Acercandonos A Los No Alcanzados

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ACERCANDONOS A LOS NO ALCANZADOS

Texto:

Introducción:
1. Podemos evaluar nuestras motivaciones, actitudes y creencias acerca
de la evangelización y sacar provecho de ello. Quizás no contribuimos
de manera plena, gozosa y eficaz porque reaccionamos no tanto a la
evangelización en sí, sino más bien a ciertos modelos de ella.
2. Esta realidad paralizadora puede producirse de varias maneras. ¿Con
cuáles de las siguientes declaraciones se identifica usted?
a) Me comparo con otras personas y creo que son más eficaces,
dinámicas o dotadas que yo.
b) A menudo pienso que soy el único responsable de atraer a alguien
al Salvador.
c) Tiemblo al pensar que debo hablarles de Jesús a los que me
rodean.
d) Cuando examino mis motivos para evangelizar descubro más
sentimientos de culpabilidad que de amor.
e) Creo que soy un fracaso cuando le predico a alguien de Jesús y
no cree en Él al instante.
3. Muchos hemos experimentado algunas o todas esas emociones. Pero
qué grato es saber que hay solución para ello. Veamos algunas
respuestas posibles:
a) No todas las personas son atraídas a las mismas cosas.
 Hay incrédulos que se sienten tan amenazados por los
evangelistas agresivos que prefieren una conversación
tranquila en la que puedan expresar sus dudas y plantear sus
preguntas en un ambiente comprensivo, compasivo y
confiable ().
 Otros requieren más que una reunión evangelística o una cita
con el pastor. Tal vez quieran ver un ejemplo vivo (¡aunque
no perfecto!) del cristianismo que puedan examinar.
 Nunca actuamos solos en la empresa evangelística. Dios
nos capacita para e] servicio, y guía nuestro progreso y
crecimiento.
b) Dios puede usar a varias personas u ocasiones para atraer al
mismo individuo.
c) Dios nos capacita para el servicio, y guía nuestro progreso y
crecimiento (Ex 13:17, Ro 8:28).
d) La culpa paraliza nuestros esfuerzos mientras que el amor nos
hace responsables.
 Los motivos bíblicos hallan sus raíces en realidades tales
como el amor de Dios hacia nosotros, la compasión por los
que no han creído, y la misión que el Señor Jesucristo le dejó
a la iglesia.
4. De manera que con un cambio de concepto también podemos
experimentar una transformación en nuestro caminar cristiano.
5. Los principios mencionados a continuación ayudarán a liberamos a fin
de que seamos más efectivos en nuestros esfuerzos evangelísticos.

I. El amor debe caracterizar nuestros esfuerzos evangelísticos


A. La Biblia establece con claridad el amor de Dios para con los pecadores
(Ro 5:8, Jn 3:16, 10:11; 2 Cor 5:14-15).
B. Hay, por lo menos, cuatro actitudes que debemos cambiar, si es que
nuestros esfuerzos son eficaces tanto en la evangelización como en la
edificación:
1. Despreciar a los incrédulos por ser «pecadores».
a) Pablo, en un contexto que trata de la tentación, amonesta a
los creyentes a no caer en la trampa de sentirse superiores a
quienes están separados del Señor (1 Cor 10:12).
b) Podemos aprender de la disposición del Salvador (Mr 6:34)
2. Aislarnos en vez de separarnos del mundo.
a) Hay ciertas relaciones con los incrédulos que la Biblia
prohíbe (por ejemplo, casarse). Pero una cosa es separarse
y otra aislarse de ellos (1 Cor 5:9-10, Jn 17:15-18).
b) Una cosa es «estar» con los del mundo y otra «actuar» como
los del Inundo. Necesitamos amor, fortaleza y discernimiento
para saber en qué deberíamos compartir con los no
creyentes y como comunicarles en una manera amorosa que
no podemos participar con ellos en ciertas cosas.
c) El problema con muchos de nosotros es que después de
estar en la iglesia por un tiempo tenemos cada vez menos
amistades incrédulas.
d) ¿Puede nombrar a tres inconversos que conozca, a quienes
debería hablar acerca del Salvador?
3. Fingir amistad con un incrédulo con el único motivo de testificarles.
a) Esta es una perspectiva muy corta. Dios no nos ha llamado a
hacer decisiones sino discípulos. Esto implica una relación
mas profunda que el llevarlos a la conversión. Representa
acompañarles en su travesía y ser verdaderos amigos.
4. Olvidar el papel del amor entre los hermanos en la fe.
a) El amor entre creyentes sirve como testimonio a los
incrédulos. (Jn 13.34-35, 17:20-21)
b) La manera en que nos expresamos de otros creyentes puede
ser un gran obstáculo para que los inconversos que nos
rodean se acerquen a Cristo.
C. La compasión por los no creyentes florece en el marco comprensivo de
la gracia de Dios. Un concepto correcto de esa gracia siempre cambia
nuestra perspectiva acerca de la evangelización.
II. Debemos tener un conocimiento comprensivo de la gracia de Dios
A. Varios textos destacan la naturaleza de la gracia (Ro 5:1, 11:6; 2 Cor
8:9, Gal 2:21, Ef 2:8-10, )
B. La gracia de Dios es una realidad tan poderosa para la evangelización
como para la edificación y el discipulado. No nos sorprende por ello que
el enemigo haga todo lo posible para confundir a la iglesia respecto a su
significado.
C. Podemos definir la gracia como el favor gratuito de Dios hecho posible
por la muerte de Jesús a pesar de que merecemos su juicio y
condenación. De manera que la gracia tiene varias características.
1. Es gratuita, esto es, se recibe sin que demos algo a cambio.
2. Se enmarca en el contexto de la condenación que mereciamos a
causa de nuestro pecado.
3. Fue facilitada por la muerte de Jesús a nuestro favor y no por
nuestras obras. Así que en el momento en que decidimos que
podemos ganar o merecer la gracia, ella deja de ser.
4. No tiene que ver nada con nuestros méritos. En cuanto a la
salvación, la gracia tiene su fuente en Dios y no en algún merito
nuestro.
D. Es claro que si el incrédulo debe ganar la salvación con sus obras~ no
solo cambiaría las afirmaciones de las Escrituras que acabamos de
leer, sino también la naturaleza del mensaje del evangelio. En vez de
ofrecer el regalo de la vida eterna, proclamaríamos el esfuerzo humano
por alcanzar el favor divino. Las «buenas nuevas» serían más bien
proclamación de condenación (Ro 3:20).
E. De modo que la gracia juega un papel central en nuestra motivación, en
nuestro mensaje, y en la madurez cristiana. Nuestros esfuerzos deben
caracterizarse por la gracia, nuestro mensaje de salvación tiene su base
en la gracia, y la madurez cristiana solo se puede desarrollar bajo la
gracia (Gal 1:6-7, 2:19-21, 3:1-4, 5:13-15).

III. Debemos presentar nuestro mensaje de manera agradable


A. Dios decidió usamos en la empresa evangelística. Entonces, ¿por qué
no comunicar las buenas nuevas de manera atractiva? Hay un pasaje
en los evangelios que nos da una idea de cómo las personas
reaccionaban ante la enseñanza de Jesús (Mr 12:37).
B. A veces hacemos más para alejar a las personas que para ganarlas. En
efecto, nos acostumbramos a la evangelización ansiosa que demanda
que la persona a quien le estarnos testificando crea en el momento y
hasta a la fuerza.
C. ¿Cómo podemos hacer que nuestro mensaje de la gracia de Dios tenga
una buena recepción? Hay varias maneras. Entre ellas encontramos las
siguientes:
1. Podemos influir a las personas con nuestro carácter.
a) A veces hallamos creyentes con «doble personalidad» en las
iglesias. Cuando llegan al servicio de adoración dominical
tienen un trato diferente al que muestran ante sus
compañeros de trabajo y su familia durante la semana.
b) Como es el caso de una señora que oraba antes de almorzar
de]ante de sus compañeras de trabajo y después las trataba
mal, chismeaba, y se dirigía a las personas de manera dura.
Una de ellas que no era creyente dijo: «Si esa es cristiana,
no quiero ser como ella».
c) Con la ayuda del Señor debemos ser agradables,
considerados y respetuosos hacia aquellos creados a la
imagen de Dios, aunque no compartan nuestra fe.
2. Podemos influir a las personas con nuestra presencia.
a) Este principio no enfatiza una moda en particular (o un tema
relacionado) sino la limpieza, el orden, los modales la
cortesía y cualquier otro aspecto sano que pueda ser de
agrado a aquellos que queremos que nos escuchen.
b) Debemos cuidar del mal aliento u otras cosas desagradables
que puedan dañar la comunicación eficaz del evangelio.
3. Podemos influir a las personas con nuestro testimonio.
a) Una reputación consecuente es lo más agradable y atractivo
en cualquiera que proclama las buenas lluevas de salvación.
Los incrédulos reconocen cuando alguien toma en serio lo
que el Señor habla y cuando no.
D. Nuestro mensaje, a veces dará lugar a la persecución y al antagonismo.
No obstante, tenemos cierto control sobre la manera de presentarlo.
Hay varias formas de hacer el mensaje atractivo a los demás, sin
cambiar su naturaleza.

IV. Podemos comunicar las mismas buenas nuevas con métodos diversos

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