Alexha Tara - Tarea 1 Clase 02

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UNIVERSIDAD ALFA Y OMEGA

INGENIERÍA PETROLERA
VILLAHERMOSA, TABASCO, MÉXICO

INVESTIGACIÓN: MECANISMOS DE MIGRACIÓN DE CONTAMINANTES EN EL


SUBSUELO

TAREA DE HIDROGEOLOGÍA

PROFESOR: JUAN RAÚL GUERRA GARCÍA


ALUMNA: ALEXHANDRA CAROLINA TARAZONA GONZÁLEZ

VILLAHERMOSA, 26 DE FEBRERO DEL 2022


MECANISMOS DE MIGRACIÓN DE CONTAMINANTES EN EL SUBSUELO
Definimos la migración como el conjunto de procesos de transporte,
almacenamiento, intercambio y transformación, que por causas físicas, químicas y/o
biológicas afectan a los solutos y al calor, tanto en la zona del suelo como en la
zona de las aguas subterráneas.
La migración de un contaminante concreto está condicionada por su propia
movilidad en condiciones ambientales y por las características del material en que
se sitúa, fundamentalmente aquellas características relacionadas con aspectos
hidrodinámicos y con su capacidad para retener o liberar dichas sustancias.
Los procesos que condicionan la migración, y por tanto la propagación de los
contaminantes en el terreno, podemos agruparlos en dos grandes conjuntos:
- Procesos de transporte de solutos, que favorecen el desplazamiento de las
sustancias desde el vertido hacia su entorno.
- Procesos de intercambio y transformación, se trata de aquellas reacciones de
tipo físico, químico y/o biológico, que se desarrollan en suelos y acuíferos,
condicionan, también, la propagación del contaminante y pueden dar lugar a
su retención en el terreno, su degradación e incluso su pérdida. Implican, de
esta forma, a una redistribución de la masa contaminante entre las fases
sólida, líquida y gaseosa o una degradación de las mismas.
Hay que resaltar, por tanto, que en la problemática de la migración de
contaminantes en el terreno son dos elementos fundamentales a considerar: el
agua, como agente de transporte, por un lado, y los solutos, como agentes
transportados, por otro.
Establecer el vínculo entre ambos agentes es esencial porque a partir de aquí viene
la comprensión de cómo se espera que evolucione en el futuro, y cómo se puede
plantear una estrategia efectiva de recuperación. En consecuencia, a la hora de
analizar la migración de un contaminante dado en medio conocido, tendremos
obligada necesidad de considerar de forma conjunta el flujo de agua en sì: la
velocidad de flujo, los cambios en el almacenamiento y las cargas o descargas
(modelo de flujo) y las concentraciones de contaminante (modelo de migración:
submodelo transporte y submodelo reacción), que informa sobre la calidad del agua.

En lo que se refiere al transporte de masa, los principales procesos que afectan al


flujo de un contaminante en el agua son la advección y la dispersión hidrodinámica.
El término advección hace referencia al movimiento ideal de un soluto o
contaminante que es transportado sin desviación del transporte medio del flujo
acuoso. La sustancia se desplaza en un frente de igual velocidad que la velocidad
media de desplazamiento del flujo (velocidad macroscópica) y se puede hablar de
“flujo pistón”. Ello significa que una masa añadida a un tubo de corriente
permanecerá siempre dentro de este tubo, si el único proceso a considerar es el
advectivo. En general se considera que la advección es el proceso de transporte
dominante en el medio saturado. En algunos trabajos de ingeniería a la advección
se le denomina también convección, y a este tipo de flujo se le denomina
convectivo.
La dispersión hidrodinámica o dispersión en sentido amplio se refiere a la parte de
desplazamiento de sustancia que se aleja de la idealidad que supone el flujo
advectivo. Considera, por tanto, aquella parte del flujo de sustancia cuya velocidad
de desplazamiento es diferente de la media del flujo acuoso, mayor o menor, dando
lugar al paso de la sustancia en el fluido en forma de nube. En esencia la dispersión
es un proceso de ocurrencia y evolución de una zona de transición entre dos
dominios, en una fase fluida, con diferente composición. Cabe destacar que en
algunos trabajos clásicos de ingeniería, a la desviación del flujo ideal advectivo se le
denomina advección; trabajos de hidrogeología. La dispersión hidrodinámica puede,
a su vez, subdividirse, atendiendo a los mecanismos con los que se relaciona, en
dispersión mecánica y difusión molecular.
La dispersión mecánica o dispersión hidráulica puede considerarse el resultado de
las variaciones locales de la velocidad de flujo de agua en el terreno respecto a la
velocidad media.
A escala microscópica éstas desviaciones de velocidad se relacionan con tres
mecanismos: diferencias de velocidad en el interior de un poro ,fisura o conducto
debido al rozamiento en sus paredes y formas de turbulencia; diferencias de
velocidad en distintos poros, fisuras o conductos, al variar su geometría y
razonamiento; irregularidades (tortuosidad, ramificaciones, interferencias, etc) en el
trazado de las líneas de flujo a través del medio. Se relaciona, por tanto, con la
heterogeneidad espacial de la presencia de poros y con los cambios en sus
tamaños. A escala microscópica, la presencia de heterogeneidades en el interior del
medio conduce a comportamientos diferenciados en distintas regiones del mismo,
dando lugar a una dispersión adicional, denominada macrodispersión. Este hecho,
que resulta fundamental en el caso de medios fisurados y kársticos, también puede
ser de notable importancia en el caso de algunos materiales detríticos. Así, la
aparición, en intercalaciones, de lentejares de distinta permeabilidad favorece este
proceso.
La difusión molecular, también llamada difusión o difusión iónica, hace referencia al
movimiento de constituyentes y iónicos y moleculares de contaminante bajo la
influencia de su actividad cinética en la dirección de su gradiente de concentración.
Aunque este movimiento es irregular y hay moléculas que se desplazan de las
zonas de mayor concentración a las de menor y a la inversa, el transporte neto se
asume que se dirige de las zonas con mayor concentración a las de menor. Es
debida, por tanto, al gradiente de potencial químico, que está relacionado con la
concentración. La disfunción puede ocurrir aunque no haya flujo hidráulico y cesa
cuando desaparece el gradiente de concentración, aunque haya flujo. A bajas
velocidades la disfunción es el proceso que más contribuye a la dispersión, de
manera que la dispersión hidrodinámica se debe fundamentalmente a difusión. A
altas velocidades, sin embargo, la dispersión es fundamentalmente mecánica, y, en
la práctica, el efecto de la disfunción suele considerarse despreciable con el resto de
procesos.
Por otra parte, atendiendo a criterios espaciales, la desviación del flujo que se
desarrolla en la dirección principal de flujo se denomina habitualmente dispersión
longitudinal. La desviación del flujo que se desarrolla perpendicularmente a dicha
dirección se denomina dispersión transversal. Normalmente en la dispersión
longitudinal es muy superior a transversal, lo que hace que la contaminación que
evoluciona por un terreno con flujo de agua adquiera la forma de una nube o
penacho alargada en el sentido principal de flujo. No obstante, a velocidades muy
bajas, cuando la difusión es el mecanismo de dispersión dominante, la dispersión
longitudinal y transversal tienden a igualarse en la nube de contaminante adquiere
un aspecto circular.

En lo que se refiere a las reacciones, un contaminante que se desplazan por el


terreno puede cambiar de concentración por causa de procesos físicos, químicos o
bioquímicos que tiene lugar enteramente en la fase acuosa, en relación con la
matriz sólida del medio o con la fase graciosa en la zona no saturada. El mayor o
menor desarrollo de estos procesos favorece cierta depuración natural del agua,
aunque ciertas sustancias no son eliminables, otras son los son retenidas
temporalmente que otros te pueden degradar sustancias son las peligrosas (en
general cuando el medio es anaerobio).
Esta depuración es de naturaleza compleja y depende en gran medida de las
condiciones hidrológicas del terreno. Así, en los distintos medios la depuración de
vida a reacciones ácido-base, reacciones de disolución-precipitación, volatilización
(lo que es importante, sobre todo en el caso de compuestos orgánicos altamente
volátiles, como los disolventes) , filtración física (que puede limitar los arrastre de
sedimentos, materia particulada, microorganismos, bacterias y virus y
contaminantes en general), complejación iónica, procesos de absorción-desorción,
reacciones oxidación-reducción, hidrólisis, actuación de microorganismos y
desintegración radiactiva, varía fuertemente, y mientras en algunos casos pueden
llegar a impedir que la carga contaminante llegue a las zonas de aprovechamiento,
reduciendo enormemente el impacto generado, en otros puede resultar inefectiva.
Algunas de estas reacciones, como la absorción, se consideran estrechamente
relacionadas con la cantidad de superficie de material disponible para la reacción,
por tanto, dependientes del medio. Otras reacciones (inactivación de virus,
decaimiento radiactivo, etc) suelen considerarse independientes del medio y
exclusivamente relacionadas con la concentración de sustancias en la solución.
Ambos tipos de reacciones pueden tener lugar al mismo tiempo, dependiendo del
medio y de la sustancia transportada. En el caso de absorción-desorción y otros
procesos químicos que causan una partición rápida y reversible el proceso de
transferencia de la masa de soluto dará lugar a un retardo en el avance del frente de
contaminantes por el medio.
Habitualmente se considera que el efecto de estos procesos de intercambio y
transformación (reacciones) en la migración puede ser de dos tipos: una reducción
con el tiempo y la distancia de sustancias contaminantes, un retardo en la evolución
del contaminante por el terreno.

Cuándo se trata de describir matemáticamente el transporte de solutos, el punto


habitual de partida para el desarrollo de las oportunas ecuaciones diferenciales es la
consideración de la cantidad de masa que entra en un elemento volumétrico del
dominio de flujo y el que sale del mismo: flujo másico. El objetivo es conseguir
plantear adecuadamente la ecuación del balance de masas.
Si nos referimos al contaminante en términos de masa, la masa, presente en el
agua, no sólo es transportada por el agua, sino que además reacciona, con ésta y
con el medio. Así, cuando una carga contaminante se introduce en el flujo acuoso,
su evolución en el mismo estará determinada:
1. Por el movimiento del contaminante en el agua a velocidad constante:
transporte advectivo.
2. Por el movimiento del contaminante en el agua diferente del correspondiente
a la velocidad media: transporte dispersivo.
3. Por el incremento o disminución de masa del contaminante debido a
reacciones del mismo, por sus características propias o por interacción con el
entorno: reacciones.
4. Posibles entradas o salidas de caudal y masa (fuentes y sumideros) desde el
exterior, por aportes o pérdidas. En el sentido, si se produce una
incorporación de aportes de agua sin contaminante en una línea de flujo,
tendrá lugar a una disminución de las concentraciones del soluto en el agua
(dilución).
Si consideramos, en una primera aproximación, un medio en el que la componente
del flujo es longitudinal y en la que los procesos transversales no tienen importancia
práctica, podemos estudiar el problema unión-dimensional planteado, dividiendo el
elemento de flujo o conducta en un conjunto de elementos dispuestos en serie
(elementos incrementales, bloques o rebanadas), con características homogéneas
en cada uno de ellos. La variación total de masa que se produce en el elemento de
referencia considerado, en dos instantes separados un determinado intervalo de
tiempo, será por la ley de conservación de masa:

En esta ecuación, los términos de flujo entrante y saliente del elemento de volumen
considerado están controlados por procesos físicos (transporte: advección y
dispersión). Además, se considera que pueden existir pérdidas o ganancias de
masa de soluto en dicho volumen, como resultado de reacciones físicas, químicas o
biológicas y/o aportes desde el exterior.
En cualquier caso, y por motivos prácticos, nos interesa diferenciar entre la entrada
y salida (variación) de masa en el elemento de referencia por transporte advectivo y
la entrada y salida de masa por transporte dispersivo.
El balance anterior puede expresarse:

Una vez establecida esta expresión, se cuantifica cada uno de los términos que
constituyen el balance hasta llegar a la expresión:

donde:
El primer término de la derecha de la igualdad se denomina término advectivo y
depende de la velocidad efectiva en la línea de corriente, y por tanto del caudal y la
sección del flujo.
El segundo término es el término dispersivo. En él, el efecto que la dispersión
produce en el transporte se cuantifica a través de un parámetro fundamental en los
estudios de migración: el coeficiente de dispersión hidrodinámica o coeficiente de
dispersión.
El valor de este coeficiente depende de la sustancia considerada, del medio de las
características del flujo y puede, a su vez, ser expresados en función de dos
componentes, que hacen referencia de forma separada a los procesos de dispersión
mecánica y difusión:

El tercer término de la expresión hace referencia a variaciones por reacción. Incluye


los efectos de disminución o aumento en la masa del soluto transportada, o el
retardo en su evolución, por adsorción, reacción química, transformaciones
biológicas o decaimiento radiactivo.
En este término se introduce el llamado término de reacción, con el que se expresa
la cantidad de masa por unidad de volumen que se transforma en una unidad de
tiempo. En algunos casos (procesos de inactivación de virus, evolución de oxígeno
disuelto en el agua, etc.), suele considerarse que la sustancia en solución
evoluciona con el tiempo por ella misma, aumentando o disminuyendo de forma
progresiva en función de una constante K, que se denomina constante de
inactivación, en el caso de trabajos sobre virus, y tasa de reacción, en el caso de
otras reacciones (desoxigenación, reaireación, etc.).
En el caso de procesos de adsorción y distorsión de una sustancia, el término de
reacción depende no sólo de la sustancia considerada, sino también de las
características del medio y de la cantidad de superficie disponible para el desarrollo
de estos procesos. En estos casos es necesario determinar cómo en todo momento,
la relación entre cantidad de sustancia adsorbida qué cantidad de sustancia en
solución, lo que se denomina partición del contaminante. Cuando esta partición es
de tipo lineal, a la constante de partición se le denomina coeficiente de distribución.
La utilización de expresiones que incluyen este coeficiente de distribución, así que le
evolución del terreno del trazador se observe con un cierto retraso.

El último término, considera salidas (sumideros) o entradas (fuentes) de masa al


medio considerado desde el exterior. En el caso de un balance de masa
tridimensional, la estructura de la ecuación anterior se mantiene, pero debe ser
extendida al resto de las dimensiones:
Solución de la ecuación de transporte:
A partir de la ecuación previa y de sus significaciones, podremos analizar el método
en que un contaminante migra y se propagan al terreno. Para ello deberemos
previamente evaluar todos los parámetros que forman parte de la misma
(velocidades, porosidad, coeficientes de dispersión, coeficientes de distribución,
etc.) posteriormente deberemos buscar una solución, lo más exacto posible el
problema que debemos estudiar. De esta forma, la investigación en todo problema
de contaminación tiene que resolver dos apartados bien diferenciados que resulta
fundamentales:
-La determinación de los parámetros que influyen en la migración en este sentido se
han desarrollado numerosas técnicas investigaciones del campo y laboratorio que
tratan de permitir la cuantificación individual de cada uno de los parámetros de
interés. Éstos estudios han permitido poner en evidencia como el primer lugar, un
importante cambio en el orden de magnitud de los valores considerados en función
de la escala de trabajo considerado.
- La resolución de la ecuación diferencial planteada y la simplificación es a las que
se le llega a dejar de considerar distintos procesos de transporte o pre establecer
algunas condiciones del mismo. Finalmente los resultados obtenidos suelen permitir
la caracterización de la migración de un solo contaminante. En el caso de varios
constituyentes disueltos la solución de la ecuación del transporte de masa requiere
un estudio específico por constituyente considerado.

● Los acuitardos, formados por limos, arenas limosas y arcillas, tienen una
elevada capacidad para almacenar agua pero presentan problemas para su
drenaje (capacidad media-baja) y su transmisión (baja capacidad). Resulta un
término intermedio entre lo que es un acuífero y un acuicluido.
● Las formaciones características de los acuicluidos a pesar de tener una
elevada porosidad, resultan impermeables al paso del agua (margas, arcilla o
piedra pómez). Por ello, es nula su capacidad de almacenamiento, drenaje y
transmisión.

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