Concepto Ambiental de Suelo. Bolaño
Concepto Ambiental de Suelo. Bolaño
Concepto Ambiental de Suelo. Bolaño
Y NORMATIVA REGULADORA
M.a Carmen Bolaño Piñeiro
Doctora en Derecho
1
VARGA PASTOR, Aitana de la, El nuevo régimen jurídico de los suelos contaminados. Adaptado a la Ley
22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, La Ley, Madrid, 2012, p. 14.
2
La edafología es la rama científica que estudia el suelo.
3
HAMELL, M., “El valor de la tierra”, Medio Ambiente para los Europeos, n.o 11, junio 2002, p. 9; una de-
finición similar aporta DOMÉNECH, Xabier, Química del suelo. El impacto de los contaminantes, Miraguano
Ediciones, Madrid, 1995, p. 11 definiendo el suelo como “la parte superficial de la litosfera, constituida
por una mezcla variable de partículas minerales, materia orgánica, aire y disolución acuosa”.
4
AGENCIA EUROPEA DEL MEDIO AMBIENTE, “El suelo: el recurso olvidado”, 22 de marzo de 2010, p.1.
5
DOMÉNECH, Química…, 1995, p. 117.
6
MIGUEL PERALES, Carlos de, Régimen jurídico español de los suelos contaminados, Cívitas, Cizur Menor,
2007, p. 21.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 15
7
MARTÍN MATEO, Ramón, Tratado de Derecho Ambiental, vol. 2, Madrid, Trivium, 1991, p. 451.
8
BARBERÁN ORTÍ, Ramón y EGEA ROMÁN, Pilar, “La política de medio ambiente”, en JORDÁN GAL-
DUF, Josep (Coord.), Economía de la UE, 6.a Edición, Cívitas, Cizur Menor, 2008, pp. 445-464 (p. 449);
MARMO, Luca, “Developments on Soil protection in the EU”, en ONIDA, Marco, Europa Law Publis-
hing, 2004, pp. 175-190 (p. 175).
9
DÍAZ-FIERROS VIQUEIRA, Francisco, La ciencia del suelo. Historia, concepto y método, Universidad de Santiago
de Compostela, Santiago de Compostela, 2011, p. 64; MARMO, “Developments…”, 2004, p. 179.
10
Véase el documento “Medio Ambiente para los europeos”, n.o 28, septiembre 2007, p. 10.
11
AGENCIA EUROPEA DE MEDIO AMBIENTE (AEMA), “Con los pies en la tierra: la degradación del
suelo y el desarrollo sostenible en Europa”, Problemas medioambientales, n.o 16, 2002, p. 7.
12
Sólo en el año 1990 se estima que se deterioraron 562 millones de hectáreas de terreno en la Comuni-
dad Europea debido a la agricultura intensiva. Ver PIÑAR MAÑAS, José Luis, “El desarrollo sostenible
como principio jurídico”, en PIÑAR MAÑAS, José Luis (Dir.), Desarrollo sostenible y protección del medioam-
biente, Cívitas, Madrid, 2002, pp. 23-48 (p. 33).
13
EUROPEAN COMMISSION, “Environment fact sheet: soil protection a new policy for the EU”, enero, 2007 p. 2.
14
MARMO, “Developments…”, 2004, p. 176; SEOÁNEZ CALVO, Mariano; CHACÓN AUGE, Alejandro
José; GUTIÉRREZ DE OJESTO, Ana y ANGULO AGUADO, Irene, Contaminación del suelo: estudios,
tratamiento y gestión, Ediciones Mundi-Prensa, Madrid, 1999, p. 135; SOUCHON, Christian y DELEAGE,
Jean Paul, Módulo educativo sobre la desertización, Gobierno Vasco, Bilbao, 1996, p. 65; MARTÍN MATEO,
Ramón, Manual de Derecho Ambiental, Trivium, Madrid, 1995, pp. 289-290. Este último autor menciona
16 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
naturales para la formación del suelo son muy lentos y los suelos deteriorados por
un uso excesivo o por otros medios pueden tardar miles de años en recuperarse
totalmente. Su recuperación debe medirse en tiempos geológicos15. De todo ello se
deduce la necesidad imperiosa de proteger este preciado bien natural. Sin embargo,
de esta realidad se ha tomado conciencia desde hace pocos años y, principalmente,
debido a las repercusiones económicas que tiene la pérdida de productividad del
suelo16. Desde no hace mucho, aunque cada vez con una mayor intensidad, se ha
comenzado a dar importancia a lo que se ha venido a denominar la calidad del suelo.
Con el concepto de calidad del suelo se pretende incidir en que las funciones del
suelo son muy diversas y que todas ellas deberán atenderse por igual para lograr un
uso sostenible del suelo17. En manos del legislador y de las Administraciones Públi-
cas está la posibilidad de cambiar esta situación por medio de políticas eficientes
que, por un lado, restauren los suelos actualmente degradados y, por otro, preven-
gan la degradación futura. Los avances tecnológicos permiten la recuperación de
los suelos aunque el coste económico puede ser muy elevado18.
el interesante dato de que para la formación de un centímetro de suelo forestal haría falta de 200 a 400
años para formarse.
15
Agencia Europea de Medio Ambiente, “Medio…”, p. 231.
16
LASAGABASTER HERRARTE, Iñaki, “El suelo ¿un bien público sin protección?”, IeZ, n.o 5, 2007, pp.
47-56 (p. 48); CALVO CHARRO, María, Escritos de Derecho Ambiental, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004,
p. 328; SEOÁNEZ CALVO, Mariano; CHACÓN AUGE, Alejandro José; GUTIÉRREZ DE OJESTO, Ana
y ANGULO AGUADO, Irene, Contaminación del suelo: estudios, tratamiento y gestión, Ediciones Mundi-
Prensa, Madrid, 1999, p. 134.
17
DÍAZ-FIERROS VIQUEIRA, La ciencia…, 2011, p. 64. Asimismo, señala el autor que por “conservación
del suelo” y, por tanto, su calidad deberá interpretarse como el mantenimiento “en un nivel apropiado
de su multifuncionalidad.
18
MARTÍN MATEO, Manual…, 1995, p. 290.
19
MARTÍN MATEO, Tratado…, 1991, vol. 2, p. 454.
20
SEOÁNEZ CALVO (Dir.) y otros, 1999, p. 135. En Europa la agricultura intensiva se ha especializado en
función de las características del suelo. Esto, señala el autor, ha provocado “problemas de contamina-
ción debidos al deceso o al incremento excesivo de materia orgánica” y la pérdida de la diversidad en la
flora y en la fauna.
21
AGENCIA EUROPEA DE MEDIO AMBIENTE, “Medio Ambiente…”, 1998, p. 231.
22
VARGA PASTOR, El nuevo…, 2012, p. 38.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 17
factores de degradación del suelo son la erosión —tanto eólica como hídrica—, la
contaminación, la impermeabilización o el sellado, la salinización, la pérdida de
estabilidad de las laderas, la compactación, la pérdida de materia orgánica y la deser-
tificación23. Para la correcta evaluación del uso sostenible del suelo deberá tenerse
en cuenta tanto la potencialidad productiva del suelo como su vulnerabilidad, esto
es, su capacidad productiva y su capacidad de degradación24. Aunque el objetivo
principal de este trabajo se centra en la contaminación de los suelos, a continuación
se procederá a aclarar brevemente en qué consisten los principales fenómenos que
degradan la calidad ambiental del suelo25:
1) Erosión. Una de las principales causas de degradación física del suelo es la
erosión26. Las referencias a la degradación del suelo mediante la erosión no
son recientes, remontándose la erosión por el agua al siglo XIX, y la erosión
por el viento a principios del siglo XX27. El fenómeno de erosión consiste
en la pérdida de la capa vegetal en terrenos de pendiente, lo que implica
la destrucción física de la cubierta productiva de la litosfera que se traslada
fuera del sistema28. Tanto el viento como el agua pueden producir este fe-
nómeno. Además, las actividades humanas, principalmente la agricultura,
contribuyen al avance de este fenómeno en los suelos europeos. En este
sentido, la cada vez mayor mecanización de la agricultura, la no rotación de
cultivos, el pastoreo abusivo y el no drenaje del terreno son los principales
factores que contribuyen a la erosión29.
2) Salinización. La salinización es una causa de degradación química del suelo30.
La utilización de agua salina para el riego en la agricultura es potencialmente
perjudicial para los suelos. El riego reiterado con estas aguas incrementa la
concentración de sales en la solución del suelo llevando a la alcalinización,
lo que repercute directamente en su productividad. En la UE, este fenómeno
23
Ver también AEMA, “Con los pies…”, 2002, pp.8-9. Para tener una idea completa del problema de la
degradación del suelo mundial puede consultarse el mapa elaborado por el proyecto Global Assessment
of Human-induced Soil Degradation (GLASOD) en la siguiente página web: http://www.isric.org/projects/
global-assessment-human-induced-soil-degradation-glasod
24
DÍAZ-FIERROS VIQUEIRA, La ciencia…, 2011, p. 63.
25
Sobre la degradación del suelo en el Estado español ver el libro bilingüe escrito en alemán y castellano
MARZOLFF, I., RIES, J.B., DE LA RIVA, J. y Seeger, M. (Editores), Landnutzungswandel und Landdegra-
dation in Spanien. El cambio del uso del suelo y la degradación del territorio en España, Johann Wolfgag Goethe-
Universität Frankfurt am Main-Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 2003.
26
SEOÁNEZ CALVO (Dir.) y otros, 1999, p. 134; SOUCHON y DELEAGE, Módulo…, 1996, p. 65. Otro tipo de
degradación física del suelo sería la compactación y la alteración de las reservas y disponibilidad de agua.
27
Ver DÍAZ-FIERROS VIQUEIRA, La ciencia…, 2011, p. 59. Se señala el fenómeno denominado Dust
Bolw surgido en EEUU en la década de los 30 como acontecimiento que puso en las agendas públicas
el problema de la erosión tanto por el viento como por el agua. El Dust Bolw consistió en unos años de
sequía, aproximadamente siete años, que fue precedido por un largo período de lluvias intensas. El
suelo desprotegido por el intenso uso por el ser humano supuso el levantamiento de enormes ventiscas
de arena y polvo que incluso llegaron a tapar la luz del sol.
28
MARTÍN MATEO, Tratado…, 1991, vol. 2, p. 455 y los mencionados por él.
29
AEMA, “Medio…”, 1998, p. 238.
30
SEOÁNEZ CALVO (Dir.) y otros, 1999, p. 134. Otros tipos de degradación química del suelo serían el
empobrecimiento o exceso de nutrientes y de materia orgánica, la acidificación y el exceso de produc-
tos tóxicos.
18 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
31
AEMA, “Medio…”, 1998, p. 241.
32
AEMA, “El suelo…”, 2010, p. 1.
33
AEMA, “Medio…”, 1998, Capítulo 11, p. 241.
34
SEOÁNEZ CALVO (Dir.) y otros, 1999, p. 134.
35
AEMA, “Medio…”, 1998, Capítulo 11, p. 243.
36
AEMA, “Con los pies…”, 2002, p.8.
37
Propuesta de Directiva Marco para la protección de los suelos de 22 de septiembre de 2006, p. 12
38
Art. 2 Propuesta de Directiva Marco para la protección de los suelos, de 22 de septiembre de 2006, COM
(2006).
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 19
39
ONU Conference on Desertification, Nairobi, 1977. Ver MARTÍN MATEO, Tratado…, 1991, vol. 2, p. 454
40
VARGA PASTOR, El nuevo…, 2012, p. 40.
41
ESTEVE PARDO menciona expresamente la problemática de las granjas de explotación intensivas del
sector porcino, que han generado una enorme cantidad de suelos y de aguas subterráneas contamina-
das debido a los purines. Véase ESTEVE PARDO, José, Derecho del Medio Ambiente, 2.a Edición, Marcial
Pons, Madrid, 2008, p. 212.
42
AEMA, “Medio…”, 1998, p. 232.
43
ESTEVE PARDO, Derecho…, 2008, p. 214.
20 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
44
Estrategia temática para la protección del suelo, COM (2006) 231 final, p. 3.
45
AEMA, “El suelo…”, 2010, p. 1; Estrategia temática para la protección del suelo, COM (2006) 231 final, p. 3.
46
Estrategia temática para la protección del suelo, COM (2006) 231 final, p. 3;
47
Véase el documento “El valor de la tierra”, Medio Ambiente para los europeos, 2002, p. 9.
48
LEFÈVRE, Marie-Françoise, “Los suelos bajo perfusión”, Research eu n.o especial, septiembre de 2008,
pp. 27-29 (p. 27).
49
AEMA, “Medio…”, 1998, p. 240.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 21
I.4. Consideración
Por todas las razones expuestas, se hace necesaria una protección calidad del
suelo desde una perspectiva amplia y completa. La Propuesta de Directiva para la
protección del suelo opta por una regulación amplia, tratando de abarcar varios
—aunque no todos— los fenómenos degradantes que le afectan56. Sin embargo, la
normativa básica estatal y la normativa vasca sólo abordan el fenómeno de la conta-
minación57. En este sentido, la contaminación del suelo es el fenómeno central de
50
Estrategia temática para la protección del suelo, COM (2006) 231 final, p. 6.
51
Estrategia temática para la protección del suelo, COM (2006) 231 final, p. 7.
52
Véase el documento “El litoral europeo lanza una señal de socorro”, Medio ambiente para los europeos,
2004, p. 11.
53
AEMA, “El suelo…”, 2010, p. 1.
54
LEFÈVRE “Los suelos…”, 2008, p. 27.
55
“El litoral europeo lanza una señal de socorro”, Medio ambiente para los europeos, 2004, p. 11.
56
Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de septiembre de 2006, por la que
se establece un marco para la protección del suelo y se modifica la Directiva 2004/35/CE.
57
La normativa básica estatal que regula los suelos contaminados es Ley 22/2011, de 28 de julio de Residuos y
Suelos Contaminados y RD 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la relación de actividades poten-
cialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados. La
22 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
este trabajo. Sin embargo, no por ello debe dejar de decirse que una normativa com-
pleta, y que regulase la protección ambiental del suelo en el sentido más amplio,
sería lo más coherente y adecuado, tanto en términos jurídicos como en términos
propiamente ambientales. Desde esta perspectiva, la aprobación de la Propuesta de
Directiva va a suponer un importante avance en la protección de la calidad del suelo
en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
62
ALLI TURRILLAS, Juan-Cruz, “La intervención de la Administración en la protección del ambiente na-
tural”, en LINDE PANIAGUA, Enrique (Coord.), Parte especial del Derecho Administrativo. La intervención
de la Administración en la Sociedad, Colex, Madrid, 2007, pp.1149-1196 (p. 1159).
63
Preámbulo Declaración de Río.
64
ALLI TURRILLAS, “La intervención…”, 2007, p. 1156.
24 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
65
Principio 2 Declaración Estocolmo.
66
Principio 5 Declaración Estocolmo.
67
Principio 6 Declaración Estocolmo.
68
Principio 22 Declaración Estocolmo.
69
Recomendación 20 Capítulo II Declaración Estocolmo.
70
Introducción Recomendación 20 Capítulo II Declaración Estocolmo.
71
Apartados a.ii y a.iii Recomendación 20 Capítulo II Declaración Estocolmo.
72
Apartado a.iv Recomendación 21 Capítulo II Declaración Estocolmo.
73
Apartado c Recomendación 24 Capítulo II Declaración Estocolmo.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 25
II.1.B.b. Convenciones que regulan desde alguna perspectiva la protección ambiental del suelo
Como se decía, existen algunos Tratados específicos que regulan aspectos relati-
vos a la calidad del suelo. Véase:
1) La Carta Europea del Suelo.
La Carta Europea del Suelo (CES) fue aprobada en Estrasburgo el 30 de
mayo de 1972 por el Comité de Ministros del Consejo de Europa. La doctrina
ha calificado la CES como un documento de naturaleza jurídica74. La CES no
tiene el carácter de Tratado Internacional, sino que se configura como una
declaración de naturaleza recomendatoria. Se trata de una especie de “avi-
so” a las autoridades de los Estados miembros sobre la necesidad de proteger
el suelo. En este sentido, y como es frecuente en el Derecho Internacional,
la CES debe situarse en el ámbito del denominado soft law internacional. Por
tanto, va a ser difícil concretar la efectividad en la práctica de este documen-
to jurídico internacional. Al ser un acto jurídico emanado por el Consejo de
Europa, organización internacional de ámbito territorial, sólo está dirigida a
sus miembros. El Estado español es Estado miembro desde el año 197775.
La CES fue el primer documento jurídico internacional que puso de manifiesto
la importancia específica del bien ambiental “suelo” como tal. Esta Carta recoge
una docena de apartados en los que se enfatiza la necesidad de su protección: 1)
por ser “uno de los bienes más preciados de la humanidad”; 2) por permitir “la
vida de los vegetales, los animales y las personas en la superficie de la Tierra”; y
3) así como por tratarse de un “recurso limitado y fácil de destruir”76. Asimismo,
hace hincapié en las funciones que cumple el suelo para la sociedad y, por ello,
establece la necesidad de elaborar una política de ordenación del territorio
que tome en cuenta las propiedades del suelo y las necesidades presentes
y futuras77. Se establece el deber de preservar la calidad del suelo, así como de
protegerlo de la erosión y de la contaminación78. Ya en esta Carta se recoge la
necesidad de elaborar “un inventario del recurso suelo”, así como una utilización
racional “mediante la investigación científica y colaboración interdisciplinar”, de-
biendo ser impulsado por los gobiernos y las autoridades de los Estados parte79.
74
SÁNCHEZ GOYANES, Enrique, “Artículo 12. Situaciones básicas del suelo”, en SÁNCHEZ GOYANES, Enri-
que, Comentario sistemático de la Ley 8/2007, de 28 de mayo, de Suelo, La Ley, Madrid, 2007, pp. 354-417 (p. 371).
75
Desde el 24 de noviembre de 1977.
76
Apartados 1 y 2 CES.
77
Apartado 3 CES.
78
Apartados 4-6 CES.
79
Apartados 9, 10 y 12 CES.
26 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
80
BEYERLIN y MARAUHN, International…, 2011, p. 206.
81
Ver en el siguiente enlace de la Convención de RAMSAR: http://ramsar.wetlands.org/Database/Sear-
chforsites/tabid/765/Default.aspx
82
Art. 2.a) RD 9/2005 y 2.1 Ley 1/2005.
83
Art. 1.2 Propuesta Directiva para la protección del suelo COM(2006) 232 Final.
84
Anexo I Convención contra la desertificación
85
Art. 2.j) RD 9/2005 y Art. 1 Ley 1/2005.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 27
ción del suelo frente a otros fenómenos de degradación del suelo, pudiendo
ser tanto producidos por el ser humano como de forma natural. Así, menciona
los siguientes fenómenos: el sellado, la erosión, la pérdida de materia orgánica,
la compactación, la salinización y el deslizamiento de tierras86. La sequía o la
desertificación no se establecen expresamente. En el ámbito europeo, los Esta-
dos miembros más castigados por la sequía son los Estados del sur, esto es, Mal-
ta, Chipre, Grecia, Italia, Francia y España. La Comunidad Autónoma del País
Vasco no se encuentra especialmente afectada por este fenómeno teniendo en
cuenta su clima atlántico húmedo. Sin embargo, se entiende que una regula-
ción conjunta de la calidad del suelo, tomando en cuenta todos los fenómenos
de degradación, sería lo más coherente y lo más eficaz para la protección de su
calidad ambiental en términos generales, tal y como parece pretender la Pro-
puesta de Directiva de protección del suelo.
4) La Convención Alpina y su Protocolo para la protección del suelo.
La Convención Alpina, celebrada en Berchtesgaden del 9 al 11 de octubre de
1989, es un Tratado territorial multilateral firmado por los países que se en-
cuentran en el ámbito geográfico de los Alpes europeos. Asimismo, la UE es
también sujeto firmante y parte. Su objetivo es la protección medio ambiental
del macizo y de su entorno desde una perspectiva global. Así, se han previsto
diversos protocolos de actuación específica para la protección del macizo des-
de las diferentes perspectivas ambientales. Uno de estos Protocolos se dirige
a la protección del suelo del ámbito alpino87. Protección que se focaliza en la
preservación de: 1) sus funciones naturales; 2) sus funciones como archivo
histórico natural y de la humanidad; 3) agrícolas; 4) de asentamiento huma-
no y turístico; 5) otros usos comerciales; y 6) su preservación como fuente
de materias primas88. En este sentido, también se establece expresamente la
necesidad de promoción de la restauración del suelo89. Asimismo, se prevé un
artículo específico sobre la contaminación del suelo. En éste se establece el
deber de los Estados parte de analizar las condiciones ambientales del suelo y
su riesgo utilizando métodos comparativos90. Para evitar la contaminación del
suelo y para asegurar una restauración compatible ambientalmente, se debe-
rán elaborar e implementar el tratamiento y disposición de los residuos91. Al
igual que ha ocurrido con la jurisprudencia de la UE y también, en parte, con
la normativa estatal, se detecta aquí una confusión entre el concepto jurídico
de suelo contaminado y de residuo nada deseable.
86
Ver art. 5 y Capítulo II Propuesta de Directiva para la Protección del suelo COM(2006) 232 Final.
87
Protocolo para la conservación del suelo que desarrolla la Convención Alpina en el campo de la con-
servación del suelo en aplicación de sus artículos 2.2 y 2.3.
88
Art. 1.2 Protocolo conservación del suelo de la Convención Alpina.
89
Art. 1.2 in fine Protocolo conservación del suelo de la Convención Alpina.
90
Art. 17.1 Protocolo conservación del suelo de la Convención Alpina.
91
Art. 17.2 Protocolo conservación del suelo de la Convención Alpina.
28 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
92
Si bien no ha habido una política directa de la Unión, son diversos los instrumentos legislativos europeos
que abordan indirectamente la protección del suelo. Así lo señalan la AGENCIA EUROPEA DE MEDIO
AMBIENTE, “Con los pies en la tierra: la degradación del suelo y el desarrollo sostenible en Europa”, Proble-
mas medioambientales, n.o 16, 2002, p. 7; MARMO, L., “Developments on Soil protection in the EU”, en ONI-
DA, Marco, Europa Law Publishing, 2004, pp. 175-190. Ha sido desde las diferentes perspectivas que han
incidido en la regulación del suelo como ha venido caracterizándose el concepto y la protección del suelo.
A título de ejemplo véase ÁVILA ORIVE, J.L., El suelo como elemento ambiental. Perspectiva territorial y urbanística,
Universidad de Deusto, Bilbao, 1998, p. 25. El autor señala que desde el punto de vista de la Ordenación
del Territorio, en la 8.a Conferencia Europea de Ministros responsables de la Ordenación del Territorio
(dentro de los hospicios del Consejo de Europa) se identificaron los siguientes componentes en el suelo: 1)
como soporte de actividades, esto es, como medio de extensión de la vida humana; 2) como espacio agrícola
y forestal; 3) como espacio natural, protegido de la actividad del ser humano. Asimismo, el autor añade a
éstas la consideración del suelo como recurso mineral o geológico, es decir, como objeto de explotación, y el
suelo como paisaje incluyendo en éste tanto su valor natural como el cultural e histórico. Posiblemente, las
normativas sectoriales de la Unión que inciden en mayor medida en el régimen de protección del suelo son
la Directiva de vertidos de residuos —Directiva 99/31/CE del Consejo de 26 de abril 1999 relativa al vertido
de residuos—. En ella no se menciona expresamente la protección del suelo pero muchas de las medidas
previenen su deterioro como, por ejemplo, con las medidas referidas a la incineración de residuos. Con
estas medidas los efectos degradantes del suelo se ven minimizados. Ver MARMO, L., “Developments…”,
2004, p. 178; la Directiva de lodos de depuradoras —Directiva 86/278/CEE del Consejo de 12 de junio de
1986 relativa a la protección del medio ambiente y, en particular, de los suelos, en la utilización de los lodos
de depuradora en agricultura—; la normativa referida al control integrado de la contaminación —Directiva
2008/1/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de enero de 2008, relativa a la prevención y al
control integrados de la contaminación—; y la política agrícola comunitaria. Al ser la política agraria com-
petencia exclusiva de la UE, la normativa es muy abundante. Puede consultarse en la página web oficial de
la UE, en el apartado dedicado a la política agraria: http://europa.eu/legislation_summaries/agriculture/
general_framework/index_es.htm.
93
El Parlamento Europeo emitió su informe sobre la propuesta de la Directiva Marco el 14 de noviembre de
2007 por una mayoría aproximada de dos tercios —A6-0410/2007 de 24 de octubre de 2007—. A día de hoy
el Consejo, por el bloqueo de algunos Estados, no ha llegado a un acuerdo para remitirle al Parlamento Eu-
ropeo la posición común sobre la propuesta normativa. Véase el último comunicado de prensa del Consejo:
7522/10 (Presse 67), sesión n.o 3002 del Consejo de 15 de marzo de 2010, p. 6. La mayoría de los Estados
mantienen una posición favorable respecto de la aprobación de un instrumento a escala de la Unión de
protección del suelo en términos ambientales. Véase en http://ec.europa.eu/prelex/detail_dossier_real.
cfm?CL=es&DosID=194683. Sin embargo, hay ciertos Estados reticentes a la aprobación de la Propuesta
redactada. Algunos Estados entienden que se trata de una norma que no respeta los principios de subsidia-
riedad y proporcionalidad de la Unión aplicables a las competencias compartidas. Estos Estados son princi-
palmente Alemania y Países Bajos que, por otro lado, poseen una normativa interna muy protectora de la ca-
lidad ambiental del suelo. Al respecto véase MARTÍN MATEO, R., Tratado de Derecho Ambiental, vol. 2, Madrid,
Trivium, 1991, p. 258. Otros Estados contrarios a dicha normativa argumentan la carga administrativa que
supondría su adopción y ejecución, y su relación coste-beneficio Ver Informe de la Comisión al Parlamento
Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones. Aplicación de la
Estrategia Temática para la Protección del Suelo y actividades en curso, COM(2012) 46 final, p. 7.
94
COM 2002 (179) final, de 16 de marzo de 2002.
95
Propuesta de Directiva Marco para la protección de los suelos de 22 de septiembre de 2006, COM
(2006) 232 final.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 29
96
Directiva 75/442/CEE del Consejo, de 15 de julio de 1975 de Residuos, modificada por la Directiva
91/156/CEE, del Consejo de 18 de marzo.
97
SANTAMARÍA ARINAS, René Javier, “Residuos”, en LASAGABASTER HERRARTE, Iñaki (Director),
Derecho Ambiental Parte Especial II. Productos Químicos, Transgénicos, residuos, Contaminación electromagnética,
2.a edición, LETE, Bilbao, 2010, pp. 399-546 (pp. 517-518).
98
Una de ellas el País Vasco, de la que en breve se expondrá su normativa en esta materia.
99
GUTIÉRREZ LLAMAS, Antonio, La distribución de competencias entre Estado y Comunidades Autónomas.
Estudio jurisprudencial de la técnica bases más desarrollo, Bosch, Barcelona, 1994, p. 39.
100
STC 32/1981, de 28 de julio.
101
Apartado I Preámbulo y DF 2.a Ley 22/2011.
30 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
clusiva el régimen jurídico de los residuos. En este sentido, puede decirse que en lo
relativo a la regulación de los suelos contaminados, el impulso o iniciativa normativa
viene a ser del legislador interno102. La Ley 22/2011 encomienda al Gobierno nue-
vamente la publicación de una lista de actividades potencialmente contaminantes
del suelo mediante desarrollo reglamentario103. De momento está pendiente este
desarrollo reglamentario por lo que supletoriamente, y en lo que no contradiga la
Ley 22/2011, se seguirá aplicando el RD 9/2005104.
II.3.B. Novedades de la Ley 22/2011 en relación con la Ley 10/1998, y mantenimiento del RD 9/2005
102
SANZ RUBIALES, Iñigo, “El nuevo régimen de los suelos contaminados: primeras impresiones”, en
BLASCO HEDO, Eva (Coord.), La nueva Ley de residuos y suelos contaminados, CIEMAT, Madrid, 2013, pp.
117-128 (p. 117).
103
Art. 33.1 Ley 22/2011.
104
A día 11 de febrero de 2013.
105
Disposición Final 4.a Ley 22/2011.
106
Disposición derogatoria única Ley 22/2011.
107
SANZ RUBIALES, “El nuevo…”, 2013, p. 118.
108
GONZÁLEZ GARCÍA, María Begoña. “La evolución jurisprudencial en materia de residuos”, en BLAS-
CO HEDO, Eva (Coord.), La nueva Ley de residuos y suelos contaminados, CIEMAT, Madrid, 2013, pp.
129-224 (p. 189); SANZ RUBIALES, “El nuevo…”, 2013, p. 117.
109
Art. 33.2 Ley 22/2011.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 31
Informes de Situación del suelo seguirán con el mismo régimen. En general, las
novedades previstas en la Ley 22/2011 respecto de la LR son variaciones de peque-
ña entidad que no varían de forma sustancial el régimen jurídico anterior. Se ha
señalado la previsión de la posibilidad de llevar a cabo la descontaminación de los
suelos de forma voluntaria como la novedad de mayor entidad de la Ley 22/2011110.
Debe destacarse que mediante esta reforma se ha incluido la referencia a los
“suelos contaminados” en el título de la Ley. Como es sabido, la anterior Ley sólo
hacía referencia a los “Residuos” lo que podía crear confusión. Y es que de esa for-
ma puede parecer que el suelo contaminado no venga a ser sino un tipo de residuo.
Este debate se ha suscitado en el ámbito jurisdiccional europeo y tiene importantes
consecuencias jurídicas. Si el suelo contaminado se califica como residuo, el ré-
gimen jurídico aplicable será el de residuos. Si el suelo contaminado se entiende
como un bien jurídico diferenciado, le será aplicable su propia normativa111. En el
Estado español se ha optado por su calificación jurídica individual y diferenciada
del concepto de residuo. Por ello, llamaba la atención que en la LR no se hiciera re-
ferencia a ambos conceptos. En cualquier caso, también es criticable que residuos y
suelos contaminados se regulen en la misma normativa si son cuestiones diferentes.
La nueva Ley dedica más preceptos a los suelos contaminados que la anterior.
En concreto, se reservan seis artículos para la regulación de los suelos contamina-
dos112 frente a los dos de la LR. Algunas de las cuestiones que se incluyen ahora en
la Ley, antes se habían establecido exclusivamente por reglamento. Esto también
tiene sus implicaciones. Las normas con rango de Ley y las normas con rango de
reglamento tienen un diferente régimen jurídico que influye notablemente en las
posibilidades de impugnar dichas normas. Como es sabido, los reglamentos po-
drán recurrirse directamente a los Tribunales de lo Contencioso-Administrativo
por cualquier individuo. Las leyes sólo podrán ser recurridas ante el TC por deter-
minados sujetos.
II.3.C. Normativa sectorial que regula aspectos relativos a la contaminación del suelo
Desde una perspectiva sectorial, son diversas las normas que afectan o regulan
aspectos relacionados con los suelos contaminados. Deben destacarse principalmen-
te dos. Con la aprobación de la Directiva sobre responsabilidad medio ambiental113
y su transposición al ordenamiento jurídico interno mediante la Ley 26/2007 de 23
de octubre, de Responsabilidad Ambiental, se han regulado aspectos del régimen
jurídico de los suelos contaminados. Dicha norma regula medidas de prevención,
evitación y reparación de daños ambientales, en los que se incluyen los daños vin-
culados a los suelos contaminados. Esta Ley ha sido desarrollada de forma parcial
110
Art. 38 Ley 22/2011.
111
Véase VARGA PASTOR, Aitana de la, “La consideración del suelo contaminado como residuo a partir
de la STJCE de 7 de septiembre de 2004. Sus repercusiones en el Derecho Alemán y en el Derecho
Comunitario”, Revista Aranzadi de Derecho Administrativo, n.o 11, 2007, pp. 115-131.
112
Arts. 33-38 Ley 22/2011.
113
Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004, sobre responsabi-
lidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales.
32 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
118
La acreditación de entidades para la realización de informes ambientales podría paliar la elaboración de
documentos de baja calidad, tal y como denuncia EIREXAS SANTAMARÍA, Fins, “La calidad de los estudios
de Impacto Ambiental,”, en NOGUEIRA LÓPEZ, Alba, Evaluación de Impacto Ambiental. Evolución normati-
vo-jurisprudencial, cuestiones procedimentales y aplicación sectorial, Atelier, Barcelona, 2009, pp. 109-119, en rel-
ación con la materialización de la denominada Evaluación de Impacto Ambiental. Véase también ÁLVAREZ
GARCÍA, Vicente, Derecho de la regulación económica. Industria, Iustel, Madrid, 2010; RODRIGUEZ-CAMPOS
GONZÁLEZ, Sonia, Calidad industrial e intervención administrativa, Atelier, Barcelona, 2002; TARRÉS VIVES,
M., “Los sujetos privados en la gestión y auditoria medioambiental comunitaria. Su desarrollo en la UMWEL-
TAUDITGESETZ alemana”, Revista de Administración Pública, n.o 115, 1998, pp. 503-542.
119
Entre otros muchos ALARCÓN GARCÍA, Gloria, “El soft law y nuestro sistema de fuentes”, en ARRIETA
MARTÍNEZ DE PISÓN, Juan; COLLADO YURRITA, Miguel Ángel; ZORNOZA PÉREZ, Juan (Directo-
res), Tratado sobre la Ley General Tributaria, Tomo I, Aranzadi, Cizur Menor, 2010, pp. 271-298 (p. 274);
LAPORTA, El imperio…, 2007, p. 262; SENDEN, Linda, Soft Law in European Community Law, Hart Publis-
hing, Oxford, 2004, p. 120.
34 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
mayor parte de los casos, no tienen por función principal dictar normas reguladoras
y que, incluso, no están expresamente legitimados para ello120.
El soft law es un conjunto de instrumentos jurídicos heterogéneos y a veces in-
determinados121, cuyo origen se sitúa principalmente en el Derecho Internacional,
en el Derecho de las Organizaciones Internacionales y en la práctica jurídica de los
EEUU122. En los EEUU el soft law se erigió en sus inicios como un instrumento ade-
cuado para regular, a principios del siglo XX, los estándares de calidad y seguridad
en el marco del nuevo modelo de lo que se ha denominado “Estado regulador”123.
El soft law ha sido interpretado de formas diversas y no se encuentra una definición
definitiva o determinante124. Desde el punto de vista del Derecho anglosajón, el soft
law se ha definido como un “fenómeno que presenta las características del Derecho
en cuanto a su pretendido efecto de influenciar en el deseo y de restringir la libertad
de aquellos a quienes se dirige”, pero al que “algo falta en la naturaleza jurídica o
vinculante del Derecho tal y como lo conocemos en la vida cotidiana”125. El soft law
consiste en un conjunto de instrumentos jurídicos de naturaleza incierta que no son
obligatorios jurídicamente, pero que de cierta forma influyen en el sistema legisla-
tivo y tienen efectos en el terreno práctico jurídico126. Se ha dicho que se trata de
un instrumento jurídico de efectos a veces indeterminados, pero con clara vocación
reguladora, a pesar de su no reconocimiento formal127. La variedad de instrumentos
que se incluyen en el concepto de soft law hace difícil acuñar una definición única y
definitiva128. Por ello, se ha dicho del término soft law que se trataría de un concepto
poco estable y no bien definido129.
Su denominación ha producido importantes debates doctrinales. Algunos autores en-
tienden que la denominación de soft law puede no ser perfecta pero que, sin embargo, se
trata de un concepto capaz de abarcar una serie de instrumentos jurídicos indetermina-
dos que no pueden ser explicados desde la comparación con los derechos nacionales e in-
120
LAPORTA, Francisco J., El imperio de la Ley. Una visión actual, Trotta, Madrid, 2007, p. 262.
121
MAZUELOS BELLIDO, Ángeles, “Soft law: ¿mucho ruido y pocas nueces?”, REEI, n.o 8, 2004, pp. 1-40 (p. 2).
122
IBÁNEZ GARCÍA, Isaac, “Notas sobre el soft law”, Actualidad Administrativa, n.o 8, 2008, pp. 839-858
(pp. 841 y 845); CHINKIN, Christine, “Normative Development in the International Legal System”, en
SHELTON, Dinah (Ed.), Commitment and Compliance. The role of non-binding norms in the international legal
system, Oxford University Press, Oxford, 2007, pp. 21-42 (p. 22); MOSTACCI, Edmondo, La soft law nel
sistema delle fonti: uno Studio comparato, CEDAM, Italia, 2008, p. 2; ALDESTAM, Mona, “Soft Law in the
State Aid Policy Area”, en MÖRTH, Ulrika (Edit.), Soft Law in Governance and Regulation, Edward Elgar,
Cheltenham (UK), 2004, pp. 11-36 (p.16).
123
BALLBÉ, Manuel, “El futuro del Derecho Administrativo en la globalización: entre la americanización
y la europeización”, Revista de Administración Pública, 2007, pp. 215-276 (p. 230).
124
MAZUELOS BELLIDO, “Soft law…”, 2004, p. 1.
125
ALONSO GARCÍA, Ricardo, “El soft law comunitario”, Revista de Administración Pública, n.o 54, enero-
abril 2001, p. 64 y autores que cita.
126
IBÁNEZ GARCÍA, “Notas…”, 2008, p. 841; SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 112.
127
SARMIENTO RAMÍREZ-ESCUDERO, Daniel, El soft law administrativo: un estudio de los efectos jurídicos de
las normas no vinculantes de la administración, Cívitas, Madrid, 2008, p. 124.
128
ALARCÓN GARCÍA, “El soft law…”, 2010, p. 276; CHINKIN, “Normative…”, 2007, p. 25; ALDESTAM,
“Soft Law…”, 2004, p. 16; SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 115.
129
MOSTACCI, La soft…”, 2008, p. 1.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 35
ternacionales130. Por un lado, el término Law hace referencia a una obligación jurídica131.
Si bien el término Soft produce desconcierto. Algunos autores entienden que puede tra-
tarse, incluso, de una fuente del Derecho si el hard law así lo determina132. Otros autores,
sin embargo, le niegan ese status en todo caso133. Así, por algunos sectores doctrinales se ha
llegado a denominar al soft law como “derecho simbólico”134. También se ha dicho que de-
finir el soft law distinguiendo única y exclusivamente entre derecho vinculante y derecho
no vinculante, o entre derecho típico o atípico no se ajustaría a la realidad del alcance del
soft law135. Y que el término entraría a distinguir entre esa clase de instrumentos jurídicos
que están entre el derecho y las políticas136.
130
SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 110.
131
MAZUELOS BELLIDO, “Soft law…”, 2004, p. 2.
132
SARMIENTO RAMÍREZ-ESCUDERO, El soft law…, 2008, p. 102.
133
IBÁNEZ GARCÍA, “Notas…”, 2008, p. 858.
134
En referencia a JORDANO FRAGA, Jesús, “La Administración en el Estado Ambiental de Derecho”,
RAP, n.o 173, Madrid, 2007, pp. 101-141 (p. 140).
135
SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 110.
136
SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 111.
137
Claro ejemplo de ello es el Código de Buen Gobierno o Informe Olivencia emitido por la Comisión
Nacional del Mercado de Valores. En este Código se desarrollan una serie de recomendaciones que las
Sociedades podrán llevar a cabo. En caso de no seguir sus directrices las Sociedades deberán motivar su
negativa de no seguir las directrices.
138
SARMIENTO RAMÍREZ-ESCUDERO, El soft law…, 2008, p. 69; JORDANO FRAGA, Jesús, “La Adminis-
tración en el Estado Ambiental de Derecho”, RAP, n.o 173, Madrid, 2007, pp. 101-141 (p. 125); LAPOR-
TA, El imperio…, 2007, p. 262.
139
SARMIENTO RAMÍREZ-ESCUDERO, El soft law…, 2008, p. 68.
140
La materia que más suele mencionarse como ejemplo es la económica. Véase SPILIOPOULOU AK-
ERMARK, Sia, “Soft Law and International Financial Institutions-Issues of Hard and Soft Law from a
Lawyer’s perspective”, en MÖRTH, Ulrika (Edit.), Soft Law in Governance and Regulation, Edward Elgar,
Cheltenham (UK), 2004, pp. 61-80 (p. 61). También las políticas sociales estatales han estado marcadas
por su regulación mediante soft law. Véase sobre ello ALDESTAM, “Soft Law…”, 2004, p. 11.
36 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
141
MAZUELOS BELLIDO, “Soft law…”, 2004, p. 6.
142
ALDESTAM, “Soft Law…”, 2004, p. 16; SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 120.
143
Art. 9.3 CE. Ver ALARCÓN SOTOMAYOR, “El soft law…”, 2010, p. 278; ALONSO GARCÍA, “El soft
law…”, 2001, pp. 74-79.
144
SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 236.
145
JORDANO FRAGA, “La Administración…”, 2007, p. 127.
146
LAPORTA, El imperio…, 2007, p. 262; MAZUELOS BELLIDO, “Soft law…”, 2004, p. 2.
147
LAPORTA, El imperio…, 2007, p. 263.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 37
mento jurídico. Por un lado, se plantea la legitimidad de los entes de los que en oca-
siones emana el soft law. Por otro lado, se plantea si un derecho no obligatorio puede
legitimar la actuación de la Administración148. Debido a la naturaleza voluntaria de
su adhesión, se critica la pérdida de seguridad jurídica y el quebrantamiento del
imperio de la Ley149. En referencia a las materias que estén reservadas a la Ley, el soft
law podrá intervenir únicamente en aquellos aspectos que no sean esenciales para
la regulación de una materia150. También se plantean problemas de tutela jurídica
de terceros cuando el soft law no sea impugnable ante los Juzgados y Tribunales. Es
decir, se cuestiona si un documento que produce efectos jurídicos pero que, por no
ser Derecho propiamente dicho y, por tanto, no poder impugnarse ni alegarse ante
los Juzgados y Tribunales, puede ser legítimo. En este sentido, algunos autores han
entendido que no parece que el cometido que tienen las Leyes pueda ser llevado a
cabo por un instrumento a cuya adhesión deba esperarse la conformidad del des-
tinatario151 y cuyos efectos jurídicos son indeterminados152. Y es por ello por lo que
se ha requerido por un sector de la doctrina la necesaria “juridificación” del soft law
mediante hard law, esto es, mediante derecho preceptivo y vinculante153.
En las CCEE el soft law comenzó a surgir en la década de los 80154. Actualmente,
instrumentos clasificados como de soft law dentro del sistema jurídico de la Unión
Europea serían las Recomendaciones y los Dictámenes. Se entiende que éstos se ubi-
can dentro del denominado soft law por tener naturaleza jurídica no vinculante, tal y
como determina el artículo 288 del TFUE155, pero que a su vez surten determinados
efectos jurídicos y que influyen en las políticas de los Estados miembros156. El TJCE
entendió en el asunto Grimaldi, en referencia a las Recomendaciones que, aunque
efectivamente éstas no tienen efecto vinculante “no pueden ser considerados como
carentes en absoluto de efectos jurídicos”157. Esta afirmación, que coincide con la
opinión de la doctrina mayoritaria158, corrobora lo anteriormente dicho al respecto,
148
MAZUELOS BELLIDO, “Soft law…”, 2004, p. 4.
149
JORDANO FRAGA, “La Administración…”, 2007, p. 132 hace referencia al “descafeinamiento de la
legalidad ambiental”.
150
En referencia a los elementos esenciales del tributo. Ver ALARCÓN SOTOMAYOR, “El soft law…”,
2010, p. 274
151
LAPORTA, El imperio…, 2007, p. 263.
152
Para algunos autores esta es la cuestión más peliaguda que plantea el soft law. Ver MAZUELOS BELLI-
DO, “Soft law…”, 2004, p. 7.
153
JORDANO FRAGA, “La Administración…”, 2007, p. 140.
154
SENDEN, Soft Law…, 2004, p. 109.
155
Anterior art. 249 TCE.
156
JACOBSON, Kerstin, “Between Deliberation and Discipline: Soft Governance in EU Employment Poli-
cy”, en MÖRTH, Ulrika (Edit.), Soft Law in Governance and Regulation, Edward Elgar, Cheltenham (UK),
2004, pp.81-101 (p. 85).
157
STJCE de 19 de diciembre de 1989, Grimaldi, asunto 322/88, FJ 18.
158
SARMIENTO RAMÍREZ-ESCUDERO, El soft law …, 2008, p. 71; IBÁNEZ GARCÍA, “Notas…”, 2008, p.
841; ALONSO GARCÍA, “El soft law…”, 2001, p. 64.
38 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
159
SENDEN, Soft Law…, 2004, pp. 107-108. Así, la autora menciona como normas soft: “The Green Paper,
Commission Guidelines, Council Resolution, Commission Notice and Commission Communications”.
160
STJCE de 23 de abril de 1986, Les Verts, asunto 284/93, FJ 24.
161
PÉREZ RIVARÉS, Juan Antonio, “Los efectos jurídicos de las directrices de la Comisión Europea en materia
de ayudas de Estado”, Revista Electrónica de Estudios Internacionales, n.o 21, 2011, pp. 1-22 (pp. 12-13).
162
STC 135/1992, de 5 de octubre, FFJJ 5 y 6: en referencia al establecimiento de los coeficientes de inversión
por el Banco de España, el Alto Tribunal entiende que la competencia de regulación de las bases del Crédito
y la Banca comprende además de aquello esencialmente normativo “otro tipo de actuaciones” como “actos
ejecutivos, actos administrativos singulares en cuanto resulten necesarios para la preservación de lo básico
o para garantizar, con carácter complementario, la consecución de los fines inherentes a la regulación bási-
ca”; en la STC 178/1992 de 13 de noviembre de 1992, FJ.3 en referencia también a la concreción de reglas
específicas de carácter básico por parte del Banco de España se reitera la doctrina anterior, en este caso en
relación con la facultad de Banco de España de ampliar el plazo de tres años para la adaptación de deter-
minadas Entidades de Depósito a los niveles de recursos propios de los artículos 2 y 3 de RD 1370/1985.
Entiende que esta intervención del Banco de España supondrá la emisión de un informe preceptivo que, al
margen de las cuestiones competenciales que en la sentencia se comentan, parecen tener un valor jurídico; y
STC 97/1993 de 11 de marzo, en referencia a la potestad reglamentaria del Banco de España, FJ 3 se reitera
prácticamente de forma literal la doctrina establecida en la STC 135/1992. STC 133/1997, principalmente
FJ 4, en relación con la competencia reglamentaria de la Comisión Nacional del Mercado de Valores reitera
la concepción por la cual “las bases de la ordenación del crédito pueden ser establecidas por una vía distinta
a la normativa”. El TC entiende que la política monetaria y crediticia no se crea de forma exclusiva mediante
la vía normativa siendo posible que “…el Gobierno de la Nación proceda a la concreción e incluso a la
cuantificación de medidas contenidas en la regulación básica del crédito…”.
163
SARMIENTO RAMÍREZ ESCUDERO, El soft law…, 2008, p. 71.
164
Arts. 148 y 149, CE y, en el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco, el Estatuto de Autonomía del
País Vasco y la Ley de Territorios Históricos (Ley 27/1983, de 25 de noviembre, de Relaciones entre las
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 39
deberá ser condición sine qua non para que el soft law produzca efectos jurídicos su
publicación en el Diario Oficial que corresponda165. Los efectos que produce el soft
law no se limitan a la Administración o Entidad Pública concreta que lo produce.
Ese soft law podrá tener efectos también para la ciudadanía en general.
En lo que se refiere a la impugnabilidad del soft law, se ha dicho que al no ser éste un
acto ni una disposición general, no será directamente impugnable ante la jurisdicción
contencioso-administrativa. Si debido a los efectos producidos por el soft law se recurre
un acto o una normativa general, el objeto del proceso girará en torno al acto o a la
normativa general, y no en torno al soft law. Sin embargo, el soft law al ser expresión de
la voluntad de la Administración, podrá incurrir en responsabilidad patrimonial por
un acto erróneamente dictado al amparo del soft law. Responsabilidad por la que el
particular podrá resarcirse del daño producido. La actuación que determine el daño
será un acto ilícito o una conducta material, pero el fundamento de esa actividad será
un instrumento de soft law166. Respecto a la prueba del soft law, se entiende que si éste ha
sido publicado en el BOE no será necesario probarlo. Si ha sido publicado en el Diario
Oficial autonómico o de provincia, y el juzgado donde se ventilan las actuaciones tiene
jurisdicción en la Comunidad Autónoma o Provincia en la que fue publicada, tampo-
co deberá ser probado. Si el soft law ha sido publicado en un formato electrónico que
pueda ser difundido por Internet bastará su constatación para darlo por probado167.
Fuera de estos casos, el soft law deberá ser probado conforme a las reglas de la Ley de
Enjuiciamiento Civil168. Si las partes están de acuerdo en la existencia y contenido del
soft law y éste no afecta al orden público se dará por probado. Si se tratase de soft law
de un ordenamiento jurídico extranjero deberá probarse su contenido y vigencia, para
lo que el Juez o Tribunal podrá valerse de todos los medios posibles para averiguarlo y
proceder a su aplicación.
II.5.C.a. Introducción
171
http://www.magrama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/publicaciones/guia_tecnica_conta-
minantes_suelo_declaracion_suelos_tcm7-3204.pdf
172
Introducción Guía Técnica para la aplicación del RD 9/2005, p. 4, establece que su objetivo “es orien-
tar en la puesta en práctica del mismo, exponiendo los aspectos más relevantes y aclarando aquellas
cuestiones que pueden resultar, a priori, más problemáticas a la vista de los comentarios y dudas que se
han ido recogiendo durante su preparación y desde su entrada en vigor. En último término, lo que se
pretende es proponer criterios homogéneos en la aplicación del Real Decreto para los distintos agentes
involucrados y, en particular, para el desarrollo y aplicación de la norma por las comunidades autóno-
mas a partir de unos principios comunes”.
CONCEPTO AMBIENTAL DE SUELO Y NORMATIVA REGULADORA 41
173
h t t p : / / w w w. i h o b e . n e t / P u b l i c a c i o n e s / f i c h a . a s p x ? I d M e n u = 7 5 0 e 0 7 f 4 - 1 1 a 4 - 4 0 d a - 8 4 0 c -
0590b91bc032&Cod=dea3423b-1ec0-4013-92ad-2413454d6684&Tipo=
174
h t t p : / / w w w. i h o b e . n e t / P u b l i c a c i o n e s / f i c h a . a s p x ? I d M e n u = 7 5 0 e 0 7 f 4 - 1 1 a 4 - 4 0 d a - 8 4 0 c -
0590b91bc032&Cod=859ff665-2868-4236-bf4e-2f44fec0fa51&Tipo=
175
Guía Técnica de Identificación de Medidas Preventivas contra la Contaminación del Suelo, p. 7.
42 M.a Carmen Bolaño Piñeiro
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