —¿Es su hija?

—Es mi hermana pequeña —dijo ella. Taehyung respiró con alivio, se acercó a ella.

—Si mis castigos serán así de buenos, creo que me portaré mal —dijo Taehyung
sensualmente mientras capturaba los labios de la mujer bruscamente.

Taehyung salió de la oficina, compuesto, como si nada realmente hubiese pasado.


Sonrió otra vez, con orgullo y satisfacción. Caminó dirigiéndose a su casa, pero decidió
pasar donde su amigo, necesitaba descargar su ira, ahora o nunca, tenía que
recriminarle no haberlo esperado para ir al colegio.

Tocó el timbre y la puerta se abrió de golpe.


Capítulo 6
—¿Taehyung? —Jungkook estaba sorprendido de verlo.

—Por poco no me reconoces ¿eh? —dijo Taehyung dolido.

—¡Que tonto eres Hyung! —dijo Jungkook algo divertido —Es solo que no creí que
vendrías, Namjoon me dijo que Park te castigó.

—Fue un buen castigo —dijo recordando cómo se la tiró —¿Puedo pasar?

—Claro, pasa —entraron, se dirigieron al sofá. Jungkook le ofreció un vaso de jugo


que él aceptó, y luego se sentó junto a él.

—Así que hoy no me esperaste —dijo el mayor fríamente. Jungkook se tensó, se sintió
bastante mal por no haber esperado a su amigo.

—Lo siento Taehyung, olvidé avisarte que Hyuna pasaría por mí —dijo Jungkook
acariciando la cara de su amigo. Por un momento, Taehyung olvidó el motivo de su
enojo. Suspiró ante el toque, su corazón se aceleró como nunca.

—Está bien, te perdono —dijo Taehyung cediendo ante él, no podía enojarse,
Jungkook era demasiado bueno.

—Te quiero Hyung ¿lo sabías? —el menor se lanzó en sus brazos a abrazarlo, el
contacto de su cuerpo contra el de Jungkook lo hizo estremecerse, sin que el lo notara.
—Eres el mejor amigo del mundo.

—Yo también te quiero —dijo el mayor suavemente. "Si tú supieras cuanto" pensó.

—Bien ¿y qué tal el castigo? —Taehyung se tensó un poco pero luego sonrió. Nunca
desperdiciaba un momento para intentar darle celos, que aunque no resultaran como el
planeaba, aún mantenía la esperanza.

—Cumplí la apuesta —dijo Taehyung orgulloso. Jungkook frunciendo el ceño —Me


la tiré, en su oficina.

—¿Hablas enserio? —preguntó el menor anonadado.

—Sí, mira, estaba escribiendo todas las idioteces que se le ocurrieron como castigo,
entonces le pedí ayuda en algo, esa era la excusa, y bueno allí la acorralé contra la
pared, le puse seguro a la puerta y la subí en el escritorio —dijo Taehyung orgulloso
—Entonces...

—No quiero saber más —dijo Jungkook con asco en su cara.


—Gritaba como loca —se burló Taehyung —Sobre todo cuando la volteé y...

—¡TAEHYUNG! —gritó Jungkook abriendo los ojos. Taehyung se río divertido ante
la reacción de su mejor amigo —Supongo... que usaste protección.

—Al principio Park no quería, decía que no era igual con eso puesto —Jungkook puso
los ojos en blanco, mientras Taehyung reía. —Pero le dije que era muy joven para tener
hijos, ella río y bueno, me lo puse. Debo admitir que tiene mucha experiencia, digamos
que ha sido una de las mejores que he tenido —dijo Taehyung.

—¿Es esto lo que quieres para ti, Taehyung? —preguntó Jungkook un poco
sorprendido. Taehyung arqueó una ceja. —Hyung, ¿Por qué no encuentras una chica y
tienes una relación seria? —Taehyung suspiró rodando los ojos.

—No creo en el amor —dijo Taehyung finalmente.

—¿Por qué? —preguntó Jungkook.

Taehyung lo miró fijamente, su rostro de ángel, esos ojos marrones e inocentes, esos
labios finos y deseables, su piel pálida contrastada con sus mejillas la mayoría de las
veces con un color sonrojado. Él era el motivo, por él, no podía amar a nadie más.

—Porque... porque no —dijo Taehyung.

—Eso no es una respuesta, Taehyung —dijo Jungkook frunciendo el ceño.

—No entenderías —dijo Taehyung

—Si no quieres decirme, estás en tu derecho. —dijo Jungkook finalmente. Taehyung


frunció el ceño, lo amaba pero no podía decirle que era él el motivo de su decepción
en cuanto al amor. Si tan solo supiera que lo volvía loco.

—¿Qué tal todo con Hyuna? —preguntó Taehyung para desviar el tema. Aunque le
doliera como nunca hablar del tema con él, preferiría eso antes de quedar al
descubierto.

—Es una linda chica —dijo Jungkook. Sus ojos brillaron, Taehyung sintió su estómago
apretarse —Quizás es algo rápido, pero me gusta estar con ella. Pasará todos los días
por mí para ir al colegio —Taehyung frunció el ceño —Lo siento Hyung...

—No... No importa, debes conquistarla —dijo Taehyung fingiendo una sonrisa. Él ni


siquiera notó lo forzada de esa mueca que escondía todo su dolor.

—Gracias —dijo Jungkook sinceramente. Lo abrazó otra vez. Taehyung cerró los ojos
con fuerza mientras sentía su frágil cuerpo contra el suyo.

—Para eso están los amigos, mi vida —dijo dulcemente Taehyung.


Jungkook sonrió, sabía que Taehyung era un amigo excepcional, quizás no era un buen
chico con las mujeres, pero para él era el mejor amigo que existía.

—Te quiero Hyung —dijo Jungkook besándole la mejilla. Taehyung sonrió de forma
casi paternal, observándolo con ternura. Ese simple contacto, casi le quemó la piel. Era
como si todo lo que Jungkook hiciera fuera sensual, absolutamente todo.

—Yo también te quiero Kookie —dijo Taehyung sonriendo.

—¿Qué tal una partida de Playstation? —preguntó Jungkook desafiándolo. Taehyung


sonrió y de inmediato aceptó, corrieron escaleras arriba y comenzaron a jugar. Siempre
se entretenían así, estaban hechos el uno para el otro en cuanto a personalidades, eran
inmaduros en cuanto a juegos, maduros cuando debían serlo, a excepción de la
necesidad de Taehyung por acostarse con todas las chicas de la secundaria. Pero fuera
de eso, Taehyung era maravilloso. Jungkook lo quería mucho, nunca de la forma en
que él quiere a Hyuna, pero siempre como un hermano.

—Te gané —dijo Taehyung finalmente sacándole la lengua.

—¡Tramposo! —dijo él frustrado

—Mal perdedor —contratacó sonriendo

—No soy mal perdedor —Se quejó Jungkook riéndose.

Taehyung lo miraba embobado. Su risa, quizás lo que más amaba. La forma en que sus
labios se curvaban cuando reía, definitivamente lo maravillaba.

—Debo irme, tengo que juntarme con Sungjong en una hora —dijo Taehyung —Así
que... nos vemos —Jungkook asintió. Taehyung se acercó y le besó la mejilla —Te
quiero —dijo en un susurro. Jungkook sonrió.

—Yo también.

Taehyung se marchó a su casa, debía cambiarse de ropa para salir con Sungjong. Aún
en el camino pensaba en Jungkook, quizás tenía razón, quizás necesitaba cambiar.
¿Qué tal si él cambiaba y Jungkook se fijaba en el por fin? Podría ser una buena opción,
quizás eso era lo que necesitaba.

—Hola Taehyung —lo saludó Sungjong cuando pasó por él. Se dieron la mano.

—Hola Sungjong —dijo Taehyung dando una forzada sonrisa. Sungjong era uno de
sus mejores amigos, lo conocía bastante. Siempre sabía lo que pasaba con él.

—¿Estás bien Taehyung? —preguntó Sungjong observándolo con cuidado. Taehyung


asintió sonriente, pero algo no lo convencía. Sungjong lo observó sin decir nada más,
mientras manejaba hasta la casa de Yoongi, donde más tarde, tenían una junta con
chicas.

—Llegó el alma de la fiesta —dijo Namjoon divertido —El caza mujeres mayores —
Taehyung sonrió y los chicos rieron con gracia.

—Sí, y ahora quiero usar tu moto. —dijo Taehyung mientras se apoyaba en la pared.
Namjoon arqueó una ceja.

—No creo que te la hayas tirado ya ¿o sí? —preguntó Namjoon sorprendido.

—Amigo, puedo usar tu moto cuando yo quiera, me la tiré en la tarde —dijo mientras
sonría de forma engreída y satisfecha. A Namjoon casi se le salieron los ojos, mientras
Sungjong tosió y Yoongi arqueando una ceja.

—¡No sé si creerte! —dijo Namjoon desconfiado, pero aún así sorprendido.

—Pasado mañana tenemos matemática, así que verás lo nerviosa que se pone —dijo
Taehyung mientras tomaba asiento. Hoseok le dio un vaso con cerveza.

—¿Y qué tal? —preguntó Namjoon

—Es buena —admitió Taehyung —Mejor que Irene, aunque definitivamente la mejor
fue lejos Seolhyun, esa chica sí que sabía lo que hacía —todos rieron —Pero Park grita
mucho, aunque eso puede excitarte más.

—¿Tiene bonitos pechos? —preguntó Hoseok divertido.

—Grandes, muy grandes —dijo Taehyung haciendo un gesto con las manos, mientras
todos reían. —La tenía en el escritorio, mientras ella chillaba con sus piernas alrededor
mío. Sus caras eran lo más divertido, se deformaba —todos rieron.

—Eres un ganador, Kim Taehyung —dijo Namjoon divertido. —Realmente quería tu


consola, pero ¡Vamos! Puedes con todas. —Taehyung sonrió melancólico, había
alguien con quien no podía, solo uno. Él que lo volvía extremadamente loco.
Capítulo 7
Al día siguiente, Taehyung no quiso ir a la escuela. Estaba más deprimido que nunca.
La noche anterior, cinco chicas habían estado con ellos. La gran diferencia, es que las
chicas de Sungjong, Hoseok y Yoongi, eran chicas que a ellos realmente les gustaban,
mientras Hoseok y él conocían recién a las chicas. Como era de esperar, Taehyung tuvo
relaciones con ella, en el baño. ¿Qué pasaba con él?

—Vamos, no puedo ser tan malo ¿o sí? —se preguntó mientras tomaba una ducha. El
agua tibia recorría su cuerpo, mientras recordaba a la rubia de la noche anterior. Tenía
un cuerpo espectacular, y le había propuesto otra cita, pero él se había negado y había
recibido una cachetada. No quería más esta vida, pero no tenía idea como cambiarla.

Su celular de pronto interrumpió sus pensamientos. Contestó, la voz de su mejor amigo,


totalmente quebrada y destruida, lo alarmó.

—¿Jungkookie? —preguntó preocupado —¿Pasa algo?

—Escapé del colegio, ¿puedes venir a buscarme? —estaba llorando, su voz lo delataba.

—Claro Jungkookie, voy enseguida, espérame en la esquina —cortó el teléfono y tomó


sus llaves, prácticamente corrió hasta el colegio. En la esquina, estaba él. Jungkook
volteó y al verlo, se tiró sobre Taehyung y se lanzó a llorar. Su corazón se apretó al
escuchar su llanto, la forma destruida en que sollozaba. Taehyung lo abrazaba y le
decía que todo estaría bien, mientras el escondido en su pecho, respiraba con dificultad.
Él le tomó la mano y lo hizo caminar, necesitaban llegar a su casa, no quería que nadie
lo viera así.

Llegaron, Taehyung fue por un vaso de agua, lo hizo sentarse, lo miró mientras
Jungkook con cierta dificultad bebía el vaso de agua.

—Ahora me contarás claramente que pasó —dijo Taehyung mientras lo miraba


fijamente. Jungkook asintió, Taehyung se dedicó a observar sus facciones. Su labio
inferior temblaba, siempre le pasaba cuando lloraba o estaba nervioso, sus ojos
marrones cristalinos y rojos producto del feroz llanto, lo miraban con temor, con
inseguridad. Sus mejillas tomaron un color rojo.

—Taeyang... —susurró Jungkook. Taehyung como por arte de magia prácticamente


pudo comprender casi todo. Taeyang era un chico que solía juntarse con Taehyung y
su grupo. Capitán del equipo de futbol, atlético para las chicas atractivo pero claro no
tantas como él. Se había acostado con la mitad del colegio, o más. Taehyung no fue la
excepción.

—¿Qué te hizo? —preguntó Taehyung.


—Me dijo cosas horribles —dijo Jungkook mientras las lágrimas volvían a caer por su
rostro, ese perfecto rostro de ángel que Taehyung deseaba. —Me gritó que era un
idiota, delante de todos, me tiró su bebida solo porque choqué con él, luego... —le costó
hablar y describir lo que había pasado —Me dijo que tú eras mi amigo solo por pena,
porque yo era un estúpido que estaba solo todo el día, que ninguna chica me pondría
atención... le dije que estaba equivocado, pero me dijo ¿Hablas de Hyuna? Puedo
decirte que anoche estuvo en mi cama. Solo se metió contigo para alejarte de Taehyung,
porque se lo pedí. Entonces Hyuna miró hacia otro lado y yo... me siento mal... Me
trató de maricón jodido, y me dijo que...

—¿Qué cosa? —preguntó Taehyung mientras sus puños se presionaban.

—Que probablemente mi madre no me tomaba en cuenta porque desearía nunca


haberme tenido —entendió porque estaba destruido. Su madre no era muy
comunicativa, y solía preocuparse de otras cosas más que de él. Jungkook tapó su rostro
y siguió llorando. Taehyung sintió su pecho apretado al verla llorar de esa forma.

—Ven acá —le dijo indicando sus piernas. Cuando Jungkook estaba triste, solía
sentarse en sus piernas, y apoyarse en el pecho de Taehyung mientras él le decía un
montón de cosas que lo animaban. Jungkook obedeció. Taehyung cerró los ojos al
sentirlo tan cerca. Mientras Jungkook seguía llorando

—Escucha ¿Tú le crees a Taeyang? Él es un estúpido y pobre, quien no tiene nada


mejor que hacer que molestar, él no es como tú, no caigas en su juego. —le dijo
Taehyung con ternura. —Él tiene amigos falsos, una vida de distorsión, y se acuesta
con todas las putas que se le crucen. —Jungkook lo miró, con una mueca extraña.

—Tú también haces eso, no eres el mejor para hablar de él de esa forma... —dijo dolido

—Pero yo no tengo falsos amigos y no ando molestando a nadie ¿cierto? —Taehyung


asintió.

—Los chicos y tú no pertenecen a ese grupo —dijo Jungkook —Ustedes no son como
ellos, tú tampoco Hyung —se levantó un poco y lo miró a los ojos, esos ojos grandes
lo miraban con cautela —Tú... eres diferente Hyung, cuando estás conmigo eres una
persona, y con ellos eres otro. Todo lo que haces es para seguir con ellos... no lo hagas,
no cambies tu esencia... —pidió él. Pero su mente cruzó la idea de un futuro juntos,
donde Taehyung no fuera el mujeriego que era, Jungkook estuviera profundamente
enamorado de él. Pero no, no podía permitírselo, Taehyung jamás se enamoraría de el
ambos eran chicos

—¿Qué te hace pensar eso? —preguntó Taehyung un poco desafiante. Jungkook lo


miró a los ojos, Taehyung casi sintió que el cuerpo no le respondía al fijarse en sus ojos
marrones.

—Lo veo en tus ojos —respondió Jungkook. —Lo siento Hyung, te conozco. —esa
afirmación logró hacer latir locamente en corazón de Taehyung. Luego de un largo
silencio, Kook dijo algo que lo sorprendió a Taehyung —Hyung, quiero que nos
emborrachemos.
Capítulo 8
Taehyung lo miraba extrañado, casi se lo había rogado. Había dicho que quería reírse
y olvidar las cosas dolorosas un rato.

—Jungkook nunca te has emborrachado —dijo Taehyung mirándolo seriamente.

—¿Prefieres que me emborrache en un bar que con mi mejor amigo? —preguntó


Jungkook.

Taehyung sintió que la amenaza de "emborracharse en un bar" no era en vano, así que
era mejor aceptar. El suspiró largamente, mientras su mano recorría el cabello de
Jungkook con dulzura.

—No, está bien. Pero escucha. Solo beberás lo que yo diga, es para que no te sientas
mal luego ¿sí? Y solo de un trago a la vez, porque o si no terminarás vomitando —dijo
Taehyung seriamente. Jungkook asintió con una dulce sonrisa, Taehyung, el siempre
cumplía sus caprichos. Él no le decía que no cuando el menor lo miraba fijamente.

Aunque Jungkook no tenía idea el porqué, que claramente, era porque Taehyung no se
resistía a él.

—Está bien Hyung, sé que me cuidarás —dijo mientras pasaba sus brazos alrededor
del cuerpo de Taehyung, abrazándolo. Taehyung suspiró, Jungkook era tan irresistible,
tan poderoso sobre él. Nunca podía decirle que no, pese a que lo intentara.

—Bien, iré a ver que podemos tomar. Pero antes, comerás algo ¿oíste? —Jungkook
asintió. Taehyung fue al pequeño bar que tenía su madre para cuando había invitados.
Miró las botellas, quizás el vodka no lo haría sentir tan mal luego... por lo menos de lo
que allí había era lo más suave. Lo sacó, mientras tomaba dos vasos, los llevó y puso
sobre la mesita de centro. Jungkook lo miró, mientras él iba a ver que podían comer
antes de tomar algo. —¿Quieres papas fritas?

—Claro —dijo el menor sonriendo. Tomó la bolsa de papas, mientras Jungkook miraba
la botella y la analizaba. Taehyung negó con la cabeza, divertido. Era tan inocente su
pequeño. Solo imaginarlo cuando bebiera le causaba gracia.

—Aquí tienes —abrió las papas y comenzaron a comer mientras hablaban un montón
de cosas sin sentido. Taehyung le sirvió un vaso de vodka. Jungkook le sonrió,
nervioso. Tomó un poco, no sabía tan mal. Taehyung lo observó con cuidado, sin decir
absolutamente nada.

Al cabo de cuarenta minutos, Jungkook se reía solo, mientras Taehyung aún no se


mareaba. Él se reía divertido de cada cosa que hacía Taehyung.
—Bueno, ¿Sabes? Ni siquiera estoy mareado —balbuceó Jungkook. Mientras que
Taehyung se río divertido, estaba bastante borracho en tan poco tiempo. Lo miró con
ternura, no permitiría nunca que él estuviera tan indefenso con algún loco que no lo
protegiera como él lo hacía. Nadie nunca lo cuidaría tanto. —¿Por qué me miras tanto?
—preguntó el con voz chillón.

—Nada, nada —dijo Taehyung riéndose y levantando las manos de forma inocente.

—¿Sabes? —preguntó Jungkook —Si no fueras un mujeriego imperdonable y un


engreído, me gustarías —dijo él divertido. Taehyung sintió algo extraño en el estómago
—Y si yo te gustara... —balbuceó —Seríamos una buena pareja —comenzó a reírse
divertido.

—¿Por qué dices eso? —preguntó Taehyung con intriga, pese a que el estuviera
borracho, parecía muy sincero.

—Porque sacándote el defecto de acostarte con cada cosa con pelo largo y un buen
trasero, y de que cuando estás en la escuela no eres el mismo, eres uno de los mejores
chicos que conozco —dijo Jungkook mientras jugaba con el cabello de Taehyung.
Mientras tanto él, estaba en una especie de debate en su mente. ¿Así que era uno de los
mejores chicos? Sus labios se curvaron en una sonrisa, tomó otro vaso y se sirvió más
vodka. Ahora estaba un poco más mareado, aunque aún tenía conciencia.

—No me acuesto con todas las cosas con pelo largo y buen trasero —dijo Taehyung
frunciendo el ceño. —Y no soy engreído.

—En la secundaria, lo eres —dijo Jungkook mientras bebía más. —¿Por qué no me
cuentas con quien perdiste la virginidad? Nunca me lo has dicho —Pidió con una
sonrisa torcida.

—¿Y para qué quieres saber esa estupidez? —preguntó Taehyung algo tenso.

—¿Estupidez? No lo es —contradijo él.

—Cuando estés sobrio, te cuento —dijo sonriendo. Sabía que probablemente no se


acordaría. Jungkook se quedó en silencio, se paró porque quería ir a buscar su bolso
para sacar su celular, pero se tambaleó. Taehyung lo cogió rápidamente por la cintura,
porque hubiese caído muy fuerte si no. —Por favor, ten cuidado —pidió Taehyung. Él
reía de forma exagerada, mientras Taehyung aún mantenía su cintura tomada con sus
manos, lo que hacía que mientras Jungkook estaba de espaldas a él, su cuerpo quedaran
muy pegado, sobre todo su trasero. Taehyung intentó ignorarlo haciendo el mejor
esfuerzo.

—Bueno, bueno —dijo Jungkook mientras volteaba. Estaba frente a Taehyung, quien
aún no soltaba su cintura, miró divertido Taehyung —Puedes soltarme, no me voy a
caer —dijo mientras le tocaba los labios de forma sensual.
Taehyung suspiró largamente. —Iré a tu habitación, se acabó el vodka —balbuceó.
Taehyung lo siguió para corroborar que no fuera a caerse. Entraron a la habitación,
Jungkook se lanzó a la cama.

—Me gusta tu cama, puedes saltar y no pasa nada —dijo mientras lo miraba. —Ven
acá Kim, acuéstate conmigo —Taehyung abrió los ojos de sorpresa. Eso había sonado
mal, sintió su cara arder porque realmente había creído que se refería a acostarse de...
ya saben, relaciones.

Taehyung algo tenso, se recostó con él, mientras jungkook apoyaba su cabeza en su
pecho y decía cosas con muy poco sentido.

—¿Sabes? Me gustan tus ojos, pareces una rana hyung —dijo riéndose como tonto,
mientras Taehyung sonreía divertido. Jungkook se apoyó en su pecho mientras lo
miraba y sonreía. —No me había dado cuenta que eras tan bonito Hyung, deberías ser
mi novio —dijo burlon. Taehyung suspiró y curvó sus labios en una sonrisa, aunque
estuviera borracho, las palabras que decía lo hacían ilusionarse estúpidamente. Sabía
que era producto del alcohol, así que intentó no tomar en cuenta lo que él decía. Una
mano de Taehyung estaba en la cintura de Jungkook mientras él seguía diciendo
incoherencias, mientras que la otra mano de Taehyung estaba tras su cabeza, como
apoyándose en una almohada. Se tensó cuando Jungkook lo miró fijamente y con sus
dedos tocó los labios de Taehyung y él sonrió tontamente.

—¿Qué pasa? —preguntó Taehyung algo nervioso, mientras su corazón latía con
fuerza.

—Quiero besarte —dijo divertido. A Taehyung casi se le salieron los ojos —¿Sabes?
Podrías fingir que eres mi novio para que Hyuna sepa lo que se perdió —dijo divertido.
—Ah pero, ahora recordé que tú no puedes estar con alguien que no sea
extremadamente perra, hermosa y más importante que sea una chica.

—¡Jungkook! Estás demasiado borracho, estás hablando cosas sin sentido —dijo
Taehyung nervioso.

—¡No! Quiero besarte, siempre hay que probar, para no tener la incertidumbre luego
¿Sabes? Así sabré que no me gustas, o quizás pruebe lo contrario —balbuceó mientras
Taehyung se sentaba en la cama, con el corazón palpitando desbocado. Jungkook se
puso de rodillas y lo abrazó por la espalda, Taehyung sintió que su cuerpo no le
respondía, su respiración se volvió agitada. Las pequeñas manos de su Kookie
comenzaron a acariciarle el pecho. El volteó bruscamente, mientras él se reía. —
Bésame, vamos, solo una vez.

—No, luego te arrepentirás —dijo Taehyung mientras fruncía el ceño.

—No lo haré, yo quiero besarte, quiero saber porque esas perras les gusta tanto estar
contigo ¿Realmente eres buen besador?
—El mejor, pero no te besaré. —dijo Taehyung intentando ser firme.

—¿Soy muy poca cosa? —a Jungkook mientras se le llenaron los ojos de lágrimas,
Taehyung se prometió no volver a darle alcohol, mientras le limpiaba las lágrimas —
Déjame.

—No... No digas eso —dijo Taehyung. Se dio cuenta que también había tomado
demasiado, porque no pensaba con demasiada claridad.

—Taeyang tenía razón, nunca las chicas o chicos se fijarán en mí, soy feo, nadie
quisiera estar con una nenaza como yo y... —entonces Taehyung sin siquiera pensarlo,
atacó sus labios casi con desesperación. Jungkook inmediatamente le respondió, con
bastante intensidad. El inmediatamente le respondió, con bastante intensidad. El
corazón de Taehyung latía más fuerte que nunca, por fin, después de tanto, estaba
besándolo, aunque estuvieran con alcohol en el cuerpo. Las manos de Jungkook
estaban alrededor de su cuello, mientras sus dedos jugaban con sus cabellos que caían
en su cuello. Sus labios se movían de forma lenta, disfrutando cada movimiento.

Jungkook lo atrajo más a su delgado cuerpo, obligándolo a ponerse sobre él. Taehyung
apoyó una mano en la cama para evitar aplastarlo, mientras la otra estaba en su cintura.
Taehyung seguía besándolo con la misma intensidad, casi no respiraban, sus pulmones
estaban exigiéndoles aire.

Las manos de Jungkook pasaron por debajo de la polera de Taehyung, recorriendo su


pecho, casi arañándolo. Taehyung soltó un pequeño gemido, mientras se devoraban su
boca, Jungkook comenzó a subirle la polera, necesitaba más de él. Su mente estaba
desconectado de su cuerpo, primero por efectos del alcohol, y segundo, porque
claramente nunca había sentido tantas cosas con una chica y menos con una chico, era
nuevo para él, las sensaciones de estar solos en una habitación, besándose con
desenfreno.

Taehyung pasó su mano hacia sus piernas. Él lo obligó a quitarse la polera. Nunca
había perdido el control de esa manera con una chica y menos imagino perderlas con
un chico, pero las sensaciones que estaba sintiendo lo hacían querer más, necesitar más,
así que se quitó la polera sin siquiera detenerse a pensar.
Capítulo 9
Taehyung no estaba pensando mientras le subía la camisa, mientras veía a Jungkook
ruborizarse, mientras sus manos recorrían su vientre plano. El gimió y lo atrajo otra
vez a su boca, y puso sus manos en el pequeño trasero de su Kookie. Cuando le tocó
su trasero y lo acarició con suavidad, Jungkook se arqueó bajo él soltando otro gemido.
Sus pequeñas manos fueron directamente al cinturón de su pantalón, y entonces como
una luz, la mente de Taehyung volvió a ser consiente de los actos de su cuerpo. Se
separó bruscamente de sus labios y se sentó en la cama, poniéndose la polera.

—¿Estás loco? —le preguntó. Estaba tan agitado, le costaba hablar. Lo miró, Jungkook
con ojos de deseo, con sus labios rojos e hinchados, arreglándose la camisa. —No,
olvida que pasó esto. Estás borracho.

—Hyung… —dijo Jungkook aún con deseo. Su voz sensual y atrayente excitó más a
Taehyung, quien cerró los ojos fuertemente y respiró un montón de veces para no caer.
—No te alejes, la estaba pasando bien.

—No, así no —dijo Taehyung finalmente. Jungkook no dijo nada, pero se quedó en la
cama y le dio la espalda. Trató de no tomarlo en cuenta, y fue al baño. Necesitaba
relajarse y bajar las revoluciones. Estaba tan excitado y descontrolado, no sabía como
fue capaz de detenerse. Se miró al espejo, sus labios rojos e hinchados, sus ojos
brillosos, su frente tenía gotitas de sudor mientras que sus cabellos estaban totalmente
desordenadas. Se mojó la cara, pestañeó varias veces. Tuvo que pasar un largo rato en
el baño esperando que su cuerpo se relajara. Ya saben, se le notaba mucho la excitación
aún.

Cuando por fin pudo salir, Jungkook se había dormido.

—Gracias a dios —susurró Taehyung. Lo miró, se veía tan bonito durmiendo. Sus
labios seguían tan tentadores, rojos e hinchados, recordó como lo besó, la forma en que
lo hizo sentir se mordió los labios, se acercó a él y presionó sus labios contra los de él.
Jungkook no hizo nada, solo siguió dormido. Taehyung suspiró largamente y sonrió.

Entonces tocaron el timbre, alarmado corrió escaleras abajo, ya un poco menos


mareado, y abrió.

—Hey bro, ¿Cómo estás? —Yoongi le sonreía despreocupado.

—H-hola —dijo nervioso. Yoongi se percató de inmediato.

—¿Te interrumpí? —preguntó mirando la botella de vodka vacía, con los dos vasos.
Taehyung se rascó la cabeza, nervioso.

—Eh no, pasa —dijo Taehyung, Yoongi era uno de sus mejores amigos, pero tampoco
sabía sobre cuanto amaba a Jungkook, nunca quiso contarle, sentía que era patético.
—Taehyung, de verdad, si hay una chica arriba yo me voy —dijo Yoongi riéndose.
Taehyung miró hacia todos lados. —Espera… si hay una chica ¿no?

—Yo… —el cuerpo de Taehyung estaba tenso.

—Tus labios —dijo mirándolo de cerca —Están hinchados ¿a quién te estás tirando?
Hueles a alcohol —se burló Yoongi.

—A… nadie, no me he tirado a nadie —dijo Taehyung, en cierta parte era cierto.

—Espera… —Yoongi miró un bolso encima de la mesita. Sonrió travieso y miró a


Taehyung, quien quitó el bolso de golpe, pero no pudo evitar que la billetera cayera al
suelo. Yoongi fue más rápido y tomó la billetera, la abrió y vio la identificación de
Jungkook. Abrió los ojos de par en par, lo miró de la cabeza a los pies. —¿Jungkook?
¿Jeon Jungkook?

—Shh… —pidió Taehyung —Está durmiendo, está borracho.

—¿Lo emborrachaste? Pervertido por dios Taehyung, es un chico —lo fulminó con la
mirada.

—No saques conclusiones Yoongi —lo amenazó con la mirada también.

—¿Qué no saque conclusiones? Taehyung, estás sudado, labios hinchados, pasado a


alcohol, y ni siquiera sabes ponerte bien el cinturón —lo miró. Taehyung se avergonzó,
estaba mal puesto. —¿Te acostaste con Jungkook?

—¡No! —dijo alarmado —Está bien, siéntate y te contaré lo que pasó –lanzó un pesado
suspiro.

—Solo responde esto antes de comenzar —dijo Yoongi mientras se sentaba. —¿te
gusta Jungkook? —Taehyung no podía ocultarlo más, quizás era el mejor actor frente
a todos, pero Yoongi lo conocía demasiado bien tanto como lo conocía Jungkook.
Taehyung lo miró fijamente.

—No me gusta… —suspiró —Estoy enamorado de él —confesó.


Capítulo 10
Yoongi miró atónito a Taehyung. Casi no podía creérselo. ¿Taehyung, el chico más
mujeriego que conocía, enamorado de un chico? frunció el ceño, no sabía que decir.

—Sospechaba algo, pero no estaba seguro... —musitó Yoongi.

—Te contaré desde el principio —dijo Taehyung lanzando un largo suspiro —Bueno,
no es como que haya pasado algo importante para quererlo, solamente un día me di
cuenta que si pudiese besarlo lo haría, que si pudiese decirle que fuera mi novio lo
haría, pero se bien que es un chico y desde entonces comenzó la tortura.

—¿Tortura? —preguntó Yoongi.

—Es difícil verlo cada maldito día de mi vida, y no poder decirle “te amo” y besarlo
¿Sabes? Él es el único chico que en realidad deseo, de todas las formas humanamente
posibles... —musitó Taehyung mientras Yoongi escuchaba atento —Cuando lo vi besar
a esa puta, me hice añicos por dentro.

—¿Te acuestas con todas las chicas solo para intentar...? —preguntó Yoongi.

—Olvidarlo, sí —completó Taehyung —Nunca ha resultado —dijo riéndose


amargamente.

—¿Y ahora qué pasó? —preguntó su amigo.

—Estábamos bebiendo vodka, porque él llegó destruido luego de una pelea con un
imbécil, quiso olvidarse de todo... bebiendo, nunca lo había hecho al extremo de
emborracharse, pero amenazó con que si no iría a un bar a hacerlo. Es mi mejor amigo
y lo amo ¿Crees que le diría que no? —sonrieron cómplices —Entonces, se
emborrachó, más que yo. Estábamos en mi habitación y comenzó a decir que quería
besarme, porque quería averiguar como tantas chicas querían estar conmigo, se lo
negué, pero comenzó a decir que era muy poca cosa para mí y muchas tonteras, hasta
que lo tomé y le di un beso... —Taehyung sonrió al recordar sus labios contra los de él
—Al fin y al cabo, aún estoy algo borracho. La cosa pasó a mayores cuando me sacó
la polera y trató de sacarme los pantalones, lo detuve y me encerré en el baño para...
relajarme —Yoongi entendió claramente y soltó una risita —Finalmente... se durmió,
estuve con él hasta que tu llegaste.

—Estoy impresionado —dijo Yoongi finalmente —Aunque siempre lo pensé, pero


sigues siendo buen actor, ¿Hace cuánto te diste cuenta?

—Hace tres años —dijo Taehyung. Yoongi siguió con la cara de sorpresa.

—¿Por qué no se lo dices y ya? —preguntó Yoongi.


—Porque me dejó claro que nunca saldría con un mujeriego y no se si le gusten los
chicos, eso quiere decir, que no saldrá conmigo —dijo Taehyung.

—Pero deberías intentarlo, ya sé, ¿No se acerca el baile de primavera? —Taehyung


asintió —Invítalo, dile que no quieres ir con ninguna de las huecas que te suelen gustar
y que quieres ir con él.

—¿Crees que funcionaría ambos somos chicos Yoongi? —preguntó Taehyung con
cierta ilusión.

—Sí, pero debes dejar de acostarte con estúpidas, debes olvidar la apuesta con
Namjoon es decir, no ocupes su moto y olvídate que te acostaste con esa profesora —
dijo Yoongi —Olvida el sexo y las chicas perfectamente huecas.

—Es complicado —dijo Taehyung. Yoongi lo fulminó con la mirada.

—¿Lo amas o solo es un capricho?

—Lo amo con mi vida —dijo Taehyung muy seriamente.

—¿Entonces por qué estás dudando? ¿Tanto te cuesta dejar de tener sexo con chicas
huecas y aceptar que te enamoraste de un chico? —preguntó Yoongi arqueando una
ceja.

—No es eso... —dijo Taehyung.

—¿A qué le tienes miedo Taehyung? —preguntó Yoongi—Si es tu reputación, ni te


ocupes en decirlo.

—¡No! Si él me amara mi reputación sería lo último que me importaría, solamente


tengo miedo a que me rechace, solo imaginarlo me hace trizas —dijo Taehyung
mientras pasaba su mano por su cabello que caían por su cuello.

—Arriésgate, si no, nunca sabrás lo que puede pasar. —afirmó Yoongi —Yo me
arriesgue y ahora estoy saliendo con Jimin —dijo sonriendo. Taehyung sonrió también
—Si quieres puedo hacer que investigue a Jungkook, que le pregunte cosas como
¿Nunca has pensado en estar con un chico? O alguna cosa así —dijo Yoongi.

—Pero Jimin entonces sabría que me gusta Jungkook, no aún no quiero que nadie más
se entere. —afirmó Taehyung.

—Tienes razón, invítalo al baile de primavera, es en dos semanas. —dijo Yoongi —


Lo recuerdo perfectamente, allí conocí a Jimin y me flechó, fui tan tonto como para
esperar todo un año para arriesgarme. Tú llevas tres. —Taehyung suspiró largamente.

—Lo haré, creo que debo intentarlo —dijo Taehyung finalmente.


—Bien hecho —dijo su amigo palmeándole la espalda.

Luego de que Yoongi se fuera, Taehyung fue a comprobar como seguía Jungkook, él
dormía aún, su brazo derecho estaba por sobre su cabeza, algunos cabellos rebeldes le
caían sobre el rostro, sus labios estaban entreabiertos. "Precioso" pensó, hasta dormido
le parecía perfecto. Se recostó otra vez junto a él, estaba dispuesto a cuidarlo. Le quitó
el cabello de la cara con delicadeza, y le besó la frente, Jungkook se removió, pero
inmediatamente se quedó quieto. Taehyung sonrió, pasó su brazo por su cintura y se
quedó dormido.

Jungkook abrió los ojos y le dolía la cabeza, no demasiado, pero no se sentía del todo
bien. Sintió entonces algo atrapando su cuerpo, y vio que no estaba en su casa. Volteó
y vio a su mejor amigo dormido profundamente. Sonrió, tenía cara de angelito cuando
dormía. Parecía niño bueno, como el que conoció hace unos años. Su mano casi por
inercia fue a su mejilla, la tocó con cuidado. Su piel era muy suave. Taehyung luego
de unos segundos abrió los ojos. Taehyung sonrió al verlo despierto, sus ojos
almendrados brillaron de ilusión al verlo junto a él.

—Hola —dijo Taehyung finalmente.

—Hola Hyung —dijo Jungkook dulcemente jugando con su cabello.

—¿Te duele la cabeza? —preguntó Taehyung preocupado.

—Casi nada en realidad —admitió Jungkook —¿Hice alguna estupidez? —preguntó


algo confuso.

—Eh... no, hablaste incoherencias pero nada... más —mintió por supuesto. No quería
decirle que se besaron, o más bien que casi tuvieron sexo. ¿Serviría de algo? No,
además de hacerlo avergonzarse profundamente. No quería que se incomodara.

—¡Que alivio! —dijo Jungkook con una sonrisa despreocupada.

—Claro —comentó Taehyung fingiendo una sonrisa.

—Gracias —dijo Jungkook con dulzura —Eres el mejor amigo del mundo Hyung —
le dio un abrazo en el que prácticamente quedó sobre él. Taehyung sonrió con cierta
melancolía, el frágil y delgado cuerpo de Jungkook estaba sobre él. La sensación de
sentir la calidez del cuerpo de su Kookie lo hacía sentir diferente, y por él, se quedaría
así para siempre.

—De nada pequeño, saber que haría cualquier cosa que tú me pidieras —dijo Taehyung
mientras acariciaba su cabello.

Luego de un rato, Taehyung lo llevó a su casa, Jungkook le besó la mejilla y entró a su


hogar, era bastante tarde, pues habían dormido mucho. Taehyung se tocó la mejilla
embobado y se fue a su casa. Mañana sería el día, mañana lo invitaría al baile de
primavera.
Capítulo 11
Taehyung se levantó con mejor ánimo. Aún todo lo del día anterior daba vueltas en su
cabeza, era prácticamente lo único que podía pensar.

Pasó por Jungkook, excepcionalmente, estaba listo antes que él. Tocó el timbre, y con
una sonrisa le abrió. Lo abrazó con fuerza, regalándole una sonrisa de las que lograban
derretir a Jungkook.

—Vamos —dijo sonriendo. Tomó su mano, entrelazando sus dedos. Jungkook no dijo
nada, no le parecía raro, ambos eran muy cariñosos el uno con el otro, nunca más allá
de amigos. O eso creía Jungkook.

Llegaron a la escuela, Jungkook por inercia y rutina le soltó la mano —Eh, tenemos
clase juntos —dijo Taehyung agarrándole la mano otra vez. Jungkook frunció el ceño
¿qué le pasaba a Taehyung? El no solía hacer eso en la escuela... intentó no darle
vueltas al asunto.

Entraron a la clase y se sentaron juntos, nunca lo hacían, pues esa clase la compartían
con Hoseok y Jimin. Jungkook sentía que Taehyung estaba diferente hoy, pero no le
molestaba. Hoseok arqueó una ceja cuando llegó y lo vio a Taehyung sentado con
Jungkook, así que decidió sentarse con Jimin, que también era un bueno amigo

—Estás muy raro hoy, Kim —dijo Jungkook

—¿Por qué lo dices? —pregunto Taehyung algo tenso.

—Sueles ignorarme en la secundaria —dijo soltando una dulce risa.

—He decidido no volver a ignorarte, todo el mundo sabe que te adoro, es estúpido
ignorarnos ¿No crees? —preguntó Taehyung. Jungkook aún confuso, asintió.

—Como digas. —dijo sonriendo.

El profesor de biología aún no llegaba, hasta que la inspectora les avisó que tenían la
hora libre. Hoseok se acercó a Taehyung y charló con él mientras Jungkook miraba su
cuaderno distraído.

—Kookie, quiero hablar contigo —dijo Taehyung —Pero no aquí —miró a su


alrededor a todos sus compañeros, siempre estaban pendientes de todo lo que Taehyung
hacía o no. Lo tomó de la mano y lo llevó hasta los jardines de la escuela. Se sentaron
en una banca, Jungkook aún confuso por las extrañas actitudes de su amigo. —Está
bien.

—¿Pasa algo, Hyung? —preguntó Jungkook.


—Sucede que quiero hacerte una propuesta —dijo Taehyung mientras pasaba la mano
por su cabello. Siempre lo hacía cuando estaba nervioso.

—Depende de que estemos hablando —dijo Jungkook con recelo. A veces las ideas de
Taehyung eran algo... extrañas.

—Está bien, quería saber si... ¿Quieres ir al baile de primavera conmigo? —Taehyung
lo soltó sin pensarlo mucho. Espero su respuesta, él soltó una risa.

—¿Hablas enserio Hyung? —preguntó Jungkook. No es que no quisiera, si no que le


extrañaba un poco que él no llevara a alguna de las chicas con las que solía estar y
prefiriera llevar a el a un chico.

—Claro que sí, pero si no quieres... —Jungkook lo interrumpió de inmediato.

—No es eso tonto, me extraña que no vayas con algunas de las... chicas con las que
sueles pasar el tiempo —dijo Jungkook.

—¿No quiero ir con ninguna de esas huecas entonces aceptas ir conmigo? —pregunto
de nuevo

—Bueno, Hyung yo acepto ir contigo —dijo Jungkook sonriéndole con dulzura

—¿En...enserio? —preguntó Taehyung.

—Claro —dijo Jungkook sonriendo. —Nadie me había invitado, y sí tú quieres que


vaya contigo, no podría decirte que no, sé que me la pasaré genial contigo Taehyung
aunque somos chicos los dos —le besó la mejilla. Taehyung sintió como si el corazón
le diera un salto. ¡Jungkook lo había aceptado! Sonrió ampliamente, satisfecho y
contento.

—No importa que los dos seamos chicos lo pasaremos genial —aseguró Taehyung
besándole la frente —Gracias Kookie, te quiero.

—Yo también te quiero —Jungkook le sonrió otra vez. —Me toca química ¿Qué clase
tienes?

—Matemática —dijo recordando a su profesora. Ojala que ella se arrepintiera y no se


le ocurriera tener otra sesión de "castigo", Taehyung estaba realmente decidido a
cambiar. Jungkook debía ser suyo como fuera.

—¿Harás que te castiguen para tener otra aventura? —preguntó Jungkook arqueando
una ceja.

—No, no me interesa —dijo Taehyung

—Como ya te acostaste con ella... —dijo Jungkook negando con la cabeza


—No es eso, no quiero seguir con aventuras sin sentido, realmente quiero sentar cabeza
por decirlo de alguna forma, pronto saldremos de la secundaria y no lo sé, quizás es
hora de tener "una novia" estable o algo así —explicó Taehyung. Jungkook lo miró
muy extrañado.

—¿Seguro que eres Kim Taehyung, mi mejor amigo? —preguntó Jungkook burlon.
Taehyung lo fulminó con la mirada. —Está bien, te creeré por ahora, debes
demostrarlo.

—Te aseguró que será así —dijo Taehyung. Justamente en ese momento el timbre de
entrada sonó, así que se despidieron con un beso en la mejilla y se fueron a sus
respectivas clases. Taehyung estaba distraído en matemática, no por la profesora, sino
porque su amado Kookie había aceptado ir con él al baile, sin importarle que fuesen
chicos ambos, eso significaba que quizás tenía esa oportunidad que anhelaba hace tanto
tiempo, quizás era hora.

—¡Kim Taehyung! —la voz de Park lo sobresaltó. Taehyung la miró algo sorprendido.

—¿Sí señorita? —preguntó Taehyung.

—Le he preguntado dos veces si terminó el ejercicio —dijo ella con severidad.

—Uhm, no lo siento —dijo Taehyung suspirando.

—Si te distraes, tendré que ponerte otro castigo —dijo mirándolo fijamente. Taehyung
casi creyó que Park quería otra ronda. Evitó sonreír.

—Lo siento —musitó finalmente.

Namjoon se reía por lo bajo. Le envió un papel que decía "Te quiere dar de nuevo".
Taehyung sonrió levemente, y se guardó el papel. No quería que Park llegara a
descubrirlo, o sería un escándalo. Intentó poner toda la atención en lo que explicaba.
Cuando por fin terminó la clase, y Taehyung pasó junto a ella, se lanzaron una mirada
larga, pero ella sonrojada, la bajó. No pudo evitar sonreír, aunque ya casi no le
interesaba.

Llegaron a la cafetería. Miró hacia todos lados, esperando encontrarlo con Jimin
sentado por ahí, charlando. Entonces se encontró con una imagen que le molestó.
Jungkook estaba conversando con Hyuna, se veía un poco molesta, al parecer él trataba
de explicarle algo. Caminó dispuesto a sacarla de ahí, hoy quería estar con él.

—¡Taehyung! —la voz de Taeyang lo distrajo, medio sonrió en forma de saludo.

—Hola —dijo fríamente recordando lo que Jungkook le había contado.


—¿Almuerzas con nosotros? —preguntó refiriéndose a él y los "descerebrados" como
les llamaba Jungkook. Sonrió al recordar eso. —¿Es un sí?

—Eh, no Taeyang, lo siento, almorzaré con otra persona —dijo Taehyung abriéndose
paso. Él lo miró desconcertado. Justamente Jungkook había terminado de charlar con
Hyuna. Antes de que caminara en dirección contraria, le agarró el brazo.

—¡Hyung, me espantaste! —dijo Jungkook frunciendo el ceño.

—Lo siento, no fue mi intención —dijo divertido. —¿Almuerzas conmigo?

—¿Qué demonios te picó hoy, Hyung? —preguntó Jungkook sonriendo. Taehyung


levantó los hombros y casi la arrastró para que fueran a buscar comida. Se sentaron
solos en una mesa, todos los miraban extrañados, pero a Taehyung no le interesaba
mucho —Me estresa que toda la secundaria nos mire por estar juntos almorzando.

—Ignóralos —dijo Taehyung mientras mordía una manzana.

—¿Qué tal matemática? —preguntó Jungkook. Taehyung se río divertido.

—Park me retó por no estar atento —dijo Taehyung con indiferencia.

—¿Te castigó? —preguntó Jungkook.

—No, creo que le da miedo castigarme —dijo Taehyung y ambos rieron. —Bueno
¿Qué hacías charlando con Hyuna? —preguntó Taehyung frunciendo el ceño

—Mhm me pidió disculpas, y dijo que lo que Taeyang había dicho era mentira... no le
creí mucho, pero me dijo que había sido novia de Taeyang en el pasado, y que él ahora
le inventaba un montón de cosas. —dijo Jungkook. Mientras Taehyung frunció el ceño.

—No confío en ella para ti Kook —dijo Taehyung con recelo.

—Veremos qué tal se comporta, ah y me iba a invitar al baile de primavera —Taehyung


arqueó una ceja. —Le dije que tenía pareja, me preguntó quién y yo le dije que eras tú,
hubieses visto su cara, fue divertido —Taehyung sonrió satisfecho, le gustaba y
sorprendió que Jungkook se negará a chicas por él.

—Puta —susurró Taehyung, Jungkook arqueó una ceja y se rieron otra vez. En esos
momentos, es cuando él deseaba poder besarlo luego de haberla hecho reír. Pero tenía
que esperar, ser paciente, quizás después de todo, pronto podría besarlo en frente de
quien se le ocurriera.
Capítulo 12
No sabía como se le había pasado una semana ya. En siete días, era el ansiado baile.
Taehyung estaba cada día más nervioso, sobre todo porque él le había pedido que en
unos días más lo acompañara a comprar ropa. Tan solo imaginarlo probándose millones
de prendas, tomando su brazo, y bailando con él, le provocaba un montón de
sensaciones y mariposas en el estómago.

Para Jungkook, Taehyung escondía algo, pues últimamente era tan extraño que quisiera
pasar todo el día con él. No tenía idea que se traía entre manos, pero claramente había
algo.

Taehyung había ido a pasar el día con los chicos, quienes aún no tenían idea de quien
sería la pareja de Taehyung.

—¿Y tú con quien irás Yoongi? —preguntó Hoseok sonriendo

—Invité a Jimin ¿Lo conocen? —preguntó Yoongi con cierto brillo en los ojos. Todos
asintieron. —Me encanta... no podía no invitarlo, realmente me gusta.

—¿Y tú Hoseok? —preguntó Namjoon

—Hyorin —dijo satisfecho —Creo que por fin me gusta una chica seriamente. —¿Y
tú Namjoon?

—Estoy seguro que no lo conocen —dijo Namjoon algo sonrojado

—¿Quién? —preguntó Sungjong

—Soyou —todos fruncieron el ceño —Deberías conocerla, es amiga de Hyorin, ya


sabes, la de cabello largo, morena y esos labios que vuelven loco a cualquiera —dijo
Namjoon con una sonrisa coqueta.

—¡Soyou! —exclamó Hoseok cuando recordó —Sí, si me acuerdo de ella —admitió


—Tiene una sonrisa perfecta.

—Ya cállate, no la mires mucho.

—Los veo bastante emocionados con sus citas. —dijo Yoongi divertido.

—¡Sí! —exclamaron los tres.

—¿Y tú Taehyung? —preguntó Namjoon con una sonrisa traviesa.

—¿Yo qué? —preguntó Taehyung distraído.


—¿Con quién irás al baile? —preguntó Sungjong.

—Ah... con Jungkook —dijo Taehyung algo nervioso. Hoseok, Namjoon y Sungjong
se miraron entre ellos con sorpresa, luego miraron a Taehyung.

—¿Hablas enserio? —preguntó Hoseok

—Claro que sí —dijo Taehyung —¿Qué tiene de extraño?

—Mhm es solo que tú Taehyung sueles ir con chicas con las que terminas teniendo
sexo luego del baile y que Jungkook es un chico y no creo que pienses tener sexo con
él o ¿sí? —dijo Namjoon

—No, no quiero ir con ninguna hueca, prefiero ir con Jungkook, sé que me lo pasaré
mejor —dijo Taehyung frunciendo el ceño.

—A veces creo que eres un estúpido, pero días como hoy te encuentro la razón —dijo
Sungjong con una sonrisa —No sé cómo no te has dado cuenta de lo obvio.

—¿Y qué es lo obvio? —preguntó Taehyung arqueando una ceja

—Dos cosas —dijo Sungjong —La primera, estás loco por Jungkook, la segunda,
deberías hacerte novio de él, vale la pena para ti y no pongas la excusa de que son
chicos ambos.

—¿Qué rayos estás diciendo? —todos se rieron —Yo no estoy loco por Jungkook, es
como un hermano para mí. Segundo, el vale la pena, ni siquiera yo creo merecer una
chica y menos a un chico como el, pero no, no podemos ser novios.

—¿Solo porque no es popular? —preguntó Hoseok arqueando una ceja.

—Hey eso no tiene nada que ver. —dijo Taehyung frunciendo el ceño. —Es solo que...
no, no él no me tomaría en cuenta —Yoongi soltó una risa, entonces Taehyung se
percató de que había metió la pata. —Digo, no, somos como hermanos y...

—Taehyung... ya lo admitiste —dijo Sungjong riéndose aún.

—¡No he admitido nada! —dijo Taehyung tenso y nervioso

—No sé porque te alteras tanto, es Jungkook, es un chico genial, deberías sentirte


orgulloso si estás con él aunque es un chico. —dijo Yoongi rodando los ojos. Taehyung
lo fulminó con la mirada.

—No es que no sea genial —dijo Taehyung —Me gusta porque es genial, pero tan
solo... —entonces se percató de que nuevamente había metido la pata. Todos se
miraron y explotaron en risas.
—Ya lo admitiste —bromeó Yoongi. Taehyung estaba sonrojado como un tomate, no
dijo ninguna palabra.

—Guardaremos el secreto tigre, no te preocupes —lo consoló Hoseok —Solo que no


entiendo porque te haces tanto problema y no vas y le dices que te gusta.

—Tal como lo haces con el montón de chicas que han pasado por ti —dijo Namjoon.

—Es que él no es como ninguna de esas chicas, él es un chico “el chico mas
maravilloso del mundo” —susurró Taehyung —Y bueno, lo admito... en realidad, no
me gusta... lo amo... —confesó Taehyung apenado. Lanzó un largo suspiro. Todos se
lanzaron una mirada.

—Bueno, el baile de primavera es tu oportunidad para decirle cuanto lo amas —dijo


Sungjong con una enorme sonrisa.

—Supongo —dijo Taehyung algo desanimado. Ya a estas alturas, no podía actuar tan
bien como antes. Y es que se estaba muriendo de amor prácticamente, lo veía y todo el
cuerpo se le tensaba y comenzaba a temblar. Le costaba controlarse, aunque él ni
siquiera se diera cuenta.

Su celular comenzó a sonar. Contestó, era él.

—¿Jungkook? —preguntó. Todos sonrieron cómplices.

—Taehyung, ¿Iremos al centro comercial? Quiero comprar ropa —dijo el con una voz
que casi le provoca derretirse.

—Está bien Kookie ¿Dónde nos juntamos? —Hoseok estaba aguantándose la risa,
Taehyung lo fulminó con la mirada.

—Mhm ¿Pasas por mí? —preguntó Jungkook con dulzura

—Está bien, paso por ti en quince minutos —dijo Taehyung —Adiós.

Apenas cortó todos explotaron en risas, Taehyung seguía sonrojado después de todo.

—Iré con Jungkook a comprar ropa para el baile —dijo sonriendo.

—¡Uh! —dijo Sungjong —Lo verás probándose un montón de sensuales prendas, por
favor, controla al pequeño Taehyung —dijo dándole una mirada a lo bajo de su
abdomen. Todos rieron.

—¡Imbécil! —dijo Taehyung frunciendo el ceño. Se despidió con la mano, aún


avergonzado, subió a su auto y manejó hasta la casa de su kookie. Sonrió al verlo
aparecer por la puerta con esa enorme y perfecta sonrisa.
—Precioso —dijo Jungkook con dulzura besándole la mejilla —¿Cómo estás?

—Bien ¿Y tú? —dijo Taehyung mientras encendía el auto y manejaba.

—Bien gracias —dijo Jungkook.

Llegaron al centro comercial, Taehyung caminaba tomándolo de la mano. Entraron a


una tienda donde habían muchos jeans, él sonrió, aunque esto le aburra, sería capaz de
mucho más por Jungkook y también quería saber que tan hermoso se vería ese día.
Jungkook comenzó probándose ropa, pero ninguna lo convencía. A Taehyung le
brillaban los ojos cada vez que se asomaba con uno nuevo.

—Taehyung, ven —lo llamó al probador. El corazón se le aceleró ¿Qué necesitaría?


Algo nervioso se acercó, Jungkook lo hizo entrar. Cerró la puerta, Taehyung se mordió
los labios muy tenso —acomódame los jeans —pidió. Lo miró de pies a cabeza, se
estaba probando unos jeans blancos, le resaltaba el blanco de su piel. Taehyung se
agachó un poco, para alcanzar lo más bajo de su espalda. Comenzó a acomodarle los
jeans intentando concentrarse solo en esa tarea, pues si pensaba en el hecho de que un
solo movimiento lo haría quedar semidesnudo ante él, no le sería de mucha ayuda. —
¿Qué tal? —preguntó dando una vuelta. Estaba embobado, se veía hermoso, no...
perfecto. Los jeans le marcaban sus bonitas piernas y su sexy traserito.

—Te ves maravilloso —dijo con una sonrisa. Jungkook le correspondió la sonrisa.
Siguió mirándose al espejo —Me llevaré estos, me convenciste.

Taehyung sonrío. Se acercaron a la cajera, Jungkook iba a pagar, pero Taehyung se


negó y se adelantó con su tarjeta de crédito. Jungkook protestó, pero Taehyung negó.

—Bien, iremos por un helado ¿sí? —Jungkook asintió con dulzura. Taehyung lo tomó
de la mano y lo llevó, le compró un helado, y al rato lo fue a dejarlo a su casa.

Jungkook se acercó dando saltitos a despedirse, pero tropezó cayendo contra Taehyung
acorralándolo contra el auto, y para colmo, sus narices chocaron y sus labios se rozaron.
Jungkook se levantó avergonzado y Taehyung algo sorprendido.

—Adiós —dijo Jungkook avergonzado y casi corrió a su casa. Taehyung lo miró


desaparecer y luego comenzó a reír sin motivo ¡la vida comenzaba a sonreírle!
Capítulo 13
Llegó el día, Taehyung estaba tan nervioso que ni siquiera modulaba bien. Su madre
lo miró con ternura, cada vez que vestía formal se veía adorable. Terminó de mirarse
al espejo, y dio un largo suspiro. Miró la hora, tenía que pasar a buscarlo. Se despidió
de su madre quien le deseó suerte. Sonrió, espera que realmente la suerte lo
acompañara. Así que manejó hasta la casa de Jungkook y tocó el timbre, nervioso.
Sintió su voz a lo lejos, diciendo "ya voy". Río un poco, y espero apoyado en el auto a
que saliera. Entonces, abrió la puerta.

Llevaba los jeans blancos que habían elegido y una camisa a cuadros sus piernas se
veían perfectas, llevaba unas botas de color negras, su cabello estaba peinado de una
forma en que no parecía ni tan formal ni tan informal, sus pestañas se veían más largas
y redondeadas, sus mejillas levemente sonrojadas. En su cuello, llevaba un collar que
Taehyung le había dado hace un tiempo. Jungkook le sonrió tímido.

—¡Wow! —dijo Taehyung algo nervioso, se veía precioso, realmente no sabía como
seguía en pie con semejante belleza.

—Te ves guapo —dijo Jungkook dándole una alentadora sonrisa.

—Gracias... tú te ves... maravilloso —dijo Taehyung haciendo que Jungkook se


sonrojara. Era un avance, Taehyung le abrió la puerta del copiloto, y manejó hasta la
secundaria.

No decían nada, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Taehyung de vez en
cuando miraba de reojo sus piernas, era un pervertido a veces.

Llegaron a la secundaria, Taehyung le ofreció su brazo, Jungkook le respondió con una


sonrisa. Entraron, el ambiente era agradable. Estaba decorado como un lugar nocturno,
pero sin olvidar los detalles de la bienvenida a la época primaveral, había un escenario
donde tocarían algunas bandas, luces ubicadas en las esquinas del recinto. Taehyung
se mordió el labio nervioso, si todo salía como el esperaba, ya no tendría que estar
sufriendo por él. Ahora Jungkook sería suyo.

—¡Chicos! —la voz de Jimin los sobresaltó. La saludaron amablemente. Jimin llevaba
un traje negro ajustado, lo hacía ver excelente, e iba de la mano con Yoongi, que pese
a que no era de la secundaria, seguía siendo su invitado.

—Hola —dijo Yoongi sonriéndole a Taehyung mientras sus parejas conversaban —


Precioso ¿no?

—Más el uff... demasiado hermoso —dijo Taehyung

—Hoy es tu día campeón —dijo Yoongi sonriendo


—Eso espero. —dijo Taehyung. Yoongi y Jimin se despidieron, Taehyung tomó de la
mano a Jungkook, entonces echó una mirada al lugar. Y se encontró con la mirada
celosa y enfadada de una peligrosa.

Irene los miraba con odio, al igual que Taeyang. Irene llevaba un ajustado y apretado
vestidos negro que dejaba ver sus largas y torneadas piernas y resaltaba sus perfecta
figura miraban casi con asco a Jungkook, él se percató de eso, pero Taehyung lo hizo
mirarlo y le sonrió, inspirándole confianza.

Al cabo de un rato, comenzó la música. Taehyung de inmediato llevó a su mejor amigo


a la pista, y bailaron unas cuantas canciones movidas. Jungkook reía divertido,
realmente se la estaba pasando genial con Taehyung.

—¿Vamos por un poco de ponche? —preguntó Taehyung con una sonrisa

—Claro Hyung —Taehyung lo tomó de la mano, y caminaron hasta la mesita. Le sirvió


ponche en dos vasos, le dio uno a Jungkook.

—Aunque al mono lo vistas de seda, mono se queda —una voz chillona y cargada de
desprecio los interrumpió.

—Irene, ¿Podrías ahorrarte tus comentarios idiotas e irte a molestar a otros que no
seamos Jungkook y yo? —dijo Taehyung con la voz cargada de ira.

—No sé cómo invitaste a este —dijo ella mirándolo con desprecio

—Es mejor que todas las y los otros de esta secundaria —dijo Taehyung abrazando a
su mejor amigo, quien miraba al suelo.

—No decías eso en mi fiesta, mientras este se besaba con Hyuna, tú y yo lo pasamos
mejor —dijo Irene con una maligna sonrisa. Jungkook no dijo nada, en realidad, no
tenía por qué afectarle, de todas formas, era su mejor amigo. Taehyung le tomó la mano
con fuerza y lo que hizo desaparecer a Irene.

—Lo siento —dijo Taehyung dando un suspiro

—No te preocupes Hyung —dijo Jungkook dándole una alentadora sonrisa.

—¿Quieres bailar? —preguntó Taehyung. Jungkook asintió y sonrió. Caminaron hasta


la pista y bailaron un rato, él se reía por los pasos que a Taehyung se le ocurrían.
Entonces su estómago de Taehyung se apretó, exactamente una canción lenta para el
momento. Las luces del lugar bajaron al mínimo, Jungkook lo miró con una tímida
sonrisa, estaba nervioso, no sabía muy bien que hacer en un caso así ¿bailar con tu
mejor amigo una canción lenta? No lucía tan mal ¿o sí? Taehyung se río
despreocupado, o eso creyó el, más bien Taehyung estaba más nervioso que cuando
dio su primer beso.
—Esto es embarazoso —dijo Jungkook divertido mientras Taehyung rodeaba su
cintura con sus brazos y lo hacía apegarse a su cuerpo. Jungkook pasó sus brazos por
el cuello de Taehyung, y enredó sus dedos en algunos de sus cabellos que caían por la
nuca de Taehyung. Se sonrieron, el corazón de Taehyung estaba latiendo a mil,
mientras los primeros acordes sonaban. Las luces no les permitían ver mucho más allá
de ellos, pero si lo suficiente para verse los ojos. Los de Taehyung brillaban de la
emoción, los de Jungkook denotaban emoción pero más bien algo de nerviosismo.

—Anótalo como nuestro primer baile en pareja —le susurró Taehyung al oído.
Jungkook río dulcemente. Taehyung no dejaba de mirarlo, y extrañamente, a kook no
le incomodaba para nada. Los ojos café de Taehyung lucían especiales. Por primera
vez, sintió mariposas en el estómago cuando Taehyung lo apegó más a su cuerpo. "No
puede ser que el ponche me haya hecho efecto tan rápido, no tomé casi nada" pensó.
Taehyung no sonreía, solo lo miraba.

Sentía que le estaba coqueteando, quizás el ponche tenía demasiado alcohol. En la


mitad de la canción, Taehyung se acercó mucho para su gusto, estaba levemente
agachado, a la altura de sus labios. Tan tenso y nervioso como se sentía, miró por
inercia los labios de Taehyung.

Taehyung le sonrió coquetamente cuando Jungkook bajó la mirada a sus labios,


entonces se decidió por hacerlo. Dejando solo una mano en la cintura de Jungkook
mientras se movían al compás de la música, puso su otra mano en su mejilla de manera
cuidadosa. Él no se movió, pero Taehyung se acercó más aún. Sus labios estaban
rozándose, ambos cerraron los ojos, la respiración del otro golpeaba sus labios. Pero
de lo bueno, poco, dicen.

—¡Ay Dios! —gritó Jungkook cuando sintió como algo helado le corría por la espalda.
Se volteó asustado y confuso, entonces vio a Irene con el vaso totalmente vacío. Ella
le sonreía llena de odio.

—¡¿Qué sucede contigo?! —le gritó Taehyung exasperado

—Nada, solo necesitaba algo frío ¿no creen? —ella se alejó con una sonrisa.

—Perdón —dijo Taehyung abrazándolo. Se quitó su chaqueta y la puso en los hombros


de Jungkook.

—Hyung, no puedo con esto —dijo con los ojos llenos de lágrimas y se alejó. La ira lo
consumía, estuvo a punto de besarlo, de poder por fin desahogar todo lo que llevaba
dentro, y tenía que aparecer esa hueca. En cierta parte, él tenía la culpa, las chicas lo
perseguían porque él estaba con todas cuando quería, casi todas las populares habían
pasado por él. Se sintió un asco.

—¿Qué le pasó a Jungkook? —preguntó Jimin preocupado acercándose a él de la mano


con Yoongi.
—Irene le derramó el vaso en la espalda mientras bailábamos —dijo Taehyung
mirando el suelo.

—¿Qué acaso no puedes controlar a tus perras? —preguntó Jimin con ira mientras
corría a buscarlo. Yoongi le palmeó el hombro, mientras Taehyung intentaba no llorar.
Su noche se veía arruinada, solo porque habías ido un imbécil mujeriego y ahora las
estaba pagando.

Jimin volvió al cabo de diez minutos, sonriendo. Se acercó a Yoongi.

—¿Dónde está? —preguntó Taehyung dispuesto a recuperar su momento.

—Viene entrando, pero yo diría que está algo ocupado, Taehyung —dijo Jimin
sonriendo. —Vamos Yoongi.

Ambos miraron hacia la entrada, Jungkook venía riéndose con Hyuna. Justamente se
acercaron a él. Yoongi miró la escena con cierta lástima.

—Gracias por la chaqueta, iré a bailar con Hyuna —dijo Jungkook fríamente
entregándole la chaqueta.

—D…de nada —susurró Taehyung. Jungkook se fue de la mano con Hyuna, y


Taehyung los miró bailar entretenidos. ¿Lo estaba haciendo a propósito? Después de
todo, Jungkook había ido con ella. Chicas se le acercaban a Taehyung para charlarle,
pero el solamente veía fijamente a la pareja, que a cada momento se ponían más
románticos. ¿Qué rayos le pasaba? Hyuna había estado con Taeyang, no podía seguir
gustándole una puta como ella. Entonces cayó en la realidad, él era peor, y aún
mantenía la esperanza de que él lo quisiera.

Siguió observando la escena, Jungkook le tomó la mano con ternura a Hyuna.

Sus ojos brillaban cuando Jungkook la tomó por la cintura, se miraban con ternura,
realmente a Jungkook le gustaba Hyuna y por fin venía a darse cuenta.

Aunque tus labios me maldigan,


ésa no es mi intención.
Aunque tu corazón me rechace,
ésa no es mi intención.
¿Por qué no comprendes lo que mis lágrimas significan?
No digo que termines con esto,
te pido que me abraces.

La vision de Taehyung se nubló, tenía los ojos cristalinos

Tu actitud era distinta, me hiciste sufrir,


cambiaste y te pusiste muy rara.
El cielo está negro, como si fuera a llover.
Los dos estamos hartos de revivir
la misma decepción y las mismas peleas.
Probablemente hoy romperás conmigo.
Era como si mi corazón se incendiara y,
sin darme cuenta, empecé a gritar, a empujarte,
a dar golpes y a temblar.
¿Por qué me miras con esos ojos tan tristes?
Siempre es lo mismo:
yo soy el malo y tú eres demasiado buena.

¿Por qué diablos nunca le dijo? Quizás habría evitado esto hace tanto tiempo, quizás
llevarían uno, dos o casi tres años siendo su novio. Haciéndolo reír, besándolo,
mientras Jungkook lo miraba de la misma forma en que miraba a Hyuna ahora.

Aunque tus labios me maldigan,


ésa no es mi intención.
Aunque tu corazón me rechace,
ésa no es mi intención.
¿Por qué no comprendes lo que mis lágrimas significan?
No digo que termines con esto,
te pido que me abraces.

Otra canción lenta, sintió que el corazón iba a morir. Jungkook tomó por la cintura a
Hyuna mientras lo apegaba a su cuerpo, Jungkook sonreía sonrojado. Bailaban de
forma romántica. Ella se acercó a él, lo iba a besar.

No digo que debamos romper,


ésa no es mi intención.
No digo que te odie,
ésa no es mi intención.
¿Por qué no comprendes lo que mis lágrimas significan?
Te pido que te aferres a mí,
te pido que me abraces.

No me dejes, está escrito en mis ojos,


mis lágrimas te lo piden.

Se besaron, Hyuna la tomaba de forma tan tierna, mientras seguían bailando al ritmo
de la música, Taehyung no ocultó las lágrimas que caían incesantes por su rostro.

Nos vamos separando más, pero nos miramos


y no somos capaces de aferrarnos a esto.
Tras esta relación tan larga,
nuestros corazones ya no consiguen conectar.

Por favor, vuelve a ser quien eras.


No te vayas, no te vayas.
Realmente deseaba ser valiente por una maldita vez en su vida y correr a decirle que lo
amaba, besarlo frente a todos, y pedirle que fuera su novio. Pero él ni siquiera se
acordaba de que Taehyung existía, de que Taehyung había luchado contra su orgullo y
miedo por invitarlo al baile.

Es hora de dejarlo, alguien debe decir adiós.


Lo siento, ya no te amo. De verdad, ya no te entiendo.
No lo noto, no lo veo, no lo siento.
Está bien, maldíceme cuanto quieras.
¿Por qué eres tan ridículamente buena hasta el final?
Hemos perdido el tiempo hablando de nuestros sentimientos.
Tú siempre has dado lo mejor de ti
y yo siempre he sacado lo peor.
Sé que te contuviste más, que lloraste más,
que te sentiste más sola.
Incluso mientras rompíamos, yo seguí siendo el malo
y no pude aferrarme a ti al final.

Tu actitud era distinta, me hiciste sufrir,


te pusiste muy rara.
El cielo está negro, como si fuera a llover.
Los dos estamos hartos de revivir
la misma decepción y las mismas peleas.
Probablemente hoy romperás conmigo.

Todo lo que él daría por estar en el lugar de Hyuna en ese momento. Y pensar que era
ella quien mantenía el control de la situación y estaba a punto de besar a Jungkook hace
un rato. No había nada que deseara tanto como ser el motivo de sus sonrisas, el motivo
de su vida. Ser su vida, nada más que eso.

Se levantó bruscamente, y salió. No lo soportaba, le era imposible continuar un minuto


más en ese lugar. Miró la luna llena que se veía en el estrellado cielo nocturno. No
podía dejar de llorar, y no le interesaba demasiado que lo vieran.
Capítulo 14
Manejó hasta su hogar sin siquiera avisarle a Jungkook. No quería verlo, ni escuchar
nada de él. Entró, su madre lo miró con una sonrisa hasta que se percató de sus ojos
rojos e hinchados. Lo abrazó sin preguntarle nada, Taehyung lloró, su madre siempre
sabía que apenas pudiese hablar le daría las explicaciones. Se disculpó, subió a su
habitación y se tiró en su cama a llorar. Los sollozos se podían escuchar en toda la casa.
Como si algo se hubiera roto en su interior, así se sentía. Se odiaba, odiaba su vida,
odiaba la secundaria, lo odiaba a él.

—Hijo —la voz de su madre lo hizo abrir los ojos. Era de día, se había dormido con el
traje puesto. —¿Quieres desayuno? —Taehyung asintió desganado sin decir mucho.
Miró su celular, tenía muchas llamadas perdidas de los chicos, y mensajes. Nada de él.

—Gracias Omma —le dijo tiernamente cuando su madre le llevó el desayuno.

—¿Quieres hablar? —preguntó su madre con dulzura.

—No hay mucho que decir, omma, problemas de amor —susurró con cierta ironía.

—Mhm se trata de Jungkook ¿no? —él asintió mientras miraba la tostada que tenía en
la bandeja —¿Te rechazó? —el negó con un suspiro.

—En resumidas cuentas, llegamos, todo iba bien, hasta que una de mis ex le derramo
la bebida en la espalda, él se enfadó porque desde que llegamos las chicas lo
molestaban, se fue llorando, luego una puta se aprovechó para "consolarlo" y terminó
besándose con ella —dijo Taehyung con mucho odio en la voz —La misma puta que
le ha coqueteado hace bastantes días.

—Entiendo pequeño —dijo su madre —Pero recuerda que todo se vale en el amor y la
guerra —se levantó, le guiñó un ojo y salió de la habitación.

Taehyung lanzó un suspiro. Le dolía la cabeza, había llorado bastante. Se fue a duchar,
se quitó el traje, lo tiró al suelo con ira. Se bañó intentando relajarse, luego se puso a
jugar con su consola, dio unas vueltas en su bicicleta, pero ya no quedaba mucho que
hacer. Así que se dispuso a dar un paseo. Las calles lucían tranquilas, un día domingo
todo estaba en paz, el sol brillaba, era agradable. Sentía la brisa jugar con sus cabellos
rebeldes. Pero mientras caminaba, chocó con la persona que menos deseaba ver.

—Lo siento... —miró al frente y allí estaba el. Jungkook lo miró sin decir nada. —
Permiso —quiso pasar junto a él.

—Hyung... —susurró Jungkook.

—¿Mhm? —preguntó fríamente.


—Anoche... —Taehyung ni siquiera lo dejó hablar.

—Olvidemos que eso pasó, ahora si no te importa, iba a ir a hacer algo importante. —
dijo bruscamente. Caminó otra vez, mientras Jungkook lo miraba alejarse ¿por qué
tanta ira de su parte? No tenía por qué enojarse, el debería estar enfadado ya que las
perras con las que suele estar intentaron hacerle la velada imposible, y luego Hyuna
estaba ahí para consolarlo. Debería estar feliz por él, Hyuna era una buena chica dulce
y no era para nada orgulloso como Taehyung. Suspiró y fue a su casa, no quería seguir
pensando en Taehyung.

Mientras tanto Taehyung, recibió un mensaje de Yoongi.

Estoy a cinco metros tras de ti, voltea.

Taehyung volteó y vio a Yoongi acercarse con una sonrisa, cosa permanente en él. Se
sentó con él, no se dijeron nada.

—Así que... ¿mal plan? —preguntó Yoongi. Taehyung asintió.

—Pésimo —musitó.

—Anoche toda tu secundaria se enteró que estás loco por Jungkook, desde que te vieron
llegar con él, hasta que te vieron llorando —dijo Yoongi.

—No me interesa lo que digan o piensen de mí —dijo indiferente. Yoongi sonrió y le


aplaudió, Taehyung lo miró arqueando una ceja.

—Primer paso a la madurez hermano, que no te importe la opinión del resto —


Taehyung medio sonrió.

—Tienes razón, últimamente me preocupa demasiado lo que crean de mí —dijo


Taehyung

—Olvídalo, cuando no te preocupes por lo que los demás digan, es cuando comienzas
a ser tú mismo —le guiñó un ojo.

—Aunque sigo estando amargado —dijo Taehyung.

—No es fácil —dijo Yoongi —Pero ¿seguirás luchando por él?

—No sé, Yoongi. —dijo Taehyung —Ya no quiero hablar de él —dijo dando un
suspiro. Yoongi le palmeó el hombro. Taehyung lanzó otro largo suspiro, todo había
sido un verdadero fiasco, se sentía tan mal que casi no tenía ánimo de vivir. ¿Por qué
Jungkook tenía que irse con Hyuna? Si tan solo la estúpida de Irene hubiera
desaparecido, él lo habría besado y le habría dicho que estaba enamorado de él. —
¡Dios mío, no puedo sacarlo de mi mente!
—Habla con él —sugirió Yoongi —Dile que lo amas.

—Él quiere a Hyuna, Yoongi —dijo Taehyung resignado.

—Está bien Taehyung, si tú quieres negarte —dijo Yoongi rodando los ojos.

—¿Negarme Yoongi? —preguntó Taehyung con cierta ira —¿No te das cuenta que
daría la vida por estar con él?

—Taehyung, te has metido con cientos de chicas que tienen novios y supuestamente
los aman... ¿No puedes conquistarlo? A él? A tu mejor amigo? Vamos, te has tirado a
las de la secundaria, a las primas de Hoseok y Namjoon —ambos se rieron —¿Y no
puedes con Jungkook?

—Él no es como las otras, él no es una chica —dijo Taehyung firme

—Pero es tu mejor amigo, tú sabes como hacerlo —Yoongi se paró guiñándole un ojo
como solía hacer, y se dirigió a su auto. Taehyung lo miró alejarse. ¿Y si tenía razón?
Bueno, probablemente la tendría. Suspiró. Pero hoy no tenía el ánimo suficiente para
ir a hablar con él. Quizás tenía que esperar un poco.
Capítulo 15
Mientras tanto Jungkook se sentía extraño, y lo peor es que sabía que a Taehyung le
pasaba algo. Los rumores en la secundaria fueron tales que llegaron de inmediato a sus
oídos.

Taehyung quiere a Jungkook, lloró como una nenaza por él al verlo con Hyuna.

No sabía si creerlo, los rumores casi siempre eran mentiras. Aunque quizás esta vez era
verdad, lo escuchó de mucha gente que realmente estaba ahí, gente que lo vio todo.
Agregándole que Taehyung se marchó esa noche, y que hoy había sido brusco y frío,
algo extraño estaba pasando.

Entonces a su mente vino lo que pasó antes de que Irene le lanzara el trago encima.
Taehyung con sus fuertes y varoniles manos en su cintura, apegando su cuerpo al de
él, mientras lo miraba seria e intensamente, su boca a la altura de la suya, el nerviosismo
de su cuerpo cuando sus labios estaban rozándose, las mariposas en el estómago,
absolutamente todo había sido nuevo, nunca siquiera se había imaginado estar con su
mejor amigo, Kim Taehyung, al menos de forma consciente. Taehyung era el último
chico con el que saldría, era un mujeriego imperdonable, un arrogante y engreído si
quería serlo, aunque para el eso no importaba, era su mejor amigo. Pero ese baile
cambió mucho las cosas para él. Las cosas que había sentido no eran normales, si bien
no le gustaba Taehyung, algo había nacido, algo que él nunca se habría percatado,
incluso parecía que había nacido antes. Muy en el fondo, en el subconsciente de él, los
recuerdos de su día de borrachera no se habían ido, su mente estaba bloqueándolos,
pero podía casi sentir que algo extraño había pasado, algo que Taehyung había callado.
Intentó no pensar mucho más en él, pero se le hacía difícil ¿qué tal si Taehyung gustaba
de el? No, no podía ser. ¿Él, el chico menos popular y agraciado de la escuela? No,
para Kim Taehyung no existía en su vida una chica que no fuera de belleza
despampanante y mucho menos una vida con un chico como él.

—Hijo —la voz de su madre lo sobresaltó. Levantó la cabeza y miró a su madre. —


Mañana vendrá a cenar alguien especial que tienes que conocer —dijo sonriéndole. El
asintió sin decir nada, no le daba muy buena espina. Suspiró, su madre nunca le ponía
atención si no era para conveniencia de ella. Esto ocurría desde que sus padres se
separaron, lo que ocasionó un gran distanciamiento, al punto de que su hermana fue a
vivirse con su padre, ya ni se soportaban. Ella tiene quince años, es una mocosa. Y su
padre la llamaba poco, al parecer se conformaba con que la menor estuviera con él.
Todo esto le hacía la vida miserable, realmente. Recuerda con dolor las marcas en la
piel de sus muslos, los psicólogos y todo eso. Nunca hubiera creído que sería como
esos chicos que se desahogan haciéndose daño a sí mismos, pero el destino dijo otra
cosa. Nadie, absolutamente nadie, lo sabía. Ni siquiera Taehyung, todos tienen sus
secretos ¿no? Incluso aunque el mismo supuestamente no recordara que casi se había
acostado con Taehyung, su amigo estaba tan absorto en tocarlo y besarlo, que no se
percató de las cicatrices de sus muslos. Nunca se había cortado las muñecas, era muy
obvio. Estaba un poco harto de su vida, realmente sin Taehyung y Jimin se habría ido
a pique, y ahora comenzaba a sentir la soledad otra vez. Taehyung enfadado, y Jimin
de novio con Yoongi ¿algo más? No pudo evitar comenzar a llorar, era muy verdadero
que necesitaba a Taehyung casi tanto como respirar, no quería y no imaginaba una vida
sin tenerlo con él. Era como una especie de “enamoramiento” pero no literalmente,
porque por lo menos hasta el día de la fiesta, no había sentido deseos de besarlo.

Hasta ese día. Porque cuando miró sus labios despertaron sentimientos en el, algo muy
extraño, que nunca antes había sentido. Estaba asustado, no quería enamorarse de
Taehyung, sabía que si sucedía saldría herido, Taehyung nunca fue hombre de una sola
mujer y menos seria de un solo hombre, sabía que ni siquiera estaría dispuesto a
cambiar por él.

Al día siguiente se arregló un poco para la cena con esa persona “especial”, se
preguntaba que estupidez habría hecho su madre, pero no quiso ni siquiera imaginarlo.
Así que bajó antes de que él o la invitada llegara, se puso unos simples jeans negro y
converses.

—Deberías haberte puesto algo mejor —criticó su madre. Jungkook rodó los ojos.

—No es tan especial como para usar algo mejor. —dijo él firmemente

—Bueno, no hay remedio —dijo su madre. Justamente tocaron el timbre, y una voz
masculina rodeó el ambiente. ¿Sería un jefe o algo así? El hombre era alto, tenía los
ojos oscuros brillantes, y era de contextura gruesa, musculoso. —El es Jungkook, mi
hijo —Jungkook se levantó y ofreció su mano. El hombre la estrechó con cierta
delicadeza. —Él es Seungjong, mi… —Jungkook arqueó una ceja esperando saber
quién era ese tipo —Novio.

—¡Wow! Oh… genial —dijo dando una forzada sonrisa. ¡Era lo único que faltaba! Su
madre con otro tipo, ahora sí que su vida se había hecho polvito. Comieron, él estaba
en silencio, mientras Seungjong les contaba historias o anécdotas, él sonreía con toda
la falsedad del mundo. Estaba harto, solamente quería retirarse e ir a dormir. —¿Puedo
retirarme? —dijo luego de un rato.

—No seas maleducado, tenemos invitado —él rodó los ojos.

—No me siento bien —mintió.

—Sé que estás mintiendo, te quedas aquí —dijo su madre firmemente, mientras
esperaba que Seungjong volviese del baño.

—Necesito dormir —repusó.

—Eres igual de mentiroso que tu padre —dijo su madre. La ira le invadió el cuerpo, lo
fulminó con la mirada. —Así que te quedas ahí.

—No pienso hacerlo —dijo Jungkook —No me interesa tu novio.


—Tendrás que acostumbrarte —dijo su madre con rabia —Porque estamos
comprometidos hace tiempo, así que pronto vivirá aquí y tú deberás aceptarlo. —su
madre estaba muy alterada.

—No pienso seguir contigo si metes a un tipo que ni siquiera conozco a casa —replicó
Jungkook. Su madre lo fulminó con la mirada.

—¿Y qué harás? ¿Irte a USA con tu padre? —él la miró despectivamente, con una
burlona sonrisa. Sabía que Jungkook no se iría, tenía su vida aquí, más que nada, tenía
a Taehyung y a Jimin. Y ahora, a Hyuna.

—Irme a vivir donde sea. —dijo Jungkook.

—Aún tienes diecisiete, eres menor de edad.

—Por poco tiempo —dijo Jungkook con odio. Se paró bruscamente de la silla, su
madre no lo quería dejar salir de la casa, le bloqueó la puerta —Déjame salir.

—No, tú no irás a ninguna parte.

—Sí lo haré, déjame en paz —le gritó. Entonces sintió el ardor en su mejilla, lo había
golpeado. La miró con tanto odio que parecía echar chispas y luego, abrió la puerta y
pegó un portazo. Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, ¿a quién llamar?
Marcó el número de Hyuna, recordando que Jimin estaba con Yoongi y Taehyung
estaba enojado.

—¿Sí? —la voz de Hyuna le causó un extraño escalofrío.

—¿Estás… ocupada? —preguntó con la voz quebrada.

—Amor, estoy fuera de la ciudad… —dijo Hyuna sin siquiera percatarse de la voz de
dolor de Jungkook.

—Oh… lo siento, te llamo más tarde —dijo Jungkook.

—Te quiero —dijo Hyuna y cortó el teléfono.

No sabía donde ir, comenzaba a correr una brisa fuerte, eran alrededor de las diez de la
noche y estaba oscuro. Aún no llegaba el verano, así que las noches seguían siendo
frías. Caminó por las oscuras calles solo, asustado. No había nadie en la calle, fue hasta
la plaza cercana a su casa, se sentó en una banca. Era Sábado, había sido mala decisión,
los Sábados los fiesteros comienzan a beber en esa plaza. Unos chicos de aspecto no
muy agradable caminaban algo borrachos pese a no ser tan tarde, el se paró y decidió
caminar a otro lado. No quería que nadie se le acercara. ¿Y si llamaba a Taehyung?
¿Vencer su orgullo? Caminó en línea recta, y sintió las risas de los chicos, más bien
hombres bebidos. Se percató que lo seguían, o se estaba imaginando cosas. Más
lágrimas, el cuerpo le temblaba.

—¡Bonito! —–la voz de uno de ellos lo asustó más. Se metió por una calle, y dobló
hacia otra luego, pero no se percató por la oscuridad de la noche, que había llegado a
una calle sin salida. Entonces unas manos se aferraron a su cintura, y gritó.
Capítulo 16
Taehyung había decidido ir a dar un paseo. Aún le daba vueltas en la cabeza lo que
había pasado, las palabras de Yoongi, todo. Caminó por las calles para llegar a la plaza.
Entonces su corazón se detuvo unos segundos. Era él, solo. Lo vio levantarse y mirar
algo asustado a los tipos borrachos que se acercaban, y comenzó a caminar en otra
dirección, pero al parecer los tipos querían molestarlo, pues lo siguieron.

—No en esa dirección precioso, recuerda que esa calle no tiene salida —dijo hablando
solo, lo vio justamente entrar ahí, así que echó a correr como pudo. Luego de unas
cuadras, la garganta le quemaba y casi le faltaba el aire. Había cruzado las calles a
punto de ser atropellado pero no le importo. Jungkook era más importante, no podía
permitir que nada le pasara caminaba rápido, tomó un atajo para evitarse a los tipos
borrachos, y cuando lo vio por fin, se acercó a él y lo agarró fuertemente de la cintura.
Jungkook chilló, pero él le tapó la boca —Shh... Soy yo.

—¿T-Taehyung? —su voz quebrada. Él asintió y lo arrastró para que se escondieran


tras un auto que estaba estacionado. Se quedaron callados observando a los
confundidos tipos que miraban a todos lados, hasta que finalmente se fueron.
Suspiraron, Taehyung aún respiraba algo agitado luego de la carrera.

—¿Estás llorando? Tranquilo, no pasó nada. —lo estrechó entre sus brazo con fuerza.
Jungkook lloró silenciosamente en el pecho de Taehyung.

—¿Puedo quedarme en tu casa? Dormiré en el sofá —preguntó Jungkook tembloroso.

—Claro, avisa a tu madre —dijo Taehyung. Jungkook lo miró y negó con la cabeza —
¿Peleaste con ella?

—No me lo recuerdes, llévame a tu casa, por favor —pidió él. Taehyung asintió, lo
ayudó a levantarse, pasó su brazo alrededor de los hombros de Jungkook, y caminaron
hasta su casa.

—¿Jungkook? —la madre de Taehyung los sobresaltó. El la saludó afectuosamente.


No quiso preguntarle el motivo de la hora en que estaba ahí, sabía que la madre de
Jungkook era algo complicada, y que recurría a Taehyung cada vez que necesitaba
protección. Así que les ofreció comida, rieron un rato. El se distrajo bastante, lo
necesitaba. Taehyung lo observaba silenciosamente, repentinamente el enojo se había
esfumado.

—Tú dormirás en mi habitación, y yo en el sofá ¿está claro? —Jungkook le sonrió, no


le gustaba ser molestia. Iba a protestar, pero él negó —Y nada de reclamos.

—Gracias —dijo Jungkook mientras lo abrazaba con toda su fuerza. Taehyung le


acariciaba el cabello con delicadeza.
—No importa la hora que sea, en la situación que estemos, si necesitas algo me llamas,
sabes que siempre estaré dispuesto para ti —susurró Taehyung en su oído. Le causó un
leve temblor el roce del aliento de el cerca de su cuello.

—No me dejes solo —le pidió

—Nunca —aseguró Taehyung. Le tomó la mano y lo llevó caminando hasta su


habitación, entraron y ambos se sentaron en la cama —¿Necesitas algo para dormir?

—Sí —susurró él. Taehyung buscó algo en su armario. —Te daré una de mis poleras,
pero creo que te quedaran algo grandes creo que mi hermana ha dejado unos shorts
deportivos, iré a ver.

Taehyung trajo exactamente lo que le dijo, lo dejó vestirse tranquilo. Jungkook lo llamó
luego de un rato. Lo miró de pies a cabeza y le sonrió. Con todo se veía hermoso,
cualquier cosa que usara. Se acercó a él y le besó la frente.

—Acuéstate precioso, necesitas descansar —le susurró Taehyung.

—Quédate conmigo, estoy seguro que tu madre no se molestará —la petición de


Jungkook lo hizo sentir muchas cosas, lanzó un largo suspiro y cerró los ojos un
momento. Relájate, se dijo a si mismo.

—S... si tú quieres —dijo con la voz entrecortada. Jungkook le sonrió y lo abrazó


fuerte. Casi lo botó con la fuerza que lo abrazó. Jungkook se tiró en la cama y Taehyung
también, se rieron porque se dieron un cabezazo. Luego se quedaron charlando un rato.
Taehyung lo observaba reírse de esa manera dulce y despreocupada, que lograba
estando con él.

—Hyung, te debo una disculpa —dijo Jungkook luego de un rato.

—¿Por? —preguntó Taehyung

—Haberte dejado solo en la fiesta, no fue tu culpa, pero me di cuenta cuando ya te


habías ido que me comporté como un idiota yéndome con Hyuna y haberle besado —
dijo él suspirando. Taehyung sonrió, Jungkook se disculpó. Lo había hecho sentir
mejor —Aunque tengo una pregunta —dijo Jungkook enseguida —¡oh no! Pensó
Taehyung, su amigo tenía una característica muy clara, era directo para decir las cosas,
dolieran o no.

—Dime lo que sea —dijo Taehyung tenso.

—¿Ibas a besarme mientras bailábamos, o solo fue el efecto del alcohol en mi cabeza?
Capítulo 17
Jungkook sintió el cuerpo de Taehyung tensarse a su lado. Siempre le sucedía cuando
se ponía nervioso en una situación tensa.

—Yo... —Taehyung no tenía idea que mentira inventar, se le agotaban las ideas una a
una. —Creo que me dejé llevar, ya sabes, la música, las luces no lo sé, la situación —
dijo él mientras sus manos sudaban del nerviosismo y su corazón latía fuerte —Estabas
muy lindo esa noche y ya sabes... lo siento, actué como un idiota.

—No te preocupes Hyung, por si te diste cuenta, estaba a punto de seguirte el beso, así
que no eres el único culpable —dijo Jungkook con relajación. Taehyung sintió un
escalofrío recorrer su cuerpo.

—Sí, pero olvidemos esa noche, es pasado —dijo Taehyung sonando seguro, pero
sabía que no iba a olvidarla fácilmente, pues había sido la noche en que casi triunfo, y
que de un segundo a otro le arrebataron a su chico.

Al día siguiente, Jungkook tenía que ir a su hogar a buscar ropa y probablemente se


encontraría con su madre, así que Taehyung se ofreció para estar con él. Pero se negó,
diciendo que los problemas tenía que resolverlos solo esta vez.

Así que finalmente, su madre y el se "arreglaron", Taehyung sabía que era temporal,
pero prefirió seguirle la corriente. Y bueno, con el pasar de los días la tortura de
Taehyung se fue intensificando poco a poco. Jungkook y Hyuna hacían todo juntos,
aunque ya no pasaba a recogerlo, pues Jungkook le había dejado claro que su mejor
amigo pasaba por él.

—¿Ya dejaste de tirarte a Park? —preguntó Namjoon con una sonrisa malévola

—Olvidemos la apuesta Namjoon no quiero ocupar tu moto por una estúpida y absurda
apuesta —susurró Taehyung. Namjoon suspiró.

—¿Intentando remendar los errores para enamorar a tu chico? —preguntó Namjoon.


Taehyung asintió. —Está con Hyuna ¿cierto? —Taehyung asintió de nuevo —Oh, es
un golpe bajo.

—Ni me lo recuerdes, gracias —dijo Taehyung de forma irónica.

—No te la tomes conmigo hermano, yo sé que puedes conseguirlo, pero realmente


debes esforzarte —dijo Namjoon ahora más serio. —Si realmente lo amas, lo lograrás.

—Eso espero, no quiero tener que seguir sufriendo otro montón de años. —dijo
Taehyung —Soy un cursi lo sé, pero de verdad lo amo.
—No eres cursi amigo, yo recién estoy comenzando y Soyou ya me tiene
arrastrándome por ella —ambos sonrieron —No te preocupes, sé que Jungkook te
elegirá a ti de todas formas.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Taehyung

—Piénsalo. ¿A quién recurre Jungkook cuando tiene problemas? —Taehyung suspiró


—¿Quién es el que lo acompaña? ¿A quién llama primero cada navidad y año nuevo?

—Yo —susurró Taehyung. Namjoon le dio una sonrisa

—¿Lo ves?, él pronto se dará cuenta, cuando Hyuna le haga cualquier cosa, o lo
decepcione, el se percatará de que la mejor opción ha estado ahí, todo lo que el quiere
está bajo su nariz —dijo Namjoon sonriendo. Taehyung asintió más optimista. Quizás
Namjoon tenía razón.

Pero luego de ese día comenzó a dudar. ¿La razón?...

—Hyung —dijo Jungkook con una enorme sonrisa mientras lo abrazaba.

—Hola principito ¿Cómo has estado? —preguntó a su mejor amigo mientras pasaba
los brazos alrededor de su delgado cuerpo.

—¡Genial! Tengo algo que contarte —dijo con una sincera sonrisa.

—¿Qué pasa? —preguntó Taehyung.

—Es que... Hyuna y yo somos novios —dijo con un saltito. Taehyung lo miró serio
durante un momento. Luego le sonrió lo mejor que pudo, aunque esa sonrisa no tenía
nada de real. Hasta Jungkook que no era muy bueno dándose cuenta de lo que
Taehyung hacía se percató.

—Eso... eso es genial lindo —le dijo besando su frente —Yo... ahora tengo que salir,
te quiero. —casi corrió del lugar, no podía ponerse a llorar frente a él de nuevo. Pero
en su camino chocó con alguien conocido.

—¿Taehyung? ¿Estás bien? —la voz de Irene lo distrajo.

—Sí, no te preocupes —dijo sin ánimo. Ella lo detuvo cuando él se disponía a pasar.

—No te creo, has estado raro... y quería pedirte disculpas por lo del baile, fui una
estúpida cariño, no sé porque lo hice, me sentí celosa —dijo Irene.

Taehyung creyó que estaba hablando enserio, pues su sonrisa no era falsa.

—Disculpas aceptadas —dijo Taehyung.


—Ahora las chicas y los chicos tenemos una fiesta en mi casa, ven conmigo, te llevo
en mi auto —Taehyung dudó —¡Vamos Taehyung! Olvidemos las cosas malas por
hoy, quizás necesitas una distracción.

—Está bien —dijo Taehyung dándose por vencido

—Hoseok y Yoongi no podían venir, pero estará Namjoon, Jin, Minhyuk y Jeongmin
—dijo Irene alegre. Los otros chicos eran parte del "grupo popular" también. —Y
estará Yeri, Joy y Soyou la novia de Namjoon —dijo mientras le agarraba la mano para
dirigirse a su auto. Taehyung se sentía tan mal que realmente se dejó llevar.

Llegaron a la gran casa de Irene, sus padres eran ricos y le permitían hacer lo que
quería. Así que entraron, y allí estaban los chicos. Namjoon lo miró sorprendido, pero
aún así le sonrió. Le presentó a Soyou, su novia. Taehyung le sonrió como pudo.

Luego de un rato de bebidas alcohólicas, risas, bailes y distorsión, Taehyung ya estaba


lo bastante borracho. Namjoon lo observaba, notó enseguida que algo le sucedía a uno
de sus mejores amigos.

—¿Pasa algo amigo? —le preguntó

—¡No! La vida es bella, hay que disfrutarla —balbuceó. Estaba bastante borracho —
Permiso, iré a bailar con las señoritas —se acercó a Yeri y a Irene. Las tomó a ambas
por la cintura, mientras se reían.

—Taehyung peleó o algo así con Jungkook —le aseguró Namjoon a su novia.

—¿Por qué lo dices? —preguntó ella con dulzura

—Míralo, no hubiese venido de otra forma, luego de lo que Irene le hizo a Jungkook
—dijo Namjoon convencido.

—Creo que tienes razón, quizás deberíamos llevarlo para que no haga alguna estupidez
—aseguró Soyou. Su novio asintió.

—Taehyung. —Namjoon se acercó a él. Taehyung lo miró con una estúpida sonrisa en
el rostro. —Vámonos, es tarde.

—No me iré —dijo Taehyung riéndose como tonto.

—Sí, te irás —dijo Namjoon arrastrándolo, pero él se soltó.

—Veinte minutos y te juro que me voy contigo —Namjoon lo miró con desconfianza
pero aceptó. Taehyung siguió bailando con Irene, quien estaba disfrutando de esto. Su
plan salía a la perfección, sabía que Taehyung estaba enamorado de Jungkook, así que
ahora que estaba indefenso pues Hyuna y Jungkook eran novios, podía volver a atraerlo
para ella sola.
—Mhm no has perdido el ritmo, Oppa —le dijo mientras se acercaba más a él.

—Claro que no —dijo él, aunque le costaba mantener el equilibrio.

—Espero que tampoco hayas perdido otras capacidades —le susurró al oído.

Taehyung sintió la excitación recorrer su cuerpo, pero era por la borrachera, cualquier
chica lo hubiese llevado a la cama en ese estado. Irene puso sus manos en el estómago
de Taehyung acariciando su fuerte abdomen. Taehyung suspiró, mientras ella miró sus
pantalones. Estaba lográndolo. Miró que Namjoon no los viera y lo acorraló contra una
pared que quedaba fuera de la vista de todos.

—No he perdido capacidades —susurró Taehyung sensualmente. Abrió la puerta del


baño, y se encerraron allí. Irene reía tontamente. Ella se subió sobre el lavabo. Se
besaron con pasión y casi violentamente, inmediatamente Taehyung bajó sus
pantalones mientras ella se desnudaba para él. A pesar de su borrachera, Taehyung
estaba consciente. Necesitaba borrarlo de su ser, necesitaba olvidarlo.

—Vamos, hazme gritar tu nombre —le dijo Irene sensualmente al oído mientras
arañaba su espalda. Taehyung sonrió tontamente. Y por un momento, se imaginó así
pero con él... con su Kookie, así que mientras ella terminaba de quitarse la ropa,
Taehyung con desesperación entró dentro de ella. Por cada movimiento, intentaba
borrar cada punzada de dolor cuando Jungkook le decía que quería a Hyuna. Cada
caricia a la chica con la que estaba intentaba olvidar esa fiesta, los besos que Jungkook
no le daba a él. Con cada beso, intentó borrar el día en que lo besó, ese día que quedó
marcado en su piel.

—¡Sigue, Taehyung! —gritó ella. Entonces se percató que ninguna de esas chicas sería
como Jungkook, nunca jamás. Cuando terminaron y Taehyung se vistió, se sentía aún
peor. —Mi amor, te veo otro día —dijo Irene mientras Taehyung se acercó a Namjoon
para irse. Le besó los labios frente a todos.

—¿Qué fue eso? —preguntó Namjoon luego. Taehyung levantó los hombros
confundido, no tenía idea que pasaba, pero no se sentía bien. Lo dejaron en su casa,
luego del regaño de su madre, se recostó totalmente borracho y comenzó a llorar otra
vez, como cada maldito día.
Capítulo 18
Las dos semanas siguientes eran iguales, Taehyung se acostaba con Irene todos los
días. Se veían en los baños de la escuela, en su casa, o en cualquier fiesta. Por lo menos
se mantenía algo distraído, mientras veía a Jungkook pasearse de la mano con Hyuna,
riendo, disfrutando.

—Taehyung, no puedes seguir así —la voz de Yoongi, su amigo y sus discursos
morales.

—Yoongi, no te metas en mis asuntos —dijo Taehyung bruscamente.

—Si lo haré, eres como uno de mis hermanos, no puedes ir por la vida acostándote con
chicas para intentar olvidar a Jungkook —dijo Yoongi enfadado —Te estás
destruyendo

—Él ya me destruyó —dijo Taehyung frunciendo el ceño.

—No, tú eres lo bastante tonto como para dejar que Hyuna se lleve a tu chico, es una
mentirosa Taehyung, estoy seguro que hay algo detrás de esto —dijo Yoongi.

—No me interesa, no es mi asunto —dijo Taehyung dejándolo hablando solo.

Caminó en dirección a su chica temporal, Irene. Ella le sonrió y frente a todos le plantó
un beso.

—Hola mi amor —le dijo con una sonrisa

—Hola —dijo Taehyung fingiendo una sonrisa, como todos los días.

—Hoy iré al centro comercial, así que no podremos entretenernos, pero mañana te lo
recompenso —le guiñó un ojo.

¡Maldición! Pensó Taehyung, necesitaba acostarse con alguna chica, era lo único que
lo hacía olvidar por momentos a Jungkook. Sonrió al recordar que tenía clase de
matemática, quizás Park MinHa le diera lo que necesitaba.

—No te preocupes, te veo mañana —dijo Taehyung riéndose.

Mientras tanto Jungkook charlaba con Jimin. Como todos los días, sobre Hyuna.

—¡Jungkook! Basta, me aburre el tema. No me interesa Hyuna ¿sí? —dijo Jimin


exasperado.

—Debería interesarte, es mi novia —dijo Jungkook fríamente.


—Tu novia me cae pésimo —dijo Jimin rodando los ojos —¿No te das cuenta Hyuna
te está usando.

—¿Estás loco? Se supone que eres mi amigo, Hyuna es una chica extraordinaria —dijo
Jungkook frunciendo el ceño.

—Estás ciego, recuerda que se acostó con Taeyang, el chico que te aborrece —dijo
Jimin. Jungkook odiaba el comportamiento de Jimin desde que estaba con Hyuna, no
lo soportaba y se lo dejaba en claro. La aborrecía.

—Todos tenemos un pasado —contradijo Jungkook.

—Sí, pero… bueno, no me meteré en tu vida —dijo Jimin. —¿Has hablado con tu
amigo? —preguntó refiriéndose a Taehyung.

—No mucho —admitió Jungkook —Él anda con sus amigos y yo contigo y Hyuna —
dijo sonriendo.

—¿Se arreglaron luego de lo del baile, cierto? —preguntó Jimin curioso. Yoongi le
había revelado todo, absolutamente todo, luego del baile. Porque Taehyung había
actuado así, porque estaba tan mal, todo. Jimin, que previamente odiaba a Taehyung,
ahora lo entendía. Al chico le costaba decirle a Jungkook que lo amaba, después de
todo, tenía miedo. Y Jimin notó que Taehyung hacía todo eso por olvidarse de su
amigo, pero no lo estaba logrando.

—Sí, claro —dijo Jungkook —Nos dijimos que olvidáramos esa noche, que por cierto,
estuvo demasiado rara —dijo frunciendo el ceño.

—Te vi muy cerca de él —dijo Jimin arqueando una ceja.

—Él se me acercó así, pero dijo que había sido el ambiente y porque me veía
“hermoso” según él —Jimin lo miró sonriendo, no sabía como su amigo podía ser
tan… lento. Cada día Taehyung se iba evidenciando más, era obvio, muy obvio que
estaba enamorado de el. Jimin ahora comprendía que Taehyung nunca había sido malo,
siempre había amado y protegido a Jungkook, aunque aún no entendía porque en el
colegio no se dirigían la palabra. Antes pensaba que era porque Taehyung sentía que
su reputación bajaría si no estaba con las putas porristas.

—¿Le ibas a responder el beso? —preguntó Jimin. Jungkook se puso rojo como un
tomate.

—Eh yo… eh no, claro que no —dijo Jungkook, pero se notaba demasiado que mentía,
cualquiera lo hubiese notado.

—¡Se lo ibas a seguir! —dijo Jimin sonriendo


—Fue el momento, nada más —susurró Jungkook avergonzado. Aunque Jimin sabía
que Jungkook comenzaba a sentirse extrañamente atraído por Taehyung, después de lo
que Yoongi le contó, de aquel día en que se emborracharon juntos, dudaba que su
amigo no sintiera absolutamente nada por Taehyung.

—¿Recuerdas ese día que escapaste del colegio? —Jungkook asintió —¿Dónde fuiste?

—A casa de Taehyung —dijo Jungkook retomando su el color rojo en las mejillas.

—Ah… —dijo Jimin. Estaba intentando idear como sacarle la información —


Taehyung, al parecer es bueno consolándote.

—¿P- por qué l-lo dices? —preguntó tartamudeando.

—Es tu mejor amigo, por eso —dijo Jimin —Estás algo tenso.

—No, para nada —musitó. —Siempre recurro a Taehyung, y ese día él no había ido a
clases y bueno, estuvimos juntos.

—Ah, ¿hicieron algo entretenido para subirte el ánimo? —preguntó Jimin.

—Bueno, te contaré —dijo Jungkook dando un largo suspiro. —El día que me fui a
casa de Taehyung luego de escapar de aquí, le pedí que nos emborracháramos. —
Jimin abrió los ojos fingiendo sorpresa —Y lo hicimos, bueno más bien yo me
emborraché mucho, no recuerdo nada.

—¿Nada de nada? —preguntó Jimin.

—He hecho el esfuerzo para recordar algo… —susurró —Pero…—intentó recordar.


Forzó su mente, entonces como un flash aparecieron un par de imágenes en su cabeza.

Flashback

—¿Qué pasa? —preguntó Taehyung algo nervioso, mientras su corazón latía con
fuerza.

—Quiero besarte —dijo Jungkook divertido

Fin del Flashback

Mientras tomaba jugo y esas imágenes pasaron por su mente, se atragantó de la


sorpresa. Jimin le golpeó la espalda con suavidad, mientras tosía.

—Oh no… —susurró Jungkook.

—¿Qué pasa Jungkook? Me estás asustando.


—No recuerdo claramente, pero… creo que le dije a Taehyung que quería besarlo —
susurró poniéndose rojo otra vez. Jimin abrió los ojos aún más.

—Está bien kook, debo ser sincero contigo, eres mi mejor amigo —Jungkook arqueó
una ceja —Yoongi me contó todo.

—¿T-todo? —preguntó él con la voz entrecortada.

—El día que tú te emborrachaste con Taehyung, y te dormiste luego, Yoongi fue a
visitarlo. Cuando llegó, Taehyung olía a alcohol según lo que me dijo, venía sudando
y con el cinturón mal puesto. —Jungkook abrió los ojos como platos. —Taehyung
terminó contándole a Yoongi que…

—¿Qué? —preguntó el. Jimin luchó contra no contarle, y decidió no decirle que
Taehyung estaba enamorado de él, eso lo tenía que hacer él mismo.

—Que se besaron, mientras estaban borrachos, y que la situación había estado subida
de tono… —Jungkook no concebía lo que oía —Si no hubiese sido por Taehyung que
se detuvo, ya no tendrías un pelo de virgen.

Jungkook se tomó el tiempo de analizar lo que su mejor amigo le decía, no podía


procesar todo eso. ¿Realmente Taehyung y él estuvieron a punto de… tener sexo? No
podía creerlo, suspiró pesadamente. Y Taehyung si se recordaba y no había
mencionado absolutamente nada.

—Kim tendrá que oírme —musitó mientras se levantaba enfadado.

—No creo que sea un buen momento… —dijo Jimin.

—¿Por qué no? —preguntó él frunciendo el ceño.

—Lo vi caminar con Park a su oficina… —susurró Jimin.

Jungkook abrió los ojos y sintió como que algo le quemaba el estómago. ¡Kim
Taehyung es un imbécil! Pensó. Él nunca sería por obvias razones como las chicas que
Taehyung le gustaban, él no era tan abierto y despreocupado. Así que Taehyung le
debía una explicación.
Capítulo 19
Taehyung salió de la oficina de Park luego de una larga hora de sexo. En eso de
cambiar, no le estaba yendo para nada bien. Se limpió las lágrimas que caían por su
rostro. Se había planteado cambiar, pero luego de que él le dijese “Hyuna y yo somos
novios” no pudo, realmente no. Se fue corriendo al baño de varones, no lo soportaba,
realmente no. Se encerró en un baño y se sentó, mientras las lágrimas corrían sin parar.
El pecho le dolía, realmente dolía. Se agarró la cabeza mientras apretaba los ojos, una
lágrima tras otra, sollozaba sin parar. Cada lágrima recorría su mejilla, pasando por la
comisura de sus labios, y cayendo en sus manos. Y cada lágrima tenía escrito el mismo
nombre, Jungkook.

Luego de un largo rato, paró de llorar. Salió del baño dispuesto a lavarse la cara y se
encontró de frente con la persona que menos quería ver Jungkook estaba lavándose las
manos.

Salió casi al mismo tiempo que él y para su peor desgracia él estaba afuera, esperando
a Hyuna, su novia. Él miró a Taehyung con enfado, pero al ver sus ojos hinchados y su
rostro con un tono rojizo se preocupó.

—Hyung ¿Pasa algo? —preguntó Jungkook acercándose preocupado hasta su mejor


amigo.

—No, nada —dijo Taehyung fríamente. Siguió caminando, no quería verlo, no quería
hablarle, no quería seguir pensando en él. Chocó de frente con Yoongi, quien sin decir
nada lo abrazó. Eso necesitaba, un amigo comprensivo.

—¿Es él verdad? —preguntó Yoongi. Taehyung asintió como un niño pequeño. —


Vamos a mi casa, estarán los chicos, lo pasaremos bien. —Taehyung sonrió como
pudo, así que fueron a casa de Yoongi, jugaron e hicieron cosas para distraerlo, pero la
verdad es que era casi imposible. No podía dejar de pensar en él, ya se estaba volviendo
loco, verdaderamente loco.

Cuando llegó a su casa, la cosa fue de mal en peor, Jungkook estaba ahí esperándolo.

—Necesito que hablemos —dijo Jungkook seriamente.

—¿Sobre qué? Tengo que estudiar —musitó el fríamente. Lo miró, Jungkook estaba
serio. Pero esos ojos marrones nunca perdían el brillo, esos sensuales labios nunca
dejaban de ser tentadores.

—Son dos temas. —Taehyung le hizo un gesto para que caminaran hasta su habitación.
Jungkook se sentó en la cama como solía hacer cuando estaba ahí. Taehyung se sentó
en la silla que estaba junto a su escritorio, mirándolo.
—Habla —musitó Taehyung.

—Primero, quiero saber que te pasaba hoy. No me mientas ¿Sí? Te conozco bastante.
—dijo Jungkook seriamente.Taehyung lo miró callado, no tenía idea que cosa decir.
—Comienza a hablar ya.

—Yo… no lo sé, tuve un momento de furia, solo eso —dijo Taehyung mintiendo.
Jungkook lo miró frunciendo el ceño.

—No te creo Taehyung —dijo seriamente.

—Créeme —dijo Taehyung —No he tenido mucho ánimo.

—Bueno, pasarás por esta vez —dijo Jungkook con una sombría mirada. —Ahora,
quiero que me expliques algo —Taehyung arqueó una ceja —Con sinceridad. Sabes
que no soy de las personas que se andan con rodeos y soy muy directo —Taehyung
asintió —¿Qué pasó el día que nos emborrachamos? —Taehyung casi sufrió un ataque
cardíaco. Comenzó a sudar, su respiración se agitó. —Sé que lo recuerdas.

—N-nada —dijo Taehyung nervioso —Solo hablaste un montón de cosas sin sentido.

—¡Basta de mentiras Taehyung! —dijo Jungkook fuertemente. Taehyung suspiró


largamente y cerró los ojos.

—Nos besamos —dijo Taehyung finalmente. Ambos se miraron a los ojos sin
expresión alguna. Por un lado Taehyung estaba tenso y nervioso esperando la reacción
de su amigo, por otro lado Jungkook solo lo miraba con rabia.

—¿Creíste que yo sería una más de tus putas o que querías ver que se siente estar con
un chico? —preguntó Jungkook con ira. Taehyung negó rápidamente con la cabeza,
pero el no lo dejó hablar —¿Creíste que podrías acostarte conmigo? No Taehyung, no
soy así —dijo él con dolor —Sé que estabas borracho, pero no tanto como yo. No
culpes al alcohol Taehyung.

—¡Estaba borracho! Recuerdo que tú me pediste que te besara y te lo negué —


Jungkook arqueó una ceja —Luego dijiste que era porque según tú “eras poca cosa”
y me dio rabia que te sintieras así ¡vamos kook! ¿Tú poca cosa comparado con las
chicas con las que suelo estar? Eres mucho mas que esas. No, no podía permitir que
dijeras eso y para que no siguieras te besé… —susurró Taehyung. Jungkook miró al
suelo. —No soporté que dijeras eso… nadie es mejor que tú, ninguna chica ni siquiera
un chico de toda la escuela.

—Pero… pero ¡No deberías haberme besado! Para mí un beso es para alguien a quien
quieres, con quien planeas algo, no solo porque sí. —dijo Jungkook con dolor. —Por
lo tanto, tú y yo no tenemos nada, así que no deberías haberlo hecho.
—Sé que no tenemos nada —aseguró Taehyung —Pero no me sigas culpando, fue algo
de borracho.

—¿Y la fiesta de primavera? —preguntó Jungkook. Taehyung se sorprendió mucho


que Jungkook nombrara eso. Creyó que nunca saldría otra vez el tema —Estuviste a
punto de besarme ¿Qué pretendes Taehyung? Si quieres jugar conmigo te advierto
que…

—Yo… me equivoqué —dijo Taehyung rápidamente —No planeaba…

—Claro, las luces, el ambiente, ¿Creíste que estabas con alguna de tus putas? —dijo
el. Luchó porque las lágrimas no cayeran por su rostro. —No debiste haberme invitado
Taehyung no soy como esas chicas soy un chico como tu —dijo Jungkook parándose
rápidamente. Taehyung le agarró el brazo —Suéltame Taehyung.

—No digas idioteces, por favor no te enojes conmigo —le rogó Taehyung. Sus ojos
estaban llorosos —Te adoro, no lo hagas ¿sí? —Jungkook cedió y se abrazaron.
Taehyung lo apretó con fuerza contra su cuerpo, disfrutando de su perfume y del tacto
de su amigo.

—Debo… irme —dijo Jungkook nervioso —Mi novia me espera. —Taehyung asintió
con dolor. Odiaba escuchar la palabra novia viniendo de el. Jungkook salió de su casa
casi corriendo, mientras Taehyung se tiraba a la cama. Se puso audífonos, mientras
miraba el techo. Se quedó dormido con las lágrimas cayendo por su rostro.
Capítulo 20
Un mes, un mes de dolor. Taehyung era prácticamente un zombie en la escuela, sus
“amigas” se acercaban a él, pero no recibían mayor respuesta. No se sentía bien, para
nada. Solo quedaban dos meses de escuela, pero para él se harían eternos.

—¡Taehyung! —le gritó Namjoon —¡Te he hablado mucho tiempo y ni siquiera me


prestas atención!

—Lo siento Nam —musitó —¿Qué decías?

—Hoy te invitarán a una fiesta en casa de Joy, te ruego que no vayas —dijo Namjoon

—¿Dé que hablas? —preguntó Taehyung arqueando una ceja.

—No vayas Taehyung, por favor. No puedo decirte, pero no es bueno que estés ahí —
Taehyung frunció el ceño. Algo lo distrajo, Jungkook pasaba de la mano con Hyuna y
se sentaba en la mesa de los… ¿Los populares? No, era una broma. Entonces recordó
que su novia es popular, una de las porristas. Y ahora parecía que él y Taeyang no se
odiaban a muerte como antes.

—¿Qué hace Jungkook ahí? —preguntó Taehyung.

—Últimamente se junta con todos ellos, ayer hablaba con Yeri. —dijo Namjoon. —
Hay algo detrás de esto, Taehyung.

—Está bien, supongo que te haré caso —dijo Taehyung —Bien, nos vemos, no soporto
ver la escena. —dijo mientras veía que Jungkook y Hyuna se estaban besando. Salió
rápidamente de ahí, absorto en su propia mente. Se sentó alejado de todo el mundo
mientras miraba el cielo. Tomó su celular y comenzó a escuchar música. La canción
más tortuosa para el momento.

(I NEED U)

Cayéndose (todo está)


Cayéndose (todo está)
Cayéndose (todo está) desmoronándose

Cayéndose (todo está)


Cayéndose (todo está)
Cayéndose (todo está) cayéndose

Debido a ti, estoy destruyéndome


Voy a parar, ya no te quiero
No puedo hacerlo más, esto apesta
Por favor, no me des más excusas
No me puedes hacer esto
Todas las cosas que dices son como un disfraz
Escondes la verdad y me lastima
Me atraviesa y me vuelve loco, odio esto
Llévatelo todo, te odio

Pero tú eres mi todo, tú eres mi


Todo, tú eres mi
Todo, tú eres mi

Por favor, vete de aquí, uh


Lo siento, te odio
Te amo, te odio
Perdóname

Te necesito, chico
¿Por qué me enamoro
Y digo adiós solo?
Te necesito, chico
¿Por qué te necesito de nuevo, si sé que saldré lastimado?

Te necesito, chico, eres hermoso


Te necesito, chico, eres tan frío
Te necesito, chico, te necesito, chico
Te necesito, chico, te necesito, chico

Era la canción con la que más lloraba, cada maldita noche sufría con esa canción,
cuando bebía también la escuchaba y seguía llorando.

—¡Taehyung! —la voz de una chica lo sobresaltó. Miró y vio a Yeri —¿Cómo estás?
—le besó sonoramente la mejilla.

—Hola Yeri, estoy bien —mintió —¿y tú?

—Excelente… —sonrió. —¿Quieres venir a una fiesta esta tarde? Es viernes así que
podemos estar tranquilos —dijo sonriendo. Recordó la advertencia de Namjoon.

—Mhm ¿Dónde? —preguntó

—En casa de Joy. —dijo sonriendo. Taehyung frunció el ceño —¡Estará casi toda la
secundaria! Imagínate que hasta Jungkook y Hyuna irán —dijo sonriendo. Taehyung
se tensó.

—¿Sí? —preguntó.

—Claro, ¿Irás? —dijo sonriendo.


—Uhm… —¡al diablo con Namjoon! Quería verlo —Claro, iré

Yeri se despidió y sonrió. Estaba todo listo para esta noche, Taehyung volvería a ser
de él.
Capítulo 21
Esa noche, Taehyung se arregló bastante. Se miraba y no se convencía. Se puso unos
pantalones negros, unas zapatillas converses blancas, y una polera blanca. Su cabello
estaba perfecto, se perfumó bastante. Suspiró nervioso.

Su celular comenzó a sonar.

—¿Hola?

—Hermano, haremos una noche de películas. —dijo Namjoon —¿Vienes?

—Eh… no, Nam yo… no me siento bien —dijo Taehyung.

—¿Estás seguro? Supongo que no irás a esa fiesta ¿cierto? Por favor Taehyung, sé
porque te digo las cosas.

—No, no iré —musitó —Solo me quedaré en casa, además… —“miente Taehyung,


miente” —Dahee estará en casa en un par de horas, ya sabes…

—Uhm genial, entonces nos vemos. —dijo Namjoon.

Suspiró, bajó, se despidió de su madre y tomó su auto. Manejó hasta la casa de Joy,
estacionó su auto y tocó el timbre.

—¡Hola Taehyung! —Joy lo abrazó exageradamente. La chica llevaba un corto vestido


negro ceñido a su cuerpo. —Pasa.

Taehyung asintió y entró, el ambiente estaba relajado aún. Sonrió al saludar a todos los
chicos que el conocía, y a las chicas. Inmediatamente, Yeri se acercó a él.
—Taehyung —dijo dándole un exagerado abrazo.

—Hola —dijo sonriendo. Le besó la mejilla.

—¿Vamos a tomar un trago? —Taehyung asintió, aunque no bebería, claramente


tomaría solo bebidas.

Estaba manejando.

—Solo bebida —le dijo al chico que habían contratado para el bar. El chico asintió y
le entregó bebida.

—¿Tú Taehyung, bebida? —preguntó Yeri burlona. Taehyung sonrió forzadamente.


—Bueno, has cambiado.

—Supongo —dijo levantando los hombros.


—¿Estabas saliendo con Irene? —preguntó Yeri frunciendo el ceño con curiosidad.

—No, bueno algo así, pero nada serio —dijo Taehyung con una sonrisa.

—Ah… ¿No has tenido novias serias? —preguntó ella mientras se sentaban en un sofá.
Taehyung negó con la cabeza —¿Por qué?

—Digamos que no ha llegado la indicada —dijo con una risa.

—O quizás te enfocas en otro tipo de persona —dijo Yeri sonriéndole. —Debes mirar
más allá.

—Bueno he estado con muchas chicas, pero ninguna me ha tocado el corazón de verdad
—dijo Taehyung sonriendo.

—Ah… —resopló Yeri. En ese momento entro Jungkook de la mano con Hyuna.
Taehyung se tensó rápidamente, Yeri lo notó de inmediato, sonrió de forma maliciosa.
Todo debía resultar para conveniencia suya. Taehyung los observó mientras saludaban
a todo el mundo, mientras caminaba hasta el bar y tomaban algo, se besaban
exageradamente, mientras Hyuna le decía cosas al oído. Frunció el ceño.

—Iré a saludar a Jungkook —dijo Taehyung.

Yeri lo miró irse y volvió a sonreír. Taehyung se acercó a él y a su novia.

—Jungkook-ssi —dijo fingiendo una sonrisa amable

—Taehyung —dijo Jungkook algo sorprendido. Hyuna le lanzó una mirada asesina a
Taehyung y una muy sombría a Jungkook, quien dio un largo suspiro.

—Hola —dijo Taehyung mirando a la novia de Jungkook —Kim Taehyung —dijo


dándole la mano. Hyuna, seriamente le tendió la mano.

—Kim Hyuna —dijo Hyuna seriamente. Se miraron a los ojos, era como si las chispas
de ira fueran visibles a kilómetros a la redonda. Se soltaron la mano con recelo.

—¿No viniste con los chicos? —preguntó Jungkook.

—No —dijo Taehyung. —Los chicos estaban haciendo otra cosa.

—Oh genial —dijo Jungkook sonriendo forzadamente. Se sentía incómodo en


presencia de su mejor amigo y su novia.

—Amor, iré a saludar a las chicas afuera, vuelvo enseguida —dijo Hyuna mirándola a
los ojos intensamente. —Te amo principe —le susurró cerca de los labios. Taehyung
arqueó una ceja. ¿Te amo? Vamos, estaba bromeando. Llevaban con suerte dos meses
juntos ¿Y ya se amaban? No, eso no era amor. Hyuna lo besó frente a Taehyung,
exageradamente. Taehyung miró al suelo, apretando los puños. Puta.

—Es un poco… celosa ¿No crees? —preguntó Taehyung cuando Hyuna había salido
del lugar.

—Es maravillosa —contestó él con recelo.

—No sé que le ves —dijo Taehyung frunciendo el ceño.

—Mhm es como preguntarte a ti que le ves a todas esas perras ¿No crees? —dijo él
con cierta ironía.

—Pero yo no les digo “te amo” —atacó Taehyung.

—¿Y qué tiene? ¿Acaso el amor tiene reglas? —preguntó Jungkook desafiante.
Estaban frente a frente. Golpe bajo para Taehyung.

—Si tu crees que eso es amor, estás muy mal —dijo Taehyung con frialdad.

—¿Y acaso tú sabes lo que es el amor? —dijo Jungkook burlon.Taehyung lo miró


fríamente. —¡Déjame reirme! Tú no tienes sentimientos Kim, crees que las chicas están
para acostarse contigo, agregándole que eres la persona más superficial del mundo —
Taehyung sintió un nudo en la garganta, pero intentó aguantarse las ganas de llorar —
Te acuestas con ellas por su bonito cuerpo, nada más. ¿Sabes qué? Me das PENA —
dijo él remarcando la palabra. Taehyung lo quemaba con la mirada. —Nunca conocerás
el amor.

—¿Qué sabes tú sobre eso? Eres un tonto ilusionado y deslumbrado por una puta que
aparenta algo que no es —dijo Taehyung con la voz más quebrada —Tú no tienes la
más mínima idea de que es el amor, tú estás con ella de forma superficial ¿Sabes por
qué? Porque el amor SÍ requiere tiempo, no puedes amar a una persona que apenas
conoces —dijo Taehyung con una mueca —El amor se trata de aceptar al otro como
es, conociendo sus defectos y sus virtudes, es haber pasado momentos de alegría, como
así haber tenido los peores obstáculos. ESO ES AMOR, Jungkook y dudo que hayas
pasado mucho con esa estúpida.

—¿Dónde leíste eso Taehyung? ¿En un libro? Porque dudo que tú hayas creado eso —
dijo Jungkook burlon.

—No tienes idea Jungkook, ni la más mínima —dijo Taehyung

—Entonces explícame —dijo —Porque dudo que un idiota que haga apuestas tales
como acostarse con su profesora de matemática, que se haya acostado con todas las
porristas del equipo, y que estuvo a punto de aprovecharse de su mejor amigo borracho,
sepa de amor —dijo Jungkook. Taehyung apretó los puños. Eso le había calado hondo.
Respiró con dificultad.
—Las primeras cosas que dijiste fueron ciertas, pero no puedo creer que hayas dicho
que yo quería aprovecharme de ti —dijo él con dolor —¿Yo, kook? La persona que te
ha protegido desde que tenías diez años, desde que nos conocimos cuando te caíste en
tu bicicleta luego de que el niño imbécil te empujó ¿recuerdas? —Jungkook lo miró
con cierta sorpresa, no pensó que el recordaría ese detalle —Yo, el chico que te
defendió cuando el imbécil de SeungHyun, queria pegar, ¿Recuerdas eso? Lo golpeé y
me suspendieron una semana. Yo, quien te ha escuchado cada maldita vez que tienes
discusiones con tu madre, o cuando tu padre vuelve a llamarte, siempre te digo que
todo estará bien, te he apoyado —Jungkook tenía lágrimas en el rostro mientras
Taehyung hablaba, su voz sonaba pésima, estaba a punto de llorar —¡Yo JungKook!
El que ha arriesgado un montón de cosas por ti desde hace años, el que ha ido a las 5
am a tu casa porque tuviste una pesadilla, el que ha llorado y reído contigo ¿Crees que
me aprovecharía de ti? ¿Crees que alguna vez tuve una mala intención contigo? —
Jungkook miraba al suelo ahora, mucho más avergonzado —Si de verdad crees eso,
dímelo, que te juro por mi vida que me alejo de ti. —dijo Taehyung fríamente —Porque
si tal vez jamás he querido a alguna chica pero hay un chico que en toda la vida he
querido y que nunca se me ha pasado por la mente hacerle daño o hacer algo que él no
quiera, eres tú Jungkook, nunca te tocaría, te besaría o haría cualquier estupidez sin tu
consentimiento. ¡Jamás! —dijo Taehyung muy alterado.

—¿Y si tanto me quieres…. —dijo Jungkook con lágrimas en los ojos —¿Porque me
ignoras en la secundaria? ¿Tanto te avergüenza ser mi amigo y “protegerme” según
tú?

—¡Maldita sea Jungkook! —dijo Taehyung alterado —¡Porque no quiero que esta
gente estúpida y mala sea parte de tu vida! No quiero que tu mundo, tu inocencia, sea
alterada por ellos… no tienes idea Jungkook, lo sucio que es este “inocente grupo de
niños populares”, aquí siempre es sexo, drogas y alcohol. Todo gira en torno a lo
superficial, todo es eso. ¿Crees que yo permitiría que un chico tan dulce, amable, bueno
e inocente como tú cambiara un poco por ser más “popular”? No Jungkook, nunca en
mi maldita vida lo permitiría. Tú no eres como ellos —dijo Taehyung no aguantando
más. Las lágrimas corrían por su rostro.

—Tú… tú no necesitas ropa y zapatos caros para ser hermoso pero aun así… no
necesitas ser una estúpido para encajar… no necesitas acostarte con toda la secundaria
para ser “genial”.

—Taehyung yo… —Jungkook se había sentido un asco. Le iba a tocar la cara, pero
Taehyung corrió su mano.

—No digas nada —dijo Taehyung con frialdad y dolor. —Ya sé que eso nunca va a ser
suficiente ¿no? Obviamente nunca podré compararme con tu novia.

Dicho eso, se alejó de él, quien no paraba de llorar. Hyuna fue a verlo y lo abrazó, pero
Jungkook no decía nada.
—¿Te hizo daño el idiota ese? —preguntaba, pero Jungkook negaba y lo abrazaba con
fuerza. Taehyung tenía razón, él siempre había sido el único que lo cuidaba y protegía
de cualquier cosa, y ahora era cuando venía a notarlo. Taehyung, él siempre había
estado para Jungkook.

Hyuna lo invitó a tomar algo. Taehyung mientras tanto bailaba con sus amigas
intentando olvidar lo que había pasado, Irene y Yeri le coqueteaban más de lo usual.
Suspiró.

—Taehyung ¿Me acompañas a buscar algo que dejé en la habitación de Joy? —


Taehyung amablemente asintió y acompañó a Yeri. Le tomó la mano bruscamente, y
Taehyung no dijo nada. Subieron, entonces cuando Yeri abrió la puerta de la habitación
de Joy, se encontró con una escena que le partió el alma.
Capítulo 22
Luego de la pelea, Hyuna y Jungkook tomaron bastantes tragos, rieron y bailaron. Se
besaban con pasión en medio de la gente que bailaba al ritmo contagioso de la música.
Hyuna lo acorraló contra la pared, lo comenzó a besar con desenfreno y pasión, sus
manos recorrían todo el frágil cuerpo de un Jungkook algo pasado de copas. Abrió la
puerta del primer cuarto, sabía lo que tenía que hacer. Se tumbó con Jungkook en la
cama y cerró la puerta, sin seguro. Lo besó mientras sus manos recorrían todo su cuerpo
y comenzó a desnudarlo. Sus manos pasaban por cada centímetro de su cuerpo,
mientras él gemía y la besaba con más pasión. Jungkook estaba lo suficientemente
borracho o drogado, pues Hyuna habría aprovechado de poner unas pastillas de éxtasis
en su bebida.

Entonces la puerta se abrió, de acuerdo a lo planeado. Taehyung miró con dolor y


frustración la escena. Él solo en ropa interior, riéndose y muy excitado, Hyuna sin
polera y con sus manos en las piernas de él.

—¡Lo sentimos! —dijo Yeri con “vergüenza”

—Podrían cerrar… —sugirió Hyuna. Taehyung estaba estático, su cuerpo no le


respondía.

—Taehyung, eres lindo, igual que Hyuna —dijo un confuso Jungkook. Taehyung
arqueó una ceja, Hyuna insistió en que cerraran la puerta, pero Taehyung detuvo a Yeri.

—Lo siento amiga, tu fiesta se acabó —dijo Taehyung con frialdad tomándole la mano
fuerte a Jungkook y poniéndole su ropa mientras él se reía desesperado.

—¡Yo traje a mi novio imbécil! —dijo Hyuna dándole un empujón.

—¡Lo emborrachaste estúpida! No te permitiré que le hagas algo así de borracho —


dijo Taehyung desafiante.

—Taehyung, déjalos en paz —dijo Yeri tomándole el brazo.

—¡Déjame, Yeri! —dijo Taehyung con frialdad. Su mejor amigo ya vestido, se


tambaleaba. Lo afirmó fuertemente, pero Hyuna lo hizo soltarlo cuando le propinó una
cachetada en el labio. Taehyung se sobo la mejilla rojisa y empujo a Hyuna saco el
móvil y rápidamente marcó el número de Yoongi.

—Necesito que me busques en casa de Joy, ahora —dijo Taehyung bruscamente. No


dijo nada y cortó. Su amigo reía, pero también sollozaba de vez en cuando. Taehyung
sospechaba que había algo fuera de lo normal. El sudaba más de lo normal, sus pupilas
estaban dilatadas y sus cambios de humor no eran de una borrachera normal. ¿Qué le
habrá hecho esta puta? Se preguntó. Yoongi llegó de inmediato, subío a Jungkook al
auto. Me puse junto a él en el asiento de atrás.
—¿Qué mierda pasó? —preguntó Yoongi algo alterado. A su lado, Namjoon en
silencio y con la mirada sombría.

—Hyuna lo hizo emborracharse, y estaban casi teniendo sexo. Pero míralo, está
totalmente ido —dije mientras lo miraba, él sonreía con dificultad mientras miraba sus
dedos —Tengo un mal presentimiento. —musitó Taehyung —La última vez que lo vi
borracho no estaba así, creo que la puta le hecho algo en su trago.

—¿Tú crees? —preguntó Yoongi

—Sus pupilas están dilatadas, estuvo riéndose y luego llorando, ahora está temblando
pero a la vez está sudando ¿No será mejor que lo llevemos a un hospital? —preguntó
Taehyung muy preocupado.

—Creo que sería mejor. —dijo Yoongi seriamente.

—¡Te lo advertí Kim Taehyung! —gruñó Namjoon enfadado —Sabía que habría
éxtasis, LSD y miles de mierdas en esa repugnante fiesta.

—¡No me lo refriegues en la cara Nam! —dijo Taehyung —Fui por Jungkook, deberías
haberlo entendido, imagínate si no hubiera estado, esa estupida se hubiese aprovechado
de él.

—¡Cálmense los dos! —gritó Yoongi exasperado mientras manejaba hasta el hospital.
Jungkook se abrazó al cuerpo de Taehyung mientras temblaba. Taehyung lo apegó más
a su cuerpo, comenzaba a desesperarse. Jungkook sudaba y sollozaba en su pecho
diciendo cosas sin sentido. Hyuna las pagaría muy caras.

—Precioso respira —susurraba Taehyung.

—Viene por mí, me quiere llevar —decía Jungkook mientras temblaba, todo su frágil
cuerpo temblaba.

—No, estás conmigo, seguro. —dijo Taehyung con firmeza.

—Cásate conmigo príncipe —dijo Jungkook ahora riéndose. —No quiero que me
lleve.

Taehyung suspiró largamente mientras le tomaba la mano temblorosa. Por fin llegaron
al hospital, le ayudaron a bajarlo, pero él de pronto se puso totalmente pálido. Taehyung
se asustó, Jungkook se agachó y comenzó a vomitar fuera del hospital. Taehyung le
tomó de los hombros y daba leves golpes en la espalda para que no cayera. Cuando
pudo pararse otra vez, Taehyung lo tomó de la muñeca y sintió como su corazón latía
demasiado fuerte. Se estaba asustando. Lo tomó en sus brazos, y lo llevó a la sala de
urgencias. Cuando lo miró, él tenía los ojos cerrados y los labios pálidos.
—¡Jungkook! —gritó Taehyung —Joder —musitó. Yoongi lo ayudó a llevarlo luego.
Lo dejaron en una camilla, Taehyung estaba como loco. Desesperado.

—¡Taehyung, relájate! —dijo Yoongi.

—¡Esa maldita me las pagará! —dijo Taehyung temblando del enfado.

—Taehyung, tu labio está sangrando —Taehyung se tocó y se percató de su labio


sangrando. Namjoon sacó de su bolsillo una bolsita de pañuelos desechables y le dio
uno. Taehyung lo sostuvo contra la comisura de su labio.

—Taehyung, estás temblando, relájate por favor —dijo Yoongi mientras le palmeaba
el hombro.

—Dios mío, dime que estará bien ¿Sí? —dijo Taehyung.

—Lo estará Taehyung, solo tiene una reacción algo exagerado, posiblemente éxtasis o
algo así —dijo Yoongi.

Taehyung dejó que las lágrimas cayeran por su rostro. Apoyó la cabeza contra la pared.

—Nosotros… discutimos en la fiesta —dijo Taehyung mientras miraba a sus amigos.

—¿Por qué? —preguntó Namjoon.

—Me acusó de aprovecharme de él cuando nos emborrachamos —dijo mirando a


Yoongi. Namjoon no entendió, así que le contaron la historia. Asintió, mientras les
contaba lo que habían peleado.

—Taehyung, creo que llegará un momento en que tendrás que pensar en ti —dijo
Namjoon —Te hace daño darlo todo por él sin recibir nada a cambio.

—Si recibo Namjoon, recibo su cariño, su amor, su entrega, como amigo, pero lo hace
—dijo Taehyung. Namjoon y Yoongi intercambiaron una mirada.

Entonces, el médico que había ingresado a Jungkook, salió a su encuentro.


Capítulo 23
Taehyung se levantó y en menos de un segundo estaba preguntándole al médico. Su
corazón estaba acelerado, sus manos temblaban y sudaban. No podía imaginar que algo
le pasara a su pequeño, el chico que amaba con locura.

—Bueno, necesito hacerles unas preguntas —dijo mirándolos fijamente —Primero


¿Eres su hermano? —preguntó el médico.

—No, soy su novio —dijo Taehyung con firmeza. Yoongi y Namjoon intercambiaron
miradas.

—¿Y ellos? —preguntó refiriéndose al rubio y al castaño.

—Amigos —contestó Taehyung.

—¿Estaban con él? —preguntó el médico.

—No, solo yo, bueno en realidad no estaba tan cerca de él… nosotros habíamos… —
Taehyung dudó —Tenido una pelea, y él estuvo charlando con otra gente.

—¿No sabes si consume drogas?

—El no, pero sospecho que algo le hicieron en esa estúpida fiesta —dijo con un tono
claramente de enfado. El médico asintió como entendiendo todo.

—Los exámenes arrojaron que la sangre estaba alterado por alcohol y la comúnmente
llamada éxtasis, una droga muy popular entre los jóvenes —dijo seriamente. Taehyung
asintió apretando los puños con ira. —Por lo que arrojaron los exámenes, tomando las
medidas y cantidades usuales de cada pastilla, él habría ingerido dos o tres, algo grave,
agregándole que el chico no suele consumir drogas, lo mantendremos en observación,
no le ha pasado nada muy grave a él, pero es mejor observarlo. —Taehyung asintió y
lanzó un largo suspiro. —Mañana si las cosas salen bien, le daremos el alta alrededor
de las doce del día.

—¿Puedo quedarme aquí cierto? —preguntó Taehyung.

—Claro, puede verlo. Está en la habitación B013 del segundo piso. Es privada, por lo
que hay un pequeño sofá si lo necesita —Taehyung asintió.

—¿Te quedarás? —preguntó Namjoon. Taehyung asintió.

—Taehyung podemos venir temprano y… —Yoongi comenzó a proponer la idea pero


Taehyung negó inmediatamente.
—Ya oyeron, hay un sofá, así que me quedaré aquí. Vayan con los chicos y cuéntenles,
¿Pueden venir mañana por nosotros? —Yoongi asintió.

—Claro —dijo seriamente.

—Bien. Gracias por todo, son lo mejor —ambos sonrieron. Los chicos se marcharon,
y Taehyung inmediatamente subió. Entró a la habitación, ahí estaba Jungkook. Estaba
con suero, y dormía profundamente. Sonrió, su expresión de paz y su belleza seguían
ahí. Se acercó a él y pasó con delicadeza el dedo por su frente, bajando por su nariz,
acariciando sus mejillas y tocando sus labios con delicadeza. Maldijo a la puta de
Hyuna por hacerle esto. Pero ahora no importaba ella, si no él. Tomó su mano y
entrelazó sus dedos con la suya. ¡Que hermoso sería poder tomarlo de la mano cada día
pero no como un amigo más! Suspiró, quizás el se diera cuenta de que Taehyung era
capaz de todo por él.

Taehyung se sentó en el sofá. Sus ojos casi no se podían mantener abiertos, el sueño lo
estaba venciendo. Lo observó unos minutos más. Volvió a ponerse de pie, le besó la
frente con delicadeza. Miró sus labios ¿Y si lo hacía? El estaba sedado, probablemente
no se percataría de nada, y bueno, no era algo así como aprovecharse ¿No?

Se agachó levemente, y presionó sus labios con los de él. Eran suaves, pero estaban
fríos. Cerró los ojos un momento. Luego se separó de él con una leve sonrisa.

—Buenas noches mi amor —susurró.

Se recostó en el medianamente cómodo sofá y rápidamente se quedó profundamente


dormido. No pensaba dejarlo solo, no lo haría.

Así que a la mañana siguiente, Jungkook abrió lentamente los ojos. Le dolía el cuerpo
y la cabeza, sobre todo esta última. Era como mil taladros resonando en su cabeza, le
costaba abrir los ojos. Entonces se vio en un lugar desconocido. Un techo
perfectamente blanco, en una cama, no una… ¿camilla? Con mantas perfectamente
blancas y limpias. En su brazo, una aguja. ¡Ugh! Como las odiaba. ¿Qué había pasado?
No recordaba nada. Volteó un poco y vio algo que la tranquilizó pero a la vez le
preocupó. Taehyung dormía, se notaba algo incómodo en el pequeño sofá, pero aún
así, sea lo que sea que haya pasado, estaba con él. Sonrió. Algo como cosquillas
pasaron por su estómago, al verlo ahí, sus cabellos cayendo por su frente, sus labios
entreabiertos se veían irresistibles. Un momento ¿él estaba pensando eso? Suspiró.
Taehyung se removió un poco en la incómoda posición en que estaba. Entonces
abrieron la puerta. Una enfermera le sonrió al verlo despierto.

—Buenos días, joven Jungkook —dijo la enfermera.

—Hola —dijo él. Su voz sonaba extraña —¿Podría usted explicarme porque estoy
aquí?
—Claro —dijo la enfermera mientras revisaba unas máquinas, le tomaba la presión y
un montón de cosas. —Tuviste una pequeña sobredosis de alcohol y éxtasis —dijo
seriamente. —Según tu novio, fue algo mal intencionado de terceras personas.

—¿M-mi novio? —preguntó Jungkook confundido.

—Sí, el insistió en quedarse, aunque se ve bastante incómodo, tienes una suerte enorme
de tener un novio así —dijo la enfermera con una sonrisa —Iré a hablar con el médico,
evolucionaste bien, así que creo que podrás ir a casa.

—Gracias —dijo él algo confundido ¿por qué pensaría que Taehyung era su novio?
¿Acaso no vio que ambos son chicos? ¿Sobredosis? ¿Qué rayos estaba pasando?

Taehyung se movió un poco más y abrió los ojos. Recordó de inmediato donde estaba
y se sentó. El cuello le dolía por la mala posición para dormir. La cabeza también le
dolía, pero no interesaba. Miró hacia donde estaba Jungkook, y sus miradas se
encontraron. Esta vez, algo había cambiado, algo que Taehyung no había notado, pero
él sí. Esa mirada, esos ojos cafes le habían producido un escalofrío en todo el cuerpo,
casi no podía sostenerle la mirada.

—¿C-cómo te sientes? —preguntó Taehyung algo nervioso. Jungkook lanzó un


suspiro.

—Me duele demasiado la cabeza —dijo él entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño
—Y el cuerpo.

—Lo siento tanto pequeño, debí cuidarte mejor —musitó Taehyung mientras se
acercaba a él.

—¿Qué pasó? Explícame bien, Hyung —pidió él.

—Quizás es mejor que te explique en casa, pequeño —susurró él algo preocupado por
su delicado estado de salud.

—No —dijo Jungkook seriamente. Siempre tan terco, pensó Taehyung. —Ahora.

—Bueno, pero debes estar relajado —Jungkook asintió. —Luego de nuestra…


discusión ¿Recuerdas? —Jungkook asintió dolorosamente. Nunca alguna de las
palabras de Taehyung había dolido tanto en su pecho —Te emborrachaste con Hyuna, y
creo que la maldita… —Jungkook arqueó una ceja —Te echó pastillas de éxtasis en el
trago.

—¿Q…qué? —dijo Jungkook sorprendido y algo dolido

—Luego estaba aprovechándose de ti, tú estabas muy… bueno drogado y borracho,


solo le seguías la corriente, los encontré casi teniendo relaciones y al tratar de
separarlos me pego —dijo indicando su labio roto. —Te traje aquí porque comenzaste
a tener taquicardia, sudabas y vomitabas. Vinimos con Yoongi y Namjoon —dijo
Taehyung. Jungkook lo miraba atónito —Y bueno, decidí quedarme aquí, no quería
dejarte solo. —Jungkook sonrió, pero a la vez sus mejillas tomaron un color rojizo.
Taehyung sonrió algo confundido, pero le gustó mucho ver que su amigo se sonrojaba,
por él.

—Estoy muy… confundido, pero… gracias Taehyung, y perdóname por haber


pensando semejante estupidez de ti… —Taehyung se acercó a él y negó.

—Está bien, soy un mujeriego, un maldito que se acuesta con cualquiera, tenías
derecho a dudar de mí —dijo él.

—No, ahora sé que jamás me harás daño —dijo Jungkook con una sonrisa. Taehyung
le sonrió también. Justo en ese momento entró el médico. Luego de una charla, un
montón de recomendaciones, le dieron de alta. Yoongi pasó a buscarlos. Charlaron más
alegres, había que mantener la mente ocupada.

—No vuelvas a asustarme así —le susurró Taehyung al oído. Acto seguido, le besó la
frente.

—Te quiero —dijo Jungkook mientras entrelazaban sus manos.

—Yo también a ti —dijo Taehyung sonriendo. Yoongi miró por el espejo y sonrió. El
definitivamente notó que algo había cambiado. Para bien, totalmente.
Capítulo 24
Taehyung dedicó el día entero a dormir, al igual que Jungkook. El había recibido un
serio sermón de parte de su madre, porque Taehyung le mintió, diciendo que él había
tenido un desmayo por comer poco. Era mejor que decir que su pronta ex novia lo había
drogado.

El lunes, Taehyung pasó a buscar a su mejor amigo, quien lucía mucho mejor.

—¡Principe! —dijo rodeándolo con sus brazos y elevándolo en el aire. —Te ves mejor
¿Eh?

—Dormí todo el fin de semana —dijo Jungkook riéndose.

—Genial —dijo Taehyung divertido. Él tomó lo mano de su amigo, Jungkook sintió


otra vez esas mariposas en el estómago.

La mano de Taehyung era suave, pero tan varonil y fuerte, una extraña pero hermosa
combinación. Taehyung lo miró a los ojos y le sonrió. Esos ojos almendrados, nunca
se había percatado lo hermosos y perfectos que eran, sintió como se le aceleraba el
pulso. Entonces caminaron como si nada a la secundaria. Taehyung pensaba en un plan
para vengarse de Hyuna por haber dañado a su Kookie, pensó por un rato y decidió
algo, él en conjunto con sus amigos. Cambiarían de mesa. Definitivamente no se
sentarían más con esa gente hueca y sin cerebro. Era la mejor solución sin duda.

—Adiós —le dijo Jungkook, pero Taehyung le agarró el brazo.

—¿Qué clase?

—Me toca Física —musitó él con disgusto. Taehyung le sonrió alentándolo.

—Queda un mes y algo —susurró en su oído. Jungkook asintió y sonrió. La campana


sonó. —Te veo luego.

—Claro —dijo Jungkook. Entró a su clase bajo bastantes miradas no demasiado


amigables. Rodó los ojos y se sentó con Jimin, hablaron un rato, él estaba al tanto de
todo. Así que no tocaron demasiado el tema.

La hora del almuerzo sería diferente. Jimin entró del brazo de su mejor amigo
Jungkook, quien miraba algo temeroso. Entraron y casi todas las miradas se fijaron en
él. Ignoro eso, entonces Jimin buscó con la mirada la mesa de los chicos. Taehyung les
hizo una seña así que fueron a sentarse.

—¡Wow! —exclamó Jungkook viendo a los cuatro sentados ahí —Gran cambio. —
todos rieron. Al rato, los actuales novios o citas de los chicos llegaron. Se presentaron
entre ellos. Era un real agrado.
—Jungkook —alguien interrumpió su animada charla con Soyou y Woohyun, volteó
y su corazón dio un salto. Hyuna estaba parada ahí. —¿Puedo hablarte un segundo?

—Yoongi, has que se valla —dijo Taehyung mirándolo con la cara de enojo acumulado
hacia ella.

—Esto no es contigo, Kim, no te metas —dijo Hyuna fríamente. Taehyung se levantó


bruscamente pero Yoongi y Namjoon lo sostuvieron.

—Será mejor que te vayas —dijo Jungkook finalmente.

—Pero… no sé que te dijo este idiota —dijo refiriéndose a Taehyung, quien intentaba
zafarse del agarre de sus amigos —Pero no he hecho nada malo.

—¿Emborracharme, drogarme y tratar de aprovecharte no es malo? —preguntó


Jungkook irónico —Permíteme reírme.

—¡Nunca hice eso! —dijo ella defendiéndose. —Solo tomamos tragos de más.

—Tenía éxtasis en mi cuerpo, loca —dijo Jungkook —Exámenes lo demostraron.

—Quizás tú tomaste y no te acuerdas, no me culpes —dijo ella bruscamente.

—Vuelves a acercarte a él, y te juro que no vuelves a ser parte de las porristas —dijo
Taehyung con odio. Hyuna lo miró fijamente.

—¿Eres su defensor ahora, Kim? —preguntó con ironía —Que yo sepa, su novia soy
yo.

—No más —dijo Jungkook —Esto se acabó Hyuna.

—¿Feliz Taehyung? Lograste que terminará conmigo —Jungkook arqueó una ceja —
Pero lamento decirte que nunca se fijará en ti —dijo con una mueca burlona. Ahora el
odio de Taehyung aumentó pero lo inundó el nerviosismo. Miró a Jungkook de reojo
quien arqueaba una ceja. —¿O el pobre e inocente Jungkook aún no se percata?

—¿Qué estás diciendo Hyuna? —pregunto Jungkook con algo de ansiedad

—Querido kook, ¿Aún no te percatas de que Kim Taehyung, el que se las lleva a todas
a la cama, se muere por una persona que aún no puede llevar a la cama? —preguntó
con ironía. —Se muere por ti Jungkook, y bueno nunca le has prestado atención. El
pobre llora hasta en los baños del colegio —dijo burlona —Lloró luego de que nos
besamos en el baile de primavera, es un llorón. ¿Tanto duele que un chico se te resista,
Kim? Entonces, no eres lo suficientemente hombre eres una nenaza chupa pollas—
Taehyung apretó los puños aún más, esta vez Yoongi y Namjoon lo tenían casi
amarrado. —No te sirvió de nada revolcarte con todas si el que realmente quieres no
cede.

—Cállate estúpida —gritó Taehyung.

—¿Duele Kim? ¿Tanto duele que no te tomen en cuenta? —Taehyung estaba


muriéndose por dentro. La cara de sorpresa de Jungkook dolía. —Es una pena, me
prefirió a mi que lo conocí hace un par de meses, que a ti que te conoce hace tanto.
Eres un imbécil, y me das lástima.

—Suéltenme —dijo Taehyung con ira.

—Sí, déjenlo. Quizás deberías drogarlo para que se acueste contigo, al fin y al cabo
eres una piedra, no tienes sentimientos y solo quieres echar un buen polvo ¿no? —
preguntó —¿O acaso lo amas?

—¡¿Y QUÉ SI LO AMO?! —gritó ya demasiado alterado.


Capítulo 25
Las miradas y murmullos no se hicieron esperar. Kim Taehyung había confesado frente
a toda la secundaria que estaba enamorado de él, de su mejor amigo, de un simple
chico. Entonces, lo siguiente pasó rápido. Taehyung saliendo a largos y rápidos pasos
de la cafetería. Yoongi, Sungjong y Namjoon corriendo tras él. Jungkook sin creer
nada, mirando a Jimin totalmente asombrado. Jimin no sabía si era felicidad o rabia lo
que sentía.

—Creo que no puedo seguir aquí —musitó Jungkook

—Dios, no puedo perderme Matemática —dijo Jimin preocupado.

—Yo te doy la materia —dijo Yura con amabilidad.

Jimin le agradeció y salió con su amigo de la cafetería. Corrieron buscando a los chicos,
pero solo encontraron a Sungjong diciendo que cubriría a los chicos, pues Taehyung
había escapado de la secundaria.

—¿Y qué piensas hacer? —le preguntó Jimin a Jungkook.

—No lo sé ¡Estoy demasiado confundido! —dijo Jungkook —Nunca creí que


Taehyung… ¿por qué yo? No tengo nada fuera de lo común, no soy como Yeri, o Irene
simplemente no soy una chica…

—Eso es, no eres común. No eres una chica y aun asi se enamoro de ti eres especial,
por eso él te ama. —dijo Jimin sonriéndole con dulzura.

—¿Tú lo sabías? —preguntó Jungkook. Jimin asintió mordiéndose el labio.

—No podía ser yo quien te lo dijera, Taehyung debe hacerlo y de la forma correcta. —
dijo Jimin. Jungkook asintió. Su cabeza daba mil vueltas, ¿Taehyung realmente lo
amaba? No había nada claro en su mente, ni en su corazón. Quizás era todo una broma
y no quería tampoco ilusionarse, pero es que ¡Taehyung lo amaba! Ahora todo parecía
claro, Taehyung, el mejor amigo, oculto enamorado, que lo protegía de todo lo malo
que pudiese pasarle. Taehyung quien pese a cada pelea, terminaba riéndose con él.
Taehyung, quien pese a acostarse con todas siempre lo había preferido. Pero ahí había
dos obstáculos. El primero su pasado nunca lo dejaría en paz y el segundo ambos eran
chicos. Si Taehyung se enteraba sobre su “cortante” pasado lo celaría toda la vida.
¿Pero importaba pensar eso ahora? No, solo quería encontrar a Taehyung.

—Llamaré a Yoongi —dijo Jimin. Jungkook asintió. Marcó el número —¿Yoongi?


¿Dónde estás? ¿Dónde está Taehyung? —Jimin arqueó una ceja. —Le diré que vaya,
necesitan hablar. Claro, adiós.

—¿Dónde está?
—En su casa, en su habitación, oculto —ambos rieron. —Ve, yo te cubro —le guiñó
un ojo. Jungkook asintió y corrió. No quedaba tan lejos. No tenía idea que diría, solo
necesitaba hablar con él y verlo a los ojos. Que él le dijera frente a frente la verdad.

Llegó, la puerta estaba entreabierta. Yoongi y Sungjong estaban en el sofá sentados


seriamente. Jungkook entró y ambos levantaron la vista.

—¿Dónde está Hyung? —preguntó él con suavidad.

—Encerrado en su habitación —contestaron ambos.

—Iré a… hablar con él —musitó Jungkook. Ambos se miraron y asintieron. Él subió


las escaleras algo asustado. No tenía idea de que decir, no tenía claro absolutamente
nada. Todo era extraño, todo había sucedido demasiado rápido. Cada escalón que subía
era como un flashback de cada momento que había vivido con Taehyung. Como olvidar
cada momento, aunque él no fuera consciente aún, estaban hechos el uno para el otro
de alguna forma. Jungkook ya estaba fuera de la puerta. Sonrió al recordar cada vez
que Taehyung se enfadaba y se encerraba en su habitación, y él golpeaba incesante
hasta que el abría la puerta, y podían volver a reírse juntos. Era algo así como lo que
Jungkook esperaba. Pero sabía que lo menos que habría serían risas. Realmente era
muy difícil que pudieran reírse, hasta hablar se le haría difícil. Por alguna extraña razón,
estaba demasiado nervioso.

Se armó de valor, debían hablar sí o sí. Golpeó tres veces la puerta. No hubo respuesta
alguna. Apoyó su oreja en la puerta, por si escuchaba algo. Y sí, escuchaba a alguien
sollozando. Taehyung estaba llorando. Le partía el alma sentirlo llorar.

—Hyung, soy yo —dijo finalmente. Silencio, nada ocurrió. —Hyung, ábreme la puerta
¿quieres?

Esperó otro rato. Nada pasaba. Taehyung estaba en una lucha con su corazón y su
mente, no sabía si abrirle la puerta o no. No sabía si quería que hablaran o no.

—Hyung, ábreme te lo ruego —pidió Jungkook.

Entonces, luego de otro silencio, la puerta se abrió.

Al abrirse la puerta, el rostro de Taehyung no se veía del todo bien. Su cabello estaba
revuelto más que de costumbre. Sus ojos almendrados estaban hinchados y llorosos.
Sus mejillas tomaron un color rojizo luego del llanto. Jungkook lo miró con dolor y
ternura.

Taehyung lo dejó pasar y cerró la puerta con el seguro. Jungkook miró de reojo la
puerta y un escalofrío recorrió su cuerpo. Se sentó en la cama, Taehyung se puso de
espaldas a él. Aún no era capaz de mirarlo a los ojos.
—Solo quiero… —Jungkook estaba bastante nervioso. —Quiero saber sí es verdad lo
que le dijiste a Hyuna hoy.

—¿Qué cosa? ¿Qué es una puta estupida? Sí es cierto —dijo Taehyung con dificultad.

—Sabes de que estoy hablando Taehyung —dijo Jungkook con seriedad. Taehyung
tenía miedo a voltear, miedo a parecer débil, tenía mucho miedo. Detrás del Kim
Taehyung el popular, engreído y egocéntrico, se escondía un chico tímido, miedoso,
con una autoestima fácil de quebrar. El volteó finalmente y lo miró a los ojos. Esos
ojos marrones de los que estaba perdidamente enamorado.

—¿Quieres saber si realmente estoy enamorado de ti? —preguntó Taehyung en un hilo


de voz.

—Sí. —contestó Jungkook muy seguro.


Capítulo 26
Taehyung dio un suspiro. Quizás era hora. Quizás necesitaba decirle todo lo que sentía.
Quizás era el tiempo y el momento correcto. Taehyung se acercó peligrosamente a él.
Jungkook sintió como el corazón le bombeaba la sangre más rápido. Taehyung era más
alto que él, por lo tanto se sentía aún más cohibido con él tan cerca. Taehyung tomó
una bocanada de aire, mientras él se perdía en esos ojos almendrados. La mano de
Taehyung buscó la mano de él, Jungkook estaba extremadamente nervioso, sus manos
temblaban.

—Si… —dijo Taehyung luego de un largo silencio —Yo… te amo —dijo. Cerró los
ojos para esperar la respuesta negativa, pero decidió abrirlos al no escuchar palabra
alguna. Él no dejaba de mirarlo fijamente.

—¿C…cómo estás tan seguro? —preguntó Jungkook casi sin poder hablar.

—Porque ya ha pasado demasiado tiempo sin poder sacarte de mi mente —dijo


Taehyung con suavidad. Ahora comenzaba la serie de preguntas. —Haz todas las
preguntas que necesites hacer —dijo Taehyung amablemente.

—¿Hace cuánto que…? —dejó la frase inconclusa.

—Tres años o más —contestó Taehyung.

—¿E-eres…? —dubo en preguntar.

—No Kookie no soy gay, me gusta y me ha gustado sólo un chico, tu y ninguno otro
en toda mi vida

—¿Por qué nunca me lo dijiste? —preguntó Jungkook mientras se alejaba un poco de


él.

—Nunca tuve el valor para hacerlo —dijo Taehyung mientras lo miraba apoyarse en
la pared. Jungkook lo miró con ternura.

—¿Y por qué seguías acostándote con todas esas chicas? —dijo Jungkook arqueando
una ceja

—Porque… —el ríó de forma algo dolida —Porque era una forma de saber si podía
sacarte de mi mente, de intentar querer a alguien que no fueras tú. De… de sacarte de
mi mente aunque fuese un par de horas, pero me era imposible. Tú seguías ahí, tus ojos
seguían mirándome con reproche. Algunas veces lo hice intentando… sacarte celos
¿Sabes? —Jungkook lo miró sorprendido —Pero ¡Nunca mostraste un pelo de celoso!
—dijo con amargura —A veces me iba con ellos solo para no encerrarme en mi
habitación a llorar como un tonto.
—¿E-enserio? —preguntó Jungkook con la voz entrecortada. Taehyung se acercó otra
vez a él, lo puso extremadamente nervioso. Taehyung apoyó ambas manos a cada
costado de la pared, dejándolo totalmente acorralado.

—Claro que sí —dijo Taehyung —No sabes como odiaba verte con Hyuna cada
maldito día, poniéndole más atención a ella. Me había robado toda tu atención, aquella
que yo tenía día a día de ti, tus cuidados, tus risas, todo, absolutamente todo. Tenía
reprochártelo pero no quería que te enojaras conmigo.

—¿Por eso me invitaste al baile? —preguntó Jungkook mientras sentía su corazón


palpitarle desbocado. Podía ver la profundidad de los ojos café de Taehyung, como si
pudiese leer su mente. Sabía que él estaba siendo totalmente sincero. Ese era el
Taehyung que Jungkook sería capaz de ver como algo más que un amigo, ese era el
Taehyung oculto que siempre quiso conocer.

—Pensaba decírtelo ese día, pero esas estúpidas lo arruinaron —musitó Taehyung —
La fiesta del viernes… fui solo porque sabía que estarías tú —Jungkook lo miró con
mucha dulzura. Taehyung hablaba aún temeroso —Verte en la cama del hospital me
hacía añicos el pecho.

—No sé…. No sé que decirte —dijo Jungkook al cabo de un largo rato de silencio, en
que la mirada de el iba desde el suelo a los ojos almendrados. Taehyung estaba muy
asustado, si Jungkook no respondía bien, se acababa todo. La amistad estaba en el
limbo. Se miraron durante un largo rato. ¿Amistad o amor? La amistad no tiene límites,
el amor puede terminar.

—Quiero saber si tengo una oportunidad —dijo Taehyung con firmeza —Si la
respuesta es no, te dejo en paz, te lo juro —Jungkook lo miró con los ojos brillosos —
Si es sí… te prometo hacerte el chico más feliz de todo el mundo, toda la vida.

—¿Toda la vida? —preguntó Jungkook. Taehyung asintió sonriendo—¿Crees poder


soportarme? —ambos rieron.

—¿Es un sí? —preguntó Taehyung ilusionado.

Jungkook no dijo nada. Taehyung se acercó más a él. Sus cuerpos no tenían ningún
centímetro de distancia, sus latidos se confundían entre ellos. Jungkook por fin veía
con claridad, como si le hubieran sacado una venda de los ojos. Como si hubiese visto
una luz que estuvo oculta durante mucho tiempo. Taehyung era un buen chico, era
alguien maravilloso. Quizás podían intentarlo. Era necesario darse una oportunidad,
solo así sabrían si funcionaba. Los labios de Taehyung temblaban mientras su mano
torpe e insegura se acercaba al rostro de Jungkook. Le acarició la mejilla mientras lo
miraba, era como si no estuviese ocurriendo.

—Quiero que me beses como el día en que estaba borracho, pero esta vez, quiero que
ambos recordemos claramente lo que pasó —dijo Jungkook con una alentadora sonrisa.
Taehyung rio nervioso. Su mirada fue a los labios de Jungkook, esos labios irresistibles.
Acercó lenta e inseguramente su rostro al de él. Cuando sus respiraciones chocaban en
los labios del otro, ambos cerraron los ojos. Sus labios se presionaron durante largos
segundos, nada más. Luego se separaron un poco, mientras se miraban. Taehyung le
sonrió, y esta vez le dio otro beso, pero ahora se abrió camino en su boca, metiendo su
lengua lentamente. Movió los labios de forma suave y lenta, no quería apurarse, para
él, este momento era digno de hacerlo durar y disfrutarlo. Estaba por fin besándolo, sin
alcohol, sin obligaciones, ambos querían hacerlo. Jungkook pensaba que Taehyung
besaba bien, pero ahora que lo estaba viviendo ¡Dios, besaba como nadie! Casi les
faltaba el aire, pero la necesidad de seguir besándose fue más. Se separaron, y juntaron
sus frentes.

—Es una buena idea que nos demos una oportunidad —dijo Jungkook con una sonrisa.

—Gracias —dijo Taehyung aún nervioso —Te prometo que te haré feliz, tú me
conoces, eres el único que realmente me conoce en mi lado más cursi. Ese soy yo
Kookie, tu mejor amigo, el que te ha protegido y te ha amado, no dejaré de serlo, pero
esta vez, tú sabrás que te amo y que puedo hacerte el chico más feliz del mundo.

—¿No más chicas huecas o profesoras? —preguntó Jungkook arqueando una ceja.

—No, solo te quiero a ti mi amor —le dijo él con una sonrisa. Se besaron otra vez, esta
vez, más apasionado. Jungkook rodeó el cuello de Taehyung con sus brazos, mientras
él lo apegaba a su cuerpo tomándolo por la cintura.

—Es extraño, pero me gusta —confesó Jungkook —Es como amigos con derechos —
ambos rieron. —Nunca creí que esto pasaría.

—Yo menos, aún creo que eres mucho para tan poco hombre como yo—dijo
Taehyung.

—No digas eso, te amo —le dijo Jungkook. Los ojos de Taehyung brillaron, lo abrazó
con fuerza, esta vez, no pensaba dejarlo escapar.
Capítulo 27
Taehyung no parecía él. Era como si le hubieran lavado el cerebro o hubiese tomado
demasiadas Red Bulls. Su sonrisa nadie la borraba, parecía marcada en su rostro. Reía
a cada rato, lanzaba bromas, jugueteaba con los chicos. Era un nuevo Taehyung, mil
veces mejor que el anterior.

Ahora los chicos y sus novios, se sentaban todos en una mesa, donde también estaba
Jungkook y Jimin. La pasaban mucho mejor, y recibían las miradas de odio de la mesa
de los “populares”. Pero ellos eran felices y no les interesaba demasiado ese grupo.

—Entonces ¿iremos al cine mañana? —preguntó Sungjong con una sonrisa.

—Es una buena idea —dijo Namjoon —Debemos avisarle a Yoongi.

—Yo me encargo —dijo Jimin —Hoy viene a buscarme. —dijo sonriendo.

—Pero no quiero ver una película de terror —dijo Jungkook —Me dan miedo.

—¿No es esa la idea Jungkook? —preguntó Hoseok

—Pero es que luego tengo pesadillas —dijo Jungkook con las mejillas coloradas.

—Si quieres luego voy a dormir contigo —dijo Taehyung mordiéndose el labio
divertido.

—Babo —dijo Jungkook riéndose sonrojado mientras le golpeaba el brazo.

—Ew, consíguete una habitación en un motel —replicó Sungjong divertido. Jungkook


se sonrojó mientras Taehyung se reía.

—Eres un tonto, Sungjong —dijo Taehyung —Woohyun y tú deberían seguir tu propio


consejo —dijo Taehyung sonriendo triunfante.

—¡No me metas a mí, Taehyung! —dijo Woohyun mientras se reía.

—Son unos pervertidos —dijo Hoseok mientras jugaba con la tapa de su refresco.

—Creo que deberías mirarte a ti primero, Hoseok —dijo Namjoon con una sonrisa de
suficiencia. Hoseok se río algo incómodo. Hyorin se sonrojó de inmediato —Las
mejillas de tu novia te delatan.

—¡Namjoon! —dijo Hyorin algo sonrojada —idiota

—No soy idiota, soy sincero —dijo Namjoon burlón.


—Bueno, ¿Prepararemos una salida al cine o hablaran cosas pervertidas? —preguntó
Soyou, la novia de Namjoon.

—Sí, eso —dijo Namjoon mientras rodeaba la cintura de su novia y le besaba la mejilla.

—Bueno, vamos a ver la película mañana, juntémonos a las cinco fuera del cine del
centro, ya saben, al que solemos ir —dijo Sungjong. —Y bueno, ahí nos ponemos de
acuerdo que película vemos.

—De terror —concluyó Taehyung.

—Sí tanto quieres que Jungkook te abrace, quédate en casa —musitó Hoseok burlón.
Taehyung le lanzó una patada por debajo de la mesa —¡auch! —reclamó frunciendo el
ceño.

—Bocón —dijo Taehyung rodando los ojos. Todos rieron. La campana sonó, a
Taehyung, Jimin, Hoseok y Jungkook les tocaba biología. Jimin le dijo que se sentara
con Taehyung sin preocuparse, él le sonrió extremadamente agradecido.

—¿Jiminnie te sientas conmigo? —preguntó Yoongi. El castaño quien estaba


comiendo galletas, asintió divertido. Ambos se fueron a un puesto más atrás, mientras
Taehyung se sentaba en otra fila con Jungkook.

—¿Tienes algo que hacer hoy? —le preguntó Taehyung. Él negó mordiéndose el labio,
Taehyung suspiró fuertemente, si él no dejaba de hacer eso, era capaz de ganarse una
detención solo por besarlo en la clase. —Entonces saldremos, iremos a alguna parte,
nuestra primera cita —dijo guiñándole el ojo.

Jungkook sonrió.

—Bueno, pero te aclaro Hyung, no beso en la primera cita —dijo Jungkook. Taehyung
arqueó una ceja, mientras él le sonreía —Pero contigo es diferente lindo —dijo
guiñándole un ojo. Ambos rieron. Justamente llegó el profesor, así que no conversaron
mucho, solo se dedicaron a poner atención y de vez en cuando, lanzarse coquetas
miradas o cosas así.

Cuando salieron de la sala, Taehyung inmediatamente le tomó la mano con una gran
sonrisa. Sentía que todo era mejor a su lado, y no le interesaba las miradas que les
daban. Era un escándalo, Kim Taehyung estaba saliendo con un chico el cual es su
mejor amigo, Jungkook.

—Aún no creen que esté yo esté saliendo con alguien como tú —susurró Jungkook
mientras caminaban

—¿A qué te refieres? —preguntó Taehyung.


—Tú, Kim Taehyung, el chico guapo y popular, versus Jungkook, el chico que no es
nadie en esta escuela, que no es jugador de fútbol, que solo baila y no es nadie como
tus chicas de siempre —dijo Jungkook levantando los hombros. Taehyung negó con la
cabeza, deteniéndolo en medio del pasillo.

—¿Escuchaste lo que dijiste? —preguntó Taehyung mirándolo con algo de molestia


—Tú eres mejor que todas las chicas de este lugar, tienes muchos talentos, y eres la
mejor persona que conozco. No me interesa lo que el resto piense ¿sí? Te amo a ti, y a
nadie más —dijo Taehyung. Luego de eso, puso sus manos en ambas mejillas de
Jungkook y le dio un apasionado beso en medio del pasillo lleno de gente que los miró
con mucha sorpresa. Luego de eso, Taehyung le besó la frente y siguieron caminando
—Y espero que eso deje claro que eres solo mío.

Jungkook sonrió, aún creía que era demasiado bueno para ser verdad. Ahora, después
de todo, se había dado cuenta que si sentía algo por su amigo Taehyung, aún no estaba
del todo enamorado, pero eso se iba a dar con el tiempo, supuso.

—¿A dónde iremos? —preguntó Jungkook mientras sacaba las llaves de su casa.

—No sé en realidad —dijo Taehyung soltando una despreocupada risa.

—Quiero ir a Starbucks, ¿me llevas? —preguntó Jungkook poniendo cara de “gatito”,


siempre lo hacían para persuadir al otro.

—Lo que tú quieras —dijo Taehyung mientras entraban a la casa de Jungkook. Él dejó
su mochila, y Taehyung también. Como de costumbre, la madre de Jungkook no estaba.

—¿Quieres algo? —preguntó Jungkook mientras iba a la cocina.

—Algo de beber, estoy muriendo deshidratado —dijo Taehyung riéndose

—Está bien —dijo Jungkook mientras servía dos vasos de Coca Cola. Le dio un vaso
a Taehyung y fue a sentarse junto el al sofá.

—¿Sabes? Lo único que cambia entre nosotros es que ahora puedo besarte donde yo
quiera —dijo Taehyung con una risa —Todo lo demás es lo normal.

—Es la idea —dijo Jungkook tomando un sorbo de bebida —Se supone que las parejas
deben ser como mejores amigos, por la confianza y todo eso —dijo mientras le tocaba
la mejilla a Taehyung.

—Nunca creí que me tomarías en cuenta —admitió Taehyung

—¿Cómo no? Si eres tan guapo —bromeó Jungkook. El sonrió.


—Lo sé —dijo Taehyung. Jungkook le golpeó el hombro —Bromeaba… bueno quizás
no tanto. —ambos rieron —Pero ya sabes, me dijiste muchas veces que no saldrías con
un tipo como yo.

—La gente cambia ¿no? Y yo confío en ti —dijo Jungkook sonriéndole. Taehyung se


tomó el resto de la bebida y la dejó sobre la mesa.

—No te fallaré —aseguró Taehyung mientras le besaba la mejilla. Jungkook dejó el


vaso sobre la mesa. —Te amo —susurró mientras se acercaba a besarle los labios. Sus
bocas se encontraron y se besaron con mucha dulzura. Besar a Taehyung se sentía
como el paraíso, para él. Sus labios eran tan suaves y tan deliciosos, podría besarlo
durante horas.

—Abrázame —pidió Jungkook. Taehyung inmediatamente lo rodeó con sus brazos. Él


se apoyó en su pecho. Cerró los ojos durante un momento, hasta que alguien abrió la
puerta fuerte. Ambos levantaron la vista, era la madre de Jungkook y su pareja.

—¡Hijo! —dijo ella sonriendo —¡Hola Taehyung!

—Hola —dijo él levantándose. Le dio la mano al novio de la madre de Jungkook —


Kim Taehyung.

—Lee Seungjong —dijo él con una sonrisa.

—Él es el mejor amigo de Jungkook —aclaró su madre. Jungkook se sonrojó.

—Uhm quizás algo más que eso —musitó Jungkook. Su madre arqueó una ceja y
sonrió.

—¿Están de novios? —preguntó emocionada

—Algo así —confesó Jungkook. Taehyung sonrió.

—Ya era hora chicos, en fin, nosotros iremos a una cena en un rato, así que pásenla
bien —dijo su madre mientras subía con su novio las escaleras.

—¿Algo así? —preguntó Taehyung con una coqueta sonrisa.

—No somos novios, Hyung —dijo Jungkook mientras tomaba un bolso y echaba sus
cosas. Él se quedó con la palabra en la boca —¿Vamos?

Taehyung asintió, tomó la mano de su… amigo con derecho, caminaron un par de
cuadras hasta un Starbucks, pidieron y luego fueron a sentarse. No hablaron en largo
rato.

Taehyung se dedicó a mirar su frapuccino, se veía tan tierno mientras miraba hacia la
nada, con la pajilla en la boca. Sus ojos marrones se veían iluminados ante la luz, cosa
que la hacía ver extremadamente adorable. Y aún no podía creer que él estuviera
dándole una oportunidad.

—Tanto silencio Taehyung —dijo Jungkook con una traviesa sonrisa.

—Solo pensaba —dijo Taehyung mientras lo miraba con ternura.

—¿En qué? —preguntó Jungkook mientras le tomaba la mano a Taehyung por encima
de la mesa. Para él, sentir ese suave tacto en su piel era placentero.

—En ti —confesó Taehyung. Él sonrió mientras entrelazaban sus dedos.

—Eres tan extremadamente cursi, nunca lo creí de ti mi vida —dijo Jungkook con una
sonrisa, Taehyung rodó los ojos.

—Tonto —dijo Taehyung con una divertida sonrisa.

—Vamos a dar un paseo —dijo Jungkook mientras lo hacía pararse. Le tomó la mano
con fuerza, mientras caminaba y terminaba de tomarse su frapuccino. Taehyung
pensaba mientras caminaban, pensaba en como habían cambiado las cosas. Aún se
sentía algo inseguro, pero no daba más de felicidad. ¿Cuántas veces había soñado con
caminar sosteniendo su mano, y poder, en cualquier momento, detenerla y darle un
beso? Ahora podía hacerlo, y eso lo hacía sentir bien, mucho más que eso, lo hacía
sentir completo.

—Espera —dijo Taehyung. Jungkook arqueó una ceja. Entonces Taehyung lo tomó
por la cintura y le plantó un beso. Él lo siguió de inmediato, mientras colocaba los
brazos alrededor del cuello de Taehyung. Sus labios se movían con lentitud y armonía,
mientras sus cuerpos estaban demasiado juntos el uno con el otro. —Siempre quise
poder besarte donde fuera —dijo Taehyung guiñándole un ojo. Jungkook sonrió y
volvió a tomar su mano.

—Eres un cursi, nunca creí que eras así —ambos rieron —De verdad.

Llegaron a un parque gigante, lleno de pasto, con una gran fuente de agua en medio.
Ambos se tiraron en el pasto mientras charlaban o se besaban. Todo lucía perfecto,
todo parecía maravilloso en ese momento, como si nadie pudiera interponerse entre
ellos. O al menos, es lo que ellos creían.
Capítulo 28
Una semana luego, en que todo iba bien para ambos. Luego de haber ido al cine con
los chicos, y haberse reído como nunca luego de jugarle una broma a Jungkook,
asustándolo, para que luego le diera un puñetazo en la cara a Taehyung por
equivocación, las cosas seguían demasiado bien para ambos. Era como lo que siempre
habían soñado, para Jungkook una relación con alguien que valiera la pena, y para
Taehyung, la relación con él era lo mas hermoso del mundo al fin estaba con su Kookie.

—Se te ve feliz, Taehyung —dijo Yoongi mientras caminaban por el centro comercial.
Se acercaba el cumpleaños de Jungkook, cumplía por fin dieciocho años, y Taehyung
buscaba algo especial.

—Más que nunca, amigo —dijo Taehyung mientras ambos sonreían.

—Siempre te dije que debías arriesgarte —comentó Yoongi —Después de todo, las
cosas salieron bien.

—Gracias amigo, siempre estuviste cuando te necesite —le dijo Taehyung dándole un
abrazo a su mejor amigo.

—Claro que si Taehyung, recuerda que eres mi esposo —ambos rieron por la broma
de Yoongi.

—Claro loco —sonrieron.

—Y bueno ¿Sientes esa necesidad de acostarte con las chicas que lo hacías? —preguntó
Yoongi.

—No, estoy demasiado feliz como para arruinarlo —dijo Taehyung. —Entremos aquí
—indicó una tienda de regalos. —Además, no pienso demasiado en sexo.

—Solo porque sabes que no te resultará tan fácil con Jungkook —se burló Yoongi

—En realidad no me interesa si es pronto o no, solo quiero hacerlo feliz —dijo
Taehyung mientras miraba los peluches —Agh, nada me gusta.

—¿Cuándo es el baile de graduación? —preguntó Yoongi mientras observaba unas


tarjetas.

—En tres semanas, y en dos es la ceremonia —respondio el mientras miraba unos


llaveros.

—¿Irás con Jungkook supongo? —preguntó Yoongi


—Claro que sí, pretendo que esta vez todo resulte como yo quiero —dijo Taehyung
firmemente.

—¿Y si le regalas algo? —preguntó Yoongi

—Demoraré días en elegirlo, y con mi personalidad, terminaré llevándole alguna cosa


que ni siquiera le tapara —ambos se rieron.

—Regalale un collar, una pulsera, algo así ese es el estilo de Jungkook—dijo Yoongi
algo exhausto después de un rato.

—Mhm quizás tengas razón agh, odio que esté de cumpleaños tan cerca de la
graduación ¿Sabes? Luego tendré que darle un regalo de graduación —dijo Taehyung
y ambos rieron.

—Para su graduación, llévale chocolates, asunto resuelto —dijo Yoongi —Yo haré eso
con Jimin.

—No a Jungkook no le gusta el chocalate —dijo Taehyung

—¿Entonces como que le gusta? —Pregunto Yoongi algo molesto

—Ya se le llevare un pastel de fresas —dijo Taehyung sonriendo

—Agrrr ¿Le gustan esas cosas? —dijo Yoongi con desagrado

—Si le fascinan ¿Algún problema Yoongi? —pregunto Taehyung mientras lo


fulminaba con la mirada ante su expresion.

—Ammm no pero tranquilo Kim —dijo Yoongi

Las siguientes dos semanas pasaron volando. En ese preciso instante, los chicos estaban
poniéndose la horrible túnica color celeste y el gorro de graduación. Era su graduación,
y para ellos, vestidos de esa forma, jamás lo olvidarían.

Taehyung se miró otra vez al espejo y negó frustrado. ¿Quién había elegido el horrible
color? suspiró resignado, mientras iba a buscar a Jungkook.

Tocó el timbre, y el salió vestido igual.

—Hola lindo —dijo Taehyung dándole un corto beso —Te ves muy bien. —Jungkook
bufó

—Hyung, nos vemos ridículos —dijo él riéndose, el acompañó su risa, tenía razón, no
se veían bien. Se abrazaron, para luego subir al auto de Taehyung. La mamá de
Jungkook llegaría un poco más tarde, cosa que ni siquiera le sorprendió a él.
—Me dieron nervios —confesó Jungkook mientras se dirigían a sus asientos. Eran de
apellidos diferentes asi que estarían separados. Se sentaron juntos, mientras Taehyung
sostenía la mano de Jungkook.

—No tengas miedo —susurró Taehyung en su oído —Estamos juntos, así que todo
saldrá bien. —Jungkook le dio un corto beso y asintió. Comenzaron a llamar por
apellidos, hasta que le tocó el turno a Taehyung camino rodando la mano de Jungkook
recibio su diploma en medio de los aplausos. Despues toco el turno de Jungkook paso
por su diploma pero no visualizó a su madre, y pese a que no le sorprendía, sintió un
nudo en la garganta. Taehyung al bajar, lo tomó de la cintura mientras lo felicitaba,
Jungkook lo felicitó a él. Se abrazaron y se dieron un corto beso. Taehyung notó que a
Jungkook le preocupaba algo. Pero no mencionó nada.

Cuando todo terminó, le tomó la mano y fue con sus amigos, entre todos se abrazaron.
Pese a eso, Jungkook seguía distraído y dolido. Su madre no había llegado, su padre ni
siquiera se acordó de llamarlo. Suspiró, evitando que las lágrimas salieran de sus ojos.

—Mamá espera por mí —dijo Taehyung. Jungkook asintió y le dijo que fuera, pero
Taehyung, le tomó la mano y lo hizo acompañarlo.

—¡Felicitaciones chicos! —dijo el padrastro dándole la mano a ambos. Jungkook le


sonrió forzadamente.

—¡Felicitaciones bebé! Estoy tan emocionada, estás tan grande —dijo la mamá de
Taehyung mientras lo abrazaba y una que otra lágrima caía por su mejilla. Jungkook
se sintió tan solo en ese preciso instante. Luego la madre de Taehyung lo felicitó y lo
abrazó. —¿Fuiste donde tu madre? —le preguntó a Jungook. Él negó.

—No la veo —musitó Jungkook. Taehyung miró preocupado a su madre, quien con
una mirada le indicó que cuidará a su chico.

—Busquemos a tu madre, debe estar por aquí —dijo Taehyung tomándole con fuerza
la mano. Él casi ni tomó atención a lo que su casi novio decía. No encontraron a la
madre de Jungkook, él estaba absolutamente decepcionado. Taehyung lo abrazaba o le
decía cosas inspirándole ánimo, pero no.

—¿Vamos a cenar chicos? —propuso el padre de Taehyung.

—No gracias —dijo Jungkook amablemente —Quiero ir a casa a descansar.

—Amor ¿estás seguro? —preguntó Taehyung, Él asintió.

—Te vamos a dejar entonces —dijo la madre de Taehyung.

—Claro, gracias —musitó Jungkook.


Cuando llegaron a su casa, Jungkook dio las gracias, le dio un corto y frío beso a
Taehyung y entró a su casa. No había nadie. Revisó su celular, ninguna llamada. Las
lágrimas ahora cayeron sin que quisiera detenerlas, nunca se había sentido tan solo.
Sollozó fuertemente, corrió a su habitación, dio un portazo y con eso cayó una caja
donde él guardaba cosas importantes. Todo el contenido cayó en el piso. Lo primero
que sus ojos vieron fue aquel objeto brillante, de metal. Una ola de recuerdos, una ola
de dolor inundó su cuerpo y su mente. Los días de llanto, de dolor, todo estaba reflejado
en el pequeño objeto. Se acercó con inseguridad y lentitud. Lo tomó entre sus dedos,
mientras no dejaba de llorar. ¿Quería volver a lo mismo? No, no quería, pero no tenía
otra opción, o al menos eso creyó.

Dejo el objeto sobre el velador, mientras se ponía su pijama. Un sport y una polera. Se
sentó en su cama, subió el volumen de la música, mientras ni dejaba de llorar. Tomó el
objeto, cerro los ojos y sintió el agudo dolor en las piernas, por momentos, no recordaba
el porque de su llanto, frente al agudo dolor que sentía en sus muslos. Dos cortes, quería
olvidar que sus padres no lo querían. Tres cortes, quería dejar sentirse un estorbo.
Cuatro cortes, deseó jamás haber nacido.
Capítulo 29
La sangre era demasiada mientras resbalaba por sus piernas. Cerró los ojos sintiendo
el fuerte dolor en sus muslos, casi congelándole el cuerpo. Pero al menos, el dolor
emocional no estaba presente, solo sentía el dolor de los cortes sangrantes.

Luego de un rato de dolor físico, tomó una toalla y la partió con fuerza en dos trozos,
se hizo un torniquete en cada pierna, para detener la sangre. Ardía y dolía, pero al
menos lo mantenía fuera del mundo real. Luego de unos minutos, paró de sangrar,
solamente se veían las heridas abiertas. Fue al botiquín y se vendó los muslos. Casi no
podía caminar, pero ya casi no le interesaba.

Al cabo de dos horas, su celular comenzó a sonar mientras él seguía llorando abrazado
a su almohada. La pantalla anunciaba que Taehyung lo estaba llamando.

—¿Hola? —dijo Taehyung algo inseguro

—Hola —dijo Jungkook intentando sonar normal.

—¿Te desperté? —preguntó Taehyung.

—No, recién me alistaba para dormir, no te preocupes —dijo Jungkook intentando


sonar natural, pero su voz delataba que algo sucedía.

—¿Pasa algo precioso? —preguntó Taehyung con cautela.

—No Hyung, no pasa nada —susurró Jungkook

—Me estás mintiendo, amor —le dijo Taehyung con dulzura —¿Necesitas que vaya a
tu casa?

—¡No! —Jungkook se alteró. Y Taehyung notó de inmediato que algo sucedía, pues
él no solía reaccionar así.

—Como tú quieras —dijo luego de un rato. —Bueno, te dejo, iré a dormir. —dijo
Taehyung finalmente resignado —Te amo mi vida —susurró con dulzura

—Yo… también —dijo Jungkook y cortó de inmediato. Cerró los ojos mientras
nuevamente las lágrimas resbalaban por su rostro. Luego de un rato, se quedó dormido
abrazando la húmeda almohada que había almacenado sus lágrimas.

Taehyung quedó completamente preocupado. Algo le sucedía a su Kookie y no creía


que fuera nada que tuviese que ver con sueño o cansancio. Más bien creía que si su
intuición no fallaba, todo tenía que ver con la ausencia de su madre en el momento de
su graduación, estaba casi seguro que era eso. En este momento le tomó mucho rato
relajarse y no partir corriendo a ver a su chico, lo amaba, y lo protegería por sobre todo.
Suspiró, mejor esperaría a mañana para no preocupar a su madre. Pero de todas formas,
descubriría lo que le pasaba a su hermoso Kookie.

A la mañana siguiente Jungkook despertó con dolor de cabeza. El llanto hasta elevadas
horas de la madrugada, probablemente. Se movió un poco y sintió un agudo dolor en
las piernas. Recordó que debía ordenar el desastre que había en su habitación, las
toallas llenas de sangre y las manchas en el piso. En una bolsa plástica, metió los
algodones, vendas y toallas, y luego limpió el piso. Botó todo eso, y subió a su
habitación. Quería tomar una ducha, pero el agua caliente le haría doler demasiado las
heridas. Suspiró, no había otra opción.

Luego de la tortuosa ducha, se puso su ropa interior y miró sus cajones decidiendo que
ponerse. Se puso una polera mientras buscaba el short que quería ponerse, el cual no
era demasiado ajustado y era largo, no dejaría ver sus heridas. Ni siquiera se percató
que alguien abrió la puerta.

Taehyung decidió ir a visitar a Jungkook, así que luego de una ducha y desayunar con
su madre, se encaminó a verlo.

Tocó el timbre, le abrió la madre de Jungkook. Suspiró con fuerza para evitar decirle
algo, no le correspondía.

—Buenos días señora Jeon —dijo con una fingida sonrisa —¿Está kook?

—En su habitación, buenos días —dijo ella con una sonrisa. —Sube.

—Gracias —dijo Taehyung.

Subió las escaleras y sin tocar, abrió la puerta. No estaba arrepentido de haberlo hecho,
mas bien disfrutó la vista, pero se sintió mal en violar su privacidad. Jungkook se
paseaba solamente con una polera, mientras que dejaba ver sus boxers azules. Sonrió
un poco nervioso, tenía un lindo trasero y unas hermosas piernas. Pero se fijó en que
estaban vendadas ¿Qué le habría sucedido? Se percató que Jungkook encontró lo que
buscaba, y se disponía a cerrar el cajón, así que cerró rápidamente y golpeó la puerta
como si nada. Pero Jungkook se había dado cuenta.

—Taehyung, sé que estás ahí —dijo Jungkook con frialdad.

—¡No vi nada! —mintió Taehyung

—Mentiroso, entra —musitó Jungkook. Estaba preocupado más de que sus heridas
fueran descubiertas de que la haya visto en ropa interior.

—Hola mi pequeño —dijo Taehyung con ternura y una sonrisa de disculpa, se acercó
y juntaron sus labios.
Jungkook sintió un poco más de ánimo al sentir esos labios sobre los suyos. Taehyung
lo tomó por la cintura y lo apegó a su cuerpo. Jungkook rodeó el cuello de
Taehyung con sus brazos. Intensificaron el beso, jugando con sus lenguas, mientras las
manos de Taehyung pasaban por debajo de la polera de Jungkook, acariciando con la
punta de sus dedos la espalda de él. Aunque esa caricia le pareció totalmente inocente,
Jungkook sintió un montón de sensaciones nuevas, más aún porque necesitaba olvidar
su pena, necesitaba algo por lo que sentirse bien, así que creyó que sería una buena
decisión demostrarle que deseaba estar con él, quería sentirse protegido. Las manos
pequeñas de Jungkook se metieron bajo la camisa de Taehyung, hacia su duro y bien
cuidado abdomen, donde sus dedos hacían caricias que comenzaron a hacer que el
cuerpo de este reaccionara. Casi les faltaba el aire, así que se separaron un poco, tiempo
que el aprovechó para empujarlo un poco y provocar que ambos cayeran sobre la cama,
Jungkook encima de él. Taehyung lo miró algo confundido cuando Jungkook se separó
de él y fue a cerrar la puerta de la habitación. —¿Amor pasa algo?

—Te amo —musitó Jungkook sentándose justo sobre su entrepierna. Taehyung soltó
un gemido. Él aprovechó el descuido para besarlo con mucha pasión, se detuvo para
quitarse rápidamente su camisa. Taehyung lo miró, Jungkook lo besó otra vez casi con
violencia, mientras Taehyung se separó para sacarse la polera. Jungkook casi rasguñó
el pecho de su novio, este gimió mientras atrapaba la boca de Jungkook otra vez.
Jungkook tomó las manos de Taehyung, mientras lo miraba a los ojos, y las puso sobre
su trasero mientras gemía. Taehyung no se demoró y desabrochó su short. Al mirar su
entrepierna ya algo abultada no cabía en su mente que hubiese un chico más hermoso
que él, todo en el era perfecto. Sus temblorosas manos pasaron por la suave y delicada
piel de su trasero, Jungkook soltó un gemido se agachó a besarlo otra vez, pero
Taehyung quería ser el que dominara, con un hábil movimiento, lo hizo quedar bajo él.
Jungkook lo atrajo para volver a besarlo mientras las manos por primera vez inseguras
de Taehyung, tocaban cada parte de su cuerpo. Jungkook mientras lo besaba, sin darse
cuenta Taehyung ya solo llevaba sus bóxers puestos. Estaban embobados el uno con el
otro, que Jungkook ni siquiera recordó sus cortes. Mientras Taehyung comenzaba a
bajar su short, él gimió, pero no precisamente por la excitación, mas bien, el dolor le
había provocado gemir. Taehyung cuando bajó su short, vio las vendas.

—¿Qué pasó ahí? —dijo agitado indicándole sus muslos.

—Me caí —mintió Jungkook —Bésame

—¿Estás seguro? —dijo Taehyung desconfiado. Pasó suavemente el dedo sobre la


venda, él se sobresaltó y gimió.

—No hagas eso —musitó. Taehyung miró con detenimiento y se percató de otra cosa.
Sus manos fueron hasta lo alto de sus muslos, movió un poco las vendas, Jungkook le
quitó las manos. Pero Taehyung insistió y pudo ver las cicatrices que se expandían.

—¿Qué son esas cicatrices? —preguntó con seriedad.

—Nada. —mintió. Taehyung se alejó de él.


—Dímelo —dijo Taehyung.

—Nada Taehyung —dijo Jungkook —Cicatrices de pequeño. —Taehyung se paró y


se apoyó en la pared, mirándolo molesto. Sabía que significaban esas cicatrices, lo notó
desde el momento en que él mintió respecto a las vendas. Taehyung se puso sus
pantalones rápidamente

—¡No me mientas! —se alteró y se molestó bastante —¿Por qué? ¿Desde cuando lo
haces? —Jungkook no dijo nada mientras lágrimas caían por su rostro. Taehyung
esperaba una respuesta —¡Jungkook, por la mierda, dímelo! —dijo casi gritando. Él
sollozó aún más mientras se cubría su torso desnudo con su camisa. Se puso su short
rapidamente.

—No me grites Hyung —pidió Jungkook con la voz tembloroso.

—Entonces no me mientas —contesto Taehyung. Se tomó la cabeza entre ambas


manos —Muéstrame —dijo firmemente.

—Taehyung no creo que..... —comenzó a decir, pero Taehyung lo interrumpió.

—Ahora —exigió Taehyung.

Jungkook sin dejar de llorar, sacó una a una sus vendas. Taehyung esperaba dándole la
espalda, la furia y el dolor le invadían el cuerpo ¿Cómo nunca se dio cuenta de lo que
Jungkook se hacía? Sentía que le fallaba en cuanto a protegerlo. ¿Cómo se le pasó ese
detalle? Ni siquiera cuanto tuvieron el encuentro borrachos se fijó. Se sentía un imbécil.

Taehyung volteó y una punzada le dio en el corazón al notar los cortes notoriamente
crecientes, mas los montones de cicatrices. Se acercó a él, de forma lenta y con la
mirada fría. Los cortes eran profundos, no podía creerlo.

—¿Por qué mierda lo hiciste? —preguntó con rabia. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Querías intentar suicidarte o algo por el estilo? Nunca debí dejarte venir solo a casa,
sabía que algo no andaba bien —parecía que hablaba consigo mismo, pero a veces lo
miraba de forma fría. Lloraba desconsolado, mientras aún los cortes de sus piernas
estaban al descubierto. —¿Te desinfectaste eso? —Jungkook negó —Debes hacerlo.

—Taehyung no te comportes así.... —pidió él —Me haces sentir peor.

—¿Tú crees que yo me siento bien con esto? —preguntó Taehyung con rabia —Viendo
que el chico que amo se hace daño, es como si me hicieras daño a mi también,
Jungkook. Imaginate si te hubieras cortado más, y te pasa algo....yo...no sé que haría si
te pasa algo ¿No entiendes que te amo? —Taehyung no pudo contener las lágrimas que
comenzaron a salir rápidamente de sus ojos.

—Perdóname —pidió Jungkook.


—No me pidas perdón a mí, debes perdonarte a ti mismo primero. —dijo él con frialdad
mientras se abrochaba el cinturón otra vez. —Te veo luego.

Salió de la habitación, dejándolo allí, llorando mientras volvía a vendarse las piernas y
terminaba de vestirse. Taehyung realmente estaba enfadado, solo cuando estaba muy
herido lloraba de esa manera, como con ira mezclada a sus lágrimas.
Capítulo 30
Dos días en que Taehyung no fue a verlo. Dos días en que prácticamente se olvidó de
él, eso creía, pero no, Taehyung solo intentaba encontrar la forma de aconsejarlo y
ayudarlo. No quería verlo mal otra vez. Caminó directamente a su casa, tocó el timbre
y justamente él salió a recibirlo.

—¿Hyung? —preguntó Jungkook inseguro. Él le sonrió cálidamente, en gesto de


disculpas, y Jungkook se lanzó a darle un abrazo, de aquellos abrazos que llegan
cuando más los necesitas. Ambos cerraron los ojos, disfrutando el calor del otro.

—Siento haberme alterado… —susurró Taehyung en su oído —Te amo, y solo quiero
protegerte.

—Perdóname Hyung —dijo Jungkook con los ojos llenos de lágrimas —Estaba muy
deprimido, y no pensé en nada y…

—Shh… —lo interrumpió —Sé que ahora no volverás a hacerlo, solo quiero verte bien
mi vida —susurró cerca de sus labios. —Te amo pequeño.

—Yo también te amo —dijo Jungkook dándole un beso muy apasionado. Taehyung lo
elevó un poco en el aire mientras se besaban. Ambos rieron, sin separarse.

—Queda solo una semana para el baile, este sábado —dijo Taehyung con una coqueta
sonrisa —¿Tendría yo el honor de que mi acompañante sea usted, joven Jeon? —
preguntó fingiendo una reverencia. Jungkook río divertido.

—Por supuesto que podría acompañarlo, joven Kim —dijo él riéndose con suavidad.

—¿Necesitas ir a comprar ropa? —preguntó Taehyung.

—Sí, pero esta vez, no irás tú —dijo él con una sonrisa coqueta.

—¿Y por qué no? —preguntó Taehyung frunciendo el ceño.

—Porque será sorpresa —susurró Jungkook en su oído. Taehyung se mordió el labio


de forma traviesa.

—Bueno, si mi novio quiere darme una sorpresa… —dijo Taehyung sonriendo.


Jungkook arqueó una ceja.

—¿Novio? —preguntó Jungkook. Taehyung se mordió los labios, recordando que aún
no se lo pedía. Tampoco tenía algún día especial para hacerlo.

—Bueno, amigo, chico, a no ser… que quieras ser mi novio —dijo Taehyung
mirándolo directamente a los ojos.
—No me lo has preguntado —dijo Jungkook mordiéndose los labios también.
Taehyung se tensó un poco, esos simples gestos lo provocaban.

—Joven Jeon Jungkook —dijo Taehyung con una coqueta y traviesa sonrisa, mientras
se arrodillaba y le tomaba la mano —¿Aceptaría usted ser mi novio? Prometo cuidarlo
y protegerlo, serle fiel y prontamente casarme con usted —ambos se rieron divertidos.
Jungkook lo miró con una sonrisa, no podía creer todo esto, pero aún así…

—Sí, si quiero —dijo Jungkook riéndose. Rodeo el cuello de Taehyung con sus brazos,
mientras él lo tomaba por la cintura y le daba un beso con mucha pasión. Se abrazaron
luego de eso, mientras Taehyung cerraba los ojos. Absolutamente todo lo que siempre
deseó se estaba cumpliendo. Esperaba que el momento durara, realmente lo necesitaba.
Lo apretó más contra él.

—Te amo, no lo olvides jamás —Jungkook sonrió mientras seguía apoyado en su


pecho. Y podría estar toda la vida así.

Taehyung y Jungkook esa misma tarde decidieron ir al cine. Les quedaban solamente
tres días de colegio, pues eran las despedidas y todo eso. Así que no tomaban con mayor
importancia el hecho de ir a clases al día siguiente. Vieron una película de acción, a
pedido de Taehyung. A ambos les pareció bastante buena, luego de eso fueron a
comprar un helado, pues Jungkook era fanático de ellos. Taehyung siempre sabía que
en una calurosa tarde, debía tener un helado para él.

—Amo el helado —dijo Jungkook mientras pasaba su lengua por el helado de vainilla.
Taehyung lo miró divertido, mientras se mordía el labio algo nervioso.

—En todos estos años, créeme que si me he dado cuenta —dijo él mientras le tomaba
la mano.

—¡Miren a quién tenemos aquí! —esa voz repugnante, pensó Jungkook. Ambos
voltearon, Irene, Yeri, Hyuna y Taeyang estaban parados justo atrás de ellos.

—Que grata sorpresa —dijo Taehyung con cierta ironía fulminando con la mirada a
Hyuna.

—El bello y la bestia —dijo Yeri mirando despectivamente a Jungkook.

—Bueno, gusto verlos, nos vamos —dijo Taehyung tomando fuertemente de la mano
a Jungkook.

—Así que… por fin te tomaron en cuenta, Kim —replicó Hyuna antes de que se fueran.
Taehyung la fulminó con la mirada.

—Si, y lo mejor que pude haber hecho —contestó Jungkook antes de que Taehyung
dijera algo.
—¿Fue por lástima pequeño? —preguntó Hyuna arqueando una ceja.

—No, es amor, algo que tú no conoces —dijo Jungkook guiñándole un ojo. Taehyung
sonrió.

—Espera un tiempo, tendrán sexo, y él te dejará —agregó Irene —No creas que eres
demasiado especial solamente que eres un chico pero lo hace con todas, te dice que te
ama y luego te lleva a la cama, entonces te deja —dijo Irene —O quizás solo es una
apuesta de las que suele hacer con las chicas pero ahora su pequeña presa fuiste tu
pequeña nenaza.

Taehyung la fulminó con la mirada.

—La gran diferencia, es que las que se prestan para tener sexo y apenas te conocen, no
son chicas a las que le diría te amo. —dijo Taehyung guiñándole un ojo.

—¿Con quién apostaste esta vez, Kim? —Preguntó Yeri

—Ya déjenlo, si tampoco tener a esta nenaza es tan difícil, un par de miradas y corre
hasta ti —dijo Hyuna de forma despectiva. La gota que derramo el vaso. Taehyung
comenzó a caminar amenazadoramente hacia ella, pero Jungkook se puso frente a él.

—No Hyung —susurró Jungkook —No lo hagas.

—¿Ves? Tu novio la defiende, solo porque le gusto que se acostara con él —dijo
Taeyang en forma burlona y retadora. Taehyung en un hábil movimiento, movió a
Jungkook y se tiró sobre Taeyang, ambos cayeron al piso bruscamente, comenzaron a
golpearse. Jungkook estaba desesperado, mientras Irene y Yeri reían. Taehyung le dio
un puñetazo en los labios, pero Taeyang le lanzó uno al ojo. Se golpearon con odio,
hasta que Taeyang se levantó rápido y le dio una patada en el estómago a Taehyung,
quien gimió de dolor, le dio otro, riéndose burlón. Entonces Jungkook no lo soportó y
se lanzó sobre la espalda de Taeyang, arañándole los brazos. Él le dio un codazo para
que lo soltara, y este llegó a las costillas de Jungkook. Entonces, él gimió y Taeyang
golpeó otra vez a Taehyung demasiado fuerte, esta vez, él muchacho escupió sangre.
Jungkook se horrorizó. Para su suerte, dos policías pasaban por el lugar y vieron la
escena. Taeyang iba a correr, pero lo detuvieron. Irene, Yeri y Hyuna corrieron del
lugar. La policía tomó a Taeyang detenido y llamó al carro policial. Taehyung con
ayuda de su novio y uno de los uniformados logró levantarse.

—Necesitamos ir a un hospital —le rogó Jungkook al policía.

—Ahí viene el carro —dijo indicando el auto policial —Los llevaremos a ver las
lesiones y luego a la comisaría —replicó el policía.

—Amor, tranquilo, estoy bien —dijo Taehyung abrazándolo.


—Hyung, mírate, no estás bien —dijo Jungkook. Efectivamente, los labios de
Taehyung sangraban, tenía un gran enrojecimiento en el ojo y en las mejillas,
probablemente moretones luego.

—Si estoy bien mi amor, solo son unos golpes —dijo con la voz entrecortada. Dos
carros policiales llegaron al lugar, en uno de ellos subieron a Taeyang esposado y en
otro a Jungkook y Taehyung. Él lloraba aún tembloroso, realmente estaba preocupado
por Taehyung sacó una pañoleta de su bolso, que usualmente usaba como cintillo y la
puso la comisura de los labios de Taehyung que no dejaban de sangrar. Taehyung se
recostó un poco y cerró los ojos. Le dolía todo el cuerpo, demasiado. Pero no quería
que Jungkook se diera cuenta o se preocuparía más de la cuenta. Su estómago le dolía,
los músculos de todo el cuerpo, y sentía como su nariz y labios sangraban.

Llegaron al hospital, ambos entraron en salas diferentes, a Jungkook lo revisaron pero


nada andaba mal con él, solo sabía que se le iba a formar un buen moretón en las
costillas. Suspiró y se dispuso a esperar a Taehyung. Cuando salió, llevaba algodones
en la nariz, un poco de algo que era como una crema en los labios, y en otras zonas
enrojecidas de su rostro. Caminaba lento, se notaba adolorido. Sonrió un poco al ver a
su novio. El policía les indicó que fueran al auto, necesitaban ir a la comisaría.

—Apenas salgamos de aquí, irás a dormir —indicó su novio. Él asintió.

Llegaron a la comisaría, ahí estaba Taeyang Los llevaron a una sala, a declarar.

—Entonces niños ¿Cómo ocurrió esto? —preguntó el policía. Jungkook levantó la


mano como si estuviera en el colegio. —Joven…

—Mi novio y yo caminábamos tranquilos, y él se acercó con tres chicas de la escuela


a molestarnos, me dijo cosas horribles, y ahí comenzó todo —dijo él —Luego comenzó
a golpear a Taehyung en el suelo —dijo indicando a su novio —Yo me lancé sobre él,
me dio un codazo y bueno, ahí llegaron ustedes.

—Pero él comenzó —dijo Taeyang mirándonos con odio.

—Tú lo llamaste nenaza. —replicó Taehyung con odio.

—Es lo que es —dijo Taeyang fulminando a Jungkook con la mirada. Él no lo miró.

—Jóvenes, es suficiente —dijo mirándolos a ambos. —Bien, ustedes dos se pueden ir


—dijo indicando a Jungkook y Taehyung —No quiero verlos en algo así otra vez —
ambos asintieron —En cuanto a ti, te quedas dos horas, por no mostrar respeto. —
Taeyang hizo una mueca de enfado. Taehyung tomó de la mano a Jungkook, y como
pudo caminó hasta afuera.

—Amor, llamaré a Yoongi por si puede venir por nosotros —dijo Taehyung y
Jungkook asintió. Yoongi pasó por ellos, se preocupó bastante por Taehyung, luego los
dejó en casa de Taehyung, su madre, escandalizó bastante al verlo llegar herido, pero
Taehyung la tranquilizó diciéndole que estaría bien. Su madre lo regañó por ponerse a
pelear en la calle. Pero Jungkook la tranquilizó contándole todo. Los dejó por fin solos,
porque su novio se ofreció para cuidarlo.

—Siento esto —dijo Taehyung

—Yo lo siento Hyung, todo empezó por Hyuna hasta que se metí… no debí haberme
metido con ella —dijo Jungkook rodando los ojos.

—No te preocupes lindo, ya pasó —sonrió. —Mañana es tu cumpleaños, y estaré todo


magullado —dijo frunciendo el ceño.

—Pero estarás conmigo, después de muchos cumpleaños, esta vez, eres oficialmente
mi novio —ambos sonrieron. —No sé como no me di cuenta antes.

—Quizás porque me comporté como un tonto —dijo Taehyung —Intentando aparentar


algo que no era. Pero ya no importa, estoy contigo y me transformé en un cursi —
Jungkook sonrió y le besó cortamente los labios. —¿Te quedarás conmigo?

—Sí, apenas sean las doce, seré mayor de edad y podré hacer lo que quiera —Taehyung
soltó una risa.

—Muy maduro —dijo Taehyung rodando los ojos. Jungkook se río.

—Bien —dijo Jungkook —Sácate la polera. —Taehyung lo miró sorprendido,


prácticamente se le salieron los ojos. Sintió un calor recorrerle todo el cuerpo. Pero él
comenzó a reírse —No seas pervertido Hyung, solo veré que tal están esos golpes —
dijo rodando los ojos.

—Gracioso —dijo Taehyung mientras se quitaba la polera. Se recostó mientras


Jungkook miraba su abdomen. Intentó concentrarse y no parecer perturbado en
absoluto con el torso desnudo de Taehyung.

—Eso se va a poner más feo ¿Los ineficientes médicos no te dieron ninguna crema o
algo así? —preguntó Jungkook arqueando una ceja. Taehyung sonrió, mientras su
mano iba a la mejilla de él.

—Me dieron unas pastillas por sí me duele demasiado —contestó Taehyung.

—Traeré hielo —anunció Jungkook. Se levantó, Taehyung lo observó salir de su


habitación. Sonrió triunfante, le encantaba que se preocupara de él. Se sentía pleno,
todo parecía mil veces mejor. Jungkook volvió con tres bolsas de hielo de diferentes
tamaños. —Bien, ponte esta en el estómago, justo donde terminan las costillas.

—Pero está fría —protestó Taehyung. Jungkook arqueó una ceja, y le sonrió coqueto.
Taehyung se mordió el labio cuando él se acercó de manera sensual. Lo iba a besar,
hasta que Taehyung gimió, pues él le había puesto la bolsa de hielo en su estómago. —
¡AH! —chilló mientras cerraba los ojos —Loco —dijo fulminándolo con la mirada,
Jungkook sonrió divertido. —Tramposo.

—Lo siento, eres muy terco lindo —dijo mientras tomaba otra bolsa de hielo y la ponía
bajo su ojo. Taehyung cerró los ojos. —Es para que no se veas tan mal mi amor —le
dijo con dulzura

—Eres una dulzura —dijo Taehyung irónicamente —Está muy frío el de mi estomago,
quema.

—Lo siento, realmente es por tu bien —Él suspiró frustrado. —¿Qué hora es?

—Diez y media —dijo Taehyung

—Avisaré a la bruja que me quedo aquí —dijo Jungkook mientras tomaba el celular

—A tu madre —corrigió Taehyung

—Lo que sea —dijo Jungkook rodando los ojos. Taehyung suspiró. La madre de
Jungkook le permitió quedarse con Taehyung, claramente, era mejor para ella, podía
estar con Seungjong tranquilo. —Bien, me quedo contigo —dijo dándole un suave beso
en los labios.

—Me gusta la idea —dijo Taehyung —Mucho hielo por hoy —se sacó el hielo de su
estomago, lo dejó sobre la mesita de noche, Jungkook dejó él que le tenía en la cara
también —Ven acá pequeño —Jungkook se recostó, abrazandolo con mucho cuidado.
Sus manos se entrelazaron casi por acción propia. —El día que… —Taehyung
comenzó a hablar de pronto —El día que te vi los cortes… bueno, antes de eso… ¿Te
diste cuenta de lo que hicimos? —preguntó Taehyung mientras miraba el techo.

—Uhm —Jungkook se sonrojó de inmediato —Fue algo… extraño.

—Fue mejor que no pasara –contestó Taehyung. Él frunció el ceño.

—¿Por qué? —preguntó Jungkook.

—Porque… —se sentó para poder mirarlo a los ojos —No quiero que seas como las
otras, digo, no que te conviertas en chica si no que no quiero que sea algo de locura del
momento… ¿entiendes? —Jungkook sonrió —Tu primera vez debe ser más que eso…

—Eres un cursi —dijo Jungkook mientras miraba con ternura esos ojos almendrados
que lo volvían loco —Pero no me interesa donde ni cuando Hyung, si es contigo, está
todo bien.

—¿Estás seguro? —preguntó Taehyung —Digo, debes estar muy enamorado para
hacerlo y… —Jungkook le tomó las mejillas de forma muy cuidadosa.
—Estoy seguro de que te amo —dijo Jungkook mirándolo a los ojos. Taehyung lo miró
embobado. Se acercó lentamente a sus labios y cerró los ojos. Ese beso fue diferente,
algo cambió, algo que ninguno de los dos notó. Sus labios se movieron suavemente,
disfrutando el momento. Pero la puerta se abrió y ambos se separaron de golpe.

—¡Perdón! —la voz de su madre hizo que ambos soltaran una risa nerviosa. Ella los
miró con sorpresa, Taehyung estaba sin camisa aunque a ella no le molstaba el hecho
de que su hijo le gustara Jungkook la situación fue algo extraña.

—No me mires así —dijo Taehyung —No es lo que crees, estaba poniéndome hielo.

—Uff… creí que…—Ella rodó los ojos —No importa, Taehyung, ven un momento
lindo. —Jungkook les sonrió. Taehyung le dio un beso en la frente y salió de su
habitación, cerrando la puerta.

Jungkook se sentó en la cama de Taehyung, su piel estaba erizada, sus manos


temblaban. Algo sucedía, algo había cambiado entre él y Taehyung no sabía que muy
claramente, pero sabía que era importante. Recordó lo que Taehyung habló sobre su
primera vez, y sonrió. Jungkook ahora sabía lo que quería. Antes le parecía un tema
tan lejano, no se entregaría a cualquier persona. Pero ahora le parecía la mejor idea del
mundo. Era algo así como ¿destino? Quizás, pero sabía que Taehyung era ese chico
indicado”.

No le interesaba lo que él hubiese hecho antes ni nada eso era pasado.

Taehyung era su presente, su ahora. Le seguía dando vueltas en la cabeza la


conversación con Taehyung. De alguna manera, sabía que ocurriría tarde o temprano,
y con él. Quizás ahora se estaba dando cuenta que estaba listo.
Capítulo 31
Taehyung volvió y se pasaron el rato charlando, riéndose y recordando cosas de su
infancia. Era divertido en cierta forma, ver el pasado y ahora, lo que eran y lo que son,
y el cómo las cosas cambian. Alrededor de las once y media, cerró los ojos y fingió
haberse dormido. Jungkook suspiró, pese a que quería que Taehyung pasara las doce
con él, para esperar su cumpleaños, entendía que estuviese exhausto. Así que se
acomodó en el lado de la cama que daba a la pared, y volteó dándole la espalda a su
novio. Cerró los ojos y automáticamente se durmió.

Taehyung con sigilo, miró la hora en su celular. En diez minutos serían las doce. Se
paró con cuidado, verificó si él estaba dormido, y bajó donde estaba su madre con el
gran pastel que habían comprado. Prendieron las velitas, mientras Taehyung se
guardaba la pequeña cajita en el bolsillo. El regalo de Jungkook. Su madre lo ayudó a
subir con el pastel, eran las doce. Abrieron la puerta de la habitación, prendieron la luz
y cantaron el feliz cumpleaños. Jungkook despertó y sonrió al ver la sorpresa.
Taehyung había planeado todo.

—Feliz cumpleaños lindo —dijo la madre de Taehyung mientras el sostenía el pastel,


lo abrazó y le besó la frente. Ella era como una madre para Jungkook. No como su
verdadera madre, ella se preocupaba mucho más que la bruja de su madre.

—Gracias enserio te agradezco todo lo que has hecho por mí —dijo con una sonrisa.

—De nada, eres parte de la familia Kookie —dijo con una sonrisa. —Dame el pastel
Taehyung, dejaré que felicites a tu novio —ellos se miraron y sonrieron
automáticamente. su madre tomó el pastel. —Los espero abajo.

—Gracias mamá —dijo Taehyung. Él se acercó a su novio y lo rodeó en un gran


abrazo. Cerraron los ojos, esos momentos debían sentirlos solamente. —Feliz
cumpleaños Kookie, solo quiero decirte que gracias por ser tú, gracias por darme una
oportunidad en tu vida luego de todo el tiempo, y gracias por ser mi maravilloso y
perfecto novio. Te amo —Jungkook sonrió, Taehyung lo miró a esos ojos marrones, le
besó la frente, la nariz y los labios. Se rieron mientras se besaban, y se volvieron a
abrazar.

—Gracias Hyung—susurró —Te amo, gracias por demostrarme que lo que realmente
necesitaba estuvo siempre aquí —Taehyung le sonrió. Le entregó el regalo. Jungkook
se mordió el labio nervioso. —¡No debiste!

—Sí debía. —dijo Taehyung. Miró ansioso a que sus manos abrieran la cajita. Entonces
fue cuando sacó la pulsera. Era de plata, y traía varios colgantes. Un corazón, una llave
de sol, un pequeño microfono, un angelito y lo que más resaltaba debido a que llevaba
un color azul verdoso perlado, eran dos letras unidas. “Una J y una T” Jungkook sonrió
con los ojos llorosos
—Amor es precioso. —Lo abrazó y lo besó, luego lo ayudó a ponerla en su brazo.
Ambos sonrieron. —Gracias. —Taehyung le sonrió.

—Bajemos, mamá quiere comer pastel junto a Yunho —ambos rieron. Se tomaron de
la mano y bajaron. Disfrutaron con la familia de Taehyung, todo parecía hermoso.
Taehyung amaba verlo feliz y sonreír, era como si todo dependiera de Jungkook. Nunca
creyó que podía querer tanto a alguien, siendo que era prácticamente un mocoso, pero
lo amaba, como nadie.

—Bien, lo hemos pasado genial, mañana podemos seguir celebrando —dijo la madre
de Taehyung divertida. —Buenas noches chicos.

—Buenas noches —dijo Yunho sonriendo.

—Buenas noches —dijeron Jungkook y Taehyung. Se pararon, se tomaron de la mano


y subieron a la habitación. Jungkook se tiró en la cama con una melodiosa risa,
Taehyung cerró la puerta mientras se quitaba la polera dispuesto a dormir, se quitó los
pantalones, siempre dormía desnudo, aunque claramente no era la ocasión, o al menos
parecía que no. Jungkook se levantó mientras se acercaba a Taehyung. Pasó sus dedos
con cuidado por los magullones del cuerpo de Taehyung.

—Te daré una camiseta para que duermas —dijo Taehyung mientras pasaba su mano
por la mejilla de Jungkook, él cerró los ojos. Lo detuvo antes de que diera un paso,
tomándole su brazo con firmeza. Taehyung lo miró algo confundido. —¿Qué pasa?

—Estoy listo Hyung —susurró mirando directamente a los ojos a Taehyung.


Capítulo 32
A Taehyung casi se le salieron los ojos al escucharlo. Sintió como su corazón se
aceleraba de manera casi inhumana, y la sangre le golpeaba las venas al correr de forma
acelerada. Sintió que se desmayaría, pero no, estaba solo nervioso. Lo miró de pies a
cabeza, Jungkook llevaba puesta una camiseta de él solamente, que le llegaba a la mitad
del muslo.

—Vamos Hyung, has estado con millones de chicas, no es como si no supieras que
hacer... ¿o es por que soy un chico? —dijo Jungkook.

—¡Realmente estoy sintiendo que no sé que hacer! —pensó Taehyung mientras lo


miraba con cautela.

—¿Estás bien? —preguntó Jungkook. Él asintió y le sonrió muy nervioso. Se acercó a


él, rodeó su cintura con sus brazos, y lo atrajo hacia él, dándole un abrazo y besándole
la frente. —Estás algo tenso —susurró Jungkook sensualmente en su oído. ¿Cómo es
que el estaba tan tranquilo? ¡Vamos! El era el primerizo, no él bueno el primero en
tener sexo. Tomó una gran bocanada de aire. Entonces lo miró a esos ojos marrones
que tanto le gustaban y se acercó con cuidado. Jungkook se puso de puntitas, para
alcanzarlo mejor, y juntaron sus labios. El sentía que su corazón saldría de su cuerpo
por lo fuerte que latía, estaba nervioso, pero no quería demostrarlo. Sus labios se
movían de forma lenta, disfrutando cada movimiento. Taehyung lo atrajo aún más
contra su cuerpo, ya no había espacio entre ellos. Jungkook puso sus manos a ambos
lados del rostro de su novio. Taehyung lo miró con una sonrisa nerviosa, mientras las
manos de Jungkook ahora le estaban sacando la polera que llevaba. Jungkook se
mordió el labio, mientras sus mejillas tomaban un color rosado, ante la mirada de
Taehyung que iba de pies a cabeza. Su ropa interior era bastante infantil, pero
Taehyung ni siquiera miraba eso, si no lo hermoso que era su novio. Miró sus piernas,
y las cicatrices de sus muslos. Se juro, por enésima vez, que no volvería a pasar por
alto algo así. Se acercó a él y nuevamente lo tomó por la cintura, y se besaron otra vez.
Caminaron hacia atrás sin dejar de besarse, y se rieron divertidos. Jungkook no dejaba
de besarlo, mordiéndole el labio inferior sensualmente. Taehyung sonrió, y comenzó a
besarle la mejilla, bajando hasta llegar a su cuello. Jungkook suspiró fuertemente, uno
de sus puntos débiles era el cuello. Taehyung besó suavemente la piel.

—No me vayas a dejar un chupetón Hyung —dijo Jungkook algo agitado.

—¿Por qué no? —preguntó Taehyung divertido. Entonces lo ignoró y succiono la piel
de su cuello y le dejó una leve marca, haciéndolo soltar un gemido.

—Babo~ —susurró. Entonces Taehyung mientras buscaba sus labios otra vez, lo
acorraló contra la pared, bajando sus manos lentamente por la piel de su abdomen, y
sus muslos, Taehyung se quitó la polera en un movimiento, mientras Jungkook lo
miraba con las mejillas rosadas.
—Cada vez que tienes las mejillas así, me vuelves loco —le susurró Taehyung
sensualmente en el oído. Le mordió suavemente el lóbulo de su oreja haciéndolo gemir.
Las pequeñas manos de Jungkook recorrieron el pecho desnudo de Taehyung. Se
besaron otra vez, sus pechos desnudos estaban juntos, cosa que comenzaba a
desesperarlo, quien a pesar de todo, estaba realmente nervioso y tenso, casi se sentía
torpe tocándolo, como si nunca hubiese hecho antes, claro no con un chico y temia
cometer un error. Lo hizo caminar hasta la cama, donde se recostaron con suavidad sin
dejar de mirarse a los ojos. Taehyung pasó sus manos por la curva de su cintura,
bajando lentamente hasta sus muslos, recorriendo su piel con la punta de sus dedos. Le
besó el cuello otra vez. —Te amo tanto pequeño —le susurró mientras comenzaba a
quitar la última prenda de su cuerpo. Jungkook ahora solo se dejaba llevar por las
sensaciones, por la pasión, y por el amor que sentía por Taehyung. Nunca se había
sentido así, el cuerpo le temblaba y se sentía terriblemente acalorado. Él buscó sus
labios otra vez, mientras Jungkook le quitaba el bóxer que llevaba y dejaba que su
mano recorriera la longitud de su miembro. Lo deseaba más que nunca, nunca había
deseado a alguien tanto como a él. ¿Cómo nunca se había dado cuenta que amaba a su
mejor amigo Kim Taehyung más que a nadie en el mundo? Taehyung volvió a besarlo,
mientras sus manos en los muslos de el separaban suavemente sus piernas. Jungkook
le besó la punta de la nariz con una traviesa y nerviosa sonrisa. Taehyung deslizó su
mano por sus piernas, acariciando las cicatrices de sus piernas.

—Recuerda que jamás te dejaré solo... —dijo Taehyung suavemente contra sus labios
—Nunca, nunca.

—Ahora lo tengo más que claro. —dijo Jungkook mientras enredó sus dedos en el
cabello de Taehyung y lo atrajo para besarlo, y con unos movimientos suaves lo giro,
hizo que el menor lamiera tres de sus dedos, y fue metiendo estos uno a uno hasta
encontrarlo más fácil para el, aproximó su miembro a la entrada de Jungkook,
adentrándose con lentitud. De pronto él se percató de que algunas lágrimas corrían por
sus mejillas de su novio.

—¿Amor? ¿Te he hecho daño? —preguntó asustado.

—No —dijo Jungkook. Entonces lo besó con toda la pasión del mundo. Sí le admitía
que estaba doliendo horrorosamente, él no querría seguir, pero Jimin le había asegurado
que solo era el dolor al principio, y pese a todo, se sentía maravillosamente bien, amaba
tanto a Taehyung que todo el resto de cosas no importaba. Taehyung espero por un
momento hasta que Jungkook le pidió que se moviese, entonces sus embestidas eran
lentas y suaves. Y como Yoongi le había dicho, el dolor desaparecía y lo reemplazaba
una nueva sensación, mejor que todas la que alguna vez había sentido. Cerró los ojos
mientras respiraba agitado, miró a su novio, sus ojos almendrados. No podía pensar en
alguien mejor que él. No podía concebir algún chico más perfecto. —Hyung... —
susurró agitado. Taehyung sonrió ampliamente y atrapó sus labios otra vez. Los labios
de Taehyung no dudaron en responder a los de Jungkook. Las manos de Taehyung
fueron a sus caderas, las sostuvo de una manera en la que podía profundizar sus
embestidas. —Mgh~ Taehyung. —Jungkook se sentía aún mejor que en su principio,
sobre todo cuando Taehyung tocó un punto en el que no sólo le hacía gemir, sino casi
gritar, aquello ya era un mar de emociones. El miembro de Taehyung chocaba
continuamente con este, Jungkook sólo quería que siguiera, no podría explicar que
tanto placer le invadía en ese momento. No podía pensar en nada más, no podía sentir
más. Las últimas embestidas de Taehyung fueron aún más profundas, Jungkook se
abrazaba a Taehyung. Sostuvo sus piernas mientras su clímax llegaba al igual que el
del menor. Jungkook sintió un calor quemarle el interior, pero era agradable, más que
eso, era perfecto habían llegado ambos a su clímax. Cayó sobre el pecho de Taehyung
luego de que este saliese de el, umbandose a un lado algo agitado. Un par de segundos
luego logró recobrar el aliento. Taehyung lo besó y se alejó un poco de él.

—¿Estás bien? —preguntó Taehyung luego de un rato abrazándolo contra él.

—Claro —dijo Jungkook aún con la respiración algo agitado.

—Te amo tanto pequeño —dijo Taehyung mirándolo a los ojos. Jungkook se perdió en
lo almendrados de sus ojos, quizás era una de las cosas que más le gustaban de
Taehyung, sus ojos almendrados. Aunque también amaba sus hoyuelos cuando sonreía,
y su sonrisa, siempre lo hacían sentir bien.

—Yo también te amo Hyung —dijo acomodándose sobre su pecho. —¿Estuve muy
mal? —preguntó mordiéndose el labio.

—Claro que no, estuviste perfecto —dijo Taehyung.

—Lo dices para hacerme sentir bien —dijo Jungkook frunciendo el ceño.

—No, para nada —dijo Taehyung —Créeme cuando te digo que has sido mucho mejor
que cualquier chica. Hay una gran diferencia, todas con las que he tenido sexo, a
ninguna la he querido, ni un cuarto, de todo lo que te quiero a ti Kookie. Realmente
esta fue como mi primera vez...

—Exageras —dijo Jungkook mientras depositaba un beso en el pecho desnudo de él.

—No, realmente esta fue la primera vez que hago el amor y aun mejor que con la
persona que mas amo tu Kookie mi mejor amigo. —dijo Taehyung besándole la
cabeza. —Lo otro es sexo sin sentimientos, no tienes idea como cambia cuando lo
haces con amor, es algo que le da toda la magia, es... dios, nunca me había sentido tan
bien. —admitió Taehyung.

—¿Enserio? —preguntó él acomodándose para mirarlo a los ojos.

—Claro que sí. —dijo Taehyung sonriendo. —¿Cómo te sentiste?

—Maravillosamente bien —dijo Jungkook mientras le quitaba el cabello de la frente a


su novio. Pequeñas gotitas de sudor decoraban la frente de Taehyung. No tenía idea el
porqué, pero se veía más hermoso que nunca. Lo abrazó con fuerza. Claramente nunca
se sentiría mejor con otro que no fuera él. Jungkook le tomó la mano y entrelazaron
sus dedos. —Eres mi mejor regalo de cumpleaños mi vida.

—Gracias —dijo Taehyung. —Te amo pequeño, ahora duerme, debes estar cansado.

—Un poco, tú también debes estarlo, además, los moretones se notan más —dijo
Jungkook pasando la mano por debajo del ojo de Taehyung. Él se sobresaltó —Perdón.

—No te preocupes, realmente ahora me acabas de recordar que me habían golpeado.


—dijo Taehyung riéndose.

Jungkook volteó, lista para dormir. Taehyung lo abrazó por la cintura, pegándola a su
cuerpo.

—Buenas noches Hyung —dijo Jungkook —Te amo, gracias por todo.

—Buenas noches mi hermoso Kookie —susurró Taehyung en su oído —Te amo


muchísimo precioso. Gracias por hacerme feliz.

Entonces ambos cerraron los ojos para caer en un dulce sueño. Podrían perfectamente
agregar esa noche a la lista de las mejores noches de su vida, probablemente tendría el
primer lugar.
Capítulo 33
Los rayos del ardiente sol se colaban por la ventana de la habitación de Taehyung. El
ambiente era silencioso, solo las respiraciones de dos personas rompían el silencio.
Taehyung comenzaba a despertar, abrió los ojos y luego los cerró sin poder
acostumbrarse a la luz. Pestañeó varias veces y por fin pudo ver claramente. Una
respiración tranquila, que no era la suya, lo distrajo. Entonces recordó la maravillosa
noche que habían tenido. Sonrió satisfecho, le parecía realmente genial que las cosas
fueran tan perfectas, era como sí alguien hubiese escuchado todos sus deseos y los
estuviese haciendo realidad.

Por su parte, Jungkook había despertado casi al mismo tiempo, pero prefería quedarse
descansando sobre el pecho de su novio, escuchando sus latidos y su respiración
tranquilo. Le había parecido que todo era perfecto cuando estaba con él, todo cambiaba,
hasta él. Se transformaba en un nuevo Jungkook. Sonrió, al sentir los dedos de
Taehyung hacer círculos en su espalda desnudo. Suspiró largamente mientras buscaba
la mano de su novio para tomarla. Solo hasta que entrelazó sus dedos con los de
Taehyung, el se percató de que Jungkook había despertado.

—Buenos días Kookie —susurró Taehyung. Jungkook se incorporó y lo miró. Esos


ojos almendrados que tanto amaba, lo miraban con ternura y cariño.

—Buenos días mi vida —susurró dándole un beso corto en los labios.

—¿Dormiste bien? —preguntó Taehyung mientras observaba cada una de sus


facciones.

—Claro que sí, tuve la mejor noche de mi vida —dijo sonriendo —Y el mejor regalo
de cumpleaños. —ambos se sonrieron y por un momento, el tiempo se paró. Taehyung
lo abrazó mientras ambos reían. Lucían felices, completos.

—Me pondré la ropa para dormir, no quiero que tu madre se encuentre con ambos sin
ropa aquí —dijo Jungkook con una coqueta sonrisa. Se levantó, algo tímida frente a la
mirada de Taehyung, que recorría su cuerpo. Ese maravilloso cuerpo que ahora era de
él, y de nadie más. Sonrió por inercia. Jungkook se puso una camiseta de Taehyung,
que le llegaba hasta los muslos. Taehyung sonrió, se veía extremadamente sensual así.
Luego de eso, se puso su ropa interior y un short deportivo de la hermana de Taehyung.
Taehyung mientras tanto se puso sus bóxers. Jungkook se lanzó sobre Taehyung,
sentada sobre él.

—Con que sigas ahí arriba, no respondo —Jungkook lo miró confundido –Estás
jodidamente sensual y sentada sobre mi amiguito.

—¡Lo siento! —dijo Jungkook sentándose más cerca de su estómago. Se sonrieron otra
vez.
—Podría violarte ahora mismo, pero mamá aparecerá en cualquier momento para decir
buenos días —Jungkook sonrió mordiéndose el labio. Taehyung pasó sus manos por
los muslos de Jungkook, él sintió escalofríos ante los toques de las suaves manos de
Taehyung.

—Creo que no opondría resistencia —dijo él sensualmente. Taehyung suspiró y se rio,


entonces tocaron la puerta. Jungkook se bajo de Taehyung y se sentó con las piernas
cruzadas, mientras Taehyung decía “pase”.

—¡Buenos días chicos! —dijo su madre animada —¿Durmieron bien?

—Claro —dijo Taehyung sonriendo, mientras disimuladamente le daba un pellizco a


Jungkook, quien evitó sonreír.

—¡Que bien! —exclamó su madre —El desayuno está listo, así que bajen, no importa
que lleven pijama —dijo guiñándoles un ojos. Ambos asintieron con una enorme
sonrisa. Se tomaron de la mano y bajaron, allí estaba su madre y Yunho charlando
animados. Taehyung le corrió la silla a Jungkook caballeroso, para que se sentara. El
le sonrió. Tomaron desayuno, mientras hablaban de lo que harían.

—Ese tipo supo golpearte, al parecer tendré que darte clases de boxeo —dijo Yunho
divertido. Taehyung rio. En su rostro aparecían mas claramente los indicios de la
golpiza. Su ojo comenzaba a tomar un color morado oscuro, sus labios tenían dos
cortes, y su frente lucía zonas rojizas e inflamadas.

—Amor, hoy deberé ponerte hielo otra vez —dijo mirándole la frente.

—Pasará, no te preocupes —dijo Taehyung besándole la frente.

Terminaron de comer, Taehyung se dio una rápida ducha y se vistió, para luego
acompañar a Jungkook a su casa a cambiarse. Jungkook se duchó rápido y salió, ni
siquiera vio a su madre, probablemente se olvidara de su cumpleaños. Taehyung lo
llevó a tomar un helado primero, luego se juntaron con Jimin y Yoongi quienes le
cantaron cumpleaños en la calle, mientras sus mejillas mostraban un intenso color rojo.
Luego de eso, fueron todos a casa de Jimin porque el había olvidado el regalo de
Jungkook. Se rieron todo el camino por las bromas de Yoongi, quien le juraba amor a
Taehyung y le tomaba la mano, avergonzándolo en la calle.

En casa de Jimin, estaban todos los chicos y sus novias, algo así como una reunión
sorpresa. Lo felicitaron y le dieron regalos, Jungkook se sentía pleno y lleno, prefería
estar con sus amigos y disfrutar la velada, a pensar en su madre y en su estúpido novio,
quien no le daba muy buena espina. Las razones eran esas miradas misteriosas que le
lanzaba, como si la desnudara con la mirada, lo ponían nervioso y le daba miedo. No
había querido comentarle a Taehyung, no quería preocuparlo, pero realmente estaba un
poco asustado.
—¿Te gusto la sorpresa cariño? —preguntó su novio cuando la acorraló contra la pared.
Jungkook sonrió coqueto.

—Por supuesto mi amor —susurró él sobre sus labios —Eres el mejor novio del
mundo, te amo —se abrazaron con fuerza. En la mesa, Sungjong y Namjoon
observaban la escena, miraban felices a su mejor amigo, quien se veía tan feliz.

—Le ha hecho genial ese chico —comentó Sungjong

—Claro, Taehyung está enamorado de el, se nota mucho —dijo Namjoon. Soyou, su
novia, se acercó a él y lo rodeó con sus brazos, sentándose sobre sus piernas.

—No los miren tanto, metiches —dijo bromeando.

—Solo charlábamos acerca de lo feliz que se ve Taehyung. —comentó Sungjong

—El lo ha cambiado, y eso que llevan poquísimo. —dijo sonriendo.

—A todo esto… ¿Qué rayos le sucedió a Taehyung en la cara? —preguntó Namjoon


arqueando una ceja.

—Tuvieron una pelea con Taeyang, lo golpeó duro —dijo Sungjong

—Si lo encuentro por la calle, le romperé su bocota —musitó Namjoon frunciendo el


ceño.

—Eres un rudo sensual —le susurró Soyou al oído. El sonrió coqueto y atrapó los
labios de la chica mientras ella ponía su mano en el pecho del muchacho.

—Wooyoung amor, ven acá, estos me dan envidia —dijo Sungong divertido.
Wooyoung se acercó a él y también se sentó en sus piernas y le dio un beso. Él sonrió
al igual que Sungjong.

—¿Dónde está Hoseok? —preguntó Yoongi mientras se acercaba de la mano con


Jimin.

—No lo sé, quizás se encerró en una habitación con Hyorin —dijo Namjoon. Todos
rieron.

La tarde se fue volando, se divirtieron bastante, sobre todo Jungkook, quien sonreía
completamente feliz. Alrededor de las ocho, se despidieron, mientras Taehyung
tomaba de la mano a su novio, y en la otra sostenía una bolsa con algunos regalos de
sus nuevos amigos.

—¿Lo pasaste bien? —preguntó Taehyung

—Sí amor, fue genial —dijo Jungkook con una enorme sonrisa
—Que bien, me gusta verte feliz —dijo Taehyung mientras la detenía en medio del
lugar para darle un beso. Siguieron caminando. Ambos sonreían, y el silencio no se
hacía incómodo. Hasta ese momento, todo era perfecto.
Capítulo 34
El día llegó, el baile de fin de curso. Todos estaban emocionados, ahora más que nunca,
después de todo, era el fin de la secundaria, y de absolutamente toda la época escolar
simple. Ahora el futuro se les venía encima, y por lo menos, planeaban pasarla bien
antes de tener que tomar decisiones.

Taehyung se estaba duchando, mientras cantaba un tema de BTS, una de su bandas


favoritas. Tenía gran habilidad para el canto, pero no le gustaba cantar en público. Ni
siquiera a Jungkook solía cantarle. Quizás hoy era el día, le cantaría, después de todo,
el ambiente lo llevaría a hacer alguna locura por el.

Mientras tanto Jungkook se arreglaba el cabello. Levantó la mirada, y decidió que tenía
que lavarse la cara. Los rastros de llanto seguían allí. Suspiró, se mojó la cara y se secó
con la toalla. Se puso otra vez frente al espejo, terminó de arreglarse el cabello, se sacó
la bata, dejando ver su cuerpo semidesnudo en el espejo. Sonrió débilmente al ver una
marca en su cuello, mataría a Taehyung, tendría que ponerse maquillaje para que no se
notase. Se maquilló un poco, borrando las ojeras y haciendo parecer que nada le
sucedía. Se puso un pantalón formal pero algo ajustado y una camisa azul oscuro,
Taehyung lo miraría con cara de pervertido cuando lo viese, estaba seguro. Se puso sus
zapatos haciendo notar sus sexys piernas, y terminó los últimos detalles. Taehyung
vendría por el en quince minutos. Se dio una última mirada, se puso su pulsera favorita,
aquella que Taehyung le dio. Y finalmente, bajó.

Su madre estaba allí, lo observó de pies a cabeza y sonrió. Seungjong, sonrió también,
aunque a Jungkook le dio miedo la sonrisa maléfica. Lo odiaba, no quería mirarlo a los
ojos.

Taehyung tocó la bocina, mientras se borraba el beso de su madre de la mejilla. Bajó


del auto, y se apoyó en él, luego nervioso, volteó a darse otra mirada. Se acomodó la
corbata, que necesariamente tenía que ser roja, a petición de Jungkook. Sonrió
nervioso, entonces la puerta de la casa se abrió.

Si no fuese porque la mandíbula de Taehyung estaba adherida al resto de huesos de su


cara, se abría caído. Estaba hermoso, no, más que eso, estaba jodidamente sexy y
precioso, el solo verlo lo hacía pensar cosas indebidas. Tomó una bocanada de aire, y
suspiró. Llevaba un pantalón en negro con detalles góticos rojos era ajustado, muy
ajustado y dejaba ver sus piernas, era fantástico. Sus ojos estaban maquillados
enmarcaban sus ojos, más el delineador en negro que le daba una mirada intensa. Sus
mejillas levemente sonrojadas, y la mejor parte. Sus tentadores y finos labios.
Jungkoook sonrió tímidamente, mientras Taehyung se lo comía con la mirada.

—Estás... —no tenía palabras para describir lo perfecto que se veía —¡Oh! No sé que
decir.
—¿Estoy bien? —preguntó el mordiéndose el labio. Taehyung evitó mirar sus labios
demasiado.

—Estás... oh dios, jodidamente sexy y perfecto, mi amor —dijo besando su frente. Le


abrió la puerta del copiloto, y le dio la mano para que subiera. El sonrió coqueto.
Taehyung saludó con la mano a la madre de Jungkook y a su novio. Subió y encendió
el auto. —Ponte el cinturón —susurró Taehyung. Jungkook asintió y se lo puso.
Taehyung manejó hasta el gran gimnasio perfectamente decorado de la secundaria. Lo
ayudó a bajar, tomándole la mano. Él le sonrió.

Entraron tomados de la mano, Taehyung sonreía con suficiencia. El lugar estaba


maravilloso, parecía un local nocturno sofisticado, iluminado a la perfección. Era
hermoso contemplarlo.

—¿Listo para una noche inolvidable? —preguntó Taehyung mientras lo tomaba por la
cintura.

—Claro que sí —dijo él sonriéndole. Pasó sus brazos por el cuello de su novio —Esta
vez, sin interrupciones, serán nuestra noche —susurró Jungkook coquetamente sobre
sus labios. Le dio un suave beso.

—Te amo precioso —dijo Taehyung abrazándolo con fuerza —Nunca lo olvides ¿sí?

—Nunca lo haré —dijo Jungkook con un poco de melancólico.

—¿Pasa algo? —preguntó Taehyung mirándolo fijamente. Jungkook miró esos ojos
almendrados que lo habían enamorado. Sintió un enorme nudo en la garganta.

—No mi amor, no pasa nada —dijo Jungkook con una sonrisa. Taehyung sonrió y le
tomó la mano, mientras se acercaban a donde había más gente, allí estaba Yoongi y
Jimin. Les sonrieron y Se abrazaron.

—¿Puedes creer que la secundaria se va? —preguntó Jimin con emoción —¡No puedo
creerlo!

—Yo tampoco —dijo Yoongi con una sonrisa

—Tú ya acabaste la secundaria —dijo Jungkook arqueando una ceja cuando miró a
Jimin.

—Tengo mis trucos —dijo Yoongi divertido. Los cuatro rieron

—¿Dónde están los chicos? —preguntó Taehyung mientras le echaba una mirada a su
reloj.

—Hoseok y Hyorin están por allá —dijo indicando la mesa del ponche y la comida —
Ya sabes... es Hoseok. —rieron. —Sungjong y Woohyun están bailando por allá —
indicó la pista de baile, Woohyun lo tenía tomado de la cintura, y se sonreían, como
tontos enamorados. —Y Namjoon con Soyou no han llegado aún.

—¿Quieres beber algo o vamos a bailar? —preguntó Taehyung a Jungkook.

—Vamos a bailar, quiero que pasemos una noche extraordinaria —dijo el mientras le
tomaba la mano. Taehyung sonrió, y caminaron hasta la pista de baile. La música pop
y electrónica los mantuvo entretenidos alrededor de una hora, luego algunos bailes mas
atrevidos, en el que Taehyung tenía que tomar aire para no desnudarlo ahí mismo.

Fueron a tomar algo de ponche. Se encontraron con Namjoon y Soyou, quienes lucían
estupendo. Namjoon se veía tan sensual como es característico de él, y Soyou llevaba
un vestido negro atrevido. Sonreían, mientras Namjoon llevaba por la cintura a su
novia. Taehyung y Jungkook bebieron, no demasiado, ambos querían pasar una noche
perfecta, y recordarla el resto de sus vidas. Pasaron algunas horas de música y baile,
Jungkook ya estaba cansado. Le había pedido a Taehyung que se sentaran. Aunque en
ese instante todo paró y la gente se susurraba cosas.

El DJ tomó el micrófono y paró la música. Todos lo miraron atento

—Bien chicos y chicas, son pasada la una de la madrugada, y es hora de un par de


lentos. Para enamorarse por última vez en la secundaria —dijo el muchacho con una
sonrisa.

Taehyung miró a Jungkook con una coqueta sonrisa, Jungkook aceptó, era lo que
habían esperado

Taehyung lo tomó por la cintura, mientras la música a su alrededor los llenaba. Las
luces bajaron. Jungkook posó sus brazos alrededor del cuello de Taehyung, sin dejar
de mirarse, y se balancearon suavemente al ritmo de la música. Taehyung suspiró,
mientras lo apegaba más a su cuerpo. Jungkook sentía un enorme nudo en la garganta,
por fin, todo parecía perfecto. Los ojos de Taehyung brillaban demostrando lo
emocionado que estaba respecto al baile. Todo parecía más bello. Todo había cambiado
desde que decidieron darse esa oportunidad. Jungkook sonreía mientras lo miraba con
toda la ternura del mundo. Taehyung lo abrazó contra él, mientras le cantaba la canción
al oído.

Puedo verte a ti
Sólo puedo verte a ti
Mira, soy justo con todos pero contigo
Ahora no puedo vivir un día sin ti, por favor

Abrázame fuerte, abrázame


Puedes confiar en mi, puedes confiar en mi
Puedes confiar en mi
Llévame tiesamente
Abrázame fuerte, abrázame
Puedes confiar en mi, puedes confiar en mi
Por favor, por favor, por favor tómame y abrázame

Jungkook sintió un escalofrío recorrer su espalda, mientras cerraba los ojos. Él abrazo
de Taehyung era protector, como si jamás quisiera dejarlo ir. Jungkook le pertenecía,
y nunca lo dejaría ir. Se separaron y se miraron a los ojos otra vez, era una conexión,
era mágico lo que sentían con solo mirarse. Taehyung pasó su mano por su mejilla, con
delicadeza, mientras Jungkook cerraba los ojos. Le tomó la mano y el dio una vuelta
mientras bailaban, el volvió a tomarlo por la cintura. No pudo evitar que las lágrimas
cayeran por su rostro, aunque le arruinaran el perfecto maquillaje. Lo amaba, ¡Dios
como lo amaba!, sentir su mano sobre la de él, mientras bailaban, era un sueño. Amaba
cada parte de él, su personalidad, sus risas, sus llantos, absolutamente todo. Jungkoo le
tocó la frente con cuidado, pasando por su ojo ya más sano, por sus labios, esos que
amaba besar. Se abrazaron, mientras bailaban. Él pasó su mano por sus brazos, hasta
tomar otra vez sus manos. Jungkook pasó la mano por los cabellos de Taehyung,
mientras lo acercaba a el. Se miraron embobados, mientras se acercaban. Cerraron los
ojos sintiendo la respiración del otro en sus labios. Sus labios hicieron presión.
Jungkook lo apegó más a su cuerpo, mientras enredaba los cabellos de Taehyung en
sus dedos. Movían sus bocas lentamente, realmente estaban en su propio mundo.
Nadie, absolutamente nadie, importaba. Jungkook seguía llorando, de la emoción y del
dolor que estaba escondiendo por Taehyung. Trató de no pensar en ello, le dolía
demasiado. Se aferró más a el mientras se besaban con tanto amor, con tanta pasión.
Se separaron un poco.

—Estoy tan enamorado de ti mi vida —le dijo Taehyung —Eres lo mas hermoso del
mundo. No quiero dejarte ir, jamás. —Taehyung le limpió las lágrimas que corrían por
sus mejillas. —No llores amor.

—Te amo Kim Taehyung, te amo —lo besó otra vez, hasta que la canción se acabó. Se
besaron una vez más. Entonces la música cambió otra vez a algo más movido.
Taehyung lo tomó de la mano y lo llevó fuera del gimnasio. Las estrellas brillaban, la
luna relucía más que nunca. Jungkook se sentó en un escalón que daba a algunas
oficinas, y lo hizo sentarse sobre sus piernas. Le tomó las manos.

—Cantas hermoso Hyung, no sé como no cantas más seguido para mí —dijo Jungkook
mientras limpiaba sus mejillas.

—Me avergonzaba un poco —admitió el mientras rodeaba la cintura de Jungkook con


las manos. —Pero ahora hago todo lo que me pidas.

—Deja de ser tan perfecto, cariño —dijo Jungkook apoyando su cabeza en el hombro
de Taehyung.

—No soy perfecto —dijo Taehyung.

—Sí, lo eres, eres perfecto para mí —dijo Jungkook abrazándose a él.


—Eso me gusta más —admitió Taehyung. —Te amo Kookie.

—Te amo, Hyung —dijo Jungkook.

Se abrazaron, y al cabo de un rato, entraron otra vez a disfrutar con sus amigos.
Capítulo 35
Los pies lo estaban matando cuando llegó a su hogar luego de un hermoso baile. Se
sacó las botas para entrar a su casa, sigilosamente. Eran las cinco de la mañana. Entró
muy silencioso y cerró la puerta. Cuando iba a subir las escaleras, alguien le tomó el
brazo. Volteó bruscamente, y vio a alguien parado junto a él y algo lo golpeó en la
boca.

~•~•~

Taehyung se tiró en la cama con una sonrisa imborrable. Aún sentía el perfume de su
novio en su cuerpo. Todo, absolutamente todo había sido tan perfecto como siempre
soñó. Estaba enamorado, totalmente enamorado de Jungkook. Era algo inexplicable.
Ese tipo de cosas que no tienes descripción, solo son por sí solas. Miró el traje que
había doblado con cuidado, y sonrió otra vez. Todo parecía perfecto, todo era perfecto.
Era capaz de proyectar su vida con el, aunque sonara algo loco, el quería estar con
Jungkook para toda la vida. Cerró los ojos, dejando fluir su imaginación. Imaginaba si
algún día vivirían juntos. Cuando eran pequeños habían prometido vivir juntos, aunque
nunca como pareja, nunca lo habían imaginado. Ahora todo era diferente. Entrarían a
estudiar, y conseguirían un apartamento juntos si iban a la misma universidad. Si así
fuera, Jungkook elegiría, siempre le negaba a Taehyung elegir las cosas que tuvieran
que ver con decoración y todo eso. Como cuando armaban los árboles de navidad
juntos. Jungkook acaparaba todo el trabajo. Sonrió por inercia. Imaginó verlo despertar
a su lado cada mañana, prepararle el desayuno, o probablemente lo haría el, no le
gustaba como Taehyung cocinaba. Siempre terminaba encontrándole algún detalle a la
comida. Lo imaginó terminando la universidad y él ahí, felicitándolo, besándolo y
diciéndole lo orgulloso que estaba. Imaginó cuando le pidiera matrimonio, eso era un
anhelo.Verlo llegando al altar, luego de tantos años. Diciéndole que sí, ellos besándose.
Sabía que no sería fácil, y que pelearían demasiado, Jungkook era muy terco, y él era
peor.

La última imagen que vino a su cabeza provocó su corazón acelerarse. Jungkook


sonriéndole, pero de otra forma, convertido en su hermoso esposo, y con un hijo.
¿Tendrían alguna vez hijos? ¿Ellos podrían? Si, esperaba que sí, estaría encantado de
tener pequeños niños como él, corriendo en una hermosa casa. El sueño de todo
enamorado. Esperaba que se cumpliera, realmente lo quería. Finalmente, se quedó
dormido con aquellas imágenes.

A la mañana siguiente, despertó alrededor de las 3 de la tarde. Estaba exhausto aún,


pero su madre amablemente se encargó de llevarle el desayuno a la cama. Le contó
todo, y lo enamorado que estaba. Hablaron mucho del tema, AhYoung se sentía
orgullosa de su hijo, era todo un hombre enamorado y eso la hacía extremadamente
feliz.

Taehyung se dio una ducha, y luego de eso fue a buscar a jungkook, pero antes de tocar
el timbre, su celular sonó.
—¿Sí?

—Hey Taehyung, Hoseok y yo estamos en el bowling, y Sungjong con Yoongi vienen


en camino. Tarde de chicos ¿Te anotas? —la voz emocionada de su amigo Namjoon
lo hizo sonreír.

—Claro hermano, voy en camino —cortó el teléfono, dio una mirada a la casa de
Jungkook y fue a buscar su auto.

Llegó al bowling, Namjoon se estaba burlando de Yoongi porque había hecho más
puntos, Hoseok y Sungjong discutían por quien anotaba los puntos.

—¡Llegó el Principe Tigre! —gritó Yoongi.

—Hey —dijo Taehyung

—¿Jungkook te soltó por fin? —preguntó Namjoon divertido mientras le palmeaba el


hombro.

—No lo he visto desde que lo dejé en su casa, no soy como tú Hyung —ambos rieron.

—Namjoon, a veces creo que eres un ninfómano —dijo Hoseok divertido

—Ajá, no te hagas el idiota, estoy seguro que ya no duermes tanto desde que estás con
Hyorin —dijo Namjoon burlón.

—Namjoon, lo tuyo es grave —dijo Yoongi divertido —Cada vez que te llamo suenas
como si hubieses corrido una maratón, y siempre la voz de Soyou de fondo.

—Exagerado —dijo Namjoon sonrojándose. Taehyung fue a tomar un bolo, se puso en


posición, y lo lanzó. Le dio a todos los palitroques.

—¡Tomen esa inútiles! —dijo con una satisfecha sonrisa

—Golpe de suerte, idiota —dijo Namjoon arqueando una ceja.

—Abran paso, que el señor Sungjong les mostrará como se hace —dijo Sungjong
tomando un bolo. Lo tiró, pero un palitroque no quiso caer. —casi. —musitó enfadado.

—Sigo ganándote Sungjong —dijo Taehyung con una sonrisa

—El elfo de la suerte ganará chicos —dijo Yoongi mientras lanzaba el bolo. Le dio a
absolutamente todos los palitroques —¡Así se hace!

—Pura suerte —dijo Sungjong rodando los ojos.


—Me toca —dijo Yoongi

Así que la tarde se les hizo muy tranquila. Luego de eso, fueron a casa de Namjoon y
tomaron unas cervezas, Taehyung casi ni tomo porque manejaría. Así que alrededor de
las siete de la tarde estacionó su auto en la casa, y decidió ir a ver a Jungkook.

Tocó el timbre, y le abrió el padrastro de Jungkook.

—Buenas tardes —dijo Taehyung —¿Se encuentra Jungkook?

—No, no está, y no vuelve hasta tarde —dijo el hombre de forma brusca —Adiós.

Cerró la puerta. Taehyung arqueó una ceja. ¿Qué le sucedía al hombre ese?

Llegó a casa y se dispuso a jugar un videojuego. Aunque en su mente divagaba por qué
no le habría avisado que no iba a estar, si supuestamente se verían más tarde. Ahora
que se percataba, ese hombre no le daba buena espina. Decidió ir a llamarlo por
teléfono. Marcó su número, una, dos y tres veces y nadie contestó. Supuso que
realmente estaría ocupado, y tampoco quería ser muy obsesivo, no quería que el
terminara por hartarse. Tomó su guitarra y tocó algunas cosas sin sentido. Yoongi le
había estado dando algunas clases de guitarra, y aprendía bastante rápido.

Miró la hora, eran las diez y media, probablemente Jungkook habría llegado. Salió de
su casa, y caminó hasta su casa. Tocó el timbre, y le abrió justamente el.

Pero algo estaba diferente, él no lucía su alegría de siempre, le besó cortamente los
labios sin decir absolutamente nada.

—¿Pasa algo? —preguntó Taehyung tomando su mentón y mirándolo a los ojos. Él


tenía los ojos llorosos.

—No, estoy bien —musitó Jungkook. Taehyung lo tomó de la cintura y lo abrazó


contra su cuerpo. Jungkook intentó evitar llorar a toda costa. Respiró pesadamente
mientras abrazaba a su novio. No quería soltarlo, mantendría ese momento para
siempre.

—¿Vienes a mi casa? —Jungkook asintió. Cerró la puerta, tomó la mano de Taehyung


y fueron hasta su casa.

Taehyung notaba que algo sucedía, Jungkook normalmente le hablaba y le contaba


acerca de su día, o de cualquier cosa. Pero estaba ido, no parecía él.
Capítulo 36
Un par de días después, las cosas entre ellos no iban del todo bien. No había peleas o
motivos de disgusto, solamente era Jungkook. Estaba muy diferente, y Taehyung se
daba cuenta de que algo pasaba. No era su Jungkook, no hablaba, casi ni lo besaba, y
prácticamente hablaba solo cuando intentaba conversar con el acerca de algo.

—Kookie vamos, algo te sucede... —dijo Taehyung mientras se sentaban en la cama.

—Nada Hyung, estoy cansado, solo eso —dijo Jungkook susurró.

Taehyung suspiró, esa era su respuesta para todo últimamente. Y sabía que no era eso,
pero no encontraba la forma de hacerlo admitir lo que le pasaba.

¿Qué acaso no confiaba en él?

Se comenzaba a hacer esa clase de preguntas, solamente quería ayudarlo, pero él no


respondía, él solo seguía ignorándolo.

—¿Confias en mí? —preguntó Taehyung mientras su mano recorría el cabello de


Kookie.

—Claro que sí —dijo Jungkook mientras miraba al suelo.

Taehyung puso su mano en su mejilla.

—Entonces dime que sucede. —dijo Taehyung mientras le levantaba el rostro para que
sus miradas se encontraran. Sus ojos marrones no lucían como siempre, estaban
opacos. Y el comenzaba a asustarse.

Lo amaba, y necesitaba protegerlo, pero Jungkook estaba haciendo una pared


imaginaria contra todo el mundo, escondiéndose y no dejando a la gente que lo amaba
entrar.

—¿Cuántas veces quieres que te diga que nada? —dijo Jungkook molesto.

—No sé, las que sean necesarias para que termines contándome la verdad —musitó
Taehyung también molesto —Se supone que confías en mí.

—Confío en ti, y te digo, no me sucede absolutamente nada —dijo Jungkook con tono
seco.

—Mentiroso —acusó Taehyung —¿Acaso quieres terminar conmigo? Si quieres poner


en práctica toda esa mierda de la distancia antes de terminar, solo dímelo enseguida.
—No quiero terminar contigo, solo estoy cansado y algo estresado ¿no puedo tener un
par de días sin estar saltando de alegría? —preguntó Jungkook irónicamente.

—No quiero que la distancia comience a hacer efecto —dijo Taehyung relajando un
poco el tono. —Te amo, y realmente quiero que esto funcione —susurró. Se miraron a
los ojos, entonces Taehyung se acercó a él y le dio un beso.

Jungkook lo respondió, movieron sus labios con suavidad, disfrutando los segundos,
disfrutándose el uno con el otro. Taehyung se movió un poco para besarlo con más
intensidad, sintiendo como el corazón comenzaba a latirle aceleradamente, sintiendo la
sangre comenzar a correr por sus venas. Les comenzaba a faltar el aire, entonces
Taehyung lo empujó con cuidado dejándolo recostado sobre la cama. Se acomodó
sobre él mientras seguía besándolo.

Jungkook enredo sus dedos en el cabello de Taehyung, acercándolo más a él. Taehyung
metió sus manos bajo su camiseta, acariciando su piel, mientras le besaba el cuello.

—Te amo demasiado, no te alejes de mí —le susurró Taehyung con la voz más ronca
en el oído.

Jungkook cerró los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo ante la sensualidad
de su voz. Taehyung se quitó la camisa que llevaba, y volvió a besarlo. Jungkook lo
ayudó también a quitarse su camiseta, para atacar sus labios otra vez. Le costaba
respirar, sus pulmones exigían aún más aire, pero no podía separar sus labios de los de
él. La poca cordura iba desapareciendo a cada movimiento de sus bocas. Entonces la
mano de Taehyung bajó hasta su vientre, y comenzó a meterla por el pantalón de él.
Fue cuando Jungkook lanzó un grito y le dio un empujón a Taehyung.

—¡No me toques! —le gritó cubriéndose. Taehyung lo miró confundido, no entendía


que había pasado.

—¿Qué pasó? ¿Qué hice mal? —preguntó Taehyung mientras se acercaba a él.

—¡Aléjate de mí! —chilló Jungkook poniéndose su ropa. Taehyung le tomó el brazo


cuando se paró, dispuesto a irse. —¡suéltame! —le gritó desesperado. Taehyung lo
soltó y Jungkook corrió para irse.

Y dejó a Taehyung confuso, con mil preguntas en la cabeza. Se sentía mal, y no sabía
precisamente si era el culpable o no. No sabía que había hecho mal, no tenía idea que
estaba sucediendo y comenzaba a preocuparse más de la cuenta. La actitud de su novio
le estaba preocupando ya demasiado. Se puso su camisa, fue al baño a mojarse la cara,
y decidió ir a hablar con Jimin.

Taehyung caminó hasta su casa, quedaba un poco lejos, pero luego de unos largos
minutos, tocó el timbre, y le abrió la puerta su mejor amigo.
—¿Yoongi? —preguntó arqueando una ceja. Su amigo venía algo despeinado y
sudaba. —No quiero imaginarme que hacías —frunció el ceño e hizo una divertida
mueca de asco. Yoongi sonrió —¿Está Jimin?

—¿Y tú para qué quieres a mi novio? —dijo Yoongi arqueando una ceja.

—Para llevármelo y besarlo —dijo Taehyung irónico rodando los ojos. Ambos rieron
—Necesito hablar con él. —Yoongi asintió y lo hizo pasar. Entró, se sentó en el sofá,
Yoongi llamó a Jimin.

—Hola Taehyung—dijo Jimin alegre. Le dio un beso en la mejilla. Taehyung sonrió


débilmente. Se sentaron Jimin y Yoongi junto a él. —¿Pasa algo?

—Yo... necesitaba hablar contigo —musitó —Es sobre... Jungkook

—¿Qué ha pasado Taehyung? —preguntó Jimin

—El... actua tan extraño —comenzó Taehyung —Es como si... quisiera terminar
conmigo, aunque asegura que no, pero casi ni me habla, a veces llora sin razón... —
Jimin miró al suelo dando un suspiro. Yoongi escuchaba atento a su mejor amigo, quien
lucía bastante afligido. —Es tan extraño, hoy... estábamos en mi habitación,
besándonos... todo subió un poco de tono, y de un momento a otro él gritó que lo
soltara. —Jimin frunció el ceño —Gritó que no lo volviera a tocar y se fue corriendo,
quedé como un idiota viéndolo irse. Ninguna explicación, nada.

—Si he notado su comportamiento —admitió Jimin. —Pero debo admitir que no tengo
idea que sucede.

Yoongi estaba callado. Le preocupaba un poco la situación, Taehyung estaba afligido.


Sabía que estaba enamorado de Jungkook, y que cualquier cosa podría herirlo. Le
preocupaba su mejor amigo. Jungkook era un buen chico, y no estaba actuando así sin
algún motivo, o algo que le estuviese sucediendo. Pero la pregunta era ¿qué rayos
sucedía?

—He intentado preguntarle... ¡ni te imaginas cuantas veces! —dijo Taehyung mientras
su mano pasaba por sus cabellos, estaba nervioso. —Hoy discutimos, porque le dije
que no confiaba en mí, pero aún así él dijo que no sucedía nada.

—Yo también le he preguntado, y siempre responde "estoy cansado" —dijo Jimin,


Yoongi tomó su mano, y le dio un cariñoso apretón, dándole ánimo. Él le sonrió
débilmente —Me preocupa, es mi mejor amigo, y es obvio que algo sucede. —
Taehyung asintió

—Todo comenzó a cambiar luego del baile ¿Sabes? —Taehyung recordó a su novio
algo diferente ese día, pero nada muy preocupante. Los días siguientes a eso, se había
notado un brusco cambio en su personalidad. Extrañaba a su Kookie, el Jungkook
cariñoso, tierno, sonriente y divertido.
¿Qué le estaba pasando? Estaba con el ánimo por los suelos.

—Tranquilo Taehyung... debemos averiguar que sucede, te aseguro que las cosas
estarán mejor —dijo Jimin palmeándole el hombro cariñosamente. Taehyung sonrió
débilmente.

—Eso espero Jimin... —dijo Taehyung mientras miraba a su amigo y a su mejor amigo.
Capítulo 37
Taehyung miraba atento la hoja sobre la que estaba escribiendo. La solicitud a la
universidad le pedía una serie de datos, y cuando se desconcentraba, podía poner
cualquier estupidez. Jungkook estaba junto a él, callado como le era habitual estos días.

—Fecha de nacimiento —musitó Taehyung.

—No puedes olvidar tu fecha de nacimiento —dijo Jungkook rodando los ojos.

—30 de diciembre de… —Taehyung mordió el lápiz.

—1995 —dijo Jungkook riéndose suavemente

—Exacto —dijo Taehyung riéndose. Le besó la mejilla. Jungkook sonrió débilmente

Terminó de llenar el papel, lo entregó y tomó la mano de Jungkook para ir a buscar su


auto. Luego pasó su brazo rodeándole los hombros, él no dijo nada, tampoco se resistió.
Aún sentía protección en los brazos de Taehyung, como si él fuese a dar la vida por él.
No quería pensar mucho respecto a su relación, o terminaría llorando frente a
Taehyung, lo que le haría continuar su interrogatorio diario. Y no tenía más mentiras,
se le habían agotado. Subieron al auto en silencio. Taehyung encendió el motor.

—Ponte el cinturón de seguridad —le ordenó a Jungkook. El obedeció. —Seguridad


primero —dijo con una sonrisa torcida, lo que marcó sus hoyuelos. Jungkook sonrió.

—Si chocamos y nos volcamos, te aseguro que no servirá de mucho —dijo Jungkook
burlon.

—Sí sirve —contradijo Taehyung —Además, no tienes que pensar de esa forma, mejor
pensar que si no te lo pones, vendrá un policía y nos multará.

—No sabes lo que puede pasar, es destino, quizás estamos destinados a morir —dijo
Jungkook. Taehyung sonrió otra vez, mientras miraba hacia el frente.

—Eso siempre ha sido así, estamos destinados a morir. No sabemos cuándo ni dónde.
—dijo Taehyung —Pero hay que disfrutar cada segundo de vida que aún tienes. ¿Por
qué tentar al destino arriesgándote? Mejor disfruta, cuídate, y sé feliz.

—Mhmm… —dijo Jungkook. ¿Ser feliz? Últimamente le era imposible.

—Y si morimos ahora, bueno estamos juntos, nos amamos, y podré morir tranquilo
pensando que logré estar contigo, vencí todo y te dije que estaba enamorado de ti. ¿Qué
mas puedo pedir? —Jungkook sonrió mordiéndose el labio. Ese maldito nudo en la
garganta otra vez.
¿Qué más podía pedir él? Taehyung era todo lo que necesitaba, sería una locura creer
que hubiese alguien que lo amara más, que lo hiciese sentir vivo y tan bien como él lo
lograba. Era hermoso pensarlo de esa manera. Taehyung era suyo, le pertenecía. Y el
le pertenece tambien.

Aunque claramente no todo era color de rosa como se veía. Su vida se estaba
transformando en un infierno, uno silencioso, que estaba viviendo solo. No necesitaba
arrastrar a Taehyung a eso. ¿Para qué hacerlo pasar un mal rato? Quizás todo acabaría
pronto, aunque al parecer, el tendría que tomar una decisión para que todo terminara.

Y tenía miedo de hacerlo. La mejor alternativa que barajaba, tenía un sacrificio, y uno
enorme. Miró a Taehyung sonriendo, sus ojos brillando. ¿Sacrificaría eso? Bueno,
ahora su vida era una verdadera mierda y estaba arrastrando inconscientemente a
Taehyung a ello.

Quizás era mejor tomar la alternativa, y hacer el sacrificio ahora, antes de que
empeorara.

—¿Qué tanto piensas? —Taehyung interrumpió sus pensamientos. Él lo miró,


Taehyung seguía con esa sonrisa y sus hoyuelos marcados. Sí, sería el peor sacrificio.
Pero no podía seguir así.

—Yo… —¿otra mentira? —Nada, solo es un bonito día —dijo Jungkook mirando por
la ventana.

—Cierto —concordó Taehyung. —Hey —su mano estaba sobre el muslo de Jungkook.
Pararon en un semáforo en rojo. —Te amo —sus miradas se cruzaron.

¡Mierda Hyung! Me estás haciendo esto más difícil, pensó.

¿Dejarlo? No, no podía pensar en dejarlo sin que doliera, sin que quemara por dentro.
No quería llorar, no frente a Taehyung. No quería tener que volver a mentirle,
diciéndole que todo estaba bien, cuando nada lo estaba.

—Yo también te amo Hyung —dijo Jungkook. —Con toda mi vida.

Taehyung sonrió otra vez. ¿Cómo era posible que un chico lo hiciera inmensamente
feliz con un par de palabras? Ahora sabía a lo que se refería su padre cuando hablaba
del amor. A veces crees que amas, pero solo es cariño. Pero el estaba seguro que lo
amaba.

“El amor es cuando, él dice la estupidez más grande, pero solo oyendo su voz, sonríes
como un tarado. Cuando él se enoja y te grita, te enfadas mucho, pero no puedes estar
mucho sin necesitarlo. Cuando te percatas de cada defecto, pero sientes que sin eso,
no sería él. Es amar, aceptar, tolerar, y respetar. Eso es amor, a veces tardas en
encontrarlo, pero a veces te das cuenta que siempre ha estado ahí”
Y tenía toda la razón. No podía estar mucho sin lo necesitara. Amaba sus defectos, y
amaba cada cosa que Jungkook hacía. Era perfecto para él, era perfecto a su manera.
¡Dios, que cursi sonaba! Pero así era el amor, las chicas los transformaban pero a él, a
él lo trasformo su Kookie,

—¿Vienes a mi casa hoy? —preguntó Taehyung.

—Está bien —dijo Jungkook sonriendo. Taehyung sonrió y apretó un poco más el
acelerador.
Capítulo 38
Dos semanas luego. Tortuosas y bipolares, algo largas y confusas. Taehyung estaba
estresado, por decir lo menos, estaba harto, pero sentía que sus manos estaban
literalmente atadas ¿qué podía hacer frente a la falta de comunicación de su novio?

Estaba más confundido que nunca, pero no terminaría con él. Lo amaba, lo adoraba
¿Cómo sería capaz de siquiera pensar en cortar su relación, que tanto trabajo le había
costado formar? No, eso no estaba entre las opciones, pero la situación lo mantenía
bajo presión, estresado y con el ánimo por los suelos.

—Taehyung, hermano, estoy hablándote. —la voz de Hoseok lo sobresaltó.

—Lo siento Hoseok, no estaba prestando atención —dijo Taehyung mientras jugaba
con la pajilla de su batido de vainilla.

—Taehyung ¿Estás bien? —le preguntó Hoseok.

—Ya sabes Hoseok, la situación de Jungkook me tiene al límite. —dijo Taehyung —


Estoy harto de su actitud, pero sé que algo sucede ¿entiendes? Me siento presionado,
no sé que le pasa, sé que tengo que ayudarlo, pero es como estar ciego y de manos
atadas… y tampoco terminaré con él, ya sabes.

—No tengo idea que puede sucederle, lo conoces más que yo. —dijo Hoseok dando un
suspiro.

—Es algo en su familia, estoy seguro. ¿Qué mas puede ser? —preguntó Taehyung. Se
rascó la cabeza, estaba desesperado.

—Tienes que averiguarlo sea como sea Taehyung. Es el único consejo útil que puedo
darte.

—Mhm… lo intentaré, o sea, seguiré en eso. ¿Va a la fiesta de Namjoon esta noche?
—preguntó Taehyung

—Claro, a las nueve. —dijo Hoseok sonrió.

—Está bien, iré con Jungkook, te veo allá.

La tarde se pasó volando. Jungkook había aceptado ir con Taehyung todo por escapar
de su vida. Aunque ya sabía que la tortura podría terminar rápidamente, todo
terminaría, para mejor y para peor.

¿Qué otra cosa podía hacer? Nada, solo podía escapar, huir como un maldito cobarde.
Toda su valentía había quedado hecha polvo, se había escapado tan fácilmente como
su vida se escapaba ahora.
Se maquilló ante el espejo, tapando las marcas de algunos golpes que tenía en el rostro.
Tuvo que maquillarse los rasguños de sus brazos, no quería preocupar a Taehyung, no
quería que su sufrimiento fuese compartido con él. Esta era su última oportunidad de
amarlo como se merecía, y no iba a desperdiciarla.

Terminó de arreglarse, y miró por la ventana de su habitación. ¿Por qué tenía que
ahora pasarle eso a él? Se sentía tan mal, su dignidad no existía, tampoco existía lo
que llamaba valentía, ni siquiera tenía la capacidad de refugiarse o pedir ayuda. Estaba
asustado, no quería que nada le pasara a Taehyung. Y como le habían dicho, él era
débil, y era egoísta. Así que ni siquiera se le pasó por la mente pedirle ayuda a
Taehyung. No quería angustiarlo más, aunque inconscientemente claro, ya lo estaba
haciendo.

Unas manos atraparon su cintura. Se sobresaltó y cerró los ojos, pero la grave voz de
Taehyung lo hizo relajarse. Suavemente le besó el cuello, él sonrió con melancolía. Se
volteó y se encontró con aquellos ojos que lo hacían volar a las nubes y jamás bajar
desde allí. Sus labios se toparon suavemente. Y el lo único que atinó a hacer fue a
lanzarse a sus brazos, sin querer dejarlo ir. Jamás.

—Te amo Hyung —le dijo suavemente al oído. Taehyung sonrió al oír su melodiosa
voz diciéndole esas palabras que tanto gustaba de oír.

—Yo también te amo kookie —le dijo dándole un sonoro beso en la mejilla. —¿Estás
listo?

—Sí, tomaré mi bolso y vamos. —dijo Jungkook besándole la mejilla también. Él


caminó hasta el umbral de la puerta, mientras Jungkook sin que él se percatara, metió
dos sobres en su bolso, y lo cerró. Se acercó a él. —Vamos.

Taehyung le tomó la mano y salieron de la casa. Manejó hasta el apartamento de


Namjoon, donde tendrían una fiesta con amigos cercanos. Jungkook estaba ido, más
que nunca. Pero no podía decirle que no a Taehyung, al fin y al cabo, quizás sería la
última vez que compartiera con él. Cerró los ojos, la garganta le ardía. Tenía unas
terribles ganas de llorar, de lanzarse sobre él, decirle que lo rescatara, lo salvara. Pero
no, el amor que sentía por él le impedía hacerlo, quizás el lo odiara después de todo,
quizás él no podría ayudarlo, o simplemente lo haría pasar un mal rato. Además, estaba
en peligro. Su integridad estaba en peligro si él le pedía ayuda. Pero ya no había marcha
atrás, estaba todo listo para escapar de la tortura en que su vida se había transformado.

—Llegamos pequeño —le dijo Taehyung con una enorme sonrisa.

Subieron al ascensor, al piso 4. Tocaron la puerta, y abrió un Namjoon sonriente y


alegre.

—¡Chicos! Solo faltaban ustedes —dijo haciéndolos pasar. Taehyung lo dejó entrar
primero, y le rodeó la cintura con sus manos. Caminaron con cierta dificultad ante el
abrazo, pero ambos sonreían. Claramente Jungkook quería disfrutar esto, lo último que
le quedaba.

—¡Taehyung! —la voz aguda de Yoongi los hizo voltear. Él se acercó con un trago en
la mano, abrazó fuertemente a Taehyung y saludando a Jungkook. —¡Tómense uno de
estos! —indicó su vaso —Están geniales.

Jungkook miró a su alrededor y vio caras conocidas, amigos y amigas de los chicos,
sus novias y ellos. Había música, comida y alcohol. No sabía si quería emborracharse
y olvidar todo, o recordar la última noche que pasaría con Taehyung.

Taehyung lo arrastró hasta la barra y pidió dos tragos, uno para cada uno. Suspiró y
tomó, mientras Yoongi y Jimin, conversaban animadamente con Taehyung.

—Amigo, ¡Vamos! Tienes que disfrutar esto… solo tienes dieciocho, debes subir el
ánimo —Jimin tomó asiento a su lado, mientras lo miraba con cariño.

—Lo sé, lo intentaré —musitó él.

—No hagas que Taehyung se decepcione de haberte confesado todo, conquístalo cada
día, ámalo, él te ama con su vida y lo menos que quiere es perderte. —Jimin le dio una
sonrisa —Anda, ve a bailar con él.

Jungkook sonrió y le susurró en el oído a Taehyung que bailaran. Mas allá, habían
muchos que ya estaban alegres bailando. Namjoon y Soyou estaban disfrutando
bastante la fiesta, mientras reían con amigos, bailaban y se besaban. Hoseok y Hyorin
también estaban besándose, al parecer nadie perdía el tiempo. Sungjong y Woohyun
bailaban con una enorme sonrisa en el rostro. Por un momento, Jungkook los envidió,
esa felicidad y alegría que desprendían. Como deseaba retroceder el tiempo y volver a
ser el mismo de siempre, pero no, ahora ya no podía.

El ritmo de la música, el alcohol y la adrenalina de la noche que estaba en su mejor


momento los dejaba llevarse, Jungkook y Taehyung, un poco borrachos, bailaban tan
cerca como podían, se besaban de forma apasionada, como si no hubiese nadie más
allí. Sus bocas se movían de forma casi salvaje, como si no tuviesen suficiente del otro.
Las manos de Taehyung estaban en la parte baja de su espalda, apegándolo a su cuerpo,
sintiendo cada curva sobre él.

La noche pasaba, y estaban pasándola genial. Taehyung estaba algo borracho, pero era
consciente de todo. Eran pasadas las cinco de la madrugada, Namjoon y Soyou se
metieron a la habitación, mientras los otros se repartían las habitaciones.

—Quiero ir a casa —susurró Jungkook.

—¿A mi casa? —preguntó Taehyung. Él asintió, rodeándolo con sus brazos —Llamaré
un taxi.
Se despidieron, pero antes, Jungkook se acercó a Jimin.

—Necesito que leas esto, mañana, no hoy. Promételo —dijo Jungkook.

Jimin lo miró frunciendo el ceño. No tenía idea que planeaba, y eso le preocupaba, pero
era su amigo, la confianza era algo esencial para él.

—Lo haré. —prometió.

Se abrazaron con fuerza, y Jungkook se despidió de Yoongi. Subieron al taxi, dio las
indicaciones y apoyó la cabeza en el pecho de Taehyung.

—Te amo hermoso —dijo Taehyung en su oído. Su voz sonó casi como un ronroneo,
sensual y grave. Jungkook sintió un escalofrío recorrer su espalda. La mano de
Taehyung estaba sobre su muslo, donde trazaba círculos irregulares. Buscó su boca, y
rápidamente la encontró. Se besaron lentamente, para disfrutar cada centímetro de los
labios del otro.

Apenas llegaron, entraron en silencio. Taehyung estaba borracho, por lo que Jungkook
lo ayudó a subir. Se quitó la chaqueta, y ayudó a Taehyung a quitarse la ropa. Pero
Taehyung no tenía plan alguno de dormir. Él rápidamente comenzó a tocarlo, y buscó
sus labios. Jungkook no se resistió, al fin y al cabo, tenía que disfrutar quizás su última
noche juntos.

Se besaron lentamente, pero a la vez con desesperación. Taehyung se puso sobre él, sin
hacerle peso. Jungkook lo atrajo más a él, rodeándole el cuello con sus brazos. Sus
manos pasaron bajo su camisa de Taehyung, deslizando suavemente sus dedos por su
piel, haciéndolo soltar un suspiro sobre sus labios. La boca de Taehyung sabía
fuertemente a alcohol, pero no le molestó a él en lo absoluto. Sus labios estaban fríos,
porque hacía un poco de frío. Pero Jungkook siguió besándolo casi con violencia.
Taehyung se quitó la camisa rápidamente, y ayudó a su novio a hacer lo mismo. Sus
besos descendieron al cuello de Jungkook, él tembló ante el contacto de sus labios fríos
contra su piel, gimió suavemente, mientras Taehyung besaba su piel y sus manos
recorrían su espalda, provocándole escalofríos en todo el cuerpo.

Buscó el broche de su ropa interior, y sin mucho esfuerzo lo encontró. Jungkook se


movió, quedando ahora sobre él, y se terminó de quitar la prenda. Taehyung sintió el
calor correr por su cuerpo cuando Jungkook se sentó sobre él, y dejó caer su cabello
sobre su pecho desnudo.

Fue la imagen más sensual que había visto en su vida.

Jungkook se inclinó nuevamente para besarlo, llevando sus manos al cinturón del
pantalón de Taehyung. Jugó con él, mientras sus bocas seguían jugando, sin querer
detenerse. Poco a poco le bajó el pantalón, mientras mordía su labio inferior, Taehyung
cerró los ojos y se detuvo un segundo a disfrutar lo que Jungkook le hacía sentir. La
borrachera aún así le permitira sentir todo esto, y sabría que le permitiría recordarlo.
Capítulo 39
—Te amo Hyung —le susurró Jungkook sensualmente en el oído, aplastando su pecho,
contra el de él, cosa que lo llevaba al límite.

—Dios mío, te amo tanto —dijo Taehyung también en el oído de Jungkook, su voz
sonó extremadamente ronca. Sintió su piel erizarse ante el contacto del aliento de su
novio contra su piel.

Jungkook se quitó sobre él, solo para quitarse la ropa, ante la casi hambrienta mirada
de su novio. Ya sin ninguna prenda encima, ayudo a Taehyung a hacer lo mismo.

Luego de que Taehyung se colocara un preservativo, sus bocas se encontraron en el


momento en que se hicieron uno otra vez. Por un momento, Jungkook olvidó todo el
sufrimiento, olvidó el dolor, solo dejó a su cuerpo sentir la tonelada de sensaciones que
le hacía sentir su novio. No solo el placer, sino también la forma en que su piel quemaba
cuando él lo tocaba, o el amor que desprendían sus ojos cuando se miraban. Cerró los
ojos ante otro movimiento del mayor, y sus varoniles manos recorriendo la piel de sus
piernas, atrayéndolo más contra su cuerpo, haciéndolo temblar. Otro gemido, y un
beso. Sus bocas parecían romperse al ritmo que se movían. Sus lenguas no daban
tregua, y sus cuerpos se movían al compás. Y sí, sus dedos otra vez le quemaban la
piel, mientras se deslizaban por su espalda. Susurró su nombre, Taehyung cerró los
ojos, con sus bocas aún unidas, mientras los consumía la mejor sensación del mundo.
Sin moverse, sin hablar, disfrutando los largos segundos de placer. Hasta que ambos
respiraron otra vez al mismo tiempo. Taehyung lentamente abrió los ojos, y lo miró
con tanto amor, que dolía. Jungkook volvió abruptamente a la realidad, y no pudo
evitarlo. Se abrazó contra él, apoyando su cabeza en su pecho, y sus lágrimas cayeron,
mojando sus mejillas y la piel de Taehyung eso sin duda había arruinado todo el
momento.

—¿Mi amor estás llorando? —preguntó Taehyung. Jungkook no dijo nada, solo se
escuchaban sus sollozos. —Jungkook diablos, dime que te pasa —susurró
Taehyung algo más preocupado.

Jungkook no hablaba, solo lloraba, mientras lo abrazaba con fuerza. Taehyung le


acariciaba el cabello, sin saber que hacer. Jungkook no cedía, no hablaba, le parecía
mejor dejarlo desahogarse, y luego hablar. Decidió cantar una canción, mientras sus
dedos se deslizaban por la piel de su espalda.

Solo tú y yo, teniendo una fiesta, fiesta

Si tan solo pudiera hacer eso, que lindo seria


Si tan solo pudiéramos ir a algún lugar
A comer y ver una película cómodamente
Haría cualquier cosa por eso, chico
Lo siento, tal vez estoy siendo muy racional, pero aun así
Si algún día me vez, sonríe por favor
Tal vez tú me culpes un poco o mucho lo sé
No te pude seguir viendo a causa de mi sueño

Jungkook tenía sus ojos totalmente cerrados. Taehyung lo conocía como a la palma de
su mano, sabía que amaba BTS, que muchas veces cuando estaba triste, era lo que más
escuchaba y lograba calmarlo. Y sobre todo sabía que alguna vez le había dicho que
esa canción le recordaba a él.

Taehyung ya no oía su llanto. Se acomodó un poco, y Jungkook se sentó junto a él. Se


miraron a los ojos. Los de él estaban hinchados.

—Pequeño… —susurró Taehyung mientras su mano iba a la sonrojada mejilla de


Jungkook —¿Qué está pasando contigo? —preguntó, casi esperando no obtener
respuesta. Jungkook miró sus manos, sin decir nada —Jungkook, estoy aquí… solo
dímelo ¿sí? Yo puedo ayudarte… para eso estoy, estamos juntos en todo, si algo te
sucede, si necesitas ayuda, solo dímelo. Soy capaz de dar mi vida por ti. —dijo
Taehyung en voz baja, mientras sus dedos recorrían la piel de Jungkook, desde su
frente, hasta su mentón. Jungkook mantenía los ojos cerrados. —confía en mí… dime
¿qué te está afectando? ¿Alguien te está haciendo daño Kookie? —él no levantó la
mirada, solo volvió a abrazar a Taehyung, no quería soltarlo, no quería dejarlo ir, no
quería irse. Quería mantener ese momento para siempre.

—Te amo Hyung… siempre lo he hecho, no sé como pude estar tan ciego, todo lo que
siempre quise estaba aquí, estaba conmigo… no entiendo porque tardé tanto en darme
cuenta, en saber que inconscientemente te amaba Hyung. Nunca lo olvides. —pidió
Jungkook mientras levantaba la cabeza para besarlo.

Taehyung respondió su beso. La borrachera había disminuido notoriamente. Él miró la


hora, eran las seis y media de la mañana.

—Nunca lo olvidaré. Descansa amor, mañana hablaremos bien —dijo Taehyung.


Tomó la manta y los tapó a ambos. —Buenas noches, te amo muchísimo.

—Te amo Hyung…. —dijo Jungkook sonriendo con melancolía.

Se besaron otra vez, lentamente, aunque Taehyung sintió una extraña sensación, como
si algo fuese a suceder. Y lo peor de todo, es que su intuición no fallaba.
Capítulo 40
Jungkook despertó con un pequeño pitido de su reloj como estaba programado. Temía
despertar a Taehyung, así que lo apagó de golpe. Él solo se removió un poco y dio un
suspiro, para volver a su tranquila y armónica respiración. Jungkook respiró aliviado,
no tenía otra forma de hacerlo, le quedaba ser cobarde solamente. Muy cobarde.

Se vistió rápidamente, y sacó un sobre de su bolso, solo decía "Taehyung". Estaba


tratando de aguantar y no llorar, o lanzarse a los protectores brazos de su novio y llorar,
pedirle que lo secuestrara, lejos de ahí, o cualquier cosa, menos dejarlo.

Dejó el sobre, y miró a su novio. Estaba con la manta hasta la cintura, dejando su pecho
descubierto. Sus cabellos caían rebeldes por su frente, sus labios estaban entreabiertos,
y sus mejillas levemente sonrojadas. Respiraba tranquilo, totalmente ajeno a lo que
pasaba a su alrededor, viviendo sus sueños, sin tener absoluta conciencia de lo que
descubriría en un par de horas.

Jungkook se inclinó y besó la frente de Taehyung, cerrando los ojos. Luego besó sus
labios, él se movió pero no despertó. Entonces salió sigilosamente. Cerró la puerta de
la casa de Taehyung, lo miró y las lágrimas no tardaron en salir.

Corrió al garaje de su casa, lo abrió con cuidado, esperando el taxi que pronto llegaría
para llevarlo al aeropuerto. Todo estaba listo. Sacó su maleta, mientras miraba Corea
con pena e impotencia. El taxi llegó rápidamente, puso el equipaje en el maletero, y
subió.

—Al aeropuerto, por favor.

~•~•~

Taehyung despertó perezosamente, e inmediatamente estiró el brazo para asegurarse


que su novio seguía allí. Pero no estaba. Abrió los ojos y pestañeó fuertemente. Suspiró,
quizás tenía cosas que hacer.

Fue a ducharse, miró la hora y encontró obvio que Jungkook no estaría durmiendo
hasta las dos de la tarde. Le dolía la cabeza, maldita resaca. El agua tibia lo relajó, fue
a vestirse y a buscar alguna píldora para el maldito dolor de cabeza.

—Hola mamá —dijo besándole la mejilla a su madre —¿Viste a Jungkook?

—Al parecer se fue temprano, no lo vi —dijo AhYoung despreocupada —Está el


almuerzo, flojo. Así que podrás tener tu dosis de almuerzayuno. —ambos rieron.
Yunho llegó con una sonrisa, mientras se sentaba a la mesa.

—Tienes un rostro de resaca que hasta un niño pequeño se percataría de cuanto tomaste
—rieron.
—Se me pasó la mano, bailando, ya sabes —musito Taehyung.

—Bebiendo diría yo, no culpes al baile —dijo su madre con una gentil sonrisa.
Taehyung se rió.

—Fue el ambiente —dijo Taehyung. Sus padres rieron, negando con la cabeza.
Taehyung les dio una sonrisa divertida.

Su madre puso los platos en la mesa, y comenzaron a comer. Entonces, sonó el teléfono
de Taehyung. Se disculpó un momento, y contestó.

—¿Hola?

—Taehyung —Yoongi sonaba serio, y tono era seco.

—¿Qué pasa Yoongi? —preguntó mientras se metía un poco de puré en la boca.

—¿Dónde estás? —preguntó ahora con la voz más relajada.

—En mi casa… —dijo Taehyung frunciendo el ceño.

Algo no andaba bien.

—¿Estás con Jungkook? —preguntó.

—No, estoy con mi madre y con mi padre almorzando Yoongi, Jungkook se fue
temprano creo, no lo vi irse —dijo Taehyung relajado.

—Yo… estaré en tu casa en veinte minutos —Yoongi cortó el teléfono.

Taehyung frunció el ceño extrañado, mientras masticaba la comida. Sus padres estaban
charlando sobre algún tema que no logró captar desde el principio, así que le quedó
dando vueltas por la mente la extraña llamada de Yoongi. Terminó de almorzar y se
excusó, subió a su habitación. Quizás debería llamar a Jungkook, pensó, podría ser que
el supiese que sucede con Yoongi. Marcó el número, pero nadie le contestó. Suspiró y
dejó el celular sobre su velador.

Entonces un sobre cayó al suelo. Frunció el ceño, y perezosamente se agachó a


recogerlo. Tomó el sobre entre sus dedos y lo volteó, decía su nombre, y la letra le
parecía familiar. Lo abrió, muerto de curiosidad, aunque por otro lado le palpitaba
fuerte el corazón. Presentía que era algo malo, no sabía por qué.

Suspiró al ver más claramente la letra.

Era de él, de Jungkook.


Querido Hyung:

Cuando termines de leer esto, estarás odiándome, pero antes de que me odies, quiero
explicarte un poco acerca de esto…

Lo siento tanto Hyung, siento que vayas a tener que pasar un mal rato por mi culpa,
no fue jamás mi intención hacerte daño, pero no podía más… fue lo mejor que se me
ocurrió, mi mejor alternativa. Te amo, no sabes cuánto te amo y solo quería tu
bienestar y que fueses feliz, pero conmigo no lo lograrías, ni siquiera podía estar en
paz conmigo mismo, eso solo te traería problemas a largo plazo, y solo quiero verte
feliz…

Cuando leas esto, probablemente esté muy lejos de Corea. Escapé, necesitaba
escapar de mi tortura, necesitaba huír Hyung, espero que me entiendas… quizás al
principio no lo harás, pero sé que algún día te darás cuenta el porqué de mi decisión.
Sé que ninguna de mis explicaciones jamás será suficiente para compensar el daño,
pero Taehyung, te mereces algo mejor. Mereces una chica buena para ti, que no
tenga ningún complejo, no a un chico, no a alguien como yo Taehyung. Lo siento
mucho, siento haberme metido en tu vida solo para arruinarla… lo siento demasiado.

Por otra parte, no creas que estoy bien. Estoy destruido, totalmente mal… quisiera
volver, abrazarte, besarte, y decirte que te amo cuantas veces quiera, pero no
puedo… ¡Si tan solo las cosas volvieran atrás! Me duele dejarte Taehyung, me
rompe el alma, estoy enamorado de ti, eras el amor de mi vida, cada momento
contigo era perfecto, tú lo hacías perfecto. Siempre te ame Taehyung, consciente o
inconscientemente estuve enamorado de ti, de esa sonrisa tuya, de tus ojos
almendrados, de tus ojos que me volvían loco, de tu cursilería y tus repentinos
ataques de inmadurez, de tu forma de reírte, de tu forma de besarme, de tus labios…
de ti, te amo, te amo y no me canso de decirlo. Odio mi vida ahora, y aún no he
estado mucho tiempo sin ti. Pero… pero es que solo un día sin ti me desespera.
Quería pasar mi vida contigo, y ahora saber que tendré que pasarla sin ti, eso me
tortura… y es mi culpa, no fui lo suficientemente valiente, pero no pude… quisiera
volver atrás, y hacerte el hombre más feliz, tal como tú me hacías el chico más feliz
de este mundo.

Perdóname Hyung, solo eso… perdóname por haber sido cobarde, y perdóname por
haberte arrastrado conmigo en mi sufrimiento.

Nunca te olvidaré, lo tengo más que claro. Pero quiero que seas feliz, habrá alguna
chica que te ame y te haga feliz. Lo mereces, más que nadie.

Te ama con toda su vida, tu Kookie.


En ese momento, Yoongi quien corrió escaleras arriba, abrió la habitación de la puerta
de Taehyung, y ver una imagen de su mejor amigo, que tal como había pensado, era
doloroso verlo.

Taehyung estaba mirando hacia la nada, la carta arrugada entre sus dedos, como si la
presión que ejercía sobre ella pudiera borrarla, pudiera hacer que Jungkook volviese a
él. Sus ojos estaban inundados en lágrimas, pero el no pronunciaba palabra o siquiera
se movía. Yoongi se acercó sigiloso a verlo.

—Taehyung —musitó algo inseguro de la reacción de Taehyung. —Taehyung,


hermano, di algo.

Taehyung se levantó bruscamente, fue hasta su escritorio, lleno de libros y cuadros, y


lo primero que hizo fue tirarlo bruscamente todo al suelo soltando un doloroso sollozo.
Rompió algunas cosas más, pero Yoongi evitó que se hiciera daño, agarrándolo fuerte.
Taehyung sollozó fuertemente, sin decir absolutamente nada.

Por la mente de Taehyung no había mucho que recorrer, odio, odio y más odio. Dolor
e impotencia. Se sintió poca cosa, sintió odio contra si mismo. Nunca, jamás había
sentido algo semejante al dolor que sentía por la partida de Jungkook. Pasó un rato
hasta que se relajó y solo sollozaba, abrazando sus rodillas, y con la cabeza entre ellas.

Yoongi permanecía quieto y sintiéndose impotente. Su mejor amigo lloraba como un


pequeño niño, desconsolado y herido, y el no podía hacer absolutamente nada. Y ahora
el comenzaba a preguntarse ¿por qué?

Miles de respuestas, una tan absurda como la otra. Pero todas tan probables al mismo
tiempo. ¿Habría dejado de quererlo? ¿Estaba con otro? ¿El había hecho algo mal?
Ninguna respuesta, nada. Ni siquiera un adiós, ni siquiera un “quiero cortar con esto”,
nada, no había explicado nada.

Entonces, miró a su mejor amigo. Recordó la llamada. Yoongi debía saber algo.

—¿Cómo...? —le preguntó con la voz entrecortada —¿Cómo sabías?

—Jimin —susurró Yoongi mirándolo inseguro. Taehyung herido podía actuar de


cualquier forma. —Jungkook le dejó una carta.

—¿Por qué? —preguntó Taehyung.

—No lo dejó claro, algo le sucedío Taehyung, no creas que tiene que ver contigo —
dijo Yoongi preocupado —Él... algo raro sucedío, pues según Jimin, ni siquiera su
madre lo sabía. No tienen idea donde fue, pero probablemente fue hacia Estados
Unidos. Con su padre.

Taehyung intentó dejar de llorar, pero le era inevitable. ¿Estados Unidos? Como podría
encontrarla si ni siquiera sabía en qué Estado vivía el padre de Jungkook?
—Quiero irme a la mierda —músito Taehyung, Yoongi le dio un cariñoso y consolador
abrazo de amigos. Taehyung lloraba, destruido por dentro, como si lo hubiesen partido
en mil trozos.

—Amigo —dijo Yoongi —No hagas alguna estupidez ¿Quieres? Intentaré averiguar
algo más junto con Jimin llamaré a los chicos para que vengan a hacerte compañía —
dijo el muchacho parándose rápidamente.

—Quiero estar solo Yoongi —dijo Taehyung con tono apagado.

—Solo si prometes que no harás nada lo suficientemente idiota. —dijo Yoongi


fulminándolo con la mirada.

—Lo prometo. —dijo Taehyung sin mirarlo siquiera. Yoongi asintió y salió aun así
llamó a los chicos para que lo estuviesen vigilando.

Taehyung se tiró en la cama boca abajo sin siquiera moverse, respiraba con dificultad,
entre la posición en que estaba y el llanto que le cortaba la respiración. ¿Cómo era que
el lo había dejado solo? ¿Acaso no había prometido la noche anterior que lo amaba con
toda su vida?

Si tanto le dolía dejarlo ¿Por qué no solo le explicaba? Quizás hubiese podido ayudarlo.
Sí, el habría hecho lo que fuese por ayudarlo. Sollozo contra la almohada durante largos
minutos, sin siquiera moverse.

Abrió los ojos, le ardían y le escocía la piel bajo ellos. Las horas de llanto justificaban
el dolor. Y aún no le cabía en la cabeza que se hubiese ido. ¿Cómo podría estar tan
tranquilo sin el? Dolía, le dolía el pecho, le dolía el corazón, le dolía el alma. Se sentó
en la cama, miró la hora. Las ocho de la tarde. Había dormido durante las largas horas
del día. ¿Y que más le quedaba ahora?

—Hijo… —la voz de su madre lo hizo levantar la mirada.

Ver a su hijo destruido, le partía el alma. Ella entendía un poco el dolor relacionado al
amor y las relaciones, y sabía que el amor era doloroso cuando las cosas no marchaban
bien. Vio los ojos almendrados de su hijo, llenos de dolor, llenos de los vestigios de las
lágrimas derramadas.

Se sentó al lado de su hijo menor, y lo rodeó con sus brazos, ofreciéndole aquella
protección y comprensión maternal que quizás Taehyung necesitaba. Sin decir nada,
se lanzó a llorar otra vez. Sabía que con su madre podía ser él, podía llorar como cuando
era un niño y se hacía alguna herida.

La abrazó con todas sus fuerzas, y Su madre respondió al abrazo, diciéndole que estaba
todo bien, que todo pasaría. Taehyung terminó recostado en las piernas de su madre,
mientras ella le acariciaba el cabello.
—Taehyung… ¿Quieres algo de comer? —preguntó la mujer mientras le acariciaba la
mejilla a su hijo.

—No tengo hambre mamá —dijo él con la voz entrecortada. —Quiero dormir, solo
eso. —Taehyung se levantó, se quitó la camiseta y los pantalones, su madre le besó la
mejilla y se lanzó a su cama a dormir.

Era lo único que le calmaba el dolor.


Capítulo 41
La primera semana en Estados Unidos había sido terrible. No salía de casa, e intentaba
adaptarse al ritmo de vida de los habitantes de Nueva York, como intentaba adaptarse
a su padre y a su hermana. Era una misión bastante difícil.

Estaba inscrito en la universidad, listo para comenzar su carrera de diseño. Suspiró,


había sido una semana tortuosa sin Taehyung. Lo extrañaba como nunca, solo pensar
en la calidez de un abrazo de su ahora ex novio, lo hacía sentir solo. Extrañaba esa
sonrisa traviesa que se formaba en sus labios cuando quería conseguir algo, o cuando
estaba pensando algo pervertido. Extrañaba su risa, esa melodiosa risa tan pura
proveniente de esos labios que tanto le gustaban. Sus besos, ¡Como los extrañaba! La
forma en que sus labios encajaban, como si hubiesen sido hechos el uno para el otro.
Y tan solo era la primera semana, quizás debería comenzar a buscar una actividad para
ocupar su mente al cien por ciento, y dejar de pensar en su vida.

Su madre le había llamado montón de veces. La única que contestó, fue para dejarle en
claro que era mayor de edad, y que no pensaba volver jamás. Y solo esas palabras la
habían destruido. Jamás volverás a ver a Taehyung se dijo a si mismo. Y tan solo eso,
le causaba dolor. Le provocaba una tortura interna. Aunque no podía seguir bajo el
mismo techo que su madre y Seungjong. No podía, tan solo pensarlo le daba miedo.
No quería volver, aunque le costara su relación con Taehyung no quería arruinarle la
vida a él.

Y Taehyung… bueno, lo que quedaba del Taehyung que todos conocían. Casi no
sonreía, era como que todo se hubiese apagado. Y en realidad, así lo sentía. Era
oscuridad ahora que él no estaba, sentía pena, sentía rabia, todo junto, pero solo tenía
que sufrir en silencio. Nunca hubiese creído que se enamoraría a tal punto de no querer
seguir vivo luego de que él se fuese. Pero así estaba, viviendo casi por inercia. Nada
podía salvarlo de esa soledad y esa amargura que comenzaba a consumirlo por dentro.
Se sentía abandonado, su autoestima estaba dañada, y constantemente las preguntas
rondaban su mente.

Estaba acostado en su cama, con los ojos cerrados, dándole vueltas al asunto. Acababa
de recibir la aceptación de la universidad, pero solo imaginar que él no estaría ahí a su
lado, le provocaba ese vacío inexplicable en el pecho. Las lágrimas cayeron por su
rostro, lo extrañaba y no habían pasado más de dos semanas, pero es que el hecho de
saber que él no volvería lo tenía en ese estado.

Se preguntaba día y noche el porqué de la decisión de Jungkook y aún no hallaba la


explicación lógica al asunto. Y aunque se quemara la cabeza intentando descifrarlo,
no, la respuesta no llegaba. Y ahora él se preguntaba como seguir sin el, como seguir
adelante. Era como vivir sin aire, realmente él era tan necesario como respirar en su
vida. Y es que después de tres años locamente enamorado de él, lo necesitaba cerca,
necesitaba su constante preocupación, sus regaños, absolutamente todo.
Y seguía siendo ilógico, y más absurdo de lo parecía, pero al fin y al cabo ¿tenía lógica
el amor?

Jungkook no tenía idea de como vencer la ansiedad de llamarlo, pero aún no podía
saber nada de lo que sucedía en Corea. Tenía miedo, y los recuerdos del último y
terrible mes allá lo abrumaban. Temblaba al pensar en ello y comenzaba la
desesperación. Había comenzado a ir a un psicólogo luego de aquello, y le había
contado todo. Le había recomendado estar un tiempo lejos y volver, para sellar el
asunto, con la justicia. Pero estaba asustado, creía que jamás lograría tener el valor para
hacerlo, más aún sin Taehyung en su vida.

Se sentó en su cama con el notebook en las piernas. Abrió su correo electrónico y sus
cuentas en las redes sociales. Lleno de mensajes pidiendo explicaciones de sus mejores
amigos. Y no había ninguno de Taehyung. Sintió un enorme vacío en el pecho. ¿Es que
Taehyung no había intentado comunicarse con el? Bueno, su celular se mantenía
apagado, así que no podía emitir un juicio tampoco.

Leyó un mensaje de Jimin, su mejor amigo. Lo extrañaba, y le dolía haberlo dejado sin
mayor explicación tampoco. Pero sentía que era algo que tenía que superar solo.

“¡JEON JUNGKOOK! ¿ESTÁS LOCO? ¿CÓMO NO TE DIGNASTE A


EXPLICARME POR QUÉ TE IBAS? ¿ACASO CREES QUE NO TE APOYARÍA?
¿CREÍAS QUE NO SERIA CAPAZ DE ENTENDERTE? ¿PARA QUÉ ESTÁN LOS
AMIGOS? Espero que estés bien, sea lo que sea que esté pasando… por favor, intenta
darme una explicación, o al menos enviar un mensaje que diga que estás bien. Te
extraño, y los chicos también te extrañan. Bueno… Taehyung está destruido, Yoongi
debe estar vigilándolo constantemente, es algo impulsivo, ya sabes… espero saber de
ti amigo, te extraño.”

Sus ojos llenos de lágrimas retenidas no aguantaron, y comenzó a llorar. Extrañaba


Corea, solo porque sabía que no volvería en mucho tiempo, si fuese un viaje, no estaría
llorando y sufriendo cada día.

Su padre, ahora era más preocupado con el. No le tenía rencor por su “abandono”, y
su hermana, también lo quería y lo ayudaba. Ellos aún no sabían el porqué de su huida
repentina de su ciudad natal, y tampoco lo presionarían para que hablara sobre ello,
solo esperarían hasta que el estimara pertinente contarles.

Así que solo quedaba soportar el vacío y el ardor en el pecho, y esperar por algún día
lograr sanar todas las heridas que llevaba en su interior. Esperaba llegar a lograrlo
Capítulo 42
Dos largos meses. Taehyung aún no creía que el tiempo había volado y el seguía de
pie. Pese a haber seguido adelante, en su mente no había día en que Jungkook no
rondara su mente. En la universidad a veces perdía la concentración solo por pensar en
el, aunque pese a eso, sus notas eran altísimas. Y se debía más a que lo único que hacía
era estudiar y de vez en cuando salir con los chicos.

Así que ya con dos meses dentro de la universidad, y con sus brillantes calificaciones,
había recibido una curiosa y tentadora oferta del director.

—Señor Kim Taehyung, el director lo solicita en su oficina —había dicho su maestro.

Taehyung sintió su corazón acelerarse ¿Había hecho algo malo? Asintió y caminó
rápidamente, pero con pasos inseguros, hasta la oficina del director. Tocó la puerta, y
se escuchó la voz grave del pequeño hombre con un “pase”.

Entró a la oficina. Era grande, con las paredes pintadas de blanco, lo que la hacían aún
más espaciosa. Un gran ventanal estaba justo detrás de la silla y el escritorio donde se
encontraba el hombre. Al costado derecho, una librería llena de libros y archivos, al
otro lado, casilleros pequeños, probablemente llenos de más archivos. Algunas plantas
verdes adornando las esquinas. El piso era de madera, y se estaba visiblemente bien
cuidado, brillaba y no tenía casi ningún rastro de desgaste. El director le sonreía, era
un hombre de mediana edad, con principio de calvicie. Tenía unos grandes ojos, delante
de los cuales, tenía puestos lentes de forma rectangular, que le hacían ver algo más
intelectual. Su sonrisa era amable, y su tono de voz grave, también parecía amable
cuando lo invitó a sentarse.

—Bueno, señor… Kim Taehyung ¿cierto? —Taehyung asintió. —¿Veinte años? —El
asintió otra vez. —Cada dos o tres meses, la Universidad realiza una revisión general
de sus estudiantes, vale decir, analizamos sus calificaciones, su disciplina personal y
algunas cosas por el estilo, y de acuerdo a eso, le otorgamos algunos beneficios, que
están libres de aceptar o rechazar. —dijo el hombre leyendo la ficha personal de él. —
Usted presenta una disciplina intachable, unas calificaciones increíbles… —Taehyung
sonrió de forma torcida, se sentía orgulloso de su rendimiento escolar. —Y ahora, el
tema es que tenemos una oferta para usted.

—¿Enserio? —preguntó sonriente.

—Claro, mire… el tema es que tenemos un contrato con una universidad de Nueva
York, para que nuestros estudiantes hagan intercambios de algunos meses, como
también para que estudiantes de Nueva York vengan a Corea. Queremos ofrecerle un
intercambio de tres meses. Bueno, no quiere decir que vendrá un estudiante a quedarse
a su hogar. En realidad, le ofrecemos una residencia, pagada, becas alimenticias, y lo
necesario para los tres meses. Es una oportunidad maravillosa, señor Kim, en su futuro
laboral influirá bastante y serán de gran valor tres meses en el extranjero. ¿Qué le
parece?

Taehyung prácticamente no dudó. Era una excelente oportunidad, y según el director,


tenía que tomarla lo más pronto posible, porque eran becas muy demandadas. Así que
la respuesta fue afirmativa. Llevó un montón de papeleo para que su madre se encargara
de ello, y finalmente quedó en que el mes entrante, viajaría a Estados Unidos.

Se sentó en una banca vacía en el parque cercano a su casa, a dos semanas de irse a
Estados Unidos. Pensó cuanto le alegraría a Jungkook la noticia si lo supiera, si tan
solo supiera que le está yendo genial en la universidad, que es un alumno destacado.
Él estaría tan orgulloso…

Otra vez las lágrimas no tardaron en caer de su rostro. No podía extrañarlo más, lo
necesitaba, quería tenerlo entre sus brazos otra vez y jamás dejarlo ir. Quisiera ver su
sonrisa, quisiera verlo reír y ver el brillo de sus ojos cuando lo miraba, ese brillo que
lo hacía sentir especial, que lo hacía sentir tan suyo… pero él no estaba y esas palabras
retumbaban en su cabeza, y sentía ese dolor y vacío en el pecho. Deseaba volver a estar
con él, lo deseaba como nunca había deseado nada en su vida, quería besarlo otra vez
y decirle un te amo en el oído.

—Aunque vengas aquí a llorar día a día, él no volverá por esto. —la voz de Yoongi lo
hizo voltear, se limpió rápidamente las lágrimas. —¿Crees que si él viniera y te viera
tan destruido estaría tranquilo? ¿Crees que le gustaría saber el daño que estás
haciéndote en tu vida Taehyung? —el reproche de siempre, su salud física y mental.

¡Sin el no le interesaba! ¿No podían dejarlo en paz?

—Tú no entiendes Yoongi, tienes a Jimin contigo —dijo Taehyung fríamente

—Lo sé Taehyung, sé que no puedo entender mucho lo que sientes… pero Taehyung,
él quería que estuvieras bien ¿no crees que sería bueno cumplir? —preguntó Yoongi.

—No tengo que cumplir nada que él me haya pedido. —dijo fríamente —Se fue sin
decir nada, no le importó nada.

—Sé que se fue así como así Taehyung, pero tampoco lo juzgues sin saber el porqué.
—dijo Yoongi.

—Lo amo, Yoongi —dijo Taehyung con los ojos llenos de lágrimas, y la voz se quebró
apenas pronunció las palabras.

Yoongi le palmeó el hombro.

—Lo sé Taehyung, pero por ahora solo queda esperar. —Yoongi sentía impotencia al
ver a Taehyung destruido, pero no tenía idea como ayudarlo. Así como los chicos que
cada día ideaban un plan para juntarse, reírse, pero Taehyung simplemente inventaba
mil excusas.

—¿Esperar? —preguntó irónico —¿A qué? Oh si –dijo con el tono seco y sarcástico,
lleno de dolor —A que vuelva después de mucho tiempo, con un imbécil al que ahora
llamará novio. —dijo frunciendo el ceño —Oh no, mejor aún, que llegue después de
años con una puta, y que este casado ¿Eso quieres que espere?

—No me refería a eso Taehyung. —dijo Yoongi rodando los ojos. —O quizás luego
de un tiempo tendrás que rehacer tu vida.

—¿Sabes? Tienes razón, él debe llevar una hermosa vida, esté donde esté, y yo estoy
aquí mortificándome por él. —dijo sonriendo maliciosamente —Yo cambie por él,
pero como no está, puedo volver a ser el Taehyung de antes —sonrió torcidamente,
pero su rostro reflejaba el odio y el dolor que llevaba. Yoongi se preocupó. —Puedo
tener a la chica que quiera para tener sexo, sé que aceptarán, sin pedir nada a cambio.
Puedo tener a muchas chicas en mi cama, y disfrutar mi vida, sin comprometerme en
nada. Puedo ir a fiestas, beber y hacer toda la mierda que se me ocurra, y nadie me dirá
no.

—Taehyung, estás distorsionando todo lo que digo. —dijo su amigo —¿realmente


quieres ir de cama en cama sin volver a sentir algo?

—No me interesa sentir, cuando realmente lo hice, me hicieron añicos, así que no me
interesa —dijo seriamente. Yoongi lo miró fijamente, con reproche.

—Entonces si vas a volver a lo mismo, jamás amaste a Jungkook —dijo seriamente


Yoongi —Porque con él fuiste el verdadero Taehyung, a no ser que te hayas puesto
una de las tantas máscaras que usas para ocultar que tienes sentimientos, que eres una
persona como todos, que llorar y ríes, que amas y desprecias. —dijo el muchacho
fulminándolo con la mirada —No eres el Taehyung que conozco.

—¡Ándate a la mierda Yoongi! —dijo Taehyung enfadado —Tú no estás llorando


como un idiota por un chico que amas hace años, y que cuando puedes tenerlo, se va
sin decirte nada. No me hables de lo que yo siento por él Yoongi, no tienes idea —
volteó bruscamente y caminó con pasos largos y pesados a su casa.

El enojo lo consumía, pero aún así, el llanto lo consumió al apoyar la cara en su


almohada.
Capítulo 43
Dio un largo suspiro al percatarse de que realmente tenía un día para disfrutar de la
compañía de sus amigos, y que luego los dejaría de ver tres meses. Se sintió tonto,
tampoco debería haberlos apartado tan bruscamente de su vida durante los últimos tres
meses. Pero tampoco se sentía bien para estar con nadie. Quería estar solo, pero
necesitaba hacer un esfuerzo y disfrutar antes de hacer su viaje. Tomó su celular, que
prácticamente lo usaba solo para algo realmente necesario, y marcó el número de
Yoongi.

—¿Taehyung? —Preguntó un poco confuso —¿Pasa algo?

—¿Estás ocupado? —preguntó Taehyung.

—En realidad no, o sea planeaba salir con los chicos, pero eso —dijo Yoongi un tanto
confundido, hace mucho que Taehyung no lo llamaba.

—Yo quería saber si podríamos salir los cinco, hacer algo interesante… ya sabes,
mañana me marcho a Nueva York y desearía estar con ustedes… —musitó Taehyung.
Se mordió el labio

—¿Enserio? —Yoongi se sorprendió, Taehyung, prácticamente se había esfumado de


su grupo de amigos, claramente todos entendían el porqué, pero le alegraba también
que quisiera estar con ellos —Llamaré a los chicos para organizar algo, y te llamo.

—Claro —dijo Taehyung —Y… gracias.

—Por nada hermano.

Taehyung miró el techo de su habitación. Esas ganas de llorar volvían otra vez. Día a
día se decía que lo superaría, fingía frente a su familia y se encerraba en la habitación,
si no estudiaba, lloraba o hacía algo sin importancia. Su vida era una rutina, una
poderosa y consumidora rutina. Odiaba en lo que se estaba convirtiendo, pero
realmente necesitaba de Jungkook para salir del hoyo en el que estaba. Su teléfono
comenzó a sonar.

—¿Yoongi?

—En media hora en casa de Hoseok ¿sí? —preguntó algo desconfiado Yoongi.

Quizás Taehyung terminaría por arrepentirse.

—Ahí estaré —prometió.

Fue al baño a mirarse al espejo. No lucía del todo bien, había estado llorando. Suspiró,
se lavó la cara. Lucía relativamente mejor. Fue hasta su habitación, revisó sus bolsillos
en busca de sus documentos, y entonces de su billetera, se cayó una foto. La recogió y
ese nudo en la garganta volvió de forma inmediata. Era la foto de Jungkook. Sonreía,
y esa alegría que transmitía también llegaba a sus ojos. Dolía, que fuera tan lindo y
dolía que lo extrañara tanto. La guardó, sin antes darle otro vistazo.

—Supéralo Taehyung, hazlo —se dijo a si mismo. Se sentó en la cama, con las manos
en la cabeza.

¿Desde cuando para él había sido tan difícil superar a una persona?

La respuesta siempre era la misma, desde que conoció a Jungkook y se enamoró de él.

Pasó un tiempo, y se dispuso a ir a la casa de Hoseok. Lucía mejor cuando se vio en el


espejo. Tomó el auto y manejó hasta la casa de su amigo. Se bajó y tocó el timbre.

—¡Kim Taehyung! —Namjoon le sonrió y le dio un corto abrazo al verlo. Taehyung


sonrió, realmente los extrañaba. —Ven, estamos en el patio trasero.

Caminaron hasta ahí, y estaban sus amigos reunidos riéndose y charlando. La nostalgia
lo invadió y se sintió totalmente idiota al haber dejado a sus amigos, al fin y al cabo,
ellos eran uno de sus mayores apoyos ahora.

—¡Llegó mi novio! —Yoongi se levantó a abrazarlo divertido. Se rieron.

—Amor, aquí no. —ambos se rieron.

—Hola Taehyung —dijo Hoseok también dándole un abrazo corto. Sungjong también
lo saludó sonriente, ellos también extrañaban a su mejor amigo. Se sentó y Namjoon
le ofreció una cerveza, aceptó con una sonrisa.

—Hoseok y yo apostábamos —comentó Sungjong —Le aseguré que no resiste una


semana sin sexo, y él dice lo mismo de mí.

—¿Y cómo sabrán si están o no teniendo sexo? —preguntó Taehyung frunciendo el


ceño.

—Se irá a quedar una semana a mi casa, y estaremos juntos en todas partes —dijo
Sungjong orgulloso.

—¿El premio es…? —preguntó Taehyung arqueando una ceja.

—Si yo gano, Sungjong lavará mi ropa sucia todos los viernes hasta que tú vuelvas de
Nueva York —dijo Hoseok orgulloso de sí mismo.

—Si yo gano, Hoseok tendrá que limpiar mi habitación una vez a la semana hasta que
tu vuelvas —dijo Sungjong sonriendo.
—Son unos idiotas —dijo Taehyung divertido —Las apuestas no son sanas.

—Y lo dice uno con experiencia —agregó Namjoon. Taehyung lo fulminó con la


mirada, y Namjoon miró hacia otro lado.

—¡Taehyung, eres un cínico! —dijo Yoongi —¡Tú apostaste con Namjoon a que te
tirabas a la maestra de matemáticas!

Los otros cuatro lo miraron fijamente, pues todos habían entendido desde un principio
a lo que se refería Namjoon.

—Oh sí Yoongi, eres un genio, descubriste América. —dijo Taehyung rodando los
ojos.

—No, ese fue Colón ¿cierto? Christopher Colón. —dijo sonriente.

—Eh Yoongi, se llamaba Cristóbal —musitó Sungjong.

—Es casi lo mismo —dijo Yoongi rodando los ojos —Bueno, el tipo ese.

—Y Taehyung luego fue tan honesto que no aceptó el premio —dijo Hoseok burlón.

—Siempre he sido honesto querido duende —dijo Taehyung palmeándole el hombro.

—Sí, pero le convenía más a Namjoon, pues no puede vivir sin su moto, y Taehyung
terminó tirándose a Park como cinco veces —se burló Yoongi. Taehyung le dio un
manotazo.

—Siempre le gustaron mayores —susurró Sungjong, que también recibió un manotazo


de parte de Taehyung.

—A ti igual, así que cállate. En fin ¿cambio de tema? —dijo Taehyung exasperado,
pasándose la mano por el cabello mientras miraba al suelo.

—Bueno, ¿A qué hora tienes que estar en el aeropuerto mañana? —preguntó Yoongi,
Taehyung suspiró, agradecido de que no fuera el mismo tema anterior, o algún tema
que se acercara al nombre de Jungkook.

—El avión parte a las 8 am. Debo estar a las siete —dijo frunciendo el ceño —Así que,
hoy es la despedida…

—¡Ay, el principe Tigre se nos va! —dijo Namjoon divertido —Bueno, te irás a Nueva
York, te divertirás, harás muchas idioteces, lo sé.

—Nos contarás como son las americanas ¿cierto? —preguntó Hoseok haciendo un
pucherito.
—Hoseok, le contaré a Hyorin acerca de esto —dijo Sungjong con una gran y burlona
sonrisa de suficiencia.

—Lo haces, y le cuento a Woohyun que le miraste el trasero a su mejor amiga —dijo
Hoseok con tono amenazante.

—¡Pero si tenía bonito trasero! Tú también se lo miraste —dijo enfadado.

—Pero no es la mejor amiga de mi novia —contraatacó.

Sungjong frunció el ceño y concluyó: —Pero el de Woohyun es mejor.

Todos se rieron. Taehyung casi ni había tomado de su cerveza, así que tomó un sorbo
mientras los miraba divertido. Pero pese a todo, se sentía mal. Los chicos hablaban de
sus novias, mientras él pensaba en su ex, rogando que regresara. Quizás Estados Unidos
lo ayudaría un poco con el tema, quizás necesitaba cambiar de aire. Pero no, el destino
otra vez le jugaría una mala pasada. Se despidió de sus amigos con un emotivo abrazo
cuando se hizo tarde, había reído y la había pasado como hace mucho tiempo no lo
hacía. Todos los chicos le dijeron que necesitaba cambiar de ambiente, y también lo
abrazaron fuerte, sin dejar de decirle que se cuidara y se portara mal. Taehyung sonrió,
extrañaría a esos idiotas.

Pero Estados Unidos finalmente le haría cambiar de ambiente, pero no como el creía.
Capítulo 44
Cuando despertó, se dio cuenta que la alarma había sonado más tarde y tuvo que correr
prácticamente con su madre, su hermana y su padrastro al aeropuerto. Tomaron un
café, pues no habían llamado a abordar aún, así que no se habían atrasado tanto.

—Hijo, me llamas todos los días ¿oíste? —Taehyung sonrió, su madre exageraba un
poco pero le parecía agradable que su madre se preocupase tanto de él.

—Claro mamá —aseguró el muchacho.

—Ten cuidado, intenta pedir instrucciones si quieres salir Taehyung, existen lugares
que no son demasiado buenos en Nueva York —dijo Yunho. Taehyung asintió
mientras comía un muffin que había comprado.

—He intenta portarte bien TaeTae —dijo Dahee sacudiéndole el cabello a su hermano,
quien frunció el ceño. Dahee le sacó la lengua divertida.

—Pasajeros del avión A-345 destino a Nueva York, favor comenzar abordar el avión
—Taehyung observó su pasaje y era efectivamente el de él.

Se comenzaron a levantar para acompañarlo hasta la zona de abordaje. Su madre


sonreía con cierta melancolía, su pequeño bebé emprendía un viaje a otro continente
solo. Se daba cuenta que pronto él se haría todo un hombre y ya no tendría que cuidar
de él.

Era triste pero a la vez la hacía feliz pensar cuanto había crecido. Y deseaba que su
vida mejorara, porque como veía a Taehyung ahora, no sentía que él tuviese la
suficiente fortaleza y madurez ahora para enfrentar el mundo solo. Quizás no hubiese
pensado lo mismo un par de meses atrás cuando él y Jungkook estaban juntos. Él lo
hacía cambiar, lo hacía ser un hombre maduro y enamorado, que amaba la vida pero
era prudente.

Pero sin él, y ese abrupto término, no confiaba en que Taehyung pudiera enfrentarse al
mundo solo. Aún así, no iba a decir nada e iba a dejar a su hijo emprender uno de sus
primeros viajes solo, lo haría madurar y lo haría extrañar las cosas hermosas que tiene
en su vida.

—Te quiero hermano —le dijo Dahee —Cuídate ¿sí? Y bueno, sabes que las cosas
mejorarán de una forma u otra —le sonrió. Taehyung asintió con un nudo en la
garganta.

—Taehyung, cuídate, y recuerda todo lo que te dije —abrazó a su padrastro, y le sonrió,


haciéndole saber que tomaría en cuenta sus sabios consejos.
—Hijito, te quiero mucho —su madre besó su mejilla —Cuídate mucho, estudia, y por
favor intenta volver a sonreír, pero esa sonrisa sincera que siempre adornó tu rostro.
Cuando el destino nos depara algo que realmente nos pertenece, tarde o temprano
vuelve, si no, significa que jamás fue tuyo. Pero la vida es así, solo tienes que ser fuerte
y saber enfrentarlo. Te quiero —Se abrazaron. Taehyung le besó la frente a su madre,
y se dispuso a abordar.

Se sentó junto a la ventanilla, y cuando el avión partió se puso sus audífonos. Sonó la
canción que lograba destruirlo antes de que Jungkook se enamorase de él, llenaba sus
oídos y lo hizo llorar sin tener que escuchar siquiera el coro. Siempre le hacía recordar
a Jungkook, bueno, realmente todo le recordaba a él. Se preguntaba si Jungkook
pensaba en él, como Taehyung pensaba en Jungkook. Si cruzaba su mente cada
recuerdo con Jungkook, pero no tenía la respuesta. Aunque él estuviera lejos, el se
sentía mejor creyendo que Jungkook pensaba en él, que lo extrañaba. Le gustaba
convencerse pensando que la decisión de irse no tuvo nada que ver con él, pero
claramente era un poco difícil convencerse de aquello.

Miró por la ventanilla las nubes que pasaban bajo ellos. Sonrió a medias, mientras una
lágrima caía por su mejilla. Recordó entonces su primer beso con él. Aquel día
borrachos, era algo tan claro en su mente, pese a que su ebriedad era bastante notoria
ese día, pero jamás olvidaría la primera vez que tuvo sus labios sobre los de él. Recordó
con una tonta sonrisa cuando él por fin le dijo todo lo que sentía, y se besaron, todo
parecía tan irreal. Era un sueño, y terminó como tal, rápido y sin mucha explicación.
Pero el recuerdo más doloroso, era el de su primera vez con él. Sonrió otra vez al
recordar su torpeza, luego de haber tenido bastante experiencia en el tema, al tocarlo.
Era como si lo que sabia de tocar a una chica no le servia con él. Pero es que Jungkook
era diferente a todas las demás personas, era único y la gran diferencia, era que él lo
amaba. Ni la chica con el mejor cuerpo o la chica más linda, o con mayor experiencia,
podría compararse a lo que sintió ese día con Kookie. Haberlo deseado tanto tiempo, y
haber estado con él de forma tan íntima, con aquella confianza que siempre existió
entre ambos, aunque sin dejar de ser un momento algo embarazoso en un principio, le
hacía sonreír al recordarlo. E incluso, la piel le quemaba al pensar en aquellos toques,
y en la sensación de haber tenido su cuerpo tan cerca… haberlo hecho suyo, no creía
que podría existir una mejor sensación en el mundo. Y deseaba que el fuese el último
hombre al que tocaba, deseaba que fuese el hombre que despertara día tras día con él.

Pero no, eso ya no era posible, realmente debía dejar de hacerse ilusiones, más aún
ahora que estaba en camino a USA y que probablemente jamás volvería a verlo o que
cuando lo hiciera, sus vidas habrían cambiado al cien por ciento.

El avión aterrizó varias horas después. Taehyung descendió perezosamente, había


dormido casi todo el camino y realmente se sentía cansado. Tomó el papel en que
estaba escrito todos los datos y se dirigió a tomar un taxi.

—Buenas tardes, necesito ir a esta dirección —dijo mostrándole el papel.

—¿Extranjero cierto? —preguntó el conductor, un hombrecito calvo y con bigote.


—Sí —dijo Taehyung con una sonrisa.

—Tu acento te delata —dijo divertido el hombre —Bueno, te llevo enseguida.

El resto del viaje fue en silencio. Cuando llegaron, Taehyung. Que había aprendido
algo de las equivalencias de los dólares americanos, pagó al taxista y bajó frente a un
edificio. Entró a la recepción algo confuso aún.

—Hola buenas tardes, soy Kim Taehyung y tengo un departamento rentado —dijo
mostrándole los papeles de la universidad.

—Un momento —dijo la mujer rubia que estaba tras el mostrador. —Ah si señor Kim,
está todo rentado para usted, apartamento número 18, aquí está su llave —dijo
sonriendo y entregándole el objeto.

—Gracias —dijo con una sonrisa. Subió su maleta, y encontró su apartamento en el


tercer piso. Entró era bastante amplio. Constaba de dos habitaciones, dos baños, la
cocina, el comedor y la sala de estar. Era bonito y sencillo, piso de madera, las paredes
pintadas de un blanco perfectamente limpio que iluminaba el lugar. Entró y revisó
algunas cosas, y luego fue y dejó su maleta en la habitación. Se lanzó sobre la
impecable cama, y miró el techo. Suspiró ahora si que estaba solo. Se sentía extraño,
pero a la vez podía estar tranquilo y comenzar quizás a superar todo lo que había
sucedido. No notó cuando, pero se quedó profundamente dormido sobre la cama. Tenía
que ir al día siguiente a anotarse en la universidad de Nueva York, con todos los papeles
del intercambio, pero esa noche, solo necesitaba un largo descanso
Capítulo 45
Luego de haber preguntado a cuatro personas diferentes, por fin encontró el lugar. La
recepcionista fue amable, al igual que el director y la gente que recibió sus papeles y
le dejó el trámite del intercambio hecho.

Al día siguiente comenzaría las clases. Le parecía que la gente de Nueva York no era
tan mala como decían. Aunque en la calle la gente era mucho menos amable. Fue a
tomar un helado, aunque no hacía demasiado calor, tenía antojado un helado de
chocolate. Compró uno y caminó por el Central Park despreocupado, mirando a su
alrededor realmente emocionado y fascinado, mientras conocía la ciudad.

Aunque otra vez aquel desgarrador sentimiento de melancolía volvía a él, imaginando
lo que sería estar viviendo aquella experiencia con Jungkook, de la mano, caminando,
mirando las ardillas que corrían entre los árboles y subían por los troncos, mirando a
su alrededor con algo de desconfianza. Sonrió, Jungkook amaba las ardillas y siempre
le decía a Taehyung que se parecía a una. Al principio a no le hacía gracia, pero luego
terminó por reírse cuando le decía Ardilla Jeon.Suspiró, a ese paso jamás se olvidaría
de el y terminaría siendo un solterón melancólico toda su vida.

No recordaba el camino de vuelta al apartamento, así que tuvo que preguntar. Muchos
no lo tomaron en cuenta, lo empujaron o lo regañaron, pero algunos si se detuvieron a
darle las instrucciones para volver. Claramente se compadecían de un pobre chico
extranjero que no conocía la vida de Nueva York, alguna gente hostil pero algunos
otros bastante amables. Volvió al apartamento cansado de tanto caminar, y algo
estresado. La vida de esa ciudad era demasiado agitada, más que Corea, y le estresaba
bastante. Pero el resto del panorama de la ciudad le gustaba bastante. Se acostó
temprano, no sin antes telefonear a su madre. Al día siguiente tenía universidad, y
quizás era hora de comenzar a rehacer un poco su vida.

La alarma sonó, se levantó perezosamente y fue a tomar una ducha. No había comprado
nada para la despensa, se maldijo por eso, pero decidió que en el camino tomaría algo
para no desmayarse de fatiga. Caminó un poco y tomó un taxi, dándole las
instrucciones del lugar. Miró todo el camino para memorizar donde tenía que ir. Era
un tramo algo corto, quizás si podía caminar. Y quizás era la mejor opción, el tráfico
de Nueva York era bastante estresante.

Llegó a un gran edificio, pagó al taxista y con algo de nervios se dirigió a la recepción
otra vez. Lo mandaron con demasiadas personas, anduvo de allá a acá, hasta que le
dieron su horario. La gente no lo miraba mucho, aunque algunos comentaban que era
el día en que llegarían algunos de intercambio. Una novedad. Se paseó buscando el
salón correspondiente, hasta que topó con él. Se sentó en silencio, observando la gran
cantidad de alumnos del salón. Se sintió un poco abrumado, pero alegre al mismo
tiempo de poder cambiar de ambiente.
Jungkook corrió hasta el salón de clases. Al mirar atrás, cuando casi botó a un chico en
el camino, con un chico de ojos grandes le sorprendió y prácticamente casi le dio un
ataque al corazón. Miró atrás otra vez, pero no lo vio ya. “Mi imaginación comienza a
traicionarme” pensó. Suspiró largamente, y se metió en el salón que le tocaba. Olvidó
el hecho de su “alucinación” y se dispuso a poner atención. Pero al rato, no pudo dejar
de pensar en Taehyung. ¡Lo extrañaba tanto!

Habían pasado casi cuatro meses, y no habían tenido ningún tipo de comunicación.
Prácticamente hablaba con Jimin para saber de él. Ni siquiera con su madre hablaba,
era una vez al mes como máximo. Suspiró, en este momento ¿Qué estaría haciendo
Taehyung? Probablemente estudiando, o en casa… dependiendo de que hora era en
Corea.

Deseaba verlo, pero era lo bastante cobarde como para no querer viajar a Corea. Las
heridas todavía estaban frescas, y cada noche una pesadilla lo dejaba en vela, asustado
de que toda la historia se repitiese. Ya no salía de noche, jamás. Solo cruzaba palabras
con su padre, su hermana y una que otra chica en la universidad, ni siquiera con chicos.
Les tenía miedo, incluso le asustaba andar solo a plena luz del día en calles concurridas.
Era temeroso y desconfiaba de todos. Le dolía que por culpa de algo que estaba fuera
de sus manos, hubiese tenido que dejar a su novio así como así. Aunque quizás su
decisión fue errónea, prefería evitarle el problema a Taehyung.

Jungkook ponía siempre la felicidad de Taehyung por sobre la de él, lo amaba lo


suficiente como para que fuera más importante que el mismo. Sabía y tenía más que
claro que daría todo por él, y lo estaba haciendo. Si él se enterara de todo… sufriría,
porque sabía que él lo amaba como a nadie, siempre le había dicho que su felicidad,
era la de él. Por lo tanto, su dolor, sería el de él. Suspiró cuando por fin tocaron el
timbre y corrió fuera de la sala de clases. Se sentó en una mesa vacía de la cafetería,
miró a su alrededor y se dispuso a comer su manzana, tratando de pasar desapercibido.

Por otra parte, Taehyung también se sentaba solo en la cafetería de la universidad.


Había mucha gente, se sentía algo abrumado pero se había acostumbrado en la
universidad de Corea. Lo bueno de que hubiese tanta gente, es que podía pasar
totalmente desapercibido. Y le gustaba, últimamente no quería que nadie se fijara en
él.

—¿Disculpa? —una voz lo sacó de sus pensamientos. Levantó la vista.

Una muchacha de cabello castaño y ondulado, unos ojos cafes grandes y con las
pestañas largas y onduladas, sus labios rosados y pequeños y ampliados en una sonrisa.
Delgada, piernas largas al descubierto pues llevaba un short y unas zapatillas púrpuras
acompañando la tenida.

—¿Sí? —preguntó intentando sonar amable.

—¿Eres de los chicos de intercambio? —preguntó


—Sí, soy de Corea—dijo Taehyung con una sonrisa gentil. —Me llamo Kim
Taehyung.

—Hola Taehyung —dijo sonriendo —Me llamo Victoria, yo soy de china —agregó
riéndose. Su risa era bastante suave y dulce. Taehyung sonrió, le agradó la muchacha,
aunque hace mucho que no hablaba con una chica que no conociera de hace mucho. —
¿Puedo sentarme? —preguntó

—Claro, adelante —dijo él moviendo la silla con cortesía para que se sentara.

—¿No te molesta cierto? Intento ser cortés, te vi aquí solo, creí que nadie te había
acogido… —sonrió en forma de disculpas por las posibles molestias.

—No —dijo Taehyung rápidamente —Está bien, gracias… eres muy amable Victoria,
y dime ¿Estamos en la misma clase?

—Sí, en las dos que pasaron por lo menos —dijo Victoria riendo suavemente. Era muy
adorable su risa, y ella era bastante amable. Por la mente de Taehyung pasó la
posibilidad de rehacer su vida quizás… aunque pensara que no era posible, quizás debía
torcer la mano al destino e intentarlo. —Supongo que tenemos la misma edad. ¿Veinte?

—Exacto —dijo sonriendo, hace mucho que no le sonreía a una desconocida. —Diría
que tienes dieciocho si no supiera tu edad —agregó.

—¿Tan pequeña me veo? —preguntó Victoria divertida.

—Tienes rostro de niña —dijo Taehyung mientras tomaba un sorbo de refresco, que
acababa de abrir mientras jugaba con la tapa.

—Me lo han dicho —dijo Victoria, mientras abría un paquete de gomitas. —¿Quieres?

—¿Son gomitas? Las amo —admitió Taehyung. Sacó una y se la echó a la boca.

—Son mis favoritas —dijo Victoria.

—Las mías también —dijo Taehyung divertido.

Miró su refresco durante unos segundos. Como si el destino no quisiese que su mirada
se dirigiera hacia el muchacho que acababa de pasar frente a él. Si tan solo hubiese
mirado, todo habría cambiado en esa milésima de segundo.

Jungkook acababa de pasar frente a la mesa de una muchacha castaña y un chico que
charlaban animados. Se había fijado en las gomitas que ella había estado comiendo,
gomitas. Las favoritas de Taehyung, pensó con melancolía.
A la vuelta a las clases, Taehyung fue junto con Victoria. Les tocaba en diferentes, pero
las salas estaban una junto a la otra. Taehyung se despidió con una sonrisa y un beso
en la mejilla, de la castaña, y ella le dio una sonrisa.

Jungkook vio a su compañera de asiento en esa clase llegar. Victoria, era su nombre al
parecer. Era una chica castaña con rostro de niña, pero extremadamente hermosa.

—Hola Kookie —le dijo con una sonrisa.

—Hola Victoria —dijo Jungkook esperando no haberse equivocado de nombre. Al


parecer no, pues ella se dispuso a decir otra cosa.

—Conocí a uno de los chicos de intercambio —comentó la castaña —Es un Coreano,


está para morirse Jungkook —dijo. Los Coreano son para morirse pensó Jungkook. —
Es muy bonito, ojos cafés almendrados, muy alto. —el corazón de Jungkook se paró
durante unos segundos. No, Taehyung no podía estar en USA. Él estaba a kilómetros,
cruzando el mar, en Corea.

—¿Ah sí? —preguntó intentando sonar calmado. —¿Y cómo se llama?

—Taehyung… no estoy segura de su apellido —comentó la muchacha. No, tenía que


ser tan solo una fea coincidencia. Era imposible, Taehyung había postulado a la
universidad de Corea, debía estar estudiando allá. Ni siquiera sabía la ubicación de
Jungkook, tampoco era posible que la hubiese ido a buscar. Quizás tan solo eran un
montón de coincidencias.

—Ah… ¿Y qué charlaron? —preguntó sintiendo sus manos temblar. Su frente estaba
empapada en sudor, pues se había puesto demasiado nervioso.

—Mhm, nada, comentó que era de Corea y que se había ganado una beca de
intercambio, ah y justamente estaba comiendo gomitas, ya sabes, me encantan, y él
dijo que eran sus favoritas. —dijo ella. Justamente el profesor llegó y se quedaron
callados.

Jungkook estaba congelado, eran demasiadas coincidencias a su gusto. Y el chico que


creyó haber imaginado… sintió que comenzaba a sudar, sintió su corazón palpitar
desbocado. No, quizás estaba alucinando.

Ese día se fue a su casa intranquilo. Sentía que todos lo miraban, o que chocaría de
frente con Taehyung.

Aunque no estuviese seguro de que fuese él. Suspiró cuando llegó a su casa y por fin
cayó en su cama, sin decirle nada a nadie. Si Taehyung estaba ahí, no había mucho que
pensar. Sabía que apenas lo viera su fortaleza, aquella que utilizó para huir, caería y se
lanzaría a sus brazos a decirle que lo ama.

Finalmente, intranquilo, se quedó totalmente dormido.


Capítulo 46
Taehyung esa mañana se levantó de mejor ánimo. Victoria y él habían ido a un
Starbucks a charlar, y le pareció alguien agradable y fácil de tratar. Cuando le preguntó
acerca de sus novias, omitió el nombre de Jungkook, solo dijo: —Un caballero no tiene
memoria. Así que se llenó de optimismo, y marchó a clases con una sonrisa. Había
intentando bloquear totalmente a Jungkook de su mente, así no terminaría totalmente
deprimido en su ya tercer día de clases.

Se arregló un poco, se puso su perfume favorito y salió. Ahora le parecía más fácil
llegar.

Era divertido, Jungkook había estado sugestionado por nada, según él. Al no
encontrarse con Taehyung el segundo día, creyó que el tipo que Victoria había descrito
no era más que una mera coincidencia. No sabía lo equivocado que estaba.

Ese día llegó más temprano, y se sentó adelante en la clase. Su móvil estaba
reproduciendo BTS, se sintió algo extraño. Taehyung, en cualquier canción, venía a su
cabeza. Todo lo que hablase de amor, de un beso o solo de una pareja, lo hacía recordar
a su chico favorito. Suspiró, al percatarse que lo necesitaba tanto le dolía. Y se odiaba
a sí mismo sabiendo que antes jamás le había puesto atención, más que para llamarlo
su mejor amigo.

Taehyung era mucho más que eso, él era mil veces más.

El profesor llegó. Tenía que comprobar que estuvieran todos, porque habían hecho
pequeños cambios de clase. Jungkook espero su nombre, era uno de los últimos. Pero,
un nombre que no estaba anteriormente, lo congeló de pies a cabeza.

—Kim Taehyung. —anunció el profesor.

—Presente. —la voz grave lo tenía al borde del desmayo.

No, eso no había sido una alucinación. Era Taehyung, y estaba exactamente en la
misma clase que él.

—Jeon Jungkook —dijo el profesor, pero al notar que nadie respondía volvió a
comprobar. —Jeon Jungkook

—Presente —contestó balbuceando.

Taehyung estaba sonriéndole a una compañera, pero al escuchar la pequeña voz de


Jungkook, sintió que la sangre se le esfumaba, al igual que el aire. No era posible. No
podía ser que fuera un coincidencia, no, no lo era. Su voz, era imposible de confundir.
Era su voz, aquella suave y melodiosa voz que había deseado con tantas ansias
escuchar. Él estaba ahí.
Jungkook se atrevió por fin a voltear, intentó pasar desapercibido, pero un mal cálculo
logró solamente que su mirada chocara con un par de ojos almendrados que conocía
desde hace muchísimo tiempo.

Era él, lo estaba observando. Lo vio voltear bruscamente. Pero lo había visto, su mirada
estaba ahí, era él, hermoso y perfecto. Lo único que ahora lograba ver, era su cabello
largo, el estaba levemente recostado en la mesa.

No podía creerlo. ¿Era Jungkook o una mala pasada de su imaginación? No, no podía
ser una alucinación tan real. Sentía que la clase se le hacía eterna. ¿Qué le diría? No
sabía, solo tenía claro que correría hacia el apenas terminara la maldita clase. El salón
era inclinado, es decir, el profesor estaba en lo más bajo, y los puestos iban por filas
que subían y lo dejaba como una especie de mini teatro. Y el tenía toda la vista de
Jungkook abajo. Necesitaba hablarle, sentía que la desesperación y las ansias lo
carcomían.

Estaba congelado, pero a la vez tan ansioso de correr hacia él, aunque no tuviera idea
el porqué de todo, necesitaba solo verlo de cerca, recordar que todo había sido real.
Recordó entonces que Jungkook una vez le había contado que su padre vivía en Nueva
York. ¡Cómo no lo había pensado! Había sido un imbécil. Fuera de Corea, era casi
obvio que se iría a U.S.A. con su padre. Se sintió un completo tarado.

Jungkook no quería que la hora llegara. Quería que la maldita clase jamás terminara.
Tenía miedo, sabía que iba a correr y que se escondería y probablemente se ocultara de
Taehyung hasta que pudiese. Aunque sabía que era una misión casi imposible.

El timbre sonó cuando menos se lo esperaban, Jungkook, quien tenía sus cosas
guardadas hace cinco minutos, corrió de ahí. Gracias a Dios, la multitud aún no salía.
Corrió rápidamente. Taehyung lo perdió de vista. Guardó de golpe sus cosas, lo vio
correr fuera de la sala, pero la multitud le impedía pasar.

—Con permiso —decía desesperado. —, ¡Déjenme pasar maldita sea! –gritó y recibió
miradas confusas.

Lo vio dar la vuelta, Hacia dónde, no sabía. No conocía el campus. Así que solo corrió
hacia allá y dio la vuelta. Victoria se cruzó en su camino, pero el le dijo que estaba un
poco apurado, así que intentó buscar por todos lados.

Al cabo de quince minutos, aún no lo encontraba y comenzaba a pensar que se había


vuelto loco y habían sido solo alucinaciones. Pero al cruzar uno de los patios y dar la
vuelta por uno de los costados del edificio, el corazón se le paró y volvió a latir fuerte.

Jungkook se había ocultado en aquel solitario lugar al costado del edificio de ciencias
físicas. Era solitario, y podía llorar tranquilo cuando lo necesitaba, Tal como ahora. Era
Taehyung, y sabía que tarde o temprano lo iba a encontrar. Mas temprano que tarde.
Comenzó a derramar lágrimas, mientras miraba el verde césped. Miró ahora al cielo
nublado y rompió a llorar con más fuerza. Era él, después de todo, estaba ahí.

O el destino era muy cruel, o Taehyung había ido por el.

Desechó la segunda, nadie sabía donde él estaba. Sí, el destino era lo bastante cruel
como para jugarle aquella situación.

Entonces, alguien interrumpió sus pensamientos y fue a quien menos quería


encontrarse

—¿Jungkook? —levantó la mirada y esa luz que brillaba en sus ojos le congeló el
cuerpo.
Capítulo 47
Ya no había escapatoria, Taehyung estaba ahí, caminaba con paso inseguro, como
asegurándose de que todo era real. Él no lo miró otra vez, tampoco pronunció palabra
alguna. Sus manos temblaban, tenía miedo del futuro, miedo del momento y miedo del
pasado. ¡Era un cobarde! Necesitaba fuerza, pero tampoco sabía que hacer.

—Jungkook —dijo ahora con voz firme. Él no levantaba la vista, mantenía su cabeza
entre sus manos, mirando al suelo. Su sedoso cabello caía, impidiéndole ver su rostro.
—Mírame cuando te hablo, por favor —sonaba tranquilo, más de lo que jamás creyó
que estaría al verlo otra vez. Habían sido entre cuatro o cinco meses, pero se le habían
hecho demasiado eternos. Y ahora que estaba ahí, necesitaba una explicación. Una
razón que justificara todo el dolor que había pasado.

Jungkook por fin levantó la vista. Sus ojos rojos, con rastros claros de llanto. Dolía
verlo tan apenado, pero estaba tan feliz de volver a mirarlo a los ojos.

—¡Oh dios! Realmente eres tú —dijo maravillado —¡No tienes idea como te extrañé!
—dijo acercándose a él, listo para acogerlo entre sus brazos, pero Jungkook
bruscamente se levantó y se separó. —Jungkook ¿Qué pasa?

—Taehyung…nosotros ya no somos nada —dijo Jungkook intentado sonar firme.


Aunque su voz demostró toda la inseguridad.

—¿Kookie? ¿Hablas enserio? ¿En solo cuatro meses ya no soy nada para ti? —
preguntó frunciendo el ceño.

—Taehyung, en cuanto me fui, todo acabó. —dijo Jungkook ahora con más firmeza —
Así que por favor, permíteme retirarme. —comenzó a caminar en la única dirección
posible, junto a Taehyung, pero él lo agarró fuerte del brazo.

—Espera, no te irás, no ahora. Me debes una explicación —dijo Taehyung un poco


molesto. Estaba al borde del colapso. Emoción, nervios pero ahora rabia.

—No te debo nada, Taehyung —dijo Jungkook fríamente. Pero Taehyung, quien lo
conocía más que el mismo, solo dijo.

—Veo en tus ojos que estás actuando —dijo Taehyung con una mueca burlona —Te
conozco tanto Jeon Jungkook, más que tú mismo. Sé que cuando tienes rabia o
impotencia no puedes contener las lágrimas, y que cuando mientes, intentas mantener
la mirada, pero no te dura demasiado, como lo acabas de hacer. Y sé que estás a punto
de llorar, porque estás evitando mi mirada ahora mismo. —dijo Taehyung acercándose
a él.

—Déjame —dijo Jungkook con la voz quebrada


—¿Por qué Kookie? ¿Por qué cariño? —preguntó Taehyung acariciándole el cabello.
—Solo dímelo, sabes que yo sea como sea te comprenderé mi amor… —susurró cerca
de su oído. Aspiró su perfume, intentando grabárselo para siempre.

—No Hyung —su voz ya no mostraba firmeza, estaba quebrado, comenzó a llorar, solo
lloraba. No tenía idea como decirlo. No sabía que decir, tenía miedo, pero no quedaba
mucha escapatoria.

—Dímelo mi amor… yo puedo ayudarte, sabes que lo haré —dijo Taehyung


aferrándolo a su cuerpo. No podía dejarlo ir, no ahora.

—¡No te amo Taehyung! —gritó Jungkook.

Taehyung sintió su pecho apretarse, pero pese a que una parte de él le creyó, al mirarla
a los ojos solo dijo

—¡No más mentiras, Jungkook! Vamos con la verdad ¿quieres? —Ahora estaba
molesto —¡Dime porque! ¿Por qué me dejaste sin más que una maldita carta! ¿Crees
que eso explica algo? NADA —gritó —¡Y se supone que confiabas en mí!

—Sí confiaba en ti —dijo Jungkook llorando a mares. Taehyung luchaba por no


echarse a llorar. Lo miró con dolor, lleno de dolor y rabia.

—¡Entonces dime! ¿POR QUÉ MIERDA TE FUISTE ASÍ? —gritó alteradísimo.


Jungkook lo miró atemorizado, pero totalmente dolido. Los ojos de Taehyung
brillaban, esperando la oportunidad de dejar salir lágrimas —¿O realmente no me
amas? ¿Tienes a otro? ¿Qué?

No lo soportó más, miró el café de los ojos de Taehyung. Ese sincero y puro amor que
le mostraba, dejando ver el temor que sentía al dejarlo ir. Mostrándole cuanto lo
necesitaba, y cuanto necesitaba la verdad.

Jungkook lloraba silenciosamente, hasta que finalmente dijo.

—Fue él… —susurró. Taehyung frunció el ceño.

—¿Él que Kookie? ¿Quién? —preguntó alterado.

—¡Seungjong me violó, Taehyung! —gritó finalmente tirándose de rodillas al pasto,


con la mirada perdida, mientras le costaba respirar a causa del llanto. Taehyung se
había quedado petrificado. —Y no fue solo una vez… —agregó en un tembloroso
susurro.

Taehyung había colapsado. No había palabra que definiera que sentía. Estaba
congelado, con los labios apretados, mirándolo fijamente llorar con las manos en el
rostro. Parecía que su cerebro aún no procesaba la información. Su cuerpo temblaba, y
no reaccionaba. Jungkook sollozaba, mientras él, solo lo miraba. Por su mente corría
una serie de recuerdos, pensamientos y sentimientos, todo mezclado.

—¿Qué…? —sus labios no pronunciaron otra cosa.

Era una mentira ¿cierto? Necesitaba dejar de alucinar. Necesitaba dejar de soñar con
él. Pero no era un sueño, porque debería haber despertado.

—Él… el día de la graduación… me golpeó cuando entré a ducharme antes de


vestirme… y —su voz se quebró. Recordó todos esos tormentosos momentos —Él me
amenazó… dijo que te mataría a golpes si yo hablaba —su respiración irregular a causa
del llanto, le dificultaba el hablar. —Esa noche… lo hizo de nuevo. Y fue casi a
diario… golpes, y todo lo demás —él lloraba desconsolado. Todo volvía, su asco hacia
el mismo, su nula autoestima, su odio, todo, absolutamente todo. Taehyung solo se
mantenía quieto sin decir nada. —Necesitaba escapar… yo…. No era capaz de ponerte
en riesgo, y creí que jamás volverías a tocarme si te enterabas —lloraba casi de forma
convulsionada. Taehyung sintió que en cualquier momento se desmayaría.

Y lo primero que volvió a sentir claramente fue odio. Odio, impotencia, repudio, dolor,
y más odio. Quería matar a ese hijo de puta, lo mataría, con sus propias manos. Lo
torturaría, parte por parte, hasta que rogara la muerte. Lo cortaría en pedacitos y se los
daría a los perros.

Pero ahora, tenía que decir algo, intentar hacer algo.

Comenzó a llorar. No supo qué hacer. Las lágrimas se deslizaron una tras otras, le
comenzó a faltar la respiración. Se acercó a Jungkook, se arrodilló al lado de su cuerpo
tembloroso y lo abrazó contra él. Jungkook sollozaba abrazándolo con fuerza.
Taehyung no paraba de llorar, luego de un rato, ni siquiera entendía de dónde salían
las lágrimas, parecía que llevara una eternidad llorando. No tenía idea como debía
reaccionar, y solo atinaba a derramar más y más lágrimas.

—Hyung… —susurró Jungkook separándose de él. Taehyung levantó la vista, tenía


los labios entreabiertos, y el camino de sus lágrimas marcado en sus mejillas. Sus ojos
hinchados y anegados en lágrimas, el color rojo de sus ojos resaltaba más el café
original. —No llores —pidió Jungkook mientras le limpiaba las lágrimas con los dedos
—Siento mucho haberte dicho todo esto… no pensé que te vería así… ¡Siento hacerte
sufrir! —dijo con desesperación al ver que el muchacho seguía llorando en silencio.

Taehyung tenía la mente revuelta de cosas. No sabía que decir, solo sentía que el
corazón estaba tan apretado que le instaba a seguir llorando.

¿Cómo no había sido capaz de proteger a su novio? ¿Cómo permitió que le sucediera
algo así? ¿Cómo fue tan idiota de no darse cuenta lo que estaba pasando?

Ese hijo de puta lo había tocado, le había hecho daño. Tenía que matarlo, no merecía
nada más que morir de la forma más dolorosa que existiese.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó Taehyung con la voz llena de dolor. —¿Por qué
no confiaste en mí? —dijo destrozado —Podría haber hecho algo… ¡Hubiese escapado
hasta el fin del mundo por ti! Pero no me dijiste absolutamente nada, y ahora me dices
de golpe todo esto y yo… no puedo —dijo anegado en lágrimas.

—No podía —susurró Jungkook. —¿Cómo crees que me sentía conmigo mismo?
¿Cómo crees que me siento?

—Pero Jungkook —dijo Taehyung intentado relajarse —Yo soy… digo era tu novio,
tu mejor amigo de toda la vida… hubiese hecho cualquier cosa por ti —dijo Taehyung
sin aguantar las lágrimas otra vez

—¡En ese momento solo quería huir y no meterte en el asunto! —dijo Jungkook
alterado —¡Me amenazó Taehyung! ¿Crees que hubiese permitido que te dañara?
¿Realmente crees que hubiese arriesgado la vida de la persona que más amo en este
maldito mundo? —Taehyung se quedó callado. Entendía su punto, el tampoco lo
hubiese arriesgado de ninguna forma, pero aun así necesitaba más respuestas, o
necesitaba algo que lo calmara.

—No puedo… —susurró Taehyung. Se volteó y comenzó a caminar en dirección


contraria. Necesitaba aire, necesitaba despejarse. Por una vez en la vida, necesitaba
estar lejos de el y pensar.

Jungkook lo vio alejarse y comenzó a llorar otra vez, quizás arrepentido de haberle
dicho la verdad a Taehyung. Mil cosas cruzaron su mente. Quizás Taehyung ahora
sentía asco de el… quizás no quería volver a verlo, eso le rompió más el corazón.
Sollozó un rato más, hasta que miró la hora y notó que era bastante tarde. Se levantó
del piso, se sacudió la ropa y se limpió la cara y emprendió rumbo a casa.

Para Taehyung era difícil asumir todo esto. No tenía idea que debía hacer, como debía
actuar, que debía decir. Solo sentía que quería llorar y consumirse en un pozo profundo,
se sentía un asco. Siempre tenía que arruinar todo, ni siquiera pudo ser un buen chico
para Jungkook durante al menos un año y ya se había arruinado. Él debía protegerlo y
no lo había hecho. Suspiró cuando llegó a su apartamento. Se lanzó sobre la cama,
abatido y sin ganas de moverse. En su mente solo cabía Jungkook, podía casi ver sus
ojos llorosos llenos de dolor. Comenzó a llorar otra vez, su odio lo consumía poco a
poco, la impotencia y la ira llenaban su interior y quemaban tal como fuego sobre su
piel. Luego de un rato, se quedó profundamente dormido. Pero su sueño no fue
tranquilo, despertaba sobresaltado soñando con Jungkook, viéndolo sufrir ante las
garras de aquel enemigo que debía aniquilar.
Capítulo 48
Apenas Jungkook llegó a la universidad, sintió un escalofrío recorrer su espalda, con
el miedo latente de que Taehyung lo miraría con asco, o le diría algo que no sería capaz
de soportar. Se sentía cansado, y su rostro lo denotaba. Las ojeras mostraban las horas
de sueño que las pesadillas le habían quitado. Habían vuelto las sombras en sus sueños,
y las asquerosas manos de él… todo lo que vivió reducido a pesadillas que le quitaron
su noche de tranquilidad.

Caminaba por el césped de la universidad, cruzando el campus de par en par para llegar
a su clase, cuando unas manos agarraron fuertemente su cintura. Lanzó un grito pero
la mano le tapó la boca, no permitiendo que nadie lo escuchase.

—Shhh… soy yo —la voz de Taehyung logró que una ola de alivio recorriera su
cuerpo. —Necesito que hablemos, ahora —pidió.

—Casi me matas del susto, Taehyung —dijo Jungkook rodando los ojos —Tenemos
clases, no puedes faltar, llevas cuatro días aquí. —dijo frunciendo el ceño.

—Diré que me sentía mal, el cambio de aire, ya sabes —dijo guiñando un ojo —
Ahora…vamos. —le agarró la mano con fuerza y casi lo arrastró fuera del campus.

Caminaron algunas cuadras, mientras Jungkook se preguntaban hacia donde iban,


Taehyung aún debatía mentalmente que decirle. Llegaron a un gran edificio, donde el
alto entró, sin soltarle la mano. La rubia recepcionista lo saludó con amabilidad.
Jungkook sonrió débilmente.

—¿A dónde vamos? —preguntó confuso al subir al ascensor.

—A mi apartamento —contestó Taehyung con tono seco.

Jungkook no dijo nada al respecto, pero lo miró de reojo a Taehyung, quien miraba
hacia el frente sin soltarle la mano. Sonrió, ver el hermoso rostro de Taehyung era algo
impagable.

¡Dios, cuanto lo había extrañado!

Tenía unas enormes ganas de lanzarse a sus brazos, besarlo y no dejarlo ir jamás, pero
se quedó quieto en su lugar hasta que el ascensor abrió las puertas. Bajaron, Taehyung
sacó sus llaves y abrió. Jungkook observó el acogedor apartamento en que se
hospedaba. Lucía ordenado y amplio, además el vivía solo por lo que tenía gran
espacio. Taehyung cerró la puerta con llave, y volteó para verlo a los ojos.

—Siéntate —ordenó. Jungkook se sentó en el sofá, Taehyung fue por un vaso de jugo
para ambos. Jungkook bebió, algo intimidado por la actitud tosca del muchacho.
Ambos terminaron de tomar jugo y se miraron. Taehyung fue a sentarse junto a él, se
miraron unos segundos. —Yo quería… —comenzó Taehyung algo nervioso —Dios,
esto es difícil.

—Solo dilo. —dijo Jungkook, esperando lo peor.

—Kookie perdóname —Jungkook frunció el ceño por la sorpresa —Yo… no supe


cómo reaccionar, me sentía mal conmigo mismo, debí haberte protegido y… —
comenzó a costarle hablar. —Kookie te amo tanto que solo pensar lo que pasaste solo,
todo lo que te guardaste —Taehyung le tomó la mano y lo miró, sus miradas casi
quemaban. —Mi amor, perdóname… te prometo, que desde ahora, nunca te dejaré solo
y te protegeré de todo, te lo juro —sonaba desesperado, herido y lleno de ansias, solo
quería demostrarle que el daría la vida por el si fuese necesario. —Yo… —sus ojos se
cristalizaron, y Jungkook se acercó y lo abrazó con fuerza. Ambos sintieron que eso
era lo que necesitaban, estar cerca del otro, sin palabras de por medio, sin nada más
que sentirse uno al otro. —Te amo con toda mi vida, como nunca había amado… y yo
quiero ser capaz de… quiero poder ayudarte a sanar esas heridas, enterraremos ese
pasado para no dejarlo salir otra vez… —besó su frente y lo abrazó otra vez.

—Taehyung no tengo nada que perdonarte… tú debes perdonarme por dejarte —


susurró Jungkook mirándolo a los ojos. Sus rostros estaban a centímetros. —Yo
también te amo mi vida, y no quiero dejarte nunca más…

Cerraron los ojos y dejaron que sus labios se tocaran después de todos esos meses. La
memoria jamás le hacía justicia a la realidad. Sus labios se presionaron suavemente,
con inseguridad, con miedo a volver a intentarlo. Jungkook no soportaba tener poco de
él, así que abrió su boca para permitir a Taehyung profundizar el beso. Lo que en un
principio había sido un roce de labios, ahora se había transformado en una batalla, una
guerra entre sus lenguas intentando definir el dominio de la otra.

Jungkook sentía como todo volvía a él, la felicidad y el latido desbocado de su corazón,
sentía que la sangre corría por sus venas otra vez, mientras Taehyung lo besaba como
si no hubiese mañana. Taehyung sentía que todo era tan irreal, pero no quería dejar
escapar el momento. Necesitaba más, y más y más de él, necesitaba besarlo, sentirlo,
tocarlo y hacerlo suyo otra vez, saber que el no se iría otra vez. Sus manos se metieron
bajo la camiseta de Jungkook, tocando su piel, sintiendo fuego ante el contacto. Se
recostaron en el sofá, Jungkook bajo él, sin despegarse, con falta de aire en los
pulmones.

Las manos de Taehyung pasaban por su abdomen, provocando que su cuerpo temblara
bajo él, haciéndolo sentir fuego recorriendo su piel no dejaba su boca descansar. Podían
sentir que la boca les dolía, les quemaba, pero aún así la necesidad del otro era mayor.
Cuando las manos de Taehyung bajaron para meterse por los pantalones de él,
Jungkook lo empujó con fuerza y se separó bruscamente de él.

Taehyung lo miró con gesto de disculpas. Había olvidado todo, por completo.
Jungkook tenía los ojos llorosos. Se volteó, dándole la espalda a Taehyung. El suspiró,
se mordió el labio nervioso. Y se acercó para rodearlo con sus brazos. Jungkook no
dijo nada ni se opuso.

—Lo siento… —susurró suavemente en su oído, haciéndolo suspirar —Sé que es


difícil, no te obligaré a nada.

Jungkook volteó y le sonrió débilmente. Los fantasmas del pasado seguían ahí, seguían
presentes en su vida, y costaría bastante quitarlos del camino.

—Escucha —dijo Taehyung poniendo sus manos en las mejillas de Jungkook —Jamás
podré entenderte, pues tú fuiste el que sufrió, pero te juro, te juro por todo lo que tengo
que yo te haré superar eso, estaré contigo en todo lo que necesites pequeño. Te lo
prometo —besó la cabeza de Jungkook, quien derramaba lágrimas silenciosamente. Lo
abrazó con cuidado, Jungkook temblaba y sentía miedo, era imposible superar todo de
la noche a la mañana.
Capítulo 49
La primera semana de Taehyung en Nueva York había salido bastante bien. En
realidad, Jungkook era la razón. No podía creer cuan afortunado era al haberse
encontrado con él. Fue como si el destino quisiese su rencuentro, todo había sido puesto
en una dirección para que ellos estuviesen juntos.

Pero Taehyung al observar a Jungkook, se daba cuenta que tenía mucho que hacer para
lograr que volviera a ser el mismo de siempre. Lo observó minuciosamente, cada vez
que un chico pasaba junto a él, Jungkook se movía lo suficiente para que ni siquiera
pudieran rozarse el cuerpo de casualidad. Miraba, lleno de miedo, a la gente que veía
alrededor y aún sus pasos eran inseguros en cuanto a Taehyung. El chico sabía que
había un larguísimo camino que recorrer para superar todos los temores de su Kookie,
pero el más grande sería cuando el maldito bastardo pagara lo que le había hecho. Pero
por ahora, quedaba solo aprender con el, aprender día a día, ayudándolo a recuperarse,
esperando lo que fuese necesario para tenerlo entre sus brazos, aprender a amarlo como
merecía, aprender como amar.

—Esta tarde no tengo que estudiar —comentó Taehyung mientras rodeaba a Jungkook
con su brazo y caminaban abrazados —¿Te apetece venir a mi apartamento y rentamos
algunas películas o algo así?

Jungkook le sonrió como respuesta afirmativa. Caminaron lentamente sin decir mucho
por la calle, mientras Taehyung tarareaba una canción. Después de tantos meses de
tortura, Jungkook comenzaba a sentirse protegido otra vez, como si los brazos de
Taehyung fuesen un chaleco antibalas contra aquellas balas de maldad que lo
atormentaban día a día. Se abrazó más a él, lo que logró que Taehyung curvara sus
labios en una sonrisa. Y aún para él era como un sueño verlo allí, sonriéndole, riéndose,
abrazado a él.

—Llegamos jovencito —dijo cuando abrió la puerta al salir del ascensor —Pase, está
en su casa. —Jungkook sonrió divertido, y entró, Taehyung lo siguió. Cerró la puerta
tras de él, y lanzó su mochila a un lado. Jungkook dejó cuidadosamente su bolso a un
lado también.

—Lo desordenado no se te quita ¿eh? —dijo Jungkook divertido.

—No —dijo sonriendo orgulloso. Lo abrazó contra él y le besó la frente —Kookie,


¿Qué quieres hacer?

—No lo sé Hyung—dijo Jungkook sonriéndole coqueto, Taehyung solía molestarse


por se diminutivo, pero ahora escucharlo de la voz melodiosa de kookie le pareció
extremadamente sensual. —¿Qué se te ocurre?

—Me golpearías si te lo dijera —dijo Taehyung en un susurro, Jungkook se rió y le


golpeó el hombro. El sonrió divertido.
—Pervertido —murmuró Jungkook riéndose. Taehyung le besó la frente y se dirigió a
la cocina.

—¿Tienes hambre? —preguntó el mayor mirándolo con su sonrisa de siempre.

—Sí —admitió él.

—¿Qué quieres que te prepare? —preguntó Taehyung mientras miraba su refrigerador.

—¿Cocinas ahora? —preguntó Jungkook

—Algo, pero es solo por ti —contestó él guiñándole un ojo de forma coqueta. Jungkook
lo miró con ternura.

—Mejor solo llama unas pizzas, para que no perdamos tanto tiempo —dijo Jungkook
mientras tomaba su celular. Taehyung asintió. Le quitó el teléfono de las manos a
Jungkook quien lo miró con el ceño fruncido y marcó el número de la pizzería que
aparecía en su guía telefónica. Pidió unas pizzas, mientras Jungkook había
desaparecido de su vista. Cortó, frunció el ceño y fue a buscarlo. Él estaba en su
habitación observando curioso el lugar.

—¿Intentas escapar? —preguntó Taehyung. Él volteó y le sacó la lengua. El alto rió


suavemente. —Ven acá precioso —susurró ofreciéndole la mano para que la tomara.
Jungkook la tomó con una traviesa sonrisa. Entrelazaron sus dedos, y se miraron
fijamente. Jungkook sentía que Taehyung estaba haciendo su mejor esfuerzo por
ayudarlo, y sentía todo el amor que el muchacho intentaba transmitirle. Solo mirando
sus ojos cafes, la forma en que lo miraba, podía darse cuenta que realmente él jamás lo
olvidó. Taehyung se inclinó para que sus rostros estuviesen más cerca. Jungkook
desvió su mirada a sus labios, y sintió aquella necesidad irremediable de besarlo y
jamás parar. Taehyung medio sonrió al ver la mirada de Jungkook en su boca, así que
supo que le estaba permitido dar el siguiente paso. Se acercó más a él y cerró los ojos
al sentir sus labios tocando los de Jungkook. Soltó su mano y lo puso en su cintura,
acercándolo más a él. Se inclinó un poco más mientras Jungkook se ponía de puntitas
para profundizar más el beso. Taehyung sintió que iba a explotar si no seguía
avanzando, era de aquellos momentos en que la cordura se le escapa de las manos
cuando se perdía en los labios del chico que amaba. Lo empujó con cuidado, haciéndolo
tropezar y caer en la cama. Jungkook se rio con dulzura, Taehyung aprovechó y se puso
sobre él, sin aplastarlo, pero volviendo a la tarea de besarlo sin siquiera pensar en parar.
Jungkook rodeó su cuello con sus brazos, mientras jugaba con sus cabellos. Taehyung
aún algo consciente, bajó muy lentamente su mano, para evitar asustarlo, para poco a
poco subir su camisa, y acariciar la piel de su estómago. Jungkook sintió aquellos
nervios otra vez, pero estaba tan consumido y tan ocupado en llevar el ritmo de los
labios de su novio, que se dejó llevar. Las manos de Taehyung subieron para quitarle
completamente la camisa, pero antes de quitarla por completo lo miró a los ojos y le
besó la frente, dándole seguridad, esa seguridad que tanto le hacía falta. Él lo miró
nervioso, pero aun así lo besó otra vez. Taehyung depositó un húmedo y sonoro beso
en su cuello a lo que él respondió con un sorpresivo gemido. Eso animó al alto a seguir
en esa zona de su piel, besándole el cuello con tanta concentración, provocándole tantas
sensaciones que extrañaba. Jungkook sentía que necesitaba más y más de él. Lo obligó
a quitarse la camisa para volver a ver su cuerpo, aquel que tanto extrañaba. Una sonrisa
traviesa se formó en sus labios al ver que ahora el pecho de Taehyung estaba más
marcado. Al parecer había estado yendo al gimnasio. Taehyung no lo dejó descansar y
capturó sus labios otra vez.

—No tengas miedo… —susurró Taehyung con una voz demasiado ronca y sensual
para el autocontrol de Jungkook —Yo jamás te haría daño… —se acercó más al oído
de Jungkook —Estás conmigo ahora, solo déjate llevar.

Su mano fue hasta la entrepierna de Jungkook, haciéndolo gemir. Lo besó otra vez
mientras que con cuidado bajaba su pantalón. Todo era extremadamente lento, pero a
la vez lo hacía con cuidado. Necesitaba darle la confianza y seguridad que él
necesitaba. La ropa de ambos desapareció rápidamente, casi por arte de magia, pero
aún así, sus movimientos seguían siendo lentos. Taehyung lo observó con cuidado, su
cuerpo seguía siendo maravilloso, sentía que ya no podía esperar mucho. Las ganas de
entrar en el dolían. Besó sus labios otra vez mientras su mano subía por su vientre.

—Te amo pequeño mío —dijo Taehyung mientras se acomodaba entre las piernas de
él. Jungkook seguía un poco temeroso, pero las ganas de que Taehyung volviese a
amarlo como solo él sabía eran mayores. Al fin y al cabo, su mente razonó. Era
Taehyung, él único hombre que jamás sería capaz de hacerle daño. Taehyung se movió
con cuidado para entrar en el lentamente. El cuerpo de Jungkook se tensó totalmente
por el miedo y los recuerdos tortuosos de Corea, por lo que le dolió sentir a Taehyung
dentro de él como si fuese su primera vez. —Amor, relájate o no lo disfrutarás —le
susurró él —Estás muy tenso. Para ayudarlo, le besó los labios con lentitud y dulzura.
Deslizó sus manos por su pecho haciéndolo temblar. Se movió lentamente, haciendo
que él gimiera.

—Shh… ya pasará —dijo Taehyung. Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de
Jungkook. Dolía, más que su primera vez. Taehyung se desesperó al no encontrar forma
en que no le doliese tanto. —Amor, no hagamos esto, la idea es que lo disfrutes no que
estés así…

—No… sigue —pidió Jungkook mientras intentaba acomodarse para encontrar una
posición en que no sintiera aquel infernal dolor.

—Cariño, estás llorando. —dijo Taehyung mientras le acariciaba la mejilla.

—Se pasará —dijo Jungkook. Necesitaba que Taehyung borrara el rastro de ese
bastardo de dentro de él. Necesitaba pertenecerle solo a él. —Solo necesito relajarme
—dijo limpiándose las lágrimas del rostro. Taehyung asintió y comenzó a besarle el
cuello otra vez para lograr que se dejara llevar. Poco a poco los besos y caricias del
muchacho lo relajaron mucho más. Así que dio otro movimiento contra el cuerpo de
Jungkook. Aún dolía, pero era mucho más soportable.
—¿Duele aún? —preguntó Taehyung en un susurro.

—Menos —susurró Jungkook sintiéndose mucho mejor. Taehyung atrapó sus labios
mientras daba otro movimiento contra el cuerpo de Jungkook. Poco a poco el dolor se
transformaba en placer, además las palabras de Taehyung y el tono tan dulce de su voz
comenzaban a hacer efecto en él.

—Así… —susurró Taehyung—Estás mucho más relajado… —dijo con voz ronca en
su oído. Las manos de Jungkook se deslizaron por la espalda del muchacho, mientras
se movía dentro de él. Jungkook comenzaba a arquearse bajo el cuerpo del muchacho
con cada embestida, sentía que el placer lo consumía lento, pero a la misma vez más
rápido de lo que quisiera. —Te amo… —susurró el contra su oído, con la voz
entrecortada por la agitación. Estaban a punto de llegar ambos, sentían que el placer
los haría explotar. Taehyung continuo con aquellas embestidas, que ya se habían vuelto
más rápidas, hasta llegar al punto de sólo escuchar sus gemidos, Jungkook no aguantó
y todo su cuerpo se tenso y tembló ante la llegada de aquel dichoso orgasmo. Taehyung
llegó unos segundos luego, llenando su interior susurrando su nombre en un gemido.
Sus cuerpos seguían tensos luego de aquel momento. Largos segundos después,
comenzaron a recobrar el aliento.

Jungkook abrió los ojos y vio a Taehyung sudado, con sus ojos cerrados disfrutando
los últimos vestigios de aquella maravillosa sensación. El muchacho abrió sus grandes
ojos cafeces y lo miró fijamente y salió de su interior. Lo único que el atinó a hacer fue
abrazarlo. Se abrazaron con fuerza, y Taehyung no pudo evitar que el nudo en la
garganta que sentía explotara, haciéndolo soltar lágrimas. Todo lo que siempre había
amado estaba ahí, era él. Y después de haberlo perdido y haber creído lo peor todavía
estaba ahí, pero sentía que no estaba siendo lo suficientemente bueno para hacerlo
olvidar.

—Hyung ¿Qué sucede? —preguntó Jungkook incorporándose. Taehyung lo miró con


los ojos llenos de lágrimas. Las manos de Jungkook fueron a su rostro. Limpió sus
lágrimas con cuidado.

—Kookie —susurró Taehyung. —Perdóname… siento tanto no haber sido el novio


que merecías, tu eres hermoso, eres el mejor chico, te mereces lo mejor y has pasado
tanta asquerosidad solo… —hablaba rápido y las palabras casi no se le entendían. —
Dios, si pudiera retroceder el tiempo…Jungkook te amo, dios santo, te amo tanto,
necesito hacerte saber que jamás te dejaré solo otra vez, nunca más mi amor.

—Hyung cariño tranquilo… —susurró Jungkook. El lo miraba destrozado. —No tienes


la culpa de nada ¿sí? Ahora me siento seguro contigo mi vida…

Taehyung sonrió un poco y lo abrazó con fuerza. Solo quédate conmigo.

El timbre sonó, entonces se miraron y comenzaron a reírse. Se habían olvidado


completamente de las pizzas. Taehyung se vistió rápidamente y atendió a la puerta.
Capítulo 50
—Sácame una foto con estas orejitas de Gato —dijo Jungkook emocionado. Taehyung
caminó con una traviesa sonrisa y sacó su cámara. —Soy un Gato —le guiñó un ojo a
Taehyung y él le sacó la foto. —Mira, también está estas de Rilakkuma.

Jungkook era igual que un niño de cinco años. Estaban en una de las jugueterías más
grandes de Nueva York, y se había sacado fotos con más de la mitad de las cosas de la
tienda. Taehyung lo seguía sonriendo divertido.

—¡Mira! —dijo señalando un peluche —¡Es ShinChan! —gritó emocionado tomando


el peluche de la ShinChan. —¡Foto con ShinChan!

—Amor, eres igual que un bebé —dijo Taehyung mientras le tomaba la foto —sales
hermoso.

—Déjame ser feliz. A cambio de no haber ido jamás a Disneyland, déjame disfrutar
aquí. —dijo frunciendo el ceño.

—Iremos a Disneyland juntos ¿Está bien? —dijo Taehyung mientras rodeaba su


cintura con sus brazos.

—¿Promesa? —dijo Jungkook frunciendo el ceño desconfiado.

—Promesa pequeño —dijo Taehyung tomándole la mano. —Iremos antes de tener


niños, para disfrutarlo solos, luego los llevaremos.

—¿Niños? ¿Bromeas? —dijo Jungkook sorprendido.

—Claro que no —dijo Taehyung —¿O acaso planeas dejarme? —dijo frunciendo el
ceño.

—Jamás creí que tú quisieras tener bebés —dijo Jungkook divertido mientras tomaba
algunos juguetes y recuerdos y se dirigían a la caja.

—Si quiero bebés, claro que sí para cuidarlos contigo —dijo él besándole la frente —
Así tendré la excusa para decirte que quiero intentar tener muchos bebés. Lo
intentaremos todas las noches. —dijo Taehyung pervertidamente. Jungkook se rio
divertido.

—Tonto —le golpeó el brazo. Pagó las cosas y tomó la mano de Taehyung.

—¿Dónde quieres ir? —preguntó Taehyung —Tú conoces mejor la ciudad en todo
caso.

—Quiero ir al cine ¿quieres? —Taehyung asintió y le robó un beso.


Otra semana había volado. Volver a estar juntos era lo que los había sacado de esa
profunda tristeza, es más, se pasaban el día juntos, riéndose y disfrutando de su amor.
Además, en la universidad se veían todo el día. Taehyung estaba en una clase que
topaba con Jungkook, así que se sentaban juntos y la clase se hacía más fácil.

—¿Qué película? —preguntó Taehyung.

—No lo sé… —dijo Jungkook —¿Una súper romántica?

—Ay Jungkook, si tú quieres, aunque me quedaré dormido probablemente —dijo


rodando los ojos. Jungkook lo miró frunciendo el ceño.

—Quizás una de terror, para que me abraces. —dijo Jungkook sonriendo coqueto.
Taehyung sonrió

—Eso está mejor.

—¡SUEÑA HYUNG! Veremos… —miró la cartelera y Taehyung dio un respingo. —


Ay, no me gusta ninguna de amor de las que hay. —Frunció el ceño —Hyung, ganaste
esta vez. Veremos la dama de negro, solo porque trabaja Radcliffe —dijo mirándolo
de reojo.

—Yo te cuidaré para que no te vaya a tragar la pantalla —dijo Taehyung divertido.
Jungkook lo miró con odio. Pero Taehyung lo abrazó entre risas.

Durante la película, Jungkook se asustaba algunas veces. Taehyung se reía por lo bajo,
pero Jungkook lo abrazaba con fuerza, incluso casi le tiró las palomitas al suelo.

—Hyung —dijo Jungkook en reclamo cuando otra imagen lo había asustado —Dame
tu mano. —Taehyung le dio la mano, de lo que luego estaba arrepentido, pues al salir
de la película su mano estaba roja por la presión que ejercía la mano de Jungkook
cuando algo le asustaba, y por los rasguños y la marca de sus uñas de Jungkook.

—¡Eres un salvaje! Mira —dijo Taehyung mostrándole su mano —¡Me atacaste!

—¡Tú me arrastraste a ver la película! —dijo Jungkook frunciendo el ceño.

—Jungkook, eres exagerado, ni siquiera daba tanto miedo y no era muy buena, te
asustaste hasta cuando las niñitas se lanzan de la ventana y ni siquiera dio miedo —
dijo él rodando los ojos.

—Malo —dijo Jungkook soltándole la mano y caminando adelante. Taehyung rodó los
ojos y fue tras él. Le agarró la cintura y lo jaló hacia él.

—No seas niño kook, si no me dolió tanto —dijo Taehyung divertido. Jungkook no
dijo nada. Taehyung lo hizo voltearse, él no lo miró. —Ay pequeño, eres tan infantil
—dijo acercándose. Jungkook volteó el rostro. —¿Me das un beso? —él lo miró
arqueando una ceja y negó con la cabeza —Uno pequeñito —dijo Taehyung divertido.
Jungkook negó otra vez ya con una sonrisa —¿Qué debo hacer para un beso del
pequeño kookie?

—Nada —dijo Jungkook —No te lo mereces.

—¡Jeon Jungkook! —Reclamó Taehyung —¡Quiero un beso!

—No te lo daré Hyung. —dijo él desafiante. Taehyung frunció el ceño y se cruzó de


brazos. Taehyung y Jungkook se miraron y terminaron riéndose. Taehyung fue hacia
Jungkook, lo jaló de su chaqueta hasta su cuerpo y lo besó con dulzura. Se separaron y
se sonrieron.

—Me lo diste —dijo Taehyung sonriendo con ternura. Jungkook se rió y miró los ojos
de su novio. Extrañaba tanto perderse en ese café profundo, esos ojos maravillosos que
lo habían enamorado tan rápido. —¿Qué tanto me ves pequeño?

—Me encantan tus ojos cariño —dijo Jungkook sonriéndole dulcemente. —Podría
mirarlos todo el día —él sonrió, Taehyung bajó la mirada un segundo y la levantó otra
vez.

—Son tuyos —dijo él sonriendo —Soy completamente tuyo, obsérvalos cuanto


quieras.

—Sí, eres totalmente mío Hyung. —dijo Jungkook mientras le besaba los labios
cortamente —Así que todas esas perras que tenías de amigas, deben tenerlo bien
grabado en su única pequeña neurona.

—Ellas no importan ahora —dijo Taehyung cerca de sus labios. —Soy tuyo, puedo
gritarlo hasta en la torre Eiffel, porque quiero que todo el mundo lo sepa… —besó sus
labios con pasión, dándole todo, demostrándole cuanto lo amaba y que era totalmente
de él.

Y aunque no tuviese explicación lógica, todo parecía brillar con Jungkook a su lado.
Capítulo 51
Jungkook sentía como le temblaban las manos al caminar más hacia el final del pasillo.
No sabía porque, pero tenía el maldito presentimiento de que algo malo sucedería.
Caminaba con paso inseguro, mientras miraba hacia todos lados, esperando que
Taehyung apareciera de la nada para sentirse más seguro, pero no aparecía y eso lo
ponía más nervioso. El pasillo estaba terminando, mientras el sudaba frío y temblaba.
Sacó su celular, pero no existía señal. No podía llamarlo. Puso un paso fuera del lugar,
y miró hacia todos lados alerta. Suspiró un poco más aliviado al no ver a nadie, así que
comenzó a relajarse cuando una voz masculina, aquella que tanto temía estaba justo
detrás de él.

—¿Intentabas escapar? —la voz de él, de su padrastro, del hombre que más odiaba en
este mundo le congeló el cuerpo.

Taehyung, Taehyung, Taehyung te amo. Sentía que iba a morir en cualquier momento.
Entonces poco a poco para encontrarse con unos ojos cafeces que él conocía.

—¿Hyung? —preguntó más relajado. Al parecer su imaginación iba demasiado lejos.


Lo vio acercarse a él serio. Algo era diferente, algo no le calzaba. —¿Hyung qué
sucede? —el muchacho caminó a paso firme hasta él y lo tomó bruscamente de los
brazos. —¡Taehyung! ¡Me haces daño! —intentó soltarse de su agarre, pero él, con los
ojos enfurecidos le propinó un puñetazo que lo hizo caer al suelo. Jungkook no
reaccionaba, no podía creer que Taehyung estuviese haciendo eso. Miró a su alrededor,
no había nadie. Se levantó rápidamente sin dejar de mirarlo. No parecían sus ojos
almendrados de siempre. Retrocedió un poco, y él se acercó nuevamente. Así que
comenzó a correr, sintiendo la presión y el miedo hacer fallar sus piernas. Taehyung
corría enfurecido tras él, y en su mano brillaba una pequeña navaja. Intentó gritar, pero
los pulmones y la nariz le quemaban, no podía pronunciar palabra alguna. Sudaba y las
piernas le dolían, hasta que tropezó y cayó de bruces al suelo. Taehyung lo tomó con
fuerza, y le pateó el estómago. Chilló mientras él con violencia lo desnudaba y lo
golpeaba, pero nadie lo escuchaba. Todo era una tortura, era demasiado irreal. Entonces
cuando le había hecho el daño suficiente, mostró la navaja y lo alzó, listo para atacarlo
y arrebatarle la vida.

—¡NO! —gritó cuando abrió los ojos. El corazón le latía a mil por hora. Temblaba y
lloraba., muerto de miedo. Miró a su alrededor, y no estaba en su hogar. El miedo
volvió a él ahogándolo.

—¿Qué sucede Jungkook? —preguntó Taehyung levantándose bruscamente y


prendiendo la luz. Estaba semidesnudo mirándolo desconcertado. Jungkook lo miraba
lleno de miedo, aún no volvía a la realidad luego de esa pesadilla. —kookie ¿Qué pasa
amor? —preguntó acercándose a él. Jungkook se alejó y comenzó a llorar desesperado.
Solo fue una pesadilla, Taehyung está aquí, el verdadero Taehyung. Intentó
tranquilizarse ante la preocupación y desesperación de su novio.
—Pesadilla… —susurró Jungkook temblando. Taehyung suspiró y se acercó a él, con
suavidad y cautela lo abrazó y lo acurrucó contra su pecho.

—Shh… —susurró cerca de su oído —Ya ha pasado pequeño, solo fue un mal sueño.
—Jungkook no podía dejar de llorar. Tenía la piel fría, y sus manos seguían temblando.
Taehyung tomó la manta y la puso sobre ambos. Lo tenía acunado entre sus brazos
como si fuera un bebé. —No pienses en ello… estoy aquí para protegerte cariño. —
Jungkook sollozaba, escondiéndose en el pecho de Taehyung. —Mi amor no dejaré
que te pase nada ¿sí?

Al cabo de un rato, Jungkook se relajó. Taehyung le besó la frente y lo ayudó a


acostarse otra vez. Lo abrazó por la cintura, le besó la mejilla y le dio las buenas noches.
Luego de eso, Jungkook por fin pudo dormir tranquilo otra vez. Taehyung no se durmió
hasta que él estaba respirando tranquilamente y no se moviese demasiado. Solo así
pudo cerrar los ojos con tranquilidad, esperando que su novio tuviese el sueño
tranquilo.

Taehyung despertó primero a la mañana siguiente, pero se quedó quieto, pues


Jungkook dormía abrazado a él. Se puso a pensar en el y otra vez en todo el sufrimiento
que había tenido que pasar y sintió un nudo en la garganta y la impotencia nacer otra
vez.

Pero había tomado una decisión. Después de algunas platicas, Jungkook le había
contado que su padre después de todo era una gran persona y que por los grandes
problemas con su madre, y la imposibilidad de soportarla más, se había ido lejos.

Además, había sido decisión de él quedarse en Corea. Le había perdonado el hecho de


que no le llamase seguido ni le fuese a ver, porque él le había pedido perdón y lo estaba
tratando increíble. El padre de Jungkook estaba preocupado por saber la razón del
escape de su hijo menor de Corea, así que Taehyung había pensado que Jungkook
tendría que hablarlo con él, quizás para tomar una buena decisión respecto al tema,
además, Jungkook necesitaba estabilidad, y él se sentía capaz de dársela, pero él no
podía dejar Corea, y tampoco podía obligar a Jungkook a volver a la tortura de saber
que ese hombre estaba a tan pocos metros de el. Así que hablaría con el sobre el futuro
y sobre contarle la verdad a su padre, y había pensado pedirle que visitara a un
profesional. Jungkook necesitaba un tratamiento para superar aquel trauma, para
intentar volver a vivir y a ser feliz. Taehyung necesitaba de alguna forma u otra
ayudarlo y no descansaría hasta haber curado esas heridas que el cargaba.

Jungkook se removió en el pecho de Taehyung y suspiró. Abrió los ojos y al sentir el


perfume masculino de Taehyung que le quitaba el aliento, su corazón dio un salto.

—Buenos días —dijo Taehyung cuando Jungkook se incorporó y lo miró con una
sonrisa.

—Hola mi vida —dijo Jungkook besándole fugazmente los labios —¿Qué tal
dormiste?
—Hace mucho no dormía tan bien —dijo Taehyung sonriente

—¿No te molesté demasiado? —preguntó Jungkook.

—Al contrario, dormí mucho mejor que solo. —dijo Taehyung divertido. —¿y tú?
¿Qué tal dormiste? —dijo él rozando su nariz con la piel de la mejilla de Jungkook,
mientras lo rodeaba con sus brazos.

—Muy bien —dijo Jungkook riéndose, Taehyung sonrió, escuchar su risa


despreocupada, lo hacía creer que lo estaba haciendo bien. Jungkook volteó para
mirarlo a la cara. Se miraron sin decir una palabra. Jungkook llevó su mano al rostro
de Taehyung acariciando la piel de su rostro, sintiendo cosquillas en su propia piel. Si
lo que sentía no era amor, no tenía idea que fuese. Solo sabía que se sentía
espectacularmente bien, y que jamás quería dejar de estar con el muchacho que le había
robado algo más que su corazón… su alma. Lo amaba, amaba cada una de sus virtudes,
y cada uno de sus defectos. Incluso creía que esos defectos pese a todo lo hacían mejor,
lo hacían él. Le encantaban esos grandes ojos cafeces, podría perderse en ellos durante
horas sin querer ser encontrada. Sentía seguridad, sentía la protección que él quería
transmitirle. Acercó su boca a él, acto al que el muchacho respondió y acortó la
distancia, juntando sus labios con suavidad, dejando volar sus emociones, dejando en
claro que el tiempo no afectó en su forma de sentir.

—Kookie ¿puedo preguntarte algo? —dijo Taehyung cuando se separaron. El menor


asintió. —¿Me presentarás a tu padre algún día? —él frunció el ceño ante la pregunta.
Le sorprendía un poco que quisiera conocer a su papá, después de todo, Taehyung solía
guardarle cierto rencor por haber hecho sufrir a su Kookie.

—¿Realmente quieres conocerlo? —Taehyung asintió —Podríamos ir a cenar con él


más tarde y con mi hermana.

—Por mí estaría bien —dijo Taehyung. Se paró de la cama, mientras buscaba algo en
sus cajones. Jungkook miró al techo, mientras meditaba ¿tendría algún propósito el
repentino interés de Taehyung por conocer a su padre? Supuso que no, después de todo,
el siempre tenía ideas repentinas. —Tomaré una ducha… ¿o prefieres entrar tu
primero? —preguntó.

—Ve tranquilo —dijo Jungkook.

—¿O tomamos una ducha juntos? —dijo Taehyung mirándolo coquetamente —Estaría
bien por mí.

—Pero solo nos ducharemos —dijo él en tono de advertencia. Taehyung asintió


inocentemente. Jungkook se levantó y caminó tras él. Entraron al baño, Taehyung cerró
la puerta, aunque sabían que nadie entraría sacó toallas del mueble, y las dejó cerca
para tomarlas. Ambos se miraron y se rieron. —¡Hazlo! —dijo jungkook divertido. El
mayor arqueó una ceja —Como si jamás te hubiese visto desnudo —rodó los ojos.
Taehyung se acercó a él y lo tomó casi bruscamente por la nuca.

—Hagamos de esto, una divertida ducha —dijo Taehyung muy cerca de sus labios.
Entonces rápidamente, le plantó un beso en los labios, que de pronto se volvió mucho
más salvaje, donde sus bocas se movían rápido y bruscamente, mientras él lo empujaba
contra la pared. Presionó más su cuerpo al de él, haciéndolo gemir y separar sus labios,
pero él no planeaba parar de besarlo, por lo que volvió a juntar sus labios otra vez.
Taehyung lo tomó en brazos, él rodeó su cintura, y siguieron besándose como si se
acabara el mundo. Sus cuerpos estaban tan unidos, que ambos creían que no soportarían
mucho tiempo con sus juegos eróticos, así que el muchacho fue hasta la ducha y sin
quitarle la mirada lo abrió. Se acercó a él y otra vez atacó sus labios, mientras sus
manos se deslizaban a la espalda de Jungkook. Sus manos descendieron para encontrar
sus bóxers, quitándolos rápidamente del camino. Jungkook tampoco se quedó atrás y
quitó la única prenda que cubría el cuerpo de su novio, y entraron a la ducha. Gimieron
al sentir el agua correr por sus cuerpos. Taehyung se sostuvo para poder acomodarse,
en tanto no soltaba la boca de su pequeño. Entonces él lo dejó entrar y ambos gimieron.
Se besaban con el agua cayendo por sus cuerpos, casi sin poder respirar, mientras el
placer los inundaba.

Luego de su arranque pasional, se bañaron riéndose por cada cosa que decían o hacían.
Taehyung le lanzaba jabón en la cara a Jungkook, mientras Jungkook lo ponía más y
más shampoo al cabello de Taehyung, y terminó blanco por toda la espuma.

Terminaron de ducharse y fueron a la habitación, y mientras Jungkook buscaba algo


que ponerse en su improvisado bolso, sintió las manos de su novio, que dejaron caer
su toalla al suelo, mientras se acercaba sensualmente a su cuello, besándolo con tanta
pasión, que él no esperó y volteó a besar sus labios, mientras sus manos quitaban la
toalla del cuerpo del muchacho. Se acercaron a la cama, y cayeron con cuidado.
Taehyung besó su cuello, y comenzó a descender por su pecho, hasta su estómago.
Besó cada parte de su cuerpo, haciéndolo llegar al límite. Separó sus piernas y
posicionó su miembro en la entrada del menor, empujando de una vez este hasta
encontrarse dentro de él, entre sonrisas coquetas y gemidos, y se pasaron la tarde en su
propia intimidad, recuperando el tiempo perdido una y otra vez.
Capítulo 52
—¿Y ahora tienes miedo? Eres un cobarde —dijo Jungkook riéndose. Tomó la mano
de su novio, casi arrastrándolo mientras abría la puerta de su casa. Taehyung se mordía
el labio o se sacudía el cabello a cada segundo. Jungkook rodaba los ojos, después de
todo, Taehyung le había pedido conocer a su padre y ahora estaba muerto de miedo.

—¿Y si no le caigo bien? —preguntó Taehyung. Jungkook lo hizo pasar y cerró la


puerta tras el.

—Te adoraran, yo lo sé —dijo Jungkook con una sonrisa. Taehyung lo miró con
desconfianza, caminó tras él. —¡Llegamos! —dio un gritito para que su padre bajara.
Taehyung se sacudió el cabello otra vez, como si eso le fuese a quitar el nerviosismo.

Entonces apareció el padre de Jungkook. Taehyung no lo conocía, pues el se había ido


antes de que ellos se conocieran. Era un hombre bastante alto, de contextura delgada.
Sus ojos eran color café, reflejaban una alegría y una vitalidad dignas de imitar, tenía
las facciones algo finas, Jungkook se parecía bastante a él. Al sonreír, tenía dientes
blancos y bonitos, y su sonrisa parecía iluminar el lugar, tal como la de su pequeño. Se
acercó al muchacho y le tendió la mano con amabilidad.

—Hola muchacho, soy Jeon Jungwoon, padre de este pequeño chico —dijo dándole
una sonrisa cariñosa a Jungkook, quien sonrió ampliamente.

—Hola señor, soy Kim Taehyung… novio de este perfecto chico —dijo sonriéndole a
su novio. Jungkook se rio divertido, mientras sus mejillas se coloraban.

—Solo dime Jungwoon—dijo el hombre. Volteó en dirección a las escaleras de la casa


y gritó —¡Hija, ven a saludar a tu cuñado!

Taehyung sonrió al escuchar eso. El padre de jungkook lo había aceptado bastante bien,
y al parecer le agradaba. Taehyung le dio una tierna sonrisa. Se sentía tan bien que las
cosas marcharan bien. Era como si todo fuese obra del destino, como si todo repuntara
en su vida.

Una muchacha bajó las escaleras mirando curiosa. Era increíble el parecido que tenía
con Jungkook. Cabello largo y oscuro, ojos cafés, piel blanca y esa misma iluminadora
sonrisa. Miró a Taehyung, y le dio una amable sonrisa. Taehyung le respondió la
sonrisa. Jungkook tenía una hermana muy bonita, era mas pequeña que la misma altura
de él, delgada y curvilínea, aunque su rostro la hacía ver más dura y ruda que su
hermano, pues Jungkook inspiraba ternura y fragilidad.

—¡Así que tu eres el famoso Taehyung! —dijo la muchacha divertida, se acercó y besó
la mejilla del muchacho con total naturalidad

—soy YeIn, la mayor de la familia —dijo divertida.


—Kim Taehyung —dijo el muchacho.

Así que la cena transcurrió bastante grata. Ambos se sonreían cuando se miraban.
Taehyung charlaba con el padre de Jungkook como si lo conociera de toda la vida. La
pequeña hermana de Jungkook era mucho más extrovertida que su hermano, pero tenía
aquella simpatía natural que caracterizaba a su novio.

—¿Y cuánto tiempo te queda de estancia en Nueva York? —preguntó el padre de


Jungkook.

—Cuatro semanas —contestó el chico. Jungkook comenzó a toser. La sorpresa la había


hecho tragar demasiado rápido. No se había dado cuenta como había volado el tiempo
desde que Taehyung llegó. Lo pasaban tan bien, incluso estudiando se divertían. La
pregunta tomó por sorpresa a Jungkook y más aún la respuesta. Taehyung lo miró algo
preocupado y confuso.

—Estoy bien —musitó él evitando su mirada.

—¿Y qué tal te ha tratado nuestra ciudad? —preguntaba Jungwoo. Taehyung le


contaba todo lo que habían hecho, y lo que más le gustaba. Mientras tanto Jungkook
meditaba ¿Qué pasaría cuando pasaran las cuatro semanas? Taehyung debía irse, debía
seguir estudiando. Pero ¿y él? ¿Volvería a Corea o se quedaría allí, lejos de su tortuoso
pasado? No quería volver, pero tampoco quería dejar a Taehyung. Y sería muy egoísta
de su parte permitir que Taehyung pensara siquiera en quedarse en Nueva York. Tenía
a su familia, a sus amigos, y en realidad tenía toda su vida en Corea. Y ahí era donde
pertenecía. La cena se pasó volando. Era bastante tarde, y aunque Jungkook le había
pedido a Taehyung que se quedara, él no había llevado ropa y no le parecía correcto,
pues había conocido recién a su padre.

—¿Por qué no te vas a mi apartamento? —Preguntó él —¿O prefieres quedarte?

—Quiero ir contigo. —dijo Jungkook. Y disfrutar el tiempo que queda…

Taehyung sonrió y lo espero mientras guardaba ropa. Jungkook se despidió de su padre


y fue con Taehyung. Llegaron al apartamento, estaban callados, no había demasiado
que decir. Jungkook estaba pensando en el hecho que solo tenían cuatro semanas para
estar juntos, y le parecía poco. En realidad, él quería estar toda la vida con Taehyung,
ni sesenta años serían suficientes.

—Estás muy callado —observó Taehyung—¿Pasó algo pequeño?

—¿Realmente te vas en cuatro semanas? —preguntó mirándolo con desesperación. Si


Taehyung lo dejaba, todo volvería. Absolutamente todo.
—Kookie... —dijo Taehyung entendiendo el motivo de su silencio —Amor… eso está
establecido desde que llegué, no puedo quedarme —dijo de inmediato. No quería
hacerle ilusiones a Jungkook.

—Lo sé —dijo él lanzando un suspiro. —No quiero dejarte.

—Yo tampoco quiero irme sin ti Kookie —dijo acercándose a él y rodeándolo


protectoramente, Jungkook se refugió en su pecho intentando no llorar. —No estés
triste, las cosas irán bien, ya verás.

—No irán bien si no estamos juntos —dijo Jungkook mientras se separaba de


Taehyung para mirarlo a los ojos —Gracias a ti estoy bien Hyung, gracias a ti he
comenzando a sentirme un poco mejor. ¡No me pidas que esté sin ti otra vez! —dijo
con los ojos llenos de lágrimas. Taehyung intentó poner su mano sobre la mejilla del
muchacho, pero él lo apartó bruscamente —No me dejes… —pidió con la voz
quebrada.

—Mi amor… debo irme, ya lo sabes —murmuró Taehyung —Disfrutemos el tiempo


que queda, y luego veremos que hacer. A no ser… que quieras volver a Corea conmigo
—musitó. Jungkook se quedó helado viéndolo. ¿Volver? Si lo había pensado, pero su
pasado estaba allí, y el culpable de que su vida se hubiese transformado en una
verdadera mierda vivía allí. Taehyung lo miraba atento de sus reacciones, viendo el
temor nacer a través de sus ojos. —Solo si quieres.

—Hyung… —dijo Jungkook en tono de súplica —Tengo miedo.

—Lo sé cariño, pero sabes que conmigo nadie volverá a hacerte daño —dijo Taehyung
firmemente. —Jamás —le aseguró acercándose a él. Sus labios buscaron de inmediato
los de Jungkook Necesitaba sentir su boca sobre la suya, quería seguir demostrándole
que él era capaz de cuidarlo, de asegurarle que podía ser su superhéroe otra vez, aunque
sin volver a fallarle. —Dios, no sabes cuánto te amo… —susurró sobre sus labios.

Jungkook se abrazó al cuerpo de su novio, sintiéndose seguro otra vez. Al parecer su


decisión estaba tomada.
Capítulo 53
No tenían idea como el tiempo había pasado tan rápido. Quizás entre viajes, salidas,
risas, estudios, todo se había ido tan velozmente, pero lo habían pasado de maravilla.
Se amaban, y disfrutaban demasiado juntos. Jungkook y Taehyung se encontraban
besándose como si el mundo se fuera a acabar. Sus labios estaban tan hinchados que
comenzaban a arder. La lujuria se apoderaba de ambos a medida que sus pasos los
dirigían a la habitación de Taehyung. Tropezó intencionalmente contra su cama, y
cayeron riéndose sobre la boca del otro.

—Me hiciste golpearme —dijo Jungkook sobre sus labios —Babo.

—Lo siento —dijo divertido. —Amor, tienes boquita de pato.

—Tú también —dijo Jungkook rozándole los labios con la punta de los dedos. —Te
ves tan sexy con la boca de pato.

—¿Tengo boca de pato? —preguntó divertido mientras estiraba más los labios, con
expresión divertida.

Jungkook rió y asintió. Taehyung le miró los labios y le dio un corto beso —Te amo
tanto precioso. No puedo creer que mañana me voy...

—Pero recuerda que nos veremos pronto, lo he arreglado con papá —dijo Jungkook
tocándole la punta de la nariz. —Ofreció enviarme el dinero para arrendar un
apartamento, lejos de la casa de mamá.

—Gracias a Dios —dijo Taehyung acercándose a su boca. Le mordisqueo


sensualmente el labio inferior. —No podría estar sin ti.

—¿Quién diría que Kim Taehyung sería tan cursi? —dijo Jungkook susurrándole en el
oído.

—Siempre he sido cursi, solo que supe ocultarlo muy bien —dijo el muchacho pasando
su mano por el cabello de su novio.

—Sigo sin creer como nunca me había fijado en ti, si eres tan guapo —dijo Jungkook
sonriéndole.

—Siempre supiste que era guapo, pero odiabas mi personalidad de Casanova. —


Concluyó Taehyung —Solo lo hacía porque tenía miedo de que me rechazarás
pequeño.

—Es divertido recordarlo. Jamás creí que estuvieras enamorado de mí. Yo soy solo
Jungkook, mientras tú tenías a toda la secundaria a tus pies.
—Nunca fue suficiente, faltabas tú. Pese a que eras mi mejor amigo, yo quería besarte,
quería poder demostrarte que yo no era esa máscara que los demás veían. Y después
de todo lo que hice mal, tú seguías ahí y solías hablarme de que yo era bueno, solo que
me gustaba hacer tonterías. Siempre fuiste una de las personas que sabía que en el
fondo, no era así. Y eso fue lo que más me enamoró de ti, tú podías ver lo que otros no.
—susurró Taehyung mientras lo miraba fijamente. —No sabes cómo me moría por
decirte que te amaba. Cuando salías con la puta de Hyuna, fue un golpe bajo. Dolía
verte con ella, así que yo me tiraba alguna chica fácil para pasar el rato. Ni siquiera así
salías de mi mente... y ¡Dios! Como te deseaba, el día del baile de primavera, sentí que
te violaría ahí mismo. Y el baile de fin de curso, revolucionó mis hormonas más que
nunca. Esa ropa te quedaba perfecta... —le dijo en el oído.

—Gracias —dijo Jungkook sintiendo sus mejillas colorarse. Taehyung sonrió con
ternura —¿y tú? Debo admitir que a pesar de que no me gustabas, siempre pensé que
eras guapo. Con traje, me hacías sentir extraño. Te veías tan jodidamente bien, que
dudé si me gustabas o solo era el momento. —Taehyung sonrió —Además, siempre
fuiste atento y preocupado conmigo, aunque fueras un idiota en la secundaria. —Te
amo, te amo y te amo —dijo él atrapando sus labios con intensidad y pasión.

Esa noche, planearon tener una hermosa cena de despedida. Taehyung volvía a Corea,
y según Jungkook, él iría uno o dos meses después. Jungkook preparó todo. Al fin y al
cabo, era Taehyung el que se iba. Apenas el llegó de la universidad, pues había hecho
unos trámites para comprobar su regreso, sonrió al ver la mesa con velas y a el vestuario
para la ocasión. Llevaba unos jeans blanco y camisa azul, con un cinturón pequeño
negro. Se veía como un dios.

—¡Wow! —exclamó mirándolo. Jungkook se acercó y lo miró coqueto. Taehyung lo


tomó por la cintura y le plantó un beso en los labios —Estás...

—¿Qué?

—Estás perfecto. —dijo Taehyung. Le tomó la mano y lo hizo dar una vuelta,
admirando su belleza.

—Gracias por el cumplido —dijo guiñándole un ojo. Taehyung sonrió —Siéntate


amor, te traeré algo que te gusta mucho.

Sirvió comida, charlaron y rieron. Taehyung lo observaba, grabando cada detalle de él


en sí mismo. Taehyung se sirvió una copa de vino. Tomó un sorbo sin dejar de
observarlo minuciosamente. ¿Cómo podía ser tan jodidamente hermoso?

—Está delicioso —dijo Taehyung sonriéndole. Jungkook sonrió complacido.

—Me alegra que te guste —dijo Jungkook. Taehyung tendió su mano sobre la mesa, y
él la tomó con gusto. El muchacho acarició con sus dedos el dorso de la mano de
jungkook. —Hyung. —Taehyung lo miró atento. —Quiero que vivas conmigo en el
apartamento que tendré. —Jungkook se mordió el labio coqueto, mientras Taehyung
procesaba lo que él había dicho ¿Realmente quería vivir con él? Taehyung estaba
callado, Jungkook en un principio pensó que no quería, pero él sonrió luego de eso.

—¿Enserio? —preguntó emocionado. Jungkook asintió —Amor... estaría encantado.

—Lo haremos —dijo Jungkook. Terminaron de comer.

—¿Damos un paseo? —preguntó él. Jungkook sonrió y asintió. Taehyung tomó su


mano y salieron del apartamento.

Nueva York era maravilloso de noche. Las luces de cada una de las publicidades y
edificios iluminaban el lugar y le daban ese aspecto propio de una ciudad que está viva
de noche. Taehyung pasó el brazo alrededor de su novio y le dio un beso en la frente.
Extrañaría un poco Nueva York, aunque no cambiaba la vida más relajada que
normalmente tenía. Aún así, lo había pasado de maravilla.

—Tengo una sorpresa para ti —dijo Jungkook.

—¿Otra?

—Sí, sé que te gustará. —él sonrió mientras sacaba algo de la cartera. Entonces tomó
los papeles y se los enseñó. —Iremos al piso más alto del Empire State. —Taehyung
abrió mas los ojos como platos y sonrió. Se comenzó a reír. Era algo miedoso a las
alturas, pero definitivamente no se perdería eso.

—Eres maravilloso —dijo embobado. Lo agarró por la cintura y le plantó un beso.

—Vamos, estamos en la hora —dijo Jungkook agarrándole la mano. Caminaron hasta


llegar a la Quinta avenida, con la calle West 34th Street y miraron el Empire State en
todo su esplendor. Se dirigieron a la entrada, la emoción se hacía parte de ellos. Había
una fila de personas, así que se pusieron allí. Se registraron en la entrada por el personal
de seguridad, quienes les proporcionaron mapas, y algunos recuerdos del edificio. El
edificio contaba con 73 ascensores. Así que los condujeron por los pasillos para ir al
observatorio de la construcción. Taehyung estaba un poco nervioso, su miedo a las
alturas le podía jugar una mala pasada. Tomó con más fuerza la mano de su novio
cuando subieron al ascensor.

—Los ascensores son algo rápido ¿estarás bien? —preguntó Jungkook. Taehyung
asintió sacudiéndose su cabello con la mano, algo que solía hacer cuando estaba
nervioso.

—Se tarda en subir cuarenta y cinco segundos al piso ochenta —aseguró un hombre
del personal del edificio. A Taehyung casi se le salieron los ojos de sus cuencas. ¿45
SEGUNDOS? Dios, sintió que tendría un ataque cardíaco ahí mismo.

El ascensor llegó, junto a ellos subirían una pareja con un niño de alrededor de diez
años y ellos. Taehyung tomó una bocanada de aire y entró.
—¿Listo? —preguntó Jungkook acercándose a él y poniéndose de puntillas. Le besó
los labios suavemente.

—Eso creo. —dijo suspirando. El ascensor cerró las puertas, y apenas partió, todos
soltaron un grito ahogado pues la sensación de vértigo por la ascensión se apoderó de
ellos. Jungkook le sonrió a Taehyung.

—¿Estás asustado amor? —preguntó. Él negó pero Jungkook rio pues sabía que estaba
algo asustado. —Tranquilo, mira hasta el niño tiene menos miedo —El muchacho
pequeño se volteó y dio una sonrisa de suficiencia, Jungkook rio divertido. Las puertas
se abrieron en el primer observatorio, era alrededor de veinte pisos más abajo del
último. Taehyung rogó por salir, pero aun faltaba un poco. La familia bajó allí. Ellos
siguieron en el ascensor hasta el final. El ascensor por fin se abrió, y una chica del
personal del edificio los recibió.

—Bienvenidos al observatorio del piso más alto del edificio —dijo la muchacha de
ojos celestes. Taehyung le dio una de sus sonrisas coquetas.

Jungkook le apretó la mano. Taehyung gimió suavemente, Jungkook sonrió con


suficiencia. —Si me siguen, podrán ver totalmente la vista de la ciudad.

Ambos sonrieron, mientras Jungkook sacaba la cámara de su bolso. Taehyung lo miró


sonriendo ante de alzar su vista ante la gran ciudad que se presentaba ante ellos.

—Espero que disfruten la vista —dijo la muchacha. Ellos estaban embobados. Podían
ver la ciudad totalmente iluminada, y desde una altura inimaginable. Jungkook suspiró
fuertemente por la sorpresa. Taehyung lo abrazó por la cintura, observando la imagen.
Su miedo a las alturas desapareció al contemplar la maravillosa vista que tenían.
Jungkook enfocó la cámara y tomó algunas fotos.

—Dios... esto es maravilloso —dijo Taehyung sorprendido. —Mira lo grande que luce
la ciudad frente a nosotros... tan pequeños.

—Es increíble que mirando tan solo una ciudad, te imagines lo grande que es el mundo
entero... —susurró Jungkook. —Y lo más increíble, es saber que el mundo es enorme,
y haber tenido la suerte de haberte conocido... —dijo él volteándose. Taehyung lo miró
con ternura, y se acercó a él. Juntaron sus labios y se dieron un tierno beso. Estaban en
la cima del mundo, y hasta ahí tenían que sellar su cariño. Jungkook sacó la cámara,
rozaron sus labios y tomó la foto con toda la vista de la ciudad iluminada en fondo.
Luego sonrieron a la cámara y sacaron otra foto.

—¿Puedes tomarnos una foto? —le preguntó Taehyung a la muchacha rubia. Ella les
sonrió y asintió. Posaron para la foto abrazados, y luego besándose. Agradeció a la
chica que lo miró algo embobada.
—Te amo —dijo Jungkook rodeándolo con sus brazos. Taehyung lo levantó un poco
y él se rio divertido.

—Gracias a Dios, entre tantas personas, te conocí Jungkook. —dijo Taehyung. Luego
sacó algo de su bolsillo y dio una sonrisa. —Tengo algo para ti. Cierra los ojos.

Él lo hizo. Taehyung se dio la vuelta y sacó la cadena de oro que había comprado para
su novio. La dejó caer en el pecho de él. Sacó un espejo que le había robado de la
cartera, y le mostró.

Jungkook dio un grito ahogado. Era hermosa. La figura que había era una imitación en
oro de un micrófono. Volteó con los ojos algo llorosos.

—Sé que te gusta cantar. —dijo Taehyung cerca de Jungkook —Ya sabes lo que
significa.

La canción, pensó Jungkook. 'Coffee', de su cantante favorito, BTS. Era un gran


significado para él.

Volteó la cadenita frente al espejo. Pero en la parte de atrás habían dos letras T&J.

Jungkook sonrió mordiéndose el labio y lo miró para agarrarlo por la nuca y darle un
beso.

—Cariño, cariño, eres un caramelo macchiato


Tu aroma está aún dulce en mis labios
Cariño, cariño, esta noche
Cariño, cariño, eres más cálida que el aroma del café latte
¿Recuerdas ese sentimiento?
Cariño, cariño, esta noche —dijo haciendo una parte de la canción del grupo favorito
de Jungkook. Él lo abrazó fuerte.

—Te amo Hyung —susurró en su oído.

—Te amo Kookie —dijo. Unieron sus labios y se miraron con una enorme sonrisa.
Capítulo 54
Jungkook caminó del brazo de su novio por el aeropuerto. Faltaba una hora para que
el vuelo con dirección a Corea partiera. Taehyung caminaba un poco cabizbajo, pero
estaba feliz. Jungkook volvería con él y todo parecía ir como siempre quiso que fuese.
Tenían preparado que apenas llegara, se encargaría de buscar un apartamento para
ambos. Sí, se irían a vivir juntos. Quizás era temprano, el estaba a punto de cumplir los
veinte y Jungkook solo tenía dieciocho años, pero era la única alternativa para ambos.
Jungkook se iría a vivir solo sí o sí, y él no lo dejaría. Así que tendría que hablar
seriamente con su madre.

Taehyung lo envolvió entre sus brazos de pronto, y quedaron estancados en medio de


la gente que pasaba apresurada a tomar sus vuelos. Le besó la mejilla con mucho
cuidado. Jungkook sonrió con ternura, mientras presionaba sus labios contra los de él.

—Te extrañare, será un mes eterno —comentó Taehyung.

—También yo, pero todo estará bien ¿no? ¿Me esperarás? —preguntó Jungkook
mordiéndose el labio. Taehyung sonrió y le besó la frente. Le dio un cálido abrazo y le
susurró al oído.

—Toda la vida —Jungkook se rio enternecido. Taehyung sonrió también y le tomó la


mano, entrelazando sus dedos. Caminaron hasta unos asientos apartados del bullicio
central a esperar la hora del abordaje al vuelo de Taehyung. Jungkook se apoyó en el
hombro de él, lanzando un suspiro. Estaba un poco apenado después de todo. Era un
largo y eterno mes sin Taehyung. Pero a la vez no quería que se fuese tan rápido, porque
tenía miedo de volver. Sabía que era la hora de enfrentar los temores de los que llevaba
escondiéndose alrededor de ocho meses, pero no sabía si estaba listo para ello.

—Tengo sueño —comentó Taehyung —No me dejaste dormir.

—¿Yo? —preguntó Jungkook divertido. —Tú eras el que quería… —dejó la frase al
aire. Taehyung sonrió pervertidamente.

—Pensar que eras tan sano e inocente, hasta que decidí conquistarte —dijo Taehyung
riéndose.

—Cierto. —dijo Jungkook frunciendo el ceño —Me has llevado por el mal camino.

—Ahora sabes por qué tenía tanta experiencia, me volví adicto. —dijo Taehyung
riéndose a carcajadas, Jungkook le dio un golpe en el hombro.

—Gracias —dijo Jungkook sarcástico. Taehyung le sonrió, besándolo fugazmente.

—Pero tú eres el mejor de todos —susurró él en su oído.


—Te amo —dijo Jungkook tomándolo por la nuca para besarlo. Taehyung se acomodó
para que su pequeño quedara sentado sobre él, casi como un bebé. Se besaron
apasionadamente, como si fueran a separarse para siempre. Jungkook sentía que no
podría estar sin besar a su novio, era una verdadera adicción. Se abrazó más a él para
profundizar aún más el beso. Taehyung se separó un poco para tomar aire, pero el
inmediatamente lo acercó de nuevo para comerle la boca.

—Dios, con eso no tengo ganas de irme —musitó Taehyung juntando su frente con la
de su novio.

—No te vayas entonces —susurró Jungkook cerca de su boca, logrando que su aliento
chocara contra los labios de Taehyung. Él se lamió el labio.

—Tengo que irme, pero me lo haces difícil bebé. —musitó Taehyung.—Además, no


llegaras antes de que sea mi cumpleaños… —dijo haciendo un pucherito. —Pasaré mi
cumpleaños besando una foto tuya.

—¡Lo siento mi amor! —dijo Jungkook —Ya sabes… necesito todo este tiempo para
trámites, la transferencia de papeles y todo. Si no fuese por eso, me iría contigo ahora
mismo —dijo él tomándole la mano.

Taehyung sonrió y le dio un suave beso en los labios. Jungkook sonrió, mientras
Taehyung lo rodeó con sus brazos mientras seguían charlando. Al fin y al cabo,
tendrían que pasar todo un mes separados. Y para ambos parecía mucho.

La hora se fue tan rápido, parecía que el tiempo volaba cuando estaban juntos, hasta
los pilló de sorpresa el primer llamado a abordar el avión. Taehyung miró su boleto y
se percató que era su avión.

—Vamos. —dijo Taehyung tomando sus maletas, y con la otra mano, entrelazándola
con la de Jungkook, él suspiró largamente, odiaba las despedidas, sobre todo
refiriéndose a su novio, a quien creyó alguna vez haber perdido para siempre, pero que
había vuelto por él. Tenía miedo, de esta vez perderlo de verdad, por lo que apenas
pudiera volvería a él. Lo necesitaba, tanto como respirar, lo amaba tanto como si su
vida dependiera de ello, y tenía claro que sería capaz de estar con él para siempre.
Soñaba con que ese “vivieron felices para siempre” existiera para ellos, después de
todo.

—No puedo creer que la hora pasó —dijo Jungkook frustrado.

—Lo sé. —dijo Taehyung. Jungkook levantó la mirada para encontrarse con aquellos
ojos almendrados que erizaban su piel y hechizaban su cuerpo. Podría perderse horas
en ese cafe profundo, sin siquiera aburrirse. Taehyung le dio una sonrisa torcida,
mientras rodeaba su cintura con los brazos, él se puso de puntitas para alcanzar su boca.
Se besaron, sabían que a veces el destino era incierto, no sabían si era la última vez que
se besaban, así que fue como si jamás se fueran a ver otra vez. Los labios de Taehyung
se movieron rítmicamente con los de él, mientras sus lenguas jugaban y danzaban en
sus bocas. Taehyung lo apretó más contra él, sintiendo cada curva de su cuerpo contra
el suyo, no quería dejarlo ir. Jungkook pasó sus brazos por el cuello de su novio,
mientras lo acercaba lo más posible a el. Parecían saltar chispas con cada movimiento
de sus labios. El aire comenzaba a faltarles, pero parecía más importante seguir
besándose. Finalmente, Taehyung se separó, no sin antes darle otro suave beso. Pero
no apartó sus manos de la cintura de él, y además junto sus frentes. —Espero verte
pronto. —susurró.

—Así será —dijo Jungkook.

—Te amo —susurró Taehyung —Pase lo que pase, te amo con toda mi vida. —el lo
abrazó contra su pecho, mientras Jungkook escondía su rostro en él. Taehyung olió su
cabello, recordando aquel aroma floral que le fascinaba. —Te veo en Corea pequeño,
recuerda que nos espera ese apartamento juntos.

—Te veo en casa mi amor —dijo Jungkook acercándose a él para besarlo otra vez.
Unió sus labios con los de él en otro beso apasionado. —También te amo Hyung, no
te dejaré otra vez.

—Sonríe, te ves hermoso sonriendo —ambos sonrieron. Llamaron otra vez para su
vuelo. Taehyung le dio un abrazo y un corto beso, y se dispuso a abordar el avión.
Jungkook lo observó caminar, cuando ya iba a desaparecer de su vista, Taehyung
volteó a mirarlo, él le sonrió, entonces Taehyung gritó. —¡TE AMO JEON
JUNGKOOK, TE AMO CON TODA MI VIDA! —mucha gente volteó a mirarlo raro,
otras personas sonreían enternecidas.

—¡TE AMO KIM TAEHYUNG! —gritó Jungkook con unas rebeldes lágrimas en sus
ojos.

Taehyung sonrió por última vez, haciéndole un gesto con la mano y lanzándole un
beso. El se río e imitó el gesto de atraparlo y sellarlo en su corazón. Por fin, el
muchacho volteó y traspaso seguridad del aeropuerto. Jungkook suspiró y volteó, debía
volver a casa. Iba a echar mucho de menos a su Hyung.
Capítulo 55
Taehyung abrochó su cinturón otra vez, el avión por fin iba a aterrizar en Corea.
Suspiró, aún sentía el perfume de Jungkook sobre él. Estaba un poco temeroso, no
quería que esta pequeña separación derivara a algo malo. Bajó del avión y fue para
sacar su equipaje, pero un chillido bastante conocido lo hizo voltear. Yoongi se lanzó
sobre él casi como si fuese su pareja gay. Se abrazaron fuerte, ahora el alto se percataba
que había extrañado a sus amigos, porque prácticamente no habían hablado. Atrás del
muchacho de ojos de marrones caminaban sus otros tres amigos con enormes sonrisas.
Tomó sus maletas y caminó hasta ellos. Las dejó otra vez en el suelo para abrazar a los
chicos.

—¡Miren al Principe Tigre! Parece que estás más alto aún… —comentó Sungjong.
Todos rieron divertidos.

—Te ves radiante Kim, parece que Nueva York te trató bien —dijo Namjoon
palmeándole el hombro.

—Nueva York… o el chico Coreano que está alojado allá —musitó Yoongi divertido.
Los chicos sonrieron insinuantes —Nos contarás los detalles —amenazó el chico.
Taehyung se rio y negó con la cabeza divertido, hasta que la voz de su madre lo hizo
levantar la vista. Sonrió, había extrañado a su mamá.

—Mi pequeño —dijo su mamá, lo abrazó de inmediato. Un abrazo fuerte, típico de su


madre. Taehyung estaba feliz de verla, después de todo, era muy apegado a ella.
Cuando su madre lo soltó, se dirigió a abrazar a su hermana Dahee. Ella le revolvió el
cabello y luego lo abrazó, se sintió bien el hecho de haber sido extrañado por la gente
que amaba. En Nueva York había sido otra realidad, se había enfocado, además de la
universidad, en recuperar a su chico. Pero ahora se percataba que su familia también
estaba ahí, y que realmente los extrañaba.

En su casa había una gran comida en su honor, estaba su familia, sus amigos con sus
novias y algunas personas importantes. Estaba cansado, pero sabía que no era egoísta
y que debía compartir con las personas que lo habían extrañado. Luego de mucha
conversación y comida, por fin se sentó tranquilo con los chicos en el patio, con una
cerveza en la mano.

—¿Y? —Yoongi atacó de inmediato para saber los detalles de la visita a Nueva York

—Sí, habla Kim, ¿Cómo está Jungkook? ¿Qué sucedió? —la pregunta de Namjoon le
hizo caer en que los chicos no tenían idea de todo lo que le había pasado a Jungkook.
No sabía si era correcto que se enteraran, después de todo, era un tema delicado. Se
quedó callado. Pero luego pensó, los chicos eran como sus hermanos. Y quizás le
ayudarían a tomar una decisión.
—Está bien… bueno, relativamente. Chicos… hay algo que debo decirles —comenzó
Taehyung mirando sus dedos, no tenía idea como comenzar. Los chicos se miraron
preocupados.

—Habla Taehyung, estamos para apoyarte —dijo Sungjong. Hoseok asintió de


inmediato.

—La razón por la que Jungkook se fue… —comenzó —Es un tema delicado, necesito
su mayor discreción, prométanlo. —los chicos se miraron y asintieron al mismo tiempo
—No quiero que hagan nada idiota tampoco.

—Estás comenzando a preocuparme Taehyung —dijo Namjoon. —¿Qué sucede?

—Jungkook vivió algo horrible… —solo al pronunciar las palabras, sabía que
comenzaría a arder de ira, además, sabía que el maldito bastardo que había herido a su
novio estaba justo en frente de su casa. Ni siquiera había pensado que haría si se lo
topaba. No pudo evitar que lágrimas de ira e impotencia comenzaran a salir de sus ojos.
Los chicos se preocuparon mucho, debía ser algo bastante grave como para que
Taehyung estuviera llorando —Jungkook... —suspiró, casi no podía hablar. Había un
gran silencio entre los chicos —El idiota de su padrastro le hizo daño… —se limpió
bruscamente las lágrimas —¡Ese idiota! —exclamó. Yoongi palmeó su hombro. —
Él… abusó de Jungkook… —la impresión que causaron las palabras susurradas por
Taehyung fue bastante. Yoongi abrió los ojos como plato, a Namjoon y Sungjong casi
se les cayó la mandíbula, y Hoseok se tapó la boca. —Ese bastardo hijo de puta le hizo
mucho daño… —su voz comenzó a temblar al recordar el día en que Jungkook le contó
la verdad —¡Y ese bastardo está justo en frente y no tengo idea que hacer!

—Dios… —susurró Namjoon —¿Pero Jungkook se quedará allá? —Taehyung negó

—Ese es el problema, él volverá y yo aseguré que esta vez no sucedería nada, y no


tengo idea que hacer… —dijo limpiándose las lágrimas Yoongi le dio un abrazo fuerte,
que lo hizo sollozar más aún.

—¿Cuándo sucedió? —preguntó Hoseok.

—No… no fue solo una vez —susurró Taehyung entrecortadamente. Los chicos se
quedaron en un silencio total.

—Hijo de puta —dijo Yoongi enfurecido. Todos parecían muy enfadados y


sorprendidos —Ese bastardo merece una paliza y que se pudra en la cárcel.

—¿Cómo está él? —preguntó Hoseok. Él lucía preocupado, todos querían al novio de
Taehyung, desde que era su mejor amigo.

—Ahora se encuentra mejor —dijo Taehyung recuperando el aliento —Pero no sé qué


sucederá cuando vuelva. Por mí, ese animal debe estar lejos antes de que él esté aquí.
—¿Y volverá a esa casa? —preguntó Sungjong sorprendido.

—No, su padre le pagará un apartamento, y creo que viviremos juntos. —por fin una
buena noticia que hizo a los chicos sonreír.

—En cuanto a la reconciliación creo que te fue bien —dijo Yoongi divertido. Taehyung
sonrió enternecido y asintió.

—Sí, en ese sentido las cosas están mejor que nunca. Estoy enamorado de él, realmente
loco por él… no sé si se sienten así, como si todo dependiera de ese chico, es extraño,
nunca creí que sentiría algo así por una chica y menos por un chico, pero Jungkook me
vuelve loco. Daría mi vida por verlo sonreír… daría todo por él, y voy a luchar porque
sea feliz. —dijo Taehyung decidido.

—Nunca creí que te escucharía así —musitó Yoongi —Pero entiendo lo que dices,
estar enamorado implica que harías las locuras más grandes porque el se sintiera bien.
—todos asintieron, al parecer el amor había tocado la puerta de sus casas.

—Ahora. —dijo Sungjong —No irás tu solo a enfrentar a ese imbécil —dijo en tono
de amenaza —Quizás Jungkook debe llegar para hacer la denuncia o algo así. Y si
quieres tomarte la justicia por tus propias manos, por lo menos avísanos para ayudarte
a darle una paliza.

—Es cierto, no debes hacer ninguna estupidez. No queremos que tú termines en la


cárcel o peor… herido o algo así —dijo Namjoon seriamente.

—Pero no te preocupes —dijo Hoseok —Ese maldito pagará por todo lo que les hizo
a ti y a Jungkook.

—El problema… —comenzó Taehyung preocupado —Es que si me lo topo en la calle


no sé como reaccionaré. No podría soportar mirarlo a la cara y saber todo lo que le hizo
a Jungkook y no poder asesinarlo —susurró tomándose la cabeza.

—Entiendo —musitó Yoongi —Pero tienes que tomarlo con calma. Lo haremos pagar,
pero disfrutaremos la venganza ¿escuchaste? —Taehyung asintió. —Viene tu madre,
así que compórtate.

La tarde se fue volando, durante la noche los chicos decidieron dejar descansar a
Taehyung, quien lucía cansado. El muchacho al recostarse en su cama, sintió que
también la había extrañado. No había como la cama propia. Miró el techo mientras
millones de cosas recorrían su mente. Sentía asco de solo pensar que ese hombre estaba
tan cerca. Mientras miraba el techo, sintió ganas de hablar con Dios. Creía en él, pero
no lo suficiente.

—Esto… es raro —comenzó a susurrar —Nunca fui muy… apegado a esto… pero,
esta vez te necesito si estás ahí… no sabes cuánto —sus ojos se llenaron de lágrimas
—No sé qué hacer… no quiero cometer una locura, pero ese… hombre dañó lo que
más amo en el mundo, le hizo mucho daño y no puedo soportar tenerlo tan cerca y no
hacer justicia… —hizo una pausa larga, mientras suspiraba —Sé que estás ahí
escuchándome… por favor, te pido que me ayudes, necesito respuestas, no sé qué
hacer… —sollozó unos segundos —Dios, por favor, quiero hacer lo correcto… pero
no sé qué es lo correcto ahora mismo. Él… es todo para mí, y haber visto su
sufrimiento… me hizo mal, y ahora quiero vengarme aunque eso es malo, pero no sé
que más será bueno… ayúdame, por favor, ¿Hago algo o solo… dejo que las cosas
sigan? —cerró los ojos dejando que las lágrimas se deslizaran por su rostro —Por
favor… —susurró. Se volteó, necesitaba descansar. Y quizás, las respuestas llegarían.
Quizás ese camino correcto pronto estaría iluminado para él. Ojalá fuera así, lo
necesitaba más que nunca.
Capítulo 56
El dolor de cabeza por una mala noche comenzaba a aparecer apenas abrió los ojos,
como si hubiese tenido una terrible resaca. Suspiró pesadamente, mientras unos rayos
de sol se colaban por la ventana. Aun así, hacía frío. No quería levantarse, era un día
como cualquier otro ahora que volvía a despertar en Corea. Tomó el celular y revisó su
correo electrónico. Jungkook le había escrito, sonrió automáticamente.

''Espero que hayas llegado muy bien, apenas subiste al avión a Corea comencé a
extrañarte. ¿Cómo están todos allá? Envíale saludos a los chicos... y recuerda, no
hagas alguna estupidez, lo prometiste. Te amo Hyung''

Taehyung sonrió, y contestó de inmediato, asegurándole que no haría nada tonto, y que
lo extrañaba con toda su vida. Y prometió mandarle los saludos a los chicos.

Tomó una ducha, se vistió y fue a dar una vuelta. Había un sol maravilloso, pero aún
así se puso uno de sus polerones con capucha. Salió de su casa, y caminó sin una
dirección muy clara. Quería estar con Jungkook, pero aún así sabía que las cosas se
complicarían mucho apenas él llegara.

Intentó hacer algo de fricción con sus manos frías, fuera estaba bastante frío. Miró a su
alrededor, no había mucha gente, pero aún así se sentía muy bien estar ahí. Extrañaba
su hogar, la tranquilidad de Corea, comparada con la ajetreada vida de Nueva York.
Aunque faltaba algo, y ese algo llegaría en unas tres semanas. No quedaba demasiado,
pero para él, era bastante.

Mientras pensaba en él, ocurrió lo que más temía. Su vista perdida en el horizonte
divisó una figura humana que se acercaba, con unas bolsas. Fijó más su mirada, quizás
sería uno de sus vecinos, y así era, pero no uno de los que hubiese deseado. Sintió una
quemazón recorrerle el cuerpo, la ira se apoderaba de él. Seungjong caminaba
despreocupado por la acera. Contrólate se dijo a sí mismo. Pero le era casi imposible,
sobre todo cuando el malnacido le dirigió la palabra.

—¡Kim has vuelto! ¿Qué tal Nueva York? —su voz le parecía desagradable, sintió
ganas de matarlo, golpearlo contra el pavimento y matarlo. Ayúdame... se dirigió a
Dios otra vez. Y otra idea vino a su cabeza. Si Seungjong sospechaba que él sabía algo
de Jungkook escaparía. Tenía que idear bien el plan, así que intento parecer lo más
calmado posible.

—¡Ajetreado! —dijo intentando sonreír —¡Nada comparado con Corea!

—Te creo —dijo el hombre con una sonrisa, que a Taehyung le pareció totalmente
irónica —¡Es bueno verte muchacho!

Taehyung asintió sonriendo, y el hombre entró a la que alguna vez fue la casa de
Jungkook. Avanzó a paso rápido a algún lugar que le despejara la mente. Su parque
favorito estaba a la vista, corrió hasta allí, sintió la brisa cosquillearle el rostro, algo de
alivio se apoderaba de él, pero rápidamente volvió el maldito sentimiento de ira y odio,
sus ojos se llenaron de lágrimas. Llegó hasta allí, y se acercó a un árbol, donde se
sostuvo y tomó un respiro. Miró el suelo, dejando las lágrimas caer. Quiero asesinarlo...
solo quiero verlo muerto. Su mente estaba fuera de sí, y lo entendía. Lo odiaba, le tenía
asco, quería vengarse. Ni siquiera la muerte le parecía suficiente castigo. Miles de
recuerdos amargos llegaron a su mente.

Flashback

—Te amo pequeño —Jungkook lo miró sonriendo y lo besó. Taehyung comenzó a


quitarte la camisa, cuando en su hombro, vio una cicatriz de la que nunca antes se
había percatado. —¿Qué te pasó ahí? —lo miró dudar, y sus ojos cristalizarse.
Entendió de inmediato. El bastardo le había hecho eso —¿Tienes otras? —preguntó
intentando controlar la ira. Jungkook asintió. Taehyung comenzó a percatarse que en
el delgado cuerpo de su novio habían muchas cicatrices que nunca antes había visto.
La ira se apoderó de él, y solo atinó a abrazarlo contra su cuerpo y lloriquear como
un niño pequeño.

Fin del Flashback

Taehyung miró el árbol mientras limpiaba sus lágrimas con violencia. Sintió su pecho
apretado de la ira. Todas las incontables veces que vio a Jungkook llorar entre sueños,
gritar en la noche, despertar totalmente espantado sin recordar que Taehyung ahora
estaba con el y que lo peor había pasado. Pero eso no quitaba que eso lo destrozara por
dentro. Tenía que ser fuerte, para no mostrarse débil ante el, que ya lo estaba y no
necesitaba deprimirse más. Pero él no había tenido tiempo de desahogarse como
correspondía. Ahora que estaba solo otra vez, una mezcla de sentimientos había vuelto
para apoderarse de él en cuerpo y alma. Respiró agitadamente mientras lloraba, sentía
que se podría ahogar en su propio llanto. Miró el árbol, y toda la ira se acumuló y
explotó. Golpeó el árbol con tanta ira, que sintió un dolor agudo en ambas manos. Cerró
los ojos y se lanzó al suelo, se sentó y se tomó la cara. Sintió un agudo dolor en una
muñeca y en la palma de ambas manos. Se miró sus manos y estaban totalmente
ensangrentadas.

—Mierda —susurró. Se había tomado la cara y probablemente se había dejado lleno


de sangre. Efectivamente sentía la cara pegajosa. Probablemente, si alguien lo veía, se
espantaría. Limpió sus lágrimas un poco con la manga de su polera, y se levantó para
ir a casa.

Entró silencioso, no quería que lo vieran así. Su muñeca comenzaba a dolerle


demasiado, probablemente se había fracturado algo. Iba a entrar al baño a lavarse,
cuando sintió a alguien dar un chillido. Su madre lo había visto.

—¡Taehyung! —dijo espantada —¿Qué te sucedió? —gritó. Taehyung intentó


calmarla.
—Mamá, tranquila, son solo las manos... yo... me caí —mintió.

—¡Tienes sangre en el rostro! —dijo frunciendo el ceño.

—Solo me pasé las manos por la cara, déjame ir a lavarme —entró al baño. Su madre
entró con él.

Su madre le limpió la cara con cuidado, pero al ayudarlo con sus manos, Taehyung
gimió. Estaban llenas de pequeños cortes, y su mano izquierda comenzaba a hincharse
—creo que me rompí la muñeca —susurró. Su madre negó con la cabeza. La sangre
seguía corriéndole por las manos, así que fue por unas vendas para evitar la hemorragia.

Dos horas después, Taehyung estaba con un yeso en el brazo izquierdo y un cabestrillo
para sostenerlo. Su otra mano estaba vendada, se había hecho cortes bastante feos. Su
madre lo miraba con recelo, la caída le parecía bastante extraña, pero no hizo
demasiadas preguntas.

—Taehyung, no te creo esa mentira de la caída —dijo Yoongi fríamente cuando los
chicos llegaron a verlo. El muchacho intentó parecer lo más honesto.

—Es verdad, me caí.

—Taehyung, tus reacciones ante el enfado suelen ser golpear cosas ¿Qué golpeaste?
—preguntó Namjoon frunciendo el ceño.

—Nada —musitó.

—Sé honesto —exigió Hoseok.

—Bien —se dio por vencido —Me encontré con... Seungjong, sentí tanta ira que tuve
la necesidad de correr. Llegué al parque, golpeé un árbol en un ataque de ira, y me
rompí la muñeca y me corté las manos. —admitió.

—Imbécil —bufó Yoongi.

—Idiota —dijo Namjoon.

Taehyung suspiró. Tendría ese maldito y eso alrededor de un mes. Y si Jungkook se


enteraba, lo regañaría.
Capítulo 57
Se levantó por costumbre y recordó de pronto que era su cumpleaños. Sonrió por
inercia, aunque recordó que Jungkook no estaría con él.

Prendió el televisor, una noticia de un avión que había caído proveniente desde Nueva
York. Pobre gente, pensó. Fue hasta abajo y su familia lo recibió con una torta y un
feliz cumpleaños. Lo ayudaron a sentarse, pues solo tenía una mano, y ya la tenía
ocupada con un plato.

En medio de la celebración, llegaron los chicos haciendo escándalo como siempre. Le


parecía raro que el no hubiera llamado aún.

De pronto, el teléfono sonó. Se levantó, ilusionado en escucharla.

—¿Sí?

—¿Taehyung? —La voz de un hombre lo descompuso —Soy el padre de Jungkook.

—Hola —dijo emocionado. Pero un sollozo en el hombre lo sorprendió —¿Sucede


algo?

—El... viajó a Corea —dijo entrecortadamente. Taehyung sonrió, pero luego frunció el
ceño —Y el avión se cayó...

Recordó el accidente, y de pronto, sintió un ardor en el pecho y una extraña sensación.


Soltó el teléfono, miró a su familia y todo se puso negro.

Abrió los ojos agitado. Estaba llorando descontrolado, desorientado, y asustado.


Entonces miró a su alrededor y se percató que todo había sido un sueño. Estaba sudando
frío, sus mejillas estaban frías por las lágrimas frías que habían pasado.

Suspiró, aunque su corazón seguía latiendo fuerte y rápido. Por un momento creyó que
era real, y el sentimiento que se apoderó de él fue horrible, no, ni siquiera tenía
descripción.

Miró la hora, seis de la mañana. Y hoy efectivamente era su cumpleaños. Suspiró y


cerró los ojos, necesitaba dormir, esa pesadilla lo había agotado.

Abrió los ojos, temiendo que no hubiese sido solo un sueño. Pero al parecer era la
realidad de siempre. Miró la hora, diez y media de la mañana. Lanzó un largo suspiro.
No había dormido bien, estaba muy cansado. Fue a darse una ducha, necesitaba un
relajo.
Salió con la toalla en la cintura, entró su habitación y se puso algo de ropa. Le había
costado ducharse, su muñeca seguía rota. Entonces, entraron en su habitación su
hermana, su mamá y su padre con una enorme torta.

Sonrió mientras los oía cantarle feliz cumpleaños. Sopló las velas, no sin antes pedir
los deseos. Uno de ellos era Jungkook, quería que regresara lo más pronto posible.

Compartió un agradable momento con su familia, cuando tocaron el timbre. Era su


padre, que venía con una enorme sonrisa. Saludó a su hijo con un enorme abrazo, le
dio un pequeño paquete y saludó cordialmente a su madre, le hizo un gesto a su hijo.

—Gracias papá —dijo sonriendo.

—De nada hijo, ábrelo —le guiñó un ojo. Abrió el paquetito, era una caja, que dentro
contenía un hermoso reloj. Sonrió, su padre sabía que siempre había querido uno de
esos lujosos y caros relojes. Lo abrazó y se dispuso a ir a dar un paseo con él.

La tarde se le pasaba de lo mejor. Los chicos no habían aparecido aún, y Jungkook no


lo había llamado. Sentía algo de tristeza, creyó que su novio lo llamaría prácticamente
primero que todos.

Aunque no tenía idea que los chicos le tenían una sorpresa planeada.

Eran alrededor de las ocho. Yoongi llegó a su casa y le dio un amistoso abrazo.

—Iremos de fiesta amigo, así que ponte hermoso —le dijo en tono gay, Taehyung rio
divertido.

—¿De fiesta? —preguntó algo desganado. Yoongi arqueó una ceja, y luego lo fulminó
con la mirada —Está bien, me arreglaré enseguida.

Una hora más tarde, estaba en el auto con los chicos. Todos lo habían golpeado, era su
forma de decirse feliz cumpleaños. Namjoon conducía, así que fueron hasta un pub,
donde se sentaron a tomarse unos tragos.

Yoongi y Namjoon lucían algo inquietos, se secreteaban con Hoseok, quien también
estaba algo atento. Taehyung frunció el ceño, algo les sucedía. Pero trató de no prestar
atención. No quiso beber demasiado, no tenía ganas de ponerse más melancólico aún.

Eran las diez de la noche, cuando Yoongi dijo que había olvidado algo. Los chicos se
levantaron de inmediato, entonces Hoseok recibió una llamada. Contestó
afirmativamente.

—Nada importante —levantó los hombros y fueron hasta el auto.

Taehyung miraba extrañado que hubieran estado hasta tan temprano, los chicos solían
terminar borrachos y luego dejaban el lugar.
Manejaron en silencio. Taehyung comenzaba a inquietarse por el silencio, así que
decidió hablar.

—Es extraño que hayamos salido tan temprano del pub —comentó —Ustedes suelen
tomarse todo el alcohol del lugar y luego marcharse.

—Bueno, Yoongi olvidó algo, quizás luego salimos. —se excusó Hoseok rápidamente.

—Sabes cómo es el elfo, siempre olvida todo —dijo Namjoon.

Más silencio. ¿Qué era lo tan importante que podría haber olvidado Yoongi?

Doblaron por la calle que conducía a su casa. ¿Por qué iban por ahí?

—Taehyung, a Yoongi se le quedó el celular en tu cama —dijo Namjoon —Él muy


idiota lo dejó como si nada.

—Sí, y probablemente Jimin me esté llamando como loco —dijo sonriendo con
ternura. Taehyung bufó, Yoongi soltó una risita.

—¿Voy yo? —preguntó Taehyung.

—Sí, tú debes ir —dijo Namjoon rápidamente. Taehyung bajó del auto y se encogió de
hombros. Caminó, abrió la puerta de su casa. Estaba bastante oscuro ¿habrían salido?

Entonces se prendieron las luces, y mucha gente gritó sorpresa. Los chicos lo abrazaron
por la espalda. Taehyung sonrió ampliamente. Amigos del colegio, de los verdaderos
amigos, familiares, las novias de los chicos. Todo parecía estar bien, aunque claramente
le faltaba alguien.

—Bueno, me engañaron —dijo Taehyung mientras Hoseok le traía una cerveza.


Sungjong sonrió.

—Quizás es mejor que cantemos cumpleaños de inmediato —acató Jimin mientras


rodeaba la cintura de Yoongi con su brazo, Yoongi lo miró y le sonrió.

—¡La torta está lista! —dijo su madre desde la cocina. Apagaron las luces, todos
hicieron un círculo. Vio a su madre acercarse, pero ella no traía la torta. Entonces la
iluminación proveniente de las velas de la torta hizo la aparición, aunque la persona
que la traía no era exactamente alguien que él esperara.

Su corazón palpitó tan fuerte que creyó que podría romperle el pecho. Dejó el vaso de
cerveza, y solo lo miró a los ojos mientras todos cantaban cumpleaños. La tenue
iluminación de las velas le era suficiente para ver su rostro, y sus hermosos ojos
mirarlo. Jungkook sonreía tiernamente. Taehyung intentó sonreír, pero tenía un gran
nudo en la garganta. Era el mejor regalo de cumpleaños que alguien podría haberle
dado. Miró a los chicos, que sonreían triunfantes.

Terminaron de cantarle, y prendieron las luces. Su madre tomó la torta para dejar a
Jungkook libre. Taehyung lo miró incrédulo. Fue hasta él, se sacó el cabestrillo para
poder abrazarlo. Jungkook lo rodeó con sus brazos. Taehyung no pudo evitar que
algunas lágrimas se resbalaran por sus mejillas. Con su mano buena, le tomó el rostro
y lo besó. Sus labios como siempre encajaron a la perfección, hechos el uno para el
otro. Fue como si el resto del mundo no existiera para ellos, habían sido casi tres
semanas, pero parecía una eternidad.

—Gracias… —susurró Taehyung sobre su boca. Jungkook sonrió, y le limpió las


lágrimas, enternecido —Te necesitaba…

—También yo a ti amor —dijo Jungkook —Pero ahora estamos juntos, vine para
quedarme…

Taehyung sonrió y lo besó otra vez.

El resto de la noche le pareció maravilloso. Todo con Jungkook parecía perfecto. No


la soltó en toda la noche, quería tenerlo solo para él. Aunque Jungkook le decía que se
quedaría con él hasta ir a ver el apartamento, así que podría tenerlo siempre.

—Gracias —le dijo a los chicos cuando dejó a Jungkook ir a charlar con su mejor
amigo. Los chicos sonrieron y se dieron un abrazo de grupo. Habían planeado eso,
luego de la llamada de Jungkook a Jimin, para anunciarle que volvía, y quería
sorprender a Taehyung, así que todo había salido bien.

Taehyung tomó un momento para hablar con Jungkook, lo extrañaba tanto que deseaba
solo estar con él. Salieron al patio trasero.

—Ahora cariño, me explicarás porque tienes el brazo enyesado —dijo Jungkook


sonriéndole. Taehyung se rió, y buscó rápidamente una salida.

—Me caí —dijo divertido. Jungkook arqueó una ceja.

—Espero que me estés diciendo la verdad, y que no hayas hecho alguna estupidez —
dijo mirándolo fijamente. Taehyung se rió, y se delató. Le contó que había golpeado
un árbol en un momento de ira y tuvo que escuchar un gran sermón de parte de su
novio, así que para callarlo, lo besó durante mucho tiempo. —Ya no me llega oxígeno
al cerebro —dijo divertido mientras se separó de él para respirar. Taehyung sonrió
enternecido. —Te extrañé tanto, Taehyung.

—Amor, no sabes cuánto te extrañé yo —llevó su mano buena y le acarició el rostro


—Ahora nada nos separara —Jungkook sonrió también.

Finalmente, los deseos de cumpleaños de Taehyung si se habían hecho realidad.


Capítulo 58
Abrió los ojos volviendo a la realidad. Miró un poco alrededor para percatarse de que
estaba en su habitación. Sintió a alguien moverse a su lado y entonces su corazón se
aceleró recordando que por fin el estaba ahí. Volteó y pasó su brazo por la cintura de
Jungkook, abrazándolo, acercándolo más a él. Ahora todo estaba en paz.

—¿Hyung? —la voz somnolienta de Jungkook.

—¿Te he despertado? —pregunto Taehyung algo preocupado. Jungkook volteo y lo


miro con ternura, poso su mano en la mejilla del muchacho.

—No cariño, no te preocupes —susurro Jungkook. Taehyung quito un rebelde mechón


de su cabello que caía por su cara. El sonrío y se levanto —Iré a ducharme. —él asiente
mientras Jungkook le hace un gesto con la mano.

Taehyung se levantó perezosamente y le dio un rápido vistazo a su celular. Eran las


diez y media.

Miró por la ventana, era un día nublado, algo extraño. El clima comenzaba a afectar un
poco en su ánimo. No le gustaban demasiado los días cubiertos. Pero ahora Jungkook
estaba con él, así que no afectaba tanto. Unas manos se colaron por su cintura,
abrazándolo. Sonrió y volteó a ver a su chico. Jungkook llevaba la toalla puesta, y le
sonreía divertido. Taehyung le dio un beso corto.

—Ve a ducharte... iremos a ver el apartamento hoy —susurró Jungkook cerca de sus
labios. Taehyung asintió y fue de inmediato a tomar una ducha. Cuando salió,
Jungkook estaba arreglandose. Así que se vistió rápidamente —¿Desayuno en
Starbucks? —preguntó él.

—Estaría bien —admitió el mayor.

Luego de tomar un café, Taehyung manejó hasta donde Jungkook le indicó. Debían dar
una mirada a los apartamentos, Jungkook quería algo cercano al centro. Taehyung solo
lo seguía mientras escuchaba sus argumentos frente a la variedad de apartamentos que
habían visto durante el día. Finalmente a Jungkook le habían gustado dos, así que se lo
pensaría.

Volvían a casa mientras reían de algunos antiguos recuerdos de su infancia. Sus manos
estaban unidas, mientras las risas resonaban en la calle. Jungkook miró al frente sin
dejar de sonreír, cuando paró bruscamente. Taehyung arqueó una ceja. Pero el
semblante de su novio lo comenzó a preocupar, hasta que volvió la vista y una figura
conocida le puso el juego en claro. Jungkook estaba paralizado de miedo, intento
hablarle, pero él solo respiraba con dificultad.
—Jungkook cariño, mírame por favor, vámonos, solo eso ¿sí? —Miró al hombre otra
vez, que miraba fijamente al lugar. Taehyung sintió el odio apoderarse de él otra vez.
Y sentía que esta vez nada podría detenerlo. Seungjong sonrió, irónicamente. —Lo
mataré —susurró Taehyung. Alzó la mirada y comenzó a caminar en dirección a él. La
mano de Jungkook lo hizo retroceder.

—Hyung no —pidió él con los ojos llenos de lágrimas —No lo hagas...

—No kook, lo haré —dijo con firmeza. Se soltó bruscamente de él, Seungjong cruzó
sus brazos esperando al muchacho. Si quería jugar, el jugaría el triple. Jungkook
comenzó a desesperarse. Sus manos temblaban cuando sacó el celular para llamar a
Yoongi. Taehyung solo lograría que lo mataran.

—¿Qué sucede Taehyung? —Preguntó el hombre con una sonrisa de suficiencia —


¿Vienes a decirme algo?

—No sabes cuánto tiempo he esperado esto... —susurró Taehyung conteniendo toda
su rabia. —Maldito bastardo.

—¿Qué quieres niño? No tengo todo el tiempo del mundo. —Taehyung se acercó y le
dio un empujón. Seungjong dejó caer la bolsa que llevaba —Así que quieres
golpearme, dime, ¿qué hice para que quieras hacer algo tan estúpido?

—¡No seas un hipócrita! —gritó. Iba a golpearlo cuando Jungkook le sostuvo el brazo.
Había cruzado hasta ahí, venciendo el temor, no podía dejar que ese hombre dañara a
Taehyung. Miró a su novio con desesperación, intentando detenerlo.

—No Hyung... —pidió él —No lo hagas... —Taehyung lo miró lleno de dolor, pero se
soltó de su agarre. Entonces Seungjong le dio un terrible empujón que lo hizo caer al
piso. Taehyung dejó escapar un gruñido, cuando se levantó y se abalanzó sobre él,
cayendo ambos al suelo. Rápidamente Seungjong atrapó sus manos, dejándolo sin
posibilidad de movimiento. Le dio un puñetazo cerca del ojo, rompiéndole la ceja.
Comenzó a sangrar. Taehyung intentó moverse, pero el hombre le dio una fuerte patada
en su parte íntima, dejándolo casi sin respiración. Él hombre se paró con suficiencia.

—Espero no volver a encontrarme contigo —escupió Seungjong antes de irse.


Taehyung sudaba y sangraba, mientras intentaba recuperar la respiración. Jungkook se
acercó a verlo, pero él solo gemía dolorosamente. En ese momento, la voz de Yoongi
logró relajarlo un poco. Lo llevaron a casa, donde su madre le pidió explicaciones, al
igual que su padrastro.

Pero Taehyung no habló, solo dejó que le vieran la herida que tenía en la ceja. Jungkook
sollozaba silenciosamente. Nadie quiso seguir preguntando. Así que lo hicieron irse a
la cama con él. Yoongi le pidió a Jungkook que por favor intentara que Taehyung
durmiera, y no saliera de noche. Sabía que podía intentar cualquier cosa cuando estaba
fuera de control.
Taehyung se acostó y solo le dio la espalda. Tenía un terrible dolor de cabeza, y nada
de ganas de hablar. Jungkook se sintió bastante mal, pero se quedó callado. Se acostó
junto a él, y ambos se quedaron profundamente dormidos.
Capítulo 59
Taehyung se despertó en medio de la noche con una terrible pesadilla. Limpió las
lágrimas que habían salido durante el sueño. Bajó a tomar un poco de agua, eran
alrededor de las cuatro de la mañana. Hacía frío, y por eso le extraño ver una silueta
frente a su casa. Luego de unas cuantas miradas, reconoció a quien pertenecía la figura.
Maldijo por lo bajo. No quería cometer alguna estupidez, pero la oportunidad estaba
ahí, frente a él. Seungjong, la calle solitaria, Jungkook durmiendo y nadie que pudiera
interponerse.

Era ahora o nunca.

Tomó un enorme cuchillo de la cocina, se puso pantalones de deportes y un holgado


poleron con capucha. Escondió el arma bajo su ropa, y se puso la capucha para salir.
Tomó un respiro y se acercó al hombre.

—A estas horas de la mañana es algo extraño encontrar a alguien decente aquí —


bromeó Taehyung intentando fingir tener un buen ánimo.

—Lo mismo para ti muchacho —murmuró el hombre arqueando las cejas —


Cualquiera que te viera con esa capucha creería que eres un mafioso —ambos rieron.
Taehyung sonrió tanto como pudo.

—¿Vas de fiesta? —preguntó intentando fingir indiferencia.

—¿Yo, a estas alturas? No, ya no, tengo veinte años —dijo riéndose —¿Y tú? Lo dudo,
creo que pondrías más énfasis en tu aspecto.

—Salí, no podía dormir y necesita aire fresco —dijo Taehyung como si nada —
Además, Jungkook tampoco me dejaba dormir. Habla mucho entre sueños, sobre todo
cuando tiene pesadillas —dejó esa bomba en el aire. Pesadillas. Claro, hablaba de las
que él tenía desde lo que ese imbécil le había hecho.

—Oh... —nada más salió de su boca. Taehyung frunció el ceño.

—No sé, quizás haré que visite otro psicólogo aquí en Corea. En Nueva York no
funcionó demasiado. Digo, con lo de las pesadillas —Seungjong se tensó. Taehyung le
lanzó una inocente mirada.

—¿Demasiado estrés universitario? —pregunta Seungjong con toda la inocencia del


mundo. Taehyung suspiró intentando controlarse. Pareciera que el cuchillo le gritara
que lo asesinara.

—No sé, no creo que sea eso. Los problemas empezaron antes de que saliera de aquí.
—soltó Taehyung. Seungjong sonrió un poco.
—Kook es algo extraño, nunca noté nada en él —miró a Taehyung directamente a los
ojos.

—Es bastante raro, debido a que él estaba en la misma casa que tú —entrecerró los
ojos intentando intimidarlo —Además... creo que le tomaste cierto cariño ¿no
Seungjong?

—Supongo —Taehyung bufó —Es un chico tranquilo.

—Ya lo creo. No te dio demasiados problemas. En vez de denunciarte, decidió huir y


dejarte el camino libre ¿no?

—No sé de que hablas. ¿Denunciarme?

—No quiero una mentira más. Desde ahora, jugaremos MI juego —Seungjong rió. —
Y las reglas las pongo yo. Ahora dime. ¿Acostumbrabas a fijarte en chicos?

—Taehyung, Taehyung... si juegas con fuego, puedes quemarte. Creo que tus padres
te han enseñado eso. ¿A que sí? —Seungjong sonrió desafiante. Taehyung dio un largo
suspiro.

—Hazme las cosas fáciles, ¿quieres? —Seungjong arqueó una ceja. Ni el mismo
Taehyung podía entender como estaba tan tranquilo. —Respóndeme la maldita
pregunta.

—Debo admitir que los más jóvenes me ponen —sonrió Seungjong. Taehyung bufó —
Yo me enteré de que a ti te gustan mayores. El diario del pequeño Jungkook lo decía
claro. —Taehyung sintió un dolor extraño en el pecho. Recordar esa parte de la historia
no le era demasiado agradable.

—Dentro de los márgenes legales, claro —dijo Taehyung. —Sin nadie que fuese
obligado.

—Espera, no sé qué versión de la historia te contó tu noviecito... pero no lo obligué a


nada. Y bueno, seamos sinceros. Él disfrutó más que contigo. —Taehyung sintió que
el control comenzaba a salirse de sus propios límites.

—¿Disfrutar? —Preguntó molesto —¿Realmente estás tan enfermo? Nadie disfruta las
cosas que hace obligado.

—Tu novio no es un santo, Kim —dijo fríamente —Le encanta provocar. Pasearse por
la casa con ropa interior, olvidándose que yo vivo ahí. Esa ropa que usaba, y la manera
en que me hablaba. Él se lo buscó.

—Eres un bastardo Seungjong. —la furia comenzó a apoderarse de Taehyung, al punto


de que su corazón palpitaba con violencia en su pecho, y su mano picaba por tomar ese
afilado cuchillo. —Te aprovechaste de él imbécil, le hiciste todo el daño posible, y no
terminarás impune. ¿Lo sabes cierto?

—Dudo que alguien les crea. —dijo divertido. —Ha pasado tiempo ¿no?

—Bueno, entonces yo tomaré cartas en el asunto. —dijo Taehyung. Su mano se acercó


al lugar donde ocultaba el arma.

—¿Me golpearás de nuevo? Recuerda que no te salió demasiado bien.

—No. Esta vez, te mataré —susurró Taehyung con ira.

Sacó el arma del lugar y se abalanzó contra el hombre, quien lanzó un grito. Seungjong
detuvo el brazo de Taehyung con firmeza, mientras ambos forcejeaban contra el otro.
Seungjong para evitar su muerte segura y Taehyung para matarlo.

Estaba decidido, y enloquecido por hacerlo.

—¡Te voy a matar bastardo! —gritó.

Jungkook se removió, víctima de un mal sueño. Unos gritos que provenían de la calle
lo despertaron. Abrió los ojos, que le pesaban bastante, y se acercó a abrazar a
Taehyung. Pero solo encontró el espacio vacío. Un presentimiento atacó su pecho.
Gritos a estas horas de la mañana, en un barrio tan tranquilo de Corea. Miró por la
ventana que daba a la calle. Dos hombres peleando. Frunció el ceño, no veía claramente
si reconocía a alguno de los hombres. Hasta que la voz de uno de ellos heló su corazón.

—Taehyung... —susurró antes de correr. Tomó el teléfono rápidamente. Sus dedos


temblaban. Un pitido, dos pitidos, tres...

—Jungkook, ¿Sabes qué hora es cierto? —La voz de su mejor amigo

—¿Estás con Yoongi? —preguntó con desesperación.

—Sí, ¿Sucede algo? —preguntó perezosamente.

—¡PÁSAME A YOONGI! —gritó. Jimin inmediatamente le hizo caso. Le dio el


teléfono a su novio, quien frunció el ceño e intentó abrir bien los ojos.

—¿Jungkook?

—TAEHYUNG ESTÁ CON ESE HOMBRE OTRA VEZ, ESTÁN MATÁNDOSE


—gritó sollozando. Yoongi entendió de inmediato y dijo.

—Voy para allá.


Desafortunadamente, los padres de Taehyung no estaban esa noche, pues habían sido
invitados a otro evento. Jungkook se puso un poleron de su novio, si salía no podría
hacer mucho, pero quizás podría hacer entrar a Taehyung en razón.

Mientras tanto Taehyung seguía forcejeando con Seungjong. Un manotazo del hombre
hizo que el cuchillo saltara fuera del alcance del alto. Otro movimiento y Taehyung
estaba bajo sus manos que apretaban su cuello con fuerza.

—¿Querías jugar pequeño? —la voz de un agitado del hombre aún seguía mostrando
burla —¿A qué quieres jugar Kim? ¿Al superhéroe? Ya no cuidaste a tu noviecito
cuando pudiste, ahora la valentía no te servirá de nada.

Taehyung comenzaba a sentir la falta de aire. Intentó removerse, pero no sucedía nada.
La puerta de una casa distrajo a su atacante, entonces logró empujarlo y darle un golpe
en la cara. Saltó sobre él y le dio otro puñetazo en la boca. Los labios del hombre
comenzaron a sangrar de inmediato. Seungjong se recuperó rápidamente y golpeó a
Taehyung en donde lo había herido. Su ceja sangró de inmediatamente, el dolor lo
cegó. El hombre aprovechó para lanzarse contra él, haciéndolo caer y que su cabeza
golpeara con fuerza el pavimento. Estaba seguro que se había cortado la cabeza.

—¿Dónde están tus súper poderes Kim? —le gritó el hombre mientras le daba una
patada en el estómago. Taehyung comenzaba a marearse. Miró a su lado, entonces vio
el cuchillo tan cerca de sus dedos... intentó tomarlo, lo alcanzó con sus dedos sin que
Seungjong se percatara. Entonces, con todas sus fuerzas intentó enterrarle el arma. Pero
solo consiguió que el filo del cuchillo le cortara un poco el brazo. El hombre bramó de
dolor, pero inmediatamente golpeó a Taehyung cerca de las costillas, haciéndolo
chillar.

Jungkook vio espantado toda la escena sin pronunciar palabra alguna.

Y justo en ese momento, sus músculos se congelaron.

Seungjong tomó el cuchillo, que al cabo de unos segundos estaba alojado en el


estómago de Taehyung. El muchacho gritó de forma desgarradora.

En ese momento, todo el mundo comenzó a decaer para Jungkook. SeungJong, como
todo el cobarde que siempre fue, corrió, mientras él se acercó desesperada a su novio.

—Hyung... —sollozó Jungkook abrazando a su novio. Se quitó el poleron, y luego la


camiseta. Utilizó la camiseta para detener la sangre —Estarás bien amor... —su voz
temblaba y sonó poco convincente.

—Kookie —susurró Taehyung.

—No hables amor, no hables —él apretó un poco más la camiseta contra la herida del
mayor. Taehyung gimió débilmente. La camiseta rápidamente estaba empapada de
sangre. —¡Ayuda! —chilló Jungkook sollozando —Alguien...
Dos autos llegaron en el instante, la policía y Yoongi, corrió hasta su amigo, seguido
de su novio Jimin. Ambos dieron un grito ahogado al ver al muchacho desangrándose
allí. La policía antes de llamar a una ambulancia, decidieron llevarlo ellos mismos.
Resultaba más rápido.

Entre dos policías y Yoongi levantaron al muchacho con cuidado, y lo metieron en el


asiento trasero, junto a Jungkook quien mantenía presionada la herida para evitar el
sangramiento.

Encendieron la sirena, y partieron velozmente hacia un hospital. Más tarde se


encargarían del agresor. Jungkook sollozaba silenciosamente. Taehyung intentaba
mantener los ojos abiertos, trabajo que comenzaba a serle difícil.

—No te duermas Hyung... —susurró Jungkook —No lo hagas Hyung... —el mayor
pestañeó débilmente. Sus ojos cafeces estaban cristalinos, y una silenciosa lágrima
resbaló de ellos. Jungkook mordió sus labios con fuerza. —Saldrás de esta... eres fuerte
cariño, todo va a estar bien. Recuerda que iremos a ver los apartamentos, y estaremos
juntos... —intentaba charlarle para que no perdiera la conciencia.

—Kookie —susurró débilmente el chico.

—Estoy aquí amor, no hables... estarás bien.

—Saranghae... —susurró Taehyung.

—Yo también te amo... —dijo Jungkook. El muchacho comenzó a cerrar los ojos —
No Taehyung, no te duermas por favor... —estaban a punto de llegar, pero la
desesperación podía con él —No Hyung, amor, no por favor. —Sus lágrimas
comenzaron a caer con más rapidez —Hyung despierta ¡Taehyung!

Llegaron al hospital, y uno de los policías, llamó a un paramédico. Trajeron de


inmediato una camilla y un respirador artificial. Lo subieron y lo ingresaron, pero antes
de eso, Jungkook se había percatado de que el pulso de su novio había desaparecido.
Capítulo 60
Caminaba por una especie de valle. Todo era extremadamente verde. Miró al suelo y
vio sus pies descalzos, sintiendo cada roce del césped en su piel. Suspiró y dejó que la
brisa lo envolviera de pies a cabeza, sacudiendo su cabello, y cosquilleándole cada
centímetro de su piel. El sol se imponía en todo su esplendor. Todo lucía tan perfecto,
deseaba quedarse para siempre allí. Se sentó en el césped. Dirigió su vista al cielo,
inspiró el aire puro y se lanzó de espaldas, acostándose y cerrando los ojos. No tenía la
menor idea que hacía ahí, pero le gustaba el lugar.

—Jungkook —una voz muy familiar lo sobresaltó. Abrió los ojos aunque no veía
demasiado con el sol. Puso su mano cubriendo la fuerte luz del astro. Ojos almendrados
y Alto. Sonrió como un niño pequeño, se puso de pie y se lanzó sobre él. Sus labios se
encontraron en ese instante.

—¿Dónde estabas? —preguntó él riéndose. Taehyung sonrió pero no respondió —¿Y


dónde estamos ahora?

El muchacho le regaló otra dulce sonrisa, y lo rodeó con sus brazos.

—Quisiera estar aquí para siempre... —susurró Jungkook.

—Debo irme —murmuró él soltándolo y levantándose.

—¿Dónde vas Hyung? —Preguntó desconcertado —Hyung... —susurró viéndolo


desvanecerse entre la luz solar y el bosque.

Despertó agitado. Miró a su alrededor, estaba en la habitación de Taehyung. Respiró y


sintió el alivio correr por sus venas. Pero de pronto, todo ese alivio se fue al recordar
lo que había pasado con Seungjong y Taehyung. Se levantó de golpe, pero un mareo
lo dejó de nuevo en la cama.

—Dios... —susurró. Las náuseas se apoderaron de él. Se tumbó en la cama y respiró


profundamente.

Luego de un rato, logró levantarse y caminó hasta el pasillo. Antes de bajar las
escaleras, sintió ruido abajo. Voces.

—Quizás debemos llevarlo otra vez al hospital. —la voz de un muchacho. Quizás
Namjoon.

—No sé, el doctor dijo que el shock a veces había durado semanas. Hoy cumplirá dos
días así. —esa voz era inconfundible. Su mejor amigo, Jimin.
—Además, puede que la mejor opción para el en este momento sea esta. ¿De qué sirve
que esté despierto con todo lo que está pasando? —preguntó Yoongi. Sí, su voz
también le era familiar.

—En algún momento sabrá que Taehyung... ya saben —musitó Hoseok sonando algo
molesto.

—¿Qué Taehyung qué? —Jungkook bajó justo en ese momento exigiéndoles que
hablaran. Todos callaron. Solo Jimin atinó a pararse e ir a comprobar si su amigo seguía
del todo bien —Estoy bien, Jimin —dijo fríamente —¿Qué pasa con Taehyung? ¿Está
bien?

—Taehyung... —todos se miraron cuando Sungjong quiso hablar. Pero la voz no le


salía.

—Taehyung está en coma, Jungkook —dijo Yoongi finalmente. Todos lo miraron en


silencio. Jungkook sintió el pecho apretado.

¿Realmente era cierto? Sintió que se desvanecía otra vez, pero luchó contra eso. No,
necesitaba estar consciente, necesitaba verlo. Tomó su bolso y corrió. Los chicos se
pararon para seguirlo, Yoongi lo detuvo de inmediato.

—No sirve de nada que vayas Jungkook, Taehyung no tiene visitas en este momento
—murmuró Yoongi. Jungkook lo miró directo a los ojos. El color café de sus ojos
estaba acompañado de un color rojo alrededor de ellos. Había estado llorando.

—Hyung... —susurró —¿Qué tan malo es?

Yoongi lo observó por un momento y tomó una gran bocanada de aire. Miró a
Jungkook. El adorable y hermoso novio de su amigo. Sus ojos marrones llenos de
lágrimas esperaban por la respuesta. Lo peor, es que él no podía darle una respuesta
que le devolviera en cierta forma la esperanza. Los pronósticos eran terribles. Era un
milagro que hubieran reanimado al muchacho cuando llegó sin signos vitales al
hospital, era milagroso que estuviese vivo.

—Taehyung... está mal kook —dijo por fin. Sintió otra vez aquel maldito nudo en la
garganta. —Es un milagro que respire.

Jungkook soltó el brazo de Yoongi, y cerró fuertemente los ojos. Su mano fue a su
boca, como si quisiera gritar y contener el grito. Miró al rubio, a quien se le habían
cristalizado los ojos. Las cosas no se veían para nada bien.

Finalmente el muchacho se acercó a él y le ofreció sus brazos. Jungkook se lanzó sobre


su amigo, y lo abrazó, lanzándose a llorar. Yoongi lo abrazó con fuerza, ambos
compartían el dolor. Él, tenía miedo de no volver a ver a su mejor amigo con vida, y
Jungkook de no volver a besar a su novio otra vez. Se habían hecho buenos amigos,
pero nunca habían tenido algún contacto más que saludos cordiales. Era la primera vez
que lo abrazaba. Realmente se sentía bien, era uno de sus mejores amigos.

—Gracias... —susurró Jungkook —Necesitaba eso. —ambos se sonrieron unos


segundos. Yoongi lo abrazó denuevo y entraron a la casa. Quizás era mejor ir al día
siguiente y calmar un poco su ánimo.

Llamó a su padre y le contó lo que había sucedido. No pudo evitar sollozar pegado al
teléfono mientras le contaba lo que estaba pasando en su vida y la de su novio. Su padre
prometió viajar lo más pronto posible. Debía estar con él. Así que Jungkook se dispuso
a buscar apartamento esos días, por lo menos para alojar a su padre y su hermana.

A la mañana siguiente, se levantó con un ánimo terrible. Las pesadillas no la habían


dejado en paz. Se encontró con la madre de Taehyung en la cocina, quien lucía peor
aún. Sus ojos estaban hinchados, mezcla de no haber dormido nada y de el llanto, y su
aspecto cansado era imposible de ocultar. Estaba también Dahee, la hermana de
Taehyung, quien tomaba un café sin mirar nada más que su taza.

—Buenos días —apenas murmuró Jungkook. No tenían nada de buenos.

—Jungkook—susurró Dahee. Se levantó y abrazó a su cuñado. Jungkook sintió que se


lanzaría a llorar otra vez, pero no era el momento. —¿Cómo estás?

—Normal —susurró. Dahee asintió, comprendiendo enseguida. —¿y tú?

—Normal —musitó. Ambos sonrieron Jungkook fue y le dio un cálido abrazo a su


suegra. La mujer sonrió, aunque la felicidad no llegó a sus ojos. Jungkook intentó
sonreír también.

—¿Y a qué hora llegaron? —preguntó Jungkook.

—Hace media hora —dijo Dahee. —No podía venir sin saber nada de Taehyung.

—¿Y qué ha sucedido? —preguntó Jungkook.

—Nada, todo sigue igual. —musitó la muchacha. —Bueno, según el médico, existen
algunos estímulos a los que responde, por lo que no es un coma del peor grado. Es
posible que despierte, aunque el riesgo de muerte sigue ahí —lo último fue solo un
susurro —Además... dijo que por el golpe en la cabeza que se dio contra el cemento,
se había producido un traumatismo, que estaba entre el nivel moderado y grave. Solo
un 6% aproximadamente de los pacientes que tienen un TEC grave se recuperan —la
madre de Taehyung había salido de la cocina, no quería seguir escuchando. —Y hay
posibilidades altas de secuelas.

Jungkook asintió. Todo parecía volver a darle vueltas. La culpa se lo comía desde
adentro hacia afuera. No podía creer que Taehyung estuviera luchando contra la muerte
por lo que había sucedido, por él.
Ese día lo dedicó completamente a la búsqueda de un apartamento. El ánimo no lo
acompañaba, y todo parecía desagradarle. Finalmente, le llamó la atención uno que
estaba en el cuarto piso cerca del centro de Seoul.

El trato estaba hecho. Ese era su apartamento.

Volvió a casa de Taehyung. Dahee se había ido al hospital otra vez. La madre de
Taehyung estaba durmiendo, así que lo mejor era por fin ir a verlo. Tomó las llaves del
auto de Taehyung, y manejó hasta el lugar. Llegó a la recepción y consultó por el
nombre de su novio.

—Cuarto piso —dijo la mujer. El menor asintió y fue hasta allí. En la sala de espera,
estaba Dahee charlando con Namjoon y Yoongi. Jungkook los saludó.

—Aún quedan unos minutos de visita Jungkook, ve enseguida. Ese pasillo —indicó.
—Dile al gorila que cuida que eres su prometido.

El muchacho caminó y le dijo al guardia que era el prometido de Kim Taehyung. Le


indicó la habitación y el se internó por el vacío y frío pasillo. Una sensación extraña le
recorrió el cuerpo. Miró el número de la habitación y entró, tomando una gran bocanada
de aire. Creyó haberse equivocado de habitación. Pero miró unos segundos a la persona
que estaba rodeada de tubos y máquinas, y efectivamente era su novio. Pitidos y ruidos
constantes de las máquinas llenaban el ambiente. En la boca de su novio, habían dos
tubos largos que conectaban a otra máquina, además de todos los cables de su brazo y
su pecho. Su cabeza estaba vendada. La manta le llegaba hasta el abdomen, donde
podía ver otra venda que probablemente era la que cubría la herida del cuchillo. Un
chillido se escapó de sus labios al ver a Taehyung. Se acercó con temor a él. Su rostro
tenía muchos cortes, más de los que recordaba de la noche en que todo pasó.

—Hyung... —susurró. No pudo evitar llorar. ¡Todo era su culpa! Si Taehyung... Si el


llegaba a morir, el no se lo perdonaría jamás. Probablemente se suicidaría o algo así.
No podría vivir con el remordimiento. Acarició los dedos del muchacho con suavidad.
Los latidos del corazón del alto eran registrados por una máquina que hacía un horrible
pitido. —No puedo creer lo que te hice...

Miró otra vez su rostro. Moretones a lo largo de su piel. No, no se lo perdonaría.

Salió corriendo del lugar. Sintió la voz de Namjoon y Yoongi llamarlo, pero corrió.

Era peor de lo que esperaba. Nunca creyó que ese golpe en la cabeza fuese tan grave.
Más que la propia herida. Si Taehyung vivía, podría tener secuelas. Eso significaba...
quizás perderlo en otro sentido. Nadie sabía. Era un pronóstico complicado.

Estacionó el auto en frente de la casa de Taehyung y se echó a llorar, apoyándose en el


volante. El dolor desgarrador del pecho comenzaba a expandirse. Su pecho se agitaba
al intentar respirar después de cada sollozo.
—¿Por qué? —susurró. —Taehyung... No quiero que se muera —hablaba consigo
mismo en voz alta —¡No puede irse! ¡No puede dejarme solo! —apoyó la cara en el
volante, dejando que las lágrimas humedecieran su rostro. Sus manos temblaban. No
podía concebir que después de todo, tuviese que seguir sufriendo. Salió del auto y entró
corriendo a la habitación de Taehyung. Sacó una camiseta de su armario y se abrazó a
ella. Olía a él. Respiro su aroma, mientras la mojaba con sus lágrimas. Se sentó en el
suelo a llorar. ¡Era tan injusto! Quería a Taehyung, lo necesitaba. Cerró los ojos. Casi
podía sentirlo allí, como siempre. Abrazados en su cama, charlando tonterías. Apoyó
su mejilla contra la camiseta. Taehyung podía salir de esta, podía. Eso era lo único que
podía creer. Lo único que necesitaba creerse. Se lanzó a la cama y se quedó
profundamente dormido. La camiseta permaneció junto a él todo el tiempo. No, no era
hora de un adiós. No podía ser hora del adiós. Abrió los ojos y se encontró con la
mirada de Dahee.

—¿Quieres que te traiga desayuno? —preguntó la muchacha. Jungkook negó —Debes


comer algo cariño...

—No tengo hambre... —susurró él. Cerró los ojos y las lágrimas otra vez corrieron por
su rostro. La joven se acercó y le dio un abrazo. Jungkook sollozó como un niño
pequeño.

—Lo sé cariño, también me siento así —susurró Dahee —Pero él saldrá de esta, lo
hará. Mi hermano es más fuerte de lo que parece.

—Es mi culpa —sollozó fuertemente —Yo tengo la culpa de esto.

—¡No! Claro que no Jungkook, fue ese bastardo. La policía ya lo tiene —Jungkook
sintió una pizca de alivio. Pero aún así, Su cuñada no sabía toda la historia.

—Pero lo hizo por mí... —susurró Jungkook. Dahee frunció el ceño —Taehyung quería
matarlo.

—Aún no entiendo ¿por qué? —los ojos de la chica lo miraron profundamente.


Jungkook suspiró.

—Él... —recordar eso le partía más el corazón —Ese hombre abusó de mí. —Dahee
abrió los ojos de par en par. Primero intentó digerir la información, para luego abrazarlo
con fuerza.

—¿Le dijiste eso a la policía? —Jungkook negó —Ahora iremos allá y lo haremos. Se
pudrirá en la cárcel.

La joven lo llevó hasta la policía junto con su madre. La madre de Taehyung se enteró
de toda la historia. No dijo nada, pero su rostro denotaba lo mucho que repudiaba a ese
hombre. La declaración tardó un par de horas. Quedó hecha la denuncia. Lo que
probablemente agravaría la infracción.
Fueron al hospital, pero nada parecía cambiar. El pasar de los días era igual, aunque
los doctores decían que las cosas mejoraban un poco, Taehyung seguía en coma. Eso
comenzaba a desanimar a todos. El padre de Jungkook llegó un par de días después.
Su hermana estuvo con él, intentó hacerlo comer, pero solo consiguió que tomara un
sorbo de café.

Días después, su madre fue a visitarlo. Él la mandó al demonio, sin escuchar los ruegos
de perdón que ella casi gritó en la calle. Quizás era muy tarde para pedir
perdón.Algunos días se la pasaba en su cama, mirando el techo su hermana intentaba
distraerlo.

Pero claramente nada funcionaba. Comenzó a perder peso rápidamente. No comía casi
nada, y se la pasaba durmiendo, ya casi ni iba al hospital, todo seguía igual. Un martes
por la mañana, recibió una llamada de Dahee.

—¡Jungkook! —Sonaba desesperada —Ha habido un cambio.

Esa palabra bastó para que en menos de veinte minutos estuviera allí. Al parecer
Taehyung había respondido a más estímulos. Pero no se le permitían visitas.

Una pizca de esperanza. Era todo lo que necesitaba. El brillo en sus ojos volvió
lentamente. Visitaba a Taehyung a diario, estaba cinco minutos nada más, pero todo
valía. El rostro del muchacho lucía mejor, las heridas desaparecían poco a poco.

El 21 de Marzo, el día de la entrada a la primavera, Jungkook visitó a su novio, quien


tenía visitas más largas. Los chicos no estaban, pues se habían tomado un día para ellos,
luego de que durante casi dos meses estuviesen día a día con Taehyung. La herida de
Taehyung estaba casi cien por ciento curada, su costilla rota estaba a medio camino.
Solo quedaba que su cerebro se recuperara, aunque las probabilidades seguían siendo
bajas. A pesar de eso, ya no salían tubos de su boca, solo permanecía con un respirador
de mascarilla.

—Amor, he terminado de decorar nuestro apartamento —susurró Jungkook mientras


se sentaba en un banquito junto a Taehyung. Le tomó la mano con cuidado —Creo que
te gustará. Además, la vista en la noche desde nuestro dormitorio es hermosa... —se
quedó callado unos minutos. —¿Sabes quien fue a visitarme otra vez? Mamá... bueno,
esta vez le di 5 minutos. ¿Puedes creer que se arrodilló a pedirme perdón? —Se rio
irónicamente —Bueno, ahora que su ex novio está siendo enjuiciado por violación e
intento de homicidio se da cuenta de lo que sucedió. —silencio otra vez. Miró a
Taehyung. Sus cabellos ahora estaban cerca de sus ojos, aunque una parte de su cabello
estaba bastante corta. El lugar del golpe. —Dios, deberías volver pronto a casa. Sé que
tu mamá te llevara con ella hasta que estés bien, pero no puedo esperar a que estemos
juntos. Además Dahee se encargó de comprarte una Xbox para nuestro apartamento.
Dijo que probablemente estarías muy feliz. Además, tu colección de discos está con
nosotros. Sé que te hará inmensamente feliz. —le tomó la mano otra vez. —Te amo mi
amor... vuelve pronto ¿quieres? —cerró los ojos. Todo había cambiado un poco, él dejó
de culparse, intentó ser positivo aunque los médicos no daban tan buenas expectativas
luego de dos meses de coma. Suspiró, aún así creía en que todo estaría bien. Pasaran
diez años, seguiría creyéndolo.

Entonces, su mano recibió un leve apretón. Su corazón palpitó con tanta fuerza que
parecía doler. Su sangre corrió rápido. La emoción parecía querer hacerla desmayar.

—¿Taehyung? —preguntó. Recibió otro apretón en respuesta. —¡TAEHYUNG!

Comenzó a llamar desesperadamente a los médicos. Llegaron corriendo, y antes de que


la echaran de la sala, captó un destello cafe. Aquel que tanto había extrañado. Los ojos
que la habían enloquecido.
Capítulo 61
Sus manos temblaban, mientras esperaba en la fría sala blanca. Su pie se movía
insistentemente en el suelo, miraba a cada momento hacía aquel pasillo. La madre de
Taehyung y Dahee estaban en camino. Los doctores aún no salían a decirle nada,
llevaban casi una hora con Taehyung. Suspiró frustrado. Apenas había abierto los ojos
lo habían sacado, solo consiguió mirarlo un par de segundos, lo que bastó para que todo
volviera a tener sentido rápidamente.

La madre de Taehyung y Dahee llegaron y comenzaron a hostigarlo con preguntas.


Solo les dijo que había estado hablándole como siempre, y que el había presionado su
mano, luego de eso lo hizo otra vez y abrió los ojos. Ellas asintieron y se sentaron a
esperar. No querían avisar a nadie más, quizás era un reflejo y nada importante.

Luego de unos momentos, salió el neurólogo que atendía a Taehyung.

—Hola —las saludó cariñosamente. Ya las conocía. —Bueno, iré directo al grano. —
Sonrieron como pudieron, la ansiedad estaba comiendo sus ganas. —Taehyung
despertó. No podemos decir con certeza el grado de daño aún, recién lo hemos enviado
a unas pruebas. Demorará un poco, pero apenas estén realizadas, podrán pasar a verlo.
Al parecer no existe pérdida de memoria, pues estuvo preguntando porqué habían
sacado a Jungkook de ahí. —Jungkook sintió su corazón hincharse de alegría.
Taehyung había preguntado por él, lo recordaba. Se mordió los labios con fuerza para
no llorar —Lo que hemos analizado superficialmente es que le cuesta bastante hablar.
Es por el trauma, pero probablemente no es permanente. Y en cuanto a otras cosas, las
analizaremos con calma. —sonrió paternalmente. —Creo que son buenas noticias, es
mejor de lo que siempre esperé.

La madre de Taehyung no pudo evitar abrazar al médico. Estaba llorando de la alegría.


Dahee miró a Jungkook y se sonrieron.

Más tarde fueron a la cafetería. Necesitaban un respiro antes de ver a Taehyung. Habían
dicho que las visitas serían de uno, y cortas. Jungkook quiso ir al último. Así que una
hora más tarde, el médico salió para informarles que podían comenzar a entrar.

La madre de Taehyung fue la primera. Eran algo así como diez minutos por cada una.
Dahee y Jungkook mientras tanto no hablaban mucho. La emoción los mantenía
mudos. El hombre que amaban, cada quien de manera tan diferente, pero aún así tan
incondicional. Dahee esperaba ver a su hermanito, lo extrañaba, había llorado tantas
veces por temor a perderlo, y ahora podría verlo recuperándose. Por fin las cosas lucían
mejor para la familia.

Jungkook miraba al suelo, los nervios la consumían. Entonces la madre de Taehyung


apareció llena de lágrimas. Abrazó a su hija con fuerza y la dejó ir a ver a su hermano.
La madre de Taehyung no quiso contarle nada a Jungkook, él debía comprobarlo por
sí solo.
Los minutos eran eternos. Casi contaba los segundos para verlo. La emoción que sentía
podía hacerlo correr, pero debía controlarse, ser cauteloso. Taehyung recién había
despertado y no había que abrumarlo. Tomó entre sus dedos el collar que le había
regalado en el Empire State. Recordó el significado. Te levantaré cuando estés
cayendo. Por todas estas cosas que he hecho, creo que te amo mejor ahora. Cerró los
ojos y sonrió. En ese momento, Dahee salió sonriendo.

Sus piernas casi no respondían. Caminó casi con miedo a caer, y con ansias también.
Un cosquilleo recorría su cuerpo. Mariposas en su estómago aumentaban sus nervios.
Parecía que el pasillo no terminaba nunca. Llegó a la puerta y la abrió con cuidado.
Levantó la mirada y los ojos almendrados de Taehyung se clavaron en los de él.

Largos segundos, mantuvieron la mirada. Una sonrisa se dibujó en el rostro de


Jungkook, Taehyung se rio también. Jungkook tuvo que recordarse a sí mismo que
Taehyung aun estaba débil y no podía lanzarse contra él. Pero casi no podía controlar
lo que sentía. Comenzó a llorar y fue hasta él. Lo abrazó con cuidado, Taehyung soltó
un sollozo mientras hundía su cara en el cabello de kookie. Entonces se miraron y sus
labios se juntaron. Entre sollozos y risas, consiguieron besarse. No podían definir lo
que sentían. Era una muestra pura y clara de cuanto se amaban.

Jungkook cerró los ojos mientras sentía los labios de Taehyung en su mejilla, su frente
y su nariz, para luego bajar otra vez a sus labios. Las palabras sobraban. Tenían tanto
que decir, pero el silencio lo completaba todo. Sus besos y caricias eran todo lo que
necesitaban en ese momento.

Amor. Eso era. Estaban totalmente atrapados el uno por el otro, Jungkook apoyó la
cabeza con cuidado en el pecho de Taehyung, sin aplastarlo. Taehyung lloraba en
silencio. Quizás no había parecido eterno para él, pues estaba en un profundo sueño,
pero en algún momento sintió que se iba a morir, y que no sería capaz de verlo sonreír
otra vez. Y eso lo había destruido. Lo amaba tanto, tanto que dolía, pero era un dolor
delicioso. Lo hacía sentir tan bien, era algo tan misterioso todo lo que el causaba en si
mismo. Necesitaba que ese momento durase para siempre.

Jungkook se conformaba con oír el latido del corazón de su novio. Solo eso bastaba.
Su acompasada respiración y su armonioso latido. Era música para él. Luego de unos
minutos se miraron otra vez.

—Hey... —susurró Jungkook mientras le limpiaba las lágrimas a Taehyung

—Hey... —la voz del alto apenas salió. Su novio tomó su rostro y le dio un besito.

—Te extrañé ¿Sabes? —él asintió, Jungkook le dio otro beso.

—Yo... también a... ti —era cierto, le costaba bastante hablar. Él sonrió cálidamente.
Otra vez las lágrimas caían por su rostro. —No llores... —susurró Taehyung.
—Es alegría. Es el hecho de verte otra vez mirarme. —susurró Jungkook.

Exactamente era eso. La sensación de mirar sus grandes ojos y saber que todo estaba
bien, que nada había cambiado, que él lo miraba con ternura como siempre. Era como
volver a casa después de años de ausencia. El hecho de que él estuviera bien, de creer
en un futuro. Juntos, como debía ser.

Lo sacaron por un rato, habían más personas que deseaban ver a Taehyung. Antes de
irse, le dio un suave beso en los labios.

—Te amo cariño... —susurró, Taehyung asintió dándole a entender que él también lo
amaba. Sonrió y salió de la habitación. No dejaba de sonreír. Por fin las cosas parecían
ir bien.

Dos semanas después, le dieron el alta a Taehyung. Aunque habían cientos de


precauciones que tomar. Primero, como comenzaba la primavera, había sol. Debían
proteger su vista de él. Le pusieron unos lentes bastantes oscuros. Jungkook le dio un
piropo diciendo que lucía extremadamente guapo. Taehyung se rio divertido.

No debía agacharse, así que Jungkook y Dahee lo ayudaron a vestirse. Jungkook se


ofreció a ponerle la ropa interior antes de que su cuñada hiciera algo.

—Debo asumir que no es algo que no hayas visto Kook —comentó Dahee.

Taehyung rió divertido, las mejillas de Jungkook se volvieron de un tono carmesí


intenso. —No puedo creer que estén haciendo cosas de grandes. Hermano ¿mamá sabe
de eso? —bromeó su hermana

—No hay que decirle nada... —dijo Taehyung —O le diré que también tú haces cosas
de grandes.

—Soy más grande que tú —le guiñó un ojo —Bueno, no diré nada. Aunque claramente
espero no tener sobrinos aún. Taehyung le lanzó una divertida mirada a jungkook,
quien reía sonrojado. Luego de eso, el menor le puso un pantalón de buzo, para que se
sintiera cómodo. Dahee le puso una polera, y sobre eso un poleron con capucha.
Jungkook le puso las zapatillas.

Llamaron al médico, quien lo ayudó a ponerse de pie. A Taehyung le costaba caminar


aún. Su coordinación no estaba en el mejor momento, por eso le llevaron una silla de
ruedas, Taehyung se había negado, pero era obligatorio. Jungkook le dio un besito para
animarlo, y le puso la capucha. Se ajustó los lentes de sol, y lo llevaron. Sus padres,
esperaban afuera. Lo saludaron cariñosamente. Se despidieron de las enfermeras y
doctores que se habían portado excelentes con ellos. Las únicas quejas eran que
Taehyung era un niño mimado aún. Jungkook rio a carcajadas al escuchar eso, y
prometió burlarse siempre.
Llegaron al auto y ayudaron a Taehyung a levantarse. Lo sentaron en el asiento
delantero, y manejó su madre. Atrás iban el padrastro de Taehyung y Jungkook. Dahee
se fue con su padre en otro auto. Apenas llegaron a casa, ayudaron a Taehyung a bajar.
Caminaron lento hasta la casa, e inmediatamente subieron con él a su habitación, pues
el reposo absoluto era otra condición de la recuperación.

—Es genial estar en casa —murmuro Taehyung. Le acomodaron las almohadas y lo


ayudaron a recostarse. Jungkook dulcemente le quitó el poleron y lo ayudó a acostarse
con suavidad. Se quitó los lentes. La pieza tenía poca luz pues le podía ser molesto aún.

—¿Quieres algo? —preguntó Jungkook con dulzura. Taehyung negó.

—O quizás sí —dijo Taehyung sonriendo.

—¿Qué quieres? —preguntó Jungkook.

—Que tú me cuides —dijo Taehyung con una sonrisa. Jungkook sonrió también y le
dio un suave beso.

—Debes dormir ahora. Te traeré agua y tomarás las pastillas.

Taehyung al cabo de media hora, estaba profundamente dormido.

Aún así, había algo pendiente en sus vidas. Algo que ahora a ambos les traía pesadillas
por las noches. Algo que los había separado muchas veces.

Taehyung luchaba contra el nudo de la corbata. Bufó, no quedaba demasiado bien.

—Estúpida cosa —murmuro. Jungkook arqueó una ceja y se acercó a él. La arregló
con cuidado. Quedó perfecta. —¿Debes ser bueno en todo? —preguntó él dándole un
sonoro beso en la mejilla. Jungkook sonrió divertido.

—Lo siento, es un talento natural —le guiñó un ojo y se puso sus botas, llegándole a
Taehyung cerca de la nariz. —Puedo besarte sin tener que ponerme de puntitas —
bromeó. Taehyung se acercó y lo rodeó por la cintura, dándole un besito en la nariz.

—Estás perfecto. —dijo Taehyung en su oído.

—Gracias. —dijo Jungkook —Métete la camisa dentro del pantalón, por favor —
Taehyung rodó los ojos y le hizo caso. —Bien hecho.

—Ven acá, quiero decirte algo. —dijo él tomándole la mano. Él se puso serio.
Taehyung lo miró endureciendo la expresión. —Pase lo que pase, nos tenemos el uno
al otro... todo irá bien. Ahora estamos juntos... y eso basta. —Jungkook asintió. —Y...
quiero darte las gracias, por todo lo que hiciste por mí durante estos últimos meses...
desde soportar la tensión de la situación, hasta ayudarme a comer en el hospital cuando
apenas podía moverme... solo quiero decirte que, debo darte las gracias, porque desde
que te conozco me has enseñado tantas cosas que sin ti no habría aprendido —
Jungkook lo miró con ganas de llorar —Desde enseñarme a que existían cremas para
peinar mi cabello —ambos rieron —Pasando por enseñarme esas valiosas cremas para
los granos —ambos rieron otra vez —Hasta enseñarme que las apariencias engañan,
que no hay que juzgar un libro por su portada... —Taehyung sonrió —Enseñarme a ser
fuerte en situaciones difíciles —dijo refiriéndose al divorcio de sus padres —O que
tampoco es malo ser débil... me enseñaste a levantarme luego de caer, y que las
personas que te aman te harán enfadar con consejos que alguna vez consideres
estúpidos... pero que resultan ser totalmente sabios. Me enseñaste que el amor estaba
muy cerca. Me enseñaste que el sexo no es lo mismo que hacer el amor, y lo más
importante, me enseñaste como amar. —susurró él mientras sus ojos se cristalizaban.
—Te amo y gracias por estar aquí, ahora. Gracias por no abandonarme. Y gracias por
haber corrido tras de mí ese día en la secundaria, luego de pelear con Hyuna y haberme
dado la oportunidad de decirte que te amaba con toda mi vida. —Jungkook sonrió y no
pudo evitar llorar. Se abrazaron con fuerza y luego se dieron un cálido y dulce beso.
—Ahora cerraremos una etapa horrible, pero... estará cerrada y enterrada. Cuando ese
bastardo esté en la cárcel.

—Te amo tanto —dijo el menor sollozando —Gracias Taehyung por todo, demostraste
que serías capaz de dar la vida por mí... —susurró —Y yo también la daría por ti. Daría
todo por ti. Y ahora... luego de esto, viviremos juntos y tendremos nuestro "felices por
siempre", quizás no tan literal, pero contigo, estando juntos, será nuestro felices pese a
todo.

Se besaron una vez más, y bajaron para asistir al juicio.

Cuando llegó el momento de las declaraciones, y entraron, mirándole la cara al bastardo


que tanto daño les había hecho, ambos se miraron y se dieron aliento. Taehyung declaró
claramente cómo ocurrieron las cosas, pese a que él había provocado la pelea, y había
traído el cuchillo, claramente luego recibió más golpes de los que hubiesen sido en caso
de ser defensa propia. Luego le tocó a Jungkook. No pudo evitar sentir miedo. Pero
cuando declaró cada uno de los abusos cometidos por ese hombre, en su propia casa.
Cuando declaró acerca de la amenaza contra él y su novio, no pudo evitar llorar un
poco. Mostró cicatrices que él le infirió golpeándolo. El fiscal consiguió muchas
pruebas incriminatorias.

—El veredicto final ha sido decidido. —la jueza comenzó a hablar, dio el nombre del
acusado, las denuncias. Hasta se enteraron que tenía denuncias por violencia y abusos
sexuales en otros estados. —El acusado es declarado culpable por los cargos de abusos
sexuales, violación, uso excesivo de violencia, intento de homicidio reiterado. La pena
es de setenta años y un día.

Jungkook y Taehyung se miraron y no pudieron evitar abrazarse y llorar. Todo había


terminado. Por fin, serían felices. Por fin las cosas podían volver a ser normales entre
ellos.
Una semana después, mientras Taehyung seguía con esa venda en los ojos, ya
comenzaba a aburrirse

—Quiero ver. —musitó.

—Ya, un segundo —dijo Jungkook.

Movimientos de puertas, cajas o alguna estupidez.

—Me aburriré y me sacaré esta cosa —murmuró Taehyung, hasta que sintió unas
delgadas y gentiles manos quitarle la venda de los ojos.

—Mira —susurró. Estaban en su nuevo dormitorio. Embobado, observó todo a su


alrededor. Era perfecto, bien decorado, y muy propio de ambos. Miró a Jungkook
emocionado igual que un niño pequeño. Recorrió la casa, casi saltando por el lugar.
Todo parecía perfecto.

—¡ME ENCANTA! —Gritó Taehyung —Es hermoso, todo perfecto. —se acercó a su
novio sonriendo y lo tomó en sus brazos. —¡TE AMO!

Se besaron con pasión y amor, la mezcla perfecta que siempre habían poseído sus
besos. Taehyung sonrió.

—Y ahora inauguraremos la habitación —susurró empujándolo con suavidad dentro.


No se molestó en cerrar la puerta, estaban totalmente solos. Se besaban como si el
mundo se acabara. Taehyung se quitó la polera, y volvió a buscar sus labios.

Jungkook deslizó sus manos por su cuerpo, mientras se sentaba sobre él. Taehyung
tocó con cuidado sus muslos, recorriendo cada centímetro de su piel. Jungkook se
separó con delicadeza, miró su cuerpo y vio la cicatriz donde el cuchillo había entrado
en el cuerpo de Taehyung. Su dedo pasó con delicadeza por allí. Lo miró a los ojos,
mientras él acariciaba las cicatrices de aquellos cortes de sus muslos.

—Todo quedó atrás, son solo cicatrices que no volverán a abrir —susurró Taehyung
acercándose a Jungkook. Le dio un abrazo cálido. —Te amo, ahora y siempre.

—Yo también te amo —dijo Jungkook sonriendo, mientras se quitaba la camisa.

Así, siendo uno otra vez, dejaron que esas cicatrices se borraran de sus vidas. Ahora
solo importaban ellos. Porque las cicatrices quizás puedan abrirse otra vez, pero ahora
tenían al otro que podía curarlas.

Y de una vez por todas, dieron vuelta la página.


Epílogo
Se miró al espejo una vez más, comprobando que lucía bien. Sus jeans parecía ajustarse
perfectamente a él, bajó las escaleras. Subió al auto que lo conduciría a la iglesia.
Estaba algo nervioso, aunque realmente era tonto estarlo.

Habían pasado dos años desde que Taehyung había recuperado la conciencia
completamente. Desde entonces, todo parecía ir bien. Eran felices, a pesar de sus
peleas, como las de toda pareja, todo era hermoso para ambos. Amaban la vida como
estaba yendo en este momento, así que no tenía nada de lo que quejarse.

Miró la iglesia al bajarse del auto, y entró llevando esas enormes botas. De pronto,
encontró la mirada que lo hizo sentir en casa. Los ojos almendrados de Taehyung
recorrieron su cuerpo de arriba hacia abajo. Se acercó a él, y le dio un besito.

—Te demoraste demasiado, agradece que el novio aún no llega —dijo burlón. Miró a
su novio, lucía apuesto con su traje formal. Y llevaba una corbata lila combinando con
su ropa. Él lo abrazó por la cintura, acercándolo a él.

—¿Puedo ir a saludarlo? —Taehyung asintió, le tomó la mano y caminó hacia donde


estaba el altar. Un muchacho conversaba con otro, estaban de espaldas.

—¿Nervioso? —preguntó el saludando a su amigo. Yoongi volteó y se rió bastante


tenso. Jungkook lo miró, su esmoquin lo hacía lucir aún más apuesto. Sus ojos cafes
hoy parecían más hermosos y llenos de vida. Yoongi asintió ante la pregunta.

—No tienes idea cuan nervioso estoy —murmuró.

—Relájate, espantarás a Jimin —bromeó Taehyung. Yoongi lo fulminó con la mirada.


Su amigo parecía demasiado tenso, y sus bromas no hacían más que ponerlo de los
nervios.

—Creo que ha llegado el novio —dijo alguien cercano. La cara del rubio solo mostró
un terror tremendo. Jungkook y Taehyung se ubicaron a los lados correspondientes de
los padrinos. La música sonó clásicamente, y todos se callaron y ordenaron de pie para
esperar al novio, que venía acompañado de su padre. Al aparecer, todos murmuraron.
Se veía resplandeciente, espectacular y extremadamente feliz. Yoongi pareció relajarse
al mirar lo hermoso que estaba Jimin. Sus ojos brillaron al verlo. Sonreía, casi como
diciéndole con la mirada luces perfecta.

Taehyung y Jungkook se miraron para sonreírse. El padre entregó al novio, y se


pusieron frente al sacerdote. Escucharon sus palabras, mientras se lanzaban miradas.
Jimin y Yoongi estaban en otro mundo, maravillados por su día especial. Jungkook
sonrió viendo lo enamorados que se veían.
Yoongi dijo sus votos, mientras miraba a Jimin como si mirara el tesoro más preciado
en todo el mundo. Su mano temblorosa ponía el anillo en los largos dedos del
muchacho. Luego fue el turno de él, mientras ponía la argolla en el dedo de Yoongi lo
miraba a los ojos diciendo los votos.

—Los declaro, marido y marido —dijo finalmente el sacerdote —Puede besar a su


novio —le guiñó un ojo a Yoongi. Él sonrió, miró a Jimin y se acercó, tomándole el
rostro. Se besaron lentamente, para luego recibir el aplauso general.

La recepción era justo luego de la fiesta en un lugar vecino donde todos disfrutarían de
una genial fiesta. El Novio fue a cambiarse de ropa para presentarse. Las felicitaciones
les llovían. Jimin llegó con un traje color crema ajustado, aún seguía pareciendo como
el traje de novio, solo que más cómodo. Bebieron, rieron, se tomaron fotos y bailaron.
Todo salía a la perfección.

Jimin llamó a las chicas solteras para la hora de atrapar el ramo. Todas se formaron
mientras Jungkook y Taehyung estaban en su mesa mirando lo feliz que estaban sus
mejores amigos

—Uno, dos... —Jimin de espaldas a las chicas se preparó —tres.

El ramo voló. Jungkook comenzó a reír hasta darse cuenta que el ramo había dado hasta
sus pies. Levantó la mirada, y se encontró con los grandes ojos de Taehyung, quien lo
miraba con una traviesa sonrisa.

—Al parecer pronto habrá otra boda —murmuró el novio de Sungjong. Todos rieron.
Jungkook se acercó a Taehyung y le dio un beso.

—No creí que tendríamos que casarnos tan pronto —bromeó Taehyung. Jungkook rió
divertido.

La noche llegó y la música convirtió el centro del lugar en una pista de baile. La música
lenta se apoderó del lugar, los novios fueron los primeros en salir, seguidos de algunas
otras parejas.

—Hey, ven acá —la mano de su novio se entrelazó a la suya. Lo acercó a él y lo tomó
por la cintura. Lo acercó a su cuerpo, mientras Jungkook pasaba sus manos por su
cuello. —Te ves tan perfecto que quizás pronto tenga que sacarte de aquí para tenerte
para mi solito —susurró cerca de su oído.

—Digo lo mismo —dijo Jungkook sonriendo. Apoyó su cabeza en el pecho de


Taehyung, mientras se mecían ante la música.

De pronto una canción conocida sonó. Titanic.

—Oh dios mío —susurró Jungkook —¿Recuerdas esto?


—La graduación —dijo Taehyung —Como olvidarla. —tomó la mano de su novio y
la entrelazó con la de él. Bailaron, llenándose de recuerdos hermosos, recordando como
lucían hace casi cuatro años, probablemente tan enamorados como ahora, solo que
recién aprendiendo a manejarlo, aprendiendo a amarse por primera vez,
comprometiéndose por primera vez el uno con el otro, y sin saberlo y por accidente,
quizás comprometiéndose para siempre.

Cada noche sueño contigo, contigo


se que aun existes amor
siempre en la distancia podremos amarnos,
sigues en mis sueños amor.

Tu, yo eterna pasión


siempre habrá la esperanza amor.
Si ves, en donde tu estés
yo te llevo en el alma, mi alma te seguirá.

Taehyung canto en su oído la canción, mientras sentía el suave perfume que tanto le
gustaba de Jungkook. Lo miró a los ojos por unos segundos, encontró aquel pasadizo
a su mente, como si estuviese grabado un te amo en sus pupilas. Esos ojos que tanto
amaba, los que veía cada día al despertar, que lo enamoraban hasta caer a sus pies.
Besó su frente mientras seguían meciéndose al compás de la música. Buscó sus labios,
se dieron un corto beso. Jungkook miró otra vez el destello de los ojos del chico que
amaba, aquel destello que un día hace dos años, lo había llenado de ilusión después del
dolor. El destello color café que indicaba que todo estaría bien, que indicaba que
estaban juntos, que él estaba ahí y que no era capaz de dejarlo. Se abrazaron más aún,
no habiendo distancia alguna entre ellos. Cerraron los ojos, sintiendo, recordando.
Caricias, risas, palabras, amor.

Todo eso se les venía a la mente.

—Te amo pequeño... —susurró Taehyung. —Quisiera estar para siempre contigo.

—Estaremos siempre juntos. —dijo Jungkook mirándolo fijamente. Una corriente


eléctrica recorría su cuerpo cada vez que sus miradas chocaban de esa forma intensa.

—Ven acá —le tomó la mano y salieron fuera la luna estaba en todo su esplendor. Le
tomó las manos —En las buenas y en las malas, en la salud, y en la enfermedad... —
susurró. Se miraron, sabían que era así. —En la riqueza y en la pobreza, hasta que la
muerte nos separe. —se arrodilló frente a el, sacando una cajita pequeña. Jungkook no
podía creerlo. Lo miró sorprendido —¿Aceptas casarte conmigo? —preguntó
mostrándole el pequeño anillo de compromiso. Jungkook sintió algo tan extraño y
único, solo supo que asintió rápidamente y sintió un beso en sus labios de parte de
Taehyung. Él le colocó el anillo suavemente y se abrazaron con fuerza.

Desde una estúpida pelea de secundaria, pasando por un fallido baile de primavera,
además de la maravillosa graduación, su primera vez, las risas y llantos, Nueva York,
el Empire State, el cumpleaños de Taehyung, su recuperación, el apartamento juntos,
y tantas cosas que habían sucedido, ahora sabía que habían valido la pena. Porque a
pesar del sufrimiento, y las injusticias, siempre hubo alguien que estuvo apoyándolo,
siempre estuvo ese amor ayudándolo a no caer. Porque siempre estuvieron el uno con
el otro, dispuestos a aprender a amarse una vez más.

Porque después de todo, su pequeña casita de lego, llena de amor, jamás tuvo que ser
derrumbada.

Y porque ahora, sabía que agradecía a Dios, el día que Taehyung lo ayudó a pararse
luego de caerse en bicicleta hace tantos años.

Fin

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