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Análisis de Conyutura

El documento analiza los escenarios económicos, políticos, tecnológicos, ambientales y culturales relacionados con la pandemia de COVID-19. Describe cómo la pandemia ha afectado severamente las economías a nivel mundial y latinoamericano, provocando recesiones, aumento del desempleo, y caídas en los mercados financieros. También examina los impactos en los sectores de la educación y la cultura debido a las medidas de confinamiento.

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Análisis de Conyutura

El documento analiza los escenarios económicos, políticos, tecnológicos, ambientales y culturales relacionados con la pandemia de COVID-19. Describe cómo la pandemia ha afectado severamente las economías a nivel mundial y latinoamericano, provocando recesiones, aumento del desempleo, y caídas en los mercados financieros. También examina los impactos en los sectores de la educación y la cultura debido a las medidas de confinamiento.

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Análisis de coyunturas “Los escenarios del COVID-19: los criterios económicos, políticos,

tecnológicos, ambientales y culturales”

María catalina Diaz Foronda


Jaime Humberto Gómez Duque
Yuliana Andrea Restrepo Chavarriaga

Instituto Tecnológico Metropolitano

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

Administración Tecnológica

Contexto Geopolítico

Walter Aristizábal

Medellín-Colombia

2022-1
Los escenarios del COVID-19: los criterios económicos, políticos,
tecnológicos, ambientales y culturales.

1. Hechos y acontecimientos.
Los coronavirus (CoV) son virus que surgen periódicamente en diferentes áreas del mundo y que causan
Infección Respiratoria Aguda (IRA), es decir gripa, que pueden llegar a ser leve, moderada o grave.
El nuevo Coronavirus (COVID-19) ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como
una emergencia en salud pública de importancia internacional (ESPII). Se han identificado casos en todos
los continentes y, el 6 de marzo se confirmó el primer caso en Colombia.
En diciembre de 2019 fueron reportados una serie de casos de pacientes hospitalizados con una
enfermedad nueva caracterizada por neumonía e insuficiencia respiratoria, a causa de un nuevo
coronavirus (SARS-CoV-2), en la provincia de Hubei, China. El 11 de febrero de 2020, la Organización
Mundial de la Salud nombró este agente etiológico como COVID-19 (Coronavirus Disease, 2019).
Posteriormente, y a pesar de las extensas medidas de contención, la enfermedad ha continuado avanzando
hasta afectar al resto de los países de Asia, Medio Oriente y Europa. El 11 de marzo, la COVID-19 fue
declarada como pandemia en una rueda de prensa mundial por Tedros Adhanom Ghebreyesus, director
general de la Organización Mundial de la Salud.
América Latina es una de las regiones más afectadas por la pandemia del coronavirus. El primer caso
positivo del denominado síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) en la región fue hecho
público en la ciudad de São Paulo, Brasil, el 25 de febrero de 2020. Pocos días después, las primeras
infecciones fueron confirmadas en México, Ecuador y Chile, que desde entonces continuaron siendo
algunas de las naciones más afectadas por esta pandemia en Latinoamérica. Brasil, el país más poblado de
la región, es también el que cuenta con más casos confirmados de la enfermedad COVID-19. En la
actualidad, Argentina es el segundo país latinoamericano con la mayor cantidad de casos de coronavirus,
habiendo sobrepasado a otros países como Perú y México en número de infecciones y casos fatales. No
obstante, Perú se mantuvo como el país de la región (y del mundo) con la tasa de mortalidad del
coronavirus más alta.

2. Recaudo información: datos reales y objetivos.


El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, ha provocado hasta la
fecha cerca de 520 millones de casos en el mundo y más de 6,25 millones de muertos, según el recuento
independiente de la Universidad Johns Hopkins, que monitoriza la situación del coronavirus con los datos
generales de todos los países del mundo desde el principio de la pandemia.
El mundo superó los 300 millones de contagios a principios de enero de 2022 y en tan solo un mes sumó
otros cien millones a un ritmo frenético de más de tres millones de casos diarios de media, unas cifras
nunca antes vistas en la pandemia, por la expansión de la variante ómicron por todo el planeta. En abril de
2022 la cifra ya rebasa los 500 millones.
Estados Unidos es el país con mayor cifra de muertos, con casi un millón de fallecidos; seguido por
Brasil, con más de 664.000
El país más con más contagios en términos absolutos sigue siendo Estados Unidos, seguido de India y de
Brasil.

3. Espacialidad, territorio y temporalidad: mundial, regional, y local.

4.Discusión grupal sobre los elementos que lo caracterizan.

5.Identificación de los elementos estructurales: lo político, lo militar, lo social, lo económico e ideológico.

ECONÓMICO

Ante la pandemia de COVID-19, las economías a lo largo y ancho del planeta se han cerrado y
paralizado, y las sociedades han entrado en cuarentenas más o menos severas y más o menos prolongadas.
Estas medidas, tal como señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL,
2020c), solo son comparables a las tomadas en situaciones de guerra. A pesar de que han transcurrido más
de seis meses desde que inició la pandemia, aún no se sabe cuánto más durará la crisis que está generando
ni la forma que tendrá la recuperación o lo que muchos han dado en llamar la “nueva normalidad”. Es
evidente que “cuanto más rápida y contundente sea la respuesta, menores serán los efectos negativos” y
que, “en cualquier escenario, algunos de los mecanismos tradicionales de mercado podrían no ser
suficientes para enfrentarla debido a la interrupción de las actividades productivas y la consiguiente
contracción de demanda” (CEPAL, 2020c, pág. 1).
La combinación de políticas y medidas como el distanciamiento social, el confinamiento y las
cuarentenas implican una reducción e incluso muchas veces una suspensión total de las actividades de
producción y de consumo por períodos inciertos, lo que a su vez desploma los mercados, conduce al
cierre de empresas y empuja al desempleo a miles de personas, de modo que “el trabajo, factor esencial
de la producción, está en cuarentena en la mayoría de los sectores de la economía” y “las fronteras se han
cerrado, y las cadenas globales de valor se han interrumpido”(Alzúa y Gosis, 2020, pág. 3).
La pandemia llegó en una coyuntura en la que el desempeño de la economía mundial ya era débil. De
acuerdo con la CEPAL, en 2019 esta justamente había registrado “su peor desempeño desde 2009, con
una tasa de crecimiento de solo un 2,5%” y antes de la pandemia “las previsiones de crecimiento del PIB
mundial para 2020 se habían revisado a la baja”. También el comercio mundial se estaba desacelerando y
en 2019 el volumen comercial de bienes había caído un 0,4%, su primera disminución desde la crisis
financiera mundial de 2008/2009 (CEPAL, 2020c, pág. 1). Además, hay que tomar en cuenta que cuando
la crisis llegó “la confianza en la globalización y el multilateralismo como herramientas para el desarrollo
acumulaba más de un decenio de deterioro” (CEPAL, 2020c, pág. 2). Por ejemplo, en 2008, la crisis
financiera mundial había llevado a una “pérdida de confianza en la capacidad de los mercados, en
particular del mercado financiero, para garantizar un crecimiento estable en ausencia de controles y
medidas regulatorias” (CEPAL, 2020c, pág. 1).
Todo lo anterior ha sido reforzado por el Banco Mundial (2020a), que señala que el COVID-19 ha tenido
un enorme impacto a nivel mundial y ha causado pronunciadas recesiones en muchos países. Las
proyecciones de referencia pronostican una contracción del 5,2% en el producto interno bruto mundial en
2020, lo que constituye la recesión mundial más profunda que se ha experimentado en décadas. Los
ingresos per cápita en la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo se retraerán este año. La
CEPAL (2020) complementa apuntando que la caída en las economías desarrolladas será́ del 7,0%,
mientras que en las economías emergentes será del 1,6%. La interrupción de la producción en países
integrados a cadenas de valor mundiales ha sido determinante en el deterioro del comercio de bienes
intermedios y que a ello se ha sumado, producto del confinamiento y la crisis económica, una menor
demanda de bienes de consumo e inversión a nivel generalizado. Como consecuencia, en 2020 el
volumen del comercio mundial de bienes disminuiría entre un 13% y un 32%.
Por otra parte, las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2020) indican un
aumento del desempleo mundial de entre 5,3 y 24,7 millones de personas, con una base de 188 millones
de personas desocupadas en 2019. En un escenario “medio” el aumento del desempleo sería de 13
millones de personas. Una consecuencia directa de ese drástico aumento del desempleo será la pérdida de
ingresos laborales que, a su vez, se traducirá́ en un menor consumo de bienes y servicios, y puede llevar a
muchas personas trabajadoras a situaciones de pobreza (CEPAL, 2020c).
La economía latinoamericana en crisis.

Según un estudio de Statica (2022) Con el avance de la pandemia, los gobiernos latinoamericanos se
vieron obligados a tomar medidas para desacelerar el contagio de la COVID-19 entre sus ciudadanos.
Estas restricciones varían de país a país e incluyen desde el cierre temporal de fronteras hasta la
paralización total de las actividades económicas y sociales no esenciales. Debido al confinamiento y las
restricciones de movilidad, el impacto económico de la pandemia ha sido severo. Tras una profunda
recesión económica en 2020, los pronósticos vaticinan una gradual recuperación en años venideros. Por
ejemplo, se estima que algunas naciones como México, Colombia y Argentina alcancen un crecimiento
del producto interno bruto (PIB) de un 5% en 2021.
Las bolsas latinoamericanas también han sido golpeadas por el brote del coronavirus. Índices bursátiles
tales como el Ibovespa en Brasil, el Merval en Argentina, S&P/BMV IPC de México y el Colcap en
Colombia sufrieron una caída de más del 40% en el cierre de la jornada del 18 de marzo de 2020, pocos
días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara a la COVID-19 como una
pandemia. Asimismo, las principales divisas latinoamericanas registraron una marcada depreciación ante
el dólar estadounidense.

IDEOLOGICO

Otro sector vital gravemente afectado por la pandemia es el de la educación. Antes del COVID-19, el
mundo ya enfrentaba una crisis de aprendizajes. Como registra el Banco Mundial (2020b), antes de la
pandemia 258 millones de niños y jóvenes en edad escolar estaban fuera de la escuela. Una baja calidad
educativa significaba que muchos de los niños que estaban escolarizados aprendían demasiado poco. La
tasa de pobreza de aprendizajes en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano era del 53%, lo que
significaba que más de la mitad de los niños de 10 años no podían leer y comprender un relato sencillo
adecuado para su edad. Peor aún, la crisis no estaba distribuida de manera equitativa: los niños y jóvenes
más desfavorecidos eran quienes menos acceso tenían a la escuela, con tasas de deserción escolar más
altas y mayores déficit en el aprendizaje.
Todo esto significa que el mundo ya estaba bastante alejado de poder cumplir con el Objetivo de
Desarrollo Sostenible 4 que compromete a todas las naciones a garantizar que “todas las niñas y todos los
niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad”2.
Sobre la base de esa realidad, escuelas y universidades se vieron obligadas a cerrar sus puertas a una
escala sin precedentes. En ningún otro momento de la historia “se habían visto suspendidas las
actividades de más de 1.215 millones de estudiantes, de todos los niveles educativos, en el planeta
entero”. Hasta fines de abril, se habían cerrado establecimientos escolares en 180 países y el 85% de los
estudiantes de todo el mundo no estaban asistiendo a la escuela (UNESCO, 2020). El cierre de escuelas
está provocando, sin duda, una pérdida de aprendizajes, un aumento en las deserciones escolares y una
mayor inequidad. Por su parte, la crisis económica que afecta a los hogares agravará el daño, pues
reducirá la oferta y la demanda educativas. Estos dos impactos, a su vez, erosionarán en el largo plazo la
acumulación de talento humano y reducirán las perspectivas de desarrollo y bienestar.

POLITICA

En materia política, la pandemia provocó el aplazamiento de las elecciones en Bolivia, las primeras sin
que Evo Morales aparezca en la boleta; aplazó el referéndum sobre una nueva Constitución en Chile; y
pone en un impasse a Venezuela cuya crisis humanitaria se verá profundizada, además dilata cualquier
intento de sacar al régimen dictatorial del poder, pero también le quita tiempo a la oposición que debe ir
este año a las urnas para renovar la Asamblea Nacional. Además, las personas migrantes que se vuelven
más vulnerables, particularmente los centroamericanos que intentan cruzar por México hacia Estados
Unidos.
En ese adverso panorama, México cuenta con un gobierno rebasado que no dimensiona la magnitud de la
crisis por lo que minimiza sus efectos; hoy más que nunca, el país requiere un gobierno sensible que
coordine una respuesta acorde al tamaño del problema y deje el discurso político a un lado, de lo contrario
la crisis golpeará con más fuerza.
"Económicamente, esta crisis representa un enorme golpe para la región, los precios de las materias
primas se desploman y seguramente se mantendrán bajos todo el año", señala el politólogo Bert
Hoffmann. No solo los países exportadores de petróleo (Ecuador y Venezuela), sino también otros (como
Argentina) se verán afectados por la disminución de la demanda de sus exportaciones en los mercados
chino, europeo o estadounidense, impactados a su vez por la recesión.
"Masivamente afectados se verán, además, todos los que dependen del turismo: en este caso, México y
todo el Caribe. Y esto pondrá a sus gobiernos, a mediano plazo, bajo una tremenda presión y frente
enormes retos sociales", asume el investigador del GIGA.
Según ha explicado Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, en la reunión del Diálogo
Interamericano sobre el Coronavirus, el organismo prevé que la economía de la región se vea impactada
por una reducción de casi el 11 por ciento de las exportaciones a China. Además, la actividad turística
caribeña puede contraerse hasta un 25 por ciento.
La interrupción de las cadenas de suministro mundiales podría afectar, sobre todo, a los sectores
manufactureros de México y Brasil (repuestos de automóviles, electrodomésticos, y productos
electrónicos farmacéuticos). Y todo esto, junto a la caída de las inversiones y los precios de productos
básicos, podría aumentar hasta el 10 por ciento el desempleo, con lo que la pobreza en la región podría
alcanzar a 220 millones de personas.
Sin ingresos y sin reservas, el sector informal, central en las economías de la región, por ejemplo, necesita
urgentemente medidas proactivas, "que no está claro si llegarán a implementarse en los diferentes países",
ejemplifica Hoffmann.
Aunque Bárcena insistió en destacar "medidas económicas, fiscales y monetarias que implican aumentar
el gasto social, bajar las tasas de interés, intervenir los mercados de divisas, la suspensión de cobros de
créditos bancarios, la concesión de líneas de crédito para el pago de las nóminas de las empresas, la
congelación del recargo por impago de las facturas de agua en los hogares, y acciones para evitar el
agotamiento de las existencias de productos básicos, entre otras", aunciadas por gobiernos regionales.
Como sea, "la crisis se da en un momento de profunda debilidad de la mayoría de los gobiernos de la
región", con administraciones ineficientes y penetradas por la corrupción; que no han conseguido
encauzar las demandas sociales de las clases medias emergentes, justo en una de las áreas que más a
prueba pone esta crisis: los servicios públicos, especialmente el sanitario, recuerdan Malamud y Núñez.
La crisis sorprende a la región, además, con una clara crisis de liderazgo en Chile (con apenas 10 por
ciento de apoyo a Sebastián Piñera en las encuestas); nueva crisis económica en Argentina; gobiernos al
final de sus mandatos en Perú y Ecuador; inestabilidad y polarización política en Bolivia; débiles
administraciones públicas en gran parte de Centroamérica y el Caribe; fuerte deterioro institucional y
económico en Nicaragua y Venezuela; un Estado fallido en Haití; y líderes populistas que inicialmente
desestimaron el peligro en Brasil y México, enumeran los expertos.

SOCIOCULTURAL

Por otra parte, los niños —varones y mujeres— también son vulnerables al aumento mundial de la
inseguridad alimentaria, que afecta a las personas tanto de entornos rurales como urbanos. En nuestros
Indicadores del Desarrollo Mundial se muestra que, incluso antes de que surgiera la COVID-19, el
número de personas que padecían desnutrición —un indicador que refleja la cantidad de personas que no
ingieren las calorías suficientes— estaba aumentando, tras haber disminuido durante décadas.
Como sucede con tantos otros aspectos del desarrollo mundial, la COVID-19 acentúa esta preocupante
tendencia. De acuerdo con una evaluación preliminar realizada por nuestros asociados de la Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2020, debido a la pandemia, el
número total de personas que padecen desnutrición podría aumentar entre 83 millones y 132 millones (i)
en todo el mundo. Los datos de la FAO ayudan a respaldar los Indicadores del Desarrollo Mundial del
GBM.
Fragilidad, conflicto y violencia: una realidad que afecta a más y más pobres
En muchos lugares, la inseguridad alimentaria y la COVID-19 han agravado el impacto de la fragilidad,
los conflictos y la violencia, lo que podría revertir los avances logrados en materia de desarrollo. En
2000, 1 de cada 5 personas extremadamente pobres del mundo vivía en países que atravesaban
situaciones de fragilidad y conflicto. Desde entonces, la pobreza ha disminuido constantemente en otras
economías, pero el número de personas pobres que viven en tales entornos sigue aumentando.

Hoy en día, alrededor de la mitad de los pobres del mundo se ven afectados por situaciones de fragilidad
y conflicto. De hecho, la pobreza se está concentrando en esos lugares, donde para 2030 estarán viviendo
hasta las dos terceras partes de la población extremadamente pobre del mundo. Es probable que la
COVID-19 acentúe aún más esta tendencia.

6.Reconocimiento y caracterización de los actores.


Según un nuevo estudio La pandemia del COVID-19 reforzó la centralidad de la cohesión social apelando
a la indispensable cooperación de todas las personas y actores de nuestras sociedades para avanzar en el
control de esta crisis sanitaria, asumiendo costos y alteraciones profundas de la vida cotidiana, afirmó
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL)
“La pandemia abre una oportunidad histórica para la construcción de sistemas de protección social
universales, integrales y sostenibles, y para avanzar progresivamente hacia verdaderos Estados de
bienestar. En otras palabras, no podemos repensar el futuro sin mirar a la cohesión social y la necesidad
de un nuevo pacto social”, afirmó la máxima representante de la CEPAL.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de las Naciones Unidas especializado en
salud, integrado por 194 Estados Miembros.
A medida que los países responden a la COVID-19, la función de la OMS nunca había sido tan esencial.
La OMS se esfuerza por conectar las mejores mentes de todo el mundo para resolver juntos esta crisis.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recopila y pone a disposición tanto
las políticas públicas que los 33 países de la región latinoamericana y caribeña están tomando para limitar
el impacto de la pandemia de COVID-19, como el análisis de los impactos económicos y sociales que
éstas van a tener a nivel nacional y sectorial.
Los gobiernos nacionales y locales están en la primera línea de lucha contra la pandemia, proporcionando
respuestas y proponiendo soluciones.
La lucha contra la pandemia del COVID-19, exige la existencia de estructuras de gobernanza capaces de
reflejar el papel crucial que los nuevos actores internacionales, en especial los gobiernos subnacionales a
nivel local y regional, las corporaciones transnacionales, la Academia, las ONGs y la prensa, aunado con
el apoyo de la sociedad, desempeñan en este desafío global papeles importantes.

7.Procesamiento de información: devele, reconozca y proponga las relaciones e interrelaciones.


8.Señale su postura, sustente y argumente.
9.Socialice el documento en una exposición del mismo 15 minutos
CIBERGRAFIA

A. Enríquez y C. Sáenz, “Primeras lecciones y desafíos de la pandemia de COVID-19 para los

países del SICA”, serie Estudios y Perspectivas-Sede Subregional de la CEPAL en

México, N° 189 (LC/TS.2021/38; LC/MEX/TS.2021/5), Ciudad de México, Comisión

Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2021.

D. (2022, 12 mayo). Mapa del coronavirus en el mundo y datos de su evolución. RTVE.es.

https://www.rtve.es/noticias/20220512/mapa-mundial-del-coronavirus/

1998143.shtml#continentes

La OMS y la Asamblea Mundial de la Salud – una reseña. (2020, 9 noviembre). La OMS y la

Asamblea Mundial de la Salud – una reseña. Recuperado 16 de mayo de 2022, de

https://www.who.int/es/about/governance/world-health-assembly/seventy-third-world-

health-assembly/the-who-and-the-wha-an-explainer

La pandemia reforzó la centralidad de la cohesión social apelando a la indispensable

cooperación de todas las personas y actores sociales | Noticias | Comisión Económica

para América Latina y el Caribe. (2021, octubre). CEPAL. Recuperado 16 de mayo de

2022, de https://www.cepal.org/es/noticias/la-pandemia-reforzo-la-centralidad-la-

cohesion-social-apelando-la-indispensable-cooperacion

Statista. (2022, 4 mayo). El coronavirus (COVID-19) en América Latina – Datos estadísticos.

Periódico El Heraldo Mariana Gómez del campo. Mayo 6 de 2020


https://es.statista.com/temas/6298/el-nuevo-coronavirus-covid-19-en-america-latina/

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