Tesina Prosperidad 1
Tesina Prosperidad 1
Tesina Prosperidad 1
TESINA
I Introducción
A) Historia
B) Definición
C) Origen
B) Mega-Iglesias
IV Evangelio de Prosperidad
A) Amor al dinero
I Introducción.
Es el propósito de esta tesina saber detectar y tratar de desenmascarar el error que se esconde
atrás de esta teología, y a la vez proponer el camino por el cual debe encausarse la iglesia
latinoamericana en una época de hedonismo desmedido y de falta de dirección de la iglesia.
Mencionado que Dios no desea que seamos pobres o estemos viviendo en condiciones de
miseria, sino que la voluntad del Padre es una prosperidad integral sin tener el corazón puesto en
las riquezas.
II ORIGEN DE LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD
A) HISTORIA
Pareciera que los orígenes de la teología de la prosperidad son recientes, sin embargo se tiene
antecedentes de como es que surgió este tipo de pensamiento. En la historia se registra que
Clemente de Alejandría por el año 190 en su obra “Cristo el Educador” trató de muchos asuntos
enseñando qué estilo de vida debían vivir los cristianos para distinguirse de los paganos – y tocante
a las riquezas, sostenía que estaba bien que el cristiano fuera rico y decía: “Debemos poseer
riquezas de una manera decorosa, compartiéndolas generosamente”. En el siglo tercero la iglesia
entró a una época de persecución, entonces se origino la vida monástica que fue el modelo
predominante de la iglesia, ésta enfatizaba el trabajo, la oración y trabajos sencillos, con más énfasis
quizá en la oración, por lo cual el modelo de prosperidad dejo de ser adecuado para el laico y llevado
a un extremo de un culto a la pobreza, elogiado como un estilo de vida carente aun de lo mas
necesario.
Los reformadores del siglo XVI rechazaron el monasticismo como lo mejor para lograr la perfección
cristiana y al contrario se establecieron principios de espiritualidad basados en la Biblia. Juan Calvino
contribuyó al desarrollo de una teología más consecuente con la época. Estableció la comunidad
modelo en Ginebra y con su teología del trabajo quizá sin pensarlo, sentó la base de la futura
prosperidad de Europa.
La influencia de la teología reformada alcanza a Inglaterra y otros países. En el año 1600 William
Perkins, pastor puritano y teólogo influyente y muy leído escribía demostrando el cambio que la
reforma había producido en el concepto de la pobreza y la prosperidad, señalaba que la labor
honesta es esencial para la justicia y que la ociosidad es un pecado: “La ociosidad y la pereza son
causa de muchos pecados abominables. El cuerpo ocioso y el cerebro ocioso son taller de Satanás”.
“El hombre puede agradar a Dios perfectamente viviendo en fe en cualquier ocupación honesta que
tenga”.
Las doctrinas fundamentales del cristianismo empezaron a ser rechazadas con el tiempo aunque no
así las éticas del puritanismo. Cuando se quitaron los fundamentos bíblicos se condujo hacia un
materialismo, poniendo en peligro la ética protestante y dando como resultado una religión
metalizada en donde se trabaja para su propia satisfacción y no para agradar Dios.
(http://www.iglesiadesantidad.org/mensajes-pastorales/22-la-teologia-de-la-prosperidad)
Ralph Waldo Trine fue filósofo, místico, profesor y autor de varios libros, fue uno de los primeros
mentores del Movimiento del Nuevo Pensamiento, pionero en el área del pensamiento transformador
para la vida. En 1897 Trine escribió un libro llamado “En sintonía con lo infinito” que por su
contenido y sin base bíblica sobre el tema de la prosperidad, llego a ser un éxito vendiendo más de 2
millones de copias de su versión en inglés y traduciéndose en 20 idiomas; además de haber
soportado el paso del tiempo por más de un siglo. Es interesante enterarse de que Henry Ford,
pionero de la producción de automóviles en masa, atribuyó directamente su éxito al hecho de haber
leído “En Sintonía con el Infinito.” Su libro dice:
“Si uno mantiene una mentalidad de pobreza, será pobre y lo más probable es que permanezca en
pobreza. Si mantienen una mentalidad de prosperidad, sin importar las condiciones actuales esta
poniendo en marcha fuerzas que tarde o temprano lo llevarán a una condición de prosperidad”.
También aconsejaba:
“Visualícese asimismo en una condición próspera. Afirme que pronto estará en una condición
próspera. Afírmelo quieta y calmadamente pero con fuerza y seguridad, créalo y créalo totalmente.
Espérelo y manténgase siempre alerta en expectación”. (http://loi-d-attraction.com/ES/r-w-trine)
Este lenguaje no nos es del todo extraño, ni desconocido hoy día, pues con frecuencia lo
escuchamos en los púlpitos y en los medios de comunicación tanto radio como TV.
1. “Se trata de servicios religiosos pseudocristianos que como expresión del antropocentrismo
cultural e incluso existencial de la actualidad, utilizan la Biblia para proponer ideas de
progreso material, de reinvención de sí mismo, de conocimiento de caminos de anulación
del dolor, etc.". "Especialmente en regiones pobres o emergentes de América Latina, la
necesidad de una cosmovisión económica y para algunos, necesariamente religiosa, que
ayude a superar los conflictos de pobreza, corrupción administrativa, frustración
económica, inseguridad ciudadana, etc., crea un campo fértil para la mercadotecnia de la
llamada 'teología de la prosperidad'". Se trata, de "un falso Dios aparentemente bíblico,
pero no cristiano que reduce el horizonte de su acción en la vida humana a pobreza como
'maldición' y a riqueza como 'bendición o prosperidad'". Esta "teología de la prosperidad",
surge de la atomización de grupos nacidos del evangelismo neopentecostal, que
manipulan la traducción, la predicación y la aplicación existencial de la Palabra de Dios.”
(HTTP://WWW.ZENIT.ORG/ARTICLE-28745?L=SPANISH)
En cuanto a “La Teología de la Prosperidad” el Doctor Samuel Escobar opina que más bien
debemos referirnos a esto como “Las Teologías de la Prosperidad” por las variantes que se dan
en su enfoque. Por otra parte los participantes de la consulta sobre este asunto, que tuvo lugar en
La Paz, Bolivia del 9 al 20 de Febrero de 1999 llegaron a la conclusión de que si bien el término es
muy conocido en nuestro medio, más que una teología la Teología de la Prosperidad es una
corriente, o un movimiento.
Cómo lo llamamos no es lo más importante, sino quiénes son y qué enseñan los promotores y
maestros de este movimiento es lo que nos debe de interesar para poder distinguir hasta donde
llega la verdad y donde comienza el error a fin de fijar una postura consecuente a la luz de la
palabra de Dios. . http://www.cristianohoy.org/blog/teologia-de-la-prosperidad-%C2%BFque-esta-mal-con-la-
filosofia-de-la-prosperidad-material.html, (http://www.iglesiadesantidad.org/mensajes-pastorales/22-la-teologia-de-la-
prosperidad
Hagin es, en la actualidad, una de las figuras más respetadas del movimiento y uno de los
mayores forjadores de promotores de la teología de la prosperidad a través de su centro de
entrenamiento bíblico, Rhema, con sede en Oklahoma.
Las raíces de esta teología se relacionan con el marco incomparable del boom económico
después de la Segunda Guerra Mundial, las ideas del psicólogo Norman Vincent Peale, en
especial su libro “El poder del pensamiento tenaz”, será de gran influencia en personalidades
destacadas de esta teología.
Un ejemplo es Robert Schuller, gestor del llamado “pensamiento posibilista”, para quien el
progreso material individual depende de una actitud mental positiva.
La historia temprana de la teología de la prosperidad en los Estados Unidos tiene tres pilares en el
movimiento de Lluvia Tardía de los años 1940s: William Branham, Oral Roberts y Gordon Lindsay.
Kenneth E. Hagin
Nacido en Texas en agosto de 1917 muy temprano su padre abandonó la familia y fue a vivir con
su abuela – En su adolescencia estuvo en cama enfermo año y medio – En ese tiempo es que
aseguraba haber recibido visiones. Una vez fue llevado al infierno y tres veces al cielo. Basado
en Marcos 11:23, 24, Hagin enseñaba que para recibir lo que se pide a Dios, se debe confesar en
voz alta y aunque no haya evidencia de respuesta debe continuar confesándolo hasta que se hace
realidad –“Confesión positiva” – “Palabra de fe” – “Teología de la Prosperidad” Fe y esfuerzo
humano son determinantes para lograr lo que se quiere, según Hagin.
Kenneth Hagin se inició en el ministerio por el año 1937, como predicador Bautista. Hasta 1949
estuvo en una iglesia pentescostal porque compartía su énfasis en la sanidad divina, mas tarde
fue ordenado ministro en las Asambleas de Dios y estuvo a cargo de algunas iglesias en Texas.
Mientras tanto estableció relaciones con pastores independientes, como Oral Roberts y T.L.
Osborn, hasta que en 1962 estableció su propio ministerio.
Hagin hablaba de experiencias sobrenaturales tales como sueños, visiones, afirma que en una
ocasión expulsó un demonio que Jesús no pudo expulsar; que en visión le fue rebelada la
estatura y el peso de Jesús. Colaboró en la fundación de lo que se conoce como “La Convención
de Iglesias y Ministerios de Fe”, entidad que ordenó a Benny Hinn y otros. Sus programas de
radio se transmiten en unas 249 estaciones, desde su centro de Tulsa, Oklahoma, miles de
graduados han salido del centro de entrenamiento Rema y enviados a todas partes del mundo.
Además de miles y miles de cursos por correspondencia difundiendo un mensaje con una doctrina
que nos es imposible concordar.
http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:QipdSYsrAIIJ:www.esepa.org/index.php%3Foption%3Dcom_docman
%26task%3Ddoc_download%26gid%3D22
Entre los predicadores más conocidos que recorren este continente propagando la visión de esta
teología están Claudio Freidzon, de Argentina y Cash Luna, de Guatemala.
Además tienen representantes en cada país, cuya autoridad está en unos países más que en
otros, por encima de las alianzas o confederaciones evangélicas.
La tensión que siempre marcó la historia de la Iglesia cristiana en Latinoamérica entre una
teología oficial, defendida por las jerarquías eclesiásticas, su clero y sus teólogos, y el
pensamiento religioso que nutre las prácticas religiosas y la devoción del creyente común.
Es un hecho consumado que, en el cristianismo, siempre han operado dos, o más, iglesias y dos,
o más, teologías paralelas, las cuales mutuamente se han ignorado y excluido.
La teología oficial, administrada por las jerarquías, ha buscado por todos los medios controlar, y
hasta deshacerse, de las creencias religiosas populares. En la actualidad una de las diferencias
de esta tensión con respecto al pasado, radica en que la teología de la prosperidad surge en un
momento de gran confusión cultural, además de la crisis que afecta a la teología tradicional, la
cual está llamada a dar respuesta desde un enfoque bíblico, histórico y contextual a la llamada
teología de la prosperidad.
(Pentecostalismo de poder: Una evaluación del protestantismo. Milton Acosta, Medellin Colombia)
B) MEGA-IGLESIAS EN LATINOAMERICA
Según el pastor de la iglesia Saddleback Rick Warren, menciono a los asistentes de la conferencia
"Radicalis" que.: "El cristianismo a lo largo de sus 2.000 años ha tenido grandes iglesias,
incluyendo la primera", "La primera iglesia en Jerusalén fue cinco veces mayor que Saddleback."
"Así que la primera iglesia era una mega-iglesia", destacó, tras refutar a quienes afirman que la
era de las mega-iglesias pasará.
En los Estados Unidos de América y también en AL se conoce un efecto conocido como efecto
Walmart. Donde llega Walmart, quiebra a los negocios pequeños. Igualmente ha sucedido con las
iglesias pequeñas que han sido absorbidas, por las mega-iglesias que ofrecen mejores productos:
amplio parqueo, buena música, excelente sonido, mayor variedad de ministerios, y personalidades
con mensajes de fácil aplicación. Mientras que las viejas denominaciones no solo luchan por
sobrevivir, sino también convencer a sus adeptos de mantenerse fieles a su doctrina, pues su
estructura heredada ya no responde a los retos del mundo como lo hacía algunas décadas atrás.
Un factor que tiene que ver hoy con la realidad de la Iglesia, es la tecnología. David Stoll en su
libro: "¿América Latina se vuelve protestante?" Dice que ese es el factor predominante en todo lo
que tiene que ver con la comunicación del Evangelio.
La modernidad nos ha alcanzado y que los avances tecnológicos son de gran ayuda y son armas
de poder para la expansión del reino, pero ¿quién determina la ruta correcta? Los canales de TV,
internet, estaciones de radio y los libros son medios de información que no siempre se les ha dado
la intención correcta.
El crecimiento del evangelio en AL es tan grande que en varios países supera el crecimiento de la
población. El teólogo René Padilla dice al respecto: "Hoy continuamos siendo una minoría, pero
una minoría visible". El crecimiento numérico de los evangélicos encierra ciertos peligros, quizás
el más obvio es la superficialidad. Las mega-iglesias que convierten las salas de cine en templos,
corren el riesgo de institucionalizar una religiosidad popular evangélica. (Ej. Agua del mar de
Galilea, tierra de Jerusalén, viajes a la Tierra Santa, pañuelos y cruces especiales, etc.) Gran
parte de las iglesias evangélicas están preocupadas solamente en crecer numéricamente. La
cantidad no puede ser levantada como criterio de verdad. Hoy existen ciertas escuelas de
iglecrecimiento que pueden calcular hasta cuantos dólares les cuesta un nuevo creyente.
Tenemos que confesar que la cruz ha sido desplazada por una religiosidad que no pasa por la
cruz. Muchos lideres han sido cautivados por la "teología de la prosperidad", sin investigar si esta
es bíblica o no.
Se observa que en muchas iglesias las emociones han pasado a ocupar el lugar de la Biblia, es
más importante lo que siento que lo que creo; esto es peligroso ya que una emoción tiene que ser
reemplazada por otra más fuerte para que tenga efectividad. Ya no somos el "pueblo de la Biblia
y del himnario". La Biblia se usa tangencialmente y los cultos se llenan de cánticos que se repiten
interminablemente proyectados en una pared. Ante esta nueva realidad donde predomina el
sentimiento por sobre la razón, el comunicador del evangelio debe saber reconocer el mundo en el
cual vive y no aplicar estrategias que fueron válidas en el pasado, pero que ahora son ineficaces.
http://www.entrecristianos.com/201002141304/Rick-Warren-afirma-que-el-concepto-de-megaiglesia-es-
biblicohttp://eklesiahoy.blogspot.com/2010/10/el-derrumbre-de-las-mega-iglesias.html,
http://www.delnuevopacto.org/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=330:el-concepto-qmega-iglesiaq-
es-biblico&catid=85:articulos-sobre-el-modelo&Itemid=147
La posmodernidad y sus efectos sobre las iglesias evangélicas latinoamericanas. Por José Pacheco Castillo, México
Candidato Ph D. en teología , La universidad Evangélica de las Américas.
IV EVANGELIO DE PROSPERIDAD.
Los líderes de la prosperidad usan estrategias de negocios y técnicas de mercadeo para alcanzar
sus metas numéricas ofreciendo prosperidad material, haciendo sentir bien a la gente y enfatizando
en la donación de ofrendas.
Por un lado, esta teología es una nueva versión del "evangelio de ofertas" o de lo que Dietrich
Bonhoeffer llamó "gracia barata". Ofrece prosperidad pero sin discipulado radical ni misión integral.
Ofrece la "buena nueva" de una mejor condición económica, pero cuando no llega la prosperidad que
se prometió y la semilla no da cosecha, esta teología resulta cruel, por la decepción que produce y el
sentido de culpa por una supuesta falta de fe. Por otro lado, esta teología se basa en el legalismo
más estrecho y limitado en la historia del cristianismo. La imperativa exigencia que impone es muy
sencilla: el deber ineludible de ofrendar. En ese reduccionismo se parece al fundamentalismo de
inicios del siglo XX, cuya ética se reducía a unas cinco prohibiciones. Esta teología, en cambio, casi
no tiene prohibiciones sino un solo mandamiento. Es un reduccionismo monetario.
http://www.iglesiadesantidad.org/mensajes-pastorales/22-la-teologia-de-la-prosperidad)
A) EL AMOR AL DINERO
Desde el punto de vista del historiador español Manuel de León, hay una semejanza entre la
teología de la prosperidad y el capitalismo moderno, tal como lo expresa:
“El capitalismo moderno, añade a los otros anteriores capitalismos además del deseo de
ganancia., de rentabilidad y de lucro, el poseer y acaparar todo esfuerzo individual a favor del
logro de esa ganancia. El ser humano se convierte no ya en una máquina, sino que además es
una máquina cuyos principios éticos están encaminados hacia el lucro y el dinero fácil. Ya no hay
empresarios aventureros, con riesgos. Ahora es despojo interminable y explotación miserable,
bajo el pretexto del bienestar y el progreso. Y no porque haya esclavos como en la antigüedad o
en las plantaciones, -que los sigue habiendo en la infinidad de empresas globalizadas-, sino
porque la ética es de completa sumisión al dinero. Los grandes estamentos bancarios controlan
todas las actividades y hacen que los países pobres se sientan fuertes y en continuo progreso,
contrayendo mayores deudas, convirtiéndose en esclavos de por vida. La teología de la
prosperidad tiene alguna semejanza, pero aquí no es Dios el explotador, sino los ministros
sin escrúpulos. Como en los tiempos de las indulgencias, Dios tiene un tesoro en los cielos
para nosotros, pero a cambio tenemos que darle algo.”
(La teología de la prosperidad. Antología Pensamiento Cristiano y la Iglesia del Siglo XXI. Dr. Raúl Zaldivar. Catedrático
de Teología Sistemática Dr. Raúl Zaldivar. Catedrático de Teología Sistemática. Seminario Teológico de Honduras)
www.unwd.ac.cr/sociales/publicaciones/documents.02ESPIGA
Por el año 1997, El Espectador Diario de Bogotá, después de un año difícil en la economía de
Colombia, por el mes de Diciembre publicó una sección que tituló “Las 500 buenas ideas
económicas del año – se destacan los grandes negocios que tuvieron éxito a pesar de la crisis.
En la lista se incluyó una iglesia evangélica – Las razones para incluirla como buena idea
económica eran elocuentes para los investigadores del periódico – Entre otras cosas las
siguientes:
¿Acaso no es esto un modelo de una iglesia integralmente saludable y que todo pastor
anhelaría? ¿Beneficia a los menos afortunados el mensaje de la prosperidad? o solo a los líderes
o pastores para vivir satisfechos y a veces en la opulencia olvidando la obra social, haciendo a un
lado el modelo de quien vino, lo dio todo, se hizo pobre y pobre de tal modo que no tenía donde
reclinar la cabeza, siendo rico para que nosotros con su pobreza fuésemos enriquecidos. No se
trata de ubicarnos en los extremos como de santificar la avaricia y obsesionarnos por la
prosperidad como tan poco hacer de la pobreza una virtud que nos vuelve más santos. Es más
bien buscar un punto de equilibrio como bien nos lo dice San Pablo que:
“Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo
siempre en todas las cosos todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. II Cor. 9:8
(http://www.iglesiadesantidad.org/mensajes-pastorales/22-la-teologia-de-la-prosperidad)
La lista de los que proclaman y enseñan la teología de la prosperidad es muy larga pero todos
tienen en común lo siguiente:
Este principio es la base sobre la cual descansan todas las creencias de este movimiento. Cientos
de libros, folletos y sermones tratan de aclarar el asunto.
La argumentación empleada, para apoyar esta idea, intenta defenderse bíblicamente y para ello
se recurre a todo tipo de pasajes, al parecer sin considerar su género literario, trasfondo o
contexto, uno de los pasajes bíblicos más mal interpretado por los maestros del evangelio
materialista es 3ª de Juan 2. “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma”.
Dicen que esto es la voz de Dios, quien principalmente desea sus hijos sean prosperados
materialmente.
Esta salutación es usada como un principio de aplicación universal para todos los cristianos, en la
cual, supuestamente Dios está dando a conocer su voluntad de que todos sean ricos y sanos.
Estas son las palabras que el apóstol Juan dirige a Gayo, su colaborador. Y lo que Juan desea
para su amigo es que tenga éxito en las actividades que emprenda, no que se convierta en un
magnate.
La clave para comprender cómo es que Dios prospera económicamente a sus hijos, según los
adherentes del evangelio de prosperidad, es la histórica figura de Abraham. En la misma forma
que Dios bendijo al patriarca, los contemporáneos hijos de Dios deben ser bendecidos.
Resulta entonces muy comprensible darse cuenta que toda la riqueza del mundo debe ser de la
iglesia. Simplemente hay que reclamarla por fe. Dios no tardará en cumplir con su voluntad de
bendecir a aquellos que le honren. Para este caso, honrar a Dios se traduce en ofrendar y pagar
fielmente los diezmos al evangelista o ministro de turno, elegido por Dios.
“Los que se sientan capacitados para participar en esta ofrenda especial, tienen que hacer algo
más. Tienen que creer junto contigo, que cuando tu pongas tus manos sobre la ofrenda, se les
multiplicará a ellos al ciento por uno”
Uno de los principios más llamativos de este movimiento es el que tiene que ver con la fe. Para
provocar multiplicaciones de dinero o milagros económicos tan espectaculares es necesario un
recurso espiritual tremendamente poderoso; la fe. Al leer lo que creen los ideólogos del evangelio
de prosperidad, de inmediato se puede reconocer que el concepto que enseñan sobre esta
materia es fundamental para entender su filosofía. ¡Todo es posible!
Job activó a Satanás por su miedo cuando dijo, “porque el temor que me espantaba me ha venido”
(Job 3:25). Una fe activa en la Palabra coloca a Dios en la escena. Y el temor, trae a la escena a
Satanás.
Tal vez una de las razones por las cuales se ha llegado concebir la fe en términos físicos,
provenga de algunas traducciones del conocido texto de Hebreos 11:1. En la versión Reina -
Valera de 1909, podemos leer “Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la
demostración de las cosas que no se ven” El uso de la palabra “sustancia” también ocurre en la
versión inglesa King James, que Juan R Capurro traduce así: “La fe es la sustancia de las cosas
que se esperan, la evidencia de las cosas que no se ven”.
El sujeto del, es Dios. El fue el que creó el universo y no nosotros. Y si cada uno de los personajes
utilizó su fe para realizar su hazaña, ¿no será acaso que fue Dios quien usó fe para crear el
universo? Pues la realidad de esto se hace evidente. Capurro no trepida reinterpretar y unir los
versículos 1 y 3 del aludido pasaje de Hebreos para afirmar su postura:
Dicho de otro modo: Es, pues, la fe, la certeza de recibir lo que se espera, aun cuando no haya
motivo aparente para que esto suceda; es estar convencido de que sucederá lo que esperamos,
aunque no lo podamos ver. Nosotros entendemos, que usando la fe, Dios creó el universo por
medio de su palabra, haciendo todo lo que podemos ver, de la nada, de lo que no se veía ni
existía. Sin embargo, esta grandiosa fuerza creativa debe ser canalizada. Se requiere un vehículo
que le de dirección, destino y propósito. El medio a través del cual la fe se conduce son las
palabras. Según los maestros de la prosperidad, así es posible entender mejor las expresiones de
los primeros capítulos de Génesis, o la manera en que Dios creó todas las cosas. El le puso el
marco al mundo con sus palabras. No se puede construir sin sustancia. El tomó palabras—
palabras llenas de fe fueron la sustancia de Dios. Dios llenó sus palabras con fe. El usó sus
palabras como recipiente para retener su fe y contener esa fuerza espiritual y transportarla hacia
afuera a la vasta oscuridad por el hecho de decir “¡sea la luz!”. Así es la manera en la cual Dios
transportó Su fe y así causó la creación y la transformación.
Del mismo modo los creyentes pueden utilizar su fe en forma creativa. Al apreciar esta
enseñanza, es posible encontrar una conexión directa entre la teología de la prosperidad y las
enseñanzas de la confesión positiva. Esta ideología consiste en declarar ciertas órdenes para que
se ejecuten milagros, sanidades o deseos de prosperidad material.
En otros términos lo que ocurre es una “liberación de fe” a través de las palabras. “Cuando sus
palabras sean palabras de fe, Dios podrá confiar a usted Su poder en las palabras de su boca. Lo
que diga, sea bueno, sea malo, será lo que recibirá.”
La clave para obtener resultados, activando este tipo de fe, generalmente se relaciona con la
aplicación de una especie de fórmulas, que indican la manera en que se debe proceder
correctamente al orar.
Primero, hazte una meta bien clara, entonces dibuja un cuadro mental que sea vívido y gráfico y
visualiza el éxito. Entonces, “incuba” esa meta hasta su realización, trayéndola finalmente a su
existencia mediante “el poder creativo de la palabra hablada”. Hay que ser muy específico, puesto
que lo que se recibe es exactamente lo que se pide. De lo contrario los resultados pueden ser muy
desagradables.
En esto consiste la bendición de Abraham, según este nuevo evangelio; fe para prosperar
materialmente. Sólo hay que dar para el Reino de Dios, esperando recibir a cambio una
contundente multiplicación “ Y, “...lo que diga le será hecho” (Mr. 11:23)
Para apoyar esta perspectiva, citamos a continuación una porción del libro Cristianismo en Crisis:
“Mucho antes de que el movimiento de la Fe viniera a ser una fuerza dominante dentro de la
Iglesia Cristiana, Phineas Parkhurst Quimby (1802-1866), el padre del Nuevo Pensamiento, había
popularizado la idea de que la enfermedad y el sufrimiento tenían su origen definitivo en la forma
incorrecta de pensar. Los seguidores de Quimby sostenían que el hombre podía crear su propia
realidad a través del poder de la afirmación positiva (confesión) Hanegraaff Hank, Cristianismo en Crisis,
Editorial Unilit, 1992
Los practicantes de la Metafísica por mucho tiempo han enseñado a sus adherentes a visualizar la
salud y la riqueza, entonces diciendo audiblemente y visualizando en la mente lo que quiere, y lo
que desea, solo necesita pedirlo a Dios – Reprenda y ate todo espíritu que impide que venga la
riqueza.
El me dijo, “Mi pueblo hace otra cosa por cuya razón no puedo multiplicarles su dinero. La mayoría
de ellos ofrendan sin pedirme un resultado específico, no esperan nada a cambio de su ofrenda o
regalo. John, la multiplicación de dinero que yo le devuelvo al dador siempre va acompañada de
un milagro. Todos los milagros operan por fe. Cuando mi pueblo da sin esperar nada, no se están
moviendo en fe”. Entonces me citó la escritura en Hebreos 11:1, “La fe es, pues, la sustancia de
las cosas que se esperan... Es imposible darme en fe si no esperan nada como resultado de tu
ofrenda” “Dile a mi pueblo que tienen que seguir estos dos pasos importantes siempre que den.
Primero, que den la cantidad exacta que yo les digo. Segundo, tienen que dar con la expectativa
de recibir de Mí la multiplicación. Tienen que dar sus ofrendas o regalos en obediencia y en fe”.
La enseñanza es clara, dar por interés en lo que se obtendrá. Para que esta inversión no se vea
muy frívola o calculadora, los proponentes de este “nuevo evangelio” vinculan este principio con la
sana enseñanza de dar para sostener la obra de Dios. De este modo aparece la idea de “invertir
en el Reino de Dios”
Instar a los cristianos para que apoyen la obra del Señor es algo muy loable. Se debe enseñar a
cada congregación a que sea fiel en sus ofrendas, diezmos y donativos. La Biblia presenta
ejemplos notables de personas que se desprendían de sus recursos económicos para extender el
Reino de Dios.
La viuda que dio su sustento, los creyentes de Macedonia que daban “aun más allá de sus
fuerzas” (2 Co. 8:3), Bernabé, quien vendió su heredad para apoyar la naciente iglesia (Hch. 4:36-
37) y tantos otros casos dignos de ser imitados, abundan en las Escrituras. Sin embargo la
motivación que el Nuevo Testamento señala para dar no es el interés en recompensas.
En un artículo de futura publicación, el presidente del Instituto Bíblico Pentecostal de Chile, Rvdo.
Pablo Hoff, explica cómo los exponentes del evangelio de prosperidad aplican este principio: “El
motivo no es tanto dar a Dios sino invertir dinero en el reino de Dios para recibir mucho más,
prosperar y llegar a ser ricos.” En otras palabras “dar” se transforma en “invertir”. El peligro está en
perder de vista los verdaderos objetivos que debe perseguir esta acción: extender el Reino de
Dios, manifestar agradecimiento al Señor, bendecir a los hermanos en la fe o ayudar a los pobres
y desposeídos.
Sin duda alguna el materialismo que vivimos a diario ha provocado un alto grado de egoísmo, aun
entre los fieles de las congregaciones. Cada vez se hace más difícil incentivar a las personas a
colaborar económicamente con una obra evangelistica, o apoyar financieramente al pastor local.
No obstante, esto no es una excusa para justificar el empleo de tácticas comerciales o
pseudoreligiosas nocivas, para levantar fondos. Es triste escuchar promesas que van desde la
tergiversación del correcto sentido de ciertos pasajes bíblicos, hasta el ofrecimiento de
multiplicaciones millonarias de fondos, por el sólo hecho de hacerse colaborador de tal o cual
ministerio.
No estamos diciendo que es malo contribuir con los nuevos ministerios evangelisticos, o que es
indebido ayudar a sostener un programa cristiano de radio o televisión. Sino que intentamos
señalar que las motivaciones para desprenderse de los recursos o bienes materiales deben estar
dentro del contexto de la generosidad y la gratitud. De lo contrario, con tanto manejo sucio,
alguien podría llegar a tener la funesta idea de resucitar las odiadas bulas papales, que siglos
atrás se vendían a los creyentes para comprar el perdón de Dios o mitigar los sufrimientos del
purgatorio.
Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley. ¿Cuál es la maldición de la ley? La única manera
de averiguar lo que es la maldición de la ley es volver a la ley.
En el Nuevo Testamento la expresión “la Ley” generalmente se refiere al Pentateuco, o sea los
primeros cinco libros de la Biblia. Al estudiar los libros que son la ley, hallamos que la maldición o
pena por haber quebrantado la ley de Dios es triple: la Pobreza, la Enfermedad y Muerte
Segunda.
La base bíblica que emplea es Gálatas 3:13, 14, 29. Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero),
para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a todos los gentiles, a fin de que por
la fe recibiésemos la promesa del Espíritu... Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa.
¿Es correcta esta conclusión? ¿No se refiere más bien a que la bendición de Abraham consistía
en que el patriarca fue justificado por creer? El apóstol Pablo, al emplear el ejemplo del padre de
la fe, ilustra el hecho de que los creyentes son herederos de la justificación por la fe; “Creyó
Abraham y le fue contado por justicia (Ro. 4; Gál. 3:6-9).
La implicación de estas enseñanzas es obvia. Si la enfermedad, la muerte y la pobreza son una
maldición, entonces el Hijo del hombre que no tenía donde recostar su cabeza, los santos mártires
de Hebreos 11 o el misionero más grande de todos los tiempos, Pablo, estarían bajo maldición.
Es más, los millones de creyentes de los países pobres vivirían engañados, pensando que son
bienaventurados, en cambio, los ricos terratenientes, los emires de la droga y los corruptos
políticos que poseen grandes sumas de dinero en cuentas bancarias, serían los benditos del
Padre Celestial. Sin duda alguna, la premisa de vincular la posesión de bienes económicos con el
favor divino es incorrecta.
Es importante en tiempos de confusión como los que vivimos hacer énfasis en la necesidad de un
discipulado bíblico, y reflexivo, que confronte nuestra manera de vivir con las demandas del
Evangelio. La Iglesia necesita modelar un evangelio integral, basado en el servicio a la
comunidad, encarnado en la realidad del contexto latinoamericano, esta sería una gran influencia
para quienes abrazan un evangelio de prosperidad, ya que la iglesia tradicional latinoamericana
no ha tenido una respuesta contundente para la realdad de la pobreza, dejando un vacio que está
siendo aprovechado por un evangelio de falsas ofertas.
Es importante retomar la literatura sapiencial de la biblia para predicar otras maneras de obtener
bienestar en esta vida. Por ejemplo, enseñar sobre la pereza y la diligencia, el trabajo en equipo,
el apartarse de vicios, el obtener conocimiento ante todo etc., para explorar otras vías bíblicas
para una prosperidad integral y bíblica en la vida.
Se hace necesaria una labor profética de denuncia, sin temor, de aquellos abusos que se cometen
al interior de la iglesia. Los profetas de la Biblia, denunciaron todo tipo de abuso y corrupción
dentro de la nación de lsrael o la Iglesia del Nuevo Testamento.
Es importante, hacer uso de los medios de comunicación masiva para difundir la verdad de Dios,
por aquellos que practicamos la sana doctrina.
La iglesia latinoamericana urge retomar su sentido de misión, cuando la iglesia se desenfoca de
su misión en este mundo, con un espíritu de sacrificio, y servicio, otras corrientes toman su lugar.
La teología de la prosperidad es fruto de una herencia misionera que no sembró un vivo celo en la
iglesia latinoamericana en cuanto a la misión. Las misiones extranjeras del primer mundo trajeron
un evangelio de regalías, sin sembrar pasión por llevar la bandera del Evangelio fuera de nuestras
fronteras, la teología de la prosperidad sigue ofreciendo lo mismo, bienestar temporal, sin un
compromiso con la urgencia de predicar el evangelio a toda nación.
La situación actual nos indica, que hay un déficit en el quehacer teológico en la iglesia cristiana, y
la reflexión bíblica aplicada al contexto latinoamericano, que ofrezca una teología y praxis que
nutra a la iglesia actual y sus lideres. Esto se puede ver frente a los predicadores de la
prosperidad que suelen suponer, gratuitamente, que la interpretación de ellos es la única posible,
de modo que no aceptar esa interpretación es no creer la Biblia.
Ante la actual crisis de Wall Street, algunos (Rony Chávez, Enlace, 11.15.08) han apelado al
éxodo para inventar una teoría de "la transferencia de riqueza". Según Chávez, textos como Ex
3:22 significa que "la riqueza que los mundanos han perdido en los casinos, cambiará de manos,
porque es tiempo de transferencia".
Contra toda la evidencia bíblica, estos predicadores pretenden probar que Jesús era acomodado
económicamente. Un argumento favorito de ellos es que Jesús poseía una túnica sin costura, "de
un solo tejido de arriba abajo" (Jn 19:23). La frase de Juan aquí no tiene la menor intención de
indicar que Jesús era rico, sino que los soldados estaban cumpliendo la profecía de Sal 22:18.
Raymond Brown, en su clásico comentario del cuarto evangelio (Tomo 2, p.902), señala que "un
vestido de ese tipo no era necesariamente un lujo, pues un artesano sin ninguna pericia especial
podría fabricarlo". Además, los evangelios hablan de algunas mujeres que seguían a Jesús para
atenderlo; lo más probable es que alguien le regaló esa túnica. Jesús y sus discípulos vivían de
los donativos de algunas personas, básicamente como transeúntes fuera del sistema económico
de su tiempo.
Las iglesias están llenas de miembros que no se han transformado espiritualmente porque el
liderazgo cree que el éxito de una iglesia esta basado en:
El problema radica en no tener pensadores capaces de emprender esa tarea, o por estar tan
ocupados en el activismo de sus seminarios y campañas y programas de radio y televisión, no
parecen haber pensado en la coherencia de su fe cristiana en torno al eje que ellos han escogido.
No han podido reinterpretar y aclarar significativamente, desde el enfoque de la prosperidad, ni la
doctrina de Dios, ni de Cristo, ni de la iglesia, ni de la escatología, ni de ningún otro tema.
Tampoco han podido elaborar una hermenéutica sensata para defender sus interpretaciones.
http://lasteologias.wordpress.com/2008/10/10/la-teologia-de-la-prosperidad/
http://juanstam.com/dnn/Blogs/tabid/110/EntryID/217/Default.aspx
Otro problema y tal vez uno de los importantes es la fiebre de títulos que ha proliferado de
instituciones latinoamericanas que, de alguna manera otorgan títulos académicos de educación
teológica. Mas del 60% de nuestros pastores no han recibido educación teológica. Cuando se
unen al personal de una iglesia, con frecuencia buscan obtener títulos de instituciones que ellos
mismos iniciaron. Estas facultades con frecuencia funcionan con normas que están por debajo de
las normas internacionales para la educación superior. Las personas pueden obtener títulos
“doctorales” sin un titulo de maestría o sin haber realizado una investigación literaria. Ya que estos
seminarios generalmente no son acreditados, tampoco son regulados. Cada denominación y
mega-iglesia quiere tener un propio seminario e instituto bíblico y otorgar títulos académicos con
unos cuantos libros. Las instituciones que si cumplen con las normas internacionales tienen que
luchar para sobrevivir, ya que sus títulos son mas rigurosos y por lo tanto cuestan mas y toman
mas tiempo. Norberto Saracco, director internacional adjunto de Lausana para Latinoamérica y
fundador de un seminario, declara que terminamos “en el perverso circulo de la mediocridad”
Donde quiera que exista, el cristianismo siempre tendrá un componente cultural. Siempre habrá la
necesidad de ajustar la relación entre la teología y la experiencia. Sin embargo, es muy peligroso
afirmar que todos los que se llaman a si mismo cristianos lo son en realidad- sin importar lo que
hagan con la Escritura, el tipo de teología que sostengan o la forma en que vivan. El cristianismo
no puede ser interpretado solamente a través de los lentes antropológicos o etnográficos.
(Pentecostalismo de poder: Una evaluación del protestantismo. Milton Acosta, Medellin Colombia)
Para ser bíblica y fiel, una teología debe afirmar "todo el consejo de Dios" (Hech 20:20,27) y no
basarse en algunos versículos aislados sin tomar en cuenta otras evidencias bíblicas. Muchas
herejías nacen por tomar una verdad bíblica unilateralmente y exagerarla fuera de proporción. Los
Testigos de Jehová por ejemplo toman la enseñanza bíblica que Dios es uno para negar la verdad
correspondiente de la triple distinción personal dentro de la deidad (la trinidad). Una de las
primeras herejías en la historia cristiana, que 1 Juan 4:3 llama "el espíritu del Anticristo", consistía
en afirmar unilateralmente la deidad de Jesucristo, negando su plena humanidad. La sana doctrina
respeta la diversidad de la enseñanza bíblica en muchos de sus temas.
Los profetas del Antiguo Testamento atribuyeron la pobreza no al pecado del pobre ni su falta de
fe sino a la injusticia de la sociedad. Al decir "siempre tendréis pobres con vosotros" (Mt 26:11; Mr
14:7; Jn 12:8), Jesús ni aprueba la pobreza ni culpa a los pobres. Está citando a Deut 15:11, que
llama a los fieles a la constante solidaridad generosa con los necesitados El mensaje central de la
Biblia no es, ¡jamás!, cómo llegar algunos a ser ricos en medio de la miseria de otros, sino como
actuar personal y socialmente para que todos vivan dignamente.
Los debates exegéticos y teológicos son de fundamental importancia para la salud de la iglesia.
Son como el sudor de la fe, en búsqueda constante de una fidelidad siempre mayor a la Palabra y
al Señor. Por eso, prohibir o suprimir el debate es uno de los mayores daños que los líderes
pueden hacer a la Iglesia,
Como base de este síndrome patológico aparece a menudo un concepto que aparentemente
consiste en contraponer el Espíritu y el estudio. Si confiamos en el Espíritu Santo para revelarnos
la verdad, ¿qué necesidad o qué valor tiene el estudio "intelectual" de la Biblia. ¿No nos dice el
Proverbios, "no te apoyes en tu propia inteligencia"? Estudiar el texto para encontrar razones para
una u otra interpretación del texto, se ve como intelectualismo y hasta soberbia. Los realmente
espirituales confían en el Espíritu Santo para revelarse el significado del texto inspirado.
Es justo reconocer ciertos elementos de verdad en estas afirmaciones. Dios ha prometido darnos
su Espíritu para guiarnos a toda verdad, y el Espíritu promete iluminar y guiar, pero no reemplazar,
nuestro estudio de la Biblia. Es cierto que Dios da grandes dones de sabiduría a los humildes, y
que por otro lado existe un peligro real de una soberbia carnal en el mucho conocimiento. El
verdadero entendimiento da humildad, pues cuánto más sabe uno, más sabe que no sabe. Pero
hay también un anti-intelectualismo malsano y que no es bíblico, y que también es soberbio, con
el orgullo y la arrogancia de creer que sabe sin tener que examinar el texto ni escuchar a otras
personas.
Hay un peligro serio de malentender la inspiración de las escrituras. El Espíritu Santo inspiró a los
autores de nuestros libros canónicos, pero jamás prometió dirigir los procesos de copia de
manuscritos (miles de ellos, a mano, durante unos quince siglos) ni de traducciones (es
lingüísticamente imposible que una traducción reproduzca exactamente un texto en otro idioma).
Dios ha querido que la transmisión y la traducción de su Palabra sean procesos humanos y
naturales, no infalibles sino siempre mejorables. Aun la imprenta moderna, que produce un texto
mucho más estable, se presta para variantes. Una de las primeras versiones impresas de la Biblia
se llamó "la Biblia del adúltero", porque omitió la palabra "no" en el séptimo mandamiento (Ex
20:14).
La interpretación inspirada de las escrituras no aparece entre los dones carismáticos de la iglesia.
Dios ha dejado eso a nuestra responsabilidad, escudriñando la palabra con todo cuidado en
oración y en la comunidad de fe. La exégesis bíblica tampoco es una función normal del don de
profecía, como si ése fuera un sustituto del estudio y un pretexto para la pereza mental. Aun si
una profecía ilumina un texto bíblico, siguen las exhortaciones bíblicas, precisamente con
referencia a la profecía, "Examinadlo todo" (1 Tes 5:21) y "que los demás juzguen" (1 Cor 14:29).
Para justificar esta oposición entre el Espíritu y el estudio a veces se apela a Lucas 12:11, "no os
preocupéis por cómo o qué habéis de responder, o qué habréis de decir, porque el Espíritu Santo
os enseñará en la misma hora lo que debáis decir". Sin embargo, del contexto queda claro que
esto se refiere a interrogaciones por las autoridades hostiles al evangelio. Es un llamado a ser
valientes y testificar, confiando para su defensa en el Espíritu Santo. Pero no es un llamado a la
pereza y la irresponsabilidad, esperando que Dios haga lo que nosotros podemos hacer y
debemos hacer. La promesa de Lucas 12:11 no justifica una falta de seriedad y esfuerzo en la
preparación de sermones y estudios bíblicos, esperando que el Espíritu Santo de repente ponga
las palabras en nuestra boca.
Más bien en esto rigen las palabras de 1 Pedro 3:15, "estad siempre preparados para presentar
defensa ("apología", una defensa bien preparada, como en los tribunales) ante todo aquel que
demande razón ("lógos", la lógica de nuestra fe) de la esperanza que hay en vosotros". ¿Y cómo
estar "siempre preparados"? Obviamente, por una vida de constante estudio cuidadoso y fiel de la
Palabra, en oración y en la comunión de fe. Ahí es donde el Espíritu Santo iluminará nuestro
entendimiento de las escrituras.
Algunos citan también las palabras de 2 Cor 3:6, "la letra mata, más el espíritu vivifica" (con
minúscula en Reina Valera). Pero "la letra" no tiene nada que ver con "el estudio", como opuesto
al Espíritu Santo. La interpretación de este texto es muy discutida, pero es muy probable que se
refiera a la ley, el legalismo de los enemigos de Pablo. Otros sugieren que se refiere a un
literalismo excesivo, que pierde el mensaje (el "espíritu") del pasaje.
En estos temas nos conviene seguir el ejemplo de Pablo: "Porque si yo oro en lengua
desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues? Oraré con el
espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también
con el entendimiento" (1 Cor 14:14-15). Si eso se aplica al orar y al cantar -- ¡qué exhortaciones
más necesarias hoy! -- se aplica obviamente a la interpretación y la enseñanza de la Palabra de
Dios. Y lo mismo es cierto si entendemos la palabra "Espíritu" con mayúscula. El Espíritu Santo
nos guía por medio del estudio fiel de las escrituras y el análisis comunitario de la fe. Cierto, para
eso no se necesita un doctorado en hermenéutica, pero sí se necesita la disciplina de escudriñar
el texto. El Espíritu Santo no es elitista, pero tampoco es anti-intelectual.
(http://juanstam.com/dnn/Blogs/tabid/110/EntryID/217/Default.aspx)
La necesidad de hablar el evangelio que nuestro Señor Jesucristo hablo en el tiempo que estuvo
en esta tierra es el mismo que los pastores y lideres deben de proclamar en estos tiempos. Por
medio de las Escrituras vemos que la voluntad de Dios no es que vivamos en condiciones de
pobreza o miseria, sino dentro de la bendición de Dios que no solamente consiste en las riquezas
materiales de este mundo. A continuación vemos un pasaje en el evangelio de San Lucas 12:13-
20 y como Jesús enfrenta una situación con respecto a las riquezas.
El Señor en muchas ocasiones se refirió a este elemento del dinero y las posesiones y siempre lo
hizo haciendo un llamado radical a los hijos de Dios a despojarse del amor y el apego excesivo al
dinero y a las cosas materiales. En ese pasaje el Señor utiliza esa oportunidad para referir a sus
oyentes y a todos nosotros también hacia principios universales que debemos emplear en toda
situación material. El Señor fue a la raíz del problema: el egoísmo, en el versículo 15 vemos que
les dice: “Mirad y guardaos de toda avaricia”.
“Mirad” quiere decir, tengan cuidado, pongan atención. Y también dice “Guardaos”, es decir,
protéjanse de... Y dice “de toda avaricia”. En el griego original la palabra que se traduce al español
como avaricia es “pleonexia” y su definición es un apego excesivo a las cosas materiales, un amor
exagerado al dinero y a lo material, en sí un apego excesivo a cualquier cosa de este mundo. En
la raíz de la avaricia hay también idolatría. Cuando la persona ama demasiado la vida actual, el
mundo en que vive, sus valores y sus inversiones están determinados por un enfoque de lo que
sucede aquí en la tierra, en esta vida. Y cuando quita la mirada del creador y de la eternidad la
pone solamente en el tiempo y el espacio y entonces se convierte en un adorador de lo temporal y
lo limitado en vez de adorar a lo que ha hecho a todo eso posible.
El pasaje (Lc.12:13) muestra varios errores que el hombre necio cometió y que son una
enseñanza en todo tiempo.
Otro error que comete este hombre es que el cree que su alma se va a satisfacer con cosas
materiales. En el versículo 19 el dice: “y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados
para muchos años, repósate, come, bebe, regocíjate. Los seres humanos hemos sido
programados por Dios para encontrar satisfacción solamente en Dios, gozamos de gran libertad
porque Dios nos ha hecho libres, pero nuestra propia configuración mental, emocional, física y
espiritual impone ciertas necesidades y condiciones para nuestro disfrute de la vida. Tenemos que
tener una estabilidad y suficiencia primeramente en Dios, porque si no es así no se podrá disfrutar
de lo que venga a nosotros. La palabra de Dios dice: “buscad primeramente el Reino de Dios y su
justicia y todas estas cosas os serán añadidas.” Si se quiere ser verdaderamente feliz, hay que
disciplinar la carne, resistir el impulso de ir hacia lo urgente y lo intenso, decidir conforme a
principios eternos. (http://leondejuda.org/es/node/4843)
Necesitamos buscar la sabiduría de Dios en todas nuestras decisiones, pensar como nuestro
caminar en vida puede afectar mi eternidad. No hay cosa alguna que pueda satisfacer al hombre
que los principios que Dios ha establecido en nosotros, además hay que estar conscientes de
fragilidad de la vida para buscar la protección y el amor de Dios.
Dios invisible que se hace visible en su hijo, nuestro salvador y Señor Jesucristo (Emmanuel) Se
revela como Padre y como tal sabe de nuestras necesidades y se compromete a cuidar de
nosotros (esto es a los que se conducen según su voluntad) y el mismo soberanamente y con la
autoridad de Padre establece cuales son nuestras necesidad prioritarias de hijos. Las cuales
quedan claramente establecidas el la oración “Padre nuestro” que, mas que una oración es un
modelo de vida que Dios revela como su voluntad para el creyente.
VII CONCLUSIONES.
3. Como creyentes de la palabra de Dios tenemos necesidad de mostrar los principios por
los cuales se debe anunciar el verdadero evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Adquirir
una convicción de que Dios es nuestro Padre, que es la percepción humana del todo esta
integrada en El. Dar la verdadera importancia de santificar su nombre, estar consientes de
la venida del reino de Dios, que su voluntad es perfecta, que El sustenta todas nuestras
necesidades físicas y espirituales sin estar condicionada a donativos ni nada por el estilo.
Debemos entender que no hay perfección en nosotros, es decir en la “carne“, no hay poder
para agradar a Dios si esta no esta sujeta al Espiritu Santo. Anunciar el evangelio como lo
anuncio nuestro Señor Jesucristo es una prioridad en estos tiempos, El era un hombre
radical en lo que decía y congruente con lo que decía. El hablo del dinero y las riquezas
con principios eternos. El reto de los pastores y líderes de la iglesia de Cristo es presentar
ese mismo evangelio.
5. Existe una prosperidad bíblica e integral de los creyentes, a la luz de las Sagradas
Escrituras, que no es producto de la manipulación humana, sino de vivir y modelar los
principios del Reino de Dios, prosperidad que debe ser usada para la extensión del Reino
de Dios y no para el enriquecimiento de unos pocos líderes que han hecho de la fe un
mercado de demandas y ofertas.
VIII Bibliografia
2. Pentecostalismo de poder: Una evaluación del protestantismo. Milton Acosta, Medellin Colombia
3. La posmodernidad y sus efectos sobre las iglesias evangelicas latinoamericanas. Por Jose Pacheco
Castillo, Mexico Candidato Ph D. en teología , La universidad Evangelica de las Americas.
4. La teología de la prosperidad. Antologia Pensamiento Cristiano y la Iglesia del Siglo XXI. Dr. Raul
Zaldivar. Catedratico de Teologia Sistematica Dr. Raul Zaldivar. Catedratico de Teologia
Sistematica. Seminario Teologico de Honduras.
6. Stoll, David. ¿América Latina se vuelve Protestante? 1990, Ediciones ABYA-YALA, Cayambe, ?
1. http://www.esepa.org/index.php?
option=com_docman&task=doc_download&gid=22&Itemid=48
2. http://www.uned.ac.cr/sociales/publicaciones/documents/02ESPIGA11.pdf
3. http://lasteologias.wordpress.com/2008/10/10/la-teologia-de-la
prosperidad/http://es.wikipedia.org/wiki/Teolog%C3%ADa_de_la_prosperidad
4. http://juanstam.com/dnn/Blogs/tabid/110/EntryID/217/Default.aspx
5. http://www.delnuevopacto.org/portal/index.php?
option=com_content&view=article&id=330:el-concepto-qmega-iglesiaq-es-
biblico&catid=85:articulos-sobre-el-modelo&Itemid=14
6. http://eklesiahoy.blogspot.com/2010/10/el-derrumbre-de-las-mega-iglesias.html
7. http://lasteologias.wordpress.com/2008/10/10/la-teologia-de-la-prosperidad
8. http://es.wikipedia.org/wiki/Teolog%C3%ADa_de_la_prosperidad
9. http://leondejuda.org/es/node/4843
10. http://www.iglesiadesantidad.org/mensajes-pastorales/22-la-teologia-de-la-prosperidad