Entendimiento
Entendimiento
Entendimiento
Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por
Dios. Mediante este don, el Espíritu Santo nos permite escrutar las
profundidades de Dios, comunicando a nuestro corazón una particular
participación en el conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la
intimidad del mismo Dios.
El Señor dijo: “Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh”
(Jer 24,7).
Y como Jesús «crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los
hombres» (2,52), aún se acrecentó en él con los años este don de
entendimiento. Cuando en la sinagoga de Nazaret, por ejemplo, explica las
Escrituras en referencia a él, «todos le aprobaban y se maravillaban de las
palabras llenas de gracia que salían de su boca» (4,22; +24,32).
San Pablo pide con frecuencia este don del Espíritu Santo para los fieles
que él, también con el auxilio del mismo Espíritu, ha evangelizado y
convertido: «no dejamos nosotros de rogar por vosotros y de pedir que
lleguéis al pleno conocimiento de Su voluntad, con toda sabiduría y
entendimiento espiritual, para que viváis de una manera digna del Señor,
agradándole en todo» (Col 1,9-10).
Teología
A pocos les ha sido dado hablar de la fe tan altamente como a San Juan
de la Cruz, que aproxima le fe a la visión beatífica. «Ésta es la gran
satisfacción y contento del alma, ver que da a Dios más que ella en sí es y
vale, con aquella misma luz divina [la fe] y calor divino [la caridad] que se
lo da; lo cual en la otra vida es por medio de la lumbre de gloria, y en ésta
por medio de la fe ilustradísima» (Llama 4,80). Esta fe lucidísima es
aquella que está asistida por los dones intelectuales del Espíritu Santo, y
en concreto, por el don de entendimiento cuando ha de penetrar las
verdades reveladas.