Prescripcion Responsables Solidarios
Prescripcion Responsables Solidarios
Prescripcion Responsables Solidarios
INFORME N° 064-2003-SUNAT/2B0000
MATERIA:
BASE LEGAL:
ANÁLISIS:
Conforme a lo dispuesto por el artículo 43° del TUO del Código Tributario, la
acción de la Administración Tributaria para determinar la deuda tributaria, así
como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro
(4) años, y a los seis (6) años para quienes no hayan presentado la declaración
respectiva.
Agrega el citado artículo que, dichas acciones prescriben a los diez (10) años
cuando el agente de retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o
percibido.
Por otro lado, el artículo 45° del mencionado TUO señala que la prescripción se
interrumpe:
Agrega el citado artículo, que el nuevo término prescriptorio para exigir el pago
de la deuda tributaria se computará desde el día siguiente al acaecimiento del
acto interruptorio.
El artículo 46° del TUO del Código Tributario, establece que la prescripción se
suspende:
Así tenemos que, el artículo 1196° del Código Civil (5), establece que los actos
mediante los cuales el acreedor interrumpe la prescripción contra uno de los
deudores solidarios, o uno de los acreedores solidarios interrumpe la
prescripción contra el deudor común, surten efecto respecto de los demás
deudores o acreedores.
Ahora bien, con relación a los actos interruptorios de la prescripción por acción
del deudor, se tiene que los mismos consisten en el reconocimiento expreso o
tácito de la obligación (6).
Al respecto, cabe señalar que el artículo 1199° del Código Civil, dispone que el
reconocimiento de la deuda por uno de los deudores solidarios, no produce
efecto respecto a los demás codeudores.
Es decir que, los actos de interrupción por los cuales el contribuyente reconoce
expresa o tácitamente la deuda tributaria, no produce efecto respecto de los
responsables solidarios.
CONCLUSIÓN:
Civil Peruano". Cultural Cuzco S.A. Editores. Lima, 1985, pág. 126.
prescripción.
(4)
Ob. cit. pag 150, 151.
(5)
La disposición del Código Civil se aplica supletoriamente, conforme a lo
previsto en la Norma IX del Título Preliminar del TUO del Código Tributario, el
cual establece que en lo no previsto por este Código o en otras normas
tributarias podrán aplicarse normas distintas a las tributarias siempre que no se
les opongan ni la desnaturalicen.
Es decir, estarían comprendidos los incisos c), d) y e) del artículo 45° del
(6)
SUMILLA
1. Constituye renuncia a la prescripción ya ganada, el acogimiento al
fraccionamiento del artículo 36° del TUO del Código Tributario de una deuda
tributaria prescrita.
INFORME N° 272-2002-SUNAT/K00000
MATERIA:
BASE LEGAL:
ANALISIS:
Conforme a lo dispuesto por el artículo 43° del TUO del Código Tributario, la
acción de la Administración Tributaria para determinar la deuda tributaria, así
como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro
(4) años, y a los seis (6) años para quienes no hayan presentado la declaración
respectiva.
Agrega el citado artículo que, dichas acciones prescriben a los diez (10) años
cuando el agente de retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o
percibido.
Agrega el mismo artículo que se entiende que hay renuncia tácita cuando
resulta de la ejecución de un acto incompatible con la voluntad de favorecerse
con la prescripción(1).
En tal virtud, los actos realizados por los contribuyentes mediante los cuales
reconozcan tácita o expresamente deuda tributaria, constituyen renuncia a la
prescripción ya ganada.
Ahora bien, en cuanto a este último caso, debe tenerse en cuenta que la
renuncia sólo puede producirse respecto del monto de la deuda tributaria
consignado en una de declaración rectificatoria, pues únicamente esa suma ha
sido materia de reconocimiento. De esto se desprende que la renuncia opera
únicamente respecto de la acción de la Administración Tributaria para exigir el
cobro de la deuda tributaria, pues es la única acción que puede ser dirigida a
esa suma en específico. Debe descartarse que también se entienda renunciada
la prescripción de la acción para determinar la obligación tributaria, pues ello
supondría la posibilidad que la Administración Tributaria, luego de transcurrido
el término prescriptorio, pueda establecer mayor deuda de la que fue objeto de
reconocimiento.
CONCLUSIONES:
(1)
La disposición del Código Civil se aplica supletoriamente, conforme a lo
previsto en la Norma IX del Título Preliminar del TUO del Código Tributario, el
cual establece que en lo no previsto por este Código o en otras normas
tributarias podrán aplicarse normas distintas a las tributarias siempre que no se
les opongan ni la desnaturalicen.
CÓDIGO TRIBUTARIO – RENUNCIA A LA PRESCRIPCIÓN.
Contenido:
Capítulo I
Prescripción tributaria
Capítulo II
Interrupción de la prescripción de la obligación tributaria
1. Prescripción
2. Cómputo de los plazos de prescripción
3. Interrupción de la prescripción
4. Suspensión de la prescripción
5. Declaración de la prescripción
Conclusiones
Datos de la autora:
INTRODUCCION
Si nos quedamos con la primera definición, entonces los derechos van a ser
enfocados desde el punto de vista de administrados, con lo cual las personas
tienen que someterse ante una administración y hacer lo que ella disponía o lo
que le está permitido hacer através y dentro de un marco legal.
Asimismo el artículo 24º del Modelo de Código Tributario para América Latina
nos define como contribuyentes a las personas respecto de las cuales se
verifica el hecho generador de la obligación tributaria.
El Código de Etica institucional no puede dar el valor moral que debe poseer el
funcionario como practica de su vida cotidiana, ya que si el funcionario no tiene
valores morales sólidos por más que el código de ética sea el plus ultra, este
no cumplirá con lo estipulado en tal código. Pero si el funcionario es
moralmente elegible este código va consolidar los valores ya existentes y
fortalecer su conducta y se garantiza el servicio basado en los valores
ciudadanos.
Para lo cual debe ser atendido en forma eficiente cuando requiere información
legal, formularios, consultas para inscripción, modificación de algún dato, etc.
todo esto con cortesía, prontitud.
Los intereses serán calculados desde la fecha de pago hasta la fecha en que la
administración los ponga a disposición del solicitante.
Y ambas pueden ser reclamadas sin pago previo. Pero si analizamos el artículo
78º del Código Tributario podemos observar que establece en los casos en que
puede emitirse una Orden de Pago y que ha sido desnaturalizada en perjuicio
del deudor y claro esta en favor del ente administrador para favorecer la
recaudación y tornarse en una presión tributaria de mayor nivel.
Por este artículo la SUNAT emite Ordenes de Pago cuando debería emitir
Resoluciones de Determinación por haber determinado la obligación, con esta
Resolución de Determinación el deudor tributario puede reclamar sin pago
previo. Una vez más se le limita en sus derechos.
A su vez el artículo 119º del Código Tributario permite reclamar, sin pago
previo en vía de excepción, contra Ordenes de Pago en circunstancias que la
cobranza de como resultado un acto improcedente.
Artículo 131º del Código Tributario establece que los deudores tributarios, sus
representantes y sus abogados tendrán acceso a los expedientes, para
informarse del estado de los mismos.
Al fallo del tribual Fiscal no cabe recurso alguno por vía administrativa, se ha
establecido en el Código Tributario que a estos fallos si podemos pedir
corrección:
1) errores materiales o numéricos
2) ampliar su fallo sobre puntos omitidos de oficio o a solicitud de parte,
formuladas por la administración tributaria o por el deudor tributario.
Plazo para pedir tal ampliación o correción es de 5 días hábiles que serán
contados desde el día siguiente de la notificación certificada de la resolución al
deudor tributario. Y el Tribunal Fiscal tiene que resolver dentro del quinto día
hábil de presentada la solicitud.
Para los casos de Informe oral y alegatos, los interesados que soliciten el uso
de la palabra y presentar su alegato por escrito dentro del plazo previsto, tiene
que hacerlo de acuerdo al asesoramiento de un abogado (o especialista
tributario que generalmente este un abogado).
Requisitos:
1) Garantía carta fianza, bancaria, hipotecaria u otra que la administración
considere.
2) Las deudas que no han sido materia de fraccionamiento anterior.
El problema del deudor tributario radica principalmente que muchas veces esta
imposibilitado de acceder a una carta fianza, o de proporcionar una garantía
hipotecaria. Una alternativa sería dar el fraccionamiento sin necesidad de esta
carta fianza y como medida para evitar la evasión considerar como falta grave
considerada en la Ley Penal Tributaria.
o) Solicitar a la Administración la prescripción de la deuda tributaria;
Solo el deudor tributario puede pedir la declaración de la prescripción. Con la
modificación al Código Tributario la prescripción se puede detener su curso,
pero no borrar el tiempo transcurrido. Una vez que cesa el hecho que motivo la
suspensión, el tiempo transcurrido sé agrega al ya computado.
Evitar el trafico ilícito de los formularios que trae consigo la venta de estos
documentos.
Para lo lograr este Control de Cumplimiento debe en primer lugar controlar los
cuatro supuestos de cumplimiento (brechas), que son:
1. La Brecha de Inscripción, que todos los ciudadanos no registrados y es
determinada por la diferencia entre los contribuyentes potenciales y los
registrados. La sunat usará DNI para identificar a contribuyentes y asegurados
para reemplazar el numero del autogenerado y al RUC en el caso de personas
naturales, de acuerdo al reciente convenio firmado por Essalud y la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria suscribirá
próximamente un acuerdo con el Registro Nacional de Identificación, el cual
permitirá simplificar el proceso de identificación de los trabajadores asegurados
y de los contribuyentes. Ello implica que, en el mediano plazo, el DNI
reemplazará al código autogenerado y al RUC de las personas naturales.
2. Brecha de Declaración comprende a los contribuyentes que no declaran y es
determinada por la diferencia entre los contribuyentes registrados y los que
prestan declaración.
3. La Brecha de Pago que son los contribuyentes morosos y se mide por la
diferencia entre el impuesto declarado o determinado por la Administración
Tributaria y el impuesto efectivamente pagado por el contribuyente.
4. La Brecha de Veracidad donde se encuentran los contribuyentes evasores,
la determinan por la diferencia entre el impuesto potencial y el impuesto
declarado por los contribuyentes, esta se origina en las distorsiones generadas
en la interacción contribuyente - Administración Tributaria hacia el cumplimiento
de la obligación tributaria.
Los contribuyentes que conforman la brecha de la veracidad son:
? Los inscritos o registrados, pero que declaran :
1. Declaran incorrectamente
2. Declaran parcialmente
3. No declaran sus ingresos;
? Los no inscritos :
1. Informales
2. Desconocidos por la Administración Tributaria.
? Los inscritos que cometen delito de defraudación tributaria:
1. Que declaran, pero realizan maniobras fraudulentas.
2. Que declaran, pero incurren en elusión
Ante el problema de evasión o elusión los contribuyentes deben tomar
conciencia de que la sociedad de la cual forman parte es la propietaria de los
impuestos que ellos pagan, y estos recursos entregados al Estado en calidad
de administrador encargado de ejecutar las obras y brindar los servicios y la
evasión se presenta cuando el contribuyente incurre en una de los siguientes
aspectos:
a) La eliminación del tributo puede ser total o parcial,
b) Debe estar referida a un país cuyas leyes se transgreden,
c) Solo pueden ser evasores aquellas personas obligadas al pago por la ley,
d) Comprende todas las conductas y actos contrarios a la ley que originen la
eliminación de la carga tributaria,
e) Toda evasión fiscal es violatoria de disposiciones legales.
En cambio, el elusor es aquel que sin, infringir la ley busca evitar el pago de los
tributos mediante la utilización de estructuras jurídicas atípicas la elusión se
produce cuando:
a) A un hecho o acto gravado se le da la apariencia de otro con la finalidad
expresa de sustraer, en todo o en parte al pago de tributo que se esta obligado.
b) Cuando se quiere retardar la ocurrencia del hecho imponible, se apela
ilícitamente a formas o estructuras diferentes a las convencionales,
c) Se da la investidura diferente al hecho imponible, sin alterar su real
naturaleza o sustancia.
El artículo 93º del Código tributario fue introducido en el literal “i” del artículo
92º , por lo cual no cabe repetir.
Este articulo a nuestro parecer no tiene que ver con los derechos de los
administrado
CONCLUSIONES
El Código Tributario como único objetivo es lograr una mayor presión tributaria
por la vía su una mayor recaudación, con prescindencia de los derechos de los
contribuyentes y desalentarlos en el ejercicio de su legitimo derecho a iniciar y
seguir un procedimiento ejemplo el contencioso tributario con pluralidad de
instancias, nombra específicamente su derecho con la nueva ley 27038, pero
en la realidad se resuelve dentro de los plazos de ley o se da la administración
su gran salida la Resolución Ficta.
La educación al contribuyente debe ser desde los colegios para cuando estos
realicen una actividad gravada sean responsables y cumplan con su
obligaciones por convicción y no por temor a las sanciones, que al final se
pierde en una sociedad que muchas veces no es inmoral (en lo que se
relaciona a lo tributario) si no que comete delitos por ser amoral ( persona que
desconoce entre lo que esta bien y lo que esta mal).
RECOMENDACIONES
Creación de una ley que contenga los derechos y garantías de los
contribuyentes.
Se propone que dentro del cuerpo de normas sobre los derechos y garantías
del contribuyente se incluya la posibilidad de concertar acuerdos previos con la
Administración Tributaria y formular consultas cuya contestación tendría
efectos vinculantes para esta.
BIBLIOGRAFIA
1. Ley Nro. 27038, Ley que Modifica el Decreto Legislativo Nro. 816 -
Código Tributario y Normas Conexas. Publicado el 31 de diciembre de
1998. Diario Oficial el Peruano- Lima Perú.
2. Decreto Legislativo 816 Código Tributario , Publicado el 24 de abril de
1996 en el Diario Oficial el Peruano - Lima Perú.
3. Villegas, HectorB.; Arguello Velez, Gustavo y Spila Garcia, Ruben “La
Evasión Fiscal en la Argentina” Derecho Fiscal - Buenos Aires Argentina
To XXIII- 1994.
4. Lineas Estratégicas de Política Tributaria. Proyecto de Fortalecimiento
de los Centros de Capacitación de la Administraciones Tributarias de los
Ministerios de los Países Prestatarios Miembros del BID. Querétaro -
México, 1997.
5. Dr. Alfredo J. Lamagrande “Recomendaciones Propuestas para
Reducir la Evasión Fiscal” publicado en Boletín de la dirección Impositiva
de Argentina- 1997.
6. Constitución Política del Perú 1993.
Pero por otro lado, el sistema tributario en España tiene una complejidad muy
superior a la de otros Estados de nuestro entorno, en la medida en que,
dejando aparte la cesión de tributos a las Comunidades Autónomas de régimen
común y el particular caso del régimen canario y de Ceuta y Melilla, el
reconocimiento de los derechos históricos de los territorios forales que
establece la disposición adicional primera de la Constitución, da lugar a la
coexistencia de cinco regímenes tributarios, uno en cada uno de los Territorios
Históricos del País Vasco, otro en la Comunidad Foral de Navarra y otro para el
resto del Estado.
← Conclusiones finales
Extracto:
I.1. CONCEPTO.
Así, aunque nuestro Código civil no arroja en este punto una luz completa, y, a
pesar de que la prescripción y la caducidad presentan una extraordinaria
similitud, sin embargo, en Derecho privado la prescripción, a nuestro juicio, se
encuentra perfectamente deslindada dentro del sistema. En base a que la
doctrina civil utiliza diversos criterios para diferenciar la naturaleza de la
prescripción y la caducidad, como son, entre otros, los siguientes: desde el
punto de vista del interés jurídico protegido, en la prescripción se protege sobre
todo un interés particular muy concreto, en la caducidad se protege un interés
general; en función de la configuración procesal, la prescripción ha de ser
alegada como excepción por las partes, mientras que la caducidad hace
extinguirse el derecho ipso iure1, obligando al legislador a declararla de oficio;
diferenciando rasgos concretos de los respectivos regímenes jurídicos, en la
prescripción existen causas de interrupción y no en la caducidad 2.
A nuestro juicio, merece una especial mención el criterio que efectúa una
delimitación entre la prescripción y la caducidad en función de la configuración
temporal por el ordenamiento positivo de las posibilidades del ejercicio ...
Quienquiera que examine el Código Tributario constatará la verdadera “batería”
de atribuciones que tiene la Administración Tributaria para procurar la correcta
y oportuna recaudación de los impuestos. Y no es extraño, pues la principal
fuente del financiamiento estatal está en los tributos; por ende, todos los
gobiernos estarán interesados en que la Administración Tributaria sea eficiente
y fuerte.
Frente al poderío fiscal, el contribuyente se asemeja mucho a un disminuido
David casi desarmado.
Así, la prescripción frecuentemente es uno de los escasos salvavidas que
tenemos los abogados para enervar las pretensiones del Fisco contra nuestros
clientes.
Efectivamente, la prescripción extintiva es una de las grandes limitaciones con
que se topan el Servicio de Impuestos Internos y la Tesorería General de la
República al ejercer sus atribuciones.
El Título VI del Libro Tercero del Código Tributario trata en tan solo tres
artículos la prescripción, pero lo cierto es que de ella se ocupan al menos doce
de sus disposiciones.
En esta ocasión nos referiremos sólo a la prescripción de la acción
fiscalizadora, dejando para otra ocasión la prescripción de la acción de cobro y
la de infracciones y delitos tributarios.
Expediente: 2003-06153-12-RAC
Distrito: Santa Cruz
Magistrado Relator: Dr. Felipe Tredinnick Abasto
Que, de acuerdo a lo previsto por los arts. 41-5), 52, 53 y 54-1) del Código
Tributario, se establece que la determinación de la obligación impositiva
prescribe a los cinco años y se interrumpe por la determinación del tributo,
tomándose como fecha la de la notificación, debiéndose computar nuevamente
el término (de prescripción) a partir del año calendario siguiente a aquel en que
se produjo la interrupción.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Que, en el caso que se examina, emitida que fue por este Tribunal la SC
1606/2002-R, el recurrente se apersonó a la Gerencia Distrital de Santa Cruz
del Servicio de Impuestos Internos y en cumplimiento de dicha Sentencia, "pide
declaratoria de prescripción tributaria bajo alternativa de amparo constitucional"
(textual); solicitud que es rechazada por la Resolución de 31 de enero de 2003
(emitida por dicha Gerencia Distrital), lo que motivó al recurrente a interponer el
presente amparo en 08 de febrero de 2003.
POR TANTO
Dr. Felipe Tredinnick Abasto MagistradO Dr. José Antonio Rivera Santivañez
Magistrado
CONCEPTO y ELEMENTOS
Para los dos casos anteriores, el término será de seis (6) años,
cuando ocurran cualesquiera de las circunstancias siguientes:
(COT 56)
Las deudas del fisco con el SUJETO PASIVO por estos conceptos generarán a
su favor, INTERESES MORATORIOS calculados a la TASA ACTIVA
BANCARIA ( Ver COT 66) incrementada 1.2 VECES (120%) por cada uno de
los periodos en que dichas tasas estuvieron vigentes.
1. Ser SOLIDARIAS.
2. Renunciar expresamente de los beneficios que
acuerde la ley a favor del fiador.
1
En base a nuestro trabajo “Régimen Tributario de los Concursos y las Quiebras” Editorial La Ley 2003
plazos de caducidad, resulta una hábil herramienta para garantizar la certeza
de las relaciones jurídicas, exigida por el principio de seguridad jurídica.
La doctrina civil no es pacífica frente al interrogante de si lo que prescribe
es el derecho mismo, o la acción que lo protege, cuestión ésta más referida a
los efectos de la prescripción que al objeto mismo de ésta.
Al afirmarse que lo que prescribe es la acción y no el derecho subjetivo,
se quiere hacer referencia a que el efecto de este instituto tiene como
consecuencia "paralizar el ejercicio judicial del derecho", sin que éste se
extinga 2.
En la rama tributaria queda este juego reducido a límites mucho más
estrechos, modulados con arreglo a los principios que informan esta área del
ordenamiento. En tanto derecho Público, alimenta sus normas de una
valoración de intereses colectivos, sin atender en forma expresa su articulación
con intereses privados.
En este contexto se torna imposible, o al menos se dificulta, descomponer
la totalidad del tributo en un entramado de relaciones jurídicas de tipo
obligacional. Se hace entonces necesario desentrañar los diversos tipos de
situaciones subjetivas que pueden aparecer, para dilucidar en qué casos es
factible la aplicación del instituto de la prescripción, y cuáles serán los efectos
que genere el mero transcurso del tiempo sobre aquellos vínculos que,
carentes de esa naturaleza obligacional, no son susceptibles en sí mismos de
prescribir.
El Título VIII de la Ley de Procedimiento Tributario 11683, que lleva el
nombre "De la prescripción", contempla diversos supuestos de prescripción de
las acciones y poderes del fisco, pudiendo ensayarse como suerte de
clasificación:
a) Determinar la deuda tributaria
b) Exigir el pago de la obligación tributaria sustancial
c) Imponer sanciones tributarias
d) Hacer efectiva la sanción
e) Devolver ingresos indebidos
Una primera reflexión merece la enumeración de los supuestos de
prescripción, que se encabezan con una referencia a "las acciones y poderes"
que prescriben, pero que resultan ciertamente inadecuadas en el ámbito
tributario. Ello pues, siguiendo a Sainz de Bujanda 3, "la acción es el poder que
compete a una persona para pedir la protección judicial de lo que cree su
derecho”. Y a lo que el ordenamiento en debate hace referencia, es sin duda
algo diferente.
Como bien recuerda Falcón y Tella 4 dentro de las situaciones activas de
la Administración, suelen distinguirse entre “derechos subjetivos” y
“potestades”. Los derechos subjetivos tienen un contenido concreto por recaer
sobre una cosa 5 o por insertarse en una relación jurídica de tipo obligacional
cuya titularidad pasiva es atribuible a otro sujeto, que es en este sentido un
obligado a efectuar una determinada prestación 6.
La potestad por el contrario, no recae sobre ningún objeto específico y
determinado, sino que presenta un contenido genérico, normalmente referido a
2
Ramón Flacón y Tella, "La prescripción en materia tributaria" La ley - Madrid - España 1992 P g.19
3
Lecciones de Derecho Financiero, 5ta.edición, Madrid, 1987 P g.262
4
ob.cit. pág.29
5
derechos reales
6
derecho creditorio
un determinado ámbito de actuación. No consiste en una prestación particular
sino en la factibilidad abstracta de producir efectos jurídicos, de donde
eventualmente pueden surgir, como consecuencia de su ejercicio derechos
subjetivos, obligaciones o deberes.
El fisco no tiene entonces “acción” para exigir en vía judicial el pago de
deudas tributarias; ni para imponer sanciones. Partiendo del principio de
autotutela en que se sustenta el Derecho Administrativo, es la Administración la
que, en ejercicio de sus “potestades”, exige el pago e impone las sanciones
que pudieren corresponder.
Por ello, en los cuatro primeros supuestos contemplados en la ley ritual
tributaria, en realidad no se hace referencia a "acciones" sino a "Potestades
administrativas", aún pese al tenor literal de la norma. El único apartado que
contempla un supuesto de derecho subjetivo, susceptible en sí mismo de
prescribir es el e) que hace expresa alusión a la devolución de ingresos
indebidos a través de la acción de repetición.
Concluyendo entonces, si en rigor de verdad estamos frente a supuestos
de "potestades administrativas", y éstas son por naturaleza imprescriptibles, el
artículo citado requiere de una interpretación correctiva: O bien no se trata de
plazos de prescripción sino de caducidad, o bien dichos plazos no operan
directamente sobre potestades administrativas, sino sobre la obligación a cuya
determinación o exigencia dichas potestades están encaminadas.
La doctrina 7 se ha ocupado de establecer una distinción de orden
sustancial entre: a) las facultades de la administración para determinar la
deuda tributario o exigir su exteriorización por vía de declaraciones juradas,
supuestos en los cuales resultaría propio referirse a su caducidad por el
transcurso del tiempo, y b) el derecho a cobrar el tributo que sí puede
extinguirse por prescripción conforme el significado dado por el Código Civil 8.
Y ello se impone en la inteligencia de lo que la Cámara Civil, Sala A en
autos “Provincia de Buenos Aires c/Sociedad Bemberg” 9 contundentemente ha
resuelto:
a) la caducidad extingue el derecho, mientras que la prescripción no,
pues aquel subsiste como obligación natural;
b) la prescripción afecta toda clase de derechos por ser una institución
general, y para que ella no proceda se requiere de una norma expresa en tal
sentido. En tanto, la caducidad, por no ser general, sólo afecta ciertos
derechos, que nacen con una vida limitada temporalmente;
c) la prescripción puede suspenderse o interrumpirse en su curso,
supuestos que no ocurren en la caducidad;
d) la prescripción se funda en ley, la caducidad puede también surgir de
convención entre partes, decisión judicial o testamento;
e) los plazos de prescripción suelen ser más prolongados que los de
caducidad;
f)la caducidad puede ser declarada de oficio. No así la prescripción.
g) Estas diferencias aún pueden complementarse sosteniendo que la
prescripción extingue directamente la acción y sólo indirectamente el derecho,
7
Martinez “Derecho Tributario Argentino”, Tucumán, 1956 p.180; íd Jarach “La renuncia a la prescripción en curso”, J.A. 1947 –
III-71.
8
Arts. 3947 y 3951
9
10/05/1968, E.D. 22-426 y ss.
mientras que la caducidad extingue inmediata y definitivamente el derecho, que
no sobrevive ni como obligación natural 10.
De los conceptos previamente expuestos se abre un abanico de tópicos
de significativa relevancia, que nos llevarían a abordar el estudio del instituto
aplicado a la obligación tributaria principal, y sus efectos sobre las obligaciones
auxiliares, los deberes formales y las potestades administrativas; los supuestos
en que ésta pudiera operar en forma autónoma respecto de las obligaciones
auxiliares; su relación con las obligaciones extratributarias; su vinculación con
las obligaciones de devolución; los supuestos de caducidad; o su aplicación en
materia infraccional y sancionatoria, entre otros, que sin duda deberán ser
tenidos en consideración frente a cada caso concreto, pero cuyo tratamiento
pormenorizado excedería los objetivos del presente trabajo.
Frente a tal limitación, resumiremos nuestra posición haciendo propias las
palabras de Ramón Falcón y Tella cuando afirma que “no existe en puridad una
prescripción tributaria, sino múltiples supuestos en que la prescripción puede
entrar en juego en relación con determinados vínculos de naturaleza
obligacional derivados del tributo, todo ello sin perjuicio de que, por economía
del lenguaje, se aluda abreviadamente a esa diversidad de supuestos con la
mencionada expresión”.
10
Alconada Aramburú “Código de Comercio anotado”, Depalma 1968 To.I pág. 553
11
según la modificación legislativa recientemente dictada.
12
artículo 57 ley 11683
hecho u omisión punible 13, iniciándose el término de la prescripción para
hacerlas efectivas desde la fecha de notificación de la resolución firme que la
imponga 14.
Adicionalmente el cuerpo legal sub-exámen -al igual que la totalidad de
los códigos fiscales de las diversas jurisdicciones provinciales- regula con
meridiana claridad los diversos supuestos de suspensión e interrupción de la
prescripción. Y esto es así, y no podría ser de otra manera, en atención a que,
como apuntamos al reseñar la doctrina de autos “Provincia de Buenos Aires
c/Sociedad Bemberg” 15 siendo que la prescripción afecta toda clase de
derechos por ser una institución general, para que ella no proceda se
requiere de una norma expresa en tal sentido, resultando las causales de
suspensión e interrupción de interpretación restrictiva.
El artículo 65 alude a las causales de suspensión por un año el curso de
la prescripción de las acciones y poderes fiscales para exigir el pago intimado
desde la fecha de intimación administrativa de pago de tributos determinados,
cierta o presuntivamente, plazo que se prolongará hasta noventa días después
de notificada la sentencia del Tribunal Fiscal de la Nación cuando mediare
recurso de apelación ante dicho organismo. Cabe aclarar que la intimación de
pago efectuada al deudor principal, suspende la prescripción de las acciones y
poderes del Fisco para determinar el impuesto y exigir su pago respecto de los
responsables solidarios.
Por su parte, en el caso de sanciones, la suspensión procederá desde la
fecha de la resolución condenatoria por la que se aplique multa con respecto a
la acción penal, plazo que también se ampliará de ser ésta recurrida ante el
Tribunal Fiscal de la Nación, recomenzando noventa días después de
notificada la sentencia del mismo.
Asimismo, se suspenderá mientras dure el procedimiento en sede
administrativa, contencioso-administrativa y/o judicial, y desde la notificación de
la vista en el caso de determinación prevista en el artículo 17, cuando se haya
dispuesto la aplicación de las normas del Capítulo XIII. La suspensión
alcanzará a los períodos no prescriptos a la fecha de la vista referida.
18
Confr. Sainz de Bujnda; Malinverni; Cobo del Rosal; Rodríguez Mourullo; Perez
Royo; Gonzalez Perez; Pont Mestres; Codes Anguita; Pradel Alfaro; Merino Jara;
Fernandez Paves; entre muchos otros cit. Por Falcón y Tella, ob.cit. Pág 257 nota 4
19
Rodríguez Ramos “Prescripción del delito y derechos fundamentales”La Ley año IX
núm 1940, pág. 2 cit por Falcón y Tellla, ob.cit pág 262 nota 10
20
extremo regulado con meridiana claridad por la ley 11683, cuando al establecer en el
artículo 67 las causales de interrupción de la prescripción -entre las que incluye la
renuncia al término corrido de la misma- sólo refiere a las acciones y poderes del Fisco
para determinar y exigir el pago del impuesto.
Sin perjuicio del análisis que en particular se realizará en el título
respectivo, en que se abordan las regulaciones sobre concursos y quiebras
integradas en las legislaciones tributarias de las diversas jurisdicciones
provinciales, merece una mención genérica la limitante que, en materia de
prescripción, ha sido resuelta por la Corte Suprema de Justicia de la Nación 21,
doctrina recogida por la propia del fuero en “in-re” “Puigmarti Y Cía. SACIF
S/Quiebra S/Incidente De Revisión por Fiscalía de Estado de la Provincia de
Buenos Aires” 22 entre muchos otros pronunciamientos, recientemente
confirmada en impecable pronunciamiento dictado en autos “Filcrosa S.A. s/
quiebra s/incidente de verificación de Municipalidad de Avellaneda" 23, en
atención a la cual, se afirmó con relación a los créditos fiscales de orden
provincial, la aplicación de la normativa nacional en materia de prescripción.
Para así resolver se expuso que la regulación de los aspectos
sustanciales de las relaciones entre acreedores y deudores corresponde a la
legislación nacional. Consecuentemente, no cabe a las Provincias dictar leyes
incompatibles con lo que los Códigos de fondo establecen al respecto, ya que,
al haber delegado en la Nación la facultad de dictarlos, han debido admitir la
prevalencia de las leyes del Congreso y la necesaria limitación de no dictar
normas que la contradigan, salvo en los casos de ausencia de disposiciones
aplicables a obligaciones análogas en la legislación nacional y sin contradicción
con ésta 24.
En consecuencia se resolvió que “dado que la prescripción es una materia
reglada por el Código Civil, las leyes provinciales no pueden modificar las
disposiciones dictadas por el legislador nacional sobre prescripción sin violar lo
dispuesto en los artículos 75, inciso 12), y 126 de la Constitución Nacional”.
En síntesis, ante el supuesto de existir regulaciones en el orden provincial
o municipal que en materia de prescripción de tributos establecieran plazos
superiores a los cinco años, el mismo resultaría incompatible debiendo
prevalecer el quinquenal contenido en la ley 11683.
28
Antecedentes parlamentarios, Año 1995 Nº 7, La Ley, pág 219 Parágrafo 177
29
Martinez de Petrazzini
30
Conil Paz, Albet “Verificación tardía y su caducidad” LL 9/11/94 quien propinaba abolir las verificaciones morosas y consagras
su consiguiente caducidad. Justificaba esa posición en virtud que a todo acreedor, como al deudor, le corresponde cumplir
exactamente con sus obligaciones. Para ello, el proceso concursal cuenta conformas publicitarias. Además, por su carácter universal
se afecta a acreedores, deudor, empresa, terceros interesados y a la economía en general.
31
Rouillón Adolfo “Régimen de Concursos y Quiebras Ley 24522” 8ª ed. Pág 91/93 Ed Astrea.
32
CNACA Sala I 7/12/99
Algunos tratadistas del ámbito tributario, han defendido la primacía de la
prescripción prevista en la ley 11683 por sobre la estatuida en la ley 24522. Tal
el caso de Marina Lamagrande 33 quien, tras afirmar que las normas
concursales generan inequitativas y graves consecuencias sobre los créditos
fiscales, postula que, por aplicación del principio de autonomía del derecho
tributario, y siendo la 11683 una norma de naturaleza federal, debe darse
preeminencia a la ley ritual tributaria. Concluye que “la especificidad del
derecho tributario nacional debe prevalecer sobre la especificidad del régimen
concursal”
En similar criterio, Camila Navarrine 34 en abierta crítica al fallo Zanella
comentado sostiene que a la prescripción abreviada concursal, debía
aplicársele el criterio restrictivo respecto de las prescripciones abreviadas de
carácter convencional, y sugiere que el crédito “determinado” después de la
presentación en concurso sería una acreencia posconcursal, con lo cual su
titular podría accionar libremente contra el deudor.
Opiniones que, dejamos categóricamente sentado, no compartimos por
los fundamentos que expondrán seguidamente.
45
Parrilla Emilia SA. s/Concurso Preventivo s/incidente de verificación y pronto pago por Mohr, Gerardo L. Y otro - C.N.COM. -
SALA A - 27/6/2000
base en el principio de la seguridad jurídica, que impone la no aplicación
retroactiva de un plazo legal cuya aplicación determina el fenecimiento de un
derecho. Además, se sostuvo, debe tenerse presente que la interpretación de
la prescripción debe ser restrictiva y, en caso de duda, ha de estarse a la
solución más favorable a la subsistencia del derecho y por el plazo más
dilatado 46.
No obstante la claridad de los citados precedentes, en confuso
pronunciamiento se afirmó, a nuestro juicio sin fundamento jurídico alguno,
que si se trata de tributos anteriores a la ley 24522, resulta improcedente que el
concursado postule que la pretensión verificatoria tardía del Fisco, se hallaría
prescripta por aplicación del artículo 56, cuando los tributos cuyo
reconocimiento se pretende, datan de fecha anterior a la vigencia de la
mentada ley. Para así resolver se sostuvo que su aplicación importaría someter
al accionante a un régimen más riguroso que el que regía en la época en que
se devengaron los tributos 47.
No compartimos el fundamento esbozado. Pues el momento de
devengamiento de la obligación tributaria sólo tiene relevancia en cuanto a la
vigencia de las acciones y poderes del fisco para determinar y exigir la materia
imponible presupuesto necesario para conformar el quántum de la pretensión
fiscal. Así, el pedido de verificación podrá integrar las deudas tributarias
devengadas con anterioridad al concurso preventivo correspondientes a “todos
los períodos no prescriptos”. Y para su valoración deberán aplicarse las
regulaciones relativas a la prescripción tributaria analizada en el Capítulo 2 del
presente Título. Desde allí, y sólo desde allí, resultará aplicable la regulación de
la prescripción concursal, cuyo alcance es ciertamente diferente. El artículo 56
LCQ se encarga de regular, no ya los períodos que serán objeto de la
pretensión fiscal, sino el plazo con que cuenta el fisco para insinuar esa
pretensión en el concurso por vía incidental tardía.
Resumiendo, podríamos distinguir el alcance de ambas figuras diciendo:
a) la Prescripción tributaria permite circunscribir el objeto de la
pretensión verificatoria (períodos no prescriptos);
b) la Prescripción concursal pone un límite temporal de dos años desde
la presentación en concurso, para articular la pretensión aludida por vía
incidental.
Veámoslo con un ejemplo. Suponiendo que una Sociedad Anónima
debidamente inscripta ante la AFIP hubiera presentado su concurso preventivo
el día 15 de octubre del año 2002, y que adeudara los saldos correspondientes al
Impuesto a las Ganancias desde el año 1993, podrá articular su demanda verificatoria
las obligaciones devengadas por causa o título anterior a aquella fecha. Esto es, podrá
insinuar los créditos originados en los períodos que a la fecha de presentación no se
encontraran prescriptos. Esto es: podrá solicitar verificación de sus créditos por los
períodos 1996 a 2001, como se detalla seguidamente:
Inicio Fin
Período Vencimient prescripció Prescripció
Fiscal o DDJJ n n
1993 10/05/1994 01/01/1995 01/01/2000
46
A.P.S. s/Concurso s/incidente por AIM. - CNCom. - SALA C - 4/2/1998 íd. Benesdra, Alberto Luis s/Concurso preventivo
s/incidente de verificación por Catcher SRL - CNCom. - SALA A - 28/6/1999; íd Madlin SCA s/Concurso preventivo - CNCom. -
SALA B - 16/7/1999, entre muchos otros.
47
Italpapelera SA S/Concurso Preventivo S/Incidente De Verificación por Fisco Nacional (D.G.I.) - C.N.COM. - SALA D -
9/4/2001
1994 10/05/1995 01/01/1996 01/01/2001
1995 10/05/1996 01/01/1997 01/01/2002
1996 10/05/1997 01/01/1998 01/01/2003
1997 10/05/1998 01/01/1999 01/01/2004
1998 10/05/1999 01/01/2000 01/01/2005
1999 10/05/2000 01/01/2001 01/01/2006
2000 10/05/2001 01/01/2002 01/01/2007
2001 10/05/2002 01/01/2003 01/01/2008
En esta instancia resulta aplicable la prescripción tributaria, razón por la
cual podrá articular su pretensión integrando todas las deudas no prescriptas
hasta esa fecha, operando la presentación del pedido de verificación articulada
en los términos del artículo 32 LCQ como interruptiva de la prescripción. Ello en
punto a que dicha norma en su segundo párrafo ordena que “el pedido de
verificación produce los efectos de la demanda judicial, interrumpe la
prescripción e impide la caducidad del derecho y de la instancia.”
En el supuesto que el fisco no cumpliere con la carga de solicitar su
verificación en tiempo oportuno, cobrará relevancia lo dispuesto por el artículo
56 LCQ, debiendo hacer valer su pretensión por vía incidental dentro de los dos
años de la presentación en concurso: en nuestro caso hasta el 14 de octubre
de 2004.
Ahora bien, como el único acto que interrumpe la prescripción del derecho
creditorio cuya verificación se pretende es la articulación del pedido de
verificación ante el síndico en tiempo oportuno (esto es, la insinuación
tempestiva conforme el artículo 32 LCQ), los términos de la prescripción
impositiva (propia del crédito cuyo reconocimiento se pretende) siguen
corriendo.
Por lo tanto, si el fisco demandara por incidente de verificación tardía el 20
de noviembre de 2003, debería desechar de su pretensión el período fiscal
1996, resultando procedente los comprendidos entre 1997 y 2001. Y ello se
impone por aplicación de las comentadas disposiciones aplicables a la materia
tributaria contenidas en la ley 11683 (remitimos al Capítulo 2 de este titulo).
Clarificado este punto debemos preguntarnos hasta cuándo podrá el fisco
iniciar el incidente de verificación tardía?. Y es en este punto y no antes cuando
adquiere relevancia el artículo 56 LCQ en estudio. El fisco podrá peticionar por
vía incidental hasta el 14 de octubre de 2004, integrando en su petición todos
los tributos no prescriptos a esa fecha, que fueren de causa o título anterior. En
nuestro ejemplo, períodos 1998 a 2001.
De lo expuesto se colige la diametral diferencia entre la aplicación del
instituto de la prescripción regulado en ambos ordenamientos. La tributaria,
enderezada a establecer el “objeto” de la pretensión del fisco. La concursal,
destinada a regular el plazo en que puede ser articulado el derecho a su
reconocimiento e integración en la masa pasiva.
48
Provincia de Buenos Aires c/Sociedad Bemberg -Cámara Civil Sala A del 10/05/1968, E.D. 22-426 y ss.
49
Ferrario “Estructura de la insinuación de acreedores” ED 100-1013, Fusaro “Concursos” p- 107, cit por Galindez ob.cit. pág. 155
50
Confr. CNCom Sala B in re “Plasbastos SRL 5/10/89, íd, Sala C “Celtrac SA” 21/8/90, ibíd, Dasa D “Pesquera del Sur” 2/10/90
entre muchos otros
51
para el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jurisdicción que en la mayor de las veces se presenta por incidente de
verificación tardía
52
“Garrote Manuel Angel s/Concurso s/incidente verificación por Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires” Cámara Comercial
27/4/99
53
Sebastian Maronese E Hijos S.A. S/Concurso Preventivo S/Incidente De Verificación por Superintendencia De Riesgos Del
Trabajo - C.N.COM. - SALA D - 19/6/2001
peticionante. A similar conclusión se llegó frente a actuaciones realizadas en
instancia civil 54.
También se sostuvo en otro precedente, que si bien la finalidad del
instituto de la prescripción previsto en el artículo 56 de la ley concursal es
cristalizar el pasivo, ello no impone necesariamente obviar la existencia de
causales de suspensión o interrupción de la prescripción, aun cuando no
aparezcan exteriorizadas en la norma ritual en estudio, en tanto la ley concursal
no prescinde totalmente de las disposiciones de otros ordenamientos, pudiendo
recurrirse a ellos para resolver la cuestión. Con tal fundamento se revocó una
resolución que admitió la excepción de prescripción opuesta por el concursado,
toda vez que las actuaciones desplegadas por el fisco en su calidad de
incidentista -determinación de la deuda impaga por ingresos brutos y multas-
se verificaron con participación del deudor y antes del vencimiento del plazo del
artículo 56 de la ley concursal, por lo que exhibieron carácter interruptivo de la
prescripción en los términos del artículo 3986, del Código Civil 55
A similares conclusiones se arribó en materia de reclamo laboral tras
afirmarse que “la excepción de prescripción opuesta por la concursada y por el
síndico con fundamento en el artículo 56 de la ley 24522, no procede cuando
se efectuaron actos interruptivos idóneos, como por ejemplo las gestiones
efectuadas por el acreedor ante un Tribunal Laboral en procura del cobro del
crédito contra el deudor, computándose al efecto el plazo de 2 años desde el
ingreso del expediente laboral al juzgado del concurso hasta el inicio del
incidente de verificación” 56.
Complementariamente se dio el carácter de causal de interrupción de la
prescripción a la denuncia de la deudora en su pedido de concurso. En
esta inteligencia se sostuvo que “La denuncia sobre la existencia de un crédito,
efectuada por el deudor al momento de su petición de concurso preventivo,
interrumpe el curso de la prescripción, dado que ello importa un reconocimiento
de la obligación con efecto interruptivo, conforme al artículo 3839 del Código
Civil, sin que pueda admitirse el argumento de que no se trató de un
reconocimiento sino sólo del cumplimiento de una obligación legal.” 57.
Aún de aceptarse la validez de tal hipótesis, entendemos que ello en nada
obsta a la interpretación que hemos dado a la prescripción abreviada. Ello en
punto a que, aún en el caso de considerar procedente la causal apuntada,
interrumpida la prescripción sobre el crédito cuya verificación se pretende por el
reconocimiento efectuado en oportunidad de presentarse el deudor en
concurso preventivo, ello en nada obsta a la consolidación de la prescripción
del artículo 56 LCQ, la que se producirá a los dos años de presentado el
concurso. Y esto es así pues en el caso en estudio todo acto de eventual
interrupción habrá desplegado sus efectos sobre el plazo de prescripción
originario del crédito cuyo reconocimiento se pretende y no de la específica
regulación de su abreviación por imperio del ordenamiento concursal. Esto es,
el término de dos años siempre será el máximo procedente, correspondiendo la
aplicación de uno menor cuando esto resultare de las especiales calidades del
54
Greyton S.A. S/Concurso Preventivo S/Incidente De Verificacion Promovida Por Sanchez, Eduardo Roque - C.N.COM. - SALA
B - 15/10/2001
55
Naviera Sur Petrolera S.A. S/Concurso Preventivo S/Incidente de Verificacion Por DGR de la Provincia de Tierra Del Fuego -
C.N.COM. - SALA B - 24/5/2001
56
del dictamen fiscal PORVENIR SA s/CONCURSO PREVENTIVO s/INCIDENTE DE VERIFICACIÓN PROMOVIDO POR
GUILLEN, AMÉRICO MARTÍN - CNCOM. - SALA D - 30/4/2002
57
Piragua S.A. S/Concurso Preventivo S/Incidente de Verificación Tardía por General Electric Plastics - C.N.COM. - SALA B -
9/11/2001
crédito, siendo este último, y sólo éste, el que eventualmente habrá quedado
extendido hasta el genérico mencionado.
Y aún más lejos se llegó impulsando esta suerte de creación pretoriana de
causales de suspensión de la prescripción, al darle tal carácter a la intimación
realizada por Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respecto del crédito cuya
exigibilidad es cuestionada en los términos fluyentes de cierta acta de una
actuación administrativa, resolviendo que esa intimación se encuadra en el
aludido artículo 3986 del Código Civil. Y agregó que "no empece lo expuesto,
que al tiempo de la mentada intimación extrajudicial la contribuyente se hallase
concursada e inhabilitada -por ende- para efectuar el pago de los impuestos
pendientes, pues de todos modos, operaría en favor del acreedor la dispensa
del plazo de la prescripción hipotéticamente cumplida, en los términos previstos
en el Código Civil, artículo 3980, durante la subsistencia de la imposibilidad
jurídica de pagar” 58.
Nada más alejado de las finalidades perseguidas con la incorporación de
la figura del artículo 56 LCQ. Y nada más extraño al contenido propio del
artículo 3980 CC en que se fundamente la resolución. Ello en punto a que
dicha norma refiere a las dificultades o imposibilidad de hecho que impidieren
temporalmente el ejercicio de una acción. Y en el caso comentado el
impedimento legal para pagar el monto intimado no compete al acreedor sino al
deudor. El acreedor no está impedido, sino que debe articular su pretensión por
la vía del juicio universal; esto es, insinuándose al pasivo como todos los
acreedores.
Por ello, considerar válido el fondo de dicho pronunciamiento importaría
en los hechos la abolición lisa y llana del instituto de la prescripción concursal
por vía jurisprudencial, debiendo dicho pronunciamiento ser invalidado con
fundamento en la doctrina de la arbitrariedad.
58
Top Brands International S.A. S/Quiebra S/Incidente De Verificacion Por El Gobierno De La Ciudad De Buenos Aires -
C.N.Com. - SALA D - 22/5/2000
59
Ferrario “Estructura de la insinuación de acreedores” ED 100-1013, Fusaro “Concursos” p- 107, cit por Galindez ob.cit. pág. 155
60
Confr. CNCom Sala B in re “Plasbastos SRL 5/10/89, íd, Sala C “Celtrac SA” 21/8/90, ibíd, Dasa D “Pesquera del Sur” 2/10/90
entre muchos otros
para interrumpir su curso 61. Y si así no lo hiciere, cualquier pretensión
posterior, luego de operada la prescripción abreviada, devendría abstracta.
A más de ello, la Corte Suprema de Justicia de la Nación recuerda en los
autos “Filcrosa S.A. s/ quiebra s/incidente de verificación de Municipalidad de
Avellaneda” precitados, con fundamentos en anteriores pronunciamientos 62,
que “esta Corte ha juzgado de antaño que las actuaciones administrativas
no suspenden ni interrumpen la prescripción; y ello aunque se trate de las
que debieron preceder a la demanda judicial (Fallos: 173:289; 182:360;
187:216; 189:256; 224:39; 277:373)".
61
Rouillón Adolfo “Régimen de Concursos y Quiebras Ley 24522” 8ª ed. Pág 91/93 Ed Astrea, Oscar Galíndez “Verificación de
Créditos” 2ª ed. Pág 151/159 Ed Astrea, Considerando 10 de la sentencia en autos “Zanella San Luis SAIC” CNACA Sala I 7/12/99
62
Fallos: 293:427 (cons. 3º)
63
Considerando 11 de la sentencia en autos “Zanella San Luis SAIC” CNACA Sala I 7/12/99
a. Introducción
En el capítulo precedente afirmamos que, siendo que la prescripción
afecta toda clase de derechos por ser una institución general, en atención a la
doctrina de autos “Provincia de Buenos Aires c/Sociedad Bemberg” 64 para que
ella no proceda se requiere de una norma expresa en tal sentido,
resultando las causales de suspensión e interrupción de interpretación
restrictiva.
No obstante no haber sido contemplada causal alguna de suspensión o
interrupción de la prescripción bienal del artículo 56 LCQ por el órgano
legislativo (único competente para su dictado), ese irrefrenable impulso de
ciertos magistrados por proteger el derecho creditorio del acreedor, aún cuando
éste resultare remiso o negligente, ha dado lugar al dictado de algunos
precedentes jurisprudenciales que han habilitado el reconocimiento de créditos
fiscales luego de fenecido dicho término. Tanto que no ha escapado del debate
la idoneidad de la sustanciación de procedimientos administrativos para
producir tales efectos.
Así se ha argumentado que por imperio del apartado 9º in fine del artículo
1º de la ley de procedimientos administrativos 19549 “las actuaciones
practicadas con intervención de órgano competente producirán la suspensión
de plazos legales y reglamentarios, inclusive los relativos a la prescripción”.
Sobre el particular debe advertirse que es cierto que la interrupción de la
prescripción que genera la interposición de la demanda de verificación del
artículo 32 LCQ, no refiere a la modalidad de la opción de prosecución ante el
juez del concurso del proceso de conocimiento atraído (art. 21 inciso 1), en el
que aquella ya operó con la interposición de la demanda respectiva (art. 3986
CC). Pero creemos que el efecto interruptivo de la interposición de la demanda
original, solo refiere a aquellos supuestos en que opera el fuero de atracción.
Esta cuestión nos conduce a debatir si dicho precepto es aplicable a la
cuestión tributaria y previsional que pudiere sustanciarse en la esfera
administrativa. Y más específicamente cuando se ventilara una controversia en
la los llamados “tribunales administrativos”.
Para ello deberemos abordar el alcance del “fuero de atracción” por su
íntima relación con esta problemática, y su eventual extensión hacia
procedimientos tales como los regulados en la ley ritual tributaria, que prima-
facie escaparían al concepto de juicio en su sentido técnico-jurídico. Tanto más
cuando en palabras de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las normas
de la Ley de Concursos son de orden público, en particular aquellas referidas a
la asignación de la competencia; y consecuentemente, solo en aquellos
supuestos contemplados por la ley, correspondería el desplazamiento de la
competencia del juez que debe entender en el concurso 65.
b. Sobre el Fuero de atracción
El artículo 21 LCQ regula dentro de los efectos de la apertura del
concurso preventivo, “la radicación ante el juez del concurso de todos los
juicios de contenido patrimonial contra el concursado”.
Luego establece que “el actor podrá optar por pretender verificar su
crédito conforme a lo dispuesto en los arts. 32 y concs., o por continuar el
trámite de los procesos de conocimiento hasta el dictado de la sentencia, lo
64
Cámara Civil Sala A del 10/05/1968, E.D. 22-426 y ss.
65
Corte Sup., 17/03/1992, - Savico SA. v. Tietar SACIF. Y A. s/ ordinario.
que estará a cargo del juez del concurso, valiendo la misma, en su caso
como pronunciamiento verificatorio” (los resaltados nos pertenecen).
Complementariamente el punto 3 del artículo citado prohíbe “deducir
nuevas acciones de contenido patrimonial contra el concursado por causa o
título anterior a la presentación”. En otros términos, dispone como principios
liminares:
a.- la suspensión de los juicios de contenido patrimonial ya iniciados,
b.- la radicación de ellos ante el tribunal del concurso y
c.- la prohibición de deducir nuevas acciones de contenido patrimonial.
Como la competencia exclusiva para la verificación de créditos incumbe al
juez del concurso, ello importa el desplazamiento de la autoridad judicial ante la
cual pende el proceso, que deberá declarar de oficio la suspensión del trámite,
salvo en los supuesto de estarse ante juicios de expropiación o aquellos que se
funden en relaciones de familia (únicas excepciones a este principio,
taxativamente legisladas en el punto segundo del citado artículo 21).
¿Verificación tempestiva o continuación del trámite? : una opción
mutuamente excluyente
Dijimos que la disposición legal en estudio regula dos opciones
mutuamente excluyentes:
a) “… pretender verificar su crédito conforme a lo dispuesto en los
arts. 32 y concs….”, o
b) “… continuar el trámite de los procesos de conocimiento hasta el
dictado de la sentencia, lo que estará a cargo del juez del concurso, valiendo la
misma, en su caso como pronunciamiento verificatorio”
Cuadra entonces preguntarse: ¿qué pasaría si el pretenso acreedor, en
tanto actor en un proceso abierto contra el deudor ejerciere la primera opción
contemplada en el citado artículo 21 y se insinuare al pasivo en oportunidad del
artículo 32 sin contar aún con sentencia firme decidiera ?.
Como sostuvimos en el Título II de esta obra, en esta etapa de verificación
tempestiva deben conjugarse los principios de “celeridad del trámite” que
requiere el concurso para una pronta solución al estado de cesación de pagos,
y el propio de raigambre constitucional del “debido proceso adjetivo”,
materializado por el derecho a ser oído, a ofrecer y producir prueba y a una
decisión fundada, propio de un proceso de pleno conocimiento.
Por ello es que la instancia del artículo 32 –no obstante las marcadas
diferencias doctrinarias en torno a su naturaleza jurídica- constituye un proceso
contradictorio atenuado que se traduce en una etapa informativa e instructoria,
de conocimiento abreviado, realizada en la esfera del Síndico, a quien compete
dictaminar y aconsejar sobre la legitimidad de la causa monto y privilegio
invocado en la insinuación fiscal. Y es de presumir que dicho funcionario
concursal razonablemente habrá de desaconsejar la verificación ya que, no
contando con un decisorio firme, carecerá de un título hábil que acredite la
legitimidad del crédito al declararlo líquido y exigible 66.
Y en función del dictamen del síndico y las constancias obrantes en autos,
en esta etapa el juez deberá resolver. Y lo hará con los elementos de juicio con
que cuente –muchas veces insuficientes- pues la finalidad es la de saber
quienes habrán de pronunciarse sobre la propuesta concordatoria con
celeridad, resultando imposible el sometimiento de los pedidos a un trámite
extenso.
66
En similar criterio Rivera Julio “Instituciones de Derecho Concursal” pág 234
Pero con la sentencia del artículo 36 LCQ la conformación del pasivo no
queda finiquitada, pues la resolución así dictada será susceptible de revisión en
una etapa siguiente, desarrollada íntegramente ante el magistrado, de pleno
conocimiento, con amplias posibilidades de debate y prueba, claramente
contenciosa y por tanto dispositiva, dada por el incidente de revisión 67, que
habrá de plantearse dentro de los veinte días siguientes a la fecha de la
sentencia de verificación 68, y que ahora sí deberá tenerse como todo un
proceso, que comienza con una demanda judicial, en la que habrá de
garantizarse el derecho a ser oído, a ofrecer y producir prueba, y finalizará con
una decisión fundada al dictarse la respectiva sentencia 69.
En otros términos, el acreedor deberá intentar su reconocimiento por
vía del incidente de revisión del artículo 37, en el cual se habrá de
reproducir el proceso de conocimiento pleno suspendido.
Es por esta razón, para evitar el absurdo de obligar al acreedor a
insinuarse tempestivamente al pasivo con la casi certeza de que su crédito será
rechazado, que la ley ha instituido el régimen opcional a través del cual aquel
acreedor, (y sólo aquel), elegirá el camino que estime más idóneo, disponiendo
a su arbitrio:
a.- consentir la suspensión y acudir a la verificación conforme al
procedimiento del artículo 32 y concordantes (con los efectos que apuntamos);
b.- continuar el trámite del proceso de conocimiento por vía incidental 70
ante el juez del concurso.
En este último caso, la sentencia que oportunamente dicte el magistrado
concursal (quien habrá ordenado las medidas pertinentes para adecuar el
proceso al nuevo trámite según el avance que presente 71) una vez firme,
importará resolución verificatoria del crédito. Y será en este caso en que resulte
operativo el instituto en estudio.
c. El por qué de su regulación
En materia concursal, atento el carácter universal de este tipo de
procesos, se ha establecido el fuero de atracción propendiendo a que se
concentren ante el mismo Tribunal, y dándole intervención a un único juez,
todas las cuestiones atinentes a un patrimonio que, llegado el caso, se ha de
recaudar, liquidar y transmitir bajo una misma dirección.
Tal concentración busca mantener la igualdad de los acreedores, la
integridad patrimonial y la economía judicial, logrando así mayor celeridad y
seguridad en la administración de justicia. Pues esta paralización de los juicios
singulares evita la injusticia de que “algunos acreedores, mediante la ejecución
individual, y aprovechando la condición de sus respectivos créditos, se
colocaran en situación ventajosa respecto de los demás, o gravaran el pasivo
con gastos innecesarios” 72.
67
Raspall, Miguel ob.cit. pág 27 y sstes.
68
artículo 37 segundo párrafo
69
Confr. Maffía, ob.cit.
70
arts 280 y cdtes. LCQ
71
Ciertos antecedentes admitieron la continuación de los juicios de conocimiento y se aceptó que el juez dictase medidas de
adecuación CNCom Sala A 20/4/88 “Gualdoni c/Patria Cía Arg. De Seguros”; también en los procesos con sentencia de primera
instancia apelada, se resolvió en muchos pronunciamientos que la sentencuia de Cámara debía ser dictada por el Tribunal de alzada
correspondiente a aquel que dictó el pronunciamiento apelado, por lo que el juicio en este estado importaba una excepción de la
atracción v.g. CNCom Sala C 10/3/86 “Rangua SA”; íd Sala E 6/8/87 “Platagoma SRL c/Frigorífico Santa Troda”; íd. 19/12/89
“Diners Club Arg. c/Juez”
72
Castillo, La quiebra en el derecho argentino Tº I pág 133 nº 161
Tal instituto no sólo se funda en razones de conveniencia práctica, sino
también en el interés general de la justicia, que aconseja ese desplazamiento
de la competencia. De allí que sea considerado un instituto de “orden público” y
su vigencia resulte declarable de oficio. 73
Pero debe tenerse presente que su aplicación de ningún modo
conlleva a la extinción del proceso atraído; por el contrario, sólo constituye
un obstáculo a su prosecución en pendencia del concurso o la quiebra.
Consecuentemente, si el proceso no prosperara, podrá entonces proseguir el
juicio contra el deudor.
Ello, claro está, en tanto no hubiere peticionado verificación de crédito,
ejerciendo la opción apuntada supra. Pues en tal caso “si se insinuó al pasivo,
quedó sometido al trámite de verificación concursal, lo que lleva a la extinción
del juicio anterior. Es decir, la solicitud de insinuación, sustrae
definitivamente la cuestión al juez ordinario” 74.
73
Martínez, Antonio Nicomedes c/ Sucesión Vicente Ovidio Garciulo 08-04-98
74
Ferrara, citado por Maffía Osvaldo en “Verificación de Créditos” 4ª edición, Depalma pág 235
75
C. Nac. Civ. y Com. Fed., sala 2ª, 26/11/1998, - DGI v. COMPAÑÍA ARGENTINA DE CONSTRUCCIONES S.A.
S/EJECUCIÓN FISCAL. CAUSA 40159/95.; ídC. Nac. Civ. y Com. Fed., sala 2ª, 26/08/1997, - EDENOR S.A. v. SALVIA
SAMICA S/EJECUCIÓN FISCAL. CAUSA Nº 53145/95
Y también referimos a la opción mutuamente excluyente con que cuenta el
acreedor que, en tanto titular de un juicio de conocimiento de contenido
patrimonial contra el deudor, prefiriera la continuación del mismo en sede
concursal, por imperio del fuero de atracción, supuesto en el cual, a su turno, la
sentencia que se dicte en el incidente respectivo valdrá como decisión judicial
de verificación de crédito en el concurso.
Sin duda el primer caso será procedente, cuando la pretensión fiscal se
funde en deudas por tributos surgidos de declaraciones juradas presentadas
espontáneamente por el contribuyente. Lo propio ocurrirá cuando se estuviere
ante el cobro de gravámenes liquidados como consecuencia de una
determinación de oficio que se encuentre firme, o sobre multas ejecutoriadas.
Pues en todos estos casos, el fisco concurrirá al concurso con el título de
deuda pertinente. Idéntico será el supuesto de determinación oficiosa no firme,
en la que el fisco renunciara al trámite administrativo, y se sometiera
voluntariamente al decisorio del juez concursal al insinuarse al pasivo en forma
tempestiva.
Pero el problema se plantea cuando la determinación de oficio hubiere
sido objeto de recurso, sea que, tratándose de impuestos se hubiere
interpuesto Recurso Reconsideración o de Apelación ante el Tribunal Fiscal de
la Nación; sea que se estuviere en instancia de apelación limitada ante el fuero
federal. O bien cuando tratándose de recursos de la Seguridad Social, se
hubiere planteado la Impugnación ante el fisco en cualquiera de sus dos
instancias 76 o se encontrare apelada la resolución administrativa ante la
Cámara Federal de la Seguridad Social 77.
En cualquiera de estas hipótesis se nos plantean una serie de
interrogantes en torno a la extensión del instituto del “fuero de atracción” a la
materia tributaria. Para ello deberán analizarse algunas cuestiones nada
pacíficas que podrían sintetizarse con las siguientes preguntas: ¿qué alcance
debe darse al término “juicio” del artículo 21 inciso 1 de la ley 24522?; ¿dicho
precepto resulta abarcativo de los recursos sustanciados en la esfera misma de
la administración?; ¿qué alcance debe darse a los procesos dirimidos en la
órbita de los llamados “tribunales administrativos” (v.g. Tribunal Fiscal de la
Nación)?; ¿qué debe entenderse por el término “actor” en la inteligencia de que
el concepto refiere a juicios de contenido patrimonial “contra el concursado”?
f. El concepto de “juicio”
En los títulos precedentes referimos al principio de la “par conditio
creditorum”, cuyo respeto requiere necesariamente de un único proceso, lo que
equivale a decir un único juez, ya que es impensable que la igualdad se
alcance en tantas actuaciones como acreedores tuviera el concursado.
La razón por la cual no es concebible iniciar o continuar procesos contra el
concursado, radica en que el interés público, que trasciende al concurso,
impone el monopolio de la resolución de la crisis, y por lo tanto la verificación
del pasivo en las formas reguladas por la ley 24522.
El ordenamiento concursal, por razones de su propio y específico
contenido, necesariamente ha tenido que apartarse de las pautas doctrinarias
propias de otras ramas del derecho. Es así como la expresión “juicios de
76
conforme RG (AFIP) 79/98
77
ello no obstante el requisito de pago previo, que de acudirse luego de la presentación en concurso preventivo resultaría de
imposible cumplimiento por imperio de ley, a más que una vez intentado operaría su atracción al juez del concurso, por
incompetencia.
contenido patrimonial” alude a todos los juicios que “tengan relación con bienes
o con contenido económico”. En otros términos, alude a aquellas acciones “que
requieran deudas o pretenden algún derecho sobre los bienes del deudor, o la
declaración de una deuda” 78.
Siguiendo a Richard, Maldonado y Alvarez 79, respecto al trámite en sede
administrativa, pese a los vocablos utilizados en los artículos 22 y 136 de la ley
concursal, el artículo 11 inc. 5 del mismo cuerpo normativo, entendido como un
sistema, permite inferir que le es aplicable el instituto de la suspensión de los
procesos y atracción del concurso, siempre que no se trate de una mera
determinación de oficio, “sino en aquellos casos en que se encuentre
controvertida la determinación del impuesto en sede administrativa, con
participación del concursado (v.gr. un recurso de reconsideración)”.
En similar criterio, Quintana Ferreyra 80 afirma que el vocablo “juicio” tiene
un sentido amplio, al punto que la Corte ha interpretado que “no se advierte
motivo valedero para excluir del art. 22 (actual artículo 21 s/Ley 24522) las
contiendas tramitadas ante el Tribunal de Arbitraje General de la Bolsa de
Comercio de Buenos Aires, toda vez que aquellas deben considerarse
comprendidas en el concepto amplio de juicio, empleado en la disposición
legal, habida cuenta que los pronunciamientos de dicho tribunal tienen carácter
decisorio definitivo. Ello es además congruente con los fines y fundamentos
que inspiran la norma en cuestión, cuales son el carácter universal del juicio de
concurso preventivo, el principio de la pars conditio creditorum y sobradas
razones de economía procesal” 81.
En otro pronunciamiento dicho tribunal superior, al hacer referencia al
inciso 2 del artículo 22 de la ley 19551 que ordenaba la radicación ante el juez
del concurso de todos los juicios suspendidos categóricamente sostuvo que “la
misma jurisdicción judicial no importa exclusión de los procesos tramitados
ante tribunales ajenos al Poder Judicial, sino que se refiere a la competencia
territorial” 82 .
No obstante la contundencia de dichos pronunciamientos, la doctrina
jurisprudencial de la Cámara Comercial no ha sido conteste. Tal la oportunidad
en que sostuvo que “el fuero de atracción regulado en el artículo 21 de la ley
24522 no comprende a las actuaciones o procedimientos de índole
administrativa, máxime si se trata -como en la especie- de una resolución de la
Administración Federal de Ingresos Públicos, realizada en ejercicio del poder
de policía del Estado, asignado al Poder Ejecutivo por la Constitución Nacional,
que por la índole jerárquica de la relación que presupone resulta inasimilable a
las relaciones patrimoniales de carácter privado, mentadas en el artículo 21,
inciso 1), de la ley 24522”.83
78
Richard Efraín “Efectos de los concursos sobre las acciones contra el concursado” en Cuadernos de los institutos, Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales UNCórdoba 1975
79
“suspensión de acciones y fuero de atracción en los concursos” Astrea, pág 84
80
Concursos, Ed. Astrea, Tº I pág 275
81
CSJN 27/12/78 Fallos 300.1312 y LL 1979-B 470
82
CSJN 27/12/78 Fallos 300-1312 y LL 1979-B-470
83
JUGOS DEL SUR S.A. s/CONCURSO PREVENTIVO s/INCIDENTE DE APELACION ART. 250 - C.N.COM. - SALA A -
14/7/2000
reforzado en atención a las disposiciones del artículo 11 inciso 5 de la ley
24522, que ordena categóricamente que el deudor debe acompañar “detalle de
los procesos judiciales o administrativos de carácter patrimonial en
trámite…”, reproduciendo similar prescripción a la contenida en su antecesora
19551. En mérito a dicha información, el juez, sea de oficio o a pedido del
síndico, debe remitir las rogatorias necesarias para la suspensión de los
trámites 84.
Así, si bien dentro de nuestro régimen constitucional, la Administración no
debe tener potestades jurisdiccionales, en algunos casos el derecho positivo
refiere a la actividad jurisdiccional administrativa, debiendo por tanto reputarse
los procedimientos específicos en la materia en debate como “juicio de
contenido patrimonial” en el sentido que lo otorga al término el artículo 21 inciso
1 de la ley 24522.
Vale como ejemplo en el artículo 99 del decreto 1759/72 que reglamenta
la ley de 19.549 de procedimientos administrativos, cuando regula que
“Tratándose de actos producidos en ejercicio de una actividad jurisdiccional,
contra los cuales estén previstos recursos o acciones ante la Justicia o ante
órganos administrativos especiales con facultades también jurisdiccionales, el
deber del superior de controlar la juridicidad de tales actos se limitará a los
supuestos de mediar manifiesta arbitrariedad, grave error o gruesa violación de
derecho. No obstante, deberá abstenerse de intervenir y en su caso, de
resolver, cuando el administrado hubiere consentido el acto o promovido -por
deducción de aquellos recursos o acciones- la intervención de la Justicia o de
los órganos administrativos especiales...”
El reconocimiento de estas facultades a órganos administrativos es uno
de los aspectos que, en mayor grado, atribuyen fisonomía relativamente nueva
al principio atinente a la división de poderes. La Corte Suprema ha resuelto, en
numerosos fallos, que es compatible con la Ley Fundamental la creación de
órganos, procedimientos y jurisdicciones especiales -de índole administrativa-
destinados a hacer más efectiva y expedita la tutela de los intereses públicos,
habida cuenta de la creciente complejidad de las funciones asignadas a la
administración (v.g.entes reguladores de servicios privatizados).
Esa doctrina, tendiente a adecuar el principio de la división de poderes a
las necesidades vitales de la Argentina contemporánea y delinear el ámbito
razonable de la Constitución Nacional, se apoya, implícitamente, en la idea de
que ésta es una creación viva, capaz de regular previsoramente los intereses
de la comunidad en las progresivas etapas de su desarrollo. Tal la doctrina del
renombrado pronunciamiento de la Corte Suprema, dictado en autos
Fernandez Arias, Elena c/Poggio, Jose (sucesión) 85.
En efecto, a más que se niegue en el plano teórico la posibilidad de que
determinados entes u órganos administrativos ejerzan funciones
jurisdiccionales, lo cierto es que la realidad legislativa y jurisprudencial imponen
su reconocimiento y obliga a diferenciar el acto jurisdiccional de la
Administración del mero acto administrativo, cuyo régimen jurídico es
sustancialmente diferente 86.
Sentados estos preceptos, debemos entonces preguntarnos si el concepto
de fuero de atracción contemplado en el ordenamiento ritual concursal en
84
CNCom Sala C 6/6/74 ED 56-496
85
CSJN. - 19/9/60
86
Cassagne, Juan Carlos, “Derecho Administrativo” Tomo I Abeledo Perrot, pág 85 y sstes
estudio, involucra procesos contenciosos que tramitan en órganos dotados de
jurisdicción, pero que no por ello pasan a formar parte del poder judicial.
Compartimos sobre el punto lo sostenido por Manuel María Diez 87, en
torno a que no existe diferencia sustancial entre el acto administrativo y el
llamado acto jurisdiccional de la Administración; y si no hay tal diferencia en
cuanto a su régimen jurídico, el empleo de una palabra nueva “no importa crear
una categoría distinta del acto, por lo que el acto que dicta la Administración
actuando como parte y resolviendo una contienda con motivo de un recurso
interpuesto será un acto administrativo y no jurisdiccional”.
No obstante ello, no es desechable la postura esgrimida por quienes
sostienen que resultaría inviable la prosecución de todo trámite vinculado con
obligaciones tributarias por causa o título anterior al concurso en instancia
administrativa por incompetencia sobreviniente, debiendo instarse la
continuidad del proceso ante el juez del concurso.
Ello en punto a que, frente a una realidad que reconoce la posibilidad de
habilitar a órganos administrativos para el ejercicio de funciones
jurisdiccionales sin agraviar el principio de división de poderes, ha de
garantizarse el “control judicial suficiente”, entendido éste como: a) el
reconocimiento a los litigantes del derecho a interponer recursos ante los
jueces ordinarios; b) la negación a los tribunales administrativos de la potestad
de dictar resoluciones finales en cuanto a los hechos y al derecho
controvertidos con excepción de los supuestos en que, existiendo opción legal,
los interesados hubieren elegido la vía administrativa, privándose
voluntariamente de la judicial 88. Y esta revisión jurisdiccional se dirimirá
indubitablemente ante el juez del concurso.
Esto es, la resolución sobre la integración de sus pretensiones a la masa
pasiva recaería sobre el juez concursal. Y es doctrina de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, que “el caso contencioso administrativo se produce
cuando hay denegación de un derecho y requerimiento de ese derecho ante la
corte... por vía de juicio pleno”, agregando que las gestiones y recursos previos
a la instancia judicial, como los ventilados en la instancia administrativa, son
“equivalentes en realidad a las extrajudiciales hechas por los particulares antes
de someter sus controversias a los tribunales, no suponen prórroga de
jurisdicción, no importan juicio, ni la pérdida del derecho de acudir a la
autoridad competente para reclamar las reparaciones debidas” 89.
Por lo expuesto, concluimos que, aún en el caso de considerarse el
trámite administrativo ajeno a la “vis attractiva”, el juicio contencioso tributario
será tal, sólo cuando se sustancie ante un Tribunal de Justicia, y éste no podrá
ser otro que el del concurso, toda vez que por imperio legis la sentencia “estará
a cargo del juez del concurso”, siendo su competencia al efecto improrrogable.
h. Nuestra posición
Si bien ambas posiciones cuentan con acabados fundamentos, nos
inclinamos por el alcance más limitado del instituto, considerando que el juicio
contencioso tributario será tal, sólo cuando se sustancie ante un Tribunal de
Justicia. Caso contrario la resolución que se dicte no sale de la esfera de la
administración.
87
Manual de Derecho Administrativo Tomo 1º, Editorial Plus Ultra, pág 66
88
Fallos 247.646 y sstes, 249.715 t sstes., 255.124 y sstes
89
De Vedia Agustín “Derecho constitucional y administrativo” Ediciones Macchi , pág 534
En tal inteligencia, sólo los procesos que se sustancien ante la justicia 90,
frente a la incompetencia sobreviniente, serán traídos al proceso concursal y
tramitarán por vía incidental conforme las prescripciones que en materia de
fuero de atracción impone el artículo 21 LCQ.
Ello claro está, en tanto no se renuncie a ellos en forma tácita, a través de
la insinuación tempestiva del artículo 32 LCQ. Pues de haber “optado” por esta
alternativa, habrá voluntariamente renunciado a la prosecución del
procedimiento en instancia administrativa, sometiéndose al decisorio del juez
concursal.
Si por el contrario, el fisco no se hubiera insinuado al pasivo como los
demás acreedores, optando por proseguir con las actuaciones administrativas
(incluso en instancia del TFN), una vez resueltos, sólo podrá hacerlo por vía de
incidente de verificación tardía ante el juez concursal. Ello en tanto el proceso
se mantuviere vivo, por no haberse cumplido el plazo de prescripción abreviada
dispuesto por el artículo 56 LCQ.
Y por muy particular que resulte su estructura administrativa, no habrá
sino de imputarse a dicha repartición el eventual retardo en la insinuación de
sus créditos, los que, como suele ocurrir, surgen de un procedimiento de
fiscalización que recién se inicia con la orden de intervención librada a raíz de
la apertura del concurso o la declaración de quiebra 91. En tal supuesto, al igual
que cualquier otro acreedor, habrá de soportar las costas por la presentación
intempestiva.
Tanto más, cuando “no se encuentra en tela de juicio si el fuero concursal
cuenta con facultades de revisión de la validez de una determinación tributaria
que hubiere quedado firme en sede administrativa” 92. Ello sentado no obstante
su validez, en los hechos se torna sin sentido, y aún dilatorio para la
conformación de la masa pasiva, la prosecución de la vía administrativa y
aguardar a un tardío pronunciamiento que sólo revestirá el carácter de cosa
juzgada formal.
i. Referencia al Actor
Como apuntamos precedentemente, el artículo 21 de la ley ritual
concursal, regula que la apertura del concurso preventivo produce la radicación
ante el juez del concurso de los juicios de contenido patrimonial contra el
concursado. Acto seguido, pone en cabeza del “actor” el ejercicio de la opción
de insinuarse al pasivo en cumplimiento de la carga del artículo 32 LCQ, o en
su defecto, continuar el trámite de los procesos de conocimientos ya iniciados
en sede del concurso.
Así, el instituto del fuero de atracción juega respecto de aquellas acciones
donde el concursado resulte demandado, es decir en forma pasiva, como un
modo de concertar las causas ante el juez del proceso universal, donde se
convoca a todos los acreedores, ya sea para un concurso preventivo o
liquidatorio. Cuando se tratare de una acción donde el concursado asume el
papel de parte actora, tendiente a la determinación de créditos a su favor, ello
la coloca fuera del fuero de atracción 93.
90
Conforme la competencia que corresponda según se trate de obligaciones impositivas o de la seguridad social como expusimos
supra, o ante la justicia provincial cuando se tratare de tributos locales.
91
CCivil y Com. Trenque lauquen, 27/8/96 “Cooperativa Agropecuaria Pehuajó” LLBA 1997-670
92
Considerando 9 de la sentencia en autos “Zanella San Luis SAIC” CNACA Sala I 7/12/99
93
M. De Bucia Por Avoc. De Ricardo Lona, Juez Federal En: Frias, Navor c/YPF - CSJN - 22/10/1991; Íd Corte Sup., 13/02/1996, -
Rigo, Roberto A. s/ recurso extraordinario en Jalil A. Fuhad v. Banco Central de la República Argentina s/ fuero de atracción).Fallos
Y en torno a las actuaciones y procedimientos administrativos se sostuvo
que el artículo 21 de la ley 24522 no las comprende toda vez que en ellos “el
rol de la concursada -apelante- tiene perfil actor -ya se trate de recurso de
índole administrativa o judicial- y es sabido que el fuero de atracción opera
pasivamente. Por ello, cabe desestimar el planteo en cuanto a la competencia
del juez del concurso”. 94
Ahora bien, sin negar el principio general de que el actor es quien goza
de la facultad para elegir entre continuar con el proceso en curso (si bien por
vía incidental en el concurso) o insinuarse al pasivo como el resto de los
acreedores, y más allá de los pronunciamientos citados, es indudable que para
un acabado esclarecimiento del tema debe privilegiarse el verdadero sentido
del artículo 21 en estudio. Esto es, que “el crédito cuestionado es una
acreencia reclamada por la dgi y consiste en un reclamo patrimonial del
ente fiscal contra los ahora concursados, en que por el particular régimen
procesal en materia tributaria, el reclamante –DGI- se transforma en
demandado.” 95 Empero las formalidades procesales establecidas no pueden
esconder la realidad y quitar del ámbito del juicio universal un crédito que debe
ser tratado en el ámbito del concurso, independientemente de la denominación
que se haya utilizado para designar a las partes.
En tenor de tal razonamiento, es una vez más la Cámara del fuero
especializado en materia de impuestos que, en autos “Gauchant, Enrique
Pedro” 96 y la que hace lugar al fuero de atracción solicitado, ordenando la
remisión de los autos al juzgado de tramitación del concurso. 97
Sin duda un tema controvertido que pudo haberse regulado
adecuadamente en oportunidad de las dos reformas del último año.
i. Otros antecedentes jurisprudenciales en materia de competencia.
Más allá de los precedentes citados en los capítulos precedentes, los que
por cierto resultan para nada pacíficos, y al sólo efecto de aportar más
elementos a la controversia, apuntaremos seguidamente algunos antecedentes
jurisprudenciales que complementan los antes comentados.
Principio rector: “el fuero de atracción”
En el espíritu del legislador de la ley 24522 primó la idea de
otorgar una competencia amplia al juez del concurso, la que sólo no habrá de
operar en supuestos excepcionales: ello es consecuencia de los caracteres de
unidad y universalidad del proceso, sin perjuicio de atender a otros principios
procesales, que autorizan a desplazar la competencia y que, en el caso que
tiene por objeto la disolución y liquidación de la sociedad demandada, deberán
operar a favor del juez del concurso, tales como el de conexidad, en orden al
objeto y los sujetos involucrados. 98
Las normas de la Ley de Concursos son de orden público, en
particular aquellas referidas a la asignación de la competencia.
Consecuentemente, solo en aquellos supuestos contemplados por la ley,
T. 319, P. 109.
94
JUGOS DEL SUR S.A. s/CONCURSO PREVENTIVO s/INCIDENTE DE APELACION ART. 250 - C.N.COM. - SALA A -
14/7/2000
95
Adorno Adriana en Jurisprudencia Fiscal Anotada, Impuestos 06/2001 pág 19
96
CNACAF Sala IV 24/5/2001 que revoca el pronunciamiento dictado por TFN Sala B 15/8/00
97
En sentido contrario, negando la procedencia de la vis atractiva “Baurescard SA s/Apelación” TFN Sala B 15/8/00; íd CSJN
Ostrimet SA 5/4/91; Hilanderías Luján SA 30/9/86; Casa Marroquiín SRL 31/3/87; Lumicot SAICAFI 10/3/87; íd “Juan Walicki
SRL en formación” TFN Sala A 25/9/2000
98
Corte Sup.,01/06/2000, - Tuchin, Samuel v. Empresa Gral. Urquiza S.R.L. s/ sumario.).Fallos T. 323, P. 1538
corresponderá el desplazamiento de la competencia del juez que debe
entender en el concurso. 99
La apertura del concurso produce consecuencias de orden
sustancial y formal de enorme relevancia, que llevan a la consagración y
efectiva aplicación de los principios liminares del proceso, como el de defensa
en juicio, concentración de los procesos - como modo de favorecer la economía
procesal y seguridad jurídica - así como el de inmediación, los que contribuyen
al destino final de la prestación de un buen servicio de justicia. 100
99
Corte Sup., 17/03/1992, - Savico SA. v. Tietar SACIF. Y A. s/ ordinario.
100
Corte Sup., 19/10/1995, - Banco de la Provincia de Río Negro v. Otero, Eduardo Alberto s/ petición de
quiebra.).Fallos T. 318, P. 2027
101
CNSS - Sala III - expte. 65.579/93 - "Aceros Puesto Viejo SA c/DGI s/impugnación de acta"; íd. SANATORIO
ARGENTINO SA c/DGI - CFSS - SALA II - 30/9/1997
102
CARBOMETAL SAIC c/DGI s/IMPUGNACION DE DEUDA - CFSS - SALA II - 30/9/1998
decisión de la AFIP, se habilitaría la radicación de la causa ante el tribunal del
concurso.
Consecuentemente se resolvió que la causa debió continuar con el trámite
del recurso concedido ante la Sala III de la Cámara Federal de la Seguridad
Social. y expedirse sobre el mismo cumplido lo cual habría de darse curso a la
actuación que corresponde conforme al estado de autos 103.
Pago previo
La Corte ha dicho en reiteradas oportunidades que, si bien el
artículo 15 de la ley 18820 impone un requisito indispensable para la viabilidad
del recurso de apelación, sin que ello importe una restriccion inconstitucional a
las garantías de igualdad y de defensa en juicio (Fallos - T. 155 - pág. 96; T.
162 - pág. 363; T. 235 - pág. 479; T. 238 - pág. 418; T. 247 - pág. 181; T. 261 -
pág. 101, y sus citas: T. 288 - pág. 287; T. 296 - pág. 57, entre otros), existen
situaciones que quedan comprendidas dentro de las hipótesis de excepción
que la doctrina de aquélla así ha considerado: desproporcionada magnitud del
monto del depósito con relación a la concreta capacidad económica del
apelante, que tornaría ilusorio su derecho en razón del importante
desapoderamiento que podría significar su cumplimiento (CSJN - Fallos - T.
247 - pág. 181; T. 250 - pág. 208 y fallo allí citado; íd. "Mussio Hnos. SA
s/impugnación actas de inspección" - 25/3/1986; y específicamente, dictamen
del señor Procurador General de la Nación Argentina - 26/7/1985 - Cons. IV), el
supuesto de monto excepcional y la falta comprobada e inculpable de los
medios para enfrentar su erogación (Fallos - T. 256 - pág. 38 y T. 261 - pág.
101), y cuando a través del requerimiento de esta clase de recaudos se revele
en modo inmediato e inequívoco un propósito persecutorio o una desviación de
poder de parte de los órganos administrativos de aplicación (Fallos - T. 288 -
pág. 287 - Cons.10) 104.
Si bien la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha destacado
que la exigencia del depósito previo resulta un requisito de admisibilidad del
recurso, admitió como excepciones los casos de desproporcionada magnitud
del monto a depositar con relación a la capacidad económica del apelante y la
falta comprobada e inculpable de los medios para afrontar dichas erogaciones
(cfr. "Dintel SA" - 11/9/1990 y "Villar Hnos. y Cía. SRL" - 10/10/1985), o cuando
el requerimiento evidencia, en forma inequívoca, un propósito persecutorio por
parte de los organismos administrativos. En consecuencia, corresponde
concluir que se dan los supuestos para tener por habilitada la instancia y
proceder a analizar el fondo de la cuestión traída a conocimiento, cuando el
estado concursal del recurrente evidencia su situación económico-financiera. 105
En este sentido se entiende que el requisito impuesto por la ley
18820, ante el estado concursal del apelante, debe ser obviado. Aquél
demuestra prima facie, la dificultad económico-financiera por la que atraviesa el
apelante y lo gravoso de tal imposición, si con la misma se le impide (ante la
imposibilidad de afrontarla) revisar en la instancia judicial una resolución
administrativa que le ha sido desfavorable, contra su derecho de defensa
constitucional aceptado. 106
103
LOBA PESQUERA SAMCI C/ AFIP S/ IMPUGNACIÓN DE DEUDA SEL/LOZ 11/6/2003
104
LENCEMAR SA c/DIRECCION GENERAL IMPOSITIVA s/IMPUGNACION DE RESOLUCION - CFSS - SALA I -
8/11/1999
105
CARBOMETAL SAIC c/DGI s/IMPUGNACION DE DEUDA - CFSS - SALA II - 30/9/1998
106
SANATORIO ARGENTINO SA c/DGI - CFSS - SALA II - 30/9/1997, entre muchos otros
Materia Impositiva
En lo que hace a la verificación de los créditos fiscales, cabe tener
presente que no juega el fuero de atracción, y resulta incontestable el crédito
establecido mediante el procedimiento administrativo específico previsto 107.
En materia impositiva, el art. 22 de la ley 19551 sólo impide que
se realicen procesos de ejecución fuera del concurso, pero no veda al
organismo competente la determinación de obligaciones tributarias anteriores a
la fecha de iniciación de aquél y de las sanciones pecuniarias que se vinculen
con ellas.108
El art. 22 de la ley 19551 no autoriza a reemplazar, en materia
impositiva, el procedimiento de impugnación específicamente previsto ni a
suplir la inactividad de los responsables en la forma y plazo establecido por la
ley de la materia, con el consecuente detrimento de la competencia de la
justicia nacional a la que se le ha acordado el conocimiento exclusivo de los
litigiosos en torno a la procedencia de tributos y sanciones. 109
Si bien es cierto que el legislador ha establecido en la ley 11.683,
un trámite especifico y los órganos competentes para entender en el
procedimiento tributario en sus diversas fases, también lo es que en la ley de
concursos, ante una situación excepcional, cual es el estado de cesación de
pagos de una persona física o jurídica que recurre o es llevada a un juicio de
carácter colectivo donde se halla involucrada la totalidad del pasivo y del activo
del deudor, establece procedimientos específicos y obligatorios para la
totalidad de los acreedores, sin distinción de la naturaleza del crédito salvo las
limitadas excepciones allí previstas. El mencionado procedimiento, consiste en
la obligación del acreedor de verificar la pretensión crediticia en un trámite de
naturaleza ordinaria y plena que hace cosa juzgada formal y material, donde
intervienen no sólo el pretensor y el deudor, sino la sindicatura y los demás
acreedores, quienes también pueden impugnar la pretensión en cuanto a su
entidad y privilegio y hacerse parte en el proceso. A esos fines ha dispuesto
mecanismos e institutos de carácter excepcional, que atienden a asegurar el
orden público e interés general y a principios superiores que preservan la
seguridad jurídica e igualdad de trato, como es el de desplazar la competencia
judicial original o exclusiva otorgada a determinados tribunales en otras normas
legislativas.
Por tal razón estimo que las actuaciones resultan alcanzadas por el
fuero de atracción previsto en el artículo 21 de la ley 24.522, debiendo
incorporarse al procedimiento de verificación ya iniciado por la Dirección
General Impositiva, para lo cual deben remitirse al tribunal donde tramita el
concurso, una vez cumplido el procedimiento administrativo ya en curso
ante el Tribunal Fiscal de la Nación, destinado a revisar la determinación
del crédito efectuado por la D. G . I. 110
V.E. tiene reiteradamente dicho, que en aquellos casos
donde una causa se encuentra con apelación consentida ante un tribunal de
alzada, es éste quien debe intervenir en los recursos pendientes; sin perjuicio
107
“Fisco Nacional (DGI) s/Incidente de Verificación en Metalúrgica el Indio s/Quiebra” ED 16-9-99 CACC Bahía Blanca
Sala I 27/4/99,
108
Corte Sup., 09/04/1987, - Dirección General Impositiva.).Fallos T. 310, P. 785.
109
Corte Sup., 09/04/1987, - Dirección General Impositiva.).Fallos T. 310, P. 785.
110
“Supercanal SA s/Apelación” CSJN 02/06/2003
de la ulterior remisión al juez que finalmente corresponda seguir entendiendo
en el proceso (v. Fallos: 301:514; 310:735;320:1348).
A mi modo de ver, en el caso se verifica la situación prevista en los
precedentes de V.E. por lo que el fuero de atracción sólo podría operar
después de la intervención del tribunal de alzada, y en el supuesto de que éste
confirmara la sentencia ya dictada, se habilitaría el fuero de atracción y
correspondería remitir el juicio al tribunal del concurso.
Consecuentemente, opino que hasta el dictado de la sentencia definitiva del
tribunal de revisión, la causa deberá continuar en dicho ámbito; es decir que
corresponde el tratamiento del recurso pendiente por la Sala IV de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal y en su caso
de confirmarse el fallo del Tribunal Fiscal deberá remitirse la causa para su
ulterior trámite al juzgado del concurso
La prescripción tributaria
REQUISITOS:
Horario de atención:
Lunes a Viernes de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.
Aclaración.
En la segunda sentencia, la más reciente, se aclara aún más: "La privación de
los efectos interruptivos de la prescripción opera no sólo desde la última
actuación, es decir, la anterior a la interrupción injustificada, sino desde el inicio
de las actuaciones".
Esta sentencia considera que no sólo deja de paralizarse la prescripción
cuando entre acto y acto de la inspección transcurren más de seis meses, sino
también en el caso de que dure más de seis meses la inspección completa.
Pero esta sentencia se refería a un caso en el que la interrupción del proceso
inspector se produjo antes de firmar las actas de conformidad o
disconformidad. De modo que no puede aplicarse a los 200.000 millones de
deuda tributaria descubierta ahora en 600 expedientes. Todos ellos fueron
inspeccionados durante unos dos años tras la firma de las actas de
disconformidad.
Se está a la espera de una nueva y próxima sentencia del Supremo que siente
jurisprudencia acerca de si, como ya fijó una resolución de la Dirección General
de Tributos de 18 de julio de 1991, la liquidación de las actas es también una
fase de la inspección, razón por la cual ésta tampoco puede interrumpirse
durante más de medio año.
Esta información ha sido realizada con la colaboración del asesor fiscal Juan
Manuel Moral Calvo.
Expediente: 2003-06153-12-RAC
Distrito: Santa Cruz
Magistrado Relator: Dr. Felipe Tredinnick Abasto
Que, de acuerdo a lo previsto por los arts. 41-5), 52, 53 y 54-1) del Código
Tributario, se establece que la determinación de la obligación impositiva
prescribe a los cinco años y se interrumpe por la determinación del tributo,
tomándose como fecha la de la notificación, debiéndose computar nuevamente
el término (de prescripción) a partir del año calendario siguiente a aquel en que
se produjo la interrupción.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Que, en el caso que se examina, emitida que fue por este Tribunal la SC
1606/2002-R, el recurrente se apersonó a la Gerencia Distrital de Santa Cruz
del Servicio de Impuestos Internos y en cumplimiento de dicha Sentencia, "pide
declaratoria de prescripción tributaria bajo alternativa de amparo constitucional"
(textual); solicitud que es rechazada por la Resolución de 31 de enero de 2003
(emitida por dicha Gerencia Distrital), lo que motivó al recurrente a interponer el
presente amparo en 08 de febrero de 2003.
POR TANTO
Dr. Felipe Tredinnick Abasto MagistradO Dr. José Antonio Rivera Santivañez
Magistrado
Prescripción de 4 años
En síntesis y por ejemplo, la deuda tributaria por IVA del periodo julio – 2000
(antes de la vigencia de la Ley Nº 2492), prescribirá el 31 de diciembre de
2005, contado el periodo de prescripción de 5 años a partir del 1º de enero de
2001. Por otro lado la deuda tributaria por IVA del periodo noviembre 2003
(después de la vigencia de Ley Nº 2492), prescribirá el 31 de diciembre de
2007, contado el periodo de prescripción de 4 años a partir del 1º de enero de
2004.
ORDENANZA GENERAL
CAPÍTULO I. Principios generales
CAPÍTULO II. Hecho imponible
CAPITULO III. Sujetos obligados al pago
CAPITULO IV. El domicilio fiscal
CAPÍTULO V. Base tributaria
CAPITULO VI. Beneficios fiscales
CAPITULO VII. La deuda tributaria
CAPITULO VIII. Extinción de la deuda tributaria
CAPITULO VIII. Extinción de la deuda tributaria
Sección 1ª. El pago
Artículo 29º.
Artículo 30º.
Artículo 31º.
Artículo 32º.
Artículo 33º.
Artículo 34º.
Artículo 35º.
1. Los plazos de prescripción a que se refieren las letras a), b) y c) del artículo
anterior se interrumpen:
a) Por cualquier acción administrativa realizada con conocimiento formal del
sujeto pasivo, conducente al reconocimiento, regularización, inspección,
aseguramiento, comprobación, liquidación o recaudación del tributo devengado
por cada hecho imponible.
b) Por la interposición de reclamación o recurso de cualquier clase.
c) Por cualquier actuación del sujeto pasivo conducente al pago o liquidación
de la deuda.
Artículo 36º.
Artículo 37º.
Artículo 38º.
Artículo 39º.
Artículo 40º.
Artículo 41º.
Las deudas tributarias sólo podrán ser objeto de condonación, rebaja o perdón,
en virtud de la Ley que así lo establezca y en la cuantía y con los requisitos que
en la misma se determinen.
Artículo 42º.
I. INTRODUCCION
1. Principio General
Las personas sin domicilio ni residencia en Chile son gravadas sobre sus
rentas obtenidas de fuente chilena.
2. Plazos de Prescripción
La Administración Tributaria ("Servicio Impuestos Internos", en adelante "SII")
tiene un plazo de 3 años para revisar y rectificar cualquier declaración de
impuesto hecha por un contribuyente. Este plazo se cuenta desde la expiración
del plazo en que debió efectuarse el pago.
3. Pagos
2. Créditos internos
Este impuesto es progresivo, con tasas que van desde 0% a 45%, sus tramos
son los mismos que los del impuesto global complementario expresados en
términos mensuales y no anuales. Se calcula sobre el total de los salarios y
compensaciones laborales excepto los pagos por concepto de seguridad social.
Este impuesto es retenido y pagado por el empleador.
1. Tasas
Este impuesto es progresivo, con tasas de que van desde 0% a 45%, sus
tramos son expresados en términos anuales.
EJEMPLO 1
Renta bruta
1.000
Impuesto de primera categoría (15%)
(150)
850
Dividendo recibido
850
.I. primera categoría pagado es agregado
150
Base del impuesto personal
1.000
Tasa del impuesto 45% (máxima)
450
Crédito por I. primera categoría
(150)
300
V. IMPUESTO ADICIONAL
1. Características principales
Este impuesto se aplica a las rentas de fuente chilena obtenidas por personas
naturales o jurídicas residentes en el extranjero, en general, cuando el dinero
se pone a disposición desde Chile a la persona residente en el extranjero. Este
impuesto tiene dos modalidades, según el tipo de renta de que se trate puede
ser un impuesto de retención, o bien, un impuesto de declaración anual.
2. Tasas
La tasa general del impuesto adicional es de 35%, aplicándose tasas distintas
en algunos casos:
- Los pagos por prestaciones de servicios son gravados con tasa de 35% sobre
la renta bruta, excepto cuando se trata de asesorías técnicas o servicios
personales, que se gravan con una tasa de 20%.
- Pagos de royalty, 30%; sin embargo, si el pago dice relación con un film
usado en televisión o cine la tasa de retención se reduce a 20% y si el pago
dice relación con el uso de derechos de edición o de autor de libros la tasa de
retención se reduce a 15%.
Ejemplo 2
Ver los siguientes ejemplos de un crédito calculado con y sin tratado tributario:
Ejemplo 3
Empresa Extranjera
Utilidad antes de impuesto
1.000
Impuesto a la empresa (30%)
(300)
Utilidad a remesar
700
Impuesto a la remesa (10%)
(70)
Dividendo extranjero neto
630
Empresa Chilena
Sin Tratado
Con Tratado
Dividendo extranjero neto
630
630
Incremento por impuesto extranjero
1111
2702
Base Imponible de I. primera categoría
741
900
Impuesto de primera categoría (15%)
(111)
(135)
Crédito por impuesto extranjero
111
135
A pagar
0
0
Renta a distribuir a accionistas
630
630
Remanente crédito por impuesto externo
0
135
Crédito Impuesto de primera categoría
111
135
Base imponible del I. global complem.
741
900
I. global complementario (35% marginal)
(259)
(315)
Remanente crédito por impuesto externo
0
135
Crédito Impuesto de primera categoría
111
135
A pagar
(148)
(45)
Renta recibida
482
585
Como regla general, las ganancias de capital son consideradas renta normal y,
en consecuencia, gravadas con impuesto de primera categoría e impuesto
global complementario o adicional según sea el caso, pero sólo en cuanto se
ha producido efectivamente la enajenación del bien. Existen algunas
excepciones a esta regla, las más importantes son las siguientes:
Ejemplo 4
Utilidad gravable
1.000
Impuesto de primera categoría (15%
(150)
Utilidades a distribuir
850
Impuesto a la remesa (27%)3
(270)
Utilidad a remesar
580
Ejemplo 5
Utilidades gravables
1.000
Impuesto de primera categoría (15%
(150)
Dividendos recibidos por el fondo de inversión
850
Impuesto a la remesa (10%)
(85)
Utilidad a remesar
765
- Las ciudades de Iquique y Punta Arenas tienen una zona libre de impuestos.
En estas zonas no se paga impuesto de primera categoría, sin embargo,
cualquier impuesto adicional o impuesto personal se aplica y como el impuesto
de primera categoría no ha sido pagado no hay crédito por éste cuando las
utilidades o dividendos son remesados.