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Repudio

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EL REPUDIO

El repudio una modalidad concreta de extinción del vínculo matrimonial. Aunque puede ser
ejercido tanto por el marido (unilateral), como por la esposa, incluso por mutuo acuerdo,
solamente nos centraremos en el primer caso, ya que es el más común y el que más choca
con nuestro Orden Público.

En cuanto a los componentes que hacen del repudio una figura conflictiva con
nuestro Ordenamiento:

• En primer lugar, al ser una facultad natural e irrenunciable que ostenta el marido
musulmán, por el simple hecho de serlo, de disolver el vínculo matrimonial sin necesidad
de alegar justa causa, es una institución que choca con el principio de igualdad de sexos
proclamado en el art. 14 de la CE.

A diferencia de la mujer que sólo podría adquirir dicha potestad si pactara su inclusión
en el contrato matrimonial o en el caso de que se la “comprara” a su marido.

La posibilidad de revocar el divorcio es uno de los elementos más discriminatorios del


Derecho Islámico, es contraria “a la estabilidad y certeza que conforman el estado civil
de las personas y a la igualdad de derechos y deberes entre marido y mujer”. Supone
una evidente discriminación entre hombres y mujeres y una clara contradicción entre el
“talak” y nuestro OP.

• En segundo lugar, también atenta contra la dignidad de la mujer (art. 10 de la CE).

• De nuevo, se trata de una facultad exclusiva del varón musulmán, que puede restaurar
por su mera voluntad el vínculo matrimonial dentro del plazo establecido. Periodo durante
el cual (iddah) la mujer ocupa un rol absolutamente pasivo, donde no tiene otra
posibilidad que esperar, no pudiendo negarse al restablecimiento de la relación
matrimonial. De esta manera, la esposa sólo tendría la opción de acudir a un
procedimiento de divorcio judicial, pero teniendo que convivir con su marido durante todo
este tiempo. Por lo tanto, la esposa queda colocada en una situación de vulnerabilidad
jurídica y social al poder verse arrebatada de los derechos que ostenta.

Pese a ello, hay que destacar que, el TS nunca ha afirmado que el repudio sea en todo
caso incompatible con el ordenamiento español. A la hora de aplicar la cláusula del art.
12.3 CC, es necesario atender a las circunstancias concretas del caso y al resultado que
se está originando.
EN CONCLUSIÓN:

• A veces, la norma de conflicto puede señalar como aplicable una legislación extranjera,
como p.ej. la legislación islámica. Sin embargo, el orden público sirve como barrera para
impedir su aplicación en el foro español cuando sea contrario a los principios y valores
esenciales de nuestro ordenamiento.

• Pese a ello, sería posible aplicar un OP atenuado en relación con aquellas instituciones
extranjeras que siendo opuestas a nuestros valores producen “efectos colaterales” en el
foro español, que no originan daños a la sociedad española y que protegen a la parte
más débil de la relación.

• Los impedimentos matrimoniales del Dº islámico que presenten elementos


discriminatorios (como la disparidad de cultos) no podrán ser aplicados en el foro
español.

• No se van a reconocer o celebrar aquellos matrimonios islámicos en los que falte el


consentimiento de alguno de los contrayentes.

• Si bien la poligamia es contraria al OP del foro español, sería posible reconocer ciertos
efectos colaterales a los matrimonios poligámicos constituidos conforme a la legalidad
de otros países si dichos efectos son positivos para las mujeres (caso del reparto de la
pensión de viudedad entre todas las viudas supervivientes del causante polígamo).

• El repudio como medio de disolución del vínculo matrimonial presenta elementos que
podrían perjudicar a la esposa y colocarla en una situación de mayor vulnerabilidad.

• Por lo tanto, el orden público atenuado se convierte en la mejor herramienta para


garantizar la protección de los valores esenciales del foro español, y a la vez posibilitar
la integración de los extranjeros musulmanes en nuestro país.

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