Rosario Al Sagrado Corazón de Jesús
Rosario Al Sagrado Corazón de Jesús
Rosario Al Sagrado Corazón de Jesús
"Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de
los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo
sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos
insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio." - Jesús a Santa Margarita
de Alacoque
Se compone de cinco decenas, en honor a las cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo
Al comenzar:
Ánima Christi
Jesús,
esús, dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón, semejante al tuyo
SEGUNDO MISTERIO
Jesús,
esús, dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón, semejante al tuyo
TERCER MKISTERIO
Jesús,
esús, dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón, semejante al tuyo
CUARTO MISTERIO
A la llaga de la mano derecha
Jesús,
esús, dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón, semejante al tuyo
QUINTO MISTERIO
A la llaga de su costado
Jesús,
esús, dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón, semejante al tuyo
Conclusión:
CORAZÓN DE JJESÚS:
ESÚS: ¡MISERICORDIA!
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos
ORACIÓN:
Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y
satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden
misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de
los siglos. Amén
¡Oh Corazón de Jesús! Yo quiero consagrarme a ti con todo el fervor de mi espíritu. Sobre el ara del
altar en que te inmolas por mi amor, deposito todo mi ser; mi cuerpo que respetaré como templo en
que tú habitas; mi alma que cultivaré como jardín en que te recreas; mis sentidos, que guardaré
como puertas de tentación; mis potencias, que abriré a las inspiraciones de tu gracia; mis
pensamientos, que apartaré de las ilusiones del mundo; mis deseos, que po pondré
ndré en la felicidad del
Paraíso; mis virtudes que florecerán a la sombra de tu protección; mis pasiones, que se someterán al
freno de tus mandamientos; y hasta mis pecados, que detestaré mientras haya odio en mi pecho, y
que lloraré sin cesar mientras hay
haya
a lágrimas en mis ojos. Mi corazón quiere desde hoy ser para
siempre todo tuyo, así como tú, ¡oh Corazón divino! has querido ser siempre todo mío. Tuyo todo,
tuyo siempre; no más culpas, no más tibieza. Yo te serviré por los que te ofenden; pensaré en ti p por
los que te olvidan; te amaré por los que te odian; y rogaré y gemiré, y me sacrificaré por los que te
blasfeman sin conocerte. Tú, que penetras los corazones, y sabes la sinceridad de mi deseo,
comunícame aquella gracia que hace al débil omnipotente, da dame
me el triunfo del valor en las batallas
de la tierra, y cíñeme la oliva de la paz en las mansiones de la gloria
gloria.
Amén
Amén.