Guía Del Examen Profetas

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La palabra “profeta” forma parte común del lenguaje teológico y popular de

nuestra tradición cristiana. El cómo se concibe el quehacer de un profeta varía un


poco, dependiendo de la época, lo cierto es que siempre ha estado relacionado a
una especie de predicción del futuro, y su quehacer nace de un empuje que Dios
le da, así el profeta es el que es capaz de percibir el mensaje de Dios y de
transmitirlo a los demás.
Martii Nissinen, menciona que la profecía es un fenómeno histórico multifacético,
producto de una sociedad y un tiempo determinados, pero que se interpreta
también desde una perspectiva particular, por esto, él lo define como un
“constructo social e intelectual”, que debe interpretarse.
La organización de los escritos proféticos varía dependiendo de la perspectiva
religiosa desde donde los veamos, esta organización o canon de los libros
proféticos no es simplemente una cosa del azar, porque implica una concepción
particular de éstos y, por lo mismo una hermenéutica diversa del mensaje que
contienen.
Por tanto, todos los libros proféticos para los judíos constituyen una
interpretación de la Torá; la lectura de la historia que nos cuentan los profetas
anteriores mostrará que la paz, la felicidad y la prosperidad de Israel está ligada a
la observancia de la Ley. Los profetas posteriores rebaten una y otra vez la
importancia de la observancia de la Ley.
¿QUÉ ES LA PROFECÍA?
El proceso de comunicación profética es una forma de comunicación social, no se
trata de un mensaje unidireccional de la divinidad al profeta, a través de uno o más
medios.
Las evidencias de la profecía escrita nos demuestran que el proceso de
comunicación profética no necesariamente finaliza cuando el mensaje ha llegado a
su destino, sino que puede prologarse a través de la escritura.
Hablar de profecía en la actualidad conlleva una relación con la predicción del
futuro.
¿QUIÉN ES UN PROFETA?
Cuando usamos la palabra “profeta”, designamos a una especie de vidente o
persona que tiene las cualidades para poder predecir eventos futuros. Nadie pone
en duda que el profeta es alguien que posee capacidades sobrenaturales o
divinas; en nuestro contexto cristiano, es alguien que ha sido tocado por el espíritu
de Dios.
La palabra “profeta” es la traducción del sustantivo griego prophētēs, que está
compuesta del verbo phemi, precedida por la preposición pro. Su uso empieza
con la traducción de los LXX, que sistemáticamente traduce la palabra nābî’ por
prophētēs, aunque su equivalencia no sea al 100%. El significado de prophētēs
sería “el que habla en lugar de un Dios e interpreta su voluntad a los
hombres”. Y se podía usar en términos genéricos como “intérprete”.
En el texto hebreo encontramos la palabra nābî’, que deriva con mucha
probabilidad del acádiconabu. La palabra nābî’ se puede traducir simplemente
como “aquel que, siendo llamado, llama”15. El quehacer del nābî’ en la Biblia es la
transmisión de la Palabra de Dios a quien va “palabra de Dios”.

A) Profetas pertenecientes a una orden o asociación.


Son los llamados “hijos de profetas” o, mejor dicho, “discípulos de profetas” (Cfr
1Re 20,35; 2Re 2,3.5.7; 4,1.38; 5,22) y constituyen una comunidad de profetas en
torno a grandes figuras como Samuel (1Sam 19,18-24), Elías (2Re 2,1-18) o
Eliseo (2Re 4). Éstos buscan el contacto con la divinidad a través del éxtasis
(música y danza, 1Sam 10,5ss).
B) Los profetas del templo y del culto.
Sus funciones principales son la de interceder y la de pronunciar los oráculos
divinos en el contexto cultual. Tiene una conexión con los santuarios, pero operan
fuera de ellos, en un contexto familiar.
C) Los profetas de corte.
Están al servicio del rey y de su política, de forma particular con sus
pronunciamientos de oráculos divinos en situaciones críticas como la guerra y las
catástrofes, pero también en ambientes de festividades centrales como la
entronización de un rey.
D) Los profetas individuales, libres y en oposición.
Son los menos numerosos y los menos visibles, pero constituyen el grupo más
significativo por los efectos de su hacer. A excepción de los tres antes
mencionados, todos los demás profetas escritores del AT pertenecen a este
grupo. Su raíz histórico-tradicional está constituida por “videntes” de tiempos
arcaicos.
E) Profetas literatos.
Según los estudios más recientes, ninguno de los escritos proféticos es del autor
que aparece en el título. No se sabe quién recogió las palabras expresadas por los
profetas, que generalmente eran dichos cortos. Por una parte, los profetas no
fundaron algo parecido a una “liga de profetas”, por otra, no hay algo que haga
pensar que quisieran iniciar un programa social de reforma o que buscaran
coaliciones con otros movimientos de reforma.

ÉPOCA DE LOS PROFETAS BÍBLICOS Y LAS RELACIONES CON SU MUNDO


La Biblia hebrea distingue tres periodos en la historia de la profecía: el primero
inicia con la fundación del Estado y dura hasta el final del siglo VIII; el segundo
inicia durante el siglo VIII y termina después del exilio (586/587-539); y el que
acontece cuando después del exilio para finalizar dos siglos después. Durante
estos dos últimos periodos aparecen los libros que llevan por título el nombre de
los profetas a quienes se atribuye tradicionalmente su creación.

A) Los profetas y el culto.


Esta temática puede ser analizada desde tres puntos de vista: 1) la actividad de
los profetas en el ámbito del culto; 2) su actividad externa y su frecuente crítica de
éste; 3) y las palabras que se refieren al culto indirectamente.
En cuanto a la forma del culto mismo que se proactiva en Israel en época de los
profetas, se sabe poco, pero parece que se trataba de una religión muy cercana a
la de Canaán.
b) Profetas y la política.
Los profetas se presentan muy activos en el campo de la política, recordemos que
Samuel y Natán son quienes afianzan a Saúl y David como reyes; Ajías promete a
Jeroboam el reino sobre diez de las doce tribus (1Re 11,29ss); Elías y Eliseo
llegan a idear y organizar una revuelta, un verdadero golpe de Estado, con el cual
destronaron a la casa de Omrí, poniendo en su lugar a Jehú (2Re 9).
c) Los profetas y los problemas sociales.
Hay textos donde los profetas aparecen como intercesores de un pobre ante el
rey, por ejemplo, 1Sam12 y 1Re21. En ambos casos el rey acepta la reprimenda
del profeta, se arrepiente del mal cometido. Ambos casos, parecen inverosímiles
pues es poco probable que un profeta hubiera podido dirigirse a un monarca en
esos términos.
d) Los profetas y la historia.
Los profetas tienden a evaluar de forma muy crítica la historia pasada del pueblo.
Oseas, por ejemplo (12,3b-5) hace un juicio sobre Jacob, que es acusado de las
mismas culpas que el profeta está lamentado del pueblo y de las cuales, Jacob
parece ser el precursor.

CARACTERÍSTICAS DE LOS LIBROS PROFÉTICOS


No contienen todo el ministerio del profeta. A veces recogen una especie de
sumario de la predicación del profeta. Algunas de las profecías que contienen no
fueron proclamadas en público. No tienen un orden cronológico en la serie de
profecías.
Otra dificultad para la interpretación de los textos es la naturaleza parcial de la
revelación hecha los profetas, ellos ofrecen enseñanzas o imágenes inacabadas.

TEMAS TEOLÓGICOS PRINCIPALES DE LOS LIBROS PROFÉTICOS


Los profetas no son fundadores de una religión, sino que son renovadores de la
vida religiosa de Israel; pero al mismo tiempo fueron creadores de ideas religiosas
de enorme amplitud y alcance:
a) Monoteísmo: El Dios único es nacional, benefactor del pueblo elegido,
pero al mismo tiempo, es el Dios universal porque cada don y toda forma de
predilección se convierten en empeño y responsabilidad de ayuda y de
testimonio hacia los demás; él es trascendente y santísimo, pero al mismo
tiempo cercano como lo dejan ver los adjetivos con los cuales se le califica:
madre, madre, esposo.
b) Culto: Las expresiones que se encuentran en los textos proféticos contra el
culto, que suenan a condena absoluta y definitiva, en realidad, denotan una
posición de los profetas contra los actos de culto hechos sin una voluntad
real de conversión y, por lo mismo, separados del evento salvífico que en
ellos se continua. Los profetas condenan el gesto cultual como medio de
seguridad religiosa.
c) Política: También las opciones y las decisiones políticas tienen la
necesidad de ser iluminadas por la fe. La política es un campo privilegiado
de la libertad humana, pero también en esas decisiones concretas debe
valer el primado de Dios.
d) Justicia: La justicia indica un comportamiento fiel, leal y constructivo hacia
la comunidad que llega como un estado de salud, una condición óptima y
permite a sus miembros establecer relaciones públicas armoniosas y
saludables.
e) La historia: La historia es la epifanía de la acción salvífica de Dios y campo
para el ejercicio de la libertad humana.
f) La nueva alianza: Finalmente, Israel regresará sinceramente al Señor,
porque Dios cambiará los términos de la alianza. La alianza del Sinaí,
manifestada en dos piedras y presentada externamente al hombre, será
puesta en el interior del hombre, quien la experimentará como algo de su
propia naturaleza.

PRINCIPALES GÉNEROS LITERARIOS EN LOS LIBROS PROFÉTICOS


Un género literario refleja más o menos una convención de lenguaje que siempre
está anclada en un ambiente sociocultural particular de una sociedad.
a) Relatos
a. Relatos biográficos Los más significativos: Jer 26-29 y 34-35, la intención de
una narración como ésta es de carácter teológico. La primera parte trata sobre los
verdaderos y falsos profetas. Otro ejemplo es el de Os 1,2-9.
b. Relatos histórico-legendarios Is 36,2-39,7 sería un ejemplo de este género.
b) Oráculos
a. El rîb o litigio bilateral: Las Sagradas Escrituras contienen dos procedimientos
jurídicos para restablecer la justicia: el mišpât y el rîb, en ambos es la acusación
quien lleva adelante la acción penal.
b. Oráculos contra las naciones Is 13-19; Jer 46-51; Ez 25-32; Sof 4-15; Am 1,3-
2,3. Partiendo de la creencia en la eficacia reformativa de la palabra profética, el
profeta enuncia su deseo de desgracia y perdición para los vecinos/enemigos de
su pueblo.
c. Controversias: El libro de Ezequiel ofrece varios ejemplos de intervenciones
proféticas construidas como respuesta adversativa al pensar del pueblo (11,14-21;
12,21-25; 12,26-28; 18, 1ss; 33,17-20; 33,23-29; 33,30-33; 36,1-15).
d. Oráculos de salvación: Se trata de un anuncio de acontecimientos dichosos o
de perspectivas esperanzadoras. Es una exhortación: “¡No temas!”. Estas son
fruto de la iniciativa benévola de Dios: Is 43,1- 8; 44,1-15; Ez 37,1-10.
e. Instrucción: Es típico de la literatura sapiencial, por ejemplo, Is 28,23-29; Ez
22,26; 44,23-24.
c) Otros
Podemos mencionar los oráculos numéricos: “Por tres pecados de X y por
cuatro…”. La parábola es una herramienta pedagógica para transmitir un mensaje
con el que el auditorio, en un principio, no está de acuerdo.
ISAÍAS
El significado del nombre Isaías es “Yhwh salva”. El libro no se trata de un solo
proyecto, es decir no es una sola obra. Se trata de más bien de una obra resultado
de un largo proceso de gestación que difícilmente se puede detallar, pues se trata
de una obra que se inicia en el siglo VIII aC para concluirse durante el siglo III aC.
a) Sobre el profeta y su contexto: Del personaje llamado Isaías, sabemos
muy poco. Se conoce el nombre de su padre y de dos de sus hijos. Su
actividad se centra en Jerusalén. Parece que inició su ministerio en un
período políticamente calmado, sin embargo, marcado por una marcada
estratificación de la sociedad.
b) Teología. El Dios santo: El adjetivo santo se convierte en el libro se Isaías
en un término teológico fundamental. Dios se muestra santo, es decir,
soberano, superior a todos.
Antropología teológica: Ante la imagen que Isaías presenta de Dios, también
postula para las personas, hombres y mujeres la renuncia de la manía
desesperada de la grandeza de frente a Dios y a los hombres.

La acción salvífica del Dios único como nueva creación: Dios mantiene
una voluntad incondicionada de salvar al hombre. La enfermedad que ha
golpeado al pueblo en todo su cuerpo es curada por Dios, y por eso, todo el
que habite en Sión no hablará más de la enfermedad, porque el pecado ha
sido perdonado.
Sufrimiento vicario: El sufrimiento del siervo media el derecho para los
pueblos y el perdón de los pecados para muchos.
c) Isaías en el NT: Las palabras del profeta (sección 1-39) juegan un papel
importantísimo en el anuncio del nacimiento de Jesús para el relato de
Mateo, en la aparición y la actividad de Juan el Bautista, para explicar y
justificar la conducta de Jesús o sus reproches de hipocresía contra los
fariseos.
d) Estructura: Desde las aportaciones de B. Duhm (1892) que optaba por el
libro dividido en dos partes, se para a la idea de que el texto consta de tres
partes que corresponden a tres épocas diversas: 1) 1 – 39, que se designa
como protoisaías; 2) 20 – 45, designado como deuteroisías; 3) 56 – 66,
conocido como tritoisías.
JEREMÍAS
a) Sobre el profeta: Al nombre Jeremías, de etimología incierta, podría tener
el significado de “Que Yhwh eleve”. Parece que hablar algo respecto al
profeta resulta demasiado complicado
b) Contexto: El libro de Jeremías es una reflexión y una respuesta a la crisis
histórica de los últimos días de Judá, crisis que llega a su fin en el 587 aC
con la destrucción de Jerusalén y del Templo. Los últimos días del siglo VII,
son testigos del colapso completo del imperio asirio en manos de los
Babilonia, dirigida por Nabucodonosor.
c) Teología: Los textos de Jeremías ofrecen una tormentosa reflexión poética
y una explicación didáctica en prosa sobre la causa del final de Israel y
sobre el destino de los que fueron deportados a Babilonia. La lectura de
Jeremías nace desde las categorías de la tradición del pacto de fe de Israel
para llegar a la santidad, haciendo énfasis en la potencia de Yhwh y en los
sufrimientos y esperanzas de una comunidad fiel.
d) Jeremías en el NT: Las escasas citas presentes en el NT de Jeremías,
según Sicre, obedece a la ausencia de temas mesiánicos en el escrito. San
Juan y el libro de los Hechos no contienen ninguna cita textual, mientras
que Marcos y Lucas una vez; Mateo lo cita tres veces. Pablo lo cita dos
veces en sus cartas a los Corintios. En Hebreos es donde aparece la cita
más larga de Jeremías.

EZEQUIEL
a) Sobre el profeta y su contexto: El nombre del profeta significa: “Que Dios
haga fuerte”. Es hijo de un sacerdote llamado Buzí, proveniente de una
familia sacerdotal de Jerusalén. En el 597 aC, junto con otros miles nobles
y el rey Joaquín, fue deportado a Babilonia, junto al canal de Quedar, cerca
de Nipur.
b) El libro de Ezequiel y su teología: Un elemento distintivo de la obra de
Ezequiel son las visiones, con una marcada tendencia al exceso, a lo
bizarro. Otro elemento importante para resaltar son los períodos de trance
que el profeta experimenta: él está fuera de sí.
c) Estructura del libro
1 – 24 Juicio sobre Israel.
25 – 32 Juicio sobre los pueblos extranjeros.
33 – 39 y 40 – 48 Salvación para Israel.
c) Uso de Ezequiel en el NT: Dejando de lado el libro del Apocalipsis, muy
influenciado por el estilo del libro de Ezequiel, los otros libros del NT poco
se remiten al texto de este profeta. No se encuentra ninguna cita directa del
texto, pero Mt 24,29 y Lc 13,24-25, citan a Ez 32,7 para hablar de los
signos apocalípticos.

DANIEL
Es el único libro apocalíptico del AT. Por su género literario, este libro no está
dentro del canon hebreo de los profetas, sino que es colocado con los escritos,
seguramente porque entró en el canon cuando ya la lista de los escritos proféticos
había sido cerrada, y también porque está escrito en hebreo y arameo.
a) Contexto: Las raíces histórico-tradicionales del libro se pueden rastrear en
la mitología ugarítica de la edad del bronce reciente con la figura del rey
Dan’ilu (Dios ha establecido el derecho), que es presentado como un juez
justo y detentor de poderes mágicos y mánticos.
b) División del libro: El libro muestra claramente tres divisiones.
d) Teología: El Dios del cielo: Con esta designación, Yhwh se torna en el Dios
universal.
EL LIBOR DE LOS 12 PROFETAS
La biblia de los LXX considera el conjunto de los doce profetas como un solo
libro titulado dwdekapro¿fhton (el libro de los doce profetas). La Vulgata les da
el título de “profetas menores”, en el sentido de la extensión de los textos,
respecto a Isaías, Jeremías y Ezequiel.

Oseas, Joel ------ siglo VIII


Amos, Abdías, Jonás, Miqueas, Habacuc y Sofonías------- Siglo VII.
Ageo, Zacarías y Malaquías ------- siglo VI

OSEAS
Sobre el profeta: El nombre Hôšēaꜥ significa “Él ha dado socorro”. Parece ser
que Oseas era miembro de una comunidad profético-levítica de oposición, de
la que podría haber sido el líder.
Sobre su contexto: La época de la fase formativa del escrito de Oseas encaja
dentro del periodo en el cual el imperio asirio estaba en expansión, esta
expansión provocó en Israel fuertes movimientos en la política interna (4
asesianatos de reyes en 20 años) y un creciente deterioro de la sociedad.
La teología: En general prevalece una crítica al sistema y a las instituciones.
Lo que está sucediendo en el país, Oseas lo lee como un alejarse de Yhwh,
por eso hablar de la prostitución y el adulterio; la monarquía, los altos
funcionarios y los sacerdotes son los responsables de estos males.
El libro se Oseas se caracteriza por la ausencia de la fórmula “así habla Yhwh”,
mientras que la fórmula “oráculo de Yhwh” solo aparece cuatro veces a lo largo
de todo el texto.
El libro de Oseas en el NT: Uno de los elementos que más tuvieron eco en
los escritos del NT es el del matrimonio. De Oseas, pasa a Jeremías, Ezequiel,
el Deuteroisaías, hasta convertirse en algo típico de la teología bíblica,
presente también en la espiritualidad cristiana.

JOEL
El nombre Joel significa probablemente “Yhwh es Dios”. El hecho de que el
texto de Joel retome los textos de los otros profetas, da a entender que se trata
de un libro que nació como profecia literaria o como interpretación profética de
los profetas desde una prospectiva escatológica, y de esta forma es entendido.

AMÓS
Sobre el profeta: Amós es el representante más antiguo de la profecía escrita.
Según los datos proporcionados por el mismo texto, el profeta proveía de
Técoa (a 17km al sur de Jerusalén) y aparece en el reino del norte hacia el
760, como profeta del juicio.
Estructura: El libro consta de cuatro partes.

ABDÍAS
El nombre del profeta significa “siervo de Yhwh”, que podría tratarse solamente de
un apelativo, al modo de Malaquías (el mensajero). Es el libro más breve de la
Sagrada Escritura con apenas 21 versículos, lo cual no significa que sea de fácil
compresión.

JONÁS
El nombre del profeta significa “paloma”, animal famoso por su estupidez (Os 7,11)
Este libro se distingue de todos los otros, como narración, es comparable a las
narraciones de Elías y Eliseo en cuanto a la forma de fábula y de narración
maravillosa.

MIQUEAS
La estructura: Está dividido sobre la secuencia de oráculos de desventura y de
salvación: Desventura (1,2 – 2,11); Salvación (2,12s); desventura (3,1-12);
salvación (4,1 – 5,14); desventura (6,1 – 7,7); salvación (7,8-20). La mayoría de
los estudiosos coinciden en que se pueden distinguir cuatro partes: Anuncio de
desventura (1,2– 3,12); Anuncio de salvación (4,1 – 5,14); Anuncio de desventura
(6,1 – 7,7); Anuncio de salvación (7,8- 20).

NAHÚM
Estructura: El libro se divide en tres partes: El himno alfabético (1,2-8), de alef a
kaf, que describe una teofanía: Yhwh se muestra a sus enemigos como el Dios del
juicio punitivo y como fortaleza salvífica para aquellos que buscan refugio en él.

HABACUC
En el contexto de una gran crisis, el libro de Habacuc interroga al lector sobre la
cuestión de la justicia divina y de los medios que utiliza para expresarse: “el justo
vivirá por la fidelidad” (2,4).

SOFONÍAS
El nombre del profeta significa “Dios ha protegido”. Su actividad la desarrolló
durante el reinado de Josías (639-609 aC). Es presentado como descendiente de
Ezequías, sin precisar quién es este personaje.

AGEO
El nombre del profeta significa “fiesta”: Este libro se presenta como un relato de la
actividad del profeta que se dio durante la reconstrucción del templo, hacia el 520
aC., después de la aparición del imperio persa, cuando algunos judíos regresan
del destierro a Jerusalén. Seguramente Ageo no era uno de los desterrados, sino
que formaba parte de la gente que permaneció en Jerusalén.
ZACARÍAS
El nombre del profeta significa “Yhwh era/es consciente”. Es contemporáneo a
Ageo, y como él, también pretende la reconstrucción de templo.

MALAQUÍAS
El nombre del profeta significa simplemente “mensajero”. El libro de Malaquías
deja ver los conflictos existentes, de carácter social y religioso, que surgieron en la
comunidad post-exílica a partir del siglo V aC.

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