Si Te Contara

Descargar como odt, pdf o txt
Descargar como odt, pdf o txt
Está en la página 1de 2

EVALUACIÓN INICIAL

La evaluación inicial del paciente con crisis hipertensiva está encaminada a


confirmar la elevación de la PA y a descartar la existencia de lesión en órgano
diana, para poder diferenciar las urgencias de las emergencias hipertensivas. En la
tabla 1 se resumen las circunstancias consideradas como emergencias
hipertensivas. Tras la historia clínica inicial (tabla 2), se debe realizar una
adecuada exploración física buscando signos de lesión en órganos diana (fondo de
ojo, exploración neurológica, soplos, asimetría de pulsos, auscultación
cardiopulmonar). En la mayoría de las urgencias hipertensivas no será necesario
realizar exploraciones complementarias. Sin embargo, en caso de sospecha de
lesión de órgano diana o causa no ligada a hipertensión arterial esencial de la
crisis, las exploraciones complementarias básicas que deben solicitarse incluirán:
hemograma, bioquímica sanguínea (urea, creatinina y electrolitos), sedimento
urinario, electrocardiograma y radiografía de tórax. En caso de tratarse de una
emergencia hipertensiva, y de acuerdo con la presentación clínica, se deberán
solicitar otras exploraciones complementarias, como ecocardiograma, tomografía
axial computarizada (TAC) o resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral,
ecografía abdominal o TAC o RMN tóraco-abdominal.

MANEJO DE LAS URGENCIAS HIPERTENSIVAS


En la mayoría de los pacientes con HTA grave no se observa habitualmente lesión
aguda de órgano diana. En estos casos, el objetivo será reducir gradualmente la PA
por debajo de 160/100 mmHg, en un intervalo de horas a días 7,8. En ocasiones, el
reposo y el control de los factores desencadenantes permiten que la PA vuelva a
los valores habituales. En pacientes hipertensos previamente tratados, se puede
incrementar la dosis de la medicación antihipertensiva que ya estuviese tomando o
añadir otro fármaco; en pacientes con mal cumplimiento terapéutico, se debe
reintroducir la medicación, y en pacientes con ingesta de sal excesiva, hay que
añadir un diurético e insistir en la restricción salina. En individuos sin
antecedentes de hipertensión, debe iniciarse el tratamiento antihipertensivo oral
siguiendo las guías para el manejo de la HTA si persiste la elevación de la PA. En
la tabla 3 se incluyen algunos fármacos habitualmente empleados para el
tratamiento del episodio agudo, siendo necesario un adecuado seguimiento en los
días posteriores para ajustar el tratamiento. En algunos casos, dependiendo de la
respuesta inicial al tratamiento y de la comorbilidad, puede ser necesario el ingreso
hospitalario del paciente. Sin embargo, no se ha demostrado que la reducción
rápida de la PA suponga un beneficio para el paciente, e incluso en algunos casos
podría precipitar la aparición de isquemia miocárdica o cerebral. La
administración de nifedipino sublingual no se aconseja para el tratamiento de las
crisis hipertensivas, debido a que la respuesta no es previsible ni se puede
controlar, y en ocasiones da lugar a bruscos descensos de la PA que pueden
acompañarse de sintomatología isquémica9.

También podría gustarte