Argumentacin Deductiva

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Argumentación Deductiva

(del libro Investigar para saber. Saber para escribir. Buenos Aires: Temas, 2007)

LÓGICA FORMAL

Los argumentos o razonamientos deductivos se caracterizan por el hecho de que su


corrección no depende de la información que brindan las oraciones que los conforman sino de
sus aspectos formales o sintácticos. Por ejemplo, decir “todos los latinoamericanos son
alegres” es un argumento positivo del que presuponemos su validez, corrección o valor de
verdad (más allá de cuántos latinoamericanos conocemos que no son alegres).
La lógica formal o lógica deductiva es la ciencia que estudia este tipo de argumentos y su
objetivo es determinar si nuestra pretensión de que las razones aportadas den un apoyo
concluyente a la conclusión tiene éxito o no. Los razonamientos deductivos pueden ser
correctos o incorrectos.
Un razonamiento es un conjunto de enunciados o proposiciones tales que algunas de ellas,
llamadas premisas, se pretende que aporten pruebas de la verdad de la proposición
restante, llamada conclusión.
Los lógicos proponen distintos lenguajes artificiales para representar el lenguaje natural (la
lengua hablada) de tal modo que quede en evidencia su forma lógica y, así, determinar si
estamos en presencia de un razonamiento correcto o incorrecto. Uno de estos lenguajes es el
que pertenece a la lógica proposicional. Los lenguajes artificiales son creados para una
finalidad especifica que, en general, suele ser científica. Por ejemplo, los lenguajes de las
computadoras, el lenguaje matemático, el lenguaje lógico, entre otros.
Los términos lógicos (los que hemos estudiado como “conectores”) no tienen significado por sí
mismos sino cuando se combinan con otras expresiones. En cierto tipo de razonamiento, el
uso de uno u otro de estos términos determina la corrección de dicho razonamiento. Por
ejemplo:

(1) La economía es una ciencia normativa y positiva; por ende, es una ciencia positiva.
(2) La economía es una ciencia normativa o positiva; por ende, es una ciencia positiva.

En el ejemplo 1, en la primera proposición (que termina en el punto y coma) se afirma,


simultáneamente, la verdad de dos hechos y, de este modo, se fundamenta de manera
concluyente la conclusión. Si son ciertas ambas afirmaciones (que la economía es una ciencia
normativa y que la economía es una ciencia positiva), necesariamente debe ser cierta una de
ella, en este caso, que es positiva.
En cambio, en el ejemplo 2, la primera proposición (que termina en el punto y coma) solo
afirma que una de dos alternativas es la verdadera y, de ese modo, no queda garantizada la
conclusión a la que se arriba, pues no hay razones suficientes para optar por la segunda
afirmación antes de que por la primera.

La forma lógica de una proposición es una expresión en la que se han reemplazado los
términos descriptivos (el contenido específico de lo que se dice) por variables, esto es, por
símbolos que no tienen un significado determinado sino que señalan un lugar en la
proposición que puede ser ocupado por cualquier expresión de la misma categoría lógica.
Por ejemplo, para la lógica la proposición “la matemática es una ciencia normativa y positiva”
es lo mismo que decir “el niño lee y escribe”. En los dos casos, se suman dos características o
atributos de un objeto x.
Los términos lógicos, en cambio, son reemplazados por otra clase de símbolos con un
significado constante que el lógico se encarga de precisar explícitamente.
Al representar un enunciado mediante el simbolismo lógico, obtenemos otra expresión que
tiene las mismas condiciones de verdad que la original, pero cuya estructura gramatical es
más clara y controlable.

EL LENGUAJE DE LA LÓGICA PROPOSICIONAL

La unidad de análisis de la lógica proposicional es, como puede preverse, la proposición. El


interés de la lógica descansa en ver el modo en que se vinculan las proposiciones entre sí, sin
tener en cuenta la estructura interna (ni menos el contenido) de cada una de ellas.

Signos básicos:

Variables proposicionales: p, q, r, s, t,u, v

Constantes lógicas (conectivas): ·, ~, v, w, ͻ

Las variables proposicionales se utilizan para representar cualquier proposición, haciendo


abstracción de su contenido y formalizándola o simbolizándola, por ejemplo:
La fórmula química del agua es H2O. p

A su vez, el ejemplo anterior es una proposición atómica o simple, es decir, no contiene


dentro de sí ninguna otra proposición (no tiene conectivas).

Una proposición molecular, en cambio, es la que contiene dentro de sí otra proposición. Por
ejemplo, la proposición “No fui a la fiesta” es una proposición molecular pero no lo es “La
fiesta estuvo muy concurrida”. En el primer caso, a diferencia del segundo, la proposición
incluye a otra, “Fui a la fiesta”, que tiene un valor de verdad diferente del de la oración
original.

Las conectivas más habituales para coordinar proposiciones atómicas y formar moleculares
son: la conjunción, la negación, la disyunción inclusiva, la exclusiva, el condicional.

a. Conjunción o suma
Marte es un planeta y presenta una coloración rojiza.

p: Marte es un planeta.

q: Marte presenta una coloración rojiza.

Fórmula: p · q

Otro ejemplo: Odiaba a su jefe pero sabía disimular.

p: Odiaba a su jefe

q: Sabía disimular.

Fórmula: p · q

b. Negación:
Afecta a una sola proposición (atómica o molecular). La proposición “No fui a la fiesta” es
molecular (porque incluye una proposición diferente) pero no conecta dos proposiciones. Si
agregamos la partícula “no” a una proposición, se obtiene una nueva proposición con el valor
de verdad opuesto al de la oración inicial. También funcionan como negación las siguientes
expresiones: “no es cierto que”, “no es el caso que”, “es falso que”, entre otras.

Ejemplo: No es cierto que la teoría de la relatividad fue refutada.


Fórmula: ˜p

PERO:

“Algunas infecciones no se curan con antibióticos” no tiene un valor de verdad opuesto al de la


proposición anterior, ya que ambas “que no se curen” y “que se curen” pueden ser igualmente
verdaderas. De este modo esa proposición será simbolizada como “p”.

c. Disyuntiva inclusiva: plantea dos alternativas (que funcionan como equivalentes):


Ejemplo: La calidad de vida empeora en períodos de alta inflación o de alto nivel de
desempleo.

p: La calidad de vida empeora en períodos de alta inflación.

q: La calidad de vida empeora en períodos de alto nivel de desempleo.

Fórmula: p v q

d. Disyuntiva exclusiva: plantea dos alternativas (que se excluyen mutuamente, es decir,


solo puede darse una de las dos opciones). Sucede cuando se repite el conector “o”
ante cada opción, o con la expresión “o bien… o bien”.
Ejemplo: O bien la química es una ciencia formal o bien es una ciencia fáctica.

p: La química es una ciencia formal.

q: La química es una ciencia fáctica.

Fórmula: p w q

e. Condicional: no se enuncian hechos sino posibilidades (antecedentes) conectadas a


ciertos hechos (consecuentes).
Ejemplo:
Si la sociología es una ciencia, entonces la antropología también lo es.

p: La sociología es una ciencia.


q: La antropología es una ciencia.

Fórmula: p ͻ q

Aclaración: El antecedente o condición no necesariamente se formula en primer lugar, sino


que se reconoce por estar introducido por expresiones tales como “si”, “siempre que”, “es
condición suficiente”, y otras. Independientemente de orden en que aparezcan antecedente y
consecuente, el antecedente se colocará siempre delante del signo “ͻ” y el consecuente
detrás. Algunas expresiones que introducen el consecuente son “solo si” y “es condición
necesaria”.

RAZONAMIENTOS Y FORMAS DE VALIDEZ

Entonces, un razonamiento es un conjunto de proposiciones tales que algunas de ellas,


llamadas premisas, se pretende que aporten pruebas de la verdad de la restante, llamada
conclusión.
No hay límite para la cantidad de premisas que pueda requerir un razonamiento, pero sí lo
hay para la conclusión; se extrae sólo una por razonamiento; si extraemos dos conclusiones,
hemos formulado dos razonamientos.

Un razonamiento puede contener información verdadera y, aun así, las premisas no dar
fundamento suficiente para extraer la conclusión. Entonces, la calidad de la inferencia (si es
válida o inválida) no depende del contenido informativo de sus proposiciones, sino de la
estructura sintáctica del razonamiento; es decir, de su forma lógica. Un razonamiento es válido
si y sólo si corresponde a alguna forma lógica válida; y una forma lógica es válida si y solo si las
premisas implican lógicamente la conclusión.

Razonar correctamente o válidamente en ningún caso nos puede llevar de la verdad a la


falsedad.
Los razonamientos válidos son llamados también deductivos. La deducibilidad es la relación
lógica que se da entre dos fórmulas cualesquiera A Y B, cuando siendo A verdadera (bajo la
fórmula “p” o “p v q” o “~p”), B no puede ser falsa. Si consideramos las premisas de un
razonamiento válido como A y la conclusión como B, la conclusión se deduce de las premisas;
es decir, si las premisas son verdaderas, la conclusión necesariamente es verdadera.

Las reglas lógicas son formas de razonamiento válidas:

Modus ponens Modus Tollens

AͻB AͻB
A ~B

B ~A

Silogismo disyuntivo Silogismo hipotético

AvB A ͻB

~A BͻC

B A ͻC

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