RECONCEPTUALIZACION

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 El objetivo del presente artículo es aportar algunas reflexiones generales sobre

el desarrollo del Movimiento de Reconceptualización del Trabajo Social en

Es nuestra intención poder recuperar, a partir de un análisis histórico y crítico, las


preocupaciones, las discusiones y las temáticas que tuvieron lugar durante su
desarrollo, así como las modificaciones que ocurrieron en este movimiento en el
transcurso del tiempo. Reconceptualización nos permite pensar el Trabajo Social
contemporáneo.

¿Qué fue el Movimiento de Reconceptualización?

Las décadas de 1960 y 1970 implicaron un momento de verdadera inflexión en el


desarrollo del Trabajo Social Latinoamericano. Los fundamentos
teóricos, metodológicos, operativos e ideológicos sobre los cuales se asentaba el
ejercicio profesional se vieron sacudidos con una intensidad que, al menos en
términos comparativos, resultaba inédita para la historia del Trabajo Social en el
continente.

Latina-, esto no podemos desconsiderar las profundas transformaciones estructurales


y coyunturales ocurridas tanto en el ámbito mundial y latinoamericano, como en cada
uno de los países de la región. Las décadas de 1960 y 1970 constituyeron un
momento histórico sumamente dinámico y complejo, marcado por significativas
modificaciones sociales, políticas, económicas y culturales.
En el camino de «desmitificar» ciertas características del Movimiento de

Reconceptualización, podemos comprender que las modificaciones ocurridas durante


estas décadas, no son patrimonio «exclusivo» del Trabajo Social ni tampoco del Trabajo
Social Latinoamericano. Si bien consideramos que el impacto recibido por el Trabajo
Social Latinoamericano fue de tal magnitud que puso en jaque los sustentos
teóricos, metodológicos e ideológicos en los cuales se venía desarrollando la profesión en
el continente. En ocasión de analizar el proceso de surgimiento e institucionalización de la
profesión en Argentina en nuestro anterior trabajo, presentamos la tesis que dicho
proceso fue parte de la reacción conservadora ante el Proyecto de la
Modernidad, entendiendo al mismo como proyecto emancipatorio del hombre. De este
modo, afirmamos que el Trabajo Social en sus orígenes, desde su intervención y práctica
negaba las características emancipatorias de este proyecto y, por lo tanto, surgió con un
fuerte carácter «antimoderno».

Así, el Trabajo Social Latinoamericano, modelado bajo las corrientes europeas y/o


norteamericanas de la profesión, desde sus orígenes y hasta los inicios de la década de
1960 presentó como características estructurales un fuerte componente conservador, más
allá de sus vínculos católicos o laicos, y un marcado carácter antimoderno. Estas
características, presentes en los orígenes y primeras décadas del desarrollo de la
profesión, constituyeron el núcleo fundamental del proyecto profesional hegemónico3. Es
justamente a partir de la década de 1960, cuando las bases conservadoras y
antimodernas que sustentaban teórica y metodológicamente a la profesión en América
Latina entran en crisis. Reconceptualización como en su desarrollo, y que fue el
cuestionamiento y la crítica al desarrollo histórico que la profesión había tenido en nuestro
continente hasta ese momento.

Es decir, el Movimiento de Reconceptualización desde sus distintos posicionamientos, se


confrontaba con el Trabajo Social Tradicional.

Claro que estas confrontaciones incluían propuestas reformistas y modernizantes


de la profesión –necesario aggiornamento a los tiempos de

4profundos cambios que vivía el continente- así como el más profundo rechazo a la
denominada «conservadora Asistencia Social» y sus representantes, y en algunos
casos, proponiendo una perspectiva revolucionaria del Trabajo Social. De este
modo, abriendo un amplio abanico de posturas y tendencias en el desarrollo del Trabajo
Social Latinoamericano. Así, el Movimiento de Reconceptualización -desde estas
diferentes posiciones- impulsó, estimuló o, simplemente, permitió que se incorporaran a la
agenda de la profesión temáticas, discusiones y debates que habían estado ausentes en
el desarrollo histórico del Trabajo Social en el continente. Y de este modo, sentando las
bases para la construcción de nuevos proyectos profesionales en el Trabajo Social
Latinoamericano.

Asimismo, estas críticas han provenido de los más diversos sectores del Trabajo
Social, tanto de aquellos grupos más reaccionarios y conservadores como de grupos de
vanguardia y sumamente críticos
Una última aclaración, una de las características de la Reconceptualización fueron
los intensos intercambios entre los profesionales del Trabajo Social de los países
latinoamericanos y unidos en el compromiso de construir un auténtico

Trabajo Social Latinoamericano, pero esto no debe inducirnos a pensar que consideramos


a América Latina como una unidad homogénea.

Estos profesionales buscaron desde el Trabajo Social dar respuesta a la situación de


subdesarrollo que vivían nuestros países, fundamentalmente aplicando el Método de
Organización y Desarrollo de la Comunidad, con un amplio consenso más allá de las
diversas posturas ideológicas de los mismos. Es decir, la alternativa desarrollista se
presentaba como una posibilidad válida para dar respuesta a las manifestaciones de la
cuestión social en América Latina y las críticas, por cierto muy limitadas, se centraban en
cuestionar la metodología utilizada para implementar los planes de desarrollo antes que
sus fundamentos.

Trabajo Social en su versión norteamericana, con un fuerte impulso a la planificación, el


desarrollo de comunidades y la formación de equipos técnicos y profesionales
El Segundo Seminario Regional Latinoamericano tuvo lugar en

Montevideo, Uruguay en 1966. El mismo fue presidido por Herman Kruse y contó con la
participación de representantes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Si bien persisten
ideas ancladas en el «desarrollismo», junto a ellas se comienzan a vislumbrar
perspectivas críticas sobre la profesión y su rol en el proceso de desarrollo. Se incorporan
al debate del Trabajo Social referencias al imperialismo, la lucha de clases, las
consecuencias del capitalismo, la concientización y el rol del trabajador social como
agente de cambio.

El Tercer Seminario Regional se desarrolló en Gral. Chile, Uruguay, Brasil y Argentina. En


este seminario aparecen nuevas preocupaciones sobre el desarrollo social, la
participación social, el papel de la educación en el desarrollo nacional, así como sobre la
metodología empleada en la formación de los trabajadores sociales, la búsqueda de
fundamentos científicos al ejercicio profesional y una revisión de algunos métodos y
técnicas de la profesión. Al igual que en los anteriores encuentros, la preocupación central
estaba en qué Trabajo Social necesitaba América Latina.

Este documento, más allá de su importancia en el desarrollo de la profesión en el


Brasil, tuvo un fuerte impacto en el Trabajo Social Latinoamericano. El autor considera
que todo el documento se encuentra atravesado por una tensión entre lo «tradicional» y lo
«moderno» donde los elementos del Trabajo Social Tradicional son colocados de un
modo diferente, modernizándolos a través de la incorporación de la perspectiva
desarrollista, pero sin perder su carácter tradicional. Asimismo, otro de los vehículos
fundamentales de este proceso de renovación fueron las publicaciones autóctonas, es
decir, las producciones teóricas sobre el Trabajo Social Latinoamericano y escritas por
trabajadores sociales latinoamericanos.
En primer lugar, porque el movimiento traspasa las fronteras de los países del Cono Sur
extendiéndose a la mayoría de los países de América Latina –principalmente a través de
la incorporación de nuevos actores que asumen la tarea de difundir, debatir, producir e
investigar sobre el Trabajo Social-. Regionales y de la revista Hoy en el Servicio
Social, encontramos en el escenario del Trabajo Social Latinoamericano -vehiculizando
este proceso-, entre otros, a la revista Selecciones del Servicio Social publicada por la
Editorial Humanitas, a las actividades promovidas por ALAESS y al Instituto de
Solidaridad Internacional .

Trabajo Social. Obviamente no es casual que se plantearan estas problemáticas si


consideramos la situación que vivía Chile –con una democracia consolidada y próximo a
que Allende ganara las elecciones-.

1965 se venía desarrollando en América Latina el Proyecto de Trabajo Social del

1969-1973, haciéndose eco de la renovación profesional que se estaba desarrollando e


impulsando en el continente, se promueven seminarios de estudios y perfeccionamiento.

Teresópolis se consolida la visión instrumental y operativa del trabajador social, concebido


como un mero funcionario del desarrollo, proponiendo una concepción científica de la
práctica profesional aunque ésta se reduce al método profesional y, en
consecuencia, instalando una modernización conservadora. A diferencia del Documento
de Araxá, que fue muy bien recibido por todos los sectores del Trabajo Social, el
Documento de Teresópolis generó recepciones divergentes. Latinoamericano. Mientras
que la revista Hoy en el Trabajo Social realiza una profunda crítica, considerando que tras
la propuesta de renovación se negaba el mismo proceso de Reconceptualización.

Por otra parte, la revista Selecciones del Servicio Social dedica un número del año 1970
exclusivamente al tema de «Reconceptualización del Servicio Social». En este primer
balance de la Reconceptualización, resulta claro que las manifestaciones de la cuestión
social en América Latina se encuentran en la base de todos los desarrollos que son
realizados en este movimiento, impulsando nuevos interrogantes y formulaciones.
Reconceptualización, asumida como proceso de renovación del Trabajo Social

Latinoamericano, al mismo tiempo que esta renovación, desde una perspectiva crítica y


revolucionaria, era considerada un imperativo para un Trabajo Social que mirara la
realidad de América Latina. En el año 1972 se llevó a cabo el VI Seminario Regional
Latinoamericano de Servicio Social en Porto Alegre, Brasil bajo la convocatoria
«Sistematización de la actividad práctica del Servicio Social». ¿Es qué el Movimiento de
Reconceptualización estaba ingresando en una crisis?, ó peor aún, –tal como señalara la
revista Hoy en el Trabajo Social- ¿es que detrás de propuestas
«renovadoras», «modernizantes» y hasta «revolucionarias» se escondía una embestida
reaccionaria y conservadora?.

Reconceptualización. Desde ya que no podemos ignorar la situación política que se


comenzaba a extender por toda América Latina, a través de la instalación de terribles
dictaduras militares. Sin embargo, aún se mantenía el Proyecto Trabajo Social del ISI y el
cambio en la dirección de ALAESS, a partir del año 1971 asumiendo su dirección
representantes de la línea renovadora , implicó que adquiriera un fuerte protagonismo en
la difusión de este movimiento.

En el año 1973 se produce un cambio en la dirección del Proyecto Trabajo

Social del ISI, buscando un acercamiento mayor a los profesionales y a su quehacer


cotidiano. Pero en el año 1974 el ISI plantea cierto «riesgo político» en que una fundación
extranjera promoviera cambios en el Trabajo Social y, por lo tanto, proponía que se
realizará el traspaso del Proyecto Trabajo Social a una organización residente, bajo la
responsabilidad directa de los latinoamericanos.

A inicios de 1975 comienzan las actividades del recientemente creado

Durante el período 1975-1977, el CELATS desarrolló numerosos proyectos de


capacitación continuada, investigaciones, así como cursos y seminarios en distintos
países de América Latina, publicándose también, a partir de julio de 1976 la revista Acción
Crítica.

La totalidad de los autores destaca la importancia de la

En este sentido, muchos consideran que este movimiento permitió la apertura a nuevos


interrogantes, un mayor protagonismo de la profesión, la búsqueda de la jerarquización
profesional y la innovación metodológica con un fuerte contenido científico, si bien
destacan que la Reconceptualización se desarrolló, fundamentalmente, vinculada a los
centros de formación con poca incidencia en los profesionales insertos en las
instituciones.
Por otra parte, en 1976 tuvo lugar el VII Seminario Latinoamericano de

Servicio Social –continuidad de los Seminarios Regionales- en


Lima, Perú. Reconceptualización. «Latina y el Trabajo Social». En el mismo se plantea a
la Reconceptualización como «un movimiento teórico, metodológico y operativo que
propende a crear una identidad entre la acción de éste y las demandas reales que surgen
de la actual situación del continente» .

De igual forma, se señala la crisis tanto en la formación como en el ejercicio


profesional, después de diez años de desarrollo de la Reconceptualización, por las
contradicciones cada vez más complejas de las sociedades latinoamericanas. Social
continúo publicando unos pocos números hasta el año 1977 que, ante la instalación de la
sanguinaria dictadura militar argentina, se vio obligada a cerrar, terminado así el ciclo de
esta publicación pionera en el proceso de renovación profesional del Trabajo Social en
América Latina.

Particularmente, en los países latinoamericanos que eran salvajemente victimas de


dictaduras militares, se producía un retroceso a formas conservadoras y reaccionarias
propias del Trabajo Social Tradicional. -partiendo de lo ya producido por la
Reconceptualización hasta ese momento y en un proceso de crítica y superación-, irá
avanzando hacia desarrollos más complejos del proceso de renovación profesional del
Trabajo Social.

Seminarios Regionales, la revista Hoy en el Trabajo Social y los Seminarios

El proyecto «Historia del Trabajo Social» impulsado por el CELATS en 1978, con la


intención de producir reflexiones sobre la historia de la profesión en todos los países de
América Latina, constituye una síntesis del proceso iniciado en la década de 1960
abriendo nuevas reflexiones y perspectivas sobre la profesión.
Marx, presentan graves dificultades al intentar generar metodologías para el

Trabajo Social y esto, por que se carece de una suficiente formación teórica en el


pensamiento marxista y por lo tanto se cae un uso apresurado del materialismo
dialéctico, proponiendo en definitiva un método empirista al mismo tiempo que planteando
objetivos idealistas para la acción profesional. En algunos casos, además, se realiza un
uso distorsionado de la categoría de práctica social como sinónimo de práctica
profesional. Así, el trabajo profesional se transformaba en militancia política y se
consideraba unilateralmente la subjetividad de los sujetos sin analizar los límites objetivos
de la realidad social. En síntesis, las metodologías de la Reconceptualización, si bien
intentando romper con las metodologías del Trabajo Social Tradicional, terminan
promoviendo métodos prescriptivos que reproducen la matriz positivista, aunque al mismo
tiempo permitieron incorporar categorías como lucha de clases, organización
popular, participación, praxis al ejercicio profesional.
A partir de estos análisis podemos comprender que el Movimiento de

Reconceptualización implicó un momento de transformación y cambio de rumbo de la


profesión en América Latina. La Reconceptualización significó mirar a nuestra
América, criticar nuestra dependencia, explotación e injusticia pero, fundamentalmente
significó buscar construir una sociedad justa e igualitaria para todos. Reconceptualización
posibilitó que el Trabajo Social Latinoamericano comenzara a dialogar con el Proyecto de
Modernidad, comprometiéndose en el proyecto de emancipación de todos l

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