Neville Goddard Sentir Es El Secreto

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

Sentir es el Secreto

NEVILLE GODDARD
1944

TABLA DE CONTENIDOS
•Prefacio
•Capítulo 1 – LA LEY Y SU OPERACIÓN
•Capítulo 2 – EL SUEÑO
•Capítulo 3 – LA ORACIÓN
•Capítulo 4 – ESPÍRITU – SENTIMIENTO

Prefacio

ESTE libro trata del arte de realizar tu deseo. Te da cuenta del mecanismo usado
en la producción de la palabra visible. Es un libro pequeño pero no leve. Hay un
tesoro en él, un camino claro y definido para realizar tus sueños.

De ser posible llevar convicción a otro por medio de argumentos razonados y


ejemplos detallados, este libro sería muchas veces su tamaño. Pocas veces es
posible, sin embargo, hacer eso por medio de declaraciones escritas o
argumentos dado el juicio suspendido, siempre parece plausible decir que el
autor fue deshonesto o engañado, y, por lo tanto, su evidencia estuvo
contaminada. Consecuentemente, he omitido intencionalmente todos los
argumentos y testimonios, y simplemente reto al lector de mente abierta a
practicar la ley de consciencia como se revela en este libro. El éxito personal será
una prueba mucho más convincente que todos los libros que pudieran ser
escritos respecto al tema.

-NEVILLE.
Capítulo 1 – La Ley y Su Operación

El mundo, y todo dentro de él, es la consciencia del hombre condicionada y


objetivada. La consciencia es la causa así como la sustancia del mundo entero.
Entonces es a la consciencia a quien debemos dirigirnos si queremos descubrir
el secreto de la creación.

El conocimiento de la ley de la consciencia y el método de operar esta ley te


permitirá lograr todo lo que desees en la vida. Armado con un conocimiento que
funciona de esta ley, puedes construir y mantener un mundo ideal. La
consciencia es la única y sola realidad, no figurativamente pero realmente. Esta
realidad, para poder ser claro, puede ser comparada con una corriente que se
divide en dos partes, la consciente y la subconsciente. Para operar
inteligentemente la ley de la consciencia es necesario entender la relación entre
lo consciente y lo subconsciente. Lo consciente es personal y selectivo; lo
subconsciente es el reino de la causa. Estos dos aspectos son las divisiones
masculinas y femeninas de la consciencia. El consciente es masculino; el
subconsciente es femenino. El consciente genera ideas e imprime estas ideas en
el subconsciente; el subconsciente recibe ideas y les da forma y expresión. Por
esta ley – primero concibiendo una idea y luego imprimiendo la idea concebida
en el subconsciente – todas las cosas evolucionan fuera de la consciencia; y sin
esta secuencia no hay nada hecho que sea hecho. El consciente imprime en el
subconsciente mientras el subconsciente expresa todo lo que es impreso sobre
él. El subconsciente no origina ideas pero acepta como verdaderas aquellas que
la mente consciente siente como verdaderas y de una manera conocida solo por
ella misma objetiva las ideas aceptadas. Por lo tanto, a través de su poder para
imaginar y sentir y su libertad para elegir la idea que abrigará, el hombre tiene
control sobre su creación. El control del subconsciente se logra a través del
control de tus ideas y sentimientos.

El mecanismo de creación está escondido en la misma profundidad del


subconsciente, el aspecto femenino o la matriz de la creación. El subconsciente
trasciende la razón y es independiente de la inducción. Contempla un
sentimiento como un hecho existiendo dentro de sí mismo y al asumir esto
procede para darle expresión. El proceso creativo comienza con una idea y su
ciclo corre su curso como sentimiento y termina en una voluntad de actuar. Las
ideas son impresas en el subconsciente a través del medio del sentimiento.
Ninguna idea puede ser impresa en el subconsciente hasta que es sentida, pero
una vez que es sentida – sea buena o mala o indiferente – debe ser expresada.
Sentir es la única y sola manera a través de la cual las ideas son expresadas al
subconsciente. Por lo tanto, el hombre que no controla sus sentimientos puede
imprimir fácilmente al subconsciente con estados indeseados. Por controlar los
sentimientos no quiero decir contener o suprimir tu sentimiento, pero en su
lugar el disciplinarse a uno mismo para imaginar y abrigar solo tales
sentimientos que contribuyan a tu felicidad. Controlar tus sentimientos es todo
lo que importa para una vida plena y feliz. Nunca abrigues un sentimiento
indeseado ni pienses con compasión sobre algo malo en cualquier forma. No
pienses demasiado en tu imperfección o la de otros. Al hacerlo estás
imprimiendo al subconsciente con estas limitaciones. Lo que no quieres que te
hagan, no sientas que es hecho hacia ti o hacia otro. Esta es la ley completa de
una vida plena y feliz. Todo lo demás es comentario.

Cada sentimiento hace una impresión subconsciente y a menos que sea


contrarrestado por un sentimiento más poderoso de una naturaleza opuesta,
debe ser expresado. El que domina de dos sentimientos es el que se expresa. Soy
sano es un sentimiento más fuerte que seré sano. Sentir que seré es confesar que
no lo soy; Yo soy es más fuerte que no lo soy. Lo que sientes que eres siempre
domina lo que sientes que te gustaría ser; por lo tanto, para ser realizado el
deseo debe ser sentido como un estado que es en lugar de un estado que no es.
La sensación precede la manifestación y es la fundación sobre la cual la
manifestación descansa. Se cuidadoso de tus ánimos y sentimientos, porque hay
una conexión irrompible entre tus sentimientos y tu mundo visible. Tu cuerpo
es un filtro emocional y soporta las marcas inconfundibles de tus emociones
prevalentes. Los disturbios emocionales, especialmente emociones suprimidas,
son las causas de toda enfermedad. Sentir intensamente respecto a algo malo sin
decir o expresar ese sentimiento, es el comienzo de la enfermedad – enfermedad
en ambos el cuerpo y el ambiente. No abrigues el sentimiento de
arrepentimiento o falla porque la frustración o desapegarte de tu objetivo resulta
en enfermedad.

Piensa sintiendo solo en el estado que deseas realizar. Sentir la realidad del
estado buscado y vivir y actuar desde esa convicción es la manera de todos los
aparentes milagros. Todos los cambios de expresión son traídos a través del
cambio de sentimiento. Un cambio de sentimiento es un cambio de destino.
Toda creación ocurre en el dominio del subconsciente. Lo que debes adquirir,
entonces, es un control reflexivo de la operación del subconsciente, que es,
control de tus ideas y sentimientos. El azar o accidente no es responsable por las
cosas que te ocurren, ni el destino predestinado es el autor de tu fortuna o tu
desgracia. Las impresiones de tu subconsciente determinan las condiciones de
tu mundo. El subconsciente no es selectivo; es impersonal y no respeta a las
personas. El subconsciente no se preocupa con la verdad o falsedad de tu
sentimiento. Siempre acepta como cierto aquello que siente como verdadero.
Sentir es el asentimiento del subconsciente respecto a la verdad de aquello que
es declarado verdadero. Por esta cualidad del subconsciente no hay nada
imposible para el hombre. Lo que sea que la mente de un hombre pueda
concebir y sentir como verdadero, el subconsciente puede y debe objetivar. Tus
sentimientos crean el patrón desde el cual tu mundo es creado y un cambio de
sentimiento es un cambio de patrón.

El subconsciente nunca falla en expresar aquello que ha sido impreso en él. El


momento en que recibe una impresión comienza a elaborar las formas de su
expresión. Acepta el sentimiento impreso en él, tu sentimiento, como un hecho
existiendo dentro de sí mismo e inmediatamente se fija en producir en el mundo
exterior u objetivo lo que se asimila exactamente con ese sentimiento. El
subconsciente nunca altera las creencias aceptadas del hombre. Las crea hasta el
último detalle ya sea que son beneficiosas o no.

Para imprimir el subconsciente con el estado deseable debes asumir el


sentimiento que debería ser tuyo si hubieras realizado tu deseo. Al definir tu
objetivo debes preocuparte solo por el objetivo en sí mismo. La forma de
expresión o las dificultades involucradas no deben ser consideradas por ti.
Pensar con sentimiento en cualquier estado lo imprime en el subconsciente. Por
lo tanto, no pienses demasiado en las dificultades, barreras o retrasos, el
subconsciente, por su naturaleza muy no-selectiva, acepta el sentimiento de
dificultades y obstáculos como tu pedido y procede a producirlos en tu mundo
exterior.

El subconsciente es la matriz de la creación. Recibe la idea en sí mismo a través


de los sentimientos del hombre. Nunca cambia una idea recibida, pero siempre
le da forma. Por lo tanto, el subconsciente crea la idea en la imagen y semejanza
del sentimiento recibido. Sentir un estado de desesperanza o imposibilidad es
imprimir al subconsciente con la idea de fallar. Aunque el subconsciente le sirve
al hombre fielmente no debe ser inferido que la relación es la de un sirviente a
su maestro como se concebía antiguamente. Los profetas antiguos lo llaman el
esclavo y sirviente del hombre. San Pabló lo personificó como una “mujer” y
dijo: “La mujer debe estar sujeta al hombre en todo.” El subconsciente sirve al
hombre y fielmente le da forma a sus sentimientos. Sin embargo, el
subconsciente tiene un disgusto distintivo por la compulsión y responde a la
persuasión en lugar de al comando; consecuentemente, se parece a la esposa
amorosa más que al sirviente.

“El esposo dirige a la esposa” Eph. 5, puede no ser cierto del hombre y la mujer
en su relación terrestre pero es cierto del consciente y el subconsciente, o de los
aspectos masculinos y femeninos de la consciencia. El misterio al cual Pablo se
refería cuando escribió, “Este es un gran misterio…Aquel que ama a su esposa se
ama a si mismo…Y ellos dos deberán ser uno.” Es simplemente el misterio de la
consciencia. La consciencia es realmente una e indivisa pero por el bien de la
creación parece estar dividida en dos.

El consciente (objetivo) o aspecto masculino verdaderamente es la cabeza y


domina al subconsciente (subjetivo) o aspecto femenino. Sin embargo, este
liderazgo no es ese del tirano sino del amante. Entonces al asumir el sentimiento
que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu objetivo, el subconsciente es
movido para construir lo que se asemeje exactamente a tu asunción. Tus deseos
no son aceptados subconscientemente hasta que asumas el sentimiento de su
realidad, porque solo a través del sentimiento es una idea aceptada
subconscientemente y solo a través de la aceptación del subconsciente puede ser
expresada alguna vez.

Es más fácil atribuirle tu sentimiento a eventos en el mundo que admitir que las
condiciones del mundo reflejan tu sentimiento. Sin embargo, es eternamente
cierto que el exterior refleja lo interior. “Como es adentro es afuera.” “Un hombre
no puede recibir nada a menos que le sea dado desde el cielo. ” y “El reino de los
cielos está dentro tuyo.” Nada viene de afuera; todas las cosas vienen de adentro
– del subconsciente. Es imposible para ti ver otra cosa que los contenidos de tu
consciencia. Tu mundo en cada detalle es la consciencia objetivada. Los estados
objetivos son testigos de las impresiones del subconsciente. Un cambio de
impresión resulta en un cambio de expresión.

El subconsciente acepta como verdadero aquello que siente como verdadero y


porque la creación es el resultado de las impresiones del subconsciente, tú, por
tu sentimiento, determinas la creación. Ya eres aquello que deseas ser, y tu
rechazo de creer esto es la única razón por la que no lo ves. Buscar en el exterior
por aquello que no sientes que eres es buscar en vano, porque nunca
encontramos aquello que deseamos; encontramos solo aquello que somos. En
breve, expresas y tienes solo aquello de lo que eres consciente de ser o poseer.
“Para él que tiene se le da.” Negar la evidencia de los sentidos y apropiarse del
sentimiento del deseo cumplido es la manera para la realización de tu deseo.

La maestría del auto control de tus pensamientos y sentimientos – es el mayor


logro. Sin embargo, hasta que el auto control perfecto sea alcanzado tal que en
lugar de apariencia sientas todo lo que deseas sentir, usa el sueño y la oración
para ayudarte en realizar tus estados deseados. Estas son dos puertas de enlace
hacia el subconsciente.

Capítulo 2 – El sueño

EL SUEÑO, la vida que ocupa un tercio de nuestra estadía en la tierra, es la


puerta natural hacia el subconsciente. Por eso nos ocupamos del sueño ahora.
Los dos tercios conscientes de nuestra vida en la tierra son medidos por el grado
de atención que le damos al sueño. Nuestra comprensión de y deleite en lo que
el sueño tiene para conceder nos causará, noche tras noche, ponerse en camino
a él como si estuviéramos yendo a una cita con un amante.

“En un sueño, en una visión de la noche, cuando el sueño profundo cae sobre los
hombres, al dormir sobre la cama; entonces él abre los oídos de los hombres y da
su instrucción.” Job 33. Es en el sueño y en la oración, un estado similar al sueño,
que el hombre entra al subconsciente para hacer sus impresiones y recibir sus
instrucciones. En estos estados el consciente y el subconsciente son juntados
creativamente. El hombre y la mujer se vuelven uno. El sueño es el tiempo
cuando el hombre o mente consciente va del mundo del sentido a buscar a su
amante o parte subconsciente. El subconsciente – a diferencia de la mujer del
mundo que se casa con su marido para cambiarlo – no tiene deseo de cambiar al
consciente o estado alerta, pero lo ama como es y fielmente reproduce su
semejanza en el mundo exterior de la forma. Las condiciones y eventos de tu
vida son tus niños formados de los moldes de las impresiones de tu
subconsciente en el sueño. Son hechos en imagen y semejanza de tu sentimiento
más interno que ellos pueden revelarte a ti a ti mismo.

“Como es en el cielo así es en la tierra.” Como es en el subconsciente así es en la


tierra. Lo que sea que tengas en el consciente cuando vas a dormir es la medida
de tu expresión en los tres tercios conscientes de tu vida en la tierra. Nada te
detiene de realizar tu objetivo salvo tu falla de sentir que ya eres aquello que
deseas ser, o que ya estás en posesión de la cosa buscada. Tu subconsciente le da
forma a tus deseos solo cuando sientes tu deseo realizado. La inconsciencia del
sueño es el estado normal del subconsciente. Porque todas las cosas vienen
desde adentro tuyo y tu concepción de ti mismo determina aquello que viene,
deberías siempre sentir el deseo realizado antes de irte a dormir. Nunca traes de
lo profundo de ti mismo aquello que deseas; siempre traes aquello que eres, y
eres aquello que sientes que eres así como aquello que sientes cierto de otros.

Para ser realizado, entonces, el deseo debe ser resuelto en el sentimiento de ser o
tener o presenciar el estado buscado. Esto es logrado al asumir el sentimiento
del deseo realizado. El sentimiento que viene en respuesta a la pregunta “¿Cómo
puedo sentir como si mi deseo fuera realizado?” es el sentimiento que debería
monopolizar e inmovilizar tu atención cuando te relajas para dormir. Debes
estar en la consciencia de ser o tener aquello que deseas ser o tener antes de
dormir.

Una vez dormido el hombre no tiene libertad de elección. Su sueño completo es


dominado por su último concepto despierto de su ser. Por lo tanto, él debería
siempre asumir el sentimiento de logro y satisfacción antes de retirarse a dormir,
“Ven ante mí con canto y agradecimiento”, “Entra en sus portones con gratitud y
en sus cortes con elogios.” Tu humor previo al sueño define tu estado de
consciencia mientras entras en la presencia del amante eterno, el subconsciente.
Ella te ve exactamente como te sientes que eres. Si, mientras te preparas para
dormir, asumes y mantienes la consciencia de éxito al sentir “Yo soy exitoso”,
debes ser exitoso. Acuéstate sobre tu espalda con la cabeza en un nivel con tu
cuerpo. Siente como serías si estuvieras en posesión de tu deseo y relájate
tranquilamente hacia la inconsciencia. “Aquel que mantenga Israel no deberá
dormir” Sin embargo “Él da su amado sueño.” El subconsciente nunca duerme.
El sueño es la puerta a través de la cual el subconsciente se une creativamente
con el consciente, la mente despierta. El sueño oculta el acto creativo mientras
el mundo objetivo lo revela. En el sueño el hombre imprime al subconsciente
con su concepción de si mismo.

Que descripción más hermosa del romance del consciente y subconsciente se


puede encontrar que la contada en la “Canción de Salomón”! “Por la noche en mi
cama lo busqué a aquel a quien mi alma ama…Lo encontré a quien mi alma ama;
lo sostuve y nunca lo dejé ir, hasta que lo llevé a la casa de mi madre y a la
recámara de ella que me concibió.” Preparándote para dormir, siéntete en el
estado del deseo contestado y entonces relájate a la inconsciencia. Tu deseo
realizado es aquel que busca. Por la noche en tu cama buscas el sentimiento del
deseo realizado tal que lo puedas llevar a la recámara de ella que te concibió, al
sueño o el subconsciente que te dio forma, que este deseo también puede ser
expresado. Esta es la manera para descubrir y conducir tus deseos al
subconsciente. Siéntete en el estado del deseo realizado y tranquilamente déjate
caer al sueño. Noche tras noche deberías asumir el sentimiento de ser, tener y
presencia aquello que buscas ser, poseer y ver manifestado. Nunca vayas a
dormir sintiéndote desanimado o insatisfecho. Nunca duermas con la
consciencia de fallo. Tu subconsciente, cuyo estado natural es el sueño, te ve a ti
como crees que eres, y ya sea que sea bueno, malo o indiferente, el
subconsciente va a personificar fielmente tu creencia. Así como te sientes la
imprimes; y ella, la amante perfecta, le da forma a estas impresiones y las crea
como hijos de su amado. “Tú eres toda justa, mi amor; no hay mancha en ti” es la
actitud mental para adoptar antes de dormir. Descarta las apariencias y siente
las cosas como deseas que sean, porque “Él llama cosas que no son vistas como si
lo fueran y las no vistas como vistas.” Asumir el sentimiento de satisfacción es
llamar a las condiciones para que sean lo que reflejará satisfacción. “Las señales
siguen, no preceden.” La prueba de lo que eres seguirá a la consciencia que eres,
no lo precederá. Eres un soñador eterno soñando sueños no eternos. Tus sueños
toman forma cuando asumes el sentimiento de su realidad. No te limites al
pasado. Saber que nada es imposible para la consciencia comienza a imaginar
estados más allá de las experiencias del pasado. Lo que sea que la mente del
hombre puede imaginar lo puede realizar. Todos los estados objetivos (visibles)
fueron primero estados subjetivos (invisibles) y los hiciste visibles al asumir el
sentimiento de su realidad. El proceso creativo es primero imaginar y luego creer
el estado imaginado. Siempre imagina y espera lo mejor.

El mundo no puede cambiar hasta que cambies tu concepción de él. “Como es


adentro es afuera.” Las naciones así como la gente solo son lo que creen que son.
Sin importar cual sea el problema, sin importar donde está, sin importar a quien
concierne, no tienes a nadie que cambiar excepto a ti mismo, y no tienes un
oponente o un ayudante en traer el cambio dentro de ti mismo. No tienes nada
que hacer salvo convencerte de la realidad del estado buscado, los resultados
siguen para confirmar tu creencia fija. Nunca le sugieres a otro el estado que
deseas verlo expresar; en su lugar te convences de que ya es aquello que deseas
que él sea. La realización de tu deseo es lograda al asumir el sentimiento del
deseo cumplido. No puedes fallar a menos que falles en convencerte de la
realidad de tu deseo. Un cambio de creencia es confirmado por un cambio de
expresión. Cada noche cuando vas a dormir siéntete satisfecho y sin manchas,
porque tu amante subjetivo siempre forma el mundo objetivo en la imagen y
semejanza de tu concepción de él, la concepción definida por tu sentimiento.
Los dos tercios conscientes de tu vida en la tierra siempre corroboran o son
testigos de tus impresiones subconscientes. Las acciones y eventos del día son
efectos; no son causas. El libre albedrío es sólo libertad de elección. “Elije este
día a quien servirás. ” es tu libertad de elegir el tipo de humor que asumes; pero
la expresión del humor es el secreto del subconsciente. El subconsciente recibe
impresiones solo a través de los sentimientos de un hombre y en una manera
conocida solo por si mismo les da forma y expresión a estas impresiones. Las
acciones del hombre son determinadas por sus impresiones subconscientes. Su
ilusión de libre albedrío, su creencia en libertad de acción, es solo ignorancia de
las causas que lo hacen actuar. Él piensa que es libre porque ha olvidado el
vínculo entre él y el evento.

El hombre despierto está bajo la compulsión de expresar sus impresiones


subconscientes. Si en el pasado él imprimió algo en sí mismo de una manera
poco sensata, entonces déjalo comenzar a cambiar su pensamiento y
sentimiento, porque solo cuando él lo haga así él cambiará su mundo. No
pierdas un momento en lamentarte, porque pensar sintiendo los errores del
pasado es reinfectarte. “Deja que los muertos entierren a los muertos.” Sal de las
apariencias y asume el sentimiento que sería tuyo si ya fueras el que deseas ser.
Sentir un estado produce ese estado. La parte que juegas en el escenario del
mundo es determinada por tu concepción de ti mismo. Al sentir tu deseo
realizado y tranquilamente relajarte hacia el sueño, te pones como estrella
protagónica para interpretar tu papel en la tierra mañana, y mientras duermes
ensayas y eres instruido en tu papel. La aceptación del fin automáticamente da
los medios de realización. No cometas errores sobre esto. Si, mientras te
preparas para dormir, no te sientes conscientemente en el estado del deseo
cumplido, entonces llevarás contigo a la recámara de aquella que te concibió la
suma total de las reacciones y sentimientos del día despierto; y mientras
duermes serás instruido en una manera en la cual serán expresados mañana. Te
levantarás creyendo que eres un agente libre, sin darte cuenta que cada acción y
evento del día de mañana está predeterminado por tu concepto del yo cuando te
dormiste. Tu única libertad es entonces tu libertad de reacción. Eres libre de
elegir como sentirte y reaccionar al drama del día, pero el drama – las acciones,
eventos y circunstancias del día – ya han sido determinados.

A menos que definas conscientemente y a propósito la actitud mental con la


cual vas a dormir, inconscientemente vas a dormir en la actitud mental
compuesta por todos los sentimientos y reacciones del día. Cada reacción hace
una impresión subconsciente y, a menos que sea contrarrestada por un
sentimiento opuesto y más dominante, es la causa de acción futura. Las ideas
envueltas en sentimiento son acciones creativas. Usa tu derecho divino
sabiamente. A través de tu habilidad para pensar y sentir tienes el dominio de
toda la creación. Mientras estás despierto eres un jardinero seleccionando
semillas para tu jardín, pero “Excepto que un grano de trigo caiga en el suelo y
muera, se soporta solo; pero si muere, trae mucha fruta.” Tu concepción de ti
cuando caes dormido es la semilla que sueltas en el suelo del subconsciente.
Caer dormido sintiéndote satisfecho y feliz obliga a las condiciones y eventos a
que aparezcan en tu mundo lo que confirma estas actitudes mentales.
El sueño es la puerta hacia el cielo. Lo que tomas como un sentimiento lo traes
como una condición, acción u objeto en el espacio. Entonces duerme en el
sentimiento del deseo cumplido. “Como en la consciencia es en la tierra.”

Capítulo 3 – La Oración

LA ORACIÓN como el sueño es otra entrada al subconsciente, “Cuando oras,


entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado tu puerta, ora al Padre el cual es en
secreto y tu Padre que es en secreto te recompensará abiertamente.” La oración
es una ilusión de sueño que disminuye la impresión del mundo externo y pone a
la mente más receptiva a la sugestión desde adentro. La mente en oración es un
estado de relajación y receptividad similar al sentimiento logrado justo antes de
dormirse.

La oración no es tanto lo que pides, sino como te preparas para recibirlo. “Lo que
sea que desees, cuando pides creyendo que lo has recibido, lo tendrás.” La única
condición requerida es que creas que las oraciones ya se realizaron.
Tu oración debe ser respondida si asumes el sentimiento que sería tuyo si ya
estuvieras en posesión de tu objetivo. El momento en que aceptas el deseo como
un hecho realizado el subconsciente encuentra los medios para su realización.
Para orar exitosamente entonces, debes ceder al deseo, eso es, sentir el deseo
realizado.

El hombre perfectamente disciplinado está siempre sintonizado con el deseo


como un hecho cumplido. Él sabe que la consciencia es la única y sola realidad,
que las ideas y sentimientos son hechos de la consciencia y son reales como
objetos en el espacio; por lo tanto él nunca abriga un sentimiento que no
contribuye a su felicidad porque los sentimientos son las causas de las acciones y
circunstancias de su vida. Por otro lado, al hombre indisciplinado le resulta
difícil creer aquello que es negado por los sentidos y usualmente acepta o
rechaza solamente basado en apariencias de los sentidos. Por esta tendencia a
confiar en la evidencia de los sentidos, es necesario apagarlos antes de comenzar
a orar, antes de intentar sentir aquello que niegan. Cuando sea que estés en el
estado mental, “Me debería gustar pero no puedo”, más intentas y menos
consigues obtener el deseo. Nunca atraes aquello que deseas pero siempre atraes
aquello que eres conscientemente.

La oración es el arte de asumir el sentimiento de ser y tener aquello que deseas.


Cuando los sentidos confirman la ausencia del deseo, todos los esfuerzos
conscientes de contrarrestar esta sugerencia son inútiles y tienden a intensificar
la sugerencia. La oración es el arte de ceder al deseo y no de forzar al deseo.
Cuando sea que tu sentimiento está en conflicto con tu deseo, sentir será lo que
ganará. El sentimiento dominante invariablemente se expresa a sí mismo. La
oración debe ser sin esfuerzo. Al intentar arreglar una actitud mental que es
negada por los sentidos, el esfuerzo es fatal.

Para ceder exitosamente al deseo como un hecho cumplido, debes crear un


estado pasivo, una especie de ensueño o reflexión meditativa similar al
sentimiento que precede al sueño. En tal estado relajado la mente se aleja del
mundo objetivo y fácilmente siente la realidad del estado subjetivo. Es un estado
en el cual eres consciente y bastante capaz de moverte o abrir tus ojos pero no
tienes deseo de hacerlo. Una manera sencilla de crear este estado pasivo es
relajarte en una silla confortable o en una cama. Si es en una cama, acuéstate
sobre tu espalda con la cabeza al mismo nivel que tu cuerpo, cierra los ojos e
imagina que estás somnoliento. Siente – estoy somnoliento, tan somnoliento,
tan pero tan somnoliento. En breve mientras un sentimiento de lejanía es
acompañado por una laxitud general y una pérdida de todo deseo de moverse te
envuelve. Sientes un descanso placentero, cómodo y no te inclinas a alterar tu
posición, aunque bajo otras circunstancias no estarías cómodo. Cuando este
estado pasivo es alcanzado, imagina que has realizado tu deseo – no como fue
realizado – pero simplemente el deseo realizado.

Imagina en forma de imágenes lo que deseas lograr en la vida; entonces siéntete


como que ya lo has logrado. Los pensamientos producen pequeños movimientos
de habla los cuales pueden ser oídos en el estado pasivo de oración como
pronunciamientos desde afuera. Sin embargo, este grado de pasividad no es
esencial para la realización de tus oraciones. Todo lo que es necesario es crear un
estado pasivo y sentir el deseo cumplido.

Todo lo que puedes necesitar o desear posiblemente ya es tuyo. No necesitas


ayudante para dártelo; es tuyo ahora. Llama a tus deseos para que sean al
imaginarlos y sentir tus deseos como cumplidos. Como el final es aceptado te
vuelves totalmente indiferente respecto al posible fallo, porque aceptando el
final te da los medios para el final. Cuando emerges desde el momento de la
oración como si te fuera mostrado un final feliz y exitoso de una obra aunque no
te fuera mostrado como se logró el final. Sin embargo, habiendo presenciado el
final, sin importar cualquier secuencia anti climax permaneces calmo y seguro
en el conocimiento de que el final ha sido perfectamente definido.

Capítulo 4 Espíritu – Sentimiento

“NO por voluntad, ni por poder, pero por mi espíritu, dijo el Amo de los
huéspedes. ” Entra en el espíritu del estado deseado al asumir el sentimiento que
sería tuyo si ya fueras quien quieres ser. Mientras capturas el sentimiento del
estado buscado, te alivias de todo el esfuerzo al hacerlo así, porque ya es así. Hay
un sentimiento definido asociado con cada idea en la mente del hombre.
Captura el sentimiento asociado con tu deseo realizado al asumir el sentimiento
que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de la cosa que deseas, y tu deseo se
objetivará.

La fe es sentimiento, “De acuerdo a tu fe (sentimiento) será hacia ti.” Nunca


atraes aquello que deseas pero siempre aquello que eres. Como es un hombre,
así ve. “Aquel que ha sido será dado y para aquel que no ha sido se le quitará…”
Aquello que sientes tú mismo que eres, eres, y te es dado aquello que eres.
Entonces asume el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu
deseo, y tu deseo debe realizarse. “Entonces Dios creó al hombre en su imagen,
en la imagen de Dios lo creó. ” “Permite que esta mente sea en ti cual también
fue en Jesucristo, que al ser en la forma de Dios, pensó que no robar fuera igual a
Dios.” Eres aquello que crees que eres. En lugar de creer en Dios o en Jesús – cree
que eres Dios o que eres Jesús. “Aquel que cree en mí las obras que hago también
deberá hacerlas” debería ser “Aquel que cree como yo creo las obras que yo hago
él también deberá hacerlas. ” Jesús no lo encontró extraño hacer las obras de
Dios porque él creía que era Dios. “Yo y mi Padre somos uno.” Es natural hacer
las obras de uno que crees que eres. Entonces vive en el sentimiento de ser el que
deseas ser y lo serás. Cuando un hombre cree en el valor del consejo dado a él y
lo aplica, establece dentro de él la realidad del éxito.
Traducido íntegramente al español por Fernando Caamaño.

También podría gustarte