Declaraciones Cientificas
Declaraciones Cientificas
Declaraciones Cientificas
La Biblia es un libro que fue escrito desde hace muchos siglos atrás, hoy es
el único libro que mundialmente e históricamente, fue capaz de corroborar lo que
nuestros grandes científicos han descubierto hasta nuestros días.
. LA CIENCIA Y LA BIBLIA
Las Escrituras nos dicen en Hebreos 11:3, escrito hace dos mil años, que “lo que
se ve fue hecho de lo que no se veía”. La Biblia revela que la Tierra es redonda
Las Escrituras nos dicen que la tierra es redonda: “Él está sentado sobre el círculo
de la tierra” (Isaías 40:22). La palabra traducida aquí como “círculo” es la palabra
hebrea chuwg, que también se traduce como “órbita” o “circunferencia”
(dependiendo del contexto).
Dios le formuló a Job una pregunta muy extraña en el año 1500 a.C. Él preguntó:
“¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos
aquí?” (Job 38:35). Ésta parece ser una declaración científicamente absurda, que
se pueda enviar la luz y luego se manifieste con un discurso. Pero, ¿sabía usted
que toda la radiación electromagnética, desde las ondas de radio hasta los rayos
equis, viajan a la velocidad de la luz? Es por eso que usted puede tener una
comunicación inalámbrica instantánea con alguien al otro lado del mundo. El
hecho de que se pueda enviar la luz y luego manifestarse como un discurso no fue
descubierto por la ciencia hasta 1864 (tres mil trescientos años más tarde),
cuando “el científico británico James Clerk Maxwell sugirió que la electricidad y las
ondas de la luz eran dos manifestaciones del mismo fenómeno” (Modern Century
Illustrated Encyclopedia).
La Biblia y la entropía
Eso significa que el universo con el tiempo “se va a acabar” hasta el punto que
(teóricamente hablando) habrá una “muerte térmica” y por lo tanto no habrá más
energía disponible para su uso. Esto no fue descubierto por la ciencia hasta hace
poco, pero la Biblia lo declara en términos concisos.
Las Escrituras nos indican: “Los ríos desembocan en el mar, pero el mar
nunca se llena. Luego el agua vuelve a los ríos y sale nuevamente al mar.”
(Eclesiastés 1:7NTV). Esta declaración por sí sola tal vez no parezca profunda.
Pero, se hace aún más notable, cuando se considera conjuntamente con otros
pasajes bíblicos. Por ejemplo, el río Mississippi vierte aproximadamente quinientos
dieciocho mil millones de galones de agua cada veinticuatro horas en el Golfo de
México. ¿A dónde va toda esa agua? Y ese es sólo uno de los miles de ríos. La
respuesta está en el ciclo hidrológico, que se presenta bien en la Biblia.
Eclesiastés 11:3 declara que “si las nubes fueren llenas de agua, sobre la
tierra la derramarán”. Observe las palabras concisas de la Biblia en Amós 9:6: “Él
llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama”. La ciencia no
entendió plenamente la idea del ciclo integral del agua hasta el siglo XVII. Sin
embargo, las Escrituras se refirieron claramente al ciclo del agua, más de dos mil
años antes de los descubrimientos de Pierre Perrault, Edme Mariotte, Edmund
Halley y otros.
La Biblia y la primera ley de la termodinámica
Las Escrituras dicen: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el
ejército de ellos” (Génesis 2:1). El hebreo original emplea el tiempo pretérito
definido para el verbo “acabar”, lo que indica una acción culminada en el pasado,
que no ocurrirá nunca más. La creación se “acabó”, una vez por todas. Eso es
exactamente lo que afirma la primera ley de la termodinámica. Esta ley (que a
menudo se conoce como la ley de la conservación de la energía y/o la masa)
establece que ni la materia ni la energía pueden ser creadas ni destruidas.
Fue a causa de esta ley que se descartó la teoría del “Estado Estacionario”
(o la “Creación Continua” propuesta por Sir Fred Hoyle. Hoyle afirmó que en
algunos puntos del universo llamados “irtrons ”, la materia (o la energía) estaba
siendo creada constantemente. Pero, la primera ley de la termodinámica afirma
exactamente lo contrario. Realmente no ocurre la “creación” hoy en día. Todo está
“acabado”, exactamente como dice la Biblia.
Dios le dio a Noé, en Génesis 6, las dimensiones del arca de cuarenta y dos
mil quinientos metros cúbicos que debía construir. Se construyó un buque, en
1609, en Hoorn, Holanda, siguiendo ese mismo patrón (30:5:3), revolucionando la
construcción naval. Todos los barcos grandes en alta mar se inclinaban a tener las
proporciones del arca, hacia el año 1900 (verificado por “Lloyd’s Register of
Shipping” en el Almanaque Mundial).
Las Escrituras describen un “ciclo” de las corrientes de aire, dos mil años
antes de que los científicos las descubrieran: “El viento tira hacia el sur, y rodea al
norte; va girando de continuo,...us giros vuelve el viento de nuevo” (Eclesiastés
1:6). Ahora sabemos que el viento alrededor de la tierra gira en enormes círculos,
en el sentido de las agujas del reloj en un hemisferio y en el sentido contrario al de
las agujas del reloj en el otro.
La Biblia y la ciencia
El libro de Job (1520 a.C.) – lleno de hechos científicos “El estudio del libro
de Job y su comparación con los descubrimientos científicos más recientes me ha
llevado a la madurar la convicción de que la Biblia es un libro inspirado y que fue
escrito por Aquél que hizo las estrellas”. Charles Burckhalter, Observatorio de
Chabot. El libro de Job y la masa de aire “Las Escrituras nos dicen en Job 28:25
que hay ‘un peso en el viento’. Mucho antes de que se reconociera que el aire
tuviera peso (siglo XVI), la Biblia dijo que sí tenía.
También nos dice que el agua tiene peso. El hecho de que tanta agua cubra
la tierra significa que los efectos del sol y de la gravedad de la luna están
perfectamente equilibrados. La energía se disipa en el agua, el peso del agua se
mide con precisión”. Richard Gunther El libro de Job y la rotación de la Tierra
Durante siglos, los científicos creían en un universo geocéntrico. Se creía que las
diferencias entre la noche y el día eran causadas por el sol que giraba alrededor
de la tierra. Sabemos, hoy en día, que la rotación de la Tierra sobre su eje es
responsable de la salida y la puesta del sol.
Pero hace cuatro mil años o más, estaba escrito: ‘‘¿Has mandado tú a la
mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar?....lla [la tierra] muda luego
de aspecto como barro bajo el sello” (Job 38:12,14). La imagen aquí es de una
vasija de barro que gira o rota sobre el torno del alfarero, una analogía exacta de
de la rotación de la tierra. El libro de Job y las fuentes del mar “Las cámaras
sumergibles modernas de buceo profundo en el mar han descubierto
sorprendentes manantiales de agua caliente en el suelo oceánico, ‘las fuentes del
mar’, que se mencionan en Job 38:16.
LA MEDICINA Y LA BIBLIA
Los médicos se lavaban las manos en un recipiente con agua, hasta hace
pocos años, dejando los gérmenes invisibles en sus manos. Sin embargo, la Biblia
habla específicamente de lavarse en “chorro de agua”. La Biblia y la correlación de
la mente y el cuerpo La ciencia médica ha llegado a entender que existe una
fuerte relación entre la salud mental y física de una persona. La Biblia nos lo
reveló con las siguientes declaraciones (y otras) escritas alrededor del año 950
a.C.: “El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los
huesos” (Proverbios 14:30). “La luz de los ojos alegra el corazón, y la buena nueva
conforta los huesos” (Proverbios 15:30). “Panal de miel son los dichos suaves;
suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 16:24). “El corazón
alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos” (Proverbios
17:22). La Biblia y las bacterias “Y....o comeréis carne destrozada por las fieras en
el campo; a los perros la echaréis” (Éxodo 22:31).
Dios dispuso para Israel la prohibición de comer carne que pudiera estar
dañada por las bacterias, miles de años antes de que la ciencia moderna
identificara las bacterias”. Richard Gunther.
La Biblia enseña que los bebés varones han de ser circuncidados al octavo
día (Génesis 17:12). La medicina ahora descubrió que este es el día en que el
factor de coagulación en la sangre, llamado protrombina, está en su nivel más alto.
Llega a su punto máximo en el octavo día, y luego disminuye. La ciencia médica
también descubrió que esto ocurre, cuando el sistema inmune del cuerpo humano
está en la cúspide.
La Biblia y las normas de cuarentena
LA CIENCIA Y EL GÉNESIS
31. Job 10:8-12 El Desarrollo del Embrión. Hasta la segunda mitad del siglo 18, la
embriología era más una materia de especulación que de conocimiento. Fue
Caspar Friedrich Wolff quien introdujo la teoría de que las células en un principio
no diferenciadas, se diferenciaban para producir tejidos y órganos, tal como se
narra en Job: “Me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios”.
44. Eclesiastés 1:7 El Ciclo Hidrológico. Cuatro mil años atrás la Biblia habló sobre
el ciclo hidrológico que consiste en: evaporización, transportación atmosférica,
destilación y precipitación. La Biblia describe: “El trae las gotas de las aguas
«transportación atmosférica», al transformarse el vapor en lluvia «evaporización»,
la cual destilan las nubes «destilación», goteando en abundancia sobre los
hombres «precipitación»” (Job 36:27-28). ¡Esto es exactamente lo que la
meteorología enseña hoy en día!
INTRODUCCION
La Biblia es un libro que fue escrito desde hace muchos siglos atrás, hoy es
el único libro que mundialmente e históricamente, ha sido capaz de corroborar lo
que grandes científicos han descubierto hasta nuestros días. Numerosas
declaraciones encontradas en el Libro de Dios han sido halladas científicamente
exactas. Los cuarenta hombres que tomaron parte en su composición, escribieron
bajo diferentes periodos de tiempo, todos ellos con notable antigüedad. El más
reciente escribió su porción cerca del año 95 D. C. Todavía muy lejos de nuestra
era científica-espacial. Ellos no tomaron una educación formal académica de
ninguna clase. Ni siquiera la mejor de su propio tiempo. Sus ocupaciones incluyen
el pastoreo, la pesca rudimentaria, el único más destacado fue médico. Pero nadie
absolutamente alcanzo la “cumbre” intelectual de las famosas universidades de
nuestro tiempo.
N° Contenido
Introducción
I La Ciencia y la Biblia
La Biblia y la Libre Rotación en el espacio.
La Biblia y la Ciencia Oceanográfica.
La Biblia y las ondas de radio
La Biblia y la Entropía.
La Biblia y el Ciclo de Agua.
La Biblia y la primera ley de la termodinámica
La Biblia y las dimensiones de los buques
La Biblia y las Leyes Meteorológicas
La Biblia y la Ciencia
El increíble libro de Job
II La medicina y la Biblia
El consumo de los gases
El sistema inmune
Las normas de la cuarentena
Conclusión
Anexos
Aplicación Personal
APLICACIÓN PERSONAL
Declar
acione
s
Científi
cas