El Discernimiento en San Ignacio de Loyola
El Discernimiento en San Ignacio de Loyola
El Discernimiento en San Ignacio de Loyola
2. En la consolación:
a. Tomar nuevas fuerzas y prepararse así para la desolación que pueda venir.
b. Humillarse y volverse a Dios.
c. Agradecer al Señor lo done recibidos.
3. Criterios externos:
4. Criterios internos:
a. El principal criterio para saber si la moción espiritual viene de Dios es: la
alegría, la paz, el gozo, la serenidad y la confianza.
b. Es también experimentar el sentido de plenitud y de realización5.
es pura gracia y don.
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San Ignacio para ayudarnos a descubrir que la moción espiritual viene de Dios ofrece algunas reglas. Por
ejemplo, la tercera regla de la primera semana que dice: “cuando el alma a causa de la moción interior, se
inflama del amor de su Criador y Señor… y logra hacer las cosas no por sí mismos, sino en su Criador de
todas ellas” (EE., n. 316. Eso significa que el ejercitante tiene que llegar a un punto donde ninguna criatura
es amada en sí, sino en su Criador. El amor abarca la persona entera (lágrimas, sensibilidad, proyectos,
entrega, alegría y paz) y cuyo objetivo es la reconciliación con Dios, la disponibilidad para sus planes y la
comunión con Él. Todo eso nos indica que estamos en el camino correcto. Pero Ignacio nos dice que las
tentaciones peores son las que tienen apariencia de bien (sub angelo lucis), aquí es donde se debe estar
atento el Director Espiritual, para ayudar a discernir y hacer ver el ejercitante que distinga la ilusión de la
realidad, los deseos propios de las mociones del Espíritu, lo consciente de las motivaciones inconsciente, lo
teologal de las meditaciones humanas.
3. Esquema de San Ignacio sobre el actuar de los espíritus
ESPÍRITU BUENO ESPÍRITU MALO
1. EN LO INTELECTUAL
Luz en la mente Oscuridad
La verdad ilumina el intelecto y clarifica La falsedad y la oscuridad ensombrecen
la imaginación la mente
2. CONCIENCIA MORAL
Reto ordenamiento de la conciencia religiosa. Desorden de conciencia, obstinación de
Confianza en Dios, temor, recta intención, juicio, soberbia, exageración, vanidad,
voluntad flexible, sinceridad y apertura presunción y corazón duro.
4. AFECTIVIDAD
Los frutos del espíritu son: alegría, paz interior, Los frutos de la carne son: apego a las
libertad de espíritu, plenitud y paciencia. cosas, desorden sensual, impaciencia y
malestar interior.
Este método que nos propone San Ignacio sobre el discernimiento es, sin lugar a
dudas, una herramienta muy útil para nuestro crecimiento espiritual. El parte de la
experiencia misma de la vida espiritual, donde el hombre se acerca a Dios por la gracia y se
aleja de Él por la concupiscencia del pecado, de ahí que él recomiende “caminen según el
Espíritu” (Gál 5, 1-6).
Ignacio nos previene para que no caigamos en la obstinación del corazón y nunca
caminemos por la puerta ancha, sino que nos dejemos conducir por el Señor “por la puerta
estrecha” del servicio, del compartir y servir, cerca de los que sufren y están enfermos y
para eso tener un corazón lleno de piedad y compasión. En fin, nos invita a discernir para
que busquemos, no lo que a nosotros nos gusta o conviene, sino lo que agrada a Dios para
realizarlo.