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Universidad Externado de Colombia

Patrones de Análisis de la Información


Profesora: Victoria
Estudiantes: Lucia Díaz y Natalia Galvis
Viernes, 14 de octubre/2016

PARCIAL SEGUNDO CORTE

1. Establecer los contextos de cada discurso.

Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la
desmovilización del bloque norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006

1.1 Antecedentes

Entre estos procesos lingüístico-semióticos se observa con mayor nitidez un


discurso vinculado al fenómeno de la comunicación pública e intercultural, a
algunos aspectos de la globalización y desarrollados en el país. Nuevos cambios
asumidos, en un largo proceso de encuentro y desencuentro con la sociedad,
cuyos antecedentes se pueden encontrar en tiempos anteriores, pero que se ha
definido con mayor claridad en las últimas décadas ante las nuevas condiciones
sociopolíticas que establecen nuevas formas de diálogo social en el país.

En una primera aproximación pareciera que la identidad y el sentido del discurso


público son muy claros: “dialogar con las autoridades de la sociedad global
mediante textos directos, persuasivos y eficientes, capaces de obtener con
rapidez sus objetivos”1. No obstante, estos textos son más complejos de lo
esperado, lo que exige una conceptualización más exacta de este tipo de discurso
y análisis más detallado de los datos, dada la trascendencia social que ha tenido y
el rol que puede llegar a tener.

Por eso es importante remitirnos al momento histórico en el cual se encontraba el


país. ¿Qué estaba pasando? ¿Cuándo se dijo? ¿Qué se dijo? ¿En qué consistió el
proceso? Todas aquellas preguntas que nos permita entender el entorno de la
situación planteada.

1
Carrasco, Hugo. 1996. "El discurso público". Lengua y Literatura Mapuche 7: 105-
117.
Una lucha inalcanzable en manos de un pasado violento.

En la memoria de los colombianos existe un pasado que no conoce tiempos de


paz, los hechos más violentos tienen una continuidad de eslabones de terror, que
históricamente se han convertido en lastres que impiden la tan anhelada paz.
Miles de estudios se han realizado a lo largo de este conflicto que aún vive
Colombia entre la lucha armada, la guerrilla, los paramilitares y las BACRIM o
grupos emergentes, que terminó dejando en su mayoría como víctimas a las
personas de los sectores más vulnerables en Colombia, muchas de las cuales no
querían hacer parte del conflicto, pero que terminaron infortunadamente
involucrados (por falta de la seguridad nacional) en masacres, desplazamiento
forzado, extorciones, violaciones sexuales, amenazas, secuestros y miles de actos
ilegales, para los cuales el estado colombiano todavía no tiene un mecanismo
adecuado y seguro sobre la reparación a las víctimas de la violencia.

Este fenómeno de guerra interna también lo vivieron muchos países en la región,


como lo fue Guatemala con los PAC, pero si bien lo que diferencia a Colombia de
los demás, es que aquí el gobierno presento un marco legal y al mismo tiempo
ilegal, es decir, estas bandas operaban legal e ilegalmente, debido al nivel de
corrupción que impenetró a altos mandos en los gobiernos. Probablemente
Colombia, siendo el único país que casi no ha tenido una dictadura militar formal
como las que se conocen, es sin embargo el país donde las fuerzas armadas
han tenido mayor influencia permanentemente.

Pero lo más impactante en el caso de Colombia es que desde los primeros


gobiernos “democráticos” que este tuvo, siempre se puede apreciar una relación
ilegal, entre bandas criminales y el gobierno. Un claro ejemplo se puede ver desde
sus principios en la época en que la discusión bipartidista estaba a flor de viento.
“Los Pájaro o Chulavita que hacía referencia a las bandas armadas asociadas al
partido conservador que con tolerancia de las autoridades, asesinaban y
desterraban a los miembros del partido liberal” 2

Gracias a este tipo de tolerancia vistas en todos los gobiernos, los grupos
paramilitares se fueron fortaleciendo e involucrándose con el narcotráfico. Y
aunque los cabecillas más importantes de este negocio están dadas de baja o
extraditados “su organización es dinámica e inestable y con frecuencia se
cambian las reglas del juego” 3, es decir, el narcotráfico o el conflicto armado en

2
De las armas a la desmovilización. Miriam Álvaro Rodríguez. Departamento de América Latina. Instituto
Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Madrid.

3
De las armas a la desmovilización. Miriam Álvaro Rodríguez. Departamento de América Latina. Instituto
Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Madrid.
Colombia no han terminado -así hayamos firmado un acuerdo de paz con la
guerrilla-, ya que su forma de actuar se adecua o varía correspondiendo a
como se presente cada realidad.

”La aceptación de la existencia del conflicto armado tampoco implica que la


discusión sobre la naturaleza de dicho conflicto esté resuelta” 4, es decir, ya el
gobierno e incluso los colombianos aceptamos el conflicto armado y nos
conformamos con la violencia que existe. El conflicto armado en Colombia
continua, y los métodos que el gobierno ha tomado hasta ahora para acabarlos
han sido inadecuados, fallidos, ineficaces y no verídicos. Decisiones que le han
costado mucho a nuestro país, donde lamentablemente la consolidación de estos
grupos con el narcotráfico impide pactar un final, ya que esto se ha convertido
para ellos en un gran negocio.

Los primeros cambios en la correlación de fuerzas

Es necesario hacer alusión que, con la llegada de Álvaro Uribe Vélez a la


presidencia de Colombia el 7 de agosto de 2002 hasta el 7 de agosto del año
2010, fue un periodo de tiempo de cambios políticos y económicos que marcaron
al país.

“El primer mandato del presidente Álvaro Uribe marcó un claro rompimiento
con los gobiernos anteriores pues por primera vez en veinte años identificó
la seguridad como principal aspecto de la agenda pública y como principal
fin de las políticas gubernamentales”5.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue elegido después de dos gobiernos, el del
presidente Ernesto Samper Pizano quien fue involucrado en el proceso penal
8.000, que llevó a la destitución de muchos funcionarios de su gobierno por haber
recibido en su campaña dinero del narcotráfico. También sucedió al gobierno de
Andrés Pastrana Arango, cuya gestión lo llevó a ser reconocido, en palabras de
Hernando Gómez Buendía, como “el presidente más frívolo de los últimos tiempos
en el país”, ya que, en el proceso de paz con las FARC, circularon más fotografías
del presidente Pastrana con los cabecillas de la guerrilla, que noticias de reales
progresos para la paz en Colombia. Aquí se hace importante señalar que; “entre el
fin de la Administración Pastrana y el ascenso de Álvaro Uribe, se produce una
afectación al orden geopolítico mundial, como consecuencia de los atentados del
11-S y la llegada a la presidencia estadounidense del republicano George W.
Bush, máximo exponente del “realismo preventivo” y de la seguridad como
4
Artículo ¿Existe un conflicto o no en Colombia?
http://otramiradadelconflicto.wikispaces.com/file/view/EXISTE+O+NO+CONFLICTO+ARMADO+EN+COLOMB
OA+-+Rodrigo+Uprimny.pdf
5
Revista internacional de sociología. Miriam Álvaro Rodríguez. 2009, págs. 59-82
elemento nuclear del código geopolítico de Washington en su proyección exterior”
(Benito, 2007).

“Álvaro Uribe no es sólo el comandante de las Fuerzas Militares. Es la


autoridad que el pueblo reclamaba después de cuatro años de frivolidad y
otros cuatro de cinismo (Gómez Buendía, 2002)”

Estas palabras del periodista en la revista Semana, Hernando Gómez Buendía,


reflejan el sentir de muchos periodistas y analistas de la época, que vieron en el
primer año de su mandato un estilo que le sentaba bien al país tras ocho años de
fallidos gobiernos.

En 2002, pocos después de que se posesionara el entonces presidente Álvaro


Uribe, los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) le enviaron una
carta donde anunciaban el cese de hostilidades, necesario para el inicio de las
negociaciones.

El 23 de diciembre de 2002 el presidente Álvaro Uribe sancionó una ley mediante
la cual quedó facultado para iniciar negociaciones de paz con cualquier grupo
armado, así careciera de estatus político, abriendo la compuerta para una
negociación. Tan solo seis meses después se firmó “El Acuerdo de Santa Fe de
Ralito”, donde los paramilitares se comprometieron a desmovilizar la totalidad de
los hombres bajo su mando. De este modo Álvaro Uribe Vélez y su equipo de
trabajo comenzaron a diseñar un modelo de justicia transicional para aplicar a los
paramilitares una vez dejaran sus armas y se desmovilizaran.

Fue en ese período que empezó el trabajo del Comisionado de Paz, Luis Carlos
Restrepo –hoy prófugo de la justicia-.

Negociaciones que estuvieron sesgada por el incumplimiento unido a las pugnas


internas entre diferentes facciones de las AUC, que llevaron incluso a
la desaparición de su líder Carlos Castaño, al asesinato de los comandantes
'Doble cero' y Miguel Arroyave y de tres importantes políticos del Meta, pusieron
en peligro todo el proceso durante el primer semestre del 2004.

“Las filtraciones publicadas el 25 de septiembre del 2004 por la Revista


SEMANA sobre cómo negocia el gobierno con las autodefensas revelaron
cómo la mafia se estaba adueñando del paramilitarismo en Colombia”.6

6
Revista Semana. “Negociación con los paras” 2005.
Las AUC habían penetrado la política, como quedó claro con el asesinato
del congresista Óscar González el 18 de marzo del 2005. Así lo tituló SEMANA:

“Al congresista Óscar González lo mataron por razones políticas. Su muerte


dejó al descubierto que 'Ernesto Báez', vocero de las AUC en Ralito, es el
dueño y señor de Aguadas, Caldas.”

Fue asesinado el diputado de Córdoba, que provocó la orden de captura y


posterior entrega de Don Berna. Las AUC también habían penetrado la
salud apropiándose de recursos públicos, sobre todo en la Costa Atlántica.

Por esto, para muchos colombianos había poca credibilidad en los diálogos, el
proceso de las AUC se mostraba como improvisado y carente de políticas públicas
que brindaran mejores condiciones para las víctimas del paramilitarismo. En las
negociaciones con las AUC no existió claridad sobre las estructuras que realmente
existían y se produjeron creaciones, recomposiciones, confrontaciones armadas
entre las estructuras, negociaciones de poder e incluso las llamadas ventas de
franquicias que se atribuyen a narcotraficantes que ingresaron en calidad de jefes
y voceros en el curso de la negociación con el gobierno. Un proceso que careció
de legitimidad internacional, que suscitó a la desconfianza dentro del país.
Que se equivocó al pretender encontrar primero la fórmula jurídica para el perdón,
sin venderle al país con claridad la idea de los beneficios que obtendrá de este
proceso de paz, y en particular a unas víctimas que lo mínimo que esperan del
Estado es algo de justicia.

Análisis del discurso

Se asume que en los discursos se manifiesta la lucha por la hegemonía


ideológica, lo que se traduce en la naturalización de determinadas convenciones
que producen, reproducen y sustentan relaciones de poder.

Así, asumimos el discurso como una práctica social desde la cual podemos
establecer relaciones con las instituciones y estructuras sociales que sirven de
contexto.

“El habla cotidiana tiene carácter político. No significa que la gente hable de
tema políticos, sino que todo discurso tiene el potencial de estructurar
relaciones de dominación y subordinación en las organizaciones.” 7

El poder y la política de una organización a menudo se ejerce por medio del


discurso de sus miembros. Se crea una realidad por medio del discurso, no solo

7
Dennis K Mumbyy Robin P. Clair. “El discurso en las organizaciones”. Pág. 265
entendiendo el punto de vista de lo que se dice sino también de lo que se hace u
omite. Una organización, como sistema social, político y económico, se encuentra
inmersa en una compleja y variada trama de mensajes.

Este discurso fue producido dentro del contexto de situaciones significativas en el


ámbito de negociaciones con las AUC y frente a las cuales el gobierno emitió sus
opiniones, explicaron y dieron a conocer a la ciudadanía su posición. Han
expresado posiciones y postulado soluciones con el objetivo de buscar una salida
al problema.

La selección corresponde a un discurso emitido en el corregimiento La Mesa,


municipio de Valledupar, Cesar marzo 10 2006. Nuestro objetivo ha sido
caracterizar dicho discurso en el marco de la práctica discursiva política, desde
una perspectiva crítica.

Dentro del discurso, el locutor siempre da a conocer su posición social y política,


asume una posición con el fin de persuadir y al mismo tiempo desafiar.

En una primera aproximación, este discurso está construido desde el pasado y


posee una distribución compleja, basado en el registro de adjetivos y adverbios
que expresan juicios de valor.

“En este acto emotivo, lleno de vitalidad y esperanza, vale la pena recordar,
así sea brevemente, el camino recorrido. Después de muchos años de
hecatombe y desbarajuste nacional, cuando se iniciaba la presente
administración, asistíamos al espectáculo de una Colombia fracturada. En
la parte norte del país, un predominio de las autodefensas, en la parte sur
un predominio de la guerrilla y en el centro, un Estado bobalicón…”8

“No podemos olvidar hoy lo que fue la indolencia de una clase dirigente
que desconoció los principios básicos del Estado de Derecho.” 9

Luis Carlos Restrepo desde el principio, empieza a construir un discurso desde el


pasado, para generar la sensación de que todo lo que ha ocurrido “mal” en el
proceso de negociaciones con las UAC es culpa de anteriores gobiernos fallidos y
de un estado Bobalicón.

La reconstrucción de la historia se apoya sobre determinados conceptos-símbolos


que, según el emisor, definen al Estado colombiano.

8
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
9
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
“El Estado moderno es legítimo, ante todo, y básicamente, por su
capacidad para defender la vida, honra y bienes de los ciudadanos. Cuando
un Estado se desentiende de este principio fundamental, pierde entonces
toda legitimidad y las constituciones y las leyes quedan como mera
palabrería consignadas en los libros y los códigos. Allí hay que ubicar el
origen histórico de las autodefensas.” 10

Lo anterior se presenta como una simple aclaración “de cómo debe actuar un
Estado” y del significado del término empleado, pero en la práctica constituye
una forma de manipular y dirigir la interpretación, motivada por distintas
razones.

En el caso de lo que ocurrió, es claro que se está llevando al texto la información


contenida en el contexto social, específicamente los hechos del pasado. Por su
parte, a través de la generalización - “No podemos olvidar…”-, también se está
suponiendo un conocimiento compartido tanto por el emisor como por los
destinatarios. Vale decir, que esta forma de intertextualidad contribuye a
hegemonizar un determinado saber, aquel que es convocado en el texto.

“Nunca se había visto en el país un proceso de paz de tales dimensiones.


Al día de hoy, se han entregado 15 mil armas; 60 veces más el número de
armas que se entregó durante el proceso con el M19, el más recordado
hasta la fecha.”11

Así como dice Fairclough; “La negación lleva implícita una afirmación”. Aquí
mediante el uso de la negación supone un propósito polémico, así como denota
el grado de conocimiento y certeza que tiene de aquello que predica. Aporta
información que permite reflexionar acerca de las desmovilizaciones anteriores,
manifestando oposición a rumores que desprestigien el proceso.

“No es entonces una falla ni una improvisación que ese armamento no


haya sido destruido. Es una precaución considerada por la Ley y una forma
de contribuir a las autoridades judiciales en sus futuras investigaciones.” 12

A la luz del contexto en el que se inscribe la práctica discursiva, se puede señalar


que Luis Carlos Restrepo sustenta sus opiniones en la ley, para tratar de respaldar
los actuares de ese gobierno.

10
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
11
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
12
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
“Me asombré esta mañana al leer un periódico respetable a nivel nacional,
decir que, según el informe de la OEA, cuatro mil miembros de las
autodefensas habían vuelto a tomar las armas. Jamás el informe de la OEA
dijo eso, y no es posible especular con un tema tan sensible” 13

Luis Carlos Restrepo deja ver su opinión a lo largo de todo el discurso, con frases
como la anterior, en torno a querer desmentir todo lo que dice la presa y el público
en general acerca del proceso, esa es su misión a lo largo de todo el discurso;
lograr crear confianza en un país que ha perdido todas las esperanzas, y una
mirada crítica internacional que condena los actuares de ese proceso.

En esta fase demostrativa del discurso, Luis Carlos Restrepo trata de convencer a
su audiencia de la certeza de sus argumentos. La gente ha perdido ya la fe en
estas negociaciones. No permite que lo tilden de demagogo, ni mucho menos de
mentiroso. Por ello, ofrece varios elementos que están a su alcance para
demostrar sus argumentos.

Argumentos que se presentan como un tejido de tesis y pruebas destinados a


esquematizar y teatralizar, el ser y el deber del proceso.

“Toca celebrar que quince mil armas se hayan silenciado y que hoy esas
quince mil armas estén en manos del Estado.”14

En este sentido es categórico al señalar la intención del vocero del gobierno que
pretenden el logro de la desmovilización de las AUC sin haber resuelto los
problemas.

“En la actualidad estas armas están en depósitos de 21 distintas


unidades militares, con actas de entrega, debidamente verificadas por
la OEA.”15

Se expresa adjudicando la responsabilidad de la aserción a la voz


correspondiente. Aquí es importante resaltar que luego de que dice y afirma
que está sorprendido por los informes de la OEA porque carecen de veracidad,
que es mencionado en los anteriores párrafos de este texto. Ahora en este
párrafo respalda su discurso y los hechos con las verificaciones de la OEA. Se
presenta incoherencias en el discurso.

13
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
14
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
15
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
“Con claridad debo decirle al país que los comandantes desmovilizados
han actuado siempre como activos y diligentes cooperadores de las
autoridades, para detectar esos nuevos fenómenos de delincuencia.” 16

En otro aspecto, Luis Carlos Restrepo presenta una proposición establecida por
sí mismo de forma deshonesta y así lograr manipular. Contribuyendo a la
constitución ideológica del sujeto. Esto dada a todos los reportes que
anteriormente mencione, en donde los medios de ese entonces estaban
diciendo que todos los que hacían parte del proceso eran corruptos.

El discurso habla sobre las desmovilizaciones y defiende a los dirigentes


paramilitares que hace parte de la mesa de negociaciones, también afirma y
representa la voz del presidente; Álvaro Uribe Vélez. De esta forma se crea un
discurso hegemónico que reproduce determinadas creencias y saberes, que
finalmente trasuntan una ideología que los sostiene.

También a lo largo del discurso apela a los lugares comunes, a valores y a las
configuraciones simbólicas, hacia las cuales se siente previamente un fuerte
apego.

También hace especial mención en el discurso a altos mandos militares, a los


habitantes de La mesa, a los alcaldes y varios gobernadores con el fin de ganar el
apoyo de ellos, y a los que les invita implícitamente a pronunciar un veredicto
respecto a toda la situación planteada a favor de la parte acusadora.

Recalca a lo largo de todo el discurso lo que ha logrado, dirigiendo el mensaje al


pueblo colombiano apelando a los sentimientos para que se sientan
comprometidos con el proceso.

El locutor en el arte de convencer, utiliza varias figuras retóricas, como la


aliteración, la alusión, la anáfora, la metáfora, la metonimia, el paralelismo, el símil
y la sinécdoque.
La metáfora suele aunarse en el discurso de Restrepo con la hipérbole, y ambas
se emplean a menudo para caracterizar muy negativamente a los anteriores
gobiernos.

Las principales figuras retóricas que aparecen en el discurso de Luis Carlos


Restrepo, y cuyo fin es la persuasión del destinatario. La función apelativa
primordial de este discurso es la exposición de un proyecto histórico y político
basado en una determinada concepción de la sociedad e historia colombiana,
sobre la cual se busca fundar una ideología y programa político que logre crear
confianza entre el pueblo y las negociaciones.
16
Discurso del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante la desmovilización del bloque
norte de las AUC. Valledupar, Cesar, marzo 10/2006
Finalmente, luego de suponer la ilusión de que se está siempre en total control y
que el discurso es un efecto de la propia subjetividad.

“A todos los habitantes de la región quiero decirles, igualmente, que este es


un Gobierno comprometido con la vida, con la seguridad y con la libertad de
ustedes. La cuota inicial que ustedes colocan hoy para la pacificación de la
región, será reconocida por la historia.

¡Bienvenidos, bienvenidas a la civilidad!”

Su objetivo es dejar la idea que fue sincero en todo lo que dijo y que todo lo que
se dijo es y será muy importante para los que escuchan (receptores). En esta
parte del discurso la persona que lo pronuncia desea dejar una buena impresión,
trata de conseguir la aprobación del público con un buen final. En este caso un
final irónico.

Podemos concluir que a lo largo de todo el discurso la apelación del texto


pretende alcanzar la hegemonía política del pueblo colombiano después de
deslegitimar a los demás gobiernos y negociaciones. Los otros procesos de
desmovilización mencionados por Restrepo aparecen por tanto como insuficientes
y fallidos. Así, dentro de este discurso y apelación sólo cabe un único e inmutable
negociación, incomparables con otros . Al ser representado como legítimo, es decir,
como un proceso que es justo y digno de apoyo describiendo los acontecimientos
sociales con ciertos términos que ponen de relieve al representar o interpretar
dichos procesos de una manera que disimula o encubre lo que realmente son.
Alocución del Presidente Juan Manuel Santos sobre el Acuerdo Final con las
Farc, 24 de agosto del 2016.

El miércoles 24 de agosto del 2014 fue un día histórico para el territorio nacional.
Varios medios de comunicación ya estaban expectantes ante una de las noticias
más esperadas por la sociedad durante 53 años, por ello, una vez divulgada la
noticia ante estos medios fue necesaria que se expandiera rápidamente a través
de las diferentes plataformas tecnológicas, así como por los canales nacionales de
televisión.

“Es entendible que, por motivos estratégicos, y con las lecciones aprendidas de
pasadas experiencias, los actores del conflicto hayan optado por la
confidencialidad para poder avanzar en sus negociaciones prolongadas y
complejas sin el “ruido” que suele resultar de las filtraciones; sin embargo, y
pensando en que los acuerdos deben ser refrendados por la ciudadanía, el vacío
informativo pudo convertirse en grave obstáculo para la legitimación de lo
acordado”, cosa que, finalmente, sí sucedió.

El contexto de esa noticia se sitúa en Colombia dentro de un marco donde la


política, por ejemplo, comienza a ser noticia debido a la captura de Andrés Felipe
Arias, así mismo como la definición de su situación jurídica. Por otra parte, el
escándalo del magistrado Pretelt también fue noticia al serle levantado el fuero
para ser procesado por el delito de concusión, por presuntamente haber pedido
$500 millones para favorecer en el trámite de una tutela a la liquidada Fidupetrol.

Otra de las noticias, específicamente en El Espectador, es la publicación de una


entrevista a Arturo Charría, exprofesor del Colegio los Nogales, quien considera
que los planteles educativos deben estar preparados para convertirse en espacios
en donde se promueva la tolerancia, siendo así un escenario próspero para el
postconflicto, en donde los más jóvenes tendrán la labor dentro de la sociedad de
aplicarla y transmitirla.

En el portal web de El Tiempo, las noticias están enfocadas en la sección


Colombia hacia un ámbito más de la Costa, siendo Cartagena epicentro de una
noticia que anunciaba cómo después de una investigación de 3 meses, la Policía
Metropolitana de Cartagena desmantelaba una red de microtráfico en el Centro
Histórico de la ciudad.

Internacionalmente, uno de los conflictos que hizo presencia durante este día fue
el de Siria, donde EE. UU. lideró ofensiva a último bastión del EI entre Siria y
Turquía, como muestra de apoyo a la operación terrestre en Yarabulus, zona
fronteriza de ambos países.

Ahora bien, partiendo de los sucesos nacionales e internacionales del día de la


alocución presidencial, también es necesario establecer cuál era la inclinación de
los medios de comunicación no sólo de divulgar la información, sino también de la
postura que tomarían frente al Acuerdo Final. Nombrar a los medios directamente
sobre su postura es un punto delicado, ya que los intereses económicos
predominan y son finalmente estos lo que permiten que un medio de comunicación
comparta o no con la sociedad cualquier tipo de información.

Lo que sí es claro es una cosa: los intereses de RCN son claros y su postura
frente a la labor del presidente Juan Manuel Santos para alcanzar la Paz ha sido
siempre esquiva. Aunque en su parrilla de contenidos en las diferentes
plataformas, tanto digitales como análogas, ha tratado de ser imparcial, es claro
que su preferencia por el NO ante el plebiscito es clara.

Un medio de comunicación tan grande como este no desinforma. Un medio de


comunicación como RCN lo que hace es permitir un espacio más amplio hacia la
opinión, generando así una inclinación hacia este y no hacia el SÍ, hacia la Paz.

Caracol, por ejemplo, el día de la alocución presidencial presentó cómo las zonas
más afectadas por el conflicto aceptaban con esperanza la Paz, convirtiéndose en
ejemplo para las demás ciudades y personas, sobre cómo actuar de cara a los
Acuerdos de Paz.

Haciendo un análisis mucho más crítico sobre el papel de los medios de


comunicación en la sociedad podríamos establecer un interaccionismo simbólico,
sí, una teoría sociológica que sin duda estudia la comprensión de la sociedad a
través de la comunicación.

Un análisis profundo sobre cómo, por ejemplo, Caracol Televisión y RCN


Televisión presentan la información sobre los Acuerdos de Paz y cómo la sociedad
lo consume o detalla aspectos que verdaderamente cambian todo el discurso de la
información no traerá resultados positivos.

Los medios de comunicación saben de su poder y su influencia dentro de la


sociedad, pero en muchas ocasiones la sociedad no es capaz de asimilar que ese
empoderamiento puede ser uno de los medios, sino de la masa misma, logrando
que un control, una hegemonía por la información, impuesta por los intereses
económicos privados individuales, pase a ser algo mucho más público, movido por
intereses comunes y no ligados hacia el dinero y la economía.
A través de este contexto también es bueno analizar cuáles fueron esos
antecedentes que dieron paso ciertamente hacia las conversaciones con las
FARC en La Habana y cómo fue el proceso para llegar a un Acuerdo Final.

La historia comienza en 2012 con los primeros acercamientos entre ambas partes
para dar fin definitivo al conflicto armado, sin embargo, es el 19 de noviembre
cuando se instala en La Habana, Cuba, la mesa de negociación, un mes después
de hacerlo en Noruega.

Sin embargo, contra las expectativas de muchos, la cita del 18 de octubre en Oslo
frenó de golpe ese estado de ánimo pues dejó claro en qué medida los
representantes del Estado y los de la guerrilla pertenecen a dos mundos
diferentes.

Había una confusión en la que quedó el proceso después de las intervenciones de


Oslo. Pero se dio a entender prematuramente que el mandatario había conseguido
su meta y en consecuencia se justificaba anticipar la celebración de ese logro ante
invitados internacionales.

Para el año 2013 en el mes de mayo ya existe un acuerdo parcial agrario, siendo
este uno de los 6 puntos que posteriormente tendría el acuerdo final. Para el mes
de agosto del mismo año hubo una suspensión temporal de los acuerdos debido a
la propuesta del Gobierno de Santos para refrendar los Acuerdos definitivos de
Paz y no realizarlo a través de una Asamblea Constituyente, como se tenía
pensado al inicio del proceso.

En noviembre ya se retoma el proceso y se llega a un segundo acuerdo, esta vez


sobre la participación política de los ex militantes del grupo insurgente. Ya con
este punto acordado y tras dos años de proceso, cada vez era más evidente cómo
el proceso estaba dando frutos y cómo la Paz se sentía más cerca en la sociedad.

Para mayo de 2014 se acordó el tercer punto sobre la solución al problema de las
drogas ilícitas, siendo uno de los acuerdos con mayor debate debido a que parte
de la economía de las FARC estaba basada en el narcotráfico, siendo dinero
ilícito, ilegal.

Además del proceso de Paz se da también la reelección de Santos a la


presidencia, logrando un mandato hasta el año 2018. Siendo, así las cosas, el
proceso seguía de la mano de Juan Manuel Santos, por ende, el siguiente punto a
acordar sería el de las víctimas.

Aquí se creó toda una Comisión Histórica del Conflicto, una Subcomisión de
militares y guerrilleros para lograr una reparación a las víctimas, participación en el
proceso, además del cese al fuego bilateral y la dejación de armas por parte de las
FARC.

Aunque durante este año se presentaron problemas de espionaje por parte de


inteligencia militar, así como un secuestro de un general del Ejército por las FARC,
ya en el 2015 se avanza mucho más, hasta tal punto en el que se logra un
acuerdo de desminado de territorio, entre militares y guerrilleros, con el fin de
devolverle la tranquilidad no sólo al Ejército sino también a los campesinos y los
más afectados por la guerra.

Después del acuerdo, finalizó la tregua unilateral por lo cual hubo bombardeo por
parte del Gobierno a los campamentos de las FARC, dejando como saldo 26
guerrilleros muertos; sin embargo, sería en septiembre cuando las FARC
anunciarían su decisión de estar listas para convertirse en movimiento político, por
lo cual el presidente Santos y el jefe de las FARC Timochenko se encontrarían en
La Habana para continuar con el proceso de Paz.

Con esta visión tanto de acciones previas al Acuerdo Final, así como de un
contexto del día en el que se anunció la noticia a todo el territorio nacional, ya se
establecen nuevos nodos sobre los cuáles se crean discursos que buscan retratar
un proceso de 4 años y una victoria, puesto que por fin un Gobierno logró un
Acuerdo definitivo para la finalización del conflicto armado en Colombia.

Análisis del discurso

Uno de los discursos más importantes e históricos, pronunciados en el territorio


colombiano ha sido sin duda el de la Paz. El presidente Juan Manuel Santos se
dirigió a todos con el propósito de dar a conocer el Acuerdo de Paz y siendo tan
importante y tan trascendental para la historia de Colombia, es necesario analizar
cada uno de los puntos que allí se mencionan porque algo sí es claro: en este
mundo no bastan sólo las palabras.

Sí, esto significa que las palabras son tan sólo una capa de todo un discurso que
necesita de ojo crítico y análisis para comprender más allá de lo que los símbolos,
traducido en letras, nos dicen y nos dijo Santos en su alocución para todo el país.

Ahora bien, teniendo en cuenta el propósito, es necesario analizar entonces


cuáles fueron las palabras mencionadas por el Presidente de Colombia el día 24
de agosto del presente año, fecha en la cual se dieron por terminadas las
negociaciones en La Habana con las FARC, abriendo todo un marco de
posibilidades y expectativas sobre lo que esto traería para el país, referenciado
más explícitamente en el marco nuevo para todos los colombianos: el
postconflicto.

Santos durante toda su alocución hace uso de una de las figuras retóricas más
conocidas en los discursos: la sinonimia. De entrada, el Presidente hace alusión a
su estado anímico teniendo en cuenta el proceso por el que tuvo que pasar para
llegar al tan anhelado Acuerdo de Paz.

Así mismo como refleja sinonimia al expresar sus sentimientos sobre un día
histórico para Colombia, así mismo lo hace apelando a la tristeza: "hoy comienza
el fin del sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra".

El presidente Juan Manuel Santos aduce dentro de sus primeras palabras del
discurso que la búsqueda de la Paz es un sentimiento general, llamándola
esperanza nacional. La relevancia de este aspecto resulta ser trascendental, ya
que Colombia ha sido azotada por una guerra durante 53 años, cambiando
totalmente la historia de un país que, internacionalmente, es conocido por el
narcotráfico y las FARC.

El trasfondo general del discurso va muy ligado al nacimiento de las FARC como
un grupo insurgente, llamado por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez grupo
terrorista, puesto que es a partir de su surgimiento y sentamiento en la sociedad
colombiana que se cambian completamente los modos y estilos de vida, la
economía y el modo de concepción internacional sobre nuestro país.

Ahora bien, es importante destacar que las FARC tienen sus raíces en los
estertores de un conflicto anterior. Guerrilleros liberales, nacidos del
enfrentamiento entre los partidos tradicionales en los años cuarenta, se habían
mantenido en armas instigados por sus dirigentes en los Llanos y en Tolima.

Un líder de esta organización liberal armada era Pedro Antonio Marín, quien, en
1952, según relató otro fundador de las Farc, Jaime Guaracas años después, se
metió a un curso de formación de cuadros del Partido Comunista, en la hacienda
El Davis, entre Ríoblanco y Ataco en Tolima y luego se convirtió en liberal
comunista, con el nombre de guerra de ‘Manuel Marulanda Vélez’, tomado de un
sindicalista asesinado. Las tensiones entre liberales puros, llamados “limpios”, y
liberales comunistas comenzaron a crecer y en una primera conferencia guerrillera
de 1955, cuando los rebeldes sumaban unos 130 hombres, intentaron resolver
estas peleas internas.

Durante la primera parte de su discurso, el presidente Juan Manuel Santos hace


una ironía al referirse que, finalmente, todo está acordado entre el Gobierno y las
FARC: “Hoy podemos decir –por fin– que TODO ESTÁ ACORDADO.” Esta ironía,
como figura retórica, está ciertamente relacionada con los anteriores procesos de
Paz que se realizaron el país pero que no condujeron a algo definitivo.

La línea de tiempo sobre los intentos de Acuerdos de Paz se remonta a 1981


donde el Gobierno del ex presidente liberal Julio César Turbay creó una comisión
de paz para iniciar conversaciones con la guerrilla. El ex presidente Carlos Lleras
Restrepo, quien tenía la misión de liderar el proceso, renunció con el argumento
de que no lo dejaron establecer contactos con la insurgencia.

Posteriormente en 1982 con el entonces presidente Belisario Betancur también se


iniciaron conversaciones de Paz con las FARC, quienes 2 años más tarde
firmarían el Acuerdo de la Uribe, en donde habría cese bilateral del fuego,
espacios de participación política para la guerrilla, así como la suspensión de
secuestros y extorsiones; sin embargo, todo el proceso fracasaría en 1987.

Así mismo lo intentarían otros ex presidentes como Virgilio Barco, César Gaviria,
Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, quienes no lograron un
acuerdo concreto, siendo tan sólo en la historia de Colombia presidentes que
lograron acercamientos y dejaron en manos de Juan Manuel Santos la labor de la
Paz.

Retomando la alocución del presidente, es claro establecer que durante su


discurso nombra a sus antecesores como muestra de que ellos fueron quienes
tocaron el terreno de la Paz y esta, precisamente, también les pertenece.

Ciertamente uno de los temas más recurrentes durante todo su discurso es cómo
el Acuerdo de Paz se convierte en algo definitivo. La importancia de analizar este
como algo completo, concluyente y completamente acordado para la Terminación
del Conflicto es la coyuntura actual, es decir, es traer estos Acuerdos que desde
agosto estuvieron abiertos a la opinión pública y a la sociedad en general, y
ponerlos a la fecha de hoy, donde después del Plebiscito por la Paz y la fuerza
que tomó el NO como decisión indiscutible y democrática, hace que el discurso del
presidente Juan Manuel Santos se diluya, al conocer que un plan B tanto para él
como para toda la Mesa Negociadora y todo un equipo de trabajo que estuvo 4
años trabajando por la Paz, no existía, ni mucho menos estaba en planes. Esto
nos demuestra que la confianza en la sociedad era tal, que el Gobierno actual no
se esperaba que el NO ganara el Plebiscito por la Paz.

Con este panorama, y retomando nuevamente a Santos, su discurso se basó en


una explicación general sobre los puntos del Acuerdo de Paz, donde es importante
resaltar que, analizados, generan una discusión sobre las intenciones de Santos
con su discurso.
En primera instancia, y uno de los temas recurrentes, son los actores del discurso
y por supuesto, del conflicto. La explicación de los puntos de Santos da pie para
explorar cómo las víctimas, es decir, los campesinos, son el punto clave de los
Acuerdos y cómo a partir de ellos se buscó que el proceso terminara definitiva y
positivamente.

Con el análisis de las víctimas para generar los Acuerdos, el presidente Santos
recurre en términos como la violencia, pobreza y desigualdad, refiriéndose a que
estos, después de aplicado el Acuerdo, cambiarán sustancialmente y los
calificativos pasarán a ser netamente positivos a través de la creación de
diferentes herramientas como la Justicia Especial para la Paz o el Fondo de
Tierras. Un análisis claro sobre esta parte del discurso se resume básicamente en
la efectividad.

El presidente Juan Manuel Santos habla con propiedad y traslada el discurso al


futuro. Cuando hace este tipo de traslado pone al país en términos de seguridad,
puesto que muestra cómo los Acuerdos pueden generar cambios sociales que no
sólo inmiscuyen a las víctimas, a las FARC, a los militares y ejército, como actores
principales, sino que además incluyen a toda la sociedad, y además de esto,
también pone en consideración la voz del pueblo, frente a la responsabilidad que
tienen con la votación del domingo 2 de octubre e implícitamente afirma que al
votar por EL SÍ, los Acuerdos se pueden aplicar y transformar al país.

Ahora bien, en este punto es importante decir el por qué es implícita la intención
de Santos: si bien es necesario una alocución presidencial para informar a la
ciudadanía sobre la terminación oficial de los Acuerdos de Paz, también es
evidente que a través de su explicación se haga un acercamiento tímido hacia las
cualidades y los puntos positivos de estos relacionados directamente con los
cambios positivos para toda la sociedad.

Durante esta explicación, el discurso habla de figuras como efectividad hacia la


finalización de la violencia, la finalización de un grupo guerrillero para convertirse
en un movimiento político, sin armas, ni participación política hasta el 2018 (con
voz, pero sin voto), casualmente cuando Santos acaba su mandato presidencial.
En cuanto a la participación política de las FARC y hacia cómo cambiaría el
sistema democrático de ser aprobado por los colombianos los Acuerdos,
realizamos un análisis sobre lo que implicarían ambas acciones.

Lo primero es la participación política de las FARC. La decisión de que exista una


representación mínima asegurada por dos periodos si no alcanzan el umbral,
después del 2018, irrumpe completamente el proceso de democracia normal,
claramente. El segundo punto de análisis es el cambio al sistema democrático,
puesto que aquí Santos es puntual: quiere mayor participación de la oposición. Ya
desde aquí marca la pauta en donde busca una sociedad que, cultural e
ideológicamente sea más unida y permita un proceso de paz mucho más
transparente y consolidado.

Después de la explicación de los puntos de los Acuerdos, el presidente Juan


Manuel Santos recae en una figura retórica clave: la anáfora. La repetición
constante de palabras claves dentro del contexto capta mucha más la atención del
público, sin embargo, aunque haga uso repetitivo de palabras como violencia,
víctimas o conflicto, la anáfora la pone en práctica durante su discurso con los
signos de admiración:

“¡Gracias a ustedes, hoy podemos decir que se acabó la guerra y hacer este
anuncio histórico!”

“Además, se llevarán a cabo programas conjuntos de desminado y limpieza de


nuestro suelo, para que ya nadie –¡ningún campesino, ningún niño! –, tenga miedo
de pisar nuestra tierra.”

“Es un acuerdo que responde a todas las dimensiones del conflicto y, por eso –
precisamente por eso–, nos permite cerrar el capítulo de la guerra con las FARC y
empezar a escribir el nuevo capítulo de la paz. ¡Gracias a ustedes, colombianos!”

En esta última cita de la alocución presidencial existe un punto clave que fue tanto
la apertura como el cierre de los Acuerdos. “Recordemos que el 26 de agosto del
2012, en la Casa de Piedra, de El Laguito, el complejo de mansiones de la
diplomacia cubana, se firmó el documento que marcó el comienzo del proceso de
paz. Ese día se cerraban seis meses de conversaciones confidenciales que
habían comenzado el 23 de febrero en el mismo lugar, luego de un largo periodo
de intercambio de mensajes entre la guerrilla y el gobierno, que facilitó el
empresario del Valle Henry Acosta.

Al primer encuentro asistieron por parte de las FARC, Mauricio Jaramillo y Rodrigo
Granda, como cabezas de delegación. Meses atrás se había previsto que la
delegación estuviera encabezada por 'Timochenko'. Pero la muerte de Alfonso
Cano, luego de un bombardeo en noviembre del 2011, obligó al cambio. Los
acompañaban en la parte técnica Marcos Calarcá, Andrés París, y Hermes
Aguilar. Por parte del Gobierno, la delegación estaba encabezada por el alto
comisionado, Sergio Jaramillo, y Frank Pearl, acompañados por Enrique Santos,
Alejandro Éder y Jaime Avendaño.

Se habló de entablar conversaciones y se dejó claro que el objetivo del diálogo


sería el fin del conflicto. Ambos estuvieron de acuerdo, pero las posiciones eran
totalmente distantes. En realidad, extremas. El Gobierno llegó con una propuesta
de agenda restringida al desarme y las garantías para el retorno a la vida civil. No
más. Las FARC pusieron sobre la mesa su plataforma bolivariana y retomar la
agenda que había quedado pactada en el Caguán, que tocaba temas tan amplios
como el modelo económico. Propuesta rechazada por el Gobierno. Por lo cual,
comenzó una etapa de diseño de una nueva agenda que al cabo de seis meses
constaba de seis puntos y un preámbulo.”

Este trasfondo es importante puesto que permite visualizar el recorrido y proceso


por el cual el Gobierno y las FARC durante 4 años establecieron conversaciones y
crearon vínculos que permitieron una Paz Final. Además, abrió campos como el
de la justicia transicional, tema relevante dentro del Acuerdo, ya que desde aquí
se analiza no sólo cómo se va castigar los hechos atroces cometidos por las
FARC, sino que además se tienen en mente otros puntos de vista como el
humano y el social, parte fundamental del proceso y la cultura que se quiere
instaurar en la sociedad luego del Acuerdo Final.

Pensamos que la justicia transicional desde estos puntos de vista le da prioridad al


guerrillero como ser humano, permite una reintegración a la sociedad civil,
desplazando un poco el castigo, que, si lo analizamos, no contiene propiedades
humanísticas puesto que en una situación así la verdad se ve forzada a aparecer
por la amenaza y no por una voluntad propia y mucho más arraigada a valores
sociales, morales e inclusive culturales.

En vez del castigo, podría aparecer la rehabilitación, que “implica reconocer la


deuda de la sociedad que no ha podido dar una mejor vida a sus miembros y
ayudar al individuo a volver a la legalidad y a la vida normal. Esa es la reparación
que debe hacer la sociedad en su conjunto.”

Finalmente, la participación de los medios también ha sido un tema clave en el


discurso del presidente Juan Manuel Santos. El poder que desempeñan los
medios independientemente del rol que tengan en la sociedad es fundamental
para establecer y analizar modos y comportamientos de la masa.

La ideología de cada uno de ellos también es de vital importancia para establecer


cómo se propaga la información y cómo los canales de información son usados
para que esta tenga un alcance mucho más lejano. Con la coyuntura actual, es
claro establecer el comportamiento de los medios y cómo hubo vacíos en la
información que aprovechó la oposición para su campaña y posterior victoria.

Los intereses privados priman sobre los generales y son estos los que
básicamente rigen a la sociedad, controlan el poder de los medios haciendo que
estos divulguen y presenten la información de su interés, sin importar la
responsabilidad que tengan para con el país y todos los actores del conflicto.
3. Comparación

¿El gobierno realmente ha tenido un compromiso apropiado de acabar


con el conflicto armado?

Si bien en las últimas décadas hemos tenido experiencias de desarme,


desmovilización y reintegración con diferentes grupos armados al margen de la
ley, con disimilitudes en lo relativo a la naturaleza de los actores, procesos y
circunstancias, pero me atrevería a decir que con algunos paralelismos. Esto
gracias a una guerra interna que ha vivido Colombia a lo largo de 50 años, y a la
ausencia de un pacto global de paz. “Estos actores han sido parte de un proceso
histórico donde han confluido diferentes intereses, aliados, realidades,
instituciones, que, junto con la debilidad estructural del Estado, la penetración del
narcotráfico y el uso privado de la fuerza, constituye un panorama complejo y
dinámico del fenómeno paramilitar.”17

El análisis de la práctica discursiva política, en sus aspectos intertextuales, permite


señalar los discursos como un lugar de lucha por el poder, en el que se expone y
articula dicha lucha. Los discursos están en relación con la práctica social, en este
sentido se hacen evidentes las relaciones de poder que vinculan a los distintos
actores sociales que participan de esta práctica discursiva. A partir de lo anterior,
podemos decir que los discursos políticos, en nuestro caso, acerca del tema de los
procesos de paz, hacen referencia explícita o implícita a aquellas instituciones u
organismos que, desde el punto de vista del emisor, organizan a los actores
sociales y sus prácticas sociales.

Así como dice el autor holandés, Teun A. Van Dijk el discurso tiene acción social,
que ocurre en un marco de comprensión, comunicación e interacción entre grupos
de la sociedad, que son parte de estructuras y procesos sociales y culturales más
amplios.

Los discursos fueron producidos dentro del contexto de situaciones significativas


en el ámbito de procesos de paz que han llevado los diferentes gobiernos.
17
ÁLVARO RODRÍGUEZ, MIRIAM (2009), De las armas a la desmovilización, El poder paramilitar en Colombia.
Revista internacional de sociología (RIS). Pag. 62
Refiriéndonos específicamente a los procesos consolidados en el gobierno de
Álvaro Uribe y el actual gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Frente a los
cuales los diferentes gobiernos emitieron sus opiniones, explicaron y dieron a
conocer a la ciudadanía su posición.

Los textos son producidos de modo específico y en contextos sociales


determinados. 

El lenguaje de los dos discursos no es igual, pues, tenían diferentes audiencias a


las que se dirijan, usaron distintas técnicas y estrategias para conseguir sus
objetivos políticos.
El lenguaje es en estos discursos son un arma y una herramienta poderosa para
ganar el apoyo público. La retórica puede verse como tradición cultural, afectación
lingüística, y habilidades y metodologías puestas en juego para modelar las
convicciones de audiencias particulares.

El discurso de Juan Manuel Santos tiene una distribución simple, como una
conversación que te hace sentir más cercano a la situación, usa un lenguaje
popular, usa refranes y frases hechas, y todo para que el receptor masivo entienda
lo que se quiere decir, precisamente porque está dirigido a conseguir los votos
para el sí, lo cual quiere decir que, para realizar este discurso, se pensó en todos
los estratos sociales, para que existiera un lenguaje básico, entendible para toda
la población colombiana. Hay una mayor confianza entre las partes (locutor y
recetor), se hace evidente cual es mensaje. El de Luis Carlos Restrepo presenta
una estructura y lenguaje más complejo con muchas ideas que distorsionan el
mensaje. No todas las personas pueden entenderlo de la misma manera, ya que
no es tan simple, este se puede entender según los conocimientos y el contexto
que tienen las personas en la sociedad sobre la etapa del conflicto hasta esa
época.

El discurso de Juan Manuel Santos hay repeticiones constantes, en una llamada


de atención y fijación de los conceptos claves que el político quiere transmitir
“TODO ESTA ACORDADO”. Es un estribillo destinado a ser retenido fácilmente
por el público. Una idea que ha reunido para deliberar y a la que se invita a tomar
una decisión respecto a una acción futura que el orador aconseja.

Mientras el discurso de Juan Manuel Santos es un logro de acuerdos entre partes


en conflicto, el de Luis Carlos Restrepo genera desacuerdos, en su afán de
exponer todas las pruebas de que el proceso es legítimo.
Consideramos sucesos significativos a aquellos eventos políticos de carácter
histórico que han provocado una fuerte discusión en torno al tema. El discurso de
Juan Manuel Santos da cuenta, por ejemplo, de la creación de un acuerdo entre el
gobierno y las FARC.

Ambos discursos tienen similitudes importantes, por ejemplo: los dos textos
comienzan haciendo alusión a que será el fin de un conflicto y que la sociedad
debe estar emotiva, llena de esperanza y con alegría. Los textos se centran en dar
a conocer sus puntos sobre el fin del conflicto y desmovilización, pero de diferente
manera.

Finalmente, la selección de discursos refleja la postura de los distintos gobiernos


con relación al tema de procesos de paz. En los dos discursos los emisores
convocan frecuentemente elementos del contexto social, lo que hace que se
imponga una determinada representación del contexto.

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