El Rol Del Auditor Interno en La Detección de Fraudes

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UNIVERSIDAD SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


ESCUELA DE CONTAURIA PÚBLICA Y AUDITORÍA
CURSO: AUDITORÍA IV
CATEDRÁTICO: MARCO ANTONIO VELÉZ GONZÁLEZ

TEMA
EL ROL DEL AUDITOR INTERNO EN LA DETECCIÓN DE FRAUDE

ESTUDIANTE
YOSELIN SUSET QUIÑÓNEZ MONTEJO

CARNÉ
201710322

GUATEMALA, SEPTIEMBRE 2020


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3
EL ROL DEL AUDITOR INTERNO EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES................... 4
¿QUÉ ES FRAUDE? ....................................................................................................... 4
¿QUÉ TIPOS DE FRAUDE EXISTEN? ................................................................... 4
ELEMENTOS DEL FRAUDE ......................................................................................... 4
Motivación .................................................................................................................... 5
Racionalización........................................................................................................... 5
Oportunidad ................................................................................................................. 5
FRAUDE COMO RIESGO DE AUDITORIA................................................................ 5
EL ROL DEL AUDITOR INTERNO EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES ........... 9
ARTICULO EN MEDIOS PERIODISTICOS ACERCA DE FRAUDES
RELACIONADOS CON AUDITORIA. ...................................................................... 12
1. Defraudación millonaria al PAMI: validan la actuación de la Fiscalía
Federal en una investigación.................................................................................... 12
2. Enron: la auditora Andersen, declarada culpable por obstruir el caso . 14
"Un error de juicio inocente" ....................................................................................... 16
INTRODUCCIÓN

El tema que se presenta a continuación trata sobre el fraude y las distintas clases
que existen, sobre todo enfocado en el campo de la auditoría y en las repercusiones
que consigo traen.
Es importante conocer cada aspecto del fraude y del rol que el auditor interno en la
detección del mismo ya que esta situación puede presentarse en cualquier momento
y como estudiantes de la carrera de contaduría pública y auditoría debemos conocer
este tema a la perfección y sobre todo como debemos actuar si se nos presenta una
situación similar.
En toda institución y una persona de cualquier rango que tenga acceso al sistema
de la compañía puede cometer algún tipo de fraude por distintos motivos o razones,
sin embargo; las razones que esta persona tenga no lo libera de las consecuencias
de haber cometido dicho fraude.
EL ROL DEL AUDITOR INTERNO EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES

¿QUÉ ES FRAUDE?
El fraude es un acto ilegal realizado por una o varias de las
personas físicas o jurídicas que se encargan de vigilar el cumplimiento
de contratos públicos o privados para obtener algún provecho perjudicando los
intereses de otro.

No se debe confundir con la estafa puesto que, aunque están relacionados, la estafa
es un delito contra el patrimonio o la propiedad y el fraude puede o no formar parte
del acto de estafa.

¿QUÉ TIPOS DE FRAUDE EXISTEN?


El fraude se caracteriza principalmente por la utilización del engaño para obtener
algún beneficio en perjuicio de otra persona o institución (como una empresa o el
Estado). Algunas clasificaciones importantes del fraude en función del ámbito al que
afecta o del procedimiento que se emplea son las siguientes:

1. Fiscal o tributario, como la evasión en el pago de impuestos.


2. Electoral, relacionado con un engaño a la ciudadanía sobre los resultados de unas
elecciones.
3. Laboral o empresarial.
4. Bancario, como por ejemplo las cláusulas suelo, las hipotecas IRPH o las tarjetas
revolving.
5. Procesal o de ley, que consiste en engañar a un juez en un proceso judicial.
6. Informático o virtual, que se realiza a través de Internet.
Por otro lado, en el ámbito civil, un deudor comete un fraude contra
el acreedor cuando intenta eludir el pago mediante simulaciones.

Estos actos fraudulentos se encuentran penados por la ley en función del tipo, de la
gravedad del engaño o de la cantidad defraudada. (ConceptosJurídicos.com, s.f.)

ELEMENTOS DEL FRAUDE

Existen tres elementos comunes en todo fraude, es lo que se denomina en


criminología el triángulo de fraude:
Motivación
está dada por las circunstancias que rodean a la persona que lo comete. Puede ser
que un empleado tenga una relación extremadamente demandante con esposo(as)
que quiere darse lujos que este empleado no puede cubrir. Puede ser que un ser
querido esta en un delicado estado de salud y no existen los medios económicos
para atender esta emergencia. Puede ser que un empleado tiene el ego bastante
alto y quiere llevar un estilo de vida más allá de sus medios. Muchas situaciones
similares motivan a un empleado a cometer fraude cuando los controles son
inexistentes o si existen no son ejercitados con la diligencia que todo programa de
prevención amerita.

Racionalización
Es simplemente la explicación que el individuo que ha cometido fraude le da a su
propia conciencia para justificar la acción y de esta manera, evitar sentimientos de
culpa. Una de las formas de racionalización más frecuentes existe cuando un
funcionario siente que la remuneración que recibe por sus servicios no refleja el
esfuerzo y la contribución hecha a la compañía. Entrar facturas ficticias y obtener
pago por bienes no despachados es simplemente una retribución adicional al salario
regular, el cual es injusto, según la racionalización hecha por este funcionario.
Cuando existe descontento general en una organización el terreno está abonado
para que aquellos que no tienen gran sentimiento de respeto por principios y valores
cometan fraudes que menoscaben el presente y futuro de la compañía que es
asaltada en su buena fe.
Oportunidad
El más peligroso de todos los componentes de fraude es la oportunidad. Muchos
han denominado a los ilícitos cometidos como resultado de oportunidades
“crímenes de oportunidad”. Es obvio que un manejo descuidad y sin control de los
bienes de una compañía facilita que dinero en efectivo sea hurtado. Por ejemplo, no
tener un procedimiento para depositar los recaudos de cartera de una forma
sistemática, y preferiblemente el mismo día, conlleva a faltantes que la mayoría de
las veces no son recuperados. (Red Global de Conocimientos en Auditoría y Control
Interno, s.f.)
FRAUDE COMO RIESGO DE AUDITORIA
Afecta a todo tipo de actividades y/o empresas, bien sean públicas o privadas, e
independiente de la actividad económica desarrollada, e incluso también ajeno al
ciclo económico que atraviesen los entornos en las que las organizaciones se
desenvuelven. Puesto que, como ya he tenido oportunidad de comentar en alguna
otra ocasión: El fraude es un riesgo que resulta inevitable; solo tiene como
espacio y límite el ingenio humano, lo cual requiere que los auditores y los
responsables de control estén siempre actualizados de los métodos que se
emplean para detectarlo y prevenirlo. Solo se volverá manejable si se logran
entender los elementos que lo generan.

En este sentido, y de acuerdo con lo reflejado en los estudios realizados al respecto,


podemos señalar que el perfil que define el estereotipo del gran defraudador al que
debemos enfrentarnos, se corresponde con: Varón, entre 36 y 45 años de edad,
relacionado con el área financiera, con cargo gerencial o superior, con más
de diez años en la compañía, y que trabaja normalmente coludido con otros
colegas.

Adicionalmente, y respecto a la frecuencia de ocurrencia de los fraudes


ocupacionales, es decir aquellos que son cometidos por los empleados de la
organización, la información derivada de las encuestas refleja los siguientes datos:

Fuente: Association of Certified Fraud Examiners.

En tanto que si nos centrásemos en los protagonistas de los fraudes, la conclusión


sería que estadísticamente un 10% de los fraudes son realizados por los Ejecutivos
del máximo nivel, que ocasionan un perjuicio del 75% del impacto total, mientras
que otro 30 % se debe adscribir a los Gerentes y Jefes, provocando un 20 % de los
daños ocasionados, y el 60% restante de los fraudes lo realizarían empleados de
nivel medio y bajo, pero provocando solo un 5 % de las pérdidas materiales.

Pues bien, pues si ya tenemos claro quiénes son los colectivos que aportan un
mayor riesgo de fraude, creo que podríamos empezar a diseñar los programas anti-
fraudes que sean precisos para combatir eficazmente estas amenazas, pero
centrándonos fundamentalmente en la fase preventiva, que es donde debemos
esperar una mayor eficiencia de los controles que implementemos. Lo cual no debe
interpretarse como que nos olvidemos de la fase de “detección”, es decir la
correspondiente a la identificación de los responsables de las acciones
fraudulentas, pero entendiendo que la prioridad estaría en que el fraude no se
produzca (controles preventivos), no en la fase de la investigación (controles
correctivos).

Hemos hecho esta diferenciación, no solo por la mayor eficiencia esperada de los
controles de tipo preventivos, sino también, porque es en esta forma de combatir y
apoyar la lucha contra el fraude, donde la auditoría interna tiene su campo de
actuación específico. Como ahora veremos.

En la lucha contra el fraude existen tres grandes grupos: los auditores externos, los
auditores internos y los auditores forenses. Tiendo estos colectivos unos ámbitos
de actuación diferentes. En concreto:

Los auditores externos focalizan su actuación en los Reportes Financieros, y su


actuación viene determinada, cuando nos estamos refiriendo a los fraudes que
estos puedan contener, en la Statement on Auditing Stanandards Nº 99, cuya
responsabilidad quedaría circunscrita al siguiente resumen:

• Descripción de las características del fraude que pudiera observarse.


• Importancia de aplicar el escepticismo profesional como criterio de actuación.
• Debatir dentro del equipo de auditores intervinientes sobre los riesgos de
incorrecciones materiales debidas al fraude que puedan apreciarse.
• Obtención de la información requerida para identificar los riesgos de
incorrecciones materiales debidas al fraude.
• Evaluación de los riesgos identificados después de tomar en consideración
una evaluación de los programas y controles de la entidad.
• Respuesta a los resultados de esa evaluación.

Como observamos, actuaciones todas ellas incluidas en un entorno detectivo.

Mientras que al auditor forense le correspondería investigar los supuestos de delito


financiero de los cuales haya sido formal y legalmente apoderado por la dirección
de la sociedad o por terceras personas que actúan en defensa de sus propios
intereses en el ámbito de la organización. Siendo el responsable de:

• Planificar la investigación.
• Ejecutar la investigación.
• Evaluar la evidencia recolectada.
• Presentar y sustentar su informe.

Es decir, nuevamente nos movemos en un entorno detectivo posterior al


acontecimiento de los hechos fraudulentos, en esta ocasión con la finalidad de
centrarse en las actividades y técnicas que reconocen si el fraude se ha producido,
se está produciendo, y quién lo realizó.
Estas dos actuaciones a posteriori son totalmente necesarias, pero no alcanzan la
utilidad que debemos esperar de aquellas que le corresponden a las auditorías
internas, ya que, de acuerdo con los expertos, la prevención, no solo en este riesgo,
sino con carácter general, representa normalmente el 80% de la solución. En este
sentido, en el documento Gestión del Riesgo de Fraude Empresarial. Una Guía
Práctica, elaborado por la citada Association of Certified Fraud Examiners (ACFE),
el American Institute of Certified Public Accountants (AICPA) y el IIA, se defiende la
necesidad de que las empresas actúen en defensa del riesgo de fraude de acuerdo
a los siguientes 5 principios:

Principio 1: Como parte de la estructura de gobierno corporativo de las


organizaciones, estas deberían implementar un programa de gestión del riesgo de
fraude, incluyendo una política (o políticas) por escrito para transmitir las
expectativas de la junta directiva y la alta dirección respecto de la gestión del riesgo
de fraude.

Principio 2: La exposición al riesgo de fraude debería ser evaluada periódicamente


por la organización para identificar posibles esquemas y eventos específicos que la
organización necesite mitigar.

Principio 3: Las técnicas de prevención para evitar potenciales eventos clave de


riesgo de fraude deberían estar establecidas, cuando sea posible, para mitigar
posibles impactos en la organización.

Principio 4: Las técnicas de detección deberían estar establecidas para


descubrir eventos de fraude cuando las medidas preventivas fallen o los
riesgos no mitigados se materialicen.

Principio 5: Un proceso de reporte debería estar implementado para


solicitar y recabar datos sobre potenciales fraudes y un enfoque coordinado de
investigaciones y acciones correctivas debería ser utilizado para ayudar a asegurar
que el potencial fraude es afrontado de manera apropiada y oportuna.

En cuyo programa las Unidades de Auditoría Interna, en línea con la misión de


evaluación que le corresponde de los procesos de riesgos, controles y gobierno,
deben asumir las siguientes actuaciones:

• Identificar los indicadores de fraude que permitan detectarlos y disuadirlos.


Entendiendo por disuasión del fraude a aquellas acciones tomadas para
evitar la realización del fraude y para limitar sus impactos si es que el fraude
se produce. El principal mecanismo para la disuasión del fraude es el control.
• Ayudar en la disuasión del fraude mediante el examen y la evaluación de la
adecuación y la efectividad del sistema de control interno, considerando el
grado de exposición o riesgo potenciales en los diferentes segmentos de las
operaciones de la organización
• Cuando el auditor interno sospeche de la existencia de irregularidades, debe
informarlas a las autoridades responsables de la organización.
• El auditor interno puede recomendar cualquier investigación que considere
necesaria en esas circunstancias.

Como vemos todo ello de acuerdo con lo recogido por la Norma 1210. A1, que
recordemos señala que: “Los auditores internos deben tener conocimientos
suficientes para evaluar el riesgo de fraude y la forma en que se gestiona por parte
de la organización, pero no es de esperar que tengan conocimientos similares a los
de aquellas personas cuya responsabilidad principal es la detección e investigación
del fraude”.

Siendo así, en las estructuras de las Unidades de Auditoría Interna debería existir
un grupo especializado en la evaluación del riesgo de fraude, al igual que sucede
con los riesgos informáticos, que serían los encargados de evaluar los procesos de
gestión y control del riesgo de fraude, que no deberíamos denominar “Auditores
forenses”, ya que estos tienen un campo de actuación dirigido a la detección de las
responsables de los fraudes. Sugerimos denominarles “inspectores”, que como
sabemos es un término que proviene del vocablo latín, inspectio, que significa,
según el Diccionario de la Lengua española: Cargo y cuidado de velar por algo.
(Red Global de Conocimientos en Auditoría y Control Interno, s.f.)

EL ROL DEL AUDITOR INTERNO EN LA DETECCIÓN DE FRAUDES


En un entorno económico como el actual, las exigencias empresariales, la búsqueda
del beneficio propio o una “puerta abierta” por parte de nuestro sistema de
control, propicia que los fraudes empresariales vayan en ascenso y el papel de
auditoría interna se convierta en primordial para limitar su impacto en nuestras
organizaciones.

En este sentido hay numerosas encuestas que refuerzan esta idea. El estudio de la
Asociación de Examinadores Certificados de Fraude (ACFE) de 2014 indica que los
participantes en dicho estudio estiman unas pérdidas de alrededor del 5% de las
ventas anuales debidas al fraude, siendo dichos fraudes de una cantidad media de
145.000$ y alcanzando en el 22% de los casos un mínimo de 1 millón de dólares.
El estudio también revela lo importante que puede llegar a ser la colaboración de la
organización en la detección de este tipo de comportamientos, destacando la
utilidad de los canales de denuncia (fraudes un 41% menos costosos y detectados
un 50% más rápidos).

¿Hasta qué punto estamos preparados? ¿Hasta qué punto están preparados
nuestros sistemas informáticos? ¿Nuestro sistema de control interno tiene puesto el
foco en este tipo de comportamientos? Ante estas preguntas, Auditoría Interna tiene
mucho que aportar de cara a proteger a la organización de este tipo de
comportamientos.

¿Cómo podemos detectar el fraude? – Algunas señales de fraude:

• Pagos duplicados.
• Descuadres sistemáticos en las existencias.
• Quejas de clientes.
• Cancelaciones inusuales de cuentas por cobrar.
• Gastos o reembolsos irracionales.
• Faltantes o sobrantes de caja.
• Operaciones no autorizadas, operaciones registradas incorrectamente, u
operaciones no registradas de manera completa y oportuna.
• Pagos significativos o inusuales por servicios no especificados.
• Comisiones excesivas con respecto a lo habitual.
• Irregularidades en documentos.

Implantación de un Canal Ético de Denuncias:

Es una herramienta que goza de una amplia implantación en el la organizaciones


de cultura anglosajona y que en España comienza a tomar impulso, debido a la
importancia que está tomando la Responsabilidad Social Corporativa y sobre todo,
los cambios producidos con la reforma penal.

Como se cita previamente en el artículo, la existencia de un canal de denuncias


tiene un gran impacto en la lucha contra el fraude (fraudes un 41% menos costosos
y detectados un 50% más rápidos).

En el caso de usar un canal externo:

• La externalización del Canal, fomenta su uso, al garantizar el anonimato del


denunciante frente a la empresa a la que pertenece o mantiene algún tipo de
relación comercial, al no temer represalias.
• El canal es atendido por personal experto en la recepción y tratamiento de
denuncias.
• Estar externalizado le aporta independencia frente a sus informes, y que
podrían presentarse en caso de iniciarse un procedimiento judicial, como
justificación de la implantación del ‘debido control’ dentro de la organización,
en caso necesario.

En el caso de usar un canal interno:


• Permite ampliar espectro de casos denunciables convirtiéndolo en un canal
más de comunicación con Auditoría Interna.
• Puede provocar desconfianza en el empleado por lo que hay que hacer un
mayor esfuerzo en la comunicación para eliminar posibles reticencias a la
denuncia.

El Análisis de Datos:

Mediante el reconocimiento de patrones se detectan indicios de comportamiento


sospechosos. Algunos tipos de análisis que permiten detectar indicios de fraude:

Frecuencia: Análisis del número de transacciones realizadas por cada uno de los
usuarios que realizan tareas similares.

Patrones Numéricos: Cuantías de las transacciones, identificando cifras o


tendencias poco frecuentes en una operativa normal de la organización.

Materialidad: Cantidades acumuladas manejadas en las transacciones, tanto para


transacciones concretas como para acumulados por cuentas contables o usuarios.

Horario: Fecha y hora de ejecución de las transacciones, identificando aquellas


efectuadas en momentos inusuales respecto a la operativa del negocio.

Descripción: Descripciones introducidas para las transacciones, identificando


transacciones con descripciones inusuales.

Evaluación de los Riesgos de Fraude e implantación del Control Interno

¿Qué áreas son las que pueden presentar mayores debilidades ante este tipo de
comportamientos? ¿Se dispone de los controles necesarios? ¿Estos controles son
efectivos?

La Evaluación de los Riesgos pretende en definitiva de identificar las áreas más


expuestas a este tipo de conductas dentro de la organización y la solidez del control
interno.

Además la existencia de un programa antifraude, un código ético de aplicación en


la organización, políticas claramente establecidas y procedimientos son pilares
fundamentales en las que debe apoyarse la definición del control interno y la
supervisión del mismo.

Por último, es de vital importancia una correcta comunicación y formación en cuanto


a - tolerancia cero al fraude - . Es necesario que todos los empleados conozcan y
para ello, se establecerán planes de divulgación y formación que tendrá como
objetivo que todos los miembros de la compañía conozcan el código ético y las
políticas de conducta de la organización. (Red Global de Conocimientos en Audioría
y Control Interno, s.f.)

ARTICULO EN MEDIOS PERIODISTICOS ACERCA DE FRAUDES


RELACIONADOS CON AUDITORIA.

1. Defraudación millonaria al PAMI: validan la actuación de la Fiscalía


Federal en una investigación
La Cámara Federal de Resistencia reactivó una investigación que involucra a los
representantes de entidades que componen la red de Asociación de Clínicas y
Sanatorios del Chaco (ACLYSA) por una posible defraudación contra las arcas del
PAMI cercana a la suma de 250 millones de pesos. El fallo es el producto del trabajo
conjunto del fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, del fiscal general de
esa jurisdicción, Federico Carniel, y del titular de la Unidad Fiscal para la
Investigación de delitos que se cometen en el ámbito del Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (UFI PAMI), Javier Arzubi Calvo.

En efecto, la Cámara revocó el viernes un pronunciamiento de la titular del Juzgado


Federal Nº 1 de esa localidad, Zunilda Niremperger. El tribunal de alzada consideró
que la decisión de la magistrada había vulnerado los derechos del Ministerio Público
Fiscal, al limitar los alcances de los requerimientos de instrucción efectuados en el
marco del expediente donde se investigan posibles conductas defraudatorias en
perjuicio del INSSJP.

Mediante un requerimiento formal de instrucción presentado el 24 de mayo de 2019,


la Fiscalia Federal, con la colaboración de la UFI-PAMI, dirigió su imputación a
representantes de las clínicas y sanatorios prestadores que componen la red de
Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco (ACLYSA). En esa presentación se
determinaron ciertas maniobras perpetradas por parte de los integrantes de
ACLYSA para defraudar al PAMI mediante documentaciones aparentemente
apócrifas para justificar la realización de prestaciones médicas realizadas a los
afiliados entre agosto de 2017 y junio de 2018.

Las inconsistencias habrían sido detectadas en el marco de una serie de auditorías


dispuestas en el expediente 11100617/2010, “ACLYSA C/ INSSJP PAMI S/
MEDIDA CAUTELAR”, donde el personal auditor observó deficiencias o ausencias
en las documentaciones confeccionadas por el prestador. Como consecuencia, se
habría generado una erogación patrimonial que redunda en un enorme perjuicio
patrimonial al INSSJP¬PAMI por un total de doscientos cincuenta millones de
pesos.
El 14 de noviembre de 2019, la justicia federal manifestó que la premura en cuanto
a la atribución colectiva e indiscriminada del reproche penal podría ser saneada
mediante su eventual confrontación con los resultados del estudio técnico
encomendado. Sin embargo, deslindó la responsabilidad de las personas jurídicas
al no considerar suficientes los fundamentos brindados por la fiscalía ni suficientes
las conclusiones de la auditoría a su respecto.

Los argumentos del MPF

Sabadini apeló la resolución, que luego fue sostenida ante la Cámara Federal por
Carniel. Ambos destacaron como puntos centrales de agravio que el juzgado de
primera instancia decidió limitar los alcances de las piezas instructorias, al declarar
que el requerimiento de instrucción y sus ampliaciones no satisfacían las
disposiciones del artículo 188 inciso 2° del Código Procesal Penal de la Nación.
Señalaron que la decisión carecía de sustento jurídico y devenía en arbitraria, y
remarcaron que agraviaba al MPF por haber vulnerado el artículo 210 de la
Constitución Nacional, entre otras normas de carácter procesal. La calificaron como
una “palmaria intromisión en el ámbito propio de actuación” del MPF.

En relación con los hechos del caso, los fiscales aclararon que las auditorías
prestacionales de la red ACLYSA fueron realizadas por la Gerencia de Auditoría
Prestacional de Nivel Central del INSSJ entre 2010 y julio de 2017. A partir de
entonces, dependen de personal de la sede de la Unidad de Gestión Local (UGL)
XIII del Chaco en forma cuantitativa y cualitativa. Los pagos a los prestadores,
realizados por determinación judicial, se realizaron conforme al monto que los
propios prestadores denunciaban en cada periodo, sin tener en cuenta las
auditorías.

Como resultado de esos controles se observaron irregularidades en cuanto a las


documentaciones confeccionadas por los prestadores, entre las que se destacan la
ausencia de estudios complementarios e historias clínicas, así como falta de
conformidad de los afiliados ante las prácticas médicas realizadas efectivamente
por los profesionales, entre otras.

El fallo de la Cámara Federal

En el fallo, la Cámara Federal de Resistencia indicó que las consideraciones


efectuadas por la fiscalía al requerir la instrucción y al ampliarla superan el estándar
necesario para el momento procesal, ya que las piezas hacen mención precisa y
circunstanciada de la hipótesis delictiva, pese a que la Jueza no comparta sus
criterios. El tribunal analizó los elementos reunidos en la causa, que fueron citados
y confrontados con lo expresado por la jueza, y advirtió que “si la Juzgadora
entiende que no existe mérito suficiente para impulsar el proceso, así deberá
decidirlo claramente respecto de los delitos y de las personas involucradas.”

De esta manera, la Cámara concluyó que deberá hacerse lugar a la apelación


planteada. Le ordenó a la jueza federal dictar una nueva resolución conforme a los
lineamientos vertidos, “a efectos de poner orden en el trámite impartido en la
compleja causa, y procurar que la misma avance despejada de obstáculos que
puedan interferir en los fines del proceso y en la averiguación de la verdad real,
respetando las garantías inherentes a toda investigación penal. Todo ello en
beneficio de la celeridad e importancia que requiere la judicialización de cuestiones
como la presente.”

2. Enron: la auditora Andersen, declarada culpable por obstruir el caso


HOUSTON, EE.UU..- Arthur Andersen, hasta hace pocos meses una de las
auditoras más prestigiosas del mundo, fue declarada culpable hoy de obstrucción a
la justicia por destruir documentos relacionados con Enron, en lo que se considera
el principio del fin de la empresa.

De forma unánime y tras once días de intensas deliberaciones, un jurado de nueve


hombres y tres mujeres declaró culpable a la auditora por la destrucción sistemática
de miles de documentos y archivos electrónicos relacionados con la empresa
energética Enron.
Arthur Andersen, que durante 16 años auditó la contabilidad de Enron, afronta la
posibilidad de una multa de hasta medio millón de dólares y no poder realizar
auditorías para empresas públicas.

La auditora ya sufre el impacto de este escándalo, ya que se calcula que perdió más
de 650 de sus 2.300 clientes del sector público en EE.UU. y otros más en el
extranjero.

El juicio de cinco semanas en Houston (Texas) estuvo marcado por una agresiva
campaña legal por parte de la compañía, que indicó hoy que apelará la decisión
después de que se dicte sentencia, el próximo 11 de octubre

"Obviamente estamos decepcionados", dijo en rueda de prensa Rusty Hardin, uno


de los abogados de la empresa, aunque reconoció que "los doce miembros del
jurado hicieron lo que les pareció correcto".

"Esta compañía no ha cometido delito alguno", insistió Hardin, al repetir su ya


conocida línea de defensa desde que comenzó el juicio el 6 de mayo último.

Según la acusación del gobierno, Arthur Andersen, establecida hace 89 años,


contribuyó a la destrucción de documentos relacionados con la auditoría de Enron,
en los que la gigante energética habría camuflado su precaria situación financiera.

El fiscal Samuel Buell dijo que el veredicto es consecuencia lógica de las acciones
indebidas de la auditora, que "optó por violar la ley al obstruir la justicia".

"Se trata de un principio muy simple: si esperas a la policía -en este caso la Comisión
de Mercado de Valores (SEC)-, no se deben destruir las pruebas", subrayó Buell.

En abril pasado, David Duncan, el ex contable de Arthur Andersen encargado de la


auditoría de Enron y que destruyó documentos relacionados con el caso, se declaró
culpable y acordó colaborar con el Gobierno en el juicio contra la auditora.

Buell afirmó que este nuevo veredicto probablemente dé "un gran impulso" a las
investigaciones del Gobierno sobre las presuntas irregularidades de contabilidad de
Enron.
Para romper un "impasse" de esta semana, la juez de distrito Melinda Harmon
instruyó ayer al jurado a que llegase a un acuerdo sobre si algún empleado de la
auditora, sin importar su rango, "actuó con intenciones corruptas".

"Un error de juicio inocente"

El juicio contra la auditora Arthur Andersen, con sede en Chicago (Illinois), es el


primer caso criminal que surge del escándalo financiero causado por la quiebra de
Enron el pasado 2 de diciembre.

La auditora es una de las multinacionales más influyentes de los Estados Unidos y


en 2001 facturó 9300 millones de dólares.

Los abogados defensores de Arthur Andersen trataron de convencer al jurado de


que sus empleados trituraron miles de documentos y archivos electrónicos
siguiendo los reglamentos internos de la empresa de eliminar materiales
considerados innecesarios.

Se trató de "un error de juicio inocente", argumentó la defensa, que en un principio


había cuestionado la legitimidad del cargo criminal y alegaba que, por las acciones
indebidas de unos cuantos, el Gobierno no debía ensañarse con toda una empresa.

Arthur Andersen ofreció servicios de consultoría y auditoría al gigante energético


durante 16 años, pero esa relación empresarial terminó abruptamente cuando
Enron se declaró en bancarrota.

El escándalo financiero, en el que miles de empleados y accionistas perdieron sus


ahorros, logró enlodar a la auditora, que tuvo que realizar despidos masivos y
vender algunas de sus subsidiarias en el extranjero.

Desde que el Departamento de Justicia acusó formalmente a Arthur Andersen el


pasado 14 de marzo, la empresa comenzó a caer en el desprestigio y el veredicto
de culpabilidad podría ser su golpe mortal.
CONCLUSIONES

1. El fraude se caracteriza principalmente por la utilización del engaño para


obtener algún beneficio en perjuicio de otra persona o institución

2. El fraude afecta a todo tipo de actividades y/o empresas, bien sean públicas
o privadas, e independiente de la actividad económica desarrollada, e incluso
también ajeno al ciclo económico que atraviesen los entornos en las que las
organizaciones se desenvuelven.

3. Implantación de un canal ético de denuncias es una herramienta que goza


de una amplia implantación en el la organizaciones de cultura anglosajona y
que en España comienza a tomar impulso.

4. Mediante el reconocimiento de patrones se detectan indicios de


comportamiento sospechosos.
RECOMENDACIONES

1. Se recomienda darle una capacitación o charla al personal de la institución


para que conozca que sobre el tema de fraude y sus consecuencias.

2. Se recomienda implementar controles periódicos que puedan detectar


posibles fraudes a futuro en la institución.

3. Es recomendable basarse en controles funcionales que han utilizado en otros


países para implementarlos dentro de la institución.

4. Es recomendable realizar estudios periódicos de conductas del personal e


investigar posibles sospechosos.
BIBLIOGRAFÍA

ConceptosJurídicos.com. (s.f.). Obtenido de


https://www.conceptosjuridicos.com/fraude/
Red Global de Conocimientos en Audioría y Control Interno. (s.f.). Obtenido de
https://www.auditool.org/blog/fraude/2866-el-papel-de-la-auditoria-interna-
en-la-deteccion-de-fraude
Red Global de Conocimientos en Auditoría y Control Interno. (s.f.). Obtenido de
https://www.auditool.org/blog/fraude/249-elementos-del-fraude
Red Global de Conocimientos en Auditoría y Control Interno. (s.f.). Obtenido de
https://www.auditool.org/blog/auditoria-interna/2464-el-riesgo-de-fraude-y-
la-auditoria-interna

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