Aprendizaje Autodidacta

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Aprendizaje autodidacta.

Estas orientaciones son uno de los resultados del equipo de trabajo del proyecto de
investigación “Formación de profesores universitarios para el desarrollo de las habilidades
necesarias para el aprendizaje autónomo desde una perspectiva intercultural”.

El equipo está formado por profesores de distintas áreas de la Universidad Iberoamericana


Ciudad de México (uia-cm), los cuales aportaron su experiencia para el desarrollo de los
temas en los que se especializan o conocen bien. Entre los miembros del equipo se encuentran
la Mtra. Ma. del Carmen Doria y el Mtro. Arturo Fregoso, del Departamento de Ingeniería y
Ciencias Químicas, y el Dr. Salvador Carrillo, del Departamento de Física y Matemáticas,
quienes desde hace varios años han trabajado con estudiantes de primer ingreso de
licenciatura en diversas áreas de la ingeniería, para promover sus habilidades en la resolución
de problemas; la Dra. Teresa de la Garza, quien ha trabajado durante mucho tiempo en
filosofía para niños y es especialista en el desarrollo del pensamiento crítico, pensamiento
complejo y ética; la Dra. Laura Guerrero del Departamento de Letras; la Dra. María Luisa
Crispín, responsable del Programa de Formación de Académicos de la Dirección de Servicios
para la Formación Integral (dsfi), La Dra. Alma Beatriz Rivera Aguilera tiene 30 años de
experiencia en implementación de tecnologías digitales en bibliotecas universitarias y ha sido
docente en las áreas de metodología de investigación, habilidades de información y
tecnología educativa; la Dra. Lourdes Caudillo, académica de la dsfi y responsable de la
acreditación y evaluación de programas de licenciatura; de la misma área, la Dra. Hilda
Patiño Domínguez que colabora en el programa de reflexión universitaria y el Dr. Jorge
Martínez Sánchez, del Departamento de Educación y coordinador de la Licenciatura en
Pedagogía. Además colaboraron en el proyecto Marcela Loyola, licenciada en Psicología y
egresada de la Maestría en Educación de la uia-cm; Melisa Esquivel, historiadora de la uia;
María José Athié Martínez es también parte de este proyecto, estudió Educación y es egresada
de la Maestría en Estudios Curriculares en la University of British Columbia, Canadá, y
Yazmin Costopoulos, licenciada en Filosofía y egresada de la Maestría en Educación de la
uia.

Este proyecto surgió a raíz del estrecho vínculo que ha mantenido la uia-cm con el Centro de
Estudios Ayuuk-Universidad Indígena Intercultural Ayuuk (cea-uiia), con quienes se ha
colaborado desde su conformación participando en el diseño del modelo educativo, de los
planes de estudio y la formación de sus académicos. El cea-uiia se ha ido fortaleciendo como
una institución intercultural de educación superior cuyo objetivo es ofrecer una alternativa
en la formación profesional de los y las jóvenes del territorio indígena Ayuuk y los
municipios circundantes, de manera que puedan integrarse con éxito a la vida productiva de
su comunidad y región, con pleno respeto al contexto cultural en el que se encuentran.
Asimismo, dicho centro busca contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades
indígenas y a favorecer los procesos de inclusión en el contexto de un mundo globalizado.
Uno de los objetivos del cea-uiia es construir un proyecto educativo en estrecha colaboración
con la comunidad a partir de su realidad, necesidades y sentir, así como fortalecer su cultura
y posibilitar puentes de relaciones interculturales. Por tal motivo, el cea-uiia fundamenta su
acción en los principios que han permitido la vida en comunidad en la región Ayuuk, es decir,
en la comunalidad y la integralidad-complementariedad, la solidaridad y la interculturalidad.
Los jóvenes de nuestro país llegan a la universidad después de haber transitado por un sistema
de educación básica y media superior ineficaz ya que, en general, no cuentan con los
conocimientos que son esperados al terminar la educación media superior, ni han
desarrollado cabalmente las habilidades básicas instrumentales como la lectura de
comprensión, las habilidades de comunicación, de pensamiento y trabajo cooperativo. Este
problema es aún más grave en instituciones rurales e indígenas, donde la educación que han
recibido es muy deficiente y poco pertinente con el contexto sociocultural en el que se enseña.
Los egresados de instituciones educativas ubicadas en regiones con estas características se
encuentran en desventaja y difícilmente logran pasar los exámenes de admisión de las
instituciones de educación superior (Schmelkes, 2006). Por ello se hace indispensable, en la
formación universitaria de dichas regiones, el énfasis en el desarrollo de las habilidades y
actitudes para “aprender a aprender” y, de esta manera, los estudiantes superen las
deficiencias de su formación anterior y logren egresar con las competencias necesarias para
transformar sus comunidades y mejorar las condiciones de las regiones indígenas. Es
necesario considerar que la cultura influye en los estilos de aprendizaje y, por lo tanto, este
aspecto debe ser atendido por los profesores para ofrecer una educación de calidad
culturalmente pertinente, que considere las necesidades de los estudiantes, sus conocimientos
y experiencias previas. Ello implica que los docentes adopten nuevas estrategias de
enseñanza que fomenten un aprendizaje significativo y activo, donde los alumnos se sientan
capaces de aprender, trabajar en equipo, aplicar lo que experimentan en diferentes contextos,
saber tomar decisiones y actuar en consecuencia. Éstas son algunas de las principales
habilidades que requieren los profesionistas egresados de las universidades para desarrollarse
en un mundo multicultural, cambiante e incierto.

Las orientaciones que aquí se presentan pretenden colaborar en la formación de profesores


universitarios para que actúen como agentes educativos estratégicos, propiciando el
desarrollo de las habilidades y actitudes para “aprender a aprender” en los estudiantes. El
objetivo es proporcionar un conjunto de estrategias prácticas fundamentadas en avances
teóricos, que permitan a los profesores integrar de manera transversal el desarrollo de
habilidades y actitudes para “aprender a aprender” a lo largo de la formación universitaria,
especialmente durante el primer año de la licenciatura. Estas orientaciones estarán siempre
en continua construcción y se espera que los profesores que las utilicen propongan
actividades nuevas relacionadas con los temas tratados, así como sus reflexiones y
aprendizajes.

Las orientaciones están conformadas en doce capítulos, donde se proponen aspectos teóricos
y prácticos sobre las principales estrategias a realizar dentro de la práctica docente, las cuales
serán un apoyo para maestros y alumnos, quienes juntos “aprenderán a aprender”. Por ello,
junto con la teoría, en cada capítulo se propone una serie de ejercicios que el maestro podrá
ejecutar personalmente o con sus estudiantes. Estos ejercicios le pueden proporcionar ideas
o sugerencias sobre cómo trabajar con ciertos temas o facilitar su comprensión. Asimismo,
cuenta con una sección denominada “Si quieres ir más allá”, donde se proponen materiales
bibliográficos y sitios web en los que se encontrará más información o ejercicios en relación
al tema o a algunos de los apartados vistos en los capítulos. Por último, se incluye la
bibliografía utilizada. En el capítulo i “¿Qué es el aprendizaje?” se define el aprendizaje, sus
objetivos y principales elementos, entre los que se encuentran sus procesos, la importancia
del conocimiento y las estrategias para aprender y estudiar. El capítulo ii le corresponde a
“Factores relacionados con el aprendizaje”, donde se explican los factores que influyen en
cómo aprendemos, cuáles son y por qué es importante que los profesores los tomen en cuenta.
El capítulo iii, titulado “Aprendizaje autónomo”, explica su importancia así como las
habilidades que maestros y alumnos deben aprender y practicar para lograr automatizarlas y
conseguir que el aprendizaje sea siempre un proceso significativo y relevante en la vida de
cada persona; asimismo no se deja de lado la importancia de aprender a trabajar
colaborativamente y las ventajas que implica la labor en grupo, para lo cual es necesario que
el sujeto tenga una concepción clara de sus procesos y la responsabilidad sobre su propio
aprendizaje y así, apoyar y brindar elementos importantes dentro del trabajo colectivo.
“Hablando se entiende la gente, expresión oral” es el capítulo iv, donde se tratan temas en
torno a la expresión oral y la importancia que ésta tiene en la comunicación interpersonal,
además de otros aspectos que es necesario tomar en cuenta cuando se habla, ya sea ante
grandes o pequeñas audiencias; algunos géneros de análisis que combinan distintos tipos de
comunicación (oral, escrita, corporal, etcétera) que se presentan en actividades como la
entrevista y la preparación del discurso y finalmente, algunas sugerencias sobre cómo
preparar un texto. A lo largo del capítulo hay ejercicios para mejorar o facilitar la expresión
oral, así como la dicción, entonación y expresión corporal.

El capítulo v, “Lectura y escritura”, se refiere a la importancia de saber leer y escribir tanto


en la universidad como en la vida cotidiana. Se divide en dos partes: Lectura, donde se
brindan técnicas para leer con atención y comprender con facilidad lo expuesto en los textos
que se trabajan, así como la importancia de leer literatura en sus distintos géneros. En el
apartado de Escritura se expone lo esencial de escribir bien, cómo elaborar algunos de los
principales trabajos escritos para la universidad y una breve explicación acerca de la manera
de llevar a cabo una investigación, ya que este tema se trata detalladamente en el capítulo vi.
En el capítulo vi, titulado “Investigación bibliográfica”, se desarrolla qué es y qué implica
investigar. Se analiza el proceso de la investigación, los factores que no deben perderse de
vista y los elementos que dan validez y seriedad al trabajo, tales como las notas y las citas
bibliográficas, además de sugerencias sobre cómo mejorar la manera de presentar la
investigación realizada. Como en todos los capítulos, se incluyen ejercicios y ejemplos que
facilitan la comprensión. El capítulo vii, “TICs” (Tecnologías de la Información y la
Comunicación), encontramos una breve historia de éstas, las ventajas que implican su uso y
por qué es necesario integrarlas al curriculum para adaptarlas a la vida diaria. Al capítulo viii
trata del “Pensamiento crítico”, donde de manera detallada se aclara que éste permite generar
conocimientos formales con fundamentos sólidos, es decir, basados en criterios y buenas
decisiones, para lo que se precisan las distintas formas de apelar a la razón. En el capítulo ix,
“Resolución de problemas”, se pretende que el alumno desarrolle habilidades para resolver
problemas de diversos tipos, sencillos y complejos, de la vida diaria o de su futura vida
profesional, de forma rápida, exacta, autocrítica y autocorrectiva, con base en el uso de
estrategias. El capítulo x, “Creatividad”, explica qué es y cómo por medio de ella, se pueden
ampliar perspectivas y resolver problemas. También se exponen los niveles implicados en el
proceso creativo, qué es tener una personalidad creativa y los componentes de una mente
creativa. El capítulo xi, “Cómo tomar decisiones Responsablemente”, corresponde
principalmente a la ética que se ocupa de descifrar cuál es el modo propio de actuar como ser
humano y cómo debemos orientar nuestra vida en el uso responsable de la libertad. El
capítulo ofrece también algunas estrategias didácticas que promueven la formación de la
personalidad moral para la toma de decisiones autónomas y críticas, tales como la discusión
de dilemas morales, los ejercicios de autorregulación y conocimiento de sí mismo, la
dramatización, el estudio de caso y el método de proyectos. De esta manera, el presente libro
revisa algunos de los temas más relevantes para el proceso de “aprender a aprender” y la
importancia que para el profesor tiene poner en práctica los temas aquí tratados, tanto para
mejorar su actividad como maestro, como para facilitar y asegurar que sus alumnos aprendan.

Las orientaciones pueden leerse sin seguir el orden establecido de los capítulos, sino de
acuerdo a la necesidad del docente; no obstante, se recomienda comenzar por leer los tres
primeros capítulos, ya que dan sustento teórico al resto de la guía.

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