Actividad 3

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Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de Ciencias Sociales y Políticas

Teoría Política

Actividad 3

Arcadio López Razo

Pérez Rodríguez Guillermo

Mexicali, Baja California, 26 de febrero del 2022


La Republica Romana

Durante la etapa de la historia de Roma que se denomina la República, configuró el pueblo


romano su personalidad y consiguió su mayor expansión. Quizá puede parecemos más
importante el esplendor romano de la época imperial.

Durante la época republicana pasó Roma de ser una pequeña entidad política a conquistar
unos inmensos territorios que se extendían por gran parte de Europa, África del Norte, Asia
Menor y toda la cuenca del Mediterráneo- La mayoría de los relatos, más o menos
verosímiles, que nos muestran al pueblo romano como austero, grave e inquebrantable en el
respeto a las normas, se sitúan en la época de la República.

Para los romanos se configuraba la República como una comunidad de intereses en la que
todos los ciudadanos eran copartícipes de los derechos y las obligaciones, es decir, que Roma
era una «cosa del pueblo» y esto es lo que quieren decir precisamente las palabras res publica.
No concebían ellos la sociedad política como sometida a un poder situado por encima de los
ciudadanos, sino que los propios ciudadanos eran el poder. Para entendernos, en términos
modernos, la República romana se parecía a una sociedad anónima en la que todos y cada
uno de los ciudadanos fuesen accionistas, y consiguientemente pudiesen nombrar sus
administradores y decidir en asamblea sobre los asuntos más importantes.

Para los romanos este sistema político era el único adecuado para los hombres libres, mientras
que la Monarquía suponía la dominación del pueblo por la persona del rey, ¡que actuaba
como dueño. Por eso la idea monárquica era vista con horror, y el título del rey fue evitado
cuidadosamente, incluso durante la época del Imperio, aunque el poder de los emperadores
era prácticamente monárquico y cada vez más absoluto. Esta aversión de los romanos hacia
la monarquía explica que los asesinos de aquel líder populista que fue Julio César, utilizaran
para su crimen el pretexto de que quería coronarse como rey. También se manifiesta esta idea
en el distinto trato que en el aspecto internacional concedían los romanos a otros pueblos
según que tuviesen una forma de gobierno republicana o monárquica: los primeros eran
considerados como pueblos libres; los segundos, como pueblos esclavos.

Pero cuando los decenviros habían concluido su cometido no se volvió a la normalidad


porque durante un larguísimo período de ochenta años, desde el 448 al 368 antes de Cristo,
la República romana se vio envuelta en luchas internas entre la clase superior, la de los
patricios, y la inferior, la de los plebeyos. Durante estos ochenta años se contaba que el pueblo
había renunciado a elegir cónsules confiando el Gobierno a unos jefes militares llamados
tribunos militares.

En la actualidad ha alcanzado bastante aceptación entre los historiadores la hipótesis de que


no debió haber una caída resonante de la monarquía, sino que la figura del rey pudo ir
perdiendo paulatinamente atribuciones que fueron pasando a los magistrados militares, hasta
que llegó un momento en que los reyes quedarían reducidos exclusivamente a funciones
honoríficas y religiosas. Una inscripción aparecida en Roma a finales del siglo pasado,
demuestra que entre los sacerdotes romanos había uno, encargado de hacer los sacrificios,
que tenía el título de rey.

El reparto del poder en la república romana descansaba sobre esta triple apoyatura, pueblo,
magistrados y Senado; pero en cada caso presentaba el poder una manifestación diferente. El
poder del pueblo se llamaba maiestas; el de los magistrados, imperium o potestas; el del
Senado, auctoritas.

Durante la época republicana, el Senado continuó aumentando su prestigio e importancia


hasta convertirse en pieza clave del orden constitucional romano. Al principio debió correr
la elección de los senadores a cargo del magistrado o magistrados supremos, pero hacia la
mitad del siglo v antes de Cristo sitúa la tradición el momento en que la elección se atribuyó
a los censores.

El número de senadores durante la república fue variable, llegando a ascender a seiscientos.


Normalmente recaía la elección sobre los ex magistrados mayores, es decir, sobre los que
habían sido cónsules o pretores. Los magistrados sabían que si durante su año de ejercicio no
acataban los consejos del Senado no serían bien recibidos en la asamblea senatorial cuando
terminase su mandato.

Entre las causas de tipo político hay que destacar el impacto que supuso el aumento del
número de ciudadanos sobre la estructura republicana. Mientras que los ciudadanos fueron
pocos y casi todos vivían en Roma, o en las cercanías, se expresaba ordenadamente la
voluntad popular a través de los comicios, pero cuando los ciudadanos llegaron a ser muchos
y gran parte de ellos estaban ausentes, perdieron los comicios su antigua dignidad y se
convirtieron en una ficción, pues sólo asistía a ellos una minoría urbana vociférente que
vendía sus votos o que era manejada por las promesas de los demagogos. No supieron los
romanos en este momento establecer un auténtico sistema de representación política, puesto
que la idea de representación era extraña a su mentalidad. Siguieron aferrados a la idea
tradicional de que la voluntad popular sólo se podía manifestar en forma asamblearia, siendo
así que los complicados problemas del gobierno de la república no eran adecuados para ser
decididos uno a uno en asambleas.

Entre los acontecimientos más destacados de este periodo de crisis destaca la frustrada
revolución social que intentaron llevar a cabo los hermanos Graco, las luchas entre Mario y
Sila, y, finalmente, las guerras civiles de la época de César. Cuando parecía que la república
volvía a estabilizarse, aunque sometida a la poderosa personalidad de Julio César, sobrevino
su asesinato en el Senado el año 44 antes de Cristo. Se inició un nuevo período de guerras
civiles, en el que Octavio, joven sobrino del César, persiguió a los asesinos de aquél y eliminó
después a Marco Antonio, su rival más peligroso. De este modo quedó como dueño de la
república romana.

La democracia en Polibio: una aproximación al pensamiento político en el


mundo helenístico.
La democracia es el régimen dominante en las ciudades helenísticas. Por lo general, se
organizaban, más o menos, siguiendo el modelo ateniense: asamblea, consejo y
magistraturas. Las asambleas eran soberanas, ya que cualquier decisión que se tomara, así
como también con respecto a la designación de los magistrados, debía ser legitimada por ella
Otros atributos de la asamblea eran la emisión de decretos, recepción de embajadores,
organización de la defensa militar de la ciudad, la política exterior, la administración general
de la polis y el aprovisionamiento de granos.

El manejo de los fondos públicos y la organización de la vida religiosa también entraban


dentro del marco de sus competencias. Pero, por un lado, hubo casos en que la participación
ciudadana en la asamblea fue restringida, como ocurrió en Atenas durante el gobierno de
Demetrio de Falero, cuando se estableció una cualificación mínima de mil dracmas para
participar en la misma, lo que excluyó aproximadamente a unos cinco mil ciudadanos. Esto,
sumado al cese del pago por asistir a las asambleas y a los tribunales debió reducir la
participación considerablemente. Por otro lado, los oradores provenían en su mayoría de las
elites de las ciudades, lo que en realidad marcaba cierta continuidad con la etapa anterior de
la democracia clásica.

Shipley sostiene que la esencia de la democracia no es la distribución equitativa de cargos


entre ricos y pobres, sino controlar los intereses de los poderosos y redirigirlos hacia el bien
general del pueblo. Con ello, pretende elevar la escala de generalidad del concepto para hacer
ingresar la mayor cantidad de casos posibles. Sin embargo, al abordar la democracia
ateniense en la época helenística reconoce cierto debilitamiento y que “no se regresaría a los
días en que la asamblea podía ser gobernada por las opiniones de los sin tierras”,

Otro elemento central en la definición de la democracia es la autonomía de la polis. Al


respecto, Shipley está a favor de la idea de una pérdida, por parte de las ciudades, de la
libertad de acción en política exterior. Por el contrario, Carlsson, que defiende la tesis de la
continuidad de la democracia como forma de organización política y de la libertad de la polis
como un prerrequisito para su existencia, afirma lo contrario. El vasto nivel de competitividad
que existía entre las diferentes monarquías helenísticas permitía a las ciudades desplegar una
política exterior con altos grados de autonomía. Por tanto, los eslóganes de Autonomía y
Eleuthería vendrían a expresar las ideas de independencia y soberanía

Polibio, que nació alrededor del año 200 a.C., provenía de Megalópolis, una de las ciudades
más importantes de la Confederación Aquea. Su padre, Licortas, fue nombrado hiparco en el
año 192 y estratego en 1843 y probablemente en 182. En el año 181, Polibio fue designado
embajador ante Ptolomeo V Epífanes junto a su padre, cuando aún no tenía la edad legal para
hacerlo. Accede al cargo de hiparco en el año 170 en medio de la Tercera Guerra Macedónica.
La derrota de Perseo de Macedonia en la batalla de Pidna en 168 selló el destino de Polibio
como prisionero de los romanos.

El momento de quiebre, en que la política exterior de la Confederación se vuelve


decididamente expansionista, parece ubicarse en paralelo al ingreso de la ciudad de Sición.
En primer lugar, se trata de una ciudad que no es étnicamente aquea, sino dórica; segundo,
ella aportó a la Confederación uno de sus líderes más sobresalientes, Arato de Sición.
Nombrado estratego en 245, Arato dirigió la política exterior de la Confederación por casi
veinte años. Al principio, la Confederación podía contar con elementos discursivos de un
marcado pan-helenismo y retórica antimacedónica, pero en los hechos las aspiraciones reales
eran más modestas. En efecto, el propio Arato se vio obligado a pactar con Antígono Dosón
para hacer frente a Esparta en la guerra contra Cleomenes III.

El otro elemento legitimador de la élite aquea es la democracia, que permitió, en nombre de


la libertad, alimentar la expansión militar. Como gran parte de las polis conquistadas eran
gobernadas por tiranos, sus conquistas fueron presentadas como una liberación. A veces, esa
propaganda de liberación se reforzaba por-que el tirano en cuestión era aliado del rey de
Macedonia. En consecuencia, a la polis conquistada se le otorgaba un nuevo régimen
democrático como prerrequisito para ingresar a la Confederación.

En cuanto a la constitución mixta, la primera referencia se encuentra en Tucídides y, más


tarde, en Aristóteles. De hecho, la influencia que tuvo la teoría política griega en especial
Platón y Aristóteles en Polibio, a la hora de examinar y clasificar la constitución romana, ha
sido señalada por diversos especialistas. Sin embargo, el énfasis colocado en cierta tradición
teórica, dejando de lado la experiencia socio-histórica de Polibio, simplifica hasta cierto
punto el análisis.

Si la Confederación Aquea fue el régimen que mejor logró sintetizar las aspiraciones de
igualdad política y libertad de palabra, lo fue a partir de su capacidad de conjugar el poder
militar y político del rey con el liderazgo de las aristocracias locales y de la voluntad popular.
Sin duda, se trató de una democracia y Polibio la celebra como tal. Sin embargo, no debe
exagerarse el grado de participación ciudadana, que, de seguro, no puede compararse con el
de la Atenas del siglo V. Lo trascendental es que, más allá de las diferencias entre uno y otro
caso, la democracia continuara vigente como paradigma político, en la práctica y en la teoría.

Las limitaciones que los historiadores modernos le atribuyen a las democracias helenísticas,
patronazgo real o la pérdida de autonomía al formar parte de una alianza con otras ciudades,
no parecen conspirar contra la idea del régimen que sostiene Polibio. De hecho, esos
elementos, al conjugarse con otros, como las asambleas de las ciudades y la asamblea general
o el liderazgo nobiliario, permiten un ordenamiento político donde destaca la “mixtura”
constitucional. Por lo tanto, la Grecia helenística no careció de pensamiento político propio
y no protagonizó una decadencia de la polis, sino que, a la luz de las transformaciones socio-
políticas, la teoría y la praxis democrática fueron resignificadas y reelaboradas.
Cuadro comparativo de Republica y Democracia

REPUBLICA DEMOCRACIA
Es una forma de estructurar al Estado Es una forma de gobierno donde se
donde la Ley organiza al gobierno. organiza el Estado y el poder es el
elemento clave.
División de los poderes del Estado. Es una forma de gobierno basada en la
voluntad del pueblo que elige a sus
autoridades.
La soberanía reside en el Estado y La soberanía de una nación que se rige
responde al principio de la no injerencia por este sistema depende enteramente
de otros Estados. del pueblo.
La constitución establece los derechos La constitución establece el orden
humanos fundamentales que están por político y jurídico del gobierno, las
encima del colectivo. decisiones de la mayoría esta por encima
de todo.
Existen derechos inalienables que La mayoría se impone en todo momento,
ninguna mayoría puede violar. La el bienestar del colectivo esta por encima
libertad e igualdad son los principios de los derechos individuales.
republicanos.
Los poderes del Estado son autónomos y Los ciudadanos eligen a las autoridades
ejercen distintas funciones. que ejercen el poder.

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