Guia III Curso Bìblico
Guia III Curso Bìblico
Guia III Curso Bìblico
III ENCUENTRO
*La Biblia Católica tiene sus diferencias con la Biblia Protestante, las cuales debemos tener en
claro.
Al abrir una Biblia católica nos encontramos una lista de títulos de libros que se divide en 2
grupos: Antiguo Testamento de 46 volúmenes y Nuevo Testamento de 27. En total 73 libros. A
esta relación es a lo que se llama CANON DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS O CANON
BÍBLICO.
“Canon” viene del griego y significa “regla”, “medida”. La Iglesia considera la Escritura como una
regla de fe y costumbres dada por Dios; por eso es que se empezó a hablar del Canon de las
Escrituras. Así podemos decir que: Canon Bíblico es la colección de libros inspirados por Dios,
recogidos por la Iglesia y considerados por ella como “regla de verdad” en virtud de su origen divino.
*La Iglesia tuvo la necesidad de hacer un discernimiento para descubrir que libros fueron
verdaderamente inspirados por Dios y cuáles no, y asistida por el Espíritu Santo, se colocó
algunos criterios para definir los libros canónicos. Los criterios para la admisión de los libros
del AT como canónicos son:
1. Que Jesucristo y los Apóstoles hayan tenido un papel de primera importancia en la
transmisión del canon del AT, lo cual es evidentemente por el uso que de él hicieron.
2. El NT cita al AT sirviéndose de la versión griega de los Setenta, lo cual quiere decir que
los Apóstoles tenían por inspirados los libros que se hallan en esta traducción. Otro tanto
hacen los Padres de la Iglesia y los escritores antiguos.
En los encuentros anteriores escuchamos que esta versión reconoce 46 libros, a diferencia de la
versión hebrea que solo reconoce 39 y que es la que aceptan los protestantes.
Los criterios para la admisión de los libros del AT como canónicos son:
1. Su origen apostólico (o de la generación de los Apóstoles)
2. Su uso litúrgico, antiguo y generalizado.
3. Su ortodoxia en la doctrina. Es decir, que enseñe la verdad en coherencia con el resto de
la Sagrada Escritura.
*A partir del año 393, diferentes Concilios, primero regionales y después ecuménicos, fueron
precisando la lista de los libros canónicos. El Concilio de Trento, solemnemente reunido el 8 de
Junio de 1546, definió dogmáticamente el Canon de los Libros Sagrados. Los Concilios Vaticano I
y Vaticano II hicieron suyas las declaraciones del Concilio Tridentino.
*Los 73 libros inspirados o canónicos de la Biblia se dividen en:
Los Protocanónicos, son los libros cuya inspiración no ha sido puesta en duda, y así,
son reconocidos tanto por la religión judía como por la católica y los protestantes.
Los Deuterocanónicos, son los libros de la Biblia de cuya inspiración se dudó algún
tiempo en algunas Iglesias particulares. Estos libros son 7 del AT: Tobías, Judit,
Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 de Macabeos (y algunos fragmentos de Daniel y
Esther). Del NT también son 7: Carta a los Hebreos, Carta de Santiago, 2 de Pedro, 2 y 3
de Juan y el Apocalipsis (y algunos versículos de los evangelios Mc 16.9-20; Lc 24.43; Jn
8.1-11).
En las otras Iglesias Cristianas no católicas; admiten el Canon completo: los sirios, etíopes,
coptos, armenios. Los griegos ortodoxos, los admiten hasta el siglo XVII. En el siglo XVIII, con la
influencia de los protestantes, comenzaron las dudas sobre los Deuterocanónicos. En la
actualidad, la admisión o negación de los deuterocanónicos es libre. Esto mismo sucede en la
Iglesia Rusa. A esto se debe pues la diferencia entre una Biblia Católica y una protestante,
ignorado a veces por muchas personas.
Generalmente cuando alguien escribe lo hace en función de lo que quiere lograr, alcanzar., por
ejemplo: explicar el desarrollo político de un país, reflejar la mentalidad y costumbres de un
pueblo, comunicar una noticia, describir un lugar, etc., y así, de acuerdo al fin que se pretende, se
escoge el estilo literario, ya sea: científico, periodístico, novelesco, poético.
Es normal que nos cueste entender un castellano escrito hace tres siglos, y no podamos
comprender un idioma que no conocemos, si no estamos adentrados en ese estilo literario; pero
aún más nos cuesta entender una cultura oriental, el mundo semita al que perteneció el pueblo
hebreo. Los escritores bíblicos usaron frases, símbolos, modismos, etc., propios de su tiempo.
Desde luego que la Biblia no es un libro científico, cuando en las primeras páginas del Génesis
leemos que Dios creó el mundo en 7 días, que formó al hombre de barro…o en el libro de Josué
(10,12-14) que el sol de detuvo…¿cómo es posible?... las leyes de la evolución y de la astronomía
lo contradicen. Sencillamente, los autores del Génesis se sirven de un bello poema con imágenes
poéticas para decirnos que Dios es creador, que el hombre, cuya naturaleza es frágil, depende
absolutamente de Dios, que el hombre y la mujer son de igual dignidad… y esto es lo que importa,
el mensaje que Dios nos quiere comunicar en lenguaje humano. La Biblia tampoco es un libro de
historia tipo crónica. Los autores sagrados no tuvieron como criterio ser cronistas de la historia de
su pueblo sino de ayudar a descubrir a sus lectores la presencia activa de Dios en la vida de la
historia de su pueblo.
En síntesis, la Biblia trata fundamentalmente de la relación entre Dios y el hombre, Dios busca
salvar al hombre. Así, para lograr su finalidad, los Escritores Sagrados (hagiógrafos) se valieron
de diversos géneros literarios: