ACTIVIDADES para Esi
ACTIVIDADES para Esi
ACTIVIDADES para Esi
Segunda actividad
Luego de haber trabajado en clase sobre los esquemas corporales, se realizará una
actividad en familia.
Primera actividad
Lluvia de ideas: bajo la consigna “¿Cómo cuido mi cuerpo?” la maestra irá anotando
en el pizarrón lo que vayan expresando los niños. De esta manera, se irá
desarrollando un diálogo en el cual, a partir de situaciones cotidianas, se pueda
identificar qué es lo que hacemos para cuidar nuestro cuerpo.
Observación: Durante el diálogo, la maestra propiciará el espacio para que surjan
situaciones en las que se pueda destacar la importancia del respeto por el propio
cuerpo y por el del otro.
EDUCACION SEXUAL
Desarrollo:
La maestra explicará con ejemplos las diferencias entre los ámbitos públicos (la calle,
la escuela, el club, la cancha, el cine, el cíber ) y privados (el dormitorio, el baño). Le
pedirá a los/as otros ejemplos para saber si incorporaron correctamente la
información.
Luego, la maestra irá nombrando diferentes acciones, y los/as chicos/as irán
contestando si pueden realizarse en ámbitos públicos o privados.
Algunos ejemplos:
Rascarse la cabeza.
Tocarse el pene o la vagina.
Meterse el dedo en la nariz.
Comer golosinas.
Comerse las uñas.
Lavarse las manos.
Tomar agua.
Hacer pis.
La maestra explicará que ninguna de estas acciones está mal, pero hay algunas que
deben hacerse en privado porque a otras personas les molestan o les dan asco. Por
eso, es recomendable hacerlas en lugares donde no sean vistos por la gente.
Pueden utilizarse ejemplos graciosos, para terminar de aclarar el tema. Por ejemplo,
puede preguntarse a los/as chicos/as:
¿Ustedes harían pis en el medio del aula?
¿Se meterían los dedos en la nariz arriba del escenario, durante un acto escolar?
¿Irían por la vereda, tocándose los genitales?
¿Por qué no lo harían?
Primera actividad
Mediante el diálogo, la maestra propone pensar juntos acerca de lo que nos gusta
y de lo que no nos gusta (se recomienda inducirlos a pensar situaciones y no sólo
acciones). Para ellos, se dividiría el pizarrón con una línea; del lado izquierdo se
escribiría como título ´´lo que me gusta¨ y del lado derecho ¨ lo que no me gusta¨
(por ejemplo: ¨me gustaría compartir momentos con mi familia y mis amigos¨ o ¨no
me gustaría pelearme con alguien que quiero¨)
A partir de esta actividad es importante que la maestra ayude a los niños y niñas
a identificar, diferenciar y poder poner en palabras lo que les hace sentir bien y lo
que no.
Es conveniente que la actividad quede registrada en sus cuadernos.
Segunda Actividad:
Existen muchos motivos por los cuales las personas decimos como si alguna
situaciones y que no en otras. Éste en un buen ejercicio para que los niños y
niñas puedan comenzar a desarrollar la habilidad de tomar decisiones.
Para comenzar la actividad, la maestra presentara algunas situaciones escritas en
cartulinas grandes para que puedan ser vistas (una situación por cartel). Se
mostrara una situación y se le preguntará quiénes dicen que SÍ y por qué, y
quiénes le dicen NO y por qué
POSIBLES SITUACIONES
Se sugiere que, a partir de las expresiones de los niños y de las niñas ante las
preguntas, la maestra retome el concepto de secreto reforzando la idea de que
algunos secretos pueden ser guardados porque no hacen daño ni a uno mismo ni
a otros, mientras que otros secretos pueden dañarnos y por eso es necesario
contarlos a alguien de confianza para poder pedir ayuda.
Segunda actividad:
Para realizar la siguiente actividad la maestra entregará a cada alumno dos tarjetas de
distinto colores. También preparará dos cajas con tapa, con las siguientes leyendas:
en una, “Secretos para guardar” y, en la otra, “Secretos para no guardar”.
Consigna: “Pienso dos secretos, reales o imaginarios, y escribo en una de las tarjetas
uno que debe guardarse y, en la otra, uno que no debe guardarse”.
Una vez finalizada esta actividad, los alumnos y alumnas depositarán cada uno de los
secretos en la caja que considere apropiada.
A continuación, la maestra le explicará al grupo cuál de esas cajas sería bueno tapar y
cerrar para que esos secretos no sean revelados porque no hacen ningún daño; y
cuál es conveniente dejar abierta para que esos secretos se puedan revelar y así
poder pedir ayuda.
Se tapará y sellará la caja de los secretos que no hacen daño, para que sigan siendo
secretos, y se leerán en grupo los secretos de la otra caja, tratando de reflexionar
acerca de quiénes pueden ser, para cada niño, esas personas confiables con las
cuales compartir los secretos malos para que dejen de hacer daño.
Nota para la maestra: Es recomendable que se invite a los niños y niñas a compartir y
reflexionar sobre esta última actividad en familia.
Primera actividad:
La maestra abrirá el diálogo con los alumnos a través de las siguientes preguntas:
¿qué es un límite? ¿Qué significa “poner límites” entre las personas? ¿Cómo ponemos
límites al otro? Es importante que, ante distintas respuestas, se puedan encontrar
ejemplos claros y cotidianos en los que los niños y niñas ponen límites o deben
respetarlos.
Nota para la maestra: Es importante que los niños sepan que los límites no
solamente los ponen los adultos y ellos deben respetarlos, sino que todos en
algún momento ponemos límites a otros y debemos respetar los límites ajenos,
porque de cómo nos respetamos dependerá la convivencia que podamos
establecer.
Segunda actividad:
4. Alguien más grande que yo, a quien conozco muy bien, me dice
que nos bajemos los pantalones para “jugar un rato”:
La maestra le cuenta a sus alumnos y alumnas que existe una Convención de los
Derechos del Niño, en la que se explicitan varios derechos de niños, niñas y
adolescentes, que deben conocer para poder hacer respetar; así como también les
preguntará qué es para ellos un derecho y si conocen alguno. Para la presente
actividad nos centraremos en los artículos 8° y 9° de la Ley 26.061 de Protección
Integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Nota para la maestra: Par esta actividad proponemos presentar los art. 8° y 9°
integrados, y en un lenguaje sencillo para los niños, pero consideramos importante
que la maestra los conozca en su declaración original.
Primera actividad:
Se sugiere que, entre todos, piensen situaciones que ejemplifiquen: qué significa
“disfrutar de la vida”, “no ser maltratados” y “obligados a hacer con su cuerpo cosas
que no quieren”. Una vez terminado el diálogo, los niños y niñas grafican cada uno de
los derechos.
Decir “Sí” a disfrutar de Decir “No” a ser Decir “No” a ser obligado
la vida. maltrato. a hacer lo que no quiero
con mi cuerpo.
Nota para la maestra: Otro dato que no se debe dejar de explicar a los niños y
a las niñas es que el maltrato no sólo puede ser físico, sino también verbal o
emocional.
Segunda actividad:
Se propone que, sobre los dibujos que los niños y niñas realizaron, se pueda
hacer una reflexión en familia, y que se deje un pequeño mensaje escrito sobre
cada uno de los derechos.
A modo de cierre:
Es importante involucrar a las familias en temáticas de este tipo. Abordarlas en una
reunión de padres es altamente recomendable para que puedan abrir espacios de
diálogo en sus familias y sean protagonistas en la educación sexual de sus hijos e
hijas.
A través de esta actividad nos proponemos reflexionar junto con los chicos y las chicas
acerca de los prejuicios y los miedos que surgen frente a lo desconocido,
particularmente frente a quienes pueden aparecer como diferentes a uno/a, para
fomentar la comprensión y evitar que realicen acciones que puedan humillar a los
demás.
Al igual que entre los adultos, podemos encontrar entre los niños y las niñas actitudes
de discriminación o de rechazo hacia las personas, las costumbres o las ideas que
reconocen como diferentes. Estas acciones pueden expresar o bien modos de percibir
y pensar de los distintos sectores sociales o bien influencias de los medios de
comunicación masiva, entre otros factores que influyen en la socialización de los niños
y las niñas.
Sugerimos comenzar la actividad con la lectura del siguiente fragmento de un texto
literario:
Después de leer el cuento, podemos iniciar un diálogo con los niños y las niñas a
través del planteo de preguntas como las siguientes: ¿Por qué les parece que los
chicos y las chicas se reían? ¿Por qué a Teresita le decían “la china”? ¿Tendría ella
que abandonar su propio saludo o podría aprender el nuestro y nosotros el de ella? ¿A
alguno de ustedes le pasó alguna vez algo parecido a lo que le ocurrió a Teresita?
¿Qué sintió en ese momento? ¿Cómo se sentirían ustedes si les sucediera lo que le
pasó a Teresita? ¿A alguno le pasó encontrarse con alguien “diferente”? ¿En qué era
diferente esa persona? ¿Qué nos pasa cuando nos encontramos con alguien
“diferente”? ¿Nos gusta o... sentimos miedo? ¿Nos enoja tener que hacer esfuerzos
para entendernos? ¿Qué otros sentimientos nos provoca? ¿Por qué les parece que
nos pasa esto?
Aproximarse de una manera positiva a la diversidad sociocultural de un grupo escolar
es una actitud que requiere un proceso de aprendizaje y posiciones sustentadas en la
igualdad de los derechos. El simple intercambio entre alumnos y alumnas
pertenecientes a contextos socioculturales diferentes puede no resultar suficiente para
incentivar actitudes y conductas respetuosas y de integración positiva. Pero tampoco
es posible lograr una convivencia enriquecedora desde la imposición de un “deber ser”
de tolerancia que encubra los sentimientos de rechazo. Es preciso que día a día se
concrete dentro del aula la valorización de cada niño y cada niña, y que se le brinde el
respeto que merece, como elementos básicos para su desarrollo y como condición
indispensable para la construcción de una convivencia ciudadana.
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Historia de un amor exagerado
Y empezó (la historia) en día jueves y en la segunda hora, en el preciso momento en
que Santiago Berón, el más petiso, vio entrar por la puerta del aula de tercer año a
Teresita Yoon, la nueva. A partir del recreo de las diez, Teresita Yoon, la nueva,
también empezaría a llamarse Teresita Yoon, la china, pero, para decir verdad, era
coreana.
Teresita Yoon, la nueva, era linda. O, por lo menos, linda lo que se dice linda le
pareció a Santiago cuando la vio entrar con el delantal muy blanco y el pelo muy negro
por la puerta del aula .Tenía mejillas redondas como bizcochos [...].Teresita Yoon, la
nueva, entró un poco asustada ,mirando tímidamente a todos con sus ojos de laurel
salvaje.
—¡Adelante!—dijo la señorita [...].
Entonces, Teresita Yoon hizo una pequeña reverencia y dijo como quien canta:
Y ahí estalló la primera carcajada Una sola [...], y después un montón de carcajadas.
— ¿Qué decís?—chilló Gualberto.
— ¿En qué hablas?—rugió Damián .Y se oyeron los cuchicheos y las risitas de dos
chicas de por ahí cerca [...].
A Teresita Yoon los bizcochos se le pusieron rosados y las hojas de laurel salvaje se
llenaron de agua.
La señorita [...] se dio cuenta de que ya era tiempo de dejar la tiza y de acercarse a
Teresita .Le rodeó los hombros con el brazo ,miró muy enojada hacia el rincón de las
carcajadas y dijo:
—Teresita Yoon es coreana y nos saludó como se saludan todos en Corea. Ahora se
va a quedar a vivir acá y va a aprender a saludar como nosotros.
La señorita sabía mucho de esas cosas porque tenía un novio italiano.
Graciela Montes
Buenos Aires, Colihue, 1997 (fragmento).
Esta actividad puede concluir con una reflexión sobre las semejanzas y las diferencias
que presentan los chicos y las chicas del grupo .A través de esta tarea conjunta se
acercarán a descubrir que todos y todas tienen algo en común ,generando así un
sentimiento de lo compartido, de lo colectivo. Por ejemplo, ciertas necesidades básicas
y los derechos que se vinculan con el desarrollo de una vida digna como niños y niñas:
necesidad y derecho a recibir afecto, a una buena alimentación, al cuidado de la salud,
a ser tratados con respeto, a aprender, a tener un nombre, una familia y un hogar.
Además, les permitirá contemplar aquello que los diferencia de los demás y que los
enriquece y hace únicos: sus características personales, sus fortalezas y debilidades,
sus habilidades, sus gustos, sus formas de ser y de hablar, sus costumbres y sus
historias familiares, entre otras cosas.
En todos los casos, corresponde al docente destacar y valorar la legitimidad de las
diferencias, tanto personales como socioculturales, teniendo cuidado en que, si esas
diferencias están sustentadas en procesos de desigualdad social, tienen que ser
puestas en discusión desde, justamente, la igualdad que proponen los derechos
sociales.
Actividad: Acciones con las cuales me siento bien y con las cuales no.
Situación 1. Entran dos alumnos nuevos al grado y, en la clase, el grupo les hace
preguntas para que se sientan bienvenidos: cómo se llaman, cómo están constituidas
sus familias, de qué escuela provienen…
Situación 4.Un nene de primer grado está en el baño y es presionado por dos chicos
más grandes para que les muestre su ropa interior.
Mientras los grupos trabajan, el docente escribirá en el pizarrón una breve descripción
de los derechos de la Convención sobre los Derechos del Niño relacionados con las
situaciones analizadas. Una vez realizada la puesta en común de todos los grupos
podemos conversar vinculando cada derecho con esas situaciones. Esta actividad
puede ser trabajada en más de una clase.
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Actividad: Aprendiendo a protegernos
Esta actividad tiene como objetivo identificar situaciones de abuso sexual infantil que
pueden darse en la vida cotidiana de los alumnos y las alumnas, incrementando sus
capacidades de protección, enseñando a decir “no” cuando un contacto físico es
inadecuado.
Para ello se trabajará con las siguientes frases con situaciones, que pueden escribirse
en el pizarrón y sobre las cuales se desarrollará la discusión grupal. La consigna inicial
será entonces que los chicos y las chicas dibujen caritas junto a cada frase: sonriente,
si les parece que la situación es apropiada o “está bien”; y triste, si les parece que la
situación es inadecuada o “está mal”. Podrán hacerlo en forma individual o bien
conversando, compartiendo y acordando en pequeños grupos.
• Un papá abraza a su hija pequeña con mucho cariño y cuidado.
• A un niño, su tío le está mostrando una revista para grandes, con mujeres sin ropa.
• Un nene va al médico acompañado por su mamá. El médico le pide que se desvista
para revisarlo.
• Un vecino le dice a una niña que vaya a su casa porque sus papás no están y le
pidieron que él la cuide.
• Un adulto ayuda a una niña que se cayó de la bicicleta y se golpeó. La ayuda a
levantarse y mira dónde se lastimó, mientras llama a otros vecinos.
• Una persona que va con su auto se detiene y le pide a un niño que lo acompañe para
mostrarle dónde queda una calle del barrio. El niño se acerca y esta persona quiere
obligarlo a que vaya con ella.
• Una mamá le explica a su hija que si alguien le dice algo feo o quiere tocar alguna de
sus partes íntimas, le diga: “¡No!”, y busque ayuda en un adulto de confianza.
• Un niño se anima a contarle a la maestra un secreto que tiene y que lo hace sentir
muy mal. El secreto es sobre un chico más grande que, a veces, en el camino de
vuelta a su casa, le quiere dar un beso.
• En la calle, un hombre se acerca a una nena y le toca la cola.
Una vez que hayan dibujado las caritas, los chicos y las chicas realizarán una puesta
en común .Entre todos, irán diferenciando aquellas situaciones que fueron clasificadas
como inadecuadas o como adecuadas, como malas o buenas, desagradables o
agradables, y comentarán por qué las calificaron de esa manera. Esta actividad
ayudará a los niños y las niñas a identificar aspectos del contexto y de las emociones
que hacen que una situación sea o no riesgosa y por qué. Es importante que, si los
chicos y chicas clasifican alguna situación de cuidado como inadecuada, el o la
docente pueda explicar qué condiciones hacen que no sea mala o inapropiada.
Por ejemplo: si a la situación relacionada con el médico los niños y las niñas le colocan
una carita triste, el o la docente ayudará a definirla como segura, explicando qué
elementos hacen que sea así, como la presencia de la madre, el hecho de que la
revisación médica se realiza por motivos de salud, etc.
Actividad: Un recreo especial
.
Para llevar adelante esta actividad sugerimos que sea compartida por los docentes de
grado y de Educación Física. Proponemos que los niños y las niñas compartan
experiencias de juego mixto y valoren las posibilidades que este brinda para
conocerse y enriquecer sus universos lúdicos. Esta experiencia tiene como objetivo
promover cambios en las formas de jugar en los recreos, ya que las nenas y los nenes
tendrán la oportunidad de participar de juegos que generalmente no realizan porque
tradicionalmente se los considera o bien de varones o bien de mujeres.
Para comenzar, determinamos distintos sectores en el patio. En cada uno, ofrecemos
materiales que tradicionalmente se relacionan con juegos de nenes o de nenas: arco y
pelota, sogas, elásticos, autitos, muñecas. La consigna es que “todos jueguen a todo”,
aunque sea aquello que no acostumbran a jugar. Para organizar la experiencia,
conformamos grupos de seis integrantes (tres niños y tres niñas), que irán recorriendo
y jugando las diferentes propuestas. Cada sector de juegos puede ser una “estación”,
y cuando el o la docente lo pide, los
grupos cambian de lugar para continuar jugando a otra cosa. No es necesario que
todos los grupos pasen por todos los juegos; lo importante es que tanto mujeres como
varones tengan la oportunidad de experimentar actividades que no acostumbran a
realizar.
Luego de la experiencia, volvemos al aula y reflexionamos acerca de lo que nos pasó
en ese recreo especial que compartimos: ¿Cómo se sintieron jugando juegos que
nunca juegan? ¿Pudieron jugar juntos chicos y chicas?
¿Hubo algún problema mientras jugaban? ¿Cómo lo solucionaron? De esta
experiencia, ¿qué les gustaría repetir en los recreos de todos los días? ¿Podrían
trasladarla al aula, por ejemplo: sentarse mujeres y varones en las mismas mesas o
formar grupos mixtos de trabajo? Es importante reflexionar sobre cómo nos
enriquecemos con el juego compartido y sobre cómo las etiquetas de “juegos de mujer
”y “juegos de varón ”limitan nuestra libertad y nuestro desarrollo integral.
Las siguientes tarjetas ofrecen algunos puntos de partida para que los y las docentes
dramaticen o relaten:
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A Camila le encanta jugar con Una nena le cuenta a otra que, cuando
Unos
Un grupo
Un nenes
Federico…Se vienen
nene encuentra
de niños
conoce corriendo
ysu cartuchera
niñas
desde sequey tiran
organizasea grande, quiere tener un taller
para
al suelo
tirada la
hacer
jugaban a una
enlámina compañera
el suelo,
juntos en toda
delelcuerpo que estaba
humano. Las
Jardín…Pero mecánico
nenas y arreglar autos. La amiga
charlando
pisoteada.
quieren
ahora, ella con
dibujar, otra.
decidió Mientras
escribir,
que va la
nodecidir le dice:
el color
a jugar de la
amiga
Se pone
cartulina…
más conla ayuda
malporque
él, a levantarse,
y comienza le dice:
a llorar.
sus amigas la —Julieta, eso es trabajo de hombres…
—Tenían
Un compañero
Uno
cargan.de losque ser varones…
pasa
varones, ¡qué
y le dice:
enojado, brutos
expresa yate ensucias toda. ¿No te gustaría ser
que
—Pará
su son! de llorar, Lucho… ¡los
compañero: maestra?
hombres
—Si tienennomiedo
lloran!de que las láminas salgan
desprolijas… ¡que las hagan ellas solas!