Documento Base
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Departamento de Pedagogía
2022: “Vamos por nuevas victorias educativas”
Módulo II
Construcción del Proceso Didáctico
Curso
Didáctica General Contemporánea
Compilación y adaptación:
Presentación
La Didáctica General ocupa hoy un espacio importante en la necesidad de preparar a
los profesionales que aspiran o se desempeñan en la docencia universitaria.
Así mismo en este curso se promueve y concretizan las intenciones educativas que se
requieren en el aprendizaje del nivel universitario, contribuye para la comprensión de
los cursos de Seminarios de investigación, de Didáctica contemporánea desde la
Educación Superior y la evaluación educativa, con estos conocimiento, habilidades y
destrezas se motivará para desarrollar el compromiso socioeducativo que requiere todo
docente con vocación de servir.
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Así mismo se destaca el enfoque para desplegar un proceso de enseñanza-aprendizaje
centrado en la persona que aprende, en función de potenciar sus aprendizajes, a través
de la organización de actividades individuales e interactiva, donde prevalezca la
comunicación didáctica entre los actores protagónicos o sea entre el profesor y el grupo
de estudiantes, conducido a los niveles superiores de desarrollo, con la finalidad de
formar una personalidad integral y auto determinada, capaz de transformarse y de
transformar su realidad según su contexto. (Castellanos, 2001).
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Objetivos Generales del curso
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Concepción metodológica del curso
Durante el desarrollo del curso, las sesiones que se desarrollarán tendrán una concepción de la
enseñanza como actividad interactiva, lo cual supone el intercambio de ideas, experiencia,
vivencias, conocimiento, a través del diálogo, puestas en común de reflexiones grupales,
presentaciones y ponencias. Por tanto, el rasgo distintivo de los encuentros será la
participación permanente, dinámica, reflexiva y crítica.
Se promoverá la reflexión crítica y las actitudes por una cultura de paz y participación
democrática, la investigación, innovación, la contextualización y sistematización educativa que
se consideran como ejes transversales.
Los encuentros se desarrollarán a través de una estructura metodológica, que se inicia con la
búsqueda en el grupo de los conocimientos y saberes previos, el segundo elemento indica la
adquisición de nuevos conocimientos de forma activa e interactiva, el tercer aspecto
metodológico, indica un proceso de reflexión teórica para llegar a un proceso de reflexión de la
práctica, por tanto, de cambio y transformación personal y colectiva.
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Didáctica de la Educación Superior: nuevos desafíos en el siglo XXI
Aunque habrá que mencionar que desde mucho tiempo atrás ya existía un
pensamiento sobre la enseñanza y el aprendizaje, a modo de ejemplo, vamos a
referirnos de forma sintética a dos momentos históricos (previos a la obra de
Comenio) en los que se puede apreciar claramente la presencia de un pensamiento
didáctico-pedagógico: la antigua Grecia y el surgimiento de la escolástica en la
Edad Media.
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Una vez que el niño ateniense tenía edad para asistir a clases, pasaba del cuidado
de la nodriza a la del pedagogo, que era un esclavo encargado de acompañarle a
todas partes y de enseñarle buena educación. A la edad de siete años, el niño
comenzaba su «paideia» o formación cultural, entonces ingresaba a la escuela,
siempre con profesores particulares, donde cursaba tres asignaturas: gramática,
música y gimnasia. Como sabemos, había diferencias en cuanto a la formación de
los varones atenienses -pues las niñas no pisaban nunca la escuela- y los
espartanos. El modelo educativo espartano era controlado por el Estado y estaba
orientado hacia una educación estrictamente militar, en tanto que el modelo
ateniense se basaba en las familias o en las escuelas (no controladas por el
Estado) y a ellas podían asistir los niños cuyas familias así lo decidían (Gadotti,
1998).
Desde esta óptica, un educando puede no ser muy apto para las matemáticas
(inteligencia matemática), pero ser muy competente para los deportes (inteligencia
kinestésico-corporal) o para relacionarse con otros individuos (inteligencia
interpersonal). La teoría de las inteligencias múltiples vino a echar por la borda
prejuicios firmemente arraigados en la sociedad y en la escuela que han conducido
durante mucho tiempo a la clasificación y el etiquetado de los alumnos (con sus
consabidos altos índices de fracaso escolar), según los resultados escolares
obtenidos en el marco de un currículum que se asienta en dos tipos de inteligencia:
matemática y lingüística, despreciando y derrochando el talento de los individuos
que no encajan bien en estos tipos de inteligencia. Es innegable que estas teorías
han afinado la mirada y han permitido reconocer la complejidad del aprendizaje
humano. Desde esta perspectiva no podemos concebir a la didáctica de forma
restringida y estrecha.
Por otro lado, Roselló (2005) al referirse a la evolución que ha tenido la Didáctica
General, señala que es a partir de la década de los ochenta cuando sufre un gran
cambio de perspectiva en el que convergen diferentes hechos:
A partir del análisis realizado hasta ahora, se podría afirmar que la Didáctica
General se ha visto sometida a un proceso de reconceptualización de sus
fundamentos básicos, a tal grado que algunos especialistas se refieren a este
evento como: «desorientación» (Marhuenda, 2000), «relativismo pedagógico»
(Gimeno, 1995b), «relativismo epistemológico» (Salinas, 1995). Tenemos entonces
que la Didáctica General ha sido literalmente sacudida por una serie de
circunstancias y hechos importantes, que se suman a la aparición y progresiva
consolidación de las Didácticas Específicas. Entre estos hechos, según Roselló
(2005, p.139), se encuentran los siguientes:
Una cierta «fragmentación» desde dentro, con el desarrollo de distintas áreas (la
Educación Especial, la Formación del Profesorado,...), que antiguamente
formaban parte de la misma Didáctica y que ahora buscan su propia autonomía
y consolidación científica.
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especiales, las políticas del libro escolar, la pedagogía hospitalaria, el currículum
democrático, la disciplina en la escuela, etc.
Los conflictos entre ambas perspectivas, lejos de resolverse, forman parte del
debate cotidiano en este campo del conocimiento. La didáctica se presenta a sí
misma como una disciplina compleja, pero con gran legitimidad en el ámbito
educativo” (Díaz Barriga, 2009, p. 18). Después, hemos sido testigos de cómo en la
segunda mitad del siglo pasado la didáctica fue gradualmente desplazada por la
teoría del currículo, cuyo origen y tradición remite a otras coordenadas muy distintas
a las de la didáctica (Díaz Barriga, 1999).
Al respecto, Díaz Barriga (2009, p.26) identifica dos tendencias que permiten una
significativa comprensión de la evolución de la didáctica en las llamadas ciencias de
la educación:
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1) Perspectiva clásica o perspectiva centrada en el contenido, o visión
heterónoma de la educación (corresponde a la conformación de la disciplina
en el siglo XVII), la cual alude a problemas de determinación del orden del
contenido: todo contenido debe ser estudiado desde una secuencia lógica,
de modo que los temas precedentes permitan la comprensión de los temas
subsecuentes.
2) Movimiento de la escuela activa o la escuela nueva (finales del siglo XIX), partía
de una profunda crítica al modelo establecido desde el origen del saber
didáctico.
2. Definición
Después de ver el origen etimológico y el uso por parte de los autores desde Ratke y
Comenio, se impone llegar a una definición precisa. Todos los que han escrito de
obras de Didáctica han aportado la suya estableciendo variaciones a las de los
demás. Pero con un elevado de nivel de coincidencia, como no podía ser de otro
modo.
Estebaranz (1994, 41) Sáenz Barrio (1994, 14) y Ruiz (1996, 25) presentan un
completo análisis de las definiciones de muchos autores con el fin de hallar los
elementos comunes a todas ellas. Algo así había hecho en otro momento Benedito
(1987, 34) igual que hiciera antaño Rufino Blanco con el concepto de educación.
Entre tantas definiciones, una de las más simple y no menos acertada podría ser la
de Dolch (1952):
Fernández Huerta (1985, 27) apunta que la "Didáctica tiene por objeto las decisiones
normativas que llevan al aprendizaje gracias a la ayuda de los métodos de
enseñanza".
Juan Amos Comenius (1592-1670), definió por primera vez el concepto de Didáctica,
en su obra “La Didáctica Magna”, como: “El artificio universal para enseñar todo a
todos los hombres.”
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Rodríguez Diéguez (1973), “La ciencia y la técnica de la instrucción educativa”
Vicente Benedito (1987), “La Didáctica está en camino de ser, una ciencia y una
tecnología que se construye desde la teoría y la práctica, en ambientes organizados
de relación y comunicación intencional, donde se desarrollan procesos de
enseñanza-aprendizaje para la formación del alumno.”
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Zabalza (1990) “La Didáctica actual es ese campo de conocimientos,
investigaciones, de propuestas teóricas y prácticas que se cuentan sobre todo en los
procesos de enseñanza-aprendizaje.”
Contreras (1991) “La Didáctica actual es la disciplina que explica los procesos de
enseñanza-aprendizaje, para proponer su realización consecuente con las
finalidades educativas.”
Ruiz (1995), “Didáctica es una ciencia que se ocupa de los procesos de enseñanza-
aprendizaje en contextos educativos facilitando la integración de la cultura con el
objetivo de intervenir para mejorar a través de la práctica.”
Parece que la Didáctica debería ocuparse de los procesos que tienen lugar en un
contexto curricular o institucional. ¿Recibirá con propiedad la consideración de
curricular una actuación en educación no formal? ¿Y en educación informal? Nos
inclinamos a aceptar esta consideración positiva en las situaciones susceptibles de
planificación y desarrollo. Mientras que, en aquellos casos menos organizados a
priori, el aspecto didáctico puede estar presente como concepción artística de la
comunicación educativa, pero no tanto como componente científico. En este último
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caso, que es el que corresponde a la educación informal existen dudas sobre la
plenitud del tratamiento didáctico.
Según el citado autor, la enseñanza es una actividad humana por medio de la cual
se ejerce influencia en la vida de otras personas y esta influencia tiene una
intencionalidad educativa, es decir, se llevan a cabo actividades que se justifican en
su valor con respecto a fines deseables, por esto es que la enseñanza obliga
moralmente a sus responsables, no se puede ser insensible ante el tipo de
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interacción que se establece entre profesor y alumnos, ni ante lo que se les
pretende enseñar ni cómo. La didáctica no sólo se preocupa por comprender o
desentrañar este hecho, sino que también se encuentra atrapada en este
compromiso moral.
Este hecho resulta contradictorio: la didáctica es una disciplina que tiene como
finalidad intervenir en la enseñanza, en su compromiso con la práctica social y, sin
embargo, la enseñanza como práctica social no se mueve guiada por la didáctica.
La relación entre la didáctica y la enseñanza no se puede entender como una
disciplina que guía u orienta una práctica profesional, aunque en parte sea así o lo
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pretenda, más bien habrá que entender que la didáctica forma parte de la dinámica
social de la que participa la enseñanza, siendo esta disciplina un elemento que, a
veces, actúa como legitimador de la práctica escolar o entra en conflicto con ella,
pero en todo caso está dentro de la práctica social de la escuela y no fuera. Es un
error percibir a la didáctica como una intervención externa y objetiva que emplea
propuestas libres de juicios de valor y neutrales.
4. Dimensiones de la Didáctica
Fragmento tomado de Antonio Medina y Mata
Didáctica General (2009)
4.1 Dimensión tecnológica
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La visión tecnológica se apoya en la ciencia y en la planificación sistemática de las
acciones propias de la tarea de enseñanza-aprendizaje, entendida ésta como la
estructuración y justificación del conjunto de procesos y modos de intervención más
adecuados y ajustados que podamos llevar a cabo.
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Si se es capaz de acordar qué valores, capacidades, estilos de comportamiento y
formas paradigmáticas de actuar han de ser objeto de transformación y enseñanza-
aprendizaje para las personas y las comunidades, nos encontramos con un primer
referente fundamental que sirve de pórtico a los modos de pensar y hacer de las
instituciones educativas.
La tarea esencial de una didáctica tecnológica es valorar y actuar para lograr que
estudiantes y profesorado puedan encontrar el camino más pertinente para que cada
uno de ellos, y singularmente los estudiantes, descubran y apliquen los recursos y
procedimientos más adecuados para alcanzar con éxito y satisfacción las
intencionalidades formativas, los objetivos y las competencias más valiosas
mediante un proceso didáctico eficiente, eficaz y gratificante, que devuelva a cada
participante el conocimiento y la aceptación creadora del modelo de plena
realización en estrecho contacto con los retos de las Nuevas Tecnologías, pero
adoptando las opciones más axiológicas y formativas en un mundo en continuo
cambio.
La analogía con dos grandes artes, la pintura y la poesía, nos evidencia que ambas
reclaman de sus autores creativas dotes personales, pero sobre todo disciplina y
engrandecimiento de ánimo, esfuerzo continuo y placer ante la obra descubierta. El
docente ha de aprender del pintor su dominio profundo del dibujo y del color.
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Estos referentes nos llenan de poética transformación y de intensos sentimientos en
los modos de hacer vida y rehacer la historia de las aulas, las escuelas y los estilos
de crear saber desde unas vivencias plenamente creativas.
El saber didáctico emergente desde esta perspectiva, lejos de ser entendido como
un espacio de relativismo y de formas cambiantes de conocer y hacer, implica al
profesorado en el estrecho camino y la continua disciplina intercultural y socio-
laboral del artista, que se esfuerza en conectar su trabajo con los grandes desafíos
de los seres humanos y plantea su enseñanza como una tarea siempre inacabada,
pero orientada por la fecundidad de la estética creadora, el buen gusto y el esfuerzo
continuo por alumbrar la mejor obra posible, la práctica más gratificante y el deleite
poético.
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4.3 Dimensión cultural indagadora
5. Principios de la Didáctica
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Fragmento tomado de Torres y Girón
Didáctica General (2009)
Los principios didácticos constituyen una expresión de las leyes que rigen el proceso
de enseñanza y aprendizaje.
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Principio de individualización
Este principio se refiere a lo que nos hace únicos frente a nosotros mismo y frente a las
demás personas, cada persona es diferente a otra en cantidad y calidad, desde el
punto de vista biológico, tenemos nuestras propias particularidades, psicológicamente
se tienen rasgos que definen las capacidades, intereses, gustos, comportamientos, etc.
Principio de Socialización
Además de la cultura, los seres humanos se relacionan entre sí, estos viven en
comunidad, ligados por códigos y canales de comunicación convencional, las personas
desarrollan un comportamiento determinado muchas veces por lo que ven de las otras
personas y en la comunidad esto ayuda al desarrollo de la personalidad de los
individuos. La educación debe tomar en cuenta la dimensión social del ser humano,
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capacitando al docente y al estudiante para que se integre, en forma activa y
comprometida con la sociedad en que vive, es importante destacar que la relación
entre las personas y la sociedad es una necesidad.
Principio de Autonomía
La autonomía en el ser humano significa capacidad para tomar sus propias decisiones.
En la medida en que se es libre, se es autónomo; el principio y el fin de la educación
consiste en hacer personas libres, es decir, autónomas. "La libertad supone por una
parte ausencia de coacción, independencia y libertad y, por otra, capacidad de elegir"
(Castillejo Brull, p.87). 58.
El ser humano será libre en la medida que ejerza su libertad, consciente de sus propias
limitaciones y posibilidades y de las consecuencias de sus actos. Se trata, entonces, de
una libertad responsable. A medida que la persona atraviesa las diferentes etapas de
su vida (infancia, adolescencia. juventud y edad adulta) este va adquiriendo su
autonomía responsable, el papel del docente será educar en y para la libertad. Por otra
parte, es importante destacar que la autonomía no se puede entender al margen de
una educación integral.
Principio de actividad
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No hay que confundir la actividad con el "activismo". Por otro lado, Luzuriaga, L, (2002),
expresa: para que se cumpla la idea de actividad, deben existir ciertas condiciones, por
ejemplo: estar de acuerdo con los objetivos propuestos, incluirlas en un plan o
programa de trabajo, partir de las necesidades, intereses y aspiraciones reales del
estudiantado, el docente debe ser guía, facilitador y mediador de los estudiantes.
Principio de Creatividad
6. Modelos Didácticos
Tomado de Antonio Medina y Mata
Didáctica General (2009)
Teorías de la enseñanza
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profesorado la toma de decisiones ajustadas a los procesos formativos y ofrecen una
base adecuada para mejorar las perspectivas y paradigmas.
la intrapersonal,
la interpersonal y
la comunitaria.
En los diferentes contextos en los que se aplica esta triple realidad, que configura el
modo de pensar e interactuar los docentes en los contextos educativos.
La metáfora de la enseñanza como arte tiene dos significados que relacionan de una
parte el arte como la técnica dominada, mediante la cual se logra expresar el modo
singular de ver la realidad, conforme a reglas; así el dominio de la técnica del dibujo
convirtió a Picasso en un artista innovador y creador de un gran estilo, pero la segunda
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acepción se concentra en el valor de lo creativo- genial, que construye la realidad
atendiendo al modo específico de cada actividad.
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La visión artística descubre los enfoques de cada cultura, sus valores predominantes y
pretende aportar nuevas teorías y concepciones al modo de interactuar las personas en
la clase y centro replanteando el compromiso de la enseñanza con la interculturalidad,
los derechos y deberes humanos básicos y las interacciones que se configuran entre
comunidades-cultura y mesogrupos (locales, de autonomías, interpaíses, etc.).
Lorenzo y Pla (2001) consideran que los valores en los que se sustenta la teoría
comprensiva son:
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Capacidad para desplegar los conocimientos de manera comprensiva.
Aprendizaje de temas básicos en la disciplina o bloque de estudio.
Motivación, autocompromiso y plena implicación.
Uso activo y transferencia del conocimiento y asimilación.
Enfoques organizados y sistemáticos para una enseñanza constructivista.
Gran gama de estilos pedagógicos, incluyendo la enseñanza directa.
Compartir respuestas entre los estudiantes y apoyarse mutuamente.
Los autores citados, Lorenzo y Pla (2001), recuperan las aportaciones de Perkins
(2000) proponiendo en torno a los ejes para el conocimiento del proceso de
enseñanza-aprendizaje comprensivo las decisiones más adecuadas que han de
adoptarse, si se desea que la acción formativa sea plenamente comprensiva.
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decisiones a los emergentes y complicados cambios a los que hemos de dar
respuestas valiosas.
Consideramos entre otros trabajos los de Rodríguez Diéguez (1985, 2000) y Titone
(1986), a la vez que algunos de los que hemos realizado personalmente y/o en equipo
(Medina, 1988, 1993, 1995, 2006) nos aportan datos adecuados para entender el valor
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y la proyección de esta concepción en la mejora de los procesos de enseñanza-
aprendizaje.
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La comunicación en su especificidad lingüística es elaborada por cada persona en
interacción con las demás, siendo necesario que sea comprendida y asumida por cada
participante para que tenga lugar, si no es una situación de incomunicación, al darse la
ausencia de bidireccionalidad y reciprocidad en los mensajes y en su interpretación.
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La enseñanza en el aula configura un ecosistema socio-comunicativo al emerger un
discurso que respete la identidad personal y singular de cada participante y su cultura,
a la vez que propicia una apertura a múltiples formas de vivenciación y reelaboración
de la realidad intercultural y emergente de las pluricomunidades, los estilos
indagadores y los programas de avance con sentido universal, acordes con la
naturaleza humana.
Diálogo creativo
Diálogo reflexivo
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Diálogo empático
Diálogo crítico
Modelos didácticos
Durante el siglo XX, en el ámbito educativo se pretendió encontrar leyes que explicaran
el aprendizaje escolar y permitieran derivar normas de intervención tecnológica con la
finalidad de que se garantizara la eficacia de la acción docente. De este modo y por las
exigencias de la metodología de investigación, se han desarrollado modelos de
explicación de la vida en los contextos de enseñanza y aprendizaje. Se denominan
modelos sustantivos de explicación, y no paradigmas, porque es difícil considerar que
han alcanzado el grado de implantación general dentro de la comunidad científica.
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El modelo didáctico es un esquema donde se hace una representación simbólica,
conceptual de los aspectos relevantes de una realidad que puede ser reformulada
según nuevos objetivos, de acuerdo con el concepto de educación que se tenga. La
labor consiste, según Gimeno (1988:96), en "buscar modelos lo menos parciales
posibles para dar cabida a la complejidad de la realidad de la enseñanza".
Modelo socrático
La gran aportación socrática fue mejorada, al menos expuesta por escrito en los
diálogos platónicos, que representan la consolidación de una forma creadora de
comunicación, motivadora y cercana al modo de pensamiento y a los sentimientos más
característicos del aprendiz.
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reconstruir los hechos y mejorar las explicaciones a las cuestiones formuladas. Se
produce una intensa interacción entre docente y estudiantes con una continua
acomodación entre ambos.
Modelo activo-situado
El modelo activo destacado por Stern y Huber (1997), caracteriza al estudiante como
un ser autónomo y responsable, que adopta las decisiones y tareas que mejor
responden a su condición vital y aprovechan los escenarios formativos en los que
participan, especialmente las experiencias personales y escolares, así como las
actuaciones extraescolares.
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El modelo activo se apoya en el principio de actividad y en la naturaleza formativa de
las tareas, que son el procedimiento más coherente de hacer realidad este principio. En
Medina (2000) hemos propuesto una modalidad de actividades basadas en la
autonomía y en la toma de decisiones coherentes con el proyecto de trabajo escolar y
personal.
El docente devuelve la colaboración y autonomía del estudiante al comprometerle en el
diseño, realización y valoración de las actividades y ejercicios que se llevan a cabo en
el proceso de enseñanza-aprendizaje; consciente de que cuanto más participe y se
implique formativamente cada estudiante en el proceso, mayor será su realización y
madurez.
Este modelo de conceptualización del aprendizaje está ligado a Carroll (1963), quien
establece que el aprendizaje es función del aprovechamiento real y profundo, que cada
persona hace del uso del tiempo. Así el tiempo activo es el empleo óptimo que se
realiza de la tarea, si la atención y dedicación es total se logrará con menor tiempo real
el desempeño de la tarea y un adecuado uso de su capacidad. Sin embargo, a juicio de
Bloom (1976), el aprendizaje para el dominio es función de: las características de cada
estudiante, la enseñanza-presentación del saber, la información-refuerzo y los
resultados alcanzados, así como la interrelación entre las variables anteriores.
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productos de aprendizaje (procesos y resultados, niveles y tipos de logro), que en su
globalidad interactiva definen la biografía de cada persona. Los docentes han de
adaptar su instrucción tanto a las características de los estudiantes como a los
previsibles productos formativos emergentes, intentando que se logre el «pleno dominio
y las competencias» mediante la calidad de las tareas realizadas en el acto docente-
discente.
Modelo colaborativo
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el profesorado y los estudiantes son agentes corresponsables y protagonistas de la
acción transformadora. La colaboración se apoya en la vivencia en común del proceso
de enseñanza-aprendizaje, diseñado y desarrollado como un espacio de implicación y
co-reflexión entre docente y estudiantes y de estos entre sí, en cuanto autores de la
formación personal y en equipo.
Este modelo amplía las posibilidades de los anteriores y coloca al profesorado ante un
gran compromiso de acción y mejora integral de sí mismo y de la comunidad. La
enseñanza promueve esta visión al aplicar la metodología, tareas y diseño de medios
coherentes con ella, además de valorar las acciones docentes como la práctica
transformadora y el discurso como la base de los procesos interculturales. ¿Por qué ha
de ampliarse y mejorarse la enseñanza desde un modelo colaborativo? Porque la
escuela es el microsistema que mejor capacita al docente y estudiantes para configurar
un escenario de co-responsabilidad compartida, valoración de múltiples perspectivas y
proyección en la comunidad, como realidad envolvente e influyente, tanto en la propia
tarea de la enseñanza, como en la integración-desarrollo socio-comunitario. Las tareas
son las formas de interacción y los proyectos formativos la base de la cultura de
colaboración, al situar la actividad colaborativa en la mejora de la comunidad, mediante
la docencia y el enfoque de indagación-compartido que transforme y mejore la
comunidad (Medina, 1997; Leithwood y cols., 2006).
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La Universidad del siglo XXI se encuentra sumergida en un nuevo enfoque, el
aprendizaje centrado en el estudiante ha despojado de su terreno a la enseñanza
tradicional. La sociedad actual exige individuos con un importante número de
competencias en múltiples ámbitos, entonces será el profesor quien lleve a cabo la
labor de fomentar en los estudiantes su desarrollo.
En todas las épocas, la imagen del docente ha sufrido transformaciones tanto en sus
características como en su labor pedagógica; la escuela en su visión tradicional lo
clasificó como transmisor del saber y la autoridad máxima al que se debe imitar y
obedecer; la visión de la escuela actual lo presenta como un guía y orientador del
aprendizaje. Al intentar definir el perfil que deben tener los docentes dentro del enfoque
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por competencias, se debe valorar su capacidad de “hacer” al mismo tiempo que
involucre conocimientos, habilidades y valores.
Pero, ¿qué se entiende por Perfil del Docente Universitario?, ¿en qué consiste?,
¿cuáles son sus características? El perfil del docente universitario se refiere a una serie
de características, habilidades y destrezas que se espera que el docente cumpla como
requisito indispensable ante las demandas de una institución para lograr la calidad en
su acción educativa. “Si una universidad logra asegurar la excelencia de sus docentes,
tiene asegurada en buena proporción, su excelencia como institución de educación
superior” (Fernández, 2009).
Algunos autores han realizado aportaciones sobre lo que se debe entender por Perfil
del Docente Universitario. Atendamos a ellos a continuación. “Cuando hablamos de
perfil profesional nos estamos refiriendo al conjunto de capacidades y competencias
que identifican o caracterizan la formación de una persona y le permiten asumir en
óptimas condiciones las responsabilidades propias del desarrollo de funciones y tareas
de una determinada profesión. Pues bien, en el caso del docente universitario dicho
perfil va necesariamente a caracterizarse por ser transferencial, flexible y polivalente”
(García, 2007 tomado de Valcarcel, 2003).
“En el caso del perfil del profesorado universitario, para asegurar una docencia de
calidad en conformidad con los nuevos retos que se plantean, es necesario definir un
perfil transferencial, flexible y polivalente, capaz de adecuarse a la diversidad y a los
continuos cambios que se vienen dando en la sociedad en la que vivimos” (Bozu y
Canto, 2009:90).
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El concepto de perfil docente que proponen los autores, es un perfil basado en
competencias, donde se analizan las competencias que se desea posea el profesorado
y se detallan de forma más específica para su mayor comprensión y adquisición
aportando en la mejora del desempeño docente. El docente actual será un profesional
que toma decisiones, flexible, libre de prejuicios, comprometido con su práctica porque
reflexiona sobre la misma y le aporta elementos de mejora. Más allá de un sin número
de conocimientos y de un listado de requisitos solicitados al docente para ingresar a la
nómina universitaria, corresponde indagar sobre su formación profesional, sus
competencias, sus habilidades y destrezas para llevar a cabo la multiplicidad de
funciones, analizar y reflexionar sobre sus metodologías educativas y valorar su sentido
ético y responsabilidad social.
Marques (2000) menciona las principales funciones que el docente universitario debe
realizar.
Diagnóstico de necesidades a fin de conocer al estudiante y establecer sus
necesidades.
Preparar las clases organizando situaciones de gran potencial didáctico y
considerando las características de los estudiantes.
Elaborar una web docente.
Buscar y preparar recursos y materiales didácticos relacionados con la unidad de
aprendizaje. Motivar al estudiante en el desarrollo de las actividades.
Docencia centrada en el estudiante considerando la diversidad.
Ofrecer tutoría y ejemplo.
Investigar en el aula con los estudiantes, desarrollo profesional continuado.
Trabajos de gestión.
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Funciones de docencia: planificando procesos de enseñanza y aprendizaje centrado
en el contexto del aula, seminarios, talleres.
Funciones de gestión: refiriéndose a la gestión y coordinación en relación a
actividades de gestión tanto de aula, como institucionales y extrainstitucionales, a nivel
nacional o internacional.
Funciones de investigación: planificando proyectos de investigación tanto dentro del
aula con estudiantes como fuera de ella con otros profesores e incluso, en colaboración
con otras instituciones.
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En cuanto al Aprendizaje: organizar, promover, gestionar, implicar, trabajar en
equipo, resolver problemas, innovar, planear, controlar, evaluar, interactuar, tutorizar,
buscar estrategias metodológicas y pedagógicas, entre otras.
En cuanto al Contexto: el docente debe implicar e interactuar con los demás actores
educativos, gestionar ante la institución y la sociedad.
En cuanto a las TIC’s: ya que se está inmersos en la sociedad del conocimiento y de
la información se hace necesario ir a la par de estos avances, a modo de ofrecer al
estudiante un apoyo ante el mundo tecnológico.
En cuanto a la Formación Continua: el hecho de que el docente llegue a adquirir
competencias no significa algo acabado. El docente debe movilizar esas competencias
que ya ha adquirido, y además, buscar adquirir nuevas competencias pues éstas no
son inamovibles. Se requiere actualización, capacitación, formación continua y a lo
largo de la vida.
En cuanto a la Investigación: los docentes deberán hacer contribuciones científicas,
innovar, comunicar, investigar en los diferentes ámbitos educacionales, aportando a la
sociedad.
En cuanto a la Evaluación: todo proceso requiere de ser evaluado, para poder
localizar tanto debilidades como fortalezas; así el docente deberá realizar evaluaciones
del proceso de aprendizaje, diagnóstico, continuo, final, así como evaluar también sus
estrategias, metodologías, dinámicas de clase, etc.
En cuanto a Sí mismo: es importante además de todos los ámbitos mencionados ya,
tener en cuenta que la situación personal del docente influye en el proceso de
aprendizaje, es necesario se realice una valoración de sus experiencias, su percepción
como educadores, las relaciones interpersonales con sus estudiantes, sus colegas,
autoridades escolares, la relación con su entorno, el contexto en el que se
desenvuelve, reflexione sobre su práctica docente que vendrá influir en la calidad de su
desempeño.
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Zabala (2005) expresa, las universidades están viviendo un proceso de cambio de su
identidad para transformarse en una estructura flexible que posibilite un amplio acceso
social al conocimiento y el desarrollo de las personas con base en las necesidades que
la sociedad del siglo XXI demanda.
Competencias
También puede ser definida en términos de las competencias para ejecutar una tarea.
En este caso Zabala (2005) la define como la “capacidad para enfrentarse con
garantías de éxito a una tarea en un contexto determinado” (p.86).
Las competencias han sido clasificadas de diversas maneras. Una de ellas considera
las competencias genéricas o transversales y las competencias específicas (Marcelo,
2004; Yániz Álvarez y Villardón Gallego, 2006). De acuerdo con Marcelo (2004), los
cambios o motivos que reclaman la incorporación de las competencias transversales y
específicas en el mundo de la formación en las universidades son:
Por otra parte, Zabalza (2003) considera las siguientes competencias del docente:
Competencias comunicativas.
Competencias gerenciales, vinculadas a la gestión eficiente de la enseñanza y de
sus recursos en diversos ambientes y entornos de aprendizaje.
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En concordancia con esta nueva visión sobre la enseñanza y el papel de profesor
actual se han de buscar y usar metodologías de aprendizajes que sean las que
conduzcan a la adquisición de competencias por parte del alumnado universitario.
Pues, el inevitable interrogante que surge de aquí es ¿Qué estrategias promueven las
universidades para ayudar a los estudiantes en la adquisición de competencias
genéricas? ¿Qué metodologías docentes proponen?
La realidad del aula nos evidencia que parte del profesorado universitario experimenta
numerosos métodos y técnicas de enseñanza-aprendizaje, elaborando experiencias y
prácticas formativas, creadoras de conocimientos y emociones nuevas, entre ellos
destacamos los siguientes: estudio de casos, proceso de Enseñanza-Aprendizaje
basado en problemas, proyectos compartidos, trabajo en equipo, análisis y diagnóstico
de necesidades, expectativas y conflictos, simulaciones, talleres y seminarios,
experiencias y planes en empresas, laboratorio, campo, creación de escenarios ad hoc,
etc.
55
Ofrecer la retroalimentación necesaria a los estudiantes, especialmente en relación
con las actividades de evaluación formativa, etc. (adaptado de Valcárcel Cases,
2003).
1. Las competencias
56
La palabra competencia se deriva del griego agon, y agonistes, que indica aquel que se
ha preparado para ganar en las competencias olímpicas con la obligación de salir
victorioso y por tanto de aparecer en la historia. El areté suprema que anhelaba todo
ciudadano griego, era ser triunfador en el combate, adquirir la posición de héroe y por
tanto ver su nombre distinguido en la historia y su imagen recordada en mármol. En un
principio, la educación griega estaba dirigida a alcanzar ese areté la virtud suprema. A
partir de Pitágoras y con Platón y Aristóteles, este areté cambia de sentido para
significar ser el mejor en el saber, el constructor de teorías rectoras de proyectos
políticos; las competencias se desplazan desde habilidades y destrezas atléticas para
triunfar, hacia exigencias culturales y cognoscitivas.
Probablemente, el tema más recurrente hoy en día tiene que ver con los rasgos de la
crisis de época. Gorostiaga (2000:34) advierte que no estamos viviendo una época de
57
cambios, sino que los cambios acelerados que caracterizan la dinámica de las
sociedades actuales son manifestaciones de algo más profundo: “un cambio de época”.
Tal vez nunca como ahora, la Humanidad había sido tan consciente de sus límites y de
su contingencia, y como nunca y con un profundo asombro se da cuenta de que su
permanencia en este mundo no está garantizada.
Con cierto pesar, y con la sensación de que la claridad llega tarde, caemos en la
cuenta de que el pensamiento que rigió nuestro proceso histórico en los últimos tres
siglos ha generado una realidad que hoy está en profunda descomposición, una
realidad que demanda una nueva perspectiva si queremos crecer y progresar como
civilización; una realidad que demanda una reforma del pensamiento que reestructure
nuestra manera de ver, pensar y actuar. Este es probablemente el desafío matriz,
fuente, cuyo abordaje es verdaderamente estratégico para el presente y el futuro. En
este sentido, y en el ánimo de entender cuál es el contexto que desafía a la educación
y que pone de relieve los rasgos que tanto un estudiante como un profesor deberán
poseer en el futuro, es importante reflexionar no solo sobre nuestra realidad, sino
también en cómo la entendemos y construimos.
Perspectiva de la UNESCO
Asimismo, señaló que las principales tareas de la educación han estado, seguirán
estando, por medio de las competencias, ligadas a cuatro de funciones principales:
el conocimiento de la disciplina,
el desarrollo de habilidades,
las competencias de desempeño o de producción y,
la madurez de los hábitos mentales y de conducta
Los cuales se relacionan con los valores universales y con los de las mismas materias
y disciplinas.
Chomsky (1985) a partir de las teorías del lenguaje, instaura el concepto y define
competencias como la capacidad y disposición para el desempeño y para la
60
interpretación. La educación basada en competencias según Holdaway (1986-1997) se
centra en necesidades, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que
el alumno llegue a manejar con maestría las destrezas señaladas por la industria.
Formula actividades cognoscitivas dentro de ciertos marcos que respondan a
determinados indicadores establecidos y asienta que deben quedar abiertas al futuro y
a lo inesperado.
Richard Boyatzis (1982) expresa que una competencia es la destreza para demostrar la
secuencia de un sistema del comportamiento que fundamentalmente está relacionado
con el desempeño o con el resultado propuesto para alcanzar una meta y debe
demostrarse en algo observable, algo que una persona dentro del entorno social pueda
observar y juzgar.
Sin embargo, hay que señalar que el término “competencia”, así entendido, surge en el
mundo laboral sustituyendo al de “cualificación”. La razón del cambio viene explicada
por la necesidad de sustituir una formación, frecuentemente descontextualizada y
alejada de las situaciones reales de aprendizaje, a la que se designa como
“cualificación”, por otra más flexible y menos instrumentalista que permita a la persona
gestionar su potencial ante la realidad que se le presenta, poniendo en práctica su
capacidad para responder a situaciones complejas de forma eficaz, a ésta se le
denomina “competencia”.
62
Competencias para el mundo laboral
Habilidad para aprender
Habilidad para resolver problemas
Habilidad en comunicación oral
Dominio de lenguas extranjeras
Amplio conocimiento general
Conocimiento de tipo específico
Planificación, coordinación y organización
Administración del tiempo
Asumir responsabilidades, tomar decisiones
Habilidades sociales
Razonar en términos de eficacia
Iniciativa y espíritu emprendedor
Adaptación de encuesta CHEERS (Teichler y Schonburg, 2004).
Este mismo estudio permite valorar en qué grado la formación superior proporciona
aquellas competencias que permitan una incorporación al mundo laboral y extraer
conclusiones señalando claramente las áreas de mejora.
Como puede apreciarse, Gardner señala que quien se educa para producir
artísticamente ha de construir percepciones que van más allá de las habilidades
básicas, debe saber mirar, observar, captar y, por tanto, deberá fusionar las habilidades
básicas a la competencia y "construir percepciones", tales como saber distinguir y
discriminar desde el pensamiento artístico y a partir de un marco conceptual que
66
fundamente la relación entre las habilidades, los procesamientos cognitivos y los
valores.
Así, las competencias se acercan a la idea de aprendizaje total, en la que se lleva a
cabo un triple reconocimiento de:
Los avances de la investigación advierten que la innovación de las estrategias será una
de las competencias definitivas en las escuelas de la nueva era, tomando en cuenta
que la meta no es la de crear estrategias perfectas sino de construir estrategias que
conduzcan a la dirección apropiada para después depurarlas progresivamente a través
de la experimentación y del ajuste.
No obstante, hay que señalar que, con frecuencia, se relaciona con otros términos
como: capacidad, aptitud, habilidad, destreza, etc., voces que en el Diccionario de la
Real Academia Española de la Lengua no aparecen claramente diferenciadas, donde la
capacidad se define como aptitud; la aptitud como capacidad competente; la habilidad
como capacidad; la destreza como habilidad; la competencia como aptitud, etc.
También se puede decir que es una aptitud, talento, cualidad que dispone alguien para
el buen ejercicio de algo. Habilidad Capacidad o disposición para algo. Destreza
Habilidad, arte con que se hace una cosa. Esto puede llegar a explicar el hecho de que
en ocasiones los conceptos de capacidad, aptitud, habilidad, destreza y competencia se
intercambien y se utilicen como sinónimos equivalentes.
68
Sucede algo semejante cuando desde el plano lingüístico nos trasladamos a un plano
epistemológico, donde resulta difícil cualquier intento de univocidad, tal como muestra
continuación donde se recogen diferentes definiciones del término competencia.
“Capacidad para responder a las demandas complejas y llevar a cabo tareas de forma
adecuada. Supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos,
motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de
comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz”
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), DeSeCo, 2002).
“Un saber hacer con saber y con conciencia respecto del impacto de ese hacer” (C.
Braslavsky, 1993).
69
“Habilidades vinculadas con el desempeño autónomo, el conocimiento aplicado y
aplicable, el conocimiento en acción, el saber resultante de saber hacer y saber
explicar lo que se hace” (C. Braslavsky, 2001).
“Capacidades para hacer algo de modo idóneo que resultan de un proceso complejo de
asimilación integrativa por parte del aprendiz de saberes conceptuales, saberes
procedimentales y actitudes que se lleva a cabo en la fase de ejercitación dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje” (C. Barriga, 2004).
70
“Una competencia básica es un conjunto de conocimientos, actitudes, habilidades y
destrezas que permiten a un individuo responder a las demandas de una situación
concreta. No se trata de un concepto meramente pragmático, sino que tiene un
contenido ético, porque se considera competente al individuo que es capaz de
desempeñar adecuadamente una tarea valiosa para sí mismo y para la sociedad” (J.A.
Marina, 2007).
71
Dimensión constructivista. Se trata de los aspectos relacionados con la
organización de sus componentes, situando al alumnado en condiciones para
que construya sus conocimientos a partir de lo que sabe, estableciendo una
relación dialéctica entre los antiguos y nuevos aprendizajes.
73
de las comunidades docentes sobre sus diversas realidades y, sobre todo, sobre sus
aprendizajes y significados previos.
Para autores como Van der Berg (2002) las políticas de cambio impulsadas en las
reformas generan conflictos entre los docentes, pues ellos las experimentan como
imposiciones externas que no corresponden a sus visiones y opiniones sobre la
enseñanza; la instrumentación de cambios educativos suele provocar caos interno en
los docentes y es influido por las fuerzas de poder y control propios de la cultura
escolar y del sistema educativo. Los profesores se esfuerzan por ajustar su trabajo
docente a las diferencias de los estudiantes en su proceso de aprendizaje, pero por las
condiciones de trabajo en el marco de las reformas lo anterior se vuelve muy difícil y en
muchos casos imposible. Este proceso de “intensificación laboral” (Van der Berg,
2002:578) genera en los docentes la pérdida de competencia profesional, cambios en
las concepciones de las tareas que deben realizarse y una ética profesional diferente.
Autores como Pozo et al., (2006), afirman por su lado que cambiar la educación
requiere, entre otras muchas cosas, transformar las representaciones que profesores y
alumnos tienen sobre el aprendizaje y la enseñanza, y para lograrlo es preciso primero
saber qué son, cuáles son, en qué consisten, cuál es su naturaleza representacional,
cuál es su dinámica y cuáles son sus relaciones con la propia práctica. Por lo tanto, las
reformas educativas desde la perspectiva por competencias que pretendan la
autonomía y la innovación didáctica y curricular deben incorporar un enfoque de
formación docente que parta de ese análisis de la epistemología del profesor, un
enfoque formativo que tome como punto de partida las creencias implícitas sobre el
74
conocimiento y la ciencia, creencias que han sido reforzadas y construidas en la
biografía del profesor, en la cultura docente y en la práctica cotidiana (Gorodokin, 2005;
López-Vargas & Basto-Torrado, 2010).
El papel del docente en primer lugar supondrá un cambio de perspectiva antes que un
cambio de práctica, es decir, una reformulación sobre el sentido de su práctica docente
en el marco de un proyecto profesional transformador que derive en la búsqueda
permanente de estrategias didácticas pertinentes. Pero al mismo tiempo, hay que
reconocer que se requiere un cambio sistémico, en el sentido de que no solo el docente
es el responsable único del cambio didáctico y de su concreción en el aula, puesto que
la institución misma tiene que replantear las condiciones, facilidades y restricciones que
impone a los participantes. Y dichos cambios en el sistema en su conjunto, o si se
prefiere, en la comunidad educativa de referencia, implican no solo lo directamente
relacionado con las condiciones que propician un cambio en las formas de enseñanza,
sino en los procesos de gestión, la normatividad educativa, la relación o vinculación
escuela-sociedad y los procesos de formación o acompañamiento docente. Es decir, es
la comunidad educativa misma, y no solo cada profesor en aislado, quien tiene que
transitar hacia una comunidad de discurso crítico y de generación de nuevas formas de
conceptualizar y practicar la docencia.
75
Antes de iniciar el tratamiento propiamente dicho de esta cuarta unidad, es preciso
abordar el significado y los alcances del proceso de enseñanza y aprendizaje, el cual
ha sido objeto de estudio por varios autores.
76
Pla (2010) plantea el PEA es aquel proceso educativo institucional que de modo más
sistémico organiza y estructura la enseñanza en relación con la manera que debe
ocurrir el aprendizaje, a partir de la relación esencial que se da entre los fines de la
educación (objetivos) y la precisión de los contenidos y de éstos con la dinámica
(maestro, alumno, métodos, medios, formas, evaluación) a través de los cuales es
posible lograr la educación vinculada de manera directa a un determinado contenido de
las ciencias concretas, expresado en planes y programas de estudio. Lo señalado por
Pla, expresa de manera clara cuales son los componentes de este proceso:
curriculares, sociales y contextuales.
En tanto que aprendizaje es una actividad, mediante la cual, el que aprende adquiere
determinados saberes que antes no tenían. Esos saberes pueden tener relación con
el hacer, ejecutar o bien con las actitudes, estimaciones o juicios de valores, o con
saberes desinteresados o muy intencionados acerca de la realidad. Sin embargo, sin
los otros aprendizajes, es decir los aprendizajes del ser, del sentir, del compartir, del
expresarse, el hombre no se realiza plenamente.
Parecería que el aprendizaje es una actividad únicamente del sujeto que aprende sin
embargo todos los sujetos que interactúan en el proceso (docentes-discentes) pero por
la naturaleza el aprendizaje está determinado, condicionado y desarrollado en situación
social, es decir, el discente no aprende solo también aprende su docente.
Etapa de exploración.
79
importancia de esta fase de exploración en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
aunque las concretizaciones pueden tener matices muy diversos.
Así pues, en esta fase se debe partir de situaciones reales, concretas y simples en las
que se presenten, desde diferentes puntos de vista, los conceptos o procedimientos
que se quieren enseñar a fin de que:
Este punto de vista implica una crítica de los modelos didácticos centrados en el
denominado
En esta fase ya se constata que los ritmos de aprendizaje son diferentes y que algunos
alumnos se pueden perder en el proceso. Por tanto, los aspectos que el profesorado
debería de tener presenten son:
Estos instrumentos tienen que estar relacionados con las preguntas o problemas que
se han planteado inicialmente y deben posibilitar fa esquematización y estructuración
coherente de las diferentes formas de resolución.
Para facilitar las tareas de estructuración del conocimiento Teigeluth (1983, 1987)
propone como estrategias didácticas las realizaciones periódicas de síntesis y de
recapitulaciones.
Aumentar la retención mediante la creación de nexos entre las diferentes ideas del
nuevo conocimiento, y entre las del nuevo y las del conocimiento significativo anterior.
Se pueden hacer síntesis de cada secuencia y de conjuntos de secuencias. Una
recapitulación es un componente de estrategias para revisar aquello que ya ha sido
aprendido. Debe proporcionar:
Una exposición concisa de cada idea y hecho que ha sido enseñando.
Un ejemplo de referencia para cada idea.
Un diagnóstico o auto-test para cada idea
82
Se pueden hacer recapitulaciones de cada secuencia o de conjuntos de secuencias.
Las bases de orientación y los mapas conceptuales realizados por los alumnos
individualmente y en grupo han demostrado ser instrumentos útiles para facilitar la
estructuración del conocimiento, gracias a su valor de síntesis, de esquematización y
de estructuración.
Estos instrumentos permiten también que el profesor detecte fácilmente las principales
dificultades de cada alumno y facilitan la autoevaluación y la evaluación mutua o
coevaluación de estas dificultades.
Etapa de Aplicación
Se considera que para conseguir que el aprendizaje sea significativo, deben darse
oportunidades a los estudiantes para que apliquen sus concepciones revisadas a
nuevas y diferentes situaciones. También es interesante que comparen su punto de
vista con el inicial para llegar a reconocer su progreso.
Esta fase también puede propiciar que los alumnos se planteen nuevas cuestiones
sobre la temática estudiada, que utilicen diferentes lenguajes para explicitar sus
representaciones, etc. ya que el modelo elaborado es sólo un modelo provisional que
irá evolucionando y enriqueciéndose a medida que se vaya aplicando a nuevas
situaciones didácticas.
Uno de los problemas más importantes que tiene que afrontar el profesorado en su
tarea docente es el hecho de que los alumnos tienen dificultades en hacer la
transposición de los aprendizajes adquiridos a partir de manipulaciones y experiencias
con ejemplos concretos, a otras situaciones relacionadas, relación que sin embargo no
saben ver los alumnos. Por esto, en general, cada nueva situación es un nuevo
aprendizaje. La búsqueda de anclajes en la estructura cognitiva de los estudiantes, que
faciliten la transposición, es uno de los campos más importantes de la investigación
didáctica y el reto que se debe afrontar para encontrar respuesta al problema de la gran
83
cantidad de contenidos que se pretende que los alumnos aprendan en las etapas de la
escuela obligatoria.
En general, todos los modelos didácticos constructivistas insisten en considerar que sin
esta fase es muy difícil que los estudiantes realicen un aprendizaje significativo. Por
ello, es necesario que tengan la oportunidad de considerar los nuevos aprendizajes en
toda una gama de situaciones o a través de una serie variada de ejemplos. Estas
situaciones deberían ser progresivamente más complejas y relacionadas con
situaciones cotidianas, dado que es en este tipo de situaciones donde afloran
mayoritaria mente las ideas alternativas de los alumnos. En esta etapa se pueden
diferenciar fácilmente las propuestas de trabajo teniendo en cuenta tanto los intereses
como los niveles y ritmos de aprendizaje:
Las situaciones o contextos en los que se apliquen los nuevos conocimientos pueden
ser escogidos por los mismos alumnos en función de sus intereses, o de sus futuros
estudios.
84
entendida esta como: la disciplina del conocimiento científico que concentran su
atención en una serie de acciones basadas en situaciones específicas, por tanto, el
conocimiento científico se puede manifestar dando resultados positivos en los procesos
educativos según lo demanda la sociedad. Fonseca (2017).
Algunos autores escriben distintos tipos de metodología, pero todas tienen el propósito
de activar los procedimientos, según acciones que se quiera desarrollar en el proceso
enseñanza y aprendizaje, por ello, se mencionan las siguientes:
Las estrategias didácticas cada día representan mayor importancia dentro del proceso
de enseñanza-aprendizaje, a través de ellas se puede enseñar diferentes maneras, a
fin de obtener un aprendizaje significativo; lo que permitirá al docente implementar e
innovar en la enseñanza.
La técnica didáctica permite que los procesos que se realizan en el acto didáctico se
organicen de forma pertinente y con objetivos claros para el desarrollo de los
conocimientos de los estudiantes.
Ferreiro (2015) expresa que técnicas es el conjunto de medios que empleados en una
situación de grupo contribuye a lograr los objetivos planteados. El autor hace referencia
a una acción grupal para alcanzar objetivos del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Si somos críticos, debemos aceptar que en la planificación nos limitamos a copiar los
contenidos, los objetivos y acatar algunas recomendaciones metodológicas
establecidos en los programas de asignaturas. Muy pocas veces revisamos hacia atrás,
¿Qué se discutió en días anteriores?, ¿Tiene algún nexo con el tema de hoy?, ¿Cómo
hacer ese nexo de continuidad?, ¿Qué método se utilizó?, ¿Qué estrategias
didácticas? y ¿Qué estrategias de evaluación se utilizaron? Y muy importante ¿cómo
llegamos a establecer el tiempo de actuación en el aula de clases?
Buisán Y Marín (2001. Citado por Marisela A.H.2015), le conceptúan como “un proceso
que trata de describir, clasificar, predecir y explicar el comportamiento de un sujeto
dentro del marco escolar. Incluyen un conjunto de actividades de medición y evaluación
de un sujeto (o grupo de sujetos) o de una institución con el fin de dar una orientación.”
(p.65)
Este concepto de algún modo lo reafirman los autores siguientes cuando exponen:
89
La Planificación, ha de ser entendida como una práctica en la que es necesario tomar
decisiones con autonomía y responsabilidad, considerando factores y circunstancias
particulares del contexto. Del mismo modo, la planificación se transforma en una
herramienta que orienta el quehacer del acto didáctico y es determinante para que se
produzca el aprendizaje en los estudiantes y docente. Planificar significa organizar,
programar, adaptar situaciones, tener coherencia y secuencia de lo que se debe de
hacer. Ministerio de Educación, (2016)
La planeación didáctica es diseñar un plan de trabajo que contemple los elementos que
intervendrán en el proceso de enseñanza-aprendizaje organizados de tal manera que
faciliten el desarrollo de las estructuras cognoscitivas, la adquisición de habilidades y
modificación de actitudes de los alumnos en el tiempo disponible para un curso dentro
de un plan de estudios. Tejeda A y Eréndira M. (2009)
Reviste importancia también por el cambio de roles en este nuevo contexto de la cuarta
revolución industrial, tanto del estudiante como del docente, quienes deben tener en
mente y en todo momento las competencias del perfil profesional. Para el estudiante es
la meta sobre la cual debe planificar y autoplanificar su aprendizaje, y para el docente
debe ser la mira donde apunta para alcanzar competencias y objetivos del plan de
estudio de determinada carrera, sin obviar que la competencia final es formar
profesionales que resuelvan problemas sociales, que se desenvuelvan en situaciones
de incertidumbre en contextos nacionales e internacionales.
Para Alonso Tejeda, María Eréndira. (2009) “La planeación didáctica es diseñar un plan
de trabajo que contemple los elementos que intervendrán en el proceso de enseñanza-
aprendizaje organizados de tal manera que faciliten el desarrollo de las estructuras
cognoscitivas, la adquisición de habilidades y modificación de actitudes de los alumnos
en el tiempo disponible para un curso dentro de un plan de estudios”.
Como se observa, planificar es más que eso, planificar la enseñanza significa tomar en
consideración, en primer lugar, el currículo como instrumento estandarizado y
oficializado para, desde ahí, tomar en consideración: Competencias generales y
específicas, objetivos del ciclo, áreas del conocimiento plasmados en los ejes
curriculares, los contenidos básicos del componente o asignatura, el marco curricular
en que se ubica la disciplina (en qué plan de estudio, en relación a qué perfil
profesional, en qué curso, con qué duración), nuestra propia visión de la disciplina y de
su didáctica sobre todo la relativa a la contextualizada, la experiencia docente y nuestro
estilo personal, tomar en consideración las características de nuestros alumnos, su
diferencias individuales, recordemos que en el grupo de estudiantes existen diferentes
formas de aprendizajes, unos son auditivos, otros son kinestésicos, otros aprenden
haciendo.
Retomando los conceptos anteriores, se procede a triangular los mismos. En la
triangulación de estos conceptos se observa que hay coincidencias en lo siguiente:
1. Es una competencia docente. Hoy se concibe como docente competente a
aquél que además de asegurar una buena planificación de la clase, lo sabe
integrar con su propia actuación, auxiliando de medios (TIC), instrumentos y sus
capacidades intelectuales para optimizar el aprendizaje estudiantil
2. Proceso mental que prioriza contendidos en función del tiempo. Mentalmente
el docente reflexiona sobre lo que persigue el perfil profesional, la competencia
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del año, los objetivos de aprendizajes y los contenidos a abordar, como se
concatenan con los contenidos y áreas de los otras asignaturas o áreas, como se
integran en las actividades prácticas planificadas, define el tiempo tomando en
cuenta la complejidad, y el alcance previsto del desarrollo de esos contendidos. El
profesor ese momentum de la planificación moviliza e integra conocimientos,
habilidades, conductas y destrezas para aplicarlas en su actuación.
3. Idea materializada en un plan de acción (de manera organizada, organizar el
pensamiento y la acción, ordenar la tarea, estimular el compartir, el confrontar,
ayudar a establecer prioridades) con los estudiantes. Uno de los principios de los
planes es el orden, coherencia, coordinación, integración, la jerarquización de
contenidos, de actividades, de los objetivos de los métodos de enseñanza y
aprendizaje.
4. Contribuye al logro de aprendizajes. (Adquisición de habilidades, cognición y
cambios de conducta), desde luego que cuando se planifica conscientemente en
función del proceso enseñanza aprendizaje, se prevén las situaciones
pedagógicas, las estrategias, los procedimientos, las acciones a seguir en
alcanzar las capacidades, habilidades y conductas.
5. Acorde al perfil del profesional. Totalmente de acuerdo, es precisamente el
perfil profesional donde están incorporados los estándares (competencias,
objetivos, áreas del conocimiento, etc.) que permiten derivar del mismo el proceso
pedagógico, con el fin de formar un profesional ciudadano, desde el inicio de la
primera clase. Por mi parte agregaría que la planificación garantiza calidad en el
desempeño docente por que le permite prever sus actuaciones en ese entorno.
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Bibliografía
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