EE LA PAZ 1 Encontrar A Dios en La Vida Diaria
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ESPIRITUALES
Enero 2022
1. La experiencia de Dios
es la experiencia fundante de nuestra vocación
Hagamos un ejercicio,
piensa en 4 palabras que vengan a tu mente Estudio bíblico para grupos pequeños
que ayuda a los creyentes
cuando digo: EXPERIENCIA DE DIOS. a ser mejores padres
En el comienzo de nuestro camino vocacional hubo una experiencia de Dios.
Una experiencia no fácil de expresar que provocó un cambio en el rumbo de
nuestra vida. Hablar de experiencia de Dios en el camino vocacional es hablar de la
experiencia fundante. De esta experiencia derivaron decisiones de lo que
pretendíamos ser y lo queríamos hacer.
K. Rahner nos invita a vivir una experiencia de Dios que podría llamarse “mística
horizontal”. Esta experiencia de Dios no consiste en largas horas de oración, ni en vivir
experiencias extraordinarias, visiones o revelaciones especiales. Se trata más bien de
desarrollar una capacidad y sensibilidad para encontrar a Dios, captar su lenguaje,
sentir su presencia y trabajo amoroso en las experiencias ordinarias de la vida.
Esta mística es lo contrario de lo exótico. Es palpar, vivir, descubrir, al Dios que está
latiendo, con presencia cierta y amor entrañable, en las mil y una cosas y personas que
conforman nuestra vida cotidiana. Si desvinculamos a Dios de nuestra vida diaria, nos
quedaremos sin Dios y tal vez sin una verdadera vida. Sólo si lo descubrimos, le hablamos,
lo amamos, en los hechos cotidianos, con el lenguaje de cada día,
podremos vivir nuestra vocación aquí y ahora.
Se trata, pues, de una mística que desde el corazón
de Dios nos devuelve al mundo, para vivir y actuar
en él según el latido misericordioso de Dios.
Hay preguntas que nos hace bien hacernos: ¿con quién comparto lo más hondo de mi vida?,
¿con quién expreso mis convicciones y mis vivencias íntimas?,
¿quién me acompaña en mis búsquedas humanas y creyentes?
No es posible seguir a Jesús en solitario, muchas veces
no encontramos a Dios porque caminamos solos.
3.3. No siempre vivimos como creyente
.
Hay muchas cosas de mi vida que yo no he elegido:
mi temperamento, mi realidad social, mi familia, mi realidad histórica…
6. Oremos juntos:
Ya no te preguntaré más, ¿cuándo llegará tu día? sino ¿por dónde atraviesas el presente?
¿Por qué existe el malvado? sino ¿de qué manera lo salvas ahora?
¿Cuándo acabarán las guerras? sino ¿dónde construyes la justicia?
¿Cuándo seremos numerosos? sino ¿dónde está hoy la cueva de Belén?
¿Cuándo acabará la opresión? sino ¿cómo pasar por las grietas del sistema?
¿Cuándo te revelarás? sino ¿dónde te escondes?
¡Porque tu futuro es ahora, es este instante universal donde todo lo creado da un paso
dentro de tu misterio compartido! (Benjamín González Buelta SJ)