El Sexto

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El sexto

José María Arguedas

Esta obra “el sexto” es una obra muy conocida de jose María
Arguedas que nos da diferentes enseñanzas mediante el texto.

Elena Rivas Olaya


DEDICATORIA
El presente trabajos se lo dedicamos a la
Prof. Luz Marina Valdeiglesias García Que
con su esfuerzo y visión ha logrado en
nosotras la experiencia de editar nuestro
propio libro.
Asimismo agradecemos a nuestros padres
por su paciencia y apoyo.
Las autoras
El Sexto de José María Arguedas es un recuento de la injusticia y la opresión en la que se
ve sumergido el Perú. En esta novela se relata la historia de Gabriel Osborne, sus días en la
cárcel, la organización interna y los grupos que se forman. Con una clara intención de
denuncia, esta obra nos muestra el destino de los presos políticos, de los delincuentes
comunes, condenados al encierro y la constante tortura. Pero además es un relato de la
sobrevivencia del hombre. A través de la lucha por encontrar justicia, el sentido de
pertenencia, cualquier cosa que pueda ser capaz de soportar su estancia en El Sexto.
 Las referencias a la situación política y las prácticas de los dirigentes, la mención a la
explotación de los empresarios norteamericanos, la complicidad del gobierno, las dos
ideologías opositoras, los apristas o comunistas, se resume todo un mundo que configura al
país en ese penal.
 Una violencia que se repite una y otra vez, la cultura de la tortura, de la que aún cuando
existan pequeñas batallas que se ganan, al final, nada cambia, sólo persiste la esperanza
de acabar algún día con la injusticia.
 Ahí solamente se puede esperar, creer, luchar, morir. “Te falta una fe política, Pacasmayo,
eso te ayudaría a mantener tu serenidad” le insisten sus compañeros.
 Una creencia, el recuerdo de un pueblo, disciplina, la música. Es un microcosmos de la
sociedad. Pero aún cuando parece contarnos la vida desde determinada posición política o
ideológica, el comunismo, el aprismo, se deja ver un sentido humanista, una reflexión por
lo qué somos y podemos ser. Es un resumen de la tragedia humana que significa no saber
cuando es el momento para detener la injusticia.
 Con un lenguaje crudo la novela nos traslada a la locura humana, a la desesperación, pero
también muestra la capacidad del hombre para sobreponerse a las adversidades, por su
razón, por sus ideales, por sus principios. Una novela de preguntas, de constantes
confrontaciones que nos enfrentan, escenas que dejan ver la miseria humana.
 José María Arguedas con esta novela nos demuestra su gran talento y podemos, al leerlo,
acercarnos a una joya de la narrativa hispanoamericana.
Nacimiento e infancia:

José María Arguedas Altamirano, nació el 18 de enero de 1911 en la ciudad


de Andahuaylas, provincia de Andahuaylas, departamento de Apurímac, en la sierra sur del Perú.
Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un abogado cuzqueño que ejercía de Juez en diversos
pueblos, y de Victoria Altamirano Navarro, perteneciente a una acaudalada familia de Andahuaylas.
Cuando tenía dos años y medio de edad, falleció su madre, víctima de "cólicos hepáticos"; pasó
entonces a vivir a la casa de su abuela paterna, Teresa Arellano, en la ciudad de Andahuaylas.

En 1915, su padre, al ser nombrado Juez de primera instancia de la provincia de


Lucanas (departamento de Ayacucho), se trasladó a dicha sede, donde poco después se casó con
una rica hacendada de San Juan de Lucanas, Grimanesa Arangoitia Iturbi viuda de Pacheco (1917).
El pequeño José María viajó entonces a Lucanas, para reunirse con su madrastra; el viaje fue todo
un acontecimiento para él, como lo recordaría siempre. La familia se instaló en Puquio, la capital de
la provincia. José María y su hermano Arístides, dos años mayor que él, fueron matriculados en una
escuela particular.

Adolescencia y primera juventud

En 1923 abandonó su retiro al ser recogido por su padre, a quien acompañó en sus frecuentes viajes
laborales, conociendo más de 200 pueblos. Pasaron por Huamanga,Cuzco y Abancay. En esta última
ciudad ingresó como interno en el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, cursando el quinto
y sexto grado de primaria, entre1924 y 1925, mientras su padre continuaba su vida itinerante y su
hermano Arístides seguía su educación en Lima. Esta etapa de su vida quedó conmovedoramente
plasmada en su obra maestra, Los ríos profundos:

Mi padre no pudo encontrar nunca dónde fijar su residencia; fue un abogado de provincias, inestable
y errante. Con él conocí más de doscientos pueblos. (...) Pero mi padre decidía irse de un pueblo a
otro cuando las montañas, los caminos, los campos de juego, el lugar donde duermen los pájaros,
cuando los detalles del pueblo empezaban a formar parte de la memoria. (...) Hasta un día en que
mi padre me confesó, con ademán aparentemente más enérgico que otras veces, que nuestro
peregrinaje terminaría en Abancay. (...) Cruzábamos el Apurímac, y en los ojos azules e inocentes
de mi padre vi la expresión característica que tenían cuando el desaliento le hacía concebir la
decisión de nuevos viajes. (...) Yo estaba matriculado en el Colegio y dormía en el internado.
Comprendí que mi padre se marcharía. Después de varios años de haber viajado juntos, yo debía
quedarme; y él se iría solo.4
Vida universitaria

En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente en Lima e ingresó a la Facultad


de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí, contra la que esperaba, fue recibido
con cordialidad y respeto por sus condiscípulos, entre los que se contaban los futuros filósofos Luis
Felipe Alarco y Carlos Cueto Fernandini, y los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis Fabio Xammar.
A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido al año siguiente, se vio forzado a ganarse la vida y
entró a trabajar como auxiliar en la Administración de Correos. Era apenas un puesto de
portapliegos pero los 180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus necesidades económicas a lo largo
de cinco años.8

En 1933 publicó su primer cuento, «Wambra kuyay», publicado en la revista Signo.


En 1935 publicó Agua, su primer libro de cuentos, que obtuvo el segundo premio de la Revista
Americana de Buenos Aires. En 1936 fundó con Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro del Pino y
otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve reflejada la ideología propugnada por José Carlos
Mariátegui.

Educador, etnólogo y literato

Perdido su trabajo en el Correo y lograda su Licenciatura de Literatura en San Marcos, Arguedas


inició su carrera docente en el Colegio Nacional «Mateo Pumacahua» de Sicuani, en el departamento
de Cuzco, como profesor de Castellano y Geografía y con el sueldo de 200 soles mensuales (1939-
1941). Allí, junto con sus alumnos, llevó a cabo un trabajo de recopilación del folclor local. Descubrió
entonces su vocación de etnólogo. Paralelamente contrajo matrimonio con Celia Bustamante Vernal,
el 30 de junio de 1939, quien junto con su hermana Alicia era promotora de la Peña Cultural
«Pancho Fierro», un legendario centro de reunión de artistas e intelectuales en Lima.

En 1941 publicó Yawar Fiesta, su tercer libro y primera novela a la vez. Entre octubre de 1941 y


noviembre de 1942, fue agregado al Ministerio de Educación para colaborar en la reforma de los
planes de estudios secundarios.

Su narrativa cumbre

En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la cual recibió en 1959 el Premio
Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma». Esta novela ha sido considerada como su obra
maestra. Por entonces empezó a ejercer como catedrático de Etnología en la Universidad de San
Marcos (de 1958 a 1968). De la misma disciplina fue también profesor en la Universidad Nacional
Agraria La Molina (de 1962 a1969).

En 1961 publicó su novela El Sexto, por la cual se le concedió, por segunda vez, el Premio Nacional
de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma» (1962). Dicha obra es un relato novelado de su
experiencia carcelaria en el famoso penal situado en el centro de Lima, que fue clausurado en 1986.

Depresión y suicidio
La depresión de Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un primer intento de suicidio por
sobredosis de barbitúricos el 11 de abril de aquel año. Desde algunos años atrás, el escritor venía
recibiendo múltiples tratamientos psiquiátricos, describiendo sus padecimientos en sus escritos:

Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto fatigadísimo, sin poder dormir
y angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque estos caballeros nunca llegan a
entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo malo es que esto me viene desde mi infancia (carta
a John Murra, 28 de abril de 1961).10

Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se me necesitaba he sobrevivido
hasta hoy y será hasta el lunes o martes. Temo que el Seconal no me haga el efecto deseado. Pero
creo que ya nada puedo hacer. Hoy me siento más aniquilado y quienes viven junto a mí no lo creen
o acaso sea más psíquico que orgánico. Da lo mismo. (...) Tengo 55 años. He vivido bastante más
de lo que creí (carta a Arístides Arguedas, 10 de abril de 1966).11
José María Arguedas. Kachkaniraqmi! ¡Sigo siendo! Textos esenciales
Carmen María Pinilla (Comp.)
Lima: Congreso de la República del Perú, 2004

Esta obra constituye la más lograda selección de textos de José María Arguedas, en
sus dos facetas: como excepcional narrador y como antropólogo capaz de dar un
nuevo sentido a nuestra modernidad mestiza enraizada en la tradición andina.

Diamantes y pedernales
Lima: Norma, 2004

Esta selección de textos realizada por Ricardo González Vigil reúne


lo mejor de la narrativa breve de uno de los escritores que exploró
con maestría la "quechuización! Del español. Afín al mestizaje de
nuestras artes plásticas del siglo XVII.

Los ríos profundos


Lima: Horizonte, 2001

Esta novela de Arguedas es importante, según el crítico Julio


Ortega, no sólo "por habernos descubierto un mundo nativo sino
también la de revelarnos una nueva literatura, que él iniciaba con
esta novela, clausurando por una parte el viejo indigenismo de
buena voluntad y comenzando, por otra, nuestra moderna lectura
de ese mundo discordante que resultaba ser el más nuestro, el
más próximo y propio".

Un mundo de monstruos y de fuego 


Selección de Abelardo Oquendo
México: FCE, 1993

La literatura de Arguedas fue fruto de un esfuerzo por revelar


un mundo que nadie había logrado expresar cabalmente antes
que él: el mundo que vivió en su infancia y lo marcó para
siempre. Para la reunión de los textos que contiene este libro
se ha elegido entre los que de modo más directo contribuyeron a forjar la imagen
de este autor peruano.

El zorro de arriba y el zorro de abajo


Lima: Horizonte, 1983

El zorro es en muchos sentidos una novela-límite de


clasificación difícil. Ultima obra de Arguedas, último producto
narrativo del indigenismo teorizado por Mariátegui-Valcárcel,
última de la serie de novelas urbanas “sociales” hincada en el
Perú en los años cincuenta.

Páginas escogidas
Lima: Universo S.A., 1974 (2da. Edición)

Selección de la obra de Arguedas, efectuada por Emilio


Wesphalen, tiene el propósito de mostrar las diversas facetas
de este gran escritor: como cuentista, novelista, etnólogo y
folklorista y poeta, que revelan a un creador y estudioso de un
vasto sector del Perú menospreciado por el país oficial. Con
prólogo de Abelardo Oquendo,

Agua. Breve antología didáctica


Lima: Horizonte, 1981

Esta antología contiene los textos completos de los cuentos


Agua, Warma Kuyay, ¿qué es el folklore? y No soy un
aculturado.

Todas las sangres


Buenos Aires: Losada, 1970

En esta obra, Arguedas nos entrega un cuadro estremecedor de


ese Perú hervidero de las más diversas y complejas formas de
cultura, paisaje de ásperos contrastes raciales y sociales, que él
supo interpretar con exactitud documental pero sin el más mínimo
sacrificio para su encendido y hondo lirismo.
El Sexto
Lima: Horizonte, 1980 (6ta. Edición)

Esta novela tiene como escenario la cárcel, el Sexto, escuela del


vicio y -extrañamente-, como Arguedas mismo lo sugiere en sus
palabras citadas, “escuela de generosidad”. En la cárcel se
encuentra lo peor que la sociedad ha elaborado y la esperanza de
los que, por cambiarla, lucharon a viva voz y en la acción.

Relatos completos
Buenos Aires: Losada

Esta edición contiene catorce relatos de Arguedas: Agua, Los escoleros,


Warma Kuyay, El barranco, Diamantes y Pedernales, Orovilca, La muerte
del Arango, Hijo solo, La agonía de Rasu-Ñiti, El sueño del pongo, El horno
viejo, La huerta, el ayla y don Antonio.

Cuentos olvidados
Lima: Imágenes y Letras, 1973

Contiene cuentos perdidos en periódicos y revistas de los años 34 y 35. No


tenían la madurez de los cuentos que le dieron fama en su primera época
(agua, Warma Kuyay), pero son el testimonio de sus primeros esfuerzos
por encontrar un estilo propio. Contiene también unas notas críticas a la
obra de Arguedas por José Luis Roulillon.

Los ríos profundos


Lima: Retablo de Papel, 1972

Con esta obra, José María Arguedas alcanza su plenitud literaria.


“Esta no es únicamente una novela acerca del mundo andino y
provinciano, sino una reformulación radical de los modelos que han
configurado nuestra percepción nacional. En este sentido, es un
texto literario que actúa también como un texto de cultura” (Julio
Ortega, 1982). 
El sueño del pongo, La agonía de Rasu Ñiti / Pongopa musquynin,
RasuÑitipa wañuynin 
Lima: San Marcos, 2007. 59 p.

Edición bilingüe (castellano- quechua) de dos cuentos escritos


con alma andina, recogiendo los sufrimientos y las injusticias de
aquellos que hasta hoy son olvidados y marginados. Allí está el
espíritu del danzante que habla con los apus del Ande y que hoy
aún constituye el hálito de los pueblos rurales en nuestro Perú
profundo. Traducción: Washington Córdova Huamán

Canto kechwa
Lima: Horizonte, 2006. 73 p.

Arguedas recoge la rica tradición poética oral de las lenguas andinas y


amazónicas que en el pasado siglo logro importantes expresiones.
Seguido de un ensayo sobre la capacidad de creación del pueblo indio
y mestizo.

Mitos, leyendas y cuentos peruanos 


Madrid: Siruela, 2009. 166 p.

Publicado originalmente en 1947, “Mitos, leyendas y cuentos


peruanos” contiene las principales narraciones populares de
nuestro país, tal como fueron recopiladas por el escritor José
María Arguedas y el etnólogo Francisco Izquierdo Ríos. Los
cuentos y leyendas fueron escritos por alumnos y maestros de
distintos lugares del Perú.
Empieza con el ingreso de Gabriel Osborno a la prisión y lo primero que oye es la
canción de “La Marsellesa De Los Apristas” que es cantada por los presos políticos
del tercer piso. Gabriel es conducido al pabellón de los presos políticos y es
introducido en una celda.

Alejandro cámac Jiménez y Gabriel serán compañeros de celda. Cámac, a medida


que pasaban los días, le fue enseñando a los presos uno por uno: Maraví, el amo
del sexto; el Negro Puñalada, el Piurano, Rosita, el Pato, el Pacasmayo, entre otros.

También le dice que en el primer pabellón están los vagos (2º piso) están los
delincuentes mas avezados (violadores, asesinos, estafadores) y en el tercer piso,
se encuentran los presos políticos.

En la novela se narra la muerte del pianista, la violación de Libio Tasaico por parte
del negro puñalada, la muerte de 2el pato” por manos del piurano, el suicidio de
“Pacasmayo”, la muerte del Japonés, la locura del delincuente “clavel”, la muerte
del “negro puñalada”.

El escritor José María Arguedas cuenta el drama humano de una cárcel peruana. El
dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte, son elementos vitales que giran
alrededor de la obra.

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