Configuración Del Edificio Con Diagrama Rígido

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2.

CONFIGURACIÓN DEL EDIFICIO CON DIAGRAMA RÍGIDO

El sistema estructural de las edificaciones de albañilería estará compuesto por muros


dúctiles dispuestos en las direcciones principales del edificio, integrados por los
diafragmas.

La configuración de los edificios con diafragma rígido debe tender a lograr:

2.1. Plantas simples y regulares. Las plantas con formas de L, T, etc., deberán ser evitadas
o, en todo caso, se dividirán en formas simples.
Las plantas irregulares en forma de T, L, H, Z, U han mostrado tener mal
comportamiento sísmico, por el hecho de que cada zona está sujeta a fuerzas de
inercias que podrían actuar simultáneamente en sentidos indeseables, por tal razón se
especifica desdoblar este tipo de edificación en bloques simples mediante juntas
verticales.

2.2. Simetría en la distribución de masas y en la disposición de los muros en planta, de


manera que se logre una razonable simetría en la rigidez lateral de cada piso y se
cumpla las restricciones por torsión especificadas en la Norma Técnica de Edificación
E.030 Diseño Sismorresistente.
Generalmente, el centro de masas de cada nivel coincide con el centroide del área en
planta, sin embargo, cuando existe una concentración de muros hacia un lado de la
planta, el centro de masas se correrá hacia esa zona, lo que deberá contemplarse en el
análisis estructural. Incluso, la masa del tanque de agua elevado mostrado en la
siguiente figura, podría causar el desplazamiento del centro de masas hacia esa zona,
generando torsión que afecta a todos los pisos.

2.3. Proporciones entre las dimensiones mayor y menor, que en planta estén
comprendidas entre 1 a 4, y en elevación sea menor que 4.
Plantas con relación entre sus lados L/B mayor que 4 funcionan como diafragmas
flexibles. Por otra parte, mientras más esbeltos sean los muros, los efectos de
compresión por flexión en sus talones serán mayores. Debe indicarse que los talones
de los muros son zonas críticas, cualquiera que sea su material (albañilería confinada,
armada o concreto armado) o su forma de falla sísmica (por corte o por flexión).
Cabe destacar que en esta Norma no existe límite en la altura de las edificaciones de
Albañilería Armada, quedando sujeta esta altura a la resistencia de los materiales
empleados; en cambio, para las edificaciones de Albañilería Confinada la altura
máxima es 15m o 5 pisos (Artículo 27 del Capítulo 8), porque se desconoce el
comportamiento sísmico de este tipo de estructura para alturas mayores.

H
>4
B
Ref.: Chile, 1985

2.4. Regularidad en planta y elevación, evitando cambios bruscos de rigideces, masas y


discontinuidades en la transmisión de las fuerzas de gravedad y horizontales a través
de los muros hacia la cimentación.
Usualmente los tanques de agua apoyan sobre 4 columnas muy flexibles en
comparación con el último piso de albañilería. Este cambio brusco de rigidez crea un
efecto de látigo durante los sismos, originando un incremento importante de las
fuerzas horizontales en el tanque que podrían causar su colapso. Para evitar este
cambio brusco de rigidez en tanques existentes, se recomienda taponar los paños
libres con muros de albañilería.

Irregularidades en elevación, como las mostradas en la siguiente figura mostrada,


deben evitarse en la medida que sea posible, subdividiendo al edificio en bloques
independientes

2.5. Densidad de muros similares en las dos direcciones principales de la edificación.


Cuando en cualquiera de las direcciones no exista el área suficiente de muros para
satisfacer los requisitos del Artículo 19.2.b, se deberá suplir la deficiencia mediante
pórticos, muros de concreto armado o la combinación de ambos.
En nuestro medio, usualmente las edificaciones presentan plantas alargadas con pocos
muros en la dirección de la fachada, estas edificaciones han mostrado tener mal
comportamiento sísmico como en la que se muestra la siguiente figura, por lo que
requieren la inclusión de placas de concreto armado en esa dirección.
Existen edificaciones mixtas donde los muros confinados están orientados en una sola
dirección, mientras que en la dirección transversal (generalmente la de la fachada), se
opta por una solución aporticada, utilizando las columnas de confinamiento como
columnas del pórtico. Puesto que los pórticos son muy flexibles, la albañilería no
puede seguir su deformada y termina agrietándose, ya sea por carga vertical, cuando
las luces son grandes y la carga es importante, o por carga sísmica. La solución a este
problema se logra peraltando a las columnas en la dirección aporticada, de tal forma
que las derivas máximas sean menores que 0.005, inferior a la deriva máxima (0.007)
especificada para los sistemas aporticados de concreto armado en la Norma de Diseño
Sismorresistente E.030.

2.6. Vigas dinteles preferentemente peraltadas (hasta 60 cm) para el caso en que el edificio
se encuentre estructurado por muros confinados, y con un peralte igual al espesor de
la losa del piso para el caso en que el edificio esté estructurado por muros armados.
Conforme se incrementa el peralte de las vigas dinteles, las fuerzas internas que se
desarrollan en ellas también se incrementan. Estas fuerzas internas actúan sobre los
muros en sentido contrario y tratan de contrarrestar los efectos de la carga sísmica,
reduciéndose el momento flector en la base de los muros, esto trae por consecuencia:
1) un incremento de la rigidez lateral;
2) un incremento de la resistencia al corte;
3) una reducción del tamaño de la cimentación con su refuerzo respectivo;
4) una reducción de la compresión por flexión en los talones del muro;
5) una reducción del refuerzo vertical a colocar en los extremos del muro.

Por lo indicado, estas vigas peraltadas son beneficiosas cuando se utilizan en los
sistemas de Albañilería Confinada, donde se supone que la falla de los muros ante los
terremotos es por fuerza cortante. Sin embargo, en los muros de Albañilería Armada,
donde se admite una falla por flexión, no es conveniente emplear dinteles peraltados
ya que, al reducirse el momento flector en la base de los muros, la posibilidad de una
falla por flexión se aleja.
En adición, el peralte de la viga dintel se ha limitado a 60cm debido a que la fuerza
cortante que en ella se desarrolla, pasa a actuar como carga axial en el muro,
pudiendo originar tracciones excesivas cuando el peralte del dintel sobrepasa el límite
especificado.
Cabe indicar que usualmente se utiliza vigas de concreto armado en las edificaciones
de Albañilería Armada. Cuando estas vigas son peraltadas, deben ser continuas
porque, por ejemplo, en los extremos de los dinteles discontinuos se generan fisuras,
ya sea por contracción de secado del concreto o por cambio de temperatura, con lo
cual se pierde la transferencia de esfuerzos sísmicos (momento flector y fuerza
cortante) entre el dintel y el muro de apoyo; y también, porque las reacciones
verticales en los extremos del dintel, pueden llegar a triturar localmente a los bloques
donde apoya el dintel.
Estas vigas también pueden ser hechas de Albañilería Armada (Fig.6.20). En este caso,
los bloques que se utilizan en la base de la viga tienen la forma de “U” (medio bloque)
y deben ser recortados para formar ventanas de limpieza. El refuerzo inferior corre por
la base de los bloques “U”, mientras que el superior lo hace por la losa de techo y los
estribos son barras verticales que pasan por las celdas de los bloques, espaciados en
múltiplos de 20cm cuando se usa bloques de concreto vibrado, que anclan con
ganchos a 180º sobre las barras longitudinales. El diseño de estas vigas es muy similar
al de una viga de concreto armado, variándose f´c por f´m cuando se calcula la barra
superior.

2.7. Cercos y alféizares de ventanas aislados de la estructura principal, debiéndoseles


diseñar ante acciones perpendiculares a su plano.
Cuando los alféizares de ventanas no se aíslan de la estructura principal, dan lugar a
los siguientes problemas:
1) grieta vertical en la zona de unión, producida porque en el alféizar no existe carga
vertical, excepto su peso propio, mientras que el muro es portante de carga vertical (lo
propio ocurre con los cercos adyacentes a muros portantes), esta grieta da lugar a una
pérdida del arriostre vertical en el alféizar;
2) reducción de la altura efectiva del muro portante, que conduce a una elevada
rigidez lateral, y, en consecuencia, a una mayor absorción de fuerza cortante; y,
3) dificultad en el modelaje estructural, salvo que se utilice la teoría de elementos
finitos. Por ello es recomendable aislar los alféizares de la estructura principal,
utilizando un grosor de junta igual a la máxima deriva permitida en la albañilería
(0.005) multiplicada por la altura del alféizar.

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