Introducción A La Liturgia
Introducción A La Liturgia
Introducción A La Liturgia
Introducción a la liturgia
2. 2. La Celebración del Misterio de Cristo 2. Elementos para una definición de Liturgia 1.
Introducción 3. Lo invisible de la Liturgia: la obra salvadora de Cristo 4. Lo visible de la
Liturgia: su celebración ritual
4. 4. • Hay una ruptura entre lo que vivimos, y lo que creemos y celebramos; entre lo que
pensamos y hacemos; entre nuestras convicciones y nuestras acciones. • Formamos
parte de un pueblo muy practicante, pero se requiere una fundamentación teológica
de la celebración. El Documento de Santo Domingo nos dice: “Respecto a la liturgia
queda aún mucho por hacer en cuanto asimilar en nuestras celebraciones la
renovación litúrgica impulsada por el Concilio Vaticano ll, y en cuanto ayudar a los
fieles a hacer de la celebración eucarística la expresión de su compromiso personal y
comunitario con el Señor….”
7. 7. • Hacer teología de la Liturgia es unir el orden del pensar: Teología, proviene de
Theos = Dios; y Logos = Tratado; significa: Estudio de Dios • Con el orden de la acción:
Liturgia viene de Leiton = público y Ergon = acción; significa, por tanto: actividad
pública; se trata de descubrir y describir a Dios presente en la celebración.
10. 10. • Es imposible dar una definición exacta de liturgia. Las realidades sobrenaturales
constituyen un acontecimiento único, que no pueden definirse, ya que toda definición
dejaría fuera muchos elementos. Lo que podemos hacer es enumerar algunos rasgos
que nos permitan una descripción. • Porque la liturgia es vida, y la liturgia no es para
definirse, sino para experimentarse . • La liturgia, antes de ser una ciencia fue una
vivencia de la comunidad, un intercambio de vida entre Dios y su pueblo. • La liturgia
en cuanto celebración arranca de Cristo y los apóstoles, mientras que en cuanto
ciencia teológica es muy reciente. 2. Elementos para una definición de Liturgia
11. 11. • La palabra liturgia tiene ahora un sentido cultual. Pero tiene una prehistoria,
ligada al griego, que nos ilumina su contenido: • Liturgia es una palabra griega
Leitourgia = Servicio hecho al pueblo o prestado para el bien común. • Significa toda
acción del pueblo, para el pueblo, o comunitaria, o también toda función o ministerio
público. Qué significa “Liturgia”
12. 12. En el griego clásico • Se llama liturgia a la obra que un grupo o una persona hace
en beneficio del pueblo, sea periódica o extraordinaria (como liberar esclavos, prestar
un servicio público, hacer un favor comunitario, etc.). Estas obras son parte esencial de
la democracia. Qué significaba para los griegos
13. 13. En el período helenístico • Liturgia indicaba también las funciones públicas en el
campo político y técnico: servicio militar, ocupación de los esclavos, agricultura, etc. •
Así se llamaba a cualquier servicio, civil o militar, que los ciudadanos estaban obligados
a prestar el estado: o también cualquier oficio o función pública impuesta para el bien
del pueblo, como equipar al ejercito, reparar naves, organizar el coro en el teatro,
atender damnificados, preparar el banquete o juegos en las fiestas públicas religiosas,
recabar impuestos, prestar servicio militar, organizar festejos populares, realizar
competencias olímpicas.
14. 14. • Con esta misma palabra eran designados los servicios cultuales que los ministros
ofrecían a la divinidad: los sacrificios públicos y la acción de los sacerdotes. Con este
sentido usaron la palabra los escritores profanos; mientras en Egipto siguió usándose
para designar cualquier prestación pública.
16. 16. En el Nuevo Testamento • El Culto cristiano fue original. Por eso, el NT evita utilizar
términos rituales para designar las acciones cristianas. Quiere así designar al judaísmo
y entender mejor la originalidad del culto cristiano. • En el texto griego del NT aparece
la palabra liturgia con cinco significados fundamentales: 1. En sentido civil, como obra
pública; servicio, cuidado de los pobres, apostolado, colectas (Filipenses 2, 17. 25. 30;
Romanos 13, 6; 15, 16. 27: Hebreos 1, 7. 14; 2 Cor 9, 12). 2. En sentido ritual del AT
como culto del templo de Jerusalén (Lc 1, 23: Hebreos 8, 2. 6; 9, 21; 10, 11). 3. En
sentido de ejercicio público de la religión (Romanos 15, 26-28; 2 Cor 9, 12-13;
Filipenses 4, 18; Hebreos 13, 6). 4. En sentido de culto espiritual: evangelización, fe
(Rom. 15, 16; Filipenses 2, 16). 5. En sentido de culto ritual comunitario cristiano: única
alusión a la asamblea litúrgica (Hechos 13, 2; Hebreos 8, 2. 6).
17. 17. Para los cristianos En la Antigüedad Cristiana • Con la palabra liturgia se designó el
culto nuevo que surge del Sacerdocio de Cristo en los ambientes judeocristianos. • Por
eso, pronto llegó a ser un término cultual cristiano para designar la Celebración de la
Eucarística en el oriente judeocristiano (Didajé 15, 1; 1 Carta de Clemente a los
corintios 41). Porque la Eucaristía es el ministerio público por excelencia y centro de
todo culto. • El AT fue un anuncio, El NT la realidad; la liturgia, el puente. • La
denominación se hizo común desde el siglo IV en todo el Oriente Griego. Por eso los
griegos designan así el rito específico de la Misa según un determinado estilo, con su
respectiva Anáfora. • Se habla de la Divina Liturgia de san Juan Crisóstomo para
designar la Misa. • En occidente, excepto san Agustín, casi ignoran la palabra, y más
bien se refieren al culto con otros términos: Officium, munus, sacrum ritum,
ministerium, servitium religionis, opus sacrum, opera Dei, Coelebratio, agenda sacra,
sacramentum, actio, etc.
18. 18. En la Ilustración Católica • Los humanistas y liturgistas del siglo XVI rescataron esta
palabra en el lenguaje teológico, y designaron con ella las usanzas antiguas del culto
público oficial de la Iglesia, al publicar las antiguas fuentes litúrgicas. • Es decir: por
liturgia entendían el conjunto de acciones que la Iglesia ha ejercido en la historia como
su culto oficial cristiano, y los distintos modos como se ha ejercido en las Iglesias de las
varias regiones del mundo. • Nació así la ciencia litúrgica, es decir, el estudios
sistemático de las celebraciones de la Iglesia.
20. 20. • Nació el movimiento litúrgico, que fue descubriendo la liturgia como misterio de
salvación: sacerdocio actuante de Cristo, signo presencial de la Iglesia, vivencia de la
historia de la salvación. • Todo esto culminó en el Concilio Vaticano II, Constitución
Sacrosantum Concilium, donde la liturgia aparece como metahistoria en nuestra
historia hasta la escatología.
22. 22. Las definiciones de liturgia • Los diversos manuales nos ofrecen una definición o
una descripción de liturgia. Antes de hacer una descripción global, delimitaremos el
campo, expresando lo que no es liturgia. • Diferentes grupos de definiciones: 1.
Definiciones estéticas. La liturgia es la forma exterior y sensible del culto, o sea, el
conjunto de ritos y ceremonias, expresión estética de la fe y del sentimiento religioso.
2. Definiciones jurídicas. La liturgia es el culto público regulado por la autoridad
jerárquica de la Iglesia; o sea el conjunto de normas y rúbricas que ordenan la
celebración para que sea acción oficial de la sociedad- iglesia. 3. Definiciones
teológicas. La liturgia no es un culto entre tantos, sino el único tributado al Padre: a) La
liturgia es la obra sacerdotal de la Jerarquía visible. b) La liturgia es el ejercicio
eclesiástico de la religión. c) La liturgia es la acción ritual de la obra salvífica de Cristo, o
sea, la presencia, bajo el velo de los signos, de la obra divina de la redención.
24. 24. Lo que sí es liturgia • Si acudimos a los manuales tradicionales de liturgia, todos los
autores dan una definición. • Con sus diferencias todos hablan de una estructura
sacramental, es decir, existe una parte externa o visible, que concretiza y manifiesta
una parte invisible e interna, que es fundamental. • La parte externa está compuesta
por un sistema de signos sensibles organizados en una celebración. La parte invisible y
sobrenatural es nada menos que la obra de nuestra Salvación en Cristo
27. 27. 1. La liturgia, acción trinitaria • La liturgia es una acción conjunta del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo, ya que las acciones de Dios hacia afuera de él son comunes a las
Tres personas Divinas. • La liturgia por tanto, es una acción que procede el Padre, se
realiza en Cristo por el Espíritu Santo, y por el Espíritu nos incorpora en el culto de
Cristo para llevarnos al Padre. • El dinamismo trinitario de la liturgia consiste en que
en cada celebración, “el Padre nos da a su Hijo hecho hombre; Cristo actúa en
nosotros para unirnos vitalmente con Él como hijos en el Hijo y nos ofrece al Padre; el
Padre nos acoge en Cristo para amarnos con el mismo amor con que ama al Hijo hecho
carne, para que nosotros le amemos con el amor de Jesucristo; y cada paso de este
movimiento se realiza por obra del Espíritu Santo”. • En la liturgia vivimos en
comunión dinámica y vital con la Santísima Trinidad. Por eso la asamblea litúrgica es
congregada en la Unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
28. 28. • Pero a cada una de las personas divinas podemos atribuir algún rasgo de la
liturgia, siguiendo el CEC, veamos las atribuciones de cada una de las Personas divinas:
a) El Padre, fuente y fin de la Liturgia • El Padre es fuente de bendición (Efesios 1, 3-6).
• Si la liturgia es la presencia del Misterio de Salvación; es decir, Dios que bendice,
tiene su origen en el Padre. • Si el Padre es la fuente de la bendición, también es la
meta de nuestra oración. De ahí, que en la liturgia romana, las oraciones se dirigen de
ordinario al Padre por la mediación de Cristo. • En la liturgia nos expresamos como
hijos del Padre. Al orar actualizamos nuestra dimensión de hijos, en intimidad y
confianza.
29. 29. b) La obra de Cristo en la liturgia • Cristo es el actor principal del Misterio de la
liturgia. Cristo es el Sumo y Eterno Sacerdote: desde su encarnación es Mediador, por
la ofrenda de la Cruz es Sacrificador del único Sacrificio que nos salva, por su
glorificación a la derecha del Padre es intercesor. • Cristo está presente en la acción
litúrgica. Lo reconocemos en la asamblea, en su Palabra proclamada, en la persona del
ministro, y de modo muy especial en el pan y vino eucarísticos. • Cristo se hace
presente en el hoy de la acción litúrgica, pues no celebramos aniversarios de hechos
pasados, por importantes que hayan sido. Celebramos un memorial. • Cristo es el
centro en la liturgia. En la liturgia oramos con Cristo y como Cristo. San Agustín lo
resume diciendo: “ora por nosotros, ora en nosotros, y es invocado por nosotros. Ora
por nosotros como Mediador; ora en nosotros como Cabeza; y es invocado por
nosotros como nuestro Dios”. • Por eso toda nuestras oraciones concluyen aludiendo
a su mediación: Por Jesucristo nuestro Señor.
30. 30. c) El Espíritu Santo en la Liturgia • No hay celebración sin acción del Espíritu Santo.
• El Espíritu hace presente el Misterio de Cristo. Es por eso que en toda celebración
litúrgica, juntamente con la anamnesis, debe haber una epíclesis (invocar sobre), es
decir se debe invocar al Espíritu para que haga presente a Cristo. • Además de
invocarlo, la liturgia es donación continúa del Espíritu Santo para realizar la comunión
en la obra divina e iniciar el retorno de todos los bienes a su fuente y término. • El
Espíritu une al pueblo creyente para que sea pueblo de Dios y crea la asamblea
litúrgica; habla al corazón de los creyentes, vivificando la letra escrita de la Palabra,
que se hace viva la proclamarse en la celebración; hace oración en el corazón del
creyente para que pida adecuadamente y conforme su vida en el proyecto divino;
transforma los signos litúrgicos en presencia salvadora. • El Espíritu Santo origina
nuestras respuestas.
31. 31. 2. El Sacerdocio de Cristo • “Se considera la liturgia como el ejercicio del sacerdocio
de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la
santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la cabeza y sus
miembros, ejerce el culto público íntegro (SC 7). • Por ello toda celebración litúrgica,
como obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por
excelencia cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna
otra acción de la Iglesia. • Lumen Gentium No. 11