Este documento clasifica los rasgos de la educación inclusiva en tres dimensiones: política inclusiva, prácticas docentes inclusivas y cultura inclusiva. La política inclusiva requiere un acuerdo social y político para mantener la inclusión como una prioridad. Las prácticas docentes inclusivas requieren que los maestros diseñen actividades para facilitar el aprendizaje de todos los estudiantes. Y una cultura inclusiva depende del convencimiento de que la diversidad es positiva y de evitar la percepción del otro como una amenaza.
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Este documento clasifica los rasgos de la educación inclusiva en tres dimensiones: política inclusiva, prácticas docentes inclusivas y cultura inclusiva. La política inclusiva requiere un acuerdo social y político para mantener la inclusión como una prioridad. Las prácticas docentes inclusivas requieren que los maestros diseñen actividades para facilitar el aprendizaje de todos los estudiantes. Y una cultura inclusiva depende del convencimiento de que la diversidad es positiva y de evitar la percepción del otro como una amenaza.
Este documento clasifica los rasgos de la educación inclusiva en tres dimensiones: política inclusiva, prácticas docentes inclusivas y cultura inclusiva. La política inclusiva requiere un acuerdo social y político para mantener la inclusión como una prioridad. Las prácticas docentes inclusivas requieren que los maestros diseñen actividades para facilitar el aprendizaje de todos los estudiantes. Y una cultura inclusiva depende del convencimiento de que la diversidad es positiva y de evitar la percepción del otro como una amenaza.
Este documento clasifica los rasgos de la educación inclusiva en tres dimensiones: política inclusiva, prácticas docentes inclusivas y cultura inclusiva. La política inclusiva requiere un acuerdo social y político para mantener la inclusión como una prioridad. Las prácticas docentes inclusivas requieren que los maestros diseñen actividades para facilitar el aprendizaje de todos los estudiantes. Y una cultura inclusiva depende del convencimiento de que la diversidad es positiva y de evitar la percepción del otro como una amenaza.
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Clasificación de algunos rasgos de la educación inclusiva, en
función de la dimensión a la que pertenecen.
Política inclusiva
Las transformaciones sociales y educativas que son necesarias para impulsar
procesos de inclusión de calidad exigen no solo capacidad de analizar la situación actual y las prioridades más importantes, sino un esfuerzo firme, sostenido y creciente. para ello, es necesario un acuerdo político y social que permita mantener estas prioridades fundamentales en la política educativa, en las políticas sociales y en los mensajes públicos para favorecer un proceso inclusivo de calidad que asegure su continuidad. El acuerdo que se propone es en gran medida educativo, pero también social, en la medida en que los valores y las creencias culturales, así como las actitudes ante la diversidad tienen una enorme influencia en las posibilidades de progreso de la inclusión educativa.
Prácticas docentes inclusivas
Una de las competencias principales de los maestros, es la respuesta educativa a
la diversidad de los alumnos. En la medida en que el objetivo de la inclusión no es solo mantener a los estudiantes en el aula con sus compañeros, sino facilitar al máximo sus posibilidades de aprendizaje, es preciso que los docentes seamos capaces de diseñar actividades que favorezcan estos aprendizajes. Buena parte de ellas podrían desarrollarse en colaboración con sus compañeros, aunque otras, dependiendo de las condiciones del estudiante, podrían realizarse de forma individual o con otros compañeros que compartan situaciones similares. El factor principal para el éxito de la inclusión educativa en el aula se encuentra en las competencias del profesor en este ámbito, en su sensibilidad hacia las necesidades de los alumnos y en su compromiso con la inclusión educativa, y que promueve una forma de convivencia basada en el valor de la diversidad, que ofrece al alumnado y a toda la comunidad escolar oportunidades para aprender a relacionarse con respeto a la diferencia y a valorar a todas las personas por igual, favoreciendo la eliminación de estereotipos, prejuicios, segregación, exclusión o cualquier otra práctica discriminatoria. Cultura inclusiva
La inclusión educativa depende en gran medida del convencimiento de la mayoría
de la sociedad de que la convivencia y el aprendizaje con alumnos diversos es positivo para todo el alumnado. Cuando el otro distinto es percibido como un peligro para la convivencia o el progreso educativo, se levanta y refuerza una de las principales barreras para la inclusión.
La importancia que revela la dimensión cultural, en la que se incluyen también las
creencias y las actitudes, aconseja prestarle una especial atención. Está pensada no sólo para atender a estudiantes procedentes de determinados grupos sociales y, por lo tanto, no es un subsistema más. Está diseñada para acoger a comunidades educativas inherentemente diversas y atender las diferentes expresiones de esa diversidad, no sólo las más visibles como las relacionadas con la etnia, la lengua, la discapacidad, la condición migratoria o de salud.
El Objetivo de La Inclusión Es Brindar Respuestas Apropiadas Al Amplio Espectro de Necesidades de Aprendizaje Tanto en Entornos Formales Como No Formales de La Educación