La Influencia de Una Madre
La Influencia de Una Madre
La Influencia de Una Madre
2TIMOTEO 1:1-8
Introducción: Es innegable que a lo largo de la historia ha habido mujeres que han influido en la vida de sus hijos
los cuales llegaron a ser grandes hombre.
La madre de Abraham Lincoln le leía la biblia desde que él tenía 1 año, este llego a convertirse en el
presidente de los estados unidos y fundamento su gobierno en los principios que enseñaba la Biblia.
La abuela y la madre de Timoteo llegaron a influir tanto en la vida de este hombre Dios que aun cuando se
convirtió en un adulto la huella de ellas seguía estando presente y Pablo tenía esa seguridad. 2Timoteo1:5
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre
Eunice, y estoy seguro que en ti también. 2Timoteo 3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras
La Biblia nos enseña que la mujer juega un papel muy importante en el hogar. Proverbios 14:1 La mujer
sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
¿Qué semillas sembraron en Timoteo Loida su abuela y Eunice su madre que lo convirtieron en un siervo de
Dios? ¿Qué semillas debe sembrar cada madre en sus hijos para que al crecer ellos sean esos hombres y
mujeres de bien que traigan gozo y alegría a nuestros corazones?
I. SEMBRARON EN EL TERNURA.
2Timoteo 1:4 deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo.
Timoteo era un hombre sensible ¿Cómo había adquirido esa sensibilidad? Quizás muchas veces miro a su
abuela y a su madre llorando delante de la presencia de Dios y el las miro.
En nuestro contexto se cree que los niños varones no deben llorar porque eso no es correcto en un hombre. El
llorar no es muestra de cobardía ni de debilidad. “Jesús lloro frente a la tumba de Lázaro, también lloro en las
afueras de Jerusalén”
Muchas madres hoy se quejan de la falta de cariño y muestras de expresión en sus hijos pero no se dan cuenta
que ellas nunca sembraron esa semilla en ellos. No esperamos cosechar lo que no hemos sembrado.
Conclusión: El corazón de una madre es el salón de clases donde los niños aprenden los principios de la vida.
Dios bendiga a las madres que están sembrando las semillas en sus hijos, si has sembrado seguro cosecharas en la
vida de tus hijos cuando ellos crezcan quizás un día lo veras convertido en un siervo de Dios y tu serás la causante
de ese triunfo.