El Impacto Economico Del Covid en Bolivia
El Impacto Economico Del Covid en Bolivia
El Impacto Economico Del Covid en Bolivia
TURISMO Y HOTELERIA
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El Alto - Bolivia
EL IMPACTO ECONOMICO DEL COVID EN BOLIVIA
A nivel regional, Perú fue la economía que presentó la mayor caída acumulada,
con una tasa negativa de 17,27%, seguido por Argentina (-12,55%), Bolivia (-
11,11%), Colombia (-7,43%), Chile (-7,08%), Uruguay (-5,99%) y Brasil (-5,90%).
El INE apuntó que las medidas de confinamiento adoptadas para contener el brote
del virus paralizaron o mermaron las capacidades productivas del país.
El producto interior
bruto de Bolivia en 2020
ha caído un 8,8%
respecto al año anterior.
Esta tasa es 110 décimas
inferior a la de dicho año,
en el que la variación fue
del 2,2%.
Si ordenamos los países que publicamos en función de su PIB per cápita, Bolivia
se encuentra en el puesto 132, por lo que sus habitantes tienen, según este
parámetro, un bajo nivel de riqueza en relación a los 196 países de los que
publicamos este dato.
En esta página puedes ver la evolución del PIB en Bolivia. Puedes ver el listado
completo de los países de los que publicamos el PIB clicando en PIB y ver toda la
información económica de Bolivia en Economía de Bolivia.
Concluido el boom de las materias primas en 2014, Bolivia recurrió a un elevado
gasto público y un creciente crédito interno para mantener un alto crecimiento
económico. Estas medidas resultaron en el aumento de la deuda pública y la
reducción de las reservas internacionales y los ahorros fiscales acumulados en la
bonanza.
Las limitadas reservas de gas, un mercado regional cada vez más desafiante y
esfuerzos globales por descarbonizar el sector energético, hacen necesario buscar
alternativas a la exportación de gas. Todavía existen algunas oportunidades
remanentes en este ámbito que, sumadas al importante potencial minero de
Bolivia, podrían aprovecharse mejorando el ambiente de inversiones,
principalmente en los campos de la regulación laboral y tributaria, con miras a
dinamizar la inversión privada y la productividad, a tiempo de reducir la alta
informalidad. Para que este crecimiento sea sostenible a largo plazo es necesario
tomar recaudos para evitar la degradación del medio ambiente y mitigar los
efectos de cambio climático sobre la población y la actividad económica. Ello
requiere afrontar temas críticos como la alta deforestación, la contaminación y la
sobre explotación de algunas cuencas, asociada al crecimiento de las ciudades y
la actividad minera de pequeña escala, y los posibles efectos adversos de
actividades extractivas sobre ecosistemas delicados como las áreas protegidas y
los salares.
Sin duda el turismo ha sido una de las industrias más golpeadas por el Covid-19 a
nivel mundial. Según datos de la OMT, el 2020 hubo un decrecimiento del turismo
en un -73% en comparación al 2019, y se estima volver a los niveles pre pandemia
recién en la gestión 2024.
La reactivación del sector será lenta pero necesaria, no solo porque permitirá
generar ingresos adicionales a las familias socias de los ETC, si no porque
mediante ellos se puede preservar el patrimonio turístico que es aprovechado por
empresas turísticas en toda Bolivia.
La OMT afirma que los destinos preferidos por los nuevos turistas serán atractivos
naturales, con actividades al aire libre y experiencias culturales auténticas,
características que sin duda reúnen los ETC en Bolivia. Sin embargo, para que
esta oportunidad sea bien aprovechada, estos emprendimientos requieren de la
inserción al mundo digital, incorporación de las nuevas tecnologías en la
prestación de servicios y, reinvención de los productos comunitarios.
La crisis del coronavirus ha provocado que los cimientos del sector hotelero se
tambaleen. Partiendo de la base de que el turismo es un gran soporte para la
economía boliviana, la economía se ha visto gravemente afectada.
Los clientes que han cancelado una reserva lo han hecho por miedo, no por coste,
por ello debemos de tratar de devolver la confianza en nuestro establecimiento en
la mayor medida posible.
Por otro lado, la caída de ventas desde que comenzó en lo que se refiere al
coronavirus es del 50% que además ha ido acompañada de un notorio desempleo
que va en aumento.
¿Una vez terminada la crisis del COVID-19 debo bajar los precios de mi
hotel?
Por otro lado, si la mayoría de los hoteles bajan sus precios el resto quedan fuera
de mercado, convirtiéndose en un efecto dominó y viéndose obligados a bajar
también sus precios sin quererlo.
Las empresas públicas no solo sufrieron pérdidas récord durante 2020 debido a la
pandemia del coronavirus, sino que lo hicieron en mucha mayor medida que sus
homólogas del sector privado. Una de las causas de esta evolución dispar fue que,
a diferencia de las compañías privadas, las dependientes del Estado mantuvieron
prácticamente a todas sus plantillas, sin recurrir a medidas como los expedientes
de regulación de empleo temporal. La consecuencia es que los gastos de personal
apenas disminuyeron, aunque la actividad laboral fuera mínima e incluso nula y los
empleados de estas compañías no tuvieran que acudir en muchos casos a sus
puestos de trabajo.
Así, la SEPI perdió 438,3 millones de euros en 2020, un 84% más que las
pérdidas registradas en el ejercicio anterior. Gran parte de esos números rojos se
debieron al desastroso ejercicio de Correos, que perdió 264 millones, frente a los
beneficios de 13 millones de un año antes. Medidas adoptadas justo cuando la
demanda de entregas a domicilio se disparó por las dificultades para hacerse con
mercancías de los ciudadanos encerrados en sus casas, especialmente para
colectivos como ancianos o enfermos.
“En las cuentas de 2020 se evidencia el duro impacto que la crisis sanitaria y
económico-social provocada por la covid-19 tuvo el año pasado en la mayoría de
las actividades del grupo, afectando directamente a los dividendos recibidos de
empresas participadas. A pesar de las dificultades, el Grupo conserva importantes
fortalezas derivadas de una cifra de negocio que el año pasado rozó los 4.700
millones de euros, una cartera de pedidos que superó los 11.000 millones y un
volumen de empleo medio por encima de las 76.000 personas sin incluir el empleo
indirecto ni el inducido. Además, su expansión internacional consiguió elevar las
exportaciones por encima de los 900 millones en 2020, reduciéndose solo el 3%
respecto al ejercicio de 2019, a pesar de que la crisis provocada por la pandemia
en los países donde operan algunas de las principales empresas del Grupo, entre
ellas, afectó de manera significativa a sus expectativas comerciales”, señalaron
fuentes de SEPI.
La mayor parte de la gente trata con empresas públicas todos los días. Es
probable que sean la fuente de suministro del agua y la electricidad que
consumen, así como el autobús o el subterráneo que usan para ir a trabajar o
estudiar. Las empresas públicas vienen en todos los tamaños y formas. Algunas
son propiedad exclusiva del gobierno; otras, propiedad conjunta con inversionistas
privados.
Bolivia enfrenta el 2020 como su peor año económico en décadas, con una ola de
despidos de trabajadores y el cierre o la reducción de empresas como resultado
de la pandemia de Covid-19.
Esta pandemia esta frenando la economía global y local, los efectos ocasionados
por la cuarentena, el aislamiento, la restricción de viajes y cierre de fronteras están
impactando significadamente a la economía; a las múltiples industrias y sobre todo
los mercados financieros están castigando a los inversores.
De enero a abril del año 2021 , 1.113 empresas cancelaron sus matrículas de
comercio, señala un informe de Fundempresa. En comparación con los mismos
meses del año pasado, cuando 668 empresas cerraron, representa un incremento
del 66,6%.
Los datos de Fundaempresa señalan que de las 1.113 empresas que cancelaron
sus matrículas , 376 fueron en Santa Cruz, 333 en La Paz, 224 en Cochabamba,
49 en Tarija, 44 en Chuquisaca, 39 en Oruro, 24 en Potosí, 21 en Beni y 3 en
Pando.
En cuanto al tipo societario de las 1.113 empresas que cancelaron sus matrículas,
938 fueron unipersonales, 161 sociedades de responsabilidad limitada y 8
sociedades anónimas.
industrial manufacturero.
Se realizaron 424 encuestas que representan alrededor del 80% del aparato
disminuirán sus ventas por impacto del Covid – 19 y sólo el 2% aumentará sus
ventas.
Aunque la crisis afecta a todas las empresas, el impacto será mucho mayor en el
caso de las microempresas y las pymes, por su peso en la estructura empresarial
de la región (véase el gráfico 5), en que se traducirá en grandes cierres de
empresas y pérdidas de puestos de trabajo.
El impacto será muy diferente según el sector y el tipo de empresa. Varios de los
sectores fuertemente afectados, como el comercio y los hoteles y restaurantes,
cuentan con gran cantidad de microempresas y pequeñas empresas, que serán
las más afectadas
También las microempresas son las mas afectadas ya que la mayoría en tiempo
de covid llego a ser cerrado o en todo caso tenían la potestad para ser cerradas ya
que para ellos no existía un gran movimiento como las empresas medianas o las
grandes empresas.
También fue un golpe significativo por parte de las microempresas ya que varios
sectores de microempresas no pudieron funcionar con normalidad, aunque en
otros casos igualmente salían con covid todo porque en algunas de ellas solo
viven del pan de cada día
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una tasa de
desempleo de 4 por ciento hasta diciembre del año pasado, pero el Sedla el BID y
economistas consultados por este medio observan que es un dato engañoso, pues
al menos el 80 por ciento de la población trabajadora se desenvuelve en un
empleo informal, por cuenta propia o eventual (4,2 millones) y sólo un millón
trabaja bajo contrato formal.
Sin embargo, de todos los asalariados, más de la mitad sólo tienen trabajos
temporales. Y el 84 por ciento de los trabajadores se concentra en cinco áreas:
servicios de la administración pública y sociales, construcción y manufacturas (los
asalariados) y agropecuaria y comercio (los no asalariados). De aquí se
desprende la vulnerabilidad del empleo en Bolivia.
Sólo el 20 o 25 por ciento tiene un empleo “formal” en Bolivia, y aunque son estos
últimos quienes continúan ganando sueldo en este tiempo de cuarentena, no
tienen su puesto garantizado a largo plazo debido a la crisis que se avecina y el
efecto multiplicador que la situación traerá consigo.
El desplome