Bajo Astral Infierno Cielo Purgatorio y Limbo
Bajo Astral Infierno Cielo Purgatorio y Limbo
Bajo Astral Infierno Cielo Purgatorio y Limbo
Capítulo VIII
_ 140
INFIERNO , CIELO , PURGATORIO Y LIMBO
141 _
CAPITULO VIII
dor para volver a oír el relato, allí no había nada: Todo se borró
de la manera más incomprensible e insospechada.
El doctor quedó asombrado y no encontró explicación algu-
na a este hecho, pues el grabador era muy seguro: No había fa-
llado en diez años ni falló tampoco después.
En estas formas mentales que se reproducen como viven-
cias, se encuentran muchas clases de expiaciones del Bajo As-
tral. Por ejemplo: el asesino es perseguido por sus víctimas sin
que le sea posible escapar, ya que él persiguió en la misma for -
ma. Luego, también muere de la misma manera muchas veces.
La repetición incesante de los hechos delictivos es allí una ca-
racterística fundamental como persistente lección.
Los que experimentaron con animales con fines científicos y
los atormentaron se encuentran rodeados de sus víctimas, oyen
sus quejidos, ven repetirse, detalle por detalle, los crueles expe-
rimentos, sumado esto a que sienten los sufrimientos. La cruel-
dad hacia cualquier forma de vida no es una buena carga para
llevar consigo al “Otro Mundo” ciertamente.
Las personas de bajas pasiones se ven obligadas a enfren-
tarse a sus hechos hasta que se dan cuenta de que deben recti-
ficar. Todo esto no sucede por castigo sino por aprendizaje o
lección que se ha de asimilar para el logro de una posible re-
dención y purificación, porque es preciso elevarse y cambiar.
Todo cuanto fue creado en el plano físico durante la vida
material, quien pasa de plano lo encuentra “Arriba”, para bien o
para mal. Resulta inevitable porque allí está esperando la pro-
pia cosecha. Si es negativa, ha de ser transmutada cuanto an-
tes. La misericordia da muchas formas de hacerlo y, para eso,
están también los Retiros de Llama Violeta.
En el Astral, se encuentran los amigos y los enemigos, ya que
el amor y el odio forman ataduras muy fuertes que persisten.
Allí, también funciona el libre albedrío, se puede escoger entre
el bien y el mal. Si alguien no ha perdonado y mantiene el odio
_ 142
INFIERNO , CIELO , PURGATORIO Y LIMBO
en su corazón no será nada bueno lo que hará a su enemigo
cuando él desencarne. Igual que aquí hay criminales que espe-
ran a los que salen de la cárcel para hacerles maldades porque
los odian, también algo así puede suceder en los niveles astra-
les. Como es Abajo, es igualmente Arriba.
Cada persona es libre, dueña de sus actos para hacer el bien
o inclinarse hacia lo malo y perverso. La Ley de Causa y Efecto
retribuye según las obras. Para eso, está la eternidad con nume-
rosas vidas terrenas en las que se pueden pagar los errores co-
metidos por medio de compensaciones de amor. Todo ser hu-
mano ha de avanzar en la evolución y, con justicia, se le dan las
lecciones apropiadas para su adelanto. Lo que llamamos “mal”
no es sino un instrumento del bien.
Ya hemos dicho que los permanecedores en el plano pue-
den molestar a los humanos por medio de sugerencias y pro-
yecciones mentales: Atizar el odio, la violencia, los instintos bru-
tales porque así gozan y eso los satisface. De ahí proceden las
posesiones, las semiposesiones que han sido calificadas como
“locura”; pero no conviene fijar la atención en lo psíquico. Sim-
plemente, lo damos como una información y añadimos: No hay
que angustiarse por nada, ya que las posesiones y semiposesio-
nes no se dan si no hay un karma pendiente, pues las personas
que no abren la puerta a tales influencias no pueden caer en
ellas. Quien vive en armonía y luz genera tan alta rata vibratoria
que eso lo protege de semejantes intromisiones. La luz y la paz
son el poderoso escudo permanente.
Acerca del “demonio” de que hablan las Iglesias o “Satán”,
decimos que no existe en realidad. Las fuerzas del mal siempre
tienen un líder y muchos como también los tienen las fuerzas
del bien: Maestros Ascendidos, Hermanos Mayores. A los dos
bandos, se les da la misma oportunidad. Si es cierto que, en la
Tierra y como dirigente de la Otra Polaridad, está Luzbel a quien
la Iglesia ha satanizado a su manera; pero esa historia, explica-
da en el libro Interrogantes, no es como la cuentan.
143 _
CAPITULO VIII
145 _
CAPITULO VIII
147 _
CAPITULO VIII
153 _
CAPITULO VIII
155 _
CAPITULO VIII
_ 156