El Estudio de Las Ideologías y La Filosofía Del Lenguaje

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CAPITULO I Cualquier prodticto ideológico es parte de una rea-

lidad natural o social no sólo corno un cuerpo físico, un


El estudio de las ideologías y la instrumento de producción o un producto de consumo,

filosofía del lenguaje sino que además, a diferencia de los fenómenos enumera-
dos, refleja y refracta otra realidad, la que está más allá de
su materialidad. Todo producto ideológico posee una sig-
El problema del signo ideológico - El signo ideológico nificación10: representa, reproduce, sustituye algo que se
y la conciencia - La palabra como signo ideológico por encuentra fuera de él, esto es, aparece como signo. Donde
excelencia - La neutralidad ideológica de la palabra no hay signo no hay ideología. Un cuerpo físico es, por así
- La capacidad de la palabra de ser signo interno - decirlo, igual a sí mismo: no significa nada coincidiendo
Recapitulación. por completo con su carácter natural único y dado. Aquí
no cabe hablar de la ideología.
Pero cualquier cuerpo físico puede ser percibido
como imagen de algo, digamos, comp imagen del carácter
inerte, rutinario y necesario del mundo natural reflejado
en un objeto singular. Una semejante imagen simbólica y
artística de una cosa física determinada representa ya un
producto ideológico. La cosa física se convierte en sig-
no. Sin dejar de ser parte de la realidad material, esta cosa
muerta en cierta forma refleja y refracta la realidad.
Sería justo decir lo mismo respecto de cualquier

A
CTUALMENTE, LOS PROBLEMAS DE la filosofía del instrumento de producción de producción. Por sí mismo,
lenguaje adquieren para el marxismo una impor- un instrumento de producción carece de significación, le
tancia excepcional. En los sectores de combate corresponde sólo un destino determinado, el de servir a
más importantes para la labor científica el método marxis- algún propósito de la producción. El instrumento sirve a
ta converge justamente con estos problemas y no puede tal propósito como un objeto singular dado sin reflejar ni
avanzar productivamente sin someterlos a un análisis y sustituir nada. Pero también una herramienta de trabajo
una solución autónomos. puede ser convertida en un signo ideológico. Así son la
Ante todo, las mismas bases de la doctrina marxista
acerca de la creatividad ideológica —los fundamentos de la
10. Traduzco la palabra znachenie como "significación" y no
epistemología, de los estudios literarios, de los estudios de
como "significado", puesto que este último término remite a la
la religión y de la moral— se entretejen muy estrechamen- dicotomía saussureana significante/significado, para la que en
te con los problemas de la filosofía del lenguaje. ruso se usan otros derivados de la palabra znak ("signo"), a saber:
oznachaíuschee/oznachaiemoe (Nota de la traductora).
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hoz y el martillo de nuestro escudo de Estado, en el cual signo, pero con ello adquiere una significación que rebasa
ellos tienen una significación ya netamente ideológica. Las los límites de su dación singular. El signo no sólo existe
herramientas del hombre primitivo aparecen cubiertas de como parte de la naturaleza, sino que refleja y refracta esta
dibujos y ornamentos, es decir, llenas de signos. En este otra realidad, y por lo misino puede distorsionarla o serle
caso, el mismo instrumento rio llega a ser, desde luego, fiel, percibirla bajo un determinado ángulo de visión, etc.
un signo. Luego, a un instrumento de trabajo se le puede A todo signo pueden aplicársele criterios de una valora-
dar una perfección artística formal, y además de un modo ción ideológica (mentira, verdad, corrección, justicia, bien,
tal que la decoración artística armonice con la asignación etc.). El área de la ideología coincide con la de los signos.
práctica productiva del instrumento. En este caso tiene lu- Entre ellos se puede poner un signo de igualdad. Donde
gar una especie de acercamiento, casi una función entre el hay un signo, hay ideología. Todo lo ideológico posee una
signo y un instrumento de trabajo. Sin embargo, en este significación sígnica.
caso también nos damos cuenta de que existe una marcada Dentro del territorio de los signos, esto es, den-
frontera de sentido: el instrumento en cuanto tal no llega a tro de la esfera ideológica, existen diferencias profun-
ser signo, así como el signo como tal no se convierte en un das: la constituyen así la imagen artística como el símbo-
instrumento de trabajo. lo religioso, así la fórmula científica como la norma del
Un producto de consumo también puede llegar a derecho, etc. Cada zona de la creatividad ideológica se
ser un signo ideológico. Por ejemplo, el pan y el vino se encuentra orientada a su modo particular dentro de la rea-
convierten en símbolos religiosos en el sacramento cris- lidad y la refracta a su modo. Cada zona se apropia de una
tiano de la eucaristía. Pero un producto del consumo en función particular en la totalidadrde la vida social. Pero el
cuanto tal no aparece como signo. Igual que los instru- carácter signico es la determinación general de todos los
mentos, los productos de consumo pueden asociarse con fenómenos ideológicos. „
los signos ideológicos, pero no por eso se borra la defini- Todo signo ideológico no sólo aparece como un re-
da frontera de sentido entre ellos. Así, al pan se le da una flejo, una sombra de la realidad, sino también como parte
forma determinada, que no se justifica en absoluto por el material de esta realidad. Todo fenómeno signico e ideo-
propósito de consumo, sino que tiene un valor de un signo lógico se da en base a algún material: en el sonido, en la
ideológico, aunque signo primitivo (por ejemplo, el pan en masa física, en el color, en el movimiento corporal, etc. En
forma de ocho o de roseta). esta relación, la realidad del signo es totalmente objetiva y se
De esta manera, al lado de los fenómenos de la na- presta para un método de estudio único, objetivo y monista.
turaleza, los objetos técnicos y los productos de consumo El signo es fenómeno del mundo exterior. Tanto el signo
existe un mundo especial, el mundo de los signos. mismo como todos los efectos que produce, esto es, aque-
Los signos son también cosas materiales y singu- llas reacciones, actos y signos nuevos que genera el signo en
lares y, según hemos visto, cualquier objeto de la natura- el entorno social, transcurren en la experiencia externa.
leza, de la técnica o del consumo puede convertirse en un Este postulado es de suma importancia. Por más

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elemental y de sentido común que parezca este hecho, en existen rupturas, la cadena jamás se sumerge en una exis-
los estudios de las ideologías hasta ahora no se ha llegado tencia interior no material, que no se plasme en un signo.
en este punto a conclusiones pertinentes. Esta cadena ideológica se tiende entre las concien-
La filosofía idealista de la cultura y la filosofía cias individuales y las une. Los signos surgen, pues, tan
psicologista de la cultura sitúan la ideología en la con- sólo en el proceso de interacción entre conciencias indi-
ciencia11. Afirman que la ideología es un hecho de la viduales. La misma conciencia individual está repleta de
conciencia. El cuerpo exterior del signo es tan sólo la signos. La conciencia sólo deviene conciencia al llenarse de
envoltura o un recurso técnico para conseguir un efecto un contenido ideológico, es decir sígnico, y por ende, sólo
interior: la comprensión. en el proceso de interacción social.
Tanto el idealismo como el psicologismo no toman La filosofía idealista de la cultura y la psicología de
en consideración el hecho de que la comprensión misma la cultura, a pesar de las profundas diferencias metodoló-
sólo puede llevarse a cabo mediante algún material sígni- gicas que entre ellas existen, cometen el mismo error ra-
co (por ejemplo, en el discurso interior). No se tiene en dical. Al situar la ideología en la conciencia, convierten la
cuenta que al signo se le opone otro signo y que la propia ciencia de las ideologías en el estudio de la conciencia y de
conciencia sólo puede realizarse y convertirse en un hecho sus leyes, sean éstas las trascendentales o las empírico-psi-
real después de plasrg.ajse en algún material sígnico. La cológicas. En consecuencia, aparecen a la vez una radical
comprensión del signo es el proceso de relacionar un signo distorsión de la propia realidad estudiada y un enredo me-
dado que tiene que ser comprendido con otros signos ya todológico en las relaciones recíprocas entre las distintas
conocidos; en otras palabras, la cornprensión responde al áreas del conocimiento. La creatividad ideológica —hecho
signo mediante otros signos. Esta cadena de la creatividad material y social— está delimitada por el estrecho marco
ideológica y de la comprensión, que conduce de un signo de la conciencia individual. Por otro lado, la propia con-
al otro y después a un nuevo signo, es unificada y conti- ciencia individual pierde todo afianzamiento en la reali-
nua: de un eslabón sígnico, y por tanto, material, pasamos dad. Se convierte en el todo o en la nada.
ininterrumpidamente a otro eslabón también sígnico. No En el idealismo la conciencia se convierte en el
todo, se sitúa por encima del ser, determinándolo. En rea-
11. Es preciso señalar que en el neokantismo contemporáneo, se lidad, la conciencia, que es para el idealismo la dominante
detecta en este sentido un cambio. Nos referimos al último libro de del universo no es sino una hipostatización de un vínculo
Cassirer Pbilosophie der symboííschen formen, t. 1, 1923. (Filosofía abstracto entre las formas más generales y las categorías de
de las formas simbólicas, \ FCE, México). Permaneciendo en el la creatividad ideológica.
terreno de la conciencia, Cassirer considera como su rasgo principal
Para el positivismo psicologista la conciencia, por
la representación. Cada elemento de la conciencia representa algo
y tiene una función simbólica. El todo se manifiesta en la parte, y
el contrario, se convierte en la nada, a saber: en un con-
una parte se entiende sólo en el todo. Según Cassirer, la idea es tan junto de reacciones psicofisiológicas individuales, que dan
sensorial como lo es la materia, sin embargo, esta sensorialídad por resultado, como por arte de magia, una creación ideo-
pertenece a un signo simbólico, es representativa.

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lógica singular y plena de sentido.
El carácter regular, objetivo y social de la creativi- cuentas, la conciencia ha llegado a ser un asylum ignorantiae
dad ideológica, interpretado erróneamente como una ley para todos los sistemas filosóficos. La conciencia se con-
de la conciencia individual, debe inevitablemente perder vierte en el depósito de todos los problemas irresolubles,
su lugar real en el ser, al retirarse o bien a las alturas su- de todos los remanentes no disgregables objetivamente. En
praexistenciales del trascendentalismo, o bien a las hondu- vez de buscar una definición objetiva de la conciencia, la
ras presociales del sujeto biológico y psicofísico. empezaron a utilizar para subjetivizar y refundir entre sí
Pero no se puede explicar lo ideológico en cuanto tal todas las definiciones objetivas equilibradas.
desde las raíces suprahumanas, infrahumanas o animales. Una definición objetiva de la conciencia sólo pue-
Su lugar auténtico se encuentra en el ser: en el específico de ser sociológica. No es posible deducir la conciencia
material sígnico y social creado por el hombre. Su especi- inmediatamente de la naturaleza, como trataba de hacer
ficidad consiste justamente en el hecho de situarse entre el ingenuo materialismo mecanicista y como sigue in-
los individuos organizados, de aparecer como su ambien- tentando hacerlo la psicología objetiva contemporánea
te, como un medio de comunicación. El signo sólo puede (la biológica, la conductista y la reflexológica). No se pue-
surgir en un territorio interindividual, territorio que no es de derivar la ideología de la conciencia, como lo hacen el
"natural" en el sentido directo de esta palabra12: el signo idealismo y el positivismo psicologista. La conciencia se
tampoco puede surgir entre dos homo sapiens. Es necesa- construye y se realiza mediante el material sígnico, creado
rio que ambos individuos estén socialmente organizados, en el proceso de la comunicación social de un colectivo or-
que representen un colectivo: sólo entonces puede surgir ganizado. La conciencia individual se alimenta de signos,
entre ellos un medio sígnico (semiótico). La conciencia in- crece en base a ellos, refleja en sí su lógica y sus leyes. La
dividual no sólo es incapaz de explicar nada en este caso, lógica de la conciencia es la de la comunicación ideológica,
sino que, por el contrario, ella misma necesita ser explica- la de la interacción sígnica en una colectividad. Si priva-
da a partir del medio ideológico social. mos a la conciencia de su contenido sígnico ideológico,
La conciencia individual es un hecho ideológico y en la conciencia nada quedará. La conciencia sólo puede
social. Hasta que este postulado se reconozca con todas manifestarse en una imagen, en una palabra, en un gesto
sus implicaciones, no podrá construirse una psicología ob- signficativo, etc. Fuera de este material queda un desnudo
jetiva ni una ciencia objetiva de las ideologías. acto fisiológico, no iluminado por la conciencia, es decir,
El problema de la conciencia es justamente aquel no iluminado, no interpretado por los signos.
que crea las principales dificultades y genera la confusión De todo lo dicho se deduce el siguiente postulado &
más profunda en todas las cuestiones relacionadas tanto con metodológico: el estudio de las ideologías en ningún grado
depende de la psicología ni se apoya en ésta. Por el contrario,
12. La sociedad es, desde luego, una parte de la naturaleza también, como veremos más detalladamente en uno de los capítulos
sólo que una parte cualitativamente diferente, poseedora de sus siguientes, es la psicología objetiva la que debe fundarse en.
leyes específicas.

32 | Valentín Nikoláievich Volóshinov \a psicología como con el estudio de las ideologías. A fin de y la filosofía del lenguaje | 33
El Marxismo
la ciencia de las ideologías. La realidad de los fenómenos cia. Toda la realidad de la palabra se disuelve por completo
ideológicos es la realidad objetiva de los signos sociales. Las en su función de ser signo. En la palabra no hay nada que
leyes de esta realidad son leyes de la comunicación semió- sea indiferente a tal función y que no fuese generado por
tica determinadas directamente por todo el conjunto de las ella. La palabra es el medio más puro y genuino de la co-
leyes económicas y sociales. La realidad ideológica es una municación social.
superestructura inmediata que surge sobre la base econó- Ya la misma representatividad de la palabra en
mica. La conciencia individual no es el arquitecto de la su- cuanto fenómeno ideológico, su poder demostrativo, la
perestructura ideológica, sino tan sólo un inquilino alojado claridad excepcional de su estructura sígnica bastarían
en el edificio social de los signos ideológicos. para colocar la palabra en el primer plano del estudio de
Al disociar previamente los fenómenos ideológicos las ideologías. Las principales formas ideológicas de la co-
y sus leyes de la conciencia individual, los hemos relacio- municación semiótica podrían ponerse de manifiesto de la
nado más sólidamente con las condiciones y formas de la mejor manera posible justamente gracias al apoyo del ma-
comunicación social. La realidad del signo se define com- terial verbal.
pletamente por esta comunicación. La existencia del signo Pero esto aún no es todo. La palabra no sólo repre-
no es sino la materialización de esta comunicación. Así senta un signo puro y ejemplar, sino que aparece además
son todos los signos ideológicos. como un signo neutral. Todo el material sígnico restante
Pero el carácter sígnico y el condicionamiento glo- se especializa de acuerdo con las áreas de creación ideoló-
bal y multilateral mediante la comunicación no se expresa gica. Cada una de ellas posee su propio material ideológi-
en ninguna forma tan descollante y plena como en el len- co, forma sus signos y símbolos específicos, que resultan
guaje. La palabra13 es el fenómeno ideológico por excelen- inaplicables en otras áreas, en las que el signo se crea por
su función ideológica particular y es inseparable de ella.
13. La polisemia del vocablo ruso slovo («palabra») cubre un campo
Por el contrario, la palabra es neutral con respecto a una
semántico amplio, que sólo en parte coincide con el castellano, y
permite un permanente juego conceptual, a veces ambivalente, función ideológica, sea ésta la científica, la estética, la mo-
marca de la filosofía del lenguaje bajtiniana. El Slovar russkogo ral o la religiosa.
iazyka [Diccionario de la lengua rusa] de S. I. Ozhegov, 18° ed., Además, existe una enorme zona de la comunica-
Moscú, Ed. Russki lazyk, 1987, ofrece nueve acepciones, entre las ción ideológica que no se deja relacionar con esfera ideoló-
cuales son importantes para los propósitos teóricos las siguientes: gica alguna. Es la zona de la comunicación en la vida coti-
a) unidad de la lengua que sirve para nombrar un concepto aislado;
diana. Esta qs sumamente rica en contenido e importante.
b) el mismo discurso, la facultad de hablar; c) actuación pública oral,
discurso en una asamblea; d) discurso sobre algún tema, narración, llano, en la traducción se opta casi siempre (con raras excepciones)
exposición (arcaísmo de estilo elevado); e) opinión, alegato. Según por conservar la peculiaridad arcaizante, de matiz filosófico, de
se puede apreciar, algunas acepciones remiten a los conceptos de su uso en el original. A las acepciones señaladas de "palabra" hay
discurso (c), lenguaje (b), verbo (b y d) en castellano, asimismo que agregar el empleo específicamente bajtiniano (y del círculo
polisémicos. Vuesto que es farragoso y contraproducente sustituir de.Bajtín) del término vyskazyvanie ("enunciado" y "enunciación")
siempre la "palabra" en ruso por los términos respectivos en caste- como sinónimo de slovo. (Nota de la traductora).
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Por un lado, se conecta directamente con los procesos de
la producción, por el otro toca las esferas de las diversas y detallado de la palabra como signo social. Este exclusi-
ideologías ya formadas 7 especializadas. Hablaremos de vo papel de la palabra, el de servir como medio ambiente
para la conciencia, deterrriina el hecho de que la palabra
esta área específica de la ideología cotidiana en el capítu-
lo siguiente. Aquí tan sólo anotaremos el hecho de que acompaña, como un ingrediente necesario, a toda la crea-
el material privilegiado de la comunicación cotidiana es la ción ideológica en general. La palabra acompaña y comen-
palabra. El llamado lenguaje coloquial con sus formas se ta todo acto ideológico. Los procesos de comprensión de
localiza precisamente ahí, en el área de la ideología de la cualquier fenómeno ideológico (la pintura, la música, el ri-
vida cotidiana. tual, el acto ético14) no se llevan a cabo sin la participación
del discurso interno. Todas las manifestaciones de la crea-
La palabra posee otra particularidad de suma im-
portancia, que la convierte en el medio predominante de tividad ideológica, todos los demás signos no verbales apa-
la conciencia individual. A pesar de que la realidad de la recen sumergidos en el elemento verbal y no se dejan aislar
y separar de éste por completo.
palabra, como la de cualquier otro signo, se ubica entre
los individuos, la palabra al mismo tiempo se produce me- Esto no quiere decir, desde luego, que la palabra
diante los recursos de un organismo individual sin inter- pueda sustituir cualquier otro signo ideológico. No; to-
vención alguna de cualesquiera instrumentos o materiales dos los principales signos ideológicos específicos no son
extracorporales. Debido a ello, la palabra llegó a conver- sustituibles plenamente por la palabra. Por principio, una
tirse en el material sígnico de la vida interior, esto es, de la obra musical o una imagen pictórica no pueden traducirse
conciencia (el discurso interno). La conciencia sólo pudo adecuadaríiente a la palabra. Un ritual religioso no puede
desarrollarse al disponer de un recurso elástico y corpo- sustituirse del todo por la palabra; no existe un sustituto
ralmente expresivo. La palabra llegó a ser tal recurso. La verbal idóneo ni siquiera para un gesto cotidiano más sim-
palabra puede utilizarse como signo de uso interno, por ple. Negarlo sólo llevaría a un racionalismo más vulgar y a
así decirlo; puede realizarse como signo sin tener que ex- una simplificación. Pero al mismo tiempo todos estos sig-
presarse plenamente hacia el exterior. Por eso, el problema nos ideológicos que no son reemplazables por la palabra,
de la conciencia individual en cuanto discurso interno (en en ésta se apoyan! y por ésta se hacen acompañar, como el
general, el problema del signo interno), viene a ser uno de canto es acompañado por la música.
los más importantes en la filosofía del lenguaje. No existe un solo signo cultural que, al ser com-
prendido y conceptualizado, quede aislado, sino que al con-
Ya desde un principio está claro que es imposible
enfocar este problema por medio del concepto común del trario, todos ellos forman parte de la unidad de una con-
discurso y de la lengua tal como éstos fueron elaborados ciencia estructurada verbalmente. La conciencia siempre
por la lingüística no sociológica y por la filosofía del len-
guaje. Para comprender la función de la palabra como el 14.En el original, postupok (en inglés, deed). Otra clave del
pensamiento bajtiniano, que se desarrolla sobre todo en sus
medio de la conciencia se requiere un análisis profundo
trabajos reunidos en el volumen Estetika slovesnogo tvorchestva
(Estética de la creación verbal). (Nota de la traductora).
36 | Valentín Nikoláievich Volóshinov
El Marxismo y la filosofía del lenguaje | 37
sabe encontrar una aproximación verbal hacia el signo. Por CAPÍTULO I!
eso alrededor de cada signo cultural se forma una especie
de círculos concéntricos hechos de reflejos y ecos verbales.
Toda refracción ideológica del ser en devenir, no importa en
Ei problema de la relación entre
qué material significante se realice, es acompañada por una as bases y las superestructuras,
refracción ideológica en la palabra, como fenómeno satélite
obligatorio. La palabra está presente en todo acto de com-
La inadmisibilidad de la categoría de la causalidad
prensión y en todo acto de interpretación.
mecanicista en el estudio de las ideologías - El proceso
Todas las particularidades de la palabra que analiza-
de generación de la sociedad y la generación de la
mos —su pureza sígnica, su neutralidad ideológica, su ca-
palabra - La expresión sígnica en la psicología social - El
pacidad de convertirse en discurso interno y, finalmente,
problema de los géneros discursivos cotidianos - Formas de
su ubicuidad en cuanto fenómeno colateral de todo acto
comunicación social y formas de signos - El tema del signo
consciente—, todos estos rasgos convierten la palabra en el
- Lucha de clases y dialécticas del signo - Conclusión.
objetivo básico del estudió" de las ideologías. Las leyes de
la refraccción ideológica de la existencia en los signos y en
la conciencia, las formas y la mecánica de esta refracción
deben ante todo estudiarse con base en el material de la pa-
labra. La introducción del método sociológico marxista en
todas las profundidades y sutilezas de las estructuras ideo-
lógicas "inmanentes" sólo es posible sobre la base de una
filosofía del lenguaje elaborada por el propio marxismo,
de una filosofía del lenguaje comprendida como filosofía
del signo ideológico.

HI '" NO DE LOS PROBLEMAS principales del marxismo,


l|i el de la relación entre las bases y las superestruc-
^L_^ turas, está estrechamente relacionado, en varios
de sus aspectos, con las cuestiones de la filosofía del len-
guaje y puede beneficiarse mucho con la solución o inclu-
so con un tratamiento más o menos amplio y profundo de
tales cuestiones.
Cuando se plantea el problema de la forma en que
las bases determinan las ideologías, se da una respuesta co-
rrecta pero demasiado general y, por tanto, polivalente: las
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