Libro Mensajes Agua

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Los Mensajes del Agua

XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


Los Mensajes
del Agua

XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.

Coordinación: Teodoro Martín Martín


Consejo Editorial de AS.P.U.R.:
Presidente: D. José Campo Viguri
Vocal de publicaciones: D. Teodoro Martín Martín
Vocal adjuntos: D. Gonzalo Yélamo Redondo

© Asociación de Profesores Jubilados de Escuelas Universitarias

ISBN: 978-84-692-3137-1
Deposito Legal: GU-212-2009

Edición:
AULA DOCUMENTAL
DE INVESTIGACIÓN
C/ Martín de los Heros, 66
28008 Madrid Tel 91 542 82 82 - Fax 91 559 30 60
http:/ / www.auladoc.com
ÍNDICE
 resentación y Apertura de las XI Jornadas de Estudios
P
de AS.P.U.R. Alicante 2009 7

Ponencias
Problematica del Agua. Situación y Perspectivas 15
Por D. Daniel Prats Rico, Catedrático de Ingeniería Química,
Director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales.
Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España 41
Por D. Ramón LLamas Madurga, Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales, Departamento de Geodinámica.

Comunicaciones
El Agua de la Vida 85
Por D. Teodoro Martín Martín, Profesor de la UNED.
Agua en la Luna 95
Por D. Fernando Martín Asín, Catedrático de Astronomía,
Profesor Emérito de la UPM.
El Agua en los libros de La Biblia 103
Por Dª. Mª Francisca Villamor Beneito, Inspectora de Educación.
 a explotación industrial de Las Salinas de Torrevieja (Alicante).
L
Aspectos Esenciales 111
Por D. Marco Antonio Celdrán Bernabéu, Lcdo. en Geografía,
Técnico de Turismo.
El Agua en la Historia del Arte 119
Por D. Martín Ibáñez Mangas, Catedrático de Geografía e Historia.
El Agua en la Antigüedad Clásica 139
Por D. Gonzalo Yélamos Redondo, Catedrático de Lenguas Clásicas.
El Agua en los Ritos 149
Por D. José Miguel Campo Rizo, Lcdo. en Geografía e Historia.
Los Mensajes del Agua 163
Por D. Francisco Sanabria Celis, Prof. EUR.ING.
Presidente de Honor de AS.P.U.R.
El Agua como elemento Poético 179
Por Dª. Alicia Rozas Viñé, Catedrática de Lengua y Literatura.
La Música del Agua 203
Por Dª. Carmen Díaz Baruque, Profesora de Música.

Anexos
 a familia Santángel y el monopolio de la sal de Las Salinas
L
de La Mata 245
Por D. Francisco Rebollo Ortega.
Carta del Agua 247
Presentación y Apertura de las
XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.
Alicante 2009

En todos los instantes de nuestra existencia, el agua juega un papel impor-


tantísimo no sólo desde el punto de vista físico, sino psíquico y espiritual, por
ello creímos que como elemento tan esencial, necesitaba de nuestros conoci-
mientos y vivencias, llegando a la conclusión de que las XI JORNADAS DE
ESTUDIOS de nuestra Asociación tenían que ser dedicadas a esa agua tan
necesaria y en un lugar en el que esa necesidad es hasta cierto punto acuciante,
aunque tiene buenas muestras de sus “mensajes”.
Desde las Cuevas de San
José en La Vall d’Uixó, en
Castellón en la comarca de
la Plana Baja en donde el
agua crea en el macizo cárs-
tico una maravilla de for-
mas y la hace navegable, al
acueducto de Morella que si
bien Jaime I en 1273 donó
el manantial que abastecía
a la ciudad, no fue hasta
1315 cuando Jaime II au-
Barrio de Santa Cruz.
torizó la construcción del
Las Faldas del Monte Benacantil..
famoso acueducto llegando
el agua al Pla del Sol (hoy
Font Vella) en 1359.
“Mensaje” del agua valenciano es La Albufera de Valencia, laguna costera
somera, rodeada de arrozales y que separada del mar por una estrecha barra
arenosa de dunas estabilizadas como en toda esta costa levantina por pinares,
que toman el nombre de El Saler, sirve de zona de paso de aves migratorias.
Que decir del Tribunal de las
Aguas de Valencia, referencia para
la justicia de las Comunidades
de Regantes en donde la palabra
es ley y que cada jueves del año
8
se reúne en la Plaza de la Virgen
de Valencia, en la Puerta de los
José Campo Viguri

Apóstoles de la Catedral, siendo


testigo sonoro las doce campana-
das del mediodía del Miguelete.
De origen desconocido hay quien
dice que existe desde Aníbal y la
Segunda Guerra Púnica y que los
árabes concretaron las formas de
Parque El Palmeral. actuación que se mantienen ac-
tualmente, aunque las primeras
referencias corresponden al Califato de Córdoba con Abderraman III y Al-
Hakem II y con certeza histórica con el rey Jaime I el Conquistador que en
1238 confirmó el Fuero XXXV de “todos los regadíos de Valencia” en el que se
dice: “Segons que antigament es e fo establit e acostumat en temps de se-
rrahius” que traducido viene a decir; “según de antiguo es y fue establecido
y acostumbrado en tiempos de los sarracenos”, y así hasta la actualidad.
Y llegamos en estos sus “mensajes” a las lagunas de La Mata y Torrevieja que
si bien son Parque Natural actuando como humedales para el descanso y paso
de las aves, son explotaciones salineras centenarias. Geológicamente son de-
presiones separadas por un pequeño anticlinal unidas por un canal natural y
al mar por acequiones o canales artificiales que sirven de carga de agua marina
para su concentración o evaporación.
No quisiera terminar estas palabras sin recordar a otra de las regiones espa-
ñolas necesitadas de agua, Murcia donde sus “mensajes” quedan reflejados en
la Rueda o Noria de Alcantarilla que si bien parece ser un invento griego di-
fundido por romanos y árabes, en este caso, siempre se ha pensado que fueron
los hispano-musulmanes sus creadores.
El día 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua y nosotros nos anticipamos
un poco a esta celebración con nuestras Jornadas en esta región de España en
donde ya se conoce desde 1801, “el año del hambre” en la cuenca del Segura,
y cómo durante la Segunda República, se redactó el primer Plan Hidrológico
de España para paliar las sequías padecidas. A pesar del tiempo transcurrido
las propuestas de trasvases siguen en el ojo del huracán, bien sea de norte a sur
o de oeste a este, y no parece sencillo que los que la tienen, cedan sus sobras a
los demás. Pero cuando de la necesidad se hace política, las cosas comienzan
a torcerse y podemos preguntarnos, ¿de quién es el agua?. Las contestaciones
son variadas y ya las conocemos porque nos lo han explicado durante los días
de convivencia. Hemos visitado en la ciudad de Torrevieja sus internacional- 9
mente conocidas Salinas, pero también en ella, se está construyendo la mayor

Presentación y Apertura de las XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


desalinizadora de Europa y esperemos no produzca su sal muera un gran im-
pacto ambiental en la flora y fauna submarina.
Muchos más “mensajes del agua” quedan en nuestra geografía y que sin
duda son de grandísimo interés, pero tenemos que conformarnos con los
que durante estos tres días y con nuestras iniciativas conformaremos estas XI
JORNADAS DE ESTUDIOS 2009 de ASPUR.
Alicante ha sido la ciudad elegida por las razones que todos conocemos:
es la capital de la Costa Blanca, rica en turismo, posee una Universidad joven
muy importante y es su Comunidad, junto con la murciana, la que más pro-
blemas presenta para la obtención de este elemento tan importante.
Para la realización de estas Jornadas de Estudio, en todo momento conta-
mos con el apoyo y ayuda del Instituto del Agua y Ciencias Ambientales de
la Universidad de Alicante que con su Director a la cabeza, el Dr. D. Daniel
Prats Rico, Catedrático de Ingeniería Química, nos facilitó la presentación y
visita a la Salina de Torrevieja y la Mata donde D. Marco Antonio Celdrán
Bernabeu nos ilustró sobre el funcionamiento de la misma así como el Sr.
Bilbao, Técnico de la indus-
tria salinera. El colofón de
estas XI Jornadas lo puso
la ponencia del Dr. D. M.
Ramón Llamas Madurga,
Director del Observatorio
de la Gestión del Agua,
Académico de Número de la
Real Academia de Ciencias
y Catedrático Emérito de la
Universidad Complutense
de Madrid, que nos ilustró
Torre del Ayuntamiento en Fiestas. sobre los tipos de agua, de
los dueños, de su coste …,
coincidiendo con lo expresado en la ponencia de presentación y que se despla-
zó únicamente para poder estar con nosotros unas horas. Los dos catedráticos
coincidieron en sus exposiciones, sobre las necesidades, formas de obtención,
tipos de agua y en el bajo precio que pagamos por su consumo doméstico y
agrícola.
Igualmente ha de quedar
patente nuestro agradeci-
10
miento a las autoridades lo-
cales en las personas de Dª
José Campo Viguri

Carmen Román, Concejala


Delegada de Educación,
Sanidad, Consumo y
Playas, que nos acompa-
ñó en la apertura y de Dª
Marta García Romeo,
Concejala de Turismo del
Excmo. Ayuntamiento de Vista aerea del Cabo de Huertas.
Alicante, que junto con la
Coordinadora Dª Mar Sáez Espí nos dieron todas las facilidades posibles para
una buena estancia y visita a la ciudad. También la concejalía de Turismo de
Torrevieja nos expresó su apoyo.
Pero la idea de la realización de estas XI Jornadas de Estudio no fue el
conocimiento científico del agua, su importancia o necesidad, ya que to-
dos estamos de acuerdo en estos puntos, sino los temas en los que el agua
adquiere tanta o más importancia, y así aparecieron los otros mensajes del
agua, nuestros “MENSAJES DEL AGUA”. Mensajes de vida, de elemento
celeste, de religión, de arte, de literatura, de poesía, de música, de relajación
y de muchas cosas más que podríamos encontrar si paramos unos instantes
y con los ojos cerrados oímos y escuchamos algo tan sencillo como el sonido
de las olas, el paso de un arroyo, las burbujas en un acuario o simplemente
el goteo de un grifo.
Que el agua es relajación, ya lo sabemos y por ello elegimos uno de los
hoteles que en el centro de la ciudad tuviera unas condiciones extraordinarias
para ello, aunque simplemente observando el mar, de día o de noche, con la
Luna tan espectacular con que fuimos recibidos, la relajación era total.
Desde estas líneas de presentación, quisiera expresar mi gratitud a nuestros
compañeros, Alicia Rozas Viñé y Teodoro Martín Martín, ya que en gran par-
te ellos han sido artífices de la buena realización de estas XI JORNADAS DE
ESTUDIO en Alicante 2009. Igualmente a todos los asistentes y a las perso-
nas que con sus comunicaciones han estado al nivel que correspondía por la
importancia de los temas tratados y la categoría social y cultural de nuestra
Asociación.
MUCHAS GRACIAS A TODOS POR TODO.

11

Presentación y Apertura de las XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


Cabo de Huertas.

José Campo Viguri


Presidente de AS.P.U.R.
Ponencias

XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


Problematica del Agua.
Situación y Perspectivas

Prof. Dr. Daniel Prats Rico


Catedrático de Ingeniería Química
Director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales
Universidad de Alicante

Introducción a la problemática del agua


Posiblemente los problemas tecnológicos más importantes que afectan glo-
balmente a la humanidad son el abastecimiento de energía y de agua en las
cantidades suficientes para su bienestar y desarrollo.
En el caso de la energía los recursos disponibles proceden mayoritariamen-
te de fuentes no renovables (y por tanto limitadas en el tiempo) y además su
empleo provoca graves problemas ambientales (lluvia ácida, deterioro de la
capa de ozono, cambio climático, contaminación radioactiva) y son claramen-
te insuficientes para abastecer a los países en vías de desarrollo.
En el caso del agua los recursos principalmente utilizados son renovables
y provienen del ciclo natural del agua. Los problemas más importantes son
los desequilibrios entre recursos y necesidades en múltiples áreas geográficas.
Estos desequilibrios tienden a acentuarse a escala mundial

Necesidades de agua
Como es bien conocido, la alimentación, higiene, producción de alimen-
tos, ocio, industria, servicios, y medio ambiente, demandan grandes canti-
dades de agua, en calidad apropiada para su uso. A modo de ejemplo, en
la figura 1 se indica la cantidad de agua necesaria para disponer de algunos
productos.

16
Daniel Prats Rico

Figura 1. Cantidad de agua necesaria para disponer de algunos alimentos y productos.

La Organización Mundial de la Salud estima que para cubrir todas las ne-
cesidades son necesarias unas determinadas cantidades de agua por persona y
año. 1.700 m3/hab.año serían suficientes para atender todas las demandas. Si
no se alcanza este valor puede distinguirse entre:
• Por debajo de 1.700 m3/hab.año, que se considera estrés hídrico. Puede
haber situaciones (sequía, desequilibrios regionales, etc.) que limiten la
disponibilidad.
• Por debajo de 1.000 m3/hab.año, que se considera elevado estrés hídrico.
La escasez de agua comienza a obstaculizar el desarrollo económico, la sa-
lud humana y el bienestar
Recursos renovables disponibles a escala mundial

A escala mundial, como consecuencia del ciclo del agua, se dispone de un


flujo renovable medio anual de 44800 km3 (42600 km3 sobre ríos y lagos y
2200 km3 en acuíferos poco profundos). Estos caudales son las fuentes prin-
cipales de agua dulce para las necesidades de vida y las actividades económicas
de hombre. Si se tiene en cuenta la población mundial, actualmente se dis-
pondría de unos 6.900 m3/hab.año a escala global. Ahora bien, la distribución 17
de este flujo renovable es muy irregular, con grandes zonas desérticas y otras

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


de muy elevada pluviometría, y además la distribución de la población es tam-
bién muy irregular.
El cálculo del agua renovable disponible por cuencas hidrográficas condu-
ce a la distribución que se muestra en la figura 21.

Figura 2. Distribución del agua renovable disponible por cuencas hidrográficas en el mun-
do. Situación en 1995.

Así pues, en 1995 cuando la población mundial era de 5.600 millones


de habitantes, 2.300 millones (41 %) vivían en cuencas con “estrés hídrico”
(< 1.700 m3/hab.año), y de ellos, 1.700 millones en cuencas con < 1.000 m3/
hab.año (problemas incluso con alimentación). Se estima que en 2025, con
8.000 millones de habitantes, más de 3.500 millones vivirán en cuencas con
estrés hídrico y de ellos, 2.400 millones en cuencas con alto estrés hídrico.
1
Fuente: World Resources Institute.
Un índice adimensional muy significativo para calificar la situación de la
problemática es la relación entre las necesidades reales de agua (considerando
los índices de industrialización y desarrollo, tecnologías disponibles, etc.) y los
recursos disponibles, medidos en las mismas unidades. Se denomina índice de
estrés hídrico relativo (RWSI)
• Si RWSI > 0,4 se dan condiciones de estrés.
• Si RWSI < 0,4 se dan condiciones de poco estrés
18
El análisis por cuencas de este índice conduce a la distribución que se
Daniel Prats Rico

muestra en la figura 3, en la que se indica el porcentaje de población por en-


cima o por debajo del umbral de 0,4 de estrés hídrico relativo2.

Figura 3. Porcentaje de población por encima o por debajo del umbral de 0,4 de estrés
hídrico relativo.

2
Fuente: Grupo de Análisis de Sistemas Hídricos, Univ. de New Hampshire.
Recursos renovables disponibles en España
Según el Libro Blanco del Agua3 en España hay una escorrentía anual, o
caudal medio de agua renovable, de 111000 hm3 (que equivale a 220 mm por
m2 de superficie) que se origina en el ciclo del agua sobre territorio español
que se esquematiza en la figura 4.

19

Recursos renovables en España

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Precipitación
346 km3 Evaporación
235 km3

Escorrentía
+ infiltración
111 km3

Escorrentía superficial
directa 82 km3 Aportación total a la
Infiltración red fluvial 109 km3
29 km3 Componente subterráneo
27 km3

Transferencia subterránea al
mar o a otros territorios 2 km3

Figura 4. Ciclo del agua simplificado sobre territorio español.

La distribución por cuencas es muy irregular, con escorrentías de 700 mm


en la Cornisa Cantábrica frente a 50 mm en la cuenca del Segura (a modo de
ejemplo en la tabla 1 se indica la precipitación anual en una serie de ciudades
seleccionadas).
Como consecuencia de la diferencia de precipitaciones entre cuencas y
subcuencas se producen grandes desequilibrios en las escorrentías renovables,
como se esquematiza en la figura 5.

3
Ministerio de Medio Ambiente, 1998.
Precipitación anual, mm
Estación Media periodo 1997-2006 Máximo Mínimo
Santiago 1.862 2.319 1.352
San Sebastián 1.440 1.734 1.051
Barcelona 506 773 361
Madrid 446 573 252
20
Valencia 405 584 242
Daniel Prats Rico

Alicante 271 569 169


Murcia 251 387 170
Almería 182 250 65
Tabla 1. Precipitaciones medias en ciudades seleccionadas.

Figura 5. Escorrentía media en cuencas y subcuencas en España.

Teniendo en cuenta el caudal anual y el número de habitantes, la disponi-


bilidad total de agua renovable sería de 2.500 m3/hab.año.
Para calcular el estrés hídrico relativo tendremos en cuenta que las de-
mandas son:
• Uso consuntivo: 23.000 hm3/año.
• Refrigeración de centrales térmicas y nucleares: 6.800 hm3/año.
• Demanda ambiental para cauces propuesta por el MMA (20% del total):
22.000 hm3/año.
Así pues las necesidades totales aproximadas son 52.000 hm3/año, lo que 21
conduce a un el estrés hídrico relativo medio de 0,44.

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Factores globales que afectan a la disponibilidad
de agua
Se pueden indicar hasta 6 causas importantes de carácter general:
1. El crecimiento de la población.
2. Los grandes cambios demográficos con desplazamiento de la población del
entorno rural al urbano. Mayores demandas de seguridad alimentaria y
bienestar económico.
3. La contaminación de las aguas.
4. Los periodos de sequía.
5. La progresiva deforestación y desertización en muchas regiones.
6. Las consecuencias imprevisibles del cambio climático.

El crecimiento de la población
Como consecuencia del crecimiento de la población, la disponibilidad me-
dia global por habitante disminuye rápidamente tal como se observa en la
figura 6. En la figura se muestra la evolución de la población, del agua total
renovable per cápita, y del agua renovable disponible.
Hay que tener en cuenta que como consecuencia del ciclo del agua
44.800 km3 de agua renovable circulan al año sobre los continentes, pero de
ellos unos 26.000 km3 se evacuan al mar a través de los ríos caudalosos o se
pierden rápidamente a través de torrentes, y otros 5.000 km3 caen sobre zonas
deshabitadas. Por tanto únicamente unos 13.800 km3 están realmente dispo-
nibles aplicando criterios y tecnologías racionales.
22
Daniel Prats Rico

Figura 6. Evolución del número de habitantes en el mundo y de la disponibilidad media


de agua.

En la figura 7 se muestra un análisis interesante sobre el porcentaje de dis-


minución de la disponibilidad de agua renovable4.

10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0

Figura 7. Disminución porcentual media de la disponibilidad de agua renovable entre


1950-2025 para países desarrollados y en desarrollo.

4
Fuente: State Hydrological Institute, San Petersburgo, Rusia.
Los cambios demográficos
La tendencia hacia el desarrollo y bienestar, o simples razones de sub-
sistencia, provocan una creciente evolución demográfica desde los medios
rurales hacia las ciudades provocando la aparición de grandes núcleos urba-
nos. Este hecho dificulta y encarece el suministro, evacuación y tratamiento
del agua.
23
Durante el siglo veinte, la población urbana mundial se multiplicó por
más de diez, mientras que la población rural sólo se duplicó. En la figura 8 se

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


muestra la evolución esperada de la población rural y urbana5.

Figura 8. Evolución esperada de la población rural y urbana.

A modo de ejemplo en la tabla 2 se presentan las 10 mayores aglomeracio-


nes urbanas en 2005.
En el 2005 había 400 ciudades de más de un millón de habitantes y 20 con
más de 10 millones de habitantes.
En la actualidad más del 50% de los habitantes del mundo vive en ciuda-
des. Asia es la región con más población rural.
5
Fuente: FAO.
Área o ciudad Habitantes País
Área Metropolitana de Tokio 32.450.000 Japón
Seúl - Anyang - Bucheon - Inchon - Pocheon 20.550.000 Corea del Sur
- Seongnam - Suwon
Zona Metropolitana de la Ciudad de México 20.450.000 México
Área metropolitana de Nueva York 19.750.000 Estados Unidos
24
Bombay - Kalyan - Navi Mumbai - Thane - 19.200.000 India
Ulhasnagar
Daniel Prats Rico

Yakarta - Bekasi - Bogor - Depok - Tangerang 18.900.000 Indonesia


Región Metropolitana de São Paulo 18.850.000 Brasil
Delhi - Faridabad - Ghaziabad - Gurgaon - 18.600.000 India
Nueva Delhi
Osaka - Kobe - Kyoto 17.375.000 Japón
Shanghai 16.650.000 China
Tabla 2. 10 mayores aglomeraciones urbanas en 2005.

La contaminación de las aguas


Un problema importante que dificulta el aprovechamiento del agua es la
falta de calidad requerida para los distintos usos posibles. En los países pobres
subdesarrollados y en los países en vías de desarrollo, las prioridades no se
suelen centrar en aspectos medioambientales, lo que provoca un progresivo
deterioro de los recursos naturales, incluida el agua, que reduce o inhabilita
su aprovechamiento.
Las causas de la contaminación son:
• Vertidos urbanos e industriales.
• Sobreexplotación de acuíferos e intrusión marina.
• Contaminación difusa derivada del uso de fertilizantes y fitosanitarios.
• Contaminación de origen natural.
Las consecuencias de la contaminación son:
• Aguas para regadío: Disminución de rendimientos, enfermedades o muer-
te de árboles frutales, deterioro de suelos, contaminación de productos.
• Aguas de abastecimiento: Sabores desagradables, afección a conducciones
y equipos domésticos, pérdida de prepotabilidad, transmisión de enferme-
dades, disminución de posibilidades de reutilización.
• Aguas de uso industrial: Intensos y costosos tratamientos previos a su uso.
25
A modo de ejemplo ilustrativo respecto a la situación en España, en las

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


figuras 9 y 10 se presenta respectivamente el porcentaje de unidad hidrogeo-
lógica con concentración de nitratos superior a 50 mg/L (efecto de abonado
intensivo) y con concentración de cloruros superior a 1.000 mg/L (efecto de
intrusión marina), y en la figura 11 el porcentaje de cada cuenca respecto al
índice de calidad6.

Figura 9. Contaminación por nitratos en acuíferos.

6
Fuente: Libro blanco del Agua. Perfil ambiental de España 2005. MMA.
26
Daniel Prats Rico

Figura 10. Contaminación por cloruros en acuíferos costeros.

Figura 11. Índice de calidad general en las Cuencas Hidrográficas de España.


La sequía
Las fluctuaciones en las precipitaciones y los flujos de agua, que provocan
las sequías, se producen con una frecuencia y duración irregular y no son fá-
cilmente predecibles.
Afectan a extensas regiones en todo el mundo y sus consecuencias son en
muchos casos dramáticas: hambrunas, muerte, grandes flujos migratorios.
27
En la figura 12 se muestran las regiones y personas expuestas a problemas
de sequía7.

Figura 12. Exposición y vulnerabilidad a la sequía, 1980-2000. Problemática del agua. Situación y Perspectivas

Deforestación. Desertización
La progresiva deforestación viene causada fundamentalmente por:
• Transformaciones de bosques a explotaciones agrícolas o ganaderas.
• Explotación maderera no sostenible.
• Extracción de biomasa para combustibles y biocombustibles.

7
Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Las consecuencias son:
• Disminución de la recarga de acuíferos.
• Disminución de la evotranspiración.
• Aumento de la erosión de suelos.
• Progresiva desertización.
En la figura 13 se muestran las zonas con vulnerabilidad a la desertización8.
28
Daniel Prats Rico

Figura 13. Regiones del mundo con vulnerabilidad a la desertización.

Consecuencias del cambio climático


Las consecuencias del cambio climático sobre el ciclo del agua no es-
tán todavía claramente constatadas. No obstante las predicciones apuntan a
desequilibrios en las actuales precipitaciones y consecuentemente en los flu-
jos de agua renovable, con incrementos o disminuciones en distintas áreas
y regiones.
A modo de ejemplo en la figura 14 se muestran las predicciones para
Europa de dos modelos distintos9.
8
Fuente: United States Department of Agriculture.
9
Fuente: Agencia Europea del Medio Ambiente, 2007.
29

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Figura 14. Predicciones de los efectos del cambio climático sobre el ciclo de agua en
Europa.

Resumen de las causas globales que afectan a la


disponibilidad de agua
A modo de resumen de las causas descritas que afectan a la disponibilidad
de agua:
• Demanda por incremento de población: aumentando.
• Demandas por incremento de población con más desarrollo y bienestar:
aumentando.
• Contaminación de las aguas: aumentando en países en desarrollo.
• Agrupamiento en ciudades: aumentando.
• Deforestación y desertización: aumentando.
• Consecuencias del cambio climático: negativas para muchos países y
regiones.
La situación actual es dramática para muchos países y regiones:
• En la actualidad más de 1.100 millones de personas no tienen acceso a
agua potable y 2.400 millones no disponen de saneamiento.
• La problemática afecta fundamentalmente a países pobres o en vías de de-
sarrollo (dos de cada cinco africanos no disponen de agua potable y más de
la mitad de asiáticos carecen de sistemas de saneamiento).
• Entre los que tienen acceso al agua potable 39 países (740 Mhab.) consu-
men < 25 L/día y 62 países (2.200 Mhab.) consumen < 50 L/día (mínimo
recomendado por la OMS).
• Las necesidades de agua aumentarán un 55% a escala mundial en los próxi-
30 mos 20 años.
Daniel Prats Rico

Actuaciones posibles para minimizar la


problemática
Para minimizar o resolver la problemática del agua en los sistemas de ges-
tión con déficit hídrico caben dos tipos de actuaciones:
1. Gestión apropiada de recursos renovables con medidas como:
–– Evitar pérdidas.
–– Optimizar la eficiencia de los usos.
–– Evitar la contaminación de recursos: Depurar las aguas residuales, evitar
contaminación por prácticas agrícolas y ganaderas, evitar sobreexplota-
ción de acuíferos.
–– Concienciar a los usuarios (política de precios).
2. Obtener nuevos recursos de agua mediante.
–– Trasvase desde cuencas excedentarias.
–– Reutilización de aguas residuales depuradas (regeneradas).
–– Desalación de aguas salobres y aguas del mar.

Gestión apropiada de recursos disponibles


Minimización de pérdidas en redes de distribución y de saneamiento
Se deben rehabilitar y modernizar las infraestructuras hidráulicas (embal-
ses, depósitos, conducciones) para evitar pérdidas.
Respecto a las redes para abastecimiento urbano, actualmente se producen
unas pérdidas en España del 18% del agua distribuida. Se deberían reducir
estas fugas hasta unos valores técnicamente admisibles, del 5 al 10%, lo que
permitiría ahorrar al menos 500 hm3 al año.
Respecto a las redes de regadío (en España se riegan unos 3,5 millones de ha,
siendo el principal uso consuntivo del agua), casi un tercio de las infraestructu-
ras tienen más de 100 años de antigüedad. Aproximadamente la quinta parte de
la superficie regable se hace con canales de tierra, con fuertes pérdidas, y la terce-
ra parte de los canales de hormigón presentan graves problemas de conservación
y mantenimiento. Recientemente se ha puesto en marcha un plan urgente de
rehabilitación y modernización sobre zonas de riego de menor eficiencia, unas
870.000 ha, que permitirá un ahorro de 1.200 hm3 de agua al año. 31

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Optimización de la eficiencia en los usos del agua
Optimizar el uso consiste en conseguir los mismos objetivos con el míni-
mo consumo de agua posible.
• En el caso de regadío se debe procurar la máxima eficiencia de aplicación
al cultivo, empleando los volúmenes de agua apropiados mediante técni-
cas de riego localizado, que consiguen una significativa reducción de los
caudales empleados (el riego por goteo puede ahorrar hasta un 25% res-
pecto al de aspersión y hasta el 50% respecto al de gravedad). El principal
problema para la transformación de regadíos es el coste de las reformas.
Complementariamente hay otras medidas de ahorro como la sustitución
de cultivos o el regar en horas de nula o baja insolación, siempre que la
disponibilidad del agua lo permita. Finalmente sería positivo arbitrar me-
canismos para la formación y asistencia técnica para los regantes, con el fin
de poner al alcance de los mismos los mecanismos de mejora de gestión en
usos de agua, fertilizantes y fitosanitarios.
• En el caso de abastecimiento urbano resulta imprescindible el evitar el de-
rroche de los distintos usos del agua. Para el empleo domiciliario (aseo per-
sonal, limpieza, colada, etc.) se debe proceder a la adecuada concienciación
ciudadana en el sentido que el relativamente reducido coste del recurso
no justifica su despilfarro. Además se deben emplear equipos domésticos
como grifos, cisternas de descarga, etc., con dispositivos de ahorro apropia-
dos. Para ello, además de la concienciación ciudadana y, como la proble-
mática del agua previsiblemente no se resolverá a corto ni medio plazo, esta
información debería empezar en las primeras etapas de formación escolar.
Respecto a los usos municipales, puede ser importante la adecuada selec-
ción de los cultivos ornamentales de las zonas verdes y vías públicas.
• Los consumos de agua en la industria son en muchos casos muy importan-
tes. En ocasiones es posible elegir entre distintos procesos que conducen a
mismo resultado (productivo o transformador). Evidentemente se deben
seleccionar aquellos con mínimo consumo de agua y energía. Obviamente
para industrias ya en funcionamiento, las modificaciones serán parciales y
en relación con las disponibilidades económicas. Además y siempre que sea
factible, se debe optar por el reciclaje o la reutilización del agua empleada
en los procesos.

Evitar la contaminación de los recursos


32 Los recursos superficiales y subterráneos reciben los efluentes de aguas resi-
duales derivadas de las actividades urbanas, agrícolas e industriales. Respecto
Daniel Prats Rico

a las aguas residuales urbanas e industriales, la depuración debe realizarse de


forma que no se impacte negativamente el medio receptor.
En España el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración 1995-2005
tenía como principal objetivo cumplir la Directiva 91/271CEE que estable-
ce calidades de vertido de aguas residuales tratadas en función de la zona
de vertido. En 2006 el grado de conformidad ejecutado en toda España era
del 76%, con un 13% adicional en ejecución y un 11% no conforme. En
2007 se estableció el Plan Nacional de Calidad de las Aguas: Saneamiento y
Depuración (2007-2015), que tiene como objetivo fundamental dar satisfac-
ción a las necesidades no cubiertas y a las necesidades futuras en materia de
saneamiento y depuración. En consecuencia parece razonablemente encauza-
do este aspecto del problema.
Respectos a los residuos derivados de las prácticas agrícolas la situación es
mucho más compleja. La agricultura intensiva exige el uso de fertilizantes y fi-
tosanitarios para el control de plagas. Los fertilizantes, principalmente los que
incorporan nitratos, cuando se emplean en cantidades excesivas, provocan la
contaminación de los acuíferos. Los plaguicidas incorporan en suelos y aguas
sustancias tóxicas que en muchos casos son muy persistentes. En consecuencia
se debe promover el uso racional de fertilizantes y plaguicidas y concienciar al
agricultor de la importancia del tema.
También hay que evitar la sobreexplotación de acuíferos que, además de
encarecer la extracción del agua por descenso de la capa freática, conlleva ge-
neralmente a una disminución de calidad ya que el agua profunda suele ser
más salina.

Política de precios
Respecto al agua de abastecimiento, en 2004 el precio medio pagado en
España fue de 0,96 euros/m3, de los que 0,66 euros/m3 son para abastecimien-
to y 0,30 euros/m3 para tratamiento (en la Comunidad Valenciana el precio
fue de 1,20 euros/m3). En muchos casos estos precios que no cubren el coste
real del agua.
España ocupa el penúltimo lugar en precios del agua de la UE, en la que el
coste medio es más de 2 euros/m3.
La Directiva Marco del Agua obliga a pagar el precio real en 2010, por lo
que necesariamente deberá encarecerse. 33

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Respecto al agua de uso agrícola, en España los precios que pagan los regan-
tes por metro cúbico de agua utilizada no cubren en muchos casos los costes
reales, ni se considera en el precio los gastos equivalentes de la pérdida de la
calidad del agua por la utilización de productos fertilizantes y fitosanitarios, o
por la salinización resultante de la sobreexplotación de los acuíferos cercanos
al mar.
Actualmente, las aguas subterráneas suponen unos costes promedio de
0,12 €/m3. Para aguas superficiales el coste medio es 0,021 €/m3.

Figura 15. Productividad y hm3 utilizados para distintos grupos de cultivos.


En la figura 15 se indica el uso de agua y la productividad media para dis-
tintos tipos de cultivos, por cada m3 de agua utilizado.
Como se puede observar hay muchos cultivos con productividad muy
baja.

Obtención de nuevos recursos


34
Trasvase desde cuencas excedentarias
Daniel Prats Rico

Con los actuales niveles de demanda y razonables previsiones de deman-


da futura existen sistemas de explotación con excedentes, es decir aquellos
en los que los recursos son mayores que las necesidades. Entonces es posible
conducir parte de los caudales excedentes hasta sistemas deficitarios. Según el
área geográfica implicada, los trasvases pueden ser en el interior de una única
cuenca (por ejemplo el que se está construyendo Júcar-Vinalopó en la cuenca
del Júcar) o intercuencas (por ejemplo el Tajo-Segura).
En general los nuevos trasvases implican una serie de problemas importan-
tes como son:
• Evaluación de necesidades reales (sobre todo las futuras).
• Priorización de necesidades en función de beneficio social y económico.
• Evaluación de caudales ecológicos. A modo de ejemplo, el previsible im-
pacto que sobre el delta del Ebro o sobre la intrusión marina puede pro-
ducir el trasvase de 1000 hm3/año que se proponía en el PHN y que fue
derogado.
• Impacto ambiental de las obras sobre el medio físico, por ejemplo atravesar
espacios protegidos.
• Consumo energético de ejecución y operación.
• Costes de ejecución y mantenimiento.
• Oposición de sectores sociales en la cuenca cedente.
• Previsible oposición de sectores políticos.
Respecto a trasvases en funcionamiento cabe mencionar la polémica res-
pecto al Tajo-Segura. Esta gran obra hidráulica se completó en 1979 y lleva
agua desde el Tajo a las provincias de Murcia, Alicante y Almería (en la figura
16 se indica la serie histórica de caudales trasvasados).
El agua se paga a 0,13 €/m3 para regadío y a mayor precio para abasteci-
miento a poblaciones y uso industrial. Pese a que las infraestructuras ya están
amortizadas, los caudales de agua para regadío serían difícilmente sustituibles,
los caudales de agua para abastecimiento sólo se podrían sustituir por desala-
ción a costes mucho mayores, su eliminación causaría un grave deterioro am-
biental en muchos cauces, y que la cuenca cedente recibe compensación eco-
nómica por cada m3 trasvasado, desde la Comunidad de Castilla-la Mancha
se pide su derogación.

35

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Figura 16. Caudales aportados por el trasvase Tajo-Segura.

Reutilización de aguas residuales


Las aguas se contaminan durante su uso, inhabilitándose para ser emplea-
das nuevamente en el mismo u otros usos. Las aguas de regadío pueden cons-
tituir una excepción por la propia dinámica de aplicación, ya que las aguas
sobrantes que drenan los suelos pueden retornar a cauces a través de canales o
azarbes y, diluidas con las aguas del cauce, emplearse nuevamente para rega-
dío; también es posible que alcancen acuíferos que se empleen posteriormente
incluso para abastecimiento a poblaciones.
El tratamiento apropiado de las aguas residuales urbanas e industriales
puede propiciar su reutilización, lográndose con ello un incremento de los
caudales disponibles. Las ventajas de la reutilización son numerosas:
• Permite incrementar los recursos hídricos en las zonas donde el efluente
depurado no se utilice.
• Posibilita sustituir algunos usos del agua natural de calidad con aguas rege-
neradas. De esta forma el agua de mayor calidad puede utilizarse para fines
como el abastecimiento humano.
• Reduce el aporte de contaminantes a las zonas de vertido.
• En algunos casos puede contribuir al ahorro energético, bien por evitar la
necesidad de aportar caudales de agua desde zonas alejadas, o bien por sus-
tituir a recursos de agua que conlleven mayores consumos energéticos.
• En caso de uso para regadío permite aprovechar los elementos nutritivos
contenidos en el agua depurada.
• Al ser un recurso estable, permite mayor fiabilidad en su disponibilidad.
36 Para poder reutilizar las aguas residuales en todos los usos posibles (urba-
no, agrícola, industrial, recreativo, etc.) suele ser necesaria su depuración me-
Daniel Prats Rico

diante tratamientos adicionales a los que se practican normalmente, como se


esquematiza en la figura 17.

Figura 17. Necesidad de tratamientos adicionales (terciario) para incrementar la calidad de


los efluentes depurados y permitir su reutilización.

En 2007 se depuraron en España aproximadamente 3.400 hm3/año de


aguas residuales urbanas en 2.514 estaciones depuradoras que tratan caudales
correspondientes a cargas mayores de 2.000 habitantes equivalentes10.

10
Fuente: Dirección General del Agua. Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
De todas estas depuradoras, 488 tratan caudales mayores de 1 hm3/año,
alcanzando un caudal anual depurado de 2.819 hm3/año. De los caudales tra-
tados de estas depuradoras 357 hm3/año están concesionados o en trámites
de concesión para su reutilización directa en diferentes usos. La distribución
por cuencas hidrográficas se muestra en la figura 18:

37

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Figura 18. Distribución por cuencas de los 357 hm3/año procedentes de depuradoras con
más de 1 hm3/año que están concesionados o en trámites de concesión para reutilización
directa.

La distribución geográfica de los caudales concesionados responde al nivel


de déficit hídrico en el que se encuentra cada zona de la geografía española.
Las C.H. Júcar y Segura en primer lugar, mientras que las demarcaciones que
se encuentran en el norte de España no tienen registradas concesiones admi-
nistrativas para la reutilización de agua.
De los distintos usos contemplados en las concesiones para la reutilización
directa de aguas residuales depuradas el regadío es el uso con mayor peso con
respecto a los demás, seguido muy de lejos por el riego de los campos de golf,
los usos urbanos, ambientales e industriales. La distribución de usos se mues-
tra en la figura 19.
38
Daniel Prats Rico

Figura 19. Distribución de usos de aguas reutilizadas.

Desalación de aguas salobres y agua de mar


El avance científico en las técnicas para la desalación y la experiencia de-
rivada del constante incremento de instalaciones en todo el mundo, llevan a
que cada vez esté mas consolidada la obtención de caudales de agua dulce a
partir de agua salobre y agua de mar.
La evolución de la desalación en el mundo se muestra en la figura 20. Se
puede observar que a finales de 2006 había una capacidad instalada de desala-
ción en todo el mundo de unos 44 millones de m3/día (~ 16.000 hm3/año).
Respecto a España, la evolución se muestra en la figura 21. Se puede obser-
var un gran impulso en los últimos años derivado del programa “Actuaciones
para la Gestión y la Utilización del Agua” (programa AGUA). Este programa
pretende duplicar la capacidad de desalación en España entre 2005 y 2010.
Es de destacar el incremento del uso de agua desalada para regadío.
Los principales inconvenientes de la desalación son el consumo energético
asociado (1,5 kWh/m3 para aguas salobres o 4 kWh/m3 para agua de mar) y
los costes (unos 0,2 a 0,3 euros/m3 para aguas salobres o 0,5 euros/m3 para
agua de mar, que son asumibles para múltiples usos como abastecimiento a
poblaciones, usos turísticos, industria y agricultura de alto valor añadido).
39

Problemática del agua. Situación y Perspectivas


Figura 20. Evolución de la producción de agua desalada a escala mundial.

Figura 21. Evolución de la desalación en España.


Las ventajas frente a otras soluciones de incremento de recursos son la ex-
celente calidad del agua desalada, la gestión autónoma de las desaladoras y la
capacidad de producción ilimitada en el caso de agua de mar.

Conclusiones generales
• Las condiciones de evolución y desarrollo de la humanidad llevan inevita-
40 blemente a una disminución en cantidad y calidad de los recursos hídricos
renovables disponibles para cada habitante.
Daniel Prats Rico

• Es necesario optimizar la gestión de los recursos renovables mediante su


regulación, adecuación de infraestructuras, optimización de usos y políti-
cas de precios.
• Es necesario aportar soluciones tecnológicas para incrementar los recur-
sos.
• La reutilización permite disponer de recursos estables para múltiples usos,
pero precisa un tratamiento apropiado y la disposición de las infraestruc-
turas precisas.
• La desalación permite obtener agua de calidad, sin limitación de cantidad,
para todos los usos, pero conlleva consumos energéticos elevados.
Aspectos Éticos
de los conflictos
del Agua en España*

Dr. M. Ramón Llamas Madurga


Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Departamento de Geodinámica

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron
los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar
encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida,
y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este casti-
llo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de
aquellas bebidas de nieve, me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas
de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos;
que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son
ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquél a quien el cielo
dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al
mismo cielo!
Que trata de cómo menudearon sobre Don Quijote aventuras tantas, que
no se daban vagar unas a otras.
Capítulo LVIII del Tomo II de “El Quijote”

* Este artículo próximamente será publicado en la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas,
Física y Naturales.
Introducción
Las conexiones entre la política del agua y la Ética son cada vez más in-
vocadas en todo el mundo. Las ideas fundamentales de este trabajo están
tomadas en gran parte de una serie de artículos publicados previamente por
el autor, solo o con otros co-autores (Delli Priscoli et al, 2004; Llamas and
Delli Priscoli, 2000; Llamas, 2001; Llamas, 2003 a y b; Llamas et al, en
42 prensa). Estos análisis se iniciaron en un grupo de trabajo de la UNESCO
(1998-1999) sobre la Ética de los Usos del Agua cuya primera síntesis fue
M. Ramón Llamas Madurga

presentada en Llamas y Delli Priscoli (2000). A lo largo de estos casi diez


años desde el primer informe del mencionado grupo de trabajo y también
de toda su carrera profesional, el autor de este artículo ha intentado vivir el
“desideratum” de Cervantes, que se reproduce al comienzo del artículo. En
pocas palabras como científico responsable ha procurado ser independiente
de los distintos grupos políticos o “lobbies”, de modo que sus conclusiones
o hipótesis no hayan estado condicionadas por lo que en el momento fuera
“políticamente correcto”.
Llamas (2001) presentó una monografía sobre la aplicación al caso espa-
ñol de los principios que inspiran el informe de la UNESCO citado. En aras
de la brevedad, en este artículo no se van a tratar dos aspectos básicos de esta
problemática. El primero es el de la fundamentación de los principios éticos
que rigen las relaciones del ser humano con la Naturaleza. Ese tema se trata
en el capítulo segundo de la monografía recién citada. El capítulo tercero de
ese mismo trabajo se ocupa de las peculiaridades de la Ética de los Usos del
Agua, dentro del marco más amplio de la Ética del Medio Ambiente. A esos
dos capítulos se remite al lector interesado en conocer más a fondo las bases
filosóficas de los principios prácticos que se van a tratar en este artículo. Un
tratamiento más general del tema podrá verse pronto en el libro WATER &
ETHICS (Llamas et al., en prensa).
Se suele admitir que aproximadamente un 15% de la población mundial
no tiene fácil acceso al agua potable, y que un 40% de la población mun-
dial no dispone de un sistema adecuado de saneamiento para eliminar sus
residuos. Estos dos factores combinados son una de las principales causas de
mortalidad y morbilidad. Por ello, ambos temas fueron incluidos entre los de-
nominados OBJETIVOS DEL MILENIO en una solemne declaración de las
Naciones Unidas en el año 2000 (Llamas, 2005a). Afortunadamente estas dos
situaciones no se dan en España donde prácticamente todos los ciudadanos
tienen fácil y económico acceso al agua potable y a un aceptable saneamiento
urbano, aunque el tratamiento de las aguas residuales sea todavía deficiente.
Por ello, en este artículo no se va a tratar del “derecho al agua” de cualquier
ser humano.
También cabe recordar que las inundaciones y las sequías matan más
gente y ocasionan mayores pérdidas económicas que cualquier otro desas-
tre natural. Sin embargo, la vulnerabilidad a estos eventos depende mucho
de la situación socioeconómica del país. Concretamente en España, en los
43
últimos años, las inundaciones que han causado más pérdidas de vidas han
correspondido a zonas pequeñas: han sido de tipo “flash” y las desgracias se

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


han debido esencialmente a una defectuosa gestión del territorio, pues los
poderes públicos han permitido construir en zonas inundables o inestables
geotécnicamente tras lluvias extraordinarias. Obviamente, las sequías en
España no producen hambrunas como hace siglos y sus impactos económi-
cos podrían corregirse sensiblemente evitando la improvisación y la conexa
frecuente corrupción, y utilizando adecuadamente las aguas subterráneas,
como ya se indicaba en Llamas (2000b). Lamentablemente, la última se-
quía de los años 2006/7, con el esperpéntico caso de llegar a llevar agua en
barco a Barcelona desde Marsella, ha puesto de manifiesto que todavía hay
bastantes aspectos de la gestión del agua que conviene mejorar. El caso de
Barcelona puede decirse que ha sido consecuencia de un radicalismo o “ta-
libanismo hidrológico” por parte de algunos sectores ultraconservacionistas,
que se opusieron a la conexión del existente ministrasvase del Ebro con el
sistema de abastecimiento en alta a Barcelona.
Se va a hablar de las “subvenciones perversas”, que son aquellas que son
malas para la economía y el medio ambiente, y se dan en casi todos los países
del mundo (Myers and Kent, 1998), pero en España tienen una fuerte tradi-
ción y no van a ser fáciles de eliminar. El mejor conocimiento y transparen-
cia en los usos de las aguas en España se ve como un tema importante, casi
imprescindible, para eliminar los muchos “hidromitos” o ideas equivocadas
sobre las aguas subterráneas que existen en España. La permanencia de estas
ideas se debe a una mezcla de ignorancia, arrogancia, inercia institucional o
corporativismos e intereses creados, que a veces se convierten en auténtica co-
rrupción. A esto se añade con frecuencia la costumbre de los partidos políticos
de utilizar el agua como arma política para ganar votos a base de decir medias
verdades y de utilizar los fondos públicos para hacer infraestructuras de escaso
interés (Llamas, 2008b).
Un principio ético importante es el de la subsidiariedad, en el sentido de
que un órgano superior no decida lo que puede ser competencia adecuada
de otros organismos inferiores más próximos al usuario y de menor ámbito
territorial. Es obvio que hay muchas decisiones sobre temas de aguas que
tienen un impacto en otros usuarios, especialmente en los de aguas abajo y,
por ello, la aplicación del principio de la subsidiariedad no es sencillo, como
demuestra las actuales confrontaciones entre regiones autonómicas por mo-
tivo del agua (Llamas, 2007a). Aunque cabe recordar aquello de que “mal de
muchos consuelo de tontos” no se puede olvidar que se trata de un proble-
44 ma mundial que hasta la fecha no se ha conseguido resolver adecuadamente.
Por ejemplo, la aprobación en el decenio pasado de la “Convención de las
M. Ramón Llamas Madurga

Naciones Unidas sobre los Usos no navegables del agua en los ríos interna-
cionales”, no ha sido ratificada por suficiente número de países y, por tanto,
no es vinculante desde le punto de vista estrictamente jurídico. Sin embargo
esta convención ha sido útil para que se elaborase y ratificase el denomina-
do Convenio de Albufeira entre España y Portugal, en relación con los ríos
luso-españoles.
Desde tiempos mucho más recientes se viene hablando de los problemas
que plantea la gestión de los acuíferos transfronterizos, es decir, de los que
subyacen a lo largo de varios países. El tema, promovido por la UNESCO y la
Asociación Internacional de Hidrogeólogos (IAH), está todavía en sus prime-
ras etapas. En España, los acuíferos internacionales conjuntos con Portugal o
Francia son poco importantes.
Otro tema que suscita cuestiones éticas es el relacionado con el carácter
público o privado de la propiedad de las aguas superficiales y subterráneas o
de su uso. Hoy día, hay una cierta tendencia a la privatización de la gestión
de las aguas (no de la propiedad), y a la creación de mercados del agua, con
el objetivo de conseguir una asignación más eficaz de este recurso. Sin em-
bargo, son relativamente frecuentes las voces que piden que este mercado no
exista, pues lo consideran incompatible con el concepto de dominio público
de las aguas o con principios religiosos o culturales. Otras voces recomiendan
vivamente que ese mercado esté adecuadamente regulado para evitar situa-
ciones de monopolio u otras similares que hacen difícil, por no decir imposi-
ble, el funcionamiento de una auténtica economía de mercado en la gestión
del agua. En realidad, el agua, aunque tenga un valor económico, también
tiene valores intangibles, simbólicos, culturales, religiosos, que hace prác-
ticamente imposible que se pueda tratar como un bien de consumo usual.
Esto ha sido ampliamente reconocido tanto en la doctrina social de la Iglesia
Católica (Comisión Justicia y Paz, 2006), como en la Directiva Marco del
Agua aprobada por la Unión Europea en el año 2000. En los últimos años,
se ha tenido ocasión de comprobar en nuestro país, que los factores emoti-
vos juegan con frecuencia un papel decisivo en la toma final de decisiones
en política del agua. Sin embargo, algunos grupos radicales han hecho una
oposición frontal a la privatización de la gestión del agua urbana. En mi opi-
nión esta oposición se debe más a motivos ideológicos que a un deseo de una
mejor gestión del agua.
Como música de fondo, en casi todos estos problemas del agua se apre-
cia un hecho común. Los problemas que existen no son primordialmente
45
de escasez física de agua, sino de su mala, a veces pésima, gestión. Esta mala
gestión se debe tanto al retraso tecnológico, como a intereses creados de

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


grupos minoritarios. Estos intereses son, en gran parte, permitidos por la
falta de transparencia en la accesibilidad a los datos sobre recursos y apro-
vechamientos de agua. La falta de transparencia está más acentuada en las
aguas subterráneas que en las superficiales. Esto, en buena parte, se debe a
la relativa juventud, apenas cuarenta años, del uso intensivo de las aguas
subterráneas y a la multitud de actores sociales que intervienen en la gestión
de este recurso.
Se ve, pues, la necesidad de una mejor ética del agua, tanto en el ámbito
social como personal. Una necesidad fundamental es que los gestores del agua
estén formados en una ética de gestión ambiental del agua. Esta ética está tan
alejada de un ultraconservacionismo, cuyo valor científico y social es muy
dudoso, como de la tecnofilia estructuralista que ha llevado a que España sea
prácticamente el primer país del mundo en número de grandes presas per cá-
pita, y el último país de la Unión Europea en el uso de las aguas subterráneas
para el abastecimiento urbano (Llamas et al, 2001).

Las múltiples facetas o colores del agua, el


agua virtual y los avances de la ciencia y de la
tecnología
Una cosa es clara para todos los expertos en recursos hídricos: no hay una
solución universal para todas las regiones o países ya que los factores sociales,
culturales y políticos suelen ser tan importantes como los que se refieren a
las características climáticas, hidrológicas y ecológicas. Dicho esto, sin em-
bargo, es muy importante tener en cuenta cómo los avances en la Ciencia y
en la Tecnología que se han producido en el último medio siglo, permiten
resolver esos conflictos con medios que hace pocas décadas nadie podía ima-
ginar. Esos avances se refieren a distintos aspectos, que han sido tratados con
cierto detalle en Llamas (2005b, 2006), en Ayalde et al. (2008) y sobre todo
en López-Gunn and Llamas (2008). Entre ellos y por su mayor interés para
nuestro caso, cabe mencionar la desalación de las aguas marinas o salobres,
el abaratamiento y la rapidez del transporte de mercancías, la facilidad para
extraer aguas subterráneas a bajo coste, las técnicas para depurar las aguas
urbanas e industriales, la biotecnología y otras más. No obstante, algunos
de estos aspectos han sido exagerados por motivos políticos. Entre ellos cabe
46 mencionar el entusiasmo del PSOE por la desalación. En efecto, se ha trata-
do de sustituir el cancelado trasvase del río Ebro a la costa mediterránea, por
M. Ramón Llamas Madurga

la construcción de unas veinte grandes plantas desaladoras, el denominado


programa A.G.U.A.. Como en diversos lugares se ha escrito (Llamas, 2006),
este programa no va a funcionar en los regadíos, al menos, mientras subsista
el actual caos en la gestión de las aguas subterráneas. Una reciente publica-
ción Americana (Committee on Advancing Desalination Technology and
Nacional Research Council, 2008), aunque se refiere a los EE.UU., viene a
apoyar esta hipótesis.
La producción de biomasa y en concreto de alimentos se realiza principal-
mente a través de la función clorofílica. Este proceso exige grandes cantidades
de agua con el fin de transformar el CO2 de la atmósfera en materia orgánica.
Esa agua puede proceder tanto del “agua verde”, que está en el suelo proce-
dente de la lluvia, como del “agua azul” del regadío con aguas superficiales o
subterráneas. Sirva recordar, a grandes rasgos, que para producir un kilo de
trigo hacen falta mil kilos de agua, es decir, un metro cúbico; para producir
un kilo de carne de vaca hacen falta unos quince metros cúbicos de agua. El
agua necesaria para producir un bien o un servicio es lo que se suele llamar
“agua virtual”. El conjunto de agua virtual necesaria para atender todas las
necesidades de bienes y servicios de una persona o de un grupo colectivo es
lo que se denomina “huella hidrológica” (Water Footprint en la terminología
anglosajona).
Esta nueva situación está haciendo cambiar los conceptos de seguridad
alimentaria e hidrológica que han estado vigentes durante siglos en la mayor
parte de los Estados Mayores Militares de todo el mundo. De modo sintético
y con las oportunas matizaciones, se puede afirmar que es más barato trans-
portar los alimentos que el agua necesaria para producirlos. Esto tiene como
corolario que la política del agua de un país va a estar cada día más íntima-
mente relacionada con su política agrícola, tanto de producción de alimen-
tos como de su importación y/o exportación. También es oportuno tener en
cuenta que poco a poco los condicionantes ambientales irán adquiriendo más
peso en estos temas, de acuerdo con la DMA.
Aspectos éticos en relación con los usos del
agua y con los riesgos hídricos

Generalidades
La gestión de los recursos hídricos (abastecimiento y saneamiento, rega-
dío, navegación, energía hidroeléctrica, usos industriales, protección contra 47
las inundaciones y otros) se ha basado siempre en principios éticos tan varia-

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


dos como: 1) distribución de los beneficios y de los costes de los servicios; 2)
quién tiene derecho a aprovechar el agua; 3) quién queda más o menos ex-
puesto al riesgo de ser inundado o sufrir una sequía. En los últimos decenios,
los aspectos relacionados con la salud ecológica de los ecosistemas acuáticos
han adquirido una notable relevancia. Esto también implica conceptos éticos
sobre la relación del hombre con la naturaleza. En un extremo está la “eco-
logía profunda” (deep ecology en la terminología anglosajona) que considera
al hombre como un eslabón más en el entramado de la Naturaleza, sin una
diferencia cualitativa con un virus o una bacteria patógena. En el otro ex-
tremo pueden situarse los ultrautilitarios, que consideran el agua como un
simple bien económico cuya gestión adecuada se consigue con solo aplicar las
reglas del mercado. Una posición intermedia está en considerar al ser huma-
no como un codiseñador con la Naturaleza o un co-creador con Dios, como
suelen admitir las grandes religiones. Este codiseño o co-creación no supone
un dominio absoluto sino una administración delegada, o “stewardship” en la
literatura anglosajona.
Un problema frecuente para conseguir una mejor gestión del agua es la
fragmentación de su gestión entre múltiples Agencias o Departamentos, tanto
horizontal como verticalmente. El agua afecta a casi todos los sectores econó-
micos y suele ser el elemento natural que más influye en la salud ecológica de
los ecosistemas. Esa fragmentación —que facilita esa descoordinación— no
se puede resolver con la creación de un Superministerio del Agua. Lo necesa-
rio es imaginar y crear instituciones que permitan una gestión integrada del
agua en todos los niveles verticales: internacional, estatal, de cuenca fluvial y
de acuífero. Y también entre los diversos tipos de usuarios: ciudades, agricul-
tores, industrias, etc.
Un equivocado enfoque, todavía relativamente frecuente, es el de aque-
llos que ponen el énfasis en la escasez física de los recursos hídricos y no
en la degradación de su calidad o en su mala gestión (Llamas, 1992; Heap,
2000; United Nations, 2006, Rogers, 2006). La relación entre los recursos
renovables de agua azul per capita, el denominado índice de Falkenmark, con
frecuencia utilizado hasta fechas recientes, por ejemplo, en Cosgrove and
Rijsberman (2000), es sólo un factor a considerar en la gestión del agua y
no el más importante, como ya hicieron ver algunos autores hace tiempo
(Ohlsson and Lundquist, 2000) y también en fechas más recientes (Chahad et
al., 2007). Este enfoque erróneo suele ser propio de los que ya Dyson (1996)
calificó como “pesimistas neomalthusianos” que utilizan sus análisis sobre la
48 escasez de los recursos hídricos como un argumento más para asegurar que
hay ya demasiadas personas en este mundo, en especial en los países en vías
M. Ramón Llamas Madurga

de desarrollo, que casi es equivalente a decir en los países que no son de raza
blanca. Algunos autores, como recuerda Llamas (2006), han considerado que
esta actitud, desde el punto de vista ético, es una forma de discriminación de
los grupos sociales más débiles.
En el último decenio del siglo pasado con relativa frecuencia algunos gru-
pos, en parte liderados por personas del Banco Mundial, han enfatizado que la
escasez de agua puede ser una de las principales causas de conflictos bélicos en
los próximos decenios. Como ya se ha dicho, la historia indica lo contrario. El
agua es tan importante para la humanidad que suele ser más motivo de coope-
ración que de confrontación (Wolf, 1998, 2008; Llamas, 1999) El Presidente
de la Comisión Mundial sobre Presas (Asmal, 2000) también sostuvo que el
agua en realidad no es un motivo de guerras sino un catalizador de la paz.
Esto no obsta para que en las primeras etapas los conflictos sociales y eco-
nómicos, inducidos por el uso o asignación del agua, tengan una cierta acri-
tud verbal que excepcionalmente puede llegar a la violencia física. La vieja y
actual polémica española en torno a los trasvases y a la construcción de nuevos
embalses, reactivada en el 2008 con motivo del pseudo-trasvase del Ebro a
Barcelona, es un buen ejemplo de esta situación.

Agua para la gente.


Usos Municipales: Abastecimiento y Saneamiento
Como se expone con cierto detalle en Llamas (2001), el concepto de la
dignidad humana implica admitir “a priori” que toda persona es digna de res-
peto y que cada persona es un fin en sí misma y no un simple número en una
colectividad. Eso implica que todo ser humano tiene derecho a disponer del
agua necesaria para vivir. Ahora bien, ¿cuánta agua por día suponen esas nece-
sidades básicas? Hoy día se suele estimar una cantidad que oscila entre 20 y 50
litros por persona y día. El Informe Final del Segundo Foro Mundial del Agua
(World Water Council, 2000a y b) ya trató el tema en términos análogos.
La importancia de la buena calidad del agua para la sociedad humana ha
sido siempre reconocida. Basta recordar el valor curativo atribuido por mu-
chas culturas a los manantiales termales: Una tradición que hoy continúa en
los balnearios y en el uso creciente de agua embotellada, cuyo volumen de
negocio es hoy comparable al de todo el abastecimiento y saneamiento.
Las enfermedades hídricas (tales como el tifus o el cólera) fueron epidé-
micas en los países desarrollados hasta hace menos de un siglo. Los sistemas 49
actuales de abastecimiento y saneamiento han supuesto una enorme contribu-
ción a la mejora de la salud pública. Lamentablemente, como ya se ha dicho,

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


unos mil millones de personas no disponen todavía de un fácil acceso a agua
potable y esta cifra se duplica en lo que se refiere a la falta de saneamiento.
Esta situación, conviene insistir, no se debe en la gran mayoría de los casos a
escasez física del agua, sino a su contaminación bacteriológica y/o a los pro-
blemas inherentes a la pobreza. Como también se ha dicho (Llamas, 2006),
este problema , más que económico es de falta de solidaridad humana para
resolverlo; bastaría, por ejemplo donar lo que se gasta en alimento de perros
y gatos en Europa y los EE.UU. durante ocho o diez años. Ahora bien, de
modo quizá más importante que el dinero, el problema es la falta de capaci-
dad institucional en esos países para gestionar ellos mismos sus sistemas de
abastecimiento o saneamiento.
En España la situación es sensiblemente diferente. La totalidad de los ciu-
dadanos españoles tiene agua potable en el grifo de su casa y a un precio, en
general, perfectamente asumible por la gran mayoría de los hogares. También
prácticamente todos los municipios españoles tienen un sistema de sanea-
miento que permite recoger las aguas residuales de los núcleos urbanos, tanto
las domésticas como las de las pequeñas industrias ubicadas en ellos. Sin em-
bargo, un porcentaje alto de esas aguas residuales urbanas no reciben una de-
puración suficiente antes de verterlas a los ríos o al mar, lo que conduce a que
una elevada parte de nuestros ríos todavía estén seriamente contaminados.
Con vistas a arreglar esta situación y también obligados por las corres-
pondientes Directivas Europeas, se inició hace más de diez años un Plan de
Saneamiento que pretendía resolver este tema. No es fácil obtener datos tras-
parentes sobre la efectividad de ese Plan de Saneamiento de 1995, pero todo
parece indicar que todavía va con retraso.
El problema fundamental radica en que no se aplica con efectividad el
principio de que “el que contamina paga”. Se quiere que toda o casi toda la
inversión necesaria para resolver este problema sea dinero público pues, —se
dice— no es políticamente prudente repercutir estos costes en los ciudadanos.
La realidad es que económicamente los ciudadanos españoles podrían asumir
perfectamente esos gastos. Según Porta (2000) el gasto actual de la factura
del agua y saneamiento era claramente inferior al 1% de los ingresos de una
familia española de clase media-baja; y la situación no ha cambiado. Una vez
más, puede considerarse que en España se trata más de un problema de con-
cienciación, de educación y de ética ambiental que de un problema de escasez
de recursos hídricos y/o económicos. Esto mismo parece ocurrir en casi todos
50 los países.
M. Ramón Llamas Madurga

Los usos agrícolas y los regadios


Un primer aspecto en el que conviene volver a insistir es el cambio que se
está produciendo en estos últimos años en el postulado de que la autosuficien-
cia alimentaria de los productos básicos, como el trigo, es un elemento esen-
cial para la seguridad de un país (Llamas, 2005a; Chahad et al., 2007). Hace
ya casi diez años Zehnder (1999), expuso cómo los países meridionales del
Mediterráneo importan “agua virtual” en unas cantidades que son del mismo
orden de magnitud que el caudal del Nilo. Esto les permite dedicar sus escasos
recursos hídricos a otras actividades económicas más rentables como son la
producción de frutas y hortalizas o el abastecimiento de núcleos turísticos. El
tema del “agua virtual”, que ya estaba en la literatura científica internacional
desde comienzos de los años 90 del siglo pasado (Llamas, 2005c), ni siquiera
era mencionado en ninguno de los tres documentos básicos de la política del
agua española durante el periodo del Partido Popular (PP): El Libro Blanco
del Agua en España (MIMAM, 2000a), el Anteproyecto del Plan Hidrológico
Nacional (MIMAM ,2000 b) y el Avance del Plan Nacional de Regadíos del
Ministerio de Agricultura de 1988.
Esa situación no era de extrañar pues en Llamas (1996) ya se hacía ver que
la política hidrológica del PP nada tenia que ver con el programa que les llevó
a ganar las elecciones generales de 1996, sino que continuaba con la políti-
ca tradicional de oferta mediante la construcción de grandes infraestructuras
hidráulicas. Llamas (2005c), hizo un intento de introducir los conceptos de
“agua virtual” y de “huella hidrológica”. Ese intento tuvo, al menos inicial-
mente, muy poco efecto en la nueva política del agua del Partido Socialista.
Esta política se caracterizó, como se indica en Llamas (2007a), por su hipo-
cresía e incoherencia. No obstante, la sociedad civil representada en este caso
principalmente por la Fundación Marcelino Botín inició un estudio sobre la
huella hidrológica de España. Los primeros e importantes resultados de este
trabajo se exponen en Aldaya et al., (2008) en el idioma español y también
en bastantes artículos presentados en reuniones internacionales, que ahora
no parece necesario enumerar. Afortunadamente la situación parece empezar
a cambiar pues en la reciente Instrucción para la elaboración de los Planes
Hidrológicos se pide que se utilicen el método de la huella hidrológica (orden
ARM/2656/2008. BOE 22 Sept 2008).
En España, como en cualquier país semiárido o árido, el regadío es el prin-
cipal usuario del agua. En nuestro país el regadío supone aproximadamente el
51
70-80% del agua derivada de ríos o acuíferos y el 80-90% del agua consumida
en aplicaciones fuera del curso de un río o de un acuífero. En los aproxima-

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


damente 3,5 millones de hectáreas de regadío se produce aproximadamente
el 60% de la producción agrícola española en términos monetarios. Al mis-
mo tiempo conviene recordar el extraordinario cambio social y económico
que en los últimos decenios se ha producido en España. Según un avance del
Plan Nacional de Regadíos (MAPA, 1998), desde 1960 a 1995 el valor de la
producción agraria se multiplicó por 17. En cambio, la población activa en el
sector agrario primario pasó del 41% al 8% respectivamente. En el año 2008
apenas llega al 5% y el valor de la producción agraria sigue aumentando.
Sin embargo, el paso de dicha producción en el PIB ha ido disminuyendo
desde el 23% en 1960 hasta el actual, que es menos del 4%. En España no se
plantea hoy, ni en un futuro próximo, un problema de escasez de alimentos.
Nuestro problema es —o era hasta la reforma de la PAC de 2003— el contra-
rio, el de los excedentes de cupo, al menos en los productos fuertemente sub-
vencionados por la Unión Europea, que son principalmente los denominados
cultivos continentales (cereales, maíz, arroz, aceite de olivo etc.). Las subven-
ciones a los productos denominados mediterráneos (frutas, productos hortí-
colas, etc.) con excepción del olivo, suelen ser mucho menores. Sin embargo,
estos productos, todavía en parte muy protegidos por los aranceles de la UE,
no es seguro que sean económicamente viables si hay que retribuir mejor a la
mano de obra española. De momento, esta situación se está resolviendo con
importación de mano de obra barata procedente del Tercer Mundo. Esta im-
portación de mano de obra plantea principalmente dos problemas éticos o so-
ciales. El primero es que un porcentaje apreciable de esas personas parece estar
en condiciones ilegales, lo que les priva de los beneficios de la Seguridad Social
y casi los coloca en la situación de una “nueva esclavitud”. Otro segundo pro-
blema, dependiente en gran parte del origen de esos trabajadores, radica en su
integración en la sociedad española. Sin embargo, en los documentos oficiales
tanto elaborados por el PP como por el PSOE desde el año 2000, ni siquiera
se menciona este problema como algo digno de análisis. Esta situación es to-
davía éticamente más grave si se tiene en cuenta que la ayuda estatal española
al Tercer Mundo no ha llegado nunca al 0,4% del PIB, cuando el compromiso
formal de los países desarrollados es alcanzar el 0,7% del PIB.
No es este el momento de analizar ni el Plan Hidrológico del PP del 2001
ni el del PSOE de 2005 desde el punto de vista técnico, sino sólo en sus aspec-
tos más relacionados con la Ética. De modo muy esquemático, ambos planes
se pueden calificar como “perversos e hidroesquizofrénicos”. El primer califi-
cativo se debe a que implica unas elevadas subvenciones de dinero público en
52
obras de muy dudoso interés social y que en su mayor parte van a perjudicar
el medio ambiente. Es “hidroesquizofrénico”, pues prácticamente ha olvidado
M. Ramón Llamas Madurga

o confundido o manipulado el papel que en la actualidad tienen los regadíos


con aguas subterráneas en España. Así, se ha invertido más de seis mil millo-
nes de euros en mejorar la eficacia de los regadíos con aguas superficiales y se
ha ignorado que los regadíos con aguas subterráneas actualmente producen
más dinero y puestos de trabajo que los regadíos con aguas superficiales, aun-
que sólo se use una cuarta o quinta parte del agua total utilizada en regadíos
(Llamas et al. 2000 y 2001). Esta falta de información era muy difícil de jus-
tificar en el Plan Hidrológico del PP, pues esta deficiencia ya había sido de-
nunciada cuando salió el anterior borrador de PHN de 1993 (Llamas, 1994 a)
y también cuando el Gobierno del PP presentó el borrador del Libro Blanco
del Agua en España en 1998 (AIH-GE, 1999). Estos documentos “discrepan-
tes” ni siquiera fueron mencionados en el PHN del año 2001 del PP. Pero lo
más grave, es que en los diversos programas del PSOE, la situación ha sido
prácticamente la misma (Llamas, 2008a; Custodio et al., 2007). Tampoco el
PSOE hizo ningún caso a las objeciones que a su plan hicieron los miembros
de la Universidad Española que tomaron parte del Consejo Nacional del Agua
(Sahuquillo et al., 2004 y 2005).
Una cierta objeción al tratar de los problemas de los regadíos, radica en la
insistencia de ciertos grupos en el carácter multifuncional de los efectos de la
agricultura. Es cierto que la agricultura puede tener, en muchas ocasiones, ese
carácter multifuncional (seguridad alimentaria, estabilidad de la población
rural evitando un excesivo éxodo hacia las ciudades, reducción de la erosión
de los suelos, etc.). Sin embargo, en ocasiones esos efectos beneficiosos, como
el de evitar la desertización (como sinónimo de erosión del suelo), no sólo no
se producen sino que el regadío puede contribuir al proceso de erosión del
suelo, de modo directo y sobre todo indirectamente.
La reforma de la Ley de Aguas de 1999, en cierto modo pretendió arreglar
a través del mercado del agua, la incapacidad que, de hecho aunque no de de-
recho, han mostrado las Confederaciones Hidrográficas para aplicar la Ley de
Aguas de 1985 y conseguir un uso más eficiente del agua. Esta Ley permitía
—y permite— “modular” usos excesivos de agua en regadío, o incluso cance-
lar las concesiones que permitan esos usos.
La moderna agricultura española (no solo la de regadío), al igual que la eu-
ropea, plantea un serio problema que es tratado con escaso detalle tanto en el
PHN, como en el PNR. Es el problema de la contaminación difusa originada
por el uso (excesivo) de agroquímicos (fertilizantes y pesticidas). La principal
manifestación de este problema es el aumento de los nitratos en las aguas sub- 53
terráneas y su contribución a la eutrofización de los embalses.

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


En resumen, es de esperar que en los próximos años se produzcan impor-
tantes cambios en el uso agrícola del agua en España. Esos cambios van a venir
inducidos principalmente por temas poco relacionados con la política hidráu-
lica. Los efectos más importantes están relacionados con: 1) la Organización
Mundial del Comercio (desaparición de barreras aduaneras y aumento muy
considerable del comercio de alimentos (agua virtual); y 2) la nueva Directiva
Europea del Agua (con la mayor atención a los aspectos ecológicos y al prin-
cipio de “el usuario paga”). Como se indica en Aldaya et al., (2008) el para-
digma en el regadío va a cambiar de “more crops and jobs per drop” a “more
cash and nature per drop”.

Usos industriales y energéticos


La experiencia indica que los usos industriales, en gran parte de los casos,
pueden ser reducidos drásticamente. Por ejemplo, en Llamas (1997b) se cita
el caso de una azucarera de Jerez de la Frontera en la que, con motivo de una
sequía, el uso del agua pasó de 200 L/s a sólo 10 L/s, es decir, prácticamente a
nada pues de hecho funciona desde entonces casi exclusivamente con el agua
que contiene la propia remolacha.
El Libro Blanco del Agua (MIMAM, 2000) dio unos datos casi escanda-
losos sobre el incumplimiento de las prescripciones de la Ley de Aguas de
1985 en materia de contaminación de aguas superficiales por vertidos, tanto
procedentes de las industrias, como de gran parte de los municipios. De poco
sirve que la Ley incluya el principio de que “el contaminador paga” si no se
hace cumplir. El problema principal no es tecnológico, pues hoy se sabe bien
cómo depurar las aguas, ni económico, pues los precios de la depuración de
los vertidos industriales y urbanos son asequibles en España como lo demues-
tran no sólo el trabajo de Porta (2000), sino también las acciones llevadas
a cabo en Madrid y en Barcelona. El obstáculo principal es la falta de con-
cienciación social sobre el tema. Mucha gente piensa, equivocadamente, que
puede aceptar la contaminación de nuestros ríos o acuíferos pues ello permite
crear puestos de trabajo o ser competitivos con el mercado internacional. En
la mayor parte de los casos, esa afirmación no suele responder a la situación
real española y, además, supone dejar un legado negativo a las generaciones
futuras que tendrán que pagar con creces la actual negligencia o corrupción.
Urge, pues, defender de modo intenso y eficaz una nueva cultura del agua que
lleve a los políticos a poner fin a los actuales desmanes ecológicos. La situa-
54 ción es todavía mucho más grave en lo que se refiere a la contaminación de
las aguas subterráneas, pues en este tema la actuación de la Administración
M. Ramón Llamas Madurga

ha sido —y continúa siendo— prácticamente nula, como puede leerse en las


ya mencionadas Actas de las Jornadas organizadas por el Grupo Español de la
Asociación Internacional de Hidrogeólogos (AIH-GE, 1999), así como en el
Congreso sobre la Contaminación de las Aguas Subterráneas organizado en
1998 (AIH-GE, 1998). Ninguno de estos documentos fue mencionado en
los diversos documentos relacionados con los Planes Hidrológicos Nacionales
tanto del PP como del PSOE. No fueron criticados o refutados, sino simple-
mente ignorados.
En estos momentos del año 2008, se está planteando con relativa fuerza el
tema de las relaciones agua y energía. En este tema, en el que no hay tiempo
para entrar ahora, cabe ser bastante optimista ya que la cantidad de agua que
se precisa para que funcionen las plantas termoeléctricas (nucleares, carbón,
fuel, gas, ciclo combinado y solares) es relativamente pequeña: del orden del
1% de todo el agua que se consume en España. Basta una reducida reasigna-
ción de los usos del agua a cultivos muy poco rentables para que el tema no
plantee problemas.
Es interesante hacer constar que los usos hidroeléctricos tradicionales, tan
importantes en los dos primeros tercios del siglo pasado, suponen un mayor
uso consuntivo de agua que los usos termoeléctricos, debido principalmente
a la elevada evaporación en los embalses para la centrales hidráulicas conven-
cionales. Este es un tema que es de esperar que se trate en detalle pronto en
nuestro país.

Agua para la Naturaleza


Este es un tema relativamente novedoso pero de notable interés teórico y
práctico. Esta relevancia se ha puesto de manifiesto en todo el mundo hace
sólo tres o cuatro décadas. En el caso español, puede decirse que en la déca-
da de los sesenta nadie hablaba del tema, al menos en el nivel de influir en la
toma de decisiones, como brillantemente fue expuesto por Ramos (1992).
Llamas y Delli Priscoli (2000) mantuvieron, en el ámbito internacional,
que convendría tener un debate más explícito sobre los principios éticos que
subyacen en los conceptos de la relación del hombre con la Naturaleza. El
mismo tema ha sido tratado con mucho más detalle en el THIRD BOTIN
FOUNDATION WATER WORKSHOP: WATER AND ETHICS (Llamas
et al., en prensa). Por ejemplo, la idea de la ultraconservación de la Naturaleza,
está en contra de la evidencia científica de la evolución natural del paisaje. Sin
embargo, es obvio que la capacidad tecnológica de la especie humana puede 55
alterar significativamente el ritmo natural de esa evolución. Se impone un

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


diseño ecológico de las poderosas actuaciones que permite la tecnología mo-
derna. El agua superficial y/o subterránea suele ser un elemento esencial para
el funcionamiento de casi todos los ecosistemas.
Además del aspecto filosófico o ético, fundamental en las relaciones del
hombre con la Naturaleza, se presentan con frecuencia algunas cuestiones
éticas de orden menor que conviene mencionar. La primera es la incertidum-
bre que todavía suele existir sobre el grado de impacto ambiental de ciertas
actividades sobre los ecosistemas. Por ejemplo, probablemente hará falta que
pasen bastante tiempo antes de que las investigaciones científicas permitan
conseguir criterios cuantitativos sobre lo que debe definirse como caudal eco-
lógico de un río en una delimitada región, o para determinar cuánto tiempo
y a qué profundidad puede descender el nivel freático bajo un humedal sin
causar daños irreversibles en su flora y fauna.
Ahora bien, la incertidumbre sobre el efecto de muchas acciones humanas
sobre el paisaje o el medio ambiente no puede ser una patente de corso para
permitir cualquier tipo de aprovechamiento de agua y en cualquier sitio. Aquí
debe entrar en juego el principio de la precaución, es decir, de evitar acciones
cuyos efectos no son bien conocidos, tal como suele recomendar a priori la
U.E. El problema no es sencillo ni en los temas hídricos, ni en muchos otros.
No se debe ir “a la parálisis por el análisis” pero tampoco se puede seguir
con un triunfalismo tecnológico que piensa que la propia tecnología resuel-
ve siempre y pronto los posibles problemas que ella misma crea. Tampoco se
debería continuar con el lema de que construir un embalse es bueno “per se”.
Probablemente la mejor o la única forma de resolver estos conflictos es me-
diante un diálogo participativo en el que intervengan todas las personas o gru-
pos más directamente afectados y no sólo los políticos y unos pocos expertos,
como ya recomendaba el informe final del Segundo Foro Mundial del Agua
(World Water Council, 2000 a y b). También la Directiva Marco de la Unión
Europea es muy exigente y concreta en lo que se refiere a la participación de
los sectores sociales en la política del agua (Llamas y Sastre, 2000). También
en lo que se refiere a esta participación el Gobierno parece haber tomado me-
didas positivas. Es todavía pronto para valorar su efectividad.
En nuestro país, en los últimos años han tenido lugar frecuentes debates y
conflictos sociales en relación con obras hidráulicas y también con la explo-
tación de aguas subterráneas. De los conflictos españoles entre conservación
de humedales y explotación de aguas subterráneas los más conocidos fuera de
nuestras fronteras se han referido a los Parques Nacionales de Doñana (Suso
56
y Llamas, 1993: Custodio et al. 2008) y de las Tablas de Daimiel (Cruces et.
al., 1998; Cruces y Martínez, 2000; Llamas, 2005b).
M. Ramón Llamas Madurga

En resumen, es indudable que en los aprovechamientos de aguas superfi-


ciales o subterráneas es imprescindible valorar económica y socialmente los
impactos ecológicos que ese uso supone. Ahora bien, las incertidumbres que
todavía existen en muchos casos, tanto por falta de datos como por la falta de
conocimiento sobre algunos procesos ecológicos, no facilitan por ahora que la
toma de decisiones sea la más adecuada a cada caso.

Aguas subterráneas
Como ya se ha dicho anteriormente, el aprovechamiento del agua subte-
rránea ha aumentado de forma espectacular durante el último medio siglo,
especialmente en los países áridos o semi-áridos. En nuestro país, hay un mi-
llón de hectáreas que se riegan con aguas subterráneas. Custodio et al. (2007)
presentan un relativamente extenso estudio sobre la situación de las aguas
subterráneas en España.
Los acuíferos o embalses subterráneos no tienen pérdidas por evaporación,
ni se rellenan de sedimentos, ni exigen inundar valles y, además, el agua suele
ser de buena calidad química y bacteriológica. Más del 50% de la población
mundial se abastece con aguas subterráneas, y el regadío con aguas subterrá-
neas, como antes se ha dicho, suele ser mucho más eficiente que el regadío con
aguas superficiales. En España sólo un 22% del agua utilizada para los abas-
tecimientos urbanos procede de aguas subterráneas (EEA, 1999, Tabla 3,3).
Es la proporción más baja de todos los países de la Unión Europea (Llamas
et al., 2001).
El uso de las aguas subterráneas ha sido frecuentemente llevado a cabo por
particulares (agricultores, industrias o pequeños núcleos urbanos) sin apenas
planificación y control por las Administraciones públicas del agua. Eso ha
dado lugar en algunos países a problemas de grandes descensos de los niveles
del agua en los pozos, o a la degradación de la calidad del agua, o a hundi-
mientos de la superficie del terreno, o a la afección (desecación o disminución
del caudal) en ciertos aprovechamientos superficiales o subterráneos, o a la
degradación de ecosistemas acuáticos (Llamas & Custodio, edits, 2003).
Estos impactos negativos se deben esencialmente a la escasa o nula plani-
ficación y gestión de esos acuíferos. Con frecuencia, y con un planteamiento
poco ético, esos problemas han sido magnificados por distintos grupos por
motivos de ignorancia o de intereses creados, o por simple corrupción. Así se
57
ha llegado a crear, casi en el ámbito mundial, el “hidromito” de que todo pozo
se seca o saliniza, o que los recursos hídricos subterráneos son especialmente

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


frágiles y no conviene utilizarlos si es posible utilizar recursos hídricos super-
ficiales aunque estos sean más caros (Custodio y Llamas, 1997; Hernández-
Mora et al., 2001). La realidad suele ser muy distinta y, a largo plazo, en los
países áridos la continuidad en el uso del agua subterránea puede ser mayor
que la de las aguas superficiales, entre otras razones por el relleno de los em-
balses a causa de la fuerte erosión de los suelos. No obstante, la difusión de la
“fragilidad” de las aguas subterráneas está todavía ampliamente extendida. Así
por ejemplo, en el reciente trabajo de Rijsberman (2008) aunque reconoce
muchas grandes ventajas en el uso de las aguas subterráneas, vuelve a repetir
su preocupación por su fragilidad.
En casi todos los países es urgente crear instituciones adecuadas para ges-
tionar los acuíferos. Un problema frecuente es que esas instituciones deben in-
tegrar casi siempre a miles de usuarios independientes, pues cada uno de ellos
puede poner en marcha un pozo a su voluntad, a diferencia de los grandes
sistemas de regadíos con aguas superficiales donde hay casi siempre un con-
trol, de algún modo, centralizado. Es preciso llevar a esos usuarios el concepto
ético de que el acuífero es un “bien compartido” por todos los que bombeen
agua de él, y además por los usuarios de aguas superficiales y subterráneas de
los otros ríos o acuíferos relacionados con el suyo.
El primer aspecto, el principio ético de “acuífero compartido” por los que
bombeen agua de la misma unidad hidrogeológica, podría probablemente
llegar a conseguirse en España con cierta rapidez, pues hay una tradición
multisecular de uso de bienes compartidos, como son por ejemplo los bos-
ques comunales. Eso exigiría una adecuada campaña de divulgación dirigida
a los alumnos de enseñanza secundaria y a los jóvenes agricultores. Sin em-
bargo, es más dudoso que ese grupo o asociación de usuarios de aguas subte-
rráneas esté dispuesto de forma espontánea a reducir sus bombeos para evitar
su impacto a otras personas o instituciones situadas fuera del propio acuífero.
Esta tarea de protección de un bien común más amplia tendría que ser exigi-
da probablemente por el Gobierno a través de la Administración Hidráulica
o de algún otro Organismo público. Sin embargo, hay que ser conscientes de
que la mejora de la situación en España en lo que se refiere a la ordenación de
las aguas subterráneas va a exigir en primer lugar un cambio de mentalidad
por parte de los dirigentes de los Organismos de cuenca. En segundo térmi-
no, exigirá una fuerte inversión en medios económicos y en personas. Se re-
producen a continuación algunas declaraciones hechas en 1999 durante una
sesión de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados,
58 con motivo de las comparecencias de expertos para hablar de la Reforma de
la Ley de Aguas de 1985. Aunque han pasado casi diez años la situación ape-
M. Ramón Llamas Madurga

nas ha cambiado. El Sr. Llanos, Presidente de la Conferencia Hidrográfica


del Tajo, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados (Diario de
Sesiones, Comisión de Medio Ambiente, 1999, pág. 20627) dijo: “A lo me-
jor es cierto que hay 500.000 aprovechamientos, de los cuales 200.000 no
se conocen, pero habría que ver cual es el volumen de agua de los que no
se conocen. Hay muchos pozos que están sin controlar pero a lo mejor esos
pozos tienen una explotación de 3.000 m3 al año y no tienen ninguna impor-
tancia para el balance hídrico del país, con lo cual la inmensa mayoría de las
preconcesiones de los abastecimientos que existen —porque las concesiones
se controlan todas— son conocidas y tiene un control. Otra cosa es que haya
pequeñas actividades que no lo tengan, pero muchas veces no merece la pena
ni controlarlos”.
El Sr. Nieto, Presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, en la
misma sesión dijo, entre otras cosas, lo siguiente (pág. 20630): “En la cuenca
del Segura es tradicional que para el agua haya pozos. Estoy pensando en el
Campo de Cartagena, en el que se conoce el punto de donde sale el agua pero
no se sabe hasta donde llega, por lo tupida que es la red”. El mismo Sr. Nieto
en la pág. 20634 del mismo Diario de Sesiones dice: “Saben que si alguien
necesita agua habla con quien la tiene y, a lo mejor, de una forma subrepticia,
el agua aparece. Me puede decir: ¿cómo Vd. siendo presidente lo consiente?
Pues bien, habría que poner un guardia civil en cada uno de los pozos, cosa
que Vd. comprenderá, no podemos hacer”.
Estas declaraciones oficiales de dos Presidentes de Confederaciones
Hidrográficas explican en buena parte el caos colosal que todavía existe en
España en la gestión de las aguas subterráneas (Llamas, 2008b). En la mis-
ma sesión de la Comisión de Medio Ambiente de 1999 el Catedrático de
Derecho Administrativo, Martín Retortillo (pág. 20665) dijo: “El problema
no es el cuadro normativo que tenemos, sino el cumplimiento de las leyes”.
No hay mucho más que añadir.
De hecho, los sucesivos intentos que ha hecho tanto el Gobierno del PSOE
(Plan ARYCA), como el Gobierno del PP (Plan ALBERCA) fueron califica-
dos como fracasos (Fornés et al., 2005).
Sin embargo, el Gobierno socialista empleó casi todas sus energías en el
período 2004/8 en preparar una reforma de la Ley de Aguas que finalmente
no envió a las Cortes, y es dudoso que el nuevo Gobierno, también socialis-
ta, vaya a remitir dicha reforma a las Cortes. En cambio, el caos de las aguas
59
subterráneas siguió sin ser atendido durante la legislatura anterior y esto no
sólo en las zonas de regadío. Un caso típico de este fiasco es el del acuífero de

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


Madrid (Llamas, 2007c).

El Hidrocidio. La contaminación del agua


Se ha dejado para el último lugar este tema que, sin embargo es importante
para conseguir un uso adecuado de los recursos hídricos en España y casi en
cualquier país. El tema ha estado en la literatura científica desde hace muchos
años pero su efectividad en España hasta la fecha ha sido más bien escasa
en lo que se refiere a las aguas superficiales, y casi nula en lo que se refiere a
las aguas subterráneas. Esto fue puesto claramente de manifiesto en las dos
Jornadas organizadas por el Grupo Español de la Asociación Internacional de
Hidrogeólogos (AIH-GE, 1998 y 1999). Como ya se dijo, en vano se bus-
cará una referencia a estos documentos ni en el Libro Blanco del Agua del
PP (MIMAM, 2000) ni en los Planes Hidrológicos Nacionales, tanto del PP
(2001) como del PSOE (2005).
Custodio (2002,) hizo ya un excelente resumen de la situación. Aeste tra-
bajo remitimos al lector interesado en más detalles. Desgraciadamente la si-
tuación no ha mejorado. Quizá la elaboración de los Planes Hidrológicos de
Cuencas sirva para iniciar una etapa más positiva.

Inundaciones y sequias ¿catástrofes naturales o


antropogénicas?
En este apartado lo que se dice sobre las inundaciones sigue bastante fiel-
mente lo escrito en Llamas y Delli Priscoli (2000, pp. 67-69) y que, a su vez,
es en buena parte un resumen del borrador entregado por el Prof. Dooge en
el Grupo de Trabajo de la UNESCO con el título “Ethics of Water Related
Disasters”. A estos trabajos se remite al lector interesado en mayor detalle.
Los riesgos (hazards) pueden ser naturales o producidos por el hombre. No
todos los riesgos se convierten en desastres ni todos los desastres son el resultado
de fenómenos naturales. La conexión entre riesgos y desastres radica en la vulne-
rabilidad que a su vez depende mucho de las condiciones socio-económicas de
cada región. Basta recordar que los daños causados por los frecuentes huracanes
del Caribe suelen ser muy inferiores en los EE.UU. que en los países centro-
americanos. No obstante, puede haber excepciones como fueron los cuantiosos
60 daños causados por el huracán Katrina en Nueva Orleáns en 2005.
Por ejemplo la sequía de 1999 en Etiopía causó también una catástrofe hu-
M. Ramón Llamas Madurga

manitaria pero los efectos negativos de una sequía similar en Israel o España
son, sin duda, muchísimo menos impactantes.
La percepción social de un riesgo determina la actitud de la sociedad ante
ese evento y las decisiones tomadas para evitarlo o mitigarlo. Sin embargo,
con frecuencia el riesgo socialmente percibido dista mucho del riesgo real,
por ejemplo ante las crecidas extraordinarias. En estos últimos decenios, la
generalizada expansión urbanística, para acomodar el éxodo rural en los alre-
dedores de los núcleos urbanos, ha inducido la construcción —en general de
viviendas modestas— en zonas de alto riesgo de inundación. Tal fue el caso,
por ejemplo, de las inundaciones de Badajoz de 1997.
Clásicamente, inundaciones y sequías son tratadas conjuntamente por-
que: a) los dos son eventos extremos; b) en el ámbito mundial, los dos origi-
nan cada año miles de muertes y cuantiosos daños materiales. Sin embargo,
los métodos de predicción y de mitigación o de reducción de la vulnerabili-
dad son muy diferentes: 1) hoy día la predicción de inundaciones es mucho
más fiable que la de las sequías; 2) las inundaciones son generalmente de cor-
ta duración, desde horas a unos pocos días y las sequías duran varios años; 3)
la mitigación de las inundaciones está relacionada con el sistema de alarma,
las soluciones estructurales y la gestión de la llanura de inundación.
En cambio, la mitigación de las sequías se corresponde esencialmente con
la gestión de la demanda del agua y con el uso conjunto de las aguas superfi-
ciales y subterráneas, cuando esta opción es posible. Normalmente los siste-
mas abastecidos exclusiva o principalmente con aguas subterráneas no suelen
quedar afectados por las sequías, como se ha podido comprobar en España
tanto en los abastecimientos urbanos como en los sistemas de regadío (Llamas
et al., 2001).
La falta de planificación para mitigar las sequías se debe a una mezcla de
falta de organización institucional, de ignorancia y de corrupción. En España
muchas sequías e inundaciones “normales” son consideradas “extraordinarias”
para conseguir fondos de emergencia. Esto supone improvisación y, en no
pocas situaciones, se presta a la corrupción (Llamas, 2000b). En este aspecto
en los últimos años se ha producido un avance mediante la preparación de los
planes de sequía, sin embargo, el espectáculo esperpéntico de la llegada en el
2008 de barcos con agua desde Marsella, no inspira gran confianza.

61
La ética en los procesos de toma de decisiones

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


en la gestión del agua

Aspectos generales
Son claras las implicaciones éticas en casi todas las facetas de la gestión del
agua tales como planificación, legislación, financiación, proyecto, construc-
ción, explotación u operación y otras. Todas estas facetas están relacionadas
con la dignidad de la persona humana y con su sociabilidad. Estos aspectos
éticos tienden a girar en torno a las siguientes cuestiones: ¿Quiénes participan
y en qué tipo de decisiones intervienen? ¿Tienen la posibilidad de formular
alternativas o sólo de reaccionar ante las soluciones ya formuladas por otros?
¿Cuál es la base para valorar implícita o explícitamente las compensaciones
económicas? ¿Qué tipo de información debe ser accesible al gran público y
cómo se facilita el acceso? ¿Cómo se caracterizan los impactos ambientales y
cómo son incluidos en el proceso? ¿De qué modo intervienen los expertos y
los no expertos? ¿Qué uso o abuso se hace de la información científica o téc-
nica de los expertos?.
Es interesante hacer notar que desde tiempos relativamente recientes se
insiste en la imperiosa necesidad de tener en cuenta las cuestiones éticas en
la gestión del agua. Dentro de este tema, en los ultimos años se ha trata-
do el tema del papel de la corrupción en la gestión de los recursos hídricos.
Concretamente el global corruption report 2008 que desde hace tres lustros
publica anualmente la ONG TRANSPARENCY INTERNATIONAL, lleva
como subtítulo corruption in the water sector. Dentro de este informe hay
dos artículos por Abad (2008) y Villoria(2008) que se refieren a España. La
realidad es que ambos artículos sólo de modo indirecto se refieren a la gestión
del agua; en realidad tratan de la corrupción en los usos del suelo. En el libro
en que figuran esos dos artículos no se ha incluido el breve informe sobre
water corruption in spain que fue solicitado a este autor (Llamas, 2008b).
Debate entre lo público y lo privado
Como ya se puso claramente de manifiesto en el Segundo Foro Mundial
del Agua (World Water Council, 2000a, pág. 17), este debate está hoy gene-
ralizado en casi todo el mundo, y también en España. La privatización de la
gestión del agua se suele defender como un medio para aumentar la eficiencia.
Ahora bien, esa privatización exige una información transparente que no suele
62 ser fácil de conseguir tanto por falta de la oportuna legislación como por el
generalizado incumplimiento de las leyes en no pocos países, y España no es
una excepción (Llamas, 2008). Las empresas, sean privadas o públicas, buscan
M. Ramón Llamas Madurga

un beneficio y no son propensas a facilitar esa imprescindible información a


no ser que les sea exigida de modo eficaz por el poder público. Sin embargo,
hay que decir que esta exigencia de transparencia suele ser todavía más difícil
de conseguir cuando se trata de empresas públicas.
La privatización por lo general sólo se hace en aquellas facetas del agua que
son vendibles, como son el abastecimiento y el saneamiento. Resulta difícil,
por ejemplo, privatizar la defensa contra las inundaciones. Debe, pues, evitar-
se que la privatización sea un obstáculo para conseguir una gestión integral del
agua en el ámbito de cuenca fluvial.
Actualmente suele predominar la idea de que los recursos hídricos cons-
tituyen “un bien común” que debe ser gestionado de un modo solidario con
la generación actual y con las generaciones futuras. Pero esta gestión debe
hacerse basada en el principio de subsidiariedad, es decir, en el nivel social
más elemental posible que resulte compatible con la gestión integral de la
cuenca fluvial. A veces, esto da origen a un conflicto de intereses entre grupos,
por ejemplo entre la población minoritaria que habita un valle que va a ser
inundado por la construcción de una presa, y los regadíos de la zona llana de
aguas abajo, que están interesados en que se construya esa presa, especialmen-
te —como es fácil de comprender— si la presa no la pagan ellos sino que se
“les regala” con dinero público.
Otra realidad a tener en cuenta es que hoy día la aceptación por los políti-
cos de la privatización de la gestión suele tener dos motivos: 1) la necesidad de
contener el déficit público y/o la inflación, lo que no les permite realizar una
financiación con dinero público; y 2) el no desear que su grupo político apa-
rezca como responsable de la necesaria subida de las tarifas del abastecimiento
y/o saneamiento de una ciudad.
Algunos autores sostienen que la aplicación del principio de la recupe-
ración total de los costes que de forma tímida establece la nueva Directiva
Europea no es equitativo pues, en general, los países del Norte de Europa
concedieron hace décadas importantes subvenciones de dinero público para
la construcción de infraestructuras. En cambio, esas subvenciones fueron mu-
cho más pequeñas en los países mediterráneos de la UE. Esta idea es digna de
consideración. No obstante, de acuerdo con Porta (2000), la aplicación del
principio del “full cost recovery” en el caso del abastecimiento y saneamiento
urbano tendría un impacto irrelevante incluso en las economías domésticas
relativamente modestas. Por ello, ese debate podría resultar una discusión bi- 63
zantina desde el punto de vista económico, y deletérea desde el punto de vista

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


de protección del medio ambiente.

Mercados y precios
El agua ha sido considerada como un bien económico en múltiples de-
claraciones procedentes de organismos internacionales y especialmente de
organizaciones de financiación o de grandes donantes. Esa declaración ha
generado un debate político internacional que revela, entre otras cosas, las
diferentes concepciones asociadas con el agua en las distintas culturas. Hay
quien sostiene que esta “economicidad” del agua elimina de ella el concepto
de bien común y la necesidad de protegerla como recurso, pues una cosa es
ver el agua como un simple objeto de consumo y otra como un bien común.
En cierta forma, ésta es también una discusión bizantina ya que, salvo po-
cas excepciones, lo máximo que se paga por el agua es sólo lo necesario para
obtenerla (estructuras) y para hacer que esas estructuras funcionen adecua-
damente (operación y mantenimiento). En otras palabras, muy pocos países
cargan en el precio del agua una tasa por su simple utilización. Es más, la ma-
yor parte de las veces el precio que se paga es solo una pequeña fracción del
coste directo real (financiación y operación). Las tarifas, por lo general, son
tan bajas que incentivan el despilfarro. Los documentos oficiales del Segundo
Foro Mundial del Agua (World Water Council, 2000 a y b y Cosgrove and
Rijsberman, 2000) ya hicieron una clara apuesta por el “full cost recovery”,
que luego fue incluida en la Directiva Marco del Agua de la UE. Hay que
reconocer, sin embargo, que su eficacia no ha sido grande. La situación en
España en lo que se refiere a los regadíos con aguas superficiales dista enor-
memente de esta situación futura ideal. El precio que pagan los agricultores
suele ser del orden de 0.01 €/m3, cuando el coste real es mucho mayor, suele
oscilar entre 0.15 a y 0.2 €/m3.
La Reforma de la Ley de Aguas de 1999 vino a establecer el Mercado
del Agua “Pública” en España (Llamas y Sastre, 2000). La Reforma es rela-
tivamente reciente y no hay todavía una gran experiencia sobre el tema. Sin
embargo, el mercado del agua subterránea ha existido “de iure y de facto”
en España desde hace muchos años. Se trata de un mercado de muchas pero
pequeñas transacciones especialmente en agua subterránea. Es más bien in-
formal o poco regulado pero que en algunos sitios, especialmente en el archi-
pielago canario, parece haber funcionado y sigue funcionando con aceptable
eficacia (Hernández-Mora y Llamas, 2001).
64
En cualquier caso, como indican Llamas y Delli Priscoli (2000, pág. 78) y
el World Water Council (2000, pág. 13), la transparencia en la información,
M. Ramón Llamas Madurga

en los procesos de decisión y una amplia participación de los usuarios, no


son sólo imperativos éticos sino que son condiciones esenciales para el buen
funcionamiento de esos mercados en particular y de toda la gestión del agua
en general.

Análisis, predicciones y herramientas de apoyo a la


decisión
Las necesidades de agua suelen aumentar debido al aumento de población
y especialmente a la mejora del nivel de vida. Se trata de conseguir que ese
aumento de usos de agua no produzca tensiones sociales o desastres humani-
tarios y que, al mismo tiempo, no perjudique la buena salud de los ecosiste-
mas.
Para ello hay que hacer previsiones suficientemente aproximadas sobre
cómo, cuándo y dónde se van a producir esas necesidades de agua, tanto
en calidad como en cantidad. En casi todos los países del mundo, incluida
España, una primera y urgente necesidad es una sensible mejora en los datos
hidrológicos y de regadíos. No se puede olvidar que el regadío utiliza en casi
todos los países con problemas hídricos —los áridos o semi-áridos— del or-
den del 80-90% de los usos consuntivos.
Lamentablemente, en el ámbito mundial, la cantidad y calidad de los da-
tos hidrológicos desde hace años suele ser peor que hace treinta o cuarenta
años. En España, los datos sobre los caudales y calidad de nuestros ríos son
relativamente aceptables, pero los datos sobre las aguas subterráneas son clara-
mente deficientes. En lo que se refiere a los datos sobre las demandas de agua,
la situación es peor. Las demandas que figuran en los Planes Hidrológicos de
cuenca aprobados en 1998 y en los Planes Hidrológicos Nacionales de 2001
(PP) y de 2005 (PSOE), no son correctas económicamente hablando, pues
no tienen ninguna relación con el precio que los agricultores pagan o están
dispuestos a pagar por el agua de regadío. Es sabido que si el precio de un bien
es casi nulo (como ocurre con el de las aguas superficiales en prácticamente
todo el regadío español), la demanda es casi infinita. Llamas y Sastre (2000)
consideran que las demandas utilizadas en los Planes de cuenca y en el Libro
Blanco del Agua, corresponden a lo que podría definirse como un “sistema de
barra libre”, por analogía con una fiesta en la que las bebidas alcohólicas son
gratis. El resultado es que casi todos los asistentes beben más de lo debido, con
el resultado final fácilmente imaginable. 65
De todas formas, las estimaciones de recursos y necesidades (no deman-

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


das) siempre tendrán un cierto grado de incertidumbre. Esto es debido, por
una parte a la gran variabilidad del clima; por otra, al gran impacto que en
la demanda tienen los factores sociales y económicos tanto en el ámbito local
como nacional y mundial.
A pesar de todas estas incertidumbres, se pueden y deben dar pasos de
gigante en el mejoramiento en la adquisición de datos y en su transmi-
sión a toda persona interesada. Desde este punto de vista, el “Inventario y
Características de los Regadíos de Andalucía” realizado por la Consejería de
Agricultura de esa Comunidad Autónoma, en el año 2000 supuso un hito
muy positivo que lamentablemente no han seguido las otras CCAA españo-
las ni los Ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura (Corominas y del
Campo, 2000). Los datos de ese Inventario de Regadíos Andaluces, tal como
fueron elaborados por Llamas et al. (2001) y especialmente por Hernández-
Mora et al. (2001), permitieron de modo diáfano determinar las caracterís-
ticas diferenciales de los regadíos con aguas superficiales y subterráneas. Esos
trabajos exigían, sin lugar a dudas, una profunda revisión tanto del Libro
Blanco del Agua (MIMAM, 2000) como de los PHNs del 2001 (PP) y del
2005 (PSOE). Esto no se hizo, la solución adoptada tanto por los responsa-
bles populares como por los socialistas, fue la de ignorar prácticamente di-
chos trabajos. Ello quizá es la razón por la que la Junta de Andalucía, desde
hace meses (esto se escriben en septiembre de 2008), ha retirado de Internet
este inventario de regadíos. Es comprensible que un colectivo no quiera ir
con la verdad por delante, si los otros colectivos no hacen lo mismo. Este
es uno de los elementos principales de la corrupción del agua en España
(Llamas, 2008 a y b).
La predicción de las futuras necesidades de agua presenta todavía un ma-
yor margen de incertidumbre que el conocimiento de la situación actual. Sin
embargo, puede asegurarse que frecuentemente las predicciones están “hin-
chadas”, tanto en el ámbito mundial como en el ámbito nacional. En Llamas
et al. (2001) se hace un análisis relativamente detallado de este tema. Como
ejemplo concreto, cabe recordar que en 1967 en el II Plan de Desarrollo,
se estimó que el déficit hídrico en Cataluña en el año 2000 sería del orden
de 1.400 millones de metros cúbicos al año. Sin embargo, en declaraciones
sobre el posible trasvase del Ródano, ese volumen en 1999 se reduce a 300
millones, es decir, a menos de una cuarta parte (Llamas y Sastre, 2000). En
el PHN del año 2001 se consideraba que sólo haría falta trasvasar a Cataluña
desde el Ebro unos 200 millones de metros cúbicos por año. El líder del
66 Partido Socialista, P. Maragall, en declaraciones a la prensa (El País, 22 de
Octubre de 2000), consideró que lo mejor era que Barcelona y Cataluña se
M. Ramón Llamas Madurga

abastecieran con sus propios recursos hídricos y consideraba que Murcia y


Valencia podrían hacer algo análogo si establecen una política de precios ade-
cuada. Sin embargo, la amenaza de restricciones a Barcelona en la primavera
de 2008 provocó un cambio drástico de situación, que condujo a un ridícu-
lo internacional al decidir importar agua en barco desde Marsella (Llamas,
2008 c).
Otro ejemplo interesante es que el Plan Hidrológico de California de 1998
consideraba que en el año 2030 California tendría un uso de agua ligeramente
inferior al de la redacción del Plan, aun cuando su población habría pasado de
30 a 50 millones de habitantes (Llamas et. al, 2001).
También es bien conocido que el uso del agua en el conjunto de los EE.UU.
está disminuyendo desde 1980, aunque su nivel económico y su población
han seguido aumentando a buen ritmo. Esto puede deberse en buena parte a
las actuaciones de grupos ecologistas que, con sus protestas, han conseguido
un uso más eficiente del agua. Brown (2000) hace un detallado análisis de la
evolución de los usos del agua en los EE.UU. Llega a la consideración de que
la eficacia en los usos ha aumentado desde que se suprimieron los embalses
regalados, es decir, las “subvenciones perversas”. Considera este autor que en
el año 2040, la población americana habrá aumentado en casi un 50%, pero
el uso de agua dulce se habrá incrementado solamente en un 10%.
A la vista de estos hechos, resultaba un imperativo ético la realización de
un debate científico y transparente sobre el concepto de los denominados “dé-
ficit hídricos estructurales”. Este concepto era utilizado en el Libro Blanco del
Agua (MIMAM, 2000) como el elemento decisivo para justificar los trasvases
propuestos y para añadir un centenar de nuevas presas a las mil doscientas
ya existentes. Ese debate nunca se ha producido y en el Plan de Desaladoras
(Plan A.G.U.A.) del PSOE, como sustitutivo del trasvase del Ebro, el tema
no se toca. Lo cual es comprensible pues tanto el PP como el PSOE siguen
fomentando las “subvenciones perversas” como medio eficaz de ganar votos
(Llamas 2008 a y b).
Los recursos hídricos compartidos
internacionalmente Casi la mitad de la población mundial vive en áreas
cuya agua procede de ríos que cruzan o constituyen fronteras internaciona-
les. Después de varios decenios de trabajo, las Naciones Unidas aprobaron en
1997 una “Convención sobre Usos no-navegables de Ríos Internacionales”.
Ese documento jurídico contiene varios principios éticos como: la notifica-
ción previa a los países de la cuenca antes de realizar acciones que puedan te- 67
ner influencia en los otros países, y el que esas acciones no produzcan un daño

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


significativo. Lamentablemente, en el año 2008 esa Convención no ha sido
ratificada por suficiente número de países para que tenga internacionalmente
fuerza legal. La nueva Directiva Marco del Agua de la UE, exige la planifi-
cación coordinada de las cuencas fluviales de la Unión Europea. Este hecho
no va a plantear especiales dificultades en España ya que en 1998 ya se firmó
con Portugal una convención o tratado —denominado de Albufeira— para
la gestión de los ríos hispano-lusos. La convención de Albufeira ya tiene en
cuenta, en gran parte, las futuras exigencias de la nueva Directiva Marco sobre
el Agua. Ello exige que cualquier trasvase que afecte a los ríos hispano-lusos,
al Duero o Tajo por ejemplo, no puede hacerse sin contar con Portugal. Esta
era una tácita, pero poderosa razón, para que el único trasvase propuesto en
el PHN del PP en 2001 fuera el del río Ebro que, evidentemente, no afecta
al convenio de Albufeira (Sastre et al., 2000). Sin embargo, en el verano de
2008, el Nuevo Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino
creado por el PSOE, ha comenzado a hablar de un posible nuevo trasvase
desde el río Tajo al Guadiana y al Segura. Es de suponer que si esta idea sigue
adelante, nuestros vecinos portugueses querrán decir algo.
A finales del decenio último, la UNESCO y la Asociación Internacional
de Hidrogeólogos pusieron en marcha una iniciativa para elaborar otra
Convención sobre la gestión coordinada de los acuíferos transfronterizos. El
tema no tiene gran interés práctico para España pues los acuíferos comparti-
dos con los países vecinos son irrelevantes. Por otra parte, será muy difícil que
funcionen los convenios internacionales sobre gestión de acuíferos si antes
no se logran instituciones adecuadas para la gestión colectiva de los acuíferos
dentro de cada país. Sin embargo, esta iniciativa está teniendo el mérito de
despertar el interés sobre las aguas subterráneas entre los políticos.

El debate sobre embalses y trasvases


Este debate comenzó con especial intensidad en los EE.UU. hace unos
treinta o cuarenta años y se extendió a otras muchas regiones del mundo. Con
objeto de intentar suavizar los fuertes enfrentamientos relacionados con la
construcción de presas, en 1998 el Banco Mundial y la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN) establecieron una Comisión
Mundial sobre Presas (World Commission on Dams, 2000).
En general, los grupos conservacionistas tienen una postura bastante
frontal contra los embalses que se están construyendo, o que están ya aca-
bados, o que se incluyen en los PHNs tanto del PP como del PSOE, pues
68
en este aspecto son prácticamente iguales. El del PP (2001) incluía la cons-
trucción de unas 100 nuevas presas en los siguientes ocho años, es decir, una
M. Ramón Llamas Madurga

cifra inferior a la que figuraba en el Anteproyecto del PHN del PSOE de


1993 (MOPT, 1993), que era de unas 200 presas en 20 años. El PHN del
PSOE (2005), mantuvo prácticamente la misma lista de presas que el PHN
(2001) del PP.
Al parecer, según información verbal y personal (julio 2008) del Presidente
del Consejo Mundial de Grandes Presas, desde el año 2004 hasta ahora se han
construido o están en construcción unas treinta grandes presas. Parece obvio
que este tema requeriría una mayor transparencia y debate.
España es el país del mundo que ocupa el primer o segundo puesto en
grandes presas por habitante (30 grandes presas por cada millón de españo-
les); por ello, es dudoso que convenga continuar con carácter general constru-
yendo este tipo de infraestructuras (Llamas et al, 2001).
Sin embargo, el énfasis que ponía en este tema el Ministerio de Medio
Ambiente —que como escribí debería llamarse más propiamente Ministerio
de Obras Hidráulicas (Llamas, 1997b)—, era altamente contraproducen-
te pues indicaba que ésa era su principal preocupación y no una gestión
moderna del agua. Además, prácticamente todas esas grandes estructuras
—presas o trasvases— se iban a realizar esencialmente con “subvenciones
perversas”, es decir, con un dinero público procedente de nuestros impues-
tos, y van a perjudicar tanto a la economía como al medio ambiente espa-
ñol. En unos momentos de elevada inflación y con escasez de dinero público
en los sectores de la educación, la investigación y la ayuda al tercer mundo,
parecía un contrasentido que se fueran a invertir unos cuatro mil millones
de euros en obras de tan dudosa utilidad. Ahora bien, la política del PSOE
ha sido “más de lo mismo” ya que ha mantenido en su programa todas las
presas y ha sustituido el trasvase del Ebro por la construcción de una vein-
tena de grandes desaladoras de agua de mar, también financiadas con dine-
ro público, en contra del espíritu y la letra de la Directiva Marco del Agua
(Llamas, 2007 a y b).
El principio de precaución. La toma de decisiones con
datos inciertos
Este es un viejo dilema o problema que hoy ha adquirido mayor relieve,
pues la Unión Europea ha venido a establecer que el principio de la precau-
ción debe ser aplicado prácticamente en todo. Una aplicación simplista de ese
principio fácilmente conduciría a decisiones desastrosas. Frecuentemente es
preferible tomar decisiones con un cierto riesgo que no hacer nada. Por otra 69
parte, hay que tener en cuenta que las grandes obras hidráulicas suelen exigir

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


no menos de veinte años desde que se diseñan hasta que están plenamente
operativas.
Por ello, el principio de precaución, como ya se dijo, debe aplicarse con
prudencia y sentido común, no como una receta universal que indudable-
mente llevaría a “la parálisis por el análisis”, y podría conducir a desastres
humanitarios mayores.
Parece que el principio de precaución no se siguió al negar rotundamente
la conexión del minitrasvase del Ebro al sistema del Llobregat. Bastó una se-
quía no demasiado intensa para llevar al Gobierno del Estado y al de Cataluña
a una situación de ridículo internacional, al tener que importar agua en barco
desde Marsella. Fue una situación sorprendente dada la excelente gestión del
agua que Cataluña había hecho en las décadas de los setenta y ochenta del
siglo pasado (Llamas, 2008c).

Instituciones para la gestión colectiva de los acuíferos


La principal dificultad para la protección y/o buena gestión de las aguas
subterráneas radica en la relativa dificultad de establecer instituciones que
faciliten la gestión de un recurso común. Este tema ha sido desarrollado con
gran detalle en publicaciones recientes. Por ello, aquí solamente se hará una
síntesis de los aspectos más importantes para España (Hernández-Mora y
Llamas, 2001; Llamas y Custodio, 2003; Fornés et al, 2005; Llamas et al.
2007 y 2008).
Con frecuencia se ha insistido en que en el aprovechamiento de un recurso
común casi ineludiblemente acaba por imponerse lo que se suele llamar “la
tragedia de los bienes comunes”. Es decir cuando algo es de todos, todos van a
sacar el máximo provecho inmediato y aquel bien común o comunal termina
por destruirse. Es evidente que esto no tiene necesariamente que ser así. Basta
pensar en los periodos de veda de la caza y de la pesca continental o en la ges-
tión de los bosques comunales de tan larga tradición en España, o todavía con
un ejemplo más cercano en las comunidades españolas de regantes, con el casi
legendario ejemplo del Tribunal de Aguas de Valencia.
Sin embargo, apenas se ha conseguido todavía que en España funcionen de
modo general sistemas colectivos para la gestión de los acuíferos. La situación
parece ser similar en la mayor parte de los países áridos o semiáridos. Esto se
debe, en primer lugar, a la relativa juventud del aprovechamiento intensivo de
70
los acuíferos, que es siempre inferior a medio siglo. En segundo lugar, a las pe-
culiares características de la utilización de los acuíferos. En efecto, a diferencia
M. Ramón Llamas Madurga

de los regadíos con aguas superficiales, el número de actores que intervienen


en el aprovechamiento de un acuífero es elevado. Además y de modo especial,
estos actores son independientes entre ellos y no han necesitado ponerse de
acuerdo ni para construir su pozo ni para explotarlo. Una de las principales
ventajas de los regadíos con agua subterránea, es que los agricultores no están
sometidos a los incómodos turnos de riego que indudablemente hay que se-
guir en los sistemas de regadío con aguas superficiales.
Aesto suele unirse que la cultura tecnológica de los usuarios de las aguas
subterráneas de un acuífero puede ser reducida. La ubicación y el proyecto de
los pozos, por lo general, no responden a un diseño hidrogeológico adecuado.
Se han realizado “por contagio”. Un agricultor ha visto que su vecino hizo un
pozo y que le va bien: y entonces —asesorado en lo general por un zahorí—,
perforó otro pozo en su propiedad.
La Ley de Aguas de 1985 teóricamente proponía la constitución de
Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) con una estruc-
tura muy similar a la de las centenarias Comunidades de Regantes de Aguas
Superficiales. Después de más de veinte años desde la promulgación de la Ley
de 1985, como el Libro Blanco del Agua (MIMAM, 2000) ya reconocía, los
resultados han sido muy exiguos. Por ejemplo, de los diecisiete acuíferos de-
clarados legalmente sobreexplotados desde 1987, solamente en tres o cuatro
de ellos se han llegado a constituir CUAS, aunque la Ley de Aguas las impone
como algo preceptivo. La Reforma de la Ley de Aguas de 1999 insistió en el
tema pero los resultados probablemente no van a ser mejores si no cambia la
mentalidad de los directores de la política del agua española. De hecho, como
ya se ha comentado previamente, el PP no hizo nada por mejorar la situación.
El PSOE en la legislatura de 2004-2008 se limitó a intentar una reforma de
la Ley de Aguas, que ni siquiera llegó a enviar a las Cortes. Además, nuestra
opinión es que esa reforma iba a servir para muy poco, a juzgar por la casi nula
aplicación de la vigente legislación.
Con frecuencia, los directores de política del agua han achacado el caos
jurídico e institucional que existe en la gestión de las aguas subterráneas al
hecho de que hasta 1985 esta agua eran de dominio privado. Por ejemplo,
en declaraciones a El País (22 de octubre de 2000), el entonces Subdirector
General de Planificación Hidrológica y “factotum” del PHN (2001) y del
Libro Blanco del Agua, sostenía que el Ministerio de Medio Ambiente no se
ocupaba de las aguas subterráneas porque estas eran todavía en su mayoría de
propiedad privada. 71
Este razonamiento no era, ni es, correcto, al menos, por dos motivos. El

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


primero es que con la Ley de Aguas de 1879 ya se constituyeron en los años
setenta en Cataluña tres Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas, que
funcionan muy bien. Ahora bien, la mentalidad de los funcionarios de la en-
tonces Confederación Hidrográfica del Pirineo Oriental era el polo opuesto a
la mentalidad de sus colegas de la Confederación Hidrográfica del Segura, de la
que, casualmente, fue Comisario de Aguas el entonces Subdirector General de
Planificación Hidrológica. En Cataluña la Administración hidráulica, depen-
diente entonces del Ministerio de Obras Públicas y no de la Generalitat, man-
tuvo ya en los años setenta una política muy avanzada en el sentido de trans-
parencia y de participación de todos los usuarios. La situación, como antes se
dijo, ha cambiado notablemente en los últimos años, pues frente a un esfuerzo
eficaz y positivo de aplicar los objetivos ecológicos de la DMA, se produjo una
excesiva radicalización en contra de cualquier tipo de trasvase y fue una causa
principal del esperpéntico panorama de tener que importar agua en barco des-
de Marsella a Barcelona en el año 2008. En segundo término, de acuerdo con
la Ley de Aguas de 1985, cuando un acuífero es declarado sobre-explotado, la
requerida regulación del acuífero se aplica tanto a las aguas de dominio público
como a las aguas de dominio privado. De hecho, en uno de los pocos acuífe-
ros declarados definitivamente sobre-explotados en España, el de Campo de
Montiel, prácticamente todos los usuarios de aguas subterráneas son privados.
En resumen, una vez más, parece claro que la “hidroesquizofrenia” todavía im-
pera entre los máximos responsables de la política del agua española, indepen-
dientemente del partido político al que pertenezcan.

Cuestiones éticas relacionadas con los avances


científicos y tecnológicos
No cabe duda alguna sobre el gran impacto que han tenido y van a seguir
teniendo los avances científicos tecnológicos en las políticas hidrológicas de
todo el mundo. Este tema lo hemos tratado con cierto detalle en varias pu-
blicaciones recientes y a ellas remitimos al lector interesado (Llamas, 2006;
Aldaya et al, 2008; López-Gunn and Llamas, 2008). Quizá basta ahora recor-
dar que estos avances permiten soluciones para muchos de los problemas del
agua, que hace pocos lustros eran impensables.
En dichos trabajos se habla principalmente de cuatro avances: la tecnología
de membranas (desalinización), el abaratamiento y la mejora del transporte
72
(que permite un intenso comercio de agua virtual), la facilidad para extraer
agua subterránea de modo rápido y barato, y el uso de Internet como elemen-
M. Ramón Llamas Madurga

to clave de transferencia de tecnología, de transparencia y de participación


social.

Agua y conflictos: “Las guerras del agua”


Se estima que casi el 40% de la población mundial depende para su su-
ministro de agua potable, agua de regadío y energía hidroeléctrica, de la ges-
tión de 214 grandes cuencas hidrográficas que ocupan dos o más países. En
algunos países, casi la totalidad del flujo de sus aguas superficiales proviene de
fuera de sus fronteras, p.e. en Egipto el 97%, el 95% en Hungría y el 89% en
Los Países Bajos. Las disputas o conflictos entre los países ribereños de aguas
arriba y aguas abajo, en lo que se refiere a la cantidad y calidad de las aguas
fluviales, se dan prácticamente en todas partes.
Entre los temas de discusión suele estar la reducción o variación de los cau-
dales y de la carga en suspensión debida a la construcción de embalses, a las
desviaciones de agua para regadío, a la degradación de la calidad del agua por
la contaminación de origen urbano, industrial o agrícola, y al trasvase entre
cuencas. Casos típicos de conflictos se citan en el Oriente Medio: los de los
ríos Jordán, Tigris y Eúfrates; caso típico también es el de la cuenca del Nilo
en África; el del Ganges en Asia ; y uno especialmente grave es el del desastre
ecológico del Mar Aral. En todos estos casos no se ha llegado todavía a la fir-
ma de tratados para distribuir esas aguas de modo aceptable entre los países
involucrados.
Así pues, las disputas y conflictos sobre el uso del agua pueden ser causa de
violencia y, de hecho, a veces, lo son. Sin embargo, esta violencia en el ámbito
personal o local no suele generalizarse en el ámbito internacional. De hecho,
como ya se ha dicho varias veces, históricamente el agua ha sido más un ele-
mento de cooperación que de confrontación entre países (Wolf, 1999 y 2008;
Llamas, 1999a; Llamas y Delli Priscoli, 2000). K. Asmal (2000) sostiene que
los conflictos del agua no son “casus belli” sino catalizadores de procesos de
paz. Es interesante consignar que Wolf (2008) llama la atención sobre el he-
cho de que en la solución de los conflictos del agua no basta aplicar criterios de
justicia o equidad, que considera propios de la cultura de la Ilustración, sino
que hay que tener en cuenta también criterios de misericordia (mercy). Estas
ideas de Wolf coinciden sensiblemente con la postura de la Iglesia Católica en
estos temas (Comisión de Justicia y Paz, 2006) y con las frecuentes llamadas
de Juan Pablo II (cfr. Llamas, 2001). 73
En general, esos problemas se refieren a una cuenca hidrográfica o a un

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


lago. Hasta ahora pocas veces han entrado en juego las aguas subterráneas,
aunque hay casos especiales, como la discusión entre palestinos e israelitas por
las aguas subterráneas de los montes de Judea o de la franja de Gaza. Sin em-
bargo, el creciente uso de las aguas subterráneas —a veces no renovables— de
grandes acuíferos, comienza a preocupar.
La necesidad de que los países con cuencas compartidas cooperen para la
gestión del recurso agua está exigiendo revisar las nociones tradicionales de se-
guridad y dependencia. Con frecuencia los planes o infraestructuras conjun-
tos o compartidos para el uso del agua en una cuenca, pueden verse como un
riesgo de mayor vulnerabilidad y una reducción de la seguridad de cada país.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que esta interdependencia sue-
le proporcionar una mayor flexibilidad y capacidad para mitigar los efectos de
inundaciones y sequías, y así aumenta la seguridad del país.
Los conflictos del agua en nuestro país también se han dado a diferentes
niveles. Por ejemplo, cuando el Gobierno presentó en 1993 su Anteproyecto
de Plan Hidrológico Nacional, en Portugal se produjo un auténtico malestar
ya que ese Plan preveía el trasvase de cerca de 1000 millones de metros cú-
bicos de agua del río Duero hacia el SE de España. De hecho, el malestar no
fue sólo en Portugal ya que se creó una Asociación Hispano-Lusa de Alcaldes
de Ciudades Ribereñas del río Duero para oponerse a ese trasvase. Y en esa
Asociación había alcaldes españoles y portugueses y de partidos políticos muy
diversos.
Es obvio que los problemas políticos entre España y Portugal en relación
con el agua no son graves, se trata de un problema de “low politics” (Llamas,
1997a). Ello se debe esencialmente a que Portugal es un país húmedo, con
abundancia de agua (6000m3/persona y año). Es pues, lógico, que la firma de
la Convención de Albufeira o Convención Hispano-Portuguesa sobre los ríos
comunes, no haya planteado apenas obstáculos y fuera ratificada sin dificultad
por los Parlamentos de los dos países en 1999.
En cambio, el problema de los trasvases intercuencas especialmente el del
Ebro y también el del Tajo, han ocupado y continúan ocupando titulares en
la prensa de forma recurrente. Las causas de estos conflictos, hoy por hoy sin
violencia física, son diversas.
En primer lugar, esas obras se han financiado esencialmente con un dine-
ro público y producen un claro beneficio a la región que recibe el agua. En
cambio, las compensaciones económicas a la región cedente han solido ser
74
insuficientes con la única excepción del denominado minitrasvase del Ebro a
Tarragona que al parecer está reportando buenos beneficios a los regantes del
M. Ramón Llamas Madurga

delta del Ebro; de todas formas, no hay que olvidar que se trata de un trasva-
se de menos de 60 o 70 millones de m3/año. En cambio, las compensaciones
totales a las regiones cedentes desde el inicio del Trasvase Tajo-Segura hasta el
año 1998 fueron de unos 110 millones de euros, que equivalen a una cantidad
del orden de 0,03 euros por metro cúbico trasvasado. Una cantidad que no
pocos parecen considerar no ya insuficiente sino irrisoria.
En segundo lugar, aunque hubiera más compensaciones económicas, no se
puede olvidar que el agua y sus paisajes son un patrimonio cultural importan-
te. Este valor simbólico, poético o cultural del agua, hace que las ciudades de
la región potencialmente cedente vean con muy malos ojos la posible pérdida
de “su patrimonio natural”.
En ciertas ocasiones, a estas cuestiones de carácter regional se unen otras de
carácter social que pueden tener raíces históricas. Por ejemplo, durante la déca-
da de los noventa del siglo pasado, los conflictos entre las poblaciones de Pego
y Denia con el pueblo de Oliva en el Levante español, tienen probablemente su
raíz en el agravio comparativo que supone el gran desarrollo turístico y agrícola
de Denia y Oliva en comparación con el de Pego. Los ciudadanos de Pego no
parecen dispuestos a ceder “su agua subterránea” para que aumente el progreso
económico de sus vecinos. De hecho, la ciudad de Denia ha tenido que cons-
truir una planta desalinizadora de agua de mar para atender a la demanda de
agua para el turismo. Cabe preguntarse si se trata de un tema de falta de solida-
ridad o simplemente de una cuestión de falta de una compensación económica
justa, a la que, además, se añaden agravios históricos entre esos municipios.
En resumen, aunque existen conflictos sobre el uso del agua —que muy
rara vez han degenerado en conflictos armados— cada día hay una mayor
tendencia a ver el uso compartido del agua, no como fuente de discusiones o
conflictos violentos, sino como fuente de acuerdos para una participación de
conocimientos y recursos entre los países implicados. El agua puede constituir
un elemento más en ese deseado tránsito de una cultura de guerra hacia una
cultura de paz. Ahora bien, ese cambio exige un claro proceso de transparen-
cia, diálogo y participación por parte de todos los actores pero especialmente
por los políticos y por los funcionarios. Ese nuevo tipo de participación social
tenía poca tradición en nuestro país y sólo se ha iniciado recientemente. Si,
de acuerdo con las prescripciones de la Directiva Marco, desde el Gobierno
se fomenta, o al menos no se obstaculiza, este diálogo en relación con la pre-
paración de los Planes Hidrológicos de Cuenca, la política del agua española
mejorará de forma sustancial en los próximos años. 75

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


Principales tendencias en la ética de los usos
del agua
El Grupo de Trabajo de la UNESCO sobre la Ética de los Usos del Agua,
estaba de acuerdo en la necesidad de que la gestión del agua en el siglo XXI de-
bería basarse más que hasta ahora en principios éticos (Llamas y Delli Priscoli,
2000, pág. 89). El Grupo consideró que era necesario tomar medidas para: 1)
atender siempre las necesidades básicas de agua de cada persona; 2) mantener
los caudales ecológicos básicos para mantener la salud ecológica de los ecosis-
temas; 3) evitar la contaminación ; 4) tomar medidas preventivas para mitigar
las inundaciones; 5) ser responsables y solidarios con los usuarios de aguas
abajo; 6) evitar el despilfarro de agua mediante su uso eficiente; 7) facilitar la
renovabilidad de los recursos hídricos; 8) obtener mejores datos hidrológicos;
9) evitar en lo posible los conflictos por el agua y, en cualquier caso, resolver-
los de modo pacífico; 10) evitar las subvenciones perversas que son malas para
la economía y el medio ambiente; y 11) hacer más transparentes todos los da-
tos disponibles y más participativos los procesos de la gestión de los recursos
hídricos. Algunas de estas medidas son operativas en nuestro país desde hace
tiempo pero de otras apenas si hay conciencia de su necesidad.
Además, hay que evitar tanto el “gigantismo” o el “triunfalismo tecnológi-
co” como la “tecnofobia”, una exagerada reverencia hacia un utópico e idílico
pasado, a una cierta “deificación” de la Naturaleza.
El Grupo de Trabajo de la UNESCO consideró que esos once principios
pueden sintetizarse en los tres siguientes:

• Primero
La ética del agua necesaria no es simplemente de preservación o con-
servación. Tiene un carácter finalista y exige un activo co-diseño con la
Naturaleza. Incluso la restauración y la preservación del paisaje suelen exi-
gir una intervención humana inteligente. La Naturaleza no es estática, está
en continua evolución. La capacidad destructiva de los procesos naturales
es hoy todavía muy superior a la capacidad destructiva de la moderna tec-
nología.

• Segundo
La nueva ética debe basarse en un equilibrio entre los valores tradicio-
76 nales relativos a la conservación y un uso adecuado de los avances tecnoló-
gicos. No es bueno plantear una confrontación entre los valores tradicio-
M. Ramón Llamas Madurga

nales y los modernos. Se trata de integrarlos.

• Tercero
La nueva ética debe también mantener un balance o equilibrio entre el
valor económico o utilitario del agua y su valor sagrado, simbólico o cultu-
ral. Los gestores del agua, a la hora de tomar decisiones, deben comprender
que el agua suele tener unos valores no monetarizables o tangibles, que son
tan importantes o más que los valores puramente económicos. Este equi-
librio entre los sagrado y lo utilitario no es nuevo, sino que tiene sus raíces
en las más antiguas culturas y está, en general, claramente expuesto en las
normas morales de las grandes religiones.
El interés por los temas éticos en relación con el agua no ha disminuido
sino que ha aumentado en los años recientes, como antes se indicó con las
oportunas referencias. El libro de próxima aparición con los “proceedings”
del THIRD BOTIN FOUNDATION WATER WORKSHOP: WATER
ETHICS va a constituir probablemente una contribución significativa de
puntos de vista (Llamas, et al. en prensa).
La reciente ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental, de 23 de
octubre, puede, si se aplica adecuadamente, contribuir a mejorar la situa-
ción, pero no hay todavía experiencia de su aplicación.

Conclusión final
Los datos que nos suministran hoy la Ciencia y la Tecnología nos dicen
que hay suficiente agua si trabajamos con la Naturaleza y no contra ella, y
si cooperamos entre nosotros. Uno de los principales elementos para lograr
esa cooperación es no olvidar lo que los expertos en negociaciones suelen de-
nominar valores intangibles. Estos valores van más allá de los usuales valores
económicos o utilitarios, que las partes en conflicto pueden, en general, iden-
tificar con relativa facilidad.
En último término, es reconocer que en el ser humano la inteligencia y la
voluntad son muy importantes pero también lo son los sentimientos, la poe-
sía, la estética. Y si esto se olvida, los conflictos del agua, como tantos otros
problemas, tienen una difícil solución.
77
Agradecimientos

Aspectos Éticos de los conflictos del Agua en España


Deseo dejar constancia de las interesantes sugerencias que sobre el borrador
de este artículo he recibido de los Prof. Delgado Piqueras, Moreu, Sahuquillo,
Custodio, del Moral, Villarroya, y Aragón. Por supuesto la responsablidad del
contenido de este artículo corresponde sólo a su autor.

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[62] Sahuquillo, A., Pérez Zabaleta, A., Candela, L. y Hernández, S. (2004) Informe
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[63] Sahuquillo, A., Pérez Zabaleta, A. y Candela, L. (2005a) Comentarios al infor-
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[68] Wood, W. W. (1999). “Water Use and Consumption: What are the Realities?”, Ground
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Decision-Making”. Earthscan, 404 pp.
[70] World Water Council (2000a). “A Water Secure World. The World Commission for
Water Report”, 70 pp.
[71] World Water Council (2000b). “Final Report of the Second World Water Forum and
Ministerial Conference”, 233 pp.
[72] Zehnder, A.J.B. (1999), “Water Use and Food Production: An International
Collaboration?”, EAWAG News, Zurich, June, pp. 18-20.
Comunicaciones

XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


El Agua de la Vida

Dr. Teodoro Martín Martín


Profesor de la UNED

El Laboratorio de El Escorial, creado por Felipe II a la vez que hacía surgir


el Monasterio, es la primera noticia que se tiene sobre el agua y su destilación
en la España Moderna. Francisco Valles autor de un “Tratado de las Aguas
destiladas…” fue responsable de aquel laboratorio en 1592. También fueron
destiladores de Su Majestad el flamenco Holbecq, el murciano Almela y el ex-
tremeño Diego de Santiago. El Laboratorio escurialense, considerado el más
importante de Europa, ocupaba once habitaciones y contenía grandes hornos,
calderas, evaporatorios y demás aparatos necesarios para buscar las quintas
esencias y las torres filosofales que habían difundido Paracelso, los alquimistas
y demás teóricos de las artes separatorias.
El siglo XVII en Europa está considerado como una centuria húmeda.
Los cronistas de la época nos hablan de un periodo de abundantes precipi-
taciones, inundaciones y las consiguientes malas cosechas. Si a ello se unen
las constantes contiendas que asolaron el continente-guerra de los 30 años,
expansión belicista de Luis XIV, etc.-dibujaremos un panorama calamitoso.
Todo ello explica la llamada crisis de aquellos tiempos que afectó a casi todos
los estados.
España no se vio libre de esta situación. Los arbitristas, la política belicista
del Conde Duque y la mala gestión del régimen de los validos nos sumieron
en una situación de depresión económica de la cual tardaríamos décadas en
salir. Consecuencia de todo ello fue un país hechizado como su rey Carlos II
y en el que los grandes debates en sus universidades giraban en torno al sexo
de los ángeles, tema de gran calado sin duda.
No era extraño pues que el pueblo tratara de evadirse de esa situación in-
ventándose la realidad o como hoy diríamos creando una realidad virtual. Esa
fue sin duda una de las facetas del Barroco, concebido no solo como estilo
estético, también como actitud ante la vida. Pero esto ¿qué tiene que ver con
el agua? preguntaran algunos. Pues si siguen leyendo podrán ver la conexión
que les une.
El agua fue un componente común en las ocupaciones y preocupaciones
86
de los hombres de la época. Cual símbolo el líquido elemento fue concebido
por la religiosidad imperante como emblema de la fe. Donde mejor se con-
Teodoro Martín Martín

figura esta imagen es en las fuentes. A modo de ejemplo citamos la que se


yergue en el Patio de los Evangelistas del Monasterio de El Escorial, donde
los autores de los Evangelios, a través del agua, difunden la buena nueva a los
entonces cuatro continentes reconocidos.

Nuestro gran autor dramático Pedro Calderón de la Barca (1600-1681),


entre sus múltiples piezas teatrales, nos dejó dos versiones sobre nuestro tema.
Se trata de El Agua Mansa y Guárdate del Agua Mansa, esta última comedia
en tres jornadas y varias escenas, la cual se representó en Noviembre de 1649
en Madrid con ocasión de los esponsales de Felipe IV y Mariana de Austria. La
protagonista Clara, el agua mansa, es el personaje que da razón de ser a la pieza
teatral, plagada toda ella de símbolos e imágenes tan queridos por el Barroco.
Al interesado en estas obras le remito a la edición que en 1989 llevó a cabo la
Universidad de Murcia y que estuvo a cargo de Arellano y García Ruiz.
Pero no es mi intención hablar aquí del agua en la simbología religiosa ni
en la Literatura. Mi propósito es aproximarme a la polémica que se desató
en España en la segunda mitad de la citada centuria en torno a El Agua de la
87
Vida, teoría desarrollada por Luís Alderete y Soto a través de dos de sus traba-
jos. Luz de la Medicina 1673 y Memorial a Su Majestad 1681.

El Agua de la Vida
Para contextualizar el tema y comprenderlo mejor debemos señalar algo
acerca de lo que José María López Piñeiro llama La Subcultura Científica y
Extraacadémica. Fue esta una corriente de “discurrir,” no me atrevo a decir
pensamiento, que se expandió por nuestro siglo XVII aprovechando la crisis
social y la escasa lucidez mental de nuestras élites. Seguimos en esto lo que el
citado autor apunta en su aportación al volumen 26 de la Historia de España
dirigida por R. Menéndez Pidal y José María Jover. Puede verse también la
obra de M. Rey Bueno: Medicina, alquimia y superstición en la corte de
Carlos II. Corona Borealis. Madrid 1998.
La expresión más puntual de esta subcultura se manifestaba a través de los
alquimistas seguidores de Paracelso. Estos ofrecían remedios extraordinarios,
eran curanderos y se aplicaban el adjetivo de espajírica (químico).Uno de los
máximos representante de esta corriente fue Alderete y Soto, regidor perpetuo
de la ciudad de Málaga y alguacil mayor de la Inquisición. Había viajado por
Italia y otros países europeos donde se puso en contacto con alquimistas y con
“iatroquímicos.” Sus ideas son una ensalada de presupuestos de alquimia e
interpretaciones del Apocalipsis basadas en la Astrología. La aparición de un
cometa entre 1680 y 1682 lo tomó como un complemento de las proféticas
revelaciones de San Juan, y manifestó haber descubierto la medicina universal
a la que llamó El Agua de la Vida.
Las dos obras del referido autor contenían furibundos ataques contra los
autores clásicos y motivaron una de las polémicas más agrias de la época. Sufrió
las críticas de tradicionalistas moderados como Juan Guerrero y Andrés Gámez,
que pusieron de relieve sus errores en los cálculos astronómicos y la falta de so-
lidez de sus conocimientos químicos. Los novatores fueron así mismo grandes
críticos, uno de ellos Alfonso Limón Montero escribió una obra de hidrología
médica en 1697 titulada “Espejo cristalino de las aguas de España,”donde ana-
liza químicamente las aguas mineromedicinales de nuestro país.
Alderete tuvo también sus defensores, entre los que destaca Luís Amigó y
Beltrán, abogado de los reales consejos y traductor de Paracelso. Escribió en
1682 una Apología en defensa del agua de la vida donde ponía de manifiesto
sus tendencias alegóricas y ocultistas. Llegó a identificar el agua de la vida con
la piedra bendita de Paracelso. A este se unió Matías Beinza, Juan Martínez
Zalduendo y el siciliano Angeleres con sus arcanos sanativos. Astrólogos como
el agustino Leonardo Ferrer y partidarios de la magia natural, que no ma-
88 gia negra, formaron parte también de esta subcultura científica. El capuchi-
no Fuentelapeña con su “Ente dilucidado” y el jesuita Nieremberg con su
Teodoro Martín Martín

“Curiosa filosofía y tesoro de maravillas de la naturaleza,” dedicada a Felipe


IV, son miembros sobresalientes de este movimiento paracientífico.

Pero lo que más me atrajo de este tema es que un jubilado de la época,


anciano le llama uno de los opúsculos, cansado de tanto milagro escribió en
1682 un “Discurso serio-jocoso sobre la nueva invención del agua de la vida
y sus apologías, en que entre burlas y veras se dicen veras y burlas.” Firmado
por “un quidan que queriendo tener fama no tiene nombre.” Tiene la cen-
sura del licenciado Gilimón, catedrático de la Escuela Aquatil en la Mantua
Carpetana, Madrid. Todo él está escrito con ironía, desenfado y humor del
bueno, por un hombre que confiesa “ser viejo y tener achaques.”
En el primer discurso serio-jocoso, al encontrarse con tanta caterva de tra-
tados que defienden el agua de la vida, dice que “él no es químico, ni médico,
ni soldado alquilado para matar hombres” y prosigue “este agua, como torre
aérea, solo es entendible por la fe.” “No hubiera muerto nuestro Felipe IV si
el agua de la vida deshiciera las piedras de los riñones y es cierto que le sa-
89
caron al embalsamarle una de no pequeña magnitud” pero no sanó. Y dice
más adelante “ansí veo yo los doctores que van ya dando en químicos y los

El Agua de la Vida
químicos en doctores…Todo lo que el autor dice es hiperbólico e indigno
de que se crea…No nos dice de que se compone ni qué calidades tienen sus
ingredientes.”Cuenta anécdotas e historias como ejemplo de la banalidad de
esta medicina y concluye así:
“Vistos los autos y méritos de este proceso, fallo que debo condenar y con-
deno primeramente al autor de la asserta agua de la vida por no haber probado
su naturaleza. A la dicha agua que ha querido reinar que no suba a los estados,
ni entre en junta alguna y la pongo pena de destierro perpetuo. Y a los de-
fensores de la dicha agua les condeno por vagabundos y que no puedan tener
hábitos. Y a los médicos que no han sabido dar mate y jaque a esta agua, les
condeno a que para ir al puesto de la matanza, hagan alto en la venta de vive-
ros, y dejen vivir algunos, que no todo ha de ser mata, mata y solo maten con
la letra de sus recetas. Y a todos ellos los impongo perpetuo silencio y apelen si
quieren a la Tertulia, de donde ha salido este discurso anónimo.” Laus Deo.
A este primer discurso contesta de manera furibunda un partidario de la
dicha agua y que se mantiene en el anonimato. Desvela que el autor del dis-
curso serio-jocoso es Pedro de Godoy, mordaz detractor de lenguas y vidas
ajenas. Le llama “aborto de Plutón y monstruo gótico” y dice que le ha des-
cubierto en una tertulia que tiene en la calle Duque de Alba de Madrid, la
cual llaman “Academia de las Lenguas.” Pone en duda que sea cristiano por lo
que dice y le manifiesta que tiene “sus blancas canas ocupadas en los verdores
y chocarrerías de una mocedad descarada.” Le denomina también” lengua de
buey.” Al igual que la vida viene por el aire, dice, desde la divinidad (luz) se
purifica el agua, así sucede con el agua de la vida. Su fundamentación es la
Biblia y los textos sagrados. Critica a los galenistas y médicos que están detrás
del discurso serio-jocoso. Define el agua de la vida como “la misma Virtud
Celeste que baja en este aire del mismo Sol y es una misma cosa con nuestra
naturaleza.” Ataca así mismo al Protomedicato de Madrid contrario al agua
de la vida y a Godoy le dice textualmente: “ojo con lo que apunta pues correrá
gran riesgo su persona en el Tribunal Santo.” Está en contra de las sangrías y
demás pócimas, y concluye diciendo al jocoso que “su madura edad no pedía
ya puerilidades.” Como si el sentido del humor fuera infantil.
Al poco tiempo el autor del primer discurso responde con otro escrito
serio-jocoso de 21 páginas impresas, en las que se reconoce como Pedro de
Godoy. “Yo escribí un papel con toda modestia y en él no dije mal de nadie,
puse las dudas que se me ofrecían, si fue en estilo serio-jocoso ya dije que
no va más en mi mano… yo lo que hago es un juego literario.” Reitera que
90
Alderete debe decir de qué se hace esta agua y cuales son sus ingredientes.
Habla luego de las tres medicinas que hay, la galénica que usa de medicamen-
Teodoro Martín Martín

tos en sus curaciones, la química que usa quintas esencias y la racional. Señala
que al ser la fórmula del agua de la vida secreta no puede ser medicina univer-
sal. Godoy es un hombre culto cita a Ovidio, Plinio, Quevedo, Góngora y a
varios profesores de la Universidad de Salamanca.
Se ratifica en lo que dijo y como lo dijo en el primer discurso y termina
diciendo: “Esta agua es agua de risa y chanza y no se puede hablar de ella sin
mezclar lo serio con lo jocoso ya que no es más que un secreto.” Hace vo-
tos por la Medicina Galénica y la Racional que son las que tienen remedios
metódicos y químicos. Concluye prometiendo un nuevo discurso titulado
“Desengaño puro y quinta esencia de la verdad de esta materia.” También
serio-jocoso.
La Sociedad de Bibliófilos Españoles ha realizado una edición nueva de los
dos discursos serio-jocosos sobre el agua de la vida de don Pedro González de
Godoy en Madrid en 1959. En el prólogo, el profesor Edward M. Wilson de
la Universidad de Cambridge, dice sobre el autor de los mismos lo siguiente:
“Don Pedro sabía escribir, y su prosa ampulosa y chispeante tiene gracia. Los
chistes, no todos originales (uno es de Cervantes), están bien contados y los
introdujo con más arte que lo que parece a primera vista… La mejor cualidad
de Godoy es el buen humor, y lo que hizo fue contar con gracia cosas gracio-
sas. Merece un buen lugar en la historia del humor español.” Hay también
una amplia bibliografía sobre la controversia del agua de la vida, señalando 20
opúsculos o folletos sobre la cuestión. En esta edición no se incluye la respuesta
al primer discurso. Contiene así mismo tres apéndices: Un epigrama latino de
Godoy, un Memorial de Alderete al Rey Carlos II y la Respuesta que el citado
autor da al auto en su contra formulado por El Protomedicato de Madrid.
Don Pedro González de Godoy nació en Málaga y era “oficial mayor de
la Secretaría de Lengua del Rey Nuestro Señor Carlos II, Rey de España, que
Dios guarde.” Don Antonio Rodríguez Moñino dice de él: “Saladísimo, cuan-
to ignorado escritor de fines del siglo XVII; fue autor de cientos de chistes,
cuentos y casos llenos de gracia, agudeza y novedad.” La literatura española
del reinado de Carlos II está poco estudiada señala el profesor E. M. Wilson,
y puede ser más interesante de lo que se cree. La riqueza fantástica de la perte-
neciente a la primera mitad ha deslumbrado a casi todos los historiadores.
He creído que esta polémica, en torno a la llamada Agua de la Vida y sus
virtudes curativas, hechas por uno de nuestros compañeros de jubilación en el
siglo XVII, es un hito en una necesaria Historia de la Jubilación, especialidad
91
de los estudios de Clío que aún no se ha iniciado. Pero es otrosí un acicate para
que con humor y sabiduría que de sobra posee la ancianidad nos enfrentemos

El Agua de la Vida
a esta charca de ranas en que se está convirtiendo la sociedad del siglo XXI.

Representación simbólica de los compuestos de antimonio.


Grabado de Quinta Essentia (1574) del médico paracelsista L. Thumeyser.

No concluyó aquí el tema del agua de la vida. Este es el título que tiene
uno de los muchos cuentos que, a partir de 1806, recopilaron los hermanos
Grimm y se integró junto a Caperucita Roja, La Cenicienta y Blancanieves,
entre otros. Hoy en día todas las grandes religiones han incorporado el sim-
bolismo del agua de la vida. El sufista Ibn Arabí dice que “el agua de la vida
es el fundamento de todos los elementos naturales”.En términos similares se
expresa el taoísmo.
Así mismo el catolicismo contempla el agua y su significación bíblica. Un
reciente informe del Grupo de Trabajo sobre Nuevos Movimientos Religiosos
del Vaticano cara al Tercer Milenio se titula “Jesucristo portador del agua de
la vida.” El libro “De paso por la vida” de Mariano de Blas, editado por El
92
Arca de México en 2008, contiene un bello poema bajo el título de El agua
de la Vida.
Teodoro Martín Martín

La comunidad internacional, consciente de la importancia del agua, de-


dica desde 1992 todos los 22 de Marzo a la temática del agua. Las Naciones
Unidas sensibles a estas cuestiones declararon el periodo 2005-2015 Decenio
Internacional del Agua. Y no es una casualidad que la última Exposición
Universal, celebrada en Zaragoza el verano de 2008, llevara por lema “El agua
y el desarrollo sostenible”.

Mosaico de la basílica de San Vital de Rávena.

En la Historia del Arte hay múltiples expresiones del agua de la vida. He


elegido un ejemplo de aquellas. Se halla en el famoso mosaico que adorna el
presbiterio de la basílica de San Vital de Rávena. Es una de las representaciones
más extraordinarias y al mismo tiempo más controvertidas del esplendor impe-
rial de Bizancio y del poder femenino que nos ha brindado este arte universal.
En la pared que está a la izquierda del altar aparece Justiniano rodeado de
prelados y militares. Enfrente aparece Teodora. Esta avanza hacia quien la ob-
serva con dos cortesanos a su derecha, posiblemente eunucos, y a la izquierda
un séquito de siete señoras entre las que se ha querido identificar a Antonina,
a su hija Juanina y a otras.
Teodora está en el centro de la representación, su cabeza coronada está
rodeada por el nimbo de elección y toda su figura está inscrita en el espacio
93
de una hornacina tras la cual nos imaginamos un trono. No falta ninguno de
los atributos de la soberanía y el lujo de la corte de Bizancio. Teodora lleva la

El Agua de la Vida
clámide purpúrea y la maniakion sobre el pecho y de su cabeza cuelgan los
praependulia. La augusta sostiene un cáliz precioso con el gesto de donarlo
a la basílica de San Vital. Destaca el detalle del vestido de Teodora con las fi-
guras bordadas en la orla de la clámide, que son los Reyes Magos de Oriente
con sus presentes.
El gesto de la augusta es tan elegante como mesurado, mientras que sus
ojos, muy grandes y realmente escrutadores, como decía Procopio de Cesarea,
miran a lo lejos, más allá de quien la observa. La presencia es tan onírica como
hierática.
Algunos han sugerido que la imagen de Rávena alude al destino ultrate-
rreno de la soberana. Su especial palidez, mencionada también por las fuentes
literarias, se ha interpretado como alusión a su estado de difunta. El agua de la
fuente que está a su derecha sería “el agua de la vida”, regeneración bautismal
después de la vida en la tierra. La cortina que aparta el eunuco en el extremo
del mosaico y deja entrever un cuarto oscuro nos hace pensar en el velo que
se levanta en el instante supremo, cuando se abre el mundo del más allá. La
hornacina que está sobre Teodora puede ser el signo distintivo de un difunto.
El hecho de que en la iconografía paleocristiana los ángeles y los eunucos se
parezcan bastante ha reforzado esta interpretación. Hemos seguido el libro de
Paolo Cesaretti: Teodora. Madrid 2008.
La Historia sigue siendo maestra de la vida.
Agua en la Luna

Dr. Fernando Martín Asín


Catedrático de Astronomía
Profesor Emérito de la UPM

Cuando me pidieron en AS.P.U.R., que escribiera algo para unirlo a las


comunicaciones y ponencias que se iban a presentar en las XI JORNADAS
DE ESTUDIO, de Alicante, pensé, como siempre pienso, que mi participa-
ción no era muy adecuada para unirla a todas las que se iban a presentar. Sin
embargo, al insistirme en que lo hiciera y dado que el título de las Jornadas es:
“Los mensajes del agua”, pensé que era muy apropiado hablar del agua, pero
relacionada con algún tema astronómico y por todo ello, me pareció oportu-
no hablar de este tema : “El agua en la Luna”.
La Luna, es el primer objeto del cielo nocturno, que hemos visto todos
nosotros y desde siempre ha sido y continúa siendo un misterio.
Podemos decir que todos los poetas, en algún momento de sus vidas, le
han dedicado su atención. Es buscada por jóvenes enamorados y estudiada
intensamente por los astrónomos. Y desde el tiempo de Galileo, ha sido obser-
vada con todos los telescopios del mundo. Sabemos que Galileo fue el primer
astrónomo, que tuvo la fortuna de tener un telescopio en sus manos y es el
primero que descubre los cráteres en la Luna y el primero también que des-
cubre los anillos de Saturno y los cuatro satélites más grandes de Júpiter: Io,
Ganímedes, Calisto y Europa, a los que se conoce desde entonces en su honor
como “satélites galileanos”.
Precisamente este año 2009, es conocido como el “Año Internacional de la
Astronomía” al celebrarse en él, los 400 años desde que vive el gran astrónomo
Galileo Galilei.
96
Fernando Martín Asín

Nuestro satélite la Luna.

Y ahora, cuando nos surge la duda de si podríamos subsistir en el satélite,


nos aparece la pregunta: ¿habrá agua en la Luna? La respuesta es clara, ¿por
qué no ha de haber agua, si la hay sobre la Tierra?
Los antiguos astrónomos creían que la Luna tenía agua en abundancia. De
hecho, llamaron mares a las grandes llanuras de lava como la Mare Imbrium
(El Mar de las Lluvias). Pero cuando Armstrong y Aldrin alunizaron en la Luna
en 1969, no pisaron agua en el mar de la Tranquilidad, sino roca basáltica.
Por otra parte, como la Luna comparte la misma zona del espacio que la
Tierra, es claro que también habrá recibido su porción de agua. Sin embargo,
dado que tiene solo una pequeña parte de la gravedad terrestre, la mayoría del
agua que llegó a la Luna, debe haberse evaporado y flota desde hace mucho
tiempo en el espacio exterior.
En el año 1893, el geólogo Carl Gilbert (1843-1918), que fue el primer
geólogo de la Fundación que lleva su nombre y es uno de los más distingui-
dos geólogos de América, sugirió que grandes asteroides y cometas golpea-
ron la Luna formando sus cráteres. El gran astrónomo Shoemaker confirmó
esta teoría. Eugene Shoemaker fue conocido como un gran descubridor de
cometas. El cometa que lleva su nombre “Shoemaker”, fue descubierto por
él. Eugene Shoemaker murió en un accidente de automóvil en Australia en
1997. Algunas de sus cenizas fueron llevadas a la Luna por la sonda espacial 97
Lunar Prospector.

Agua en la Luna
Podemos decir que hasta la fecha, es la única persona enterrada en la Luna
(más bien deberíamos decir alunada o alunizada en la Luna).
Los vuelos del Apolo, confirmaron que el proceso geológico dominante
en la Luna es el de los impactos. Ese descubrimiento a su vez, introdujo una
nueva pregunta. Ya que probablemente el agua de la Tierra fue depositada en
gran medida por cometas y asteroides ¿podría haberse repetido lo mismo en
la Luna? ¿y podría encontrarse algo de ese agua allí todavía? Si hay agua en la
Luna, probablemente esté escondida en las sombras permanentes de cráteres
profundos fríos, helada y sólida y a resguardo de su vaporización por la luz
del Sol.
La nave espacial Clementine en 1994, se movió en orbita lunar y trazó un
mapa de su superficie. Las señales enviadas y las respuestas obtenidas en los
sombreados cráteres parecían venir de material helado.
Sin embargo, los datos de la nave Clementine, no eran concluyentes y
cuando los astrónomos intentaron encontrar el hielo de los mismos cráteres,
usando el gigante radar de Arecibo, en Puerto Rico, no lo consiguieron.
En 1998, la NASA envió otra nave espacial la Lunar Prospector, a compro-
barlo y utilizando un dispositivo llamado espetrómetro de neutrones, dicha nave
exploró la superficie de la Luna en busca de minerales ricos en hidrógeno. El
Lunar Prospector, fue sacrificado en aras de la búsqueda. Cuando terminó la
principal misión de la nave espacial, la NASA decidió estrellar el Prospector cer-
ca del polo sur de la Luna, esperando liberar un poco de la fina capa de agua.
El Lunar Prospector se estrelló, tal como estaba planeado y varios equi-
pos de investigadores, trataron de descubrir agua pero sin éxito. O no había
agua, o no había la suficiente para ser descubierta por los telescopios terrestres,
o bien los telescopios no estaban apuntando al lugar correcto. En cualquier
caso, no se descubrió agua tras el impacto del Prospector.
98
Fernando Martín Asín

Dibujo imaginativo del impacto de la nave Prospector sobre la Luna.

El interés de los científicos no era únicamente científico. Si esencialmente


se deseaba construir una base en la Luna, la presencia de agua allí, significaría
una gran ventaja para su construcción y utilización. Los ojos de los científicos
ven a nuestro satélite, no como un lugar para visitar, sino como un lugar para
vivir. Podemos decir que las observaciones en la superficie de la Luna tratan de
convertir a la Luna, en un peldaño, un primer peldaño, en los posibles viajes
hacia Marte o más allá.
La Luna tan cercana, ha de ser un lugar ideal para probar las nuevas tecno-
logías decisivas para conquistar mundos extraterrestres, antes de aventurarnos
por el Sistema Solar.
Y para todo esto, la posibilidad de una base lunar depende principalmen-
te de la disponibilidad de agua. Los colonos necesitarán agua para beber.
Necesitarán el agua para cultivar sus plantas. Llevar grandes cantidades de
agua de la Tierra a la Luna resultaría excesivamente costoso. El establecerse en
la Luna sería mucho más fácil si el agua ya estuviera allí.
99

Agua en la Luna
El telescopio Hubble.

En mi último libro que acabo de publicar “500 PREGUNTAS Y 1000


RESPUESTAS DE ASTRONOMÍA”, en la pregunta numero 241, titulada
¿Hay agua en la Luna? cuento todos estos puntos que he estado describiendo
y digo que, puesto que muchas veces hemos dicho que los cráteres, que hay
por miles y miles, en la superficie de nuestro satélite, fueron originados por
caídas de meteoritos y cometas sobre su superficie, y dado que los cometas
están constituidos por un núcleo formado esencialmente por hielo, no es de
extrañar, que esos núcleos empotrados en la Luna y mantenidos a unas tem-
peraturas bajísimas, se hayan conservado en forma de hielo.
Los científicos calculan que deben existir cientos de millones de toneladas de
agua en forma de cristales de hielo. Este anuncio de la NASA, provocó una gran
expectación mundial, ya que esa cantidad de agua, allí acumulada, permitiría el
establecimiento de las primeras colonias humanas fuera de nuestro planeta y po-
dría además servir de abastecimiento, para establecer la Luna como una primera
parada de futuros viajes a otros planetas de nuestro Sistema Solar.
Ya hemos dicho que para resolver esta incógnita, se buscó una solución que
era la de estrellar una sonda contra un cráter muy cercano al polo sur de la
Luna donde existían mas indicios de agua helada.

100
Fernando Martín Asín

Los alrededores del cráter Mawson.

Los responsables de la NASA y tras estudiar la superficie del satélite, busca-


ron el mejor destino de esa sonda y se eligió el cráter Mawson de 50 kilóme-
tros de diámetro y 2,5 kilómetros de profundidad. Este cráter, al estar en per-
manente sombra respecto del Sol, era un posible depósito de hielo de agua.
La sonda tenía que impactar y penetrar en la ladera de ese cráter. Se trataba
de seguir el experimento desde el telescopio espacial Hubble y otros telesco-
pios de otros observatorios del mundo. Se suponía que la colisión produciría
a los pocos segundos del impacto, una columna de varios kilómetros de altura
formada por polvo y agua.
Se esperaba poder ver esa muestra de agua y esa columna gaseosa que dura-
ría pocos minutos. Todos estuvimos muy atentos a la prensa y en efecto el día
1 de agosto de 1998, todos los periódicos coincidían en que, a pesar de que la
nave chocó en el cráter elegido, los telescopios no captaron la nube de polvo
que se esperaba, producida por la colisión.
A partir de la hora en que la Luna ya era visible desde España, el Instituto
Astrofísico de Canarias se dedicó a la observación de la Luna, sin encontrar
ningún vestigio de ese impacto. Los científicos norteamericanos, insisten en
que este resultado negativo, no indica que no haya agua en la Luna.
En cualquier caso, si nos ofrecieran probar un poco de ese agua, caso de
que se encuentre, yo en principio no la querría ni probar y preferiría beber
cualquier otra cosa.
101
Quiero terminar, hablando auque muy brevemente del mismo problema,

Agua en la Luna
pero respecto al planeta Marte, donde también se confirmó alguna vez que
hubo grandes lagos, ríos y una gran variedad de ambientes húmedos.
En las antiguas montañas marcianas que cubren casi la mitad del planeta,
se descubrieron restos de minerales arcillosos que solo pudieron formarse con
la presencia de agua. Aunque la lava volcánica sepultó estos terrenos ricos en
arcilla, durante el gran periodo seco que cubrió el planeta rojo, el impacto de
meteoritos a lo largo de la historia los han dejado al descubierto en miles de
zonas.
Las imágenes obtenidas por el espectrómetro a bordo de la nave MRO,
(Orbitador de Reconocimiento de Marte) de la NASA, indican la presencia
de filosilicatos, de hace 4.600 a 3.800 millones de años, periodo correspon-
diente a los primeros años de nuestro Sistema Solar, cuando la Tierra, la Luna
y Marte, recibieron un bombardeo constante de cometas y asteroides.
De este planeta y de la posible existencia de agua, es obligado recordar al
astrónomo italiano Juan Virginio Schiaparelli, que trazó un mapa de Marte,
dibujado en proyección Mercator y que dio lugar a la leyenda de los canales
de Marte y a la posibilidad de haberse construido por seres inteligentes, para
llevar agua de las zonas polares a las ecuatoriales y por consiguiente, a la posi-
bilidad de vida inteligente en este planeta.
Estas fantasías contaron con el apoyo del eminente astrónomo francés
Flammarion (Nicolás Camilo), aunque fueron rechazadas por otros astróno-
mos. Todo este tema dio lugar a la creencia de vida inteligente en Marte. Pero
dejaremos este tema para otra ocasión.
El Agua en los libros de La Biblia

Dª. Mª Francisca Villamor Beneito


Inspectora de Educación

La Biblia nos dice que el Agua, elemento vivificador, es criatura de Dios.


(Fue creada por Dios).
El agua está íntimamente unida con la vida humana y con la historia del
pueblo de las Alianzas, el pueblo de Israel.
Al leer los Libros Históricos de la Biblia podemos ver como Dios se va ha-
ciendo presente en los acontecimientos importantes de su historia. La religión
del Dios de la Biblia (Yahveh) tiene una estructura narrativa; es decir, que se
va manifestando por medio de la Alianzas con su pueblo y se va revelando en
el acompañamiento y con la promesa de su futura liberación.

En el principio (dice el Génesis) creó Dios los cielos y la tierra. La


tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un
viento de Dios aleteaba por encima de las AGUAS. (Gén. 1, 1-2).
...Dijo Dios: Haya firmamento por en medio de las Aguas que
las aparte unas de otras..., acumúlense las aguas por debajo del fir-
mamento en un solo conjunto..., y al conjunto de las aguas lo llamó
mares; y vió Dios que estaba bien; día segundo. (Gén. 1, 6-10).

Los relatos de la Biblia se basan en tradiciones orales que pasaban de boca


en boca por generaciones y generaciones hasta que fueron escritas. Pueden ser
cantos épicos,relatos míticos, fábulas, cuentos o leyendas. Pero son narracio-
nes de nivel divino porque ponen base a la existencia humana. Esta historia
sagrada proclama la presencia salvadora de Dios en el curso de la historia.
Episodios relacionados con el agua en los libros
históricos
A. Después del relato de la creación el primer episodio es la descripción del
diluvio en el libro del Génesis:
6, 7:  oy a traer el diluvio, las Aguas sobre la tierra para exterminar
V
104 toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto
existe en la tierra perecerá.
Mª Francisca Villamor Beneito

7, 7:  oé entró en el arca y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de


N
sus hijos para salvarse de las aguas del diluvio...
7, 10-12: A la semana las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. Saltaron
todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se
abrieron, y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta
días y cuarenta noches.
9, 9-11: “ Cuando Noé y todos los seres vivos salieron del arca, Dios esta-
blece alianza con los hombres. Es la primera alianza después de la
promesa de que le hizo a Adán y Eva. Establezco mi alianza con
vosotros y no volveré nunca más a ser aniquilada toda carne por las
aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”.
B. F
 uentes y pozos de agua aparecen con frecuencia en las narraciones bíblicas.
El territorio de Israel es un país donde siempre ha sido importante ahorrar
y almacenar el agua. Los israelitas tuvieron que confiar en pozos y manan-
tiales para abastecerse.
Es notorio el episodio narrado en el Génesis cuando Agar, esclava de
Sara (mujer de Abrahám) huye de la casa con su hijo Ismael (Gén. 21, 14).
Llevaba pan y un odre de agua. Al acabársele ésta,Agar pensó que moriría
su hijo, pero el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo que no
temiese porque “Dios ha oído la voz del chico..., entonces abrió Dios los
ojos de ella y vió un pozo de agua”. (Gén.21, 17-19).
C. Para casar a Isaac, hijo de Abrahám, envió éste a su siervo, mayordomo
de todas sus cosas, con camellos cargados de presentes desde donde vivían
(Canaán) al país de Aram para buscar una mujer de su estirpe. No quiere
Abrahám que se case Isaac con alguna hija de los cananeos. Al llegar el emi-
sario al final del viaje se detuvo en la entrada del poblado que encuentra
para darle de beber a los camellos en una fuente donde iban las hijas de los
ciudadanos a sacar agua. Allí conoce a Rebeca que acepta servir agua a él y
a sus camellos. Yahvéh dio éxito a su misión,pues Rebeca fue la mujer que
buscaba para Isaac. (Génesis capítulo 24).
Un episodio paralelo se cuenta en la historia de Jacob, cuando éste huía
de las iras de su hermano Esaú. Jacob divisa un pozo donde se abrevan los
rebaños de ovejas. Allí llega Raquel con las ovejas de su padre (pariente de
Jacob). Se dan a conocer y Jacob se queda con esta familia casándose con
105
Raquel y Lía, su hermana. (Gén. capítulos 28 y 29).

El Agua en los libros de La Biblia


D. Hay también en la Biblia variados episodios con historias de pozos para los
ganados, y éstos tienen mucha importancia en la vida de los israelitas. Por
ejemplo en Génesis 26, 15 ss. La posesión de estos pozos ocasionaban dis-
cusiones y pendencias con otros ganaderos.
E. El pueblo de Israel en Egipto.
En el libro del Éxodo tenemos las narraciones más importantes con el tema
del agua como fondo de las mismas.
1º. E
 n el rió fue dejado Moisés, niño de tres meses, en una cestita de pa-
piro calafateada con betún y pez porque su madre quería salvarlo de
la orden del Faraón por lo cual tenían que morir todos los varones del
pueblo israelita. Moisés fue salvado por la hija del Faraón cuando fue
a bañarse al río. Moisés creció, y como sabía que pertenecía al pueblo
israelita, huye del Faraón hasta el país de Madián. “Se sentó junto a un
pozo y ayuda a los hijas del sacerdote de Madián, Jetro a abrevar a sus
ovejas. Se casa con una de ellas”. (Capítulo 2 del Éxodo).
2º. A
 Moisés le encarga Dios que saque a su pueblo de Egipto. Dios se le pre-
senta en Horeb (montaña de Dios) en forma de llama de fuego, y le
dice: “Tengo vista la aflicción de mi pueblo; Ve, yo te envío a Faraón
para que saques a mi pueblo de Egipto..... Yo estaré contigo.”
Faraón reacciona: “No dejaré salir a Israel” (Capítulo 3 del Éxodo).
Se suceden las plagas (10) que Dios envía a los egipcios. Hay que
destaca la 1ª y la 2ª plagas por estar relacionadas con nuestro tema
el agua. La 1ª plaga se narra así: “Yahvéh dice a Moisés: Preséntate
a Faraón a la orilla del río y golpea con el cayado las aguas y éstas se
convertirán en sangre. Los peces morirán...”. La 2ª plaga: “Extiende tu
mano con tu cayado sobre los canales, ríos y lagunas y haz que suban
las ranas sobre la tierra de Egipto”. (Éxodos Capítulos 7 y 8).
F. Paso del Mar Rojo. Después de las 10 plagas se vence la voluntad del Faraón
y éste deja salir a los israelitas de Egipto. Pero el Faraón se arrepiente y los
persigue para que vuelvan. Yahvéh dice a Moisés:
“Dí a los israelitas que se pongan en marcha, y tú, alza tu cayado, ex-
tiende tu mano sobre el mar y divídelo para que los israelitas entren en
medio del mar a pié enjuto...”. “Las aguas formaban muralla a derecha e
izquierda.... Los egipcios se lanzaron en su persecución entrando en medio
106
del mar tras ellos”(Ex. 14, 15-23).
Mª Francisca Villamor Beneito

“Extendió Moisés su mano sobre el mar y al rayar el alba volvió el mar


a su lecho; de modo que los egipcios al querer huir se vieron frente a las
aguas... que cubrieron todo el ejército del Faraón que habían entrado en el
mar para perseguirlos”... (Ex. 14, 27-28). Aquel día salvó Yahvéh a Israel
del poder de los egipcios, y viendo Israel la mano fuerte que Yahvéh había
desplegado, creyeron en él y en Moisés su siervo (Ex.14, 30-31). En el ca-
pítulo 15 del Éxodo se contiene el canto triunfal de Moisés a Yahvéh que
es tan recordado en muchos salmos y otros libros bíblicos.
G. Marcha del pueblo israelita por el desierto.
• Libro del Éxodo 15, 22, 27.
Caminan los israelitas a través del desierto sin encontrar agua. Al llegar a
Mará el agua que encontraron no podían beberla porque era amarga. Yahvéh
les mostró un madero que Moisés echó al agua y ésta se volvió dulce.
Llegaron a Elim. Donde hay doce fuentes de agua y setenta palmeras y
acamparon junto a las aguas.
Continuaron por el desierto y el pueblo no encontró agua. Yahvéh dijo
a Moisés: “Con el cayado que golpeaste al río golpearás la peña en Horeb y
saldrá agua”. A este lugar se llamó Massá y Meribá (17, 6-7).

• Libro Números.
También se narra este episodio: “Moisés alzó la mano y golpeó la piedra
dos veces. El agua brotó y bebieron”. Dijo Yahvéh: “Por no haber confiado
en mí, no guiareis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado (por haber
golpeado dos veces)”. Núm 20, 11-12.

• Y en el libro del Deuteronomio (3, 26 y 4, 21).


“Por vuestra culpa Yahvéh se irritó contra mí y juró que yo no pasaría
el Jordán ni entraría en la tierra buena que Yahvéh da en herencia...”. En
el capítulo 31, 2 dice Moisés: “Yahvéh me ha dicho: Tú no pasarás este
Jordán, será Josué...”, y en 32, 51: “Por haberme sido infiel en medio de los
israelitas en las AGUAS de Meribá, solo de lejos verás la tierra pero no en-
trarás en ella”. Deuteronomio 34: “Moisés subió al monte Nebo, Yahvéh le
mostró la tierra entera y le dijo: Esta tierra es la que prometí a Abrahám, a
Isaac y a Jacob...Te dejo verla pero no pasará a ella. Y allí murió Moisés”.
H. Entrada en la tierra prometida. El libro bíblico JOSUÉ narra la conquis-
ta de la tierra.Sucedió después de la muerte de Moisés que habló Yahvéh
107
a Josué: “Pasa ese Jordán, tú con todo este pueblo hacia la tierra que les
doy... Lo mismo que estuve con Moisés estaré contigo, no te abandonaré”

El Agua en los libros de La Biblia


(Josué, capítulo 1, 1-5).

“Cuando pasaron el río, las aguas que bajaban de arriba se detuvieron,


mientras las que bajaban hacia el mar se separaron por completo frente a
Jericó”. (Josué 3, 15-17).
Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza de Yahvéh estuvieron a
pié firme, en seco, en medio del Jordán, mientras que todo Israel pasaba en
seco, hasta que toda la gente acabó de pasar el Jordán (4, 10-18).
Los sacerdotes portadores del Arca en cuanto terminó de pasar todo el
pueblo pasaron el Arca de Yahvéh; Josué mandó a los sacerdotes: “Salid
del Jordán..., apenas las plantas de sus pies tocaron la orilla, las aguas del
Jordán volvieron a su cauce”, y fueron conquistando la tierra prometida.

Otras múltiples referencias al agua en los


distintos libros bíblicos
• En el libro 2 de Reyes: Curación de Naamán, general sirio curado de la
lepra por el profeta Eliseo: “Vete y lávate siete veces en el Jordán y tu carne
se volverá limpia” (5, 10-14).
• En Ezequiel 36, 25: “Os rociaré con agua pura y quedareis purificada de
todas vuestras impurezas...”.
• Ezequiel 47, 9: “Por dondequiera que pase el torrente todo ser viviente que
él se mueva, vivirá porque esta agua lo sanea todo”.
• Isaías 44, 3: “Derramaré agua sobre el sediento suelo, y derramaré mi espí-
ritu sobre tu linaje...”.
• Isaías 55, 10: “Como descendencia la lluvia y la nieve de los cielos, y no
vuelven allá, sino que empapan la tierra, para que de simiente... así será mi
palabra, que no tornará a mí de vacío...”.
• Salmo 1, 3: “El hombre justo es como el árbol plantado junto a una co-
rriente de agua, que de el fruto a tiempo...”.
• Jeremías 17, 8: “El que se fía de Yahvéh es como el árbol plantado a orillas
del agua”.

Aguas lustrales
108
En el Antiguo Testamento el agua figura como elemento simbólico de pu-
Mª Francisca Villamor Beneito

rificación.
En la vida del pueblo israelita y en el culto aparecen las purificaciones. Son
unos textos impregnados de magia que equiparan la acción de purificar como
lo fuera un sacrificio de expiación por los pecados.
En Números 31, 23 se lee: Todo lo que puede pasar por el fuego lo pasareis
por el fuego y quedará puro. Pero será purificado con las AGUAS lustrales
todo lo que no pude pasar por el fuego.
Moisés y Aarón tienen preceptos legales prescritos por Yahvéh para obtener los
medios y el sistema para la purificación (Núm 19): “Las cenizas de la vaca roja”.
Al agua lustral preparada con las cenizas de la vaca roja inmolada y quema-
da fuera del campamento: Vertiendo agua encima de estas cenizas les servirá
para rociar la tienda, los objetos y las personas.
Purificaciones varias del pueblo judío.
• El sumo sacerdote debería lavarse como preparación para entrar en el
Santuario (Éxodo 40,12) (Levítico. 16,4).
• Debería purificarse con agua el que ha tocado un cadáver(Lev. 11, 40;
17, 15 ss).
• Purificación de la lepra (Lev. 14, 8).
• Purificación de impureza sexual (Lev. 15).
• Purificación de los levitas: En números 3, 11 y ss, Yahvéh habló a Moisés:
“Mira que he elegido a los levitas (descendientes de Leví) de entre los de-
más israelitas, los levitas serán para mí....”. En Números 8, 6 “Aparta a los
levitas del resto de los israelitas y purifícalos...”. “Los rociarás con agua lus-
tral y así quedarán purificados...”. Después de lo cual entraron los levitas a
prestar servicio en la tienda del encuentro.
La pila de bronce.
En Éxodo 30, 17: habló Yahvéh a Moisés diciendo: “Haz una pila de bron-
ce, con su base de bronce para las abluciones. Echa agua en ella para que
se laven las manos y los pies con su agua. Antes de entrar en la tienda del
Encuentro se han de lavar para que no mueran; también antes de acercarse al
altar para el ministerio de quemar manjares que se abrasen en honor a Yahvéh.
Se lavarán las manos y los pies y no morirán y este será decreto perpetuo para
109
ellos y su posteridad de generación en generación”.

El Agua en los libros de La Biblia


Rito de hospitalidad.
Uno de los ritos de hospitalidad entre los israelitas del Antiguo Testamento,
era lavar los pies al huésped.
• Génesis 18, 4: Abrahám a los tres individuos que representaban a Yahvéh
en Mambré.
• Génesis 19, 2: Lot a los ángeles que hospedó.
• Lucas 7, 44: Dice Jesús a los fariseos “Entré en tu casa y no me diste agua
para los pies; ella ha mojado mis pies con sus lágrimas”.
• Marcos 7, 1-4: Los fariseos hacen gala de esta tradición (la de lavarse antes
de comer) tomándola como cumplimiento obligatorio. “Los fariseos y to-
dos los judíos no comen sin antes haberse lavado las manos hasta el codo
aferrados a la tradición de los antiguos y hay otras muchas cosas que obser-
van por tradición como la purificación de copas, jarras y bandejas”.
• Juan 2, 6: Las bodas de Caná: 6 tinajas de piedra puestas para las purifica-
ciones.
• Mateo 15: dice Jesús: “Lo que contamina al hombre es lo que sale de la
boca, que viene de dentro del corazón... que al comer sin lavarse las manos
no contamine al hombre” (15, 17-20).

El agua en los libros del nuevo testamento


En el Nuevo Testamento el agua realiza con eficacia la purificación –salva-
ción en la administración del bautismo.
Jesucristo vino a traer a los hombres las aguas prometidas por los profetas
del Antiguo Testamento, que ven en el agua un poder vivificador de Dios que
se derramará en los tiempos mesiánicos que todos esperaban.
A. Juan el Bautista bautizaba con agua para la remisión de los pecados. “El
que viene detrás de mí os bautizará en el Espíritu Santo y fuego “...Jesús
fue bautizado por Juan y” vió el Espíritu de Dios que bajaba en forma de
paloma”. (Mateo 3, 11-16) (Jn. 1, 25-28).

B. “Si alguno tiene sed venga a mí y beba. De su seno correrán ríos de agua
viva..., lo decía refiriéndose al Espíritu Santo”. (Juan 7, 37).
110
C. Suscita Jesús la sed en la Samaritana. (Juan 4, 1-14).
Mª Francisca Villamor Beneito

D. “Como Jonás fue señal para los ninivitas, así el Hijo del hombre para esta
generación”. (Lucas 11, 30).

E. San Pedro predica la necesidad de recibir el bautismo para el perdón de los


pecados y el don del Espíritu Santo. (Hechos 2, 38-41).

F. “ Uno de los soldados le atravesó el constado con una lanza y al instante salió
sangre y agua”. (Juan 19, 34).

G. “Id y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del


Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.(Mateo 28, 19).

H. Juicio final: “Venid, benditos de mi Padre... tuve sed y me disteis de be-


ber...”. (Mateo 25, 35-42).
La explotación industrial de Las
Salinas de Torrevieja (Alicante)
Aspectos Esenciales

D. Marco Antonio Celdrán Bernabéu


Lcdo. en Geografía. Técnico de Turismo

Contextualización del área de estudio.


Las Lagunas de Torrevieja y La Mata
Las lagunas de Torrevieja y La Mata representan dos grandes espacios lagu-
nares en el contexto geográfico del sureste ibérico y se integran en el conjunto
de espacios naturales protegidos (el conjunto natural abarca 3.754,8 Ha) de
la Comunidad Valenciana con la categoría de Parque Natural. La Laguna
de Torrevieja, sobre la cual se llevan a cabo las tareas de explotación de la
sal, tiene una extensión de 1.400 Ha, un perímetro de 17 km, una longitud
aproximada de N a S de 5.5 km y unos 3 km de anchura de E a O. La laguna
dista 1.5 km de la ciudad de Torrevieja y 1 km con respecto a las aguas del
mar Mediterráneo.
112
Marco Antonio Celdrán Bernabéu

La explotación salinera torrevejense.


Pasado y futuro
Las Salinas de Torrevieja y La Mata eran consideradas Cotos Reales en el
pasado. En 1273, Alfonso X autorizó a todos los ciudadanos de Orihuela a
tomar sal de las Salinas de Torrevieja para su consumo. En el año 1321, se
concedió a perpetuidad las Salinas de Torrevieja al Concejo de Orihuela,
con excepción de las salinas de La Mata. Esta donación prohibía la venta de
las salinas, el empeño o cambio de las mismas y castigaba económicamente a
quienes no lo cumplieran. Las Salinas de Torrevieja permanecieron en manos
del Concejo de Orihuela hasta su reversión en 1759. El arrendamiento, que
era la principal fórmula de explotación de las salinas, se efectuaba en relación
con la producción que de ellas se podía extraer.
No obstante, debido a la insuficiencia productiva de las Salinas de
Torrevieja, se generó un desinterés general entre los arrendadores, de forma
que el Concejo de Orihuela decidió convertirla en albufera de pesca. El pro-
113
yecto de convertir la laguna salinera en albufera de peces tuvo muchos incon-
venientes. Una vez conseguido el arrendamiento, el mantenimiento resultó

La explotación industrial de Las Salinas de Torrevieja (Alicante). Aspectos esenciales


muy costoso, debido a la dificultad de comunicar permanentemente la al-
bufera y el mar, ya que eran muy frecuentes las obstrucciones del acequión
de comunicación, constantemente colmatado. Esta entrada de aguas, con la
consecuente ampliación de la superficie lagunar1, supuso un hito relevante en
la historia de la salinera, ya que posibilitó el aumento de la producción de sal
y propició que el Estado ensayara las primeras extracciones, lo que auguró la
preponderancia salinera de la Laguna de Torrevieja en el S. XVIII; a partir de
entonces el acequión empezó a utilizarse como aporte de agua salada para la
extracción de sal.
En la actualidad, las Salinas de Torrevieja pertenecen al grupo Unión Sal,
empresa líder en la elaboración y comercialización de la sal marina en España.
Dentro de esta empresa destacan salinas tan importantes como las del Parque
Natural de Cabo de Gata (Almería), las del Parque Natural del Puerto de
Santa María (Cádiz) y las de Torrelavega (Santander)2. A través de las diez
delegaciones que posee esta empresa en territorio nacional, comercializa la sal
por Europa y el resto del mundo. Para el caso torrevejense, las expediciones
por barco rondan las 450.000 Tm, mientras que las expediciones por carretera
lo hacen alrededor de las 150.000 Tm. Los productos envasados alcanzan las
154.000 Tm.
En el año 1989, la multinacional de capital belga Solvay compra la em-
presa Unión Salinera de España S.A (grupo Unión Sal) y la participación
del Estado en las Salinas de Torrevieja, y tras siete años de gestión, en los que
no se alcanzan los resultados previstos, vende su participación al grupo fran-
cés -salinero de tradición- Salins du Midi et de l´Est (Salinas del Mediodía y
del Este); que posteriormente fue absorbido por la multinacional americana

1
Abandonadas las tareas de pesca en las Salinas de Torrevieja, dado los precarios resultados obtenidos,
la explotación de la sal ha tenido un papel esencial hasta la actualidad en el mantenimiento de todo el
espacio lagunar torrevejense como zona húmeda, al garantizar una inundación continuada.
2
De los cuatro centros de extracción que tiene el grupo Unión Sal en toda España, la explotación sali-
nera torrevejense es la que posee mayor importancia de todas ellas.
Morton Salt, y ésta a su vez por la norteamericana Rohm Haas. El grupo eu-
ropeo Salins ha comprado la participación de Rohm Haas, quedando así la
totalidad del capital bajo titularidad francesa. Este grupo francés es uno de los
principales productores de sal en Francia, España e Italia.
En la actualidad, la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de
Torrevieja (NCAST, S.A.) cuenta con unos 150 trabajadores, algunos de ellos
con puestos eventuales. Los beneficios netos medios alcanzan el 5 a 10 % del
114
total facturado, de los cuales hay que pagar un canon al Estado de 3 millones
de euros anuales, satisfechos en varios plazos. La multinacional francesa Salins
Marco Antonio Celdrán Bernabéu

du Midi es la principal accionista de la NCAST, que forma a su vez parte del


grupo Salins.
El contrato actual fue firmado en 1987 y finaliza en el año 2019, por lo
que podemos estimar, según manifiesta la directiva salinera, una duración
media de 30 años.

Evolución en el aprovechamiento de las Salinas


de Torrevieja
El aprovechamiento de las Salinas de Torrevieja ha variado en el transcur-
so de los años3. Han sido numerosos los procesos de modernización que se
han abordado desde sus inicios. La más importante de las mecanizaciones
efectuadas hasta el momento fue la que afectó a los trabajos de extracción4
de la sal, transporte5, lavado y apilamiento, produciendo un volumen mayor
de producción y una sensible mejora de la calidad de la sal. No obstante, la
3
Los usos tradicionales que convergen en las Salinas de Torrevieja son los siguientes: la explotación de la
sal, la caza (prohibida en la actualidad por el Plan Rector de Uso y Gestión del parque natural, PRUG),
la agricultura y el pastoreo en las redondas (espacios emergidos que circundan la superficie laminar de
agua). La compañía arrendataria de las salinas, NCAST, S.A., tiene fijada una cláusula por la cual la
obliga a conservar, sin introducir modificaciones, la superficie lagunar, así como respetar los valores
ecológicos-paisajísticos, tal y como queda estipulado en el contrato de renovación del arrendamiento,
realizado en 1990. Además, el grupo Unión Sal se compromete a colaborar respecto a la realización de
visitas organizadas al parque natural.
4
Es considerada como una de las principales innovaciones de la industria salinera y su principal ca-
racterística es la extracción mecánica de la sal a través de las «volvedoras», hasta entonces realizada por
obreros. Su aplicación favoreció un considerable aumento de la producción, al tiempo que se reducía
el período de recolección.
5
Hasta 1970 la sal era conducida al muelle de poniente a través de 5 locomotoras de 60 caballos. En este
año son sustituidas por cintas transportadoras que unen las salinas con el muelle. Ya en la década de los
80 y 90 las innovaciones en el transporte se fueron sucediendo. Sobresale la construcción de «la isla», un
dique en el interior de la laguna de 1.650 m de largo por 6 m de ancho que parte de la orilla y finaliza
en el centro geográfico de la laguna en una isleta de 1.000 m2. Hasta aquí llegan los remolcadores con
su carga de sal, que es volcada y lavada mecánicamente. A continuación, una cinta transportadora se
encarga de desplazar la misma a un posterior lavado, finalizando el circuito en la garbera.
industrialización de la salinera produjo un excedente de mano de obra que
promovió un «paro tecnológico» de despidos y jubilaciones anticipadas, pro-
vocando la emigración de familias enteras hacia otros lugares6. Otra parte de
los trabajadores que quedaron sin empleo decidieron apostar por el sector tu-
rístico, que ya empezaba a tener importancia dentro de la actividad económi-
ca de Torrevieja. La industrialización trajo consigo unas condiciones laborales
dignas y un aumento del nivel de vida de las salinas sin precedente. La empre-
sa pudo elevar los jornales al reducir plantilla y en general las salinas dejaron 115
de ser la actividad económica primera para la localidad.

La explotación industrial de Las Salinas de Torrevieja (Alicante). Aspectos esenciales


Salinas de Torrevieja.

En el año 1989, el Estado desaparece como accionista de la explotación


salinera, deja la tradicional industria de la sal en manos de empresas privadas
que son propietarias de otras explotaciones y por tanto dominan el mercado
en lo referente al producto de la sal. A partir de entonces, se puede hablar de
una desestatalización de la explotación salinera a favor del arriendo a distin-
tas compañías privadas, sin más intervención. Las salinas han sido unas veces
explotadas directamente por el Estado y otras veces siendo cedidas al arriendo
a particulares o a diversas sociedades, como ocurre en la actualidad con Salins
du Midi.
6
Han sido numerosos los problemas sociolaborales derivados de estas sucesivas mecanizaciones. A estos
problemas habría que añadir los duros inicios de los jornaleros torrevejenses, sin legislación laboral y
extremas condiciones de trabajo. En este sentido, hay que indicar que ya en los años 20 del siglo XX
se empiezan a sentir los problemas sociolaborales derivados de la mejora técnica de la explotación, des-
tacando los años 50 del mismo siglo como emigratorios, consecuencia directa de las sucesivas mejoras
técnicas y consecuente paro forzoso.
La importancia del clima en la producción de sal
Desde un punto de vista productivo es importante conocer el comporta-
miento de los valores termopluviométricos en el lugar de producción. Se ha
comprobado que un año especialmente húmedo, con totales pluviométricos
superiores a la media, deviene en un descenso en la producción de sal, al tiem-
po que las secuencias secas favorecen una recuperación de ésta.
116
Climáticamente, la comarca del Bajo Segura, enclavada en el borde meri-
dional de la provincia de Alicante comparte, aunque con matices varios, unos
Marco Antonio Celdrán Bernabéu

rasgos térmicos y pluviométricos propios de un clima mediterráneo árido y


mesotérmico. En este sentido, la provincia de Alicante, catalogada por mu-
chos tratadistas como un verdadero laboratorio de Climatología, encuentra
en este espacio geográfico, en lo que a precipitaciones se refiere, un polo ex-
tremadamente seco, que bien recuerda la cercanía del sector menos lluvioso
de todo el conjunto peninsular, radicado entre el murciano Cabo Tiñoso y el
almeriense de Gata.
Nos encontramos ante un espacio con precipitaciones escasas e irregulares,
con temperaturas suaves y benignas durante todo el año, con ausencia de in-
vierno meteorológico, elevados índices de insolación efectiva y, por ende, de
evaporación, representan, junto a otros parámetros atmosféricos, potenciali-
dades que encuadran a las Salinas de Torrevieja en un marco climático que
ofrece muchas ventajas en las tareas de producción de sal. Lógicamente, la su-
cesión cíclica en el decurso de los años de períodos húmedos (también frescos
y con índices de insolación bajos) y secuencias secas (cálidos y acompañados
de elevados índices de insolación y evaporación), comportan fluctuaciones a
la baja o al alza, respectivamente, en los totales de sal cosechados en la explo-
tación industrial de las Salinas de Torrevieja.

Producción y distribución de la sal.


Tipos y principales mercados
La producción bruta de sal de las Salinas de Torrevieja ronda las 800.000
Tm., que se reparten de la siguiente manera: 450.000 Tm se distribuyen por
barco, 150.000 Tm se distribuyen por carretera, mientras que los productos
envasados alcanzan las 154.000 Tm.
La sal se distingue por tipos atendiendo al grado de molienda o moltura-
ción que sufre. A partir de la misma se distinguen distintos tipos y subtipos.
Existen dos tipos de sales fundamentales: las sales gruesas (se pueden servir
secas o húmedas), y las sales finas que se venden secas.
Las sales gruesas (secas o húmedas, variada funcionalidad) acogen los ti-
pos gruesa, salazón, fomento, molcero, corriente y extrafina. Son vendidas
casi en su totalidad a granel, aunque se envasan también en sacos de 25 kilos.
Excepto la sal gruesa que se sirve directamente de la garbera, se pueden servir
secas o húmedas. Su uso más común es el salazón (tanto de carne como pes-
117
cado) y el salazón deshielo para la estabilización de firmes.

La explotación industrial de Las Salinas de Torrevieja (Alicante). Aspectos esenciales


Las sales finas (secas) incluyen los tipos 00, 1, 2, 3 y 4. Dentro de este gru-
po de sales se encuentra la sal común, la Tipo 1. Las sales finas tienen un uso
mucho más específico. Los tipos 1 y 2 son sales yodadas, como consecuencia
de su destino para el consumo humano. La sal fina tiene unos usos mucho
más específicos como lo puede ser la industria farmacéutica, la industria quí-
mica, la descalcificación de aguas, etc.

Salinas de Torrevieja.

La mayoría de sal expedida por estas salinas tiene por destino la ex-
portación, siendo el barco el transporte más utilizado. Mucho tiene que ver
la existencia de un puerto bien acondicionado –calado, cercanía, etc.- la ca-
pacidad de los barcos mercantes, las características geográficas de los destinos
y la rentabilidad económica de este tipo de transporte. Más de ¾ partes de la
sal producida por las instalaciones salineras se transporta en barcos mercantes
que, primordialmente, se dirigen al norte de Europa, limitándose el mercado
nacional marítimo al norte peninsular. El transporte de sal por carretera es
ínfimo en comparación con el marítimo. La sal expedida por carretera se li-
mita a pequeños lotes empaquetados y algunas toneladas métricas vendidas a
118 granel que, como norma general, aguardan un destino nacional.
En las expediciones marítimas internacionales destacan países como
Marco Antonio Celdrán Bernabéu

Dinamarca, Estados Unidos, Eslovenia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda,


Islandia, Italia, Marruecos, Nigeria, Noruega, Portugal, Reino Unido y Suecia.
De este conjunto, sobresale la región de Europa del Norte con países como
Noruega, que viene a erigirse como el principal país importador de sal torre-
vejense (salazón y salazón deshielo). Así, la mayoría de los países son de origen
europeo y entre ellos hay mayoría de países de Europa del Norte. Las expedi-
ciones marítimas nacionales se reparten entre cinco comunidades: Galicia,
Cataluña, País Vasco, Islas Canarias y Andalucía. El principal tipo de sal que
demanda el mercado gallego es el de sal gruesa, seguido del tipo fomento, con
un uso destinado a la industria química.

Parque Natural.
El Agua en la Historia del Arte

D. Martín Ibáñez Mangas


Catedrático de Geografía e Historia

Introducción
El agua es uno de los elementos básicos para la vida del hombre. Es sabido
que incluso ya Tales de Mileto (primero de los siete sabios de Grecia en el s.VI
a.C.) en la búsqueda del porqué o principio de todas las cosas llegó a poner
el origen de todo precisamente en el agua.
Por otra parte, el ser humano siente la necesidad de expresar sus sentimien-
tos y emociones de mil maneras y una de las formas más sublime es precisa-
mente a través del lenguaje artístico. El arte y el hombre son inseparables, “no
hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte” escribe RENÉ
HUYGHE, el gran tratadista de arte francés.
Por eso se puede afirmar que la Historia del Arte, (me refiero fundamen-
talmente a las artes plásticas) es un diálogo vivo y permanente entre el hom-
bre y el agua. Un diálogo quizá más completo y que va más allá del lenguaje
articulado, por aquello de que, como se suele decir, una imagen vale más que
mil palabras. Un diálogo a través de los cinco sentidos: de la vista, del olfato,
del gusto, del oído y del tacto. Un niño de dos o tres años no sabe escribir
pero sabe emborronar un papel con la imagen que tiene de sus padres o de sus
abuelos y explicita lo que lleva dentro y exterioriza su amor, su agradecimien-
to, sus deseos, su ansia por vivir junto a ellos.
El agua ha jugado un papel importantísimo no sólo por lo que es en sí
misma sino como elemento fundamental entre las técnicas y herramientas ar-
tísticas, además de los modos y maneras de las que el hombre se ha servido de
ella: acueductos, termas, fuentes, jardines, molinos, puertos, etc. sin olvidar
todo lo relacionado con la cerámica. Pero además y es lo más importante, y en
lo que quiero fijarme, como fuente de inspiración.
Los hombres de todos los tiempos, de todas las culturas, de todas las ra-
zas, de todas las edades, nos han dejado testimonios, obras de arte, en las que
se aprecia esa percepción de los mensajes del agua y su respuesta por par-
120
te del hombre. Respuesta de agradecimiento, de adoración, de divinización.
Respuesta de alegría y de tristeza, de placer y de dolor, de vida y muerte, de
Martín Ibáñez Mangas

luces y sombras, de frío y calor. El agua, objeto de diversión en verano a la ori-


lla de una playa edificando un castillo de arena o en la cima de una montaña
construyendo un muñeco de nieve. Así, el agua dialogando con el hombre en
los tres estados: sólido, líquido y gaseoso.
El agua, compañera inseparable del hombre que la contempla en el tran-
quilo riachuelo, a la orilla del mar, en el transcurrir de un río, al salpicar fuerte
durante la tormenta o deslizarse suavemente en copos de nieve sobre el césped
del parque o el alfeizar de la ventana.
Alguien dijo alguna vez que “la soledad es mirarse a un espejo y no verse”.
Todo lo contrario es lo que sucede con el agua que multiplica todo lo que hay
en su entorno, al menos, por dos. No es extraño que el hombre recurra con
frecuencia al encuentro del agua para romper la soledad. Lo decía Schiller:
”la belleza no consiste en la exclusión de ciertas realidades, sino en la inclu-
sión absoluta de todas”. El agua, en efecto, participa por dentro de todas las
realidades, las anuncia y antecede, las refleja y multiplica” (Joaquín Araujo
-REVISTA DE OCCIDENTE). Y como es sabido, hasta nos permite el ca-
pricho de convertirnos en otros tantos narcisos para poder autocomplacernos
y engañarnos con lo bonito que somos. Pero ¡ay¡ que también se niega a rega-
larnos esa belleza para la que está hecha, cual espejo roto y manchado, cuando
nosotros no la respetamos y nos empeñamos en deteriorar y ensombrecer esa
realidad.
Pero mi interés no es precisamente instruir, para lo que no me sentiría capa-
citado, sino en todo caso, deleitar y en mayor medida conmover como man-
dan los cánones del arte, recurriendo una vez más a algunas de las obras maes-
tras de la Historia que, por otra parte, están en el conocimiento de todos.
Me fijaré en unos cuantos ejemplos que considero más representativos,
siguiendo un orden cronológico de las diferentes épocas y me he permitido
poner un antetítulo a cada una de ellas, a la manera de capítulos, sin más ri-
gor científico o didáctico que el puramente oportunista para el caso que nos
ocupa. Estos pueden ser:
• Culto al agua
• El agua instrumento didáctico
• El agua y el cielo
• El agua y la ciudad
• El agua y la luz 121
• El agua, la nieve, el viento

El Agua en la Historia del Arte


• El agua en colores
• El agua para beber
• El agua, solaz de la infancia

Seguiré el orden de explicación clásico tras un primer apartado que justifi-


ca la razón de esta intervención.
a. El porqué de este capítulo y su constante en la historia del arte.
b. Clase de obra: arquitectura, escultura, pintura.
c. Configuración. Detalles, personajes, paisajes, colores, etc.. Resaltar el mo-
tivo de traer esta obra aquí.
d. Encuadrar la obra en su momento artístico al que corresponda y sus in-
fluencias.
e. Qué añade o aporta de novedoso a esa corriente o al arte en general.
f. Hablar del autor.
g. Lugar donde se encuentra la obra.

Culto al agua
Motivación
Es un ejemplo de agradecimiento, de adoración y de divinización del agua.
Todos sabemos lo que supuso y supone el río Nilo para el pueblo y la civili-
zación egipcia que vivió y vive junto a él y gracias a él, del que depende para
todo, en sus crecidas y bajadas según las distinta épocas del año.
Este culto a los ríos se repite en toda la historia del arte y la literatura. El
río Tiber tuvo inmediatamente su réplica romana. En Sevilla está la del río
Guadalquivir. La del Rin en Bonn. La del Tajo en Aranjuez. En la literatura
sucede otro tanto; podemos mencionar el canto al propio río Tajo de José Luis
San Pedro “El río que nos lleva”, al río Piedra de Paolo Cohello o al mismo
Magdalena de G.G. Márquez “El Amor en tiempos del Cólera”.

122
Martín Ibáñez Mangas

El río Nilo.

Descripción de la obra
Estamos ante un grupo escultórico colosal. Se ve al gran anciano, poblado
de barba, recostado sobre una esfinge y el cuerno de la abundancia. Dieciséis
amorcillos juguetones símbolo de la fertilidad y de las crecidas del río Nilo,
bien como referencia a sus afluentes o a los codos de subida en los momen-
tos de crecida como interpretan algunos. Es de un gran realismo que supera
la época clásica griega y que nada tiene que ver tampoco con el arte clásico
tradicional egipcio. Destaca el movimiento de las figuras frente a la rigidez y
estatismo de la época clásica y recurre a escenas exóticas como la del cocodrilo
que contribuye a la alegría de los niños. Es una obra realizada en torno al s.III
a de C., en la época helenística y de la escuela de Alejandría caracterizada por
los temas cotidianos y alegóricos. Realizada en mármol. La podemos contem-
plar en el Museo Vaticano.

El agua, instrumento didáctico


Motivación
Entre los muchos servicios que el agua ha hecho y hace al hombre, está el
de hacer de medio para transmitir ideas o conocimientos de algo. En nuestra
cultura occidental está clara la instrumentalización que el hecho religioso ha
hecho del arte para enseñar o mas aún para adoctrinar. Esto ha sido una cons-
tante, pero hay dos momentos especialmente significativos como son en el
arte románico y en el de la contrarreforma. Este es un ejemplo.

123

El Agua en la Historia del Arte


Ábside de San Esteve (Andorra).

Explicación
Es un ábside semicircular de una iglesia románica donde la pintura está al
servicio de la arquitectura con la técnica al fresco (pintar directamente sobre
la pared usando el huevo como aglutinante), dibujo esquematizado y ya muy
deteriorado; los colores de relleno son fundamentalmente el ocre, negro, y
el azul; son muy vivos, uniformes y sin gradación, sin lo que después, en el
Renacimiento, se llamará el esfumato.
Preside el centro la imagen de San Esteban rodeado de sus compañeros de
martirio. Conviene fijarse en los querubines, el mayor grado de las jerarquías
angélicas, que hay entre las aspilleras por donde entra la luz. Abajo, al lado
izquierdo, y es el motivo por el que nos acercamos hoy a esta obra de arte,
aparece un personaje que vierte agua de una gran tinaja a otras tres más peque-
ñas y, curiosamente, el chorro de agua se divide en tres a medida que se recoge
en las tres jarras del suelo. Se trata de una alegoría de la Santísima Trinidad.

En general
En el arte románico de toda la zona pirenaica, donde tanta presencia tie-
ne el agua, es frecuente recurrir a ella para acercar su mensaje a los creyentes.
Nada más difícil de explicar que el misterio cristiano de la Santísima Trinidad.
El arte románico sabemos que tenía fundamentalmente esa finalidad, aparte
de la estética.
Todo está ejecutado con tal simplicidad e ingenuidad que resulta encanta-
dor e infantil; No hay perspectiva ni realismo. Predomina la ley de la frontali-
dad, con ojos enormes y muy abiertos. A veces las figuras están distorsionadas
(ojos por ejemplo fuera de su sitio, recordando la omnipresencia de Dios y
124
donde se inspiraría Picasso en su camino hacia el cubismo). Las anatomías re-
sultan sorprendentes en su simplificación ya que músculos y miembros están
Martín Ibáñez Mangas

desproporcionados y los pliegues de la vestimenta abocetados y geometriza-


dos. Su importancia varía según su tamaño (cuanto más grandes, más impor-
tantes en jerarquía). La pintura románica la encontramos también además de
en los frescos, en frontales de altar y mucho menos en retablos.
Es una obra de la segunda mitad del s.XII. Su lugar de origen es San
Esteve de Andorra la Vella.y se encuentra en el Museo de Arte de Monjuit de
Barcelona hoy Museu Nacional d’Art de Catalunya donde se trasladó desde
su ubicación inicial.

El agua y el deporte
Motivación
Es ejemplo, entre los muchos que se podrían poner, para ver cómo el arte
es testigo de cómo el hombre se ha servido del agua, en esta caso hecha nieve,
para recreo, deporte y entretenimiento.

Explicación
Es una pintura al óleo sobre tabla. Se aprecia una gran preocupación por
el paisaje; aparecen diferentes planos en paralelo, por una parte la escena de
caza del primero, a continuación planos de patinadores, más al fondo las casas
de la izquierda, caminos y riachuelos mientras nos descubre el sentido de la
lejanía y la perspectiva, con las montañas del fondo y el cielo cubierto de nu-
bes oscuras que presagian el mal tiempo. Nos muestra un gran realismo, una
gran complacencia en la reproducción de los objetos tal como son, con una
gran naturalidad y minucioso detalle: así vemos los perros galgos siguiendo a
los ojeadores, las aves posando en las ramas de los árboles y la que cruza vo-
lando, robando cámara como diríamos hoy, así como las casas, los árboles, los
pequeños arbustos y todo sobre la magnífica superficie cubierta de nieve que
es lo que le da fuerza, personalidad y vida al cuadro.
Aunque predomina el color blanco no se pueden dejar de observar el negro
frente al color canela intenso de algunos de los perros, el ocre de las fachadas
de las casas y el verde pálido personalísimo de las pistas de patinaje.
Es una obra enmarcada dentro de la escuela de los primitivos flamencos
donde se ve la influencia de los grandes, como Patinir en “La laguna estigia”, 125
Jan Van Eyck en “El Matrimonio Arnolfi” o EL BOSCO en “El Jardín de las

El Agua en la Historia del Arte


Delicias”.

La caza, los patinadores.


Pieter Brueghel el Viejo.

Autor
Su autor es Pieter Brueghel, El viejo (Breda, Países Bajos, h. 1525 -
Bruselas, 1569) quien, a pesar de su corta vida, tiene tiempo para conocer y
aprender de sus paisanos contemporáneos y viajar por Italia donde estudia las
grandes figuras del renacimiento. Se le conoce con el sobrenombre de “El vie-
jo” para diferenciarlo de uno de sus hijos que también se dedicó a la pintura.
Hoy está considerado como el principal pintor holandés del siglo XVI y una
de las grandes figuras de la historia de la pintura. Su obra es muy abundante
a pesar de haber muerto joven, y tiene varios cuadros más relacionadas con
la nieve como objeto de divertimento y en referencia a la descripción de las
estaciones del año.
Este cuadro así como la mejor representación de su arte se encuentra en el
Kunsthistorisches Museum de Viena
126
Martín Ibáñez Mangas

El agua y el cielo
Encuadre del tema
Este cuadro con las nubes en el cielo de fondo, la niebla de los valles y los
picos de la sierra cubiertos de nieve, nos brinda la ocasión de ver cómo el agua
le sirve de adorno al artista; aquí están reunidos todos los elementos que con-
tribuyen al encanto del arte pictórico: agua, vida, movimiento, luz, perspecti-
va, aire, brillo, ingenio en la expresión y dominio de las técnicas pictóricas; es
la expresión de la atmósfera velazqueña.

Retrato de El Príncipe Baltasar Carlos.


Diego de Silva Velázquez.
Descripción
Un niño de siete años, montado sobre un poney alazán, bellamente enjae-
zado, al que domina con el brío propio de una persona mayor, con el bastón
de mando y las riendas en la mano. Mirada fija al frente, ojos negros, mejillas
sonrosadas y semblante alegre. Va vestido con ancho chambergo, cuello bor-
dado, terciopelo verde oscuro, el blanco de las manos y el rosa de la banda de
capitán de los ejércitos cubiertos de bordados de oro; cubre la cabeza con un
sombrero de fieltro negro y amplio que para nada resulta desproporcionado. 127
No le faltan los borceguíes que le cubren las pantorrillas hasta la rodilla. El

El Agua en la Historia del Arte


pequeño caballo aparece como si quisiera salirse del cuadro, se gira en escorzo
hasta aparecer sobre la colina y suelta al viento la cola y las crines.
Pero es el agua, las nubes hechas jirones, guedejas de vellón, las que contri-
buyen de una manera especial a realzar el paisaje; es el cielo de una fresca maña-
na de primavera sobre la sierra de Madrid. Escribe Carl Justi, gran historiador
del arte: “Caballo y caballero aparecen en este fondo frío con un acorde de
pardo amarillo, rojo y verde oscuro. El brillo del oro repercute en las nubes de
plata, en la nieve, en la niebla. Es como un tejido de seda esmaltada con hilos
metálicos, como una alborada para guitarras y mandolinas. Solo la cara es blan-
ca y luminosa, pintada con color tenue; la mirada de los ojos oscuros está fija
en la lejanía y expresa la suave delicia del movimiento ondulante del galope”.

Encuadre en la obra de Velázquez


Es uno de los cuadros que puso a Velázquez, como colorista, por encima
de los grandes artistas de todos los tiempos. Lo pintó de una sola vez, sin reto-
carlo y nos ha llegado en las mejores condiciones. Parece ser que es el cuadro
más admirado de su género.
Estuvo colocado sobre una de las puertas del Salón Dorado de los Reinos.
Actualmente sigue sobre una de las puertas de las salas de Velázquez de El
Prado. Pintado por Diego Velázquez (1599-1660) en 1635.

El agua y la ciudad
Motivación
Es el modelo en el que me he fijado para ver lo que supone el agua que
adorna, da vida y modela el paisaje de una ciudad. Qué ciudad hay en el mun-
do que no se haya llevado con sus ríos o sus fuentes, a un lienzo, a una acuarela
o a un monumento escultórico para ensalzarla y homenajearla.
Estamos ante un óleo sobre lienzo pintado entre 1658-60.

128
Martín Ibáñez Mangas

Vista de Delft

Composición del cuadro


Se distinguen tres zonas, la orilla del canal, el canal y el conjunto urbano
que contribuyen en su distribución a la típica profundidad barroca. Las per-
sonas, la barca de la izquierda, estáticas y como llamadas a la tranquilidad y
reposo. Destacan algunos edificios que fueron lugares importantes en la vida
del pintor; se representa un hilera de casas de ladrillo, rojo en su mayoría, en
torno al puerto; detrás de ella, puede verse la ciudad y algunas torres mientras
los muros se reflejan en el agua. Es una ciudad en calma, a la que contribuyen
las líneas horizontales de la composición y donde llaman la atención la trans-
parencia, el brillo del agua, los contrastes de luces y sombras y la intensidad
luminosa del fondo. Predominan el color rojo de los tejados, el amarillo y el
azul de las fachadas. En el fondo del cuadro aparece el cielo, rico en gamas di-
versas de azules en contraste con los grises, lleno de formaciones nubosas que
se avecinan sobre la ciudad.
La ciudad que se puede admirar en este cuadro no es una representación foto-
gráfica de la realidad, sino una representación idealizada de Delft, con sus carac-
terísticas principales simplificadas y luego encajadas en el marco de una bahía.
La Vista de Delft es cronológicamente la última pintura de Vermeer donde
se recogen los principales lugares de su vida.Está ejecutada en una pigmen-
tación rica y plena, con acentos de color puestos con un pincel cargado. El
artista se superó a sí mismo con esta representación de su ciudad natal, que
permanece como una interpretación verdaderamente grande de la naturaleza.
Es particularmente reconocido por su maestría en el uso y tratamiento de la
luz principalmente sobre el agua.
Lo encuadramos en el barroco holandés, donde además del contraste entre
luces y sombras, se aprecia el interés por el paisaje, en este caso de la ciudad de
129
Delft, por los quehaceres de la vida ordinaria, por los pequeños detalles y por
las costumbres de tranquilidad burguesa.

El Agua en la Historia del Arte


Autor
Johannes Vermeer (Delft; 31 de octubre de 1632 -15 de diciembre de
1675) está considerado como uno de los más importantes pintores de la edad
de oro de la pintura holandesa. Es especialista en escenas interiores cotidia-
nas de la vida doméstica burguesa de tal manera que se podría incluir dentro
del voyerismo entendido en sentido amplio como interiorista (La lechera, La
Planchadora, etc.)sin olvidar cierta aproximación al voyerismo erótico ya que
no le faltaron anécdotas en relación con las chicas del servicio doméstico. (era
una familia numerosa, llegó a tener 15 hijos y siempre necesitó mujeres que
le ayudaran a su señora). Pasó toda su vida en la ciudad de Delft En vida fue
un pintor de provincias con un éxito moderado. No fue nunca especialmente
rico, quizá debido al escaso número de pinturas que producía y a su muerte
dejó deudas a su esposa y once hijos supervivientes.
Se encuentra en el Museo Mauritshuis de La Haya.

El agua y la luz
Encuadre del tema
Buscar en la Historia del Arte ejemplos de cuadros donde se contemplen
el agua y la luz, es sumamente fácil. Nos vamos a Venecia, al sol del Adriático,
al encuentro de la escuela veneciana con una larga tradición del uso de la luz.
Y dentro de esta escuela para mí que el mejor exponente para el tema que nos
ocupa es precisamente Canaletto.

Explicación de la obra
Es un óleo sobre lienzo donde aparece la ciudad de Venecia en todo su es-
plendor y luminosidad. Nos sorprende en primer lugar la gran escenografía
de la actividad mercantil y recreativa y el ajetreo de los distintos elementos y
personas que se mueven por las aguas del canal. Predomina la luz, sobre todo
la luz, siguiendo la tradición de las distintas escuelas venecianas. Vemos en
primer plano las pequeñas barcas y góndolas en permanente contraste de lu-
ces y sombras; los desplazamientos y distintas posturas de los gondoleros en
movimiento, el reflejo de las aguas con variados y distintos colores donde no
hace falta el dibujo. Observamos el color rojo y rosa pálido de los edificios,
130 los diferentes blancos de las fachadas, los distintos azules de las cúpulas, del
cielo del fondo, de la superficie de las aguas, y las variadas gamas de verdes,
Martín Ibáñez Mangas

junto con el negro, según nos acercamos a la orilla del canal o a las sombras
de los edificios y de las barcas. Destacan las cúpulas de la iglesia de la Salud y
los palacios de en frente; la profundidad y el sentido de la lejanía del cielo del
fondo, en una ciudad donde nada hay sin agua y todo es el agua. Los efectos
luminosos y el reflejo de las aguas son una invitación permanente para la con-
templación de la ciudad.

Entrada al Gran Canal.

El cuadro en su época
Es una obra que hay que enmarcar dentro de la tradición de los grandes maes-
tros venecianos como los manieristas Tiziano, el Tintoretto “El lavatorio de los
Pies” o El Veronés a quienes sigue en el uso y contraste de luces y colores o en el
despliegue de grandes escenografías como “Las Bodas de Caná”. Pero no pode-
mos dejar de ver la influencia de la corriente italiana del momento como es la del
tenebrismo con los impresionantes contrastes de luces y sombras de la mano del
gran maestro Caravaggio. Canaletto le dará su toque personal con la contempla-
ción del paisaje urbano lleno de luz y de reflejos en los canales de Venecia.
Autor
Su autor es Giovanni Antonio Canal, conocido con el sobrenombre de El
Canaletto. Nació y murió en Venecia. (1697-1768), en el seno de una familia
arraigada en la ciudad, aunque de origen popular. En 1746 va a Londres don-
de sigue pintando paisajes urbanísticos con nueva aportaciones de la pintura
inglesa. Al final de su vida vuelve a Venecia donde en abril de 1768 moría en-
tre canales y palacios. Allí descansan sus restos y la mayoría de sus obras entre
ellas ésta se exponen en la Royal Collection británica. 131

El Agua en la Historia del Arte


El agua, la nieve, el viento
El motivo del tema
Estos elementos naturales tempestuosos, ya sea nieve, viento, aguaceros,
huracanes, tormentas, etc. han sido temas muy recurrentes en la pintura.
Recordad “La Tempestad” de Rembrandt. Sin embargo, “La nevada” (o “La
ventisca” o “La matanza”) de Goya es insuperable.

La nevada.
Francisco de Goya.

Explicación
Aquí se nos presenta la nieve cubriendo todo el cuadro, como algo natural
en los meses de invierno, con un ambiente frío, desapacible y triste, donde los
protagonistas son unos personajes que sufren la rudeza del viento y la propia
nieve. Todos los integrantes de la escena nos transmiten la sensación de frío:
los tres hombres de paisano, el mulo cargado con un cerdo muerto y abierto
en canal, los guardias, y hasta el perro que esconde el rabo entre las patas ate-
rido y sin saber cómo guarecerse. No digamos de los árboles, sobre todo del
de el primer plano, inclinado por el viento helado, y del primer arbusto que
abre la escena arrastrado por ese viento racheado; lo mismo les sucede a los
que están en segundo plano. Al fondo, las montañas nevadas y el cielo azul
132 encapotado de nubes oscuras, precursoras de la persistencia del mal tiempo.
Con la ayuda del color blanco, Goya consigue transmitir el frío de la nieve
Martín Ibáñez Mangas

y la ventisca, contrastando con los tonos oscuros, negros, marrones y azules de


su alrededor. Hay que insistir en el viento, elemento fundamental en la esce-
na, que mueve los árboles desprovistos ya de sus hojas, al mismo tiempo que
lanza copos de nieve al rostro de los hombres.
Es una escena costumbrista más, una de tantas como pintó Goya y que re-
sultó una novedad entre sus contemporáneos. Nos está hablando con sus pin-
celes de la matanza del cerdo, (algunos a este cuadro lo titulan “la matanza”)
que suele hacerse en los fríos días de invierno comenzando por San Martín
en Noviembre, del dicho de “a buenas horas mangas verdes”, o la expresión “a
ramal y media manta”.
En cuanto a la historia del cuadro podemos decir que corresponde a una
serie de cartones que Goya pintó para los tapices que irían destinados al co-
medor del Príncipe de Asturias, del palacio de El Pardo en Madrid. Formó
parte de un conjunto compuesto por Las floreras, La vendimia, La era y éste
del invierno. Era una serie dedicada a las cuatro estaciones. Lo original de
Goya en el caso de esta pintura está en el tema, en la manera de interpretar y
desarrollar con los pinceles lo que es un invierno crudo. Es la primera vez en
la historia de la pintura que se representa dicha estación de manera realista,
sin romanticismos; por lo general se venía representando de manera idealista,
como una estación divertida y grata.
Fue pintado en 1786 y se encuentra en el museo de El Prado

El agua en colores
El porqué
Si hay algo relacionado con el agua que haya merecido la pena pintarse son
los colores. Los colores con los que nos deleitan toda clase de plantas y flores
como las rosas, los tulipanes, las amapolas, los girasoles; colores de primavera,
de verano pero también de otoño y de invierno, colores de hojas vivas y tam-
bién ajadas. Podíamos detenernos en cualquier época. Ha sido una búsqueda
fácil. En “las ninfeas” de Monet lo tenemos todo.

133

El Agua en la Historia del Arte


Las ninfeas (nenúfares).
Claude Monet.

Explicación
Lo que se ve nada más mirar el cuadro es un estanque de aguas tranquilas,
cubiertas y alfombradas de variadas plantas y flores en diferentes estados; son
principalmente nenúfares y hojas tanto verdes como recién caídas y secas.
Todas ellas se reflejan en las aguas y producen otras tantas sensaciones visuales
mientras son acariciadas por la luz solar que las realza. El resultado es el mun-
do maravilloso, sensual y mágico de colores.
El artista no ha hecho más que dejar en el lienzo distintos golpes de pincel
sin mezclar los colores. La mirada del espectador se encargará de darles vida
mediante la visualización serena y tranquila, de tal forma que habrá tantos
colores como ojos las contemplan.

Encuadre de la obra en su época


Estamos ante una estampa del impresionismo más puro. A diferencia de la
pintura clásica que tenía lo que hoy podríamos llamar “calidad fotográfica” y
la pincelada no se notaba demasiado y que el personaje retratado debía apare-
cer en el cuadro como si se le viera en la realidad, los Impresionistas quieren
que sus cuadros se vean que son cuadros y no desdeñan que las pinceladas apa-
rezcan en toda su nitidez, porque dicen, “los colores no se mezclan en la paleta,
sino que se mezclan en el cuadro” e impresionan nuestro ojo como lo impresio-
na la realidad. Si los pintores paisajistas intimistas se proponían reproducir la
realidad, los pintores impresionistas se proponen reflejar la impresión que les
causa el paisaje, descomponiendo esa impresión en colores puros y reprodu-
ciendo el objeto pintado por suma de impresiones visuales elementales, las de
cada pincelada. En eso va a influir las nuevas aportaciones científicas sobre el
color.

Autor
134
Monet ya había pintado el cuadro “Impresión del sol naciente”, expuesta en
1874 en el estudio de Nadar y que dio el nombre al impresionismo. En 1890
Martín Ibáñez Mangas

inicia sus series de Almiares, Álamos, la Catedral de Rouen y, por último, las
Ninfeas, realizadas estas últimas en el jardín de su casa de Giverny, pequeña
localidad en las proximidades del Sena, al noroeste de París, donde vive hasta
su muerte. Aquí se hace construir un jardín japonés y en él un estanque para
instalar plantas acuáticas; en medio, levanta dos pequeñas pasarelas para dar,
de esta manera, más espacio a las ninfeas a las que contemplará permanente-
mente y se convertirán en protagonistas absolutas de sus cuadros.
La vida de Monet transcurre entre Paris donde nace en 1840 y Gyvrny
donde muere en 1926.

El agua para beber


Encuadre
Esta obra de Picasso nos puede valer como ejemplo del servicio más ele-
mental y necesario que el agua proporciona al ser humano; podría haber echa-
do mano de las innumerables muestras que nos aporta la historia del arte y
que están en la mente de todos, no ya en arquitectura sino en escultura y en
pintura. Sin embargo, al margen de más consideraciones es la que tenemos
delante.
Estamos ante un cuadro cuya composición es diferente a lo que veni-
mos viendo. Se trata de un conjunto arquitectónico donde las formas se des-
componen en volúmenes geométricos en el que simultáneamente observamos
distintos planos como si tuviéramos otros tantos ojos y diferentes puntos de
vista para tener una idea de la realidad. Predominan las líneas rectas entre los
diferentes colores que hacen mas atractivo el conjunto y donde el artista juega
fundamentalmente con el rojo, amarillo, ocre y negro para distribuir los dis-
tintos compartimentos geométricos que son su máximo interés y novedad en
la historia del arte.
Pertenece al movimiento cubista y es el cuadro donde culmina esta corrien-
te pictórica en su fase de análisis de la realidad (analítica) que había iniciado
Picasso dos años antes (1907) en las “Señoritas de Avignon”. Movimiento que
rompe con el arte tradicional; desaparece la perspectiva, la profundidad, se
utiliza la gama de colores grises, pardos, verdes suaves y se introduce la visión
simultánea de varias configuraciones del objeto como tenemos ocasión de
confirmar en este cuadro.
135

El Agua en la Historia del Arte


Depósito de Horta de Ebro.
Pablo Picasso.

Es el depósito para guardar y distribuir el agua en un pueblo del interior


de la provincia de Tarragona, Horta de Ebro, donde Picasso pasaba largas
temporadas durante adolescencia y donde volvió ya de mayor cuando residía
en Barcelona. Es donde Pablo Picasso y Georges Braque a partir de 1908
experimentaron y configuraron el horizonte estético del cubismo, decidida-
mente afianzado después de 1910 como corriente de vanguardia, que se hizo
internacional en apenas dos años.
Autor: Pablo Picasso. Fecha:1909. 60 x 50 cm. Colección particular.

El agua, solaz de la infancia


El porqué
Los niños y el agua es un binomio inseparable. Una de nuestras primeras
experiencias es chapotear y jugar con el agua y el arte las ha venido reflejando
desde siempre, desde Grecia a nuestros días. La ocasión de fijarnos en el tema
nos lo da Joaquín Sorolla en “Los niños en la playa”.
Es un óleo sobre lienzo.
Composición y explicación
Los protagonistas son tres niños desnudos, tumbados en la arena de una
playa, a la orilla del mar valenciano. Forman un todo con las olas del mar y el
conjunto nos transmite una sensación de sosiego y tranquilidad.
En este caso, los cuerpos desnudos de los niños tendidos en la arena, son
la excusa para tratar la luz y las sombras, los reflejos y el aire. La representa-
136 ción de estos adolescentes desnudos, tal cual se bañaban en los primeros años
de siglo los muchachos del pueblo cuando no existían vestuarios como en
Martín Ibáñez Mangas

la actualidad, demuestran el perfecto dominio del pintor sobre la anatomía


infantil que había sido una de sus grandes preocupaciones. Es interesante
que nos fijemos en la mirada picarona del niño del medio que nos transmite
la conciencia de que está desnudo y que se le está mirando. Y... quién dijo
que las sombras necesariamente tenían que ser negras. No, si los objetos son
como los percibimos y nos los presentan nuestros sentidos, Sorolla nos invita
a que contemplemos las sombras de estos niños de color malva, marrones e
incluso blancas, como no puede ser de otra manera la sombra de un niño y
menos al sol del mediterráneo levantino; nos invita a que veamos los maravi-
llosos reflejos del agua sobre la piel infantil expuesta al sol para dar esa sensa-
ción de claridad, de luminosidad mediterránea como no ha logrado ningún
otro pintor.

Los niños en la playa.


Joaquín Sorolla.

Encuadre dentro del impresionismo


La técnica responde al más puro estilo impresionista: es una pintura al aire
libre, realizada con grandes pinceladas continuadas que forman los cuerpos de
una manera rápida y poco minuciosa para que sea el espectador el que le dé el
color a través de su retina. El toque personal de Sorolla está en la luz y claridad
levantina y las pinceladas largas y continuadas, lejos del puntillismo, si bien
usando colores muy simples como los grandes maestros.

Autor
Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863 - Cercedilla,
10 de agosto de 1923), fue un pintor y artista gráfico español. Fue uno de
los pintores españoles más prolíficos, con más de 2.200 obras catalogadas.
137
Huérfano desde los dos años, se vio inclinado por la pintura. Una vez que
contrajo matrimonio viajó por diferentes países europeos. Pasa por una pri-

El Agua en la Historia del Arte


mera etapa realista, milita algún tiempo en el naturalismo y asume definiti-
vamente la corriente del luminismo que seguirá toda su vida aunque destacó
en otros aspectos como el del retrato.
Pero Sorolla es ante todo el pintor de la luz y las playas valencianas donde
se pasaba largas horas contemplado el mar, muchas veces con su caballete y
recibiendo esa sensación de serenidad y de complicidad con el ambiente. Este
cuadro está considerado como una de las obras cumbres del artista donde
consigue, como hemos dicho, lo que venía estudiando desde hacía tiempo lo
que se refiere al estudio anatómico y las expresiones de los rostros, y que ha
sabido captar perfectamente en el niño que nos mira de reojo, como estamos
viendo aunque su cara no esté claramente definida. Observando este cuadro,
el espectador puede respirar la atmósfera del Mediterráneo que Sorolla tan
bien conocía.
Es una pintura al óleo sobre lienzo. Año 1910. Pertenece a la colección del
Museo del Prado

Bibliografía
[1] Angulo Iñiguez D. Historia del Arte. Distribuidor I.E.S.A. Madrid
[2] Bozal. V. El lenguaje artístico. Barcelona. Península.
[3] Carl Justi. Velazquez y su siglo. Espasa Calpe.
[4] Fernández A., Barnechea Salo E., Haro Sabater J.R. Histoia del Arte. Ed. Vicens
Vives.
[5] Gallego J. La Pintura contemporánea. Ed. Salvat. Barcelona.
[6] Hauser, A. Introducción a la historia del arte. Madrid. Guadarrama.
[7] Gaya Nuño, J.A. Picasso. Madrid. Aguilar. J. Pijoan. Historia del Arte. Editoral Salvat.
[8] Gudiol. Goya. Labor. Barcelona. Grandes Maestros del Arte.
[9] Fernández García. Los grandes Pintores Barrocos. Ed. Vicens Vives.
El Agua en la Antigüedad Clásica

D. Gonzalo Yélamos Redondo


Catedrático de Lenguas Clásicas

Pretender abarcar un tema tan extenso en los escasos minutos de una co-
municación es, sin duda, una quimera. Intentaré, no obstante, dar una visión
general de los principales aspectos que nos ofrece el tema del agua sin preten-
der ser exhaustivo.
Trataremos del agua como elemento divino, como componente esencial de
los elementos de un jardín o un “locus amoenus”, denominación que tanto
éxito tuvo en la literatura posterior, de las fuentes o ninfeos, de su utilización
en servicios públicos, del agua como elemento de limpieza y purificador, de
su uso en la vida privada.

El agua como elemento divino


No debe extrañarnos que un pueblo como el griego con tanta escasez de
agua, pocos y pequeños ríos dé tanta importancia a este elemento vital has-
ta el punto de considerarle sagrado. El mismo mar, cuya distancia a los más
alejados puntos de la geografía de Grecia nunca supera los 90 kilómetros, se
considera enormemente beneficioso para los griegos. En vez de separar los
pueblos, los une. No en vano una de las denominaciones es “Ponto”, la misma
raíz de pons, pontis del latín. Alguna vez lleva aparejado el calificativo griego
de “euxino” (benefactor para el extranjero). Cada fuente, cada río, el mar es
una divinidad. Así, las metamorfosis dios-río o fuente o a la inversa se dan
continuamente. En realidad, básicamente la mitología es explicación de fe-
nómenos desconocidos y la divinización de elementos naturales que, además,
casi siempre resulta altamente beneficiosa para los humanos. De esta manera
la naturaleza se hace viva y se llena de dioses.
Las divinidades de las aguas más importantes son las ninfas. También son
diosas de la naturaleza en general y sufren a menudo transformaciones. Se
consideran hermosas. Les gusta la danza y la música. Reciben los denomina-
ciones del lugar donde viven o de sus progenitores: Oréades (montes), náya-
des (ríos), neréidas (mar). Son personificaciones de las fuerzas de la naturaleza,
140
de su fertilidad y fecundidad. No siempre se muestran beneficiosas para los
humanos. Si se las ofende, uno puede volverse loco y recibe la denominación
Gonzalo Yélamos Redondo

de ninfolepto (poseído de las ninfas).


Si revisamos la Ilíada, Hesíodo, Apolodoro e Higino, encontraremos nada
menos que 76 nombres de neréidas diferentes. Muchas veces actúan en co-
mún, pero a veces desempeñan funciones particulares: Tetis es la madre de
Aquiles, Anfítrite es la esposa de Posidón, etc.. Galatea se enamora de Acis
y desprecia a Polifemo. Este, celoso, le pone debajo de una enorme piedra
y Galatea, al oir sus gemidos, le transforma en río. Alfeo es a la vez dios y
río que atraviesa Arcadia y Elide. Persigue a su amada la ninfa Aretusa hasta
Sicilia, incluso por debajo del mar, donde logra unirse a ella. Ahora el turista
puede visitar el lugar dode se sitúa. Siringe, ninfa de la Arcadia, acompaña a
Artemis en la caza. El dios Pan se enamora de ella, la persigue y la alcanza en
un río. Ella pide ayuda a las náyades, estas la transforman en caña y Pan en
instrumento musical.
Ejemplos notables de ríos divinizados son: el Alfeo ya mencionado, el
Aqueloo (hoy Aspropótamo), hijo de Océano y Tetis que se relaciona, sobre
todo, con el tema de la disputa de éste con Heracles por la mano de la que des-
pués había de ser su esposa, Deyanira, el Meandro y el prolífico Escamandro,
hijo de Zeus que recorre la llanura troyana y se queja porque Aquiles ha lle-
nado su corriente de sangre y cadáveres troyanos, hace crecer su cauce y hasta
se le hubiese llevado por delante, si no lo hubiera impedido Hefesto. Véase
a este respecto Il. XXI, 305: “Tampoco el Escamandro apaciguaba su furor;
crecía por momentos su ira contra el Pelida y encrespaba más y más sus olas,
alzándose a lo alto”
Un ejército jamás cruzaba un río sin hacerle sacrificios o dirigirle plegarias.
La lluvia, el trueno, el rayo proceden, según sus creencias, de las divini-
dades. Las mismas expresiones “Zeus llueve” o “Zeus truena” lo atestiguan a
las claras.
La mitología nos ofrece infinidad de relatos para explicar, unas veces, las
profundas fuerzas de la naturaleza y otras, las cosas más simples de la vida cuo-
tidiana. Estrabón, por ejemplo, nos cuenta en su libro VIII que el río Neda
nace en Arcadia de una fuente que se llama Rea y que hace que la montaña se
abra en manantial para bañar a Zeus cuando nace.
El aprecio y respeto que en algunas partes tenían los griegos a sus ríos
maravillaban a Pausanias (VIII, 41,3) al observar la íntima relación que los
141
jóvenes guardaban con la divinidad de un río, ofrendándola el largo cabello
conservado hasta la edad núbil.

El Agua en la Antigüedad Clásica


Algunos lugares de adivinación se relacionaron en los primeros tiempos con
fuerzas extrahumanas próximas como bellas y poderosas fuentes, grutas, etc..
Por otra parte, con la creencia, más o menos generalizada, en la metempsí-
cosis o transmigración de la almas la naturaleza se considera viva. El hombre
ha creído en muchas ocasiones tropezar con parientes más o menos lejanos
metamorfoseados en plantas, piedras, corrientes de agua, viviendo en sotos
tranquilos, bosques, etc.. Ha sentido, como se ha dicho, la fuerza y el misterio
de ninfas u otros seres convertidos en fuentes o ríos como el pastor Salemno,
la muchacha Bolina, Alfeo y Aretusa, Driope. Todo ello hace exclamar a Tales
de Mileto: “Todo está lleno de dioses”.

El agua como elemento esencial de paisajes y


jardines
Otro aspecto que considero de gran interés es la presencia del agua en jar-
dines y paisajes o”locus amoenus” (lugar placentero, frondoso, húmedo). Hay
una literatura muy amplia a este respecto. Encontramos desde Homero inte-
resantísimos textos que nos descubren abundantes datos del aprecio que te-
nían los griegos hacia el agua como elemento esencial en jardines y paisajes.
Veamos en primer lugar la descripción que hace Homero del jardín de
Alcinoo quien acoge a Ulises en el peregrinar a su patria Itaca (Od. VII,129):
“Hay dentro (del huerto) dos fuentes.; esparce sus chorros la una a través del
jardín y la otra por debajo del patio lleva el agua a su excelsa mansión donde
el pueblo la toma”. Inmediatamente antes, en Od. VII, 112 y sig. Se dice que
el huerto produce árboles de todas clases. Resalta aquí las dos funciones vitales
del agua: agua para beber y agua para regar uniendo al hombre con la natura-
leza. La literatura posterior a Homero, imitando la descripción de sus paisajes,
hace tradicionales algunos elementos que le son propios como el encanto de la
verde y eterna primavera, el placentero “locus amoenus” con sus árboles y su
fuente. El agua es elemento esencial en el mundo meridional.
En Nono, poeta épico imitador de Homero del siglo V después de C, se se-
ñala también esa doble función de una fuente con dos bocas. Pero el jardín de
Nono es muy distinto al de Homero. Este habla de árboles que producen fru-
142
tos de huerta: perales, manzanos. . Nono introduce la exótica palmera, plantas
ornamentales y flores, dando en algunos casos la explicación mitológica co-
Gonzalo Yélamos Redondo

rrespondiente como en el caso del jacinto: al principio era un joven hermoso


que Apolo mató con un disco y su sangre cayó sobre la flor. Se introducen
contrastes y colores, oposición de cualidades, misterio. Apolonio de Rodas, de
una forma más fantástica, habla de fuentes que no dejan de echar leche, vino,
aceite y agua que simbolizan la abundancia y la fertilidad. Las descripciones
de paisajes abundan en autores como Ovidio, Teócrito y Virgilio.
Estupefacto se quedó Hermes al ver el hermoso jardín de la ninfa Calipso
cuando la visitó raudo por mandato de Zeus. “Resbaló sobre el agua como
el ave marina que va a través de los senos medrosos del mar” (Od. V,51).
Magníficamente lo describe Homero rodeado de un hermoso entorno en
Od. V, 63 y sig.: “A la cueva servía de cercado un frondoso boscaje de fra-
gantes cipreses, alisos y chopos, en donde tenían puesto su nido unas aves
de rápidas alas , alcotanes y búhos, chillonas cornejas marinas de la raza que
vive del mar trajinando en las olas. En el mismo recinto y en torno a la cón-
cava gruta extendíase una viña lozana, florida de gajos. Cuatro fuentes en
fila, cercanas las cuatro en sus brotes, despedían a lados distintos la luz de sus
chorros; delicado jardín de violetas y apios brotaba en su torno: hasta un dios
que se hubiera acercado a aquel sitio quedaríase suspenso a su vista gozando
en su pecho”.
No es extraño que un dios se quedase anonadado. Aparecen aquí todos los
elementos esenciales de un jardín. Lugar como este la literatura posterior le
llamaría “locus amoenus”, cmo se ha dicho, englobando todas las cualidades
de un lugar placentero: frondosidad, canto de pájaros, abundante agua que
halaga los sentidos con su eterno fluir, frescura, sombra, agradables aromas,
fruto al alcance de la mano...
El hermoso pasaje que con todo detalle describe en boca de Sócrates Platón
en el Fedro 230b-e es un buen ejemplo de lo dicho: “¡Qué bello lugar para
hacer un alto¡ En verdad este plátano cubre tanto espacio como su altura. Y
este agnocasto, ¡Qué grande es y magníficamente umbroso! En el apogeo de
su floración como está, el lugar no podría ser más embalsamado. Y todavía, el
encanto sin par de esta fuente que corre bajo el plátano, la frescura de su agua:
me basta el pie para comprobarlo. A las ninfas, a Aqueloo, juzgando por sus
figurillas, por las estatuas de los dioses, sin duda fue consagrada. Y todavía,
si gustas, el buen aire que se goza aquí, ¿no es digno de envidia y prodigiosa-
mente placentero? Clara melodía del verano, que halla su eco en el coro de las
cigarras. Pero el más exquisito refinamiento es el césped, que con su suavidad
natural de su pendiente permite, acostándose sobre él, tener la cabeza per- 143
fectamente a gusto”. Todo ello habla de la sensibilidad que los griegos tenían

El Agua en la Antigüedad Clásica


hacia la naturaleza y de las ventajas que tiene la vida serena y placentera en el
campo en contraposición con la de la ciudad.
Otro ejemplo es la descripción que hace Jenofonte en su Anábasis de su
casa de campo de Escilunte con su río, caza, árboles frutales, pradera . Y la de
Aristófanes en “La Paz” (569 y sig): “Yo mismo, (habla Trigeo) me consumo
de regresar a los campos...Recordad la antigua vida...el bancal de violetas cerca
del pozo...” Más en Od.XIII, 102, Od.VII, 205, Sof. Edipo en Colono 671.
Nada de esto hubiera sido posible sin el agua.
No debemos creer, sin embargo, que toda Grecia estaba llena de ríos y
fuentes. Muy al contrario, el agua era muy escasa y los jardines se reducían en
las ciudades a pequeñas parcelas en los patios. La estructuración de jardines
generalmente era un lujo que pocos se podían permitir. Los griegos en todo
caso siempre fueron muy amantes de flores como violetas, jacintos, lilas y nar-
cisos.En ocasiones, las utilizaban como adornos.
Con las conquistas de Alejandro Magno en Persia y plazas orientales adop-
taron los griegos costumbres de esos pueblos y se reactivó en Grecia el gusto
por los jardines de recreo.

Las fuentes
Las fuentes son también expresión del culto que los griegos daban al agua.
Hay fuentes que se relacionan con relatos mitológicos como la fuente Pirene
de Corinto e Hipocrene de Trecén que dan de beber al caballo Pegaso. En la
primera lo apresó Belerofonte.
Siempre tuvo mucha fama la fuente Castalia en el complejo del santuario
de Delfos (existe todavía, pero no se puede visitar por el peligro de despren-
dimiento de rocas). La Pitia se purificaba en ella y bebía su agua fresca. Con
ello y otros procedimientos entraba en éxtasis y procedía a la adivinación.
Previamente se ofrecía un sacrificio de una cabra que, antes de ser degolla-
da, se rociaba con agua y se observaba si se estremecía bajo una ducha fría,
lo que, en caso afirmativo, significaba que Apolo estaba dispuesto para la
adivinación.
Hay fuentes monumentales y artísticamente construidas. Los ninfeos son
una buena muestra. El ninfeo es una fuente consagrada a las ninfas, de gran-
des volúmenes y admirablemente decorada. Son muy abundantes en la época
144
helenística y romana. Buenos ejemplos son el de Hierápolis en Asia Menor, el
de Nimes en Francia, el de Tipasa en Argelia. Rara es la ciudad importante de
esta época que no tiene su ninfeo.
Gonzalo Yélamos Redondo

La fuente Pirene de Corinto fue una cuidada construcción que Herodes


Atico, rico ateniense y amigo de los romanos, regaló a la ciudad. El manantial
aún administra agua.
Otra fuente imprescindible en la vida de los atenienses era la llamada
Calirroe (“de hermosa corriente”). La ceremonia más importante de una boda
ateniense era el rito de la purificación. La novia y el novio se bañaban en agua
de esta fuente que venía a buscar un cortejo compuesto por mujeres portado-
ras de antorchas, un flautista que abría la marcha y una mujer que llevaba un
lutróforo con el agua para el baño (se han encontrado pinturas en cerámica
describiendo esta ceremonia).
La fuente del puerto de Itaca que describe Homero en Od. XVII, 205 está
bien trabajada y es de hermosa corriente. De ella tomaba el pueblo (de Itaca)
el agua que necesitaba. La había hecho Políctor con Itaco y Nérito. Había en
su entorno un redondo sotillo “con chopos nutridos por el agua” que caía
siempre fresca. Allí dejaban las ofrendas a las ninfas.
Toda la región de la Elide,a decir de Estrabón, estaba llena de artemisiones,
afrodisiones y ninfeos.

El agua, elemento purificador


El agua como elemento purificador ha sido utilizada por los antiguos de
forma generalizada. Los que acudían a los ritos de iniciación de los miste-
rios de Eleusis se bañaban previamente al grito ¡al mar mistos!. Antes de
las prácticas de adivinación y revelación por sueños de la enfermedad que
uno padece se hacía un baño o lavatorio de purificación como ocurría en el
Santuario de Asclepio en Epidauro o en el de Delfos. Ya hemos mencionado
el rito de purificación en la celebración del matrimonio ateniense con agua
de la fuente Calirroe.
La inevitable contaminación que se adquiere cuando se está cerca de un
difunto exige la obligatoriedad de purificarse con agua preparada al efecto. En
el cristianismo una de las fórmulas para borrar el pecado venial es tomar agua
bendita, por no citar los efectos de la aplicación del agua en el bautismo.
En la fiesta familiar de las Anfidromías que se celebraba después del na-
cimiento de un hijo se hacían lustraciones para la madre y personas que se
relacionaron con el parto ( en el Nuevo Testamento se describe la fiesta de
145
la purificación de la Virgen con esa misma finalidad). Ya hemos hablado del
carácter purificador del agua en la preparación de la víctima para el sacrificio.

El Agua en la Antigüedad Clásica


Es interesante a este respecto el libro de Moulinier “Lo puro y lo impuro en el
pensamiento de los griegos”.
En algunos momentos o lugares el agua produce efectos especiales. En
la isla de Leucade se tiraban al agua los enamorados desgraciados. Algunos
se ahogaban, pero, si salían con vida, se curaban de amor. Estrabón (II, 8)
menciona una fuente llamada Salmacis en Halicarnaso que tenía virtudes
afeminantes. Parece que, como más, servía para suavizar a los rudos carios
que pasaban algún tiempo en albergue cercano a la fuente. Tetis, la madre
de Aquiles, según una versión tardía, sumergió al niño en el río Estige y su
agua le hizo invulnerable en la parte que se mojó. Le tuvo que coger del talón
derecho y, al no penetrar aquí el agua, esa parte permaneció vulnerable. Por
ahí murió.
En Roma existía el rito de purificación (lustratio) que tenía como finalidad
evitar la influencia maléfica a ejércitos, ciudades, personas, campos, etc..

El agua salutífera
Entre los griegos no había hospitales, pero sí los balnearios asentados en
santuarios dedicados al dios Asclepio (Esculapio). En Epidauro se han encon-
trado restos que revelan prácticas hidroterapeúticas .
Hipócrates, que había nacido en la isla de Cos, era médico e hijo de mé-
dico y vivió muy de cerca el ir y venir de muchísimos enfermos y viajeros que
se pasaban por Cos para tomar las aguas de sus fuentes termales. El mismo
Hipócrates era muy amigo de curar las enfermedades acudiendo a medios na-
turales como la hidroterapia. Las afecciones de piel se curaban con baños sul-
furosos y administrando hígado de delfín. Los romanos utilizaron los balnea-
rios con muchísima más frecuencia. La mayor parte de los balnearios actuales
estuvieron en funcionamiento en tiempo de los romanos, bien como lugares
de descanso, bien buscando remedio a sus males.
Administración del agua
En Atenas, una ciudad tan seca y de tan elevadas temperaturas, el proble-
ma del agua era considerado de los más importantes y delicados. En la época
de la tiranía los mandatarios se ocuparon de dotar a la ciudad de grandes y
costosas obras en fuentes. La más célebre fue la llamada Eneacrunos (de nueve
bocas).
146 El funcionario que se ocupaba del servicio de aguas en el s. IV a.C. no se
nombraba por sorteo como en el caso de la mayor parte de los cargos, sino
Gonzalo Yélamos Redondo

por elección. Tan importante era tener éxito en el mantenimiento de las aguas
que, a veces, como en el caso de un tal Piteas (decreto de 333 a.C.) que recibió
como premio una corona de oro, el encargado de aguas adquiría gran presti-
gio y reconocimiento. Se ocupaba de toda el Atica.
El agua, una vez utilizada en las necesidades de la casa se tiraba por la puer-
ta o por las ventanas a la calle. Esto, unido a que las calles eran de tierra, daba
ocasión a verdaderos lodazales. Todo esto representaba un problema serio de
higiene que acentuaba los efectos perversos de las epidemias como ocurrió
en la del 429 a.C. que se llevó por delante al propio Pericles. Sin embargo,
también se han encontrado vestigios de cañerías y cloacas correspondientes al
s.  IV a.C.
En Roma las dificultades provenían de que se construyó la ciudad en terre-
no pantanoso y hubo que reconducir las aguas al cauce del Tíber. Tanta agua
pantanosa y resulta que no tenían para beber. Fue necesario perforar grandes
pozos en las partes bajas. Algunos vestigios de ellos se han encontrado en el
Foro. Persistió el problema hasta los primeros acueductos del s.III a.C.
Era imprescindible contar con un buen suministro de agua. Había que cu-
brir las necesidades de agua de las termas, las fuentes, los ninfeos, la limpieza
de las calles. Además, es probable que en algunos anfiteatros como el Coliseo,
el mismo de Segóbriga y otros muchos se organizaran naumaquias llenando la
arena hasta un metro y medio o dos metros.
Conocemos muy bien el suministro de aguas en Roma gracias a uno de
los curadores de las aguas llamado Frontino (s.I d.C.). El primer acueducto
de Roma, el Aqua Appia, se construyó el año 312 a.C. A partir de entonces
los acueductos se multiplicaron y llevaron a la ciudad abundante agua a tra-
vés de un elevado número de fuentes, casi una en cada esquina. El agua era
considerada un regalo del príncipe y no se pagaba por ella. La distribución
del agua a veces era discriminatoria. Se hacían derivaciones de los acueductos
clandestinas. Así, a los aquarii (fontaneros) se les llamaba “encargados de las
picaduras”. El volumen de agua en el s. I d.C. que llegaba a Roma ascendió
a 992.200 metros cúbicos en 24 horas. Los romanos, por otra parte, fue-
ron ejemplos a seguir en la construcción de desagües y cloacas (es famosa la
Cloaca Máxima) unas veces a ras del suelo, otras subterráneos.

Uso privado del agua


Tanto los atenienses como los romanos, generalmente las mujeres como se 147
ve en la Lisístrata de Aristófanes v.325 y en muchas muestras pictóricas de ce-

El Agua en la Antigüedad Clásica


rámica, recogían el agua de las fuentes públicas y la almacenaban en casa. Hay
magníficas ejemplares de vasos griegos en el MAN y otros muchos museos en
los que aparecen muchachas que recogen agua de la fuente mientras que en
su animada conversación dejan rebosar el agua de los cántaros sin importarles
lo más mínimo. Alguna vez, incluso se ven niños que se lavan y bañan en el
caño de la fuente.
La bañera, que era de barro o de piedra, en la casa griega solía estar cerca
de la cocina con el fin de aprovechar el calor. Las mujeres lavan y bañan a los
niños. También se ocupan de lavar la ropa como se ve en el episodio de la
princesa Nausícaa quien, al llegar Ulises a la tierra de los feáceos, se bañaba
y lavaba la ropa de palacio con las esclavas y en Il.XXII, 153: “Allí hay cerca
sobre ellas (dos fuentes, una de agua fría y otra de agua caliente) unos anchos
lavaderos bellos, de piedra, donde los resplandecientes vestidos solían lavar las
esposas y las bellas hijas de los troyanos”.
La medicina griega daba mucha importancia a la higiene y al ejercicio físi-
co. Sócrates, por ejemplo, se ejercitó en la gimnasia “para reducir su vientre,
que sobrepasaba la medida justa” como dice Jenofonte en “El banquete”. Los
niños se bañaban en el mar o en los ríos. Los niños espartanos se bañaban
diariamente en el Eurotas, incluso en invierno. Los gimnasios y palestras es-
taban provistos de fuentes y piscinas (el de Delfos estaba cerca de la fuente
Castalia). Los baños, al principio al aire libre, pronto se cubrieron y se do-
taron de cañerías subterráneas de plomo. Algunos gimnasios contaban con
baños de vapor.
Los baños públicos, además de utilizarse para lavarse, también se frecuen-
taban para charlar, disfrutar del calor y ver a los amigos. A las salas reservadas
a las mujeres sólo acudían las de baja condición. Las demás tenían su bañera
en el gineceo de su casa.
Los griegos se servían también del agua para medir el tiempo.La clepsidra
era un reloj de agua que, mediante el flujo regular de líquido, medía un tiem-
po determinado. Con este aparato medían el tiempo que correspondía hablar
al defensor y al acusador en los juicios orales. Como dato curioso una famosa
cortesana se llamaba Clepsidra porque la duración de las entrevistas con sus
clientes se medía con este aparato.
Sorprende a algunos la costumbre que con frecuencia aparece en los poe-
mas homéricos de que las mujeres preparen el baño y laven al hombre que
llega de un largo viaje incluso tratándose de princesas como en el caso ya
148
mencionado de Nausícaa, poniendo en tela de juicio su pudor femenino y sin
tener en cuenta las acusadas diferencias de mentalidad que nos separan.
Gonzalo Yélamos Redondo

He tratado de dar una visión muy general de los problemas que se les plan-
tearon a griegos y romanos en el aprovechamiento de un bien tan importante
y casi divino como es el agua tanto en el ámbito de la vida pública como de
la privada, desde su nacimiento en manantiales y fuentes hasta su beneficio-
sa utilización en jardines y paisajes, en los baños y termas, en el deporte y el
gimnasio pasando por sus conducciones a través de cañerías y acueductos,
desagües y cloacas.

Bibliografía
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[2] Pilar Fernández y Ana Vázquez: Diccionario del mundo antiguo. Alianza Editorial.
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[10] Burckhardt: Historia de la cultura griega I. 2005.
El Agua en los Ritos

D. José Miguel Campo Rizo


Lcdo. en Geografía e Historia

En todos los procesos de multiplicación o reproducción, tanto animal


como vegetal, es necesaria la presencia del agua como elemento en el que se
realizará la unión de las células reproductoras. El agua será considerada como
un elemento creador y hasta proveedor de vida ya que la vida se inició en el
agua. El desarrollo de los embriones así formados seguirán necesitando de ese
esencial elemento. El ser humano no es menos que cualquier otro ser de la
creación y así, en el vientre de nuestra madre nos formaremos en un medio to-
talmente acuoso hasta que nuestra madre, “rompa aguas”. Es el momento de
nuestra nueva y definitiva vida, hasta cuando nos llegue la edad del “júbilo”,
en que se nos recomendará, muy cariñosamente, que para una mejor existen-
cia tomemos una determinada cantidad de agua. ¡Mucha agua!.
El agua va a estar presente en todos los medios en los que aparezca la vida,
desde los más recónditos espacios desérticos en donde el agua del rocío será
suficiente para la vida de los pequeños seres que en ellos habitan, hasta las frías
latitudes en las que los hielos en contacto con el líquido elemento manten-
drán una fauna lo suficientemente rica como para servir de alimento a millo-
nes de seres, el krill y el famoso plancton marino, y de esta forma comenzar el
ciclo vital del conjunto de los seres vivos.
Según sabemos, hace más de 7.000 años, los sumerios ya construyeron
canales con los que regaban sus cultivos y como el famoso Nabuconodosor
canalizó el agua hasta sus jardines colgantes que se convirtieron en una de las
siete maravillas del mundo antiguo.
Pero, tal vez, no fue hasta la aparición de la escritura, hecho de gran tras-
cendencia para la humanidad por ser necesaria para el control comercial y el
de los impuestos por el crecimiento y transformación de las aldeas en ciudades
lo que hace que los reyes adquieran poder y se creen los imperios y con ellos
las grandes civilizaciones urbanas en torno a grandes ríos con orillas muy fér-
tiles por lo que reciben el nombre de “civilizaciones fluviales”. En el 9.000 a.C
cuando parece ser que se produjo el alumbramiento de las primeras civiliza-
150 ciones en la Mesopotamia recorrida por los ríos Tigres y Eufrates, territorio
que tenía las condiciones precisas para el desarrollo de la agricultura como
José Miguel Campo Rizo

elemento esencial en el cambio del curso de la historia. Fueron esas fértiles lla-
nuras donde la salvaje, errante o nómada sociedad humana se transformó en
la primera sociedad sedentaria y civilizada. Fue la región donde se conoció la
escritura, las matemáticas, la arquitectura, la astronomía, el dinero, las leyes,
la rueda y el riego artificial. Son famosos los nombres de ciudades como Ur o
Nippur, el Código de Hammurabi, los zigurats y episodios míticos como el
Diluvio Universal o la Torre de Babel. Toda esta cultura se puede considerar
como la base de las civilizaciones griega y romana.

En esta localización se sitúa posiblemente el “Jardín del Edén”, en la ac-


tual Iraq. Del mismo modo aparece en las orillas del río Nilo el desarrollo de
Egipto, constituyendo el “creciente fértil”. En las orillas del río Indo la India y
en los ríos Huang-Ho y Yang Tse el comienzo de la China actual.
151

El Agua en los Ritos


Cada una de las grandes civilizaciones fluviales creó un tipo de escritu-
ra: En Mesopotamia eran signos en forma de cuña “escritura cuneiforme”, en
Egipto los jeroglíficos que representaban palabras o sonidos. En India y China
eran los ideogramas, formando palabras a partir de la combinación de hasta
10.000 caracteres. Alrededor del años 1.200 a.C, los fenicios crearon un alfa-
beto de 22 consonantes, que daría lugar al que usamos en la actualidad.
Los campamentos, aldeas, pueblos o ciudades, tenían siempre como ele-
mento fundamental para su instalación y crecimiento, el agua. Los ríos y la-
gos como zonas de avituallamiento, transporte o defensa han sido elementos
insustituibles así como la proximidad a las zonas costeras. Recordemos nues-
tras culturas mediterráneas, como se desarrollaron en las costas que recortan
el Mare Nostrum. Estas civilizaciones fluviales o del agua, hacían de ella un
elemento a proteger hasta con la propia vida en las constantes contiendas bé-
licas.
El hombre en sus investigaciones cosmológicas, en la NASA, lo primero
que intenta descubrir para lanzar la idea de existencia de vida en otro elemen-
to estelar, es la existencia de agua y muy contentos se pusieron cuando en
Marte dijeron haber descubierto hielo, agua sólida.
Por lo tanto, que el agua es fuente de vida, es algo que nadie duda y por
esa razón, no hemos de pensar en ningún momento que el hombre en las dis-
tintas manifestaciones religiosas o mágicas sacralice el agua como elemento
primordial para todos sus ritos. El agua limpia el cuerpo por dentro y por
fuera purificándolo, lo que da al agua ese carácter sagrado y la hace clave en
todo tipo de cultos y ceremonias. Es fácil ver, como en épocas de avenida o de
sequía, se ritualiza cualquier manifestación de petición o súplica para corregir
152 ese exceso o carencia.
J.C. Cooper, nos dice en su Diccionario de símbolos que: “Las aguas son
José Miguel Campo Rizo

fuente de todas las potencialidades de la existencia; el origen y el final de todas las


cosas del universo; lo indiferenciado, lo manifiesto, la forma primera de la materia
cumplen siempre la función de disolver, abolir, purificar, lavar, regenerar; están
asociadas a la humedad, al movimiento circulatorio de la sangre y a la savia de la
vida en oposición a la sequedad. Sumergirse en las aguas es buscar el secreto de la
vida, el misterio último”.
Pues bien, si analizamos muy someramente las religiones más conocidas,
nos encontramos el agua, como elemento central de sus liturgias.
En el Budismo, que nace en el siglo VI a.C. de las enseñanzas de Siddârtha
Guatama, Buda, no existen prácticamente ritos ya que sus seguidores buscan
el despertar espiritual mediante la meditación y la sabiduría, si bien el agua
está presente en las ceremonias funerarias en las que se vierte hasta desbordar,
en un recipiente situado ante los monjes y el cuerpo del difunto.

Los Dai de China que actualmente viven con una tremenda presión social
no visitan prácticamente los templos a excepción de los más ancianos tal vez
preocupados por el más allá. Tienen un festival que se puede traducir como
del “chapoteo del agua” con el que cuentan que un demonio gobernó a los
Dai. Robó siete hijas al rey Dai y las obligó a ser sus esposas. Para liberar a
su gente, una de ellas cortó la cabeza del demonio que estalló en llamas. Para
apagar el fuego, los pobladores lo rociaron de agua de tal forma que hoy esa
agua simboliza el lavado de los errores y de los problemas del pasado.
En la cultura egipcia y mesopotámica el agua es signo de purificación. El
153
rito de purificación se hacía en algunos casos varias veces al día incluso hasta
antes del proceso de momificación. Para ello, en los templos existía el “lago

El Agua en los Ritos


sagrado” una especie de piscina en la que los sacerdotes se introducían para
realizar el proceso de purificación.

IAN BERRY/MAGNUN PHOTOS


Recinto del templo de Amón en el templo de Karnak.

En el Hinduismo, el agua posee poderes de purificación espiritual. Su dios


Brama, en su reencarnación como cerdo, levantó la tierra sobre sus colmillos
desde las aguas y comenzó su trabajo de creación. El lavarse por la mañana
es una obligación y cerca de cada templo existe una fuente en la que incluso
han de bañarse antes de entrar. A menudo, los templos se sitúan cerca de los
ríos sobre todo si en el lugar se unen dos o más. Existen siete ríos sagrados:
el Ganges, el Gadavari, el Kaveris, el Narmadas, el Sarasvatis, el Sindhus y el
Yamuna. Según sus creencias, la persona que se baña en el Ganges o deposi-
tan en la ribera izquierda parte de su cuerpo (pelos, huesos de difuntos, etc),
alcanzarán el Svarga, el paraíso Indra, dios de la tormenta.
154
José Miguel Campo Rizo

Los ritos fúnebres se realizan en las proximidades de los ríos y el hijo del
difunto ha de verter agua en la hoguera funeraria para impedir que el alma se
escape y vuelva a la tierra en forma de fantasma. Cuando el fuego alcanza el
cráneo del difunto, los padres se bañan y vuelven a casa. Tres días después se
reúnen las cenizas que más tarde se arrojaran al río sagrado.

Ritos funerarios a orillas del Ganges.


© Swynk.

El mito del Diluvio existe en algunos de los textos sagrados y en ellos cuen-
tan que Manú, el primer hombre, fue salvado de la catástrofe por un pez (el
dios Brama), que lo condujo a lo más alto de las montañas del Himalaya hasta
la retirada de las aguas.
En el judaísmo, la limpieza ritual con agua permite restaurar o conservar
un estado de pureza, siendo necesario lavarse las manos antes y después de las
comidas. El baño ritual, o Mikveh, era muy importante para las comunidades
judías de otros tiempos, aunque sigue siendo obligatorio para los convertidos.
Los hombres van al Mikveh los viernes y antes de las grandes fiestas. Las mu-
155
jeres, antes del matrimonio, después de los partos y al final de sus períodos
menstruales.

El Agua en los Ritos

La historia del gran Diluvio aparee en el Génesis capítulo 2, en el que se


narra la Creación y cómo se produjo para castigar a la humanidad por su
desobediencia. Dios envía una lluvia torrencial sobre el mundo entero de tal
forma que sólo Noé, su familia y una pareja de cada raza de animales escapan
de este castigo dentro de una gran arca. Con el Diluvio se destruyen todos los
pecados del mundo para que pueda renacer de nuevo libre de toda impureza.
Los antiguos judíos ya practicaban el rito del bautismo entre los grupos
religiosos hebreos del Judá de los Hasmoneos. El grupo de Juan el Bautista ya
lo practicaba.
El Sintoísmo, religión autóctona de Japón se basa en la veneración de los
kamis, innumerables dioses de la naturaleza. El culto comienza con un acto de
purificación con agua. La purificación permite restablecer el orden y el equi-
librio entre la naturaleza, los hombres y los dioses. Las cascadas se consideran
sagradas.

156
José Miguel Campo Rizo

El Zoroastrismo, religión fundada por Zoroastro (Zaratustra), opone el


dios del bien al del mal. En el momento de la creación, el espíritu del mal
atacó la tierra y transformó una parte del agua pura en agua salada. La pureza
y la polución están en el centro de las creencias, que consideran la polución
como el mal y el agua pura como sagrada. Escupir, orinar o lavarse las manos
en un río está prohibido, para así, no quitarle el carácter sagrado al agua. El
mito del gran Diluvio también existe en esta religión.
Dentro de la extensa cultura mejicana precolombina, vemos a su dios
Yetl, el cuervo omnipresente, cómo “…desciende al océano del cielo y la tierra
se levantó”, o cómo el dios Tonacatecutli, “respira y divide las aguas del cielo y
la tierra”.
En el Islán, en el jahiliyya, el “período de ignorancia” que precedió a
la llegada del profeta Mahoma a La Meca, pequeña ciudad de mercaderes
nómadas, importante para el comercio y la adoración a los 360 dioses, uno
para cada día del año. En el templo se encontraba la Kaaba, un cubo que
contenía la Piedra Negra, que se creía caída del cielo, siendo ese punto la
puerta de entrada que comunicaba el cielo con la tierra. Se consideraba
que la Kaaba había sido fundada por Adán y reconstruida por Abraham y
su hijo Ismael.

157

El Agua en los Ritos


Certificado de peregrinación. 1207 Corán escrito con tinta dorada sobre
Museo de Arte Islámico de Estambul. pergamino. Siglo XI. Mezquita de Kairouan.

Mahoma, impuso que los musulmanes debían intentar realizar, al menos


una vez en la vida, un viaje a la Ciudad Sagrada, el hajj. Antes de llegar a su
destino, el peregrino adoptaba el ihram o estado sagrado: repetía la niyya, SE
LAVABA y vestía ropas de los rituales, dos prendas blancas sin costuras. Tras
besar la piedra, los peregrinos emprendían al saay que es un recorrido repetido
siete veces y que reproducía el que hizo Agar, la esposa de Abraham en la tradi-
ción islámica, buscando agua para su hijo Ismael hasta que Dios le habló.

Abluciones en una mezquita de Port-Luis, Mauricio. © UNESCO, J. Foy.


Luego se bebía el agua sagrada del Zamzam, el pozo que apareció a los
pies de Ismael tras las súplicas de Agar y se recitaba la talbiya. Al regresar a
casa, llevando presentes de los lugares santos y agua sagrada del Zamzam, el
peregrino se había ganado el respeto de su familia y de su comunidad.
Para el musulmán, el agua tiene fundamentalmente una función purifica-
dora con tres tipos de abluciones:
158 • Después del acto de amor, antes de la oración del viernes y antes de tocar
el Corán han de realizar el lavado del cuerpo entero.
José Miguel Campo Rizo

• Diariamente, se enjuagan la cabeza, se lavan manos y antebrazos y los pies


antes de las cinco oraciones diarias. Por esta razón en todas las mezquitas
han de tener puntos de agua.
• En el caso de faltar el agua, en los desiertos, los ritos se realizan con arena.

Pero esto no es todo ya que en muchos versículos del Corán se dicta una
conducta a tener en cuenta para la utilización del agua pues se la conside-
ra como un elemento importantísimo en la vida. En algunos versículos, se
dice:
• El agua como fuente de vida: “…y nosotros hemos asignado de agua a todo
ser viviente”, “Por medio del agua damos vida a todas las cosas”, “Esa agua
que Allah hace caer del cielo y con aquella el dá vida a la tierra muerta no
hace mucho”.
• El agua como purificadora: “…y Él hizo descender el agua del cielo para
purificarlos” y prohíbe defecar en los cursos de agua.
• El agua como bien de reparto para la ciudadanía: “Anúnciales que el agua
de sus cisternas debe ser repartida entre ellos”, “…las gentes se han asociado en
tres cosas: el agua, el forraje y el fuego”. “…el gozo implica responsabilidad”,
por ello todo musulmán ha de ser responsable del buen uso de este ele-
mento.
• Ante la privacidad del agua, el Islán reconoce dos derechos:
–– El derecho de chafá es el de la sed, que autoriza a todo individuo de cual-
quier credo a tener acceso al agua de cualquier pozo o curso para saciar
su sed y la de sus animales. El Corán dice: “…e informales que el agua
está para repartirla entre ellos; cada uno a su turno a beber”. Los ritos ha-
nafites y chaféites enseñan que la venta del agua es ilegal. Sólo se puede
vender la contenida en vasijas.
–– El derecho de chirb para la utilización del agua para regar las tierras exis-
tiendo el derecho de solidaridad con el vecino.
En el cristianismo, las aguas conservan invariablemente su función: des-
integran, anulan las formas, lavan los pecados y son a la vez purificadoras y
regeneradoras.
Si analizamos La Biblia, como uno de los libros del cristianismo, nos en-
contraremos con diferentes pasajes tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento en los que el agua aparece como elemento fundamental.
En el Antiguo Testamento, en el Éxodo 2:1-3, se nos narra como Moisés es 159
salvado de las aguas del río Nilo; en el 7:20 y en el 9:22-23 se nos enumeran

El Agua en los Ritos


las plagas de Egipto en las que igualmente aparece el agua como río y como
lluvia y granizo; en el 14:21-22 al 27-28 se nos relata la huida de Egipto por
el pueblo judío y cómo Moisés separa las aguas del mar Rojo. En el Libro 5
de los Salmos capítulo 107, 8-9, especifica la búsqueda de Dios dentro del
elemento agua, como dadora de vida diciendo “…¡Den gracias al señor por su
amor, por lo que hace a favor de los hombres! Pues el apaga la sed del sediento y da
abundante comida al hambriento…”.
En el Nuevo Testamento, en los cuatro Evangelios, al hablarnos de la vida
de Jesús, el agua es citada en numerosas ocasiones y por diferentes motivos.

En el Evangelio de San Marcos, en el cap. 14, v -13, para celebrar la co-


mida de Pascua, Jesús recomienda el domicilio de una persona que se encon-
trarán y que portará un cántaro con agua en la cabeza. En esa comida será
instaurada la Eucaristía; en el 1:16-20 se eligen los primeros Apóstoles en las
aguas del mar de Galilea.
En el Evangelio de San Mateo, en el cap 8, v-24-27 Jesús calma las aguas
del lago donde pescaban Pedro y otros discípulos; en el 27:24, Pilatos toma
agua y se lava las manos declarando su inocencia ante la muerte en cruz que
le es exigida.
En el Evangelio de San Lucas, se nos habla de los primeros años de la vida
de Jesús en el cap. 2 v-51, en lugares en los que posteriormente se han edi-
ficado iglesias como la de San Gabriel en Nazaret donde estaría el pozo del
160
que sacaría diariamente el agua para el uso doméstico. En el cap.5, v-1-11,
se cita el lago de Genesaret como el lugar en donde se eligieron los primero
José Miguel Campo Rizo

discípulos.
El Evangelio de San Juan, es el que da más detalles de la vida de Jesús y de
su apostolado. En el cap. 1, v:25-28, aparece Juan, posteriormente denomina-
do El Bautista, bautizando en las orillas del río Jordán, río con un amplio valle
ya que para recorrer los 109 kilómetros que separan en línea recta el mar de
Galilea del mar Muerto, recorre 320 recibiendo 12 afluentes. Posteriormente
en el cap. 3: 22-36, Juan bautiza a Jesús en Ainón junto a Salim, es el momen-
to de la instauración del Sacramento del Bautismo, con el que se admite al
nuevo cristiano en la Iglesia. A la persona bautizada, se le sumerge completa
o parcialmente en el agua, o solamente se le rocía la cabeza con algunas gotas
de agua bendecida. En esta ceremonia, el agua representa la purificación con
el rechazo del pecado original.
Hemos de recordar que algunos investigadores piensan, que Juan el
Bautista, fue el maestro de Jesús y como tal pudo enseñarle los pensamientos
de los esenios de Qumrán, entre ellos, la práctica del bautismo que en su caso
era una práctica con inmersiones diarias, mientras que el bautismo de Juan
era un acto único y no era realizado por uno mismo sino que era otra persona
quien le bautizaba, además, era un signo de que Dios le había perdonado con
el arrepentimiento y el propósito de la enmienda.
Pero hay más citas en este Evangelio: En el cap.2, 1-11, se nos narra el
episodio de las bodas de Caná de Galilea en donde realiza su primer milagro
según el Evangelista convirtiendo el agua en vino; en el cap. 5:2-4 nos apare-
cen las aguas de la piscina de Betesda en la Puerta de las Ovejas de Jerusalén
donde un ángel mueve sus aguas curativas; La piscina de Siloé, es otro lugar
donde se realiza la curación de un ciego; en el cap. 4:14 se nos narra la parada
que para beber agua realiza Jesús en Sicar, en un pozo común de Tulkerem en
Samaria región de Hebrón, donde junto al pozo que Jacob dio a su hijo José,
la samaritana le da de beber agua y Él le da agua de la “fuente de vida eterna”.
El agua es un símbolo de vida sobrenatural. Promesa establecida igualmen-
te en cap. 7:37-38. En el cap.18:28 se dice que cuando llevaron a Jesús ante
Pilatos, los jefes judíos “no entraron en el pretorio para no contaminarse y poder
así comer la Pascua”, presentando de esta forma, un ritual muy distinto al es-
tablecido por los judíos tradicionales ya que comenzaba por el lavado de los
pies de los discípulos. Finaliza la narración de la vida de Jesús con la sangre y
el agua que mana de su costado en la cruz, según el 19:34. 161
En el Nuevo Testamento, el “agua viva” o el “agua de vida” representa el

El Agua en los Ritos


Espíritu de Dios y por tanto la vida eterna.

Baptisterio de San Callisto en Cividale del Friul.

Como continuación de estos efectos milagrosos del agua, basta recordar la


gruta donde se venera la Virgen de Lourdes o el pozo de la casa de San Isidro
y la fuente de la ermita del Santo Isidro en Madrid y tantos y tantos lugares de
la cristiandad en donde el agua siempre está presente.
Como hemos visto, el agua, no sólo es un elemento necesario para la vida
natural pues la constitución de los seres vivos tiene un alto contenido en agua,
sino también para la vida espiritual, en cualquiera de los ritos existentes.
Bibliografía
[1] Año Internacional del Agua dulce 2003. UNESCO.
[2] Cooper, J.C: Diccionario de símbolos, G. Gilli, México, 2000. pp.11.
[3] HISTORIA, Nacional Geographic. Nº 59.
[4] Lewis Spence. Introducción a la Mitología. E. Arellano, Plaza y Valdes, Méjico 2003.
[5] Tosaus Abadía, J.P: Revista aragonesa de Teología. V. 13 nº 26. El agua en la Biblia,
162 pp. 7-18 y El agua en el cristianismo, pp. 37-48.
[6] Straubinger, Juan. Sagrada Biblia. La prensa católica. México 1968.
José Miguel Campo Rizo
Los Mensajes del Agua

Prof. EUR ING. Francisco Sanabria Celis


Presidente de Honor de ASPUR

Vida y Cultura

El agua es sobre todo VIDA


Sabemos que como seres vivos que somos, aproximadamente el 60 por
ciento de nuestro cuerpo es agua; que sin ese agua no vivimos, que la vida
sin agua no es posible. El agua es pues, vital para el bienestar del organismo.
Al pasar por los ríñones diluye toxinas y permite que se produzca suficiente
orina para mantener en correcto equilibrio químico al cuerpo. El agua es el
medio en el que se realizan todos los procesos químicos del metabolismo.
Se almacena en los músculos, en la sangre y en la piel hasta constituir esos 2/3
del peso corporal del adulto.
El agua está presente en todo alimento, necesitando diariamente el cuer-
po, como mínimo, 1,5 litros. Esto es especialmente importante si tenemos
en cuenta que la mayoría de las vitaminas, que son sustancias orgánicas o de
carbono, vitales para la salud, y que, en general el organismo no puede produ-
cir- por lo que deben obtenerse de los alimentos- son hidrosoluhles. El agua
de los mares y océanos.
Denominamos océanos a grandes extensiones de agua profundas y abiertas,
mientras que los mares son menos profundos y están rodeados en parte por
tierra. Ambos contienen agua salada. Los cinco océanos (Atlántico, Pacífico,
Indico, Ártico y Antartico) son el 97 por ciento del agua de la Tierra y su-
ponen más del 70 por ciento de su superficie.
El océano Pacífico es el mayor de ellos; su volumen dobla al del Atlántico,
cubriendo alrededor de un tercio de la superficie terrestre y conteniendo
más de la mitad del agua del planeta.

El agua de los ríos


Los ríos constituyen el elemento vital del ciclo del agua de la Tierra, al
164 devolver al mar el agua procedente de la lluvia o de la nieve, además de irrigar
la tierra y de crear un rico habitat para la fauna. A pesar de encontrarse por
Francisco Sanabria Celis

toda la superficie terrestre y de la gran longitud de algunos de ellos, como


es el caso del Nilo ( más de 6.700 km ), del Amazonas ( 6.400 km ) o del
Mississippi ( 6.000 km ), etc.,- los ríos solo contienen un 0,0001 % del agua
total de la Tierra. El agua de los lagos.
El lago es una gran masa de agua, generalmente dulce y rodeada totalmente
por tierra. Mares como el Mar Muerto o el de Galilea, son en realidad lagos.
Abundan mucho más en latitudes más altas, donde por el frío la evaporación
es menor.
Las cuencas lacustres se forman por diversos procesos: fuerzas tectónicas,
diversos desprendimientos, glaciares, erupciones volcánicas etc., alimentán-
dose de lluvia, aguanieve y agua subterránea procedente de manantiales, arro-
yos y ríos. No todos son permanentes, pueden evaporarse o llenarse de sedi-
mentos y pueden crecer o decrecer en algunos casos, en función del clima.

El agua es CULTURA
Las ciudades significan civilización.
La historia del mundo nos dice que desde sus albores la civilización va uni-
da al surgimiento o creación de ciudades, ciudades que empezaron a tener
vida cuando la agricultura, en la que el agua es protagonista principal, es ya
suficiente para alimentar a gobernantes, mercaderes, artesanos y sacerdotes así
como al resto de las distintas poblaciones existentes. Tenemos ciudades ya, a
partir de los 3.000 años a.C. cuando a orillas del Tigris y el Eufrates se crean
junto a esos grandes ríos o mejor - entre ellos- ( Mesopotamia ), aquellas
ciudades-estado independientes que más tarde forman parte de imperios.
Al mismo tiempo Egipto iba creciendo, a orillas del Nilo, aumentando su
poder, mientras que en el Mediterráneo oriental el comercio, las actividades
humanas en general, iban a convertirse en la forja de imperios.
Y así, los fenicios, dominando el Mediterráneo durante milenios, comer-
ciando desde sus ciudades como Biblos, Tiro, Sidón y Beirut fundan colonias
como Cartago en el norte de África.
Los asirios controlan, después de ser dominados por Babilonia, la mayor
parte del territorio comprendido entre Egipto y el golfo Pérsico, hasta que
Asurbanipal conquista Egipto y crea el mayor imperio conocido hasta enton-
ces que después es destruido por los medos y los caldeos en el 612 a.C.
165
Fueron los persas después, con Ciro el Grande, los que conquistan

Los Mensajes del Agua


Babilonia y crean el imperio Aqueménida, que comprende desde Egipto hasta
Afganistán hasta la derrota de Darío el Grande por los griegos en Maratón,
siendo finalmente Alejandro el Magno quien conquista en el 330 a.C. el im-
perio persa.
No obstante, podríamos decir, que la primera civilización auténti-
ca del mundo la establecen los sumerios. Sus ciudades-estado, tales como
Ur y Uruk, florecieron en el sur de Mesopotamia (en la actualidad Irak) ya
en el 5000 a.C, hasta que Sargón avasallando todas las ciudades del sur de
Mesopotamia funda el Imperio Sumerio, conquistado posteriormente por los
babilonios y los asirios.
Por otro lado, la civilización egipcia floreció junto al Nilo durante 3000
años. La sociedad egipcia, imperturbable en el tiempo, era absolutamente pi-
ramidal: el faraón en la cúspide y una masa de agricultores y campesinos en la
base. Sin duda, la invención de la escritura, permitió que la sociedad estuviera
extraordinariamente organizada.
Una vez más, el agua iba a ser protagonista de la cultura y de la ci-
vilización. Grecia se convierte en la fuerza dominante del Mediterráneo
durante 400 años, antes que Alejandro Magno creara uno de los mayores y
breves imperios de la antigüedad llevando la cultura helenística a Egipto y a
Asia, extendiéndose la civilización griega en el imperio persa por el mar
Egeo hasta Jonia.
Roma floreció durante 800 años. Desarrolló una sociedad muy compleja
y avanzada técnicamente, siendo el agua protagonista principal en todo su
desarrollo. Los ingenieros romanos no fueron superados en 1.000 años; am-
pliando las ideas griegas, desarrollaron el arco y la cúpula e idearon una red de
caminos por el imperio amén de una red de comunicaciones excelentes, puer-
tos, caminos y acueductos que aseguraban el transporte y la logística. Segovia
y el Pont du Gard en Francia son dos muestras, entre las mejor conservadas,
de la solución de sus problemas hidrológicos mediante acueductos.
Otros silos y depósitos para la recuperación del agua de lluvia, pueden
aún verse en tierras sorianas próximas a Burgo de Osma, construcciones que
nos hacen reflexionar hoy, sobre lo que, aún después de 2.000 años, nos queda
por aprender de aquella civilización.
Así la Pax Romana, como se denomina a los largos períodos de relativa
paz y estabilidad en el Imperio, como sucesor de la república y durante 400
años, hicieron posible el desarrollo de una cultura propia a la que el cris-
166
tianismo dio forma, constituyendo más tarde el legado del imperio romano
a la cultura europea a través de la Iglesia de Occidente que iba asumiendo un
Francisco Sanabria Celis

papel político y cultural, amén del espiritual, a medida que iba declinando el
poderío romano, constituyendo la única influencia unificadora y civilizadora
de Europa, prestigio y poderío que se incrementó con su asociación con el
Sacro Imperio Romano de Carlomagno quien fue coronado Emperador de
Occidente por el Papa en el 800.

Desarrollo Humano
El progreso humano ha dependido siempre a lo largo de la historia del
acceso a un agua limpia y de la capacidad de las distintas sociedades para
aprovechar el agua como recurso productivo.
Para el desarrollo humano es imprescindible:
• el agua para la vida en el hogar
• el agua para los medios de producción y sustento

El acceso al agua para la vida es una necesidad humana básica así


como un derecho humano fundamental.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en
la cuestión del agua, el mundo se enfrenta a una crisis que puede impedir el
desarrollo humano; crisis, que de no hacerle frente, los objetivos para el desa-
rrollo del milenio pueden desviarse del ansiado y buscado progreso hacia esos
objetivos.
Las causas de la crisis del agua radican en la pobreza, la desigualdad y
en las relaciones desiguales de poder así como en las erróneas políticas de
gestión del agua que, sin duda, contribuyen a agravar su escasez.
Una muestra de ello, la tenemos en España, en la derogación u olvido
permanente de la necesidad de un Plan Hidrológico Nacional, un acuerdo o
pacto de Estado que, entre otras cosas, evite que las Autonomías luchen po-
líticamente entre ellas por unos trasvases, mientras el gran caudal del Ebro se
pierde en el Mediterráneo viendo Aragón, año tras año, cómo esto ocurre
por no poder embalsarlo, mientras se piensa en el empleo de transportes ma-
rítimos (¡!) de agua, desde Marsella al Levante español para irrigar sus campos
sedientos del líquido elemento indispensable para sostener su agricultura.
Pero es que además el acceso al agua para la vida es una necesidad hu-
167
mana básica y un derecho humano fundamental, lo que no obsta para que
más de 1.000 millones de personas se vean sin derecho a un agua limpia y

Los Mensajes del Agua


2.600 millones carezcan de un saneamiento adecuado con lo que cada año
mueren 1,8 millones de niños de diarrea y otras enfermedades causadas
por el agua sucia y por un saneamiento a todas luces insuficiente.
La mala salud junto con los déficits de agua y saneamiento afecta a la
productividad y al crecimiento económico, pero a pesar de ello son pocos los
países que tomen la cuestión del agua y del saneamiento como una prioridad
política, lo que se deduce fácilmente de las escasas asignaciones presupuestaria
anuales, quizás porque la población pobre y en especial las mujeres pobres,
de forma particular, no tienen la voz política precisa para hacer valer las rei-
vindicaciones sobre el agua. A principios de este siglo XXI disponemos de
la tecnología y las capacidades para hacer que ambas crisis, la del agua y
del saneamiento pasen a ser historia como lo fueron hace un siglo aproxi-
madamente para los actuales países ricos. Sin embargo, es necesario un plan
concertado, para que los distintos planes nacionales debidamente finan-
ciados y respaldados por un plan de acción mundial impulsen la voluntad
política y movilice los recursos.
La crisis global del agua relega a grandes segmentos de la humanidad a vivir
en la pobreza, la vulnerabilidad y la inseguridad.
En cuanto al agua para los medios de producción y de sustento el proble-
ma es distinto; aunque el mundo no está quedándose sin agua, unos 1.400
millones de personas viven en cuenca fluviales en las que el uso del agua su-
pera las tasas de recarga, los ríos están secándose, los niveles de la capa freática
están disminuyendo y los ecosistemas dependientes del agua están sufriendo
una rápida degradación, con lo que estamos acabando con uno de los recur-
sos naturales más valiosos.
Sin olvidar el cambio climático y las consecuencias del calentamiento
mundial, que no son amenazas futuras sino actuales y que sin duda, afectan al
desarrollo humano, hemos de dejar claro que en los años venideros se inten-
sificará la competencia por el agua. Tanto el crecimiento demográfico como
la urbanización o el desarrollo industrial y las necesidades de la agricultu-
ra, están extremando la demanda de un recurso que es finito. Está claro
que tratándose de un recurso especialmente fugaz que atraviesa las fronteras
en forma de ríos, lagos y acuíferos resulta un potencial para crear tensiones
transfronterizas, sobre todo en las regiones con escasez de agua. Darfur
y la necesidad de la misión europea de ayuda humanitaria al Chad son
168 muestras de ello.
Sobre las reservas de agua en el Planeta, leemos una interesante informa-
Francisco Sanabria Celis

ción titulada:
“El oro azul ya tiene su mapa del tesoro” que dice así:
“El 96 por ciento del agua dulce es subterránea y, además, de un valor
en alza, un recurso estratégico. ¿Habrá guerras por ella?.
La desertización llama a las puertas de muchos países y la contaminación
global no se detiene. En el futuro, la prosperidad de un territorio se me-
dirá en metros cúbicos de agua dulce, cuyas reservas son ya un recurso es-
tratégico para cualquier nación. Y eso que sólo el cuatro por ciento del agua
dulce del planeta está en la superficie; el resto, en inmensos acuíferos subte-
rráneos:  273 según la UNESCO, que acaba de publicar un mapa del tesoro,
un auténtico plano de las reservas planetarias del “oro azul” y que forma parte
del programa Isarm, un estudio sobre la gestión futura de los depósitos de
agua subterránea, a menudo compartidos por varios países y, así, potenciales
fuentes de conflicto internacional: cualquier actuación de una nación afecta-
ría a las reservas de los demás. El desierto del Sahara se extiende sobre un
mar de agua dulce, el nubian Sandstone, compartido con Sudán, el Chad,
Libia y Egipto, y el gigante Acuífero Guaraní, en Sudamérica, ocupa una
superficie mayor que la de España, Portugal y Francia. Resulta vital por
ello explotar de manera racional esas reservas y evitar así futuras “guerras
del agua” a escala global”. ABC SEMANAL 7/X1I/2008.

Paz y Energía
¿Habrá en algún sitio una sensación mayor de paz que frente a la orilla de
cualquier curso de agua, río, lago, mar u océano, cuando el agua mansa nos
muestra su placidez normal, sea de día o especialmente de noche, cuando a la
luz de la luna riela mostrándonos su brillo con luz trémula?. Creemos sincera-
mente que no hay mejor visión de paz.
Por otro lado, ¿Qué puede haber como sonidos que nos inspiren mayor de-
leite en la búsqueda de una sosegada paz de espíritu, que los del rumor cantarín
del agua de las fuentes vivas en los patios del palacio de la Alhambra de Granada
o en el Generalife?. Su mensaje imperturbable que nos llega a través de los siglos,
es algo que debemos a la civilización árabe que tan bien supo manejar las técni-
cas hidráulicas y que tanta cultura y sensibilidad nos dejó en su ejemplar que-
hacer por aprovechar el uso del agua. Creemos por tanto, que estos espectáculos
que colman nuestros sentidos, son la mejor expresión de esa paz maravillosa 169
que constantemente anhelamos para toda la humanidad; paz que buscamos sin

Los Mensajes del Agua


descanso y muy especialmente ahora, cuando estos últimos años,- del primer
decenio del presente milenio - vivimos una existencia tan trágica como lamen-
table en tantos puntos de nuestro Planeta. Y esto además, cuando las Naciones
Unidas han dedicado ese tiempo a “desarrollar una cultura de paz”. (¿?)

Energía
Pero el agua sabe mostrarnos también, cuando se embravece y no es dome-
ñada por el hombre, su energía brutal capaz de arrasar en instantes lo que el
hombre ha creado con mimo durante generaciones para su propio bienestar.
Por el contrario, aquella placidez y mansedumbre del curso fluvial tran-
quilo, inteligentemente manejado, se convierte en una maravillosa fuente
de energía limpia imprescindible para la vida humana.
A este respecto, traemos aquí a colación, lo que la ingeniería en su servicio
a la humanidad ha sido capaz de realizar en la búsqueda de ese anhelado bien-
estar de los pueblos, cuando éstos, frente a egoísmos locales aldeanos han crea-
do, estando el agua presente, fantásticas fuentes de energía que comparten esos
pueblos; energía, sin la que no es posible conseguir hoy productividad industrial
alguna pues, todos sabemos, que sin una energía abundante y barata, no hay
producción competitiva posible, ya que el factor energía, este factor, está omni-
presente en toda la industria como factor de coste incidiendo por tanto en el va-
lor final del producto, de cualquiera y de todos los productos manufacturados.
Ejemplo vivo de lo anterior, es el aprovechamiento hidráulico del Duero
y sus afluentes realizado por Iberdrola hace ya unas décadas y que ahora va a
continuarse en el megaproyecto hidráulico de 1.700 millones de euros, a rea-
lizar construyendo el complejo hidroeléctrico del Alto Támega en el norte de
Portugal, no lejos de Oporto, iniciativa que generará 3.500 puestos de trabajo
directos y 10.000 indirectos y que gracias a los 1.200 megawatios de potencia
a instalar se convertirá en uno de los proyectos hidráulicos más importantes
de Europa en el último cuarto de siglo. Su construcción comenzará en el 2012
y se espera su entrada en funcionamiento en el 2018.
Un ejemplo anterior y mayor de la energía cinética del agua, es el del
aprovechamiento de la cuenca del Duero sobre los ríos Tera, Esla, Camón,
Duero, Pisuerga, Tormes y otros pequeños cauces, donde existen actualmen-
te construidos veintisiete aprovechamientos hidráulicos que cuentan con
una potencia total de 2.584.959 kW.
170
Iberdrola, la primera empresa eléctrica privada de España está a la
Francisco Sanabria Celis

vanguardia de la generación hidráulica europea. Atiende en la actualidad


un mercado de casi 17 millones de personas y se extiende sobre casi el 40 por
ciento de la superficie de nuestra nación, disponiendo así de aproximadamen-
te el 10 por ciento de la potencia de origen hidráulico de la Unión Europea.
Iberdrola contaba ya con una potencia instalada en el año 2000 de más
de 18 GW o lo que es lo mismo, de 18 mil millones de vatios equivalente
al 37 por ciento de la potencia total instalada en la península, siendo de
generación hidráulica la mitad de ella o sea más de 9 GW.
Refiriéndonos exclusivamente a Aldeadávila, diremos que en 1998, las
dos centrales hidroeléctricas de esa red aportaron en ese año 3.428 GWh de
energía eléctrica.
Aún bajo la enorme impresión que nos produjo la fastuosa obra de inge-
niería que supone la Central de Aldeadávila, sin duda orgullo nacional, y el
dinamismo y trabajo febril necesariamente desarrollado durante el medio siglo
que duró su construcción, difícilmente puede entenderse la actual serenidad
del embalse de Aldeadávila, no sólo por la quietud escultórica de la presa sino
por la belleza natural del entorno pleno de tolmos y berruecos de granito inser-
tos en el paisaje que a Unamuno, descubridor literario de Los Arribes, le pare-
cían también esculturas. ¡Magnífica simbiosis de Paz y Energía! (figura 2).
Por su interés, y para dar una visión general de esta maravilla técnica, nos refe-
riremos a lo que pudimos aprender en una recomendable visita a Aldeadávila II.
Se accede por una galería excavada en la roca y a través de un portón que es una
auténtica obra de arte (figura 3), ante el que se detiene el vehículo, para continuar
a pie hasta el interior de la central- punto 6 de la figura 5 y 3 de la figura 6 que
muestra el perfil-sección de Aldedávila donde aparecen los dos grupos de turbina-
bomba así como los cuadros de control de la Central figuras 9 - 10 y 11.
La primera impresión recibida es la de estar visitando el blocao de “Los
cañones de Navarone” en la que sólo faltaba el mar, tal es su semejanza con el
paisaje y el entorno de esta maravilla, si bien tampoco le va a la zaga la belleza
del tajo por el que discurre el Duero español o Douro portugués que no des-
merece en nada el entorno del famoso bastión guerrero de la conocida película
de David Niven.
De hecho este tajo separa de forma natural nuestros dos países hermanos que,
como tales decidieron un buen día utilizar sus riberas de forma productiva para
sus gentes de paz, aprovechándolas para incrementar su progreso y desarrollo.
171
Tratando de situarnos gráficamente en nuestra visita, diremos que estuvimos

Los Mensajes del Agua


en el punto 6 Central, del gráfico 5, donde contemplamos los dos generadores
verticales, grupos reversibles de 210 MW cada uno, con una tensión de genera-
ción de 15.000 voltios, que funcionan a 220 r.p.m.( figura 4 puntos 6, 7 y 8 ).
Observando la figura que muestra la presa, el embalse y el aspecto exterior
de aquel macizo rocoso, (figura 2) puede intuirse la profundidad a la que se
encuentra la Central excavada en la roca y de la que solo emergen los cables
que transportan la energía a través de un pozo de salida de esos cables; pozo
que está excavado a más de 400 metros de profundidad y que tiene cinco me-
tros de diámetro.
La energía producida, a 15 000 voltios, se transforma a 400.000 voltios en
la caverna de transformadores, conduciéndose hasta el parque de alta tensión,
punto 13 de la figura 8 situado en cota 670.
La caverna de la Central (figura 9) tiene 84 metros de largo, 21 metros de
ancho y una altura máxima de 53 metros y está organizada en tres plantas:
alternadores - la que se visita- servicios y turbinas siendo sus cotas respectivas
sobre el nivel del mar de 171,5 metros, 161,05 y 158 metros como muestra
la figura 8. Las figuras 10 y 11 muestran dos secciones distintas de la Central
donde se aprecian las dimensiones citadas sobre el nivel del mar.
Sin embargo, y aunque todo resulta espectacular, probablemente bajo un
punto de vista industrial lo más espectacular de todo, sean los dos grupos gene-
radores. Su rotores pesan 440 toneladas cada uno, lo que unido al conjunto de
los elementos rodantes de cada máquina superan las 576 toneladas. Todo ello
para producir, cada uno 210.000 kW de potencia, por lo que sólo la Central
podría suministrar energía eléctrica a una ciudad de aproximadamente 85.000
hogares perfectamente electrificados. Tal es el valor energético del agua en este
rincón de la geografía peninsular, que pacíficamente crea vida y cultura amén
de contribuir a desarrollar la humanidad de dos países hermanos que convi-
ven en una paz creativa desde hace muchos años y que como queda dicho pre-
tenden continuar esta maravillosa obra comenzada más de medio siglo antes.
Ilustraciones

172
Francisco Sanabria Celis

Figura 1. Vista parcial de la cuenca del Duero sobre los ríos Tera, Esla, Carrión, Tormes y
otros pequeños cauces donde existen actualmente veintisiete aprovechamientos que cuen-
tan con una potencia de 2.584.959 kW.

Figura 2. Aldeadávila y su entorno natural.


173

Los Mensajes del Agua


Figura 3. Artístico acceso a la Central de Aldeadávila.

Figura 4. Embalse y presa.


174
Francisco Sanabria Celis

Figura 5. Detalle de la Central.

Figura 6. Perfil-sección de Aldeadávila.


175

Los Mensajes del Agua


Figura 7. La capacidad de bombeo de cada grupo de 127 metros cúbicos por segundo.

Figura 8. Por su gran potencia 210.000 kW, lo más espectacular son sin duda los dos gru-
pos generadores de la Central de Aldeadávila. El rotor pesa 440 toneladas y el conjunto de
los elementos rodantes de cada máquina 576 toneladas.
176
Francisco Sanabria Celis

Figura 9. Sección vertical de la Central.


177

Los Mensajes del Agua


Figura 10. Sección longitudinal de la Central mostrando en sección, los dos generadores
verticales, grupos reversibles de 210 MW cada uno. GI y G II.

Figura 11. Nave de alternadores visitada en la que pueden apreciarse la parte superior de
los dos alternadores de 210 MW instalados.
El Agua como elemento Poético

Dª. Alicia Rozas Viñé


Catedrática de Lengua y Literatura

Recital de Poesía
El agua, elemento fundamental en nuestra vida y con presencia continua
en el devenir humano, ha sido y es, también, un elemento vivo y siempre
presente en nuestra poesía. En todos los tiempos, en todos los movimientos
literarios, en todas las épocas la voz iluminada de los poetas ha recurrido al
AGUA: como elemento vivificador, como imagen, como figura del propio
caminar, como recuerdo y añoranza de otra época, de otras personas, de otros
lugares, de otros momentos y sensaciones vividas…
Por eso yo, hoy, quiero unirme a este homenaje que en estas jornadas esta-
mos haciendo al agua como algo imprescindible en nuestro vivir y apropiarme
un rato de esa voz de los poetas para cantar con ellos y para todos ustedes el
milagro del AGUA.
Selección de Poemas

Martín Codax
Ondas do mar de Vigo
180
Ondas do mar de Vigo,
se vistes meu amigo?
Alicia Rozas Viñé

E ai Deus!, se verrá cedo?


Ondas do mar levado,
se vistes meu amado?
E ai Deus!, se verrá cedo?
Se vistes meu amigo,
o por que eu sospiro?
E ai Deus!, se verrá cedo?
Se vistes meu amado,
por que ei gran coidado?
E ai Deus!, se verrá cedo?
Jorge Manrique
Coplas
181
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar

El Agua como elemento poético


lo que espera,
más que duró lo que vio,
porque todo ha de passar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
Recuerde el alma dormida, allí los ríos caudales,
avive el seso y despierte, allí los otros, medianos
contemplando y más chicos,
cómo se passa la vida, allegados son iguales
cómo se viene la muerte los que viven por sus manos
tan callando; y los ricos.
cuán presto se va el plazer, Dexo las invocaciones
cómo después, de acordado, de los famosos poetas
da dolor; y oradores;
cómo, a nuestro parescer, no curo de sus ficciones,
cualquiera tiempo passado que traen yerbas secretas
fue mejor. sus sabores.
Y pues vemos lo presente A Aquél solo me encomiendo,
cómo en un punto s’es ido Aquél solo invoco yo,
y acabado, de verdad,
si juzgamos sabiamente, que en este mundo viviendo
daremos lo no venido el mundo no conosció
por passado. su deidad
El Romancero
Fonte frida
182
Fonte frida, fonte frida
Alicia Rozas Viñé

fonte frida y con amor,


do todas las avecicas
van tomar consolación,
sino es la tortolica, 5
que está viuda y con dolor.
Por ahí fuera a pasar
el traidor del ruiseñor;
las palabras que le dice
llenas son de traición: 10
«Si tú quisieses, señora,
yo sería tu servidor.»
«Vete de ahí, enemigo,
malo, falso, engañador,
que ni poso en ramo verde 15
ni en ramo que tenga flor,
que si el agua hallo clara
turbia la bebiera yo;
que no quiero haber marido
porque hijos no haya, no; 20
no quiero placer con ellos
ni menos consolación.
¡Déjame triste, enemigo,
malo, falso, mal traidor;
que no quiero ser tu amiga 25
ni casar contigo, no!»
El Romancero
El infante Arnaldos

¡Quién hubiera tal ventura que la mar ponía en calma,


sobre las aguas del mar los vientos hace amainar;
como hubo el infante Arnaldos los peces que andan al hondo,
la mañana de San Juan! arriba los hace andar; 183
Andando a buscar la caza las aves que van volando, al mástil

El Agua como elemento poético


para su falcón cebar, vienen posar.
vio venir una galera Allí habló el infante Arnaldos,
que a tierra quiere llegar; bien oiréis lo que dirá:
las velas trae de sedas, — Por tu vida, el marinero,
la jarcia de oro torzal, dígasme ora ese cantar.
áncoras tiene de plata, Respondióle el marinero,
tablas de fino coral. tal respuesta le fue a dar:
Marinero que la guía, — Yo no digo mi canción
diciendo viene un cantar, sino a quien conmigo va.

Garcilaso de la Vega
Con mi llorar las piedras enternecen…

Con mi llorar las piedras enternecen


su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan;
las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen
y mi morir cantando me adivinan;
las fieras que reclinan
su cuerpo fatigado
dejan el sosegado
sueño por escuchar mi llanto triste:
tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aun siquiera no volviendo
a los que tú hiciste
salir, sin duelo, lágrimas corriendo.
Garcilaso de la Vega
Egloga I. Versos 239 – 295

184 Nemoroso:
Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
Alicia Rozas Viñé

verde prado, de fresca sombra lleno,


aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.
Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
estuve ya contento y descansado.
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado.
¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada,
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,
pues no la ha quebrantado tu partida.
¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi ánima doquier que ellos se volvían?
¿Dó está la blanca mano delicada,
llena de vencimientos y despojos
que de mí mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que vían
con gran desprecio al oro,
como a menor tesoro,
¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho?
¿Dó la columna que el dorado techo
con presunción graciosa sostenía? 185
Aquesto todo agora ya se encierra,

El Agua como elemento poético


por desventura mía,
en la fría, desierta y dura tierra.
¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
El cielo en mis dolores
cargó la mano tanto,
que a sempiterno llanto
y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme atado
a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.
Después que nos dejaste, nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude:
la mala hierba al trigo ahoga, y nace
en lugar suyo la infelice avena;
la tierra, que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en sólo vellas mil enojos,
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable;
yo hago con mis ojos.
crecer, llorando, el fruto miserable.
San Juan de la Cruz
Cántico espiritual
Canciones entre el alma y el esposo

Esposa: Y todos cantos vagan,


¿Adónde te escondiste, de ti me van mil gracias refiriendo.
amado, y me dejaste con gemido? Y todos más me llagan,
186 Como el ciervo huiste, y déjame muriendo
habiéndome herido; un no sé qué que quedan balbuciendo.
Alicia Rozas Viñé

salí tras ti, clamando, y eras ido.


Mas ¿cómo perseveras,
Pastores, los que fuerdes oh vida, no viviendo donde vives,
allá, por las majadas, al otero, y haciendo, porque mueras,
si por ventura vierdes las flechas que recibes,
aquél que yo más quiero, de lo que del amado en ti concibes?
decidle que adolezco, peno y muero.
¿Por qué, pues has llagado
Buscando mis amores, aqueste corazón, no le sanaste?
iré por esos montes y riberas; Y pues me le has robado,
ni cogeré las flores, ¿por qué así le dejaste,
ni temeré las fieras, y no tomas el robo que robaste?
y pasaré los fuertes y fronteras.
Apaga mis enojos,
(Pregunta a las Criaturas) pues que ninguno basta a deshacellos,
¡Oh bosques y espesuras, y véante mis ojos,
plantadas por la mano del amado! pues eres lumbre dellos,
¡Oh prado de verduras, y sólo para ti quiero tenellos.
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado! ¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados,
(Respuesta de las Criaturas) formases de repente
Mil gracias derramando, los ojos deseados,
pasó por estos sotos con presura, que tengo en mis entrañas dibujados!
y yéndolos mirando,
con sola su figura ¡Apártalos, amado,
vestidos los dejó de hermosura. que voy de vuelo!

Esposa: Esposo:
¡Ay, quién podrá sanarme! Vuélvete, paloma,
Acaba de entregarte ya de vero; que el ciervo vulnerado
no quieras enviarme por el otero asoma,
de hoy más ya mensajero, al aire de tu vuelo, y fresco toma.
que no saben decirme lo que quiero.
Luis de Góngora y Argote
La más bella niña

La más bella niña Dejadme llorar


De nuestro lugar, Orillas del mar.
Hoy viuda y sola
Y ayer por casar, Yéndose a la guerra
Viendo que sus ojos Quien era mi paz, 187
A la guerra van,

El Agua como elemento poético


Dejadme llorar
A su madre dice, Orillas del mar.
Que escucha su mal:
No me pongáis freno
Dejadme llorar Ni queráis culpar,
Orillas del mar. Que lo uno es justo,
Pues me distes, madre, Lo otro por demás.
En tan tierna edad Si me queréis bien,
Tan corto el placer, No me hagáis mal;
Tan largo el pesar, Harto peor fuera
Y me cautivastes Morir y callar,
De quien hoy se va Dejadme llorar
Y lleva las llaves Orillas del mar.
De mi libertad,
Dulce madre mía,
Dejadme llorar ¿Quién no llorará,
Orillas del mar. Aunque tenga el pecho
En llorar conviertan Como un pedernal,
Mis ojos, de hoy más, Y no dará voces
El sabroso oficio Viendo marchitar
Del dulce mirar, Los más verdes años
Pues que no se pueden De mi mocedad?
Mejor ocupar, Dejadme llorar
Váyanse las noches, Orillas del mar.
Pues ido se han
Los ojos que hacían
Los míos velar;
Váyanse, y no vean
Tanta soledad,
Después que en mi lecho
Sobra la mitad.
Francisco de Quevedo
Compara el discurso de su amor
188 con el de un arroyo
Alicia Rozas Viñé

Torcido, desigual, blando y sonoro,


te resbalas secreto entre las flores,
hurtando la corriente a los calores,
cano en la espuma, y rubio como el oro.
En cristales dispensas tu tesoro,
Líquido plectro a rústicos amores,
y templando por cuerdas ruiseñores,
te ríes de crecer, con lo que lloro.
De vidrio en las lisonjas divertido,
gozoso vas al monte, y despeñado
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado,
a la prisión, al llanto se ha venido,
alegre, inadvertido y confiado.
Lope de Vega
Al son de los arroyuelos
189
De amor las glorias celebran
los narcisos y claveles;

El Agua como elemento poético


las violetas y penseles
de celos no se requiebran.
Unas en otras se quiebran
las ondas por las orillas,
y como las arenillas
ven por cristalinos velos,
al son de los arroyuelos
cantan las aves de flor en flor,
Al son de los arroyuelos
que no hay más gloria que amor
cantan las aves de flor en flor,
ni mayor pena que celos.
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena que celos. Arroyos murmuradores
de la fe de amor perjura,
Por estas selvas amenas
por hilos de plata pura
al son de arroyos sonoros
ensartan perlas en flores.
cantan las aves a coros
de celos y amor las penas. Todo es celos, todo amores;
y mientras que lloro yo
Suenan del agua las venas,
las penas que Amor me dio
instrumento natural,
con sus celosos desvelos,
y como el dulce cristal
al son de los arroyuelos
va desatando los yelos,
cantan las aves de flor en flor,
al son de los arroyuelos
que no hay más gloria que amor
cantan las aves de flor en flor,
ni mayor pena que celos.
que no hay más gloria que amor
ni mayor pena que celos.
Lope de Vega
Yo pagaré con lágrimas la risa
190
Yo pagaré con lágrimas la risa
Alicia Rozas Viñé

que tuve en la verdura de mis años,


pues con tan declarados desengaños
el tiempo, Elisio, de mi error me avisa.
«Hasta la muerte» en la corteza lisa
de un olmo, a quien dio el Tajo eternos baños,
escribí un tiempo, amando los engaños
que mi temor con pies de nieve pisa.
Mas, ¿qué fuera de mí, si me pidiera
esta cédula Dios, y la cobrara,
y el olmo entonces el testigo fuera?
Pero yo con el llanto de mi cara
haré crecer el Tajo de manera
que sólo quede mi vergüenza clara.
Gustavo Adolfo Bécquer

Rima XXXVIII
¡Los suspiros son aire y van al aire! 191
¡Las lágrimas son agua y van al mar!

El Agua como elemento poético


Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
Rima XVII
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!

Antonio Machado
Allá en las tierras altas…

Allá, en las tierras altas,


por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria,
entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando,
en sueños...
¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco;
dame tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.
Antonio Machado
Oda a José María Palacio

Palacio, buen amigo,


¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
192
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
Alicia Rozas Viñé

¿Tienen los viejos olmos


algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entré las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...
Antonio Machado
Anoche cuando dormía
193
Anoche cuando dormía Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión! soñé ¡bendita ilusión!

El Agua como elemento poético


que una fontana fluía que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón. dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida, Era ardiente porque daba
agua, vienes hasta mí, calores de rojo hogar,
manantial de nueva vida y era sol porque alumbraba
en donde nunca bebí? y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión! soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón; dentro de mi corazón.
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Gerardo Diego
Romance del río Duero

Río Duero, río Duero, pasas llevando en tus ondas


nadie a acompañarte baja; palabras de amor, palabras.
nadie se detiene a oír
194 tu eterna estrofa de agua. Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
Indiferente o cobarde, cantar siempre el mismo verso
Alicia Rozas Viñé

la ciudad vuelve la espalda. pero con distinta agua.


No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada. Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
Tú, viejo Duero, sonríes ya nadie quiere atender
entre tus barbas de plata, tu eterna estrofa olvidada,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas. sino los enamorados
que preguntan por sus almas
Y entre los santos de piedra y siembran en tus espumas
y los álamos de magia palabras de amor, palabras.

Juan Ramón Jiménez


Agua en el agua

Quisiera que mi vida


se cayera en la muerte,
como este chorro alto de agua bella
en el agua tendida matinal;
ondulado, brillante, sensual, alegre,
con todo el mundo diluido en él,
en gracia nítida y feliz.
Juan Ramón Jiménez
El pájaro del agua
195
Pájaro del agua Mi canto también
¿qué cantas, qué encantas? es canto de agua.

El Agua como elemento poético


A la tarde nueva En mi primavera,
das una nostaljia la nube gris baja
de eternidad fresca, hasta los rosales
de gloria mojada. de mis esperanzas.
El sol se desnuda ¡Pájaro del agua!
sobre tu cantata. Amo el son errante
¡Pájaro del agua! y azul que desgranas
Desde los rosales en las hojas verdes,
de mi jardín llama en la fuente blanca.
a esas nubes bellas, ¡No te vayas tú,
cargadas de lágrima. corazón con alas!
Quisiera en las rosas Pájaro del agua
ver gotas de plata. ¿qué encantas, qué cantas?
¡Pájaro del agua!
Luis Rosales
Y escribir tu silencio sobre el agua
196
Sólo florece el agua que está queda
Alicia Rozas Viñé

MIGUEL DE UNAMUNO
No sé si es sombra en el cristal, si es sólo
calor que empaña un brillo; nadie sabe
si es de vuelo este pájaro o de llanto;
nadie le oprime con su mano, nunca
le he sentido latir, y está cayendo
como sombra de lluvia, dentro y dulce,
del bosque de la sangre, hasta dejarla
casi acuñada y vegetal, tranquila.
No sé, siempre es así, tu voz me llega
como el aire de Marzo en un espejo,
como el paso que mueve una cortina
detrás de la mirada; ya me siento
oscuro y casi andado; no sé cómo
voy a llegar, buscándote, hasta el centro
de nuestro corazón, y allí decirte,
madre, que yo he de hacer en tanto viva,
que no te quedes huérfana de hijo,
que no te quedes sola allá en tu cielo,
que no te falte yo como me faltas.
Rafael Alberti
El mar. La mar…
197
El mar. La mar.

El Agua como elemento poético


El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?

Rafael Alberti
Castellanos de Castilla…

¡Castellanos de Castilla,
nunca habéis visto la mar!
¡Alerta, que en estos ojos
del sur y en este cantar
yo os traigo toda la mar!
¡Miradme, que pasa el mar!
Rafael Alberti
Lo que dejé por ti
198
Dejé por ti mis bosques, mi perdida Dejé palomas tristes junto a un río,
arboleda, mis perros desvelados, caballos sobre el sol de las arenas,
Alicia Rozas Viñé

mis capitales años desterrados dejé de oler la mar, dejé de verte.


hasta casi el invierno de la vida. Dejé por ti todo lo que era mío.
Dejé un temblor, dejé una sacudida, Dame tú, Roma,
un resplandor de fuegos no apagados, a cambio de mis penas,
dejé mi sombra en los desesperados tanto como dejé para tenerte
ojos sangrantes de la despedida.

Rafael Alberti
Tal vez, oh mar

Tal vez, oh mar, mi voz ya esté cansada


y le empiece a faltar aquella transparencia,
aquel arranque igual al tuyo, aquello
que era tan parecido a tu oleaje.
Han pasado los años por mí, sus duras olas
han mordido la piedra de mi vida,
y al viento de este ocaso playero ya la miro
doblándose en las húmedas arenas.
Tú, no; tú sigues joven, con esa voz de siempre
y esos ojos azules renovados
que ven hundirse, insomnes, las edades.
Federico García Lorca
Qué tiene el agua del río

¿Qué tienes en tus corrientes,


transparente maravilla,
que te llenas de burbujas,
bocas por las que suspiras?
Acaso pasas soñando 199
algo que el hombre no olvida.

El Agua como elemento poético


Acaso nos vayas dando,
al pasar, tu despedida,
porque lenta vas pasando
¿Qué tiene el agua del río con unas gotas distintas.
esta tarde tan sentida
que parece que mirando ¡Qué suspiros se te escapan
al claro cielo suspira? bajo la tarde tranquila,
a la par que ruiseñores
Cielo chico y tembloroso, entre los álamos trinan
viejo espejo de las vidas y el sol amarillo y viejo
¿qué romance vas cantando en el monte se reclina!
entre los lirios cautiva? ¡Cómo sientes la llegada
¿Te has enamorado acaso, de la noche, que es tu amiga;
al pensar que eres tú misma cómo esperas a la luna
las nubes blancas del cielo que te embruja y acaricia!
y el verdor de la campiña? Agua santa del remanso,
¿Piensas que tus ondas claras, con qué tristezas caminas.
eterna leyenda lírica, Se diría que eres mártir
son llantos de tus entrañas de una gran melancolía,
en vez de profundas risas? agua fría de este río
Agua mansa. Cementerio que en la vega va sin prisa.
de las mimbres carcomidas
que os pone epitafios, Si Dios te da corazón,
incensarios de algas vivas. de fijo que no podrías
Azul sendero de ranas, estancarte en los remansos,
flautas verdes de tus linfas. agua dulce de la umbría.
Quisiera por tu camino
Ahora sobre el cielo, irme a la ventura un día.
alma honda y dormecida
¿qué tienes en el remanso 27 de julio. Junto al agua.
donde te paras tranquila,
monstrándonos la alameda
con nieblas de aparecida?
Federico García Lorca
La balada del agua del mar
200
El mar Esas lágrimas salobres
sonríe a lo lejos. ¿de dónde vienen, madre?
Alicia Rozas Viñé

Dientes de espuma, Lloro, señor, el agua


labios de cielo. de los mares.
¿Qué vendes, oh joven turbia Corazón, y esta amargura
con los senos al aire? seria, ¿de dónde nace?
Vendo, señor, el agua ¡Amarga mucho el agua
de los mares. de los mares!
¿Qué llevas, oh negro joven, El mar
mezclado con tu sangre? sonríe a lo lejos.
Llevo, señor, el agua Dientes de espuma,
de los mares. labios de cielo
José Hierro
Llegada al mar
201
Cuando salí de ti, a mí mismo

El Agua como elemento poético


me prometí que volvería.
Y he vuelto. Quiebro con mis piernas
tu serena cristalería.
Es como ahondar en los principios,
como embriagarse con la vida,
como sentir crecer muy hondo
un árbol de hojas amarillas
y enloquecer con el sabor
de sus frutas más encendidas.
Como sentirse con las manos
en flor, palpando la alegría.
Como escuchar el grave acorde
de la resaca y de la brisa.
Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Era en otoño, y en otoño
llego, otra vez, a tus orillas.
(De entre tus ondas el otoño
nace más bello cada día).
Y ahora que yo pensaba en ti
constantemente, que creía…
(Las montañas que te rodean
tienen hogueras encendidas).
Y ahora que yo quería hablarte,
saturarme de tu alegría…
(Eres un pájaro de niebla
que picotea mis mejillas).
Y ahora que yo quería darte
toda mi sangre, que quería…
(Qué bello, mar, morir en ti
cuando no pueda con mi vida).
José Hierro
Olas
202
Blanco, ceñido de luz blanca He podado las viejas ramas,
Alicia Rozas Viñé

desde los pies a la cabeza. la vida entera.


Vienen de lejos hasta mí, Enterré en el fondo del pozo
se alzan, me embisten, me rodean. mi clara estrella.
Hacen nacer dentro del alma He podado las viejas ramas.
no sé qué antiguas inocencias. Puse luz en mi noche negra
Alegría sobre las olas, para que hoy beba su alegría
en los troncos de las palmeras, la pobre alma...
alegría de oros y azules Me rodean.
bajo la luz que se dispersa. Blanco, ceñido de luz blanca
(Esta alegría que ahora siento desde los pies a la cabeza.
yo sólo sé lo que me cuesta). El alma bebe su alegría
He podado las viejas ramas entre las olas. Se despierta
que maduró el dolor. Las viejas de su mal sueño. Arena casi
ramas. Ya el árbol tiene blancas maternal. Entre las palmeras
flores, y frutas opulentas. hay aves de oro, frutos de oro,
Tras el dolor consigue el alma niños de oro, doradas hierbas.
su plenitud. Sólo así llega Las olas rompen y me embisten,
a reposar en la alegría, y me visten de blancas yedras.
a sentirse total y nueva. ¡Alegría sobre las olas
He podado las viejas ramas. disparando loca sus flechas!
(Yo pregunté sin que me oyeran. Despiertan dentro de mi alma
Quise saber si era el otoño: no sé qué antiguas inocencias.
tenía el cielo una luz vieja, Alegría sólo presente
un oro pálido y sereno, para que siempre sea eterna.
como las hojas secas. (Esta alegría que ahora siento
Veía siempre una gaviota yo sólo sé lo que me cuesta)
planear sobre mi cabeza).
La Música del Agua

Dª. Carmen Díaz Baruque


Profesora de música

Iniciamos nuestra exposición con la célebre canción “Aguas de Marzo”


del magnífico músico que ya nos dejó, Antonio Carlos Jobim (esta grabación
corresponde a la realizada por el autor junto a la cantante Elis Regina en los
primeros días de marzo de 1974 y aconsejamos al lector que la escuche, de
nuevo, en cuanto pueda). El por qué de comenzar con esta música es diverso;
por un lado, el mes del título de la canción, el de la grabación; el mes en que
estamos y el mes en que se celebra del “Día Mundial del Agua”: Marzo. Las
emociones que nos trasmite esta música nos prepara para adentrarnos en este
universo sonoro en donde nuestra agua se funde con la de nuestro planeta y
ésta en un río de la vida que vamos a ir remontando en estos próximos mi-
nutos.
El agua de mazo, en aquél hemisferio; de su fin del verano para el inicio
del otoño y en el nuestro, el agua del fin de invierno para el inicio de nuestra
primavera, nuestro renacer....Todo es uno, inicio y fin. Dos hemisferios uni-
ficados por el agua sobre nuestro planeta. El agua se nos presenta aquí, como
es, como la Vida; la vida cotidiana. La vida de la Madre Tierra y la nuestra
unidas en ese torrente que va cayendo, en marzo. Nuestras emociones fluyen
como el agua y se dejan influir por cada estación y el agua es su símbolo. El
agua de cada día (como dice la letra de la canción que pueden leer íntegra, en
su versión original y traducida, en la Nota 1, al final de este escrito): “Es un
palo, es piedra, es el fin del camino...Es la vida, es el sol. Es misterio profun-
do...Es la lluvia lloviendo, la voz de la ribera de las aguas de marzo, el fin del
cansancio....Un arroyo, una fuente, un pedazo de pan. Es un pez, es un gesto,
es la plata brillando...Es la luz de la mañana...es el fin de la huella. El proyecto
de casa, es el cuerpo en la cama, es el coche atascado, es el barro, es el barro. Es
un paso, un puente, Un espino en la mano, es un corte en el pie. Son las aguas
de marzo cerrando el verano. Es la promesa de vida en tu corazón”.
En 2001 nombraron “Aguas de Marzo” la mejor canción brasileña, tras
una encuesta realizada entre más de docientos periodistas brasileños, músicos y
otros artistas que llevó a cabo uno de los periódicos más importantes de Brasil:
204
Folha de Sao Paulo. A través de un collage de imágenes que giran entorno a
la metáfora central de “las aguas de marzo”, el mes más lluvioso en Brasil, el
autor va exponiendo el paso de una vida cotidiana y su progresión continua
Carmen Díaz Baruque

hacia la muerte que marca el final y el principio, tanto la letra como la música
tienen una cadencia y progresión constante hacia abajo: el torrente del agua de
la lluvia que fluye por los canales arrastrando todo (palos, piedras, pedacitos de
vidrio...) y la orquestación acompañando esa ilusión con el descender constan-
te de las notas. Para Jobim, escribir esta canción que le salió “a borbotones” le
supuso un gran ahorro en cuentas del psicoanalista, según cuenta su amigo y
el guitarrista en esta grabación, Oscar Castro-Neves. Era tan natural hablar de
la vida a través del agua como hablar de la vida misma; de su vida, de la vida
cotidiana en su ciudad, del fin del verano; el agua como inspiración...
El sonido del agua, su música, la música de los fluidos de nuestro cuerpo,
su melodía...la canalización de nuestras emociones a través del agua; el agua
de beber, el agua milagrosa...el agua de la vida. Por siempre el agua. El agua
que nos inspira...

Amanecer en la Playa de Alicante.


205

Los Música del Agua


Amanecer en la Playa de Alicante.

Amanecer en la Playa de Alicante.


206
Carmen Díaz Baruque

Amaneciendo en la Playa de Alicante.

Amanecer en la Playa de Alicante.


207

Los Música del Agua


Amanecer en la Playa de Alicante.

I Parte:
Naturaleza y Creación: Los Instrumentos del
agua y la Diosa del Mar,Yemayá
(CD pista 1 = 22´10´´)

Y con estas siete imágenes del Amanecer en la Playa de Alicante, junto al


hotel en que se celebraron las Jornadas sobre los Mensajes del Agua organi-
zadas por ASPUR, tomadas horas antes de la conferencia sobre La Música
del Agua el viernes 13 de marzo de 2009; quiero agradecer a la organización
mi presencia aquí para intentar, con el sonido de mis palabras y la vibración
de unas bellas músicas, sintonizar con el agua del interior de todos ustedes.
Recomendamos al lector que inicie la audición del CD (parte I) que acompaña
a esta publicación pues éste armoniza, en un principio y a través del sonido de
la lluvia, del río y el de las olas del mar (pista 1 = 00´:00´´ - 03´:16´´), con
estas fotografías que tuvimos la fortuna de poder realizar el mismo día de nues-
tra conferencia. A continuación (pista 1 = 03´:17´´ - 05´:27´´), podrán seguir
escuchando pinceladas y ecos del “Mediterráneo” de Nad Sundaram (2).
“LA MÚSICA DEL AGUA” se nos presenta como un gran flujo vibratorio
de sonidos del Espíritu que han sido canalizados por destacados compositores
a lo largo de la Historia de la Música, tanto clásicos como populares; pero el
Agua, por sí misma, es un manjar musical; sus sonidos nos han deleitado a tra-
vés de los tiempos y sus efectos sanadores otorgan a su música, cualidades pri-
vilegiadas como vehículo para trascender las diferentes dimensiones del Ser.
Como sabemos, nuestro cuerpo está formado en un 70-80% de agua, se-
208
gún la edad y la hidratación de cada uno; hay bebés que pueden llegar a un
90% y en la edad anciana, la cifra tiende a descender. Igual le pasa a nuestro
Carmen Díaz Baruque

planeta. E insisto en las cifras porque resulta muy esclarecedor observar la si-
militud de cantidad de agua de que se compone nuestro cuerpo y la de nues-
tra Tierra, la Madre: ¾ partes en ambas. E insisto en esta analogía porque de
cómo llevamos nuestra vida está dependiendo la vida de ésta, nuestra Casa.
Si nuestro cuerpo no se da cuenta de qué le pasa, si nuestra boca no puede
beber la pureza y nuestros ojos no pueden llorar de emoción...si nuestros pies
sólo pueden absorber, como raíces, el llanto de lluvia ácida de la Tierra, vamos
atascando el río de la vida. Y ese llanto es, también, salado como nuestras
lágrimas y las de nuestros océanos.
La conciencia de las funciones básicas de nuestros cuerpos nos permite llo-
rar de emoción cuando estamos alegres o tristes y con ello, limpiarnos, equi-
librarnos y fluir; todos nuestros fluidos tienen esa función y, cuando éstos,
circulan libremente –según Natura- y sin bloqueos, experimentamos nuestro
bienestar. Cuando nosotros vibramos bien, la circulación de la Tierra por co-
herencia y resonancia, también lo hace.
Vamos a ayudarnos del sonido para ir adentrándonos en esta comprensión
que trasciende lo que, solamente, podríamos captar por los sentidos y la ra-
zón; y para ello recordaremos el concepto que, en los orígenes de nuestra civi-
lización occidental, se tenía del verdadero Músico. La sabiduría de los griegos
le concebía así: “Músico es todo aquél ser humano capaz de armonizarse en su
interior” Y, partiendo con esta idea, hoy al menos, todos vamos a ser músicos
y a experimentar las bondades del sonido; de las frecuencias de su vibración,
ordenadas en forma de melodías; el ordenamiento del tiempo de sus sonidos
y de los silencios hechos Música para restablecer esa cordialidad del ser huma-
no consigo mismo y con su entorno. Vamos a dejar que a nuestro cuerpo le
lleguen esos sonidos que restablezcan y armonicen nuestra agua.
En ocasiones, podemos sentir cómo las bajas frecuencias de vibración de
nuestro planeta produce una música del llanto para que la escuchemos, no
sólo la oigamos cuando está “atormentada”sino que la escuchemos en su latir,
su pulso...Y, sobre todo, escuchémonos porque si nuestro planeta está estresa-
do; nosotros, también. Y si estamos en Paz, Él, también lo estará. Si vivimos
en Armonía, Ella, nuestra Tierra, también lo hará. Sólo así podremos venerar
la Belleza que nos ofrece la Madre Naturaleza.
Todo en el Universo es vibración, por lo tanto, todo es Sonido y, no ha de
ser casual que la proporción entre nuestra agua y la de Planeta sea tan pare-
cida. El agua es un poderosísimo conductor de sonido y, como ya sabemos y
209
volveremos a ver ahora, también de nuestras intenciones. La consonancia mu-
sical de nuestro cuerpo expresará su canto entonándolo, armoniosamente,

Los Música del Agua


en la gran sinfonía de La Música del Agua de nuestro planeta Tierra.
Hay una interesante teoría, que posiblemente muchos de ustedes ya cono-
cen y que investigan algunos de los más destacados físicos en el mundo que es
la Tª de las “Supercuerdas” y el campo unificado, el sueño de Einstein, según
dicen. Aunque, por mis limitados conocimientos en este tema no puedo lle-
gar a entender la complejidad del sistema científico que presenta esta teoría, a
través del acercamiento sencillo a ella –tal y como el gran científico pretendía-
nos podemos situar ante un universo que vibra, a través de las cuerdas, como
si de un instrumento se tratara y en donde suena un sonido armonioso de gran
belleza, complejidad y, a la vez, de extrema sencillez. Esta teoría de la física,
que casi se podría fundir con la filosofía nos ayuda a explicar, en mayor medi-
da, lo que hace miles de años el ser humano ya sabía, a través de su intuición,
acerca de la Unidad y, va haciendo que la llamada Música de las Esferas, la
Música del Planeta Azul y la Música de nuestro Ser, vayan adquiriendo el
lugar que les corresponde dentro de ese gran campo unificado; dentro de esa
unidad sobre la diversidad que conforma nuestro UNIVERSO.
Observemos estos experimentos con el Agua y el Sonido para aclarar más
aún estas palabras:
Chladni, científico del siglo XVIII, demostró su famosa Teoría que se viene
estudiando en los Conservatorios al tratar la Física del Sonido y la Acústica
y en estas imágenes podemos apreciar cómo las diferentes frecuencias del so-
nido crean formas sobre la materia. Así mismo, estos efectos los podemos
apreciar sobre el agua. Numerosos experimentos, como alguno que podemos
ver aquí, lo demuestran. Recuerde el lector los vídeos que tuvieron ocasión
de ver durante la conferencia, relativos a la Geometría del Sonido: Teoría de
Placas de Chladni y las imágenes del Agua con Sonido a 100 Hz. Así como el
sencillísimo experimento que realizamos, en directo, al hacer sonar el cuenco
elaborado con 7 metales (cobre, mercurio, plata, oro, estaño, hierro y plomo)
que, como sabemos están en relación de frecuencias –según cuenta la tradi-
ción tibetana, con 7 sonidos y 7 planetas. Como observaron, al hacer sonar el
cuenco, la vibración del agua contenida en él formaba unas imágenes geomé-
tricas y las gotas de agua salpicaban como si de una fuente se tratara. Todo ello
sin tocar para nada el agua; sólo con la vibración del sonido.
Y, en efecto, nos da qué pensar el observar estos sencillos experimentos con
el sonido, la materia y el agua pues, así nos resulta fácil de entender cómo
el Sonido está afectando e influyendo a todo nuestro cuerpo físico que,
210
recordemos, tiene en su mayor parte Agua.
Carmen Díaz Baruque

Aquí podemos observar esta fotografía en donde hay un ser rodeado del
líquido amniótico y nos podemos acompañar de los “Sonidos del Interior. En
el Útero Materno” (pista 1 = 05´:28´´ - 06´:27´´): son los sonidos grabados
de los latidos del corazón de un feto en el útero materno.

El milagro de la vida.

Comenzamos la vida, en este mundo, escuchando los fluidos de nuestra


madre, reflejo de la Madre Naturaleza y símbolo de la Tierra; en su útero nos
vamos desarrollando al compás de los sonidos de su corazón que nos llegan,
como amplificados por el líquido amniótico, hasta el último átomo de nues-
tro organismo; permitiendo que sus estructuras se establezcan armoniosamen-
te. Chapoteado en él jugamos y con su balaceo nos acunamos. Pero este pri-
mer estado de unión y de bienestar, parece que se nos olvida durante el gran
paso del nacimiento. El primer llanto, casi sin lágrimas es su manifestación.
E iniciamos el descenso por el río de la vida. Nuestras emociones expresadas
a través de nuestra lluvia, en forma de llanto y cargada de intención, serán las
que puedan limpiar, a su vez, este planeta que nos acoge en el vientre de sus
océanos, lagos y ríos; que nos da la vida con sus aguas milagrosas y que nos
canta o regaña con sus lluvias y aguaceros. Y si nosotros matamos o nos suici-
damos, nos enseña que ella también puede matar y morir.
El norteamericano Leonard Orr, en los años 70 observó que tras perma-
necer más tiempo del indicado en un baño turco, la humedad y el calor le
211
obligaron a respirar sin pausa, lo que llevó a un estado de conciencia por el
que revivió su nacimiento. A raíz de ese acontecimiento, llegaría a desenca-

Los Música del Agua


denar experiencias en el agua que evocaban la estancia en el útero materno,
ayudando a aflorar emociones bloqueadas en aquella etapa de existencia, del
nacimiento y primeros años de infancia. Su técnica, actualmente muy utiliza-
da en terapias, es la llamada “Renacimiento”.
Considerando que el desarrollo del cerebro primitivo se produce, princi-
palmente, en el útero, es decir, en el agua y si aceptamos la hipótesis de que el
neocortex humano emergió durante un episodio acuático de nuestra historia
evolutiva, fácilmente podemos imaginar las conexiones de nuestra relación
con el agua y cómo ésta, actúa de mediador en la coexistencia de ambos cere-
bros: racional e intuitivo, de forma que resulte armoniosa.
De ahí la importancia de los bellos sonidos, en forma de palabra, voz,
música y canto que deberían acunar al bebé durante su estancia en el vien-
tre materno. El agua, conductor ideal de la voz de la madre, recorre todo el
Ser en crecimiento, resonando con sus células en expansión. Recordemos
la Canción de Cuna “La Lluvia” -“A Chuva”- de Sandra Peres y Paulo Tatit,
que escuchamos durante la conferencia y que les recomiendo escuchar, de
nuevo, así como las bellas Nanas de nuestro repertorio y folclore (3).
A chuva cai faz ti lim
sapo coacha cha cha
o sino bate dim dom
eu canto la la la la
A noite vai començar
so falta vocé nanar
El sonido como energía vibratoria, en movimiento, permanece estable-
ciendo entre la Vida y la Muerte una Unidad necesaria para trascender este
mundo. Entre los seres de la filosofía y de la física, encontramos al Ser de la
Mística que nos puede ir contando, entre el balanceo de una nana, esta nues-
tra historia.
212
Carmen Díaz Baruque

La cascada y el canto de armónicos.

Así pues continuaremos escuchando los “mensajes del agua” que nos ha
ido dando la Tierra, a través del Tiempo de la Humanidad; conociéndola y
conociéndonos la respetamos y nos respetamos:
En la Prehistoria el ser humano imita los sonidos de la Naturaleza y del
agua en cascadas aprende, según cuenta la leyenda, el magnífico Canto de los
Armónicos “Al oeste de Mongolia hay un salto de agua que vierte en el río del
Ciervo y al que se considera muy sagrado, ya que, según la leyenda, fue gracias a él
que los chamanes de Mongolia aprendieron a cantar los armónicos. Y lo hicieron
tan solo escuchando el sonido de la cascada, dado que esta misma los cantaba. Poco
a poco, los chamanes intentaron reproducir los sonidos del salto con sus propias vo-
ces y así llegaron a perfeccionar la capacidad de crear hipertonos vocales. Se decía
que dicha cascada constituía un regalo del mundo espiritual a la humanidad con
el fin de que ésta recibiera el don de los armónicos” J. Goldman
Para aquellos que no lo han escuchado nunca, únicamente decir que el
canto de armónicos es la forma más antigua de canto polifónico que se co-
noce y está basado en la propia naturaleza del sonido. Al ejecutar el cantor la
nota fundamental, sus armónicos se desprenden como si una voz sobrehu-
mana cantara simultáneamente. Suenan de esta forma, que ya han podido
escuchar con anterioridad y, ahora, pueden hacerlo, con más claridad (pista
1 = 06´:28´´ - 07´:57´´).

213

Los Música del Agua


Todo sonido que existe en la naturaleza tiene sus armónicos, que no siem-
pre podemos escuchar, al igual que la luz blanca contiene el espectro de color
del arco iris (4).
Así mismo, el hombre y la mujer en la Prehistoria realizaban sus cantos
rituales utilizando distintos instrumentos según su sexo. Nunca una mujer
podría tocar una bramadera o zumbador o una flauta sin tener que morir des-
pués ni un hombre tocará un tambor de suelo o las semillas de una calabaza.
Sus instrumentos, así como todos sus gestos, tienen un significado: encon-
tramos instrumentos para la fertilidad que se relacionan con los que utilizan
en los rituales para atraer la lluvia o para aplacar el oleaje (la calabaza o bulé
de lluvia, el palo de lluvia....el tambor de océano). Y, como señala el célebre
musicólogo Curt Sach hablando de la caracola que, al provenir del agua “le
da el poder de influir sobre ésta y, en consecuencia, sobre la luna que regula las
menstruaciones femeninas” (5).
Fruto de las investigaciones realizadas, hace algunos años sobre instrumen-
tos prehistóricos y por el encargo musicalizar, para una exposición, el libro de
Alejo Carpentier, Los Pasos Perdidos, pueden escuchar esta música que realiza-
mos junto al compositor Horacio Lovecchio (pista 1 = 07´:58´´ - 12´:26´´).
La composición, también con este mismo nombre, “Los Pasos Perdidos”, está
estructurada según los elementos de la Naturaleza: Agua, Aire, Madera, Metal,
Tierra y Fuego. En la presente grabación podrán escuchar los tres primeros
elementos. Realizada con instrumentos prehistóricos tocados según corres-
pondiera al hombre o la mujer su ejecución. En la novela, Carpentier dice:
“Todo huele a agua; todo suena a agua y las manos encuentran el agua en todo...Y
luego, es el agua otra vez, a cuyo fondo desembocan manantiales helados que voy a
buscar con la cara...”. Diversos sonidos que nos conducen a nuestro interior, a
214 nuestra esencia corporal...sonidos que salen de nuestras bocas en juego con el
agua. Instrumentos primitivos tratan de invocar este elemento –el agua- para
Carmen Díaz Baruque

rituales de fertilidad, para atraer las lluvias, para aplacar el oleaje...la calabaza
de lluvia, el palo...En ese paso hacia el Aire: la caracola que, al provenir de un
animal de agua le da el poder de influir sobre ésta y, en consecuencia, sobre la luna
que regula las mareas y las menstruaciones femeninas (6).
El Agua pura, como esencia de la vida, ha sido venerada a lo largo de la
Historia; considerada, pues, un tesoro recordamos cómo los antiguos chinos
guardaban el agua de los glaciares en jarrones de jade; los incas y los aztecas
ponían agua en jarras de obsidiana; los indios cherokees consideraban el agua
como la sangre de la Tierra y, como tal había que preservar. Todos estos pue-
blos no necesitaban herramientas científicas para reconocer que el agua, en
su movimiento vibratorio y con su memoria, recoge, almacena y trasfiere in-
formación. Parece que nos hemos ido distanciando de nuestros sentimientos
profundos que, como especie, poseíamos con respecto a este elemento esen-
cial para la Vida.
Y como Paul Simon señala en su canción “Puente sobre aguas turbulentas”,
podemos considerar el Agua, también, como el prodigioso puente que nos
permite dialogar y unir nuestros mundos físico, emocional, mental y espiri-
tual. Y, como sabemos, entre las culturas antiguas, también, ha sido un puen-
te entre la Vida y la Muerte. En el origen de las lenguas, donde encontramos
significados comunes con una misma palabra, podemos escuchar el vocablo
“mar” para referirse, también, a útero y “a” para señalar el agua, el esperma, la
concepción y generación.
Encontramos rituales arcaicos que presentan una analogía entre la ferti-
lidad de la mujer y la de la Madre Naturaleza junto con la creencia de que
mediante ellos se podía intervenir en el curso de los fenómenos, por ejemplo,
climatológicos tales como la lluvia, las mareas, etc. (7).
Entre los rituales agrícolas, todos ellos expresados a través del Sonido de
sus Voces, en forma de Música muy primitiva pero muy poderosa, encon-
tramos cómo llamaban a la lluvia tras la siembras. En ellos, había metáforas
sobre el parto de la mujer: los bailes que imitaban las contracciones del parto;
animales que herían, como flechas a la Diosa Madre, y que por magia mimé-
tica rompían la bolsa de aguas de su matriz y. así, pudiera fluir el líquido de
su vagina. Personificaban la Naturaleza con máscaras que representaban las
constelaciones, por lo que la mujer eran grandes conocedoras del calendario y
la astronomía. Conocimientos encaminados a la procreación y a la vida.
Pero, además de la Vida, como decíamos, el Agua siempre está asociada
215
con la Muerte, por ser un elemento transformador; y las mitologías están
llenas de descripciones de ríos que se atraviesan para llegar al otro mundo y,

Los Música del Agua


además, numerosas tradiciones ven al agua como un símbolo de la Muerte al
utilizarla en los rituales de purificación del alma, a través del lavado del cuerpo
físico.
Haciendo un guiño en este Paseo por la Historia y, aprovechando que te-
nemos muy cerca de aquí a un gran amigo y músicólogo especialista en ins-
trumentos étnicos, le vamos a recordar nombrándole pues ha sentido mucho
no acompañarnos: Carlos Blanco Fadol. Y lo hacemos porque él se ha visto,
en más de una ocasión, inspirado por el Agua para la creación de nuevos
instrumentos: Recordamos su gran torre de bambú que tuvimos ocasión de
contemplar y escuchar en Villa Gadea (Altea) y que hacía sonar, por acción
del agua, instrumentos de diferentes continentes; así como diversos instru-
mentos frutos del manantial de su inspiración que, también hemos podido
escuchar en su casa de Aguas de Bussot, muy cerca de aquí y en su Museo de
Instrumentos Étnicos de Murcia, uno de los mejores del mundo; esperamos
tener otra ocasión para mostrarles sus artilugios en donde el agua es el prota-
gonista para la recreación sonora.
Y tentada, como siempre, a hablar de mi especialidad: el Órgano; les diré
que el agua y la voz humana fueron, también, la inspiración para el primer
constructor de un órgano: el inventor Ctesibius de Alejandría en el siglo
III a.C. y para el Órgano de Agua que ideó el célebre y genial Leonardo da
Vinci.
Y regresando a nuestros instrumentos de agua, en esta imagen vemos algu-
nos de ellos y que hicimos sonar durante la conferencia, acompañando nues-
tros cantos; como hemos indicado anteriormente, los seres humanos se iban
ayudando de instrumentos en sus rituales. No sabríamos decir cuándo apare-
cieron estos sencillos instrumentos de la cultura popular de diferentes partes
del mundo y que pretenden evocar el sonido del Agua, pero estos datos no nos
hacen falta para disfrutar de ellos: El Palo de Lluvia, el Tambor de Océano, la
Calabaza de Lluvia, el Tambor de Agua...
216
Carmen Díaz Baruque

Instrumentos de Agua.

Les invito a escuchar a mi gran amiga Michêle Averard en una de las versio-
nes de la canción Yemayá, la Diosa del Mar (pista 1 = 12´:27´´ - 18´:54´´)
en donde dice lo siguiente:
“Mi versión más triste de Yemayá, tomada de nuestro CD El Encantamiento,
me recuerda el sufrimiento de los esclavos africanos, arrancados de su tierra y
obligados a resistir las condiciones inhumanas de los barcos de madera navegando
por el Atlántico hacia las Américas. En diciembre de 1999, participamos en el
Parlamento de las Religiones del Mundo en Caspe Town, en Sudáfrica. Durante el
transcurso del evento, hicimos un concierto y encontramos mucha gente maravillo-
sa de todo el mundo. Un grupo de personas hizo un peregrinaje desde Washington
DC hasta Cape Town. Andando casi todo el tiempo, les costó más de un año llegar.
Su intención en el peregrinaje era la reconciliación con el dolor y sufrimiento de
sus antepasados tomados como esclavos y encontrar con ello la paz en sus corazo-
nes. Fue en esta temporada cuando recibimos nuestro Tambor de Océano. Nuestro
amigo Simona de Nebo Farm en el Valle de Rustlers, pintó un bonito delfín sobre
él. Encantados por su sonido y combinándolo con la Kalimba, nuestra propia ver-
sión de Yemayá fue creada. Muchos padres encuentran esta canción efectiva a la
hora de mandar a los niños a dormir”
Esta canción nos remonta a un ritual en honor a la Diosa “Yemayá” que,
ahora, les invitamos, de nuevo, a cantar con nosotras, en su versión original.,
tal y como hicimos el viernes 13 de marzo durante la conferencia; pueden
escuchar y cantar, acompañándose del CD, este sencillo y terapéutico canto
(pista 1 = 18´:55´´ - 22´:10´´):
“Yemayá es el nombre que recibe la Diosa del Océano. Sus orígenes se encuen-
tran entre las tribus del África Occidental. Con posterioridad se la continuó hon-
rando incluso desde América del Sur. Cada año en Brasil se celebra un Festival en
honor a Yemayá en las playas...El cántico original es especialmente poderoso si es
cantado por un grupo de mujeres en un círculo. Déjate llevar y mueve la cade-
ra en círculos. Sentirás el océano surgir y revolcarse dentro de ti” Michêle
Averard (8)
217
Yemayá asesu...
Asesú Yemayá

Los Música del Agua


Yemayá o´ro ro
O´ro ro Yemayá

Estanque de nenúfares con nubes reflejadas de MONET.

El mar de MONET.
II Parte:
Maestros de la historia de la música y el agua
(CD pista 2 = 30´04´´)

Bien, y sintiendo ahora el océano surgir dentro de nosotros....seguimos este


recorrido por el Río de la Historia, realizando un gran salto intencionado para se-
218
ñalar un siglo, en concreto, el siglo XIX, en el que los artistas expresan sus emocio-
nes y lo etéreo, de forma magistral, a través de la música. Encontramos numerosos
artistas que han realizado música cuyo motivo de inspiración fue el agua, en sus di-
Carmen Díaz Baruque

ferentes formas. Por ejemplo, aquí tenemos a Claude Debussy con sus “Reflejos
en el Agua” (pista 2 = 00´:00´´ - 04´:00´´) o su magnífica obra, símbolo del
Impresionismo: El Mar: “Juegos de las Olas” (pista 2 = 04´:06´´ - 09´:35´´).
Probablemente El Mar es la partitura orquestal más importante de Debussy
y, sin duda, la obra más representativa del Impresionismo musical. Compuesta
durante una estancia en Borgoña en el verano de 1903. En una carta a su edi-
tor, el autor le explicaba que estaba escribiendo una obra sobre el mar en forma
de bocetos sinfónicos para orquesta basada en recuerdos “que habían perdido
los contornos reales para hacerse más imaginativos” apuntando, así, claramente la
esencia del Impresionismo. Los tres movimientos son evocaciones del maestro
ante la belleza y la fuerza del océano: 1. Del alba al mediodía 2. Juegos de las
olas 3. Diálogo entre el viento y el mar. El segundo movimiento que estamos
escuchando, “Juegos de las Olas”, es un Scherzo pleno de luminosidad y una
obra maestra de la orquestación. Todos los recursos orquestales los pone a
disposición de la evocación del movimiento de las olas. Tras una breve intro-
ducción, el corno inglés expone uno de los tres temas fundamentales mientras
los otros aparecen en violines y trompas. Destacando, así mismo, las arpas que
van alternándose en la ejecución de escalas ascendentes y descendentes.
Y aquí podemos ver un listado de algunos autores, conocidos por todos,
cuyas obras versan sobre el AGUA. En la grabación del CD que acompaña a
esta publicación se han incluido algunas de ellas: Debussy / Haëndel: Música
Acuática “Aire” (pista 2 = 09´:41´´ - 13´:24´´), Chopin: Preludio “Gota
de Agua” (pista 2 = 13´:25´´ - 18´:38´´) / Sor: Estudio “La Gota de Agua”
(pista   2=  18´:39´´  -  19´:55´´), Dowland: “Lachrimae Pavan” (pista
2 = 19´:56´´ - 20´:50´´) / Vivaldi: Las Cuatro Estaciones El Invierno- “La
Pioggia” (pista 2 = 20´:51´´ - 23´:15´´) / Mozart: Réquiem “Lacrimosa”
(pista 2 = 23´:16´´ - 26´:21´´) y, de nuevo, Haëndel: Rinaldo “Lascia ch´io
pianga” (pista 2 = 26´:22´´ - 30´:04´´). Fragmentos seleccionados y organi-
zados para la grabación según colorido tímbrico y equilibrio sonoro.
1. M. RAVEL. Juegos de Agua
2. J. STRAUSS. El Danubio Azul
3. P.I. TCHAIKOVSKY. Danza de los Pequeños Cisnes
4. C. DEBUSSY
• El Mar: Del alba al mediodía en el mar // Juegos de las olas // Diálogo en-
tre el viento y el mar (orquesta) Reflejos en el agua (piano)
219
5. F. LISZT. Les jeux d´eau a la Ville d´Este

Los Música del Agua


6. F. SOR. Estudio Op. 35 Nº 22 “La gota de agua” en Si menor –
Allegretto
7. A. VIVALDI. El Invierno: “La Pioggia” (Largo 2º movimiento)
8. ELGAR. Sea Pictures : Where corals lie
9. G.F. HAENDEL. Música Acuática: Aire y “Lascia ch´io pianga”
10. B. SMETANA. El Móldava
11. N. RIMSKI-KORSAKOV. Scherezade, op. 35: El mar y el barco de
Simbad
12. F. CHOPIN
• Barcarola
• Preludio “Gota de agua”

13. O. RESPIGHI. “Las Fuentes de Roma”


14. DOWLAND. “Lachrimae Pavan”
15. W.A. MOZART. Réquiem: Lacrimosa

Y continuamos nuestras audiciones de esta 2ª parte del CD, centra-


da en compositores clásicos con Vivaldi y sus conocidas Cuatro Estaciones
y, en concreto con el 2º movimiento del El Invierno: “La Pioggia” (pista
2 = 20´:51´´ - 23´:15´´), aquí –como podemos escuchar, el aire Largo evoca
una tarde de lluvia mediante la inspirada melodía del violín sobre los cons-
tantes pizzicati de la orquesta; pero hemos escogido esta obra no sólo por este
carácter sugerente y descriptivo de la lluvia, sino por la estación a la que está
haciendo referencia: El Invierno, ya que nos hace, dando un giro a nuestra
exposición, enlazar con el sistema de medicina china tradicional, de miles de
años de antigüedad y que sigue persistiendo por su belleza y simplicidad. En
ella, vemos desarrollado el viejo concepto de que los cambios de estación afec-
tan al bienestar del ser humano.
Verano
Tardio
Humedad Tierra
Amarillo

Estomago XI Sabor
Simpatia

Canto Brazo XII Boca


220 Verano
Manifestación
Otoño
Fuego Dulce Mental
Calor Rojo Transición Sequedad Blanco
Carmen Díaz Baruque

Intestino Centro
Alegria Delgado II Cora- Lenguaje Preocupación Intestino Olor
Pena zón I Pena Grueso X
Triple
Circu- Pulmones
Risa Calenta- lación Lengua Llanto X Nariz
dor VI Sexual
V Comunicación
Acción Amargo Picante
Sur Cosecha
Maduración Oeste

Primavera Invierno
Madera Agua
Viento Verde Azul
Frio Oscuro
Higado Riñones
Colera VIII Vista Miedo IV Audición

Grito Vesicula Ojos Gemido Orejas


Vejiga III
Biliar VII
Idea Agrio Reflexión Salado
Crecimiento Almacena
Este Miento/Norte

Sheng
21-23 h.
Estación Triple 23-1 h.
Calentador Vesicula 1-3 h.
Elemento Biliar Higado
Clima Color 19-21 h. 3-5 h.
RA

Pericardio VI VII VIII Pulmones


E

Organo
MAD

Ko
FU

V IX
Moción Sentido
EG

Yin Ciclo de 17-19 h. AL 5-7 h.


MET X Intestino
O

IV
Destrucción Riñones AGU
A
Grueso
Sentido
O TI

Sonido Organo III XI


ER
FUEG

Organo 7-9 h.
R

Yang 15-17 h. II XII


A

Vejiga I Estomago
Ciclo Gusto 9-11 h.
de Vida Cualidad 13-15 h. 11-13 h. Brazo
Dirección Intestino Corazón
Delgado

Ciclo de la Creación.
En el ciclo de la creación, tal y como podemos ver en el gráfico, los
cinco elementos son relacionados con las diferentes energías y sustancias,
así como con las estaciones; en este gráfico, podemos observar que la es-
tación que se corresponde con el AGUA es el INVIERNO –la que ahora
estamos escuchando-. Y citando al doctor Elson M. Haas célebre autor del
libro La Salud y las Estaciones (9): “El invierno está relacionado con el
elemento agua y con los riñones y la vejiga. Estos órganos determinan
los equilibrios de agua, los minerales y la base ácida del cuerpo, al fil- 221
trar la sangre, hacer la orina y eliminar las sustancias innecesarias. En

Los Música del Agua


el sistema chino, los riñones controlan la fuerza de la vida; se dice que
nuestra vitalidad y longevidad está almacenada en los riñones, siendo
visible externamente por la chispa o vibración de nuestros ojos (...) Los
riñones y el elemento agua gobiernan sobre las emociones; tanto el agua
como las emociones son impredecibles. Cuando fluyen todo va bien, pero
cuando se bloquean o estancan se puede producir una gran presión o
desarrollarse una enfermedad. Los riñones, el agua y las emociones están
gobernados por el principio yin, la luna, lo profundo y lo oscuro. Estos aspectos
pueden estimular el miedo del interior, la emoción gobernada por el elemento
agua, y el miedo o falta de fe pueden dañar los riñones o crear un des-
equilibrio del agua en el cuerpo. Sintonizando con ese poder “femenino”, se
desarrollan la fuerza y la sabiduría profundas. El miedo, la oreja y la audi-
ción están asociados con el elemento agua; la capacidad de oír antes de
actuar es importante para el bienestar de este elemento” (pp.234 - 235)
“El agua es el medio esencial de su cuerpo a través del cual pasan todas las cosas.
Este líquido de la vida es importante para funciones como la circulación de la
sangre, que lleva calor y nutrición a través del cuerpo; el líquido linfático, que
ayuda a procesar y eliminar los desperdicios y permite luchar contra las infec-
ciones y otros agentes extraños; y para el flujo de la orina, la saliva, el sudor, las
lágrimas y los líquidos sexuales. (...) Viendo este elemento, el agua, entenderá
la analogía entre el cuerpo humano y el planeta Tierra. Ambos están compues-
tos en un 70-80 por 100 de agua. De hecho el agua de mar es casi idéntica al
plasma sanguíneo. El agua es el sistema circulatorio de la Tierra. Las nubes, la
nieve de las montañas, los lagos, ríos, corrientes y océanos forman parte de esta
circulación acuosa. (...) En los períodos de excitación o cambio, el que tiene un
desequilibrio del agua puede reaccionar con temblores; este temblor representa
una liberación de las tensiones y la energía del miedo. Y aunque el miedo es
capaz de bloquear la expresión del amor, el amor y la fe pueden trasmutar el
miedo.
Las orejas son el órgano sensorio asociado con el elemento agua, por lo que su
sentido es el oído. Recuerde que el agua es el elemento receptivo, que escucha el so-
nido y está abierto a la entrada de energía. Es interesante que las orejas y los
riñones tengan una forma similar, como embrión humano. El embrión y
más tarde el feto, crece en un medio acuoso, a través del cual viaja el soni-
do hasta sus orejas en desarrollo. Según la medicina china tradicional, los
problemas de las orejas o de la audición pueden ser un reflejo de la desar-
monía del elemento agua.
Dos asociaciones adicionales del elemento agua son el sonido del ge-
222
mido y los huesos del cuerpo. El gemido proviene del interior profundo,
y sus sobretonos en la voz pueden indicar el desequilibrio del elemento
Carmen Díaz Baruque

agua...la gente con problemas óseos puede tener desequilibrio en el agua...


Expresiones como “lo sentí en los huesos” sugieren la relación de los mismos con las
experiencias emocionales profundas. El invierno es un buen momento para buscar
una terapia más profunda e intensa que nos ayude a llegar a esos niveles significa-
tivos y emocionales.
El elemento agua está relacionado también con los órganos y funciones sexuales
del cuerpo (...).
Por cada uno de los doce meridianos fluye predominantemente la energía dos
horas al día en su circulación por el cuerpo. El tiempo de la vejiga es de tres a cinco
de la tarde y el de los riñones de cinco a siete (...) Durante este período del día ne-
cesitamos a menudo un poco de relajación para volvernos más receptivos. También
puede ser un momento más emocional para muchos de nosotros. Las personas que
pasan por momentos difíciles a esas horas del día pueden tener un desequilibrio
del elemento agua (...).
El agua debe permanecer en movimiento; tiene un ritmo, un ciclo que
es gobernado sobre todo por el movimiento y la atracción gravitatoria de
la Luna. Las expansiones y contracciones diarias de los océanos durante
las mareas son como el ciclo respiratorio de la Tierra. La Luna es el yin,
el principio receptivo, femenino y oscuro, relativo al subconsciente: lo escondido,
las emociones. El agua tiene esas mismas características. El estado del agua
en su cuerpo puede reflejar el estado de sus emociones. Como el planeta,
también nosotros podemos tener sequías e inundaciones, charcas estan-
cadas y corrientes de agua fresca. Todos tenemos nuestros ciclos. Muchos
de nosotros poseemos ciclos en los que se liberan las emociones reteni-
das, como en las lluvias del invierno. Luego, con una nueva conciencia
y expresión de estos sentimientos, viene un verdadero aligeramiento de
nuestra energía. El agua retenida a veces en el cuerpo junto con nuestras
emociones, puede ser causa de letargo y lentitud, irritabilidad e incapa-
cidad de expresarnos.
Desde el punto de vista chino, los individuos con deficiente energía del
agua pueden tener dificultades para relajarse o descansar y una incapaci-
dad de reflexionar claramente (...)”.

223

Los Música del Agua


Hombre llorando.

Y para finalizar con esta II parte de magníficos sonidos clásicos sobre la


Música y el Agua, vamos a acompañar el “Lacrimosa” de Mozart (pista
2 = 23´:16´´ - 26´:21´´) y el célebre “Lascia ch´io pianga” de Haëndel (pista
2 = 26´:22´´ - 30´:04´´) con estos escritos que a continuación presentamos:
Por correo electrónico, el pasado 28 de febrero, una gran amiga, Clara, me
enviaba este texto donde expresa, con gran claridad, sus emociones, en un día
lluvioso:
“Buenos días Carmen: Son las 7:20 de la mañana, está oscuro pero cae una lluvia
fina que me abraza con su música celestial. Estoy sentada en mi estudio frente al
ordenador y la oscuridad me rodea a no ser por la pequeña lámpara de mesa y la
luz de la pantalla del p.c. Pero la lluvia me acompaña, me envuelve con su paz.
La Madre está limpiando y parece que se lleva con la lluvia mi tristeza y mis
miedos. Es hermoso. Me siento consolada, comprendida, amada, apoyada...
Siento que la lluvia me habla en esta madrugada en que despierto sola a solas
con el Todo abrazándome el aura.
Así lo siento, porque así lo quiero crear. Pareciera que el entrenamiento poético
que han supuesto tantos años de estar atenta al momento presente, se hubiesen
volcado de repente sobre mi persona para arroparme dentro de una paz promovi-
da por este sonido hipnótico de la lluvia.
Me siento conectada a la Naturaleza tal vez como si de buscar consuelo se trata-
ra... pero no...hay Algo más.
Es una paz que nace del sentimiento del deber cumplido de algún extraño modo,
de haber realizado un extraño trabajo que no podría identifica con palabras y
que no sé como afectó o afecta al mundo y a mí misma y también podría decir
que nace de un sentido místico-amoroso que reconozco como mi propio ser pro-
fundo.
224
Es un sentimiento de haberlo dado todo, de haberlo perdido todo...
Carmen Díaz Baruque

Pero, al mismo tiempo, saber que he ganado, de un modo dulce, más y más terre-
no hacia mi propio ser.
Es como haber regresado unos cuantos e importantes pasos más camino del hogar
donde Yo misma me espero a mí misma.
Comparto estos sentimientos contigo porque tu eres una parte de mí y sé que pue-
des sentirlo como yo lo siento.
Carmen, YA HA AMANECIDO”

Lloremos, inundemos nuestra casa... abramos nuestro corazón porque, se-


guramente, tiene mucho que limpiar. Sólo así nuestro cuerpo curará y llegará
a estar en armonía con nuestra Madre Naturaleza. Lloremos nuestro dolor
porque ya no tiene razón de ser, limpiémonos y hagamos que nuestras lágri-
mas fertilicen la Tierra, nuestra tierra; para, así, asegurar nuestra Vida. Si hasta
ahora estamos sobreviviendo, ahora, Vivamos... el símbolo del llanto de María
Magdalena a los pies de la Cruz nos está diciendo que ya hemos de crucificar
una idea caduca, antigua, como cuando tachamos sobre una rayita en que
apuntamos las cosas que tenemos que hacer y cuando las hemos hecho, a la
línea horizontal del negativo le ponemos la vertical y la convertimos en positi-
vo; que ya está, que ya están hechos nuestros deberes! Hemos crucificado algo.
Que el dolor que causaron sus hermanos, los que no habían entendido nada
del Mensaje Mesiánico, ya está llorado y que sus lágrimas fertilizaron la Tierra
que haría resucitar al Cristo, al que cada uno tiene en su interior (llamémosle
como le llamemos). El agua de sus ojos vertida sobre el Mar de la Emoción ya
está en resonancia con nuestra vibración primigenia que armoniza con la del
Todo, la Unidad, Dios, la frecuencia generadora de nuestro Universo (o como
queramos nombrar a lo innombrable y Eterno).
III Parte:
El agua de la vida: Hallo la lluvia en mí y el Dios
del mar
(CD pista 3 = 9´ 39´´)

Y ya entrando en la tercera y última parte de nuestro CD y de esta exposi-


ción; seguiremos participando, con las buenas amistades y con todos ustedes, 225
de los sonidos del agua; de esta Música del Agua que nos habla desde nuestro

Los Música del Agua


interior llamándonos a expresar nuestras emociones para así, con el fluir de
las mismas, conocernos y conocer; amarnos y amar... Desde las entrañas de la
Madre y en un ritual para evocar nuestra lluvia interior, compartimos una
canción que ya rondaba mi cabeza a la vez que recibía esta emoción hecha
poesía, de Clara y que he titulado:

“Hallo la lluvia en mi”


(pista 3 = 00´:00´´ - 02´:33´´)
Estoy gris, casi negra
Cuando lloro
limpio el alma
con lluvia de lágrimas.
Me desahogo...
Aparece una nueva luz
y ese sol
mezclado con mis lágrimas
fabrica un Arco Iris
en mi interior.
Me vuelvo de colores
Soy luz blanca y pura.

Dedicado a mi gran amiga Carmen desde el corazón del Corazón.


Clara Torres
226
Carmen Díaz Baruque

Clara Torres y Carmen Díaz Baruque, después de la conferencia.

También, de una gran amiga es esta canción: “Rain” -Lluvia- que pueden
escuchar a continuación (pista 3 = 02´:34´´ - 06´:40´´) y de la que su au-
tora nos cuenta que “este cántico se inspiró en el sonido de la lluvia que oí caer
sobre el techo de la Cúpula, nuestro espacio de trabajo en España, dotada de una
acústica muy especial. El sonido de la lluvia me cubría totalmente, me empapa-
ba pese a que estaba seca. Me inundó una sensación de limpieza y purificación
que me incitaron a cantar y así fue como se creó este cántico. Dos años después
de ese día lluvioso en España, me encontraba en una antigua cámara de sonido
en el Machu Pichu, en Perú. Estaba destartalada por los días de caminata por el
Camino Dorado. La lluvia caía sin parar sobre mí. Hice mi pregunta y recibí una
respuesta. Tuve mi ceremonia de purificación. Entonces ¿qué fue primero? ¿el cán-
tico o la experiencia en Machu Pichu? ¿hace cuánto tiempo que hice mi pregunta?”
Michêle Averard (10).
La letra de esta canción dice así:
Lluvia, agua de lluvia, (Rain, rain water)
Ven y cae sobre mí (Come pour down on me)
Quítame la mugre de mi piel (Come clean this dirt from skin)
Quiero sentir otra vez (I want to feel again)
Lluvia, agua de lluvia (Rain, rain water)
Ven y cae sobre mí (Come pour down on me) 227
Quítame el polvo de mis ojos (Come clear this dust from my eyes)

Los Música del Agua


Quiero ver mi vida (I want to see my life)
He estado corriendo por el desierto (I´ve been running through the desert)
con el corazón en llamas (with a burning in my heart)
buscando una respuesta (searching for an answer)
a la pregunta que hice hace ya mucho tiempo (to a question that I asked
long ago)
Aunque la amarga herida en mi interior (Though the soaring hurt
inside me)
no haga sino señalar mi meta (helps define what is my task)
mis usados huesos me definen (my weary bones defy me)
mientras me arrastran por mi sendero (as they drag me along this path)

Gracias, Michêle y gracias, Clara por compartir estos sentimientos y


estos evocadores sonidos del agua.
Y seguimos con las emociones, el agua y los efectos que la música produce
sobre nuestros cuerpos. El doctor Maseru Emoto, científico que ha investiga-
do sobre los cristales de agua y el efecto de las vibraciones de nuestros pensa-
mientos y sonidos sobre ella:
Carmen Díaz Baruque

228
Los Música del Agua
229
Carmen Díaz Baruque

230
Los Música del Agua
231
En su libro Los Mensajes del Agua, el Dr. Emoto nos muestra, también, dife-
rentes estudios con bellos cristales de agua que han “escuchado” la música de
Mozart, Beethoven y Dvorak, entre otras obras.
Como en la película ¿Y tu qué sabes? Diríamos: ”Todo esto, da qué pen-
sar...”
También en este sentido, escuchamos -durante la conferencia- la música
232 para la “Integración Emocional” del programa Inner Sound realizado por una
de nuestras maestras, la terapeuta Arden Wilken, quien escribe lo siguiente
Carmen Díaz Baruque

acerca de esta música, en concreto:


“Esta música está basada en la secuencia del ADN, trasladada en no-
tas musicales por Dave Dreamer del Dpto. de Biología de la Universidad
de California. Él me envió algunas secuencias y encontré que esta música
era particularmente buena para la visualización del funcionamiento del
corazón y del sistema circulatorio dañado”
Arden Wilken
Y, mientras esta música iba haciendo en nosotros su función, continuamos
adentrándonos en la importancia de la armonía de nuestros fluidos corporales
y en la inmejorable ayuda del sonido. Dado que la materia es un conjunto
de partículas subatómicas unidas entre sí en continuo movimiento, vibrando
en frecuencias diferentes; por resonancia todo lo que vibra en una frecuencia
similar influye en la materia y es una ley física que las cosas afines entre sí y
los opuestos complementarios, se atraen por este mismo fenómeno: la reso-
nancia.
Así pues, encontramos numerosos tratamientos del agua realizados a través
de diferentes frecuencias de vibración; es decir, mediante el sonido. Por ejem-
plo, la terapia vibracional de la medicina homeopática de Hahnemann; la te-
rapia floral del Dr. Edward Bach, reconocidas desde 1976 por la Organización
Mundial de la Salud, por ejemplo.
Quienes quieran adentrarse en este mundo de las terapias vibracionales
y el sonido pueden probar el Agua Diamantina, creada por el francés Joel
Ducatillon en los años 90. Partiendo de los conocimientos básicos de la fí-
sica cuántica, creó un acelerador de partículas para el tratamiento del agua.
Utilizó sonidos y unos códigos que se asemejan a la información codificada
que se encuentra en el ADN humano. El agua diamantina tiene la habilidad
de reproducir su estructura y su rata vibracional indefinidamente. Este tema
es más complejo de lo que podemos exponer en esta breve aproximación.
Otras investigaciones, en este sentido, han llevado a los franceses Robert
Lissalde y Jean-Lous Fargier, a crear una música capaz de ayudar a revitali-
zar el agua de nuestro cuerpo, tal y como lo demuestran diferentes pruebas
realizadas en los laboratorios del Dr. Emoto. Como señalan en sus discos:
“Los campos uniformes de ondas sonoras se propagan por el agua, transmisor
sutil de comunicaciones vitales (...) el agua actúa como conductor de informa-
ción con la peculiaridad de ser capaz de retener la información que transmite.
Consecuentemente, el agua posibilita la transmisión y, en ocasiones, la perma- 233
nencia en nuestros cuerpos, de cualquier información” e indican que su música

Los Música del Agua


“usa esta propiedad del agua ...ayudando a neutralizar los efectos negativos de
ciertas frecuencias, y consecuentemente, a recuperar y mantener un estado gene-
ral de bienestar”
Desde el punto de vista de la terapia vibracional, podemos entender la
explicación que nos da la doctora Enza Ciccolo sobre el agua de Lourdes:
tras un intenso trabajo de análisis de esta agua, los resultados indicaron que
las frecuencias del agua de este lugar de peregrinación francés, corresponden
exactamente a las del arco iris, así como, sorprendentemente, a las de un ce-
rebro humano sano. Los llamados milagros de sanación de Lourdes son para
la bióloga un fenómeno de resonancia: el cuerpo de los enfermos se armoni-
za con la asombrosa vibración del agua y empieza a sanar desde dentro.
Lo mismo podemos decir de las famosas aguas de Tlacote en México y de
otros muchos lugares de nuestro planeta. Pero, entre lo divino y lo huma-
no, les voy a contar la prometida RECETA DEL AGUA MILAGROSA DE
LAS MUJERES CELTAS que no me dio tiempo a contarles en mi charla.

Y dice la leyenda:
En una de las altas montañas que rodean los fiordos escandinavos había un
agua milagrosa. Poseía el notable poder de traer la paz y la armonía a los ho-
gares, cuando era necesario debido a la existencia de algún marido nervioso,
aburrido y molesto, de aquellos que protestan hasta de su sombra .
Fue Bekhail, la anciana, quién descubrió el secreto del agua y difundió su uso
en la helada aldea de Celsinik, en el extremo norte de Europa, donde hoy es
Finlandia. La sabía señora era esposa de uno de aquellos antiguos guerreros
vikingos, que usaban cascos con cuernos, comían con las manos y salían en
barcos de guerra para armar confusión por los mares de afuera.
Ella usaba el agua milagrosa para mantener su hogar unido y feliz. Era prodi-
gioso el efecto pacíficador del agua. Cuando el bárbaro volvía de la guerra, la
misma furia del combate entraba en la casa, golpeando la puerta y gritando el
nombre de la mujer; pero Bekhail ya tenía bien a mano su vasija de agua mi-
lagrosa. Cuando el bruto comenzaba a pelear por la comida, era el momento
de utilizar los poderes del agua y luego, el hombre se aquietaba, se apoyaba en
un rincón y se adormecía como si fuera un bebé .
No hay casos registrados en que el agua haya fallado. Y su poder fue probado
en situaciones dificilísimas... Las mujeres de los Vikingos resolvieron entonces
234
escribir la receta y cómo usarla en una piedra monumental, en la playa princi-
pal de la aldea.
Carmen Díaz Baruque

....Aquellos hombres conquistaron muchas tierras y obtuvieron grandes victo-


rias. Eran temidos por los mares y famosos por ser guerreros invencibles. En
casa, sin embargo, gracias al agua milagrosa, eran cordiales y pacíficos, fácil-
mente dominados por la sabiduría de sus esposas.
Pero finalmente, aquella aldea escondida, fue invadida por otros pueblos bár-
baros y tomada cautiva. La avalancha de nieve de un riguroso invierno ente-
rró todas las casas y calles barriendo la ciudad del mapa. Así fue que sé perdió
durante siglos, el secreto del agua milagrosa y millares de familias quedaron
privadas de los beneficios de su uso. Muchos males podrían haber sido evitados
si el secreto del agua milagrosa hubiera sido revelado antes...
Excavaciones recientes de un grupo de arqueólogos encontraron la aldea pérdi-
da y la piedra donde las mujeres habían escrito la receta de cómo usar el agua
milagrosa.
Esta es la receta:
Tener siempre a mano una vasija llena de agua milagrosa, especialmente antes
de llegar el marido. Apenas se noten síntomas de furia o desvarío, o sea, voz
alterada, ojos rojos, arterias del cuello sobresalidas; buscar la vasija y hacer uso
de una dosis del agua milagrosa, en cantidad suficiente para llenarse completa-
mente la boca, hasta que las mejillas queden bien infladas. Es muy importante
mantener el agua milagrosa dentro de la boca sin tragar hasta que el marido
haya terminado el comentario o desvarío.
Después de que el paso anterior esté cumplido, tragar el agua milagrosa y respi-
rar bien profundo. La paz ya habrá vuelto a su hogar, pero en el caso que haya
algún imprevisto, como que el marido vuelva a decir algún comentario des-
afortunado: ¡Repetir la dosis cuantas veces fueran necesarias!
Así pues, el agua que los antiguos habitantes de Celsinik tenían como milagro-
sa, era igual a cualquier agua. El secreto era la receta de Bekhail ¡ No falla
nunca ! Y eso es lo que dice la palabra de Dios “LA BLANDA RESPUESTA
QUITA LA IRÁ; MÁS LA PALABRA ASPERA HACE SUBIR EL FUROR “
(Proverbios 15:1)

Ya entrando en la recta final de esta conferencia y –tal y como vimos al


principio de nuestra exposición- son también muchos los compositores ac- 235
tuales que han tomado al AGUA como elemento evocador en sus canciones,

Los Música del Agua


además de las canciones que ya hemos escuchado y nombrado, podemos
recordar el célebre Mediterráneo de Juan Manuel Serrat, que escuchamos
al final de esta conferencia y que junto a “El hombre y el agua” del álbum
UTOPÍA, son unos magníficos ejemplos de la creatividad de este maestro
contemporáneo en relación a la Música y el Agua. La letra de esta última
nos conmueve y les sugerimos que la escuchen acompañada de su música,
de nuevo, cuando tengan ocasión:

Si el hombre es un gesto, el agua es la historia


Si el hombre es un sueño, el agua es el rumbo
Si el hombre es un pueblo, el agua es el mundo
Si el hombre es recuerdo, el agua es memoria
Si el hombre está vivo, el agua es la Vida
Si el hombre es un niño, el agua es París
Si el hombre la pisa, el agua salpica
Cuídala como ella cuida de ti
Brinca, moja....vuela, lava ...
Agua que vienes y vas
Río, espuma... lluvia, niebla...nube, fuente, hielo, mar.....
Agua... barro en el camino
Agua... que esculpes paisajes
Agua... que mueves molinos
Agua... que me das en nombrarte
Agua... que le puedes al fuego
Agua... que agujereas la piedra.
Agua que estás en los cielos como en la tierra.
También el Agua y, en concreto, Tiempo Doñana. Los sonidos de la
marisma será motivo de inspiración para la música del compositor Horacio
Lovecchio: “La vida se mira en el agua” y que, también, escuchamos durante
la conferencia (11):
“Todas las aves se miran en la marisma.
El agua es el gran espejo de la naturaleza.
Si el agua es sonido y color, el viento es el elemento más móvil de Doñana.
236
Una gran ola amarilla inunda las zonas verdes.
La muerte vegetal forma parte del ciclo que marcan las dunas móviles”.
Carmen Díaz Baruque

El matrimonio Kornblum-Averard (12) con su tema “Poseidón, Dios del


Mar” (pista 3 = 06´:48´´ - 09´:39´´) nos acompaña en el final de la audi-
ción, según vamos caminando hacia la conclusión de esta exposición sobre La
Música del Agua:
Como hemos ido esbozando, a lo largo de esta conferencia, son variadas las
cualidades acústicas del Agua y su presencia ha sido motivo de inspiración para
el ser humano pero, por bello que sea hablar de ella a través de la Poesía, de la
Música; del Arte, en general, nunca podremos sustituir el efecto producido por
la Madre Naturaleza a través de sus Aguas: el murmullo de sus fuentes y ma-
nantiales, hablándonos desde sus entrañas; el amoroso susurro del agua de sus
arroyos; el rumor de sus cascadas; el clamoroso ostinato del oleaje marino; el
tintineo constante de la gota de agua que, desde el inicio de los Tiempos conti-
núa, siempre fiel, creando en el vientre de las cavernas, misteriosas formas en sus
estalactitas. Todas ellas son expresiones sagradas de la Música Celeste.
Pero a estos sonidos, que nos encantan con sus cantos, que nos acarician y
acunan; a estos entrañables sonidos de nuestra Tierra se le han sumado otros
que, lejos de producirnos sosiego, nos inquietan y atemorizan: el estruendo
de los grandiosos iceberg en su camino de escisión del continente Antártico;
el sobrecogedor goteo producido por la capa de hielo de la tundra siberiana
derritiéndose; el espectral crujido del casquete polar del Norte que, también,
podría desaparecer en un cerrar de ojos del Tiempo Natural...
Sí, tomamos conciencia de ello; estas Jornadas así lo demuestran y con la
conciencia puesta en el llanto de nuestras aguas contaminadas; en el grito de
los sunamis y tifones; estamos curando a la Tierra desde dentro, desde nuestro
interior. Afinando nuestro instrumento, a través de los fluidos corpóreos y
emocionales, entramos en resonancia con la orquesta de nuestro Planeta Azul.
Porque, aunque nos sintamos tan poderosos, no vamos a creer que somos
capaces de acabar con Él, con ella, con nuestra Tierra. Echemos a un lado la
culpa que nos paraliza para escuchar más allá. Permitámonos cantar nuestras
emociones y desbloqueando así nuestra Agua. Cuidémonos para Escucharla.
Porque “LA MÚSICA DEL AGUA” es anterior a nosotros, los Seres
Humanos y por qué no iba a seguir sonando. Sólo de nosotros depende el es-
cuchar su Voz; siempre ha sido así. Desde que nos encontramos en este plane-
ta, algunos dejan de escucharla y otros no... pero su Música ha continuado ahí
para todos, trascendiendo las modas y estilos; trascendiendo nuestros cuerpos
237
y fundiéndose con nuestro Espíritu.

Los Música del Agua


Y, sobre la Pauta del Gran Silencio se escribe.
Porque “LA MÚSICA DEL AGUA ES, TAMBIÉN, NUESTRA MÚSICA”.
Muchas gracias.
Notas
1. Letra original y traducida de la Canción “Aguas de Março” de A.C.
Jobim (letra y música).

A.C. Jobim
238 Aguas de Março
Carmen Díaz Baruque

É pau, é pedra Uma ave no céu|


É un fim do caminho Uma ave no chão
É um resto de toco É um regato, é uma fonte
É um pouco de sozinho É um pedaço de pão É o fundo do poço
É um caco de vidro É o fim do caminho
É a vida, é o sol No reosto o desgosto
É a noite, é a morte É um poco sozinho
É o laço, é o anzol É um estrepe, é um prego
É uma ponta, é um ponto
É peroba do campo É um pingo pingando
É o nó da madeira É uma conta, e um con
É Caingá, candeia É um peixe, é um gesto
É o matita-perê É uma prata brilhando
É madeira de vento É a luz da mañha
Tombo da ribanceira É o tijolo chegando
É o mistério profundo É a lenha, é o dia
É o queira ou não queira É o fim da picada
É o vento ventado É a garrafa de cana
É o fim de ladeira O estilhaço na estrada
É a viga, é o vão É o projeto da casa
Festa da cumeeira É o corpo na cana
É a chuva chovendo É o carro enguiçado
É conversa ribeira É a lama, é a lama
Das águas de Março É um passo, é uma ponte
É o fim da canseira É um sapo, é uma rã
É o pé, é o chão É um resto de mato
É a marcha estiradeira Na luz da mañha
Passarinho na mão São as águas de março
Pedra de atiradeira Fechando o verão
É a promessa de vida É um Belo Horizonte
No teu coração É uma febre tersã
É pau, é pedra São as águas de março
É un fim do caminho Fechando o verão
É um resto de toco É a promessa de vida
É um pouco de sozinho No teu coração
É uma cobra, é um pau É pau, é pedra
É joão, é José É un fim do caminho 239
É um espinho na mão É um resto de toco

Los Música del Agua


É um corte no pé É um pouco de sozinho
São as águas de março ………
Fechando o verão
É a promessa de vida É um caco de vidro
No teu coração É a vida, é o sol
É pau, é pedra É a noite, é a morte
É un fim do caminho É o laço, é o anzol
É um resto de toco São as águas de março
É um pouco de sozinho Fechando o verão
É um passo, é uma ponte É a promessa de vida
É um sapo, é uma rã No teu coração

A.C. Jobim
Aguas de Marzo (Traducción)
Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es un resto de tronco, está un poquito solo
Es un casco de vidrio, es la vida, es el sol
Es la noche, es la muerte, es un lazo, un anzuelo
Es un árbol del campo, un nudo en la madera
Caingá, candela, es matita de pera.
Es madera del viento, alud en el despeñadero
Es misterio profundo
Es el quiera o no quiera
Es el viento venteando, el fin de la ladera
Es la viga, es el vano, la fiesta del tijeral
Es la lluvia lloviendo, la voz de la ribera
De las aguas de marzo, el fin del cansancio
Es el pie, es el suelo, es marcha caminera
Pajarito en la mano, piedra del tira-piedras.
Un ave en el cielo, un ave en el suelo
Un arroyo, una fuente
Un pedazo de pan
240 Es el fondo del pozo, es el fin del camino
En el rostro el disgusto, está un poquito solo.
Carmen Díaz Baruque

Es un tarugo, un clavo
Una punta, un punto
Una gota goteando
Una cuenta, un cuento
Es un pez, es un gesto
Es la plata brillando
Es luz de la mañana, un ladrillo llegando
Es la leña, es el día, es el fin de la huella
La botella de ron, reventón caminero
El proyecto de casa, es el cuerpo en la cama
Es el coche atascado, es el barro, es el barro
Es un paso, un puente
Es un sapo, una rana
Es un resto de campo en la luz de la mañana
Son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón.
Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es un resto de tronco, está un poquito solo
Es una culebra, es un palo, es Juan y José
Un espino en la mano, es un corte en el pie
Son las aguas de marzo cerrando el verano
La promesa de vida de tu corazón.
Es palo, es piedra, es el fin del camino
Es un resto de tronco, está un poquito solo
Es un paso, es un puente
Es un sapo, una rana
Es un bello horizonte, una fiebre terciana
Son las aguas de marzo cerrando el verano
La promesa de vida en tu corazón.
Palo, piedra, fin del camino
Resto de tronco, está un poquito solo.
2. “Mediterráneo” del albúm Nad Sundaram.
“Esta pieza está basada en la melodía de un mantra tradicional hindú. Hemos
combinado elementos de la región mediterránea para formar un paisaje sonoro
en honor al Mar Mediterráneo y a la pasión y enegía de aquell@s que habitan y
aman sus costas”. Michêle Averard y Oscar Jareño (voz); José Manuel Díaz (gui-
tarra); Lynn Dobson (flauta) y Nestor Kornblum (armónicos).
241
3. Letra de la Canción “A Chuva” de Paulo Tatit y Sandra Peres, del al-

Los Música del Agua


búm Cançoes de ninar.

A chuva cai faz ti lim


sapo coacha cha cha
o sino bate dim dom
eu canto la la la la
A noite vai començar
so falta vocé nanar

4. Sobre este tema remitimos al lector a nuestra anterior publicación


“Sonidos para el Bienestar”, ASPUR, Madrid 2008 y, también, re-
comendamos la audición de diferentes discos de Nestor Korblum y
Michêle Averard, cofundadores de la Asociación de Terapia del Sonido:
www.harmonicsounds.com

5. E
 l insigne musicólogo Curt Sach en su libro Historia Universal de los
Instrumentos Musicales (Buenos Aires, 1947) elabora un interesante es-
tudio sobre los Instrumento Prehistóricos de donde hemos extraído esta
cita (p.47).

6. “ La Música en el Valle del Tiempo Detenido”, Carmen Díaz Baruque,


Hacia el confín del agua en Los Pasos Perdidos de Alejo Carpentier,
Catálogo de la Exposición. Fundación Provincial de Artes Plásticas
“Rafael Botí”, Córdoba 2006.
7. Gráficos que nos muestran rituales que presentan una analogía en-
tre la fertilidad de la mujer y la de la Madre Naturaleza

242
Carmen Díaz Baruque

Figura 1. Escultura de Indonesia de la Sacerdotisa Bilian masturbándose para que su vagina


derrame líquido y, de forma mágica, la Diosa del Amor envíe la lluvia
Figura 2 y 3. Pintura de Les Trois Frères: Figura antropozoomorfa embarazada con torren-
tes de agua saliendo de sus entrañas. Pintura de Lascaux: bisonta (faceta animalística de la
Diosa: signo de la Gran Vaca) con flecha clavada (otra faceta de la Diosa: signo de Flecha)
y con matricial rota. Ambas como reflejo del mito que explicaba la lluvia: la Diosa era su
responsable y la enviaba, al morir embarazada a causa de una flecha.
Figura 4. Vagina-corazón (imagen del sexo: arriba las posaderas, abajo el monte de Venus,
en medio la vagina) del que surgen gotas; penetrado por la escultura fálica, como dulce fle-
cha alada (órganos masculinos) hacia al punto de tiro. Idea reproducida, por analogía, en
forma de corazón herido por flecha de amor: Sagittae Veneris / Flecha de Venus (traspasado
luego a Eros, hijo de la Diosa del Amor).

8. Michêle Averard: “Yemayá, la diosa del mar” –álbum El Encantamiento-


y Yemayá –álbum We are one-. En nuestro CD escucharán la primera ver-
sión.

9. La Salud y las Estaciones. Cómo lograr una Saludable Armonía entre el
Hombre y la Naturaleza, Dr. Elson Haas. Editorial Edaf, Madrid, 2005
(8ª edición). Pp. 33,34 y 35 / 197-236.

10. M. Averard: “Rain” –álbum We are one-.

11. Horacio Lovecchio: Tiempo Doñana. “La Vida se Mira en el Agua”


–álbum Los sonidos de la Marisma-.

12. M. Averard y N. Kornblum: “Poseidón, el dios del mar” –álbum El


Encantamiento-.
Anexos

XI Jornadas de Estudios de AS.P.U.R.


La familia Santángel y el monopolio
de la sal de Las Salinas de La Mata

Durante varios años, la familia


Santángel, de judíos conversos, origina-
rios de Aragón, fueron arrendatarios de
las salinas de La Mata, primero, en el año
1465 Luís de Santángel “el Viejo”, y des-
pués de su muerte en 1476 su hijo Luís
de Santángel “el Joven” con su hermano
Jaime. Las salinas estaban arrendadas en
monopolio en un momento en que la sal se
transportaba por vía marítima a Génova y
Niza, y a otros puertos del Mediterráneo.
Luís de Santángel “el Joven”, impor-
tante financiero, que había nacido en
Valencia, ciudad a donde se habían tras-
ladado sus padres y abuelos desde Aragón,
entró al servicio del rey en la Casa Real Casa Carbonell. Alicante
de Aragón, con el cargo de Escribano de
Ración -Jefe financiero- llegando a ser el hombre de mayor confianza del rey
Fernando. Luís de Santángel conoció a Cristóbal Colón en Córdoba en el año
1486. Estuvo presente con los Reyes Católicos en las Capitulaciones de Santa
Fe el 17 de abril de 1492.
Para financiar la empresa colombina y armar la flota del descubrimien-
to de América, cuyo coste total fue de 8.377.000 maravedíes, equivalentes a
unos 3.421.755 de euros, unos 570 millones de las antiguas pesetas, Luís de
Santángel, participó con un préstamo al rey Fernando de 1.400.00 marave-
díes, como anticipo de las rentas de la Santa Hermandad del monopolio de
Explotación de las salinas de La Mata, además, de otro préstamo sin interés, de
17.000 ducados de Aragón, equivalentes a 3.675.000 maravedíes de Castilla,
el 92,8% del coste de la expedición que se emplearon para armar la flota.
Igualmente participaron con otro préstamo de 600.000 maravedíes algunos
banqueros y comerciantes andaluces de origen genovés amigos de Colón.
Colón, después del descubrimiento de América, en el viaje de regreso a
España, le escribió cartas sobre las tierras descubiertas a los reyes, a Luís de
Santángel y al secretario del reino de Castilla Juan de Colona. Por los servicios
246
prestados a la Corona, los reyes concedieron a él y su familia varios privilegios
sobre la administración de rentas, impuestos y baylías, como la de Orihuela de
Francisco Rebollo Ortega

la que fue bayle su hermano Jaime, Señor de Redován y sus sucesores durante
muchos años. Luís de Santángel, “el Joven”, murió en el año 1497.
Hoy podemos decir, que una parte del dinero que financió la expedición
colombina, procedía de las rentas de la explotación de las Reales Salinas de
La Mata.

Primeras Ordenanzas de las Torres


El 1556, en el reinado de Felipe II, se
promulgaron las primeras Ordenanzas
de las Torres. En las ordenanzas se esta-
blecía una separación aproximada entre
torres de 2 lenguas -unos once kilóme-
tros- siendo sus características principales
de forma troncocónica con dos bóvedas y
una escalera en su interior, aunque tam-
bién la hubo cuadrangular. Doce metros
de altura, 8 metros de ancho en la base y 6
metros de ancho en la parte superior. En
aquellos años estaban instaladas en el rei-
no de Valencia entre 60 y 70 torres vigías,
además de castillos y fortalezas distribui-
das en 10 distritos marítimos llamados re-
Santa María. Alicante
querimientos, al mando cada uno de ellos
había un regidor de las torres

Francisco Rebollo Ortega


“Torrevieja a través del tiempo”
Semanario de Torrevieja. Vista Alegre. Año LIV. Núm. 2610
Carta del Agua

1. S in agua no hay vida posible. Es un bien preciado, indispensable a toda


la actividad humana.
2. Los recursos de agua dulce son inagotables; es indispensable preservarlos,
controlarlos y, si es posible, acrecentarlos.
3. Alterar la calidad del agua es perjudicar la vida del hombre y de los otros
seres vivos que de ella dependen.
4. L
 a calidad del agua debe ser preservada de acuerdo con normas adaptadas a
los diversos usos previstos y satisfacer especialmente las normas sanitarias.
5. C
 uando las aguas, después de utilizarlas, se reintegran a la Naturaleza, no de-
berán comprometer el uso ulterior público o privado que de ésta se haga.
6. El mantenimiento de la cobertura vegetal adecuada preferentemente fo-
restal es esencial para la conservación de los recursos hídricos.
7. Los recursos hídricos deben inventariarse.
8. Para una adecuada administración del agua es preciso que las Autoridades
competentes establezcan el correspondiente plan.
9. La protección de las aguas implica un importante esfuerzo, tanto de la
investigación científica como de la preparación de especialistas y en la
información del público.
10. El agua es un patrimonio común, cuyo valor debe ser reconocido por todos.
Cada uno tiene el deber de utilizarla con cuidado y no desperdiciarla.
11. La administración de los recursos hidráulicos debiera encuadrarse más
bien en el marco de las cuencas naturales que en el de las fronteras admi-
nistrativas y políticas.
12. El agua no tiene fronteras. Es un recurso común que necesita de la
cooperación internacional.

Estrasburgo, Mayo de 1968.


MINISTERIO
DE SANIDAD
Y POLÍTICA SOCIAL

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