Educación Sexual Integral en Las Escuelas (ESI)
Educación Sexual Integral en Las Escuelas (ESI)
Educación Sexual Integral en Las Escuelas (ESI)
Ciclo: 2º ciclo.
Cuando pensamos en cuáles son los aspectos relevantes para abordar la Educación Sexual
Integral en la escuela, las prácticas y experiencias nos indican que no hay una receta para hacerlo.
Sin embargo, el análisis de experiencias significativas nos permite identificar distintos recorridos.
Seguramente surgirán muchas preguntas, simples y complejas, y no admiten respuestas cerradas
sino más bien requieren revisar los propios supuestos y mirar estas cuestiones desde distintas
perspectivas.
¿Con qué saberes necesitamos contar nosotros y nosotras para brindar educación sexual
en la escuela?
¿Qué necesitan saber los chicos y las chicas sobre educación sexual?
¿Tenemos que hacernos cargo todos los docentes, o sólo algunas áreas curriculares?
¿Cómo podemos llegar a acuerdos si los y las docentes tenemos ideas diferentes acerca del
tema?
Si hablamos de sexualidad, ¿estaremos promoviendo un ejercicio temprano de las
prácticas sexuales? ¿Qué dirán los padres, madres, familias al respecto?
¿Cuál es el territorio, sus límites, para la participación de los y las docentes y de la
escuela en la Educación Sexual Integral?
Estos y otros interrogantes reclaman ser analizados y exigen una reflexión en profundidad en lo
personal y junto a colegas. Ello nos permitirá arribar a posiciones construidos, acordados y
sostenidos colectivamente.
Consideramos que la mejor manera de abordar estos temores, prejuicios y modelos es a través
del diálogo entre adultos; poner en común estas cuestiones y discutirlas, teniendo en cuenta que los
cambios llevan su tiempo. Para esto, es necesario que en la escuela habiliten espacios de debate y
reflexión entre adultos. Tanto en estos encuentros como los destinados a la capacitación docente, no
es suficiente contar con ciertos saberes, sino también desarrollar la capacidad de acompañamiento,
de reconocimiento del otro, de cuidar y de escuchar.
Ejercer nuestros derechos. Está orientado a trabajar en la escuela sobre la apropiación del
enfoque de los derechos humanos como orientación para la convivencia social. El foco está
puesto en aquellos derechos que se vinculan al respeto por las otras personas y los otros en
las relaciones interpersonales, el acceso a conocimientos del cuerpo y la expresión de
sentimientos y necesidades vinculadas a la sexualidad, y la promoción de aprendizajes de
prácticas de defensa de derechos, por Ej. El derecho de recibir información científicamente
validada o el no ser discriminado.
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Respetar la diversidad. Se refiere al reconocimiento y valoración de las manifestaciones de
las múltiples diferencias entre las personas. Las propuestas que formulamos están
específicamente orientadas al conocimiento de las formas de ser mujeres y de ser varones
que históricamente se han construido en nuestra sociedad. En este sentido, se propone
identificar los prejuicios y las prácticas referidas a capacidades y aptitudes vinculadas al
género, y el rechazo a todas las formas de discriminación.
Reconocer distintos modos de vida. También constituye un eje, ya que uno de los
propósitos formativos de la Educación Sexual Integral es ampliar el horizonte cultural desde
el cual cada niña y cada niño desarrolla su subjetividad como parte de un colectivo social.
En la medida en que puedan reconocer distintas formas de organización familiares, sociales
y culturales en el tiempo y en el espacio, más plenamente podrán desarrollarse y enriquecer
su mirada sobre los valores y actitudes presentes en los vínculos humanos.
Cuidar el cuerpo y la salud. Propicia el conocimiento del cambio del cuerpo humano y la
identificación de sus partes íntimas en el marco de la promoción de hábitos del cuidado de
uno mismo, de los demás y de la salud en general. También propicia la reflexión crítica
sobre los modelos y los mensajes de belleza que circulan en nuestra sociedad y que pueden
influir negativamente en la autoestima y los vínculos interpersonales.
Valorar la afectividad. Apunta a que las niñas y los niños puedan expresar, reflexionar y
valorar las emociones y sentimientos vinculados a la sexualidad, al mismo tiempo que se
promueven valores como el amor, la solidaridad y el respeto a la intimidad propia y ajena.
2012.
La Ley y su cumplimiento.
La ESI (Educación Sexual Integral). Es una Ley (26.150), por lo tanto tiene carácter de
obligatoriedad, y la misma debe cumplirse. En este sentido y no otro, es obligación de los
docentes de todos los establecimientos educativos cumplirla. Teniendo en cuenta todos estos
aspectos antes nombrados, trabajando en consenso con los padres y docentes.
Esto quiere decir, que si o si hay que trabajar la educación sexual integral en todas los
centros de educación de la Argentina, en todos los niveles. Siempre teniendo en cuenta lo
que indica la Ley y no saliéndose de la misma en ningún aspecto.
No existe aquí posibilidad alguna de tergiversación, ya que esta ley fija claramente cuáles
son los contenidos con los cuales debe trabajarse.